Durante 27 años fue director ejecutivo del Instituto de la Construcción, y como tal, trabajó arduamente en impulsar el mejoramiento de las condiciones de confort ambiental y de la eficiencia energética en los espacios habitables, desde la Reglamentación Térmica hasta CES. En esta entrevista, nos comenta sobre su trayectoria y los desafíos que aún se mantienen en el sector.
En un contexto donde la sustentabilidad y la eficiencia energética se han convertido en prioridades globales, Chile tiene mucho camino por delante. A días de dejar el Instituto de la Construcción, luego de 27 años de ser su director ejecutivo, José Pedro Campos, compartió su experiencia, los desafíos enfrentados en más de cuatro décadas de trabajo, y las oportunidades que aún existen para consolidar un futuro más sostenible.
Si pudieras destacar algo de tu trayectoria relacionada a la sustentabilidad, ¿qué es lo primero que recuerdas?
En 1991, junto con Gabriel Rodríguez, desarrollamos el Programa de Incentivo al Acondicionamiento Térmico – PIAT, en la Municipalidad de La Florida. Ese proyecto fue, modestamente, una primera certificación en Chile, y probablemente una de las primeras en el mundo. Desde entonces, tuve el interés de desarrollar una certificación más amplia en nuestro país. Gracias a ese programa postulé a una pasantía en Suecia, la que hicimos Gabriel Rodríguez (IDIEM), Daniel Zúnico (MINVU) y yo, en enero de 1993, y aprovechando el viaje a Europa conocimos la Certificación Qualitel en Francia. Ahí tuve la oportunidad de hacerme amigo del director de Qualitel, y desde entonces quedé fascinado con la idea de las certificaciones.
En abril de 1993 ingresé al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y planteé la propuesta de desarrollar en Chile un sistema de certificación similar y gracias a un programa de cooperación técnica con Francia, tuve la oportunidad de capacitarme en Qualitel Desde entonces han pasado muchos años y realizamos varios proyectos que no resultaron como esperábamos. Un tiempo después, en 2007, Verónica Serrano, quien era directora Nacional de Arquitectura en el MOP (Ministerio de Obras Públicas), desde el comité ejecutivo comentó la política del MOP para hacer más eficiente la inversión pública en edificaciones, tanto en otorgar adecuadas condiciones ambientales, como ahorrar energía y recursos, siendo las escuelas y hospitales un claro ejemplo de ello, edificaciones que requieren muy adecuadas condiciones ambientales y que consumen mucho energía y recursos
Ella mencionó que en las regiones de Los Lagos y Los Ríos se estaban haciendo iniciativas interesantes y que sería bueno verificar el cumplimiento de estas políticas. En ese mismo año, transformamos ese interés en un primer estudio, el cual mencionaste. Evaluamos 10 edificios y, aunque inicialmente no tuvimos éxito con CORFO, en 2012 logramos avanzar gracias a un segundo proyecto Innova Chile.
Finalmente, con el apoyo de José Tomás Videla, logramos operacionalizar el sistema mediante un convenio entre el MOP, la Cámara Chilena de la Construcción, el Colegio de Arquitectos y otras instituciones clave. Fue un proceso largo, pero muy gratificante.
Por lo que cuentas, esto comenzó muchos años antes. ¿Cuáles fueron los principales desafíos para llegar a implementar CES?
Los principales desafíos estuvieron en la poca comprensión que existía en su momento sobre el valor de incorporar estándares de calidad ambiental y eficiencia energética en los edificios. Había mucha resistencia, especialmente de algunos sectores empresariales, que veían estas medidas como un costo adicional en lugar de un beneficio.
Era un problema similar al que enfrentamos históricamente con la reglamentación térmica. Para muchos, esto parecía más un gasto que una inversión con impacto positivo; sin embargo, con el tiempo, empezamos a encontrar aliados estratégicos. Fue clave cuando desde el gobierno, y en particular Verónica Serrano, se expresó claramente que era de interés público implementar estas medidas.
Tiene toda la lógica, porque si el Estado invierte en construir escuelas, lo mínimo es que estas funcionen adecuadamente. Esto significa que los estudiantes deben escuchar bien, no pasar frío ni calor, y tener un ambiente óptimo para estudiar. Además, en términos operativos, es fundamental que estos edificios tengan el menor costo de mantenimiento posible, ya que se trata de una inversión pública.
Cuando vimos esa oportunidad, nos comprometimos por completo. Sabíamos que no sería sencillo, pero era el momento para que este proyecto avanzara.
Más de tres décadas
En 2024, Campos recibió el Premio CES al Profesional Destacado, un reconocimiento a la trayectoria de los profesionales. Junto con destacar el rol que tuvo José Pedro Campos, como director ejecutivo del Instituto de la Construcción durante 27 años, también hace hincapié en la capacidad técnica y los esfuerzos del arquitecto por el impulso de la eficiencia energética, especialmente en la vivienda en Chile, a través de las distintas versiones de la Reglamentación Térmica.
¿Cómo evalúas el estado actual de estos temas en Chile?
Hace 30 años me tocó elaborar el Programa de Reglamentación Térmica de Viviendas en Chile. En ese entonces, establecimos tres etapas, y ahora estamos en la segunda, aunque quizás un poco más avanzados. Puede parecer que vamos lento, pero lo importante es que se está avanzando.
Es cierto que los gobiernos y las prioridades cambian, y eso influye en el ritmo de los proyectos, pero todavía enfrentamos la percepción de que la calidad ambiental y la eficiencia energética son caras o poco rentables. Incluso, todavía hay quienes aún creen que en invierno hay que pasar frío y en verano, soportar el calor.
Sin embargo, creo firmemente que la clave está en ser persistente, creativo y aprovechar las oportunidades que surgen. En este momento, por ejemplo, salud y educación ya están incorporados en las normativas y estándares, lo que es coherente con la experiencia mundial. Estos son sectores que requieren condiciones óptimas, como los hospitales con sus pabellones, salas de recuperación y su alto consumo energético.
