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La industrialización de viviendas sociales: un paso firme hacia mayor rapidez y calidad en Chile

El Plan de Emergencia Habitacional impulsa sistemas constructivos industrializados que optimizan tiempos y mejoran la calidad. Con más de 6.900 iniciativas en curso y beneficios como la exención de permisos de edificación, Chile avanza hacia una respuesta habitacional más eficiente y sostenible, según Susana Jara del Minvu.

En el contexto del Plan de Emergencia Habitacional, se ha podido ver la consolidación de sistemas constructivos industrializados, que han sido fuertemente promovidos por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu)

Así, las viviendas industrializadas tipo cobran un rol fundamental. Como cuenta Susana Jara, jefa (s) del Departamento de Tecnologías de la Construcción de la DITEC del Minvu, éstas contribuyen en acelerar el PEH, “al considerar sus beneficios como el ahorro de tiempo en el inicio de los proyectos, al no requerir permiso de edificación ni tampoco recepción municipal (Glosa 6), en la revisión de los antecedentes por parte de SERVIU (programa, estructura, fuego, zona térmica, etc.); por el hecho de contar con proyectos previamente aprobados por DITEC y su mayor velocidad de ejecución si se comparada con los sistemas constructivos tradicionales”.

Es así como a la fecha, se cuenta con 18 empresas industrializadoras autorizadas y una cartera de 28 proyectos de Vivienda industrializada Tipo (VIT) ya aprobados por la DITEC, los que no requieren ser revisados nuevamente por el SERVIU, acortando significativamente con eso, los plazos de aprobación de los proyectos habitacionales que se presentan a postulación de subsidio habitacional. 

En este escenario, conversamos con Susana Jara, sobre los avances en este proceso.

¿Cómo ha avanzado el proceso de industrialización de las viviendas sociales?

Hasta hoy, los resultados de la implementación muestran un claro espacio para la mejora, desde la rapidez en los tiempos de ejecución, el cumplimiento de entrega oportuna y coordinada entre empresa constructora e industrializadora, a modo que se genere el engranaje virtuoso que se espera de la industrialización, la productividad con calidad. 

Desde DITEC se continúa capacitando y realizando seguimiento a todo el proceso, en temas de fiscalización técnica, la agilización de la revisión y ajustes a los proyectos para que se encuentren aptos a iniciar obras, entre otros. Como datos reales a nivel nacional, existen 6.933 iniciativas de vivienda industrializada en diferentes estados de avance, entre los que podemos informar 1.060 soluciones habitacionales en ejecución y 1.110 viviendas industrializadas próximas a iniciar obras. 

¿Cuáles han sido los principales cambios en este proceso?

Los cambios en la manera de desarrollar esta política pública, han implicado un cambio de paradigma a las empresas y también al Estado, desde Minvu se han implementado nuevas regulaciones para incorporar la vivienda industrializada, incluyendo en el proceso a las industrializadoras, que, sin duda, requieren partir antes que la obra. A modo de ejemplo, les puedo señalar que al día de hoy en los llamados a postulación a subsidio que dicta la División de Política Habitacional (DPH), se permite otorgar anticipos de hasta un 50% del monto total de la o las partidas determinadas para la fabricación de los paneles o módulos a la industrializadora para proyectos de las líneas programáticas DS N°10 y DS N°49. El anticipo se entrega con cargo a los subsidios asociados al proyecto, y se puede otorgar desde la calificación definitiva del proyecto, ya que se requiere acortar tiempos y claramente este tipo de construcción necesita comenzar de manera previa la ejecución fuera de la obra. Otro de los procesos diferentes es la aplicación de la Glosa 6 como incentivo para impulsar la Vivienda Industrializada Tipo VIT. 

En ese escenario, cuando se implementa una nueva forma de hacer las cosas, se requiere de coordinaciones, mesas de trabajos y monitoreos que desde DITEC se realizan periódicamente, en todas las instancias, con las empresas, con los SERVIU, Seremis de Vivienda y empresas sanitarias entre otros, siempre impulsando esta metodología, a modo que la industrialización en vivienda social se mantenga en el tiempo con calidad, logrando dar una respuesta más ágil y oportuna a las familias que lo requieren.

¿Cuál ha sido la evolución de la normativa al respecto?

Las regulaciones para implementar este nuevo modelo se encuentran en pleno desarrollo: aprobación de Vivienda industrializada Tipo (VIT) y de industrializadoras, generación de protocolos para la fiscalización y, aplicación de la Glosa 6, Incentivo que contempla eximir a los proyectos industrializados tipo del permiso de edificación y de la recepción final municipal, en los programas habitacionales del FSEV DS49 y vivienda rural DS10.

¿Qué desafíos quedan en esta materia?

Hasta hoy, los resultados de la implementación muestran un claro espacio para la mejora desde la rapidez en los tiempos de ejecución, los sistemas de fiscalización técnica desde los SERVIU, la agilización de los proyectos aptos para iniciar obras, entre otros. 

Continuamos avanzando en la línea de realizar las coordinaciones con todos los actores, industrializadoras, empresas constructoras y en lo interno avanzando en generar las acciones necesarias en temas tales como generar espacios de conocimiento a SERVIU y SEREMI a nivel nacional; avanzar en estandarización de criterios para la industrialización (evaluación, gestión, fiscalización entre otros), evaluar espacios de apoyo y de mejoras, para lograr las premisas de la industrialización, más viviendas con calidad y en menor tiempo.

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Fotografías gentileza E2E.


Tecno Fast impulsa la construcción modular en madera y proyecta un futuro más sustentable

La empresa presentó los casos de éxito en edificación industrializada en el “VII Seminario de Vivienda Sustentable”, enfatizando la sostenibilidad, la optimización de procesos y el mejoramiento de la calidad de vida de los usuarios.

La urgencia de soluciones habitacionales más rápidas y respetuosas con el medioambiente ha impulsado en Chile un resurgimiento de la construcción industrializada. En este escenario entra Tecno Fast, que con casi tres décadas de trayectoria se ha posicionado a la vanguardia de este cambio en donde combinan estructuras de madera, energías renovables y técnicas de producción automatizadas, proponiendo un modo eficiente para levantar edificaciones a la par que se mejora la calidad de vida de los futuros ocupantes. 

En la actualidad, sus proyectos van desde edificios modulares de gran altura hasta conjuntos de viviendas sociales con las que la empresa busca demostrar que la sostenibilidad y la innovación pueden integrarse de manera realista en el sector, marcando el paso hacia una construcción más consciente y colaborativa.

Durante el mes de noviembre, en una presentación en el contexto del “VII Seminario de Vivienda Sustentable”, Mario Yáñez, gerente de Ingeniería e Innovación de Tecno Fast, subrayó el compromiso de la empresa con el “Programa Habitacional de Emergencia”, impulsado junto a Archiplan, ambas empresas socias del Consejo de Construcción Industrializada (CCI). “Estos dos proyectos han sido icónicos, no sólo por el uso de la madera ni por haberse construido de manera industrializada en Santiago para luego ser transportados al sitio, sino también por ser la primera vez que abordamos, junto a empresas constructoras y arquitectónicas, los desafíos reales de un proyecto de este tipo”, sostuvo Yáñez sobre un par de proyectos. Esta experiencia ha permitido a Tecno Fast consolidar aprendizajes que benefician tanto a la industria como a las familias que recibirán las nuevas viviendas.

Sustentabilidad y tecnología: pilares de la innovación

Uno de los aspectos centrales que destacó Yáñez fue la importancia de la madera como material renovable y capaz de almacenar carbono, lo que ha permitido reducir la huella medioambiental en comparación con el hormigón o el acero, ya que “la madera actúa como almacenamiento de carbono durante toda la vida útil de la construcción”, enfatizó. A ello se suma la inversión en paneles solares sobre las cubiertas de sus plantas, como la de Lampa, donde Tecno Fast genera gran parte de su energía eléctrica y reduce costes en un contexto de alza tarifaria. “Decidimos comprometernos con este desafío hace cinco años, y ha sido un excelente negocio desde el punto de vista de la rentabilidad”, añadió.

La apuesta por la eficiencia industrializada se potencia mediante el uso de BIM (Building Information Modeling). Según el gerente, todos los procesos actuales “usan modelos digitales que la maquinaria automatizada interpreta para generar paneles, pisos y muros con alta precisión”. Este sistema optimiza los recursos y minimiza los desechos, al tiempo que permite cumplir con estándares rigurosos de calidad. “Nuestra capacidad total de producción en las tres plantas es de 260.000 m² al año”, precisó Yáñez, quien destacó además la inminente apertura de una cuarta fábrica en Puerto Montt para expandir la cobertura hacia el sur de Chile.

Proyectos escalables y resultados tangibles

Como muestra de éxito, el ejecutivo presentó el edificio de 6 pisos montado en la cordillera para Anglo American, donde cada módulo fue prefabricado en Lampa y transportado sin contratiempos. “Recuerdo una visita en la que le pregunté a un minero si los pisos hacían ruido o tenían algún problema. Me respondió: ‘Prefiero dormir aquí que en mi casa’”, relató Yáñez, subrayando el confort y la calidad logrados. Ese conocimiento se ha aplicado también al desarrollo de proyectos habitacionales urbanos, pensando en llevar soluciones de vivienda con estándares óptimos a comunas cercanas al centro de Santiago.

Entre las iniciativas más recientes destaca la construcción de 60 departamentos en la comuna de Lo Espejo, un hito que Yáñez describe como un “proyecto emblemático”, pues incorporó módulos ensamblados en fábrica, transportados a una calle estrecha y luego instalados en un plazo aproximado de 42 días. “Aunque no todo salió perfecto, era la primera vez que enfrentábamos un edificio de esta magnitud. ‘Hay que quebrar huevos para hacer una tortilla’, solemos decir”, admitió. Los departamentos incluyen 3 dormitorios, cocina equipada y balcón, ofreciendo una propuesta integral que cumple con exigencias de confort, ahorro energético y cercanía urbana.

