Pablo Ivelic, presidente de Construye2025: “Hemos sido capaces de ir cambiando tendencias”

Los avances alcanzados por el programa de Corfo que busca hacer más sustentable y productiva a la industria de la construcción tienen más que satisfecho a su presidente. ¿La clave para el futuro? Innovación.

Desde su creación, el programa Construye2025 de Corfo ha buscado convertirse en un referente estratégico para la construcción, uniendo y articulando al Estado, la industria y la academia para trabajar en iniciativas que incentiven la sustentabilidad, productividad y competitividad de la industria de la construcción. Y, claramente, lo está logrando.

“El programa Construye2025 tiene un desafío de largo plazo, que es transformar a la industria de la construcción en una industria más productiva y más sustentable y hemos ido dando pasos extremadamente importantes, con iniciativas estratégicas que han ido -de a poco- generando esta transformación, por mencionar algunas el Planbim, el DOM en Línea, los centros tecnológicos como el CTeC y el CIPYCS; o el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), que empieza a conformar una suerte de comité donde se reúnen actores de la industria para generar industrialización”, afirma el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic.

Pero, aunque han sido grandes pasos, 2022 será un año de consolidación. Luego de una serie de consultorías, actualización de la hoja de ruta del programa, acuerdos de colaboración, vienen nuevos hitos. “Estamos buscando, mediante otras iniciativas, generar este interés por industrializar y generar construcción sustentable en la academia, es decir, que los estudiantes se formen en esto”, señala el líder de Construye2025.

En este contexto, el máximo representante del programa de Corfo, afirma que continuarán las acciones de articulación en diferentes ámbitos asociados a la productividad y la industrialización. Igualmente, Pablo Ivelic, destaca el lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular de la Construcción 2025, como puntapié inicial para transformar a la industria en una más amigable con el medioambiente.

Expectativas

Pese a que la industria de la construcción ostenta un diagnóstico duro desde el punto de vista de la productividad, el presidente de Construye2025, rescata que quienes forman parte del programa han sido capaces de generar transformaciones. “Mediante diferentes acciones hemos sido capaces de ir cambiando tendencias. Lo que hoy sucede, con la inauguración de un parque tecnológico para innovar en la construcción, es justamente una muestra del nivel de madurez que hemos ido alcanzando. Eso nos hace pensar que los resultados en el mediano y corto plazo nos van a acompañar y vamos a ser capaces de tener una industria más productiva y más sustentable”, concluye Pablo Ivelic.

La herramienta de autodiagnóstico que ayudará a la industria a gestionar la innovación

Mediante sesiones grupales, el programa Construye2025 y la Gerencia de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción han estado trabajando para que las empresas puedan conocer su nivel de madurez en innovación, así como aprender a gestionarla.

Según el segundo informe del Índice de Transformación Digital 2020, la construcción es la industria menos digitalizada del país y a pesar del gran espacio de crecimiento que presenta el área, según Mckinsey, solo el 16% de las empresas estima que su transformación digital generó mejoras productivas. Esto demuestra la brecha en la detección de problemáticas y potencial para poder iniciar un camino en innovación y transformación digital.

De ahí que el programa Construye2025, impulsara el desarrollo de una herramienta de auto consulta que permitirá́ a las empresas constructoras, inmobiliarias y proveedores, de tamaño mediano y grande, visualizar sus oportunidades de innovación, calificar su nivel actual y, además, recomendar elementos clave para avanzar, de acuerdo a su estado de desarrollo.

Este trabajo está ejecutándose en conjunto con la Gerencia de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), la cual tiene encomendada la continuidad de esta iniciativa, mediante una segunda consultoría, que convertirá los resultados en una herramienta web de amplio alcance. “La herramienta de autodiagnóstico de la innovación para empresas del sector de la construcción, es de gran importancia, ya que permitirá saber cuál es su grado de madurez sobre la gestión y cultura de innovación con el objetivo de identificar brechas y oportunidades de mejora”, explica el gerente de Innovación de la CChC, Conrad Von Igel.

En noviembre, se realizaron dos sesiones de trabajo grupal a las que fueron convocados actores relevantes del sector construcción y especialistas en innovación, todos referentes a nivel nacional, en el contexto de la consultoría “Herramienta de diagnóstico para oportunidades de innovación en construcción”. De esta manera, los participantes pudieron conocer el avance de la herramienta; validar y complementar sus “dimensiones, subdimensiones y ponderadores”; aportar impresiones, recomendaciones y complementos a las definiciones; y definir jerarquías y ponderaciones de variables para la herramienta.

  “Cuando hablamos de innovar o vemos referentes, muchas empresas quedan con la duda del ‘cómo’ comenzar a realizar los cambios, esta herramienta quiere ser una respuesta a esta inquietud entregando varias recomendaciones en toda la estructura empresarial de inmobiliarias y constructora dando luces para comenzar a innovar o dar un paso más allá”, señala Ignacio Peña, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025. 

“Como sabemos, lo que no se mide no se gestiona. Y esta iniciativa permitirá abordar el desconocimiento en cuanto al desarrollo de innovación en sus propias organizaciones, así como trazar distintos planes de trabajo. Esperamos que esta iniciativa se complemente con lo ofrecido actualmente por el sector y así permita a la construcción salir de los lugares de rezago en los que se encuentra en materias de innovación”, comenta Conrad von Igel.

El CTeC inauguró laboratorio a escala real para la industria de la construcción

El primer parque de innovación creado para el sector servirá para desarrollar prototipos y pilotos de nuevas soluciones constructivas de manera controlada e integrada.

La colaboración público-privada hizo posible el nacimiento de un increíble parque de innovación en Laguna Carén, comuna de Pudahuel. El laboratorio -que administra el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC) y ha sido impulsado por el programa Construye2025 de Corfo- fue inaugurado el jueves 13 de enero con el apoyo de una decena de instituciones públicas y privadas.

El parque -emplazado en 1,5 hectáreas- permitirá pilotear y desarrollar nuevos materiales, tecnologías y soluciones constructivas, en condiciones reales, antes de su implementación en obra. “El CTeC pone a disposición del ecosistema un espacio para que, a través de la innovación y el uso de nuevas tecnologías, las empresas del país puedan validar innovaciones que hagan frente a los desafíos del sector construcción y así se logren desarrollar nuevas soluciones que permitan generar sistemas constructivos más eficientes y sustentables, lo que sin duda impactará la productividad de nuestro país”, afirmó el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas.

Según el gerente de Construye2025, Marcos Brito, la idea de crear un centro tecnológico nació de la hoja de ruta del programa, en 2015, cuando se identificó la ausencia de una plataforma habilitante. “Faltaba un lugar donde pudiéramos desarrollar y testear tecnologías y nuevas soluciones para la construcción”, detalló en la ceremonia de inauguración del parque.

