Por María Blender, arquitecta consultora independiente
A partir del 28 de noviembre de 2025, entrará en vigor la tercera etapa de la Reglamentación Térmica (RT), con cambios significativos para el sector de la construcción. El 5 de octubre de ese mismo año comenzará a ser obligatoria la Calificación Energética (CEV) para los proyectos inmobiliarios de vivienda.
La Reglamentación Térmica aplicará a toda obra nueva de uso residencial, de educación y de salud, incluyendo los hoteles. El cambio más fuerte les tocará a los proyectos inmobiliarios que tendrán que aplicar la RT y la CEV.
La RT actual es un estándar netamente térmico que básicamente exige aislantes. La nueva RT es higrotérmica, ya que incluye diferentes exigencias que apuntan a evacuar el aire húmedo del interior y a impedir su ingreso a los elementos constructivos. De esta forma, responde al hecho de que no hay protección térmica sin protección de la humedad.
En la práctica, muchas soluciones constructivas que cumplen con la aislación térmica mínima, no cumplen con la exigencia muy estricta de prevenir el riesgo de condensación intersticial. Esto requiere una revisión de las soluciones habituales y el desarrollo de nuevas tipologías constructivas, aplicando la física de la construcción, específicamente el conocimiento del comportamiento del calor y de la humedad y la interacción entre ellos.
Dentro de la nueva RT, los requisitos a las ventanas residenciales son los más debatidos. La RT privilegia el acristalamiento orientado al norte, considerando la eficiencia energética en invierno, la protección solar en verano y la iluminación con luz natural. Como consecuencia, hay que repensar el diseño arquitectónico. Para lograr resultados óptimos, se requiere un cambio en el desarrollo de los proyectos: es oportuno realizar cálculos preliminares de las ventanas en la etapa conceptual.
Se sabe que, con el avance de un proyecto, la posibilidad de influir en él disminuye, y los cambios y las correcciones se complican y son cada vez más costosos. Por lo tanto, las decisiones importantes deben tomarse cuanto antes.
Es indispensable incluir la RT, y la CEV cuando corresponde, desde el inicio en el proceso de diseño: en la primera etapa se definen los objetivos y las prioridades, por ejemplo, la letra de eficiencia energética que se quiere lograr y a qué precio. En las siguientes etapas se procede con la evaluación de alternativas de diseño, avanzando en cada etapa con la escala de trabajo, desde el layout general, por la definición de la envolvente térmica hasta el detalle de los elementos.
La planificación integral se viene promocionando desde hace muchos años en relación con los complejos requisitos de los proyectos de construcción sostenible. Para las empresas, los nuevos instrumentos RT 3.0 y CEV obligatoria, podrían ser motivo para cambiar la dinámica de los proyectos, hacia procesos de diseño integrado, esto es interdisciplinario desde el inicio, y utilizando el modelado energético con la herramienta CEV. (Lamentablemente será necesario duplicar con los cálculos de la RT para ventanas, hasta el 28 de mayo 2027, cuando entrará en vigencia la posibilidad de acreditar la transmitancia térmica mediante la CEV.)
Cabe mencionar que, también en el caso de la RT 3.0, el cumplimiento de la normativa no garantiza automáticamente la calidad constructiva. Persisten desafíos como la protección del sobrecalentamiento veraniego que queda corta en la RT 3.0 y, por lo tanto, sigue en manos de los proyectistas la responsabilidad por construir hogares, escuelas y hospitales que se mantengan frescos en verano sin el uso del aire acondicionado.
La nueva normativa térmica y de eficiencia energética podrá dar lugar a una nueva arquitectura, cuya principal característica será su orientación al sol. Similar a lo que se conoce de la arquitectura solar pasiva y de los edificios “Passivhaus”, pero con un distintivo sello chileno. ¡Se vislumbran tiempos emocionantes para el diseño arquitectónico en Chile!
