Desde el inicio de la Revolución Industrial la humanidad ha estado dominada por un sistema económico absolutamente lineal: producir, consumir y desechar. No es necesario detenerse a explicar el impacto que este modelo ha tenido en nuestro medio ambiente. Son tan graves que según un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU nuestro planeta va a alcanzar el decisivo límite de 1,5 ℃ por encima de la temperatura de la época preindustrial en el año 2030.
Es por eso por lo que urge cambiar la economía lineal por una circular y el desafío es trabajar con una visión de largo plazo que permita generar un modelo que vaya más allá del reciclaje y en el que las empresas y organizaciones de todo tipo y tamaño se hagan cargo adecuadamente de sus residuos, valorizarlos y dándoles una nueva vida o uso.
Todos lo sabemos, pero muchos olvidamos que vivimos en un planeta de recursos finitos y cada día somos más humanos con un modelo de vida que es imposible sustentar, el principal pilar de la economía circular es la regeneración. Sus acciones buscan restaurar el equilibrio que necesita el ecosistema para que nuestra especia pueda prosperar en armonía con la naturaleza.
Ya entrando en materia, en la construcción es habitual la recuperación de los despuntes de acero para reciclarlos y fabricar acero nuevo. Pero no sólo los despuntes de acero son residuos en una obra, también hay madera, hormigón, plásticos y vidrios, entre otros. En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos.
“Actualmente los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), son un gran problema en el mundo, y en Chile generamos mucho más. Por ejemplo, en un país desarrollado la construcción de un edificio habitacional genera 0,14 metros cúbicos (m3) de residuos por cada metro cuadrado (1m2) construido. En cambio, en nuestro país, para ese mismo edificio generamos 0,26 m3 por m2, casi el doble”, explica Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile y vicepresidente del SubComité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).
“En una primera etapa en Chile hemos abordado la economía circular en la construcción a través del concepto de gestión de residuos. Tanto públicos como privados han dado pasos fundamentales y con grandes resultados en esa línea, pero es indispensable transitar a modelos circulares que incluyan las etapas de gestión y diseño. Primero, hay que tener claro que los materiales y componentes deben mantenerse circulando en la tecnósfera (ciclos técnicos) y biosfera (ciclos biológicos) por el mayor tiempo posible con la mayor calidad posible; debemos privilegiar uniones físicas antes que químicas que permitan el desmontaje, adaptación, recuperación y mantenimiento de estos”, señala Anamaría De León arquitecta y consultora en economía circular, miembro del SubComité de Economía Circular del IC.
Y agrega que “en la etapa de diseño arquitectónico y de materiales se define entre el 60% y 80% de la sostenibilidad de una obra o producto. El diseño para la deconstrucción, diseño para la reversibilidad, banco de materiales, modulación y estandarización reversibles y diseñar por capas, son algunas de las estrategias que podemos activar en etapas tempranas de un proyecto.”
Para enfrentar este problema, el programa Construye2025, impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, elaboró una Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, que se lleva a cabo en conjunto con los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas.
El objetivo es lograr un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, por lo cual trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.
La iniciativa busca generar una industria más productiva disminuyendo en un 20% los costos de producción; aumentar en un 20% las edificaciones sustentables y disminuir en un 30% las emisiones de CO2 al 2030.
La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, señala que la economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Así, no sólo tenemos una industria más sustentable, sino que también la economía circular ayuda a generar nuevos empleos que la OIT los cataloga como “empleos verdes” y los califica de la siguiente manera: “Empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o a la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética”. Más aún hace hincapié en que estos empleos verdes permiten: aumentar la eficiencia del consumo de energía y materias primas; limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; minimizar los residuos y la contaminación; proteger y restaurar los ecosistemas; y contribuir a la adaptación al cambio climático.
Desde hace más de un año, el Instituto de la Construcción articula, junto a un gran número de reparticiones gubernamentales, universidades, oficinas de ingenieros y arquitectos, además de empresas privadas y organismos que las representan, como el Instituto Chileno del Acero y la Corporación de Desarrollo Tecnológico; el Subcomité de Economía Circular, que está trabajando para promover y aplicar en la construcción este modelo, cuyos beneficios son claros y muy palpables. Además de la disminución en el uso de la energía, lo que permite reducir la huella de carbono en la construcción, está el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, pues permite contar con ciudades más sustentables y pensadas en beneficio de la sociedad.
Este es un tema muy relevante, pues el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) estimó que en 2050 el 90% de la población latinoamericana vivirá en ciudades, es decir alrededor de 570 millones de personas. Si somos conscientes y trabajamos en beneficio de ellas, muchas de estas personas podrán disfrutar de un medioambiente más sano y una mejor calidad de vida para mediados de este siglo.
Fuente: Instituto de la Construcción
Por Guillermo González, jefe Oficina de Economía Circular del MMA
La crisis climática es el mayor desafío que enfrentamos como humanidad y nos obliga a tomar acciones urgentes, cambiando cómo hacemos las cosas. Nuestro planeta ya no resiste la lógica lineal de extraer, producir y desechar, necesitamos dar un giro. ¿Qué hacer? La respuesta es avanzar hacia una economía circular, en donde la basura no exista, los materiales se mantengan en el ciclo de producción y la forma que producimos hasta tenga una capacidad de regenerar ecosistemas dañados.
Por eso lideramos un amplio proceso participativo que generó la Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040, plan maestro que contiene metas y acciones concretas para que el país avance hacia la economía circular, una que sea regenerativa e impulse a Chile hacia un desarrollo sostenible.
Imaginamos un país donde nada se desperdicia y todo se transforma para el cuidado de la vida. Si somos capaces de concretar este plan y llevar la visión circular a los distintos ámbitos de nuestra sociedad, podremos mejorar la calidad de vida de las personas en sus territorios, cuidar y regenerar los ecosistemas de nuestro país y abrir múltiples nuevas alternativas de crecimiento verde.
La construcción jugará un rol fundamental en esta transformación y quienes opten primero por esta nueva mirada, verán los beneficios que trae para el país, pero también para sus negocios.
Se estima que cerca del 35% de los residuos a nivel mundial proviene de la construcción y demolición (RCD). En Chile, la generación de estos alcanza 7,1 millones de toneladas al año, solo por edificaciones autorizadas, lo que es más que el total de los residuos municipales, algo así como tres cerros Santa Lucía. A eso hay que agregarle las obras de infraestructura, lo que se genera en catástrofes naturales y las edificaciones informales.