En este contexto, Carolina Briones, directora ejecutiva del CTeC, destacó que este nuevo espacio permitirá trabajar de forma integrada y combinando distintos materiales y metodologías. “El Parque Carén, está reconocido como de uso de suelo científico por lo que tenemos mucha flexibilidad en cuanto a la normativa y lo que se pueda pilotear en él”, comentó.

 Casos de industrialización

Durante la ceremonia, se expusieron los ejemplos de innovación abierta de Melón, Volcán y Echeverría Izquierdo. El gerente general corporativo de esta última, Pablo Ivelic, mostró ProLab, una solución que busca mejorar la productividad de la industria a través de la industrialización de soluciones de vivienda de mediana altura, probando diferentes técnicas y materialidades de construcción, tanto en madera prefabricada como en hormigón prefabricado.

En tanto, la cementera destacó su vivienda Termomuro, cuyas propiedades térmicas permiten prescindir de elementos aislantes adicionales, para dar cumplimiento a la normativa térmica vigente en Chile. Dicha solución constructiva industrializada es ideal para viviendas sociales u otras de repetición en serie, según Marjorie Córdova, subgerente de Soluciones Constructivas de Melón.

Enseguida, Ricardo Fernández, gerente de Técnico y de Desarrollo de Volcán, presentó su Volcomódulo, prototipo que consiste en un módulo plegable, que al ser prefabricado resulta eficiente en su proceso de montaje y asegura calidad, reduciendo además la cantidad de mano de obra involucrada en terreno.

Construye2025, la CChC y el Instituto de la Construcción lanzan Estrategia de Economía Circular a tres años

El trabajo colaborativo permitió establecer seis ejes para una estrategia que guiará el tránsito de la industria de la construcción hacia una nueva cultura, más sostenible tanto en los aspectos económicos como en los sociales y ambientales.

Con la facilitación técnica de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), el programa Construye2025, la Cámara Chilena de la Construcción y el Instituto de la Construcción lanzaron la “Estrategia de Economía Circular 2025”, que promoverá el desarrollo social, ambiental y económico de la industria. Todo esto, con la visión de establecer una cultura de economía circular.

En el proceso de co-construcción participaron más de 800 profesionales que identificaron las iniciativas prioritarias a 2025. De esta manera, nació una estrategia basada en seis ejes que generará herramientas habilitantes para la innovación, el avance en la reducción de impactos ambientales y la mejora en la productividad.

“Esta es una poderosa aliada, que abre múltiples oportunidades de innovación y nuevos modelos de negocio para todos los sectores productivos, permitiendo un uso más eficaz de los recursos y minimizando los residuos e impactos ambientales”, comentó Pedro Plaza, vicepresidente de la CChC y presidente del Consejo de Sostenibilidad del gremio, quien agregó que la sostenibilidad es “creación de valor”.

En tanto, el presidente del Instituto de la Construcción (IC), Ricardo Fernández, recordó que al firmarse el convenio para iniciar la elaboración de la estrategia -en agosto de 2020- se planteó el desafío de utilizar los recursos de manera más eficiente y de validar la circularidad como principio de diseño. “La transformación desde una economía lineal a una circular requiere inversiones, cambios regulatorios y conductuales y el convencimiento de que es imprescindible el cuidado y buen uso de los recursos naturales”, afirmó.

En este ámbito, Ricardo Fernández, destacó también el trabajo del Instituto de la Construcción en la elaboración, implementación y administración de la Certificación Edificio Sustentable (CES); y la colaboración con Certificación Vivienda Sustentable (CVS).

“Estamos frente a una oportunidad única para impulsar un cambio en la industria, que favorezca el mejoramiento de los procesos de producción, hacia una circularidad en nuestras obras y un manejo responsable de residuos durante la operación y demolición de edificios”, enfatizó el presidente del IC.

Impacto medioambiental

Por su parte, el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic, afirmó que obtener una ganancia no puede significar un impacto negativo en el entorno. Por el contrario, hizo hincapié en que “debe convivir el beneficio económico con el beneficio social y medioambiental”.

Además, el máximo representante del programa impulsado por Corfo hizo una dura observación: el rubro se comporta mal. “El 40% de las materias primas que se generan son consumidas por la industria de la construcción y, al mismo tiempo, el 35% de los residuos que se generan a nivel mundial provienen de la construcción y demolición de infraestructura. En adición, el 30% de los gases de efecto invernadero son producidos por nuestra industria”, sostuvo.

Por lo anterior, Pablo Ivelic, llamó a transformar a la industria para llevarla a pasar desde la economía lineal hacia la economía circular. “A partir de hoy tenemos una hoja de ruta para esta transición”, dijo.

Enseguida, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, se refirió al rol del programa en la aceleración de la transformación de la construcción. “Para ello hemos trabajado promoviendo la innovación, acercando soluciones circulares a las empresas para facilitar la incorporación de nuevos modelos de negocios, lo que se hizo a través de un estudio que desarrolló tres modelos con su factibilidad económica y técnica”, afirmó.

Además, la ejecutiva recordó que Corfo hizo un gran esfuerzo al apoyar la economía circular en construcción llamando a un reto al sector a disminuir la pérdida de recursos a través de soluciones tecnológicas, en una convocatoria donde resultaron ganadores ocho proyectos. Junto con ello, adelantó que se está trabajando en un reglamento al alero de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 para generar un marco jurídico con énfasis en valorización y foco en economía circular.

Finalmente, Paola Molina, presidenta del Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, recordó que la estrategia incluye a todo el ecosistema de la industria de la construcción. “Mientras más representantes tengamos, tendremos una visión más amplia para levantar todas estas acciones. En el comité hemos podido ver cómo el trabajo colaborativo genera el impulso para poder desarrollar esto de manera acelerada y poder responder a todos los desafíos que tenemos por delante”, dijo.

Los ejes de la estrategia

  • Colaboración: crear espacios de encuentro, intercambio de conocimientos, colaboración y construcción de confianza para producir sinergia entre los distintos actores de la cadena de valor de la construcción e industrias relacionadas.
  • Formación: contar con profesionales, técnicos y operarios capacitados para realizar proyectos que incorporen la economía circular en el sector construcción.
  • Marco Normativo: resolver asimetrías de información respecto al marco normativo y fortalecer la colaboración entre el sector público y privado para el desarrollo normativo.
  • Benchmarking y Difusión: disponibilizar casos, datos e indicadores para fomentar la incorporación de conceptos de Economía Circular tanto en la cadena de suministros/ aprovisionamiento, como en etapas tempranas de diseño, construcción y operación.
  • Innovación: generar instancias de vinculación entre empresas, academia y ecosistema emprendedor para favorecer la innovación en economía circular.
  • Incentivos: generar incentivos que permitan promover que el sector privado cultive una cultura de Economía Circular.

La Estrategia de Economía Circular en Construcción está disponible para su descarga AQUÍ.