El aprendizaje obtenido con Archiplan allanó el camino para refinar los manuales de montaje, planos y protocolos de coordinación, asegurando una instalación rápida y eficiente. Además de los beneficios en tiempos y costos, Yáñez se refirió a la salud y el confort de los futuros usuarios: “Las viviendas con estructura en madera presentan un mejor comportamiento térmico. Hace 20 o 30 años veíamos mucha humedad y hongos en paredes de ladrillo; esto no debería suceder con diseños que integran aislamiento y ventilación adecuados”, recalcó. Según lo relatado por el representante, el compromiso trasciende lo meramente constructivo, involucrando a las familias que habitarán estas viviendas y su experiencia a largo plazo.

Otra arista esencial es la medición continua de la huella de carbono, ya que según Yáñez, la construcción industrializada en madera arrojó unos 0,28 tCO₂/m², cifra menor que la de métodos tradicionales. “No estamos del todo satisfechos con ese valor; nuestro principal desafío es el transporte”, aclaró, aludiendo al costo energético de llevar módulos a distintas zonas del país. Pese a ello, Tecno Fast, como empresa, está decidida a seguir reduciendo emisiones mediante energías limpias y optimización logística, a la vez que colabora con universidades para mejorar los sistemas de cálculo y diseñar soluciones sustentables en proyectos de gran escala.

En la recta final de su presentación, Yáñez adelantó un próximo contrato en Arica, confirmando la proyección de más viviendas modulares unifamiliares para el SERVIU. “Queremos llevar este modelo a otras regiones y tenemos la capacidad para hacer 20 proyectos al año”, afirmó, remarcando que la clave radica en una mayor agilidad en la fase previa de permisos y diseños. Con múltiples iniciativas en carpeta y el respaldo de años de investigación y desarrollo, Tecno Fast avanza hacia un horizonte donde la madera y la construcción industrializada pueden resolver urgencias habitacionales de forma sostenible, rápida y humana.


José Pedro Campos: “El sector público ha entendido plenamente los beneficios de incorporar condiciones ambientales adecuadas”

Durante 27 años fue director ejecutivo del Instituto de la Construcción, y como tal, trabajó arduamente en impulsar el mejoramiento de las condiciones de confort ambiental y de la eficiencia energética en los espacios habitables, desde la Reglamentación Térmica hasta CES. En esta entrevista, nos comenta sobre su trayectoria y los desafíos que aún se mantienen en el sector.

En un contexto donde la sustentabilidad y la eficiencia energética se han convertido en prioridades globales, Chile tiene mucho camino por delante. A días de dejar el Instituto de la Construcción, luego de 27 años de ser su director ejecutivo, José Pedro Campos, compartió su experiencia, los desafíos enfrentados en más de cuatro décadas de trabajo, y las oportunidades que aún existen para consolidar un futuro más sostenible. 

Si pudieras destacar algo de tu trayectoria relacionada a la sustentabilidad, ¿qué es lo primero que recuerdas?

En 1991, junto con Gabriel Rodríguez, desarrollamos el Programa de Incentivo al Acondicionamiento Térmico – PIAT, en la Municipalidad de La Florida. Ese proyecto fue, modestamente, una primera certificación en Chile, y probablemente una de las primeras en el mundo. Desde entonces, tuve el interés de desarrollar una certificación más amplia en nuestro país. Gracias a ese programa postulé a una pasantía en Suecia, la que hicimos  Gabriel Rodríguez (IDIEM), Daniel Zúnico (MINVU) y yo, en enero de 1993, y aprovechando el viaje a Europa conocimos la Certificación Qualitel en Francia. Ahí tuve la oportunidad de hacerme amigo del director de Qualitel, y desde entonces quedé fascinado con la idea de las certificaciones.

En abril de 1993 ingresé al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y planteé la propuesta de desarrollar en Chile un sistema de certificación similar y gracias a un programa de cooperación técnica con Francia, tuve la oportunidad de capacitarme en Qualitel Desde entonces han pasado muchos años y realizamos varios proyectos que no resultaron como esperábamos. Un tiempo después, en 2007, Verónica Serrano, quien era directora Nacional de Arquitectura en el MOP (Ministerio de Obras Públicas), desde el comité ejecutivo comentó la política del MOP para hacer más eficiente la inversión pública en edificaciones, tanto en otorgar adecuadas condiciones ambientales, como ahorrar energía y recursos, siendo las escuelas y hospitales un claro ejemplo de ello, edificaciones que requieren muy adecuadas condiciones ambientales y que consumen mucho energía y recursos 

Ella mencionó que en las regiones de Los Lagos y Los Ríos se estaban haciendo iniciativas interesantes y que sería bueno verificar el cumplimiento de estas políticas. En ese mismo año, transformamos ese interés en un primer estudio, el cual mencionaste. Evaluamos 10 edificios y, aunque inicialmente no tuvimos éxito con CORFO, en 2012 logramos avanzar gracias a un segundo proyecto Innova Chile.

Finalmente, con el apoyo de José Tomás Videla, logramos operacionalizar el sistema mediante un convenio entre el MOP, la Cámara Chilena de la Construcción, el Colegio de Arquitectos y otras instituciones clave. Fue un proceso largo, pero muy gratificante.

Por lo que cuentas, esto comenzó muchos años antes. ¿Cuáles fueron los principales desafíos para llegar a implementar CES?

Los principales desafíos estuvieron en la poca comprensión que existía en su momento sobre el valor de incorporar estándares de calidad ambiental y eficiencia energética en los edificios. Había mucha resistencia, especialmente de algunos sectores empresariales, que veían estas medidas como un costo adicional en lugar de un beneficio.

Era un problema similar al que enfrentamos históricamente con la reglamentación térmica. Para muchos, esto parecía más un gasto que una inversión con impacto positivo; sin embargo, con el tiempo, empezamos a encontrar aliados estratégicos. Fue clave cuando desde el gobierno, y en particular Verónica Serrano, se expresó claramente que era de interés público implementar estas medidas.

Tiene toda la lógica, porque si el Estado invierte en construir escuelas, lo mínimo es que estas funcionen adecuadamente. Esto significa que los estudiantes deben escuchar bien, no pasar frío ni calor, y tener un ambiente óptimo para estudiar. Además, en términos operativos, es fundamental que estos edificios tengan el menor costo de mantenimiento posible, ya que se trata de una inversión pública.

Cuando vimos esa oportunidad, nos comprometimos por completo. Sabíamos que no sería sencillo, pero era el momento para que este proyecto avanzara.

Más de tres décadas

En 2024, Campos recibió el Premio CES al Profesional Destacado, un reconocimiento a la trayectoria de los profesionales. Junto con destacar el rol que tuvo José Pedro Campos, como director ejecutivo del Instituto de la Construcción durante 27 años, también hace hincapié en la capacidad técnica y los esfuerzos del arquitecto por el impulso de la eficiencia energética, especialmente en la vivienda en Chile, a través de las distintas versiones de la Reglamentación Térmica.

¿Cómo evalúas el estado actual de estos temas en Chile?

Hace 30 años me tocó  elaborar el Programa de Reglamentación Térmica de Viviendas en Chile. En ese entonces, establecimos tres etapas, y ahora estamos en la segunda, aunque quizás un poco más avanzados. Puede parecer que vamos lento, pero lo importante es que se está avanzando.

Es cierto que los gobiernos y las prioridades cambian, y eso influye en el ritmo de los proyectos, pero todavía enfrentamos la percepción de que la calidad ambiental y la eficiencia energética son caras o poco rentables. Incluso, todavía hay quienes aún creen que en invierno hay que pasar frío y en verano, soportar el calor.

Sin embargo, creo firmemente que la clave está en ser persistente, creativo y aprovechar las oportunidades que surgen. En este momento, por ejemplo, salud y educación ya están incorporados en las normativas y estándares, lo que es coherente con la experiencia mundial. Estos son sectores que requieren condiciones óptimas, como los hospitales con sus pabellones, salas de recuperación y su alto consumo energético.

De hecho, en el programa de La Florida de 1991 ya habíamos incorporado certificaciones para establecimientos de educación y salud. Incluso se certificó un colegio en esa época, lo que muestra que la idea no es nueva. Me alegra que estas áreas ahora sean prioridad, porque es un avance lógico y necesario.

En ese sentido, ¿qué crees que falta desde el punto de vista de la reglamentación térmica?

Creo que hay un tema fundamental que siempre he señalado, la calefacción intradomiciliaria. Estamos en un mundo hiperconectado globalmente, con acceso a redes sociales e internet, pero seguimos teniendo estufas a parafina o a gas licuado con llama abierta dentro de las casas. A mi juicio, eso es completamente inaceptable, es como si todavía viviéramos en las cavernas, y no se condice con la modernidad que decimos tener como sociedad.

Además, hoy se exige hermeticidad en las viviendas, lo que incluye pruebas específicas para garantizar este estándar. Si tienes una vivienda bien sellada pero usas calefacción a parafina o gas licuado, los contaminantes que se generan pueden tener consecuencias gravísimas, incluso fatales. Esto es algo de lo que hemos hablado tanto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, como con el Ministerio de Medio Ambiente, y espero que se tomen medidas al respecto.

Otro tema importante es la regulación del manejo de residuos. Estamos muy atrasados en comparación con otros países, incluso dentro de nuestra región, que ya tienen reglamentación específica para los residuos en general, incluyendo los de construcción. Esto también está vinculado a la rentabilidad social de estos cambios y a los beneficios que generan para la población.

Finalmente, creo que falta mucha difusión sobre estos temas. La importancia de mejorar la reglamentación térmica en esta segunda etapa es enorme, pero a nivel poblacional hay muy poco conocimiento sobre sus beneficios sociales y económicos. Es necesario informar mejor a la ciudadanía.

Y, en términos generales de sustentabilidad, ¿qué desafíos crees que aún tenemos?

Creo que los desafíos son los mismos que hemos estado mencionando. Primero, el manejo de residuos, que es un área en la que estamos muy atrasados, tanto en la gestión general como en la de residuos de construcción. Luego, la falta de rentabilidad social percibida, la escasa difusión de los beneficios de estas medidas, y, por supuesto, los sistemas de calefacción intradomiciliaria.

Cuando hablo de calefacción intradomiciliaria, me refiero no solo a las viviendas, sino también a las oficinas. Recuerdo que cuando trabajaba en el Ministerio (de Vivienda), las estufas que se usaban eran a parafina o gas, y eso me parece completamente desactualizado.