Un camino similar al que tomó Chile frente a los terremotos es el que ve necesario el PhD en Ciencias Aplicadas, para resistir los embates del clima, a través de la generación de conocimiento científico y el desarrollo de innovadoras soluciones tecnológicas, aprovechando la experiencia ya adquirida por otros países.
El nombre de Waldo Bustamante ha estado ligado hace varios años a la construcción sustentable, diversos estudios en la materia y a la reglamentación térmica. El ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile, magíster en Desarrollo Urbano UC y PhD en Ciencias Aplicadas de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, es profesor titular de la Escuela de Arquitectura UC, y también director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción. Este centro fue fundado en 2013 como una colaboración entre la UC y la Universidad de Concepción para fomentar la investigación de excelencia en estos temas, y es financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) a través del Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias (FONDAP).
Conversamos con él sobre el estado actual del país en materia de sustentabilidad y esto nos respondió:
¿Cómo evalúa la sustentabilidad en la construcción en Chile?
Antes de realizar un análisis de la situación en que se encuentra el sector de la construcción en Chile, es importante, al menos, mencionar que el planeta enfrenta una situación crítica producto de la crisis climática, de la contaminación y de la biodiversidad. No hay un solo sector de la economía que esté ajeno a esta triple crisis, desde el sector primario relacionado con la extracción de materias primas hasta la generación de conocimiento científico y la innovación tecnológica, pasando por los servicios y los sectores productivos.
En este contexto, el sector de la construcción en Chile se encuentra en un tránsito para ir aportando cada vez más al desarrollo sustentable en temas tan relevantes como la economía circular, la carbono neutralidad en la edificación, el uso eficiente y reúso de aguas grises, la incorporación con mayor intensidad el uso de energías renovables, la adopción de soluciones basadas en la naturaleza tanto en edificios como en espacios públicos.
En todas las acciones mencionadas, el rubro tiene aún grandes pasos que dar. Somos un país líder a nivel mundial en cuanto a la resiliencia para resistir temblores y terremotos. El resto del mundo ha aprendido de nosotros en relación a este tema. Este reconocimiento hacia nuestro país ha implicado enormes esfuerzos para la generación de conocimiento científico y en el desarrollo de innovadoras soluciones tecnológicas y, aún así, seguimos desarrollando ciencia y tecnología en este tema.
Un camino similar tenemos que transitar en Chile en el sector construcción desde ahora mismo, el cual se ve facilitado por la enorme experiencia que otros países -especialmente los países desarrollados- han ido adquiriendo sostenidamente en las últimas décadas. Este transitar debe ser rápido y con sentido de urgencia, por cuanto los cambios en el clima se han acelerado en el último tiempo y lo que el mundo ha realizado para ganarle a estos rápidos cambios, está demostrado que son todavía insuficientes.
A su juicio, ¿cuáles han sido los hitos más importantes de los últimos años?
En los últimos años, se han visto experiencias muy interesantes en algunos proyectos urbanos y que muestran sendas por las cuales debemos seguir transitando. El proyecto del Mercado Urbano de Tobalaba (MUT), en cuyo diseño, construcción se han incorporado y materializado un conjunto de variables y términos que forman parte del discurso de la sustentabilidad. Los edificios, la materialidad, el confort en los espacios interiores, la eficiencia en el uso del agua y energía, la incorporación de conceptos como la captura de carbono en los espacios públicos y en la materialidad, la conexión al transporte público, la facilitación para el uso de bicicletas son un ejemplo de avances relevantes en la sustentabilidad en la edificación.
Pero junto a cuestiones tecnológicas relevantes, el implementar un proyecto que aporta al desarrollo de la ciudad de modo significativo muestra un sentido solidario de sus promotores, en el sentido de que se genera un proyecto que aporta al conjunto de los habitantes del barrio y de toda la ciudad y no solo a los usuarios del propio edificio. Ello es fundamental como aporte al desarrollo sustentable. Hace unos años, el edificio Transoceánica de + arquitectos, con su diseño e incorporación de tecnologías innovadoras respecto de lo que se conocía en Chile en el momento de construcción, se constituyó como un hito importante. MUT muestra un avance relevante respecto de lo Transoceánica mostró en otro momento.