 

Avanzamos juntos hacia la economía circular

Por Marisol Cortez Villanueva, presidenta CChC Valparaíso 

La semana pasada, con la presentación por parte de la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y el programa Construye2025 de Corfo, de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, la carta de navegación que nos permitirá como país transitar de un modelo lineal de producción hacia una construcción sustentable y una industria más sostenible, dimos un paso decisivo hacia una nueva manera de construir para Chile. 

Una transición ineludible, pensarán muchos. Pero lo cierto es que no son tiempos fáciles para los empresarios de la construcción y lo sabemos. Múltiples presiones afectan la operación de las empresas, desde los riesgos sanitarios hasta el estallido social y la crisis económica. Sin embargo, hoy también somos testigos de los esfuerzos que emprendedores y empresarios de distintos tamaños, han realizado con el objetivo de mejorar sus procesos a todo nivel y desarrollar una construcción más sustentable y que cumpla mejor con las nuevas exigencias que la sociedad les hace a las empresas. 

En este contexto, como CChC Valparaíso, en conjunto con la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo y autoridades, instituciones y empresarios del sector, el 12 de enero lanzamos oficialmente la etapa de Implementación de nuestro Acuerdo de Producción Limpia (APL) del sector Construcción de la Región de Valparaíso, el primero de su tipo en el país y al que ya han adherido una treintena de empresas, instituciones y organismos públicos de nuestra región, y que además cuenta con el apoyo técnico de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la CChC. 

Por todo esto me parece que esta es una buena una oportunidad para destacar los esfuerzos que a nivel nacional y regional se están realizando en pos de estos objetivos compartidos y para agradecer a todos quienes nos han acompañado en este proyecto tan trascendental para nuestra industria, nuestro gremio, la región y la comunidad, como es nuestro APL. 

Quiero aprovechar también este espacio para agradecer el trabajo desinteresado e intenso de nuestros socios y equipo profesional, liderados por el presidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable, Christian Morales. Y también agradecer nuevamente la cooperación de nuestros compañeros de ruta en este viaje hacia la Economía Circular en el que estamos comprometidos, como son la Agencia de Sustentabilidad y la CDT. 

Estamos contentos y orgullosos. Como presidenta de la CChC Valparaíso, valoro especialmente el esfuerzo, valentía y convicción de nuestros socios, por hacer frente con seriedad y sentido ético, a este tremendo desafío que es la gestión de los Residuos de la Construcción, considerando que nuestro sector es el principal productor de desechos sólidos en el país (35%). 

Y más aún, valoro el haber formalizado este compromiso desde una visión de largo plazo, que apunta hacia la sostenibilidad de nuestra industria. Y que busca avanzar con acciones concretas hacia una economía circular, que es la misión que tenemos como gremio. 

Quiero destacar que este proyecto de APL no fue de generación espontánea. Responde a nuestros desafíos estratégicos como Cámara nacional y, además, se enmarca en nuestro proyecto gremial nacional Compromiso PRO, en el que aporta reforzando los pilares Medio Ambiente y Comunidad. 

Junto con ello, es importante destacar que éstos no son esfuerzos aislados. En nuestra región desde hace un par de años y con la participación del sector privado, el mundo público, las universidades y organizaciones civiles, se ha generado un círculo virtuoso en torno a la construcción sustentable, con iniciativas y experiencias sectoriales de gran valor, entre las que es necesario mencionar a la empresa local Revaloriza, dedicada al reciclaje de residuos de industria y construcción con el objetivo de evitar los impactos ambientales. 

Y Plataforma Industria Circular para la Región de Valparaíso, iniciativa de la Universidad de Valparaíso financiada con aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Valparaíso y que busca diseñar e implementar una plataforma de facilitación y seguimiento de iniciativas de simbiosis industrial para la región, apuntando a transacciones y reutilización de residuos y subproductos industriales no peligrosos, entre empresas de la región.

Finalmente, quiero contarles que nuestro APL ha impactado fuerte en la Cámara. Tanto, que con gran alegría les puedo informar que acabamos de constituir la Mesa Interregional de APL, en la que ya estamos trabajando para implementar esta herramienta con las Cámaras regionales de Antofagasta y Punta Arenas. Y a las que se sumarán en el corto plazo Temuco y Puerto Montt. 

A esta Mesa llevaremos nuestra experiencia desarrollando y gestionando el proyecto de APL en Valparaíso, y especialmente nuestra experticia en la gestión público – privada y en el trabajo colaborativo que requiere para ser implementado con éxito. 

En este punto lamentablemente debemos reconocer que nuestro actual modelo de desarrollo no es amigable con el medio ambiente y claramente está precipitando el cambio climático. Por eso es sumamente importante que apoyemos este APL, porque aquí comenzamos a cambiar las cosas. 

Así, en la Cámara hoy nos sentimos orgullosos, porque estamos avanzando juntos las empresas, el sector público, las universidades y las organizaciones civiles, hacia la economía circular. Y lo hacemos con el liderazgo de las regiones. 

Día Mundial por la Reducción de CO2: la construcción se suma a la carbono neutralidad

Por Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable

La necesidad de disminuir el CO2 no es reciente, debido a los efectos de los sistemas de producción y los niveles de consumo de energía, llevamos años alertando a nivel mundial y en Chile para disminuir los consumos energéticos y las emisiones asociadas, más recientemente, avanzar hacia la carbono neutralidad y transformar nuestra economía de una lineal a una circular.

Desde la creación de CES, hemos tendido a la medición de los consumos energéticos de los edificios certificados, lo que nos lleva a representar casi un tercio del consumo total de energía, estimado un promedio nacional de 275 kWh/m2 año (edificios oficinas) por parte del Ministerio de Energía. Con los edificios certificados CES, presentamos cifras de entre 40 a 145 kWh/m2 año, lo que sin duda contribuye directamente a la disminución del CO2 en la atmósfera.

Esto se alinea con la meta de Chile de alcanzar la carbono neutralidad al año 2050, para cumplir con el Acuerdo de París. Desde el sector construcción son diversas las iniciativas que se han llevado a cabo, y entre ellas destacamos el trabajo colaborativo entre el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP, el Instituto de la Construcción y Certificación de Edificio Sustentable (CES), en los que hemos plantado las bases para que la carbono neutralidad tome más fuerza en el desarrollo de los proyectos inmobiliarios.

Con ello, estamos cubriendo uno de los cuatro ejes para la reducción de gases de efecto invernadero: y la reducción de emisiones en todos los procesos industriales y edificaciones. Los otros restantes corresponden a la diversificación de la matriz energética; el desarrollo de la electromovilidad y el hidrógeno verde.

