El encuentro “Construir con Ciencia 2025” reveló cómo la investigación y el desarrollo, impulsados por la Ley I+D, son la respuesta a los desafíos de productividad y sostenibilidad del rubro. Voces expertas de Corfo, Construye2025, la Cámara Chilena de la Construcción y el Centro de Innovación UC, junto a casos de éxito, demuestran que es momento de edificar el futuro de la industria con conocimiento y audacia.
Una notable participación fue la que tuvo el gerente de Construye2025, Marcos Brito, en el marco del encuentro Construir con Ciencia, realizado el 27 de mayo. El evento fue organizado en conjunto con la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC), Corfo y el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, con el fin de impulsar la innovación y la adopción de nuevas tecnologías a través de la Ley de Incentivo Tributario para I+D.
En la oportunidad, Brito se refirió a los desafíos que el sector construcción enfrenta actualmente, mencionando la sostenibilidad como un pilar fundamental, especialmente en la gestión de residuos de construcción y demolición, un problema que ya se manifiesta en las ciudades y que requiere infraestructura adecuada, dado que solo nueve de las 16 regiones del país cuentan con centros de acopio autorizados.
A pesar de la difícil situación económica actual en la construcción, el gerente de Construye2025 destacó importantes avances, como la construcción del Aeropuerto de Santiago durante la pandemia con sistemas BIM y tecnologías 3D, y la muestra de avances en industrialización en el Parque CTEC y la feria Edifica, que sorprendió a participantes nacionales y extranjeros.
Como representante del programa, Brito invitó a más empresas a acceder a los beneficios que proporciona la Ley I+D y a verla como un instrumento para apalancar recursos, fomentando la interacción y colaboración entre actores del sector. “Utilicen la ley I+D, anímense a invertir en la investigación y el desarrollo, de tal manera que puedan generar nuevas soluciones, nuevas tecnologías, nuevas soluciones tecnológicas que les ayuden a hacer un trabajo más eficiente, más sustentable y a compartir ese ese conocimiento a todo el resto de la industria”.
Acelerar la innovación
El vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, ofreció una perspectiva panorámica sobre el estado de la industria, destacando que “la mayoría de la innovación en los sectores productivos surge como respuesta a la desesperación y a las crisis, y en Chile tenemos muchos casos”.
En este sentido, hizo un llamado a contar con Corfo. “La idea de un programa Transforma Construye2025 es iluminar problemas que van ocurriendo sobre el camino, y el rol de la Corfo también va cambiando a través del tiempo, a medida que avanza, pues las necesidades son distintas”, sostuvo Benavente.
Por su parte, Romina Hidalgo, directora de I+D+i del Centro de Innovación UC, resaltó que la Ley I+D es una “aceleradora de la innovación que no está lo suficientemente aprovechada por las empresas chilenas”. Subrayó que “la universidad es un complemento y socio estratégico para las empresas que hacen I+D, fortaleciéndola, y en otros casos buscar en la universidad capacidades que aún no tienen instaladas”.
Jocelyn Olivari, gerenta de Innovación de Corfo, presentó cifras que demuestran la brecha del sector en I+D, señalando que solo el 9,7% de las empresas de la construcción reportaron alguna innovación en el periodo 2021-2022, una cifra por debajo del promedio nacional. Además, la construcción ocupa el decimonoveno lugar entre 24 sectores en inversión privada en I+D. No obstante, también destacó que la extensión de la Ley I+D, recientemente aprobada en el Congreso, representa una oportunidad clave para transformar la industria.
Casos de éxito apoyados por Ley I+D
Estos ejemplos demuestran cómo la inversión apoyada por la Ley I+D no solo genera beneficios tributarios, sino que impulsa la colaboración y la transformación de la industria de la construcción hacia un futuro más sostenible y productivo.
“Este encuentro es el inicio de una nueva cultura de colaboración. Desde Construye2025 vamos a seguir conectando actores, impulsando proyectos y entregando apoyo técnico para que la I+D deje de ser algo lejano y se convierta en una práctica cotidiana para las empresas del sector”, concluye Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025.
Por Felipe Ossio, director Escuela de Construcción Civil UC
Hace una década, hablar de sostenibilidad, industrialización o economía circular en la construcción era incipiente. Hoy, estos conceptos se han instalado como ejes estratégicos que transforman no solo la forma en que construimos, sino también cómo formamos a quienes lideran esta industria. En este proceso, Construye2025 ha sido un catalizador clave, articulando una visión de largo plazo que une al sector público, privado y académico en torno a una meta común: una construcción más productiva, sustentable y centrada en el bienestar de las personas.
Desde la academia, hemos respondido a este llamado. En la Escuela de Construcción Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile, hemos reformulado nuestro plan de estudios para que nuestros egresados no solo sean líderes en gestión de proyectos, sino también agentes activos en los procesos de cambio que exige el sector. Nuestros estudiantes aprenden hoy sobre construcción circular, carbono incorporado, metodologías BIM, industrialización, gestión integrada de proyectos, liderazgo con propósito y ética profesional. Porque formar profesionales competentes ya no es suficiente: debemos formar ciudadanos comprometidos.
Pero la transformación no termina en el pregrado. La educación continua es hoy una herramienta estratégica para el desarrollo del capital humano en la industria. Las empresas enfrentan nuevos desafíos tecnológicos, regulatorios y ambientales que requieren profesionales actualizados, con competencias que van más allá de su formación inicial. La academia debe asumir un rol más activo en esta actualización permanente, abriendo espacios de formación flexibles, pertinentes y vinculados con la realidad del sector. Esa ha sido también nuestra apuesta desde DECON UC.
La colaboración intersectorial ha sido esencial. Gracias al trabajo conjunto con Corfo, ANID, ministerios sectoriales, la Cámara Chilena de la Construcción y actores sociales, hemos logrado identificar brechas, pilotar soluciones, y conectar nuestras capacidades con los desafíos del país. La academia ya no es solo observadora: participa activamente en la creación de políticas públicas, en el desarrollo de proyectos innovadores y en el fortalecimiento de una cultura de productividad y sostenibilidad.
En estos diez años, Construye2025 ha generado algo fundamental: un lenguaje común para transformar colectivamente. Y ese lenguaje ha permeado también nuestras aulas, laboratorios y programas. Hoy más que nunca, necesitamos fortalecer este ecosistema de colaboración. Porque formar profesionales competentes ya no basta. Debemos formar líderes comprometidos, capaces de construir un país más justo, más resiliente y más humano.
La transformación del sector construcción será necesariamente intersectorial, pero también será educativa. Y ahí, la academia tiene una responsabilidad ineludible: liderar el cambio desde la formación, la investigación y el vínculo con la sociedad.
Por Alejandra Tapia Soto, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025
Hace una década, hablar de sustentabilidad en la construcción se enmarcaba para muchos, en temáticas como eficiencia energética y energías renovables. Hoy, existe una mirada más amplia e integral, y un llamado a la urgencia para establecer acciones ante el cambio climático y el agotamiento de los recursos. En estos 10 años, desde Construye2025 hemos trabajado para transformar esa visión en acciones concretas, catalizando cambios profundos en cómo planificamos, diseñamos, construimos, usamos y gestionamos nuestras edificaciones e infraestructuras, en todo su ciclo de vida.
En 2015 iniciamos un camino que parecía ambicioso: avanzar hacia una industria de la construcción más productiva, sustentable y competitiva. Desde entonces, hemos sido testigos —y protagonistas— de una evolución significativa que ha involucrado a todos los actores del ecosistema: sector público, empresas, academia, gremios y centros de investigación.
Uno de los hitos más relevantes fue la elaboración de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, fruto del trabajo colaborativo intersectorial, liderado por actores del sector público, orquestado por el programa, y con una importante participación del sector privado y la academia. Este instrumento pionero trazó un camino hacia la economía circular en la construcción y hoy también es un referente para América Latina y el Caribe.
Este documento no sólo nos ha orientado técnicamente, sino que ha sido clave para incidir en políticas públicas, el fomento a la innovación, las regulaciones, y a trabajar en colaboración con un horizonte en común. Tal vez ese ha sido mayor valor, y que a pesar de las diferencias, hemos sido capaces de avanzar por el bien común, hacia una construcción más sostenible, contribuyendo a un cambio de paradigma, de empresas centradas en la maximización de utilidades, a empresas que trabajan por un propósito que incorpora la sostenibilidad mediante la inclusión de aspectos ambientales y sociales en el corazón de su negocio.
Durante estos años, también hemos impulsado pilotos, estudios y herramientas que hoy son referentes para quienes quieren construir de manera distinta. Hemos acompañado procesos de innovación con enfoque sustentable, promoviendo el uso eficiente y responsable de los recursos, apoyando también la formación de trabajadores, técnicos y profesionales que entienden la construcción desde una lógica de ciclo de vida.
Pero nada de esto hubiera sido posible sin la colaboración. La gobernanza público-privada de Construye2025 ha demostrado ser un modelo eficaz para articular voluntades, visiones y capacidades. Esta alianza ha sido fundamental para acelerar procesos, compartir aprendizajes y escalar buenas prácticas.
Sabemos que aún quedan desafíos importantes como incorporar en un sentido más amplio la sostenibilidad, apoyando a las empresas con los desafíos que existen en una sociedad compleja. Para eso, necesitamos seguir fortaleciendo estrategias, la política pública, la inversión y la formación técnica en todos los niveles.
El futuro de la construcción no se puede pensar sin sostenibilidad, sin las personas y su talento, ya que las personas son el alma de las entidades. Por eso, esta década ha sido solo el comienzo.
Finalmente, agradecemos a todos quienes han trabajado en forma colaborativa y que están convencidos de tomar esta oportunidad única de avanzar hacia un modelo de desarrollo que ponga en el centro a las personas, al territorio y al planeta.
Iniciativas del gremio han fortalecido la innovación y productividad de las empresas socias y la sostenibilidad de la industria en la región. Además, se consolidó un modelo de colaboración público-privada, que se materializa en la creación del Consejo Regional de Sostenibilidad e Innovación (CORSI).
Durante 2024 la Cámara Chilena de la Construcción Valparaíso consolidó su liderazgo en innovación y sostenibilidad, impulsando iniciativas estratégicas que fortalecen el desarrollo empresarial de los profesionales y empresas socias y su aporte a la construcción sostenible.
A través de proyectos en economía circular, eficiencia hídrica, digitalización y transferencia tecnológica, el gremio constructor regional contribuyó al logro de una industria más eficiente, productiva y ambientalmente responsable .
Uno de los hitos más relevantes fue la cristalización del Acuerdo de Producción Limpia (APL) en Construcción Región de Valparaíso, el primero en su tipo en Chile con un enfoque en economía circular.
Gracias a esta iniciativa, 13 empresas regionales (10 de ellas sociales de la CChC) obtuvieron certificaciones ambientales tras implementar estrategias de reducción y reutilización de residuos.
En total, el APL permitió evitar la emisión de 10 mil toneladas de CO₂ y reducir en un 48% la generación de desechos de construcción, estableciendo un nuevo estándar en sustentabilidad para la industria regional.
Otra iniciativa clave fue la presentación del estudio “Soluciones Basadas en la Naturaleza para la Gestión Eficiente de Recursos Hídricos”, desarrollado por el Grupo de Trabajo Eficiencia Hídrica de la CChC regional en conjunto con la consultora Patagua.
Este trabajo ofrece soluciones y estrategias concretas para optimizar el uso del agua en la construcción y en el desarrollo de viviendas e infraestructura, permitiendo enfrentar los desafíos del cambio climático con soluciones sostenibles. (Descarga estudio)
La investigación, expuesta en la conferencia “Construcción y Eficiencia Hídrica en la Región de Valparaíso”, reunió a expertos del sector, autoridades y representantes de la comunidad, y destacó casos concretos de aplicación en proyectos piloto como el Parque Yungay en San Felipe , un conjunto habitacional en Puchuncaví y la ampliación del Aeropuerto de Viña del Mar. (revisa video)
En materia de transferencia tecnológica, la CChC Valparaíso, en conjunto con ASIVA y la CRCP) organizó Transfiere Región 2024, el evento más relevante del sector en esta área, que congregó en dos jornadas dedicadas a los temas productividad y sostenibilidad ambiental, a más de 300 asistentes del ámbito privado y académico. A través de exposiciones, conversatorios, casos de éxito y muestra de proyectos, se promovió la colaboración multisectorial y la búsqueda de soluciones innovadoras para la industria .
Finalmente, la digitalización y la adopción de nuevas metodologías en el desarrollo de la construcción fueron abordadas con el Diplomado en Modelado y Revisión de Proyectos BIM, en alianza con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. 44 socios y socias se capacitaron en esta metodología, clave para la eficiencia energética, la reducción de costos y la disminución de la huella de carbono en la construcción.
MODELO DE GOBERNANZA PARA LA SOSTENIBILIDAD
El impacto de estos proyectos y la creciente necesidad de fortalecer la coordinación entre actores públicos y privados, llevó a los actores a la creación la Comisión de Implementación de Construcción Sostenible (CICS), liderada por la CChC Valparaíso.
Con el propósito de posicionar a la Región de Valparaíso como un referente en construcción sostenible e innovación, esta instancia, integrada junto a las Seremis de MINVU, MOP, Ciencia y Tecnología, SERVIU, CORFO y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, reunió el 30 de enero pasado a autoridades y actores clave para fortalecer la colaboración intersectorial y avanzar en la creación del Consejo Regional de Sostenibilidad e Innovación (CORSI), liderados por el gobernador regional Rodrigo Mundaca.
De esta manera, se fortalecerá un espacio de articulación estratégica para impulsar iniciativas con impacto social, ambiental y económico en la región, abordando desafíos críticos como la eficiencia hídrica, la gestión de residuos en la construcción, la economía circular y la digitalización .
Fernando Bustamante, presidente de la CChC Valparaíso, destacó la relevancia de esta instancia: “Consolida un trabajo colaborativo entre el sector público, privado y la academia, uniendo esfuerzos en sostenibilidad, productividad e innovación. Celebramos la posibilidad de generar esta gobernanza con el propósito de alcanzar acuerdos, acciones concretas y proyectos piloto que permitirán medir cómo la industria de la construcción puede reducir su huella de carbono y avanzar hacia una actividad más amigable con el medioambiente”.
Con estas iniciativas, la CChC Valparaíso reafirma su compromiso con la innovación, la sostenibilidad y el desarrollo del sector, impulsando proyectos que no solo fortalecen la competitividad de la industria, sino que también aportan al bienestar y calidad de las personas y al progreso de la región.
*”El Acuerdo de Producción Limpia marca un avance clave hacia una construcción más sustentable, reduciendo el impacto ambiental y aumentando la productividad de nuestras empresas. A esto se suma el estudio sobre eficiencia hídrica, que entrega herramientas concretas para optimizar el uso del agua y enfrentar la escasez hídrica con soluciones sostenibles. Además, iniciativas como Transfiere Región, que fomentan la transferencia tecnológica y el Diplomado BIM, que prepara a los profesionales para liderar la digitalización del sector, reafirman nuestro compromiso con la transformación de la industria. Como gremio, seguimos impulsando proyectos que construyen un futuro más innovador, eficiente y responsable con la comunidad”, concluyó el directivo gremial.
La alianza Kyklos, Refill y Boetsch triunfó en el Reto de Economía Circular, gracias a una propuesta sostenible que reduce costos, optimiza procesos y fomenta la participación de personas con discapacidad en el mundo del trabajo.
En la última edición del Reto de Economía Circular (Reto EC), “Desmoldante R-I” obtuvo el máximo reconocimiento gracias a su novedoso enfoque que vincula la reformulación de un producto clave en la construcción con la reutilización de envases y la inclusión de personas con discapacidad. La propuesta aborda de manera integral los desafíos ambientales y sociales de la industria al reducir la dependencia de insumos contaminantes y ofrecer oportunidades laborales protegidas en el proceso de producción.
El proyecto se originó al constatar que numerosas constructoras emplean tambores de 200 kilos con desmoldantes a base de petróleo, cuyo almacenaje y manipulación resultan costosos. Al traspasar el producto a envases más pequeños, este se seca con rapidez y provoca mermas, elevando aún más los gastos. “Muchos no toman en cuenta el ‘costo sombra’ de estos tambores, que puede llegar a duplicar el valor real del producto, pues obliga a disponer de bodegas especializadas y genera pérdidas considerables en el proceso”, señaló Antonio Irarrázaval, representante de la alianza Kyklos, Refill y Boetsch encargada de este producto.
Para abordar ese problema, el proyecto “Desmoldante R-I” optó por envases de 20 litros reutilizables facilitando así su manipulación y reduciendo el volumen de residuos. Dichos recipientes pueden ser rellenados más de 10 veces evitando un alto porcentaje de envases que antes terminaban en vertederos o bodegas. Así resulta “un formato más liviano y libre de peligrosidad hace la diferencia en obra; eliminamos gastos extras y minimizamos los riesgos de inflamación”, puntualizó el integrante de Kyklos, Refill y Boetsch, añadiendo que la adopción de esta nueva fórmula podría generar ahorros significativos al sector.
Inclusión laboral y triple impacto
Además del cambio en la composición, “Desmoldante R-I” apuesta por la inclusión laboral de personas con discapacidad cognitiva, quienes se encargan de las tareas de limpieza y acondicionamiento de los envases. El equipo señaló que cada seis trabajadores con discapacidad cuentan con el apoyo de una terapeuta ocupacional, “lo que implica una estructura exigente, pero que hace posible la verdadera integración”, recalcó Antonio Irarrázaval.
Para asegurar la sostenibilidad de este modelo, las empresas que no logran contratar directamente a personas con discapacidad pueden invertir los fondos equivalentes a la Ley de Inclusión (Ley 21.015) en el servicio ofrecido por la alianza, lo que les permite cumplir con la normativa de manera efectiva y generar un impacto social real. De esta forma, los recursos destinados a la inclusión dejan de ser un mero trámite formal y se convierten en un mecanismo tangible para crear empleos de calidad, contribuyendo así a una cultura de responsabilidad compartida.
Una solución escalable en regiones
Aunque la iniciativa nació en las regiones Metropolitana y Valparaíso, sus impulsores ya contemplan expandirla a otras zonas del país, instalando centros de recuperación locales que recojan y rellenen envases sin tener que transportarlos a Santiago. “No podemos centralizar todo en un solo lugar. Queremos abrir oportunidades en regiones, donde también existe la necesidad de incluir a personas con discapacidad y de gestionar residuos eficientemente”, aclaró Irarrázaval.
Además de la venta directa, “Desmoldante R-I” está explorando colaboraciones con grandes distribuidores para establecer puntos de devolución y fomentar un ciclo virtuoso de reutilización. En palabras del representante de la alianza: “Nuestro objetivo es que el formato y el producto sean tan prácticos que las constructoras quieran adoptarlos con facilidad, encontrando el envase en distintas redes de venta y devolviéndolo tras su uso para volver a ponerlo en circulación”.