Entre otros hitos importantes, también podemos mencionar el proyecto de edificios con 280 departamentos de vivienda social de Cordilleras de Doña Marta (Arquitectos Vergara Arthur y Miranda Laclote), inaugurado en febrero de 2023, y que apuntó a solucionar la necesidad de viviendas de habitantes de la Villa Marta Brunet, de Bajos de Mena, en Puente Alto. Es un proyecto integrador, con espacios públicos generosos, con medidas de seguridad en las que vecinos y vecinas participan activamente y con una envolvente térmica en los edificios, que genera condiciones interiores mucho más favorables respecto de las que estas familias conocían previamente. Al mismo tiempo, cuenta con sistemas de protección solar móviles para mitigar las olas de calor en período estival. Es un proyecto que también señala caminos a seguir y del que se sacarán importantes conclusiones para avanzar en este gran desafío de proveer viviendas y barrios dignos para una vasta población de diferentes regiones del país.
Otros hitos importantes, y en materias regulatorias, son la aprobación de la Ley de Cambio Climático, que obliga a la generación de planes sectoriales de mitigación y adaptación al cambio climático, en el que el sector de la construcción tiene mucho que aportar. Al mismo tiempo, la esperada aprobación del reglamento que permite el tratamiento de aguas grises para diferentes usos en la ciudad. También es relevante el que luego de más de 10 años desde que se realizó la propuesta de actualización de estándares de desempeño térmico de viviendas, este finalmente se aprobará en las instancias correspondientes.
Desde su participación en la reglamentación térmica, ¿está conforme con el resultado?
Me parece que ha sido un paso muy importante el que se haya oficializado definitivamente la actualización del artículo 4.1.10 de la OGUC, llamada comúnmente reglamentación térmica (RT). Cabe sí señalar que esta actualización es todavía insuficiente, pues se persiste en el modelo prestacional, en el que se imponen exigencias de transmitancia térmica individuales por cada uno de los elementos de la envolvente.
Sin embargo, habrá que valorar que en esta nueva versión, comparada con la de 2007, se agregan variables imprescindibles que inciden en el desempeño térmico de los edificios y que son las infiltraciones de aire, el aseguramiento de la calidad de aire interior y la necesidad de disminuir los riesgos de condensación en sistemas de la envolvente. El agregar a la RT estas variables es una cuestión que no podía esperar más, pues no se podía continuar con la sola lógica de la transmitancia térmica de los elementos de la envolvente, dado que ello es absolutamente insuficiente. En nuestros estudios de 2013, también propusimos adoptar medidas para minimizar el impacto de los puentes térmicos, pero ello lamentablemente se eliminó en los posteriores procesos que desarrolló en MINVU para determinar un texto definitivo de la actualización de la reglamentación térmica. También, lamentablemente, en algunas zonas térmicas se hicieron cambios en la transmitancia de muros. Por ejemplo, en la zona B (con ciudades como Calama y Copiapó) y D (con ciudades como Santiago y Talca), se aumentó la transmitancia térmica (U) que propusimos en el 2013, quedando 3 zonas térmicas, que tienen climas muy diferentes, con el mismo valor U en muros: Zona B; Zona C (costa de Región de Valparaíso) y Zona D. Es un contrasentido exigir el mismo valor U en muros en zonas con climas muy diferentes. Yo esperaría que esto se reparara en algún momento.
A su juicio, ¿cuáles son los desafíos hacia los que Chile debe avanzar en materia de construcción sustentable?
En primer lugar, creo importante avanzar en establecer estándares de desempeño energético en los edificios, que es la forma en cómo se aplican la mayoría de las normativas obligatorias en el mundo. Podría partirse con la definición de demandas de energía de calefacción y algún estándar para evitar sobrecalentamiento en los edificios, tratando de promover el diseño arquitectónico pasivo.
