Icafal y capital humano para la construcción industrializada: habilidades y casos de éxito

Sebastián Guevara, jefe de Innovación de Icafal, abordó en el último Encuentro Técnico CCI cómo los distintos roles se van asumiendo de acuerdo con las etapas que cada proyecto debe transitar. Esto nos contó. Bajo la consigna de “Capital humano para la construcción industrializada” se realizó el último Encuentro Técnico del CCI. Moderado por Pabla Ortúzar, vicepresidenta del CCI, en la ocasión se reunieron con destacados expertos para dar a conocer distintas miradas sobre la formación de trabajadores con miras a una construcción más industrializada. Una de las exposiciones fue la de Sebastián Guevara, jefe de Innovación de Icafal, quien abordó cómo los distintos roles se van asumiendo de acuerdo con las etapas que cada proyecto debe transitar. “Primero y para poner en contexto la definición de construcción industrializada, según el CCI, ya el 2021 establece que son obras de construcción ejecutadas mediante un procedimiento seriado, repetitivo, rítmico y estandarizado, y eso lo subrayo porque es muy importante lograr estándar y que puede incluir a su vez prefabricado realizar algunos elementos en sitio, utilización de robot automatización entre otros”, explicó. Desde su punto de vista, es clave comprender las diferencias entre los conocimientos y habilidades que hay que tener en el modelo de construcción tradicional versus el industrializado. “Respecto a los conocimientos, hay que saber sobre los códigos y los estándares de diseño, sobre nuevos materiales, los productos y sistemas, también metodologías (…) procesos de producción, tecnologías actuales y emergentes, seguridad en el izaje. Respecto a las habilidades vitales, se identifica que hay que tener buena comunicación, hay que tener capacidad de resolución de problemas, trabajar en equipo, que para la cadena de valor completa es muy importante, también tener atención a los detalles de los procesos, enfocarnos en el cliente, adaptabilidad, resiliencia y organización”, precisó. A continuación, el profesional compartió algunos ejemplos de Icafal entre los años 2017 y 2024, “donde podemos ver distintos proyectos que tienen algún grado de industrialización y también qué roles jugaron un factor determinante en el éxito del proyecto”. Caso Tierra de Campeones Ubicado en Iquique, el proyecto del Estadio Tierra de Campeones recurrió al uso de elementos industrializados para poder cumplir con los plazos. En asociación con Tensacon y tras un modelamiento BIM, se consiguió la tolerancia milimétrica y exactitud requerida. “Luego, una coordinación entre el equipo de la obra con el proveedor, porque hubo que hacer todo un estudio de la logística, de los acopios, de los insumos necesarios, las grúas, todo lo que se necesita para poder cumplir con la planificación de la obra y para que los elementos vayan llegando según la secuencia constructiva, entonces fue un proyecto de coordinación fuerte entre fabricante y constructora”, señaló. El ejecutivo agregó que “uno de los aprendizajes que desprendemos de este caso es que el proveedor de los elementos prefabricados tuvo que hacer un estudio logístico para el inicio de la obra, para poder llegar bien al sitio, pero a la mitad del proyecto tuvo que replanteárselo, porque las condiciones de terreno también van cambiando la realidad, entonces, la planificación inicial que tenían dejó de ser útil llegado cierto punto; y eso es un gran aprendizaje que sacamos, que hay que volver a hacer ese análisis cuando la obra está avanzando y eso hay que hacerlo en todos los proyectos de gran envergadura”. Caso Copiapó En esta ciudad, Icafal enfrentó el desafío de instalar unas bombas de impulsión (2021), cuyo diseño original estaba especificado con albañilería y cerchas metálicas. El área de estudio de Icafal analizó el tema y notó que no se cumplirían los plazos estipulados si es que se mantenía esta manera, por lo tanto, hubo que proponer un cambio de diseño al mandante. “Acá entran otros roles en juego, porque está el departamento de estudio, hay que elaborar una propuesta que la debe validar el mandante, pero este espera que uno le traiga la solución ya hecha, por lo tanto, hubo que darle muchas vueltas a esto, se hizo un trabajo en conjunto con Baumax, proveedor de los paneles, y también puedo identificar que se requieren las habilidades políticas, porque estás cambiando un proyecto”, detalló Sebastián Guevara. Un tercer ejemplo dice relación con el uso de escaleras prefabricadas. “En este caso, surgió por necesidad de una obra, porque después de la pandemia, por escasez de trabajadores, se dieron cuenta de que convenía probar escaleras prefabricadas para no atrasar el proyecto. Ya se ha implementado en tres obras y todas han ido generando recomendaciones de mejora continua, entonces pasamos del primer caso, de demorarnos dos horas en montar un tramo de escalera, a demorarnos 20 minutos, gracias al trabajo en equipo, la transferencia de experiencia y las recomendaciones entre pares, porque el primer administrador de obra que utilizó las escaleras prefabricadas usó cierto tipo de uniones, pero después se dio cuenta de que no eran las mejores, entonces el segundo administrador usó otro tipo de anclaje, luego pasaron a seco y ahora estamos trabajando con la metodología de que la losa inferior va con insertos metálicos, que es tipo unión seca y en la losa superior sería unión húmeda”, detalló. “Primero y para poner en contexto la definición de construcción industrializada, según el CCI, ya el 2021 establece que son obras de construcción ejecutadas mediante un procedimiento seriado, repetitivo, rítmico y estandarizado, y eso lo subrayo porque es muy importante lograr estándar y que puede incluir a su vez prefabricado realizar algunos elementos en sitio, utilización de robot automatización entre otros”, explicó. Desde su punto de vista, es clave comprender las diferencias entre los conocimientos y habilidades que hay que tener en el modelo de construcción tradicional versus el industrializado. “Respecto a los conocimientos, hay que saber sobre los códigos y los estándares de diseño, sobre nuevos materiales, los productos y sistemas, también metodologías (…) procesos de producción, tecnologías actuales y emergentes, seguridad en el izaje. Respecto a las habilidades vitales, se identifica que hay que tener buena comunicación, hay que tener capacidad de resolución de problemas, trabajar en equipo, que para la cadena de valor completa es muy importante, también tener atención a los detalles de los procesos, enfocarnos en el cliente, adaptabilidad, resiliencia y organización”, precisó. A continuación, el profesional compartió algunos ejemplos de Icafal entre los años 2017 y 2024, “donde podemos ver distintos proyectos que tienen algún grado de industrialización y también qué roles jugaron un factor determinante en el éxito del proyecto”. Para finalizar, expuso el ejemplo del fierro cortado y doblado, “que se puede usar de manera tradicional, o en un caso que nosotros desarrollamos, que fue mediante el modelo BIM de la estructura, que te puede generar los paquetes. Se pueden diagramar para que te lleguen de tal manera a la obra, entonces también hubo que aplicar algunas habilidades de coordinación, la obra planificaba muy bien bajo metodología last planner, para que vayan llegando los paquetes de fierro según corresponda, también el sistema de izaje, el almacenamiento y la manera de trabajar fue también muy propia de la obra”. Más allá de los proyectos puntuales, Guevara subrayó la necesidad de articular el trabajo entre todos los actores, “porque ahí es donde se disipa, o sea, arquitectura-ingeniería-diseño-fabricante pueden estar muy bien articulados, pero si la obra no está acoplada a esta manera de trabajo, el proyecto puede fracasar, por lo tanto yo hago especial énfasis en que tenemos que enfocarnos en qué habilidades necesitamos en la etapa de construcción o montaje”. También resaltó la importancia de estar abiertos a cambios de última hora, que pueden aparecer. “Vamos identificando que hay ciertas cualidades que se deben tener dentro del equipo ―y también esto lo quiero cruzar con un estudio que hizo el Foro Económico Mundial el año pasado― donde listaron los 10 habilidades que más están poniendo sobre la mesa y que son más relevantes para la actualidad, y la número tres habla de resiliencia, flexibilidad y agilidad de los trabajadores, es decir, autoeficacia; pero las habilidades 8 y 9 tienen que ver con habilidad para trabajar con otras personas, trabajar en equipo, qué es lo que pasa con la integración temprana y con la construcción industrializada: conocer el rol del arquitecto, del calculista, del constructor, porque son muy distintos y tenemos que saber entendernos, entonces acá se destaca la empatía, la escucha activa, el liderazgo y la influencia social”, como competencias que, idealmente, todos los vinculados al sector debieran cultivar. Para concluir, destacó que “primero, se necesita toda la experiencia de un profesional que haya trabajado en construcción o industrialización, y se quiera enfocar en alguno de los roles de la construcción industrializada. Tener una experiencia agrega mucho valor, porque te hace ponerte en los zapatos de los otros, tal vez tú pasaste por algunos de esos puestos y ahora estás en otro, pero si estuviste en terreno, vas a saber con qué te vas a encontrar y también, en los distintos escenarios que se pueden abrir, los liderazgos de equipo, cada uno de los actores tiene que saber comunicarse con su equipo y también integrarse con los otros equipos que vienen a continuación”. Además, analizó que “la planificación oportuna es vital para la etapa de construcción y montaje: no puede ser que empiecen a llegar elementos prefabricados o partes industrializadas que no vayamos a ocupar altiro, porque se pueden deteriorar en terreno, se pierden, etcétera; entonces es algo que conecta al diseño y la fabricación con la etapa de montaje, sin esa planificación oportuna se nos puede caer toda esa cadena, lo mismo con la anticipación a problemas, o sea es sabido que las construcciones pasan incendiadas como se dice, hay un montón de incertidumbre, entonces también que la experiencia nos permite anticiparnos a los problemas y manejar dos escenarios, tres escenarios ante alguna situación crítica”. Fuente: CCI  

Consejo Estratégico de la Construcción analiza brechas, necesidades y desafíos de DOM en Línea

En la sesión de diciembre fue presentado el informe “Reporte de la Percepción de Usuarios Finales de la Plataforma DOM en Línea”, que fue encargado por Construye2025 a In-Data, y contó con la colaboración del Ministerio de Vivienda. Este trabajo analiza la plataforma pública para Direcciones de Obras Municipales (DOM) e identifica brechas y oportunidades para avanzar en la transformación de la construcción a nivel nacional.