Hacia una construcción más responsable
El premio en el Reto EC confirma la relevancia de soluciones concretas en materia de economía circular y responsabilidad social, aspectos cada vez más valorados en el rubro de la construcción. Tal como lo destacó el jurado, “Desmoldante R-I” no solo resuelve un problema específico —el desmoldado de estructuras—, sino que también reduce la huella medioambiental y aumenta la participación laboral de personas con discapacidad, reconfigurando las dinámicas tradicionales del sector e impulsando un cambio cultural.
“Creemos que, con el paso del tiempo, el mercado se inclinará por propuestas más limpias y justas”, sentenció el vocero de la alianza, al referirse al potencial de la iniciativa. Para reforzar su alcance, el equipo planea realizar validaciones técnicas adicionales en terreno y culminar los trámites de patente que protejan su fórmula, todo ello mientras negocia alianzas con constructoras a lo largo del país, combinando el trabajo práctico y expansión comercial en busca consolidar un nuevo estándar de sostenibilidad en la industria.
En un sector donde los altos volúmenes de desecho y la falta de inclusión laboral han sido grandes pendientes, “Desmoldante R-I” ofrece un nuevo estándar: un producto amigable con el medio ambiente y un modelo de reutilización que motiva a las empresas a abrazar prácticas más sustentables y socialmente responsables. Con este reconocimiento, la alianza Kyklos, Refill y Boetsch sella su compromiso de transformar la construcción chilena en una actividad cada vez más inclusiva y circular.
Por Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025
La construcción en Chile enfrenta un cambio de paradigma impulsado por la adopción de tecnologías asociadas a la Industria 4.0. En este contexto, herramientas como la automatización, la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT) y el Building Information Modeling (BIM) no son solo complementos, sino pilares fundamentales que redefinirán la manera de concebir, planificar y ejecutar proyectos.
El impacto de la IA, por ejemplo, ya es evidente en varias industrias chilenas. En la construcción, promete optimizar desde el diseño de estructuras hasta la gestión de proyectos, introduciendo soluciones como modelos paramétricos más precisos, planificación automatizada y robots autónomos capaces de ejecutar tareas complejas en obra. Estos avances no solo incrementan la eficiencia y reducen costos, sino que también abren paso a un uso más racional de los recursos, un punto crítico para un país con desafíos en sostenibilidad y eficiencia energética.
En el corto plazo, se espera que la IA continúe su integración en áreas de la ingeniería como la minería, la construcción y la energía, donde su impacto ya es evidente. En particular, se prevé un crecimiento significativo en la adopción de sistemas de mantenimiento predictivo, optimización de procesos y análisis de datos en tiempo real. Esto contribuirá a mejorar la eficiencia operativa y a reducir el impacto ambiental de diversas industrias, algo clave para el futuro de Chile en términos de sostenibilidad.
A mediano plazo, la IA podría transformar aún más las industrias chilenas con el desarrollo de tecnologías como el machine learning y los algoritmos de optimización avanzada, lo que podría resultar en la creación de nuevas soluciones para problemas complejos, como el cambio climático, la escasez de recursos naturales y la infraestructura obsoleta. Adicionalmente la IA permitirá a las empresas chilenas competir de manera más efectiva en el mercado global, abriendo puertas a la exportación de productos y servicios tecnológicos de alto valor añadido.
La integración de estas tecnologías también trae consigo la necesidad de una transformación cultural en el sector. Profesionales y técnicos deben adaptarse a un entorno donde las habilidades digitales son esenciales, y las universidades tienen el deber de actualizar sus mallas curriculares para incorporar temáticas como sustentabilidad, innovación y tecnologías digitales.
Sin embargo, este salto tecnológico no está exento de retos. La centralización de recursos en Santiago y la brecha en acceso a tecnologías avanzadas en regiones evidencian la necesidad de una estrategia descentralizada. Además, la industria enfrenta el desafío de integrar estas tecnologías sin comprometer la generación de empleo, fomentando la formación y la reubicación laboral hacia tareas de mayor valor agregado.
Chile se encuentra en un punto de inflexión. La adopción de la Industria 4.0 en la construcción no es solo una oportunidad para mejorar la productividad, sino un imperativo para mantenerse competitivo a nivel global y avanzar hacia una economía más sostenible e innovadora. El sector está llamado a liderar con visión y compromiso, construyendo no solo edificios, sino un futuro más próspero y equilibrado.
El futuro cercano será testigo de una integración más profunda de la inteligencia artificial en todos los niveles de la ingeniería, lo que permitirá no solo una mejora continua en la productividad y competitividad de las industrias chilenas, sino también un paso decisivo hacia una economía más tecnológica, innovadora y sostenible.
El proyecto financiado por el BID y liderado por una alianza público-privada, busca implementar un modelo territorial escalable que fomente la valorización de residuos, la innovación circular y la inversión verde en el sector construcción, impulsando la sostenibilidad y el desarrollo económico en Chile.
En un esfuerzo sin precedentes por avanzar hacia la sostenibilidad y la valorización de recursos en el sector construcción, el martes 17 de diciembre se llevó a cabo el lanzamiento oficial del proyecto Red de Economía Circular de la Construcción (RED-ECC). El evento se realizó en el histórico Palacio Pereira en Santiago y contó con la presencia de autoridades clave del ámbito público y privado, además de líderes de la industria y actores estratégicos del territorio.
La iniciativa, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y seleccionada entre 162 propuestas en Latinoamérica y el Caribe, tiene como objetivo diseñar un modelo territorial que permita implementar una red circular en la construcción escalable en nuestro país. Esta red busca fomentar la valorización de residuos, el encadenamiento productivo y la simbiosis industrial, habilitando inversiones verdes y promoviendo compras sustentables.
Florencia Attademo-Hirt, representante del Grupo BID en Chile, cree que es fundamental que Chile continúe avanzando en economía circular, dado que “sólo 1% de los productos que usamos en América Latina y el Caribe se reciclan o reutilizan, es decir, somos mayormente una economía lineal, por lo que una red como esta crea los incentivos correctos, trabaja en los componentes habilitantes, en un plan de acción para ir quebrando ese paradigma y pensando que cada producto que cumple con su vida útil se puede reutilizar y darle un nuevo uso”.
El proyecto surge gracias a una alianza público-privada integrada por: Construye2025, Corfo, el Gobierno de Santiago, la CDT y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), lo que para José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo, es muy valioso.
“Fomentar a un sector tremendamente importante, ya que ha estado un poco deprimido este último tiempo, pero que es muy intensivo en mano de obra, desde el punto de vista de la política pública es clave”, precisó. También ve un valor importante en esta iniciativa que crea una oportunidad de “generar estos círculos virtuosos que tienen relación con el reciclaje y otro tipo de iniciativas, incorporando partes y desechos del sector, para generar oportunidades de negocios para terceros que produzcan, no solamente un valor económico, sino también y, a través del empleo y de la inversión, un valor social y particularmente medioambiental”.
Algo que justamente valora Conrad von Igel, gerente de Innovación y Sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción, entidad que ve muy importante impulsar esta red, ya que “para poder facilitar el surgimiento de productos, de soluciones, que puedan ser utilizados por las constructoras, las inmobiliarias, ser incorporados en los diseños, necesitamos que exista un ecosistema rico, que crezca, que escale, que pueda proveer soluciones de simple implementación y utilización por parte del sector”.
Por otra parte, José Miguel Benavente destaca el trabajo en red, puesto que “cada uno de los actores no puede trabajar en forma aislada. Aquí hay mecanismos de coordinación y tener una red como un espacio de coordinación de estas iniciativas es tremendamente relevante, en la cual como Corfo hemos estado apoyando y vamos a seguir apoyando”.
En ese sentido, Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, confirma que la articulación y la colaboración entre públicos y privados es fundamental: “estoy segura de que, en conjunto, vamos a poder movilizar a la industria a dar pasos relevantes en la creación de esta red de economía circular en la construcción, que nos permitirá transformar la gran cantidad de residuos que se generan en recursos que pueden ayudar a la sostenibilidad en el mediano y en el largo plazo en nuestro país”.
“Generar una red circular en la región Metropolitana puede ser el inicio de una tremenda oportunidad a nivel país y para todo el sector, en general, para poder trabajar en la circularidad”, opinó Carlos López, gerente general de la CDT.
Los dolores del sector
Como señaló Mauricio Fabry, jefe del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Santiago, uno de los dolores más grandes de la región Metropolitana está en los vertederos ilegales y los microvertederos. “Tenemos más de 50 vertederos de más de una hectárea y el 80% de los materiales son residuos de la construcción y demolición, por lo que como Gobierno de Santiago, estamos muy interesados, no solamente en combatirlo, ya hemos cerrado seis de ellos, sino que también en que esto no se siga produciendo”, enfatizó.
Por ello, Fabry calificó la creación de esta alianza como un hecho tremendamente innovador, puesto que les ayudará a “desarrollar distintas herramientas de gobernanza, de innovación y de implementación, para que nos permitan valorizar los residuos de la construcción, es decir, que estos puedan ser reutilizados o reciclados”.
Para Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Chilena en la Construcción, esta Red de Economía Circular de la Construcción, equivale a un avance más para la industria y se suma a iniciativas como “el mapa de Economía Circular, con empresas que prestan servicios y ofrecen insumos; los Acuerdos de Producción Limpia; el Reto Economía Circular, entre otras. Además, cree que la evolución natural de la circularidad en el sector pasa por “los lugares de valorización, para que podamos tener integrados esos materiales y de verdad estos residuos los podamos convertir en materia prima, pero es una colaboración en forma permanente público-privada y la idea es poder generar confianza y seguir trabajando cada vez más fuerte, para que esto se pueda convertir en una realidad, sobre todo en nuestra región Metropolitana”.
Resultados esperados
El lanzamiento de la RED-ECC sienta las bases para una transformación estructural en la industria de la construcción, con impactos positivos en el medioambiente, la economía y la productividad del sector. Se espera generar sinergias entre obras, centros de producción y el territorio, fortaleciendo así las capacidades locales para la oferta de productos y servicios de valorización de residuos, promoviendo un modelo replicable a nivel regional y nacional.
Los componentes del proyecto son:
Para conocer más sobre la iniciativa, puedes escanear el siguiente QR:
Con la participación de Alejandra Tapia, el programa se hizo presente en actividades relacionadas con el Ministerio de Obras Públicas: en el Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, y en el encuentro de diálogo titulado “Sustentabilidad y Cambio Climático”, en el contexto de la conmemoración de los 150 años de la Dirección de Arquitectura.
En un esfuerzo por posicionarse como referente en sustentabilidad aeroportuaria, la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (DAP MOP) lidera un innovador estudio que busca sentar las bases para la versión específica CES Aeropuertos que aborde una infraestructura sostenible y la inclusión de la economía circular. Este proyecto es desarrollado en conjunto con diversas entidades públicas, privadas y académicas, marcando un hito en el desarrollo sustentable del país.
Durante el segundo Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, expertos y representantes de distintas instituciones evaluaron avances y compartieron perspectivas sobre cómo integrar prácticas sostenibles en el diseño, construcción y operación de los aeropuertos en Chile, entre ellas estuvo Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
“Estamos muy contentos de haber realizado este segundo comité consultivo con una amplia participación y muchas consultas. Este estudio aborda distintas visiones, no solo de la Dirección de Aeropuertos, sino también de otras áreas del MOP y del sector privado. Es un paso clave hacia la certificación sostenible que esperamos concretar el próximo año”, destacó Martita Molina, inspectora fiscal del Estudio de la Dirección de la DAP MOP.
El proyecto no solo busca implementar medidas de eficiencia energética, economía circular e infraestructura verde, sino también establecer una certificación que posicione a Chile como líder en prácticas sustentables a nivel regional. Según Margarita Cordaro, vicepresidenta de CES y representante del MOP, “generar una certificación aeroportuaria representa un avance increíble para Chile. Este trabajo, que reúne tecnología y la colaboración de especialistas, academia e instituciones públicas y privadas, marca un punto de partida en una especialidad maravillosa. Aunque aún queda camino por recorrer, lo logrado hasta ahora es una contribución significativa al desarrollo sustentable”.
Por su parte, el sector privado también ha jugado un rol crucial en este proceso. John Rathkamp, gerente de Sustentabilidad de Nuevo Pudahuel S.A., destacó los esfuerzos realizados para reducir el impacto ambiental de las operaciones aeroportuarias: “Estamos comprometidos con avanzar en la sustentabilidad del aeropuerto, no sólo entregando infraestructura de calidad, sino también reduciendo el impacto ambiental. Medidas como eficiencia energética, uso de energía verde certificada y puentes de embarque sustentables son parte de este esfuerzo por un futuro más sostenible”.
La importancia de este trabajo radica en su capacidad para incorporar innovaciones claves en el diseño y la operación de aeropuertos, como explicó Evelyn Reid, jefa de Edificación y Planes Maestros de la Dirección de Aeropuertos. “Este estudio nos permite integrar temas actuales de sustentabilidad como huella de carbono, net zero e infraestructura verde y azul. Estamos explorando nuevas soluciones que nos ayudarán a mejorar nuestros diseños y medir los avances en sostenibilidad, algo fundamental para el desarrollo de mejores proyectos aeroportuarios”, afirmó.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, participó de esta instancia y comentó que “para el programa es muy importante la certificación CES Aeropuertos, y la inclusión de la economía circular en las certificaciones. Hay muchas oportunidades en la inclusión de materiales con atributos sustentables, como lo son los áridos reciclados y artificiales”.
De esta manera, el estudio continúa avanzando y se espera que en el próximo comité consultivo se consoliden más detalles sobre esta herramienta de certificación, que podría posicionar a Chile como líder en infraestructura sostenible en la región.
Diálogo sobre políticas públicas “Sustentabilidad y Cambio Climático”
Asimismo, Tapia participó en uno de los dos paneles de expertos para llevar a cabo el segundo diálogo titulado “Sustentabilidad y Cambio Climático”, en el contexto de la conmemoración de los 150 años de la Dirección de Arquitectura. En la oportunidad, se respondieron a las preguntas sobre cómo inciden las políticas sobre el cambio climático y la sustentabilidad en la edificación pública y cuáles son las nuevas estrategias y tecnologías de la construcción que se presentan para que la sociedad pueda adaptarse al cambio climático.
Al respecto, la directora nacional de Arquitectura, Loreto Wahr, destacó la importancia de generar estos espacios de conversación, a pocos meses de celebrar los 150 años de la Dirección de Arquitectura que se cumplen el próximo 25 de enero de 2025. “Es sumamente importante considerar el ciclo completo de los proyectos, desde la planificación, el diseño y la construcción, estableciendo buenas conversaciones con un trabajo integrado para, posteriormente, innovar en la construcción”, aseguró Whar, recalcando la importancia de incorporar a la mujer y la perspectiva de género en la industria, además del uso de tecnologías avanzadas.
Alejandra Tapia remarcó el valor de estos 150 años de experiencia que tiene la Dirección y aspectos claves en la gestión como “la responsabilidad en el diseño de los proyectos y los impactos que estos pueden causar, tanto ambientales como sociales.”
Algo en lo que también coincide el jefe de la División de Infraestructura Sustentable (DIS) de la Dirección General de Obras Públicas, Daniel Bifani, es en que “la planificación es crucial por la importancia estratégica de las obras que se planifican de facto en el territorio, lo que requiere una estrecha colaboración con organismos regionales y el sector académico”. Todo esto, bajo el alero de los cuatro pilares de la Política de Sostenibilidad MOP, que incluyen lo ambiental, lo económico-financiero, lo social y lo institucional.
Desde su área, Rodolfo Jiménez, decano de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido de la Universidad de Santiago de Chile, señaló que el mayor desafío que están enfrentando es algo que ya están abordando, y tiene que ver con la formación. “Nuestro enfoque principal es la educación de profesionales. Desde los primeros años, tratamos todos los temas relacionados con la sustentabilidad con nuestros estudiantes. Ahora, creemos que es posible establecer una sinergia mucho mayor con las instituciones públicas, a través de metodologías como el aprendizaje y servicio, lo que permitiría la realización de convenios de colaboración”, agregó.
Andrés Venegas, gerente de Proyecto en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), expresó que es fundamental que la arquitectura se transforme en un sistema eficiente, que minimice el uso de energía y recursos, y que tenga una incidencia positiva a largo plazo en el entorno. Agregando que “el desafío ahora es implementar estas iniciativas, compartirlas transversalmente en la sociedad y educar a las personas para poder construir una nueva sociedad que proteja el planeta y permita nuestra subsistencia como especie.”
En ese sentido, el jefe de la Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid, consideró que esta fue una oportunidad de “poner en valor el trabajo de política pública que ha hecho la Dirección de Arquitectura con CES, que ha dado muestras de ser una política pública consistente en el tiempo, que empezaron a trabajar hace más de 10 años y que empezaron ellos a apoyar fuertemente incorporando proyectos a certificación”, con lo cual se refuerza la importancia de la planificación como un instrumento clave en esta materia.
El primer panel fue moderado por la arquitecta Margarita Cordaro, funcionaria de la Sección de Sustentabilidad y Normas de la Dirección de Arquitectura, y contó con la participación de Macarena Ortiz Arrieta, secretaria ejecutiva de la Construcción Sustentable DITEC del MINVU; Orietta Valdés, de la División de Evaluación Social de Inversiones del Ministerio de Desarrollo Social y Familia; Alexandre Carbonnel Torralbo, académico de la USACH, Daniel Bifani y Hernán Madrid. Mientras que el segundo panel fue moderado por la arquitecta Paulina Ortiz, jefa (s) de la Unidad de Proyectos de la Dirección de Arquitectura, y contó con la participación de David Cabieles, del Departamento de Edificación y Ciudad del Ministerio de Energía; Evelyn Medel, jefa del Departamento de Sostenibilidad y Cambio Climático de la DGOP; Daniela Vásquez, gerenta del Programa Tecnológico de Construye Zero del Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción; Andrés Venegas, Alejandra Tapia y Rodolfo Jiménez.
DUOC UC, reafirmando su compromiso con los desafíos de la industria de la construcción, ha implementado un programa avanzado de capacitación para los docentes de su Escuela de Construcción, enfocado en prácticas sostenibles, gestión de residuos de construcción y demolición (RCD) y gestión hídrica. Este innovador programa, gestionado en alianza con la agencia de innovación IUS Latam, permite a los docentes acceder a una moderna plataforma digital de capacitación, posicionando a DUOC a la vanguardia de los conocimientos aplicados en sostenibilidad en el sector académico.
