Tags

Construcción industrializada: Una puerta para más inclusión

Fecha: 10/03/2024

Con un porcentaje de participación de mujeres menor a 10% en el sector, se espera que el cambio progresivo de una construcción tradicional a una industrializada les ofrezca nuevas y más oportunidades en un rubro históricamente masculinizado.

 

Durante 2023, la participación de mujeres en el sector de la construcción alcanzó un 8,2%, llegando a niveles por sobre el promedio histórico, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Este hecho es el resultado del trabajo de todo el rubro, que además visualiza importantes oportunidades en la consolidación de la construcción industrializada, un sistema que apunta a la fabricación fuera de obra de paneles y estructuras, a través de un proceso estandarizado, piezas que son posteriormente montadas en el lugar del proyecto.

Un mayor uso de maquinaria y tecnología, junto a la disminución en los riesgos, tiempos y costos de ejecución, son algunas de sus características, y en el sector esperan que el cambio progresivo de una construcción tradicional a una industrializada ofrezca nuevas y más oportunidades a las mujeres en un rubro tradicionalmente masculinizado.

Según describe Andrea Munizaga, subgerenta de Administración y Finanzas de la empresa constructora E2E, cuando se abren puestos de trabajo la mayor cantidad de postulantes son hombres, porque normalmente en el rubro se requiere de una mayor capacidad física. ‘Sin embargo, con la industrialización creemos que este escenario debe cambiar y que las empresas que construyen viviendas industrializadas están llamadas a empezar el cambio para encaminarnos a la equidad de género en la industria de la construcción’, señala.

Para Mónica Ahumada, vicepresidenta de la Asociación de Constructores Civiles UC, el primer paso es aclarar que las mujeres no tienen ninguna limitación para su desarrollo profesional en el sector,’ni siquiera la fuerza física es un factor que hoy nos limite’.

‘La industrialización necesita en forma urgente una inyección de energía, que le dé velocidad en sus procesos’, recalca, y añade que ‘hoy, con nuevas visiones, más comunicación y mayor sensibilidad, (las mujeres) podemos darle oxígeno a una industria que necesita crecer para poder resolver las necesidades urgentes en nuestro país, por ejemplo en vivienda’.

Espacios de avance

Felipe Montes, gerente general de E2E, define que un entorno de trabajo más seguro y cómodo, sumado al requerimiento de habilidades diferentes a las que tradicionalmente requiere el sector, serían factores que podrían abrir espacios de entrada a las mujeres.

‘A medida que la industria adopta enfoques más tecnológicos y modernos, puede haber una oportunidad para cambiar la cultura laboral y abordar los estereotipos de género arraigados en la industria de la construcción’, afirma.

En este sentido, es totalmente factible la incorporación femenina en todos los niveles laborales del rubro, tanto en tareas de planta como en obras, acota Marcos Brito, gerente de Construye2025. ‘Este tipo de construcción requiere una especial atención a los detalles, puesto que busca operar optimizando procesos y maximizando calidad, lo que implica una mayor concentración en las tareas, acabados y coordinación’, señala.

Y los avances comienzan a plasmarse: ‘En estos últimos años, hemos visto que en empresas relacionadas a la construcción industrializada hay más mujeres. En el Consejo de Construcción Industrializada (CCI) no solo tenemos empresas socias que son lideradas por mujeres, sino que también hay empresas que han recibido premios nacionales por la destacada participación femenina en sus plantas industriales’, afirma Tatiana Martínez, presidenta del CCI, quien cree que esto es una muestra de que el trabajo es reconocido y se está visibilizando.

De cara al futuro, la ejecutiva remarca que es necesario mostrar a las mujeres en etapa escolar, universitarias y profesionales que en la construcción hay espacio para ellas y que es seguro trabajar ahí.

‘Es importante la formación académica, pero también es muy importante autocapacitarse, porque el aporte que pueden hacer teniendo conocimientos en tecnología, industrialización, robotización e inteligencia artificial, con seguridad les puede abrir muchas puertas, donde ellas lo determinen’, añade Martínez.

Sumado a lo anterior, Munizaga espera que con la industrialización del sector el panorama actual cambie para encaminarse a la equidad de género en la construcción. ‘En la medida que las empresas del rubro optimicen y automaticen sus procesos productivos, la mujer estará en mejores condiciones de participar en la industria’, concluye.

Fuente: Diario Financiero

8M y la necesidad de seguir avanzando en un cambio de paradigma en la construcción

Fecha: 08/03/2024

Carolina Garafulich y Alejandra Tapia son profesionales reconocidas en el sector de la construcción, desde distintas miradas y aportes al rubro. En la conmemoración de un nuevo Día Internacional de la Mujer, quisimos contar su mirada sobre la participación femenina en la industria, los desafíos y su aporte personal.

En este Día Internacional de la Mujer, conversamos con las integrantes de nuestro equipo para conocer cómo se sienten ellas en la actualidad siendo mujeres desde sus distintas áreas de trabajo: la ingeniera comercial Carolina Garafulich, como presidenta de Construye2025 y gerenta general de PlanOK, y con la arquitecta Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de nuestro programa.

