ENASUM 2021: Diseñar para innovar

Por Luis Bass, gerente de Suministros de la Cámara Chilena de la Construcción.

La industria de la construcción, frente al gran reto de mejorar su productividad para hacer de ella una industria más sustentable, requiere intensamente de innovación.

Esta no llega por sí sola y si espontáneamente lo hace, al no estar soportada por una estrategia robusta, se diluye fácilmente y más aún, se dificulta cuando se hace solo, sin el enriquecimiento que otorga la vinculación colaborativa con una visión y propósito que vaya más allá de la visión individual de cada empresa.

Desde hace cinco años, nos decidimos a instalar las nuevas tendencias tecnológicas y la innovación en el centro de nuestro quehacer gremial y la experiencia ha sido enriquecedora y de alto impacto, convencidos de que esta sería una herramienta que facilitaría el aumento de la productividad en la industria, ha sido el eje central de nuestro V Encuentro Nacional de Suministros, ENASUM 2021.

El mejorar la calidad de vida de las personas nos aseguró un propósito, un problema que resolver y desde esa mirada de una industria desafiada a resolver el creciente déficit de viviendas, inspiró una conversación junto a Techo, para sumarnos a resolver un desafío país. Frente a crudas cifras que develan un dramático aumento de las familias que habitan en campamentos y que han llegado a más de 80.000 en el último catastro nacional, un 74% mas que en la medición anterior, urge tener una industria que acelere la incorporación de metodologías constructivas que ya son parte del estándar en países desarrollados.

A la velocidad en que construimos hoy, sabíamos que no lo podríamos resolver, sin embargo, orientando la mirada a la industrialización y conociendo a Bryden Wood, empresa de diseño e ingeniería de Reino Unido, pudimos visualizar el nivel de profundidad con el que se desarrolla el diseño de sus proyectos, dando luces al motivo de la falta de masificación a nivel nacional de estas soluciones constructivas, conocimos como en las etapas tempranas, se juega en gran medida los elementos clave que definirán la perfomance de productividad con que se desarrollará la ejecución de una solución habitacional o un proyecto de infraestructura.

Diseñar para industrializar, considerando sistemas constructivos como partes y piezas, solo es factible si esta opción es considerada desde la génesis de un proyecto, lo que es, sin duda, el camino que debe iniciarse con la integración temprana de todos los actores de la cadena de valor, pues el trabajo colaborativo ayuda a lograr una mayor perspectiva de las alternativas disponibles e innovaciones listas para ser implementadas, y también para ser piloteadas y testeadas. Oportunidades de innovación que generalmente se pierden muchas veces por desconocimiento o falta de información relevante para su adecuada implementación.

El segundo desafío que quisimos profundizar para resolver como industria, al que nos enfrentamos como planeta, tiene directa relación con el impacto de la construcción en el medioambiente y el rol que tenemos entre todos de desarrollar una construcción más sustentable, que impacta desde el consumo energético en un horizonte de largo plazo, hasta la gestión de los residuos que debiesen gestionarse con una mirada circular, donde cobra mayor relevancia la asertiva frase: “los residuos son un error de diseño”, con una mirada de principio a fin, con un fin que se inicia en el principio de un nuevo proyecto en un modelo ideal, en el que las piezas de un edificio que cumplió su vida útil, pueden ser reutilizados en una nueva construcción.

Por último, como una herramienta amplificadora, que ya no debemos ver como una amenaza, nos enfrentamos a una acelerada transformación digital de todo nuestro entorno, lo que puede ser un nuevo frente de incertidumbre en las organizaciones tradicionales, para las nuevas empresas es el punto de partida, solo nos queda elegir en que lado queremos estar.

Traspasada esa incertidumbre, la tecnología nos permitirá acceder a una fuente inagotable de datos e información de nuestros clientes y usuarios, quienes esperan que no existan barreras tecnológicas para implementar nuevas soluciones, pues al hacerse masivas y de fácil acceso, son las personas dentro de las empresas las que deben cambiar su forma de pensar y visualizar que la trasformación es en realidad cultural.

Como humanos, somos por esencia creativos, pero eso no asegura que nuestras empresas sean sosteniblemente innovadoras, para lograr una adaptación ágil o los vaivenes de este mundo cambiante, se requiere un ecosistema innovador e intensamente comunicado entre sí.