Asimismo, la construcción representa 7,1% del PIB de Chile, siendo un motor importante de la reactivación que necesitamos impulsar, y un consumidor de millones de toneladas de materiales.
Con la incorporación de economía circular al sector construcción se abren innumerables posibilidades de ahorro y optimización, además nuevas oportunidades de negocios. Pasar de enterrar materiales a darles una segunda vida útil es un cambio necesario, y en el sector construcción significa valorizar millones de toneladas de áridos, maderas y otros materiales, lo que es al mismo tiempo una oportunidad, y eso la industria ya lo está explorando. Según un estudio de la Universidad Católica, las pérdidas económicas por materiales desperdiciados son de US$315 millones al año. Sin embargo, los RCD son altamente aprovechables, pudiendo alcanzar tasas de 95%.
La industria de la construcción está conociendo las ventajas de incorporar la economía circular en sus procesos productivos y en su oferta. Hoy el gremio de la construcción es consciente de que tiene un rol importante para lograr ciudades sostenibles y mejorar el desempeño ambiental en nuestro país.
Así lo refleja la alta y positiva participación de la Cámara Chilena de la Construcción y de muchas empresas constructoras y proveedoras de materiales que participaron activamente, en todo Chile, de la confección de la hoja de ruta antes mencionada. También el hecho de que el sector ya está trabajando en la elaboración de su estrategia hacia la economía circular.
Las empresas que han implementado medidas ya han demostrado que resulta económicamente atractivo optimizar los diseños, mejorar el manejo de materiales en obra, disminuir la generación de residuos. Seguir el camino de la sustentabilidad en la construcción no es más costoso, porque la economía circular ofrece optimizar los procesos productivos mejorando la productividad de los materiales.
Nosotros proyectamos que al 2040 la economía circular esté instalada con fuerza en la cultura del país, generando hábitos de uso y consumo y patrones de producción más sostenibles. Asimismo, que las prácticas circulares hayan impulsado la regeneración de la naturaleza; que se aproveche al máximo el potencial de la innovación; que se promueva el desarrollo local sostenible. Para ello, el impulso del sector construcción es fundamental.
Fuente: Instituto de la Construcción
Mediante el primer Acuerdo de Producción Limpia del sector Construcción en el país con foco en la economía circular, se busca reducir la generación de residuos y promover el uso eficiente de los materiales, evitando su disposición final.
La Cámara Chilena de la Construcción y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático sellaron hoy un Acuerdo de Producción Limpia (APL) para avanzar hacia una correcta gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD) e impulsar nuevos modelos de negocios circulares en la Región de Valparaíso.
El APL está dirigido a los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción de la Región de Valparaíso -constructoras, contratistas, proveedores, entre otros- y se implementará en un plazo de 24 meses, con la participación y apoyo técnico de los Ministerios del Medio Ambiente y Vivienda y Urbanismo; Dirección General de Obras Públicas; Seremi de Salud; las Municipalidades de Concón, Quillota, Limache y Villa Alemana; Universidad de Valparaíso; Instituto de la Construcción y el Programa Construcción 2025 de Corfo.
La directora ejecutiva (s) de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Ximena Ruz, indicó que este APL va a priorizar la gestión del negocio, pero también a comprometer fuertemente al sector hacia un desarrollo sustentable.
“Este Acuerdo de Producción Limpia está muy en línea con el trabajo que se ha realizado en la Hoja de Ruta de Economía Circular de nuestro país y, principalmente, con la Hoja de Ruta de Residuos de la Construcción que está liderando el programa Construye 2025 impulsado por Corfo; sin esta tarea previa, hubiese sido más largo el camino de llegar a acuerdos, ya que estos insumos fueron relevantes en nuestro trabajo”, señaló Ruz.
En tanto, el seremi (s) del Medio Ambiente de Valparaíso, Christian Fuentes, destacó que el APL es un hito muy relevante para la región porque pasará a ser pionera en materia de economía circular en la construcción.
“La gestión de residuos de la construcción no es un tema fácil y es uno de los más atrasados que tenemos a nivel nacional, a diferencia de la gestión de otros residuos como los municipales. En la región hay más de 700 sitios de disposición ilegal de residuos, en algunos casos hay residuos de la construcción, y es un problema que afecta directamente a todos los vecinos y vecinas de cada una de las comunas”, enfatizó Fuentes.
Para la industria de la construcción en Valparaíso es neurálgico hacer frente a la alta generación de RCD, dado que la región es la segunda generadora de este tipo de residuos en el país, con un promedio anual de 710 mil toneladas en la última década, proyectándose un aumento a 986 mil toneladas anuales en el período 2025-2035. Además, es una de las siete regiones que no cuenta con sitios de disposición legal para los RCD.
Antonio Errázuriz, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), afirmó: “Con este Acuerdo de Producción Limpia estamos dando un nuevo e importante paso para hacernos cargo del impacto medioambiental de nuestra industria y avanzar hacia una Economía Circular en la Construcción, a través de la gestión coordinada y colaborativa entre los distintos actores de la cadena de valor. Como gremio estamos enfocados en promover la sostenibilidad y las buenas prácticas de nuestro sector, por lo que suscribir este Acuerdo de Producción Limpia es tanto una gran noticia en sí misma, como un importante avance en el marco de nuestro “Compromiso Pro”.
Acciones del APL
Mediante este trabajo conjunto, las empresas adheridas implementarán un plan de gestión de residuos y declararán su generación, valorización y disposición final.
La presidenta de la CChC Valparaíso, Marisol Cortez, en tanto, valoró “la decisión y el esfuerzo de nuestros socios y empresas adherentes, por enfrentar con seriedad este tremendo desafío que es la gestión de los residuos de la construcción, considerando que nuestro sector es el principal productor de residuos inorgánicos sólidos. Y más aún, por formalizar este compromiso con este APL que, a través de esta alianza público – privada y desde una visión de largo plazo, apunta hacia la sostenibilidad de nuestra industria, avanzando con acciones concretas hacia una Economía Circular, que es la misión que nos impusimos como gremio”.
Cada empresa generadora de residuos fijará metas cuantitativas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado, e identificará oportunidades de mejora. En tanto, se desarrollará un catastro de gestores de residuos que operen en la región y sitios de disposición final autorizados y se definirá una estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la eliminación de RCD.
A través del Acuerdo de Producción Limpia se impulsará también la innovación para aumentar la valorización de RCD y la creación de nuevos modelos de negocios circulares, a través de la generación de incentivos, articulación de actores, acompañamiento y difusión de instrumentos de fomento a la innovación.
