Economía circular: reutilización de pavimentos en los aeropuertos

La eficiente gestión de residuos en los aeropuertos de Iquique y Arica abrió la puerta para la incorporación del ítem RCD en futuras licitaciones, como la del Aeródromo de Tobalaba. Allí, se espera lograr la reutilización de hasta un 85% del material que suele terminar en un botadero.

El árido es el segundo recurso más utilizado después del agua. Para la construcción es un bien preciado y muy necesario, pero genera mucho residuo y, además, podría agotarse. Por eso, la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha tomado cartas en el asunto. En el aeropuerto de Iquique, importantes volúmenes de material se iban al botadero, pero hoy, se reutilizan. Lo mismo sucedió en Arica, donde se utilizó material fresado reutilizado.

“Lo que hicimos con ese material fue ponerlo de una cierta forma, con una cierta técnica y en la resa que es una zona que está posterior al umbral, donde el avión, en caso de tener un aterrizaje largo, tiene la oportunidad de frenar y que el material de allí no esté tan compactado, para que no pueda seguir hacia al infinito”, explica el jefe del Departamento de Proyectos de la División de Infraestructura Aeroportuaria de la Dirección de Aeropuertos del MOP, Walter Kaempfe.

La gestión de residuos en el terminal aéreo implicó sacar la carpeta asfáltica y reutilizar todo el material que iba a ir a botadero, inyectándole un estabilizador. Los resultados fueron alentadores: “Se deformó la mitad, lo que nos ratifica que la técnica de reciclar material, además de un componente ambiental, puede tener una componente técnico muy fuerte”, detalla Kaempfe.

Una técnica constructiva se divide en parámetros ambientales que, al final, son desechos: formación de ozono, contaminación del agua y del aire, y va comparando un patrón. Luego de haber medido una nueva técnica por tres años, que fue aprobada por la Dirección de Aeropuertos, entre el 17 de enero y el 17 de febrero de 2020, se licitó la conservación del Aeródromo de Tobalaba, donde la autoridad espera que toda la pista, las calles de rodaje, se hagan sin tener que llevar material al botadero.

Menos áridos, menos basura

“Vamos a ahorrar un 86% de material, que vamos a reutilizar, evitando que el 85% se vaya al botadero. Y vamos a disminuir la producción de árido, de la carpeta a intervenir, del orden del 31%. Eso es lo que respecta al paquete estructural de un pavimento, ya sea de hormigón o de asfalto”, asegura el jefe del Departamento de Proyectos de la División de Infraestructura Aeroportuaria de la Dirección de Aeropuertos del MOP.

 Cuando el terreno es de mala calidad, los especialistas deben estabilizar y, luego, construir para evitar reemplazar todo el material que termina siendo desecho. Pero, la reutilización de material con técnicas de economía circular está cambiándolo todo. “El tramo de prueba que hicimos en Iquique, lo realizamos hace tres años. Es muy temprano para poder sacar esa conclusión, pero tenemos expectativas sobre lo que hicimos, estamos colocando una base”, afirma Walter Kaempfe.

Los avances Construye2025 hacia el cambio de paradigma en la construcción

El gerente del programa de Corfo, Marcos Brito, participó en dos conferencias sobre construcción industrializada. En ellas, destacó los avances en optimización de la construcción, que ya está aumentando la productividad, reduciendo plazos y mejorando calidad, valor y sustentabilidad.

A cinco años del nacimiento del Programa Estratégico Nacional “Productividad y Construcción Sustentable” de Corfo, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, fue invitado a dos eventos online en los que expuso, tanto los desafíos del sector como las tendencias vinculadas a la reactivación económica tras la pandemia del coronavirus.

  El miércoles 22 de julio, se realizó la conferencia “Construcción Industrializada: desafíos para el sector”, organizada por la Dirección de Egresados (Alumni) de la Universidad Andrés Bello (UNAB), que tuvo a Brito como protagonista. Luego, el viernes 24, el ejecutivo fue invitado por la Cámara Chileno Alemana de Comercio e Industria (Camchal), a conversar sobre el sector construcción y la pandemia, ocasión en la que hizo un análisis histórico y abordó la situación de los permisos de edificación.

 “La construcción en Chile aún es artesanal, se improvisa mucho. Pero, nos queremos convertir en una industria más sustentable y competitiva. Para eso, hay que incorporar innovación y fortalecer el capital humano. Este programa crea una gobernanza y un capital social, que se compone de muchas empresas e instituciones, donde hay cuatro ministerios, gremios, oficinas de ingeniería y universidades”, detalló el gerente de Construye2025 en la conferencia de la UNAB.

Según el ejecutivo, en los últimos 25 años, la construcción ha estado estancada debido a la baja coordinación entre los distintos agentes, lo que juega en contra de la productividad. Asimismo, la industria ostenta un bajo nivel de capacitación y certificación de capacidades de los trabajadores en obra y, adicionalmente, el marco regulatorio y normativo no ha evolucionado con la velocidad necesaria para hacer frente a las necesidades actuales. Otro de los problemas que detecta Brito es que la industrialización y prefabricación de productos es baja.

Una ambiciosa visión

“Muchos residuos de construcción se disponen sin ninguna certificación, sin ningún cuidado y, finalmente, no hay una regulación para ello. Hoy estamos lanzando una hoja de ruta que se va a hacer cargo de este tema y vamos a ver no solo cómo evitar el residuo, sino también cómo aprovecharlo en torno al concepto de economía circular”, señala el gerente de Construye2025.

Con la visión de convertir a la industria en la más productiva de Chile, el ejecutivo recordó que se crearon -con el apoyo de Corfo- dos centros tecnológicos: el Centro Interdisciplinario de Productividad y Construcción Sustentable (CIPYCS), en el que participan la Universidad Católica y la Universidad del Biobío -más otros actores-; el Centro Tecnológico de la Construcción (CTeC), impulsado principalmente por la Universidad de Chile, que tiene presencia en todo el país; Planbim, una iniciativa totalmente independiente; y DOM en Línea, proyecto impulsado desde la Cámara Chilena de la Construcción que se aloja en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, cuyo objetivo es disponer más de 30 trámites en línea. Además, Marcos Brito, valoró la existencia de dos centros de extensionismo tecnológico y del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), que nació de un comité de trabajo.

“Estamos planteando un cambio de paradigma, pasando de la construcción manual a la construcción industrializada, para poder producir más con los mismos recursos, ganar en calidad y valor agregado, disminuyendo los reclamos en postventa; mientras que en sustentabilidad, buscamos mejorar los estándares de seguridad, disminuir los residuos y hacer una construcción más confortable”, comenta el gerente de Construye2025.

  La llamada “Cuarta Revolución Industrial” ha sido extremadamente rápida. Gracias a ella, todo se almacena en la nube; se manejan grandes volúmenes de información; y existen modernos sistemas de ciberseguridad, fabricación aditiva, robótica colaborativa y realidad aumentada. “Esta última permite visualizar dónde va a estar un muro que aún no ha sido montado. En Chile ya estamos en eso”, reconoce Brito.

  En esta senda, no queda más que seguir empujando el carro, tal como hizo ver en estas magistrales exposiciones, hacia desafíos como: estimular la demanda de sistemas prefabricados, mejorar estándares y normativas, desarrollar marcos contractuales, mejorar la calidad de la mano de obra, masificar el uso de BIM, mejorar la coordinación temprana con los proveedores y aumentar las exigencias para la reducción y gestión de residuos.

La evolución de la edificación certificada en Chile

Menos consumo de energía, emisiones de CO2 y residuos. Estos son los objetivos clave de las certificaciones chilenas para la industria de la construcción. 