Así podremos en un futuro cercano diseñar, desarrollar y ejecutar obras más competitivas, más eficientes, que minimicen su impacto y que incluso puedan tener un impacto positivo. Gracias a las políticas de Net Zero Energía y Net Zero Carbono impulsadas con fuerza desde el sector público esperamos contar con la información de carbono incorporado de todas las edificaciones nuevas y existentes al año 2025, en tanto que para 2030, esperamos que el 100% de los edificios logren reportar públicamente su huella de carbono operacional e incorporado, mediante un instrumento obligatorio. Esto forma parte de los lineamientos de la estrategia de huella de carbono del sector edificación que esperamos sea lanzada próximamente.

Estas metas han implicado años de trabajo y esfuerzo de profesionales con una gran colaboración del sector público, privado, academia y gremios que hemos podido aportar desde el Instituto de la Construcción y de CES

Por ello, en el Día Mundial por la Reducción de CO2, hacemos un llamado a seguir trabajando con fuerza y aumentando la velocidad de nuestras acciones, la urgencia está instalada, depende de nosotros estar a la altura con nuestra respuesta.

Industria de la construcción: primer sector que define Estrategia de Economía Circular al 2025 

En el marco de la hoja de ruta nacional definida por el Ministerio de Medio Ambiente, la construcción lidera las acciones del sector privado promoviendo cambios que servirán de referencia para otros sectores y gremios.

La Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y el programa Construye2025 de Corfo, guiados por la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), lanzaron hoy la Estrategia de Economía Circular en Construcción, que presenta los lineamientos para el tránsito hacia una nueva cultura del sector.

El propósito es avanzar hacia el desarrollo sostenible, social, ambiental y económico de la industria, a través del apoyo a iniciativas que involucran a los sectores público, privado y académico.

En el lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, el ministro de Medio Ambiente Javier Naranjo relevó que el sector de la construcción es uno de los de mayor potencial para la circularidad. Felicitó la iniciativa e invitó al trabajo colaborativo para avanzar en innovación y nuevos modelos de negocio para la reactivación verde.

Pedro Plaza, vicepresidente de la CChC y presidente del Consejo de Sostenibilidad del gremio, destacó que esta Estrategia es “una poderosa aliada, que abre múltiples oportunidades de innovación y nuevos modelos de negocio para todos los sectores productivos, permitiendo un uso más eficaz de los recursos y minimizando los residuos e impactos ambientales”.

Pedro Plaza dijo que el país es pionero en el mundo al contar con una Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040. Señaló que la economía circular y la reducción de residuos de construcción son el foco del pilar Medio Ambiente de la estrategia que promueve el Consejo de Sostenibilidad Empresarial de la CChC. 

En tanto, Pablo Ivelic, presidente del Consejo Directivo de Construye2025, destacó que si al realizar una actividad se obtiene una ganancia, esta no puede ser a expensas de generar un impacto negativo en el entorno. Por ello, apuntó a la necesidad del desarrollo sostenible, en el que debe convivir el beneficio económico con el beneficio social y medioambiental. “Es bueno preguntarse cómo se comporta nuestro rubro y la respuesta es mal: el 40% de las materias primas que se generan son consumidas por la industria de la construcción y, al mismo tiempo, el 35% de los residuos que se generan a nivel mundial provienen de la construcción y demolición de infraestructura. En adición, el 30% de los gases de efecto invernadero son producidos por nuestra industria”, sostuvo.

Por eso, hizo un llamado a “transformar nuestra industria desde la economía lineal hacia una economía circular y a partir de hoy tenemos una hoja de ruta para esta transición”.

Ricardo Fernández, presidente del Instituto de la Construcción, señaló que la transformación desde una economía lineal a una circular requiere inversiones, cambios regulatorios y conductuales y el convencimiento de que es imprescindible el cuidado y buen uso de los recursos naturales.

“Quiero destacar el gran trabajo que ha hecho y está haciendo el Subcomité de Economía Circular del Instituto, conformado en noviembre de 2020. A la fecha, son 29 las instituciones que participan activamente en este Subcomité, que ha trabajado durante este primer año, en generar bajadas concretas dentro de las 37 acciones planteadas por la estrategia, para que las instituciones participantes puedan proponer y concretar acciones libremente y de acuerdo con sus capacidades”.

Asimismo, agregó que “estamos frente a una oportunidad única para impulsar un cambio en la industria, que favorezca el mejoramiento de los procesos de producción, hacia una circularidad en nuestras obras y un manejo responsable de residuos durante la operación y demolición de edificios. Los instamos a seguir trabajando para su implementación y desarrollo, lo que sin duda traerá innumerables y beneficios para toda la sociedad”.

Ejes de la estrategia

En la actividad participaron también Miguel Pérez, líder del Pilar de Medio Ambiente del Consejo de Sostenibilidad CChC y la subgerenta de Desarrollo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), Katherine Martínez; y, quienes dieron a conocer el detalle de la Estrategia, que consta de seis ejes:

Colaboración: Crear espacios de encuentro, intercambio de conocimientos, colaboración y construcción de confianza para producir sinergia entre los distintos actores de la cadena de valor de la construcción e industrias relacionadas.

Formación: Contar con profesionales, técnicos y operarios capacitados para realizar proyectos que incorporen la economía circular en el sector construcción.

Marco Normativo: Resolver asimetrías de información respecto al marco normativo y fortalecer la colaboración entre el sector público y privado para el desarrollo normativo.

Benchmarking y Difusión: Disponibilizar casos, datos e indicadores para fomentar la incorporación de conceptos de Economía Circular tanto en la cadena de suministros/ aprovisionamiento, como en etapas tempranas de diseño, construcción y operación.

Innovación: Generar instancias de vinculación entre empresas, academia y ecosistema emprendedor para favorecer la innovación en economía circular.

Incentivos: Generar incentivos que permitan promover que el sector privado cultive una cultura de Economía Circular.

“Hoy, junto con presentar la Estrategia, damos a conocer los frutos tempranos y el despliegue territorial que la CChC ha iniciado, donde destacamos el Acuerdo de Producción Limpia de la región de Valparaíso, y la creación de una mesa interregional para que esta iniciativa exista en el norte y sur de Chile”, mencionó Katherine Martínez, subgerenta de Desarrollo de la CDT.

Por su parte, Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, explicó que esta estrategia ha sido el fruto de un gran trabajo colaborativo de distintas personas e instituciones “donde hemos tenido que coordinar y alinear muchos focos de trabajo”. 

A su vez, especificó que “como Construye2025, estamos para colaborar en acelerar la transformación de la construcción y para ello hemos trabajado promoviendo la innovación, acercando soluciones circulares a las empresas para facilitar la incorporación de nuevos modelos de negocios, lo que se hizo a través de un estudio que desarrolló tres modelos con su factibilidad económica y técnica y también Corfo realizó un tremendo esfuerzo en apoyar la economía circular en construcción al llamar al sector a disminuir la pérdida de recursos a través de soluciones tecnológicas, donde ganaron ocho proyectos”. 

