El nuevo presidente del programa Transforma de Corfo proyecta una ambiciosa hoja de ruta, basada también en la sostenibilidad, productividad e innovación, con un llamado a mantener el trabajo colaborativo que caracteriza a los actores de Construye 2025.
Ingeniero civil, egresado de la PUC (1998), Francisco Costabal comenzó su carrera en la Constructora Salfa, donde ejerció en el Departamento de Estudios, en el área de Proyecto EPC, y finalmente como jefe de Oficina Técnica. Su segunda casa laboral fue la constructora Bravo Izquierdo, donde llegó a ser gerente de Operaciones, liderando el desarrollo de obras desde Iquique hasta la Antártica chilena.
“En mayo de 2021 decidí arriesgarme y dejar esa querida empresa para formar una nueva constructora junto a otros dos socios, dedicándonos al desarrollo de obras de edificación de mediana envergadura en el área comercial, educacional e industrial”, relata sobre su actual firma, que ya cuenta con cuatro años de historia.
Francisco ha participado activamente en la Cámara Chilena de la Construcción, como consejero nacional en el Comité Inmobiliario, miembro del Consejo de Sostenibilidad y presidente de la Comisión de Productividad. Roles que sin lugar a dudas le prepararon para abrazar un nuevo reto: la presidencia de Construye2025.
¿Qué lo motivó a asumir este desafío?
La construcción necesita adecuar su actividad según principios sostenibles y mejorar la productividad por medio de un trabajo de toda la cadena de valor. La labor de Construye2025 en este aspecto ha sido notable: múltiples iniciativas han sido fruto de este trabajo entre el mundo público, privado y la academia, gracias al gran apoyo de Corfo, mejorando la sostenibilidad y la productividad, pero aún hay mucho por hacer. Eso fue lo que me motivó: tomo la posta de la presidencia para seguir en la senda que han marcado estos diez años, y Corfo nos ha comentado que ve con muy buenos ojos proyectar un nuevo periodo.
¿Cuál es su visión para Construye2025 en esta nueva etapa?
Continuar en la senda de mejorar la productividad y sostenibilidad de la construcción, por medio de un trabajo en conjunto del mundo público y privado, junto a la academia, representando a toda la cadena de valor: mandante, diseñadores, proveedores, constructores y operador final. Así, en una conversación franca levantaremos los dolores que nos impiden avanzar, uniendo necesidades con soluciones.
¿Cómo avizora el traspaso del programa al Instituto de la Construcción?
Estrictamente, no existirá un traspaso del programa al Instituto de la Construcción. Seguirá siendo nuestra entidad gestora, pero son aguas divididas. Construye2025 tiene la mirada puesta en transformar la industria con innovación, articulación y creación de proyectos que tomarán vida propia. El Instituto de la Construcción deberá administrar el presente de la industria allí donde la articulación público y privada lo requiera. Estamos muy optimistas de un trabajo complementario de Construye2025 y el Instituto de la Construcción.
Prioridades y desafíos para una nueva etapa
Francisco Costabal proyecta un fuerte rol transformador para Construye2025, en un contexto en que dicha transformación se vuelve imperiosa. “Las necesidades de inversión en el mundo público y privado son muchas, pensemos cuántos millones se deberán invertir en obras en los próximos años. Si por medio de este programa logramos que las obras sean más baratas, entren en operación más pronto, con un nivel aceptable de impacto en el medio ambiente y en la sociedad para un desarrollo sostenible, continuaremos haciendo de este programa de transformación un gran logro de todos”, plantea.
En este sentido, las prioridades para su gestión buscarán lucir los avances alcanzados por el programa Transforma, creando iniciativas e instituciones cuyos frutos se ven hoy. “Y sobre esa base, desarrollaremos una nueva hoja de ruta para proyectar este programa por diez años más, no nos podemos quedar a mitad de camino”, sostiene el ingeniero.
La sustentabilidad y productividad son los pilares que sostienen los desafíos del sector, como dos caras de la misma moneda. “Si somos más eficientes en el uso de la energía, del agua, y los materiales, si logramos que nuestros trabajadores hagan más rápido su contribución en obra, seremos más productivos, generaremos menos residuos y seremos más eficientes en el uso de la energía y los recursos naturales”, analiza.
Así, traza un ambicioso plan para mejorar la sustentabilidad y productividad, que consiste en avanzar simultáneamente en los siguientes cinco ejes:
Desde su perspectiva, ¿cómo podemos acelerar la transformación hacia una construcción más industrializada, digital y sustentable?
Por medio de un trabajo colaborativo. Si ponemos el foco en el proyecto, podremos entre todos ―mandante, proyectistas, proveedores, constructora y operación― hacer que la construcción sea más productiva y sustentable. Pero para esto requerimos plataformas de información (BIM), modelos contractuales ajustados a esta nueva forma de trabajo y procesos y productos estandarizados. De esta forma, podremos tener proyectos de construcción diseñados con la mayor cantidad posible de MMC (Métodos Modernos de Construcción), que no es otra cosa que sumar industrialización en la obra.
¿Qué papel cumplen la innovación y el fortalecimiento del capital humano en esta transformación?
Ambos son esenciales. La construcción se rige por ciclos de vida de proyecto. Muchas veces escuchamos la frase: “hagámoslo igual que en la obra anterior”, y ahí tenemos dos años más perdidos en la posibilidad de transformar la industria. Esa frase viene del desconocimiento, de no atreverse a cambiar. Ese cambio es posible, pero debe venir de arriba, de quien manda a construir. Si el mandante pide en sus términos de referencia que quiere cierto porcentaje de MMC en su obra, obliga el cambio. Pero para que el mandante asuma el riesgo de transformar la industria en su obra tiene que ver que el cambio es posible, y para ello el capital humano debe estar preparado a todo nivel: proyectistas, profesionales de terreno y trabajadores.
Finalmente, Costabal destacó la importancia de fortalecer el trabajo colaborativo que Construye2025 ha venido cultivando y articulando en sus diez años de historia. Su objetivo es continuar con ese clima de confianza que se ha forjado para todos los participantes de la mesa de la institución. “La suma de todos los actores logra lo que nadie por sí solo puede. El mundo público y el mundo privado tienen miradas distintas que requieren compartirse con confianza para lograr articular soluciones, y ahí, la academia tiene un rol esencial”, concluye.
En menos de una década, la Dirección de Aeropuertos del MOP pasó de implementar técnicas de reutilización de pavimentos a liderar el desarrollo de infraestructura aeroportuaria sostenible, con técnicas avanzadas de economía circular, mediciones acústicas precisas y modelos energéticos adaptados a la operación aeroportuaria en sus nuevos proyectos.
La Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (DAP MOP) está cumpliendo una década desde la introducción de los primeros avances en términos de sustentabilidad. En 2016 se hicieron en el aeropuerto de Iquique las primeras pruebas para reutilizar los pavimentos, de manera que sirvieran como base de nuevas superficies estabilizadas con emulsión asfáltica.