Además, las empresas desarrollarán indicadores de sostenibilidad e implementarán un programa de capacitación y difusión de prácticas de economía circular y sus beneficios.
Instituciones y empresas adherentes a APL:
Los integrantes del Comité Consultivo Público: MMA, MOP, Minvu, Corfo y Construye2025, se han preocupado especialmente de avanzar colaborativamente, para lograr las metas trazadas que buscan convertir a la construcción en una economía circular.
Tanto en el mundo público como en el mundo privado, la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 ha sido bien acogida. Cuando los servicios públicos demandaban una guía para mejorar la sustentabilidad de las obras y adoptar rutas hacia la circularidad, el sector privado respondió con la elaboración de una Estrategia de Construcción Circular 2025, a corto plazo que trazó los ejes y acciones de la Hoja de Ruta.
“Nuestra ministra ha mostrado gran entusiasmo con el desafío de la circularidad para el sector construcción y derivado de ello ha sostenido un activo apoyo al desarrollo de las gestiones y avances, a través de la participación en todas las actividades a las que le hemos convocado, junto con un respaldo a las acciones intersectoriales”, comenta Rubén González, encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente.
En este ámbito, los temas referidos al avance en la circularidad para el sector construcción como acciones en la Hoja de Ruta Nacional para un Chile Sin Basura al 2040, acción que permite reforzar desde el instrumento rector de mayor escala en la materia las definiciones de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035.
“Además de la agenda multisectorial en la que se trabaja colaborativamente con otros ministerios desde el nivel central, ya sea en el marco del convenio interministerial de construcción sustentable, como en mesas bilaterales o multilaterales con servicios como MDSF, Minvu, MOP, Minsal, Subdere; a nivel regional se participa activamente en los Consejos Regionales de Construcción Sostenible, los Corecs, en las que se ha priorizado materias de economía circular y RCD, en la mayoría de las regiones del país”, añade González.
Además, el especialista del Ministerio del Medio Ambiente, hace hincapié en que las Secretarías de Residuos (SER) se han preocupado de posicionar la temática y de promover instancias de planificación regional, esto es la bajada de las guías de la hoja de ruta, así como de los lineamientos de nuevas áreas metropolitanas. “Asimismo, se ha prestado apoyo para circularizar proyectos emblemáticos en algunas regiones como el proyecto de master plan para el Morro de Arica”, indica.
Trabajo colaborativo
En materia de articulación gremial del sector privado, el Ministerio del Medio Ambiente participa activamente del APL actualmente en el desarrollo en la Región de Valparaíso para una economía circular en construcción. “Se ha impulsado la articulación con municipios, y convocado al sector privado, y mundo académico a sumarse a los desafíos de la hoja de ruta”, comenta el encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular.
Igualmente, destaca la iniciativa de formar una alianza para crear una academia e industria circular. Para ello, se formalizarán convenios de cooperación con Sofofa y con distintas universidades e institutos técnicos, para impulsar una agenda común tanto con la industria como con las unidades de investigación y desarrollo en el mundo académico.
Desde el punto de vista normativo, el MMA ha participado activamente en la elaboración de la NCh3562 “Gestión de residuos — Residuos de construcción y demolición (RCD) – Clasificación y directrices para el plan de gestión” y ha encargado al INN el desarrollo de una nueva norma técnica en el ámbito de las demoliciones, que por primera vez incorpora lineamientos para procesos de deconstrucción y un manejo ambientalmente racional de residuos en demoliciones.
Asimismo, en el aspecto regulatorio la Oficina de Economía Circular ha propuesto en las instancias ministeriales la elaboración de ajustes al DS40, que esclarecen y facilitan la tramitación de proyectos de valorización de RCD en el SEIA; ha participado en la elaboración del Reglamento sanitario para el manejo de los residuos de la construcción y demolición – RCD, en conjunto con los demás ministerios del consejo consultivo, y Construye2025, que recientemente fue sometido a consulta pública, y ha avanzado en la definición y articulación con Minsal, para definir una reglamentación con foco en economía circular, que complementará, desde el punto de vista ambiental y sanitario, a la reglamentación existente y en curso.
En materia de fortalecimiento del capital humano para la valorización de RCD, el ministerio se encuentra levantado financiamiento privado, en alianza con Construye2025, para el desarrollo de un proyecto de certificación de competencias laborales para los actores en la cadena de valorización de RCD, el que será prontamente comunicado toda vez que se postule, así mismo se encuentra activamente buscando financiamiento en el sector retail para abordar el desarrollo de competencias laborales en materia de economía circular en el sector relacionado al diseño industrial y de BTL.
Plan de gestión
Por su parte, para el Ministerio de Obras Públicas, el primer gran avance para este fue la elaboración de un Plan de Gestión de RCD homologado para todas las obras MOP, el cual se instruyó en diciembre de 2020 para implementar paulatinamente en nuevas obras MOP a partir de enero 2021. “Este plan de gestión, además de ser una herramienta para conocer de manera sistematizada los residuos que generan nuestras obras, nos permitirá en el corto plazo conocer datos respecto de los residuos generados por cada tipo de obras ejecutadas por este ministerio, conociendo la trazabilidad y destino final de estos”, señala el director general de Obras Públicas, Carlos Guzmán.
Lo anterior, según la autoridad del MOP, será información relevante para futuras metas de reducción, reutilización e incluso de generación de nuevos mercados de productos derivados de los residuos generados.
La mirada al futuro
Uno de los desafíos es el desarrollo de un plan de acción ministerial en materia de economía circular y sustentabilidad en construcción, que vaya más allá de la Oficina de Economía Circular y que permita definir una agenda propia. Esto implica impulsar una agenda regulatoria y legislativa para incorporar la economía circular en el quehacer cotidiano de la construcción pública y privada desde una arista centrada en el control del riesgo ambiental de los residuos, la reducción de estos, las garantías de ecodiseño, durabilidad y reciclabilidad de componentes y partes constructivas, y de maximizar los beneficios ambientales de los proyectos.