Por otro lado, el mundo privado también tiene que asumir su parte. Como mencionaba antes, las condiciones ambientales afectan directamente el rendimiento de las personas. Si alguien pasa frío o calor mientras trabaja, no va a tener ganas de trabajar ni lo hará con eficiencia. Esto tiene un impacto directo en la productividad y en los resultados.

Por eso, diría que la sociedad en general, tanto el sector público como el privado, aún tiene un largo camino por recorrer en términos de sustentabilidad.

¿Qué mensaje le darías al sector de la construcción?

Agradezco los esfuerzos del Estado en esta materia, y, mi recomendación sería persistir, no bajar los brazos. Este es el camino correcto, aunque enfrentemos dificultades, como las que hemos vivido durante todos estos años, hay que ser creativos, arriesgarse y resistir. Las cosas suceden con trabajo constante y creativo.


Marcos Brito asume doble desafío liderando Construye2025 y el Instituto de la Construcción

Con una sólida trayectoria en sustentabilidad y productividad, Marcos Brito asumió la dirección ejecutiva interina del Instituto de la Construcción, sumando este desafío a su rol como gerente de Construye2025. Su liderazgo será clave para articular iniciativas que impulsen una construcción más eficiente y sostenible en Chile.

En diciembre de 2024, Marcos Brito Alcayaga, ingeniero civil industrial de la Universidad Adolfo Ibáñez y Master of Science de la Universidad de Bremerhaven, Alemania, asumió el cargo de director ejecutivo interino del Instituto de la Construcción, manteniendo su rol como gerente de Construye2025, el cual mantiene desde 2015.

Con más de 20 años de experiencia en áreas como energía, productividad, sustentabilidad y tecnología, Brito ha liderado el impulso de iniciativas clave de la hoja de ruta de Construye2025, como los centros tecnológicos CIPYCS y CTeC, el Consejo de Construcción Industrializada, la plataforma DOM en Línea y Planbim, entre otros. Su enfoque ha sido impulsar la transformación del sector construcción, a través de la articulación, hacia una mayor eficiencia y sostenibilidad.

Su llegada al Instituto de la Construcción coincide con un momento crucial para el sector, enfrentando desafíos como la implementación de estrategias de economía circular y avances normativos que promuevan edificaciones más sostenibles y de mayor calidad. La combinación de ambos roles posiciona a Brito como un actor clave para articular esfuerzos entre los sectores público, privado y académico.

Brito, se refiere a su llegada al IC señalando que “estoy inmensamente agradecido y honrado de haber sido escogido para liderar este importante proceso de cambio en el Instituto de la Construcción. Este es un organismo que ha venido acompañando administrativamente a Construye2025 desde hace algunos años y ha contribuido significativamente en su gobernanza, pero que ahora se busca que pueda integrar en sus operaciones al programa estratégico que Corfo ha impulsado”. En este contexto, agrega además que “Con el apoyo del directorio del IC, estamos buscando que podamos lograr la mayor sinergia posible, junto a Construye2025, integrando temáticas hasta ahora no abordadas por el IC y buscando además robustecer la articulación entre el MINVU, el MOP y la CChC, junto con el apoyo de todos sus socios y colaboradores. En definitiva, lograr consolidar al IC como el principal articulador de instancias de colaboración público-privada y académica, del sector de la construcción en Chile”.

El Instituto de la Construcción agradeció y reconoció, en el marco de su cóctel de camaradería 2024,  el legado del arquitecto José Pedro Campos, quien dejó una base sólida tras 27 años de contribución.


Arquitectura y género: contribuyendo a una ciudad más inclusiva

Por Loreto Wahr Rivas, Directora Nacional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas

En el contexto del Desarrollo Humano Sostenible que conforma la Agenda 2030, debemos y queremos avanzar en proveer arquitectura pública con altos estándares de sustentabilidad, participación ciudadana, enfoque de género, inclusión y seguridad. Entendemos que no son variables que se adicionan, sino que convergen en una perspectiva sobre cómo hacer nuestra gestión pública.

En ese escenario para poner en valor e implementar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5, sobre “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, se reconocen los cambios y avances en temas de género en nuestra sociedad. Parte de estos son el aumento de las jefaturas de hogar femenina ascendiendo en casi la mitad; y el incremento en la incorporación de las mujeres al mercado laboral, formal y/o informal. Si bien estos trabajos implican una mayor autonomía, son procesos de transformación que han mantenido las brechas de género. Por una parte, nuevos roles se han asumido por las mujeres, pero se adicionan a las responsabilidades domésticas y/o de cuidados. Esto se observa tanto en mujeres jóvenes, adultas y también en aquellas adultas mayores que se encuentran activas. Sin embargo, puede aumentar los niveles de rezago, pudiendo ser aún más si es que esas mujeres poseen alguna condición de discapacidad, de proveniencia migrante o de pueblos originarios, de identidad diversa o de ruralidad, entre otras discriminaciones. 

Ante lo expuesto, existe convergencia que la planificación y diseño urbano, así como en la arquitectura pública, deben contribuir de forma cotidiana en la provisión de suficientes redes de apoyo para el cuidado y el trabajo doméstico en las diferentes escalas. 

Es en esta línea desde la cual la Dirección de Arquitectura del MOP se ha propuesto contribuir en la materia, elaborando Guías orientadoras para el diseño en la edificación pública, en el año 2009 y en 2016. Actualmente estamos desarrollando un nuevo documento que actualiza las orientaciones de diseño que amplíen un enfoque de derechos, profundizando una perspectiva de género e interseccional en respuesta a las necesidades de mayor inclusión, igualdad y sustentabilidad. 

Este nuevo documento, busca ser una oportunidad para avanzar en el diálogo, para comprender y acoger la diversidad desde una nueva mirada, que contribuya a una arquitectura acorde con los cambios y demandas actuales. Es así como se continúa avanzando en más y mejor acceso a servicios de salas cunas, jardines infantiles y establecimientos educacionales con jornada escolar presencial completa y en horarios no diferidos. Lo anterior, haciendo hincapié en que estos dispositivos espaciales diseñados para la corresponsabilidad y el cuidado deben adecuarse a las particularidades del territorio y a las necesidades propias de la comunidad local, en las cuales se aplique un enfoque de género pertinente, evitando caer en soluciones estándar.

La arquitectura y el diseño de la ciudad, en sus diversas formas y escalas, no son neutrales, sino que responden a un contexto histórico, social y político, por ello, cada vez se hace más necesario incorporar la perspectiva de género en la planificación y construcción de espacios urbanos.

A través de políticas públicas que se consoliden en una construcción de espacios y lugares con enfoque de género, el sector público puede incidir directamente en la creación de espacios más seguros, amables, accesibles y justos. La transformación de nuestras ciudades no es un proceso sencillo ni inmediato, pero es urgente y cada construcción y espacio que consolidamos es un paso decidido hacia mayores transformaciones. El rol del Estado es crucial en este camino, pues a través de la acción política y el compromiso con los derechos humanos, puede garantizar que las ciudades sean espacios donde todas las personas puedan vivir y desarrollarse con dignidad, seguridad y libertad.


Consejo Estratégico de la Construcción analiza brechas, necesidades y desafíos de DOM en Línea

En la sesión de diciembre fue presentado el informe “Reporte de la Percepción de Usuarios Finales de la Plataforma DOM en Línea”, que fue encargado por Construye2025 a In-Data, y contó con la colaboración del Ministerio de Vivienda. Este trabajo analiza la plataforma pública para Direcciones de Obras Municipales (DOM) e identifica brechas y oportunidades para avanzar en la transformación de la construcción a nivel nacional.

La reunión número 51 del Consejo Estratégico de la Construcción, realizado en las instalaciones de la CDT, el pasado 13 de diciembre, estuvo marcada por un ambiente de reflexión en torno a los desafíos actuales del sector, que partió con la reflexión de Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, quien subrayó la importancia de impulsar una modernización “que verdaderamente llegue a cada comuna del país, sin dejar fuera a quienes carecen de equipamiento o de conocimiento técnico”. 

Como es habitual, Marcos Brito, gerente; Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad, y Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, presentaron los avances del 2024 en las distintas iniciativas que el programa lleva adelante.

Su llamado sirvió de antesala al análisis de un informe solicitado por la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo a Construye2025, que estudia y analiza la experiencia de usuarios finales de la plataforma DOM en Línea, tanto en las Direcciones de Obras Municipales como en oficinas de proyectistas y arquitectos que realizan habitualmente trámites a través de la plataforma. .

La presentación del informe “Reporte de la Percepción de Usuarios Finales de la Plataforma DOM en Línea”, estuvo a cargo de Cristian Yáñez, gerente general de In-Data, entidad ejecutora, y Danilo Ulloa, coordinador de la Unidad de Digitalización de Sistemas Urbanos (DOM en Línea) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que colaboró con dicha consultoría que reveló tanto los avances como las brechas de la plataforma, junto con mostrar las necesidades de apoyo tecnológico y capacitación continua, factores esenciales para sostener la transformación que exigen las ciudades del futuro.

La discusión giró en torno a la capacidad de DOM en Línea para agilizar los procesos y garantizar una mejor trazabilidad de los trámites, aspectos clave para promover la eficiencia y la transparencia en la gestión pública. Entre los principales desafíos identificados entre los participantes en la encuesta desarrollada para el informe, se encuentran las limitaciones técnicas que afectan a comunas con baja conectividad y la necesidad de fortalecer las competencias del personal encargado de operar la plataforma, aspectos que resaltan la importancia de un enfoque integral que combine capacitación y apoyo tecnológico, asegurando que la modernización de las direcciones de obras sea efectiva y sostenible, con un compromiso transversal desde el Estado y el sector privado.

Una tramitación digital sólida

El informe recabó información directa de Direcciones de Obras Municipales y estudios de arquitectura, con el objetivo de entender qué tan funcional es el sistema DOM en Línea cuando se enfrentan a la realidad de procesar certificados, permisos y solicitudes diarias, concluyendo que, en esencia, esta sí responde a la necesidad de reducir el papeleo e incrementar la trazabilidad, pero tropieza en múltiples niveles técnicos y organizacionales que ralentizan su adopción.