Diseñar nuestro futuro, nos traerá grandes beneficios, si construimos más rápido y mejor, resolveremos el déficit de vivienda y viviremos en mejores ciudades.

Avances y desafíos de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, a un año de su implementación

Los integrantes del Comité Consultivo Público: MMA, MOP, Minvu, Corfo y Construye2025, se han preocupado especialmente de avanzar colaborativamente, para lograr las metas trazadas que buscan convertir a la construcción en una economía circular. 

Tanto en el mundo público como en el mundo privado, la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 ha sido bien acogida. Cuando los servicios públicos demandaban una guía para mejorar la sustentabilidad de las obras y adoptar rutas hacia la circularidad, el sector privado respondió con la elaboración de una Estrategia de Construcción Circular 2025, a corto plazo que trazó los ejes y acciones de la Hoja de Ruta. 

“Nuestra ministra ha mostrado gran entusiasmo con el desafío de la circularidad para el sector construcción y derivado de ello ha sostenido un activo apoyo al desarrollo de las gestiones y avances, a través de la participación en todas las actividades a las que le hemos convocado, junto con un respaldo a las acciones intersectoriales”, comenta Rubén González, encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente.

En este ámbito, los temas referidos al avance en la circularidad para el sector construcción como acciones en la Hoja de Ruta Nacional para un Chile Sin Basura al 2040, acción que permite reforzar desde el instrumento rector de mayor escala en la materia las definiciones de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035.

“Además de la agenda multisectorial en la que se trabaja colaborativamente con otros ministerios desde el nivel central, ya sea en el marco del convenio interministerial de construcción sustentable, como en mesas bilaterales o multilaterales con servicios como MDSF, Minvu, MOP, Minsal, Subdere; a nivel regional se participa activamente en los Consejos Regionales de Construcción Sostenible, los Corecs, en las que se ha priorizado materias de economía circular y RCD, en la mayoría de las regiones del país”, añade González.

 Además, el especialista del Ministerio del Medio Ambiente, hace hincapié en que las Secretarías de Residuos (SER) se han preocupado de posicionar la temática y de promover instancias de planificación regional, esto es la bajada de las guías de la hoja de ruta, así como de los lineamientos de nuevas áreas metropolitanas. “Asimismo, se ha prestado apoyo para circularizar proyectos emblemáticos en algunas regiones como el proyecto de master plan para el Morro de Arica”, indica.

Trabajo colaborativo

En materia de articulación gremial del sector privado, el Ministerio del Medio Ambiente participa activamente del APL actualmente en el desarrollo en la Región de Valparaíso para una economía circular en construcción. “Se ha impulsado la articulación con municipios, y convocado al sector privado, y mundo académico a sumarse a los desafíos de la hoja de ruta”, comenta el encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular.

Igualmente, destaca la iniciativa de formar una alianza para crear una academia e industria circular. Para ello, se formalizarán convenios de cooperación con Sofofa y con distintas universidades e institutos técnicos, para impulsar una agenda común tanto con la industria como con las unidades de investigación y desarrollo en el mundo académico.

Desde el punto de vista normativo, el MMA ha participado activamente en la elaboración de la NCh3562 “Gestión de residuos — Residuos de construcción y demolición (RCD) – Clasificación y directrices para el plan de gestión” y ha encargado al INN el desarrollo de una nueva norma técnica en el ámbito de las demoliciones, que por primera vez incorpora lineamientos para procesos de deconstrucción y un manejo ambientalmente racional de residuos en demoliciones. 

Asimismo, en el aspecto regulatorio la Oficina de Economía Circular ha propuesto en las instancias ministeriales la elaboración de ajustes al DS40, que esclarecen y facilitan la tramitación de proyectos de valorización de RCD en el SEIA; ha participado en la elaboración del Reglamento sanitario para el manejo de los residuos de la construcción y demolición – RCD, en conjunto con los demás ministerios del consejo consultivo, y Construye2025, que recientemente fue sometido a consulta pública, y ha avanzado en la definición y articulación con Minsal, para definir una reglamentación con foco en economía circular, que complementará, desde el punto de vista ambiental y sanitario, a la reglamentación existente y en curso.

En materia de fortalecimiento del capital humano para la valorización de RCD, el ministerio se encuentra levantado financiamiento privado, en alianza con Construye2025, para el desarrollo de un proyecto de certificación de competencias laborales para los actores en la cadena de valorización de RCD, el que será prontamente comunicado toda vez que se postule, así mismo se encuentra activamente buscando financiamiento en el sector retail para abordar el desarrollo de competencias laborales en materia de economía circular en el sector relacionado al diseño industrial y de BTL.