La reunión número 51 del Consejo Estratégico de la Construcción, realizado en las instalaciones de la CDT, el pasado 13 de diciembre, estuvo marcada por un ambiente de reflexión en torno a los desafíos actuales del sector, que partió con la reflexión de Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, quien subrayó la importancia de impulsar una modernización “que verdaderamente llegue a cada comuna del país, sin dejar fuera a quienes carecen de equipamiento o de conocimiento técnico”. 

Como es habitual, Marcos Brito, gerente; Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad, y Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, presentaron los avances del 2024 en las distintas iniciativas que el programa lleva adelante.

Su llamado sirvió de antesala al análisis de un informe solicitado por la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo a Construye2025, que estudia y analiza la experiencia de usuarios finales de la plataforma DOM en Línea, tanto en las Direcciones de Obras Municipales como en oficinas de proyectistas y arquitectos que realizan habitualmente trámites a través de la plataforma. .

La presentación del informe “Reporte de la Percepción de Usuarios Finales de la Plataforma DOM en Línea”, estuvo a cargo de Cristian Yáñez, gerente general de In-Data, entidad ejecutora, y Danilo Ulloa, coordinador de la Unidad de Digitalización de Sistemas Urbanos (DOM en Línea) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que colaboró con dicha consultoría que reveló tanto los avances como las brechas de la plataforma, junto con mostrar las necesidades de apoyo tecnológico y capacitación continua, factores esenciales para sostener la transformación que exigen las ciudades del futuro.

La discusión giró en torno a la capacidad de DOM en Línea para agilizar los procesos y garantizar una mejor trazabilidad de los trámites, aspectos clave para promover la eficiencia y la transparencia en la gestión pública. Entre los principales desafíos identificados entre los participantes en la encuesta desarrollada para el informe, se encuentran las limitaciones técnicas que afectan a comunas con baja conectividad y la necesidad de fortalecer las competencias del personal encargado de operar la plataforma, aspectos que resaltan la importancia de un enfoque integral que combine capacitación y apoyo tecnológico, asegurando que la modernización de las direcciones de obras sea efectiva y sostenible, con un compromiso transversal desde el Estado y el sector privado.

Una tramitación digital sólida

El informe recabó información directa de Direcciones de Obras Municipales y estudios de arquitectura, con el objetivo de entender qué tan funcional es el sistema DOM en Línea cuando se enfrentan a la realidad de procesar certificados, permisos y solicitudes diarias, concluyendo que, en esencia, esta sí responde a la necesidad de reducir el papeleo e incrementar la trazabilidad, pero tropieza en múltiples niveles técnicos y organizacionales que ralentizan su adopción.

La principal virtud apreciada por el análisis de DOM en Línea es el acceso remoto, una característica que está agilizando el envío de documentación y el seguimiento de trámites, algo muy valorado por profesionales que se desplazan constantemente o atienden proyectos en diferentes localidades. La postura del Ministerio de Vivienda y Urbanismo reflejó un compromiso por escalar DOM en Línea a una versión más robusta, un proceso que implicará la participación de otros ministerios y la búsqueda de acuerdos con el sector privado. El objetivo, según sus representantes, no es imponer una única fórmula, sino promover la interoperabilidad con sistemas ya existentes, adecuarse a diferentes realidades, y, sobre todo, asegurar que los municipios con mayores carencias puedan recibir el respaldo necesario. En ese sentido, la presentación del informe no fue concebida como un cierre, sino que más bien como un paso estratégico para delinear las acciones de 2025, año en que se aspira a pasar de la etapa inicial de digitalización a otra más madura y eficiente.

Por otro lado, según el informe, el principal desafío surge desde la falta de capacidad de almacenamiento para proyectos voluminosos y las inconsistencias en el flujo de pagos, que aún requieren verificación manual, representando limitaciones importantes. “Nuestro desafío es que todo esto funcione de manera coherente en la práctica”, comentó Danilo Ulloa, recalcando nuevamente el escalamiento de la cooperación con otras entidades para dar el paso determinante y alcanzar una estabilidad tecnológica adecuada y continúe expandiéndose a lo largo del país.

Por su parte, Cristian Yáñez planteó que esta doble lectura demuestra lo urgente que resulta reforzar las competencias digitales de los equipos municipales y, a la vez, resolver las brechas de conectividad, debido a que en muchas localidades solo se dispone de un par de computadores y el personal tiene escasas posibilidades de capacitarse. “La transformación digital no puede limitarse a poner a disposición una plataforma; se necesita tiempo, formación y recursos adicionales para garantizar que cada usuario sepa aprovechar al máximo el sistema”, añadió, puntualizando que comunas más grandes pueden mostrar avances notables, mientras las más pequeñas dudan en sumarse debido a carencias tecnológicas y presupuestarias.

Nuevos desafíos

La proyección de los resultados del informe hacia el futuro inmediato deja entrever la urgencia de consolidar la digitalización municipal como pilar de una industria de la construcción más competitiva y sostenible. Varios de los asistentes al Consejo Estratégico de Construye2025 destacaron que si DOM en Línea se perfecciona, agilizará el trabajo de los profesionales, “DOM en Línea no solo está agilizando los permisos, también está abriendo las puertas a la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial, que podría revisar y filtrar documentación técnica, siempre que exista una base regulatoria y tecnológica sólida”, subrayó Mauricio Loyola, docente e investigador de la Universidad Adolfo Ibáñez y representante del Instituto de la Construcción en el Consejo Estratégico, recalcando la importancia de involucrar a las universidades en la formación del capital humano que operará estas herramientas.

Quienes han participado en la elaboración de planes de economía circular y en la implementación de estrategias de industrialización en construcción mostraron su interés en que DOM en Línea incorpore criterios de sostenibilidad. Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad Construye2025, señaló la necesidad de integrar criterios de sostenibilidad en los trámites digitales, incorporando temas como la gestión de residuos de construcción y demolición, y su trazabilidad. No obstante, nuevamente se aclaró que este tipo de innovaciones depende en gran medida de la voluntad política y la coordinación interministerial, ya que la gestión de residuos, la eficiencia energética y la recuperación de materiales involucran a distintas carteras y regulaciones.

El ambiente de diálogo fue permeado por la inquietud acerca de la productividad del sector en general, un indicador que para varios de los presentes solo mejorará de forma sostenida si hay un entramado de políticas públicas, financiamiento y capacitaciones que permitan a los municipios operar con soltura la plataforma. “La eficiencia no se logra con un decreto, sino con la participación de las partes interesadas y un Estado que acompañe a las comunas con menos recursos, lo que pudiese ser complementados además con aportes privados”, puntualizó Marcos Brito, gerente de Construye2025, poniendo énfasis en la importancia de dar soluciones a quienes no cuentan con equipamiento adecuado o personal formado para la gestión digital.

Al cierre, las impresiones generales fueron positivas en torno a la idea de seguir puliendo los aspectos técnicos y organizativos de DOM en Línea, donde participantes de distintos sectores coincidieron en que la modernización debe expandirse a todo el país sin desatender las brechas actuales. “Esta consultoría es un paso clave para entender qué debemos mejorar, pero también un impulso para abordar los asuntos críticos con mayor responsabilidad”, acotó Danilo Ulloa, apelando una vez más a la colaboración público-privada como fórmula para encarar las tareas pendientes. El diálogo directo con los usuarios, la capacitación a funcionarios municipales y la introducción de mejoras técnicas se perfilan como acciones inmediatas. Los voceros de Minvu insistieron en que la oportunidad de transformación es histórica, y que, si se aprovecha bien, DOM en Línea puede sentar las bases de un modelo que se replique en otras áreas de gestión pública.

Al término de la actividad, la impresión general fue que la plataforma DOM en Línea, sumada a los esfuerzos transversales de economía circular y productividad, perfila un 2025 lleno de posibilidades para la construcción. 