Otro de los desafíos, en lo relativo a la implementación de medidas, constituye el desarrollo de una infraestructura para la calidad en torno a la economía circular del sector construcción; lo que implica nuevos desarrollos de normas técnicas, sobre todo, en lo referido a la definición de estándares para distintas aplicaciones de material valorizado, respecto la composición de materiales para facilitar la valorización, para el desarrollo de partes, piezas y componentes constructivos reutilizables, reversibles, durables (entre otras características); pero también la elaboración de sistemas de auditoría, acreditación, certificación de productos, servicios, procesos y personas, sistemas de inspección y evaluación de conformidad, la implementación de capacidades de ensayo, laboratorios, y sistemas de muestreo. Con este objetivo, el MMA está evaluando el desarrollo de un convenio con INN, para abordar estas materias.
Complementariamente y dado el desafío financiero y de recursos humanos que significa avanzar en todas estas materias, se trabaja actualmente en la elaboración de un proyecto para conseguir financiamiento de organizaciones multilaterales, sobre el que podremos contar más adelante.
Para Paola Valencia, secretaria ejecutiva de Sustentabilidad y Cambio Climático del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), los avances desde su cartera han sido de preparación y, teniendo como horizonte el próximo año, lo sintetiza así.
En tanto, el director general de Obras Públicas, Carlos Guzmán, plantea el desafío de crear incentivos en las licitaciones de obras, para que los contratistas cuenten con criterios sustentables como, por ejemplo, reutilización de material, cálculo de huella de carbono, compromisos con la comunidad, certificaciones, etc. Esto lo resume en los siguientes compromisos futuros: avanzar en la eliminación de barreras en la regulación y normativas que impidan la valorización, reciclaje de residuos, RCD, y la producción de materias primas secundarias para productos de la construcción; incentivar compras públicas y licitaciones de proyectos de infraestructura y edificación, que traicionen el desarrollo de la economía circular en construcción; promover las ventajas y oportunidades de una prevención y gestión sustentable de los RCD en obra y, en consecuencia, las mejoras en productividad, seguridad.
Además, Guzmán, hace hincapié en otros dos retos: participar activamente en procesos que generen herramientas, políticas públicas, iniciativas y acciones que fomenten mercados circulares en construcción, que incluyan criterios de economía circular en la evaluación de la inversión pública y permitan contar con información para mercados circulares; y, finalmente, coordinar entre los distintos servicios, el uso de material RCD.
“A partir del liderazgo y visión del programa Construye 2025, como país estamos siendo pioneros en materia de economía circular en el sector construcción a nivel latinoamericano. La hoja de ruta recientemente lanzada promueve a cambiar el paradigma de los residuos de la construcción y demolición (RCD) hacia la sustentabilidad”, complementa Elizabeth Zapata, directora de Desarrollo Tecnológico de Corfo.
La ejecutiva también comenta que a través de la convocatoria “Reto de Innovación: Economía circular en el sector construcción” buscan conectar a la industria de la construcción con el ecosistema de emprendimiento, innovación y desarrollo tecnológico, para que este pueda aportar en la generación de soluciones tecnológicas innovadoras que disminuyan la pérdida de recursos y las externalidades negativas, en ámbitos tales como nuevos materiales, uso eficiente de recursos o gestión de residuos. “Esperamos que los proyectos ganadores representen un impulso relevante para promover la circularidad en el sector, acorde a las brechas y desafíos plasmados en la hoja de ruta”, sostiene.
En tanto, ha sido “fundamental el rol de articulador y coordinador que tiene el programa para avanzar y lograr las metas propuestas en la ambiciosa hoja de ruta”, destaca la coordinadora de Sustentabilidad Alejandra Tapia. En las temáticas lideradas por Construye2025, destaca el proyecto “Portafolio de Modelos de Negocio en Economía Circular en Construcción”, cuyo objetivo es disponer información a emprendedores e innovadores para implementar nuevos negocios, y por otra parte, desde el punto de vista regulatorio, pronto se dará inicio a la consultoría “Propuesta para un marco regulatorio integrado y fomento a la valorización de los residuos de la construcción y demolición, RCD”, cuyo propósito es contribuir a acelerar los cambios en el marco regulatorio y fomento, que se requieren para implementar actividades productivas relacionadas a la valorización de residuos de construcción y demolición, entregando una orientación a los distintos servicios públicos.
Fotos gentileza Constructora Viconsa, Joaquín Cuevas.
Con el webinar “Sinergias y Economía Circular en la Industria de la Región de Valparaíso”, se dio el cierre al proyecto FIC ejecutado por la Universidad de Valparaíso y el puntapié oficial a Mercado Residuo@Recurso de Plataforma Industria Circular.
La Región de Valparaíso tiene el potencial de ser un territorio líder en economía circular y en ello ha estado trabajando un equipo de la Universidad de Valparaíso, a través del desarrollo y difusión de Plataforma Industria Circular, proyecto financiado con aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad FIC-R 2017.
Con el webinar “Sinergias y economía circular en la industria de la Región de Valparaíso”, realizado el pasado 27 de mayo, se cerraron poco más de dos años de trabajo, en los que se incentivó un trabajo de sinergias entre las diferentes industrias locales de toda la región, a través de Plataforma Industria Circular.
Y es que “la Región de Valparaíso no solo posee una economía variada y exportadora, con una ubicación y servicios estratégicos a nivel país, sino también patrones de distribución y coexistencia de diversas industrias que pueden dar paso, como en otros países, a sinergias para la reutilización de materiales, energía o información”, explica José Tomás Videla, coordinador de Plataforma Industria Circular.
“La generación de residuos a nivel internacional es un problema y Chile no se queda atrás”, comenta Patricia Martínez, directora de Plataforma Industria Circular.
El 2018, solo un 10% de los residuos recibía algún tipo de tratamiento o valorización y en la Región de Valparaíso, y así la mayoría de los residuos no peligrosos que se generan a nivel regional, van a algún tipo de disposición final, sin recibir valorización ni algún tipo de tratamiento que permite extender su vida útil.
En la actividad, Victoria Gazmuri, Seremi de Medio Ambiente de la Región de Valparaíso, planteó que “el trabajo en conjunto que se realiza es fundamental para poder avanzar en la economía circular, donde todos son actores relevantes” y también destacó los importantes avances normativos para caminar hacia una economía circular y a un Chile circular sin basura.
En tanto, Alejandro Dinamarca, director de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad de Valparaíso, señaló que este es un proyecto muy significativo y con un potencial enorme. Además, “ha mostrado que tiene una etapa de madurez en los conceptos de innovación”, como un eje fundamental para el desarrollo del territorio, específicamente de la Región de Valparaíso.