Los prometedores resultados de esta iniciativa pionera en economía circular derivaron en la elaboración en 2019 de la Especificación Técnica General DAP N° 47: Producción de base reciclada en frío y estabilizada con emulsión asfáltica in situ. En 2020, se concretó la primera obra bajo esta técnica, en el marco de la conservación mayor del aeródromo Tobalaba. Posteriormente, se ha aplicado en los aeropuertos de Isla de Pascua, Valdivia, Iquique y Arica, entre otros.
Gracias a innovadoras técnicas de estabilización de capas asfálticas removidas se ha conseguido reutilizar hasta un 85% del material, evitando su disposición en vertederos y reduciendo en un 31% la necesidad de nuevos áridos. El uso de estabilizadores químicos permitió, además, mejorar el desempeño técnico de las reasignaciones de material.
Esta visión pionera sentó las bases de un cambio cultural profundo que apunta a iniciativas aún más ambiciosas. Actualmente, la Dirección de Aeropuertos lidera el desarrollo de la versión CES Aeropuertos, una adaptación de la Certificación de Edificio Sustentable específicamente para diseñar nuevos terminales aéreos.
Desde 2023, se han realizado visitas técnicas a distintos aeródromos de Chile, como Balmaceda, Coyhaique y Puerto Aysén, para levantar información crítica sobre su operación en diversos climas. Esta nueva certificación, que actualmente se está calibrando en algunos proyectos, se construye sobre tres pilares técnicos principales:
El avance hacia la sustentabilidad ha sido sistemático y estratégico. En 2024, se registraron hitos emblemáticos: el Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, en la Antártica, ingresó como el primer piloto de la versión CES Aeropuertos; y se consolidó la colaboración entre la DAP MOP, entidades públicas, privadas y académicas, en comités consultivos para integrar temas como huella de carbono, infraestructura verde y la economía circular en el diseño y operación de aeropuertos.
“Estamos integrando nuevas soluciones para medir y mejorar la sostenibilidad en toda la infraestructura aeroportuaria del país”, destacó Evelyn Reid, jefa de Edificación y Planes Maestros de la DAP.
Con estos avances, Chile se posiciona como líder en infraestructura aeroportuaria sostenible en América Latina, demostrando que la innovación técnica puede ser el motor de un cambio real y duradero.
Ficha Técnica
Sustentabilidad en Infraestructura Aeroportuaria – Dirección de Aeropuertos MOP
Inicios (2020)
Reutilización de pavimentos en aeropuertos de Iquique y Arica
Actualidad (2023-2025)
Desarrollo de la Certificación CES Aeropuertos
Ámbitos Técnicos Incorporados:
Proyectos piloto en ejecución:
Nuevos enfoques: NetZero carbono, infraestructura verde y azul, electromovilidad.
Socios Estratégicos:
Primer edificio de cinco pisos para vivienda social DS49 construido con módulos 3D industrializados. Una apuesta concreta por la eficiencia, la flexibilidad y la sustentabilidad, impulsada por el programa Construye Zero.
Con el Edificio Industrializado ProZero, Chile da un paso firme hacia la transformación de la vivienda social. Este proyecto pionero, desarrollado por ETERNA Modular Building en colaboración con Volcán, Melón, MultiAceros, Glasstech y Vorwerk, es el primer edificio de cinco pisos en el país construido con soluciones modulares volumétricas 3D industrializadas, pensado para el subsidio DS49.
ProZero destaca por su rapidez y eficiencia: cada unidad habitacional, de 58,2m², incluye tres habitaciones y dos baños. La fabricación de los módulos demora apenas una semana, el montaje completo del edificio un día y las terminaciones en terreno solo otra semana.
Más allá de su velocidad de ejecución, este edificio redefine los estándares de construcción social con atributos como:
Estas características no son casualidad: forman parte de los objetivos estratégicos del proyecto, que busca:
Innovación en materialidad
El edificio integra soluciones de alto rendimiento, como:
ProZero es uno de los 10 desarrollos impulsados por el Programa Tecnológico Construye Zero, liderado por CTEC y co-ejecutado por la CDT de la Cámara Chilena de la Construcción, con apoyo de CORFO. Esta iniciativa busca acelerar la adopción de tecnologías que potencien la industrialización, la sustentabilidad y la innovación en el sector construcción.
ProZero en Edifica 2024
El Edificio ProZero fue el protagonista en la Plaza de la Industrialización y Métodos Modernos de Construcción de Edifica 2024, donde se realizó un montaje y desmontaje en vivo. Esta demostración mostró la eficiencia y la precisión del sistema, además de evidenciar su capacidad de ser montado, desmontado y rearmado múltiples veces sin perder prestaciones.
Tras la feria, el edificio fue reubicado en el Parque CTEC, donde continúa su evaluación para medir variables como el comportamiento higrotérmico y el desempeño de las uniones frente a múltiples ensamblajes. “El objetivo es continuar capturando mediciones de más largo plazo como comportamiento higrotérmico, entre otros aspectos”, señaló Daniela Vásquez, gerenta general de Construye Zero.
“Proyectos como ProZero reflejan el compromiso del sector construcción por avanzar hacia un modelo más productivo, sustentable y resiliente, en línea con la visión de Construye2025: transformar la industria chilena para que sea un referente de innovación a nivel latinoamericano”, afirma Marcos Brito, gerente de Construye2025.
Con su enfoque flexible, eficiente y respetuoso con el medioambiente, el Edificio Industrializado ProZero se convierte en una muestra tangible de que es posible construir viviendas sociales de alta calidad, cuidando los recursos y preparándose para los desafíos del futuro.
Por Alejandra Tapia Soto, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025
Hace una década, hablar de sustentabilidad en la construcción se enmarcaba para muchos, en temáticas como eficiencia energética y energías renovables. Hoy, existe una mirada más amplia e integral, y un llamado a la urgencia para establecer acciones ante el cambio climático y el agotamiento de los recursos. En estos 10 años, desde Construye2025 hemos trabajado para transformar esa visión en acciones concretas, catalizando cambios profundos en cómo planificamos, diseñamos, construimos, usamos y gestionamos nuestras edificaciones e infraestructuras, en todo su ciclo de vida.
En 2015 iniciamos un camino que parecía ambicioso: avanzar hacia una industria de la construcción más productiva, sustentable y competitiva. Desde entonces, hemos sido testigos —y protagonistas— de una evolución significativa que ha involucrado a todos los actores del ecosistema: sector público, empresas, academia, gremios y centros de investigación.
Uno de los hitos más relevantes fue la elaboración de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, fruto del trabajo colaborativo intersectorial, liderado por actores del sector público, orquestado por el programa, y con una importante participación del sector privado y la academia. Este instrumento pionero trazó un camino hacia la economía circular en la construcción y hoy también es un referente para América Latina y el Caribe.
Este documento no sólo nos ha orientado técnicamente, sino que ha sido clave para incidir en políticas públicas, el fomento a la innovación, las regulaciones, y a trabajar en colaboración con un horizonte en común. Tal vez ese ha sido mayor valor, y que a pesar de las diferencias, hemos sido capaces de avanzar por el bien común, hacia una construcción más sostenible, contribuyendo a un cambio de paradigma, de empresas centradas en la maximización de utilidades, a empresas que trabajan por un propósito que incorpora la sostenibilidad mediante la inclusión de aspectos ambientales y sociales en el corazón de su negocio.