El informe “Consultoría DOM en Línea” está disponible aquí: https://construye2025.cl/documentos/estudios/

La presentación de Cristián Yáñez está disponible aquí: https://construye2025.cl/documentos/presentaciones/

Los Comités Gestores de Construye2025 proyectan su trabajo para 2025 

Con intensas sesiones de trabajo, los Comités Gestores de Capital Humano y Academia avanzaron en los lineamientos del plan que llevarán a cabo durante 2025.

Diciembre fue un mes clave para el avance de los Comités Gestores de Construye2025, con el desarrollo de la segunda reunión del grupo que revisa iniciativas en torno al capital humano, y la tercera de la academia. Estos fueron los principales tópicos que se conversaron en ambas instancias coordinadas por Marcos Brito, gerente, y Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025.

Ejes del capital humano

Reunidos telemáticamente el 6 de diciembre pasado, los representantes de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), ETC, ChileValora, CORFO, SENCE, Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores, OTIC CChC, SIMOC, Mutual de Seguridad, Corporación Mujeres en Construcción (MUCC) y Construye2025, debatieron estrategias clave para abordar desafíos críticos en la certificación laboral, inclusión femenina y formación profesional. Entre los puntos destacados se encuentran:

  1. Certificación laboral y formación dual: Promover mecanismos que incentiven la certificación de trabajadores y relacionen la teoría con la práctica, como ocurre en países desarrollados. Además, se planteó visibilizar a los trabajadores certificados y fomentar su integración en el ecosistema de la construcción​.
  2. Digitalización: Incorporar herramientas digitales para modernizar los procesos de formación y certificación, adaptándose al contexto tecnológico actual​.
  3. Inclusión femenina: Relevante en el sector, se propuso implementar medidas como adecuaciones en obras para recibir a mujeres y diseñar procesos de capacitación que consideren la conciliación entre vida laboral y familiar. Un proyecto destacado fue la creación de un manual de evaluación para garantizar condiciones dignas en los lugares de trabajo​.

Para los protagonistas de este Comité Gestor, el programa Construye2025 se establece como un referente estratégico al unir esfuerzos de sectores públicos, privados y académicos para fomentar el desarrollo de iniciativas innovadoras, mejoras regulatorias y cambios culturales que resalten el valor de la productividad y sustentabilidad en la industria​.

De esta manera, la iniciativa no solo aborda necesidades inmediatas, sino que también trabaja en el diseño de propuestas de largo plazo para avanzar hacia una industria líder en la región y comprometida con el bienestar de sus usuarios.

“Queremos que la certificación laboral sea un motor de crecimiento para trabajadores y empresas, visibilizando su importante valor en el ecosistema de la construcción”, señaló Marcos Brito.

En tanto, la presidenta de la Corporación Mujeres en Construcción (MUCC) Alejandra Lutfy opinó que “la inclusión femenina no es solo una meta; es un cambio estructural que debe garantizar condiciones dignas y oportunidades reales”.

La academia y la construcción

En la tercera sesión del Comité Gestor Academia, llevada a cabo el 10 de diciembre pasado, representantes de la CDT, la Universidad Autónoma de Chile, la Universidad de La Serena, la Universidad San Sebastián, la Universidad Andrés Bello, la Universidad de Las Américas, la Universidad del Biobío, la Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad Católica de la Santísima Concepción, y los institutos profesionales IP ChileDuoc UC e INACAP, analizaron estrategias para fortalecer la vinculación entre la educación y los desafíos actuales de la construcción. Este encuentro marcó un avance significativo hacia el diseño de iniciativas para 2025, destacando la importancia de la colaboración entre la academia, el sector público y privado.

Entre las principales propuestas, destacaron:

  1. Vinculación entre academia e industria:
    • Crear una plataforma de conexión entre instituciones académicas y empresas, promoviendo prácticas profesionales, proyectos de grado y cátedras abiertas que permitan integrar conocimientos prácticos al aula.
    • Impulsar mentorías y eventos colaborativos para fortalecer la relación entre estudiantes, docentes y la industria.
  2. Innovación y actualización académica:
    • Incorporar temáticas como industrialización, sustentabilidad y transformación digital en las mallas curriculares.
    • Promover cursos especializados y charlas abiertas para actualizar a estudiantes y profesionales según las tendencias de la industria.
  3. Investigación aplicada:
    • Fomentar proyectos de investigación conjunta entre universidades y empresas, priorizando soluciones innovadoras para los desafíos del sector construcción.
    • Establecer premios y reconocimientos para destacar investigaciones y tesis con alto impacto en la industria.
  4. Descentralización y accesibilidad:
    • Aumentar la oferta académica y proyectos de investigación en regiones, reduciendo la concentración en Santiago.
    • Facilitar el acceso a financiamiento para iniciativas público-privadas que integren a estudiantes y profesionales en todo el país.

“Estamos en un punto de no retorno; si no aceleramos la formación de nuestros futuros profesionales en torno a la productividad y la innovación, corremos el riesgo de quedar rezagados frente a los desafíos de la industria”, expresó Carlos Cayo.

Con estas propuestas, el comité busca fortalecer el capital humano y adaptar la formación académica a las exigencias de una industria en constante evolución. La meta para 2025 es lograr una mayor integración entre educación, investigación e innovación, consolidando a Chile como un referente en el sector de la construcción.

“Desmoldante R-I”: reutilización de envases e inclusión laboral para revolucionar la construcción

La alianza Kyklos, Refill y Boetsch triunfó en el Reto de Economía Circular, gracias a una propuesta sostenible que reduce costos, optimiza procesos y fomenta la participación de personas con discapacidad en el mundo del trabajo.

En la última edición del Reto de Economía Circular (Reto EC), “Desmoldante R-I” obtuvo el máximo reconocimiento gracias a su novedoso enfoque que vincula la reformulación de un producto clave en la construcción con la reutilización de envases y la inclusión de personas con discapacidad. La propuesta aborda de manera integral los desafíos ambientales y sociales de la industria al reducir la dependencia de insumos contaminantes y ofrecer oportunidades laborales protegidas en el proceso de producción.

El proyecto se originó al constatar que numerosas constructoras emplean tambores de 200 kilos con desmoldantes a base de petróleo, cuyo almacenaje y manipulación resultan costosos. Al traspasar el producto a envases más pequeños, este se seca con rapidez y provoca mermas, elevando aún más los gastos. “Muchos no toman en cuenta el ‘costo sombra’ de estos tambores, que puede llegar a duplicar el valor real del producto, pues obliga a disponer de bodegas especializadas y genera pérdidas considerables en el proceso”, señaló Antonio Irarrázaval, representante de la alianza Kyklos, Refill y Boetsch encargada de este producto.

Para abordar ese problema, el proyecto “Desmoldante R-I” optó por envases de 20 litros reutilizables facilitando así su manipulación y reduciendo el volumen de residuos. Dichos recipientes pueden ser rellenados más de 10 veces evitando un alto porcentaje de envases que antes terminaban en vertederos o bodegas. Así resulta “un formato más liviano y libre de peligrosidad hace la diferencia en obra; eliminamos gastos extras y minimizamos los riesgos de inflamación”, puntualizó el integrante de Kyklos, Refill y Boetsch, añadiendo que la adopción de esta nueva fórmula podría generar ahorros significativos al sector.

Inclusión laboral y triple impacto

Además del cambio en la composición, “Desmoldante R-I” apuesta por la inclusión laboral de personas con discapacidad cognitiva, quienes se encargan de las tareas de limpieza y acondicionamiento de los envases. El equipo señaló que cada seis trabajadores con discapacidad cuentan con el apoyo de una terapeuta ocupacional, “lo que implica una estructura exigente, pero que hace posible la verdadera integración”, recalcó Antonio Irarrázaval.

Para asegurar la sostenibilidad de este modelo, las empresas que no logran contratar directamente a personas con discapacidad pueden invertir los fondos equivalentes a la Ley de Inclusión (Ley 21.015) en el servicio ofrecido por la alianza, lo que les permite cumplir con la normativa de manera efectiva y generar un impacto social real. De esta forma, los recursos destinados a la inclusión dejan de ser un mero trámite formal y se convierten en un mecanismo tangible para crear empleos de calidad, contribuyendo así a una cultura de responsabilidad compartida.

Una solución escalable en regiones

Aunque la iniciativa nació en las regiones Metropolitana y Valparaíso, sus impulsores ya contemplan expandirla a otras zonas del país, instalando centros de recuperación locales que recojan y rellenen envases sin tener que transportarlos a Santiago. “No podemos centralizar todo en un solo lugar. Queremos abrir oportunidades en regiones, donde también existe la necesidad de incluir a personas con discapacidad y de gestionar residuos eficientemente”, aclaró Irarrázaval.