Debiésemos, en definitiva, avanzar en la elaboración de un código energético, que incluya a los sistemas de acondicionamiento térmico, la iluminación artificial (en al menos algunos tipos de edificios), en el consumo de energía en agua caliente sanitaria e intente promover el uso de energías renovables generadas in situ. Asimismo, establecer incentivos para promover el uso de fuentes energéticas limpias. Este código debería incluir la evaluación de los sistemas involucrados para acondicionamiento térmico en todo período del año, como también debiera incentivar el uso de materiales con bajo contenido de carbono en su ciclo de vida.
Por otra parte, deberían existir incentivos y promover aún más los programas de regeneración urbana, lo que en el contexto de las olas e islas de calor, podría aportar significativamente en la construcción de resiliencia de los edificios y de los espacios públicos para hacer frente a los fenómenos climáticos extremos, tanto por efecto de los incrementos de la temperatura como por la presencia de precipitaciones intensas. Un último mensaje al respecto: cuidemos y hagamos crecer la biodiversidad en nuestras ciudades pues la naturaleza viva nos protege de estos fenómenos extremos.
Por Verónica Latorre, líder de Desarrollo Técnico, CDT y coordinadora técnica de Edificación, CChC.
En el dinámico mundo de la construcción, enfrentamos constantes cambios que nos obligan a evolucionar y adaptarnos. Dos de los aspectos más relevantes que he identificado en torno a los desafíos que conllevan estos cambios, son la multidisciplinariedad y la ejecución. Estos aspectos no solo afectan la calidad de los proyectos y el desempeño de esas construcciones, sino que -finalmente- la experiencia que tendremos como usuarios de dichos espacios.
La Reglamentación Térmica (Art. 4.1.10 OGUC) recientemente publicada en el Diario Oficial, que entra en vigencia a fines del año próximo, nos desafía particularmente en esos dos aspectos. Dada sus características, estas modificaciones nos afectan a todos quienes nos desempeñamos en esta industria, de una u otra forma.
Luego de su publicación, en la Cámara Chilena de la Construcción, CChC, hemos tomado este desafío conformando una mesa de trabajo que convoca a socios de todo el territorio nacional y de todos los ámbitos. Este foro no solo permite la colaboración entre diferentes expertos, sino que también facilita el intercambio de experiencias y mejores prácticas. Este enfoque colaborativo ha sido invaluable, ya que nos ha permitido aprender unos de otros. Además, dentro del trabajo que estamos desarrollando, hemos podido conocer la experiencia de quienes ya han aplicado estos estándares -por ejemplo a través de los Planes de Descontaminación Atmosférica- e integrando todas las miradas, lo que a su vez se ha plasmado en un análisis detallado y en profundidad de cómo esta reglamentación impactará en nuestras edificaciones. Al mismo tiempo, hemos podido identificar aquellas temáticas en las que creemos que sería beneficioso para la industria contar con mayores antecedentes.
Otro gran desafío que hemos identificado es la correcta ejecución. Un proyecto puede tener un diseño excepcional, estar respaldado por la mejor tecnología y contar -con esta nueva reglamentación térmica- con los más altos estándares; sin embargo, si la ejecución no es la adecuada, todo el esfuerzo previo puede quedar en nada. Esto se pone de manifiesto especialmente cuando comenzamos a incorporar el desempeño de la edificación, como es el caso de las infiltraciones.
Es nuestra responsabilidad, como profesionales del sector, asumir los desafíos, aprovechar estas oportunidades y seguir innovando para construir un futuro mejor para todos.
Por Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable CES
Luego de la alegría por la recientemente actualización del artículo 4.1.10 de la Reglamentación Térmica de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), es necesario dimensionar los puntos que requerirán ajustes a los requerimientos de CES.
Evidentemente que el foco principal de la actualización es viviendas, pero también se incorporan requisitos para edificios de uso Educación, Salud y Hoteles. Muchos de los proyectos en los que ya se ha convertido en un estándar incorporar CES, como Jardines Infantiles, Escuelas, Colegios, Liceos y Edificios Educación Superior en el caso de uso educación, y Centros médicos, CESFAM, Hospitales y Clínicas, para uso salud.