Durante estos años, también hemos impulsado pilotos, estudios y herramientas que hoy son referentes para quienes quieren construir de manera distinta. Hemos acompañado procesos de innovación con enfoque sustentable, promoviendo el uso eficiente y responsable de los recursos, apoyando también la formación de trabajadores, técnicos y profesionales que entienden la construcción desde una lógica de ciclo de vida.
Pero nada de esto hubiera sido posible sin la colaboración. La gobernanza público-privada de Construye2025 ha demostrado ser un modelo eficaz para articular voluntades, visiones y capacidades. Esta alianza ha sido fundamental para acelerar procesos, compartir aprendizajes y escalar buenas prácticas.
Sabemos que aún quedan desafíos importantes como incorporar en un sentido más amplio la sostenibilidad, apoyando a las empresas con los desafíos que existen en una sociedad compleja. Para eso, necesitamos seguir fortaleciendo estrategias, la política pública, la inversión y la formación técnica en todos los niveles.
El futuro de la construcción no se puede pensar sin sostenibilidad, sin las personas y su talento, ya que las personas son el alma de las entidades. Por eso, esta década ha sido solo el comienzo.
Finalmente, agradecemos a todos quienes han trabajado en forma colaborativa y que están convencidos de tomar esta oportunidad única de avanzar hacia un modelo de desarrollo que ponga en el centro a las personas, al territorio y al planeta.
La empresa presentó los casos de éxito en edificación industrializada en el “VII Seminario de Vivienda Sustentable”, enfatizando la sostenibilidad, la optimización de procesos y el mejoramiento de la calidad de vida de los usuarios.
La urgencia de soluciones habitacionales más rápidas y respetuosas con el medioambiente ha impulsado en Chile un resurgimiento de la construcción industrializada. En este escenario entra Tecno Fast, que con casi tres décadas de trayectoria se ha posicionado a la vanguardia de este cambio en donde combinan estructuras de madera, energías renovables y técnicas de producción automatizadas, proponiendo un modo eficiente para levantar edificaciones a la par que se mejora la calidad de vida de los futuros ocupantes.
En la actualidad, sus proyectos van desde edificios modulares de gran altura hasta conjuntos de viviendas sociales con las que la empresa busca demostrar que la sostenibilidad y la innovación pueden integrarse de manera realista en el sector, marcando el paso hacia una construcción más consciente y colaborativa.
Durante el mes de noviembre, en una presentación en el contexto del “VII Seminario de Vivienda Sustentable”, Mario Yáñez, gerente de Ingeniería e Innovación de Tecno Fast, subrayó el compromiso de la empresa con el “Programa Habitacional de Emergencia”, impulsado junto a Archiplan, ambas empresas socias del Consejo de Construcción Industrializada (CCI). “Estos dos proyectos han sido icónicos, no sólo por el uso de la madera ni por haberse construido de manera industrializada en Santiago para luego ser transportados al sitio, sino también por ser la primera vez que abordamos, junto a empresas constructoras y arquitectónicas, los desafíos reales de un proyecto de este tipo”, sostuvo Yáñez sobre un par de proyectos. Esta experiencia ha permitido a Tecno Fast consolidar aprendizajes que benefician tanto a la industria como a las familias que recibirán las nuevas viviendas.
Sustentabilidad y tecnología: pilares de la innovación
Uno de los aspectos centrales que destacó Yáñez fue la importancia de la madera como material renovable y capaz de almacenar carbono, lo que ha permitido reducir la huella medioambiental en comparación con el hormigón o el acero, ya que “la madera actúa como almacenamiento de carbono durante toda la vida útil de la construcción”, enfatizó. A ello se suma la inversión en paneles solares sobre las cubiertas de sus plantas, como la de Lampa, donde Tecno Fast genera gran parte de su energía eléctrica y reduce costes en un contexto de alza tarifaria. “Decidimos comprometernos con este desafío hace cinco años, y ha sido un excelente negocio desde el punto de vista de la rentabilidad”, añadió.
La apuesta por la eficiencia industrializada se potencia mediante el uso de BIM (Building Information Modeling). Según el gerente, todos los procesos actuales “usan modelos digitales que la maquinaria automatizada interpreta para generar paneles, pisos y muros con alta precisión”. Este sistema optimiza los recursos y minimiza los desechos, al tiempo que permite cumplir con estándares rigurosos de calidad. “Nuestra capacidad total de producción en las tres plantas es de 260.000 m² al año”, precisó Yáñez, quien destacó además la inminente apertura de una cuarta fábrica en Puerto Montt para expandir la cobertura hacia el sur de Chile.
Proyectos escalables y resultados tangibles
Como muestra de éxito, el ejecutivo presentó el edificio de 6 pisos montado en la cordillera para Anglo American, donde cada módulo fue prefabricado en Lampa y transportado sin contratiempos. “Recuerdo una visita en la que le pregunté a un minero si los pisos hacían ruido o tenían algún problema. Me respondió: ‘Prefiero dormir aquí que en mi casa’”, relató Yáñez, subrayando el confort y la calidad logrados. Ese conocimiento se ha aplicado también al desarrollo de proyectos habitacionales urbanos, pensando en llevar soluciones de vivienda con estándares óptimos a comunas cercanas al centro de Santiago.
Entre las iniciativas más recientes destaca la construcción de 60 departamentos en la comuna de Lo Espejo, un hito que Yáñez describe como un “proyecto emblemático”, pues incorporó módulos ensamblados en fábrica, transportados a una calle estrecha y luego instalados en un plazo aproximado de 42 días. “Aunque no todo salió perfecto, era la primera vez que enfrentábamos un edificio de esta magnitud. ‘Hay que quebrar huevos para hacer una tortilla’, solemos decir”, admitió. Los departamentos incluyen 3 dormitorios, cocina equipada y balcón, ofreciendo una propuesta integral que cumple con exigencias de confort, ahorro energético y cercanía urbana.
El aprendizaje obtenido con Archiplan allanó el camino para refinar los manuales de montaje, planos y protocolos de coordinación, asegurando una instalación rápida y eficiente. Además de los beneficios en tiempos y costos, Yáñez se refirió a la salud y el confort de los futuros usuarios: “Las viviendas con estructura en madera presentan un mejor comportamiento térmico. Hace 20 o 30 años veíamos mucha humedad y hongos en paredes de ladrillo; esto no debería suceder con diseños que integran aislamiento y ventilación adecuados”, recalcó. Según lo relatado por el representante, el compromiso trasciende lo meramente constructivo, involucrando a las familias que habitarán estas viviendas y su experiencia a largo plazo.
Otra arista esencial es la medición continua de la huella de carbono, ya que según Yáñez, la construcción industrializada en madera arrojó unos 0,28 tCO₂/m², cifra menor que la de métodos tradicionales. “No estamos del todo satisfechos con ese valor; nuestro principal desafío es el transporte”, aclaró, aludiendo al costo energético de llevar módulos a distintas zonas del país. Pese a ello, Tecno Fast, como empresa, está decidida a seguir reduciendo emisiones mediante energías limpias y optimización logística, a la vez que colabora con universidades para mejorar los sistemas de cálculo y diseñar soluciones sustentables en proyectos de gran escala.