De hecho, en el programa de La Florida de 1991 ya habíamos incorporado certificaciones para establecimientos de educación y salud. Incluso se certificó un colegio en esa época, lo que muestra que la idea no es nueva. Me alegra que estas áreas ahora sean prioridad, porque es un avance lógico y necesario.
En ese sentido, ¿qué crees que falta desde el punto de vista de la reglamentación térmica?
Creo que hay un tema fundamental que siempre he señalado, la calefacción intradomiciliaria. Estamos en un mundo hiperconectado globalmente, con acceso a redes sociales e internet, pero seguimos teniendo estufas a parafina o a gas licuado con llama abierta dentro de las casas. A mi juicio, eso es completamente inaceptable, es como si todavía viviéramos en las cavernas, y no se condice con la modernidad que decimos tener como sociedad.
Además, hoy se exige hermeticidad en las viviendas, lo que incluye pruebas específicas para garantizar este estándar. Si tienes una vivienda bien sellada pero usas calefacción a parafina o gas licuado, los contaminantes que se generan pueden tener consecuencias gravísimas, incluso fatales. Esto es algo de lo que hemos hablado tanto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, como con el Ministerio de Medio Ambiente, y espero que se tomen medidas al respecto.
Otro tema importante es la regulación del manejo de residuos. Estamos muy atrasados en comparación con otros países, incluso dentro de nuestra región, que ya tienen reglamentación específica para los residuos en general, incluyendo los de construcción. Esto también está vinculado a la rentabilidad social de estos cambios y a los beneficios que generan para la población.
Finalmente, creo que falta mucha difusión sobre estos temas. La importancia de mejorar la reglamentación térmica en esta segunda etapa es enorme, pero a nivel poblacional hay muy poco conocimiento sobre sus beneficios sociales y económicos. Es necesario informar mejor a la ciudadanía.
Y, en términos generales de sustentabilidad, ¿qué desafíos crees que aún tenemos?
Creo que los desafíos son los mismos que hemos estado mencionando. Primero, el manejo de residuos, que es un área en la que estamos muy atrasados, tanto en la gestión general como en la de residuos de construcción. Luego, la falta de rentabilidad social percibida, la escasa difusión de los beneficios de estas medidas, y, por supuesto, los sistemas de calefacción intradomiciliaria.
Cuando hablo de calefacción intradomiciliaria, me refiero no solo a las viviendas, sino también a las oficinas. Recuerdo que cuando trabajaba en el Ministerio (de Vivienda), las estufas que se usaban eran a parafina o gas, y eso me parece completamente desactualizado.
Por otro lado, el mundo privado también tiene que asumir su parte. Como mencionaba antes, las condiciones ambientales afectan directamente el rendimiento de las personas. Si alguien pasa frío o calor mientras trabaja, no va a tener ganas de trabajar ni lo hará con eficiencia. Esto tiene un impacto directo en la productividad y en los resultados.
Por eso, diría que la sociedad en general, tanto el sector público como el privado, aún tiene un largo camino por recorrer en términos de sustentabilidad.
¿Qué mensaje le darías al sector de la construcción?
Agradezco los esfuerzos del Estado en esta materia, y, mi recomendación sería persistir, no bajar los brazos. Este es el camino correcto, aunque enfrentemos dificultades, como las que hemos vivido durante todos estos años, hay que ser creativos, arriesgarse y resistir. Las cosas suceden con trabajo constante y creativo.
Con una sólida trayectoria en sustentabilidad y productividad, Marcos Brito asumió la dirección ejecutiva interina del Instituto de la Construcción, sumando este desafío a su rol como gerente de Construye2025. Su liderazgo será clave para articular iniciativas que impulsen una construcción más eficiente y sostenible en Chile.
En diciembre de 2024, Marcos Brito Alcayaga, ingeniero civil industrial de la Universidad Adolfo Ibáñez y Master of Science de la Universidad de Bremerhaven, Alemania, asumió el cargo de director ejecutivo interino del Instituto de la Construcción, manteniendo su rol como gerente de Construye2025, el cual mantiene desde 2015.
Con más de 20 años de experiencia en áreas como energía, productividad, sustentabilidad y tecnología, Brito ha liderado el impulso de iniciativas clave de la hoja de ruta de Construye2025, como los centros tecnológicos CIPYCS y CTeC, el Consejo de Construcción Industrializada, la plataforma DOM en Línea y Planbim, entre otros. Su enfoque ha sido impulsar la transformación del sector construcción, a través de la articulación, hacia una mayor eficiencia y sostenibilidad.
Su llegada al Instituto de la Construcción coincide con un momento crucial para el sector, enfrentando desafíos como la implementación de estrategias de economía circular y avances normativos que promuevan edificaciones más sostenibles y de mayor calidad. La combinación de ambos roles posiciona a Brito como un actor clave para articular esfuerzos entre los sectores público, privado y académico.
Brito, se refiere a su llegada al IC señalando que “estoy inmensamente agradecido y honrado de haber sido escogido para liderar este importante proceso de cambio en el Instituto de la Construcción. Este es un organismo que ha venido acompañando administrativamente a Construye2025 desde hace algunos años y ha contribuido significativamente en su gobernanza, pero que ahora se busca que pueda integrar en sus operaciones al programa estratégico que Corfo ha impulsado”. En este contexto, agrega además que “Con el apoyo del directorio del IC, estamos buscando que podamos lograr la mayor sinergia posible, junto a Construye2025, integrando temáticas hasta ahora no abordadas por el IC y buscando además robustecer la articulación entre el MINVU, el MOP y la CChC, junto con el apoyo de todos sus socios y colaboradores. En definitiva, lograr consolidar al IC como el principal articulador de instancias de colaboración público-privada y académica, del sector de la construcción en Chile”.
El Instituto de la Construcción agradeció y reconoció, en el marco de su cóctel de camaradería 2024, el legado del arquitecto José Pedro Campos, quien dejó una base sólida tras 27 años de contribución.