Por ejemplo, Garafulich ve que “cada día se visibiliza más el rol de la mujer en la construcción, lo que automáticamente genera que más mujeres se suman y se hacen visible”. Y lo lógico es reconocer el aporte femenino, pero también reconoce el trabajo de “muchos hombres que valoran el aporte de la mujer al rubro y promueven este desarrollo y participación con la convicción de que el liderazgo femenino en distintos niveles de las empresas y organizaciones impacta de manera positiva en el ambiente y en los resultados”.

Esto ha llevado a que aumente la participación, tanto en organizaciones como en empresas. No obstante, Tapia cree que aún hay una mirada bastante patriarcal, lo que va de la mano con lo conservador que es el sector. “Los principales liderazgos hoy se asocian a temas de sustentabilidad donde la mujer ha visto oportunidades para su crecimiento profesional”, analiza.

Y en general, en las organizaciones, “no sólo falta una mayor participación femenina, sino que también cambios de paradigma a partir de nuevos liderazgos más acordes al contexto económico, social y ambiental en que vivimos. En cuanto a organizaciones del sector público, producto de las políticas y compromisos, se puede apreciar una mayor integración de la mujer en distintos niveles”, complementa la arquitecta.

Desafíos a enfrentar

Alejandra Tapia cree que las políticas públicas relacionadas al posicionamiento e integración de la mujer en distintos espacios profesionales, han contribuido a visibilizar y valorar su aporte en la sociedad, lo que ha impulsado su participación como una estrategia corporativa dentro de las empresas y organizaciones. De esta manera, se ha logrado abrir espacios donde antes la mujer tenía muy pocas opciones.

Aunque aún existen limitaciones culturales. “En la medida que haya mayor integración de las mujeres, por ejemplo, en el empleo dentro del sector construcción, más amplia será la gama de roles que podrá desempeñar. Se requiere políticas públicas que sean integrales, además de incentivos, crear las condiciones habilitantes para que las mujeres puedan desarrollarse en todos los ámbitos, no sólo como trabajadoras, empresarias y profesionales, sino también como madres, cuidadoras, y en general, todos aquellos roles que desempeñan en la sociedad y que a veces son muy poco visibles”, sostiene Tapia. 

Asimismo, “hay muchos desafíos y oportunidades para liderar aquellos espacios relacionados a la innovación y a la sustentabilidad, de tal manera de contribuir a la descarbonización del sector mediante una construcción que tenga impactos positivos en lo social, ambiental y económico”, añade la arquitecta.

En tanto, la ingeniera comercial enumera desafíos en diversos ámbitos: eliminar los estereotipos de género que puedan evitar que más mujeres se sumen al rubro; velar porque los ambientes de trabajo sean inclusivos; incentivar desde el colegio la incorporación a carreras profesionales y técnicas relacionadas a la construcción para que tengamos más egresadas para trabajar en el rubro.

Además, “persiste el desafío de la equidad de salario, en que se valore de igual manera a una mujer que a un hombre en un mismo rol. Por último, considero clave que se visibilice a mujeres que se han desarrollado exitosamente en el rubro y han logrado integrar su vida familiar y laboral de manera armónica; estos casos de éxito inspiran y atraen a más mujeres a que apuesten a dejar todo su talento al desarrollo de la construcción”, señala la presidenta de Construye2025.

Aporte personal

Desde su rol de líder en el sector privado y desde Construye2025, Carolina Garafulich habla de un liderazgo consciente que se soporta entre, otras cosas, en dos pilares:

  1. Buscar soluciones sostenibles que incorporen el equilibrio entre buenos resultados, satisfacción del “cliente”, bienestar del colaborador.
  2. La colaboración, entendiendo que el concepto de “contraparte” u “oposición” generan por definición una distancia, a diferencia del diálogo, la colaboración y la generación de confianzas, que sólo existe cuando parto de una base de lo que hay en común y desde las fortalezas construir algo más grande, desde aquello que une y no desde aquello que separa.

“Lo anterior es importante en todo ámbito y en todo sector, pero es clave cuando hablamos de un rubro que moviliza al crecimiento y desarrollo de un país, además de ser el rubro que permite que las personas tengan un techo digno que permita cubrir una necesidad básica de todo ser humano”, asegura.

Por su parte, Alejandra Tapia prefiere no hablar desde una mirada clasificada como “femenina”, sino que se siente más cómoda al referirse a la “diversidad”, pues “tanto la diferencia de género, etárea y social, entre otros aspectos, puede aportar y enriquecer los distintos puntos de vista”.

Y añade: “Sin duda, una visión puramente masculina o femenina va a tener un sesgo, así como también si se considera la opinión de un solo grupo etáreo y social, que es lo que ocurre en varias organizaciones. Por tanto, creo que mi aporte ha sido tratar de ampliar los distintos puntos de vista desde mi experiencia y vivencias para avanzar en la transformación del sector”.