El programa, liderado por la directora de la Escuela de Construcción, Claudia Rojo, responde a la necesidad de integrar prácticas de economía circular y fomentar la equidad de género dentro de la industria. Con una visión estratégica, Claudia Rojo impulsa este proceso de alineamiento en todas las sedes de DUOC a nivel nacional, unificando la enseñanza y asegurando que los principios de sostenibilidad se apliquen de manera coherente y efectiva en cada campus. Este esfuerzo va en coherencia con el modelo educativo de impacto nacional de DUOC y refuerza el compromiso de cada sede con el desarrollo de una industria de la construcción más sostenible y consciente de su entorno, en línea con la estrategia promovida por el Instituto de la Construcción y Construye2025 desde el eje de formación de la Hoja de Ruta Economía Circular en Construcción 2035.
“La formación de nuestros docentes en prácticas sostenibles es un paso fundamental para mejorar la experiencia de aprendizaje de nuestros estudiantes y responder a las demandas de una industria cada vez más consciente de su impacto ambiental,” señaló Claudia Rojo. La directora destaca el rol de DUOC en la construcción de un futuro sostenible, donde la gestión hídrica y de residuos se integran en la malla curricular de la Escuela de Construcción, en respuesta a los desafíos ambientales actuales de Chile.
Escenario de crisis hídrica
El dato estadístico más evidente de la crisis hídrica en Chile es la reducción del 37% en las precipitaciones a nivel nacional en las últimas décadas, con varias regiones experimentando déficits de hasta un 80% en comparación con los promedios históricos. Además, Chile enfrenta 14 años consecutivos de sequía, y alrededor del 76% del territorio nacional está afectado por la escasez hídrica. Estos datos reflejan la urgencia de adoptar medidas de gestión del agua en todos los sectores, especialmente en industrias intensivas como la construcción y la agricultura, para asegurar la disponibilidad de agua en el futuro.
El balance hídrico, la disponibilidad y los usos del agua en Chile son factores críticos para enfrentar la crisis hídrica que afecta al país. El balance hídrico permite medir la relación entre la disponibilidad de agua (a partir de lluvias, ríos, acuíferos y fuentes superficiales) y el consumo en sectores como la agricultura, la industria y el uso doméstico. Esta evaluación es esencial para planificar el uso sostenible de los recursos hídricos y evitar la sobreexplotación, ya que en muchas regiones la demanda supera la capacidad de recarga natural. Con un manejo adecuado de este balance, Chile puede priorizar el agua para las necesidades esenciales, promover la eficiencia en sectores productivos y asegurar la disponibilidad de agua para las futuras generaciones.
En este escenario, el principal motivador para gestionar el agua en la industria de la construcción es la necesidad de cumplir con las normativas ambientales en un contexto de escasez hídrica cada vez más crítico y de paso reducir costos y mitigar riesgos operativos. La gestión eficiente del agua permite a las empresas disminuir su consumo y dependencia de recursos hídricos, lo cual reduce los costos operativos y el impacto ambiental del proyecto. Además, gestionar el agua adecuadamente ayuda a las constructoras a responder a exigencias regulatorias y a mejorar su reputación, fortaleciendo su compromiso con la sostenibilidad. La inversión en tecnologías y prácticas de reutilización y ahorro de agua no solo asegura la viabilidad de los proyectos a largo plazo, sino que también contribuye a la resiliencia del sector y a la transición hacia una construcción más sostenible en Chile y el mundo.
La formación de capacidades en las nuevas generaciones representa un hito en la educación de la construcción, promoviendo una visión de sostenibilidad que beneficiará tanto a técnicos y profesionales como al sector en general. Este esfuerzo reafirma los compromisos con una educación innovadora, inclusiva y responsable, consolidándose como referente en la preparación de técnicos y profesionales que enfrentarán los desafíos medioambientales y sociales del futuro de la construcción en Chile.
Con la activa presencia de empresas e instituciones de construcción industrializada, sostenibilidad y transformación digital en la industria, se desarrolló durante tres días la 23° versión de la feria internacional, que este año congregó el interés de alrededor de 30.000 visitantes, y se hizo eco de los ejes estructurales de la Hoja de Ruta 2022-2025 de Construye2025.
Con cerca de 30.000 visitantes y un claro enfoque en la construcción industrializada, sostenibilidad y transformación digital se desarrolló durante tres días Edifica 2024, entre el 15 y el 17 de octubre, en Espacio Riesco.
El evento contó con más de 600 expositores, entre nacionales e internacionales, distribuidos en alrededor de 40.000 mt2 de feria, que con propuestas de productos, soluciones y tecnologías vinculadas a la industria marcaron la presencia en las plazas de Industrialización, Innovación y Medio Ambiente.
“Estamos seguros de que el compromiso que asumimos con la Cámara Chilena de la Construcción se cumplió con creces, logrando alcanzar cifras récord, tanto en participación de expositores, como en la asistencia de profesionales de la industria, quienes aprovecharon esta instancia para establecer relaciones comerciales, intercambiar conocimientos y conocer las últimas innovaciones tecnológicas del sector”, aseguró Andrés Ilabaca, gerente general de Espacio Riesco.
“Todo lo que observamos en estos días en materia de innovación y tecnología, construcción industrializada, ayudan sin lugar a duda a reactivar. Como recinto esperamos seguir contribuyendo a los diversos sectores económicos del país. Esta vez tocó con la construcción, generando un espacio único para establecer relaciones estratégicas con empresas compradoras y vendedoras, tanto de Chile como de Asia, Europa, Norteamérica y Latinoamérica”, comentó Ilabaca.
Tal como lo hizo hace dos años, Edifica 2024, feria organizada por la Cámara Chilena de la Construcción, “hizo eco de nuestra Hoja de Ruta 2022-2025, poniendo foco en sus ejes estructurales: la construcción industrializada, la sostenibilidad y la transformación digital, a través de las plazas de la Industrialización, de Medio Ambiente y de Innovación”, opina Marcos Brito, gerente de Construye2025, programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción.
Ad portas de que el programa sectorial cumpla 10 años, ello hace pensar a Brito que hay una misión que se está cumpliendo en torno al trabajo de posicionar los temas relevantes para que la industria avance en sus índices de productividad.
Para Marcos Brito, es muy destacable ver cómo el enfoque de Edifica 2024 es una prueba de que “el camino iniciado hace casi 10 años rinde sus frutos. Estamos seguros que, de ahora en más, la industria de la construcción podrá seguir transitando por la senda de las transformaciones”.
Plaza de Medio Ambiente
Katherine Martínez, líder de Sostenibilidad Ambiental de la CDT de la Cámara Chilena de la Construcción y líder de la Plaza de Medio Ambiente de Edifica 2024, comentó que en el marco de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, impulsada por Construye2025, el Instituto de la Construcción y la Cámara Chilena de la Construcción, con la facilitación de la CDT, la plaza incluyó muestras de distintos productos y servicios asociados a economía circular en la construcción. “Fue un espacio de demostración de aplicaciones, tal como senderos y muro de árido reciclado, mulch de cerámica reciclado, muebles, maceteros, pisos, pérgola y revestimientos de plástico reciclado. Asimismo, se exhibió un muro con aislante en base a textil reciclado, y de reciclaje de equipos y herramientas”, precisó.
Y agregó que éste fue un espacio colaborativo, dado que la Plaza de Medio Ambiente se realizó con el aporte de más de 20 pequeñas empresas y proyectos liderados por mujeres que impulsan desde distintos enfoques la sostenibilidad en el sector de la construcción.
En ese sentido, para Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, “uno de los principales retos que tiene la construcción es ampliar el concepto de sostenibilidad en forma holística, actualmente, este concepto se focaliza en la construcción sustentable, entendiendo el diseño y construcción de los edificios; sin embargo, falta extenderlo al entorno urbano y la infraestructura, entendiendo todo lo que comprende. Asimismo, entender que la sostenibilidad también abarca aspectos sociales”.
Gran muestra de industrialización
Para acompañar a los Socios CCI, Construye2025 participó del stand del Consejo, en el que recibió a profesionales, empresas y estudiantes interesados en sumarse al CCI y obtener más información del ecosistema.
Allí también estuvo presente Construye2025 y destacó el rol de los socios CCI en la Plaza de la Industrialización: Cintac, Hormipret, Eterna, CO-OL, Casas O’Higgins, Tecno Fast, RC Tecnova, Volcán, Polpaico Soluciones, RyV, Simpson Strong Tie, Canada House, Promet, Jonas, Aceros Villalba, CMPC, Cerámicas Santiago, Melón, Prefabricadas Premium, Aluminios 2.000, Constructora Vive, Boetek, Bostik, E2E y UrbeCorp.
A juicio de Enrique Loeser, presidente del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), la feria fue impresionante. “Estamos muy contentos, ha sido una gran experiencia, con mucha gente, buenas conversaciones y felices de seguir en este camino que nos hemos planteado como un desafío importante y como un cambio cultural”. A su vez, destacó la gran participación que tuvo el stand del CCI, y el interés de los asistentes en conocer más del Consejo.
Por su parte, Tatiana Martínez, Past President del CCI, remarcó que “ver tantos socios y potenciales socios del CCI en esta Plaza de la Industrialización nos llena de emoción, porque sabemos que estamos por un muy buen camino. Ya hemos recorrido bastante, llegar hasta aquí nos ha costado, pero creo que estos tres días han sido intensos de visitas, interés, que esperamos ver reflejados en reactivación económica, reactivación del sector y más inversiones”.
De acuerdo con Martínez, “los beneficios y ventajas existentes se ven reflejadas en cada solución, que al implementarla darán mayor rapidez, eficiencia, economía, optimización, estandarización”.
La vicepresidenta del CCI, Pabla Ortúzar, manifestó su satisfacción con el stand y la participación que tuvieron en la feria. “Ciertamente con la ayuda de nuestros socios, hosts y los directores, logramos concretar un punto de encuentro para conversar acerca de la industrialización, las problemáticas comunes, y aquellos pasos que debiéramos dar para seguir avanzando en la construcción industrializada”, puntualizó.
“También estamos muy orgullosos de ver a tantos de nuestros socios presentes exhibiendo sus soluciones y servicios, reafirmando que la construcción industrializada fue la gran protagonista de esta expo”, sostuvo.
Así también, hubo una gran presencia en charlas, talleres, cursos, conversatorios, tales como la presentación de la Guía de Integración Temprana en la Construcción Industrializada, a cargo de la directora CCI Andrea Rossel; “Constructabilidad y Diseño Edificable CCI”, en la que participaron el académico de la UTEM Pablo Pulgar y Marcos Brito, gerente de Construye2025 y director CCI; y el Programa Industrializa, con la presentación de Sebastián Fourcade, presidente del programa y Past President del CCI, junto a Janen Calle, gerente del programa.
Transformación digital del sector
En el transcurso de los tres días, Edifica tuvo como hitos las finales de los retos de innovación impulsados por la CChC, la firma del convenio Hoja de Ruta BIM, distintas demostraciones en vivo como el montaje del quinto piso de un edificio modular (diseñado y fabricado por ETERNA Modular Building en colaboración con las empresas Volcán, Melón y MultiAceros Chile), la impresión 3D de los muros de una construcción, con una impresora de la Universidad del Bíobío y el lanzamiento de nuevos productos sostenibles, como el hormigón verde.
En el caso de la firma del convenio Hoja de Ruta BIM, participaron Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, y Marcos Brito. “Es fundamental seguir implementando el BIM en Chile, porque tiene una serie de beneficios que necesitamos, para poder realmente dar pasos importantes, en términos de productividad”, precisó Carolina Garafulich.
Asimismo, el evento contó con amplia participación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que mantuvo un stand permanente en la feria y dio distintas charlas durante el evento. Además, fue el espacio para variadas reuniones bilaterales, incluyendo a delegaciones extranjeras, y encuentros para consolidar oportunidades de negocios.
“Estamos muy contentos por el éxito que ha alcanzado la feria, nuestros expositores están muy agradecidos. Hemos recibido además una cantidad importante de visitantes de un perfil profesional comercial, entonces hay una proyección de negocio a futuro real”, aseguró Francisco Cerón, presidente de Edifica.
Así, según afirmó Cerón, la feria “es una voz de aliento para lo alicaído que está el rubro. Nos invita a reactivarnos, se han generado nuevos contactos y hay ya un ánimo distinto de seguir invirtiendo, seguir construyendo”.
Otro de los temas ampliamente difundidos en esta versión de Edifica fueron los Métodos Modernos de Construcción, incluyendo la apertura de la convocatoria para postular al Mapa de MMC. Esta es una iniciativa de la CDT y Construir Innovando de la Cámara Chilena de la Construcción, que busca contar con una plataforma destinada a convertirse en una herramienta clave para impulsar la construcción industrializada, ofreciendo una clasificación clara y precisa de soluciones constructivas y metodologías innovadoras.
Las postulaciones están disponibles aquí: https://tally.so/r/mKL1p8
Por Pabla Ortúzar, vicepresidenta del Consejo de Construcción Industrializada y socia de Archiplan.
Mucho hemos escuchado hablar de los conceptos de industrialización y sustentabilidad ligadas a la construcción en el último tiempo. Pero, ¿cuál es el rol de los arquitectos y nuestro quehacer en estas materias?
Hay quienes dicen que los arquitectos somos como directores de orquesta, que no necesariamente sabemos tocar cada instrumento a la perfección, pero que tenemos que conocer sus virtudes, sus sonidos, y en qué momento ellos deben entrar a escena para poder completar una sinfonía. Tradicionalmente, los arquitectos desarrollamos un proyecto y llegado a un determinado nivel de avance, debemos compartirlo con el resto de las especialidades, para luego coordinarlas y conjugarlas, haciendo las modificaciones necesarias al proyecto para que éste tome en cuenta todos sus requerimientos.
¿Qué pasa, entonces, con un proyecto industrializado? Pues bien, debemos estar dispuestos y coordinarnos desde el comienzo con todos quienes en él participan, es decir, lo que llamamos una Integración Temprana. Aquí es fundamental conocer las condiciones del proveedor de soluciones industrializadas con quien sea que vayamos a trabajar. Y ello no sólo se limita a la solución en sí, un proyecto industrializado debe considerar variables de transporte y montaje en su diseño, debe coordinarse con la constructora y debe conocer las condiciones del terreno donde se emplazará. No debemos olvidar que el éxito o fracaso de un proyecto, más allá de la edificación en sí, tiene que ver en cómo la edificación se emplaza en terreno y cómo son las relaciones de ésta con el barrio y sus vecinos. Esto último es una materia fundamental que los arquitectos debemos considerar en todos nuestros proyectos.
Ciertamente un proyecto industrializado tiene ventajas de sustentabilidad frente a un proyecto tradicional. Son proyectos que generan menos residuos, al considerar que la obra se transforma en un montaje más que una construcción. Bien coordinados son proyectos cuyo tiempo de ejecución en terreno es más corto, ya que hay faenas en fábrica y en obra que se traslapan, y permiten manejar un mayor grado de certeza, lo que se traduce en ventajas económicas.
No se trata, entonces, de crear una sinfonía y luego enseñarla a la orquesta y ensayar en conjunto la pieza. Se trata de que la sinfonía la creemos en conjunto, ajustando desde el comienzo los tonos, los tiempos, los silencios y las notas, para que, de este modo, seamos más eficientes, más productivos, y logremos crear proyectos que enriquezcan el barrio donde se insertan y sean un aporte a quienes lo habitan y a sus vecinos, porque nunca debemos olvidar que nuestro trabajo se trata de mejorar la vida de las persona, los barrios y las ciudades.
Alejandra Tapia fue la encargada de presentar a Construye2025 como un espacio de encuentro para los distintos actores. Además, expusieron representantes del MOP, la CEPAL y distintos gremios del sector.
La sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Chile fue la encargada de albergar el seminario “El poder de la colaboración para la innovación sostenible en la construcción”, organizado en conjunto por la CEPAL y LD Constructora, en el contexto del mes de la innovación y de la construcción del Edificio Norte.
En el evento estuvieron presentes autoridades del Ministerio de Obras Públicas (MOP), de la CEPAL, del Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores, de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), Mujeres en Construcción (MUCC), Construye2025, estudiantes e invitados.
La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, realizó una destacada intervención en la que abordó la importancia de la colaboración para alcanzar una innovación sostenible en la industria de la construcción. En ese sentido, mencionó el propósito de acelerar la transformación de la construcción y la constitución de Construye2025 como un espacio de encuentro para distintos actores, así como el sistema de gobernanza y la hoja de ruta 2022-2025.
Sobre el uso eficiente de los recursos, la profesional resaltó que el motor del programa de Corfo es generar menos residuos y desarrollar proyectos responsables, que contemplen una buena gestión energía y materiales. “La definición de desarrollo sostenible busca salvaguardar los recursos para generaciones futuras, pero hoy tenemos generaciones que no tienen acceso a distintos recursos, entonces es algo para reflexionar y pensar en la economía circular”, subrayó.
En representación del sector público, estuvo la directora nacional de Arquitectura del MOP Loreto Wahr, quien puso el foco de su presentación en el diseño inclusivo desde las políticas públicas. “Hemos recogido cuatro puntos: eficacia, perspectiva de género o poner en el centro a las personas, el impacto de las políticas públicas y la reutilización e incluso restitución de los recursos”. Asimismo, se explayó sobre un tema que puede causar dudas, como es la perspectiva de género en el diseño, “más que nada hay que pensar en diseños inclusivos universales”, dijo, poniendo como ejemplo la Ley de Mudadores que se discutió en el Congreso y que buscaba poner estos artefactos tanto en baños de hombres como de mujeres, “para responder a que las tareas de cuidado cada vez se diversifiquen más”.
Al respecto, Alejandra Lutfy, presidenta de Mujeres en Construcción (MUCC), invitó a las empresas a incorporar el enfoque de género en sus proyectos. “Aún somos muy pocas, somos un 8,7% el promedio de mujeres en construcción, y necesitamos que haya más mujeres, las mujeres entregamos un enfoque diferente en relación con nuevas áreas, nuevas perspectivas, nuevos enfoques, entonces es muy importante su incorporación tanto a nivel de maestras como profesionales”.
Quien también intervino fue Katherine Martínez, líder de Sostenibilidad Ambiental de la CDT, cuyo tema trató sobre el diseño pensado para la gestión de residuos. “En principio, el diseño intenta minimizar la cantidad de residuos, tratar de reincorporar materiales y recursos a los procesos de construcción; es un tremendo paso para avanzar en economía circular y va a requerir innovación desde el diseño”, explicó.
Al respecto, Martínez llamó a mirar las estrategias sustentables como oportunidades de desarrollo económico. “En Chile tenemos la oportunidad de avanzar en productividad, esto ha sido identificado por la Comisión Nacional de Productividad (CNP) como una oportunidad de mejora en el desempeño de la industria de la construcción. Por todos lados vemos que es necesario avanzar en la circularidad de la industria”, sostuvo.