A ello se suma un segundo ámbito de colaboración, para generar las capacidades para que se desarrollen estos modelos de negocios y mercados circulares. “Para esto nos encontramos trabajando en un reglamento al alero de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 para generar un marco jurídico con énfasis en valorización y foco en economía circular”, precisó.

Finalmente, Paola Molina, presidenta del Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, indicó que hay una gran esperanza puesta en esta estrategia porque generará un impulso para avanzar de manera temprana hacia una economía circular.

“Esta estrategia incluye a todo el ecosistema de la industria de la construcción. Mientras más representantes tengamos, tendremos una visión más amplia para levantar todas estas acciones. En el comité hemos podido ver cómo el trabajo colaborativo genera el impulso para poder desarrollar esto de manera acelerada y poder responder a todos los desafíos que tenemos por delante”, dijo.

Descargar Estrategia: https://construye2025.cl/documentos/estudios/

Sitio: https://economiacircularconstruccion.cl/

Economía circular en la construcción: enorme oportunidad

Por Guillermo González, jefe Oficina de Economía Circular del MMA

La crisis climática es el mayor desafío que enfrentamos como humanidad y nos obliga a tomar acciones urgentes, cambiando cómo hacemos las cosas. Nuestro planeta ya no resiste la lógica lineal de extraer, producir y desechar, necesitamos dar un giro. ¿Qué hacer? La respuesta es avanzar hacia una economía circular, en donde la basura no exista, los materiales se mantengan en el ciclo de producción y la forma que producimos hasta tenga una capacidad de regenerar ecosistemas dañados.

Por eso lideramos un amplio proceso participativo que generó la Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040, plan maestro que contiene metas y acciones concretas para que el país avance hacia la economía circular, una que sea regenerativa e impulse a Chile hacia un desarrollo sostenible.

Imaginamos un país donde nada se desperdicia y todo se transforma para el cuidado de la vida. Si somos capaces de concretar este plan y llevar la visión circular a los distintos ámbitos de nuestra sociedad, podremos mejorar la calidad de vida de las personas en sus territorios, cuidar y regenerar los ecosistemas de nuestro país y abrir múltiples nuevas alternativas de crecimiento verde.

La construcción jugará un rol fundamental en esta transformación y quienes opten primero por esta nueva mirada, verán los beneficios que trae para el país, pero también para sus negocios.

Se estima que cerca del 35% de los residuos a nivel mundial proviene de la construcción y demolición (RCD). En Chile, la generación de estos alcanza 7,1 millones de toneladas al año, solo por edificaciones autorizadas, lo que es más que el total de los residuos municipales, algo así como tres cerros Santa Lucía. A eso hay que agregarle las obras de infraestructura, lo que se genera en catástrofes naturales y las edificaciones informales.

Asimismo, la construcción representa 7,1% del PIB de Chile, siendo un motor importante de la reactivación que necesitamos impulsar, y un consumidor de millones de toneladas de materiales.

Con la incorporación de economía circular al sector construcción se abren innumerables posibilidades de ahorro y optimización, además nuevas oportunidades de negocios.  Pasar de enterrar materiales a darles una segunda vida útil es un cambio necesario, y en el sector construcción significa valorizar millones de toneladas de áridos, maderas y otros materiales, lo que es al mismo tiempo una oportunidad, y eso la industria ya lo está explorando. Según un estudio de la Universidad Católica, las pérdidas económicas por materiales desperdiciados son de US$315 millones al año. Sin embargo, los RCD son altamente aprovechables, pudiendo alcanzar tasas de 95%.

La industria de la construcción está conociendo las ventajas de incorporar la economía circular en sus procesos productivos y en su oferta.  Hoy el gremio de la construcción es consciente de que tiene un rol importante para lograr ciudades sostenibles y mejorar el desempeño ambiental en nuestro país.

Así lo refleja la alta y positiva participación de la Cámara Chilena de la Construcción y de muchas empresas constructoras y proveedoras de materiales que participaron activamente, en todo Chile, de la confección de la hoja de ruta antes mencionada. También el hecho de que el sector ya está trabajando en la elaboración de su estrategia hacia la economía circular.

Las empresas que han implementado medidas ya han demostrado que resulta económicamente atractivo optimizar los diseños, mejorar el manejo de materiales en obra, disminuir la generación de residuos. Seguir el camino de la sustentabilidad en la construcción no es más costoso, porque la economía circular ofrece optimizar los procesos productivos mejorando la productividad de los materiales.

Nosotros proyectamos que al 2040 la economía circular esté instalada con fuerza en la cultura del país, generando hábitos de uso y consumo y patrones de producción más sostenibles. Asimismo, que las prácticas circulares hayan impulsado la regeneración de la naturaleza; que se aproveche al máximo el potencial de la innovación; que se promueva el desarrollo local sostenible. Para ello, el impulso del sector construcción es fundamental.

Fuente: Instituto de la Construcción

Los grandes resultados de los grupos técnicos del CCI

Seis grupos de trabajo se organizaron para resolver diversas problemáticas vinculadas al desarrollo de la construcción industrializada en nuestro país. Todos ellos obtuvieron resultados.

En mayo de 2021 comenzó la difusión del set de indicadores creados para identificar los beneficios de la construcción industrializada. Gracias a la medición, el Consejo de Construcción Industrializada (CCI) ha podido comenzar a posicionar el concepto de “industrialización” en el mercado nacional. El grupo de trabajo “KPIs de soluciones constructivas industrializadas, productividad y sustentabilidad” re-calibró los indicadores levantados entre 2020 y 2021 e hizo un empaquetamiento de ellos que culminó en una guía “Metodología de medición” y una infografía explicativa del set de indicadores.

Por su parte, el grupo “Brechas, normativa y regulación para la construcción industrializada” trabajó en un documento de terminología -que se encuentra en consulta pública- para establecer un lenguaje común respecto a términos y definiciones de diseño y construcción Industrializada, de forma que todos puedan hablar bajo los mismos conceptos consensuados. El anteproyecto de norma -fruto del trabajo del CCI y especialmente de dicho grupo de trabajo- podrá aplicarse al diseño y construcción de obras de construcción y edificación; obras complementarias; y obras civiles o infraestructura.

Este grupo realizó también una encuesta sobre las brechas para la construcción offsite, en la que se agruparon 10 dimensiones. El sondeo fue validado con expertos de diversas áreas con una experiencia promedio de 14 años y su análisis preliminar se hizo desde julio y se compartieron los resultados en octubre. Gracias a él, se ha podido comenzar a elaborar un plan de acción para la reducción de las barreras en este ámbito.

En cuanto a los resultados obtenidos por el grupo “Educación, sensibilización e investigación sobre construcción industrializada”, dedicado a coordinar acciones de difusión, transferencia de conocimiento y metodologías; y articulación con la academia, destaca la creación del subcomité “Capital Humano: Matriz de Capacidades de Industrialización para la Construcción”, que logró establecer 52 capacidades en construcción industrializada, cinco roles en las cinco etapas del ciclo de vida de un proyecto de construcción.