Durante el proceso colaborativo para la elaboración de la hoja de ruta del Construye2025, programa impulsado por Corfo, se propuso el logro de un market share de edificaciones nuevas sustentables del 20% para 2025. Con esa meta puesta enfrente, existe una serie de herramientas que están impulsando en cada eslabón de la industria, incorporando la sustentabilidad como factor adicional de competitividad. A nivel nacional, estas son: Certificación Edificio Sustentable (CES), Certificación Vivienda Sustentable (CVS) y Calificación Energética de Viviendas (CEV). También están presentes en Chile el sistema estadounidense LEED y el alemán PassivHaus.

De esta manera, Chile busca optimizar el valor de sus activos inmobiliarios, reducir los costos de operación y dar paso a edificaciones de mejor estándar, fortaleciendo la cadena de valor desde una perspectiva holística. El país va por buen camino: “En el caso de la Certificación Edificio Sustentable, lanzada el año 2014, hay a la fecha más de 330 edificios en proceso y más de 50 certificados. En Certificación de Vivienda Sustentable, lanzada en mayo del presente año tenemos 40 proyectos registrados y un proyecto precertificado”, comenta la secretaria ejecutiva de Construcción Sustentable de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Paola Valencia.

Sin embargo, la especialista reconoce que aún estamos alejados del cumplimiento del compromiso original de 20% de edificios sustentables, que fijó la hoja de ruta del programa “Productividad y Construcción Sustentable”. “Sabemos que el 6% de los edificios no residenciales cuenta con certificación CES, pero en vivienda sólo 20.000 tienen una óptima calificación energética hasta la fecha, lo que es menos del 1%”, señala.

  El sistema CES, que preside Ricardo Fernández y cuyo jefe es Hernán Madrid, gracias a un convenio entre los ministerios de Energía, Obras Públicas y el Instituto de la Construcción, ha podido actualizar el modelo técnico de la certificación, lo que ha llevado a potenciar ciertos materiales y productos, en línea con la economía circular. Ahora, la colaboración público-privada hará posible obtener una certificación específica para edificios existentes. “Hoy todos los edificios nuevos buscan cumplir con un determinado estándar, pero para los existentes se basará en demostrar mejoras”, explica el jefe de CES, Hernán Madrid. 

Certificación Vivienda Sustentable

La Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) es una herramienta pensada para mejorar la calidad de vida de las personas a través del cuidado del desempeño de los proyectos de vivienda a nivel nacional. Para ello, utiliza como base los Estándares de Construcción Sustentable para Viviendas, publicados en 2016 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Esta herramienta ayudará a definir los mínimos requerimientos para catalogar una vivienda como “sustentable” y, además, para poner en valor experiencias de edificación residencial que incorporen parámetros de eficiencia energética, hídrica, uso de materiales sustentables, gestión de residuos, medidas de mitigación de impacto ambiental, mejor calidad ambiental para las personas y medidas de respeto al entorno urbano y cultural, durante todo el ciclo de vida del proyecto, es decir, desde el diseño y construcción hasta la operación.

Calificación Energética de Viviendas

Entre las importantes herramientas orientadas a optimizar el consumo de energía, está la Calificación Energética de Viviendas (CEV), instrumento diseñado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en conjunto con el Ministerio de Energía, que inició sus funciones en 2012 para promover el atributo de eficiencia energética en las edificaciones de uso residencial. 

Desde este año, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo está trabajando en los documentos reglamentarios necesarios para la implementación de la obligatoriedad de la CEV (Reglamento de la CEV y Reglamento del Registro de Evaluadores Energéticos). Además, los equipos regionales del ministerio se concentran en fortalecer las capacidades instaladas y aumentar el número de evaluadores y fiscalizadores.

Recientemente, el Minvu abrió por segunda vez en 2020, la convocatoria para postular al llamado nacional de profesionales interesados en acreditarse como evaluadores energéticos de la CEV, el que estará abierto hasta el 28 de agosto.

Hacer de la crisis una oportunidad, actuando con coherencia

Por Carlos Zeppelin, presidente Comité de Obras de Infraestructura Pública de la CChC.

Hoy nos enfrentamos a un gran desafío: recuperar el empleo y la inversión ante los devastadores efectos de la crisis sanitaria, económica y social. Por eso, el sector político acordó un marco de entendimiento para el “Plan de emergencia por la protección de los ingresos de las familias y la reactivación económica y del empleo”, con un impulso fiscal significativo. 

En la fase de reactivación plena se debe implementar un potente plan de inversión pública, principalmente a través de los Ministerios de Obras Públicas y Vivienda y Urbanismo, en infraestructura hídrica, en logística y en viviendas. Este plan debe ser de rápida ejecución, con cobertura regional, con cronograma e identificación de territorios que permita su monitoreo y con énfasis en sustentabilidad y mitigación del cambio climático (embalses, agua potable rural, obras de regadío, entre otros).

Evitemos que este nuevo y necesario plan de inversiones incurra en los errores del pasado, como los que deja entrever la publicación conjunta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) “Evaluaciones del desempeño ambiental CHILE 2016”, que señala: “en líneas generales, los programas de inversión pública no toman en cuenta de manera sistemática los componentes ambientales y climáticos, ni los indicadores o los criterios de sostenibilidad”.

Entre las acciones para dar cumplimiento a este acuerdo de manera sostenible y rápida, destaco las siguientes:

A. Implementar políticas públicas, iniciativas y acciones a través de las compras públicas y licitaciones de proyectos de infraestructura y edificación, que traccionen el desarrollo de la economía circular en construcción.

La compra y contratación pública, representa un instrumento importante para conseguir la implantación de este nuevo modelo productivo y de consumo más sostenible, por su impacto y poder tractor sobre el mercado, y el abandono del adictivo modelo lineal 

Nuestros sistemas de licitación y adjudicación se basan, fundamentalmente, en el precio, lo que supone una grave dificultad para todos estos nuevos desarrollos. La Comisión Europea desarrolló el documento “Compra y contratación pública verde”, de momento de carácter voluntario, el cual consiste en que los organismos gubernamentales adquieran productos, servicios y obras con un impacto ambiental reducido durante su ciclo de vida. La aplicación de criterios ambientales en la contratación pública supone no solo beneficios ambientales, sino también económicos y sociales tanto para la administración, como para el sector privado y la sociedad.

Entre los beneficios para la administración está el incrementar la transparencia y eficiencia, lo que permite lograr metas ambientales asumidas y reducir impactos ambientales y fomenta el ahorro al considerar los costos del ciclo de vida. Además, favorece al sector privado, al dar incentivos para innovar y ser más competitivo; y a la comunidad, al mejorar la calidad de vida de la ciudadanía por la reducción de impactos ambientales.

B. Generar herramientas que incluyan criterios de economía circular en la evaluación de inversión pública, fomenten mercados y faciliten información para la trazabilidad de los RCD.

C. Desarrollar infraestructura adecuada para la disposición final y valorización de los RCD, y un marco regulatorio único y claro para su implementación.

En la actualidad y con miras al cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París, en materia de sostenibilidad, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y las acciones necesarias para la adaptación y mitigación al cambio climático, el Ministerio de Obras Públicas, en un convenio de cooperación técnica con el BID y la Universidad de Harvard, se encuentra evaluando un sistema de calificación y una guía orientadora que introduce consideraciones de sostenibilidad en los proyectos de infraestructura, asumiendo una postura integral mediante la evaluación de los proyectos en función del valor que tiene para las comunidades, el uso eficiente de fondos y la contribución a las condiciones de sostenibilidad. El sistema abarca todas las etapas del ciclo de vida de un proyecto: planificación, diseño, construcción, operaciones y deconstrucción y evalúa 60 criterios de sostenibilidad estructurados en 5 categorías: calidad de vida, liderazgo, distribución de recursos, mundo natural y clima y riesgo.