Desde la CEPAL, tomó la palabra Eduardo Lyon, jefe de Servicios Generales de la CEPAL, quien entregó una visión general sobre la construcción y la innovación en Naciones Unidas. Tras una completa revisión del sector en los últimos años, explicó que, a diferencia de hace algunas décadas, en la actualidad lo más costoso es operar los edificios, por lo que un buen diseño es fundamental para optimizar recursos y hacerlos más sustentables. Acá también resaltó el papel de la innovación. “La optimización que se haga de los parámetros depende mucho de un modelo que ya está medio obsoleto, que es el modelo antiguo del tiempo, costo y calidad”, que no da un lugar relevante tanto a las personas como a su seguridad.
Por lo tanto, las tres variables a considerar son la social, la financiera y la medioambiental. Por lo tanto, el gran desafío del mañana “no está en diseñar edificios bonitos, sino en diseñar edificios eficientes, capaces de enfrentar esta problemática”, sostuvo.
Santiago Vásquez, profesional de CEPAL, destacó el rol de colaboración que ha tenido Construye2025 con CEPAL y con el Edificio Norte, porque desde un inicio, desde el 2017, el programa “tuvo la visión de comprometerse con nosotros como un socio estratégico y de acompañarnos en estos en el proceso de concepción, de discusión y ahora de ejecución del proyecto, así que un elemento fundamental a destacar, ha sido el desarrollo de un ecosistema virtuoso de la construcción para el Edificio Norte”.
Como mencionó Vásquez, el proyecto tiene tres pilares fundamentales: la construcción sustentable, el rol de la mujer en la construcción y el fomento a la producción local y el uso de materiales locales.
“En términos del primer pilar, hemos podido llevar adelante temas muy importantes, como el uso de escoria negra en la construcción del hormigón, los pisos laminados, la energía fotovoltaica, tratamos el agua que se genera en el edificio y, de esta manera, somos el primer edificio de emisiones netas cero que funcionará en Naciones Unidas y esperamos que sea un ejemplo para el resto de países”, precisó el profesional, agregando que “estamos muy orgullosos de dejar este legado para Latinoamérica desde CEPAL, que fomenta un tipo de construcción diferente”.
A ello se suma la incorporación femenina en el proyecto, dado que mientras en la industria el porcentaje ronda el 8%, en el edificio Norte tiene una participación del 32%, lo cual “definitivamente es un valor agregado importante en nuestro trabajo, que fue creado desde un principio como un elemento para ser evaluado en las consideraciones técnicas y contractuales del mismo”, dijo.
Por su parte, Vera Rebeco, subgerente de Innovación de LD Constructora, manifestó su alegría con el desarrollo de este espacio en CEPAL, “en una oportunidad única de estar hablando en este lugar sobre innovación”.
Para la ejecutiva, ha sido clave poder dar a conocer todas las ventajas y todo el proceso de poder construir un edificio net zero, “la verdad es que nos ha abierto las puertas a un ecosistema que está súper alineado a los temas de innovación, de la sostenibilidad, de la protección de los recursos, de mirar un proyecto de construcción no solamente en la fase de construcción, sino que en el ciclo de vida completo”.
En ese sentido, Rebeco expresa el deseo de que el sector tenga cada vez más el desarrollo de proyectos net zero, “donde nuestros mandantes estén totalmente alineados hacia donde vamos como industria, hacia la sostenibilidad, la mejora, la innovación, la inclusión, la igualdad de género, creemos que esos son los pilares de la sociedad y que, por ende, como industria, también debemos perseguir”.
Desarrollado por CDT, el Dashboard ambiental es una plataforma para la medición de residuos y consumo de agua en el sector. Durante la actividad de lanzamiento, se realizó además una capacitación sobre su uso para una mejor gestión.
El pasado martes 20 de agosto, se realizó la presentación de una Plataforma de Gestión Ambiental para el sector, denominada “Dashboard ambiental CDT” en el marco del Taller de gestión de RCD y agua en la construcción, que se llevó a cabo en la sede CChC de La Serena.
Esta plataforma, desarrollada por CDT, agrega valor a las empresas del sector al ofrecer una solución práctica para mejorar la reportabilidad ESG, un aspecto cada vez más crítico en la industria. “La plataforma facilita el cumplimiento de normativas ambientales y la transparencia en la gestión de residuos y recursos, permitiendo a las empresas demostrar su compromiso con la sostenibilidad, lo que puede mejorar su reputación y cumplir con expectativas regulatorias y de mercado”, explicó Katherine Martínez, Líder de Sostenibilidad ambiental de CDT, agregando que esto es especialmente relevante en un entorno donde la responsabilidad ambiental es clave para la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo.
Sobre la actividad
Durante el evento de lanzamiento, Mariela Muñoz, Líder de Capital Humano de CDT, realizó una presentación para explicar el rol de la Corporación como “el motor de desarrollo y articulador de la productividad y la sostenibilidad ambiental de la industria a través de la Cámara Chilena de la Construcción”, abordando los desafíos de la sostenibilidad en el sector y destacando iniciativas desarrolladas por CDT, como el Manual de Gestión de residuos de construcción y demolición y el de Uso eficiente del agua en obras de edificación.
Posteriormente presentó el Dashboard ambiental, destacando su importancia ya que permite generar un registro de datos, simplificando el proceso y gestión interna en los proyectos. También permite obtener indicadores de desempeño, ayudando a monitorear el cumplimiento de metas de prevención y valorización de residuos, así como del uso eficiente del agua. Adicionalmente, ayuda a la Visualización, ya que posibilita saber cómo se están cumpliendo las metas, además de identificar las áreas de mejora y verificar los logros alcanzados.
Dentro de sus beneficios, Muñoz destacó que la utilización de los datos entregados facilita la reportabilidad y la gestión de información. Además, la centralización de datos ayuda a agilizar los procesos. La plataforma aporta transparencia y benchmarking, para comparar eficiencia y comportamiento y de esta forma determinar si es necesario realizar mejoras.
Posteriormente fue el turno de María José Medina, coordinadora de proyectos CDT, que realizó una demostración del uso de la Plataforma, explicando los apartados de: Registro, Estimación, Matriz de gestores, Cuantificación y Reportería.
A la actividad también asistieron las académicas de la Universidad Católica del Norte (UCN), Dayana Jaque y Karla Soria, como invitadas en el marco del trabajo de vinculación que realiza CDT entre el sector y la academia.
Cabe destacar que la Plataforma (y su actualización) fueron parte de los proyectos ganadores de los concursos de innovación interna CDT.
Si quieres conocer más detalles, visita el Dashboard ambiental en: https://plataformaambientalcdt.cl/
Nuestra coordinadora de Sustentabilidad viajó como invitada del Guatemala Green Building Council, donde fue parte de la mesa de trabajo sobre residuos de la construcción y demolición del organismo, y participó en diversas actividades profesionales.
Con la participación de Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, nuestro programa fue parte del evento de Cierre y Premiación 2023-2024 del Programa de Sostenibilidad para el Proceso Constructivo de Guatemala GBC, realizado el 10 de julio. Esta invitación al programa se realizó a través de Chile GBC, entidad que promueve la economía circular mediante certificaciones, y además forma parte de un proyecto muy importante para el sector construcción, el Pasaporte de Materiales (P+).
En la ocasión, se dieron a conocer los resultados del Programa “Sostenibilidad en el Proceso Constructivo”, junto a las marcas Cementos Progreso y Mixto Listo. El objetivo de este programa es promover las prácticas de sostenibilidad en los más de 30 proyectos inscritos para ser parte de él.
La arquitecta, en su calidad de representante de Construye2025, presentó la experiencia en Chile sobre economía circular, dio a conocer la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025. Además, participó en la Mesa de Trabajo sobre Residuos de Construcción y Demolición, donde compartió su experiencia en el desarrollo de la Hoja de Ruta RCD, sobre importancia del involucramiento de los sectores público, privado y la academia, así como considerar a toda la cadena de valor en el proceso. También se refirió a los avances, dificultades y desafíos que el tema representa, tanto para el sector público como para el privado en Chile. Asimismo, mostró algunas iniciativas de fomento como los retos de innovación, los cuales han contribuido a que se desarrollen innovadoras soluciones que han permitido dar circularidad a los materiales y reutilizar y reciclar de mejor manera los residuos de la construcción.
Respecto de la economía circular, en la ocasión se expuso la importancia de dejar atrás el modelo lineal en que los residuos simplemente son desechados, con el consiguiente impacto ambiental, económico y social que esto implica. Para hacerse cargo de esta problemática, el Programa de Sostenibilidad para el Proceso Constructivo del Guatemala GBC, con el fin de medir y reducir los impactos asociados al proceso de construcción, mejorar la eficiencia de recursos y adoptar un modelo de trabajo que aumente la competitividad empresarial, incorporando la gestión de residuos y otras medidas para mitigar el impacto de la construcción.
En los años recientes, este programa ha servido como plataforma de intercambio de conocimiento para generar iniciativas que atiendan los retos que afronta el sector de la construcción para el desarrollo sostenible.
Durante la presentación de los resultados del programa se informó que la aplicación de estrategias y medidas de sostenibilidad está cada vez más interiorizada por los equipos de ejecución. A lo largo del programa, se identificó que más del 40% de las empresas participantes cuentan con programas de responsabilidad social y más del 18% implementan actividades de responsabilidad ambiental. Asimismo, hay una mejora continua en la eficacia de la clasificación de residuos en obras. Hacer un seguimiento a estos indicadores es una de las maneras más efectivas de evaluar las medidas aplicadas.
El primer lugar del programa fue obtenido por el proyecto Serena Apartamentos, de la empresa Arcos, seguido por el proyecto Altaire, de Impulsa Desarrollo, del grupo ITSA.
En tanto que el tercer lugar fue para el proyecto Hacienda de Las Flores de Desarrollos HDF – Grupo Macro, y el cuarto lugar, para el proyecto Laranda Lofts, de OECSA.
La experiencia en la Ciudad de Guatemala también consideró la visita al proyecto “Condado Naranjo”, urbanización que ha obtenido la calificación Platinium en la certificación LEED para “Cities and Communities” , donde destaca la gestión de los residuos domiciliarios y gestión del agua. Otra visita interesante fue a la antigua planta de Cementos Progreso y su iniciativa sobre la restauración ambiental del lugar para convertirlo en un interesante proyecto inmobiliario que incluye la reparación de pasivos ambientales y gestión del agua.
Los profesionales de ambas empresas presentaron un enfoque comparativo entre la construcción tradicional y la construcción industrializada, considerando la integración temprana en el desarrollo de este proyecto y mostrando alentadoras cifras a la hora de evaluar la productividad.
En el marco del Encuentro Técnico “Guía Práctica de Integración Temprana en Construcción Industrializada: El punto de partida para aumentar la productividad y sostenibilidad en los proyectos de construcción”, organizado por el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), se presentó el caso de la primera etapa del proyecto que considera la construcción de nueve torres, seis de ellas utilizando el sistema industrializado de Baumax.
Los encargados de la presentación fueron Mauricio Molina, subgerente de Procesos e Innovación de Boetsch, y Rodrigo Pérez, socio director de Spoerer Ingenieros. Ambos expusieron sobre la experiencia de este trabajo para el proyecto de integración social Las Uvas y El Viento 316, de la empresa Boetsch, ubicado en la comuna de La Granja.
Mauricio Molina explicó que en seis de las nueve torres que integran el proyecto que considera un total de 467 unidades vendibles, “tomamos la decisión de poder probar la solución industrializada de Baumax, con elementos prefabricados”. A continuación, comenzó a relatar los principales aspectos de esta experiencia.
Cabe señalar que Baumax es la primera fábrica automatizada del país dedicada a la fabricación de paneles de hormigón armado, que también considera las instalaciones eléctricas, mediante un proceso robotizado. “Es importante recalcar que aquí es clave el uso de BIM, en este caso el sistema Baumax basa todo su diseño en la modelación BIM, y de esta manera, se logra un proceso de línea de producción lo más automatizado posible, adaptado a la geometría del proyecto”, detalló Molina.
Al comparar el sistema de construcción tradicional con la propuesta de Baumax, el ejecutivo observó que en el primero “asumíamos que los problemas de desviaciones de recursos como la mano de obra, equipos, tiempo, calidad, con Baumax iban a disminuir. Lo otro que sabíamos era que el sistema tradicional no exige una coordinación tan exhaustiva del proyecto (…) en el caso de Baumax era obligación trabajar con BIM y además, tuvimos que modelar las instalaciones, no solamente los espacios comunes, sino que hubo que hacer un esfuerzo mayor en términos de modelación antes de iniciar la construcción, y la otra diferencia es que gran parte de la producción con Baumax se produce fuera del sitio y la obra gruesa se transforma en un montaje, básicamente”.
A modo de ejemplo, expuso el indicador de productividad metros cuadrados/día, uno de los más usados en la industria. En este caso, el indicador fue calculado para la etapa de obra gruesa, partiendo desde el primer muro. “Sacamos las fundaciones de este indicador, dado que había una variabilidad, porque en las zonas donde están ubicados los edificios Baumax teníamos ciertas complicaciones con el tipo de suelo”, precisó.
El resultado: el indicador de productividad de los edificios con el sistema industrializado de paneles prefabricados, fue, en promedio, un 17% mayor que el de los edificios tradicionales. El proyecto alcanzó el nivel de coronación en la semana 10, según lo programado, y a la fecha, presenta un 92% de avance. “Así que el mensaje claro es que estos sistemas industrializados, más allá de generar un alto ahorro, por terminar antes en plazo, te ofrecen una alta certeza, la certidumbre es mucho mayor que en un sistema tradicional”, resaltó.
Por su parte, Rodrigo Pérez relató su experiencia como representante de la oficina de cálculo Spoerer Ingenieros. “Hoy, nuestro propósito es mejorar la productividad del rubro. Este proyecto está totalmente alineado con esto y nos abocamos a desarrollarlo con Boetsch (…) Hemos explorado nuevos procesos constructivos, la digitalización de los proyectos y la integración temprana, que ha tenido como resultado diseños más optimizados, diseños para una obra eficiente, lo que implica entender los dolores de la obra y llevar esta eficiencia a la obra, donde está el mayor potencial de mejoras”.
Sobre el proceso constructivo, comentó que “el diseño con Baumax representó un cambio al interior de la oficina, pues tuvimos que detallar en forma distinta, verificar secciones que antes no verificábamos, por ejemplo, hay dos paneles que se unen en un mismo eje y hay que verificar toda esa unión, que cuando el edificio es monolítico no se hace”, y agregó que Baumax se encarga de los detalles de los elementos que vienen de planta. “También tuvimos que hacer un control de calidad distinto al que hacemos en proyectos normales”, explicó.
Asimismo, expuso que “gracias a la integración temprana de cálculo en un proyecto similar, en conjunto con el equipo de la constructora, determinaron que el uso de una losa de fundación en este tipo de edificios, en vez de un sistema con zapatas corridas y radier, es la opción más económica, ya que, aunque tiene asociado un mayor costo en materiales, por contener más fierros, se ejecuta en la mitad del tiempo. Las cifras indican que para una torre de 5 pisos de 700 m2 por piso, la opción con losa de fundación genera un ahorro aproximado de 7 5 0 UF, principalmente, porque hay un ahorro de 15 días en el plazo”.
El llamado final de los expertos fue abrirse a adaptarse al uso de este sistema, brindando a las partes involucradas en el proyecto una capacitación correcta y los lineamientos adecuados desde los socios, aprendiendo a controlar los riesgos, y diseñando para el sistema de manufactura con tal de obtener los mayores beneficios de una integración temprana.
En una constructiva jornada, Marcos Brito, Rodrigo Sánchez y María José Cobo dieron a conocer distintos proyectos y logros vinculados a la construcción industrializada, la transformación digital y la economía circular desde distintos ámbitos.
Durante julio se realizó la sesión número 49 del Consejo Estratégico de la Construcción de Construye2025, encabezada por la presidenta Carolina Garafulich y el gerente del programa Marcos Brito.
En la oportunidad, Brito dio a conocer los principales avances del programa, mientras que Rodrigo Sánchez, gerente de Innovación Digital de Echeverría Izquierdo y líder de Aceleradora BIM presentó los avances de la iniciativa; en tanto María José Cobo, de la CDT, se refirió a los avances de la Estrategia de Economía Circular de la Construcción.
En primer lugar, Marcos Brito presentó los avances en función de la hoja de ruta, siendo la primera de ellas la elaboración de una guía de constructabilidad, que fue encargada al Consejo de Construcción Industrializada (CCI) y cuya primera versión será revisada por dos académicos expertos, con el fin de llegar a un documento práctico y consensuado. En el mismo sentido, destacó la reciente publicación de la Guía Práctica de Integración Temprana en Construcción Industrializada hecha por el mismo CCI.
En relación con la sustentabilidad, destacó los Acuerdos de Producción Limpia y el desarrollo de la Estrategia de Economía Circular. Además, en cuanto se resuelvan aspectos administrativos comenzará el desarrollo del Modelo Territorial para una Red Circular de la Construcción confinanciamiento del BID. Otro proyecto relevante es el Pasaporte de Materiales, “una herramienta que nos va a ayudar mucho para poder avanzar en las siguientes etapas que queremos, precisamente en la taxonomía y otras más que requieren esta información de base”, indicó.
En relación con el capital humano, “una de las iniciativas más importantes del trimestre tiene que ver con el Comité Gestor Transversal Académico”, integrado por “gran parte de los delegados y jefes de carrera de las más importantes casas de estudio que imparten arquitectura, construcción civil e ingeniería”. Uno de sus principales desafíos es fortalecer las carreras de pregrado para responder a los requerimientos de la construcción, aunque en los programas de posgrado están más resueltos. Desde el capital humano más operario, “a principios del trimestre nos reunimos con el Organismo Sectorial de Competencias Laborales (OSCL) -que se reactivó en la Cámara de la Construcción (CChC)– a probar los perfiles que habíamos desarrollado hace varios semestres, así que ya pueden ser parte del catálogo de ChileValora, y eso nos habilita a poder tomar otras iniciativas usando sus nuevos perfiles”.
Desde la innovación, también destacó al Comité Gestor recientemente establecido, “que lo integramos con la transformación digital, el Mapa Contech, con una nueva versión ya totalmente administrado por la CChC. También tenemos iniciativas relacionadas con cómo promovemos la ley I+D y cómo podemos trabajar con los centros tecnológicos en avanzar en innovación”.
Entre otros temas pendientes, mencionó el seguimiento de KPIs o indicadores clave de monitorización; y además señaló que la difusión de todos estos avances es una parte clave de la hoja de ruta.
BIM: De Building Information Modeling a Better Information Management
La segunda presentación estuvo a cargo de Rodrigo Sánchez, quien actualizó a los concurrentes respecto a la Aceleradora BIM, impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción, que busca fomentar la innovación y la transformación digital para aumentar la productividad en el sector.