La principal virtud apreciada por el análisis de DOM en Línea es el acceso remoto, una característica que está agilizando el envío de documentación y el seguimiento de trámites, algo muy valorado por profesionales que se desplazan constantemente o atienden proyectos en diferentes localidades. La postura del Ministerio de Vivienda y Urbanismo reflejó un compromiso por escalar DOM en Línea a una versión más robusta, un proceso que implicará la participación de otros ministerios y la búsqueda de acuerdos con el sector privado. El objetivo, según sus representantes, no es imponer una única fórmula, sino promover la interoperabilidad con sistemas ya existentes, adecuarse a diferentes realidades, y, sobre todo, asegurar que los municipios con mayores carencias puedan recibir el respaldo necesario. En ese sentido, la presentación del informe no fue concebida como un cierre, sino que más bien como un paso estratégico para delinear las acciones de 2025, año en que se aspira a pasar de la etapa inicial de digitalización a otra más madura y eficiente.

Por otro lado, según el informe, el principal desafío surge desde la falta de capacidad de almacenamiento para proyectos voluminosos y las inconsistencias en el flujo de pagos, que aún requieren verificación manual, representando limitaciones importantes. “Nuestro desafío es que todo esto funcione de manera coherente en la práctica”, comentó Danilo Ulloa, recalcando nuevamente el escalamiento de la cooperación con otras entidades para dar el paso determinante y alcanzar una estabilidad tecnológica adecuada y continúe expandiéndose a lo largo del país.

Por su parte, Cristian Yáñez planteó que esta doble lectura demuestra lo urgente que resulta reforzar las competencias digitales de los equipos municipales y, a la vez, resolver las brechas de conectividad, debido a que en muchas localidades solo se dispone de un par de computadores y el personal tiene escasas posibilidades de capacitarse. “La transformación digital no puede limitarse a poner a disposición una plataforma; se necesita tiempo, formación y recursos adicionales para garantizar que cada usuario sepa aprovechar al máximo el sistema”, añadió, puntualizando que comunas más grandes pueden mostrar avances notables, mientras las más pequeñas dudan en sumarse debido a carencias tecnológicas y presupuestarias.

Nuevos desafíos

La proyección de los resultados del informe hacia el futuro inmediato deja entrever la urgencia de consolidar la digitalización municipal como pilar de una industria de la construcción más competitiva y sostenible. Varios de los asistentes al Consejo Estratégico de Construye2025 destacaron que si DOM en Línea se perfecciona, agilizará el trabajo de los profesionales, “DOM en Línea no solo está agilizando los permisos, también está abriendo las puertas a la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial, que podría revisar y filtrar documentación técnica, siempre que exista una base regulatoria y tecnológica sólida”, subrayó Mauricio Loyola, docente e investigador de la Universidad Adolfo Ibáñez y representante del Instituto de la Construcción en el Consejo Estratégico, recalcando la importancia de involucrar a las universidades en la formación del capital humano que operará estas herramientas.

Quienes han participado en la elaboración de planes de economía circular y en la implementación de estrategias de industrialización en construcción mostraron su interés en que DOM en Línea incorpore criterios de sostenibilidad. Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad Construye2025, señaló la necesidad de integrar criterios de sostenibilidad en los trámites digitales, incorporando temas como la gestión de residuos de construcción y demolición, y su trazabilidad. No obstante, nuevamente se aclaró que este tipo de innovaciones depende en gran medida de la voluntad política y la coordinación interministerial, ya que la gestión de residuos, la eficiencia energética y la recuperación de materiales involucran a distintas carteras y regulaciones.

El ambiente de diálogo fue permeado por la inquietud acerca de la productividad del sector en general, un indicador que para varios de los presentes solo mejorará de forma sostenida si hay un entramado de políticas públicas, financiamiento y capacitaciones que permitan a los municipios operar con soltura la plataforma. “La eficiencia no se logra con un decreto, sino con la participación de las partes interesadas y un Estado que acompañe a las comunas con menos recursos, lo que pudiese ser complementados además con aportes privados”, puntualizó Marcos Brito, gerente de Construye2025, poniendo énfasis en la importancia de dar soluciones a quienes no cuentan con equipamiento adecuado o personal formado para la gestión digital.

Al cierre, las impresiones generales fueron positivas en torno a la idea de seguir puliendo los aspectos técnicos y organizativos de DOM en Línea, donde participantes de distintos sectores coincidieron en que la modernización debe expandirse a todo el país sin desatender las brechas actuales. “Esta consultoría es un paso clave para entender qué debemos mejorar, pero también un impulso para abordar los asuntos críticos con mayor responsabilidad”, acotó Danilo Ulloa, apelando una vez más a la colaboración público-privada como fórmula para encarar las tareas pendientes. El diálogo directo con los usuarios, la capacitación a funcionarios municipales y la introducción de mejoras técnicas se perfilan como acciones inmediatas. Los voceros de Minvu insistieron en que la oportunidad de transformación es histórica, y que, si se aprovecha bien, DOM en Línea puede sentar las bases de un modelo que se replique en otras áreas de gestión pública.

Al término de la actividad, la impresión general fue que la plataforma DOM en Línea, sumada a los esfuerzos transversales de economía circular y productividad, perfila un 2025 lleno de posibilidades para la construcción. 

El informe “Consultoría DOM en Línea” está disponible aquí: https://construye2025.cl/documentos/estudios/

La presentación de Cristián Yáñez está disponible aquí: https://construye2025.cl/documentos/presentaciones/


Los Comités Gestores de Construye2025 proyectan su trabajo para 2025 

Con intensas sesiones de trabajo, los Comités Gestores de Capital Humano y Academia avanzaron en los lineamientos del plan que llevarán a cabo durante 2025.

Diciembre fue un mes clave para el avance de los Comités Gestores de Construye2025, con el desarrollo de la segunda reunión del grupo que revisa iniciativas en torno al capital humano, y la tercera de la academia. Estos fueron los principales tópicos que se conversaron en ambas instancias coordinadas por Marcos Brito, gerente, y Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025.

Ejes del capital humano

Reunidos telemáticamente el 6 de diciembre pasado, los representantes de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), ETC, ChileValora, CORFO, SENCE, Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores, OTIC CChC, SIMOC, Mutual de Seguridad, Corporación Mujeres en Construcción (MUCC) y Construye2025, debatieron estrategias clave para abordar desafíos críticos en la certificación laboral, inclusión femenina y formación profesional. Entre los puntos destacados se encuentran:

  1. Certificación laboral y formación dual: Promover mecanismos que incentiven la certificación de trabajadores y relacionen la teoría con la práctica, como ocurre en países desarrollados. Además, se planteó visibilizar a los trabajadores certificados y fomentar su integración en el ecosistema de la construcción​.
  2. Digitalización: Incorporar herramientas digitales para modernizar los procesos de formación y certificación, adaptándose al contexto tecnológico actual​.
  3. Inclusión femenina: Relevante en el sector, se propuso implementar medidas como adecuaciones en obras para recibir a mujeres y diseñar procesos de capacitación que consideren la conciliación entre vida laboral y familiar. Un proyecto destacado fue la creación de un manual de evaluación para garantizar condiciones dignas en los lugares de trabajo​.

Para los protagonistas de este Comité Gestor, el programa Construye2025 se establece como un referente estratégico al unir esfuerzos de sectores públicos, privados y académicos para fomentar el desarrollo de iniciativas innovadoras, mejoras regulatorias y cambios culturales que resalten el valor de la productividad y sustentabilidad en la industria​.

De esta manera, la iniciativa no solo aborda necesidades inmediatas, sino que también trabaja en el diseño de propuestas de largo plazo para avanzar hacia una industria líder en la región y comprometida con el bienestar de sus usuarios.

“Queremos que la certificación laboral sea un motor de crecimiento para trabajadores y empresas, visibilizando su importante valor en el ecosistema de la construcción”, señaló Marcos Brito.

En tanto, la presidenta de la Corporación Mujeres en Construcción (MUCC) Alejandra Lutfy opinó que “la inclusión femenina no es solo una meta; es un cambio estructural que debe garantizar condiciones dignas y oportunidades reales”.

La academia y la construcción

En la tercera sesión del Comité Gestor Academia, llevada a cabo el 10 de diciembre pasado, representantes de la CDT, la Universidad Autónoma de Chile, la Universidad de La Serena, la Universidad San Sebastián, la Universidad Andrés Bello, la Universidad de Las Américas, la Universidad del Biobío, la Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad Católica de la Santísima Concepción, y los institutos profesionales IP ChileDuoc UC e INACAP, analizaron estrategias para fortalecer la vinculación entre la educación y los desafíos actuales de la construcción. Este encuentro marcó un avance significativo hacia el diseño de iniciativas para 2025, destacando la importancia de la colaboración entre la academia, el sector público y privado.

Entre las principales propuestas, destacaron:

  1. Vinculación entre academia e industria:
    • Crear una plataforma de conexión entre instituciones académicas y empresas, promoviendo prácticas profesionales, proyectos de grado y cátedras abiertas que permitan integrar conocimientos prácticos al aula.
    • Impulsar mentorías y eventos colaborativos para fortalecer la relación entre estudiantes, docentes y la industria.
  2. Innovación y actualización académica:
    • Incorporar temáticas como industrialización, sustentabilidad y transformación digital en las mallas curriculares.
    • Promover cursos especializados y charlas abiertas para actualizar a estudiantes y profesionales según las tendencias de la industria.
  3. Investigación aplicada:
    • Fomentar proyectos de investigación conjunta entre universidades y empresas, priorizando soluciones innovadoras para los desafíos del sector construcción.
    • Establecer premios y reconocimientos para destacar investigaciones y tesis con alto impacto en la industria.
  4. Descentralización y accesibilidad:
    • Aumentar la oferta académica y proyectos de investigación en regiones, reduciendo la concentración en Santiago.
    • Facilitar el acceso a financiamiento para iniciativas público-privadas que integren a estudiantes y profesionales en todo el país.

“Estamos en un punto de no retorno; si no aceleramos la formación de nuestros futuros profesionales en torno a la productividad y la innovación, corremos el riesgo de quedar rezagados frente a los desafíos de la industria”, expresó Carlos Cayo.