Realizado el 17 de diciembre de 2024
Con un fondo de $ 200 millones a repartir entre las propuestas ganadoras, la iniciativa se posiciona como un modelo innovador en el ecosistema de capacitación, en directo beneficio del desarrollo de los talentos y del fortalecimiento de la industria.
Este jueves se llevó a cabo la gran final del Fondo de Innovación para el Desarrollo de Talento en la Construcción (FIT Construcción), una iniciativa pionera impulsada por el OTIC CChC. Este proyecto busca enfrentar, a través de soluciones innovadoras, los desafíos más urgentes del sector: atraer, desarrollar y fidelizar talento para una industria en constante evolución.
El evento contó con un jurado de alto nivel, que incluyó a Lucas Palacios, Rector de INACAP; Alicia Vesperinas, vicepresidenta nacional de la CChC; Karen Thal, presidenta de Icare; Marcos Brito, gerente de Construye2025 (Corfo); Tadashi Takaoka, director de Metro y experto innovación; Max Valdés, director de Chócale.cl; Juan Pablo Aylwin, presidente del Directorio del OTIC CChC; José Garay, gerente general del OTIC CChC. Estas figuras evaluaron las siete propuestas finalistas, seleccionadas por su capacidad para generar soluciones prácticas y escalables a problemáticas históricas del sector.
Por su parte, José Garay, gerente general del OTIC CChC, destacó la relevancia estratégica del FIT como motor de cambio en la industria. “Este fondo busca facilitar el crecimiento sostenible del sector, promoviendo la adopción de buenas prácticas, cerrando brechas de habilidades y fortaleciendo el capital humano de la construcción. Así contribuimos no solo al progreso del sector, sino al desarrollo económico del país”, señaló.
La vicepresidenta de la CChC, Alicia Vesperinas, destacó la calidad de las propuestas finalistas del FIT: “La construcción aporta el 7% aproximado al PIB y el 8% de la fuerza laboral del país, lo que hace que estas iniciativas orientadas al desarrollo del capital humano sean fundamentales para lograr un crecimiento sostenible en el sector”. Además, la representante gremial, quien formó parte del jurado, señaló: “seguiremos apoyando este tipo de iniciativas, asegurándonos de que ese talento no se pierda y contribuya al futuro del sector”.
En tanto, Marcos Brito, gerente de Construye 2025 señaló que “nos pareció muy interesante haber conocido estos proyectos, porque justamente estamos buscando cosas que puedan provocar cambios en un ecosistema que los necesita. Estamos felices de haber participado y esperamos que instancias como éstas se repitan”.
Con un fondo de $ 200 millones, destinados a financiar proyectos innovadores, el FIT Construcción se posiciona como un modelo a seguir en la creación de un ecosistema de colaboración que beneficia tanto a las empresas del sector como a la población del país en su conjunto. Durante la jornada, las iniciativas finalistas se presentaron al jurado, quien determinó como ganadores a un total de 4 proyectos: Impulsa Mujer, de Infocap; Rehaviour, de Pignus; Joblearning, de People Lab Chile; y Nanogrado 4.0, de Fundación Telefónica Chile.
Olga Alarcón, gerenta de Fundación Telefónica, cuyo proyecto fue uno de los ganadores, señaló en la instancia que “sin duda, poner lo que sabemos hacer al servicio de la formación, puede ser trascendental para apoyar la transformación digital de un sector productivo fundamental para Chile, como es la construcción”.
En tanto, Kattina Orellana, socia fundadora y jefa de operaciones de Pignus, otra de las iniciativas elegidas, señaló que “este fondo nos va a ayudar a desarrollar más tecnología para apoyar las capacitaciones de la construcción, donde es posible ir más allá con ideas de la mano de la inteligencia artificial, realidad virtual o realidad aumentada, apoyando la formación de los trabajadores en obras, e impactando en reducir la ocurrencia de accidentes”.
El OTIC CChC ya está trabajando para lanzar en 2025 dos nuevos Fondos de Innovación para el Talento, enfocados en otras industrias estratégicas, reafirmando su compromiso con la innovación como eje central para la formación y desarrollo del talento. Este enfoque incluye la creación de rutas formativas desde los liceos técnico-profesionales y el fortalecimiento de alianzas con sectores clave, impulsando la productividad, la transferencia de conocimiento al puesto de trabajo y fomentando la inclusión, la sostenibilidad y la adaptabilidad en un mercado laboral en transformación.
El proyecto ganador, denominado Mueve RCD, fue elegido entre sus contendores por contribuir al desarrollo de una construcción más sostenible, al incluir un importante porcentaje de áridos artificiales, provenientes del procesamiento de residuos de la industria siderúrgica, en la fabricación del hormigón.
Durante la recién pasada edición de Edifica 2024, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) convocó al concurso “Construir Innovando”, que invitaba a empresas de la Región Metropolitana, sin importar que fuesen socios o no de la CChC, a presentar sus proyectos en las áreas de construcción, logística y valorización de residuos.
En ese contexto, Aceros AZA, Polpaico, SalfaCorp y Subcargo crearon una exitosa alianza para dar vida a Mueve RCD, proyecto que se erigió como el ganador del certamen. Su propuesta transforma residuos en áridos artificiales para su utilización en hormigón sostenible. Entre sus principales características, este hormigón cuenta con una viabilidad técnica comprobada por el Instituto de Investigación y Ensayos de Materiales (IDIEM), garantiza el cumplimiento de la normativa vigente y puede aplicarse en diversas estructuras, alcanzado resistencias equivalentes a hormigones GN 25, GN 30 o GN 35.
Para Matías Contreras, gerente general de EcoAZA, filial de Aceros AZA, “el valor de este tipo de proyecto es poder dar a conocer la utilidad del acero verde, que es fabricado en nuestra planta de Aceros AZA, y así, visibilizar los atributos ambientales de los áridos artificiales que estamos produciendo en EcoAZA”.
