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Construcción sostenible: el rol clave de la capacitación y certificación en economía circular

Fecha: 25/06/2025

Durante el webinar organizado por Reduciclo en colaboración con Construye2025, se presentaron herramientas formativas y de certificación para trabajadores del sector, con énfasis en los perfiles de Capataz y Bodeguero. La instancia reunió a actores clave del ecosistema para impulsar la sostenibilidad desde la obra.


El 12 de junio se realizó el webinar “Capacítate y certifícate en economía circular”, organizado por Reduciclo en colaboración con Construye2025, y con el apoyo del Centro SIMOC, y el Organismo Sectorial de Competencias Laborales (OSCL) de la Cámara Chilena de la Construcción, en el que se presentaron avances en formación y certificación de competencias laborales clave para la economía circular en la construcción.

La instancia fue moderada por Marcos Brito, gerente de Construye2025, y contó con el patrocinio de la Red de Economía Circular en Construcción (Red ECC).

La encargada de abrir la jornada fue Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, presentando la actualización de los perfiles ocupacionales de Jornal Ambiental, Capataz y Encargado de Bodega. Este proyecto fue desarrollado en 2022 en el marco de la 12a convocatoria de ChileValora, contó con co-financiamiento privado por parte de las constructoras AXIS Desarrollos Constructivos, Suksa y Viconsa, para su desarrollo se realizaron mesas de trabajos y entrevistas donde participaron representantes de la academia. 

Posteriormente, el OSL incorporó las unidades de competencia laborales (UCL) de los perfiles, respecto a la jerarquía de gestión de residuos, normativa ambiental e implementación de procedimientos y planes de gestión a los perfiles existentes, los que están validados y publicados en la plataforma de ChileValora

Las UCL son estándares que describen los conocimientos, habilidades y aptitudes que un individuo debe demostrar para realizar una función específica en el trabajo, incluyendo los criterios para evaluar su desempeño. Conforman la base del Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales y permiten reconocer formalmente las capacidades de los trabajadores, independientemente de cómo las hayan adquirido

Alejandra Tapia subrayó que esta iniciativa nace de un esfuerzo público-privado que busca mejorar la productividad y sostenibilidad del sector, considerando que Chile genera más residuos de construcción que países europeos y que estos afectan desproporcionadamente a comunas más vulnerables. Además, enfatizó que este enfoque busca no sólo eficiencia, sino también equidad territorial y valor compartido.

Luego, Matías Donoso, presidente del Organismo de Competencias Laborales (OSCL) del sector Construcción y subgerente de Formación de Capital Humano en la Cámara Chilena de la Construcción, explicó cómo estas competencias se insertan en el Marco de Cualificaciones del sector, detallando los cinco niveles de este sistema –desde jornal hasta jefe de obra– y cómo permite diseñar trayectorias formativas claras y pertinentes. 

También destacó el nuevo marco legal que permite a las empresas financiar procesos de certificación a través de la franquicia SENCE, eliminando barreras económicas para su implementación y abordó la relevancia de profesionalizar oficios y contar con instrumentos validados para mejorar la calidad, reducir accidentes y facilitar la contratación.

Por su parte, Felipe Frías, gerente general del Centro SIMOC, compartió la experiencia de su institución, que ha realizado más de 12 mil certificaciones en construcción, detallando cómo es el proceso de evaluación –teórico y práctico, en terreno– y los beneficios concretos que representa para empresas y trabajadores. Anunció, además, la alianza estratégica con Reduciclo para certificar a los perfiles de Capataz y Bodeguero con competencias en economía circular, destacando que hoy la certificación es también un diferenciador en licitaciones públicas y privadas.

Y para finalizar, Lucas Bracho, director y cofundador de Reduciclo, presentó el curso SENCE de economía circular desarrollado junto a la Escuela Tecnológica de la Construcción. Este programa incluye cinco módulos que abordan desde comunicación efectiva con equipos de obra hasta estrategias para reducir residuos desde el diseño y planificación. A través de ejemplos en terreno, mostró cómo la pérdida de materiales nuevos por mala gestión es una realidad frecuente pero evitable. Su presentación recalcó que la clave está en prevenir, reutilizar y medir desde la fuente, más que depender solo del reciclaje externo.

El webinar tuvo dos paneles de preguntas que permitieron profundizar en los beneficios concretos de la certificación: mejora de procesos, reducción de riesgos, aumento en la empleabilidad y alineamiento con acciones relacionadas a la sostenibilidad corporativa y ESG. 

Todos los expositores coincidieron en que la economía circular no es una tendencia, sino un cambio estructural que trae consigo muchos beneficios para el sector. En tanto, Construye2025 reafirmó su compromiso como articulador, promoviendo la adopción de estas herramientas a nivel nacional para avanzar hacia una construcción más eficiente, sostenible y equitativa. 

Para más información de los cursos, ingresar aquí: https://reduciclo.cl/contacto

El webinar está disponible aquí:

 

Webinar Capacítate y Certíficate en Economía Circular

Fecha: 12/06/2025

Realizado el 12 de junio de 2025

Diez años de transformación: el rol de la academia en una construcción más productiva y sustentable

Fecha: 28/05/2025

Por Felipe Ossio, director Escuela de Construcción Civil UC

Hace una década, hablar de sostenibilidad, industrialización o economía circular en la construcción era incipiente. Hoy, estos conceptos se han instalado como ejes estratégicos que transforman no solo la forma en que construimos, sino también cómo formamos a quienes lideran esta industria. En este proceso, Construye2025 ha sido un catalizador clave, articulando una visión de largo plazo que une al sector público, privado y académico en torno a una meta común: una construcción más productiva, sustentable y centrada en el bienestar de las personas.

Desde la academia, hemos respondido a este llamado. En la Escuela de Construcción Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile, hemos reformulado nuestro plan de estudios para que nuestros egresados no solo sean líderes en gestión de proyectos, sino también agentes activos en los procesos de cambio que exige el sector. Nuestros estudiantes aprenden hoy sobre construcción circular, carbono incorporado, metodologías BIM, industrialización, gestión integrada de proyectos, liderazgo con propósito y ética profesional. Porque formar profesionales competentes ya no es suficiente: debemos formar ciudadanos comprometidos.

Pero la transformación no termina en el pregrado. La educación continua es hoy una herramienta estratégica para el desarrollo del capital humano en la industria. Las empresas enfrentan nuevos desafíos tecnológicos, regulatorios y ambientales que requieren profesionales actualizados, con competencias que van más allá de su formación inicial. La academia debe asumir un rol más activo en esta actualización permanente, abriendo espacios de formación flexibles, pertinentes y vinculados con la realidad del sector. Esa ha sido también nuestra apuesta desde DECON UC.

La colaboración intersectorial ha sido esencial. Gracias al trabajo conjunto con Corfo, ANID, ministerios sectoriales, la Cámara Chilena de la Construcción y actores sociales, hemos logrado identificar brechas, pilotar soluciones, y conectar nuestras capacidades con los desafíos del país. La academia ya no es solo observadora: participa activamente en la creación de políticas públicas, en el desarrollo de proyectos innovadores y en el fortalecimiento de una cultura de productividad y sostenibilidad.

En estos diez años, Construye2025 ha generado algo fundamental: un lenguaje común para transformar colectivamente. Y ese lenguaje ha permeado también nuestras aulas, laboratorios y programas. Hoy más que nunca, necesitamos fortalecer este ecosistema de colaboración. Porque formar profesionales competentes ya no basta. Debemos formar líderes comprometidos, capaces de construir un país más justo, más resiliente y más humano.