En la recta final de su presentación, Yáñez adelantó un próximo contrato en Arica, confirmando la proyección de más viviendas modulares unifamiliares para el SERVIU. “Queremos llevar este modelo a otras regiones y tenemos la capacidad para hacer 20 proyectos al año”, afirmó, remarcando que la clave radica en una mayor agilidad en la fase previa de permisos y diseños. Con múltiples iniciativas en carpeta y el respaldo de años de investigación y desarrollo, Tecno Fast avanza hacia un horizonte donde la madera y la construcción industrializada pueden resolver urgencias habitacionales de forma sostenible, rápida y humana.
Con un fondo de $ 200 millones a repartir entre las propuestas ganadoras, la iniciativa se posiciona como un modelo innovador en el ecosistema de capacitación, en directo beneficio del desarrollo de los talentos y del fortalecimiento de la industria.
Este jueves se llevó a cabo la gran final del Fondo de Innovación para el Desarrollo de Talento en la Construcción (FIT Construcción), una iniciativa pionera impulsada por el OTIC CChC. Este proyecto busca enfrentar, a través de soluciones innovadoras, los desafíos más urgentes del sector: atraer, desarrollar y fidelizar talento para una industria en constante evolución.
El evento contó con un jurado de alto nivel, que incluyó a Lucas Palacios, Rector de INACAP; Alicia Vesperinas, vicepresidenta nacional de la CChC; Karen Thal, presidenta de Icare; Marcos Brito, gerente de Construye2025 (Corfo); Tadashi Takaoka, director de Metro y experto innovación; Max Valdés, director de Chócale.cl; Juan Pablo Aylwin, presidente del Directorio del OTIC CChC; José Garay, gerente general del OTIC CChC. Estas figuras evaluaron las siete propuestas finalistas, seleccionadas por su capacidad para generar soluciones prácticas y escalables a problemáticas históricas del sector.
Por su parte, José Garay, gerente general del OTIC CChC, destacó la relevancia estratégica del FIT como motor de cambio en la industria. “Este fondo busca facilitar el crecimiento sostenible del sector, promoviendo la adopción de buenas prácticas, cerrando brechas de habilidades y fortaleciendo el capital humano de la construcción. Así contribuimos no solo al progreso del sector, sino al desarrollo económico del país”, señaló.
La vicepresidenta de la CChC, Alicia Vesperinas, destacó la calidad de las propuestas finalistas del FIT: “La construcción aporta el 7% aproximado al PIB y el 8% de la fuerza laboral del país, lo que hace que estas iniciativas orientadas al desarrollo del capital humano sean fundamentales para lograr un crecimiento sostenible en el sector”. Además, la representante gremial, quien formó parte del jurado, señaló: “seguiremos apoyando este tipo de iniciativas, asegurándonos de que ese talento no se pierda y contribuya al futuro del sector”.
En tanto, Marcos Brito, gerente de Construye 2025 señaló que “nos pareció muy interesante haber conocido estos proyectos, porque justamente estamos buscando cosas que puedan provocar cambios en un ecosistema que los necesita. Estamos felices de haber participado y esperamos que instancias como éstas se repitan”.
Con un fondo de $ 200 millones, destinados a financiar proyectos innovadores, el FIT Construcción se posiciona como un modelo a seguir en la creación de un ecosistema de colaboración que beneficia tanto a las empresas del sector como a la población del país en su conjunto. Durante la jornada, las iniciativas finalistas se presentaron al jurado, quien determinó como ganadores a un total de 4 proyectos: Impulsa Mujer, de Infocap; Rehaviour, de Pignus; Joblearning, de People Lab Chile; y Nanogrado 4.0, de Fundación Telefónica Chile.
Olga Alarcón, gerenta de Fundación Telefónica, cuyo proyecto fue uno de los ganadores, señaló en la instancia que “sin duda, poner lo que sabemos hacer al servicio de la formación, puede ser trascendental para apoyar la transformación digital de un sector productivo fundamental para Chile, como es la construcción”.
En tanto, Kattina Orellana, socia fundadora y jefa de operaciones de Pignus, otra de las iniciativas elegidas, señaló que “este fondo nos va a ayudar a desarrollar más tecnología para apoyar las capacitaciones de la construcción, donde es posible ir más allá con ideas de la mano de la inteligencia artificial, realidad virtual o realidad aumentada, apoyando la formación de los trabajadores en obras, e impactando en reducir la ocurrencia de accidentes”.
El OTIC CChC ya está trabajando para lanzar en 2025 dos nuevos Fondos de Innovación para el Talento, enfocados en otras industrias estratégicas, reafirmando su compromiso con la innovación como eje central para la formación y desarrollo del talento. Este enfoque incluye la creación de rutas formativas desde los liceos técnico-profesionales y el fortalecimiento de alianzas con sectores clave, impulsando la productividad, la transferencia de conocimiento al puesto de trabajo y fomentando la inclusión, la sostenibilidad y la adaptabilidad en un mercado laboral en transformación.
Ricardo Fernández, presidente de Certificación Edificio Sustentable (CES), participó de la actividad, destacando al gremio local por ser pioneros en sustentabilidad. También asistió el alcalde electo, Jaime Bertin.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Osorno conmemoró el décimo aniversario desde su Certificación como Edificio Sustentable (CES). Las oficinas del gremio de la construcción fueron la primera edificación en el país en recibir la condecoración en diciembre del 2014 y como explicó en el evento, Ricardo Fernández, presidente de la Certificación Edificio Sustentable (CES) el sello busca “evidenciar las buenas prácticas en cuanto a acondicionamiento en temas de manejo de residuos, acondicionamiento térmico, condiciones acústicas, entre otras” de las construcciones públicas y privadas.
En el evento participaron autoridades locales y gremiales, como el alcalde electo Jaime Bertín, el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Francisco Dumay; y actores claves del sector privado, ciudadano y académico.
El edificio, diseñado por Scheel Arquitectos y construido por Constructora Denco, obtuvo la certificación el 24 de diciembre de 2014. Fernández resaltó la importancia de los proyectos sustentables en el país, agregando que aunque las reglamentaciones son obligatorias, las certificaciones son voluntarias. Felipe Pavez, presidente de la CChC Osorno, comentó sobre la importancia del hito para la comuna y la región. “Nosotros fuimos el primer piloto que se hizo a nivel nacional y que se logró después de un trabajo mancomunado entre los socios de la Cámara, el mundo privado y el mundo público”.
Por su parte, Scheel valoró la Certificación de Edificio Sustentable, valorada tanto en el país como en Sudamérica.
Marisol Cortés, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, discutió la importancia de las certificaciones de sostenibilidad, específicamente el sello CES, celebrado en la ceremonia. “Este sello busca cumplir con compromisos internacionales como el Acuerdo Escazú y el Tratado de París, promoviendo una menor huella de carbono y ciudades más sostenibles. A diferencia de certificaciones como LEED, el CES se adapta mejor a las condiciones sísmicas y climáticas de Chile”, cerró.