Sánchez señaló que distintos estudios apuntan a la transformación digital como el foco “con mayor potencial dentro de la industria”, aunque es necesario hacer que éste resulte más inspirador e invite a quienes “tienen interés en la tecnología, para que esa motivación se direccione en nuestra industria”, pues esto ayudaría a entenderla no sólo como un gasto en software o equipos, sino como una inversión con un retorno real. “Lo interesante de trabajar en esto es que haya un empuje colectivo, de que esta metodología sea un estándar”, enfatizó.
De acuerdo con estudios sobre el tema, al menos el 70% de la inversión en construcción está requiriendo el uso de metodología BIM, lo que contrasta con la oferta disponible. La conclusión es que en el ámbito de la construcción, existe una percepción errada de que esto no es un estándar tan masivo. En palabras del ejecutivo, “lo más importante de esta metodología es que es habilitante, todo se conecta (…) y eso nos ayuda a resolver problemas”.
También detalló que, para 2025, se proyecta que la línea de adopción de la metodología BIM sobrepase el 50%. La importancia de acelerar este proceso es que la construcción en Chile aún está por debajo de los estándares internacionales, por lo que la meta propuesta para 2028 es el 70%.
A la baja adopción tecnológica, indicó el profesional, hay que sumar el cómo se trabaja la metodología BIM, desde la estrategia personas, procesos y tecnología, por lo que se requiere un liderazgo consolidado. “Estos estudios no sólo son de Chile en particular, sino a nivel internacional, y reflejan que el problema es que hay una falta de liderazgo o lineamiento para empujar esta metodología”. A esto también se debe sumar la falta de potencial humano calificado.
Economía circular: 6 ejes y más de 70 proyectos
La tercera intervención estuvo a cargo de María José Cobo, profesional de la CDT, responsable de la coordinación de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, iniciativa impulsada por la CChC, el Instituto de la Construcción y Construye2025, con la facilitación de la CDT, que busca instalar las bases para incorporar este tipo de economía a futuro. Uno de los avances concretos es la memoria trianual, publicada este año.
Cobo se refirió a los seis ejes de la estrategia de economía circular: información, marco normativo, benchmarking y difusión, innovación, incentivos y colaboración, y que cada uno de ellos aporta distintas iniciativas estratégicas, que suman alrededor de 74 proyectos.
Como explicó la arquitecta, éstos “se distribuyen en función de cómo están tributando a cada eje en formación: 14 proyectos para contar con profesionales capacitados en el tema, 8 proyectos que buscan resolver asimetrías de información y conseguir colaboración entre el sector público y privado, en benchmarking y difusión hay llevamos 17 proyectos, en innovación 16 incentivos muy relevantes y en marco normativo 8, en tanto, en colaboración contamos con 11 proyectos, donde necesitamos ir reforzando esta sinergias que se tienen que crear entre todos los actores de la cadena de valor”.
También relató que en el Instituto de la Construcción “existe un Comité de Economía Circular que trabaja permanentemente en esta instancia de articulación, agrupando a los sectores público y privado para poder constantemente trabajar en proyectos e iniciativas que tributen a lo que requiere la estrategia” y que se está forjando una línea base de formación y propuestas para la actualización de mallas curriculares, para que futuros profesionales manejen este concepto desde el inicio.
Sobre proyectos liderados por CDT y la Cámara Chilena de la Construcción, destacó la memoria trianual y el lanzamiento del Mapa Medioambiente, herramienta que busca facilitar el acceso a la información a las empresas del sector de la construcción sobre soluciones y servicios de sostenibilidad ambiental que incorporan la economía circular.
En cuanto al reto de innovación en economía circular, lanzado recientemente por el gremio, María José Cobo indicó que los principales están en abordar los desafíos de la productividad y sostenibilidad, que definió como un “reto inter industria, donde no solo está el sector de la construcción, sino que se convocó también a empresas expertas en valorización y empresas expertas en logística para poder dar vuelta a este círculo que necesitamos que complete la cadena”.
Por Marcos Brito, gerente de Construye2025.
Durante los días 9 y 10 de mayo, se realizó en Cali la segunda versión del Congreso Camacol Verde, organizado por la Cámara Colombiana de la Construcción – CAMACOL. En representación de Construye2025 fui invitado a participar, para así presentar el trabajo que hemos venido realizando en Chile desde el programa estratégico, así como desde otras instancias que se han venido desarrollando a partir de su hoja de ruta, tales como la Hoja de Ruta de Gestión RCD y Economía Circular, así como la Estrategia de Economía Circular en Construcción.
Tras un intenso programa de presentaciones y conversatorios, nos tocó a los extranjeros exponer al final de cada bloque, donde conocimos interesantes casos de construcción sustentable en Reino Unido, India, Suiza, Brasil y España. Construye2025 tuvo el desafío de ser la última presentación de todo el Congreso, lo que agregó, naturalmente, algo de nerviosismo adicional. Felizmente, el auditorio se mantuvo lleno hasta el final y nuestra presentación fue una de las más aplaudidas, generando un alto grado de interés de los empresarios y directivos colombianos, pensando en que se pueda replicar nuestra experiencia en Chile, siendo un país de economía equivalente con la local.
En este tipo de instancias es especialmente cuando podemos darnos cuenta de la trascendencia y alcances que esta hoja de ruta ha significado para Chile e incluso para otros países vecinos, que admiran y aplauden el trabajo que Corfo ha impulsado, con apoyo de todo el sector.
Entre los principales take aways, puedo mencionar que aprendí sobre conceptos como la Taxonomía Ambiental que Europa está aplicando, con muy favorables resultados y que se está buscando aplicar en Colombia, por ejemplo, a través del trabajo Indio-Colombiano, que impulsa Ambire Global. Cabe señalar que en Chile, Hacienda lanzó en 2023 una estructura para taxonomía ambiental en Chile. Asimismo, se habló bastante de las certificaciones ambientales, siendo en ese país la Casa Colombia (CCCS) Certificación de Vivienda Sostenible y EDGE, las más utilizadas.
En los conversatorios, también surgieron voces promoviendo la coordinación de grupos de interés altamente estratégicos, donde poder generar estrategias de valor compartido, tal como lo hace Construye2025. Bolívar, una de las constructoras más importantes de Colombia, señaló especialmente la necesidad de generar una mayor coordinación y la importancia de crear un capital social, para así focalizar esfuerzos hacia un mayor valor económico. La misma constructora presentó interesantes casos de valorización de residuos en sus obras.
Entre otros a resaltar, está la iniciativa “En Cadena”, que busca agrupar y disponibilizar a los mejores proveedores de construcción sustentable, similarmente a lo que la CChC está buscando con el Mapa Medio Ambiente (CChC-CDT). Asimismo, otros como BIMCO, para la promoción en uso del BIM; CIRCULATAM, que promueve crear y transformar empresas de triple impacto por medio de la economía circular; EVALORE, en España, como empresa experta en aplicación de taxonomía ambiental y proyectos de upcycling (regeneración urbana).
En octubre de este año, se realizará en Cali la Conferencia de las Partes sobre la Diversidad (CDB) Biológica de las Naciones Unidas, COP16, el espacio de discusión y negociación más importante con respecto al cuidado de la biodiversidad desde los sistemas productivos, incluyendo por supuesto la construcción. Cabe señalar, que en mi presentación se me solicitó referenciar los objetivos declarados por la COP16 con las iniciativas que llevamos, naturalmente hubo una gran correlación y será un tema a desarrollar durante los próximos años, para así lograr una mejor coordinación entre países.
En definitiva, tal como lo planteé en Cali, la importancia y trascendencia de visibilizar nuestras brechas de productividad y sustentabilidad, para así abordarlas y trabajar en el cierre de éstas, ya no es solo un trabajo a nivel local. Las metas son globales y urgentes, por lo que la colaboración internacional será parte importante de nuestros próximos esfuerzos como programa estratégico nacional de construcción.
Lanzado el 15 de marzo, el proyecto apoyado por Corfo y el Ministerio del Medio Ambiente, facilitará la construcción circular y baja en carbono. Este 2024 se espera contar con 70 datasets iniciales para ir avanzando en los próximos años.
Facilitar el cálculo de la huella de carbono para licitaciones del Ministerio de Obras Públicas (MOP), determinar reducciones de impacto de fondo con foco sostenible en proyectos Corfo, contar con factores de emisión más precisos y actualizados, son algunos de los beneficios que busca entregar CicloData, proyecto de bienes públicos apoyado por el Ministerio del Medio Ambiente y Corfo, y ejecutado por Ecoed.
Lanzado el pasado viernes 15 de marzo, éste se trata de una plataforma digital de fácil acceso que pondrá a disposición una completa base de datos para la elaboración de análisis de ciclo de vida aplicables a sectores productivos como el comercio, manufactura, construcción, minería, electricidad, gestión de desechos, agropecuaria y silvícola.
De esta forma, se busca contribuir a la sofisticación de las empresas de la región Metropolitana a través del uso de herramientas y metodologías de innovación basadas en información de ciclo de vida confiable y ajustada a la realidad regional, que investigadores, académicos y expertos en el modelamiento de impactos medio ambientales puedan acceder a información adaptada a la realidad nacional y que les permita aplicarla para la elaboración de Análisis de Ciclo de Vida Ecodiseño, además de contribuir al cumplimiento de las acciones definidas en la Hoja de Ruta de Economía Circular de Chile.
El proyecto es ejecutado por Ecoed, empresa dedicada al fortalecimiento de los líderes de la industria para la gestión del triple impacto.
Pía Wiche, gerenta general de Ecoed, explicó que con “CicloData será más fácil conocer los impactos ambientales de la industria de la región Metropolitana para avanzar de forma segura hacia una producción y consumos más sostenibles”. Agrega que “para ser más sustentables, debemos tomar decisiones de calidad. Y para tomar decisiones de calidad, necesitamos datos de calidad”.
Los Bienes Públicos son programas que buscan resolver la disponibilidad de información e identificar obstáculos en el mercado que dificultan la toma de decisiones productivas en las empresas.
Al respecto, Claudio Valenzuela, gerente de Redes y Territorio de Corfo afirma que “son muchos los programas que desde Corfo se están impulsando para el equilibrio sostenido de los territorios y uno de estos instrumentos son los Bienes Públicos. Creemos en la necesidad de avanzar en materia de transformación productiva y territorial, donde se debe incorporar nuevas tecnologías, más sofisticadas para el mejoramiento de las empresas y sus cadenas de valor”.
Desarrollo e impacto en la construcción
Además de las instituciones ya mencionadas, EcoEd trabajará en conjunto con Ecoinvent, la base de datos para ACV más fiable y transparente a nivel mundial e IBICT, Instituto Brasileño de Información en Ciencia y Tecnología, responsables de la creación de la plataforma de base de datos para ACV en Brasil.
CicloData está dirigido a personas del sector público, sector privado, academia y tercer sector que necesitan datos de ciclo de vida para tomar decisiones.
Dentro del sector de la construcción, el público son las constructoras y los productores de materiales para la construcción.
Actualmente, “el MOP ya está pidiendo la huella de carbono en sus licitaciones. Las constructoras podrán encontrar datos más precisos para el cálculo de la huella de sus propuestas en CicloData”, comenta Pía Wiche.
Por otro lado, los productores de materiales pueden agregar su información a la base de datos para que arquitectos, diseñadores y otros tomadores de decisión puedan enterarse de los parámetros de sostenibilidad de sus productos y seleccionarlos para mejorar la sostenibilidad de sus proyectos.
Por lo tanto, “la información de CicloData traerá una gran oportunidad para constructoras y proveedores de la construcción para aumentar sus ventas diferenciándose en el mercado por su sostenibilidad”, especifica la ejecutiva.
Este 2024 se espera contar con una plataforma disponible con 70 datasets iniciales. “Las metas para el 2025 son agregar 40 datasets más y efectuar el traspaso legal de la base de datos a un Centro de Investigación que será responsable por mantenerla pública y actualizada luego del fin del proyecto. Para el 2026, las metas son añadir 40 datasets adicionales a la plataforma y contar con usuarios capacitados gracias a cursos y webinars que impartiremos durante ese año. Por último, nuestra meta a largo plazo es que CicloData siga mejorando y se mantenga como un bien público constante de utilidad para el futuro sostenible y circular de Chile”, precisa Wiche.
La gerenta general de Ecoed sostiene que este proyecto facilitará la construcción circular y baja en carbono, proveyendo datos de confianza para respaldar materiales y proyectos con atributos sostenibles.
“Las constructoras tendrán acceso más fácil a datos de calidad para elegir materiales y productos más sostenibles mientras que los proveedores podrán diferenciarse por demostrar una mejor performance ambiental, así como una menor huella de carbono”, añade.
A su juicio, esto viene a potenciar la información ya proporcionada en Declaraciones Ambientales de Producto (DAPs), en las que se encuentran información sobre los impactos ambientales de productos de la construcción. “En CicloData se podrán subir estos datos para facilitar su incorporación en el cálculo de los impactos ambientales de obras de la construcción”, especifica.
De esta manera, para aquellas empresas que generan DAPs o ACV para sus productos, esto abre una nueva posibilidad de distinguirse, facilitando el uso de estos datos para que sus clientes puedan determinar el impacto de sus proyectos. A su vez, para las constructoras facilitará el acceso a datos de impacto de materiales de construcción presentes en la región Metropolitana.
Con esto, “se espera un cambio significativo en el mercado, en que las decisiones de compra y construcción sean hechas con base en datos y en que los ganadores sean los que consigan demostrar, con datos, que son más sustentables que las alternativas”, opina Wiche.
Por ahora, Pía Wiche invita a los interesados a contestar una rápida encuesta para conocer sobre cómo usan datos de ciclo de vida: https://ecoed.cl/encuesta_ciclodata/
La actualidad en el manejo de los residuos de construcción y demolición (RCD) resalta la urgencia de adoptar prácticas más sostenibles. Por ello, es clave fomentar conciencia e inspirar un cambio cultural hacia una gestión más responsable de los RCD. Y es que los beneficios son diversos, no sólo el bienestar ambiental, sino que la viabilidad a largo plazo de la industria está entre ellos.
Con el propósito de abordar de manera más efectiva la pérdida innecesaria de materiales, el mal uso de recursos y la insuficiente conciencia ambiental en el ámbito empresarial, nació Reduciclo. “Nos preocupa profundamente observar cómo esta negligencia impacta de manera negativa en el medio ambiente y pone en riesgo la estabilidad financiera de las empresas, desequilibrando el sector”, declara Lucas Bracho, ingeniero en construcción y CEO de la compañía, quien desde el inicio de su carrera profesional ha estado ligado a la gestión de residuos y la economía circular en construcción.
Pero más allá de la gestión de residuos, Reduciclo busca ser agente de cambio en la educación ambiental, ofreciendo capacitaciones, charlas y herramientas para facilitar la implementación de la gestión de RCD en las obras, como señalética personalizada para cada establecimiento que decida trabajar con ellos.
Y es que como señala Bracho, hay una importancia básica en generar un cambio cultural dentro de la empresa, el cual “radica en reconocer que la gestión efectiva de los residuos de la construcción y demolición (RCD) no es solo una actividad operativa, sino un compromiso arraigado en la cultura organizacional. Este cambio permite que el compromiso con la gestión sostenible de RCD sea un valor arraigado en cada nivel de la empresa, representando un compromiso a largo plazo con la responsabilidad ambiental”.
De esta manera, “una cultura empresarial orientada a la sostenibilidad en la gestión de RCD mejora la imagen corporativa, destacando a la empresa como líder responsable y comprometido con prácticas respetuosas con el medio ambiente. Este enfoque no es solo una práctica puntual, sino un mensaje de marketing poderoso que refleja un compromiso constante con la responsabilidad ambiental”, considera el profesional.
La capacitación en gestión de RCD es crucial por diversas razones. Lucas Bracho menciona el cumplimiento normativo, pues asegura el conocimiento y cumplimiento de normativas
ambientales, evitando sanciones y garantizando el respeto a las leyes; el impacto ambiental, ya que permite implementar prácticas que reduzcan estel impacto ambiental, promoviendo la sostenibilidad en el rubro y la preservación del entorno; la eficiencia en procesos, dado que proporciona herramientas para gestionar eficientemente los residuos en todas las etapas constructivas, optimizando procesos y minimizando pérdidas; la imagen corporativa, que mejora la imagen corporativa al destacar el compromiso ambiental, atrayendo a clientes y socios con valores sostenibles; la reducción de costos, pues genera ahorros al reducir pérdidas de materiales y evitar multas asociadas a una gestión inadecuada; y la colaboración y alianzas, puesto que fomenta la colaboración entre empresas e instituciones, fortaleciendo la industria y promoviendo la economía circular.
Realidad actual
Hasta el momento, Reduciclo ha trabajado como consultor de Plataforma Industria Circular, ofreciendo soporte técnico y comercial esencial. “Guiamos a empresas de diversos sectores en la comprensión de los beneficios de la plataforma, facilitando la conexión con transportistas y gestores de residuos. Además, en la plataforma puedes registrar y cuantificar la adquisición de recursos y la generación de residuos en los establecimientos, con el propósito de generar indicadores de impacto ambiental y social para contribuir al desarrollo sostenible”, explica Bracho.
A ella se suma la colaboración con la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, siendo consultor en talleres “Pro-economía circular”, en el marco del compromiso PRO de la CChC. “Realizamos estos talleres en sedes regionales de Chile, dirigidos a inmobiliarias y constructoras, socias o no de la Cámara. Aportamos nuestra experiencia y casos reales para enriquecer la aplicación práctica del manual de gestión de residuos, que incluye imágenes y ejemplos demostrables de casos exitosos”, detalla.
Y también han colaborado con la Escuela Tecnológica de la Construcción (ETC), donde desarrollan cursos para inmobiliarias y constructoras en todo el país, financiados mediante códigos SENCE y la Franquicia Tributaria. “Estos cursos incluyen a todos los trabajadores de la obra y perfiles específicos para el manejo de RCD, como encargados de logística, jefes de bodega, supervisores, maestros, ayudantes y jornales”, especifica el profesional.
Con esta experiencia, el CEO de Reduciclo dice que “se nota una variabilidad en cómo las empresas del sector abordan los RCD. Algunas han adoptado enfoques proactivos, implementando prácticas sostenibles, mientras que otras están menos avanzadas. La conciencia de los trabajadores sobre la gestión de RCD también varía. Algunos están comprometidos, otros menos informados”.
Por ello, insiste en destacar la necesidad de educación continua. “Empresas y trabajadores se benefician de capacitaciones sobre las últimas prácticas en gestión de RCD, resaltando los beneficios ambientales y económicos de enfoques sostenibles”, añade.
Por ello, el propósito que tiene la empresa es un “ganar-ganar”, es decir, “queremos generar ahorros para las empresas, reducir pérdidas de materiales, optimizar procesos y crear obras de construcción ordenadas y limpias. Aspiramos a que las empresas se destaquen como empleadores deseables, atrayendo a trabajadores comprometidos con el medio ambiente. Esta sinergia no solo beneficia a las empresas, sino que también al medio ambiente y a las comunidades, evitando la proliferación de residuos ilegales en las ciudades y reduciendo el tráfico de camiones de residuos. Unidos, construimos un futuro más sostenible y próspero”, considera Bracho.