La transformación del sector construcción será necesariamente intersectorial, pero también será educativa. Y ahí, la academia tiene una responsabilidad ineludible: liderar el cambio desde la formación, la investigación y el vínculo con la sociedad.

La ciudad limpia comienza con una construcción circular

Fecha: 05/05/2025

Mauricio Fabry, jefe de la División de Planificación y Desarrollo Regional del Gobierno de Santiago, destaca la urgencia de enfrentar los vertederos ilegales y proyectar una ciudad resiliente, innovadora y sostenible, con la economía circular como eje estratégico.

“El principal desafío es que podamos tener una ciudad y una región limpia, que podamos eliminar los vertederos ilegales”, afirma con convicción, Mauricio Fabry, jefe de la División de Planificación y Desarrollo Regional del Gobierno de Santiago. Desde su rol, no duda en identificar la economía circular como una herramienta fundamental para lograrlo. Y es que, en la actualidad, más del 80% de los residuos depositados en vertederos ilegales provienen de la construcción y demolición.

La magnitud del problema es alarmante. En la región Metropolitana existen 123 vertederos ilegales identificados, de los cuales 56 están activos. “Todos los días reciben residuos”, subraya Fabry. Sin embargo, también destaca avances concretos: “Hemos logrado la eliminación de al menos seis grandes vertederos ilegales de más de una hectárea, gracias al trabajo de mesas intersectoriales”.

Este desafío estructural requiere más que fiscalización o limpieza. Según Fabry, la solución de fondo es cortar con la generación descontrolada de residuos e incorporar estos materiales al ciclo productivo. “Estos residuos no solamente no deben llegar a los vertederos ilegales, sino que además pueden ser insumos, materias primas que permitan mejorar la industria de la construcción”, propone.

Con ello, a su juicio, es posible fomentar la productividad con negocios que sean nuevos y verdes, que permitan, por ejemplo, “constituir distintos tipos de áridos a través de los residuos de la demolición, que podamos hacer un reuso de distintos elementos e insumos de la construcción y que, por lo tanto, podamos abrir también nuevas posibilidades de negocios”, plantea.

La región Metropolitana, con sus más de 15 mil km² y múltiples vocaciones —agrícola, industrial, minera, comercial y tecnológica— ofrece una oportunidad única para aplicar un modelo territorial circular. Fabry lo resume así: “Necesitamos avanzar en modelos territoriales para que estas vocaciones productivas tengan una mirada circular y generen nuevos negocios y trabajos verdes”.

En esa línea, el Gobierno de Santiago ha impulsado iniciativas como Santiago Circular, que ya ha apoyado a pequeñas y medianas empresas en su transición hacia la circularidad. También destaca la Plataforma de Industria Circular (PIC), una suerte de “match empresarial” que conecta residuos de una industria con las necesidades de otra, generando nuevas cadenas de valor.

Pero para que estas acciones escalen, se requiere gobernanza efectiva. Fabry lo tiene claro: “Siempre hablamos de una mesa de cuatro patas: el mundo público (en todos sus niveles), la academia, las organizaciones sociales y el sector privado”. Este modelo de trabajo, dice, permite avanzar con evidencia, colaboración y visión estratégica, como la que entrega la Estrategia Regional de Desarrollo.

En el marco de la Red de Economía Circular de la Construcción, el Gobierno de Santiago se posiciona como un aliado estratégico. “Nos anima promover una construcción circular, la generación de empleos verdes y, sobre todo, aportar a la valorización de los residuos de la construcción y demolición”, reafirma Fabry.

“Queremos avanzar hacia una ciudad y una región resiliente, capaces de resistir los embates del cambio climático y reconvertirse con innovación, sobre todo en contextos como el actual de la guerra de aranceles de Estados Unidos,”, concluye. En ese horizonte, el desarrollo sostenible no es una opción, sino una necesidad que se construye —literalmente— desde los escombros.

 

Red de Economía Circular de la Construcción: así avanza el modelo que busca transformar el sector

Fecha: 05/05/2025

Desde su exitoso lanzamiento en diciembre, la Red ECC ha movilizado a actores públicos y privados en torno a un objetivo común: impulsar una industria más sostenible mediante la valorización de residuos, la innovación y la inversión circular.

El martes 17 de diciembre de 2024, en el histórico Palacio Pereira, se dio el puntapié inicial a una de las iniciativas más ambiciosas para la transformación sostenible del sector construcción en Chile: la Red de Economía Circular de la Construcción (Red ECC). Financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y liderado por una alianza público-privada conformada por Corfo, Construye2025, el Gobierno de Santiago, la CDT y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el proyecto fue seleccionado entre 162 propuestas de toda América Latina y el Caribe y tendrá una duración de 24 meses.

“El 1% de los productos en América Latina y el Caribe se reciclan o reutilizan. Esta red trabaja en los componentes habilitantes para quebrar ese paradigma”, señaló Florencia Attademo-Hirt, representante del BID en Chile. Y ese quiebre ya comenzó a tomar forma.

El modelo de la Red ECC propone articular la valorización de residuos, la simbiosis industrial y la inversión verde a través de cinco componentes clave: gobernanza territorial, gestión de oferta y demanda de recursos, inversión y operación, innovación circular y medidas habilitantes.

Un esfuerzo colectivo con impacto estructural

Durante el lanzamiento, diversas autoridades coincidieron en que la articulación público-privada es esencial para el éxito del proyecto. “Cada uno de los actores no puede trabajar en forma aislada. Esta red es un espacio de coordinación clave”, afirmó José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo. Para Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025 en ese momento (hoy Past President), la Red ECC permitirá “transformar la gran cantidad de residuos en recursos que aporten a la sostenibilidad del país a mediano y largo plazo”.

El proyecto también enfrenta uno de los principales dolores de la Región Metropolitana: los vertederos ilegales. El jefe del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Santiago, Mauricio Fabry, destacó que existen más de 50 vertederos de más de una hectárea y que el 80% de los residuos provienen del sector construcción y demolición. “Hemos cerrado seis de ellos, pero no basta con eso: queremos valorizar estos residuos”, recalcó.

Avanzando en la implementación: gobernanza y actores clave

Como parte del primer componente del proyecto, el 15 de enero se realizó un taller estratégico para consolidar la gobernanza territorial. En esta actividad, participaron representantes de toda la cadena de valor de la construcción, la academia, el sector financiero y organizaciones de la sociedad civil. “Es muy importante incluir actores más allá de la construcción: innovación, finanzas sostenibles, startups, I+D”, enfatizó Alejandra Tapia, coordinadora de sustentabilidad de Construye2025.

Durante el taller, se presentó el mapa de actores, priorizando 40 de los cerca de 500 identificados como relevantes, con miras a formar una red colaborativa sólida y estratégica. Asimismo, se identificaron nuevos aliados clave y se reforzó la necesidad de integrar al sector financiero y asociaciones internacionales en los procesos decisionales.

De esta manera, se dio paso al proceso de conformación de gobernanza. Este trabajo fue revisado en un “Taller de Conformación de Gobernanza Territorial y Validación de Protocolo de Funcionamiento”, desarrollado el 2 de abril, en el que participaron representantes de los sectores público y privado (ver nota).

Lo que viene

El plan de acción contempla nuevos encuentros, el diseño formal del modelo de gobernanza y la ejecución de proyectos piloto para habilitar la valorización de RCD en la Región Metropolitana. La meta: validar e implementar este modelo territorial en la RM y promover su escalabilidad a nivel nacional y/o internacional.