Con estas propuestas, el comité busca fortalecer el capital humano y adaptar la formación académica a las exigencias de una industria en constante evolución. La meta para 2025 es lograr una mayor integración entre educación, investigación e innovación, consolidando a Chile como un referente en el sector de la construcción.


“Desmoldante R-I”: reutilización de envases e inclusión laboral para revolucionar la construcción

La alianza Kyklos, Refill y Boetsch triunfó en el Reto de Economía Circular, gracias a una propuesta sostenible que reduce costos, optimiza procesos y fomenta la participación de personas con discapacidad en el mundo del trabajo.

En la última edición del Reto de Economía Circular (Reto EC), “Desmoldante R-I” obtuvo el máximo reconocimiento gracias a su novedoso enfoque que vincula la reformulación de un producto clave en la construcción con la reutilización de envases y la inclusión de personas con discapacidad. La propuesta aborda de manera integral los desafíos ambientales y sociales de la industria al reducir la dependencia de insumos contaminantes y ofrecer oportunidades laborales protegidas en el proceso de producción.

El proyecto se originó al constatar que numerosas constructoras emplean tambores de 200 kilos con desmoldantes a base de petróleo, cuyo almacenaje y manipulación resultan costosos. Al traspasar el producto a envases más pequeños, este se seca con rapidez y provoca mermas, elevando aún más los gastos. “Muchos no toman en cuenta el ‘costo sombra’ de estos tambores, que puede llegar a duplicar el valor real del producto, pues obliga a disponer de bodegas especializadas y genera pérdidas considerables en el proceso”, señaló Antonio Irarrázaval, representante de la alianza Kyklos, Refill y Boetsch encargada de este producto.

Para abordar ese problema, el proyecto “Desmoldante R-I” optó por envases de 20 litros reutilizables facilitando así su manipulación y reduciendo el volumen de residuos. Dichos recipientes pueden ser rellenados más de 10 veces evitando un alto porcentaje de envases que antes terminaban en vertederos o bodegas. Así resulta “un formato más liviano y libre de peligrosidad hace la diferencia en obra; eliminamos gastos extras y minimizamos los riesgos de inflamación”, puntualizó el integrante de Kyklos, Refill y Boetsch, añadiendo que la adopción de esta nueva fórmula podría generar ahorros significativos al sector.

Inclusión laboral y triple impacto

Además del cambio en la composición, “Desmoldante R-I” apuesta por la inclusión laboral de personas con discapacidad cognitiva, quienes se encargan de las tareas de limpieza y acondicionamiento de los envases. El equipo señaló que cada seis trabajadores con discapacidad cuentan con el apoyo de una terapeuta ocupacional, “lo que implica una estructura exigente, pero que hace posible la verdadera integración”, recalcó Antonio Irarrázaval.

Para asegurar la sostenibilidad de este modelo, las empresas que no logran contratar directamente a personas con discapacidad pueden invertir los fondos equivalentes a la Ley de Inclusión (Ley 21.015) en el servicio ofrecido por la alianza, lo que les permite cumplir con la normativa de manera efectiva y generar un impacto social real. De esta forma, los recursos destinados a la inclusión dejan de ser un mero trámite formal y se convierten en un mecanismo tangible para crear empleos de calidad, contribuyendo así a una cultura de responsabilidad compartida.

Una solución escalable en regiones

Aunque la iniciativa nació en las regiones Metropolitana y Valparaíso, sus impulsores ya contemplan expandirla a otras zonas del país, instalando centros de recuperación locales que recojan y rellenen envases sin tener que transportarlos a Santiago. “No podemos centralizar todo en un solo lugar. Queremos abrir oportunidades en regiones, donde también existe la necesidad de incluir a personas con discapacidad y de gestionar residuos eficientemente”, aclaró Irarrázaval.

Además de la venta directa, “Desmoldante R-I” está explorando colaboraciones con grandes distribuidores para establecer puntos de devolución y fomentar un ciclo virtuoso de reutilización. En palabras del representante de la alianza: “Nuestro objetivo es que el formato y el producto sean tan prácticos que las constructoras quieran adoptarlos con facilidad, encontrando el envase en distintas redes de venta y devolviéndolo tras su uso para volver a ponerlo en circulación”.

Hacia una construcción más responsable

El premio en el Reto EC confirma la relevancia de soluciones concretas en materia de economía circular y responsabilidad social, aspectos cada vez más valorados en el rubro de la construcción. Tal como lo destacó el jurado, “Desmoldante R-I” no solo resuelve un problema específico —el desmoldado de estructuras—, sino que también reduce la huella medioambiental y aumenta la participación laboral de personas con discapacidad, reconfigurando las dinámicas tradicionales del sector e impulsando un cambio cultural.

“Creemos que, con el paso del tiempo, el mercado se inclinará por propuestas más limpias y justas”, sentenció el vocero de la alianza, al referirse al potencial de la iniciativa. Para reforzar su alcance, el equipo planea realizar validaciones técnicas adicionales en terreno y culminar los trámites de patente que protejan su fórmula, todo ello mientras negocia alianzas con constructoras a lo largo del país, combinando el trabajo práctico y expansión comercial en busca consolidar un nuevo estándar de sostenibilidad en la industria.

En un sector donde los altos volúmenes de desecho y la falta de inclusión laboral han sido grandes pendientes, “Desmoldante R-I” ofrece un nuevo estándar: un producto amigable con el medio ambiente y un modelo de reutilización que motiva a las empresas a abrazar prácticas más sustentables y socialmente responsables. Con este reconocimiento, la alianza Kyklos, Refill y Boetsch sella su compromiso de transformar la construcción chilena en una actividad cada vez más inclusiva y circular.

 


Industria 4.0 en la construcción: el desafío ineludible para el futuro de Chile

Por Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025

La construcción en Chile enfrenta un cambio de paradigma impulsado por la adopción de tecnologías asociadas a la Industria 4.0. En este contexto, herramientas como la automatización, la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT) y el Building Information Modeling (BIM) no son solo complementos, sino pilares fundamentales que redefinirán la manera de concebir, planificar y ejecutar proyectos​.

El impacto de la IA, por ejemplo, ya es evidente en varias industrias chilenas. En la construcción, promete optimizar desde el diseño de estructuras hasta la gestión de proyectos, introduciendo soluciones como modelos paramétricos más precisos, planificación automatizada y robots autónomos capaces de ejecutar tareas complejas en obra​. Estos avances no solo incrementan la eficiencia y reducen costos, sino que también abren paso a un uso más racional de los recursos, un punto crítico para un país con desafíos en sostenibilidad y eficiencia energética.

En el corto plazo, se espera que la IA continúe su integración en áreas de la ingeniería como la minería, la construcción y la energía, donde su impacto ya es evidente. En particular, se prevé un crecimiento significativo en la adopción de sistemas de mantenimiento predictivo, optimización de procesos y análisis de datos en tiempo real. Esto contribuirá a mejorar la eficiencia operativa y a reducir el impacto ambiental de diversas industrias, algo clave para el futuro de Chile en términos de sostenibilidad.

A mediano plazo, la IA podría transformar aún más las industrias chilenas con el desarrollo de tecnologías como el machine learning y los algoritmos de optimización avanzada, lo que podría resultar en la creación de nuevas soluciones para problemas complejos, como el cambio climático, la escasez de recursos naturales y la infraestructura obsoleta. Adicionalmente la IA permitirá a las empresas chilenas competir de manera más efectiva en el mercado global, abriendo puertas a la exportación de productos y servicios tecnológicos de alto valor añadido.

La integración de estas tecnologías también trae consigo la necesidad de una transformación cultural en el sector. Profesionales y técnicos deben adaptarse a un entorno donde las habilidades digitales son esenciales, y las universidades tienen el deber de actualizar sus mallas curriculares para incorporar temáticas como sustentabilidad, innovación y tecnologías digitales​.

Sin embargo, este salto tecnológico no está exento de retos. La centralización de recursos en Santiago y la brecha en acceso a tecnologías avanzadas en regiones evidencian la necesidad de una estrategia descentralizada. Además, la industria enfrenta el desafío de integrar estas tecnologías sin comprometer la generación de empleo, fomentando la formación y la reubicación laboral hacia tareas de mayor valor agregado​.

Chile se encuentra en un punto de inflexión. La adopción de la Industria 4.0 en la construcción no es solo una oportunidad para mejorar la productividad, sino un imperativo para mantenerse competitivo a nivel global y avanzar hacia una economía más sostenible e innovadora. El sector está llamado a liderar con visión y compromiso, construyendo no solo edificios, sino un futuro más próspero y equilibrado.

El futuro cercano será testigo de una integración más profunda de la inteligencia artificial en todos los niveles de la ingeniería, lo que permitirá no solo una mejora continua en la productividad y competitividad de las industrias chilenas, sino también un paso decisivo hacia una economía más tecnológica, innovadora y sostenible.


CCI publica Guía de Constructabilidad para mejorar la productividad, como proyecto impulsado por Construye2025

En un Encuentro Técnico del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Marcos Brito, gerente de Construye2025, presentó el trabajo realizado durante 2023 y 2024, por el Grupo Técnico 3 del CCI, que dio como resultado la Guía de Constructabilidad.

Bajo la consigna “La constructabilidad como herramienta fundamental para la industrialización”, el jueves 28 de noviembre se realizó un nuevo encuentro técnico del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), ocasión en la que se presentó la Guía de Constructabilidad, que ya está lista para la descarga de todo el público (https://construccionindustrializada.cl/documentos-tecnicos/).

En esta ocasión fue Marcos Brito, director del CCI y gerente de Construye2025, el encargado de moderar el encuentro y dar el vamos a las presentaciones de Pablo Pulgar, coordinador del Programa de Eficiencia y Sustentabilidad de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM); Lorena Rodríguez, gerente comercial de Echeverría Izquierdo; Ignacio Peña, subgerente de Innovación e Industrialización y María José Alarcón, líder BIM de Axis Desarrollos Constructivos.

El primero en tomar la palabra fue el profesor Pablo Pulgar, quien se refirió al proceso de desarrollo de la Guía de Constructabilidad. Junto con agradecer al equipo que la hizo posible, destacó el carácter eminentemente técnico del documento. “Este manual de constructabilidad está dentro del eje de industrialización, un eje estratégico de la hoja de ruta de Construye2025, que era la acción 1 del eje Industrialización”, destacó.