El menor impacto ambiental que produciría el uso de este hormigón es uno de sus principales atractivos, pues se utiliza 30% de material reciclado para su fabricación, por lo que reduce su huella de carbono en una medida equivalente a la plantación de 10.000 árboles al año.
“La alianza que formamos con las empresas Polpaico Soluciones, EcoAZA, Aceros AZA, SalfaCorp y Subcargo puso a disposición su experiencia, creatividad y conocimientos técnicos para resolver problemas complejos para la industria. Para eso, la colaboración fue clave, así como las instancias de aprendizaje y mentoría que la CChC y OpenBeauchef dispuso para nosotros que nos facilitó el camino”, señaló Mario Recabal, gerente corporativo de innovación en Polpaico Soluciones.
Desde SalfaCorp, Soledad Santelices, gerente de Sostenibilidad, afirmó que “participar en esta iniciativa fue una experiencia de mucho valor para SalfaCorp. Vemos grandes oportunidades en la economía circular y trabajar en conjunto, con un mismo propósito, nos llevó a impulsar un proyecto aterrizado y escalable con mucho potencial para enfrentar los desafíos de la industria”.
El reconocimiento otorgado en Edifica 2024 permitirá que el proyecto Mueve RCD avance a la fase piloto, financiada por la CChC, lo que constituye un hito en la transición hacia un futuro de construcción más circular y sostenible.
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Junto con la firma de la Política de Sostenibilidad de la cartera, en la ocasión se abordó la necesidad de potenciar la economía circular desde diferentes miradas.
Con la participación de la ministra de Obras Públicas (MOP), Jéssica López, y la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas; se realizó la presentación de la Política de Sostenibilidad del Ministerio de Obras Públicas, a través de la firma simbólica del documento, para luego dar paso a un seminario de sostenibilidad en el que participaron expertos del sector público y privado.
La ministra López resaltó la importancia de contar con una política de sostenibilidad actualizada, capaz de responder a los desafíos que plantean factores como el cambio climático, considerando que actualmente el MOP gestiona “una cartera de más de 2.000 proyectos, por más de 20.000 millones de dólares. No es baladí que aseguremos que cada uno de los proyectos que hacemos cumple con los apropiados estándares”.
La titular de la cartera también sostuvo que realizar todas estas obras en armonía con las comunidades y de acuerdo con una normativa exigente permite dar legitimidad, “en términos de que son obras hechas para resolver necesidades de nuestra población y también para cuidar la seguridad de la población y la seguridad de nuestro territorio”.
Por su parte, la ministra de Medioambiente, Maisa Rojas, agregó que a la crisis por el cambio climático se suma la pérdida de biodiversidad y la contaminación. “Estas tres crisis están muy entrelazadas. Se afectan unas a las otras, se potencian unas a las otras y por lo tanto es muy importante el cómo hacemos las cosas. La buena noticia es que existen muchas medidas identificadas que cuidan ambas cosas”, puntualizó.
Normativas e innovación para la economía circular
La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, fue parte de la mesa redonda “Avances en la economía circular MOP y en la industria de la construcción”, en la que también participaron la Dirección Nacional de Vialidad y empresas como Aza, Empresas Melón y Alta Ley.
Durante su intervención, la profesional expresó que Construye2025 busca ser un espacio para que todos los involucrados en el sector de la construcción puedan encontrarse y avanzar en temas vinculados con la sustentabilidad, especialmente en el ámbito de la gestión de residuos. “Ha sido un tremendo trabajo colaborativo, nos costó, al principio era feo hablar de residuos, no ha sido un camino fácil, pero gracias al apoyo de todas y todos hemos avanzado y estoy muy feliz de estar acá y hablar de áridos reciclados en obras y de la economía circular”.
Tapia destacó la importancia de actualizar estrategias y normativas de acuerdo con los avances de la innovación, ya que muchas veces las reglas estipuladas especifican procedimientos de gestión de residuos que impiden una mejor circulación de los materiales. En ese contexto, puso como ejemplo el desafío que representan las obras en el edificio del GAM, donde es importante evitar que el acero que saldrá termine en un vertedero en lugar de ser reutilizado. Para esto, también es importante ver “cómo se generan los incentivos, cómo se reconoce a las empresas que sí están avanzando en estas distintas materias y en economía circular”, explicó.
El seminario está disponible aquí:
Luego de la ceremonia de inauguración a realizarse el 4 de octubre, la “Casa-Semilla” quedará en exhibición y monitoreo de sus condiciones en la Universidad del Bío-Bío, y la impresora se trasladará a Edifica para mostrar in situ las ventajas del sistema de impresión 3D.
El 4 de octubre fue el día elegido para inaugurar la “Casa-Semilla”, el primer prototipo de vivienda impresa en 3D de Latinoamérica. De hecho, mientras se escribe este artículo, se culminan los detalles de la casa para demostrar la eficiencia y calidad del proceso constructivo, quedando en exhibición y monitoreo de sus condiciones. Asimismo, a Edifica, feria que se realizará entre el 15 y 17 de octubre en Santiago, se trasladará la impresora para mostrar la movilidad y celeridad del sistema de impresión 3D, ejecutando una réplica del prototipo in situ.
La Dra. Claudia Muñoz Sanguinetti, directora de Investigación y Creación Artística de la Universidad del Bío-Bío, cuenta que la “Casa-Semilla” surgió a partir de la experiencia y capacidad de dicha casa de estudios en arquitectura sustentable y construcción impresa 3D y su alianza con Inmobiliaria Aconcagua. A ellas se unió la colaboración de otras empresas de la industria de la construcción: Grupo CBB, SIKA®, ISOLCORK, MK, TEHMCO, para llevar estas posibilidades tecnológicas para realizar viviendas en Chile, “aprovechando las ventajas de la impresión 3D, para la demanda habitacional del país y Latinoamérica, generando un paso revolucionario en la construcción residencial”, dice la investigadora.