Plan de gestión

Por su parte, para el Ministerio de Obras Públicas, el primer gran avance para este fue la elaboración de un Plan de Gestión de RCD homologado para todas las obras MOP, el cual se instruyó en diciembre de 2020 para implementar paulatinamente en nuevas obras MOP a partir de enero 2021. “Este plan de gestión, además de ser una herramienta para conocer de manera sistematizada los residuos que generan nuestras obras, nos permitirá en el corto plazo conocer datos respecto de los residuos generados por cada tipo de obras ejecutadas por este ministerio, conociendo la trazabilidad y destino final de estos”, señala el director general de Obras Públicas, Carlos Guzmán.

Lo anterior, según la autoridad del MOP, será información relevante para futuras metas de reducción, reutilización e incluso de generación de nuevos mercados de productos derivados de los residuos generados.

La mirada al futuro

Uno de los desafíos es el desarrollo de un plan de acción ministerial en materia de economía circular y sustentabilidad en construcción, que vaya más allá de la Oficina de Economía Circular y que permita definir una agenda propia. Esto implica impulsar una agenda regulatoria y legislativa para incorporar la economía circular en el quehacer cotidiano de la construcción pública y privada desde una arista centrada en el control del riesgo ambiental de los residuos, la reducción de estos, las garantías de ecodiseño, durabilidad y reciclabilidad de componentes y partes constructivas, y de maximizar los beneficios ambientales de los proyectos.

Otro de los desafíos, en lo relativo a la implementación de medidas, constituye el desarrollo de una infraestructura para la calidad en torno a la economía circular del sector construcción; lo que implica nuevos desarrollos de normas técnicas, sobre todo, en lo referido a la definición de estándares para distintas aplicaciones de material valorizado, respecto la composición de materiales para facilitar la valorización, para el desarrollo de partes, piezas y componentes constructivos reutilizables, reversibles, durables (entre otras características); pero también la elaboración de sistemas de auditoría, acreditación, certificación de productos, servicios, procesos y personas, sistemas de inspección y evaluación de conformidad, la implementación de capacidades de ensayo, laboratorios, y sistemas de muestreo. Con este objetivo, el MMA está evaluando el desarrollo de un convenio con INN, para abordar estas materias.

Complementariamente y dado el desafío financiero y de recursos humanos que significa avanzar en todas estas materias, se trabaja actualmente en la elaboración de un proyecto para conseguir financiamiento de organizaciones multilaterales, sobre el que podremos contar más adelante. 

Para Paola Valencia, secretaria ejecutiva de Sustentabilidad y Cambio Climático del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), los avances desde su cartera han sido de preparación y, teniendo como horizonte el próximo año, lo sintetiza así.

  1. Se solicitará para todas las obras del Minvu contar con un Plan de Gestión de Residuos.
  2. Se solicitará a todas las obras del Minvu realizar las declaraciones de residuos y otros contaminantes en la plataforma de MMA denominada RETC.
  3. Además, el año 2022, se comenzará a trabajar en la promoción de etiquetado ambiental de productos de construcción.
  4. Se espera avanzar en circulares o modificaciones regulatorias para promover la creación de centros de valorización.
  5. Se continuará trabajando en forma coordinada con el Comité Consultivo Público para avanzar en forma conjunta en estos temas.

En tanto, el director general de Obras Públicas, Carlos Guzmán, plantea el desafío de crear incentivos en las licitaciones de obras, para que los contratistas cuenten con criterios sustentables como, por ejemplo, reutilización de material, cálculo de huella de carbono, compromisos con la comunidad, certificaciones, etc. Esto lo resume en los siguientes compromisos futuros: avanzar en la eliminación de barreras en la regulación y normativas que impidan la valorización, reciclaje de residuos, RCD, y la producción de materias primas secundarias para productos de la construcción; incentivar compras públicas y licitaciones de proyectos de infraestructura y edificación, que traicionen el desarrollo de la economía circular en construcción; promover las ventajas y oportunidades de una prevención y gestión sustentable de los RCD en obra y, en consecuencia, las mejoras en productividad, seguridad. 