Dentro de los puntos que será necesario profundizar el análisis, en atención a posibles modificaciones que necesiten los requerimientos CES, se encuentran:
En general, hay una correlación bastante buena entre las zonas térmicas y climáticas, con excepción de algunas zonas pobladas, relevantes pero puntuales, como por ejemplo La Serena- Coquimbo. Será necesario evaluar los ajustes que requiere CES para abordar adecuadamente estas diferencias.
Respecto al segundo punto, envolvente térmica, la actualización de la versión CES Edificios de Uso público v1.1 incluyó, entre varios aspectos, un ajuste en los estándares mínimos para el caso de referencia. Debido a que nuestra actualización se produjo hace casi dos años, sin tener completamente a la vista los nuevos requisitos del 4.1.10 de la OGUC, los requerimientos asociados de la v1.1 se encuentran en el mismo orden de magnitud, pero en algunas zonas presentan leves diferencias.
Un ejemplo es lo que se muestra en la siguiente tabla, que para el caso de muros presenta algunas diferencias en todas las zonas climáticas (respecto de las térmicas de la OGUC):
En el último punto, infiltración de aire, el esquema de certificación CES ha abordado hasta el momento el tema como requerimiento voluntario, con el ensayo de infiltración de aire (blower door test). Con la actualización del 4.1.10 de la OGUC el escenario cambia, ya que se vuelve una exigencia reglamentaria realizar la prueba y, por lo tanto, debería pasar a ser un requerimiento obligatorio en CES, dejando espacio para el requerimiento voluntario cumplimientos por sobre el mínimo.
Todos estos temas los comenzaremos a revisar en un Comité Técnico especifico al que pronto convocaremos, pero siempre es una buena noticia tener que ajustar los requerimientos voluntarios porque los mínimos reglamentarios avanzan, es el espíritu de la certificaciones y su relación con los reglamentos.
En el área de la construcción están sucediendo notables avances en relación con la eficiencia energética, que de alcanzarse todos, mejorarán considerablemente en nuestro país la calidad de vida de las personas en sus viviendas, lugares de estudio y trabajo, aportando también ahorros.
Por: Paola Molina, directora y presidenta del Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).
Con el sustento de destacadas competencias técnicas en algunas unidades del Estado y la academia, que aportan una visión de objetivos clara frente a los desafíos a mediano y largo plazo, y también con la creciente colaboración de la industria y distintas instituciones público-privadas que empiezan a avanzar y aportar en los desafíos que tenemos por delante; estamos frente a un escenario muy positivo que necesitamos consolidar frente a las actuales demandas sociales, económicas y ambientales.
Actualización de la Reglamentación Térmica (RT) 2021
A fines del año pasado, el Minvu hizo una consulta pública para actualizar la Reglamentación Térmica (RT) vigente desde el 2007, cuya base de actualización se sacó de un estudio desarrollado para el Minvu en el año 2013.
La RT del 2007 considera aislación en complejos de techumbre, muros, pisos ventilados y ventanas con estándares bastante básicos que han colaborado a la industria a introducir gradualmente parámetros de eficiencia energética en gran parte de la envolvente y en mitigar las patologías y la inconfortabilidad térmica. Pero la propuesta de actualización sube las exigencias, agrega componentes de puertas, sobrecimientos, superficies de ventana, orientación, infiltraciones, ventilación y condensación, lo que augura mejoras cuantificables en los resultados.
Hoy se espera su pronta aprobación después de 14 años, para poder garantizar, sobre todo en estos tiempos, condiciones positivas de habitabilidad para las viviendas nuevas de nuestro país, algo fundamental para subsanar a futuro la pobreza energética, lo que significa muchas horas al año sin un confort térmico, patologías en las murallas, enfermedades y altos costos en calefacción.
Pendiente queda para futuras etapas, abarcar las viviendas para paulatinamente ser actualizadas mejorando también sus estándares.