En las etapas siguientes se verán los modelos de gestión de oferta y demanda e inversión y operación, el plan de acción para la innovación circular, medidas de propuestas habilitantes para finalizar con hitos de difusión.

La Red ECC se proyecta como una iniciativa replicable que puede cambiar las reglas del juego en la industria de la construcción, posicionando a Chile como referente regional en economía circular aplicada al territorio y a la infraestructura.

De la reutilización de pavimentos a CES Aeropuertos: el sólido camino hacia la sustentabilidad de la Dirección de Aeropuertos

Fecha: 30/04/2025

En menos de una década, la Dirección de Aeropuertos del MOP pasó de implementar técnicas de reutilización de pavimentos a liderar el desarrollo de infraestructura aeroportuaria sostenible, con técnicas avanzadas de economía circular, mediciones acústicas precisas y modelos energéticos adaptados a la operación aeroportuaria en sus nuevos proyectos.

La Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (DAP MOP) está cumpliendo una década desde la introducción de los primeros avances en términos de sustentabilidad. En 2016 se hicieron en el aeropuerto de Iquique las primeras pruebas para reutilizar los pavimentos, de manera que sirvieran como base de nuevas superficies estabilizadas con emulsión asfáltica. 

Los prometedores resultados de esta iniciativa pionera en economía circular derivaron en la elaboración en 2019 de la Especificación Técnica General DAP N° 47: Producción de base reciclada en frío y estabilizada con emulsión asfáltica in situ. En 2020, se concretó la primera obra bajo esta técnica, en el marco de la conservación mayor del aeródromo Tobalaba. Posteriormente, se ha aplicado en los aeropuertos de Isla de Pascua, Valdivia, Iquique y Arica, entre otros.

Gracias a innovadoras técnicas de estabilización de capas asfálticas removidas se ha conseguido reutilizar hasta un 85% del material, evitando su disposición en vertederos y reduciendo en un 31% la necesidad de nuevos áridos​. El uso de estabilizadores químicos permitió, además, mejorar el desempeño técnico de las reasignaciones de material.

Esta visión pionera sentó las bases de un cambio cultural profundo que apunta a iniciativas aún más ambiciosas. Actualmente, la Dirección de Aeropuertos lidera el desarrollo de la versión CES Aeropuertos, una adaptación de la Certificación de Edificio Sustentable específicamente para diseñar nuevos terminales aéreos​.

Desde 2023, se han realizado visitas técnicas a distintos aeródromos de Chile, como Balmaceda, Coyhaique y Puerto Aysén​, para levantar información crítica sobre su operación en diversos climas. Esta nueva certificación, que actualmente se está calibrando en algunos proyectos, se construye sobre tres pilares técnicos principales​:

  • Gestión eficiente del agua: se implementan estrategias como la captación y uso de aguas lluvias y la reutilización de aguas grises para procesos como el lavado de pistas y aeronaves, adaptadas según el clima de cada recinto.
  • Optimización acústica: mediciones específicas de ruido de aeronaves (comerciales, privadas, militares y helicópteros) han permitido caracterizar los recintos considerando la simultaneidad de operaciones para proponer soluciones de mitigación específicas​.
  • Eficiencia energética: los modelos de simulación incorporan el crecimiento proyectado de usuarios a través del criterio “Hora 40”, diseñando infraestructuras capaces de mantener su desempeño bajo escenarios de alta demanda​.

El avance hacia la sustentabilidad ha sido sistemático y estratégico. En 2024, se registraron hitos emblemáticos: el Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, en la Antártica, ingresó como el primer piloto de la versión CES Aeropuertos​; y se consolidó la colaboración entre la DAP MOP, entidades públicas, privadas y académicas, en comités consultivos para integrar temas como huella de carbono, infraestructura verde y la economía circular en el diseño y operación de aeropuertos​.

“Estamos integrando nuevas soluciones para medir y mejorar la sostenibilidad en toda la infraestructura aeroportuaria del país”, destacó Evelyn Reid, jefa de Edificación y Planes Maestros de la DAP​.

Con estos avances, Chile se posiciona como líder en infraestructura aeroportuaria sostenible en América Latina​, demostrando que la innovación técnica puede ser el motor de un cambio real y duradero.

Ficha Técnica

Sustentabilidad en Infraestructura Aeroportuaria – Dirección de Aeropuertos MOP

Inicios (2020)

Reutilización de pavimentos en aeropuertos de Iquique y Arica​

  • % de material reutilizado: 85%
  • Reducción en uso de áridos nuevos: 31%
  • Técnica: Remoción de carpeta asfáltica, estabilización química y reaplicación en zonas de seguridad (RESA).
  • Resultados: Mayor resistencia estructural; deformación reducida a la mitad respecto a técnicas tradicionales.

Actualidad (2023-2025)

Desarrollo de la Certificación CES Aeropuertos​​

Ámbitos Técnicos Incorporados:

  • Agua: Captura y reutilización de aguas lluvias y uso de aguas grises para sanitarios y lavado de pistas/aeronaves.
  • Acústica: Medición de ruido terrestre y aéreo por tipo de aeronave, y Consideración de “simultaneidad de ruidos” por múltiples operaciones simultáneas. Propuesta de mitigación diferenciada entre lado tierra y lado aire.
  • Energía: Simulaciones energéticas específicas para cada escala y clima. Cálculo de cargas basado en criterio “Hora 40” para proyección de demanda máxima de usuarios​.

Proyectos piloto en ejecución:

Nuevos enfoques: NetZero carbono, infraestructura verde y azul, electromovilidad​​.

Socios Estratégicos:

Una década construyendo futuro: avances y desafíos en sustentabilidad y economía circular en la construcción

Fecha: 30/04/2025

Por Alejandra Tapia Soto, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025

Hace una década, hablar de sustentabilidad en la construcción se enmarcaba para muchos, en temáticas como eficiencia energética y energías renovables. Hoy, existe una mirada más amplia e integral, y un llamado a la urgencia para establecer acciones ante el cambio climático y el agotamiento de los recursos. En estos 10 años, desde Construye2025 hemos trabajado para transformar esa visión en acciones concretas, catalizando cambios profundos en cómo planificamos, diseñamos, construimos, usamos y gestionamos nuestras edificaciones e infraestructuras, en todo su ciclo de vida.

En 2015 iniciamos un camino que parecía ambicioso: avanzar hacia una industria de la construcción más productiva, sustentable y competitiva. Desde entonces, hemos sido testigos —y protagonistas— de una evolución significativa que ha involucrado a todos los actores del ecosistema: sector público, empresas, academia, gremios y centros de investigación.

Uno de los hitos más relevantes fue la elaboración de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, fruto del trabajo colaborativo intersectorial, liderado por actores del sector público, orquestado por el programa, y con una importante participación del sector privado y la academia. Este instrumento pionero trazó un camino hacia la economía circular en la construcción y hoy también es un referente para América Latina y el Caribe

Este documento no sólo nos ha orientado técnicamente, sino que ha sido clave para incidir en políticas públicas, el fomento a la innovación, las regulaciones, y a trabajar en colaboración con un horizonte en común. Tal vez ese ha sido mayor valor, y que a pesar de las diferencias, hemos sido capaces de avanzar por el bien común, hacia una construcción más sostenible, contribuyendo a un cambio de paradigma, de empresas centradas en la maximización de utilidades, a empresas que trabajan por un propósito que incorpora la sostenibilidad mediante la inclusión de aspectos ambientales y sociales en el corazón de su negocio.