Además, Guzmán, hace hincapié en otros dos retos: participar activamente en procesos que generen herramientas, políticas públicas, iniciativas y acciones que fomenten mercados circulares en construcción, que incluyan criterios de economía circular en la evaluación de la inversión pública y permitan contar con información para mercados circulares; y, finalmente, coordinar entre los distintos servicios, el uso de material RCD.

“A partir del liderazgo y visión del programa Construye 2025, como país estamos siendo pioneros en materia de economía circular en el sector construcción a nivel latinoamericano. La hoja de ruta recientemente lanzada promueve a cambiar el paradigma de los residuos de la construcción y demolición (RCD) hacia la sustentabilidad”, complementa Elizabeth Zapata, directora de Desarrollo Tecnológico de Corfo.

La ejecutiva también comenta que a través de la convocatoria “Reto de Innovación: Economía circular en el sector construcción” buscan conectar a la industria de la construcción con el ecosistema de emprendimiento, innovación y desarrollo tecnológico, para que este pueda aportar en la generación de soluciones tecnológicas innovadoras que disminuyan la pérdida de recursos y las externalidades negativas, en ámbitos tales como nuevos materiales, uso eficiente de recursos o gestión de residuos. “Esperamos que los proyectos ganadores representen un impulso relevante para promover la circularidad en el sector, acorde a las brechas y desafíos plasmados en la hoja de ruta”, sostiene.

En tanto, ha sido “fundamental el rol de articulador y coordinador que tiene el programa para avanzar y lograr las metas propuestas en la ambiciosa hoja de ruta”, destaca la coordinadora de Sustentabilidad Alejandra Tapia. En las temáticas lideradas por Construye2025, destaca el proyecto “Portafolio de Modelos de Negocio en Economía Circular en Construcción”, cuyo objetivo es disponer información a emprendedores e innovadores para implementar nuevos negocios, y por otra parte, desde el punto de vista regulatorio, pronto se dará inicio a la consultoría Propuesta para un marco regulatorio integrado y fomento a la valorización de los residuos de la construcción y demolición, RCD”, cuyo propósito es contribuir a acelerar los cambios en el marco regulatorio y fomento, que se requieren para implementar actividades productivas relacionadas a la valorización de residuos de construcción y demolición, entregando una orientación a los distintos servicios públicos.

 

Fotos gentileza Constructora Viconsa, Joaquín Cuevas.

Corfo y Construye2025 lanzan “Reto de Innovación: Economía Circular en Sector Construcción”

Los interesados podrán sumarse al concurso hasta el próximo 6 de septiembre.

Corfo y Construye2025 -a través de un webinar- explicaron el concurso “Reto de Innovación: Economía Circular en Sector Construcción”, que está dirigido a aquellos innovadores y emprendedores –tanto personas naturales y jurídicas- que desarrollen proyectos para reducir los residuos de la construcción y que cuenten con un prototipo validado en entornos relevantes o simulados.

En este ámbito, Carolina Muñoz, facilitadora de innovación y ejecutiva de concursos y programas de Economía Circular de Corfo, explicó que la iniciativa “apunta a disminuir la pérdida de recursos en el sector construcción y las externalidades negativas mediante soluciones tecnológicas aplicadas a modelos de negocios, productos y servicios que incorporen la economía circular”.

Por su parte, el gerente de Capacidades Tecnológicas de la corporación estatal, Fernando Hentzschel, indicó que “Corfo ha venido impulsando las metodologías y las prácticas de economía circular como uno de los elementos claves de desarrollo sustentable en Chile”. En cuanto a los retos de innovación en construcción, la autoridad precisó que “son instrumentos de innovación abierta en torno a una problemática específica: ¿Cómo reducimos la gran cantidad de residuos que produce la actividad de la construcción?”.

Los interesados deberán presentar un prototipo de producto, proceso o servicio validado en un entorno real y tendrán plazo hasta el mediodía del 6 de septiembre para inscribirse en la iniciativa. De ese proceso serán seleccionados hasta 12 equipos, que dispondrán de un plazo de 6 meses para ejecutar la “Etapa 2, Validación en entorno real”, adjudicándose un subsidio de hasta $32,5 MM por proyecto.

Posteriormente, tres de esos 12 equipos serán escogidos para ejecutar la “Etapa 3, Diseño plan de escalabilidad” para la implementación de soluciones tecnológicas. En este caso contarán con 10 meses para la ejecución y podrán adjudicarse un subsidio de hasta $45,3 MM por proyecto.