El académico también señaló que en el mundo existe bastante evidencia respecto de la incorporación de la constructabilidad como metodología y sus beneficios, ligados principalmente “al desarrollo y a propiciar la industrialización de la construcción desde el punto de vista de la gestión del conocimiento”. Aterrizando la teoría a los números, indicó que “existen algunos benchmark: en Estados Unidos, por ejemplo, se publicó uno en 2019, donde se podría reducir el costo 6,1% y el plazo 7,1%, superando otras metodologías”.

Uno de los principales desafíos del grupo técnico 3 del CCI, en el que, entre otros, participaron Marcos Brito (Construye2025), Mikel Fuentes (Axis DC), Erwin Navarrete (U. Autónoma), Janen Calle (CChC), José Luis Jiménez (CDT), Nayib Tala (Estudio Tala), Pablo Pulgar (UTEM), Lorena Rodríguez (EI), Rodrigo Pérez (Spoerer) y Zulay Giménez (PUC), junto a los tesistas Diego Sánchez y Manuel Álvarez (UTEM), fue traspasar esos principios de diseño construible, socializarlos, pedir feedback, y finalmente, desarrollar los principales indicadores de constructabilidad adaptados a la realidad nacional.

“La guía tiene varias explicaciones bien profundas, pero simples, y las tratamos de adaptar a nuestro contexto a nivel local, por eso es que tal vez cuando ustedes puedan ver las publicaciones de Australia o Estados Unidos puede ser que la traducción no sea directamente igual, porque efectivamente estamos tratando de que sea lo más cercano a nuestro contexto”, puntualizó. 

Caso EI

La segunda en tomar la palabra fue Lorena Rodríguez, gerente comercial de Echeverría Izquierdo Edificaciones, quien expuso un caso de éxito en aplicación del principio de constructabilidad. “Estoy segura de que esta guía va a ser un tremendo aporte para contribuir a un diseño más eficiente, desde la mirada de la construcción, pero generando un importante ahorro a los inversionistas y a los desarrolladores inmobiliarios”, sostuvo.

Según Rodríguez, para contar con una metodología para traspasar esa experiencia a un diseño eficiente, “dimos con el indicador de contabilidad de Singapur, que nos ayudó a visualizar en forma correcta hacia dónde deberíamos ir hacia un diseño más eficiente y ahí fue donde empezamos a evaluar en conjunto con nuestra inmobiliaria, apalancado por los principios de constructabilidad, distintas alternativas y los distintos impactos que estas alternativas de industrialización le iban generando al proyecto ya sea en plazo, en costo, en intensidad de mano de obra, etcétera”, analizó.

Adaptar el índice de Singapur a la realidad chilena permitió encontrar una estructura para ir revisando el proyecto, calculando los índices y revisar el diseño para alcanzar el impacto que buscaban, “sin perder de vista que estos cambios deben ser viables para arquitectura, o sea, tiene que ser un proyecto armónico y además generar economía”, explicó. 

El resultado fue una obra con elementos industrializados, como baños prefabricados, que otorgaron un mejor ritmo de los trabajos, generando menos escombros y menor uso de mano de obra. Llevado a números, detalló que “casi todos los beneficios de esto lo captó el proyecto, tuvimos un ahorro en el presupuesto base de 10621 UF. Esos ahorros se transformaron, se perdieron finalmente por curvas de aprendizaje, estamos probando, estamos trabajando por primera vez en esto; tuvimos un mayor costo de 1991 UF, lo que resultó para el grupo en un beneficio de 8630 UF en un proyecto”.

Caso Axis DC

La presentación de Axis estuvo a cargo de Ignacio Peña y María José Alarcón. Los casos a exponer fueron los de Altas Cumbres y Condominio Binder, y a través de ellos, presentaron cuatro herramientas fundamentales para su trabajo de industrialización.

Ignacio Peña señaló que la primera herramienta es la producción de un catálogo con soluciones industrializadas. “Tenemos varios elementos que hemos industrializado, desde escaleras, cubiertas, techumbres; pero todo este conocimiento tenía que ser traspasado a todas nuestras obras, todas sus tipologías y de hecho los traspasamos, les pusimos KPI y llegamos a tener más de 50 soluciones probadas, con sus fichas, sus recomendaciones, con el número de teléfono de quiénes hicieron esto, para que se puedan contactar y cada vez que partamos una obra podamos analizar qué fue lo que se hizo, qué fue lo que se aprendió y tener una vara que nos vaya haciendo superarnos en el día a día”, especificó.

La segunda herramienta es el índice de industrialización de Singapur. En Axis lo estudiaron, vieron cómo podían traspasarlo al contexto chileno y gracias a él comprendieron “que el diseño muchas veces puede ser una barrera para industrializar, de hecho Matrix Consulting lo pone como uno de los elementos de mayor barrera para poder aplicar prefabricados”, indicó. También destacó que este índice está vinculado a la productividad, “es decir, cuenta con un puntaje de cero a cien, donde lo que está más cerca del cien se acerca a una mayor productividad”. Como ejemplo concreto mencionó el proyecto Costanera Mirador, en el que trabajaron con una inmobiliaria hermana, lo que permitió ir edificando y diseñando en conjunto. 

A continuación, María José Alarcón analizó las otras dos herramientas. La primera de ellas fueron las matrices de industrialización, “que operan como una guía para arquitectos, ingenieros estructurales y proyectistas de las diversas áreas que participan en el desarrollo de los proyectos, y estas matrices especifican las condiciones de satisfacción de cada especialidad, cada especialidad debe tener en cuenta, según las etapas, las partidas y las variables también asociadas a cada matriz”, según relató la profesional de Axis.

Ejemplificando con la matriz de baños prefabricados, destacó que lo importante “es que el enfoque es cómo integrar el conocimiento de todos los profesionales de las obras, las experiencias, los proyectos”.

La cuarta herramienta es el Manual de Diseño de Axis. “Creemos que su implementación, que fue la última herramienta que lanzamos, es una base sólida sobre la cual se puede ir aprendiendo y nos podemos adaptar también a mejorar las prácticas de la industria”, sostuvo la líder de BIM. Luego, relató que el manual se desarrolló a partir de un documento sueco, que adaptaron a las prácticas de su empresa. En el caso del mandante Altas Cumbres, precisó que “básicamente se muestra un poco de todo lo que hacemos, y lo más interesante es que podemos ver lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer, de manera visual y muy gráfica”. 

La guía está disponible aquí: https://construccionindustrializada.cl/documentos-tecnicos/


Construye2025 impulsa la transformación del capital humano en la construcción

Con la conformación del Comité Gestor de Capital Humano, en el que participaron 12 instituciones, el programa impulsado por Corfo comenzó a delinear las actividades para 2025.

En el contexto de la hoja de ruta de Construye2025, se llevó a cabo la primera reunión del Comité Gestor de Capital Humano, en el que quedó conformada esta instancia clave para la transformación del sector.

En la instancia, se discutieron los desafíos y propuestas para enfrentar las brechas en capacitación, certificación y atracción de talento femenino en el sector de la construcción. Este comité, que articula esfuerzos entre el sector público, privado y académico, reafirma su compromiso de mejorar la productividad y sustentabilidad en la industria.

Según los representantes, el sector enfrenta desafíos importantes relacionados con la certificación de competencias laborales y la incorporación de mujeres y jóvenes en roles estratégicos. Un diagnóstico compartido durante la reunión evidenció que la certificación sigue siendo limitada: menos del 1% de los trabajadores cuenta con certificaciones en oficios esenciales, como albañilería y carpintería. Esto, según el análisis, afecta directamente la calidad y productividad del sector.

Además, se subrayó la importancia de diseñar incentivos para que los trabajadores perciban la certificación como un beneficio personal y no solo empresarial. Durante la discusión, se enfatizó que “el trabajador debe sentir que la certificación le otorga ventajas concretas para su desarrollo profesional”, comentó uno de los participantes.

Pilares del cambio
Claudia Petit, del Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores, destacó la necesidad de trabajar en una mayor inclusión femenina y señaló: “Las mujeres aún enfrentan barreras estructurales en la construcción, pero la industrialización está ayudando a superar algunas de ellas, transformando un trabajo tradicionalmente asociado a la fuerza física”. También añadió que para retener a más mujeres, es crucial garantizar condiciones laborales básicas, como infraestructura adecuada en obras y oportunidades de crecimiento profesional.

En paralelo, la atracción de jóvenes al sector sigue siendo un reto. “La construcción debe proyectarse como una industria atractiva y viable para las nuevas generaciones”, se señaló en el comité. La falta de programas sólidos de orientación vocacional y de condiciones laborales comparables con otros sectores, como la minería, se identificó como un factor que desalienta la participación juvenil.

Propuestas para avanzar en 2025
Como parte del plan de acción para el próximo año, el comité se propuso tres líneas estratégicas:

  1. Promoción de la certificación laboral: Implementar estrategias de comunicación para evidenciar los beneficios directos de certificarse.
  2. Incentivos a la capacitación y certificación: Diseñar modelos que involucren tanto a trabajadores como a empleadores, fomentando su compromiso con el desarrollo de competencias.
  3. Impulso a la inclusión femenina y juvenil: Fortalecer políticas que promuevan una participación diversa, equilibrada y sostenible en todos los niveles de la industria.

Las instituciones participantes fueron: Cámara Chilena de la Construcción (CChC), ETC, ChileValora, CORFO, SENCE, Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores, OTIC CChC, SIMOC, Mutual de Seguridad, Corporación Mujeres en Construcción (MUCC) y Construye2025.


Construye2025 participa en actividades del MOP para impulsar la sustentabilidad en el sector construcción en contexto de cambio climático

Con la participación de Alejandra Tapia, el programa se hizo presente en actividades relacionadas con el Ministerio de Obras Públicas: en el Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, y en el encuentro de diálogo titulado “Sustentabilidad y Cambio Climático”, en el contexto de la conmemoración de los 150 años de la Dirección de Arquitectura. 