El informe final del citado grupo dio origen a un benchmarking de programas de estudio nacional e internacional y permitió hacer un levantamiento de objetivos de aprendizaje en base al ciclo de vida de un proyecto. Además, facilitó la validación de capacidades y estableció las brechas en temas de formación. Pero, sin duda, el resultado clave fue la definición y validación de roles y capacidades para desarrollar una matriz nunca antes vista, que se ha estado difundiendo desde julio.

El grupo de “Metodologías e investigación sobre construcción industrializada” estuvo trabajando en una metodología para implementar industrialización en etapas de diseño y construcción para mejorar el desempeño y la productividad del proyecto en términos de costo, plazo, calidad, seguridad y medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida. En este ámbito, el subcomité “Metodologías e investigación sobre construcción industrializada” elaboró una matriz con la oferta de soluciones industrializada y prefabricadas en el mercado nacional, que tuvo como resultado un levantamiento de 176 soluciones y se identificaron 23 partidas o actividades como potencial de industrialización.

Además, se constituyó una mesa de “Estandarización BIM para la Industrialización y automatización de procesos”, para generar un protocolo de modelamiento y transferencia de información entre plataformas BIM y de fabricación. Así fue como -durante 2021- las empresas proveedoras, a través de un ciclo de cinco charlas, compartieron sus metodologías para la fabricación de soluciones constructivas industrializadas.

Finalmente, el grupo “Vivienda y Construcción Industrializada” analizó el “Diálogo Nacional por la Vivienda y la Ciudad”, convocado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el cual presentó 20 medidas para reducir el déficit habitacional en el corto plazo. Parte de las conclusiones permitió  desencadenar un trabajo en conjunto en base a las tipologías identificadas por la Universidad de Chile y ver cómo a partir del diseño y coordinación temprana es posible aportar a la estandarización y la fabricación en serie, para disminuir plazos y mejorar la calidad; y fomentar un trabajo colaborativo que apunte a incorporar soluciones integrales para una construcción más productiva y eficiente.

Ver más resultados en la Memoria CCI 2021.

Primer Parque de Innovación para el sector construcción inaugura laboratorio a escala real en Carén

CTeC reunió a la comunidad del rubro para la inauguración presencial del primer laboratorio a escala real del país. Allí las empresas pueden realizar pilotaje, prototipos y monitoreo de soluciones constructivas y nuevas tecnologías, permitiendo el desarrollo de innovaciones bajo condiciones reales, de manera controlada e integrada.

Con una invitación a innovar y a desarrollar nuevas soluciones para el sector de la construcción, el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC) iniciativa impulsada por Corfo, inauguró -de manera presencial- el primer Parque de Innovación en Laguna Carén, comuna de Pudahuel.

Se trata de un laboratorio a escala real donde las empresas pueden pilotear, prototipar, monitorear, validar y exhibir nuevas soluciones constructivas, materiales y tecnologías, permitiéndoles desarrollar innovaciones bajo condiciones reales y de manera integrada, disminuyendo así, los riesgos de implementar directamente en obra.

Desde Corfo hemos trabajado por apoyar el crecimiento de nuestras startups y emprendedores, otorgándoles herramientas que los ayuden a innovar y escalar sus soluciones. A partir de esto, es que nacen nuestros centros tecnológicos, entre los que se encuentra CTeC, el que pone a disposición del ecosistema un espacio para que, a través de la innovación y el uso de nuevas tecnologías, las empresas del país puedan validar innovaciones que hagan frente a los desafíos del sector construcción, y así se logren desarrollar nuevas soluciones que permitan generar sistemas constructivos más eficientes y sustentables, lo que sin duda impactará la productividad de nuestro país”, señala Pablo Terrazas, vicepresidente ejecutivo de Corfo.

A la fecha, el Parque ya cuenta con la presencia de más de 25 empresas, desde grandes hasta startups y soluciones a menor escala, convirtiéndose en un punto de encuentro y un espacio propicio para que las empresas puedan dar el salto que requiere la industria, en concordancia con los desafíos medioambientales que tiene el país de cara a lograr la carbono neutralidad al 2050.

En palabras de Carolina Briones, directora ejecutiva de CTeC “La creación de este Parque responde a la necesidad de la industria de poder desarrollar una fase de prototipado escala 1 a 1 antes de introducir innovaciones en las obras, de modo de tener la posibilidad de probar nuevos productos y hacer más eficientes los procesos constructivos. Muchas veces existe la voluntad y el interés por impulsar nuevas formas de abordar un proyecto constructivo, pero hasta hoy no existía un lugar donde hacerlo sin generar impactos, ya sea de sobrecostos, retrasos o falta de seguridad en terreno. Por eso, invitamos a todas las empresas del rubro a contactarnos y trabajar de forma colaborativa para sacar el máximo valor a sus proyectos

La inauguración contó con la exposición de casos ejemplificadores de innovación abierta de importantes empresas que ya se encuentran participando, tal es caso de Melón y su vivienda Termomuro, cuyas propiedades térmicas permiten prescindir de elementos aislantes adicionales, para dar cumplimiento a la normativa térmica vigente en Chile. Termomuro se utiliza como solución constructiva industrializada para viviendas sociales u otras de repetición en serie. La empresa Volcán, presentó su Volcomódulo, prototipo que consiste en un módulo plegable, que al ser prefabricado resulta eficiente en su proceso de montaje y asegura calidad, reduciendo además la cantidad de mano de obra involucrada en terreno.

Echeverría Izquierdo, fue otra de las empresas que participaron en la jornada, quienes presentaron ProLab, solución que busca mejorar la productividad de la industria a través de la industrialización de soluciones de vivienda de mediana altura, probando diferentes técnicas y materialidades de construcción, tanto en madera prefabricada como en hormigón prefabricado.

El Parque de Innovación CTeC forma parte del Parque Carén de la Universidad de Chile, el cual busca convertirse en el principal polo de innovación para el país. En palabras de su rector, Ennio Vivaldi “Es una gran alegría y un enorme orgullo la inauguración del Parque CTeC porque constituye un ejemplo de lo que como Universidad queremos impulsar en todo ámbito: enfrentar los desafíos y problemas actuales usando como herramienta la transdisciplina, convocando a actores públicos y privados y generando propuestas que apunten al bien común. CTeC será un aporte invaluable para la construcción en Chile y confiamos en que desde Carén saldrán muchas más soluciones para los otros ámbitos que hoy en día preocupan a la sociedad

Algunas de las autoridades presentes fueron Pablo Terrazas, vicepresidente ejecutivo de Corfo, Louise de Sousa, embajadora de Reino Unido en Chile, Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile, Juan Manuel Zolezzi, rector de la Universidad de Santiago de Chile, Luis Eduardo Prieto, rector de Inacap, Rodrigo Navia, vicerrector de Investigación y Postgrado de la Universidad de La Frontera, Conrad Von Igel, gerente de Innovación Cámara Chilena de la Construcción, Marcelo Soto, Jefe de Departamento de Tecnologías de la Construcción del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Fernando Yáñez, director de Idiem y presidente del directorio CTeC y Carolina Briones, directora ejecutiva de CTeC.