Rodrigo García Alvarado, director del Depto. de Diseño y Teoría de la Arquitectura de la UBB comenta que “esta vivienda se caracteriza por su eficiencia constructiva y versatilidad arquitectónica, es muy rápida de ejecutar y con una espacialidad acogedora, que puede desarrollarse en múltiples formas. Integrando los mayores avances de calidad y sustentabilidad en una expresión novedosa y atractiva, con capacidad sismorresistente y eficiencia energética”.
Entre sus estrategias de sustentabilidad, presenta una adaptación a distintos climas y sitios, “que le permite aprovechar el mejor asoleamiento y los vientos locales, generando el aislamiento y forma necesaria para una mejor habitabilidad”, señala la Dra. Muñoz, quien, además, destaca la hermeticidad y solidez de la envolvente, que “le otorga una gran resiliencia climática, que puede integrar elementos y sistemas que reduzcan la huella ambiental”.
Si bien ésta es una nueva tecnología que necesita aún que empresas y profesionales la incorporen para su masificación en Chile, adaptándose a la normativa local, García afirma que “ya se puede realizar construcciones de un piso asimiladas a estructuras convencionales, y el prototipo se estará monitoreando para permitir avances normativos a otras tipologías de edificación”.
Ventajas del sistema
Como señala la directora de Investigación y Creación Artística de la UBB, la impresión 3D representa un avance radical en eficiencia, sustentabilidad y calidad para la construcción en Chile. “Permite disminuir los tiempos y recursos involucrados en la ejecución, con un control detallado del diseño para adaptarse a las condiciones requeridas por los usuarios y los distintos climas del país”, detalla.
Aunque ello implica que “los fabricantes de materiales, los constructores, instaladores y arquitectos se deben actualizar en nuevos métodos y productos para utilizar sistemas robotizados que logren desarrollar diferentes diseños y realizarlos con todas las ventajas de la impresión 3D”, sostiene Muñoz.
En ese sentido, la Universidad del Bío-Bío, en Concepción, posee el repertorio más amplio de laboratorios de conformidad para la construcción y un laboratorio de prototipaje con la tecnología más avanzada de Latinoamérica para impresión 3D a gran escala y montaje robotizado, para que las industrias y emprendimientos puedan certificar y desarrollar nuevos productos y servicios. A ello se suma una variedad de carreras de pregrado, postgrado, magíster y doctorado para investigar e impulsar el desarrollo de la edificación sustentable.
Por Verónica Latorre, líder de Desarrollo Técnico, CDT y coordinadora técnica de Edificación, CChC.
En el dinámico mundo de la construcción, enfrentamos constantes cambios que nos obligan a evolucionar y adaptarnos. Dos de los aspectos más relevantes que he identificado en torno a los desafíos que conllevan estos cambios, son la multidisciplinariedad y la ejecución. Estos aspectos no solo afectan la calidad de los proyectos y el desempeño de esas construcciones, sino que -finalmente- la experiencia que tendremos como usuarios de dichos espacios.
La Reglamentación Térmica (Art. 4.1.10 OGUC) recientemente publicada en el Diario Oficial, que entra en vigencia a fines del año próximo, nos desafía particularmente en esos dos aspectos. Dada sus características, estas modificaciones nos afectan a todos quienes nos desempeñamos en esta industria, de una u otra forma.
Luego de su publicación, en la Cámara Chilena de la Construcción, CChC, hemos tomado este desafío conformando una mesa de trabajo que convoca a socios de todo el territorio nacional y de todos los ámbitos. Este foro no solo permite la colaboración entre diferentes expertos, sino que también facilita el intercambio de experiencias y mejores prácticas. Este enfoque colaborativo ha sido invaluable, ya que nos ha permitido aprender unos de otros. Además, dentro del trabajo que estamos desarrollando, hemos podido conocer la experiencia de quienes ya han aplicado estos estándares -por ejemplo a través de los Planes de Descontaminación Atmosférica- e integrando todas las miradas, lo que a su vez se ha plasmado en un análisis detallado y en profundidad de cómo esta reglamentación impactará en nuestras edificaciones. Al mismo tiempo, hemos podido identificar aquellas temáticas en las que creemos que sería beneficioso para la industria contar con mayores antecedentes.
Otro gran desafío que hemos identificado es la correcta ejecución. Un proyecto puede tener un diseño excepcional, estar respaldado por la mejor tecnología y contar -con esta nueva reglamentación térmica- con los más altos estándares; sin embargo, si la ejecución no es la adecuada, todo el esfuerzo previo puede quedar en nada. Esto se pone de manifiesto especialmente cuando comenzamos a incorporar el desempeño de la edificación, como es el caso de las infiltraciones.
Es nuestra responsabilidad, como profesionales del sector, asumir los desafíos, aprovechar estas oportunidades y seguir innovando para construir un futuro mejor para todos.
Realizado el 10 de julio de 2024
El principal llamado en el evento realizado el 12 de junio fue que quienes participan activamente en el sector de la construcción, desarrollen productos y servicios de innovación y tecnología en el marco del Programa de Absorción Tecnológica para la Innovación, que ofrece interesantes alternativas de cofinanciamiento.
La Gerencia de Innovación de Corfo y Construye2025 dieron a conocer su “Programa de Absorción Tecnológica: una alternativa para apoyar la innovación en el sector construcción”, en un evento en el que se reunieron diversos actores de la industria.
El objetivo del Programa de Absorción Tecnológica es “contribuir a mejorar las capacidades de innovación sistemática en un conjunto de empresas, de preferencia pymes, mediante el fortalecimiento de las capacidades de absorción tecnológica, cofinanciando la incorporación de nuevo conocimiento, mejores prácticas y/o tecnologías”. En esta oportunidad, la charla estuvo dirigida a organizaciones y profesionales de la construcción.
El coordinador de Capacidades Tecnológicas de Construye2025, Christian Cancino, fue el encargado de referirse al contexto del programa y destacar los desafíos de la hoja de ruta con los que este instrumento de Corfo se relaciona, comenzando por destacar la meta de “convocar a la mayor cantidad de empresas ligadas a la construcción como actores relevantes dentro de la industria”, así como también, la de “cambiar el paradigma de la construcción manual hacia la construcción industrializada”.