Como detalló José Tomás Videla, la iniciativa funciona a través de Mercado Residuo@Recurso, herramienta de facilitación y seguimiento de iniciativas de simbiosis industrial, lo que se entiende como transacciones y reutilización de residuos y subproductos industriales no peligrosos, entre empresas de la región. Lo anterior complementado con el Portal de Información, que presenta contenido de noticias, reportes y de casos exitosos, así como de un directorio de empresas e iniciativas.
Durante el webinar, participaron Tomás Santa María, investigador SIS de la University of Graz, Austria, quien presentó sobre plataformas de simbiosis industrial en Europa y oportunidades para nuevos modelos de negocios; Verónica Kuchinow, fundadora y directora de la consultora Símbiosy; Guillermo González, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente, quien contextualizó sobre lo que se está realizando a nivel país, para lograr que Chile sea un país más circular, destacando la Estrategia de Residuos Orgánicos, la Hoja de Ruta de Economía Circular en Construcción y la recién aprobada Ley que regula productos y plásticos de un solo uso. Señaló que para el 2040 se espera pasar del 4% de reciclaje actual a un 65%; reducir la generación per cápita en un 25% y tener 180.000 nuevos empleos circulares.
Casos de éxito regionales
Como ejemplos locales, participaron el Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS), con tres casos de innovación alimentaria a través de la valorización y reutilización de descartes alimentarios, como el uso de las brácteas (hojas) de alcachofas luego de hacer las conservas con sus fondos; la generación de conservas y productos tratados térmicamente con los descartes de ciruelas, del vino (alperujos) y golden berries de baja calidad, además de la reutilización y valorización de descartes de la industria pesquera, con los que se pueden producir harinas, chips y salsas.
También expuso Revaloriza, empresa que impulsa la economía circular desde la región, mediante la construcción del Primer Centro de Tratamiento y Valorización de residuos de la construcción y que pretende reciclar y valorizar 120.000 toneladas de residuos de la construcción y demolición de la Región de Valparaíso en un plazo de tres años, generando un beneficio económico, social y ambiental.
En tanto, la Municipalidad de Casablanca ha liderado diferentes proyectos en los últimos 5
años, explicó Patricio Marín, director de Gestión Medio Ambiental del municipio. Su Departamento de Medio Ambiente tiene seis funciones, como plan de gestión de residuos, aplicación de normativa ambiental, elaboración de proyectos, ordenanza de medio ambiente, educación ambiental y protección del patrimonio natural. De esta manera, han trabajado con las empresas de la comuna en un instructivo sobre la recolección de residuos factibles, con el fin de poner las reglas de cómo se deben recibir dichos residuos. Además, con la Subdere y el GORE, el municipio pudo financiar el Centro de Tratamiento Intermedio de Residuos Sólidos, la Planta Municipal de Segregación, y están en proceso de construcción de la planta de compostaje Casablanca, en terrenos del ex vertedero municipal.
SUMMIT “Construcción Circular” – Día 3: Diseño e Innovación Circular, organizado por Construye2025 con el lema “De los desafíos a la acción”.
En el Summit “Construcción Circular”, Construye2025, programa impulsado por Corfo, lanzó la “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción”, fruto del trabajo colaborativo de toda la cadena de valor.
En la primera jornada del Summit “Construcción Circular: de los desafíos a la acción”, que estará transmitiéndose en el canal de YouTube de Construye2025 hasta el 27 de agosto, se lanzó la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en la Construcción, instrumento que cuenta con el respaldo de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, además de Corfo y Construye2025.
Esta detallada herramienta -trazada con un horizonte a 2035- ayudará a Chile a impulsar políticas, prácticas y metas orientadas a facilitar la transición hacia cadenas de valor más sustentables y eficientes en el uso de los recursos. “Este documento sienta las bases para una gestión sustentable de los residuos de construcción y demolición y nos permite adentrarnos en este nuevo modelo de economía circular”, afirmó la asesora sectorial de construcción y economía circular de Corfo, Helen Ipinza.
En la jornada inaugural del encuentro, se hicieron presentes los ministros de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward; de Obras Públicas, Alfredo Moreno; de Medio Ambiente, Carolina Schmidt; el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas; el presidente del Instituto de la Construcción, Miguel Pérez; el presidente de la Cámara de la Construcción, Patricio Donoso; e Yves Besançon, representante del Consejo Directivo de Construye2025, quienes explicaron cómo y por qué se desarrolló este trabajo multisectorial que busca hacer cambios reales frente al impacto que la economía lineal ha provocado en los ecosistemas (ver aquí https://youtu.be/hUbpOSN7Zao).
Junto con valorar el trabajo de todos quienes están empujando a Chile hacia la economía circular, desde diversas instituciones, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, presentó los cinco ejes estratégicos de la hoja de ruta: Planificación territorial e infraestructura para la gestión de los RCD y la economía circular; Coordinación pública para el marco regulatorio y fomento a la economía circular en construcción; Ecosistemas y cadenas de valor para mercados de economía circular en construcción; Información e indicadores para el desarrollo de mercados políticas públicas e innovación; y Restauración de Pasivos Ambientales y de Riesgos.
“Partimos de la visión de soñar con un país que gestiona en forma eficiente los recursos en el ciclo de vida de los proyectos de edificación e infraestructura, involucrando a todos los actores de la cadena de valor, en el marco de una economía circular con el objetivo de alcanzar una gestión ambientalmente racional de los residuos, impactando positivamente en los ámbitos social, ambiental y económico”, explicó Alejandra Tapia, quien invitó a renovar liderazgos y asumir los nuevos retos a través de nuevos hábitos.
En este primer día del summit -convocado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo; Medio Ambiente; Obras Públicas; Corfo y Construye2025, se abordaron los desafíos y acciones que propone la hoja de ruta, en un panel compuesto por la directora general de Obras Públicas del MOP, Mariana Concha; el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, Erwin Navarrete; y el jefe de la Oficina de Economía Circular del ministerio de Medio Ambiente, Guillermo González.
“Estamos trabajando ya para generar términos de referencia que incluyan exigencias de porcentajes mínimos de materiales reciclados, en todas aquellas cosas en que sea factible”, señaló Mariana Concha. Igualmente, la autoridad de la Dirección de Obras Públicas, recordó que, muchas veces, es posible reutilizar material de las excavaciones y que, también es posible modificar las ordenanzas para favorecer el desarrollo de la economía circular en la construcción.
