Varios avances presentó la iniciativa durante 2019. Hoy urge avanzar más rápido en su implementación por la promesa de mejorar la productividad, mayor equidad territorial y transparencia que trae consigo.
Actualmente, la plataforma DOM en Línea está operando en cuatro comunas del país, lo que beneficia a 305.453 habitantes. Y se espera que para el primer semestre de 2020, se aumente a 2.150.487 habitantes, que podrán realizar sus trámites y solicitar permisos y recepciones a través de internet de forma expedita y transparente.
En ello ha sido clave el trabajo realizado durante 2019 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que “consolidó el desarrollo de la primera fase de la iniciativa, la cual ha avanzado sustancialmente en sus tres líneas paralelas de trabajo: desarrollo tecnológico, implementación nacional y proyectos habilitantes”, según señala Liliane Etcheberrigaray, coordinadora nacional de DOM en Línea.
Y coincide con esa visión Helen Ipinza, sectorialista de Construcción y Economía Circular de Corfo: “esta gran iniciativa ha avanzado con un equipo consolidado, con un piloto y difusión en regiones, preparando el camino para su implementación”.
Pese a ello hay claras tareas que deben marcar los próximos años en el desarrollo de esta plataforma. “DOM en Línea es uno de los más importantes desafíos para la eliminación o disminución de brechas en la productividad en el rubro construcción. Un país requiere agilizar estos trámites engorrosos y largos por un sistema rápido y moderno”, reconoce Yves Besançon, Past Presidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectos. Y para lograr ese objetivo, considera necesario “reanimar el proyecto y revitalizarlo; de lo contrario, habremos perdido tres años o más y una gran inversión en su implementación”.
Hacia la equidad territorial
Yuri Rodríguez, presidente de la Asociación de Directores de Obra de Chile (ADOM Chile), explica que la plataforma informática es un 30% del proyecto total. Se deben sumar las coordinaciones con el resto de la institucionalidad para ofertar el 70% restante de la iniciativa. “En Casablanca tenemos profesionales y técnicos motivados, scanner, plotter, computadores modernos, conexión full a internet, trabajamos en DOM en Línea con webpay, pero esta realidad se transforma en un sueño para la mayoría de los colegas de comunas más pequeñas. Hay desigualdad entre municipios en las dotaciones de personal en las DOM, y los recursos tecnológicos con que cuentan”, sostiene.
Por ello, a juicio de Besançon, DOM en Línea es fundamental para lograr una equidad territorial en todas las comunas del país. “Actualmente, hay una enorme diferencia entre las más de 300 comunas del país, en muchas de las cuales no se cuenta con las tecnologías y equipos para una buena gestión. Hay que pensar que este proyecto elimina la discrecionalidad en la entrega de permisos y documentos, o se cumple o no se cumple, no hay pituto posible”, argumenta el arquitecto.
Es decir, además de la equidad, entrega transparencia en las tramitaciones, “permitiendo otorgar el mismo trato a los proyectos de inversión en todas las comunas del país, independiente del tamaño y conformación de sus DOM, con la trazabilidad necesaria, tanto al proyecto como a la gestión de la DOM”, explica la ejecutiva de Corfo.
De conseguirse el funcionamiento eficiente del proyecto, se podrá facilitar “todas las normas para el otorgamiento de los permisos y estructurar el orden de las poblaciones urbanas”, dice Urzúa.
Cómo seguir
¿Qué se hace necesario para avanzar? Financiamiento y capacitación, a juicio de Ipinza: “financiamiento para poder avanzar a una mayor velocidad en la construcción de la plataforma. Y capacitación al interior de las 345 DOM del país y a los usuarios, venciendo la resistencia al cambio, para poder adoptar esta transformación digital. Otro desafío importante será la integración de DOM en Línea con Planbim”.
Y se suma un aspecto relevante, según Carlos Alberto Urzúa, director del Instituto de la Construcción: que se dicte el reglamento de la Ley de Mejoramiento Urbano, “en la que hay cambios notables en cuanto a las exigencias a los directores de obras para el otorgamiento de los permisos de edificación”. Actualmente, “se ha estado trabajando con la Ordenanza actual y la gran mayoría de las cosas de esta no van a ser requisito para las disposiciones que fije el reglamento de la nueva ley. Creo que eso va a ayudar muchísimo, pero mientras esto no suceda, estamos como marcando el paso todavía con el diseño y trabajo en los formularios, pues muchas cosas van a quedar obsoletas”, opina.
Para Yuri Rodríguez, “la iniciativa debe tener más autonomía, con la forma de un programa del Minvu, con su propio presupuesto, una gobernanza más abierta, que satisfaga el interés de los integrantes de la mesa público-privada, en términos de mayor de aporte y participación en el proyecto”.
Si bien, como cartera, la de Vivienda no tiene injerencia directa para resolver ámbitos como equipar las 345 Unidades DOM del país, ni financiar mayor dotación de personal en aquellos lugares donde el director de Obras está solo con una secretaria, “así también vimos que para la Firma Electrónica Avanzada el Minvu gestionó con el Ministerio Secretaría General de la Presidencia este elemento y lo consiguió, hoy yo opero con este tipo de firma gracias a esa gestión”, comenta Rodríguez.
En tanto, para Etcheberrigaray, el desafío está en agilizar el desarrollo tecnológico, “lanzando la totalidad de los trámites contemplados entre 2020 y 2021, para dedicarse a la implementación en municipalidades, tarea de alcance nacional con horizonte al 2023, que conlleva capacitaciones, reforzamiento de competencias en el uso de recursos tecnológicos, motivación a los equipos y adaptación al cambio, ya que se replantea la forma de llevar la gestión al interior de una Dirección de Obras Municipales, desafío que involucra a todos los funcionarios que intervienen en el proceso”.
Pese a ello, el presidente de ADOM Chile, cree que la División Informática del Minvu, donde está radicada la construcción de la plataforma informática de DOM en Línea, debería contar con mayor personal para atender las demandas y expectativas que genera hasta ahora el proyecto. “Esto debe resolverse a la máxima brevedad”, señala.
Por lo pronto, “desde Construye2025 soñamos que esta plataforma se consolide pronto y podamos sumarle otros temas, como la gestión sustentable de residuos de construcción y demolición, pudiendo pedir un plan de gestión para el otorgamiento de los permisos de construcción y cerrando el ciclo con la verificación de su cumplimiento para otorgar la recepción de obra, como se hace en otros países, cuidando nuestro ecosistema”, manifiesta Helen Ipinza.
“Quisiera ver al Minvu con capacidad para vincular al resto del Estado con nuestra iniciativa, especialmente la Subdere y las asociaciones de municipalidades. Nuestra labor intersecta la productividad del país, y en las actuales condiciones que enfrenta Chile, esto debiera ser una prioridad, con más recursos y mayor autonomía en la Coordinación Nacional del DOM en Línea, incluso algunos de los socios han planteado que el desarrollo tecnológico se externalice y el Minvu actúe como Unidad Técnica, tal cual como lo han hecho los servicios como el SII y SEA, cuyos desarrollos se externalizaron, y los servicios son dueños de sus plataformas”, visualiza Yuri Rodríguez.