Sobre el Programa de Absorción Tecnológica, Anselmo Peiñan, subdirector de Impulso a la Innovación de Corfo, recalcó que en el área de la construcción “tenemos bastante perfiles, con una base, para ver si definitivamente aplican a los incentivos que están en este instrumento”, para luego detallar que con este programa, las microempresas pueden optar a un cofinanciamiento hasta un 80%; que puede aumentar hasta el 90% en el caso de pymes dirigidas por mujeres, en un plazo de 12 meses para desarrollar el proyecto.
“Adopción de mejores prácticas de nuevo conocimiento y de tecnología para que el sector pueda generar condiciones más habilitantes para que desarrolle innovación de manera más sistemática. Tuvimos la presencia de gestores de distintas regiones, así que invitamos a que se vinculen con las empresas de su territorio y postulen a las iniciativas que el programa financia”, señaló Peiñan.
Cabe señalar que en Prospección Tecnológica y Absorción Tecnológica se cofinanciará hasta un máximo de 350 millones de pesos; en Difusión Tecnológica y Absorción Tecnológica se cofinanciará hasta 390 millones de pesos y en Absorción Tecnológica se cofinanciará hasta 300 millones de pesos.
El requisito principal es que los proyectos estén enfocados al desarrollo de un nuevo producto o a mejorar uno ya existente, siempre que tengan componentes y necesidades de I+D para su ejecución.
Rodrigo Becerra, jefe de Vinculación con el Medio de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, e integrante del Comité Ejecutivo de Construye2025, felicitó a Corfo por la iniciativa e invitó a “las empresas del sector para colaborar desde las capacidades de la PUCV con el desarrollo de programas de absorción de tecnología innovadora, que apunte a un desarrollo productivo sostenible de la industria de la construcción, lo cual también está alineado con la hoja de ruta de Construye2025”.
Por su parte, Daniela Vásquez, gerente del Programa Tecnológico Construye Zero, cree que estas actividades son importantes para el sector, porque “nos cuesta movilizarnos y es por eso que dejo a todos invitados para puedan contactar al CTEC o a otros gestores tecnológicos, para que podamos colaborativamente, agrupar a empresas y hacer uso de los beneficios que Corfo dispone para nosotros”.
Para Andrea Rossel, gerente técnico de Socovesa Sur y directora del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), esta es una gran oportunidad para las empresas medianas, grandes y pequeñas, para incentivar la innovación y el desarrollo. “Creo que es una oportunidad de capitalizar capital humano, a través de esta inversión que nos ofrece Corfo, y también para los proveedores de poder participar directamente con las empresas a través de un objetivo común entre todos los interesados”, analizó.
En tanto, Roberto Luna, gerente general del CIPYCS, comentó que tienen un gran interés de participar con empresas “y que este instrumento se enfoque a pymes es una oportunidad muy interesante para trabajar no sólo con compañías que ya tienen procesos de innovación, sino que para potenciar esas capacidades en pequeñas y medianas empresas, como los proveedores de soluciones industrializadas, que están tratando de mejorar su capacidad tecnológica para responder a esa demanda del sector”.
Más información aquí:
Programa de Absorción Tecnológica
Capital Humano para la Innovación
CONOCE EL MAPA DE MEDIO AMBIENTE AQUÍ
Estrategia Economía Circular en Construcción En la ocasión también se presentaron los avances que ha tenido la Estrategia de Economía Circular en Construcción, una iniciativa que es liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Programa Construye2025 y el Instituto de la Construcción, coordinada por la CDT, que busca transformar la manera en que se entienden y gestionan los recursos en la industria de la construcción, generando nuevas oportunidades económicas, fomentando la innovación en el sector entre otros aspectos. De esta forma, se presentaron 16 avances en 6 ejes fundamentales de la estrategia: FORMACIÓNREVISTA LA MEMORIA TRIANUAL DE LA ESTRATEGIA AQUÍ
Para el especialista de la seremi la realización de estos encuentros es muy importante ya que generan vínculos que permiten “construir ciudades más sustentables y ciudades más verdes. Por lo tanto, es clave que seamos protagonistas en la construcción de la ciudad con distintas miradas que convergen en la sostenibilidad” concluyó.
DESCARGA LAS PRESENTACIONES AQUÍ
Fuente: CDTWebinar Avances y tecnologías para el procesamiento y uso de áridos reciclados , realizado el 25 de abril de 2024
Dra. Viviana Letelier, profesora asociada de la Universidad de La Frontera (UFRO)
En dependencias de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), sesionó el Organismo Sectorial de Competencias Laborales (OSCL). Instancia donde se aprobaron nuevos perfiles laborales orientados a los ejes de seguridad, industrialización y economía circular para el sector construcción.
La actividad estuvo enmarcada por la elección de la nueva presidencia del organismo, la cual fue asumida por Matías Donoso, subgerente de formación de la CChC, y la aprobación por parte de sus miembros de nuevos perfiles laborales para la industria, que serán incorporados al catálogo de perfiles actualizados de ChileValora.
Resumen de nuevos perfiles laborales para el sector construcción:
El Organismo Sectorial de Competencias Laborales de la Construcción (OSCL), es un organismo tripartito en el que participan representantes del Estado (Minvu, MOP), trabajadores (SIMOC) y privados (CChC), teniendo como principal función levantar nuevos estándares laborales en todos los subsectores productivos de la construcción. Este sesiona cada tres o cuatro meses y la agenda se acomoda en función de las necesidades del sector.
Fuente: Consejo de Formación
A partir del diagnóstico generado por Santiago Industria Circular, se establece que menos del 1% de las empresas de la región declara sus residuos, y de ellas la mitad los valoriza, con lo que se pierde información y recursos que podrían generar más de un millón de oportunidades de negocio y un aumento de empleos verdes, entre otros beneficios.