Para el logro de este objetivo es necesario incorporar -al momento de planificar, financiar y construir la infraestructura pública- una nueva mirada en materia de calidad, una coordinación intersectorial e integrada entre la provisión de la infraestructura y el modelo deseado de desarrollo territorial, y un nuevo enfoque en criterios de priorización de las inversiones para un desarrollo sostenible. 

Además, es necesario incluir aspectos de sustentabilidad en las obras de infraestructura tales como: cambio climático, eficiencia energética, eficiencia hídrica, el uso sustentable de recursos naturales, entre otros. Los principales recursos naturales utilizados son los llamados inertes, por lo cual existe un enorme margen para reconvertir el sector hacia la economía circular.

Asimismo, los inspectores de obra juegan un importante papel, especialmente a la hora de aprobar cambios que permitan reutilizar materiales generados en la misma obra, evitando así su transporte a plantas de tratamiento para su posterior incorporación y reduciendo, por tanto, el consumo de combustible y las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas.

Los modelos de economía circular no sólo tienen sentido desde la perspectiva ambiental y cuidado de los recursos naturales, sino que también desde la perspectiva económica, ya que son drivers de innovación y de replantear, una y otra vez, nuevas maneras de llevar a cabo los distintos procesos. Por lo mismo, favorecen el desarrollo sostenible de Chile.

Hoy los desafíos van por el lado de una colaboración integral, tanto de lo público como de lo privado, donde los emprendedores no pueden quedar fuera, ya que deben empaparse del concepto y ver la oportunidad de crear nuevos modelos de negocio, generar empleos de calidad, combatir el cambio climático y revolucionar la forma de hacer las cosas.

La tentación de “acelerar la marcha” en pos de una recuperación rápida puede tener un impacto profundo en la continuidad de las acciones, avances y desarrollos que se estaban realizando en materia de sostenibilidad y relacionamiento con el entorno. Este es el momento de poner a prueba la coherencia y fortaleza del propósito de nuestras organizaciones.

Salir de esta crisis no será fácil, pero tampoco se trata de salir de cualquier manera, sino que con coherencia, para que podamos transformar esta crisis en una verdadera oportunidad.

¿Puede la industrialización paliar el déficit de viviendas en Chile?

Dada su velocidad de respuesta, los sistemas constructivos industrializados podrían mejorar la eficiencia y competitividad del sector. Además, estas técnicas revolucionarias optimizarían el uso de materiales, la mano de obra y los tiempos de entrega. 

Plantas industriales con la última tecnología para la fabricación de viviendas, materiales de alta tecnología y un mejor diseño de ingeniería le están cambiando la cara a la construcción chilena. Según Marcos Brito, gerente de Construye2025, programa impulsado por Corfo, existen varios casos de éxito que reflejan las ventajas que ofrece la industrialización para la edificación. Y es que el país ha ido avanzando en su aprendizaje, “gracias a los esfuerzos conjuntos entre quienes tienen más experiencia, quienes están invirtiendo y quienes se están transformando hacia este nuevo paradigma”, señala.

Del mismo modo, el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Erwin Navarrete, cree que la industrialización ha despertado especial atención en el sector construcción, que ha ido reconociendo beneficios como: mejoras en la calidad de la construcción al incorporar procesos repetitivos con equipos y mano de obra especializada; optimización en la velocidad de construcción y montaje; y, principalmente, en la sustentabilidad de los proyectos, gracias a la disminución en la generación de residuos. “Incluso considerando el escenario actual a nivel mundial respecto de la pandemia, donde es aún más relevante el cuidado y control en la interacción de los trabajadores, cobra más sentido pensar en esta forma de llevar adelante la construcción”, explica.

Según Jacqueline Gálvez, presidenta interina del Comité de Vivienda de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), como país hemos avanzado mucho en los últimos años, ya que han ido en aumento las empresas que están utilizando industrialización, tanto en vivienda pública como en privada, aún cuando representan una pequeña parte del mercado. Pero, ese es el desafío: “seguir avanzado en su utilización de forma masiva. Esto requiere un trabajo mancomunado de empresas, proveedores de estos sistemas y sector público”, sostiene. 

Además, para la representante de la CChC es importante capacitar a los trabajadores y apoyarlos en el proceso para que no se queden atrás. También destaca el rol de la academia en la educación de los distintos profesionales que intervienen en el sector construcción, que se van a enfrentar a los avances asociados a la industrialización. En opinión del gerente de Construye2025, se trata de integrar toda la cadena de valor, actuando con un mayor nivel de coordinación entre los actores que intervienen, sumando tecnología y planificando en forma industrial, para maximizar eficiencia y calidad, mientras se minimizan los errores.

  En este sentido, Ignacio Hernández, past president de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) tiene la convicción de que, al igual que otras tendencias que se han visto reforzadas y aceleradas producto de la pandemia, como el teletrabajo y economía digital, se acelerará también la penetración de la industrialización en la construcción. 

La madera se abre paso

La prefabricación en hormigón, que incluye paneles pretensados, postensados, módulos prearmados, así como paneles simples y dobles, ya tiene su historia. Pero, en madera también existen sistemas constructivos marco-plataforma, módulos estructurales prefabricados y elementos en CLT (Cross Laminated Timber). Este material, según Hernández, está avanzando muy fuertemente y con ventaja, puesto que Chile tiene industria maderera de clase mundial, una masa de bosques muy abundantes en relación a nuestra población, e ingeniería y arquitectura de excelencia. 

Igualmente, en Chile han aparecido sistemas constructivos no tradicionales, que ya en su génesis han incorporado la industrialización. “Dentro de ellos podemos mencionar los distintos tipos de paneles SIP (Structural Insulation Panel), algunos sistemas de ferrocemento o los sistemas de madera contralaminada”, comenta el jefe de la Ditec, Erwin Navarrete. 

¿Es la industrialización el camino para enfrentar el déficit de viviendas? Según el Past President de la AOA, definitivamente sí. Incluso, Ignacio Hernández, cree posible una industrialización “personalizada”, que no implique renunciar a la identidad de cada barrio y características de los usuarios. Además, ésta podría hacer un aporte significativo en calidad y sostenibilidad, pero también en términos de volumen y plazos, lo cual es urgente debido a los déficits habitacionales crecientes. 

De hecho, en Canadá, potencia forestal al igual que Chile, se propusieron solucionar el déficit habitacional social basado íntegramente en madera. “Creo que Chile, por su diversidad climática y geográfica, puede hacer lo mismo con la suma de las alternativas disponibles, pero con la condición de reforzar fuertemente la capacidad industrial instalada de madera, hormigón y estructuras metálicas, puesto que son todas perfectamente combinables todas entre sí”, señala Hernández. 

Por su parte, la presidenta interina del Comité de Vivienda de la CChC, Jacqueline Gálvez, cree necesario repensar la construcción a partir de las nuevas tecnologías más allá del sistema constructivo: “desde su diseño; financiamiento; normativas aplicables; programas de vivienda, en el caso de vivienda pública; que internalicen estos procesos”, afirma.

Para el jefe de la Ditec, Erwin Navarrete, el déficit de vivienda exige sumar y, en este aspecto, reconoce el aporte que los sistemas de construcción in situ han hecho a la disminución del déficit. “La industrialización llega como una buena alternativa que presenta excelentes atributos para ser competitiva en el mercado de la edificación. Es importante destacar la posibilidad de que la industrialización, no sólo permite de forma eficiente resolver los problemas de déficit presentes en condiciones normales, sino que, dada su velocidad de respuesta, permite resolver déficits generados frente a distintos tipos de catástrofes naturales, permitiendo enfrentar más rápidamente los procesos de reconstrucción de viviendas”, sostiene. 