Además de la venta directa, “Desmoldante R-I” está explorando colaboraciones con grandes distribuidores para establecer puntos de devolución y fomentar un ciclo virtuoso de reutilización. En palabras del representante de la alianza: “Nuestro objetivo es que el formato y el producto sean tan prácticos que las constructoras quieran adoptarlos con facilidad, encontrando el envase en distintas redes de venta y devolviéndolo tras su uso para volver a ponerlo en circulación”.

Hacia una construcción más responsable

El premio en el Reto EC confirma la relevancia de soluciones concretas en materia de economía circular y responsabilidad social, aspectos cada vez más valorados en el rubro de la construcción. Tal como lo destacó el jurado, “Desmoldante R-I” no solo resuelve un problema específico —el desmoldado de estructuras—, sino que también reduce la huella medioambiental y aumenta la participación laboral de personas con discapacidad, reconfigurando las dinámicas tradicionales del sector e impulsando un cambio cultural.

“Creemos que, con el paso del tiempo, el mercado se inclinará por propuestas más limpias y justas”, sentenció el vocero de la alianza, al referirse al potencial de la iniciativa. Para reforzar su alcance, el equipo planea realizar validaciones técnicas adicionales en terreno y culminar los trámites de patente que protejan su fórmula, todo ello mientras negocia alianzas con constructoras a lo largo del país, combinando el trabajo práctico y expansión comercial en busca consolidar un nuevo estándar de sostenibilidad en la industria.

En un sector donde los altos volúmenes de desecho y la falta de inclusión laboral han sido grandes pendientes, “Desmoldante R-I” ofrece un nuevo estándar: un producto amigable con el medio ambiente y un modelo de reutilización que motiva a las empresas a abrazar prácticas más sustentables y socialmente responsables. Con este reconocimiento, la alianza Kyklos, Refill y Boetsch sella su compromiso de transformar la construcción chilena en una actividad cada vez más inclusiva y circular.

 

Industria 4.0 en la construcción: el desafío ineludible para el futuro de Chile

Por Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025

La construcción en Chile enfrenta un cambio de paradigma impulsado por la adopción de tecnologías asociadas a la Industria 4.0. En este contexto, herramientas como la automatización, la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT) y el Building Information Modeling (BIM) no son solo complementos, sino pilares fundamentales que redefinirán la manera de concebir, planificar y ejecutar proyectos​.

El impacto de la IA, por ejemplo, ya es evidente en varias industrias chilenas. En la construcción, promete optimizar desde el diseño de estructuras hasta la gestión de proyectos, introduciendo soluciones como modelos paramétricos más precisos, planificación automatizada y robots autónomos capaces de ejecutar tareas complejas en obra​. Estos avances no solo incrementan la eficiencia y reducen costos, sino que también abren paso a un uso más racional de los recursos, un punto crítico para un país con desafíos en sostenibilidad y eficiencia energética.

En el corto plazo, se espera que la IA continúe su integración en áreas de la ingeniería como la minería, la construcción y la energía, donde su impacto ya es evidente. En particular, se prevé un crecimiento significativo en la adopción de sistemas de mantenimiento predictivo, optimización de procesos y análisis de datos en tiempo real. Esto contribuirá a mejorar la eficiencia operativa y a reducir el impacto ambiental de diversas industrias, algo clave para el futuro de Chile en términos de sostenibilidad.

A mediano plazo, la IA podría transformar aún más las industrias chilenas con el desarrollo de tecnologías como el machine learning y los algoritmos de optimización avanzada, lo que podría resultar en la creación de nuevas soluciones para problemas complejos, como el cambio climático, la escasez de recursos naturales y la infraestructura obsoleta. Adicionalmente la IA permitirá a las empresas chilenas competir de manera más efectiva en el mercado global, abriendo puertas a la exportación de productos y servicios tecnológicos de alto valor añadido.

La integración de estas tecnologías también trae consigo la necesidad de una transformación cultural en el sector. Profesionales y técnicos deben adaptarse a un entorno donde las habilidades digitales son esenciales, y las universidades tienen el deber de actualizar sus mallas curriculares para incorporar temáticas como sustentabilidad, innovación y tecnologías digitales​.

Sin embargo, este salto tecnológico no está exento de retos. La centralización de recursos en Santiago y la brecha en acceso a tecnologías avanzadas en regiones evidencian la necesidad de una estrategia descentralizada. Además, la industria enfrenta el desafío de integrar estas tecnologías sin comprometer la generación de empleo, fomentando la formación y la reubicación laboral hacia tareas de mayor valor agregado​.

Chile se encuentra en un punto de inflexión. La adopción de la Industria 4.0 en la construcción no es solo una oportunidad para mejorar la productividad, sino un imperativo para mantenerse competitivo a nivel global y avanzar hacia una economía más sostenible e innovadora. El sector está llamado a liderar con visión y compromiso, construyendo no solo edificios, sino un futuro más próspero y equilibrado.

El futuro cercano será testigo de una integración más profunda de la inteligencia artificial en todos los niveles de la ingeniería, lo que permitirá no solo una mejora continua en la productividad y competitividad de las industrias chilenas, sino también un paso decisivo hacia una economía más tecnológica, innovadora y sostenible.

Constructora Santa Magdalena innova en capital humano para liderar la construcción industrializada

La implementación de filosofías como “Kaizen” e “Ikigai” han sido cruciales para optimizar los procesos productivos y otorgar un sentido de propósito al trabajo en Constructora Santa Magdalena, empresa que cuenta con una innovadora estrategia de gestión de capital humano para la construcción industrializada. En el Encuentro Técnico “Capital humano para la Construcción Industrializada”, Gian Capurro, gerente general de la Constructora Santa Magdalena presentó una innovadora estrategia de gestión de capital humano que está redefiniendo el sector de la construcción en Chile, con un enfoque integral que aborda la escasez desde mano de obra tradicional, a la vez que promueven la inclusión y la diversidad como elementos indispensables para el éxito en la era de la industrialización. Ante la crisis de disponibilidad de trabajadores tradicionales, Santa Magdalena ha adoptado una estrategia inclusiva y creativa que incorpora a mujeres jóvenes, mujeres adultas con poca experiencia en construcción, jefas de hogar y mujeres en etapa de crianza. Esta iniciativa ha dado paso a cubrir vacantes críticas que fomentan los entornos laborales más diversos y resilientes en son de las tendencias actuales sobre las políticas de género. Capurro explicó que “la diversidad de su equipo ha aportado nuevas perspectivas y habilidades esenciales para enfrentar los desafíos de la construcción industrializada”. Para asegurar que este nuevo personal adquiera las competencias necesarias, la empresa ubicada en la región de la Araucanía ha invertido de manera significativa en diversos programas de formación interna, a través de alianzas con empresas especializadas y liceos técnicos profesionales, desarrollando capacitaciones en oficios y manejo de maquinaria de alta tecnología. Estos programas han facilitado la integración de jóvenes y mujeres en la fuerza laboral, proporcionando oportunidades de aprendizaje acelerado y mejorando la productividad general de los proyectos. Además, los convenios establecidos con universidades nacionales han permitido a los estudiantes realizar prácticas profesionales y desarrollar tesis en colaboración con la empresa para enriquecer tanto su formación académica como la innovación dentro de la organización. Según contó su gerente general, la implementación de filosofías como “Kaizen” e “Ikigai” han sido cruciales para optimizar los procesos productivos y otorgar un sentido de propósito al trabajo. El método “Kaizen” ha permitido una mejora continua en la eficiencia operativa, reduciendo tiempos y costos mediante la retroalimentación constante entre operadores y equipos de ingeniería, mientras que “Ikigai” ha aumentado la motivación y el compromiso de los empleados, creando un ambiente de trabajo donde la calidad de vida y el bienestar son prioritarios, ambas filosofías han transformado la cultura organizacional de Santa Magdalena, promoviendo una mentalidad de mejora constante y propósito compartido entre todos los miembros del equipo. Además de las mejoras en los procesos internos, la empresa ha destacado la importancia de crear condiciones laborales inclusivas adaptando las jornadas laborales y diseñado espacios que facilitan la conciliación entre la vida personal y profesional, medidas que han sido reconocidas con la certificación del Ministerio de Vivienda, que reconoce a Santa Magdalena como la primera empresa del sector con el mayor porcentaje de mujeres en su plantilla. La adopción de tecnologías avanzadas, como la robótica, ha mejorado la seguridad y eficiencia en las obras permitiendo a los empleados acceder a mejores salarios y oportunidades de crecimiento profesional, incluso sin una formación académica previa. La colaboración con instituciones académicas de la región de La Araucanía ha sido un pilar fundamental en esta estrategia, de acuerdo con Gian Capurro, debido a que estas alianzas han permitido integrar conocimientos teóricos con la práctica profesional, creando un círculo virtuoso que beneficia tanto a los estudiantes como a la industria. La constructora ha logrado innovar en aspectos técnicos de la construcción y en áreas como la sustentabilidad y la gestión de residuos, transformando lo que antes se consideraba desecho en oportunidades de ingreso. Para Capurro, “la inclusión de una persona encargada de desarrollar métricas de residuos refleja el compromiso de Santa Magdalena con la sustentabilidad y la responsabilidad ambiental”. El enfoque holístico y abierto que ha tenido Santa Magdalena ha demostrado ser un modelo exitoso que evidencia cómo una estrategia de capital humano bien diseñada puede transformar la industria de la construcción desde la integración de conocimientos multidisciplinarios y la creación de un entorno inclusivo han permitido a la empresa no solo mejorar su productividad y eficiencia, sino también contribuir a una industria más justa y sostenible. La experiencia de Santa Magdalena subraya la importancia de adaptarse a los cambios del mercado laboral y aprovechar las oportunidades para diversificar y fortalecer su equipo, posicionándose como un referente en la construcción industrializada en Chile. Asimismo, el 2023 asumió el compromiso de comenzar con el proceso de certificación culminando con la aprobación para obtener el Sello Pro, Constructora Santa Magdalena, que la posiciona en un segmento destacado de empresas de la Cámara Chilena de la Construcción. Sello PRO es la iniciativa de la CChC para hacer que las obras, los centros de trabajo y las empresas del sector sean cada día más sostenibles. En este camino, entrega un reconocimiento que avala sus prácticas sostenibles y el compromiso con los trabajadores, comunidad y el medio ambiente. Fuente: Consejo de Construcción Industrializada