Durante estos años, también hemos impulsado pilotos, estudios y herramientas que hoy son referentes para quienes quieren construir de manera distinta. Hemos acompañado procesos de innovación con enfoque sustentable, promoviendo el uso eficiente y responsable de los recursos, apoyando también la formación de trabajadores, técnicos y profesionales que entienden la construcción desde una lógica de ciclo de vida.

Pero nada de esto hubiera sido posible sin la colaboración. La gobernanza público-privada de Construye2025 ha demostrado ser un modelo eficaz para articular voluntades, visiones y capacidades. Esta alianza ha sido fundamental para acelerar procesos, compartir aprendizajes y escalar buenas prácticas.

Sabemos que aún quedan desafíos importantes como incorporar en un sentido más amplio la sostenibilidad, apoyando a las empresas con los desafíos que existen en una sociedad compleja. Para eso, necesitamos seguir fortaleciendo estrategias, la política pública, la inversión y la formación técnica en todos los niveles.

El futuro de la construcción no se puede pensar sin sostenibilidad, sin las personas y su talento, ya que las personas son el alma de las entidades. Por eso, esta década ha sido solo el comienzo. 

Finalmente, agradecemos a todos quienes han trabajado en forma colaborativa y que están convencidos de tomar esta oportunidad única de avanzar hacia un modelo de desarrollo que ponga en el centro a las personas, al territorio y al planeta

Con proyectos de innovación, digitalización, eficiencia hídrica y economía circular, la CChC Valparaíso consolida liderazgo en construcción sostenible

Fecha: 07/03/2025

Iniciativas del gremio han fortalecido la innovación y productividad de las empresas socias y la sostenibilidad de la industria en la región. Además, se consolidó un modelo de colaboración público-privada, que se materializa en la creación del Consejo Regional de Sostenibilidad e Innovación (CORSI).

Durante 2024 la Cámara Chilena de la Construcción Valparaíso consolidó su liderazgo en innovación y sostenibilidad, impulsando iniciativas estratégicas que fortalecen el desarrollo empresarial de los profesionales y empresas socias y su aporte a la construcción sostenible.

A través de proyectos en economía circular, eficiencia hídrica, digitalización y transferencia tecnológica, el gremio constructor regional contribuyó al logro de una industria más eficiente, productiva y ambientalmente responsable .

Uno de los hitos más relevantes fue la cristalización del Acuerdo de Producción Limpia (APL) en Construcción Región de Valparaíso, el primero en su tipo en Chile con un enfoque en economía circular.

Gracias a esta iniciativa, 13 empresas regionales (10 de ellas sociales de la CChC) obtuvieron certificaciones ambientales tras implementar estrategias de reducción y reutilización de residuos.

En total, el APL permitió evitar la emisión de 10 mil toneladas de CO₂ y reducir en un 48% la generación de desechos de construcción, estableciendo un nuevo estándar en sustentabilidad para la industria regional.

Otra iniciativa clave fue la presentación del estudio “Soluciones Basadas en la Naturaleza para la Gestión Eficiente de Recursos Hídricos”, desarrollado por el Grupo de Trabajo Eficiencia Hídrica de la CChC regional en conjunto con la consultora Patagua.

Este trabajo ofrece soluciones y estrategias concretas para optimizar el uso del agua en la construcción y en el desarrollo de viviendas e infraestructura, permitiendo enfrentar los desafíos del cambio climático con soluciones sostenibles. (Descarga estudio)

La investigación, expuesta en la conferencia “Construcción y Eficiencia Hídrica en la Región de Valparaíso, reunió a expertos del sector, autoridades y representantes de la comunidad, y destacó casos concretos de aplicación en proyectos piloto como el Parque Yungay en San Felipe , un conjunto habitacional en Puchuncaví y la ampliación del Aeropuerto de Viña del Mar. (revisa video)

En materia de transferencia tecnológica, la CChC Valparaíso, en conjunto con ASIVA y la CRCP) organizó Transfiere Región 2024, el evento más relevante del sector en esta área, que congregó en dos jornadas dedicadas a los temas productividad y sostenibilidad ambiental, a más de 300 asistentes del ámbito privado y académico. A través de exposiciones, conversatorios, casos de éxito y muestra de proyectos, se promovió la colaboración multisectorial y la búsqueda de soluciones innovadoras para la industria .

Finalmente, la digitalización y la adopción de nuevas metodologías en el desarrollo de la construcción fueron abordadas con el Diplomado en Modelado y Revisión de Proyectos BIM, en alianza con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. 44 socios y socias se capacitaron en esta metodología, clave para la eficiencia energética, la reducción de costos y la disminución de la huella de carbono en la construcción.

MODELO DE GOBERNANZA PARA LA SOSTENIBILIDAD

El impacto de estos proyectos y la creciente necesidad de fortalecer la coordinación entre actores públicos y privados, llevó a los actores a la creación la Comisión de Implementación de Construcción Sostenible (CICS), liderada por la CChC Valparaíso.

Con el propósito de posicionar a la Región de Valparaíso como un referente en construcción sostenible e innovación, esta instancia, integrada junto a las Seremis de MINVU, MOP, Ciencia y Tecnología, SERVIU, CORFO y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, reunió el 30 de enero pasado a autoridades y actores clave para fortalecer la colaboración intersectorial y avanzar en la creación del Consejo Regional de Sostenibilidad e Innovación (CORSI), liderados por el gobernador regional Rodrigo Mundaca.

De esta manera, se fortalecerá un espacio de articulación estratégica para impulsar iniciativas con impacto social, ambiental y económico en la región, abordando desafíos críticos como la eficiencia hídrica, la gestión de residuos en la construcción, la economía circular y la digitalización .

Fernando Bustamante, presidente de la CChC Valparaíso, destacó la relevancia de esta instancia: “Consolida un trabajo colaborativo entre el sector público, privado y la academia, uniendo esfuerzos en sostenibilidad, productividad e innovación. Celebramos la posibilidad de generar esta gobernanza con el propósito de alcanzar acuerdos, acciones concretas y proyectos piloto que permitirán medir cómo la industria de la construcción puede reducir su huella de carbono y avanzar hacia una actividad más amigable con el medioambiente”.

Con estas iniciativas, la CChC Valparaíso reafirma su compromiso con la innovación, la sostenibilidad y el desarrollo del sector, impulsando proyectos que no solo fortalecen la competitividad de la industria, sino que también aportan al bienestar y calidad de las personas y al progreso de la región.

*”El Acuerdo de Producción Limpia marca un avance clave hacia una construcción más sustentable, reduciendo el impacto ambiental y aumentando la productividad de nuestras empresas. A esto se suma el estudio sobre eficiencia hídrica, que entrega herramientas concretas para optimizar el uso del agua y enfrentar la escasez hídrica con soluciones sostenibles. Además, iniciativas como Transfiere Región, que fomentan la transferencia tecnológica y el Diplomado BIM, que prepara a los profesionales para liderar la digitalización del sector, reafirman nuestro compromiso con la transformación de la industria. Como gremio, seguimos impulsando proyectos que construyen un futuro más innovador, eficiente y responsable con la comunidad”, concluyó el directivo gremial.