Casos de éxito

Los socios del Consejo de Construcción Industrializada (CCI) han desarrollado los siguientes proyectos de viviendas:

  1. Viviendas E2E+BauMax

  E2E ha llevado adelante dos proyectos con la constructora Convissa y Gestión Urbana. El primero, “Doña Paula” en Santa Cruz, cuyo primer piso fue industrializado con Baumax y, el segundo, con paneles SIP. “El hormigón iba más o menos rápido, pero el panel SIP, uniendo estos paneles de 1,20×1,20 m2, iba un poco más lento. Y eso estaba afectando a toda la obra y también a Baumax”, precisa Felipe Montes, gerente general de E2E Chile. De esta manera, la Inmobiliaria Gestión Urbana y Baumax, pidieron a E2E incrementar la velocidad y mejorar la coordinación de esta obra. 

Luego de cumplir con los desafíos propuestos en el piloto de “Doña Paula”, siguió el proyecto “Casablanca”. Desde el inicio, dos industrializadores trabajaron juntos: Baumax en el primer piso, hecho en hormigón armado prefabricado y E2E con estructura industrializada en madera para el segundo piso, con un total de 394 viviendas de un proyecto con el Subsidio de Integración Social y Territorial del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (DS19).

2. Viviendas RC Tecnova 

RC Tecnova combina materiales de alta calidad técnica, como el acero galvanizado y el poliestireno expandido (EPS), para el desarrollo de sus paneles modulares, además, crea revestimientos sostenibles, como morteros elastómeros y corcho proyectado orgánico para fachadas y techo. La combinación de estos materiales es el “Metalpol”, producto que ofrece una mayor resistencia, menor peso y que no tiene puentes térmicos. Con él se fabrican paneles para muros, losas y techos, con los que se pueden realizar ampliaciones, construir casas, conjuntos habitacionales e incluso, tabiques y fachadas para edificios de gran altura.

En el proyecto Valle Noble de Concepción, se entregaron 184 casas prefabricadas en dos meses, las que -gracias a este material- son 80% más eficientes energéticamente si se comparan con las que levanta el sistema constructivo tradicional. La “receta” del Metalpol y las máquinas de RC Tecnova se exportaron a Ecuador y, próximamente, la empresa podrían llegar con sus soluciones a Perú y Colombia.

3. Obras DS19 de BauMax 

Baumax es responsable de 180 departamentos DS19 distribuidos en 11 torres de 3, 4 y 5 pisos, en Rancagua, cuyo plazo de ejecución de obra estaba estimado en 5,8 meses. Con su sistema constructivo, la programación bajó a 3,7 meses, esto es, casi un 35% menos de tiempo en obra gruesa. La obra incorporó, por primera vez, la aislación térmica directamente en los muros. 

En Talca, en tanto, 11 torres de 5 pisos debían ser montadas en 7,5 meses, solo con una grúa y un equipo de montaje compuesto por 4 montajistas más un coordinador, un prevencionista y un Ito. La empresa pudo montar un promedio de 1.100 m2 a la semana.

La empresa destaca también las estaciones de bombeo de Icafal, en Ovalle, un proyecto con muros de más de 3 mts de altura. Las restricciones de acceso a la obra eran tan altas que el montaje lo ejecutó la constructora con el apoyo de un coordinador en obra. 

4.E2E en media-altura

  La búsqueda de una solución rápida de construcción para edificios de mediana altura, llevó al mandante del proyecto “Horizonte del Pacífico” de la Región del Biobío, a optar por la industrialización. E2E tenía que lograr departamentos de excelente comportamiento térmico, evitando instalar EIFS (sistema de aislamiento térmico exterior). Éstos debían ser sustentables y rápidos de construir, sin faenas húmedas dentro de la obra. Fueron, de hecho, los primeros edificios habitacionales en madera construidos en Chile de manera industrializada, en un proyecto de 80 departamentos distribuidos en 5 edificios de cuatro pisos.

 

5. Fourcade & Co, Los Naranjos

Este es un innovador proyecto inmobiliario adjudicado bajo el DS19, que combina distintos materiales aprovechando sus virtudes e introduciendo la construcción industrializada a la vivienda en altura. Acero y hormigón para la parte estructural, una piel de madera en los muros perimetrales, para controlar humedad y temperatura, y hormigón en divisiones entre departamentos, con beneficios acústicos, de fuego y control de temperatura interior (masividad térmica). 

Con una arquitectura de vanguardia, que no sólo entrega luz natural a los departamentos por ambos costados, sino que además tiene baños y cocinas con ventilación natural y control pasivo de temperaturas por medio de ventilación cruzada.

Los edificios están compuestos por vigas y pilares de acero rellenos en hormigón + losas colaborantes en su estructura de obra gruesa. Las partes y piezas llegan prefabricadas a terreno, listas para montar. 

El muro perimetral exterior se fabrica bajo un proceso industrial seriado en terreno que culmina con el proceso de montaje, evitando acopio y traslados innecesarios. Duración de producción y montaje: 1 mes, 15 hombres por edificio. 

6. Martabid Empresas + Canada House

En el holding están convencidos de que la construcción industrializada es el camino para generar rápidamente una vivienda óptima, en base a control de calidad en fábrica y montaje mecanizado. “Durante la emergencia por COVID-19, junto al Minvu, el Serviu y cada municipalidad, hemos acelerado la entrega de conjuntos habitacionales en varias comunas, lo que viene a descomprimir en parte el hacinamiento de miles de personas”, afirma José Miguel Martabid Razazi, director ejecutivo de Martabid Empresas.

Fallece René Lagos, ícono de la ingeniería chilena, reconocido por emblemáticas obras de Chile y el mundo

Con más de 40 años de carrera, René Lagos Contreras dedicó su vida al desarrollo de su pasión: la ingeniería estructural, diseñando algunos de los edificios más altos de Chile y Sudamérica, como las torres Costanera Center y Telefónica, y otros edificios de gran altura en el resto del mundo. Fue parte del Consejo Directivo de Construye2025, en representación del Colegio de Ingenieros.

René Lagos Engineers anunció el fallecimiento de su fundador, René Lagos Contreras. Con más de 20 millones de metros cuadrados construidos, el ingeniero -víctima de un agresivo cáncer- debió alejarse, hace varios meses, de la pasión que lo hizo destacar en Chile y el mundo: la ingeniería civil estructural.

El ingeniero civil estructural de la Universidad de Chile fue reconocido por su experiencia en el diseño de edificios de gran altura, como la Torre Costanera, que con sus 300 metros de altura, es, actualmente, el edificio más alto de Sudamérica. A este se suman los edificios Telefónica y Territoria 3.000, junto con el Centro de Justicia de Santiago; la Cruz del Tercer Milenio, en Coquimbo e importantes edificios de altura en Perú y países de latinoamérica. Fuera del continente participó en destacados proyectos como Sky Fort (201 m de altura), en Sofía, Bulgaria; y en Al Raha Beach Development, en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos y DYL Complex en Miami, Estados Unidos. Internacionalmente, René Lagos Engineers inició su experiencia internacional hace 20 años y, a la fecha, ha participado en más de 100 proyectos, ubicados en 14 países y tres continentes.

Con pasión, dedicó los últimos años de su carrera a la difusión de la ingeniería más allá de las fronteras del país, internacionalizando la experiencia chilena en diseño sismorresistente y aportando así al reconocimiento a nivel mundial a través de sus obras. Líder innato, con una mente inquieta y soñadora, buscó siempre mantenerse a la vanguardia en excelencia técnica, innovando y abriéndose siempre a explorar nuevas ideas.

Después de un año de intercambio en Nueva York, a fines de los 60, despertó su curiosidad por los edificios altos, como recordó en 2013, al recibir el “Premio al Ingeniero por Acciones Distinguidas 2013”, otorgado por el Instituto de Ingenieros de Chile.