Se lanzó Red de Economía Circular de la Construcción: un modelo para el desarrollo territorial sustentable del sector

El proyecto financiado por el BID y liderado por una alianza público-privada, busca implementar un modelo territorial escalable que fomente la valorización de residuos, la innovación circular y la inversión verde en el sector construcción, impulsando la sostenibilidad y el desarrollo económico en Chile.

En un esfuerzo sin precedentes por avanzar hacia la sostenibilidad y la valorización de recursos en el sector construcción, el martes 17 de diciembre se llevó a cabo el lanzamiento oficial del proyecto Red de Economía Circular de la Construcción (RED-ECC). El evento se realizó en el histórico Palacio Pereira en Santiago y contó con la presencia de autoridades clave del ámbito público y privado, además de líderes de la industria y actores estratégicos del territorio.

La iniciativa, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y seleccionada entre 162 propuestas en Latinoamérica y el Caribe, tiene como objetivo diseñar un modelo territorial que permita implementar una red circular en la construcción escalable en nuestro país. Esta red busca fomentar la valorización de residuos, el encadenamiento productivo y la simbiosis industrial, habilitando inversiones verdes y promoviendo compras sustentables.

Florencia Attademo-Hirt, representante del Grupo BID en Chile, cree que es fundamental que Chile continúe avanzando en economía circular, dado que “sólo 1% de los productos que usamos en América Latina y el Caribe se reciclan o reutilizan, es decir, somos mayormente una economía lineal, por lo que una red como esta crea los incentivos correctos, trabaja en los componentes habilitantes, en un plan de acción para ir quebrando ese paradigma y pensando que cada producto que cumple con su vida útil se puede reutilizar y darle un nuevo uso”.

El proyecto surge gracias a una alianza público-privada integrada por: Construye2025, Corfo, el Gobierno de Santiago, la CDT y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), lo que para José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo, es muy valioso.

“Fomentar a un sector tremendamente importante, ya que ha estado un poco deprimido este último tiempo, pero que es muy intensivo en mano de obra, desde el punto de vista de la política pública es clave”, precisó. También ve un valor importante en esta iniciativa que crea una oportunidad de “generar estos círculos virtuosos que tienen relación con el reciclaje y otro tipo de iniciativas, incorporando partes y desechos del sector, para generar oportunidades de negocios para terceros que produzcan, no solamente un valor económico, sino también y, a través del empleo y de la inversión, un valor social y particularmente medioambiental”.

Algo que justamente valora Conrad von Igel, gerente de Innovación y Sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción, entidad que ve muy importante impulsar esta red, ya que “para poder facilitar el surgimiento de productos, de soluciones, que puedan ser utilizados por las constructoras, las inmobiliarias, ser incorporados en los diseños, necesitamos que exista un ecosistema rico, que crezca, que escale, que pueda proveer soluciones de simple implementación y utilización por parte del sector”. 

Por otra parte, José Miguel Benavente destaca el trabajo en red, puesto que “cada uno de los actores no puede trabajar en forma aislada. Aquí hay mecanismos de coordinación y tener una red como un espacio de coordinación de estas iniciativas es tremendamente relevante, en la cual como Corfo hemos estado apoyando y vamos a seguir apoyando”.

En ese sentido, Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, confirma que la articulación y la colaboración entre públicos y privados es fundamental: “estoy segura de que, en conjunto, vamos a poder movilizar a la industria a dar pasos relevantes en la creación de esta red de economía circular en la construcción, que nos permitirá transformar la gran cantidad de residuos que se generan en recursos que pueden ayudar a la sostenibilidad en el mediano y en el largo plazo en nuestro país”.

“Generar una red circular en la región Metropolitana puede ser el inicio de una tremenda oportunidad a nivel país y para todo el sector, en general, para poder trabajar en la circularidad”, opinó Carlos López, gerente general de la CDT.

Los dolores del sector

Como señaló Mauricio Fabry, jefe del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Santiago, uno de los dolores más grandes de la región Metropolitana está en los vertederos ilegales y los microvertederos. “Tenemos más de 50 vertederos de más de una hectárea y el 80% de los materiales son residuos de la construcción y demolición, por lo que como Gobierno de Santiago, estamos muy interesados, no solamente en combatirlo, ya hemos cerrado seis de ellos, sino que también en que esto no se siga produciendo”, enfatizó.

Por ello, Fabry calificó la creación de esta alianza como un hecho tremendamente innovador, puesto que les ayudará a “desarrollar distintas herramientas de gobernanza, de innovación y de implementación, para que nos permitan valorizar los residuos de la construcción, es decir, que estos puedan ser reutilizados o reciclados”.

Para Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Chilena en la Construcción, esta Red de Economía Circular de la Construcción, equivale a un avance más para la industria y se suma a iniciativas como “el mapa de Economía Circular, con empresas que prestan servicios y ofrecen insumos; los Acuerdos de Producción Limpia; el Reto Economía Circular, entre otras. Además, cree que la evolución natural de la circularidad en el sector pasa por “los lugares de valorización, para que podamos tener integrados esos materiales y de verdad estos residuos los podamos convertir en materia prima, pero es una colaboración en forma permanente público-privada y la idea es poder generar confianza y seguir trabajando cada vez más fuerte, para que esto se pueda convertir en una realidad, sobre todo en nuestra región Metropolitana”.

Resultados esperados

El lanzamiento de la RED-ECC sienta las bases para una transformación estructural en la industria de la construcción, con impactos positivos en el medioambiente, la economía y la productividad del sector. Se espera generar sinergias entre obras, centros de producción y el territorio, fortaleciendo así las capacidades locales para la oferta de productos y servicios de valorización de residuos, promoviendo un modelo replicable a nivel regional y nacional.

Los componentes del proyecto son:

  1. Modelo de Gobernanza Territorial: Una estructura que garantizará la articulación entre actores y la sostenibilidad del proyecto a largo plazo.
  2. Gestión de Oferta y Demanda de Recursos: Metodologías para la valorización de residuos de construcción y demolición (RCD), fomentando su reutilización y reciclaje.
  3. Inversión y Operación: Desarrollo de proyectos piloto e identificación de incentivos y financiamiento para habilitar instalaciones de valorización.
  4. Innovación Circular: Promoción de tecnologías, modelos de negocio y soluciones innovadoras en la gestión de recursos.
  5. Medidas Habilitantes: Propuestas concretas para superar barreras normativas y promover inversiones circulares.

Para conocer más sobre la iniciativa, puedes escanear el siguiente QR:

FIT Construcción 2024: OTIC CChC premia a los mejores proyectos de innovación para enfrentar los desafíos del talento en la construcción

Con un fondo de $ 200 millones a repartir entre las propuestas ganadoras, la iniciativa se posiciona como un modelo innovador en el ecosistema de capacitación, en directo beneficio del desarrollo de los talentos y del fortalecimiento de la industria.

Este jueves se llevó a cabo la gran final del Fondo de Innovación para el Desarrollo de Talento en la Construcción (FIT Construcción), una iniciativa pionera impulsada por el OTIC CChC. Este proyecto busca enfrentar, a través de soluciones innovadoras, los desafíos más urgentes del sector: atraer, desarrollar y fidelizar talento para una industria en constante evolución.

El evento contó con un jurado de alto nivel, que incluyó a Lucas Palacios, Rector de INACAP; Alicia Vesperinas, vicepresidenta nacional de la CChC; Karen Thal, presidenta de Icare; Marcos Brito, gerente de Construye2025 (Corfo); Tadashi Takaoka, director de Metro y experto innovación; Max Valdés, director de Chócale.cl; Juan Pablo Aylwin, presidente del Directorio del OTIC CChC; José Garay, gerente general del OTIC CChC. Estas figuras evaluaron las siete propuestas finalistas, seleccionadas por su capacidad para generar soluciones prácticas y escalables a problemáticas históricas del sector.