Y todo ello, con el compromiso de transformar los residuos en recursos, promoviendo su reducción, reutilización, reciclaje y valorización en diversos sectores.
Seminario Economía Circular en Construcción, realizado el 5 y 6 de octubre de 2023
Centro de Innovación UC
La compañía que por más de 40 años ha sido líder de la industria en innovación en el país, con presencia en Argentina, Bolivia y Perú y que cotiza en la Bolsa, ha sido pionera en el sector construcción al medir sus emisiones con el objetivo de reducirlas gradualmente.
Desde sus inicios, Echeverría Izquierdo ha estado comprometida con la sostenibilidad, pues la empresa cree que el desarrollo económico debe coexistir en armonía con el desarrollo social y medioambiental. Por ello, hace años ha venido trabajando en temáticas como las prácticas empresariales responsables, la integridad corporativa, la preocupación por las personas, el respecto por el medio ambiente y las comunidades, el relacionamiento con los clientes y la cadena de valor, entre otros aspectos.
Están conscientes de los impactos que genera la industria de la construcción en el medioambiente y una vez creada la Gerencia de Sostenibilidad en el 2022, una de las primeras acciones que decidieron llevar a cabo fue la medición de la huella de carbono de la compañía. Dicha medición sería el primer paso para establecer metas, monitorear el progreso de la organización en el desempeño medioambiental y desarrollar una estrategia de cambio climático.
“Como Grupo, y en relación al pilar medioambiental, hemos definido la reducción de la huella de carbono como uno de nuestros objetivos principales”, señala Carolina Reyes, gerente de Sostenibilidad de Echeverría Izquierdo.
Y es que esta medición tiene varios beneficios para una organización: es un requisito para ratings ASG, tales como los cuestionarios del Dow Jones Sustainability Index y CDP, y para referencias de divulgación, tales como GRI, SASB y TCFD. En Chile, permite la participación en el programa Huella Chile para medir el inventario nacional de carbono en el país; y proporciona evidencia fundamental para el desarrollo de una estrategia de cambio climático, según explica la ejecutiva.
La huella de CO2 mide las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de una organización durante un período de tiempo establecido (normalmente un año calendario). Para su gestión adecuada, las emisiones se agrupan de acuerdo con el tipo de actividad con la que están asociadas y el nivel de control que tiene una compañía para gestionarlas tales como: Alcance 1, emisiones directas; Alcance 2, emisiones indirectas por consumo de energía adquirida y Alcance 3, otras emisiones indirectas.
La gerente de Sostenibilidad de EI comenta que en 2020 hicieron un primer levantamiento de información de consumos de combustible, electricidad y gestión de residuos de las unidades de negocio del grupo. Con ese primer ejercicio, pudieron ver las dificultades que un acto así constituye, pero también las oportunidades que presenta. “En 2021 nos pusimos de lleno a trabajar en lo que sería el proceso de medición de huella de carbono y realizamos el ejercicio para dos años consecutivos -2020 y 2021- en los alcances 1, 2 y 3 para todas las unidades de negocios del grupo, es decir a nivel de compañía”, asevera.
Principales resultados
Como señala Reyes, desde el punto de vista del proceso, el resultado fue exitoso. “Se cumplieron los objetivos que nos propusimos en relación a la cobertura; la medición de la huella en los tres alcances; y la participación y colaboración de los profesionales de las distintas unidades de negocio”.
Desde el punto de vista del resultado, la huella de carbono se comportó de manera similar a la de otras empresas de la industria a nivel internacional, siendo el Alcance 3 el más elevado. Ello, dado principalmente por la categoría 1 de consumo de materiales. Mientras que el Alcance 2 fue menor en relación al 1, por el consumo de combustible utilizado en las maquinarias.
“Para esta primera medición no teníamos un parámetro de comparación con empresas de similares características a nivel nacional por lo que hicimos un benchmark con empresas líderes en rankings de ESG a nivel mundial, que nos sirvieron como referencia para efectos de definir las categorías a medir”, especifica la profesional.
Y agrega que “el 2020 fue un año bien particular, porque fue el período de pandemia donde tuvimos un peak de proyectos en ejecución y aquellos de gran magnitud mantuvieron su continuidad operacional.Luego, el 2021 también fue especial porque fue un intervalo de transición entre la pandemia y la reactivación. Ese año el resultado obtenido fue prácticamente la mitad del año anterior. Es decir, se redujo la huella de carbono en casi un 50%. Nuevamente, observamos que el Alcance 3 fue el que nos dio mayor cantidad de emisiones y este alcance está incidido por bienes comprados, es decir mayoritariamente por materiales de construcción, tales como fierro y hormigón. Esta baja en las emisiones estuvo dada por el número de proyectos y las etapas de las obras en ejecución, lo que muestra que la variabilidad de los resultados depende del estatus de proyectos y consumo de materiales, analiza Reyes.
La profesional añade que en el 2022 reafirmaron los resultados obtenidos en 2021 y con esto ya existe una tendencia respecto a cómo se comporta la compañía en relación a las emisiones. Para efectos de tomar decisiones, consideran, es necesario tener un par de mediciones -o más-, para entender y reaccionar, dado que la huella de carbono se ve muy impactada respecto a la cantidad de proyectos existentes: si aumentan los proyectos/contratos, mayor es la huella y viceversa. Es por eso que hoy, en forma primaria, se están definiendo las medidas de intensidad para plantear metas de reducción en relación a ellas, sin descartar a futuro las metas de reducción de emisiones absolutas.
Comunicación en todos los niveles
En este contexto, el Grupo EI decidió generar alianzas con proveedores estratégicos, “que sabemos están trabajando en reducir su huella de carbono. En relación al fierro, con empresas que utilizan chatarra; y en relación al hormigón, con empresas que nos han informado están reemplazando algunos componentes para que su producto final genere menos emisiones”, cuenta la ejecutiva. “Estamos trabajando con Revaloriza en dos de nuestras unidades de negocios, siendo una iniciativa clara y concreta de revalorización”, puntualiza.
Asimismo, han definido iniciativas como planes de formación anual y campañas comunicacionales para transmitir este conocimiento a toda la organización, de modo que sea comprendida por todos los trabajadores y también todos puedan adherirse a ella. “El concepto de sostenibilidad es reciente, hoy está de moda, pero necesitamos estar todas y todos alineados y hablar en el mismo lenguaje y para eso es necesario tener planes de formación a todo nivel”, sostiene Reyes.
De este modo, en una fase inicial han tenido reuniones ampliadas por plataformas digitales y webinars para difusión del proceso de medición. Posteriormente, una vez realizado el ejercicio, han difundido los resultados con un gran interés y buena recepción de las y los colaboradores.
La primera mejora que realizó EI fue la creación de un sitio de ecoeficiencia operacional en el que cada unidad de negocio puede reportar mensualmente sus consumos, a nivel de obras y en forma centralizada, facilitando la recopilación de información y su confiabilidad para la medición anual.
Junto con ello, se creó el “Comité de Huella”, una comisión de medio ambiente en la cual participan los principales líderes medioambientales de las unidades de negocio. Se reúnen de forma trimestral y revisan temas de relevancia y, en particular, respecto a la medición de la huella de carbono. Esta instancia ha permitido aunar criterios y definir objetivos.
Otra mejora importante ha sido el desarrollo de la base de datos por parte de la Gerencia de Abastecimiento, la que permite año a año tener datos precisos, específicos y concretos.
Algunas empresas del rubro ya se han mostrado interesadas en medir su huella de carbono y se han acercado a Echeverría Izquierdo para despejar dudas. “Para dar cumplimiento al Plan Nacional de Descarbonización al 2050 todas deberán hacerlo, tenemos metas parciales al 2030 y 2040 que de no comenzar a trabajar hoy, no será posible alcanzarlas. Por esa razón, hoy no solo es necesario, sino urgente hacerlo”, afirma la gerente.
Pero reconoce que en la industria de la construcción no es un tema tan candente, aunque el cliente minero ha avanzado respecto a la medición y hoy ha llegado a ser una solicitud de algunos mandantes: “Si bien no es una exigencia, es un plus”, dice.
Finalmente, la gerente de Sostenibilidad recomienda a las empresas “perder el miedo a la medición, el proceso puede ser incremental, se puede comenzar con una parte de la operación, una obra por ejemplo y luego ampliar la cobertura, lo importante es partir”, concluye la ejecutiva.
Por Carlos López R., gerente general CDT.
Los últimos años han sido especialmente desafiantes en nuestra sociedad. Al terminar 2022, el mundo comenzó un proceso de recuperación tras la pandemia y un entorno complejo.
En este contexto, nuestro sector no ha estado ajeno a múltiples cambios que nos desafían. En particular, sabemos que en materia de productividad no tenemos buenas noticias. Diversos estudios e indicadores nos reafirman que el sector no ha crecido en esta materia y que, si nos comparamos con otros países, lamentablemente tenemos mucho que mejorar.
De forma similar, sabemos que el impacto medioambiental de nuestras obras es relevante y que, cada día más, las empresas se ven en la necesidad de ejercer diversas acciones para reducir dicho impacto y ser mucho más sostenibles.
Estos temas, de los que hoy se está haciendo cargo la Cámara Chilena de la Construcción, motivaron a revisar el rol de la CDT, con el objetivo de avanzar de forma contundente en proyectos e iniciativas que aporten a la industria de manera concreta.
Sin duda, estamos orgullosos de los más de 30 años en los que hemos sido un actor relevante para el sector. Desde una mirada técnica, hemos prestado soporte en diversos ámbitos alcanzando un importante reconocimiento como referente en materias de transferencia tecnológica para enfrentar los diversos desafíos sectoriales.
Es por ello que, luego de un profundo trabajo de análisis y reflexión estratégica, optamos por focalizar nuestra acción redefiniendo un nuevo propósito: “ser el motor de desarrollo y articulador de la productividad y la sostenibilidad ambiental de la Industria a través de la Cámara Chilena de la Construcción”.
Esta transformación estratégica, fue acompañada de un profundo proceso de adaptación que nos permitió concentrarnos en nuestros focos de trabajo fundamentales y adecuar nuestras acciones de forma clara en torno al propósito. Lo anterior, se acompañó de una revisión y adecuación de la estructura organizacional, el gobierno corporativo y los procesos internos, de modo de ser más eficientes en nuestro actuar.
De este modo, es que hemos impulsado iniciativas concretas en materias de productividad y sostenibilidad ambiental, transformándolos en nuestros principales ejes estratégicos. A ellos, sumamos acciones vinculadas al desarrollo técnico, capital humano y la gestión de contenidos. Estas últimas buscan brindar soporte a ambos ejes centrales y colaborar con el desarrollo de nuestro propósito.
Para responder a todos estos desafíos, junto con nuestro nuevo propósito, desarrollamos un proceso de redefinición de marca, en la que participaron diversos actores de nuestra industria, con talleres de co-creación realizados en Santiago y regiones.
Así, a partir de esta redefinición, creemos que la colaboración y vinculación es el medio para ser más sostenibles, innovadores y productivos. Es por ello que queremos mirar siempre adelante para difundir nuevas formas de construir y generar las transformaciones que impacten y eleven los estándares de nuestra industria.
Queremos ser articuladores de los distintos actores de la construcción, generando una red virtuosa que propicia resultados óptimos y eficientes, con un sello de cercanía que contextualice las necesidades en terreno y permita concretar avances de nuestro sector.
En suma, este último tiempo fue un periodo de transformación para la CDT. Hoy evolucionamos. Con este propósito y una nueva imagen, avanzamos como motor de la productividad y la sostenibilidad ambiental de la industria y, junto a todos los actores, queremos continuar articulando este camino que busca afianzar a nuestro sector, lo que es fundamental para el desarrollo de nuestro país. Queremos articular el futuro, transformando colaborativamente el presente de la construcción.
Por Rodrigo Becerra Arias, jefe de Vinculación con el Medio, Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Como Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, a través de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte, desde el año 2017 formamos parte de la gobernanza del programa Construye2025 de Corfo, con participación, primero, en su Consejo Directivo y, actualmente, también en el Comité Ejecutivo.
Desde este rol, hemos tenido la oportunidad de aportar a enfrentar los desafíos de la hoja de ruta del programa con nuestras capacidades asociadas al quehacer de la Universidad: docencia, investigación y vinculación con el medio, en el contexto de un espacio público-privado en el cual participan instituciones del Estado, de la academia, representantes de los gremios y de la empresa en general.
Este vínculo es bidireccional debido a la valiosa retroalimentación que recibimos desde las organizaciones, de la mirada común del sector y de la industria de la construcción, las que nos han impulsado a mejorar nuestro quehacer en términos de los planes de estudio, la formación de nuestros estudiantes, la pertinencia de nuestra investigación y las capacidades de nuestros laboratorios e infraestructura.
Nuestra participación en Construye2025 nos hace absoluto sentido al coincidir en diversas aristas: tanto la hoja de ruta inicial como la actualizada, plantean objetivos que están asociados con nuestras líneas de investigación, que son coherentes con la actividad que realizamos, entre ellas, la pertinencia de nuestro cuerpo académico y la orientación formativa que queremos darle a nuestros profesionales. Asimismo, la Universidad en su constante relación con el medio, avanza de manera bastante pionera y decisiva en tópicos que hoy ya son un consenso en la hoja de ruta del programa, como es la sustentabilidad en la industria de la construcción, la productividad y la transformación digital.
Todo esto no sólo relato, sino que se materializa en la actualización de mallas curriculares, desarrollo de proyectos de título en sintonía con la hoja de ruta, ejecución de iniciativas con empresas y con organismos públicos, el fortalecimiento del Magíster con mención en Gestión de la construcción (MIC), así como también en la línea de las publicaciones que desarrolla nuestra Escuela.
Algunos ejemplos tienen que ver con los trabajos llevados a cabo en materia de BIM, Industrialización, Estandarización, Gestión de residuos, Contratos Colaborativos y otros que están asociados a resiliencia frente a la emergencia climática.
Todas estas adaptaciones las hemos efectuado en diálogo con la industria y con los actores de los sectores público y privado que están desarrollando proyectos, no sólo en el área de la edificación, sino también de infraestructura crítica para el desarrollo. Otro actor relevante para la materialización de dichas mejoras es nuestra red de ex alumnos, los Alumni PUCV, que están en todo Chile y en todas las áreas de la construcción, quienes son, sin duda, embajadores de este sello valórico y formativo que significa formarse en nuestra Universidad.
El programa Construye2025, de carácter estratégico para una industria compleja y relevante para el país como es la construcción, nos fija una ruta con ejes claros y cuyos desafíos debemos enfrentar con asociatividad, capacidad de amplificar a regiones, a distintos segmentos de empresa y a distintos subsectores dentro del mismo rubro, además de gradualidad en atención a las contingencias que afectan a la industria y al contexto económico que vive el país, pero que no puede dejar en ningún caso de atender urgencias como por ejemplo, lo que estamos viviendo hoy respecto a los efectos de la emergencia climática. Es un consenso que el desarrollo de la construcción en Chile va de la mano con productividad, con reducción de costos (optimización de recursos) y con beneficios a largo plazo para los usuarios de las edificaciones e infraestructuras también.
Adicionalmente, otro foco debe estar puesto en la sustentabilidad. Un ejemplo de una buena forma de enfrentar los desafíos de la industria y de la hoja de ruta es lo que se realizó en el APL (Acuerdo de Producción Limpia) que impulsó la Cámara Chilena de la Construcción en la región de Valparaíso y que hoy se va a replicar en otras regiones del país.
Como PUCV, en particular, destacamos el trabajo que estamos impulsando con algunas empresas, en particular Polpaico, con la que hemos desarrollado tesis y trabajos de final de titulación relacionados con el tratamiento de los restos de sus faenas productivas.
En el contexto de la sustentabilidad, un proyecto relevante es el de revalorización de algunos residuos que Polpaico recupera producto del mal cubicaje, con el objetivo de recuperar áridos del proceso de construcción y también hay unos residuos que se originan en el lavado de los áridos que son unos lodos, con los cuales la idea es generar elementos constructivos no estructurales, pero que le den una salida a ese material que actualmente se dispone en botaderos. Representa una vuelta de mano para el entorno ya que se recupera un recurso que se está extrayendo desde zonas que son bastante vulnerables como las riveras de ríos.
De manera adicional, hemos generado trabajos con la comunidad, en particular acá en Valparaíso, para profundizar la relación que debemos tener como universidad que permita permear el conocimiento que estamos produciendo hacia el ámbito comunitario y trabajar con estas comunidades que se hacen cargo de los territorios y de su espacio, y así regenerar un sistema sustentable no solamente desde el punto de vista ambiental, sino que también social. Se trata de una labor que llevamos a cabo como Escuela de Ingeniería en Construcción y Transporte porque es parte de nuestra vocación, pero que también es una línea de trabajo institucional.
Cámaras regionales de Valparaíso y O’Higgins, junto con la Gerencia de Vivienda CChC, presentaron estudio “Uso Eficiente del Agua en la Industria de la Construcción”, el que forma parte de un proyecto desarrollado por el GT interregional Gestión del Agua y que fue desarrollado por la consultora Greening, en un trabajo conjunto con empresas socias.
Con el objetivo de lograr que las empresas de la construcción gestionen de un modo más eficiente y sostenible el agua en el ciclo de vida de sus proyectos y, de esta manera, hacer como gremio una contribución concreta para superar la crisis hídrica que afecta el país, las Cámaras regionales de Valparaíso y O’Higgins, junto a la Gerencia de Vivienda CChC, presentaron hoy en conjunto el estudio gremial “Uso Eficiente del Agua en la Industria de la Construcción”.
Se trata de una investigación acerca del estado del arte en la materia a nivel nacional e internacional, el que fue encargado a la consultora especializada Greening, y con el que se cumple una primera etapa de un proyecto gremial mayor impulsado por el Grupo de Trabajo interregional Gestión del Agua, constituido por socios y socias de las Cámara regionales de Valparaíso y O’Higgins, además de profesionales de la Gerencia de Vivienda CChC.
“A partir de este estudio queremos socializar sus alcances y posteriormente proponer medidas concretas a las empresas socias y en general a la industria de la construcción, para cambiar el comportamiento y hacer esfuerzos genuinos para asegurar la disponibilidad de agua para la población en la actual crisis hídrica que enfrenta Chile”, explicó el presidente de la CChC Valparaíso, Gabriel Benavente, en su saludo de bienvenida.
La actividad se desarrolló de manera presencial en las sedes gremiales de Valparaíso y Rancagua, mientras socios de otras regiones del país se conectaron a través del sistema de video conferencia.