En tanto, Hernán Madrid, jefe de CES, recordó y valoró la visión del equipo de la CChC que impulsó la certificación de este edificio de la Cámara, que lo llevó a ser el primero en Chile en contar con el sello CES.
El equipo de Construye2025 hace una evaluación del documento lanzado en junio de 2022 y del camino que resta ad portas de cumplir 10 años del programa.
A poco más de dos años del lanzamiento de la Hoja de Ruta 2022-2025, el programa creado por Corfo en 2015, continúa acelerando de manera decidida la transformación de la industria y de manera conjunta.
Pese a las complejidades que este trabajo implica, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, reconoce que “tenemos la convicción de estar en el lugar y en el tiempo correcto”, destacando la visión compartida de los actores de la industria, lo que ha permitido proyectar acciones de largo plazo para -en forma estratégica- instalar la competitividad sectorial como una meta que debe y necesita ser más exigente.
Para ello, el apoyo de las instituciones y profesionales que conforman el Consejo Estratégico, es crucial, dado que han estado junto al programa desde el inicio.
“Estamos súper orgullosos de llevar nueve años recorriendo este camino, no ha sido fácil, hemos pasado distintos momentos políticos, administraciones, situaciones y aquí estamos y creemos que todavía podemos seguir aportando. Tenemos que llegar al 2025 con las metas cumplidas pero, todavía queda camino por recorrer”, analizó.
En ese sentido, están en pleno desarrollo compromisos de la hoja de ruta como el Comité Transversal de Instituciones Académicas, que pasó a ser el Comité Gestor Académico, en el eje de Capital Humano, así como el Comité Gestor de Innovación, en el eje del mismo nombre.
En materia de Sustentabilidad, se ha difundido con mayor énfasis los áridos reciclados, a través del Webinar “Avances y tecnologías para el procesamiento y uso de áridos reciclados”, organizado por Universidad de La Frontera, Pontificia Universidad Católica de Chile, Construye2025 y Río Claro y la certificación en los nuevos perfiles de competencias laborales, a través del Webinar “Desafíos y nuevas competencias laborales en economía circular para trabajadores”, organizado por ETC, Reduciclo y Construye2025.
Otra de las acciones cumplidas en este eje ha sido la de “Colaborar en el desarrollo de capacidades que requiere el sector para implementar la medición y reportabilidad de la huella de carbono”, lo que se llevó a cabo a través del Concurso Desafío NetZero2030, culminado en noviembre de 2023, y que entre el 17 y 26 de mayo de 2024 tuvo una gira a la Universidad de Nottingham, Inglaterra, con los ganadores del concurso universitario.
Por otra parte, el equipo de Construye2025 participó en el cierre del primer Acuerdo de Producción Limpia de economía circular de la industria de la construcción, en Valparaíso, lo que, además, forma parte del trabajo de apoyo a la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025, con el apoyo técnico, coordinación y facilitación de la CDT.
En Industrialización, el programa avanza a partir de la presencia en el directorio del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), en el desarrollo de la primera Guía de Constructabilidad, para mejorar la calidad de las obras desde las etapas tempranas de proyecto, la que está pronto a ser lanzada; en fomentar la estandarización de componentes en el proceso constructivo, a través de una Guía de Integración Temprana para la Industrialización, desarrollada por el CCI; levantar la oferta de soluciones constructivas, productos y servicios disponibles a nivel nacional, que permitan facilitar la adopción en la industria; articular actores para despliegue de medición de KPI’s de industrialización y en levantar y difundir casos existentes de industrialización y prefabricación en edificación, para así mostrar experiencias, aprendizajes y sus resultados.
Sin duda, “el impulso de Corfo, el apoyo del Instituto de la Construcción como entidad gestora y el compromiso de la Cámara Chilena de la Construcción, han sido cruciales para poder ser testigos de cómo los temas que impulsamos desde el inicio hoy ya están cada vez más incorporados en los sectores público y privado, así como en la academia y sus mallas curriculares. El cambio de paradigma y la transformación productiva del sector ya han comenzado a ocurrir”, comenta Marcos Brito.
Un camino similar al que tomó Chile frente a los terremotos es el que ve necesario el PhD en Ciencias Aplicadas, para resistir los embates del clima, a través de la generación de conocimiento científico y el desarrollo de innovadoras soluciones tecnológicas, aprovechando la experiencia ya adquirida por otros países.
El nombre de Waldo Bustamante ha estado ligado hace varios años a la construcción sustentable, diversos estudios en la materia y a la reglamentación térmica. El ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile, magíster en Desarrollo Urbano UC y PhD en Ciencias Aplicadas de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, es profesor titular de la Escuela de Arquitectura UC, y también director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción. Este centro fue fundado en 2013 como una colaboración entre la UC y la Universidad de Concepción para fomentar la investigación de excelencia en estos temas, y es financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) a través del Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias (FONDAP).
Conversamos con él sobre el estado actual del país en materia de sustentabilidad y esto nos respondió:
¿Cómo evalúa la sustentabilidad en la construcción en Chile?
Antes de realizar un análisis de la situación en que se encuentra el sector de la construcción en Chile, es importante, al menos, mencionar que el planeta enfrenta una situación crítica producto de la crisis climática, de la contaminación y de la biodiversidad. No hay un solo sector de la economía que esté ajeno a esta triple crisis, desde el sector primario relacionado con la extracción de materias primas hasta la generación de conocimiento científico y la innovación tecnológica, pasando por los servicios y los sectores productivos.
En este contexto, el sector de la construcción en Chile se encuentra en un tránsito para ir aportando cada vez más al desarrollo sustentable en temas tan relevantes como la economía circular, la carbono neutralidad en la edificación, el uso eficiente y reúso de aguas grises, la incorporación con mayor intensidad el uso de energías renovables, la adopción de soluciones basadas en la naturaleza tanto en edificios como en espacios públicos.
En todas las acciones mencionadas, el rubro tiene aún grandes pasos que dar. Somos un país líder a nivel mundial en cuanto a la resiliencia para resistir temblores y terremotos. El resto del mundo ha aprendido de nosotros en relación a este tema. Este reconocimiento hacia nuestro país ha implicado enormes esfuerzos para la generación de conocimiento científico y en el desarrollo de innovadoras soluciones tecnológicas y, aún así, seguimos desarrollando ciencia y tecnología en este tema.
Un camino similar tenemos que transitar en Chile en el sector construcción desde ahora mismo, el cual se ve facilitado por la enorme experiencia que otros países -especialmente los países desarrollados- han ido adquiriendo sostenidamente en las últimas décadas. Este transitar debe ser rápido y con sentido de urgencia, por cuanto los cambios en el clima se han acelerado en el último tiempo y lo que el mundo ha realizado para ganarle a estos rápidos cambios, está demostrado que son todavía insuficientes.
A su juicio, ¿cuáles han sido los hitos más importantes de los últimos años?