Por su parte, José Garay, gerente general del OTIC CChC, destacó la relevancia estratégica del FIT como motor de cambio en la industria. “Este fondo busca facilitar el crecimiento sostenible del sector, promoviendo la adopción de buenas prácticas, cerrando brechas de habilidades y fortaleciendo el capital humano de la construcción. Así contribuimos no solo al progreso del sector, sino al desarrollo económico del país”, señaló.

La vicepresidenta de la CChC, Alicia Vesperinas, destacó la calidad de las propuestas finalistas del FIT: “La construcción aporta el 7% aproximado al PIB y el 8% de la fuerza laboral del país, lo que hace que estas iniciativas orientadas al desarrollo del capital humano sean fundamentales para lograr un crecimiento sostenible en el sector”. Además, la representante gremial, quien formó parte del jurado, señaló: “seguiremos apoyando este tipo de iniciativas, asegurándonos de que ese talento no se pierda y contribuya al futuro del sector”.

En tanto, Marcos Brito, gerente de Construye 2025 señaló que “nos pareció muy interesante haber conocido estos proyectos, porque justamente estamos buscando cosas que puedan provocar cambios en un ecosistema que los necesita. Estamos felices de haber participado y esperamos que instancias como éstas se repitan”.

Con un fondo de $ 200 millones, destinados a financiar proyectos innovadores, el FIT Construcción se posiciona como un modelo a seguir en la creación de un ecosistema de colaboración que beneficia tanto a las empresas del sector como a la población del país en su conjunto. Durante la jornada, las iniciativas finalistas se presentaron al jurado, quien determinó como ganadores a un total de 4 proyectos: Impulsa Mujer, de Infocap; Rehaviour, de Pignus; Joblearning, de People Lab Chile; y Nanogrado 4.0, de Fundación Telefónica Chile.

Olga Alarcón, gerenta de Fundación Telefónica, cuyo proyecto fue uno de los ganadores, señaló en la instancia que “sin duda, poner lo que sabemos hacer al servicio de la formación, puede ser trascendental para apoyar la transformación digital de un sector productivo fundamental para Chile, como es la construcción”.

En tanto, Kattina Orellana, socia fundadora y jefa de operaciones de Pignus, otra de las iniciativas elegidas, señaló que “este fondo nos va a ayudar a desarrollar más tecnología para apoyar las capacitaciones de la construcción, donde es posible ir más allá con ideas de la mano de la inteligencia artificial, realidad virtual o realidad aumentada, apoyando la formación de los trabajadores en obras, e impactando en reducir la ocurrencia de accidentes”.

El OTIC CChC ya está trabajando para lanzar en 2025 dos nuevos Fondos de Innovación para el Talento, enfocados en otras industrias estratégicas, reafirmando su compromiso con la innovación como eje central para la formación y desarrollo del talento. Este enfoque incluye la creación de rutas formativas desde los liceos técnico-profesionales y el fortalecimiento de alianzas con sectores clave, impulsando la productividad, la transferencia de conocimiento al puesto de trabajo y fomentando la inclusión, la sostenibilidad y la adaptabilidad en un mercado laboral en transformación.

 

Primera sesión de la Mesa de Hoja de Ruta BIM

Con una alta participación, se desarrolló la primera reunión de la Mesa de Hoja de Ruta BIM que busca transformarse en un espacio de encuentro para los actores que impulsan el desarrollo de esta metodología en el país.

El pasado jueves 5 de diciembre, en el marco de la Hoja de Ruta para la Adopción de BIM, cuyo objetivo es establecer lineamientos y acciones estratégicas que permitan alcanzar la meta de adopción de BIM de un 70% en el país al año 2028, se llevó a cabo la primera sesión de la Mesa de Hoja de Ruta BIM (Mesa HdRBIM). El objetivo de esta instancia es velar por la ejecución de las acciones de la Hoja de Ruta, y así, ser un espacio de reunión y encuentro entre las instituciones que impulsan el desarrollo de esta metodología en nuestro país y que permita analizar el avance del proceso de implementación de las acciones comprometidas.

Durante la actividad, Rodrigo Sánchez, líder BIM de la CChC, presentó brevemente la estructura de la Hoja de Ruta; el contexto de las acciones de la HdRBIM y el objetivo de la Mesa, que es velar por la ejecución de estas. Además, se entregaron otras informaciones relacionadas al sistema de trabajo de la Mesa, roles de interlocutores técnicos, categorías de sistemas de trabajo, entre otros. Posteriormente, se revisaron con más detalle los avances y compromisos de las acciones comprometidas del primer ciclo 2024, relacionadas con: Difusión, Gobernanza, Medición, Mensaje, Interoperabilidad e Indicadores.

La sesión fue un espacio valioso de conversación e interacción entre las instituciones, para así, consultar, plantear inquietudes y proponer propuestas sobre lo expuesto. Todo con el objetivo de definir en conjunto el avance de las acciones.

“Ya se ve más concreto lo que se ha ido avanzando”, señaló Mauricio Heyermann, presidente de BIM Forum Chile, agregando que hay que seguir transformando la motivación de participar en el trabajo. “Quedamos con una buena impresión de ver cosas que van por buen camino y hay que unirse para hacer que esto funcione”, comentó.

En la misma línea, Mauricio Loyola, profesor del Departamento de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, indicó que fue una excelente reunión, tanto por la masiva convocatoria, como por la participación de todas las instituciones. “Se evidencia que todas tienen una muy buena disposición y una excelente valoración del trabajo que está haciendo la Aceleradora BIM, por lo tanto, las perspectivas son bastante auspiciosas”, señaló.

En la reunión se acordó que las sesiones se realizarán de forma bimestral, activando una serie de comités tácticos y comisiones técnicas para acelerar la ejecución de 20 de las 54 actividades.

Lanzan Manual de Reducción de residuos de construcción y demolición

Como una nueva herramienta del Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción, se presentó este documento que busca ofrecer una guía que permita a las empresas de los distintos ámbitos de la cadena de valor implementar acciones concretas que reduzcan el impacto ambiental de sus operaciones y contribuyan a un desarrollo más sostenible.

El pasado jueves 21 de noviembre, se realizó el lanzamiento del Manual de Reducción de residuos de construcción y demolición (RCD), documento cuya elaboración fue liderada por CDT en el marco del Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción, en colaboración con Reduciclo.

El proyecto contempló varias etapas, comenzando con un levantamiento de necesidades relacionadas con la reducción de RCD, seguido del desarrollo del contenido y diseño del manual, validando constantemente la información y la estructura a través de reuniones periódicas con el comité técnico integrado por las empresas coautoras para finalizar con el lanzamiento que se llevó a cabo en el Auditorio del edificio CChC, ubicado en la comuna de Las Condes.

Según se detalla en el documento, su objetivo general es proveer directrices para implementar buenas prácticas que reduzcan los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), buscando minimizar los residuos en todas las etapas del proyecto, desde el diseño hasta la ejecución, promoviendo la prevención, reducción y la reutilización de residuos y/o materiales.

“Este Manual es una nueva herramienta de nuestro Compromiso PRO, desarrollado con la participación de empresas socias, lo que le da un sentido de realidad: cómo de verdad ponemos en práctica estas herramientas, hacen sentido y cómo son aplicables. Siempre debemos tener una alianza entre lo público, privado y la academia, para poder construir entre todos”, señaló Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medioambiente CChC, durante sus palabras de bienvenida, agregando que con este manual se espera ofrecer una guía práctica que permita a las empresas de distintos ámbitos de la cadena de valor, implementar acciones concretas que reduzcan el impacto ambiental de sus operaciones, contribuyendo a un desarrollo más sostenible.

El manual fue posible gracias a la colaboración y participación activa de las empresas: Ebco, RVC, Constructora García, Devisa, Flesan, Euro, Empresas Socovesa, Regemac y CTEC, que validaron el contenido de las secciones, las estrategias propuestas y el formato del documento, además de realizar estrategias piloto en sus proyectos de construcción.

Sobre el Manual

Tras las palabras de Cortez, fue el turno de María José Cobo, coordinadora de proyectos de CDT, quien habló sobre la mirada de sostenibilidad de la CChC, que se materializa en los 7 pilares de sostenibilidad del Compromiso PRO y cómo esta nueva herramienta se alinea con el pilar de medio ambiente. Luego explicó el proceso de desarrollo de la herramienta y la división del Manual que se compone de tres tomos: Diseño, Planificación y Ejecución.

Posteriormente, subió al escenario Lucas Bracho, CEO de Reduciclo, que explicó los objetivos del manual y abordó en detalle los tomos del mismo. “Cada uno en específico, contiene tres cosas: estrategias de cómo reducir, formas de medir y generar indicadores con esas estrategias y capacitación y comunicación”, señaló.