Lanzamiento del Acuerdo de Producción Limpia “Hacia la Economía Circular en la Región de Valparaíso”

Lanzamiento del Acuerdo de Producción Limpia “Hacia la Economía Circular en la Región de Valparaíso”, realizado el miércoles 12 de enero de 2022, con la participación de Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.

Plan de Gestión de Residuos MOP y APL Valparaíso

Por Carlos Guzmán, Director General de Obras Públicas

La experiencia internacional muestra que existe un gran volumen de residuos valorizables que pueden volver a ser usados como insumos para la construcción. En Chile, las tasas de reciclaje de RCD no superan el 4%. Es por eso que le damos la importancia a este tipo de medidas, que a través de la demanda son capaces de impulsar el cambio hacia una economía circular en la construcción, a partir de licitaciones y proyectos de edificación e infraestructura que incorporan inversión pública.

El Plan de Gestión de Residuos en Obra del Ministerio se alinea con los objetivos que se establecen en la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035. Esto es un puntapié inicial para la implementación de los compromisos que como Ministerio tenemos establecidos y que la Dirección General de Obras Públicas (DGOP) ha impulsado fuertemente. Si bien, su implementación es un proceso paulatino, esperamos que para el 2022 el 100% de los contratos nuevos estén implementados.

En sintonía con lo anterior, en este Ministerio continuamos generando estrategias público-privadas para avanzar en aquellos lineamientos; destacando recientemente la firma como Dirección General de Obras Públicas en el Acuerdo de Producción Limpia (APL) hacia la Economía Circular en la Construcción con la Región de Valparaíso. Aquí nuestro objetivo es impulsar un enfoque de economía circular en la gestión de los residuos entre los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción en la región, en donde como MOP estamos presentes.

La reutilización de material que actualmente se desecha es un desafío que nos permite avanzar en un trabajo colaborativo con nuestros compromisos ministeriales de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, donde se busca fomentar y promover la gestión sustentable de los residuos.

Es por esto que tenemos el gran desafío de incorporar material reciclado y reutilizado como insumo para la construcción de obras públicas, tarea en la que ya hemos avanzado con pruebas y estudios para así poder usar nuevos materiales que hasta hace unos años eran considerados desechos. Esto es posible con tecnologías de reciclaje de materiales en terreno, que logran reducir la necesidad de transportar áridos de otros sectores y así disminuir la huella de carbono. 

Como Ministerio nuestro compromiso es impulsar obras más sustentables que permitan, no sólo mejorar la calidad de vida de las familias chilenas, sino también proteger y preservar el medioambiente en el que viven.

Construye2025 y vinculación universidad-empresa: Los desafíos inmediatos

Por Ariel Bobadilla, director del Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción CITEC UBB, y miembro del Consejo Directivo de Construye2025.

Cumplido seis de los 10 años de su programa, Construye2025 se encuentra en un proceso de revisión y actualización de su Hoja de Ruta (HR) y de funcionamiento de su programa de cara a la implementación de su tercera etapa. 

La revisión realizada a la fecha arroja que se ha progresado en la consecución de metas, pero el propósito para lo que resta debe ser, necesariamente, “Acelerar la transformación de la construcción, para juntos avanzar hacia un país más productivo y sustentable”, poniendo énfasis estratégicos en 10 iniciativas priorizadas en cuatro ejes estratégicos, a saber: Construcción industrializada, Construcción Sustentable, Innovación y Mejora Continua (I+D+i) y Construcción 4.0. Trabajo para el cual la industria y universidades deberán cultivar una vinculación bidireccional con más sentido en la realidad y conocimiento de las realidades de unos y otros. 

Con el resultado surgen también, naturalmente, al menos cuatro preguntas básicas a responder: (a) ¿Cuánto hemos avanzado?; (b) ¿Los problemas mantienen vigencia; (c) ¿Qué otros problemas y/u oportunidades han surgido en el intertanto y; lo más importante, (d) ¿Cómo nos organizamos como colectivo para enfrentar con éxito lo que resta del programa?

¿Cuánto hemos avanzado en el mejoramiento de la productividad y sustentabilidad?: El programa identificó en sus comienzos 153 brechas susceptibles de abordar a través de distintas iniciativas, su estado y nivel de avance es el siguiente: 8 brechas han sido cubiertas; 51 mantienen vigencia, pero con trabajos en desarrollo y; de 71 no se cuenta con información y 21 no se han iniciado. Desconociendo la dinámica propia de cada proceso de reducción de brecha y a falta de una métrica objetiva para medir el impacto sobre los resultados esperados del programa, lo que existe son más bien percepciones en cuanto a que se ha mejorado la productividad del subsector edificaciones y la sustentabilidad de los productos y procesos, no más que eso. Iniciativas señeras como Plan BIM, Sistema de Gestión TCQ (Metabase), Centros de Investigación y Extensión y otras alimentan esa percepción. Está pendiente, sin embargo, acordar e implementar una métrica objetiva de medición y evaluación de resultados para poder, en algún momento, responder objetivamente a esa pregunta. Una acción reconocida como clave en cualquier proceso de innovación y mejoramiento continuo, como el que se pretende implementar.

¿Los problemas mantienen su vigencia?: En términos generales sí, lo que ha pasado y suele suceder, son más bien reordenamientos y cambios de enfoque para mejor responder a problemas antiguos, como los de eficiencia energética e hídrica, productos sustentables, certificación sustentable y sustentabilidad en general, que se agrupan ahora bajo el concepto de economía circular. Se busca con lo mismo vincular más correcta y convenientemente los problemas de la sustentabilidad a oportunidades de trabajo, negocio y crecimiento económico. Como bien señala el último informe del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC): “a menos que haya reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento a 1,5 °C estará más allá de nuestro alcance”. Esa parece ser la meta de la humanidad en estos momentos, para lo cual, entre otras cosas, es necesario cambiar el paradigma de modelo de producción y consumo por otro más ecoeficiente y circular, que implica reutilizar, reparar, y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea necesario.