Mientras que los beneficiarios deberán realizar un aporte de un 30% pecuniario o efectivo.

Los interesados podrán acceder a las bases del concurso AQUÍ

Tasa de circularidad

En el evento participó la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, quien profundizó en la economía circular en el rubro, aseverando que “la construcción tiene enormes oportunidades de duplicar la tasa de circularidad”, por sobre otras cinco industrias claves, tales como el transporte, alimentación, moda, salud y comunicaciones.

En esa línea, destacó que, a partir de un trabajo coordinado entre la industria de la construcción, la academia y el sector público lograron concordar tres soluciones tecnológicas para impulsar la economía circular en el rubro: nuevos materiales y sistemas constructivos sustentables con atributos circulares; soluciones tecnológicas para el uso eficiente de recursos, materiales, energía y agua; y gestión sustentable de residuos de la construcción y demolición.

La arquitecta detalló que la construcción es uno de los mayores consumidores de materias primas y genera el 35% de los residuos sólidos. Dicho rubro al año consume un 50% de la producción mundial de acero y 3 mil millones de toneladas de materias primas. En ese contexto, ejemplificó que un edificio residencial de 20.000 m² genera un volumen desechado de 26 viviendas de 200m³.

Portafolio Construcción

En tanto, la directora de Innovación Sostenible en la Gerencia de Innovación de Corfo, Carolina González, indicó que –a partir de información obtenida desde el portal de datos de InnovaChile Corfo Data Innovación– entre 2010 y 2020, un 45,5% del total de los proyectos presentados en el Portafolio Construcción de Corfo consideró la innovación sostenible. Finalmente, la profesional agregó que al desglosar ese porcentaje sólo un 28% de esas iniciativas consideró la economía circular, en materias relacionadas con la recuperación de recursos. Cabe considerar que el 72% restante no incluyó dicho ámbito.

El webinar está disponible AQUÍ

Las mujeres comienzan a ubicarse en el Mapa Construtech

Aunque la industria de la construcción ha sido tradicionalmente dominada por hombres, las mujeres han ido ganando terreno. Dos innovadoras seleccionadas para participar en el Mapa Construtech comparten su experiencia.

Carolina Uribe y Sonia Reyes son dos de las mujeres que están destacando por su experiencia y talento en la industria de la construcción. Ellas postularon a las empresas que representan para sumarlas al Mapa Construtech, iniciativa de Construir Innovando de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y Construye2025, que fue creada para identificar a las mejores soluciones tecnológicas del sector.

Buscando dar visibilidad a su startup, a través de una vitrina validada por expertos para potenciar su crecimiento, la socia fundadora deJetBrokers.io, Carolina Uribe, llenó el formulario de postulación al Mapa Construtech, donde logró destacar inmediatamente. Luego de haber trabajado por más de cinco años para una de las empresas de brokers inmobiliarios más grandes de Chile y aprovechando su conocimiento sobre el mercado inmobiliario chileno, Carolina Uribe creó -junto a su socio- una moderna plataforma de gestión de ventas inmobiliarias.

Su idea fue profesionalizar el área del bróker que, según dice, no está bien reglamentada. “Mi socio ve la parte de informática y con él fuimos desarrollando este software para poder ir apoyando a otras empresas”, relata. Según la socia fundadora de JetBrokers.io, Chile tiene mucho que mostrar y enseñar al resto de la región y, en parte, eso la motivó a postular al mapa Construtech. “En inversiones inmobiliarias estamos siendo punteros”, dice con convicción.

Asimismo, Sonia Reyes, cofundadora de BIMetriX, quiso que su empresa fuera parte del Mapa Construtech. “Nacimos en 2019. Pero el proyecto se fortaleció cuando participamos en el desafío Construye Innovando, iniciativa de la Cámara Chilena de la Construcción que buscaba proyectos innovadores. Buscamos modernizar la forma de planificar para que ya no se siga haciendo en papel, sino usando las herramientas tecnológicas mediante metodología BIM. Yo soy administradora de empresa y en la academia BIM mi rol es de gestión operativa y proyectos”, explica. 

Para Sonia Reyes, resultó muy interesante sumarse al Mapa Construtech, porque cree que a las startups lo que más les cuesta es llegar a empresas grandes. “Uno tiene las soluciones, pero que nos conozcamos y podamos comunicarnos siempre es un desafío. En el Mapa Construtech está ese espacio o vitrina, para que las empresas cuando tengan un desafío o necesiten de alguna tecnología tengan donde buscar”, señala.