Dos años más tarde, fue también reconocido por la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE), de la cual fue presidente en dos períodos (2011- 2014), con el “Premio Ingeniero del Año”. Y desde 2017, también se desempeñaba como miembro del distinguido Consejo Asesor del Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH), con sede en Chicago, Estados Unidos. Asimismo, fue director de la CDT de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y socio fundador de BIM Forum Chile.

En 2019, la torre Costanera fue incluida en la lista hecha por el CTBUH, que destaca los 50 edificios altos más influyentes de los últimos 50 años (https://ctbuh2019.com/other-info/50-influential-buildings/)

“Durante estos años como ingeniero me he dedicado con pasión al ejercicio de la ingeniería estructural y siento que el tiempo ha pasado muy rápido. Al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que he recorrido un largo camino, lleno de interesantes desafíos, con muchos logros y alegrías, pero también no exento de dificultades. Sumando y restando, el saldo es positivo: en el trayecto he podido acumular experiencias y aprender lecciones”, comentó René Lagos durante la ceremonia de premiación de la AICE, en 2015.

Su trayectoria

Oriundo de Talca, René Lagos contribuyó en la formación de varios ingenieros, mientras fue profesor part time de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Físicas de la Universidad de Chile, donde estudió y conoció a grandes mentores como Tomás Guendelman: “mi gran maestro y ahora asesor”, según dijo, hace unos años. En vida, hizo ver también lo bien que lo pasaron haciendo lo que les gustaba. “La pasión es la energía que nos mueve”, explicó.

A finales de los 70, fue uno de los fundadores de la oficina de cálculo que dio origen a la actual René Lagos Engineers, donde formó a varios colaboradores y aportó desde su expertise al desarrollo del país, la sociedad y la profesión.

Como presidente de la AICE, impulsó con fuerza el diseño por desempeño, metodología que se enfoca en proteger el contenido de las estructuras; los sistemas de protección sísmica y a Chile como un laboratorio natural, sobre todo luego del terremoto del 27 de febrero de 2010.

“Los ingenieros calculistas tenemos una responsabilidad muy grande cuando tenemos que diseñar edificios, porque estos tienen que soportar terremotos fuertes”, afirmó en una entrevista, en 2012.

Pese a que reconocía que el buen desempeño de la ingeniería estructural chilena, dado que luego del terremoto del 27F, el nivel de daños, o de edificios colapsados o para demolición fue inferior al 2% del total de edificios construidos, dejó claro que: “siempre los terremotos nos enseñan lecciones, que hay algo que pudimos haber hecho mejor”. Por eso, durante los años en que fue parte del directorio de la AICE lideró cambios normativos, como los producidos después del terremoto de 2010, que hicieron más estricta la norma sísmica de edificios, a través de los decretos supremos 60 y 61.

También participó en los comités que comenzaron las actualizaciones de las normas NCh433.Of1996 Mod. 2009 “Diseño Sísmico de Edificios” y NCh430.Of2008 “Hormigón Armado”, trabajos aún en desarrollo.

René Lagos Contreras, casado con Elena Calvo Sánchez, tuvo dos hijos, ambos ligados a la compañía y uno de los cuales siguió sus pasos en la ingeniería estructural, como socia de RLE Engineers.

Chile y Francia comparten ideas sobre la transición hacia la economía circular

En junio se realizó el webinar internacional en el cual se compartieron la experiencia francesa y los proyectos chilenos, en línea con los objetivos sustentables de ambas naciones. 

La ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, y la secretaria de Estado del Ministerio de Transición Ecológica y Solidaria, Brune Poirson, abrieron el diálogo en el webinar “Hacia una economía circular: experiencia francesa y proyectos concretos en Chile”, organizado por la Cámara Franco-Chilena para el Comercio y la Industria. La primera destacó la generación de valor en una economía sustentable y recordó que el 19 de abril de 2020, Chile presentó su nueva y ambiciosa propuesta para las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), con compromisos concretos en economía circular, como parte fundamental del impulso a la acción climática. 

Además, la ministra Schmidt se refirió a los avances en la implementación de la ley REP, que establece la responsabilidad extendida del productor. “En mayo, el Consejo de Ministros de Chile aprobó el reglamento REP para envases y embalajes, que nos permitirá multiplicar por cinco nuestra tasa actual de reciclaje de plásticos, vidrios, cartones, latas y otros envases, alcanzando las metas de reciclaje de la Unión Europea y estableciendo como obligatoria la recolección domiciliaria puerta a puerta para los envases reciclables en todo el territorio, cubriendo al menos el 80% de todos los hogares”, explicó. 

Chile aprobó también el reglamento REP para neumáticos que mandata el reciclaje del 90% de los neumáticos que se comercializan en el país y el 100% de los neumáticos mineros. Pero, quizá lo más relevante sea la hoja de ruta de economía circular que se someterá a consulta pública en noviembre. “Para apoyar el desarrollo de esta hoja se convocó a un comité internacional. En este grupo participa el Ministerio de Transición Ecológica del gobierno francés, ya que Francia ha sido un referente para el país”, comentó la autoridad medioambiental chilena. 

En tanto, la secretaria de Estado de la ministra de la Transición Ecológica y Solidaria, Brune Poirson, compartió la experiencia de su país con la extensión del principio “quien contamina paga”, que está incentivando a los productores a recurrir al ecodiseño. “Los artículos de construcción pronto estarán cubiertos por este sistema de quien contamina paga. En Francia han explorado desde el procesamiento de materias primas, hasta la optimización de los sistemas de clasificación de recolección y reciclaje de residuos y al desarrollo de información al consumidor”, dijo. 

REP en la construcción

Francia establecerá un sistema REP para los productos y materiales de construcción que entrará en vigencia en 2020. Este implicará que las contribuciones provenientes del nuevo sistema “quien contamina paga” cubrirán los costos de erradicación de los basurales, permitirá la multiplicación de los puntos de recuperación de residuos y guiará a los actores del sector hacia materiales y productos más sostenibles. “La colaboración es clave para una transición hacia la economía circular”, afirmó la autoridad francesa.

Enseguida, Guillermo González, jefe de la Oficina de Economía Circular en el Ministerio de Medio Ambiente, compartió las metas propuestas en la hoja de ruta de 2020-2040: llegar a un mínimo de 65% de reciclaje y enviar un máximo de 10% a rellenos sanitarios. “Convocamos un comité estratégico y un comité asesor internacional y la década que viene debiera ser la década de la transformación”, señaló. 

Asimismo, la directora general de Obras Públicas en el Ministerio de Obras Públicas, Mariana Concha, comentó que Chile está haciendo gestión de residuos desde etapas tempranas, en la conceptualización de la idea de cada proyecto, para que éstos sean concebidos incorporando la reutilización -en la medida de lo posible- de los desechos de construcción. “Estamos trabajando para que los términos de referencia consideren tecnologías y porcentajes de reutilización en sus etapas constructivas, para que disminuyan los residuos y el tráfico de materiales a botaderos”, complementó. 

En la jornada expusieron también Carlos De Los Llanos, director científico de CITEO; Isidro Pereda, director de sistemas de gestión de Colectiva y envoltorios; Alberto Cáceres, director Grandes Cuentas Mineras de Michelin Sudamérica, Carlos Zeppelin, responsable comercial de Bitumix; Roxana Segovia, director comercial de Grupo Seco Chile; y Claudio Castro, alcalde de Renca y jefe de sección ′Ciudad Durable ′′ en la Asociación de Municipios Chile. 

 

El webinar está disponible AQUÍ.

Seminario Chile GBC analizará los mecanismos para mitigar efectos del cambio climático

Los edificios y la construcción son responsables del 39% de las emisiones globales de carbono relacionadas con la energía. Esto implica que el sector de la construcción tiene una gran responsabilidad en las acciones a tomar para enfrentar la crisis climática.

