EN PRODUCTIVIDAD, LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN ESTÁ MUY AL DEBE

Pablo Ivelic, Gerente General Echeverría Izquierdo Ingeniería y Construcción S.A., dio una entrevista en la revista EMB Construcción.

Un tema que ha experimentado un creciente interés en el país es el de la construcción industrializada por las ventajas que posee, siendo ejemplo de ello la relevancia que le asigna el Programa Construye 2025. Pese al reconocimiento de las bondades de este sistema y de los logros alcanzados, existen aún muchos desafíos pendientes.

¿Qué importancia tiene hoy la construcción industrializada?

En términos de productividad, la industria de la construcción está muy al debe. Solo recordar que a nivel internacional, el crecimiento anual del sector ha aumentado solo en un 1% durante los últimos 20 años (fuente: Informe Productividad 2017, Mckinsey) y la productividad en Chile es la mitad que la que tienen países desarrollos como EEUU.

Es de suma importancia mejorar la productividad en nuestra industria y para ello es clave la industrialización. Debemos saber desacoplar de la mejor manera cada uno de los proyectos que enfrentamos y analizar cuáles piezas del rompecabezas se puede prefabricar fuera de la obra, para luego ensamblarlas de la mejora manera. Esta es una metodología que no se puede aplicar de un día para otro, sino que hay que ir adoptando conceptos de a poco, pero deben ser lo suficientemente disruptivos para poder hacer la diferencia; esta es la línea que hoy estamos siguiendo como Echeverría Izquierdo.

¿Cuáles son las principales ventajas de la construcción industrializada?

Son variadas las ventajas de la construcción industrializada: sacar una partida del terreno de la obra y llevarla a una fábrica lleva consigo prescindir del personal que hace esta partida. Esto, por un lado, disminuye el número de trabajadores en obra, lo que se traduce en menos exposición al riesgo de estos. Además, significa una disminución en la cantidad de supervisores a cargo de estos equipos, eficientando así la gestión de obra. Lo anterior no implica menos puestos de trabajo, sino que son los mismos que se desplazan a un ambiente seguro y controlado, abriendo la posibilidad de generar empleos más estables, duraderos e incluso con mejores condiciones contractuales.

¿Y en términos de control, calidad y velocidad en la obra?

Al ejecutar “faenas” fuera de obra, el control y la calidad se hacen más fáciles y óptimos. El producto terminado tiene mejor estándar y se evitan daños por la ejecución de otras partidas en la obra misma, evitando reparaciones extras y/o trabajo rehecho. A su vez, se es más eficiente con el uso de recursos y materiales, por tanto, los residuos generados son menores y de más fácil manejo. Al mismo tiempo, se aumenta la velocidad de la ejecución de la obra, con lo que se acortan los plazos, ahorrando gastos generales, entre otros, y adelantando fechas de ventas, arriendo o entrega, dependiendo del proyecto.

Ya van casi dos años en que, como Echeverría Izquierdo Edificaciones, en conjunto con nuestra inmobiliaria, hemos venido trabajando en innovación, proceso que hemos enfocado en la industrialización.

¿Podría citar algunos ejemplos de estas innovaciones?

Fruto de este trabajo son varios los proyectos que tenemos en nuestro portafolio de innovación. Algunos de estos, los hemos comenzado a materializar en el proyecto FLOW, situado en Vicuña Mackenna. Una experiencia que tenemos en desarrollo son los baños prefabricados, que a diferencia de otros de este tipo, nuestra propuesta es compatible con el moldaje monolítico. Este último es una metodología que hemos implementado en varios proyectos nuevos y nos ha ayudado a mejorar de manera considerable la productividad de nuestras obras.

En la misma línea de industrialización, hemos hecho un fuerte trabajo con la inmobiliaria en la optimización del diseño del proyecto, con respecto a muros y tabiquería, así como también en la optimización de puertas y muebles, entre otras partidas.

Lo anterior va en línea con un análisis de constructibilidad que aplicamos a todos los proyectos en los cuales podemos aportar como constructora en el diseño. Esto consiste en calcular un índice que hemos adecuado para los proyectos chilenos, y que nos entrega una evaluación de qué tan fácil de construir es el proyecto, lo que nos ayuda a identificar posibles optimizaciones. En resumen: sistematizamos un proceso para incluir nuestro know how constructivo en los proyectos y detectar oportunidades de innovación, lo que conlleva a hacerlos más eficientes. Esto último solo tiene un real impacto en los proyectos en los cuales nos involucramos en etapas tempranas de diseño, instancia para hacer cambios de alto impacto a un bajo costo relativo (Integrated Project Delivery o Desarrollo de proyecto Integrativo).