Con BIMetriX, una herramienta BIM de data analytics basada en modelos BIM, los BIM Managers, BIM Leads, jefes de proyecto y afines, pueden gestionar en tiempo real toda la información generada en un modelo BIM. Así, esta startup quiso ayudar a que todo el personal, aún sin conocimientos previos de BIM pudiera hacer planificaciones en base a modelos 3D de forma rápida e intuitiva.

¿Cómo la industrialización puede reducir el déficit de viviendas?

Viviendas de calidad, sustentables y eficientes es el anhelo de quienes impulsan la construcción industrializada, una metodología que podría cambiar el rumbo de las viviendas sociales, si continúa masificándose.

Aunque cambiar las políticas públicas no es un proceso sencillo, según el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Erwin Navarrete, mejorarlas es el camino, generando incentivos, acortando los tiempos y diversificando los programas habitacionales. “Ha sido un tema que ha cobrado mucha fuerza en la discusión que ha habido en los últimos meses, no solo por el déficit de vivienda, sino porque hay más de 90 mil viviendas en campamentos”, reconoce el gerente de Construye2025, Marcos Brito, quien valora los procesos más rápidos y más costo eficientes de la industrialización.

“Una misma inversión permite construir más unidades habitacionales, con un mejor estándar y en un menor plazo. Se ve que esta es la alternativa que tenemos para poder paliar este déficit y los campamentos, dado que con las metodologías tradicionales no se ha podido disminuir, sino que, por el contrario, van en aumento”, enfatiza Brito.

En este contexto, Erwin Navarrete recuerda el trabajo que convocó a más de 50 actores a nivel nacional y que fue bautizado como ‘Diálogo Nacional de Vivienda y Ciudad’, que arrojó 20 medidas concretas para disminuir el déficit habitacional vinculadas a aspectos económicos, técnicos, administrativos y normativos.

Para construir viviendas de calidad, sustentables y energéticamente eficientes, en el Minvu ya están buscando alternativas y soluciones constructivas innovadoras que permitan llegar a más familias. “Sabemos que la industrialización en la construcción reduce los tiempos en los que se ejecutan las obras, permiten un mejor control de calidad y reduce los desechos de construcción, lo que nos da el gran potencial de entregar viviendas de calidad y sostenibles en menor tiempo a más familias”, indica Erwin Navarrete.

De hecho, el ministerio cuenta con un banco de proyectos de ‘vivienda tipo’ de alto estándar con componentes industrializados, que -según el jefe de la Ditec, son opciones atractivas para que las familias vean en la construcción en madera una buena alternativa. En esta línea, se han desarrollado metodologías para la acreditación de sistemas constructivos no tradicionales para el desarrollo de proyectos habitacionales.

“Dentro del universo de proyectos aprobados, el 80% son con base en construcción industrializada. Hoy existe La Casa Que Quiero (https://www.minvu.gob.cl/la-casa-que-quiero/) una plataforma abierta a la ciudadanía que consolida estos proyectos aprobados y que pone a disposición de los usuarios un catálogo de soluciones de viviendas tipo, que permite agilizar el proceso de construcción de proyectos, al contar con diseños previamente revisados y aprobados” dice el jefe de la Ditec, consciente de que, con este tipo de iniciativas, la arquitectura se acerca a los sectores más vulnerables.

Procesos más rápidos y seguros

Junto con lo anterior, Navarrete destaca el impulso a la incorporación de nuevas metodologías de gestión y tecnologías digitales para agilizar los procesos y hacerlos más seguros, además de invitar a aumentar la trazabilidad, la transparencia y generar ahorros en los costos de producción. “Una de las iniciativas más relevantes es la implementación de BIM en programas Minvu, cuyo objetivo es mejorar la productividad y sustentabilidad de los programas ministeriales, por medio de una metodología basada en trabajo colaborativo y transformación digital”, indica.

En 2020, el Serviu Metropolitano hizo un llamado especial del D.S. 19 con BIM, lo que resultó ampliamente exitoso en términos de la respuesta del sector privado, incluso, más allá de las expectativas del Minvu, señala el jefe de la Ditec, ya que casi el 90% de las entidades desarrolladoras presentaron sus proyectos con BIM, aun cuando estaba siendo solicitado de forma voluntaria.