En cuanto al primero de ellos, sobre Diseño, se explicó que tiene como objetivo proporcionar estrategias para integrar prácticas de prevención, reducción y reutilización de residuos desde el diseño inicial de los proyectos de construcción. Las decisiones tomadas durante la fase de diseño de un proyecto tienen un impacto duradero en la cantidad de residuos generados y en la sostenibilidad del mismo. Dentro de las estrategias de este tomo se incluyen: atributos circulares en la selección de materiales, cómo reducir mediante la industrialización de las actividades, optimización en el uso e instalación de materiales y análisis de estructuras pre existentes.

Presentando un caso de éxito de estas estrategias, Hernán Farías, supervisor de Salud, Seguridad y Medio Ambiente de Euro, abordó aquella relacionada a cómo reducir mediante industrialización. En la oportunidad, Farías contó sobre la incidencia en la reducción de residuos en la implementación de encofrado monolítico, lo que trajo como beneficios: una disminución de reprocesos en la generación de hormigón, se dejó de generar entre 0,4 y 0,6 m³ de residuo por pulido y descarachado, se dejó de generar 81 m³ de residuos de madera usados en encintado y huinchas de sacrificio, así como un control de mejor manera en protocolo PREXOR. También se habló sobre la implementación de acero predimensionado en fábrica, cuyos beneficios incluían: disminución de la pérdida del fierro (de un 8% a un 2%), disminución de probabilidad de error en la geometría de los elementos y, al presentarse las cargas listas para su instalación, se elimina el ruido por corte, eliminando el riesgo de incidentes por máquina de doblado. Por último, se mencionó la implementación de prefabricado de tabique yeso cartón, que trajo como beneficios: una disminución de la pérdida de residuos de tabiquería del 24 al 2%, así como una optimización de los tiempos de instalación y reducción de residuos generados por tabiquería.

En cuanto al Tomo II: Planificación, tiene por objetivo proporcionar estrategias para integrar prácticas de prevención, reducción y reutilización de residuos desde la etapa de planificación de los proyectos de construcción. Según explicó Bracho, entre las estrategias para este tomo, se encuentran: identificación de elementos de trabajo reutilizables, integración temprana de colaboradores, comunicación de iniciativas de reducción de RCD, instalación de faena: consejos de optimización y planificación de la deconstrucción.

Para presentar un caso de éxito de estas estrategias, Camila Fuenzalida, jefa de Sostenibilidad de Ebco, habló sobre identificación de elementos de trabajo reutilizables e instalación de faenas y consejos de optimización. Durante su presentación, Fuenzalida explicó que abordaron cuatro iniciativas: búsqueda de materiales en buen estado (donde lo importante era revisar recursos disponibles antes de comprar nuevos), elementos reutilizables (soluciones modulares desarmables para volver a usar), residuos como recursos y sistemas de control para maximizar el uso de los equipos propios y en arriendo.

Por último, el Tomo III: Ejecución, tiene como objetivo proporcionar estrategias para integrar prácticas de prevención, reducción y reutilización de residuos desde la etapa de ejecución de los proyectos de construcción. De acuerdo a Bracho, entre las estrategias para este tomo, se encuentran: almacenamiento y transporte de materiales eficiente, verificación de la adecuada entrega, conservación de elementos reutilizables y metodología de reutilización de residuos in situ.

La presentación del caso de éxito estuvo a cargo de Priscilla Quintana, subgerenta de Prevención de riesgos de RVC, quien se refirió a las estrategias centradas en almacenamiento y transporte de materiales eficiente y en la verificación de la adecuada entrega y recepción de materiales. Para reducir las pérdidas relacionadas con la primera, Quintana explicó que en RVC implementaron acciones como: chequeo de almacenamiento de material, uso de racks, utilización de maquinaria para la carga y descarga, bodegas techadas, optimización de planchas de yeso cartón (modulación) y recuperación de retazos, sistema FIFO y baja rotación de personal, plataformas digitales (IConstruye, ON!Track y Prevn) y revisión de inventario general. En cuanto a la estrategia de verificación de adecuada entrega de materiales, señaló que algunos puntos clave para lograrlo eran: definir criterios de calidad claros, implementar procedimientos de inspección y recepción, realizar auditorías y revisiones periódicas e implementar procedimientos de manejo de hallazgos.

Terminadas las exposiciones, se dio paso a un conversatorio moderado por Katherine Martínez, líder de Sostenibilidad ambiental de CDT, donde tanto el público asistente al evento, como aquellos que seguían la transmisión vía ZOOM, podían realizar sus consultas a los expositores.

Para conocer todo el detalle del Manual de Reducción de residuos de construcción y demolición (RCD), puedes descargarlo aquí: https://www.compromisopro.cl/herramientas

CChC Osorno celebra 10 años de sus oficinas certificadas como el primer Edificio Sustentable de Chile

Ricardo Fernández, presidente de Certificación Edificio Sustentable (CES), participó de la actividad, destacando al gremio local por ser pioneros en sustentabilidad. También asistió el alcalde electo, Jaime Bertin.

La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Osorno conmemoró el décimo aniversario desde su Certificación como Edificio Sustentable (CES). Las oficinas del gremio de la construcción fueron la primera edificación en el país en recibir la condecoración en diciembre del 2014 y como explicó en el evento, Ricardo Fernández, presidente de la Certificación Edificio Sustentable (CES) el sello busca “evidenciar las buenas prácticas en cuanto a acondicionamiento en temas de manejo de residuos, acondicionamiento térmico, condiciones acústicas, entre otras” de las construcciones públicas y privadas.

En el evento participaron autoridades locales y gremiales, como el alcalde electo Jaime Bertín, el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Francisco Dumay; y actores claves del sector privado, ciudadano y académico.

El edificio, diseñado por Scheel Arquitectos y construido por Constructora Denco, obtuvo la certificación el 24 de diciembre de 2014. Fernández resaltó la importancia de los proyectos sustentables en el país, agregando que aunque las reglamentaciones son obligatorias, las certificaciones son voluntarias. Felipe Pavez, presidente de la CChC Osorno, comentó sobre la importancia del hito para la comuna y la región. “Nosotros fuimos el primer piloto que se hizo a nivel nacional y que se logró después de un trabajo mancomunado entre los socios de la Cámara, el mundo privado y el mundo público”.

Por su parte, Scheel valoró la Certificación de Edificio Sustentable, valorada tanto en el país como en Sudamérica.

Marisol Cortés, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, discutió la importancia de las certificaciones de sostenibilidad, específicamente el sello CES, celebrado en la ceremonia. “Este sello busca cumplir con compromisos internacionales como el Acuerdo Escazú y el Tratado de París, promoviendo una menor huella de carbono y ciudades más sostenibles. A diferencia de certificaciones como LEED, el CES se adapta mejor a las condiciones sísmicas y climáticas de Chile”, cerró.

En tanto, Hernán Madrid, jefe de CES, recordó y valoró la visión del equipo de la CChC que impulsó la certificación de este edificio de la Cámara, que lo llevó a ser el primero en Chile en contar con el sello CES.

CCI publica Guía de Constructabilidad para mejorar la productividad, como proyecto impulsado por Construye2025

En un Encuentro Técnico del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Marcos Brito, gerente de Construye2025, presentó el trabajo realizado durante 2023 y 2024, por el Grupo Técnico 3 del CCI, que dio como resultado la Guía de Constructabilidad.

Bajo la consigna “La constructabilidad como herramienta fundamental para la industrialización”, el jueves 28 de noviembre se realizó un nuevo encuentro técnico del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), ocasión en la que se presentó la Guía de Constructabilidad, que ya está lista para la descarga de todo el público (https://construccionindustrializada.cl/documentos-tecnicos/).

En esta ocasión fue Marcos Brito, director del CCI y gerente de Construye2025, el encargado de moderar el encuentro y dar el vamos a las presentaciones de Pablo Pulgar, coordinador del Programa de Eficiencia y Sustentabilidad de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM); Lorena Rodríguez, gerente comercial de Echeverría Izquierdo; Ignacio Peña, subgerente de Innovación e Industrialización y María José Alarcón, líder BIM de Axis Desarrollos Constructivos.

El primero en tomar la palabra fue el profesor Pablo Pulgar, quien se refirió al proceso de desarrollo de la Guía de Constructabilidad. Junto con agradecer al equipo que la hizo posible, destacó el carácter eminentemente técnico del documento. “Este manual de constructabilidad está dentro del eje de industrialización, un eje estratégico de la hoja de ruta de Construye2025, que era la acción 1 del eje Industrialización”, destacó.

El académico también señaló que en el mundo existe bastante evidencia respecto de la incorporación de la constructabilidad como metodología y sus beneficios, ligados principalmente “al desarrollo y a propiciar la industrialización de la construcción desde el punto de vista de la gestión del conocimiento”. Aterrizando la teoría a los números, indicó que “existen algunos benchmark: en Estados Unidos, por ejemplo, se publicó uno en 2019, donde se podría reducir el costo 6,1% y el plazo 7,1%, superando otras metodologías”.