En este escenario, Chile Green Building Council (Chile GBC) realizará el próximo 03 de septiembre, de forma virtual, el Seminario Internacional: Descarbonización en el Entorno Construido que tiene como objetivo generar una discusión constructiva acerca del impacto de la construcción y los mecanismos para mitigar los efectos del cambio climático.

“Los distintos actores de la industria, tanto privados como públicos, academia y organizaciones, debemos tomar medidas para medir, gestionar y transparentar nuestras propias emisiones y abogar por una mayor reducción de las mismas, en toda la cadena de valor de la construcción”, señala María Fernanda Aguirre, directora ejecutiva de Chile GBC.

En esta instancia expondrán profesionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ministerio de Energía, Universidad Mayor, US Green Building Council, World Green Building Council, EDGE Environment, International EPD System, entre otros, quienes darán una mirada nacional e internacional sobre los desafíos en esta materia.

Cabe señalar que este evento se realiza en el marco de la World Green Building Week, en donde todos los GBCs del mundo demuestran que son un colectivo de organizaciones activas y coordinadas, y los convoca la necesidad de hacer un llamado urgente a tomar acciones y visibilizar ejemplos de liderazgo en pos de descarbonizar nuestro entorno construido.

Esta actividad está patrocinada por el Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable (CIPYCS), el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC), la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), el Grupo de Líderes Empresariales por la Acción Climática – CLG-Chile y Pacto Global.

Más información aquí https://bit.ly/30wIzMR

 

 

Construcción rápida, segura y sustentable: La industrialización de la madera en nuestro país

Gracias a la cooperación entre industria y academia, una nueva tendencia de construcción comienza a explorarse en nuestro país. De la mano de soluciones rápidas y sustentables, la madera podría tomar el protagonismo en la construcción gracias a metodologías que aseguran ser sustentables y mejorar la productividad.

Uno de los principales problemas que la crisis actual ha dejado en manifiesto es el número de espacios físicos para atender enfermos. A lo largo de todo el país, centros hospitalarios y de atención primaria se han visto sobrepasados por el alto número de personas que se congregan en busca de atención sanitaria.

Su incapacidad para satisfacer esta necesidad ha llevado a la búsqueda de infraestructura de construcción rápida y que cumpla con todos los requisitos de seguridad de una obra. Ante esto, el Centro de Innovación de Madera, CIM UC, presentó una solución que cumple con las condiciones solicitadas, y da una muestra de las nuevas tendencias de construcción.

Los Módulos Hospitalarios altamente Industrializados consisten en estructuras de rápida construcción que cumplen con cada una de las prescripciones solicitadas para una estructura como esta, desde normativa térmica, acústica y sísmica, hasta divisiones entre pacientes y paciente-médico.

Lo que hace única a esta obra, que se desarrolla desde principios de marzo, es su construcción íntegramente hecha en madera bajo el método de la industrialización, sistema que acelera procesos y disminuye las distintas formas de contaminación que una construcción promedio deja a su paso.

“Al ser diseñados altamente industrializados permite reducir los tiempos de construcción, y a la vez, permite tener un mayor estándar de calidad” describe al respecto el director de CIM UC, Pablo Guindos. Como resultado, esta metodología permite que “se trasladen los esfuerzos hacia una mejor planificación de la obra, permitiendo automatizar las plantas (…) y realizar montajes rápidos y sencillos”.

Esta aceleración en las obras de construcción se debe a la prefabricación de estructuras en forma masiva y automatizada fuera del sitio donde estará el edificio final. Así, la construcción de una obra resumiría su proceso a la instalación de los elementos anteriormente modulados.

Con esto, una edificación podría quedar en funcionamiento de manera casi inmediata, mejorando exponencialmente los ritmos de trabajo. En el caso de los módulos, Guindos señala que los módulos cumplen con una rápida ejecución (15 a 30 módulos por día), economizando exponencialmente el tiempo aplicado a la construcción de ellos.

Por otro lado, otra de las características que presenta este sistema yace en el material que ocupa. La madera, ya conocida por su nobleza, es el material con mayor evidencia en términos de sostenibilidad al ser tanto renovable como reciclable, de bajo impacto energético y carbono negativa. Esto, sumado a su resistencia y rapidez en aplicación, entrega un valor agregado a esta forma de construir y el impacto que genera al planeta.

Consultado al respecto por Madera21, Felipe Victorero, subdirector de Transferencia de CIM UC, explicó la cualidad de la madera al decir que “un material renovable y con bajo impacto ambiental, que además presenta facilidad para su uso en construcciones industrializadas de alta eficiencia, presenta una oportunidad muy atractiva de cara al aumento de la productividad y la sustentabilidad”

Debido a la amplia cantidad de madera que nuestro país genera, la viabilidad de esta nueva forma de construcción se refuerza más allá de los proyectos. Sin embargo, la aplicación a gran escala de la industrialización requeriría de una actualización tanto de las competencias de los profesionales del área como de las normativas nacionales.

Al respecto, CIM UC ha propuesto ya proyectos de normas sísmicas enfocados a estructuras de madera. Esto representa sólo una de las variadas áreas donde el Centro apunta su trabajo y acción desde su creación en 2014.

El trabajo de CIM UC

Enfocado en dar soluciones innovadoras y de calidad a la construcción en madera, CIM UC apuesta a la investigación, aplicación de proyectos y creación de nuevos reglamentos en vías de una masificación del uso de este material. Desde una perspectiva mayor, el fin de su trabajo es ampliar los sistemas de construcción aplicados a nuestro país, y generar nuevos proyectos de viviendas de alto estándar para las familias chilenas.

“Como Centro, nuestra principal motivación es crear soluciones constructivas que

ofrezcan cambios sustantivos, (…) ser un aporte para la sociedad” es cómo lo define Pablo Guindos. A estas palabras se suma Romina Rubio, subdirectora de Comunicaciones del Centro: “aprovechamos el uso de nuestras capacidades fomentando el desarrollo e innovación, posicionando nuestro trabajo colaborativo y de unión entre la academia, gobierno e industria”.

Entre los proyectos ya materializados se encuentran la Torre Experimental Peñuelas, primer edificio de madera industrializado en América Latina, una torre de seis pisos y levantado en sólo cinco días gracias a esta técnica. Esta obra planea ser superada de aquí a 2025 con una nueva edificación de quince pisos de altura, trabajo apoyado por grandes empresas del sector maderero y socios del centro.

Los próximos desafíos para CIM UC corresponden a seguir avanzando en unir a industria, academia y gobierno en una alianza colaborativa por una construcción eficiente y sustentable de la mano de la madera. Para esto, se llevará a cabo el WCTE2020 en enero de 2021, evento que busca traer y difundir las experiencias científicas internacionales en la materia a nuestro país.

Para más información, ingrese a www.madera.uc.cl

 

Fuente: CIM UC

Minvu convoca al segundo proceso 2020 para la acreditación de evaluadores energéticos de la CEV

Arquitectos, ingenieros y constructores civiles interesados pueden inscribirse en el sitio http://www.calificacionenergetica.cl desde el 21 de julio hasta el 24 de agosto de 2020.

El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) abrió la convocatoria para postular al llamado nacional de profesionales interesados en acreditarse como evaluadores energéticos de la Calificación Energética de Viviendas (CEV), instrumento impulsado por esta cartera de Estado junto al Ministerio de Energía.

Para participar en el proceso, los interesados deberán cumplir los requisitos definidos por el Minvu en la Resolución Exenta Minvu N°263 del 7 de febrero de 2020 y completar el formulario de inscripción disponible en el siguiente enlace: http://calificacionenergetica.minvu.cl/proceso-de-acreditacion-de-evaluadores/.