En los últimos años, se han visto experiencias muy interesantes en algunos proyectos urbanos y que muestran sendas por las cuales debemos seguir transitando. El proyecto del Mercado Urbano de Tobalaba (MUT), en cuyo diseño, construcción se han incorporado y materializado un conjunto de variables y términos que forman parte del discurso de la sustentabilidad. Los edificios, la materialidad, el confort en los espacios interiores, la eficiencia en el uso del agua y energía, la incorporación de conceptos como la captura de carbono en los espacios públicos y en la materialidad, la conexión al transporte público, la facilitación para el uso de bicicletas son un ejemplo de avances relevantes en la sustentabilidad en la edificación.
Pero junto a cuestiones tecnológicas relevantes, el implementar un proyecto que aporta al desarrollo de la ciudad de modo significativo muestra un sentido solidario de sus promotores, en el sentido de que se genera un proyecto que aporta al conjunto de los habitantes del barrio y de toda la ciudad y no solo a los usuarios del propio edificio. Ello es fundamental como aporte al desarrollo sustentable. Hace unos años, el edificio Transoceánica de + arquitectos, con su diseño e incorporación de tecnologías innovadoras respecto de lo que se conocía en Chile en el momento de construcción, se constituyó como un hito importante. MUT muestra un avance relevante respecto de lo Transoceánica mostró en otro momento.
Entre otros hitos importantes, también podemos mencionar el proyecto de edificios con 280 departamentos de vivienda social de Cordilleras de Doña Marta (Arquitectos Vergara Arthur y Miranda Laclote), inaugurado en febrero de 2023, y que apuntó a solucionar la necesidad de viviendas de habitantes de la Villa Marta Brunet, de Bajos de Mena, en Puente Alto. Es un proyecto integrador, con espacios públicos generosos, con medidas de seguridad en las que vecinos y vecinas participan activamente y con una envolvente térmica en los edificios, que genera condiciones interiores mucho más favorables respecto de las que estas familias conocían previamente. Al mismo tiempo, cuenta con sistemas de protección solar móviles para mitigar las olas de calor en período estival. Es un proyecto que también señala caminos a seguir y del que se sacarán importantes conclusiones para avanzar en este gran desafío de proveer viviendas y barrios dignos para una vasta población de diferentes regiones del país.
Otros hitos importantes, y en materias regulatorias, son la aprobación de la Ley de Cambio Climático, que obliga a la generación de planes sectoriales de mitigación y adaptación al cambio climático, en el que el sector de la construcción tiene mucho que aportar. Al mismo tiempo, la esperada aprobación del reglamento que permite el tratamiento de aguas grises para diferentes usos en la ciudad. También es relevante el que luego de más de 10 años desde que se realizó la propuesta de actualización de estándares de desempeño térmico de viviendas, este finalmente se aprobará en las instancias correspondientes.
Desde su participación en la reglamentación térmica, ¿está conforme con el resultado?
Me parece que ha sido un paso muy importante el que se haya oficializado definitivamente la actualización del artículo 4.1.10 de la OGUC, llamada comúnmente reglamentación térmica (RT). Cabe sí señalar que esta actualización es todavía insuficiente, pues se persiste en el modelo prestacional, en el que se imponen exigencias de transmitancia térmica individuales por cada uno de los elementos de la envolvente.
Sin embargo, habrá que valorar que en esta nueva versión, comparada con la de 2007, se agregan variables imprescindibles que inciden en el desempeño térmico de los edificios y que son las infiltraciones de aire, el aseguramiento de la calidad de aire interior y la necesidad de disminuir los riesgos de condensación en sistemas de la envolvente. El agregar a la RT estas variables es una cuestión que no podía esperar más, pues no se podía continuar con la sola lógica de la transmitancia térmica de los elementos de la envolvente, dado que ello es absolutamente insuficiente. En nuestros estudios de 2013, también propusimos adoptar medidas para minimizar el impacto de los puentes térmicos, pero ello lamentablemente se eliminó en los posteriores procesos que desarrolló en MINVU para determinar un texto definitivo de la actualización de la reglamentación térmica. También, lamentablemente, en algunas zonas térmicas se hicieron cambios en la transmitancia de muros. Por ejemplo, en la zona B (con ciudades como Calama y Copiapó) y D (con ciudades como Santiago y Talca), se aumentó la transmitancia térmica (U) que propusimos en el 2013, quedando 3 zonas térmicas, que tienen climas muy diferentes, con el mismo valor U en muros: Zona B; Zona C (costa de Región de Valparaíso) y Zona D. Es un contrasentido exigir el mismo valor U en muros en zonas con climas muy diferentes. Yo esperaría que esto se reparara en algún momento.
A su juicio, ¿cuáles son los desafíos hacia los que Chile debe avanzar en materia de construcción sustentable?
En primer lugar, creo importante avanzar en establecer estándares de desempeño energético en los edificios, que es la forma en cómo se aplican la mayoría de las normativas obligatorias en el mundo. Podría partirse con la definición de demandas de energía de calefacción y algún estándar para evitar sobrecalentamiento en los edificios, tratando de promover el diseño arquitectónico pasivo.
Debiésemos, en definitiva, avanzar en la elaboración de un código energético, que incluya a los sistemas de acondicionamiento térmico, la iluminación artificial (en al menos algunos tipos de edificios), en el consumo de energía en agua caliente sanitaria e intente promover el uso de energías renovables generadas in situ. Asimismo, establecer incentivos para promover el uso de fuentes energéticas limpias. Este código debería incluir la evaluación de los sistemas involucrados para acondicionamiento térmico en todo período del año, como también debiera incentivar el uso de materiales con bajo contenido de carbono en su ciclo de vida.
Por otra parte, deberían existir incentivos y promover aún más los programas de regeneración urbana, lo que en el contexto de las olas e islas de calor, podría aportar significativamente en la construcción de resiliencia de los edificios y de los espacios públicos para hacer frente a los fenómenos climáticos extremos, tanto por efecto de los incrementos de la temperatura como por la presencia de precipitaciones intensas. Un último mensaje al respecto: cuidemos y hagamos crecer la biodiversidad en nuestras ciudades pues la naturaleza viva nos protege de estos fenómenos extremos.
En la ceremonia de los Premios CES 2024, la Certificación Edificio Sustentable reconocerá a los equipos que alcanzaron los mayores puntajes en edificios y proyectos, que este año se concentran en cuatro regiones de todo el país.
Las regiones de La Araucanía, Maule, Biobío y Aysén son las que zonas en las que están los edificios y proyectos que serán reconocidos en la ceremonia de los Premios CES 2024. Éstos representan a los que obtuvieron los mayores puntajes en el sistema nacional de certificación durante el año 2023.
CES considera diversos parámetros para calificar proyectos de uso público desde su diseño hasta su operación. Este año, nuevamente, destacará a los edificios que alcanzaron mejores niveles de certificación por aspectos como la calidad del ambiente interior, que considera confort térmico, acústico, calidad del aire e iluminación; uso eficiente de la energía, que toma en cuenta demanda, consumo y también huella de carbono en la operación; uso eficiente del agua; y gestión de residuos, entre otros.