 

 

Lanzamiento Red de Economía Circular de la Construcción #RedECC

Fecha: 28/01/2025

Realizado el 17 de diciembre de 2024

“Desmoldante R-I”: reutilización de envases e inclusión laboral para revolucionar la construcción

Fecha: 06/01/2025

La alianza Kyklos, Refill y Boetsch triunfó en el Reto de Economía Circular, gracias a una propuesta sostenible que reduce costos, optimiza procesos y fomenta la participación de personas con discapacidad en el mundo del trabajo.

En la última edición del Reto de Economía Circular (Reto EC), “Desmoldante R-I” obtuvo el máximo reconocimiento gracias a su novedoso enfoque que vincula la reformulación de un producto clave en la construcción con la reutilización de envases y la inclusión de personas con discapacidad. La propuesta aborda de manera integral los desafíos ambientales y sociales de la industria al reducir la dependencia de insumos contaminantes y ofrecer oportunidades laborales protegidas en el proceso de producción.

El proyecto se originó al constatar que numerosas constructoras emplean tambores de 200 kilos con desmoldantes a base de petróleo, cuyo almacenaje y manipulación resultan costosos. Al traspasar el producto a envases más pequeños, este se seca con rapidez y provoca mermas, elevando aún más los gastos. “Muchos no toman en cuenta el ‘costo sombra’ de estos tambores, que puede llegar a duplicar el valor real del producto, pues obliga a disponer de bodegas especializadas y genera pérdidas considerables en el proceso”, señaló Antonio Irarrázaval, representante de la alianza Kyklos, Refill y Boetsch encargada de este producto.

Para abordar ese problema, el proyecto “Desmoldante R-I” optó por envases de 20 litros reutilizables facilitando así su manipulación y reduciendo el volumen de residuos. Dichos recipientes pueden ser rellenados más de 10 veces evitando un alto porcentaje de envases que antes terminaban en vertederos o bodegas. Así resulta “un formato más liviano y libre de peligrosidad hace la diferencia en obra; eliminamos gastos extras y minimizamos los riesgos de inflamación”, puntualizó el integrante de Kyklos, Refill y Boetsch, añadiendo que la adopción de esta nueva fórmula podría generar ahorros significativos al sector.

Inclusión laboral y triple impacto

Además del cambio en la composición, “Desmoldante R-I” apuesta por la inclusión laboral de personas con discapacidad cognitiva, quienes se encargan de las tareas de limpieza y acondicionamiento de los envases. El equipo señaló que cada seis trabajadores con discapacidad cuentan con el apoyo de una terapeuta ocupacional, “lo que implica una estructura exigente, pero que hace posible la verdadera integración”, recalcó Antonio Irarrázaval.

Para asegurar la sostenibilidad de este modelo, las empresas que no logran contratar directamente a personas con discapacidad pueden invertir los fondos equivalentes a la Ley de Inclusión (Ley 21.015) en el servicio ofrecido por la alianza, lo que les permite cumplir con la normativa de manera efectiva y generar un impacto social real. De esta forma, los recursos destinados a la inclusión dejan de ser un mero trámite formal y se convierten en un mecanismo tangible para crear empleos de calidad, contribuyendo así a una cultura de responsabilidad compartida.

Una solución escalable en regiones

Aunque la iniciativa nació en las regiones Metropolitana y Valparaíso, sus impulsores ya contemplan expandirla a otras zonas del país, instalando centros de recuperación locales que recojan y rellenen envases sin tener que transportarlos a Santiago. “No podemos centralizar todo en un solo lugar. Queremos abrir oportunidades en regiones, donde también existe la necesidad de incluir a personas con discapacidad y de gestionar residuos eficientemente”, aclaró Irarrázaval.

Además de la venta directa, “Desmoldante R-I” está explorando colaboraciones con grandes distribuidores para establecer puntos de devolución y fomentar un ciclo virtuoso de reutilización. En palabras del representante de la alianza: “Nuestro objetivo es que el formato y el producto sean tan prácticos que las constructoras quieran adoptarlos con facilidad, encontrando el envase en distintas redes de venta y devolviéndolo tras su uso para volver a ponerlo en circulación”.

Hacia una construcción más responsable

El premio en el Reto EC confirma la relevancia de soluciones concretas en materia de economía circular y responsabilidad social, aspectos cada vez más valorados en el rubro de la construcción. Tal como lo destacó el jurado, “Desmoldante R-I” no solo resuelve un problema específico —el desmoldado de estructuras—, sino que también reduce la huella medioambiental y aumenta la participación laboral de personas con discapacidad, reconfigurando las dinámicas tradicionales del sector e impulsando un cambio cultural.

“Creemos que, con el paso del tiempo, el mercado se inclinará por propuestas más limpias y justas”, sentenció el vocero de la alianza, al referirse al potencial de la iniciativa. Para reforzar su alcance, el equipo planea realizar validaciones técnicas adicionales en terreno y culminar los trámites de patente que protejan su fórmula, todo ello mientras negocia alianzas con constructoras a lo largo del país, combinando el trabajo práctico y expansión comercial en busca consolidar un nuevo estándar de sostenibilidad en la industria.

En un sector donde los altos volúmenes de desecho y la falta de inclusión laboral han sido grandes pendientes, “Desmoldante R-I” ofrece un nuevo estándar: un producto amigable con el medio ambiente y un modelo de reutilización que motiva a las empresas a abrazar prácticas más sustentables y socialmente responsables. Con este reconocimiento, la alianza Kyklos, Refill y Boetsch sella su compromiso de transformar la construcción chilena en una actividad cada vez más inclusiva y circular.

 

Se lanzó Red de Economía Circular de la Construcción: un modelo para el desarrollo territorial sustentable del sector

Fecha: 18/12/2024

El proyecto financiado por el BID y liderado por una alianza público-privada, busca implementar un modelo territorial escalable que fomente la valorización de residuos, la innovación circular y la inversión verde en el sector construcción, impulsando la sostenibilidad y el desarrollo económico en Chile.

En un esfuerzo sin precedentes por avanzar hacia la sostenibilidad y la valorización de recursos en el sector construcción, el martes 17 de diciembre se llevó a cabo el lanzamiento oficial del proyecto Red de Economía Circular de la Construcción (RED-ECC). El evento se realizó en el histórico Palacio Pereira en Santiago y contó con la presencia de autoridades clave del ámbito público y privado, además de líderes de la industria y actores estratégicos del territorio.

La iniciativa, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y seleccionada entre 162 propuestas en Latinoamérica y el Caribe, tiene como objetivo diseñar un modelo territorial que permita implementar una red circular en la construcción escalable en nuestro país. Esta red busca fomentar la valorización de residuos, el encadenamiento productivo y la simbiosis industrial, habilitando inversiones verdes y promoviendo compras sustentables.

Florencia Attademo-Hirt, representante del Grupo BID en Chile, cree que es fundamental que Chile continúe avanzando en economía circular, dado que “sólo 1% de los productos que usamos en América Latina y el Caribe se reciclan o reutilizan, es decir, somos mayormente una economía lineal, por lo que una red como esta crea los incentivos correctos, trabaja en los componentes habilitantes, en un plan de acción para ir quebrando ese paradigma y pensando que cada producto que cumple con su vida útil se puede reutilizar y darle un nuevo uso”.

El proyecto surge gracias a una alianza público-privada integrada por: Construye2025, Corfo, el Gobierno de Santiago, la CDT y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), lo que para José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo, es muy valioso.