El llamado de acreditación está dirigido a arquitectos, ingenieros y constructores civiles, que cumplan con los requisitos descritos en la resolución N° 263. Los postulantes debidamente inscritos serán seleccionados para rendir una prueba de conocimientos mínimos habilitante para el siguiente paso del proceso. El resultado de la etapa de inscripción se publicará el 27 de agosto de 2020 en la página web de la Calificación Energética de Viviendas (http://www.calificacionenergetica.cl).

Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu, señaló que “Estamos trabajando para que, en el corto plazo, la eficiencia energética sea un atributo que influya al momento de adquirir una vivienda, ya que no solo mejora la calidad de vida de las familias que viven en ellas, sino que también es un importante atributo de calidad que las hace más competitivas, tal como ocurre en mercados más desarrollados. En esta tarea es fundamental el rol de evaluadores energéticos, que son los profesionales acreditados para aplicar la calificación; por esta razón abrimos una nueva convocatoria para sumar nuevos evaluadores a los 928 que ya operan a lo largo del país”.

“Un hito crucial en este ámbito se relaciona con la pronta aprobación de la Ley de Eficiencia Energética –agregó Erwin Navarrete–, que hará obligatoria la exigencia de la CEV para la recepción municipal definitiva de las viviendas. Este nuevo escenario generará un alza en la demanda de evaluaciones, la que requerirá una mayor masa crítica de evaluadores energéticos de los ya existentes, por lo cual estamos trabajando para hacer más expeditos los procesos de inscripción de evaluadores acreditados”, precisó.

Las principales fechas del segundo proceso de acreditación de año 2020 son las siguientes:

Hito Fechas proceso 2 del  2020
Inscripción en formulario web Desde 21/7/2020 hasta 24/8/2020
Formulación consultas Desde 20/7/2020 hasta 17/8/2020
Publicación de inscritos correctamente 27/8/2020
Envío instrucciones prueba conocimientos mínimos (PCM) 7/9/2020
Realización PCM 8/9/2020
Publicación resultados PCM 11/9/2020
Realización prueba de acreditación (PA) 5/11/2020
Publicación resultados PA 12/11/2020

Calificación Energética de Viviendas

La Calificación Energética de Viviendas (CEV) es un instrumento de uso voluntario que permite realizar una evaluación objetiva y estandarizada para estimar y clasificar el requerimiento energético de casas y departamentos para lograr una temperatura considerada como confortable para sus usuarios.

La CEV evalúa la eficiencia energética de las viviendas en su etapa de uso considerando el desempeño de su envolvente, el aporte de energías renovables y el consumo de energía para obtener agua caliente sanitaria, iluminación y calefacción. El resultado de dicha evaluación se materializa en una etiqueta que muestra el porcentaje de ahorro en la demanda de energía y la cantidad de energía necesaria para calefacción y enfriamiento.

Eficiencia energética como indicador de calidad en viviendas

Respecto a este instrumento de medición, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, expresó que: “el Ministerio de Vivienda y Urbanismo está incorporando criterios de eficiencia energética en sus programas y proyectos, convencido de que este tipo de iniciativas, junto con disminuir el consumo energético de las viviendas, permiten mejorar la temperatura al interior, y con ello el bienestar familiar, disminuyendo la generación de gases de efecto invernadero (GEI) y  contribuyendo así a la consolidación de estándares de construcción más sustentables y comprometidos con el medio ambiente.”

Destacó que: “En este contexto, es importante avanzar en el uso de instrumentos que sirvan para medir el desempeño energético y la sustentabilidad de las viviendas. De hecho, actualmente la CEV es el instrumento utilizado para acreditar la eficiencia energética de las viviendas para la Certificación de Vivienda Sustentable, herramienta que nuestro ministerio lanzó hace unos meses, y que considera criterios ambientales, sociales y económicos para establecer el estándar de sostenibilidad de estas edificaciones. Si bien hoy esta evaluación es voluntaria, cada vez contamos con un mayor número de viviendas calificadas por la CEV, y nuestro desafío es que el desempeño energético de las viviendas se afiance como un factor diferenciador a la hora de elegir un hogar, tal como ocurre en países desarrollados”.

Por su parte, el jefe de la Ditec, añadió que: “La información que proporciona la CEV es relevante en muchos sentidos, pero, por sobre todo, para los usuarios finales, ya que una vivienda energéticamente eficiente, no sólo involucra un menor gasto energético, sino también tiene un impacto directo en la calidad de vida de las familias y en la vida útil y plusvalía de la vivienda”.

Asimismo, relevó que: “La CEV fomenta la edificación de viviendas más eficientes, aportando en la introducción de un gran cambio en la forma en que se diseñan y construyen las viviendas en nuestro país, al concebir las medidas de sustentabilidad desde la génesis de los proyectos y no como elementos anexos”.

Avances en la Calificación Energética de Viviendas

La calificación energética está vigente desde 2012. Al 30 de junio de 2020, y a lo largo de todo el país, se han emitido más de 67 mil etiquetas oficiales a viviendas y se han acreditado como evaluadores energéticos de la CEV 928 profesionales.

En 2015 ya se había logrado un gran avance en la instalación de capacidades para el uso masivo de la CEV, lo que permitió recoger la experiencia de distintos actores de los sectores académico, industrial y gubernamental, además de la retroalimentación que aportaron los evaluadores energéticos de distintas regiones a lo largo del país. A partir de esta información se desarrolló la actualización de la CEV que entró en vigencia el 21 de abril de 2018, y que afina el proceso de cálculo, incorporando nuevas variables que incluyen los cambios introducidos en la reglamentación térmica (4.1.10 Bis de la OGUC), y entrega resultados más detallados y útiles, tales como la demanda de enfriamiento y horas fuera de la temperatura confortable.

En los primeros años de operación fue necesario realizar importantes esfuerzos para instalar capacidades a lo largo del país y comunicar los atributos de la CEV a los mandantes de proyectos. Este trabajo se puede ver en el progreso de las evaluaciones de viviendas desarrolladas por inmobiliarias privadas, que, al principio, fue discreta, pero que en 2019 mostró una evolución muy significativa, sobrepasando el volumen de evaluaciones anuales históricas realizadas a viviendas sociales (ver gráfico), con 8.188 evaluaciones oficiales.

Instituto de la Construcción cumplió seis meses como entidad gestora de Construye2025

En diciembre de 2019, el Instituto de la Construcción asumió como entidad gestora del programa Construye2025, impulsado por Corfo.

Para ello, el organismo se ha ido involucrando en el quehacer del programa con el objetivo de, en un mediano plazo, tener injerencia en sus lineamientos y desafíos -tanto técnicos como de gestión-, de manera de alinearlos con los del IC y así optimizar los recursos disponibles.

Gustavo Cortés, jefe de Proyecto de Construye2025, señala que “nuestro objetivo es colaborar en el desarrollo del programa, participando en la planificación estratégica, en la elaboración de futuros planes de acción, y en lograr mejoras organizacionales y de gestión”. 

En definitiva, se trata de propiciar la integración y colaboración entre ambas instituciones que representan al sector. “Construye2025 tiene una estructura en la que participan más de 20 entidades, muchas de ellas también socias del IC y nuestra idea es que ambas estén alineadas y trabajen en forma convergente”, añade Gustavo Cortés.