En la oportunidad expusieron la presidenta del GT Gestión del Agua, Andrea Ceruti; la ingeniera especialista el recurso hídrico y académica Damaris Orphanópoulos; los consultores David González e Ivonne Constanzo de Greening; las preguntas de la audiencia tras las presentaciones, fueron moderadas por el vicepresidente del GT Gestión del Agua, el consejero regional y nacional, Pablo González; y cerró el evento el presidente de la CChC O’Higgins, Juan Pablo Gramsch.
“Como gremio, nos desafiamos a gestionar de modo eficiente el uso del agua en nuestras actividades y hacer una contribución concreta para superar la crisis hídrica en nuestro país. Desde nuestras Cámaras regionales, trabajamos en un proyecto destinado a resolver el problema del uso ineficiente del agua en el sector construcción”, expresó Gabriel Benavente
“Este estudio es el resultado de un trabajo integrado de nuestros socios y socias en el Grupo interregional de Gestión del Agua, con el liderazgo de Andrea Ceruti en Valparaíso y Pablo González en la Región de O´Higgins. Estamos orgullosos de poder presentar este estudio y agradecemos la participación de todos los actores involucrados”, agregó el presidente de la CChC Valparaíso.
Por su parte Andrea Ceruti destacó el compromiso del gremio con la construcción sustentable y la oportunidad que significa acceder a la información del estudio y ponerla en práctica en las obras, todo en el marco de la apuesta pro la sostenibilidad de la industria que impulsa el gremio a través de la iniciativa Compromiso Pro.
“Invitamos a todos los actores del sector, a unirse a nuestra apuesta por la sostenibilidad de nuestro gremio y por el desarrollo sostenible de nuestro país. Juntos podemos hacer una diferencia, generar mejores obras y asegurar la disponibilidad de agua para la población”, comentó.
“A través de este proyecto, vamos a proponer y promover la adopción de medidas concretas por parte de las empresas, para responder desde nuestro sector a la emergencia”, concluyó Andrea Ceruti.
Finalmente, Juan Pablo Gramsch señaló que “como gremio de la construcción, nos sentimos llamados a contribuir, a través de la investigación de iniciativas destinadas a mejorar la gestión del recurso hídrico en nuestro rubro. Además de concientizar a nuestros asociados la implementación de estas, con el fin de aportar en el uso eficiente del agua. Nuestro compromiso con el país, nos motiva a buscar nuevas instancias y oportunidades de mejoras para contribuir con el desarrollo sostenible”.
El estudio está disponible AQUÍ.
Fuente: CChC
La ingeniera comercial y gerente general de PlanOK Latam asumió la presidencia de Construye2025, con el objetivo de impulsar una gestión con sello colaborativo, con miras a llevar a la industria a un siguiente nivel.
Ligada al mundo de la construcción a través de Francisco Garafulich, su padre, Carolina cuenta que era oyente de la realidad de las obras, del manejo de los equipos de distintos niveles, lo complejo y mágico de levantar un edificio de 20 pisos, de construir un túnel en medio de un cerro, de construir en lugares lejanos donde el clima deja aislados a los equipos: “Conocí los sueños y esfuerzos de muchas personas por transformar la industria inmobiliaria y de construcción impulsados por el impacto en el desarrollo del país, en la vida de miles de colaboradores y sus familias y en la vida de miles de personas que querían y necesitaban cumplir el sueño de la casa propia”, afirma.
Luego tuvo la posibilidad de trabajar en empresas inmobiliarias y constructoras, lo que la ayudó a vivir de cerca eso que había compartido como espectadora. “Después, en PlanOK, tuve la posibilidad de estar cerca no de una, sino de muchas empresas en distintos países que me vuelven a inspirar por su convicción de transformar la industria, conscientes del impacto del rubro en las personas y el medio en general”, precisa.
Si bien ya en la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) había participado en distintas instancias ligadas a impulsar la sostenibilidad en la industria, con los distintos pilares que ésta impacta, como personas, medio, comunidad, entre otras, “todo esto hace crecer en mí ese sueño que muchos tenemos de cambiar el mundo, de ser parte, motor y canal de un mundo mejor. Creo que la transformación es más valiosa que el concepto del cambio, porque tomar lo que hay para hacer algo mejor permite valorar la ruta caminada y tomar los aprendizajes que nos lleven a otro nivel de una manera más empática, respetuosa y humilde”, cree Carolina Garafulich, la nueva presidenta de Construye2025.
Por todo lo anterior, cuando le presentaron la posibilidad de asumir este rol, liderado hasta el 10 de marzo de 2023 por Pablo Ivelic, con quien había tenido la oportunidad de compartir otras instancias de trabajo en la CChC “y a quien le tengo mucha admiración por lo que ha hecho en EI y en la industria”, le fue imposible decir que no. “Creo que el trabajo que ha realizado Construye2025 ha sido un tremendo aporte para la industria que no puede detenerse y espero que se siga visibilizando a todo nivel, porque cumple con mi compromiso de aportar a mejorar la calidad de vida de las personas a través del rubro inmobiliario, de la construcción y de la tecnología. Así, quedo al servicio de apoyar a materializar la hoja de ruta para los próximos años y a seguir transformando el sector construcción desde la productividad y la sustentabilidad, impactando positivamente en el ámbito social, económico y medioambiental”, sostiene Garafulich.
A ello agrega que “es un honor como mujer tomar este rol para visibilizar los liderazgos femeninos que están surgiendo en la industria”.
¿Cuál será tu sello en la presidencia?
Mi sello, en general, es trabajar de manera colaborativa. Espero ser un canal, un puente, para seguir posicionando a Construye2025 y articulando a distintos actores de la industria, para que en conjunto sigamos materializando iniciativas que lleven a la industria a otro nivel.
¿Piensas darle relevancia a la paridad de género en el programa? ¿Cómo ha sido para ti trabajar en un mundo mayoritariamente masculino?
Como comenté en el Comité, nací rodeada de tres hermanos, tengo dos hijos y me he desempeñado en el rubro de la construcción y de la tecnología, un mundo más masculino imposible, pero esto mismo me ha hecho desarrollarme en este contexto sin mayor problema. La vida me preparó para esto, sin tener que perder mi estilo femenino en todo lo que hago.
En general, no voy con los opuestos, voy por la integración de lo mejor de todos los mundos, por la colaboración. Para mí es la única forma de construir. He tenido la suerte de que mis jefes han sido mis grandes promotores, que han visibilizado y potenciado mis habilidades concretas y blandas que, en su conjunto, me han permitido movilizar los desafíos que me propongo.
Para mí, no ha sido algo traumático, aunque empatizo que para muchas mujeres sí lo ha sido; en general, siempre me he dedicado a dar lo mejor en lo que hago sin intereses posteriores, por lo tanto, el desarrollo de mi carrera se ha movido en torno a la gratitud más que a la frustración.
Hoy espero que el estar en este rol inspire a más mujeres del rubro a sumarse a los desafíos, a construir espacios de desarrollo y a generar espacios para otras mujeres, para que llegue el momento en que hablar de las mujeres como parte de la inclusión no sea un tema, porque ya será parte de la normalidad ver mujeres en cargos directivos y a todo nivel.
¿Hay algún tema de la hoja de ruta que te llame especialmente la atención trabajar? ¿Por qué?
Todas las iniciativas de la hoja de ruta en el ámbito de la industrialización, sustentabilidad y transformación digital me inspiran muchísimo, pero si tuviese que destacar alguno que me llame especialmente la atención quisiera destacar la “Macro-gestión basada en datos”, que es parte del eje Transformación Digital. Es clave poder tener información lo más objetiva posible a la hora de tomar decisiones, el país no necesita que nos movamos por ideologías o colores políticos, sino que necesita que quienes toman decisiones estén preparados y cuenten con la información necesaria para corregir lo necesario para que el país crezca y que quede el bienestar de las personas.
Entre otras cosas, esta iniciativa tiene una serie de aristas que se tendrán que abordar, ya que la clave de que esto funcione es un proceso exitoso de transformación cultural y la transformación digital empieza por las personas. Elegí esta iniciativa, porque la data será el insumo clave para la mejora continua de todas las iniciativas en cualquiera de los ejes.
Por Pablo Ivelic, Past President de Construye2025
El programa Construye2025 entra en su fase final. A partir de este año enfrenta su último trienio dentro del marco del período que contemplan los programas Transforma de Corfo. Ya han transcurrido seis años de trabajo intenso con el propósito de transformar la industria de la construcción en Chile desde la productividad y la sostenibilidad ambiental y vale la pena repasar algunos hitos relevantes.
A partir de la articulación de diferentes actores ligados a la construcción, desde la empresa privada, los organismos públicos y la academia, se han lanzado e implementado iniciativas, como Planbim, DOM en Línea, los centros tecnológicos CTeC y CIPYCS; se creó el Consejo de Construcción Industrializada, se diseñó la hoja de ruta para avanzar en la reducción y tratamiento de residuos de construcción y demolición, y se elaboró la estrategia de economía circular para la industria, que cuenta hoy con un plan de iniciativas y una gobernanza para su control y seguimiento. Este año estamos lanzando el desafío universitario netzero, que busca imprimir en los futuros profesionales del rubro la necesidad de diseñar infraestructura sostenible.
Pero mirar los avances del período pasa por entender también el contexto en el que nos desenvolvimos. Sin duda, la pandemia, con las cuarentenas, las restricciones a la movilidad y los protocolos sanitarios movieron el tablero de juego. ¿Qué pasó en este periodo? En forma transversal, los procesos de transformación digital se aceleraron y la productividad durante este período se vio mermada. Revisemos algunas cifras para nuestro rubro: la adopción de BIM en la construcción alcanzó un 41% el año 2021, progresando 19 puntos desde 2016. El índice de transformación digital en la construcción se situó a sólo 4 puntos bajo el promedio nacional, lo que considerando lo tarde que se sumó el rubro al proceso de digitalización es un resultado esperanzador. Lamentablemente, en forma paralela, la productividad media laboral disminuyó un 4,2% en septiembre de 2021 y 3,8% en 2022. Si bien otras industrias que normalmente resultaban aventajadas con respecto a la construcción -como la minería y la industria manufacturera- sufrieron caídas mayores (27% y 9%, respectivamente), estos retrocesos deben hacernos tomar acción.
¿Qué debe esperarse para los próximos años? La dicotomía entre el avance en la transformación digital y el retroceso de la productividad es sólo entendible en un contexto especial como el que vivimos los últimos tres años. Sin las restricciones por la pandemia debiéramos de ser capaces de capitalizar con eficiencia el proceso de digitalización. Si a eso sumamos los esfuerzos multiplicadores que el país en su conjunto (organismos públicos, empresa privada, centros tecnológicos y academia) ha puesto en la industrialización, debiéramos de ser capaces de cosechar cambios positivos en el valor agregado por cada hora hombre trabajada.
Y el trabajo de sostenibilidad ambiental debe redoblarse. La toma de conciencia empieza a apoderarse de los tomadores de decisión en nuestra industria. Una muestra de aquello fue la puesta en escena de la economía circular en el patio de Edifica 2022. También lo es que somos el primer rubro en contar con una estrategia de economía circular sectorial en el país.
Con todo, los desafíos marco por los que existe Construye2025 se mantienen vigentes. Junto con el comienzo del tercer trienio se da inicio también a una nueva presidencia en el programa. Hoy me toca despedir mi periodo, pero por sobre todo, dar la bienvenida al trabajo que asumirá Carolina Garafulich, quien liderará junto al equipo ejecutivo estas últimas millas. Conocedor de las competencias, la calidad humana y profesional y la energía de Carolina, estoy seguro de que al final de este periodo podremos ver los cambios que ha buscado Construye2025 desde sus inicios.
Por Tatiana Martínez, presidenta del Consejo de Construcción Industrializada (CCI).
Estamos desafiados constantemente y la incertidumbre se ha generalizado por diversos factores, generando un impacto negativo en el desarrollo de la construcción. Han sido tiempos difíciles que forzaron a algunas empresas a reorganizarse, migrar capitales de inversión al exterior, y otras con gran trayectoria lamentablemente han quebrado.
Es común ver que las decisiones que toman las personas en un estado mental de constante estrés, hace que sean más bien conservadoras, se resguarden de todos los riesgos aparentes y existentes para sentirse más seguros y decidan permanecer como están; pero están también las personas, que se detienen a pensar en cómo revertir esta situación y toman la crisis como una oportunidad para generar nuevas ideas, donde la innovación los lleva a buscar mejores resultados, asumiendo que – no poder controlar todo – es parte del juego de la vida personal o empresarial, y que hoy, la interconexión en espacios de confianza puede ayudar de forma colaborativa a transformar la manera en la que tomamos decisiones y empezamos un nuevo proyecto.
Desde el Consejo de Construcción Industrializada, CCI, hemos estado impulsando la integración temprana de la industrialización en los proyectos, y vemos el éxito del trabajo colaborativo que se ha logrado generar en estos casi seis años junto al Programa Construye 2025. La participación activa de los principales actores del sector, y el vínculo público – privado ha sido relevante en diversas iniciativas, concursos, cambios normativos, proyectos o estudios desarrollados por CCI y otras instituciones como por ejemplo el Estudio de Productividad en el Sector Construcción, realizado en 2020 por Matrix Consulting, en colaboración con la Cámara Chilena de la Construcción para la Comisión Nacional de Productividad, donde una de las nueve palancas es la industrialización.
La vinculación entre los integrantes de la Asociación de Oficinas de Arquitectos AOA y CCI, justamente busca potenciar un compromiso de trabajo en dicha palanca en etapas de diseño, y estamos replicando esto junto a la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales, AICE, porque creemos que ambos son claves para avanzar a pasos agigantados en etapas tempranas de los proyectos, y el llamado es a ser protagonista poniendo en valor las singularidades de cada disciplina, en favor de cómo se construirá de forma más eficiente, con mayor uso de tecnología y sistemas constructivos que aportan industrialización a las obras que comúnmente se realizan de forma tradicional.
Gracias al liderazgo colaborativo, veremos cómo se generará la cohesión profesional e interconexión pro industrialización, donde el aporte de los socios CCI será el valor agregado al proyecto, y se pensará como un diseño avanzado, donde la creatividad interdisciplinaria ayuda a encontrar soluciones que permiten gran flexibilidad, y la industrialización no restringe al que diseña la obra, sino que potencia nuevas dimensiones aún no exploradas, por la brecha cultural existente.
En los próximos años, veremos cómo la infraestructura pública, las constructoras de viviendas sociales, los desarrolladores inmobiliarios, los contratistas generales y el sector minero, implementarán contratos colaborativos, adoptarán metodologías de industrialización incorporando nuevas soluciones constructivas, sistemas híbridos, nuevos materiales y tecnología, que potenciará la digitalización, e incluso apreciaremos la inauguración de nuevas plantas industriales para satisfacer la demanda que se genere. Sin duda avanzaremos más de prisa gracias a la interconexión multidisciplinaria y también formaremos parte del ecosistema global.
El crecimiento de la construcción industrializada en cada rincón de Chile, potenciará el desarrollo del capital humano, impactará positivamente en la vida de sus habitantes y la sostenibilidad de la industria; sin embargo para asombrarnos del desarrollo de la industria de la construcción del futuro, debemos tomar decisiones hoy y generar acciones que habiliten esta transformación; por lo tanto la pregunta que debemos hacernos es ¿Estamos dispuestos a sumarnos?. Lo cierto es que aún hay espacio para todos, pero es algo que podría cambiar y dejar fuera a quien se resista.
Fuente: AOA
Con más de 100 constructoras integradas al curso online “Gestión de Residuos en Obras de la Construcción”, IUS Latam y Reviste buscan cambiar la cultura del sector en torno a los residuos, a través de capacitaciones digitales que comenzarán a implementarse en enero de 2023.
Un innovador curso digital es el que lanzaron hace unos meses la agencia de innovación IUS Latam y Reviste, con el patrocinio de Construye2025 y el Instituto de la Construcción. Se trata del programa con código SENCE “Gestión de Residuos en Obras de la Construcción”, que está permitiendo a las empresas capacitar a sus equipos de obra para avanzar hacia la economía circular desde la gestión de los residuos de la construcción y la demolición (RCD). Con ello ahorrarán en recursos y, disminuirán el impacto ambiental de las obras, mejorando su productividad.
“Existe una brecha enorme en la cultura de gestión de residuos en el sector construcción y la pregunta que nos hacíamos era por dónde comenzar. La alta dirección ya ha iniciado conversaciones en torno a la economía circular y la red de proveedores está viendo una oportunidad e iniciando transformaciones. Pero a nivel de jornales y obreros, detectamos que hay muy pocos espacios de capacitación y formación de habilidades”, cuenta Joaquín Cuevas, CEO y cofundador de Reviste.
Si bien hay programas presenciales, para Pedro Mancilla de IUS Latam, “ese es el punto más crítico, ya que el tiempo es clave en la construcción. De ahí surgió la solución de desarrollar un sistema de capacitación digital que se hiciera cargo de una fuerza laboral cada vez más tecnologizada y con disposición a aprender sobre la gestión de residuos”.
De esta manera, esta es una iniciativa que en pocos espacios de tiempo, basándose en pequeñas cápsulas de aprendizaje y en la gamificación, permite mover cambios culturales desde las bases, “y un punto relevante es que gracias a las franquicias SENCE es costo cero para las empresas”, añade Mancilla.
La importancia de este tipo de capacitaciones “está dada por una nueva serie de prácticas en una industria que históricamente ha estado orientada a una producción lineal y donde al final de su ciclo constructivo se observan toneladas de residuos que dan cuenta de ineficiencias en la toma de decisión a nivel de diseño y arquitectura, en los cálculos de compras de materiales y por consecuencia en impactos en productividad y costos”, cree Pedro Mancilla.
“Capacitar al sector de la construcción y principalmente en áreas operativas, de primera línea frente a los residuos es de suma importancia. Es el paso que faltaba para llevar a la acción la gestión de residuos y ayudar a las empresas al cambio cultural hacia una economía circular. Si no contamos con una masa laboral capacitada para enfrentar los nuevos conocimientos y prácticas que se están desarrollando en la industria, no podremos generar cambios reales al interior de la obra”, advierte Cuevas.
Relación con perfiles de ChileValora
Como cuentan los creadores del curso digital, estas capacitaciones están desarrolladas por un equipo de expertos en la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD). Personas con años de experiencia en obra, que trabajan de cerca con jornales, carpinteros y supervisores, creando protocolos, metodologías de segregación y aplicando planes de gestión de residuos en obra.
“Es por esto que este curso ha sido pensado desde esa experiencia y desde esas observaciones levantadas desde la misma obra, entendiendo las necesidades particulares que surgen en cada puesto de trabajo, donde además de poner a disposición un conocimiento, propone un enfoque organizacional, considerando la gestión de los residuos, de manera jerárquica”, puntualiza Cuevas.