  Para el mundo privado, la construcción industrializada también se ha convertido en una solución a muchas problemáticas. La presidenta del Comité de Vivienda de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Jacqueline Gálvez, está convencida del potencial de esta herramienta sostenible y de alto estándar que, además, respeta a los diferentes tipos de familias. “Es lo que necesitamos masificar para que se entienda que la industrialización hace la versatilidad. De bajo impacto ambiental, nos permite hacer el mismo trabajo en menos tiempo y es más segura para los trabajadores. Estamos perdiendo tiempo en no usarla lo antes posible para atacar el déficit habitacional”, señala.

  Por su parte, el presidente del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Sebastián Fourcade, destaca que, en terrenos más complejos, la construcción industrializada permite planificar soluciones diversas que ayudan a enfrentar de mejor manera las complejidades.

“La industrialización en general, en otros lugares se produce como resultado a mayor costo de vida. A medida que hay más restricciones para la construcción o la mano de obra se vuelve más cara, las empresas constructoras se reinventan y eso hace que aparezca la construcción industrializada, pero promover a nivel país estas soluciones hacia una construcción 2.0”, comenta el presidente del CCI.

Seminario abordará los créditos hipotecarios verdes para la compra de viviendas sustentables

Se trata de instrumentos financieros para la adquisición de viviendas con características sustentables.

Según cifras del Banco Mundial alrededor del 55 % de la población mundial vive en ciudades, tendencia que irá al alza, ya que se estima que para el 2050 siete de cada diez personas vivirán en zonas urbanizadas. A partir de esto, la industria de la construcción tiene un importante desafío relacionado al desarrollo y generación de edificaciones sostenibles de cara a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aspecto que cada vez cobra mayor importancia dada la grave crisis climática por la que atraviesa el planeta.

Recientemente, el secretario de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, declaró que el informe elaborado por expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es una “alerta roja para la humanidad”. Dicho informe señala que, para estabilizar el clima es imperante reducir de manera sustancial y sostenida en el tiempo las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, entre otros aspectos que mencionados en el informe más completo de los últimos años.

A nivel nacional ya se están tomando medidas al respecto, como el trabajo público-privado para desarrollar una “Estrategia Nacional de Huella de Carbono para el sector construcción” o la consolidación de la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), lanzada en mayo de 2020 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que tiene como objetivo poner a disposición de la industria una herramienta que promueva estándares constructivos sustentables para la vivienda residencial en Chile, considerando criterios ambientales, sociales y económicos.

Bajo este escenario, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC) y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), realizarán el próximo 7 de septiembre, y de manera virtual, el webinar Incentivos para la Edificación Sustentable, que tiene como objetivo profundizar sobre los incentivos financieros que existen en el mercado nacional y su impacto en la demanda de viviendas de alto estándar.

Para Natalia Reyes, jefa de sustentabilidad de CTeC, entidad a cargo de la administración de la CVS “Dado el contexto manifestado por el Informe IPCC, ya no podemos seguir construyendo de la manera en la que se ha hecho en los últimos años. Por lo tanto, se requiere disminuir estos impactos y generar cambios profundos en la forma de abordar los proyectos, desde su etapa de diseño hasta su posterior operación”.

La necesidad por impulsar el desarrollo de edificaciones sustentables está haciendo eco no solo en el sector inmobiliario, sino que también en las entidades financieras, quienes ya han comenzado a incorporar en su oferta créditos que fomenten la adquisición de este tipo de viviendas. Recientemente Banco Santander lanzó el Crédito “Hipotecario Verde” para todas aquellas viviendas que cuenten con la Certificación de Vivienda Sustentable, Certificación Leed, Calificación Energética de Viviendas (CEV) y Certificación Edge. Mientras que Banco Estado, puso a disposición de la población el producto “EcoVivienda”, que consiste en un crédito con una tasa preferencial para viviendas nuevas de proyectos inmobiliarios que cuenten con la CEV con letra D o superior (C, B, A).

Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo señala “Creemos que dada la crisis climática que estamos viviendo tenemos que trabajar en conjunto todos los actores que movilizamos la industria de la construcción. En ese sentido la banca puede hacer un gran aporte en movilizar, a través de los diferentes mecanismos o herramientas verdes que se han estado desarrollando, tanto a la oferta como a la demanda”.