La Hoja de Ruta RCD puede ser consultada aquí: http://construye2025.cl/rcd/hoja-de-ruta/
Las charlas del Summit Construcción Circular están disponibles aquí: https://www.youtube.com/c/ProgramaConstruye2025
SUMMIT “Construcción Circular” – Día 2: Cadena de Valor y Nuevos Modelos de Negocios, organizado por Construye2025 con el lema “De los desafíos a la acción”.
SUMMIT “Construcción Circular” – Día 1 – Hoja de Ruta y Territorio, organizado por Construye2025 con el lema “De los desafíos a la acción”.
En junio se realizó el webinar internacional en el cual se compartieron la experiencia francesa y los proyectos chilenos, en línea con los objetivos sustentables de ambas naciones.
La ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, y la secretaria de Estado del Ministerio de Transición Ecológica y Solidaria, Brune Poirson, abrieron el diálogo en el webinar “Hacia una economía circular: experiencia francesa y proyectos concretos en Chile”, organizado por la Cámara Franco-Chilena para el Comercio y la Industria. La primera destacó la generación de valor en una economía sustentable y recordó que el 19 de abril de 2020, Chile presentó su nueva y ambiciosa propuesta para las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), con compromisos concretos en economía circular, como parte fundamental del impulso a la acción climática.
Además, la ministra Schmidt se refirió a los avances en la implementación de la ley REP, que establece la responsabilidad extendida del productor. “En mayo, el Consejo de Ministros de Chile aprobó el reglamento REP para envases y embalajes, que nos permitirá multiplicar por cinco nuestra tasa actual de reciclaje de plásticos, vidrios, cartones, latas y otros envases, alcanzando las metas de reciclaje de la Unión Europea y estableciendo como obligatoria la recolección domiciliaria puerta a puerta para los envases reciclables en todo el territorio, cubriendo al menos el 80% de todos los hogares”, explicó.
Chile aprobó también el reglamento REP para neumáticos que mandata el reciclaje del 90% de los neumáticos que se comercializan en el país y el 100% de los neumáticos mineros. Pero, quizá lo más relevante sea la hoja de ruta de economía circular que se someterá a consulta pública en noviembre. “Para apoyar el desarrollo de esta hoja se convocó a un comité internacional. En este grupo participa el Ministerio de Transición Ecológica del gobierno francés, ya que Francia ha sido un referente para el país”, comentó la autoridad medioambiental chilena.
En tanto, la secretaria de Estado de la ministra de la Transición Ecológica y Solidaria, Brune Poirson, compartió la experiencia de su país con la extensión del principio “quien contamina paga”, que está incentivando a los productores a recurrir al ecodiseño. “Los artículos de construcción pronto estarán cubiertos por este sistema de quien contamina paga. En Francia han explorado desde el procesamiento de materias primas, hasta la optimización de los sistemas de clasificación de recolección y reciclaje de residuos y al desarrollo de información al consumidor”, dijo.
REP en la construcción
Francia establecerá un sistema REP para los productos y materiales de construcción que entrará en vigencia en 2020. Este implicará que las contribuciones provenientes del nuevo sistema “quien contamina paga” cubrirán los costos de erradicación de los basurales, permitirá la multiplicación de los puntos de recuperación de residuos y guiará a los actores del sector hacia materiales y productos más sostenibles. “La colaboración es clave para una transición hacia la economía circular”, afirmó la autoridad francesa.
Enseguida, Guillermo González, jefe de la Oficina de Economía Circular en el Ministerio de Medio Ambiente, compartió las metas propuestas en la hoja de ruta de 2020-2040: llegar a un mínimo de 65% de reciclaje y enviar un máximo de 10% a rellenos sanitarios. “Convocamos un comité estratégico y un comité asesor internacional y la década que viene debiera ser la década de la transformación”, señaló.
Asimismo, la directora general de Obras Públicas en el Ministerio de Obras Públicas, Mariana Concha, comentó que Chile está haciendo gestión de residuos desde etapas tempranas, en la conceptualización de la idea de cada proyecto, para que éstos sean concebidos incorporando la reutilización -en la medida de lo posible- de los desechos de construcción. “Estamos trabajando para que los términos de referencia consideren tecnologías y porcentajes de reutilización en sus etapas constructivas, para que disminuyan los residuos y el tráfico de materiales a botaderos”, complementó.
En la jornada expusieron también Carlos De Los Llanos, director científico de CITEO; Isidro Pereda, director de sistemas de gestión de Colectiva y envoltorios; Alberto Cáceres, director Grandes Cuentas Mineras de Michelin Sudamérica, Carlos Zeppelin, responsable comercial de Bitumix; Roxana Segovia, director comercial de Grupo Seco Chile; y Claudio Castro, alcalde de Renca y jefe de sección ′Ciudad Durable ′′ en la Asociación de Municipios Chile.
El webinar está disponible AQUÍ.
El Comité Consultivo Público RCD revisó 226 observaciones, provenientes principalmente del sector privado.
Un total de 226 observaciones recibidas para el documento Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los recursos y residuos, RCD, para una Economía Circular en Construcción”, son las que ha revisado el Comité Consultivo Público RCD -conformado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025-, luego de la consulta pública realizada entre el 1 de octubre y el 21 de noviembre de 2019.
“La etapa de revisión de las observaciones resultó muy interesante, porque tuvimos una buena participación y todas fueron muy constructivas, lo cual enriquece el proceso, además de la representación de regiones”, señala Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
La totalidad de las observaciones se concentró en 20 respuestas correspondientes a profesionales de las siguientes instituciones: EstudioVE8 Arquitectura & Construcción, Asociación de Productores y Exportadores Agrícolas del Valle de Copiapó (Apeco), Pontificia Universidad Católica de Chile, Aparcadero Custodias Nacionales, Seremi MOP Región de Coquimbo, Madera21 de Corma, Ebco S.A., Aceros AZA S.A, Polpaico, Constructora Aísla BioBio Ltda, Inversiones Manacor SPA, Construcciones Héctor Aquilino San Martín Valenzuela EIRL, Echeverría Izquierdo Ingeniería y Construcción, Renova2 Servicios e Inversiones SpA, Lepanto, Economía del Bien Común Valparaíso, Invitta, Centro Tecnológico para la Innovación en Construcción (CTeC), Universidad de Valparaíso y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
Las instituciones participantes representan a seis regiones (Valparaíso, Atacama, Metropolitana, Coquimbo, Ñuble y del Biobío) y siete ciudades (Santiago, La Serena, Chillán, Viña del Mar, Valparaíso, Los Ángeles y Copiapó).