La simbiosis industrial (SI) reduce la generación de residuos y sus costos de gestión, genera nuevas áreas de empleo e ingreso y formación de alianzas comerciales, tal como lo reconoce la hoja de ruta de Economía Circular. Por ello, es un componente esencial para Santiago Industria Circular, iniciativa del Gobierno de Santiago ejecutada por la Universidad de Valparaíso (UV) y financiada a través del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional, que ha implementado Plataforma Industria Circular, para facilitar y reportar acciones de simbiosis industrial en la región Metropolitana.
De esta manera, sobre la base de un diagnóstico regional, se estima que se podrían generar 12 conexiones por empresa con otros actores de una misma comuna. “Considerando un segmento objetivo compuesto por las pymes y grandes empresas de los rubros primarios y secundarios, esto da un total de casi 1,5 millones de potenciales conexiones en la región”, puntualiza Patricia Martínez, directora de Plataforma Industria Circular.
Cálculos complementarios con enfoque territorial estiman cerca de 1,2 millones de potenciales oportunidades de negocio, considerando un promedio de 23.000 posibles conexiones entre empresas de una misma comuna.
Para lo anterior, se utilizó la base de datos con las 386.160 empresas de la RM, según el registro del Servicio de Impuestos Internos, y se aplicó un algoritmo desarrollado por la UV para calcular los potenciales “match” de simbiosis.
“El análisis muestra también la baja tasa actual de declaración de residuos no peligrosos de las empresas, a pesar de ser obligatorio para las que generan y/o reciben más de 12 toneladas al año, y el bajo nivel de conexión y simbiosis industrial en dicha gestión”, comenta Martínez.
Así, del total de 386.160 empresas, se ha establecido que sólo 1.608 de las compañías generadoras de residuos cuentan con declaración en el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC), equivalente a 3,2 millones de Ton. De esta cifra, solo la mitad de las empresas generadoras valorizaron sus residuos en la RM, llegando a 1,28 millones Ton, en base a 1.400 “conexiones” entre generadoras y receptoras o intermediarios.
De acuerdo con José Tomás Videla, codirector de Plataforma Industria Circular, las empresas que sí declararon sus residuos en RETC, generaron, en promedio, unas 2.000 ton al año, con diferencias entre rubros. Por ejemplo, “las del sector construcción declararon, en promedio, 3.700 Ton, sin mayores diferencias según su nivel de ventas. Sin embargo, de las casi 54.000 empresas de construcción en la región, menos del 1% declaró sus residuos. Por su parte, en el rubro manufactura, la generación de residuos depende del nivel de ventas, siendo 90 Ton el promedio en las pymes, hasta superar las 6.000 Ton en las empresas de mayores ventas. No obstante, de las pymes de manufactura en la región, solo un 2% declaró sus residuos, y de las grandes empresas, un 40% lo hizo”, precisa Videla.
“Avanzar en el cumplimiento de la correcta declaración de los residuos industriales no peligrosos no es solo una obligación, es también el primer paso para entender los tipos y ubicación de los recursos sub-utilizados sobre los cuales se pueden construir negocios y redes de simbiosis industrial en la RM”, advierte la directora de Plataforma Industria Circular.
Solución tecnológico a un problema profundo
Chile, en general, y Santiago, en particular, “cuentan con una brecha muy importante en valorización de residuos en comparación con países de similares ingresos y nivel de desarrollo”, precisa Mauricio Fabry, coordinador del Departamento de Medioambiente, Biodiversidad y Cambio Climático del Gobierno de Santiago, quien también expresa el compromiso por el desarrollo de una región más circular, “donde estemos vinculados como en una mesa de cuatro patas, tal como lo menciona el gobernador Claudio Orrego, donde tengamos siempre el sector productivo, el Estado, las organizaciones sociales y la academia vinculados”.
Así por ejemplo, de acuerdo al diagnóstico de potenciales conexiones de simbiosis industrial, en comunas como Buin y Melipilla, existirían entre siete y ocho matches por empresa; sin embargo, en otras como Maipú, San Bernardo y Quilicura, el potencial ya se mueve entre 18 y 22. En los casos de mayor potencial, se encuentran Santiago y Providencia, por la cantidad de empresas registradas, llegando a 65 y 81 potenciales sinergias respectivamente.
Para profundizar, en el sector primario y secundario existe un espacio enorme, donde los esfuerzos están orientados en facilitar la conexión y fortalecer la red de negocios que pueden participar del ecosistema.
“Esto es precisamente lo que ofrece la Plataforma Industria Circular, la herramienta tecnológica abierta y 100% gratuita, dispuesta por Santiago Industria Circular para que las empresas puedan explorar estas potenciales sinergias”, indica Mijail Villagra, coordinador de Santiago Industria Circular. Para ello, las empresas solo deben registrarse en la plataforma, navegar y aprovechar las oportunidades de negocio que ahí puedan surgir. Además, se entrega un asesoramiento a las empresas para que aprendan a utilizar todas las herramientas que ofrece la plataforma, así como también un apoyo permanente en los acercamientos y reuniones de negocios entre las empresas participantes.
“El llamado es a que se registren y activen las potenciales oportunidades de negocio que se pueden encontrar en la plataforma. Mientras más empresas se unan, más posibilidades tienen de establecer relaciones comerciales que beneficien a todas las partes, contribuyendo a resolver la crisis de residuos que existe hoy, y a su vez, generando valor económico, social y ambiental”, señala Villagra.
En este contexto, el Gobierno de Santiago y el equipo de Santiago Industria Circular invitan a todas las empresas al Seminario “Avances, Oportunidades y Desafíos en la transición a la Economía Circular” ♻. Éste se llevará a cabo el 11 de abril de 2024, de 09:00 a 12:30 horas, en el Salón de Honor, Palacio Consistorial, Municipalidad de Santiago. Las inscripciones están disponibles aquí ➡https://plataforma-industria-circular.cl/inscripciones-seminario/
Lanzado el 15 de marzo, el proyecto apoyado por Corfo y el Ministerio del Medio Ambiente, facilitará la construcción circular y baja en carbono. Este 2024 se espera contar con 70 datasets iniciales para ir avanzando en los próximos años.