La premiación que se realizará el próximo jueves 3 de octubre, a las 09:30 horas, por sexto año consecutivo, busca reconocer a todos los actores que participan en el desarrollo de los proyectos, entre ellos, el mandante, los arquitectos, ingenieros, constructores, asesores CES y evaluadores, que mancomunadamente trabajan por la sustentabilidad de los edificios.
“Estamos expectantes de esta ceremonia, porque a diferencia del año pasado, este 2024 los premios están concentrados principalmente en la zona centro sur e incluyen regiones en las que por primera vez se encuentran proyectos premiados”, explica el jefe de CES, Hernán Madrid.
De esta manera, CES busca incentivar las mejores prácticas sustentables en la edificación y reconocer públicamente a quienes han hecho un esfuerzo por certificarse con una herramienta nacional que incorpora variables propias de cada territorio.
El año pasado el primer lugar en la categoría Certificado, se lo adjudicaron los edificios de apoyo del Recinto Modelo Educación y Trabajo, edificios ADE-DEP y ASA-ADI La Laguna, Talca, en la región del Maule, mientras que como Proyecto Precertificado, fue reconocido el Jardín Infantil y Sala Cuna Chinkowe Temuco.
Al igual que en las versiones anteriores del Premio CES, en esta oportunidad, se reconocerá nuevamente al “Profesional Destacado” del año, distinción que este 2024 recaerá en dos profesionales, uno ligado directamente a CES y otro por su aporte a la sustentabilidad en general, así como a la Política Pública Destacada y la Empresa Destacada.
Los representantes de 12 instituciones académicas se reunieron por segunda vez a conversar sobre los principales desafíos para revitalizar la sinergia entre la Academia y la industria de la construcción.
Con la participación de representantes de destacadas casas de estudio, el jueves 22 de agosto se realizó la segunda sesión del Comité Transversal de Instituciones Académicas de Construye2025, que luego de la primera reunión se constituyó en un Comité Gestor del programa estratégico.
En la oportunidad, participaron representantes de la CDT, la Universidad Autónoma de Chile, la Universidad de La Serena, la Universidad San Sebastián, la Universidad Andrés Bello, la Universidad de Las Américas, la Universidad del Biobío, la Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad Católica de la Santísima Concepción, y los institutos profesionales IP Chile, Duoc UC e INACAP.
Cabe recordar que los comités gestores son parte de la gobernanza de Construye2025 a nivel operativo, es decir, convocan a las voces más indicadas para definir las líneas de acción que permitan concretar la hoja de ruta. En el caso de esta instancia, el objetivo es tener entre tres y cuatro reuniones durante el año, para luego hacer la bajada y comenzar con el plan de trabajo, con miras a tener resultados el año 2025, que se puedan proyectar en una eventual continuidad de la hoja de ruta.
Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, dirigió la sesión, recordando el exitoso resultado del primer encuentro, que tuvo lugar unos meses atrás e indicando que el objetivo de la segunda jornada de trabajo es dirigir “un poco más la conversación hacia temas accionables, en base a desafíos presentes en el levantamiento de necesidades, que se votaron en las preguntas de la sesión uno”.
De acuerdo con los resultados del trabajo ya realizado, el ingeniero explicó que el principal desafío del comité es abordar las dificultades entre la industria y la Academia, especialmente la brecha entre la teoría académica y la realidad de la industria, la presión para acortar las carreras, las dificultades en planificación en carreras como arquitectura e ingeniería construcción civil, entre otras.
También señaló que es importante “crear el espacio de vinculación, entender bien los roles de los actores de los sistemas de construcción públicos, privados y académico, trabajar en la organización del modelo”, con el fin de definir qué tipo de significaciones y capacitaciones se pueden hacer en distintos niveles, a lo largo de la trazabilidad de los programas académicos.
Las acciones e iniciativas concretas con miras al desarrollo del trabajo a realizar, según los plazos estipulados por el programa, se organizaron en cuatro pilares: el primero abarca el análisis y la actualización del contexto de la industria y la oferta actual; el segundo se relaciona con vinculación y acercamiento a fin de generar espacio de la Academia en eventos de la industria y viceversa; el tercero tiene que ver con la articulación y colaboración entre los actores clave, entendiendo los roles de los actores del ecosistema de en el modelo, y el cuarto enfocado en seguimiento y control.
Tras la presentación, las mesas organizadas tuvieron un tiempo para trabajar en función de los ejes mencionados; y al finalizar la jornada, un vocero de cada una presentó brevemente los resultados del diálogo en cuestión.
Los resultados de la jornada serán compartidos con las instituciones participantes, así como con las que no pudieron asistir, junto a una propuesta de plan de acción de corto plazo, para ser articulada por Construye2025, con el apoyo de las mismas instituciones.
Durante la última década, la Fundación ha apoyado 158 proyectos, en 38 países y en los cinco continentes, beneficiando a más de 2,6 millones de personas.
En Chile, a través de la ONG TECHO, se han instalado más de 300 postes de luz solar a través del programa “Luz segura al barrio”. Desde este año, este programa llegó a Perú y Colombia, con el compromiso de instalar más de 200 postes en los 3 países.
El evento fue realizado por Madeco by Nexans.
En 2013, la compañía francesa Nexans se convirtió en el primer actor de la industria global del cable en establecer una Fundación Corporativa dedicada a servir al interés público a través del acceso a la energía. Desde entonces, la Fundación Nexans ha apoyado 158 proyectos en los cinco continentes, beneficiando a más de 2,6 millones de personas.
Con el fin de relevar este hito y la importancia de garantizar el acceso universal a una energía asequible, fiable y sostenible, se realizó un conversatorio con expertos para abordar el valor que tiene el trabajo, tanto intersectorial como con las comunidades, para concretar iniciativas como las emprendidas por la Fundación Nexans en Chile y en la región.
El encuentro permitió a la Fundación Nexans reflexionar sobre los logros durante la última década y mostrar el trabajo inspirador realizado con TECHO, en Chile.
Camilo Elton, gerente general de Madeco by Nexans, destacó la importancia del programa “Luz segura al barrio,” desarrollado por TECHO con el apoyo de la Fundación Nexans. “Poder contribuir desde el año 2020 con el financiamiento de diferentes proyectos de luminarias públicas solares, en más de nueve regiones del país, ha impactado la calidad de vida de las personas. Iluminar caminos, evitar accidentes, disminuir la sensación de inseguridad, es iluminar vidas y nos hace sentir orgullosos de nuestro trabajo”, señaló.
En tanto, Alonso Fernández, CFO de Madeco by Nexans y Líder de Sustentabilidad para la Región Andina de Nexans, destacó que la alianza entre TECHO y la Fundación para instalar alrededor de 200 postes de luz en asentamientos de Chile, Perú y Colombia “va a impactar a miles de familias y comunidades”. Además, enfatizó la importancia de trabajar alineados con los Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU, “dando una mirada global para garantizar el acceso a la energía asequible y no contaminante”.