El sector privado fue el que más participó en esta consulta pública, con 16 respuestas, continuando con dos respuestas desde la academia, una del sector público y otra de la sociedad civil.
En relación con la profesión/especialidad de quienes respondieron, se encuentran cinco constructores civiles y tres ingenieros civiles, dos arquitectos, dos gestores de residuos, entre otras, las que se concentran construcción y montaje y cadena de suministro, proveedor, en la etapa de cadena de valor.
“Estamos contentos con la participación de diferentes actores de la cadena de valor, lo que demuestra que la gestión de los residuos de la construcción y demolición y la economía circular, son temas transversales y de interés multisectorial”, considera Tapia.
La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 comenta que las observaciones correspondían en su mayoría a la implementación y a las metas que se plantearon en el documento, “las que se consideraban poco ambiciosas, por lo que las revisamos y las bajamos de 2045 a 2035, lo que de todas maneras se deberá trabajar en los planes sectoriales de cada ministerio”.
Además, se demuestra en las observaciones que hay una gran preocupación por el cambio climático y el impacto del sector. Y por último, “nos queda la conclusión de que debemos generar una gobernanza para la implementación de esta Hoja de Ruta. En cuanto a los avances, un fruto temprano ha sido la formación de una mesa pública para el desarrollo de un reglamento sanitario para el manejo de los RCD, valorización y disposición final, liderado el Ministerio de Salud, más la participación de la Subdere y el Comité Consultivo Público, conformado por MOP, Minvu, MMA, Corfo y Construye2025”, precisa.
Se espera que el lanzamiento de esta Hoja de Ruta se realice en julio, lo que dependerá de la contingencia sanitaria, con la presencia del sector público, privado y la academia, junto con las instituciones que lideran esta iniciativa.
Las respuestas pueden ser descargadas aquí: http://construye2025.cl/rcd/hoja-de-ruta/
Fotografía gentileza Plataforma Industria Circular y Viconsa.
El Comité Consultivo Público RCD revisó 226 observaciones, provenientes principalmente del sector privado.
Un total de 226 observaciones recibidas para el documento Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los recursos y residuos, RCD, para una Economía Circular en Construcción”, son las que ha revisado el Comité Consultivo Público RCD -conformado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025-, luego de la consulta pública realizada entre el 1 de octubre y el 21 de noviembre de 2019.
“La etapa de revisión de las observaciones resultó muy interesante, porque tuvimos una buena participación y todas fueron muy constructivas, lo cual enriquece el proceso, además de la representación de regiones”, señala Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
La totalidad de las observaciones se concentró en 20 respuestas correspondientes a profesionales de las siguientes instituciones: EstudioVE8 Arquitectura & Construcción, Asociación de Productores y Exportadores Agrícolas del Valle de Copiapó (Apeco), Pontificia Universidad Católica de Chile, Aparcadero Custodias Nacionales, Seremi MOP Región de Coquimbo, Madera21 de Corma, Ebco S.A., Aceros AZA S.A, Polpaico, Constructora Aísla BioBio Ltda, Inversiones Manacor SPA, Construcciones Héctor Aquilino San Martín Valenzuela EIRL, Echeverría Izquierdo Ingeniería y Construcción, Renova2 Servicios e Inversiones SpA, Lepanto, Economía del Bien Común Valparaíso, Invitta, Centro Tecnológico para la Innovación en Construcción (CTeC), Universidad de Valparaíso y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
Las instituciones participantes representan a seis regiones (Valparaíso, Atacama, Metropolitana, Coquimbo, Ñuble y del Biobío) y siete ciudades (Santiago, La Serena, Chillán, Viña del Mar, Valparaíso, Los Ángeles y Copiapó).
El sector privado fue el que más participó en esta consulta pública, con 16 respuestas, continuando con dos respuestas desde la academia, una del sector público y otra de la sociedad civil.
En relación con la profesión/especialidad de quienes respondieron, se encuentran cinco constructores civiles y tres ingenieros civiles, dos arquitectos, dos gestores de residuos, entre otras, las que se concentran construcción y montaje y cadena de suministro, proveedor, en la etapa de cadena de valor.
“Estamos contentos con la participación de diferentes actores de la cadena de valor, lo que demuestra que la gestión de los residuos de la construcción y demolición y la economía circular, son temas transversales y de interés multisectorial”, considera Tapia.
Se espera que el lanzamiento de esta Hoja de Ruta se realice en julio, lo que dependerá de la contingencia sanitaria, con la presencia del sector público, privado y la academia, junto con las instituciones que lideran esta iniciativa.
Las respuestas pueden ser descargadas aquí: http://construye2025.cl/rcd/hoja-de-ruta/
Para incentivar la sustentabilidad del sector construcción y su desempeño ambiental, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), anunció que este año se actualizará el “Plan Nacional de Construcción Sustentable (PNCS), incorporando la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) con el propósito de establecer metas a corto y mediano plazo que tiendan a la neutralidad del sector.
La iniciativa fue presentada al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad el 19 de diciembre del año pasado, y por una votación unánime de los ministros que lo componen (Agricultura, Hacienda, Salud, Economía, Fomento y Turismo, Energía, Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo, Transportes y Telecomunicaciones, y Minería), se decidió someter a EAE al primer Plan Nacional. El trámite que resta es que el Presidente de la República apruebe la solicitud del CMS y dé el vamos a ésta iniciativa este 2020.
Respecto de ésta iniciativa Paola Valencia, Secretaria Ejecutiva de la “Mesa Interministerial de Construcción Sustentable”, responsable de llevar a cabo la actualización del “Plan Nacional de Construcción Sustentable”, señaló que “se hace necesario contar con información, mecanismos e indicadores que ayuden a establecer políticas públicas en el corto, mediano y largo plazo en materia de edificación e infraestructura, para disminuir la huella de carbono y los impactos del sector sobre el medio ambiente”.
Agregó que “la actualización del Plan con EAE, permitirá evaluar las mejores alternativas para la toma de decisiones, a través de un proceso que esperamos sea participativo y representativo a nivel nacional”.
Uno de los temas ambientales que al Ministerio del Medio Ambiente (MMA) le interesa y que este Plan considerará en su elaboración y evaluación ambiental, son los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) que, por su volumen y disposición, generalmente inadecuada, dan origen a una serie de vertederos ilegales, basurales y microbasurales que provocan serios daños ambientales, riesgos de incendios, y grandes gastos para el país.