“Fomentar a un sector tremendamente importante, ya que ha estado un poco deprimido este último tiempo, pero que es muy intensivo en mano de obra, desde el punto de vista de la política pública es clave”, precisó. También ve un valor importante en esta iniciativa que crea una oportunidad de “generar estos círculos virtuosos que tienen relación con el reciclaje y otro tipo de iniciativas, incorporando partes y desechos del sector, para generar oportunidades de negocios para terceros que produzcan, no solamente un valor económico, sino también y, a través del empleo y de la inversión, un valor social y particularmente medioambiental”.

Algo que justamente valora Conrad von Igel, gerente de Innovación y Sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción, entidad que ve muy importante impulsar esta red, ya que “para poder facilitar el surgimiento de productos, de soluciones, que puedan ser utilizados por las constructoras, las inmobiliarias, ser incorporados en los diseños, necesitamos que exista un ecosistema rico, que crezca, que escale, que pueda proveer soluciones de simple implementación y utilización por parte del sector”. 

Por otra parte, José Miguel Benavente destaca el trabajo en red, puesto que “cada uno de los actores no puede trabajar en forma aislada. Aquí hay mecanismos de coordinación y tener una red como un espacio de coordinación de estas iniciativas es tremendamente relevante, en la cual como Corfo hemos estado apoyando y vamos a seguir apoyando”.

En ese sentido, Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, confirma que la articulación y la colaboración entre públicos y privados es fundamental: “estoy segura de que, en conjunto, vamos a poder movilizar a la industria a dar pasos relevantes en la creación de esta red de economía circular en la construcción, que nos permitirá transformar la gran cantidad de residuos que se generan en recursos que pueden ayudar a la sostenibilidad en el mediano y en el largo plazo en nuestro país”.

“Generar una red circular en la región Metropolitana puede ser el inicio de una tremenda oportunidad a nivel país y para todo el sector, en general, para poder trabajar en la circularidad”, opinó Carlos López, gerente general de la CDT.

Los dolores del sector

Como señaló Mauricio Fabry, jefe del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Santiago, uno de los dolores más grandes de la región Metropolitana está en los vertederos ilegales y los microvertederos. “Tenemos más de 50 vertederos de más de una hectárea y el 80% de los materiales son residuos de la construcción y demolición, por lo que como Gobierno de Santiago, estamos muy interesados, no solamente en combatirlo, ya hemos cerrado seis de ellos, sino que también en que esto no se siga produciendo”, enfatizó.

Por ello, Fabry calificó la creación de esta alianza como un hecho tremendamente innovador, puesto que les ayudará a “desarrollar distintas herramientas de gobernanza, de innovación y de implementación, para que nos permitan valorizar los residuos de la construcción, es decir, que estos puedan ser reutilizados o reciclados”.

Para Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Chilena en la Construcción, esta Red de Economía Circular de la Construcción, equivale a un avance más para la industria y se suma a iniciativas como “el mapa de Economía Circular, con empresas que prestan servicios y ofrecen insumos; los Acuerdos de Producción Limpia; el Reto Economía Circular, entre otras. Además, cree que la evolución natural de la circularidad en el sector pasa por “los lugares de valorización, para que podamos tener integrados esos materiales y de verdad estos residuos los podamos convertir en materia prima, pero es una colaboración en forma permanente público-privada y la idea es poder generar confianza y seguir trabajando cada vez más fuerte, para que esto se pueda convertir en una realidad, sobre todo en nuestra región Metropolitana”.

Resultados esperados

El lanzamiento de la RED-ECC sienta las bases para una transformación estructural en la industria de la construcción, con impactos positivos en el medioambiente, la economía y la productividad del sector. Se espera generar sinergias entre obras, centros de producción y el territorio, fortaleciendo así las capacidades locales para la oferta de productos y servicios de valorización de residuos, promoviendo un modelo replicable a nivel regional y nacional.

Los componentes del proyecto son:

  1. Modelo de Gobernanza Territorial: Una estructura que garantizará la articulación entre actores y la sostenibilidad del proyecto a largo plazo.
  2. Gestión de Oferta y Demanda de Recursos: Metodologías para la valorización de residuos de construcción y demolición (RCD), fomentando su reutilización y reciclaje.
  3. Inversión y Operación: Desarrollo de proyectos piloto e identificación de incentivos y financiamiento para habilitar instalaciones de valorización.
  4. Innovación Circular: Promoción de tecnologías, modelos de negocio y soluciones innovadoras en la gestión de recursos.
  5. Medidas Habilitantes: Propuestas concretas para superar barreras normativas y promover inversiones circulares.

Para conocer más sobre la iniciativa, puedes escanear el siguiente QR:

Política de Sostenibilidad: Construye2025 participa en Seminario organizado por el MOP

Fecha: 29/10/2024

Junto con la firma de la Política de Sostenibilidad de la cartera, en la ocasión se abordó la necesidad de potenciar la economía circular desde diferentes miradas.

Con la participación de la ministra de Obras Públicas (MOP), Jéssica López, y la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas; se realizó la presentación de la Política de Sostenibilidad del Ministerio de Obras Públicas, a través de la firma simbólica del documento, para luego dar paso a un seminario de sostenibilidad en el que participaron expertos del sector público y privado.

La ministra López resaltó la importancia de contar con una política de sostenibilidad actualizada, capaz de responder a los desafíos que plantean factores como el cambio climático, considerando que actualmente el MOP gestiona “una cartera de más de 2.000 proyectos, por más de 20.000 millones de dólares. No es baladí que aseguremos que cada uno de los proyectos que hacemos cumple con los apropiados estándares”.

La titular de la cartera también sostuvo que realizar todas estas obras en armonía con las comunidades y de acuerdo con una normativa exigente permite dar legitimidad, “en términos de que son obras hechas para resolver necesidades de nuestra población y también para cuidar la seguridad de la población y la seguridad de nuestro territorio”.

Por su parte, la ministra de Medioambiente, Maisa Rojas, agregó que a la crisis por el cambio climático se suma la pérdida de biodiversidad y la contaminación. “Estas tres crisis están muy entrelazadas. Se afectan unas a las otras, se potencian unas a las otras y por lo tanto es muy importante el cómo hacemos las cosas. La buena noticia es que existen muchas medidas identificadas que cuidan ambas cosas”, puntualizó.

Normativas e innovación para la economía circular

La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, fue parte de la mesa redonda “Avances en la economía circular MOP y en la industria de la construcción”, en la que también participaron la Dirección Nacional de Vialidad y empresas como Aza, Empresas Melón y Alta Ley.

Durante su intervención, la profesional expresó que Construye2025 busca ser un espacio para que todos los involucrados en el sector de la construcción puedan encontrarse y avanzar en temas vinculados con la sustentabilidad, especialmente en el ámbito de la gestión de residuos. “Ha sido un tremendo trabajo colaborativo, nos costó, al principio era feo hablar de residuos, no ha sido un camino fácil, pero gracias al apoyo de todas y todos hemos avanzado y estoy muy feliz de estar acá y hablar de áridos reciclados en obras y de la economía circular”.

Tapia destacó la importancia de actualizar estrategias y normativas de acuerdo con los avances de la innovación, ya que muchas veces las reglas estipuladas especifican procedimientos de gestión de residuos que impiden una mejor circulación de los materiales. En ese contexto, puso como ejemplo el desafío que representan las obras en el edificio del GAM, donde es importante evitar que el acero que saldrá termine en un vertedero en lugar de ser reutilizado. Para esto, también es importante ver “cómo se generan los incentivos, cómo se reconoce a las empresas que sí están avanzando en estas distintas materias y en economía circular”, explicó.