El webinar contará con la participación de representantes de Banco Santander, Inmobiliaria Barrio Vivo, EBP Chile, Minvu y CTeC, quienes abordarán materias relacionadas al interés y disposición a invertir por parte del usuario final en viviendas sustentables, cómo funcionan los créditos verdes, cómo movilizan el sector inmobiliario y cómo todas estas iniciativas impactan en la comunidad.

Para registro en el siguiente enlace https://bit.ly/3jiRzhS

Para más información sobre la CVS https://cvschile.cl

Café de la construcción – 14 de agosto de 2021

En el programa del sábado 14 de agosto de 2021, el presidente de Constructora El Sauce, Sergio Contador, contó las medidas impulsadas por la empresa en seguridad y salud para sus trabajadores, que le valieron recibir el premio de Sostenibilidad 2021 de la CChC. Y la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, detalló distintos modelos de negocios de economía circular que han surgido para la construcción.

Necesitamos repensar, aportar y actuar ahora

Por Paola Molina, presidenta de Certificación Edificio Sustentable (CES).

Hoy, con miras a poder seguir viviendo adecuadamente al 2050, en medio del innegable escenario de cambio climático, debemos no solo trabajar en mitigar sus consecuencias, sino también en planificar y desarrollar la adaptación a futuros escenarios, desde el sector de la construcción. Arquitectos, ingenieros, constructores, técnicos y operarios tenemos mucho que repensar y aportar a este gran desafío.

Nuestra industria representa el 40% del consumo de las materias primas a nivel mundial y es responsable del 34% del total de los residuos sólidos generados en el país. Asimismo, consume aproximadamente un 30% aprox. de la energía, pero, en el mundo, un 36%. A nivel local, genera un 30% de Gases de Efecto Invernadero (GEI), pero a nivel mundial, las emisiones de CO2 son equivalentes a un 39%. Además, el sector consume el 16% del agua del planeta.

Hasta hace poco estas crudas cifras no eran visibles. Pero, ahora que lo son, tenemos la obligación de mitigar el cambio climático, adaptarnos y mejorar la calidad de vida. Hasta ahora, generábamos externalidades con edificaciones que promedian temperaturas interiores fuera de los rangos de confort (19°- 26°C) en épocas de frío y calor, obligando a los usuarios a depender de equipos de calefacción y refrigeración cuando existen los recursos necesarios, y cuando no, obligan a transitar por la pobreza energética. Lo anterior, con un clima que en gran parte de nuestro país es bastante benigno, con una demanda de energía fácil de controlar, si ejecutamos un diseño que logre buenos estándares de calidad de ambiente interior.

Como arquitectos, debemos hacernos cargo de todas las externalidades al momento de diseñar y de disminuir la demanda de energía de la nueva construcción en al menos un 50% con miras a 2030 y del 50% de las emisiones de CO2 de todo el parque edificado para 2035.

Hoy contamos con herramientas como BIM, que facilitan la visualización de las externalidades y la integración de especialidades en fases tempranas de diseño; también con certificaciones nacionales e internacionales, que exponen los aportes en cada uno de estos aspectos; y otros que nos ayudan a mitigar y adaptar nuestros edificios al cambio climático, para mejorar la calidad de vida de sus usuarios.

Aprovechemos los beneficios de contar con Certificación Edificio Sustentable (CES), Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) y Calificación Energética de Vivienda (CVS); y, próximamente, de la Calificación Energética de Edificios de Uso Público (CEEUP), es decir, para edificios no residenciales. Adicionalmente, los Planes de Descontaminación Atmosférica (PDA) ya aplican la futura actualización a la Reglamentación Térmica en varias localidades y está vigente ya la Ley de Eficiencia Energética, que hará obligatorias las calificaciones energéticas.

Hagamos propio el Plan Nacional de Eficiencia Energética del Ministerio de Energía y la Estrategia de Economía Circular de la Construcción impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Construye2025 y el Instituto de la Construcción (IC), con la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) como facilitador. Tomemos créditos verdes con tasas preferenciales para proyectos con certificaciones nacionales hoy ya existentes en el mercado.

Necesitamos acelerar y acrecentar la voluntad y determinación de los profesionales, técnicos y operarios del área, para avanzar con la mayor premura en la resolución de este desafío. No podemos seguir diseñando como si nuestros recursos naturales fueran infinitos. Tenemos una gran responsabilidad como arquitectos. Debemos tomarla ahora.