¿Es relevante avanzar en el tema de manufactura avanzada?

Es clave avanzar en esta línea, en la industria manufacturera ya se habla de una industrialización 4.0 y, en Chile, la industria de la construcción debe de estar en un 2.5 o menos. Nosotros sabemos que eso es el futuro y el que no se sume quedará fuera del mercado. El trabajo que hemos realizado hasta hoy va en línea con esto; tanto el foco de industrialización como el de productividad buscan acortar esta brecha y generar la revolución que nuestra industria necesita.

¿Cómo se maneja en Chile la gestión de residuos?

La construcción, comparada con otras industrias, está muy al debe en este aspecto: es sabido que los edificios usan cerca del 40% del material creado y por tanto se genera una gran cantidad de residuos. Esto, sumado a que en Chile tan solo se recicla un 10%, hace que el tema de la gestión de residuos sea muy importante. Un impacto directo de construcción industrializada es la optimización de los materiales usados. Al usar elementos prefabricados, los residuos que se llegan a generar en la fábrica son más fáciles de reciclar o reutilizar. A su vez, son menores los residuos generados en obra, que son los más difíciles de clasificar y, por tanto, reutilizar o reciclar. Sobre estos últimos, en obras donde hemos implementado procesos industrializados, hemos logrado rebajarlos a 0,1 m2 de escombro por metro cuadrado construido, lo que se asemeja a los estándares internacionales, pero que está muy por sobre el nacional, que bordea los 0,4m2/m2.

¿De qué modo impacta la eficiencia energética en sus proyectos?

Claramente los edificios tienen gran impacto en temas energéticos: la correcta ejecución y calidad de lo que se construye es clave para minimizar los puentes térmicos que se pueden generar en la envolvente de un edificio. El mandante, a través de su arquitecto, puede especificar las mejores soluciones térmicas para la envolvente de un edificio habitacional, pero si no se ejecuta bien, es plata botada a la basura. Como Echeverría, la calidad del producto que le entregamos a nuestros clientes es muy importante, por lo que siempre ha sido un aspecto en el que tenemos especial cuidado y mucho que aportar. Pero también la prefabricación ayuda en esta línea, a través del alto control de calidad con que se construye los elementos.

Por último, en los últimos años hemos incorporado la figura del experto en instalaciones, que apoya en asegurar un buen desempeño de todas las instalaciones los edificios, incluyendo especialidades como las de climatización y eléctricas. Además, recomienda mejoras para optimizar los proyectos. Un ejemplo de esto último fue la recomendación de utilizar el calor que se obtiene de los equipos de aire acondicionado para poder precalentar el agua caliente que se requiere en un edificio.

http://www.emb.cl/construccion/articulo.mvc?xid=3970&srch=ivelic&act=4&tip=5

OCDE ENTREGA EVALUACIÓN SOBRE POLÍTICA DE TRANSFORMACIÓN PRODUCTIVA EN CHILE

  • La evaluación realizada por la OCDE compara la experiencia de Chile con aquellos países como Suecia, Alemania e Italia y enfatiza las brechas que persisten en áreas como la innovación y el conocimiento.
  • La presentación y entrega del documento se realizó en el marco del “Segundo Encuentro: Confianza, Crecimiento y Desarrollo Productivo Sostenible”, organizado por Corfo, Direcon del Ministerio de Relaciones Exteriores y CPC.

Con la presencia de destacados representantes del mundo público y privado, OCDE hizo entrega del documento “Revisión de Políticas de Transformación Productiva de Chile” en el que realiza un análisis detallado sobre la agenda de desarrollo productivo de Corfo y expone cómo los actuales cambios globales y tecnológicos ofrecen al país nuevas oportunidades para la transformación económica del país.

El estudio evalúa la gobernanza, las políticas, los instrumentos, y las nuevas formas de diálogo público-privado, que se han expresado, entre otras acciones, en los Programas Estratégicos de Especialización Inteligente, impulsados por Corfo.

Los resultados de la revisión de la política fueron presentados por Mario Pezzini, Director del Development Centre OCDE, y completados en un panel que incluyó a Mario Cimoli, Director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL, y Eduardo Bitran, Vicepresidente Ejecutivo de Corfo.  Según explicaron, el informe recomienda a Chile avanzar hacia una actualización del modelo para continuar su desarrollo hacia la diversificación y sofisticación productiva.