Facilitar el cálculo de la huella de carbono para licitaciones del Ministerio de Obras Públicas (MOP), determinar reducciones de impacto de fondo con foco sostenible en proyectos Corfo, contar con factores de emisión más precisos y actualizados, son algunos de los beneficios que busca entregar CicloData, proyecto de bienes públicos apoyado por el Ministerio del Medio Ambiente y Corfo, y ejecutado por Ecoed.
Lanzado el pasado viernes 15 de marzo, éste se trata de una plataforma digital de fácil acceso que pondrá a disposición una completa base de datos para la elaboración de análisis de ciclo de vida aplicables a sectores productivos como el comercio, manufactura, construcción, minería, electricidad, gestión de desechos, agropecuaria y silvícola.
De esta forma, se busca contribuir a la sofisticación de las empresas de la región Metropolitana a través del uso de herramientas y metodologías de innovación basadas en información de ciclo de vida confiable y ajustada a la realidad regional, que investigadores, académicos y expertos en el modelamiento de impactos medio ambientales puedan acceder a información adaptada a la realidad nacional y que les permita aplicarla para la elaboración de Análisis de Ciclo de Vida Ecodiseño, además de contribuir al cumplimiento de las acciones definidas en la Hoja de Ruta de Economía Circular de Chile.
El proyecto es ejecutado por Ecoed, empresa dedicada al fortalecimiento de los líderes de la industria para la gestión del triple impacto.
Pía Wiche, gerenta general de Ecoed, explicó que con “CicloData será más fácil conocer los impactos ambientales de la industria de la región Metropolitana para avanzar de forma segura hacia una producción y consumos más sostenibles”. Agrega que “para ser más sustentables, debemos tomar decisiones de calidad. Y para tomar decisiones de calidad, necesitamos datos de calidad”.
Los Bienes Públicos son programas que buscan resolver la disponibilidad de información e identificar obstáculos en el mercado que dificultan la toma de decisiones productivas en las empresas.
Al respecto, Claudio Valenzuela, gerente de Redes y Territorio de Corfo afirma que “son muchos los programas que desde Corfo se están impulsando para el equilibrio sostenido de los territorios y uno de estos instrumentos son los Bienes Públicos. Creemos en la necesidad de avanzar en materia de transformación productiva y territorial, donde se debe incorporar nuevas tecnologías, más sofisticadas para el mejoramiento de las empresas y sus cadenas de valor”.
Desarrollo e impacto en la construcción
Además de las instituciones ya mencionadas, EcoEd trabajará en conjunto con Ecoinvent, la base de datos para ACV más fiable y transparente a nivel mundial e IBICT, Instituto Brasileño de Información en Ciencia y Tecnología, responsables de la creación de la plataforma de base de datos para ACV en Brasil.
CicloData está dirigido a personas del sector público, sector privado, academia y tercer sector que necesitan datos de ciclo de vida para tomar decisiones.
Dentro del sector de la construcción, el público son las constructoras y los productores de materiales para la construcción.
Actualmente, “el MOP ya está pidiendo la huella de carbono en sus licitaciones. Las constructoras podrán encontrar datos más precisos para el cálculo de la huella de sus propuestas en CicloData”, comenta Pía Wiche.
Por otro lado, los productores de materiales pueden agregar su información a la base de datos para que arquitectos, diseñadores y otros tomadores de decisión puedan enterarse de los parámetros de sostenibilidad de sus productos y seleccionarlos para mejorar la sostenibilidad de sus proyectos.
Por lo tanto, “la información de CicloData traerá una gran oportunidad para constructoras y proveedores de la construcción para aumentar sus ventas diferenciándose en el mercado por su sostenibilidad”, especifica la ejecutiva.
Este 2024 se espera contar con una plataforma disponible con 70 datasets iniciales. “Las metas para el 2025 son agregar 40 datasets más y efectuar el traspaso legal de la base de datos a un Centro de Investigación que será responsable por mantenerla pública y actualizada luego del fin del proyecto. Para el 2026, las metas son añadir 40 datasets adicionales a la plataforma y contar con usuarios capacitados gracias a cursos y webinars que impartiremos durante ese año. Por último, nuestra meta a largo plazo es que CicloData siga mejorando y se mantenga como un bien público constante de utilidad para el futuro sostenible y circular de Chile”, precisa Wiche.
La gerenta general de Ecoed sostiene que este proyecto facilitará la construcción circular y baja en carbono, proveyendo datos de confianza para respaldar materiales y proyectos con atributos sostenibles.
“Las constructoras tendrán acceso más fácil a datos de calidad para elegir materiales y productos más sostenibles mientras que los proveedores podrán diferenciarse por demostrar una mejor performance ambiental, así como una menor huella de carbono”, añade.
A su juicio, esto viene a potenciar la información ya proporcionada en Declaraciones Ambientales de Producto (DAPs), en las que se encuentran información sobre los impactos ambientales de productos de la construcción. “En CicloData se podrán subir estos datos para facilitar su incorporación en el cálculo de los impactos ambientales de obras de la construcción”, especifica.
De esta manera, para aquellas empresas que generan DAPs o ACV para sus productos, esto abre una nueva posibilidad de distinguirse, facilitando el uso de estos datos para que sus clientes puedan determinar el impacto de sus proyectos. A su vez, para las constructoras facilitará el acceso a datos de impacto de materiales de construcción presentes en la región Metropolitana.
Con esto, “se espera un cambio significativo en el mercado, en que las decisiones de compra y construcción sean hechas con base en datos y en que los ganadores sean los que consigan demostrar, con datos, que son más sustentables que las alternativas”, opina Wiche.
Por ahora, Pía Wiche invita a los interesados a contestar una rápida encuesta para conocer sobre cómo usan datos de ciclo de vida: https://ecoed.cl/encuesta_ciclodata/