Según fuentes del MMA, en Chile los RCD corresponden a una de las mayores fracciones de residuos generados y se estima que al 2050, el volumen anual superará los 10 millones de toneladas, solo por concepto de ejecución de nuevas edificaciones, sin considerar los residuos de infraestructura, desastres naturales y demoliciones.
Hacia una gestión sustentable de los Residuos de Construcción y Demolición.
Una gestión integral de estos residuos, que incluya la prevención de la generación de residuos, la manipulación correcta de los que son peligrosos, la valorización de aquellos que sí lo permiten, y una adecuada disposición final de los que no, podría generar importantes beneficios para la sustentabilidad territorial y la calidad de vida de las personas.
Actualmente el país no cuenta con la infraestructura necesaria para la valorización y disposición de estos residuos, ni con la capacidad instalada para fiscalizar esta materia, a lo que se suma la escasa información disponible sobre su generación y destino debido a que los generadores, en su mayoría, no reportan en el Sistema Nacional de Declaración de Residuos (SINADER).
En este marco, un equipo interministerial (compuesto por el MMA, MINVU, MOP, CORFO, y “Construye 2025”), se encuentran elaborando la “Hoja de ruta para los RCD” en economía circular, que espera ser lanzada en julio de este año y que servirá de insumo para el proceso de actualización de la PNCS. Esta entregará lineamientos estratégicos para incorporar la sustentabilidad y la economía circular en el sector construcción”, indicó Guillermo González, jefe de la Oficina de Implementación Legislativa y Economía Circular del MMA.
Agregó que “como Ministerio estamos trabajando además de la Hoja de Ruta Nacional para la Economía Circular, en la actualización del marco regulatorio actual, y en el mejoramiento del SINADER, para generar los cambios que se requieren”.
Respecto a la actualización PNCS, valoró la iniciativa y dijo que “esperamos que constituya una herramienta potente para impulsar la economía circular en la gestión ambiental del sector construcción y en el territorio, para transitar a una industria baja en residuos, eficiente en el uso de materiales y responsable con el medio ambiente”.
Para Rubén González, encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular, “el rol de la EAE en la implementación de economía circular es crucial, además de aportar a la construcción de la política pública en la materia, podría facilitar la incorporación de este tema, en los Instrumentos de planificación y ordenamiento territorial, permitiendo, por ejemplo, a través de la discusión, la definición de criterios y directrices para la instalación de sitios de valorización y disposición final para los RCD en el territorio. Aspecto que hemos destacado en la hoja de ruta RCD y que sin duda será parte del Plan Nacional de Construcción Sustentable”, concluyó.
Fuente: MMA
El programa estratégico impulsado por Corfo coordinó una mesa de trabajo a la que llegaron representantes del Ministerio de Medio Ambiente, centros tecnológicos y empresas que trabajan por la correcta gestión de estos desechos.
Una decena de entidades relacionadas con los Residuos del a Construcción y Demolición (RCD), se reunieron la tarde del jueves en las oficinas de Construye 2025. La razón para ello es que el programa impulsado por Corfo está colaborando en un estudio sobre los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), encargado por el Ministerio del Medio Ambiente y que está siendo ejecutado por la consultora Gescam.
El estudio ya está en su segunda etapa y, entre otras cosas, busca desarrollar un reglamento específico para los RCD, así como hoy los hay para residuos domiciliarios (RSD), aguas servidas (lodos) y establecimientos de salud (REAS).
Esto luego de las primeras brechas que se encontró en el estudio Escenarios y políticas públicas para los RCD, fue el hecho de que no hay una definición legal de qué engloban este tipo de desechos.
A la mesa de trabajo convocada por Construye2025 llegaron especialistas en el tema de empresas y entidades como Flesan, Río Claro, Fundación Basura, Recylink, Axisdc, Aza, Disal, Idiem, Viconsa, Echevería Izquierdo, Resiter, CDT, CTeC y UC para informarse de los hallazgos que Gescam hizo al revisar los casos de países como Francia, España y República Checa, además de dar a conocer sus experiencias en la industria.
Ejemplos citados fueron la enorme valorización que pueden conseguir materiales nobles, o incluso elementos como refrigerantes, en demoliciones o el ahorro millonario que puede implicar en transportes el buen trabajo a la hora de reutilizar materiales.
El programa impulsado por Corfo dio a conocer esta nueva plataforma online que busca entregar mayor información sobre la gestión sustentable de los residuos de la construcción y demolición en el marco de una economía circular.
En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos. En Chile, la falta de información sobre la generación de residuos de la construcción y demolición (RCD) es una de las tantas brechas, así como el fortalecimiento de la cadena de valor de la economía circular en construcción. Y esto es algo que busca subsanar el sitio dedicado a RCD que Construye2025 acaba de estrenar.
La coordinadora técnica de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, explica que el sitio web tiene como fin “acercar a la industria esta estrategia multisectorial que busca promover la gestión de RCD bajo el foco de la economía circular”. Por lo tanto, agrega la arquitecta, “su objetivo es poner a disposición un espacio para tomar conciencia de la problemática de los RCD, y las consecuencias de una economía lineal basada en la extracción de recursos, uso y posterior eliminación, la cual muchas veces es inadecuada”.
De esta manera, los usuarios podrán encontrar información interesante y útil a través de casos, entrevistas y buenas prácticas sobre cómo gestionar correctamente estos residuos. Además, el sitio constituye una plataforma para conocer el desarrollo de una hoja de ruta para la Gestión Sustentable RCD como parte del acercamiento a una economía circular. Esta iniciativa es liderada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
En http://construye2025.cl/rcd/ se darán a conocer casos de constructoras que han obtenido importantes beneficios en productividad y sustentabilidad en su gestión, entrevistas, información sobre investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) que se está realizando en Chile en base al reciclaje de materiales y fabricación de nuevos productos, e iniciativas públicas que tienen relación con la economía circular. La plataforma web también contendrá información de mercado sobre empresas dedicadas a esto, información sobre el marco regulatorio chileno para su gestión y presentaciones de expertos que han participado en seminarios de la temática.
La economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Si bien se propone un cambio de paradigma, “estamos abordando la gestión de los RCD como una oportunidad para desarrollar una economía circular, más sustentable, donde no existen residuos, todo se aprovecha para nuevos productos y ciclos”, sostiene Tapia.
Sumado al trabajo de la gestión de los RCD y economía circular, las otras grandes áreas de Construye2025 están dedicadas a la construcción industrializada y la certificación del capital humano de la industria de la construcción local.