Conversatorio
Durante el encuentro, Pía Palacios, directora de estudios de Techo Chile, presentó los resultados del catastro de Campamentos 2022-2023 de la organización, el que arrojó un aumento de 40 por ciento en la cantidad de familias viven en asentamientos informales a lo largo de Chile respecto al año anterior, llegando hoy a 114 mil familias. En su presentación, Pía ahondó en cómo la problemática “va más allá de un techo”, compartiendo también algunos hallazgos de percepción de las comunidades beneficiadas por el programa “Luz segura al barrio”.
iversari
Conectando Construcción 2023 vuelve el 16 de noviembre, organizada por Construye2025, para reunir a proveedores de servicios de digitalización, de industrialización, de sustentabilidad y startups tecnológicas de construcción.
Con su cuarta versión, vuelve el 16 de noviembre de este año la Ronda de Negocios Conectando Construcción, organizada Construye2025, la cual se plantea como una rueda de negocios virtual. El evento es un punto de encuentro y colaboración, donde la innovación y las nuevas tecnologías se vuelven el centro.
Al igual que todos los años, Conectando Construcción 2023 contará con una plataforma virtual y asistencia en línea, para así dar cuerpo a su rueda de negocios, durante toda la jornada, para impulsar la innovación en la industria de la construcción.
En esta versión, Conectando Construcción busca reunir en la ronda de negocios tanto a empresas como ejecutivos, con interés en la tecnología e innovación de vanguardia. En el encuentro, junto a patrocinadores y asociados, se exhibirán, además, las últimas tendencias mundiales y nacionales del sector.
El año pasado, se inscribieron 287 vendedores: incluyendo startups, empresas que ofrecen soluciones innovadoras y otros emprendimientos tecnológicos que se quieren vincular con empresas ligadas al rubro de la construcción. Y como compradores se inscribieron 87 empresas. Entre ellos, se llevaron a cabo 207 reuniones efectivas en formato “speed date”. Para este 2023 se esperan aún más inscritos y reuniones de negocio.
Por ejemplo, Nawi participará como vendedor. Nawi es una empresa de tecnologías de monitoreo de calidad de las aguas automáticas y de bajo costo en una plataforma online sencilla de entender. Su fundadora y directora ejecutiva, Nicol Norel, espera ampliar el número de clientes, para seguir disminuyendo los impactos y conflictos con los vecinos.
Por su parte, GreenBricks, participará como comprador. Su fundador y CEO, Erwin Uribe Rojas, comenta que su principal aspiración es establecer conexiones con empresas que estén interesadas en incorporar soluciones como la de Greenbricks en sus procesos.
Conectando Construcción está dirigida a proveedores de servicios de digitalización, industrialización, startups o sustentabilidad para potenciar la innovación e integración de la industria.
Si eres comprador, inscríbete AQUÍ.
Si eres vendedor, inscríbete AQUÍ.
Asimismo, el 13 de noviembre a las 18:00 horas, podrás acceder a una Capacitación en el uso para la plataforma de networking y recibirás tips para generar reuniones efectivas. Inscríbete AQUÍ.
El equipo de Construye2025 hace una evaluación del documento lanzado en junio de 2022 y del camino de transformación de la industria de la construcción.
Hace un año exactamente, Construye2025 comenzaba un nuevo ciclo de su proceso iniciado en 2016, pero ahora de la mano de una nueva hoja de ruta 2022-2025, que incorpora diagnósticos sectoriales actualizados y pone especial acento en continuar y fortalecer iniciativas originales de la estrategia, que desde 2016, implementa Construye2025.
Sin duda, “el apoyo de Corfo durante estos siete años y del Instituto de la Construcción, como entidad gestora durante los últimos tres, ha sido crucial para poder observar cómo los temas que impulsamos al inicio hoy ya están cada vez más incorporados en los sectores público y privado, así como en la academia y sus mallas curriculares. El cambio de paradigma ya ha comenzado a ocurrir”, considera Marcos Brito, gerente del programa.
Así, la nueva estrategia se organiza en cinco ejes estratégicos: Industrialización, Sustentabilidad, Transformación Digital, Capital Humano e Innovación, “en donde hemos agrupado 13 iniciativas y 25 acciones, que nos guían de cara a los esfuerzos que nos imponen los desafíos de productividad, el cambio climático y la carbono neutralidad para el sector construcción”, precisa Brito.
Asimismo, se planteó, por primera vez, un propósito: “Acelerar la transformación de la Construcción, para juntos avanzar hacia un país más productivo y sustentable”.
Y juntos, porque este documento que guía los pasos del programa estratégico de Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, incorporó en su elaboración a diversos actores que buscan acelerar la transformación de la construcción.
El gerente de Construye2025 reconoce que, sin duda, el proceso es complejo, “pero tenemos la convicción de estar en el lugar y en el tiempo correcto”. A su juicio, el mayor mérito del programa y su hoja de ruta ha sido congregar una visión compartida y proyectar acciones de largo plazo para -en forma estratégica- instalar la competitividad sectorial como una meta que debe y necesita ser más exigente.
En este sentido, “poder reunir a las más importantes instituciones que agrupan a los actores del sector, para así avanzar juntos hacia la productividad y sustentabilidad, ha sido el factor clave de esta gran iniciativa, impulsada por Corfo”, asegura el ejecutivo.
Camino de transformación
A juicio de Brito, hoy, el programa cuenta con una importante llave para abrir puertas, su credibilidad, que habilita de manera más rápida la instalación de las temáticas clave a abordar. “Por estos días, es habitual ver cómo las instituciones de la construcción están incorporando los mismos ejes del programa en su quehacer”, dice y ejemplifica con el siguiente caso: “sin mayor lugar a dudas, la relevancia en este proceso de cambio del principal gremio del sector, la CChC, ha sido fundamental y será cada vez más trascendente en el logro del proceso de transformación al que Corfo invita a recorrer”.
¿Cómo es este camino? “Este proceso se traduce en entender este sector como uno que requiere modernizar sus procesos productivos en toda su cadena de valor, incorporando procesos de mejora continua, innovación, design thinking, lean construction, BIM, IPD y varios otros, ya no es una alternativa, sino que el camino. La cuarta revolución industrial está ocurriendo, ¡ahora mismo!”, comenta el gerente de Construye2025.
Por ello, hasta ahora, el trabajo ha sido muy intenso y se vislumbra fructífero, gracias al apoyo de muchos actores. Asimismo, “nuestro compromiso con el sector es inquebrantable. Estaremos siempre disponibles para escuchar ideas, difundir soluciones, plantear problemáticas, congregar actores y articular acciones que permitan construir el proceso de transformación productiva”, complementa.
Con todo, Brito cree que es especialmente relevante en esta etapa contar con todas aquellas instituciones y las personas que están tras ellas, para aportar en el logro de estas mejoras. Se refiere a “profesionales que estén dispuestos a trabajar en conjunto para movilizar esfuerzos sectoriales, con convicción y determinación, ya que -a la luz de los compromisos que Chile ha asumido en eficiencia energética y cambio climático– se nos agota rápido el tiempo para lograr todas las mejoras que nos estamos proponiendo como país”.
Además, está la urgente necesidad de eliminar campamentos y combatir el déficit habitacional, “para lo cual urge una mayor productividad en nuestra capacidad productiva y despliegue de proyectos. El desafío es de todos”, insiste.