El seminario está disponible aquí:

Evaluación a dos años del lanzamiento de la actualización de la Hoja de Ruta 2022-2025 de Construye2025

Fecha: 25/09/2024

El equipo de Construye2025 hace una evaluación del documento lanzado en junio de 2022 y del camino que resta ad portas de cumplir 10 años del programa.

A poco más de dos años del lanzamiento de la Hoja de Ruta 2022-2025, el programa creado por Corfo en 2015, continúa acelerando de manera decidida la transformación de la industria y de manera conjunta. 

Pese a las complejidades que este trabajo implica, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, reconoce que “tenemos la convicción de estar en el lugar y en el tiempo correcto”, destacando la visión compartida de los actores de la industria, lo que ha permitido proyectar acciones de largo plazo para -en forma estratégica- instalar la competitividad sectorial como una meta que debe y necesita ser más exigente.

Para ello, el apoyo de las instituciones y profesionales que conforman el Consejo Estratégico, es crucial, dado que han estado junto al programa desde el inicio.

“Estamos súper orgullosos de llevar nueve años recorriendo este camino, no ha sido fácil, hemos pasado distintos momentos políticos, administraciones, situaciones y aquí estamos y creemos que todavía podemos seguir aportando. Tenemos que llegar al 2025 con las metas cumplidas pero, todavía queda camino por recorrer”, analizó. 

En ese sentido, están en pleno desarrollo compromisos de la hoja de ruta como el Comité Transversal de Instituciones Académicas, que pasó a ser el Comité Gestor Académico, en el eje de Capital Humano, así como el Comité Gestor de Innovación, en el eje del mismo nombre.

En materia de Sustentabilidad, se ha difundido con mayor énfasis los áridos reciclados, a través del Webinar “Avances y tecnologías para el procesamiento y uso de áridos reciclados”, organizado por Universidad de La Frontera, Pontificia Universidad Católica de Chile, Construye2025 y Río Claro y la certificación en los nuevos perfiles de competencias laborales, a través del Webinar “Desafíos y nuevas competencias laborales en economía circular para trabajadores”, organizado por ETC, Reduciclo y Construye2025.

 

Otra de las acciones cumplidas en este eje ha sido la de “Colaborar en el desarrollo de capacidades que requiere el sector para implementar la medición y reportabilidad de la huella de carbono”, lo que se llevó a cabo a través del Concurso Desafío NetZero2030, culminado en noviembre de 2023, y que entre el 17 y 26 de mayo de 2024 tuvo una gira a la Universidad de Nottingham, Inglaterra, con los ganadores del concurso universitario.

Por otra parte, el equipo de Construye2025 participó en el cierre del primer Acuerdo de Producción Limpia de economía circular de la industria de la construcción, en Valparaíso, lo que, además, forma parte del trabajo de apoyo a la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025, con el apoyo técnico, coordinación y facilitación de la CDT.

En Industrialización, el programa avanza a partir de la presencia en el directorio del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), en el desarrollo de la primera Guía de Constructabilidad, para mejorar la calidad de las obras desde las etapas tempranas de proyecto, la que está pronto a ser lanzada; en fomentar la estandarización de componentes en el proceso constructivo, a través de una Guía de Integración Temprana para la Industrialización, desarrollada por el CCI; levantar la oferta de soluciones constructivas, productos y servicios disponibles a nivel nacional, que permitan facilitar la adopción en la industria; articular actores para despliegue de medición de KPI’s de industrialización y en levantar y difundir casos existentes de industrialización y prefabricación en edificación, para así mostrar experiencias, aprendizajes y sus resultados.

Sin duda, “el impulso de Corfo, el apoyo del Instituto de la Construcción como entidad gestora y el compromiso de la Cámara Chilena de la Construcción, han sido cruciales para poder ser testigos de cómo los temas que impulsamos desde el inicio hoy ya están cada vez más incorporados en los sectores público y privado, así como en la academia y sus mallas curriculares. El cambio de paradigma y la transformación productiva del sector ya han comenzado a ocurrir”, comenta Marcos Brito.

Nuevos negocios sostenibles: El desafío para una construcción circular

Fecha: 25/09/2024

Por Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025.

Si bien en el mundo, nuestra industria contribuye al crecimiento económico y es un importante pilar de desarrollo, también es necesario asumir que como sector es uno de los grandes consumidores de materias primas, que genera una alta cantidad de residuos, así como entre 25% y 40% de las emisiones de carbono a nivel global, según datos de la Comisión Europea y el World Economic Forum.

En Chile, no estamos lejos de esta realidad: los residuos de la construcción y demolición (RCD) representan cerca de 34% de los residuos sólidos (Conama, 2010). Sin duda, estamos frente a una situación crítica, si consideramos que actualmente hay regiones de Chile que aún no cuentan con lugares autorizados de disposición de residuos sólidos asimilables, por lo que no hay cobertura nacional para su adecuada disposición ni tampoco inversiones proyectadas para resolver esta problemática o una institucionalidad a nivel nacional encargada de la gestión de los RCD.

Pese a que hemos avanzado desde el lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035, realizado en 2021, todavía debemos avanzar en el uso eficiente de los recursos y la gestión sustentable de los residuos de construcción y demolición.

Es necesario entender que no es sostenible continuar bajo el mismo paradigma de la economía lineal en la fabricación de materiales, el proceso constructivo y su cadena de valor. Por el contrario, el camino a incorporar es el de un modelo circular, donde los recursos son reutilizados, pudiendo ser reintegrados al proceso. 

Adoptar la economía circular en el diseño, procesos, sistemas y la cadena de suministros del sector, junto con la posibilidad de generar nuevos negocios a través de innovación y desarrollo tecnológico, permitirá mitigar los daños medioambientales generados por el sector. Ese es nuestro desafío crítico.

Waldo Bustamante: “Tenemos que avanzar en el camino de la resiliencia frente a los acelerados cambios en el clima”

Fecha: 25/09/2024

Un camino similar al que tomó Chile frente a los terremotos es el que ve necesario el PhD en Ciencias Aplicadas, para resistir los embates del clima, a través de la generación de conocimiento científico y el desarrollo de innovadoras soluciones tecnológicas, aprovechando la experiencia ya adquirida por otros países.

El nombre de Waldo Bustamante ha estado ligado hace varios años a la construcción sustentable, diversos estudios en la materia y a la reglamentación térmica. El ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile, magíster en Desarrollo Urbano UC y PhD en Ciencias Aplicadas de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, es profesor titular de la Escuela de Arquitectura UC, y también director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción. Este centro fue fundado en 2013 como una colaboración entre la UC y la Universidad de Concepción para fomentar la investigación de excelencia en estos temas, y es financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) a través del Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias (FONDAP).

Conversamos con él sobre el estado actual del país en materia de sustentabilidad y esto nos respondió:

¿Cómo evalúa la sustentabilidad en la construcción en Chile?

Antes de realizar un análisis de la situación en que se encuentra el sector de la construcción en Chile, es importante, al menos, mencionar que el planeta enfrenta una situación crítica producto de la crisis climática, de la contaminación y de la biodiversidad. No hay un solo sector de la economía que esté ajeno a esta triple crisis, desde el sector primario relacionado con la extracción de materias primas hasta la generación de conocimiento científico y la innovación tecnológica, pasando por los servicios y los sectores productivos. 