Uno de los principales desafíos del grupo técnico 3 del CCI, en el que, entre otros, participaron Marcos Brito (Construye2025), Mikel Fuentes (Axis DC), Erwin Navarrete (U. Autónoma), Janen Calle (CChC), José Luis Jiménez (CDT), Nayib Tala (Estudio Tala), Pablo Pulgar (UTEM), Lorena Rodríguez (EI), Rodrigo Pérez (Spoerer) y Zulay Giménez (PUC), junto a los tesistas Diego Sánchez y Manuel Álvarez (UTEM), fue traspasar esos principios de diseño construible, socializarlos, pedir feedback, y finalmente, desarrollar los principales indicadores de constructabilidad adaptados a la realidad nacional.

“La guía tiene varias explicaciones bien profundas, pero simples, y las tratamos de adaptar a nuestro contexto a nivel local, por eso es que tal vez cuando ustedes puedan ver las publicaciones de Australia o Estados Unidos puede ser que la traducción no sea directamente igual, porque efectivamente estamos tratando de que sea lo más cercano a nuestro contexto”, puntualizó. 

Caso EI

La segunda en tomar la palabra fue Lorena Rodríguez, gerente comercial de Echeverría Izquierdo Edificaciones, quien expuso un caso de éxito en aplicación del principio de constructabilidad. “Estoy segura de que esta guía va a ser un tremendo aporte para contribuir a un diseño más eficiente, desde la mirada de la construcción, pero generando un importante ahorro a los inversionistas y a los desarrolladores inmobiliarios”, sostuvo.

Según Rodríguez, para contar con una metodología para traspasar esa experiencia a un diseño eficiente, “dimos con el indicador de contabilidad de Singapur, que nos ayudó a visualizar en forma correcta hacia dónde deberíamos ir hacia un diseño más eficiente y ahí fue donde empezamos a evaluar en conjunto con nuestra inmobiliaria, apalancado por los principios de constructabilidad, distintas alternativas y los distintos impactos que estas alternativas de industrialización le iban generando al proyecto ya sea en plazo, en costo, en intensidad de mano de obra, etcétera”, analizó.

Adaptar el índice de Singapur a la realidad chilena permitió encontrar una estructura para ir revisando el proyecto, calculando los índices y revisar el diseño para alcanzar el impacto que buscaban, “sin perder de vista que estos cambios deben ser viables para arquitectura, o sea, tiene que ser un proyecto armónico y además generar economía”, explicó. 

El resultado fue una obra con elementos industrializados, como baños prefabricados, que otorgaron un mejor ritmo de los trabajos, generando menos escombros y menor uso de mano de obra. Llevado a números, detalló que “casi todos los beneficios de esto lo captó el proyecto, tuvimos un ahorro en el presupuesto base de 10621 UF. Esos ahorros se transformaron, se perdieron finalmente por curvas de aprendizaje, estamos probando, estamos trabajando por primera vez en esto; tuvimos un mayor costo de 1991 UF, lo que resultó para el grupo en un beneficio de 8630 UF en un proyecto”.

Caso Axis DC

La presentación de Axis estuvo a cargo de Ignacio Peña y María José Alarcón. Los casos a exponer fueron los de Altas Cumbres y Condominio Binder, y a través de ellos, presentaron cuatro herramientas fundamentales para su trabajo de industrialización.

Ignacio Peña señaló que la primera herramienta es la producción de un catálogo con soluciones industrializadas. “Tenemos varios elementos que hemos industrializado, desde escaleras, cubiertas, techumbres; pero todo este conocimiento tenía que ser traspasado a todas nuestras obras, todas sus tipologías y de hecho los traspasamos, les pusimos KPI y llegamos a tener más de 50 soluciones probadas, con sus fichas, sus recomendaciones, con el número de teléfono de quiénes hicieron esto, para que se puedan contactar y cada vez que partamos una obra podamos analizar qué fue lo que se hizo, qué fue lo que se aprendió y tener una vara que nos vaya haciendo superarnos en el día a día”, especificó.

La segunda herramienta es el índice de industrialización de Singapur. En Axis lo estudiaron, vieron cómo podían traspasarlo al contexto chileno y gracias a él comprendieron “que el diseño muchas veces puede ser una barrera para industrializar, de hecho Matrix Consulting lo pone como uno de los elementos de mayor barrera para poder aplicar prefabricados”, indicó. También destacó que este índice está vinculado a la productividad, “es decir, cuenta con un puntaje de cero a cien, donde lo que está más cerca del cien se acerca a una mayor productividad”. Como ejemplo concreto mencionó el proyecto Costanera Mirador, en el que trabajaron con una inmobiliaria hermana, lo que permitió ir edificando y diseñando en conjunto. 

A continuación, María José Alarcón analizó las otras dos herramientas. La primera de ellas fueron las matrices de industrialización, “que operan como una guía para arquitectos, ingenieros estructurales y proyectistas de las diversas áreas que participan en el desarrollo de los proyectos, y estas matrices especifican las condiciones de satisfacción de cada especialidad, cada especialidad debe tener en cuenta, según las etapas, las partidas y las variables también asociadas a cada matriz”, según relató la profesional de Axis.

Ejemplificando con la matriz de baños prefabricados, destacó que lo importante “es que el enfoque es cómo integrar el conocimiento de todos los profesionales de las obras, las experiencias, los proyectos”.

La cuarta herramienta es el Manual de Diseño de Axis. “Creemos que su implementación, que fue la última herramienta que lanzamos, es una base sólida sobre la cual se puede ir aprendiendo y nos podemos adaptar también a mejorar las prácticas de la industria”, sostuvo la líder de BIM. Luego, relató que el manual se desarrolló a partir de un documento sueco, que adaptaron a las prácticas de su empresa. En el caso del mandante Altas Cumbres, precisó que “básicamente se muestra un poco de todo lo que hacemos, y lo más interesante es que podemos ver lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer, de manera visual y muy gráfica”. 

La guía está disponible aquí: https://construccionindustrializada.cl/documentos-tecnicos/

Construye2025 impulsa la transformación del capital humano en la construcción

Con la conformación del Comité Gestor de Capital Humano, en el que participaron 12 instituciones, el programa impulsado por Corfo comenzó a delinear las actividades para 2025.

En el contexto de la hoja de ruta de Construye2025, se llevó a cabo la primera reunión del Comité Gestor de Capital Humano, en el que quedó conformada esta instancia clave para la transformación del sector.

En la instancia, se discutieron los desafíos y propuestas para enfrentar las brechas en capacitación, certificación y atracción de talento femenino en el sector de la construcción. Este comité, que articula esfuerzos entre el sector público, privado y académico, reafirma su compromiso de mejorar la productividad y sustentabilidad en la industria.

Según los representantes, el sector enfrenta desafíos importantes relacionados con la certificación de competencias laborales y la incorporación de mujeres y jóvenes en roles estratégicos. Un diagnóstico compartido durante la reunión evidenció que la certificación sigue siendo limitada: menos del 1% de los trabajadores cuenta con certificaciones en oficios esenciales, como albañilería y carpintería. Esto, según el análisis, afecta directamente la calidad y productividad del sector.

Además, se subrayó la importancia de diseñar incentivos para que los trabajadores perciban la certificación como un beneficio personal y no solo empresarial. Durante la discusión, se enfatizó que “el trabajador debe sentir que la certificación le otorga ventajas concretas para su desarrollo profesional”, comentó uno de los participantes.

Pilares del cambio
Claudia Petit, del Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores, destacó la necesidad de trabajar en una mayor inclusión femenina y señaló: “Las mujeres aún enfrentan barreras estructurales en la construcción, pero la industrialización está ayudando a superar algunas de ellas, transformando un trabajo tradicionalmente asociado a la fuerza física”. También añadió que para retener a más mujeres, es crucial garantizar condiciones laborales básicas, como infraestructura adecuada en obras y oportunidades de crecimiento profesional.

En paralelo, la atracción de jóvenes al sector sigue siendo un reto. “La construcción debe proyectarse como una industria atractiva y viable para las nuevas generaciones”, se señaló en el comité. La falta de programas sólidos de orientación vocacional y de condiciones laborales comparables con otros sectores, como la minería, se identificó como un factor que desalienta la participación juvenil.

Propuestas para avanzar en 2025
Como parte del plan de acción para el próximo año, el comité se propuso tres líneas estratégicas:

  1. Promoción de la certificación laboral: Implementar estrategias de comunicación para evidenciar los beneficios directos de certificarse.
  2. Incentivos a la capacitación y certificación: Diseñar modelos que involucren tanto a trabajadores como a empleadores, fomentando su compromiso con el desarrollo de competencias.
  3. Impulso a la inclusión femenina y juvenil: Fortalecer políticas que promuevan una participación diversa, equilibrada y sostenible en todos los niveles de la industria.

Las instituciones participantes fueron: Cámara Chilena de la Construcción (CChC), ETC, ChileValora, CORFO, SENCE, Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores, OTIC CChC, SIMOC, Mutual de Seguridad, Corporación Mujeres en Construcción (MUCC) y Construye2025.