El documento señala que la minería seguirá siendo un factor clave de crecimiento en el futuro, pero debe generar un cambio.  “En Suecia, los servicios de ingeniería y de manufactura contribuyen, respectivamente, al 30% y al 10% del valor agregado de las exportaciones mineras, mientras que en Chile, están bajo el 21% y 7%, respectivamente. Adicionalmente, el sector enfrenta límites en términos de su capacidad futura para generar empleos dado el movimiento hacia la minería automatizada”.   El estudio asegura además, que el sector deberá abordar su creciente intensidad de consumo energético: representó el 20% del consumo total de energía doméstica en Chile en 2015, un 7% más alto que en 2000.

 Asociado a este desafío para la minería, está el vigoroso despliegue de la industria solar. Al respecto, el documento señala que, si bien las condiciones para el desarrollo de una industria de gran escala están dadas en nuestro país, es necesario abordar tempranamente los desafíos tecnológicos vinculados a la adecuación de las actuales soluciones de alta radiación del Norte de Chile. Esto, junto con aprovechar las oportunidades en materia de innovación e integración tecnológica.

En relación a la innovación, destaca la baja inversión del sector público y privado.  “Las empresas chilenas invierten poco en innovación. Con un gasto aproximado de USD 1,2 mil millones de dólares en investigación y desarrollo (0.39% del PIB), Chile tiene uno de las intensidades de I + D más bajas de todos los países de la OCDE. Por otra parte, la contribución del sector privado – 33% del gasto total en I + D- es significativamente inferior a los países OCDE, cuyo promedio es de alrededor del 68%”.

Otra de las conclusiones relevantes abordadas por el estudio, es la baja especialización y preparación de los chilenos en áreas relevantes para la competitividad del país.  Se enfatiza que solo el 3% de los graduados lo ha hecho en el área TIC, mientras que el 1% en ciencias naturales, matemáticas y estadística. Es decir, la más baja participación de todos los países de la OCDE.

“Esta brecha dificulta la capacidad de conectarse a sistemas globales de producción, que estarán cada vez más dominados por la digitalización, las nuevas tecnologías, y la innovación en áreas estratégicas para el país”, señala el estudio.

Además, asegura que “el modelo chileno requiere una “actualización” para seguir teniendo éxito: se necesita un pacto renovado entre el gobierno, las empresas, la academia y la sociedad para permitir que Chile avance”.

En la misma línea Marcos Brito, gerente de Construye2025, sostiene que el Programa es una respuesta para el progreso del país en el ámbito de la construcción: “Este programa ha logrado gestionar -entre otros- el desarrollo de Centros Tecnológicos que habiliten la inversión pública y privada para el desarrollo de investigación, desarrollo de nuevas soluciones constructivas y la innovación necesaria para lograr productos de alto valor agregado y con un alto grado de diferenciación. Asimismo, nos estamos enfocando en el desarrollo de iniciativas que ayuden a lograr un capital humano más especializado, a todo nivel, que permita a su vez la industrialización de los procesos productivos en la edificación. Debemos lograr que éste y los demás sectores se concentren en mejorar su productividad y, con ello, la competitividad del País”.

 

Política de Transformación Productiva

En  2014, el Gobierno de Chile hizo pública la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento, a fin de sentar las bases de un desarrollo y crecimiento sostenible, por medio de mejoras de productividad, diversificación económica y desarrollo tecnológico, impulsando, en particular, sectores y actividades económicas con alto potencial de crecimiento y ventajas comparativas a nivel mundial.

Como parte de esta política se pusieron en marcha los Programas Estratégicos de Especialización Inteligente (PEEI), “Transforma”, que tienen el objetivo de contribuir a mejorar la competitividad en ámbitos donde existe alto potencial de generación de valor o crecimiento, mediante un proceso de diálogo y coordinación, que busca identificar brechas y oportunidades, tanto a nivel productivo como tecnológico, que estén limitando el crecimiento.

El propósito final de estas iniciativas es lograr pasar de una economía basada en los recursos naturales a una basada en el conocimiento, donde las actividades económicas sean capaces de producir nuevos bienes y servicios, favoreciendo el desarrollo industrial y la generación de polos de innovación y emprendimiento regionales.

En este marco, los Programas Estratégicos Transforma se han focalizado en el impulso de actividades económicas con alto potencial de crecimiento como son la industria de alimentos, construcción, minería, turismo, acuicultura y pesca, economía creativa, logística, energía solar y transformación digital.