En un esfuerzo por posicionarse como referente en sustentabilidad aeroportuaria, la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (DAP MOP) lidera un innovador estudio que busca sentar las bases para la versión específica CES Aeropuertos que aborde una infraestructura sostenible y la inclusión de la economía circular. Este proyecto es desarrollado en conjunto con diversas entidades públicas, privadas y académicas, marcando un hito en el desarrollo sustentable del país.

Durante el segundo Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, expertos y representantes de distintas instituciones evaluaron avances y compartieron perspectivas sobre cómo integrar prácticas sostenibles en el diseño, construcción y operación de los aeropuertos en Chile, entre ellas estuvo Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.

“Estamos muy contentos de haber realizado este segundo comité consultivo con una amplia participación y muchas consultas. Este estudio aborda distintas visiones, no solo de la Dirección de Aeropuertos, sino también de otras áreas del MOP y del sector privado. Es un paso clave hacia la certificación sostenible que esperamos concretar el próximo año”, destacó Martita Molina, inspectora fiscal del Estudio de la Dirección de la DAP MOP.

El proyecto no solo busca implementar medidas de eficiencia energética, economía circular e infraestructura verde, sino también establecer una certificación que posicione a Chile como líder en prácticas sustentables a nivel regional. Según Margarita Cordaro, vicepresidenta de CES y representante del MOP, “generar una certificación aeroportuaria representa un avance increíble para Chile. Este trabajo, que reúne tecnología y la colaboración de especialistas, academia e instituciones públicas y privadas, marca un punto de partida en una especialidad maravillosa. Aunque aún queda camino por recorrer, lo logrado hasta ahora es una contribución significativa al desarrollo sustentable”.

Por su parte, el sector privado también ha jugado un rol crucial en este proceso. John Rathkamp, gerente de Sustentabilidad de Nuevo Pudahuel S.A., destacó los esfuerzos realizados para reducir el impacto ambiental de las operaciones aeroportuarias: “Estamos comprometidos con avanzar en la sustentabilidad del aeropuerto, no sólo entregando infraestructura de calidad, sino también reduciendo el impacto ambiental. Medidas como eficiencia energética, uso de energía verde certificada y puentes de embarque sustentables son parte de este esfuerzo por un futuro más sostenible”.

La importancia de este trabajo radica en su capacidad para incorporar innovaciones claves en el diseño y la operación de aeropuertos, como explicó Evelyn Reid, jefa de Edificación y Planes Maestros de la Dirección de Aeropuertos. “Este estudio nos permite integrar temas actuales de sustentabilidad como huella de carbono, net zero e infraestructura verde y azul. Estamos explorando nuevas soluciones que nos ayudarán a mejorar nuestros diseños y medir los avances en sostenibilidad, algo fundamental para el desarrollo de mejores proyectos aeroportuarios”, afirmó.

Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, participó de esta instancia y comentó que “para el programa es muy importante la certificación CES Aeropuertos, y la inclusión de la economía circular en las certificaciones. Hay muchas oportunidades en la inclusión de materiales con atributos sustentables, como lo son los áridos reciclados y artificiales”.

De esta manera, el estudio continúa avanzando y se espera que en el próximo comité consultivo se consoliden más detalles sobre esta herramienta de certificación, que podría posicionar a Chile como líder en infraestructura sostenible en la región.

Diálogo sobre políticas públicas “Sustentabilidad y Cambio Climático”

Asimismo, Tapia participó en uno de los dos paneles de expertos para llevar a cabo el segundo diálogo titulado “Sustentabilidad y Cambio Climático”, en el contexto de la conmemoración de los 150 años de la Dirección de Arquitectura. En la oportunidad, se respondieron a las preguntas sobre cómo inciden las políticas sobre el cambio climático y la sustentabilidad en la edificación pública y cuáles son las nuevas estrategias y tecnologías de la construcción que se presentan para que la sociedad pueda adaptarse al cambio climático.

Al respecto, la directora nacional de Arquitectura, Loreto Wahr, destacó la importancia de generar estos espacios de conversación, a pocos meses de celebrar los 150 años de la Dirección de Arquitectura que se cumplen el próximo 25 de enero de 2025. “Es sumamente importante considerar el ciclo completo de los proyectos, desde la planificación, el diseño y la construcción, estableciendo buenas conversaciones con un trabajo integrado para, posteriormente, innovar en la construcción”, aseguró Whar, recalcando la importancia de incorporar a la mujer y la perspectiva de género en la industria, además del uso de tecnologías avanzadas.

Alejandra Tapia remarcó el valor de estos 150 años de experiencia que tiene la Dirección y aspectos claves en la gestión como “la responsabilidad en el diseño de los proyectos y los impactos que estos pueden causar, tanto ambientales como sociales.”

Algo en lo que también coincide el jefe de la División de Infraestructura Sustentable (DIS) de la Dirección General de Obras Públicas, Daniel Bifani, es en que “la planificación es crucial por la importancia estratégica de las obras que se planifican de facto en el territorio, lo que requiere una estrecha colaboración con organismos regionales y el sector académico”. Todo esto, bajo el alero de los cuatro pilares de la Política de Sostenibilidad MOP, que incluyen lo ambiental, lo económico-financiero, lo social y lo institucional. 

Desde su área, Rodolfo Jiménez, decano de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido de la Universidad de Santiago de Chile, señaló que el mayor desafío que están enfrentando es algo que ya están abordando, y tiene que ver con la formación. “Nuestro enfoque principal es la educación de profesionales. Desde los primeros años, tratamos todos los temas relacionados con la sustentabilidad con nuestros estudiantes. Ahora, creemos que es posible establecer una sinergia mucho mayor con las instituciones públicas, a través de metodologías como el aprendizaje y servicio, lo que permitiría la realización de convenios de colaboración”, agregó.

Andrés Venegas, gerente de Proyecto en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), expresó que es fundamental que la arquitectura se transforme en un sistema eficiente, que minimice el uso de energía y recursos, y que tenga una incidencia positiva a largo plazo en el entorno. Agregando que “el desafío ahora es implementar estas iniciativas, compartirlas transversalmente en la sociedad y educar a las personas para poder construir una nueva sociedad que proteja el planeta y permita nuestra subsistencia como especie.”

En ese sentido, el jefe de la Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid, consideró que esta fue una oportunidad de “poner en valor el trabajo de política pública que ha hecho la Dirección de Arquitectura con CES, que ha dado muestras de ser una política pública consistente en el tiempo, que empezaron a trabajar hace más de 10 años y que empezaron ellos a apoyar fuertemente incorporando proyectos a certificación”, con lo cual se refuerza la importancia de la planificación como un instrumento clave en esta materia.

El primer panel fue moderado por la arquitecta Margarita Cordaro, funcionaria de la Sección de Sustentabilidad y Normas de la Dirección de Arquitectura, y contó con la participación de Macarena Ortiz Arrieta, secretaria ejecutiva de la Construcción Sustentable DITEC del MINVU; Orietta Valdés, de la División de Evaluación Social de Inversiones del Ministerio de Desarrollo Social y Familia; Alexandre Carbonnel Torralbo, académico de la USACH, Daniel Bifani y Hernán Madrid. Mientras que el segundo panel fue moderado por la arquitecta Paulina Ortiz, jefa (s) de la Unidad de Proyectos de la Dirección de Arquitectura, y contó con la participación de David Cabieles, del Departamento de Edificación y Ciudad del Ministerio de Energía; Evelyn Medel, jefa del Departamento de Sostenibilidad y Cambio Climático de la DGOP; Daniela Vásquez, gerenta del Programa Tecnológico de Construye Zero del Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción; Andrés Venegas, Alejandra Tapia y Rodolfo Jiménez.


Construye2025 presente en el 7° Congreso Latinoamericano de Steelframe y Construcción Industrializada

Llevado a cabo en Sao Paulo, Brasil, Marcos Brito, gerente de Construye2025, participó en un panel sobre la construcción en seco y su papel en la construcción industrializada y particularmente en las políticas públicas de vivienda, así como en el lanzamiento de la Alianza Latinoamericana de Construcción en Seco (ALACOS).

El panel “Industrialización y Políticas Públicas”, realizado el primer día del 7° Congreso Latinoamericano de Estructuras de Acero y Construcción Industrializada, abordó temas esenciales para la modernización del sector. Expertos, líderes de la industria y representantes gubernamentales discutieron cómo las tecnologías de construcción en seco, caracterizadas por el uso de materiales prefabricados y estructuras de acero, pueden impulsar la eficiencia, la innovación y la sostenibilidad en la construcción civil en Brasil y América Latina.

José Carlos Martins, presidente del Consejo de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción (CBIC), abrió el debate destacando su trayectoria en la formulación de políticas públicas esenciales, como el PAC y el Programa Minha Casa Minha Vida. Destacó la necesidad de estrategias que impulsen la industrialización y la innovación en la construcción, fundamentales para el crecimiento del sector.

“Es fundamental elegir prioridades y estructurar una acción conjunta en los distintos frentes de la construcción industrializada. Debemos preparar estudios técnicos que demuestren los logros y centrar las acciones en las prioridades elegidas. Además, es necesario crear una narrativa sólida que promueva el cambio y establezca un modelo de negocio efectivo”, afirmó.

Dionyzio Klavdianos, vicepresidente de CBIC, compartió los desafíos que enfrenta la construcción tradicional ante las nuevas demandas del sector. “Los fundamentos de la industrialización se han practicado durante décadas. Las barreras que enfrentan la mayoría de los constructores son los impuestos excesivos y la persistencia de los sistemas de construcción artesanal. La construcción tradicional no podrá superar los desafíos que están imponiendo los nuevos modelos de mercado”, señaló.

Por su parte, María Teresa Diniz, directora de Proyectos y Programas del CDHU, destacó la importancia de la urbanización y la planificación en las políticas de vivienda, presentando experiencias prácticas que apuntan a mejorar las condiciones de vivienda en zonas urbanas. Destacó la importancia de iniciativas que integren la innovación tecnológica y la colaboración entre el sector público y privado para recalificar áreas ocupadas.

“El Programa de Intervención en Zonas Ocupadas tiene como objetivo la recalificación urbanística y ambiental mediante la reposición de viviendas o la recalificación de viviendas precarias, previa regularización del suelo. Esto se logrará con la aplicación de nuevas metodologías e innovaciones tecnológicas, además de la integración del sector público y privado en el diseño de proyectos, apuntando a reducir plazos y costos en la producción de viviendas”, comentó.