Para el período 2020-2022, Construye2025 trabajará en cuatro ejes estratégicos que son:

  • Construcción industrializada: se espera aumentar los aportes y socios del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), abordar proyectos públicos industrializados, así como un glosario y manual de contratos de edificación.
  • Construcción sustentable: se lanzará la Hoja de Ruta de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y Economía Circular en Construcción, y se espera contar con al menos una planta de áridos reciclados al 2022, así como generar licitaciones públicas con gestión sustentable de RCD.
  • Innovación y mejora continua: el objetivo es potenciar el trabajo de los centros tecnológicos que se crearon al alero de Construye2025, así como emprendimientos tecnológicos articulados.
  • Transformación digital: el énfasis es la integración de BIM con la industrialización en proyectos públicos y privados, a través de cuatro pilotos, junto con el desarrollo y masificación del proyecto DOM en Línea.

Fuente: Instituto de la Construcción

Corfo abre convocatoria de innovación con foco en la reactivación económica

Con la urgente necesidad de contribuir a la reactivación económica del país, Corfo anunció la segunda convocatoria de sus programas de innovación, enfocando su apoyo a aquellas empresas con proyectos innovadores de rápida implementación e impacto. Para ello, la Corporación disminuyó notoriamente los plazos de ejecución y montos de subsidios de sus instrumentos.

“En momentos de crisis, la innovación puede sacar adelante a una empresa, lo que ayuda a reactivar de forma rápida la economía”, destacó Pablo Terrazas, vicepresidente ejecutivo de Corfo.

Agregó que teniendo en mente los actuales desafíos, “hemos adaptado estos programas para apoyar aquellos proyectos que garanticen un impacto rápido en el corto plazo. Para lograrlo, no solo contarán con el subsidio, sino que además accederán a nuestras redes y alianzas para que puedan reconvertirse, vender y escalar con velocidad, generando nuevos ingresos y más empleos”.

La convocatoria estará abierta hasta el mediodía del 3 de agosto 2020. Los interesados en postular deben ingresar a www.corfo.cl y seguir los pasos que ahí se indican.

Programas

Los programas de innovación que incluye esta segunda convocatoria del año son:

Súmate a Innovar. Está enfocado en empresas que nunca han innovado y quieran atreverse a dar el salto. Esta línea apoya con hasta $10 millones para que se vinculen con expertos y así apoyarles a resolver sus problemáticas o desafíos, y solo seis meses como plazo máximo para realizarlo (eran nueve meses).

Crea y Valida. Este programa financia desde la creación hasta la validación de innovaciones que tengan impacto nacional. Es un aporte de hasta $30 millones, con un plazo máximo de ejecución de 12 meses (eran $100 millones de subsidio y hasta 36 meses de plazo).

Consolida y Expande. Busca potenciar, validar y escalar innovaciones tecnológicas a mercado nacional e internacional. Entregando un subsidio de hasta $40 millones y 12 meses como plazo máximo para su implementación (eran $100 millones de subsidio y hasta 24 meses de plazo).

Para este llamado podrán postular personas naturales y jurídicas constituidas en Chile, mayores de 18 años, que cuenten con inicio de actividades en primera categoría, sin importar su tamaño y ni límites de antigüedad. Además, para el caso de empresas lideradas por mujeres, Corfo otorgará un 10% más de financiamiento (más recursos) una vez aprobado el proyecto.

 

Fuente: Fronteranorte.cl

Reactivos o proactivos, ¿de qué manera nos levantaremos post-pandemia?

Por Carolina Briones, directora ejecutiva del CTeC

Si hay algo que nos caracteriza como chilenos y nos llena de orgullo, es esa tremenda resiliencia que tenemos para reaccionar a las catástrofes naturales que cíclicamente nos golpean, apelando a la caridad de nuestros compatriotas para ir en ayuda de los más necesitados, y así, una y otra vez volver a levantarnos. Sin embargo, esta crisis no es igual ni comparable a las anteriores. Esta vez, tenemos a nuestro favor los meses de conocer con anticipación los efectos de la pandemia, lo que hoy nos permite mirar hacia Europa y Asia para entender sus procesos, extraer lecciones aprendidas, idealmente no cometer los mismos errores, pero, por sobre todo, tener algo de tiempo para planificar de manera proactiva lo que será la reactivación del país.

El sector de la construcción ha sido fuertemente golpeado, se han paralizado todo tipo de obras a lo largo del país, se proyectan bajas importantes en las inversiones, altas tasas de desempleo y tendremos que aprender a lidiar con las nuevas medidas sanitarias y de distanciamiento social en las obras. Dadas las actuales circunstancias, hemos escuchado voces desde diferentes sectores apelando a que nuestra industria debe migrar rápidamente hacia la transformación digital, y avanzar hacia la industria 4.0, mensajes que ya se venían escuchando tiempo atrás, pero que hoy calan hondo y se hacen necesarios.

De algún modo u otro, cada uno de nosotros ha vivido estos cambios, adoptando de forma no planificada y a veces un tanto atolondrada la modalidad de teletrabajo, donde hemos visto un aumento de procesos que usualmente requerían muchos trámites y tiempo, a ser digitales y sorprendentemente eficientes. Y entonces nos dimos cuenta de que sí lo podíamos hacer, pero ¿esto, es todo lo que había que hacer?, lamentablemente la respuesta es no. Para que la industria viva realmente este proceso de renovación, debemos dejar de pensar en el business as usual y reconocer que éste, es un cambio de paradigma donde todos los actores deben ser partícipes.

Tanto para las grandes empresas como para las Pymes, los desafíos se enmarcan dentro de los siguientes ámbitos:

  • Digitalización
  • Industrialización
  • Planificación temprana con metodologías LEAN BIM
  • Sustentabilidad
  • Economía Circular

Todas estas temáticas, ya sean trabajando juntas o por sí solas, generan grandes beneficios al permitir: mejorar la gestión de plazos y costos, mejorar la calidad de los proyectos, reducir la cantidad de desperdicios, aumentar las medidas de seguridad, permitir entornos más controlados y con mayores medidas de higiene, disminuir riesgos y externalidades, reducir emisiones de C02 y ruido, mejorar las condiciones laborales de la mano de obra, entre otras muchas cosas.

Sin embargo, transitar de un modelo de desarrollo de proyecto tradicional a uno de construtech, requiere de un nuevo pensar digital, y demanda que planifiquemos los proyectos de manera interdisciplinaria y desde etapas tempranas, y no solamente centrado en el proyecto sino que también en las partes y piezas que se puedan industrializar, lo que requiere que migremos con nuestros obreros desde el terreno a construir en fábricas siguiendo un modelo offsite, y en paralelo derribar ciertos mitos, como que lo prefabricado no es de óptima calidad.

A pocos meses de retomar una “nueva normalidad”, vale la pena preguntarnos si estamos listos para ello. Lamentablemente, si previo a esta crisis la industria no lo estaba, tampoco lo está ahora. Las grandes brechas siguen siendo, la fragmentación tanto de los procesos como de las etapas en el desarrollo de los proyectos, y la falta de formación de capital humano. Para ello, se requerirá mayor tecnificación de la mano de obra, pero también conocimiento avanzado de las capas gerenciales, junto a planes de entrenamiento especializados en conceptos como: planificación temprana, LEAN, BIM, automatización, fabricación digital, control numérico, gemelo digital, robótica, inteligencia de datos, etc.

Se debe dar el salto hacia la digitalización, pero de manera ordenada y de la mano de un “plan de reconstrucción”, que nos permita avanzar y salir de la parálisis en esta fase de emergencia. Y para ello, nuestro sector necesita con urgencia una comisión de trabajo público-privada y multisectorial, que, reconociendo las brechas y limitaciones de la industria, defina líneas de acción y trace una hoja de ruta soportada y traccionada por políticas públicas. En esta comisión y en su gobernanza, debe haber un fuerte liderazgo femenino, ya que, una de las grandes lecciones que nos ha dejado la pandemia y las gobernantes mujeres, ha sido la toma de medidas en base a modelos sistémicos y accionar colaborativo, dando clase mundial con los resultados obtenidos.