En este contexto, el sector de la construcción en Chile se encuentra en un tránsito para ir aportando cada vez más al desarrollo sustentable en temas tan relevantes como la economía circular, la carbono neutralidad en la edificación, el uso eficiente y reúso de aguas grises, la incorporación con mayor intensidad el uso de energías renovables, la adopción de soluciones basadas en la naturaleza tanto en edificios como en espacios públicos.

En todas las acciones mencionadas, el rubro tiene aún grandes pasos que dar. Somos un país líder a nivel mundial en cuanto a la resiliencia para resistir temblores y terremotos. El resto del mundo ha aprendido de nosotros en relación a este tema. Este reconocimiento hacia nuestro país ha implicado enormes esfuerzos para la generación de conocimiento científico y en el desarrollo de innovadoras soluciones tecnológicas y, aún así, seguimos desarrollando ciencia y tecnología en este tema. 

Un camino similar tenemos que transitar en Chile en el sector construcción desde ahora mismo, el cual se ve facilitado por la enorme experiencia que otros países -especialmente los países desarrollados- han ido adquiriendo sostenidamente en las últimas décadas. Este transitar debe ser rápido y con sentido de urgencia, por cuanto los cambios en el clima se han acelerado en el último tiempo y lo que el mundo ha realizado para ganarle a estos rápidos cambios, está demostrado que son todavía insuficientes. 

A su juicio, ¿cuáles han sido los hitos más importantes de los últimos años?

En los últimos años, se han visto experiencias muy interesantes en algunos proyectos urbanos y que muestran sendas por las cuales debemos seguir transitando. El proyecto del Mercado Urbano de Tobalaba (MUT), en cuyo diseño, construcción se han incorporado y materializado un conjunto de variables y términos que forman parte del discurso de la sustentabilidad. Los edificios, la materialidad, el confort en los espacios interiores, la eficiencia en el uso del agua y energía, la incorporación de conceptos como la captura de carbono en los espacios públicos y en la materialidad, la conexión al transporte público, la facilitación para el uso de bicicletas son un ejemplo de avances relevantes en la sustentabilidad en la edificación. 

Pero junto a cuestiones tecnológicas relevantes, el implementar un proyecto que aporta al desarrollo de la ciudad de modo significativo muestra un sentido solidario de sus promotores, en el sentido de que se genera un proyecto que aporta al conjunto de los habitantes del barrio y de toda la ciudad y no solo a los usuarios del propio edificio. Ello es fundamental como aporte al desarrollo sustentable. Hace unos años, el edificio Transoceánica de + arquitectos, con su diseño e incorporación de tecnologías innovadoras respecto de lo que se conocía en Chile en el momento de construcción, se constituyó como un hito importante. MUT muestra un avance relevante respecto de lo Transoceánica mostró en otro momento. 

Entre otros hitos importantes, también podemos mencionar el proyecto de edificios con 280 departamentos de vivienda social de Cordilleras de Doña Marta (Arquitectos Vergara Arthur y Miranda Laclote), inaugurado en febrero de 2023, y que apuntó a solucionar la necesidad de viviendas de habitantes de la Villa Marta Brunet, de Bajos de Mena, en Puente Alto. Es un proyecto integrador, con espacios públicos generosos, con medidas de seguridad en las que vecinos y vecinas participan activamente y con una envolvente térmica en los edificios, que genera condiciones interiores mucho más favorables respecto de las que estas familias conocían previamente. Al mismo tiempo, cuenta con sistemas de protección solar móviles para mitigar las olas de calor en período estival. Es un proyecto que también señala caminos a seguir y del que se sacarán importantes conclusiones para avanzar en este gran desafío de proveer viviendas y barrios dignos para una vasta población de diferentes regiones del país. 

Gentileza Minvu.

Otros hitos importantes, y en materias regulatorias, son la aprobación de la Ley de Cambio Climático, que obliga a la generación de planes sectoriales de mitigación y adaptación al cambio climático, en el que el sector de la construcción tiene mucho que aportar. Al mismo tiempo, la esperada aprobación del reglamento que permite el tratamiento de aguas grises para diferentes usos en la ciudad. También es relevante el que luego de más de 10 años desde que se realizó la propuesta de actualización de estándares de desempeño térmico de viviendas, este finalmente se aprobará en las instancias correspondientes.

Desde su participación en la reglamentación térmica, ¿está conforme con el resultado?

Me parece que ha sido un paso muy importante el que se haya oficializado definitivamente la actualización del artículo 4.1.10 de la OGUC, llamada comúnmente reglamentación térmica (RT). Cabe sí señalar que esta actualización es todavía insuficiente, pues se persiste en el modelo prestacional, en el que se imponen exigencias de transmitancia térmica individuales por cada uno de los elementos de la envolvente.

 Sin embargo, habrá que valorar que en esta nueva versión, comparada con la de 2007, se agregan variables imprescindibles que inciden en el desempeño térmico de los edificios y que son las infiltraciones de aire, el aseguramiento de la calidad de aire interior y la necesidad de disminuir los riesgos de condensación en sistemas de la envolvente. El agregar a la RT estas variables es una cuestión que no podía esperar más, pues no se podía continuar con la sola lógica de la transmitancia térmica de los elementos de la envolvente, dado que ello es absolutamente insuficiente. En nuestros estudios de 2013, también propusimos adoptar medidas para minimizar el impacto de los puentes térmicos, pero ello lamentablemente se eliminó en los posteriores procesos que desarrolló en MINVU para determinar un texto definitivo de la actualización de la reglamentación térmica. También, lamentablemente, en algunas zonas térmicas se hicieron cambios en la transmitancia de muros. Por ejemplo, en la zona B (con ciudades como Calama y Copiapó) y D (con ciudades como Santiago y Talca), se aumentó la transmitancia térmica (U) que propusimos en el 2013, quedando 3 zonas térmicas, que tienen climas muy diferentes, con el mismo valor U en muros: Zona B; Zona C (costa de Región de Valparaíso) y Zona D. Es un contrasentido exigir el mismo valor U en muros en zonas con climas muy diferentes. Yo esperaría que esto se reparara en algún momento.

A su juicio, ¿cuáles son los desafíos hacia los que Chile debe avanzar en materia de construcción sustentable?

En primer lugar, creo importante avanzar en establecer estándares de desempeño energético en los edificios, que es la forma en cómo se aplican la mayoría de las normativas obligatorias en el mundo. Podría partirse con la definición de demandas de energía de calefacción y algún estándar para evitar sobrecalentamiento en los edificios, tratando de promover el diseño arquitectónico pasivo. 

Debiésemos, en definitiva, avanzar en la elaboración de un código energético, que incluya a los sistemas de acondicionamiento térmico, la iluminación artificial (en al menos algunos tipos de edificios), en el consumo de energía en agua caliente sanitaria e intente promover el uso de energías renovables generadas in situ. Asimismo, establecer incentivos para promover el uso de fuentes energéticas limpias. Este código debería incluir la evaluación de los sistemas involucrados para acondicionamiento térmico en todo período del año, como también debiera incentivar el uso de materiales con bajo contenido de carbono en su ciclo de vida. 

Por otra parte, deberían existir incentivos y promover aún más los programas de regeneración urbana, lo que en el contexto de las olas e islas de calor, podría aportar significativamente en la construcción de resiliencia de los edificios y de los espacios públicos para hacer frente a los fenómenos climáticos extremos, tanto por efecto de los incrementos de la temperatura como por la presencia de precipitaciones intensas. Un último mensaje al respecto: cuidemos y hagamos crecer la biodiversidad en nuestras ciudades pues la naturaleza viva nos protege de estos fenómenos extremos.