“Construye 2025: Impulsando la producción y la industrialización en Chile” 

Posteriormente, el panel “Construye2025: Impulsando la producción y la industrialización en Chile” contó con la participación de Marcos Brito, gerente del programa impulsado por Corfo en Chile, destacando la necesidad de una coordinación más eficiente entre los sectores público y privado, junto con la academia, para impulsar la transformación productiva.

“Es fundamental articular actores del ámbito público y privado con una visión compartida de transformación productiva. Necesitamos reducir la falta de competitividad y las brechas tecnológicas en sectores estratégicos de la economía”, precisó. 

También mencionó el rol de Construye2025 en varias organizaciones, como el Centro Interdisciplinario para la Productividad y la Construcción Sostenible (CIPYCS), el Centro Tecnológico de la Construcción (CTeC) y el Consejo de la Construcción Industrializada (CCI), donde participa activamente en la formulación de estrategias que promuevan eficiencia e innovación.

Principales brechas de productividad en Chile 

Marcos Brito presentó las siguientes brechas:

Alianza Latinoamericana de Construcción en Seco

Asimismo, Brito participó en el lanzamiento oficial de la Alianza Latinoamericana de Construcción en Seco (ALACOS) en el 7° Congreso de Estructuras Metálicas y Construcción Industrializada.

La actividad reunió a líderes de varias entidades internacionales con el objetivo de fortalecer la cooperación entre los países latinoamericanos y promover acciones conjuntas encaminadas al desarrollo y modernización de la construcción civil en la región. Entre las entidades firmantes se encuentran el INCOSE de Argentina, la Asociación de Construcción en Seco de Colombia, el LATAM Steel Frame & Industrialized Systems Congress de Brasil, la Asociación Brasileña de Construcción Ligera y Sostenible, el Instituto de Tecnologías para la Industrialización de la Edificación, el programa Construye2025 de Chile y el IUCOSE de Uruguay.

La actividad abrió los trabajos del panel “Alianza Latinoamericana de la Construcción: cooperación y acciones para el desarrollo del sector”. Paola Velasco, directora de la Asociación de Construcción en Seco (ACS) y presidenta de la recién creada ALACOS, destacó la importancia de la integración regional para el avance del sector.

“Estamos comprometidos a impulsar la construcción seca como una solución innovadora y responsable, capaz de transformar el futuro de la construcción en América Latina”, comentó Velasco.

Gilberto Freitas, director general del Instituto de Tecnologías de Industrialización de la Edificación (ITIE), también aportó su vasta experiencia, destacando la importancia de los Métodos Modernos de Construcción (MMC) y la necesidad de formar profesionales calificados para abordar estas innovaciones. “El mercado exige innovación constante, y esto depende de la preparación de profesionales que no sólo sigan el futuro, sino que lo recreen cada día”, señaló.

Presencia del CCI

Como representante del ITIE Chile, Mauricio Concha, socio profesional del CCI, es uno de los miembros fundadores de ALACOS y fue invitado por el congreso al lanzamiento oficial de la alianza. Asimismo, tuvo la oportunidad de participar en el Espaço Collab del congreso, en el que presentó al CCI, su objetivo y cómo está impulsando la transformación en la industria chilena e influyendo positivamente a nivel latinoamericano. “Somos un referente de organización y ambiente colaborativo”, comentó Concha.

También se produjo el lanzamiento del acuerdo de colaboración internacional entre la Universidad de Las Américas (socio CCI), representada por José Ignacio Torres Barón, director de Escuela de Construcción de la UDLA y el ITIE BRASIL, una alianza de intercambio académico y transferencia de conocimiento, con el objetivo de impulsar la industrialización en Chile desde la formación conjunta de capital humano entre la universidad e ITIE. Además, se anunció la creación de ITIE Chile, con el objetivo de facilitar este intercambio y la colaboración con otras instituciones en el futuro, dado que “coincidimos con todos los presentes, asistentes y representantes de algunas de las más grandes empresas de la industria Latinoamericana que uno de los pilares fundamentales para implementar construcción industrializada es el capital humano”, analizó Mauricio Concha.

 

 

 


Aceros AZA, Polpaico, SalfaCorp y Subcargo reciben premio en Edifica 2024 con proyecto de hormigón sustentable

El proyecto ganador, denominado Mueve RCD, fue elegido entre sus contendores por contribuir al desarrollo de una construcción más sostenible, al incluir un importante porcentaje de áridos artificiales, provenientes del procesamiento de residuos de la industria siderúrgica, en la fabricación del hormigón.

Durante la recién pasada edición de Edifica 2024, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) convocó al concurso “Construir Innovando”, que invitaba a empresas de la Región Metropolitana, sin importar que fuesen socios o no de la CChC, a presentar sus proyectos en las áreas de construcción, logística y valorización de residuos. 

En ese contexto, Aceros AZA, Polpaico, SalfaCorp y Subcargo crearon una exitosa alianza para dar vida a Mueve RCD, proyecto que se erigió como el ganador del certamen. Su propuesta transforma residuos en áridos artificiales para su utilización en hormigón sostenible. Entre sus principales características, este hormigón cuenta con una viabilidad técnica comprobada por el Instituto de Investigación y Ensayos de Materiales (IDIEM), garantiza el cumplimiento de la normativa vigente y puede aplicarse en diversas estructuras, alcanzado resistencias equivalentes a hormigones GN 25, GN 30 o GN 35.

Para Matías Contreras, gerente general de EcoAZA, filial de Aceros AZA, “el valor de este tipo de proyecto es poder dar a conocer la utilidad del acero verde, que es fabricado en nuestra planta de Aceros AZA, y así, visibilizar los atributos ambientales de los áridos artificiales que estamos produciendo en EcoAZA”.

El menor impacto ambiental que produciría el uso de este hormigón es uno de sus principales atractivos, pues se utiliza 30% de material reciclado para su fabricación, por lo que reduce su huella de carbono en una medida equivalente a la plantación de 10.000 árboles al año.

“La alianza que formamos con las empresas Polpaico Soluciones, EcoAZA, Aceros AZA, SalfaCorp y Subcargo puso a disposición su experiencia, creatividad y conocimientos técnicos para resolver problemas complejos para la industria. Para eso, la colaboración fue clave, así como las instancias de aprendizaje y mentoría que la CChC y OpenBeauchef dispuso para nosotros que nos facilitó el camino”, señaló Mario Recabal, gerente corporativo de innovación en Polpaico Soluciones.

Desde SalfaCorp, Soledad Santelices, gerente de Sostenibilidad, afirmó que “participar en esta iniciativa fue una experiencia de mucho valor para SalfaCorp. Vemos grandes oportunidades en la economía circular y trabajar en conjunto, con un mismo propósito, nos llevó a impulsar un proyecto aterrizado y escalable con mucho potencial para enfrentar los desafíos de la industria”.

El reconocimiento otorgado en Edifica 2024 permitirá que el proyecto Mueve RCD avance a la fase piloto, financiada por la CChC, lo que constituye un hito en la transición hacia un futuro de construcción más circular y sostenible.

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Industrialización de la construcción en Chile: hablemos en serio

Por Ricardo Flores, gerente de desarrollo de IDIEM

En octubre se realizó la feria Edifica 2024, que reveló una realidad que demanda atención urgente: la industrialización de la construcción en Chile requiere un cambio profundo en su estrategia. Durante los tres días que duró la feria, el espacio estuvo repleto de proveedores nacionales e internacionales, incluyendo empresas chinas que ofrecieron soluciones industrializadas. Sin embargo, en esencia, casi todas estas soluciones son muy similares. Entonces, ¿qué estamos haciendo realmente?

Es hora de dejar de competir y comenzar a dejar de lado las rivalidades. La industrialización y el uso de plataformas digitales en la construcción son negocios que dependen del volumen para sobrevivir. Para lograr eficiencia, las industrias requieren escala. Y hoy, el mercado de la edificación en Chile opera en uno de sus niveles más bajos, amenazando la viabilidad de muchas empresas. 

Sin colaboración entre los actores nacionales, prefabricadores, industrializadores y empresas de aplicaciones digitales, nuestra industria está destinada al fracaso. La competencia real no está dentro de nuestras fronteras: la encontramos en los gigantes internacionales, que tienen la ventaja del volumen y la tecnología avanzada.

Un ejemplo claro es la inversión anunciada por Microsoft: 1,3 mil millones de dólares en investigación y desarrollo para los próximos tres años. ¿Cómo puede una empresa chilena competir contra algo así? Solo formando alianzas, fusiones o colaboraciones que nos permitan alcanzar la escala necesaria.

Existen muchos ejemplos de éxito en la unión empresarial. La marca de café colombiano Juan Valdez, que agrupa a miles de pequeños productores, supo competir globalmente al asociarse bajo una identidad común. Las cooperativas agrícolas y lecheras lo hicieron hace años en nuestro país, al igual que las ferreterías locales, que enfrentaron a gigantes internacionales como Home Depot al crear marcas unificadas como Construmart, MTS y Chilemat. Entendieron que el verdadero desafío no estaba en el competidor local, sino en los grandes actores globales, más eficientes y con acceso a tecnologías de punta.

Si no vemos pronto fusiones, adquisiciones o alianzas estratégicas, muchas empresas locales y sus ideas innovadoras desaparecerán. Necesitamos avanzar en la estandarización y en la trazabilidad de la información. Un sello país de construcción industrializada. 

Para lograr eficiencia y escala, las soluciones de diferentes empresas deben integrarse y ensamblarse como piezas de LEGO. En Idiem, creemos en la colaboración y, con nuestros laboratorios y profesionales, podemos contribuir a la trazabilidad y el cumplimiento de los estándares. Sin embargo, la alianza principal debe provenir de las propias industrias.

Mi invitación es a que la industria de la construcción en Chile tome una postura estratégica frente a la industrialización. Esto no se logrará con reuniones esporádicas entre amigos, sino con acciones concretas que emulen el éxito a través de la colaboración. La convicción y el alineamiento entre los actores importan más que la estrategia perfecta.