Es importante destacar que, en la actualización, además de viviendas, se incorpora edificios de salud y educación. Por su parte, los edificios de uso público gestionados por la Dirección de Arquitectura del MOP, ya cuentan con muy buenos estándares y resultados para la envolvente detallados en los TDR que exigen para sus licitaciones.
PPDA: Planes de Prevención y/o Descontaminación Ambiental
En el año 2015, el Ministerio del Medio Ambiente, ante la creciente problemática de la calidad del aire en muchas ciudades desde O´Higgins al sur y con colaboración del Minvu, ocupó el estudio elaborado en el Minvu el 2013, para aplicarlos como una medida efectiva para las ciudades con necesidad de descontaminación ambiental, creando los PPDA.
Los PPDA, al aplicar las exigencias de la propuesta de Actualización de la RT 2021, validan la capacidad de la industria y del mercado para asumir las nuevas exigencias a nivel de todo el país a través de la actualización de la RT. Además, año a año se incluyen más localidades, permitiendo avanzar hacia la descontaminación de cada lugar.
Ley de Eficiencia Energética
Por otra parte, en enero pasado salió la Ley de Eficiencia Energética la cual en aproximadamente 24 meses más, obligará a empresas constructoras e inmobiliarias y los servicios de Vivienda y Urbanismo, a través de sus artículos 3 y 4, a usar la Calificación Energética en todos los proyectos nuevos, inicialmente de viviendas (CEV) y en 48 meses se incorporarán los edificios de uso público, comerciales y de oficina a través de un sello que actualmente se encuentra en desarrollo, que será la Calificación Energética de Edificios de uso público (no residenciales).
La Calificación Energética es una etiqueta parecida a la de los electrodoméstico que muestra cómo se comporta la edificación energéticamente, destacándola con una letra y mostrando un porcentaje de ahorro frente a la misma vivienda, comparándola con las exigencias vigentes de la actual RT. Las letras van desde la A+ hasta la G; en la letra G se encuentran todas las viviendas construidas sin ninguna exigencia térmica, que son las construidas antes del año 2000, en la letra F están las que cumplen solamente con las exigencias de complejos de techumbre, y en la letra E las que cumplen con la actual Reglamentación Térmica. Las viviendas que cumplan con la futura actualización de la RT estarán cercanas a las letras C y D que ya garantizan un adecuado ahorro y calidad del ambiente interior, desde la letra B hacia arriba, se consideran viviendas con un alto propósito de eficiencia energética y con un poco de más de costos asociados para lograr dicho propósito.
Lo importante de esto es que en 24 meses más, gran parte de las personas que vayan a comprar una vivienda, podrán tener un sello objetivo a la vista, que les permita comparar y ver cuál de las opciones de compra es la más conveniente en relación a su eficiencia energética desde el diseño y de sus equipos de clima, destacando el ahorro energético que implica viviendas con una mejor letra y mejor porcentaje de ahorro, influyendo positivamente en la decisión de compra.
Es importante comentar que para que la actual Ley de Eficiencia Energética logré cumplir su propósito de impulsar adecuados estándares en todas las edificaciones a nivel nacional, es fundamental que se tramite pronto la Actualización de la Reglamentación Térmica 2021, sino el piso con la actual reglamentación será muy bajo para avanzar hacia mejores estándares de calidad de vida y ahorro de energía.
Fuente: Preservar
Junto con optimizar las condiciones de habitabilidad de las viviendas, esta actualización de la Reglamentación Térmica permitirá mejorar la eficiencia energética del parque habitacional y reducir las emisiones de material particulado (MP) y Gases de Efecto Invernadero (GEI), contribuyendo a descontaminar el país y a mitigar los efectos del cambio climático.
Desde el 2000 Chile cuenta con una Reglamentación Térmica que establece requerimientos mínimos a las viviendas nuevas, en materia de eficiencia energética y habitabilidad. Actualmente, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) se encuentra tramitando una propuesta de actualización de los estándares que fija esta reglamentación, que mejoran la calidad de las edificaciones.
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Fuente: Revista Negocio&Construcción