¿Qué otros problemas y oportunidades nuevas han surgido en el intertanto? Claramente la pandemia y la crisis sanitaria que todavía enfrentamos ha sido el evento disruptivo más importante. Una suerte de laguna que ha postergado metas de trabajo e inversión, que en este caso ha afectado de manera importante a la MIPYME más vulnerable de la industria, la menos preparada tecnológica y digitalmente. La reactivación de este sector será prioridad del Estado para los años que vienen. La inversión pública en la etapa post pandemia, deberá ir en ayuda de los sectores y subsectores más afectados, las universidades deben leer bien esas señales y prepararse. El esfuerzo se deberá focalizar en proyectos que fortalezcan la innovación y transferencias de soluciones nuevas o significativamente mejoradas a las ya existente, ideal con atributos competitivos de eco eficiencia demostrables y con alto potencial de generación de empleos y por lo mismo de negocio. Se espera que el esfuerzo público sea capaz de arrastrar volúmenes de inversión privada más significativos y consistentes con la situación de crisis que enfrenta el sector. Proceso donde las alianzas público privadas y el trabajo de las universidades como oferentes tecnológicos será fundamental.

¿Cómo nos organizamos como colectivo para enfrentar con éxito lo que resta del programa, en particular las universidades? Hoy más que nunca la sociedad exige a las universidades respuestas más inmediatas y diversificadas que las que tradicionalmente ha entregado a través de sus programas de formación de profesionales. Le exige atender, además, sus necesidades de producción de innovación y de formación para el trabajo, en un contexto de crecientes demandas sociales y “acelerar en ese empeño”, como se ha señalado. Actores importantes en dicho cometido deberán ser los centros tecnológicos creados al alero del programa, CIPYCS y CTeC, y demás oferentes tecnológicos del mercado, actores principales junto con la industria del proceso de producción de innovación y mejoramiento continuo.

En este escenario, es fundamental que el trabajo de creación de ideas y de apoyo a la resolución de problemas que realizan universidades e investigadores, se vincule cada vez más estrechamente a la producción de innovaciones para el bienestar de la sociedad. Algo que no deja de ser complejo considerando la gran masa de investigadores y el equipamiento para producir innovación está en las universidades y debe servir a múltiples otros propósitos, además. La figura del investigador gobernanzas e infraestructura jornada completa dedicado a producir innovación prácticamente no existe en Chile, no existe mercado para ello todavía. Será fundamental entonces, que las universidades consigan alinear y sumar mejor sus capacidades, practicar una mejor forma de cooperación y, sobre todo, generar gobernanzas y sinergias conducentes a entregar el servicio que la industria y la sociedad toda le demanda, de la forma más costo eficiente posible.

Instituto de la Construcción y Construye2025 apoyan Acuerdo de Producción Limpia para disminuir los residuos de construcción y demolición en la Región de Valparaíso

En noviembre recién pasado se firmó un Acuerdo de Producción Limpia (APL) entre la Cámara Chilena de la Construcción y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, con el objetivo de gestionar los residuos de construcción y demolición (RCD) e impulsar nuevos modelos de negocios circulares en la Región de Valparaíso.

El Instituto de la Construcción (IC) entidad gestora del Programa Construye2025 de Corfo, es una de las instituciones –junto a los Ministerios del Medio Ambiente y Salud; Dirección General de Obras Públicas; las Municipalidades de Concón, Quillota, Limache y Villa Alemana; Seremis de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas y Medio Ambiente; y Universidad de Valparaíso- que prestará apoyo a través de la participación en mesas de trabajo y actividades de difusión, entre otros, con el fin de colaborar para el cumplimiento de objetivos y metas de este acuerdo que se pretende implementar en un plazo de 24 meses.

Gustavo Cortés, jefe de Proyecto Construye2025, señala que “el Instituto de la Construcción suscribe este APL en calidad de “Tercero Interesado” representando al Programa Construye2025, que tendrá un rol de articulador y coordinador de los diferentes actores, participando activamente en reuniones técnicas necesarias para la implementación de estrategias de economía circular, principalmente vinculadas a la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 que el Programa lideró”.

El APL es un instrumento de gestión que implica compromisos voluntarios entre distintos actores del sector público y privado, y se basa en implementar medidas concretas que apunten a aumentar sus condiciones productivas, ambientales y sociales, a través de mejoras en sus procesos, servicios y productos.

La Región de Valparaíso es la segunda generadora de RCD a nivel nacional, con un promedio anual de 710 mil toneladas en la última década. Al proyectar esta tendencia de generación a los años 2025-2035, la cantidad de RCD aumenta a 986 mil toneladas anuales, lo que equivale a una generación diaria de 2.703 toneladas y a una demanda de procesamiento diario de 4.108 toneladas.

En este sentido, los residuos de la construcción se producen por ineficiencias en el diseño y en los procesos, lo que se traduce en un tremendo desperdicio de materiales e inadecuada gestión que genera costos ambientales y gastos al sector público”, señala Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad del Programa Construye2025.

“Entre los impactos que se esperan con el APL, está implementar la trazabilidad en la gestión de los residuos, reducir su generación, fomentar la valorización y uso de materiales reciclados en obras públicas y privadas, y lo que no se pueda valorizar, disponerlo en forma adecuada. Un aspecto clave es el desarrollo de proveedores para la gestión de residuos y la economía circular, a través de las mejores prácticas y la innovación”, añade Alejandra Tapia.

Paralelamente, se espera trabajar en distintas mesas de trabajo para ir generando las condiciones habilitantes para el cumplimiento de metas y compromisos, como por ejemplo definir una estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la eliminación de residuos.

Cabe señalar que este acuerdo está muy alineado con el trabajo que se ha realizado en la Hoja de Ruta para un Chile Circular 2040 y, principalmente, en la del sector con la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035,  liderada por el programa Construye2025, “la cual contribuye a identificar con una mayor claridad tanto las problemáticas como las posibles soluciones. Además, una de sus principales fortalezas es propiciar la coordinación pública para generar las condiciones habilitantes para el desarrollo de la economía circular, y el alineamiento y colaboración de las instituciones y distintos actores con un horizonte común”, agrega Alejandra Tapia.

Este APL está dirigido a los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción de la Región de Valparaíso, es decir, constructoras, contratistas, proveedores, entre otros, quienes una vez adheridos, implementarán un plan de gestión de residuos y declararán su generación, valorización y disposición final. 

Además, cada empresa generadora de residuos fijará metas cuantitativas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado, e identificará oportunidades de mejora.

También se desarrollará un catastro de gestores de residuos que operen en la región y sitios de disposición final autorizados y se definirá una estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la eliminación de RCD. Por otra parte, las empresas desarrollarán indicadores de sostenibilidad e implementarán un programa de capacitación y difusión de prácticas de economía circular y sus beneficios.

Finalmente, la coordinadora de Sustentabilidad del Programa Construye2025, señala que “existen grandes oportunidades para generar eficiencias en las obras de construcción, ya hay algunos avances en la valorización de RCD e innovación en el sector público. A modo de ejemplo, la Dirección de Vialidad del MOP, de la región, ha avanzado en esta materia reutilizando los residuos de asfaltos generados en el fresado de vías concesionadas, en la pavimentación de caminos vecinales, obteniendo enormes ahorros en costos, reduciendo la extracción de áridos vírgenes e impactando positivamente en la comunidad”.

 

Fuente: Instituto de la Construcción