Y Mancilla añade que “esta misma lógica es con la cual se desarrollan los perfiles ambientales para la construcción en ChileValora. Una lógica de entregar herramientas a las personas para que se desarrollen dentro de sus puestos de trabajo, utilizando la experiencia en obra para entender la forma más eficiente de funcionamiento dentro un proyecto en construcción”. Además, los perfiles se desarrollan bajo una metodología y una estructura particular, para entregar los conocimientos y esta es la misma que se considera en el desarrollo del curso, siempre de menos a más.
Por otra parte, para los organizadores es importante entender que estos conocimientos son considerados un cambio cultural dentro de la obra, y que la forma en que se comunican las diversas acciones, con enfoque en la gestión de residuos, tanto en los perfiles de ChileValora como en el curso, es una forma sencilla, cercana y amable al entendimiento de las personas que lo estudian, con la idea de que estos conocimientos sean rápidamente entendidos, pero que también provoquen cambios positivos en los hábitos en el funcionamiento logístico de la empresa.
Avances y desafíos
A la fecha, la iniciativa lleva dos años de desarrollo y a partir de 2022, han logrado diseñar, programar y tener operativo el curso de gestión de residuos en una plataforma digital a la cual pueden acceder los usuarios y realizar su proceso de aprendizaje. “Comenzamos en 2022 con las primeras experiencias piloto y lanzamos en “Edifica” la posibilidad de que las empresas interesadas se sumaran al desafío de capacitar a sus dotaciones, invitación a la cual se han integrado más de 100 constructoras y con quienes hemos estado trabajando en la preparación de las capacitaciones digitales para enero de 2023”, afirma Joaquín Cuevas.
De estas conversaciones, “las mismas empresas revelaron un alto porcentaje de trabajadores migrantes, especialmente desde Haití, los que nos llevó a desarrollar una versión del curso en lenguaje creole, ampliando el alcance del proceso de capacitación en las obras y generando un proceso mucho más inclusivo para todos los trabajadores y trabajadoras”, cuenta Pedro Mancilla.
Entre los desafíos que se vienen, están seguir avanzando en la introducción de la cultura digital para abrir espacios de desarrollo en las obras. “En ese sentido, el valor de la plataforma que hemos desarrollado es que admite gran diversidad de contenidos y con ello la posibilidad de que la industria de la construcción acceda a nuevos aprendizajes. También representa un salto en la forma de capacitar, sentando las bases de un nuevo estándar de capacitación que incluye la interacción digital y con ello, la capacidad de levantar datos en tiempo real, monitorear el proceso de capacitación lo que permite tomar mejores decisiones en ese ámbito”, precisan los profesionales.
A corto plazo, ambos quieren ir sintonizando con la cultura de cada empresa, las necesidades de la industria y convertir al formato digital de aprendizaje, ampliando la oferta de capacitación para lograr introducir la economía circular en la industria.
Otro de los desafíos tiene que ver con el alcance de este proyecto. “Queremos lograr un curso de gran calidad en sus conocimientos y en la forma de comunicar estos, para que estos provoquen emoción en quienes lo estudian, que sea la nueva forma de generar cambios conductuales en las personas. De esta manera, poder traccionar y acelerar un cambio cultural dentro de las obras, que consideramos urgente”, comenta Mancilla, mientras que Cuevas cree que “debemos ser capaces de sembrar en tierra fértil la semilla de la sostenibilidad para que esta crezca fuerte, sana y se multiplique por todas las obras y hogares del país”.
Tras un recorrido por la Feria Edifica 2022 y con el fin de estrechar la colaboración y fortalecer la vinculación entre el sector público, privado y academia, se firmó este acuerdo que pretende fomentar el desarrollo sostenible de la industria.
Con la visión de establecer en Chile la cultura de una construcción circular, que permita el desarrollo sostenible de la industria, se firmó un compromiso para impulsar la Estrategia de Economía Circular en Construcción, una iniciativa de creación colaborativa en la que participaron como actores activos la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Instituto de la Construcción (IC) y Construye2025 de Corfo, programa impulsado por Corfo.
Esta firma se realizó en el marco de Edifica 2022, la feria de construcción más importante de Hispanoamérica que, tras tres años, volvió a la presencialidad, mostrando las principales innovaciones de la industria y, además, generando conciencia en el sector, con un espacio dedicado a la gestión de residuos, dando cuenta del impacto que estos generan en el entorno.
La ceremonia contó con la participación de Pedro Plaza, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción y presidente del Consejo Sostenibilidad de la misma entidad; Ricardo Fernández, presidente del Instituto de la Construcción; Pablo Ivelic, presidente de Construye2025, además de Ximena Ruz, directora de la Agencia Sustentabilidad y Cambio Climático y Fernando Hentzschel, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo.
Tras un recorrido por la feria y en el marco de la Semana de la Productividad, que también se desarrolló en esta exposición, los representantes de las tres entidades relacionadas a la estrategia, sellaron este compromiso, con la firma de un acuerdo que busca estrechar la colaboración y fortalecer la vinculación entre el sector público, privado y academia impulsando la mirada circular en la industria de la construcción.
La economía circular, en este sentido, se presenta como un medio para avanzar en la sostenibilidad de la industria de la construcción, abriendo múltiples oportunidades de innovación y nuevos modelos de negocio y emprendimiento para todos los actores de la cadena de valor, permitiendo un uso más eficaz de los recursos, minimizando los residuos e impactos ambientales desde el diseño. Así, la estrategia busca generar un plan de acción público-privado al 2025, en el marco de la Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular al 2040.
Con esta hoja de ruta, Chile se posiciona como un país pionero en la materia. Por esta razón, la Construcción quiso avanzar en este desafío trasformador y desarrollar de forma colaborativa esta estrategia sectorial.
Para la Cámara Chilena de la Construcción esta iniciativa resulta fundamental para el desarrollo de la industria y se enmarca dentro de uno de los pilares del COMPROMISO PRO que impulsa a las empresas y obras de construcción a mejorar su desempeño para que el impacto en la sociedad sea cada vez más positivo.
Desarrollo colaborativo
La estrategia de economía circular en la construcción pretende establecer en Chile la cultura de construcción circular, entendiéndola como una oportunidad para el desarrollo sostenible, social, ambiental y económico de la industria, a través del incentivo de iniciativas coordinadas entre el sector público, privado, la academia y la validación ciudadana.
Estas alianzas han sido cruciales para lograr los objetivos desde un estilo de colaboración que han permitido co-crear la estrategia de economía circular en construcción y ponerla en práctica.
Frutos tempranos
Como frutos tempranos de esta estrategia de economía circular, se han ejecutado el Acuerdo de Producción Limpia de Valparaíso y la “mesa interregional de Gestión de Residuos: Hacia la Economía Circular”, iniciativas que buscan extender este esfuerzo a nivel nacional, iniciando en Antofagasta, Puerto Montt y Punta Arenas.
En el caso de los Acuerdos de Producción Limpia (APL), su principal eje de acción es la colaboración; es decir, la promoción de alianzas para impulsar soluciones a temas ambientales que preocupan al país y a las personas. En el caso del APL de Valparaíso está en línea con el trabajo que se ha realizado en la hoja de ruta de economía circular de nuestro país y, principalmente, con la estrategia para avanzar hacia una cultura de construcción circular, mediante la gestión coordinada y colaborativa entre los distintos actores de la cadena de valor en la región de Valparaíso.
También destaca la creación del Comité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, con más de 30 representantes de la academia, entidades públicas y privadas que participan activamente en sesiones colaborativas para proponer y concretar acciones libremente y de acuerdo con sus capacidades, propiciando sinergias.
Asimismo, también desde Construye2025 trabajan en acelerar la transformación de la construcción promoviendo la innovación y la sustentabilidad, mediante la articulación entre actores públicos, privados y la academia. Una iniciativa destacada, en esta materia, es el Reto de Innovación en Economía Circular en Construcción, convocado por Corfo, desafiando al sector a hacer un uso más eficiente de los recursos y a disminuir sus pérdidas utilizando nuevas soluciones tecnológicas y modelos de negocios circulares.
Sobre la Estrategia de Economía Circular en Construcción
La Estrategia de Economía Circular en la Construcción, es una iniciativa promovida por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Instituto de la Construcción (IC) y el programa Construye2025 de Corfo, que cuenta la facilitación técnica de la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT y pretende promover en Chile la economía circular, viéndola como un desafío y al mismo tiempo como una oportunidad que permita el desarrollo sostenible, social, ambiental y económico de la industria de la construcción, a través del incentivo de iniciativas coordinadas entre el sector público, privado y academia.
Con la visión de “establecer en Chile la cultura de construcción circular, que permita el desarrollo sostenible de la industria”, la Estrategia tuvo su puntapié inicial en noviembre del 2020, cuando distintos representantes de las instituciones líderes y autoridades nacionales invitaron a adherir.
Este proyecto es de carácter nacional y busca impulsar medidas que disminuyan la demanda de recursos, lograr menor impacto ambiental, la regeneración del medio ambiente y protección del patrimonio ambiental, junto con la mejora de la calidad de vida de las personas. Sumado a esto, también instala la oportunidad de innovación y nuevos modelos de negocio circulares, para generar una reactivación económica verde posterior al escenario de pandemia.
La Estrategia de Economía Circular en Construcción tuvo un proceso de co-construcción que contó con la participación de más de 800 profesionales del sector a nivel nacional, en charlas y talleres para identificar las iniciativas prioritarias al año 2025.
La Estrategia cuenta con 11 iniciativas, de acuerdo con 6 ejes, cuyos objetivos son:
1. FORMACIÓN: Contar con profesionales, técnicos y operarios capacitados para realizar proyectos que incorporen la economía circular en el sector construcción.
2. MARCO NORMATIVO: Resolver asimetrías de información respecto al marco normativo y fortalecer colaboración entre sector público y privado para desarrollo normativo.
3. BENCHMARKING Y DIFUSIÓN: Visibilizar casos, datos e indicadores para fomentar la incorporación de conceptos de economía circular e innovación en etapas tempranas de proyectos, involucrando a toda la cadena de valor.
4. INNOVACIÓN: Generar instancias de vinculación entre empresas, academia y ecosistema emprendedor para favorecer innovación en economía circular.
5. INCENTIVOS: Generar incentivos que permitan promover que el sector privado cultive una cultura de Economía circular
6. COLABORACIÓN: Crear espacios de encuentro, intercambio de conocimientos, colaboración y construcción de confianza para producir sinergia entre los distintos actores de la cadena de valor de la construcción e industrias relacionadas.
De este modo, la estrategia permitiría guiar y coordinar el desarrollo de diversas iniciativas en el sector, lideradas por distintos actores y en diferentes regiones, de modo tal de potenciar el alcance y evitar duplicidad de esfuerzos. Asimismo, permitirá generar herramientas habilitantes para la innovación y el avance en reducción impactos ambientales de las empresas, tal como la prevención y gestión de residuos, reducción de emisiones y mejora de la productividad.
Para más información, puede visitar: https://economiacircularconstruccion.cl/
EDIFICA, la Feria Internacional de la Construcción, volvió a la presencialidad en su edición 2022, con foco especial en el crecimiento sostenible de la industria, generando espacios para conocer avances tecnológicos y distintas iniciativas que ayudarán a mejorar la productividad de las empresas, la operación de los proyectos, además de contribuir a superar el déficit habitacional.
La inauguración de la exhibición estuvo encabezada por el Presidente de la República, Gabriel Boric; los ministros de Vivienda y Urbanismo y Obras Públicas, Carlos Montes y Juan Carlos García; el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Antonio Errázuriz; y el gerente general de Fisa, Francisco Sotomayor, entre otras autoridades públicas y privadas.
La feria de la Construcción se realiza entre este 4 y 6 de octubre en el nuevo recinto ferial más grande de Chile, Parque FISA, ubicado en la ruta 68 kilómetro 16, comuna de Pudahuel.
En el marco de la inauguración, el Presidente Boric, reafirmó, en relación a materias de vivienda, el compromiso por cumplir la meta de 260 mil viviendas durante su periodo. “Sabemos que es una meta ambiciosa, pero con la colaboración del sector público y privado, lo vamos a lograr”.
Por lo anterior aseguró que, como Gobierno, se espera “acortar sustancialmente los plazos de entrega hasta en un 30%, y dar mayores certezas a las familias que esperan un espacio propio en donde puedan vivir seguras y dignamente, disfrutar de su intimidad”.
En la instancia, el Presidente Gabriel Boric relevó el trabajo materializado en la recientemente presentada Ley de Presupuesto 2023 y destacó la relevancia que tiene la seguridad como concepto en ella.
En tanto, el presidente de la CChC, Antonio Errázuriz, destacó la disposición del Gobierno “para encontrar respuestas efectivas a los problemas que nos están afectando”, dado que, según señaló, “la industria de la construcción está pasando por momentos complejos”.
En esa línea, valoró la buena disposición del Gobierno para encontrar respuestas en conjunto, que ha quedado reflejada en distintas medidas de los ministerios sectoriales y algunos de los contenidos del plan pro inversión, especialmente la garantía estatal al pie para la vivienda y el aumento de presupuesto para obras de infraestructura pública.
EDIFICA 2022
Durante esta nueva versión, Edifica contará con más de 300 expositores. Junto a esto, se ha dispuesto un espacio al aire libre en el que se realizarán demostraciones constructivas en vivo durante todos los días de la Feria.
El miércoles 5 de octubre, se dará a conocer el Primer Estudio de Caracterización de la Mujer en la Construcción, realizado por la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile y la Cámara Chilena de la Construcción, a través de la Comisión de Mujeres.
Además, el jueves 6 de octubre el encuentro pondrá foco en la sostenibilidad y el cuidado del ambiente. En ese contexto, será posible conocer cómo se implementan en obras de la construcción modelos de economía circular, a través de la gestión de sus residuos. Parte de esta experiencia, estará reflejada en una exhibición permanente de emprendedores dedicados al manejo de desechos, que han logrado darles nueva vida, creando productos como sillas, mesas, juegos de terraza, entre otros.
Edifica 2022 estará abierto al público hasta el jueves 6 de octubre, desde las 10:00 y las 18:00 horas. La organización de la feria también ha dispuesto de manera gratuita, buses de acercamiento desde la estación intermodal Pajaritos, con recorridos de ida y vuelta, de 8:30 a 18:00 horas.
La Plaza de la Industrialización y Sostenibilidad Ambiental, en el que estarán presentes los socios del Consejo de Construcción Industrializada, está imperdible. En vivo habrá montajes y desmontajes de viviendas, instalación de baños prefabricados y muchas demostraciones para ser cada día más eficientes en el uso de recursos. Todo esto y mucho más en el marco de la feria más importante de Hispanoamérica, Edifica 2022, que tiene rápidos accesos, buses de acercamiento y múltiples actividades para disfrutar el día completo en la feria.
Una vivienda que se monta y se desmonta en unas pocas horas. Un baño con todo listo para conectar a la red y que se instala en obra en unos minutos. Casas modeladas en BIM para una eficiente coordinación de actores y una rápida ejecución en terreno. Estos son sólo algunos de los casos que nos sorprenderán en Plaza de la Industrialización y Sostenibilidad Ambiental.
La Plaza tendrá lugar en el marco de Edifica 2022, entre el 04 y 06 de octubre, en el nuevo Parque Fisa, ubicado la ruta 68, kilómetro 16 en la comuna de Pudahuel, a pocos minutos del Aeropuerto Internacional de Santiago. Para que nadie falte, hay rápidos accesos para llegar a este recinto, buses de acercamiento gratuitos desde el Metro Pajaritos y un nutrido programa para vivir una gran experiencia durante todo el día.
En la plaza conviven armónicamente grandes empresas y emprendedores, soluciones provenientes desde Santiago y desde Regiones, avanzada tecnología y creatividad. Es decir, una amplia variedad de casos para conocer todos los secretos de la industrialización y la sostenibilidad ambiental en el sector construcción.
Imperdible! Todos invitados!
Más información: www.edifica.cl
El organismo de las Naciones Unidas eligió la prefabricación para el edificio norte ubicado en Vitacura, donde la implementación de BIM permitirá la coexistencia integrada y anticipada de múltiples especialidades.
Luego de más de un siglo de historia, el edificio sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), necesitaba renovarse. Unos 2.600 m2 de superficie interior con espacios de oficinas y áreas comunes para cerca de 145 funcionarios exhibirán un nuevo diseño, que considera una moderna y eficiente metodología de construcción.
“Dadas las características del edificio existente a desmantelar y la modulación del diseño arquitectónico propuesto, el desarrollo de obras se perfila con características propias de un montaje industrializado como optimización a las de un proceso tradicional de edificación”, explica el arquitecto Andrés Venegas Hunt, quien lidera el proyecto.
Según el profesional, la prefabricación será clave en todo el perímetro de la edificación. “Se proyecta una segunda fachada en madera laminada, constituida de pórticos iguales con uniones mecanizadas. Su ensamblaje y tratamiento superficial puede ser realizado completamente fuera de la obra, para posteriormente ser montados en terreno”, comenta.
La segunda piel del edificio es, además, el soporte para una superestructura de vigas de acero estereométricas, que constituyen una superficie en cubierta para instalar una planta solar fotovoltaica. “Dichas vigas son, igualmente, elementos iguales y repetitivos, cuya fabricación será externa al sitio de construcción, para posteriormente ser montadas sobre dispositivos estructurales dispuestos en la estructura modular de madera laminada”, detalla Andrés Venegas.
Para el arquitecto, uno de los principales impactos de la industrialización, que considera la adopción de prefabricación es la disminución del impacto ambiental de las obras. “La construcción es una de las principales productoras de gases de efecto invernadero de entre todos los rubros económicos y los pasos a seguir deben ser decisivos, para avanzar en su descarbonización, mediante la adopción de procesos eficientes, propios de la industrialización y la mínima generación de residuos”, afirma.
BIM de principio a fin
Una de las complejidades del proyecto de renovación del edificio norte de la CEPAL es que implica intervenir una estructura preexistente. Además, se incorporarán tecnologías adicionales e innovadoras que no se encuentran en proyecto tradicional de este tipo. Por eso, la implementación de BIM es clave, según Venegas, ya que así se podrá abordar de forma integrada y anticipada la coexistencia de múltiples especialidades.
“El uso de BIM, desde las primeras etapas del diseño, se pretende extender hacia la etapa de construcción e, incluso, a la posterior operación del edificio, siempre teniendo como objetivo la integración de los sistemas, en un modelo cuyo objetivo es la eficiencia en el consumo y la sostenibilidad en la operación”, afirma el arquitecto.
Igualmente, el proyecto pone énfasis en la economía circular, entendiendo el ciclo de vida completo de los materiales. “Una sistematización en las faenas de retiro y clasificación de elementos constructivos tendrá como prioridad la reutilización o reciclaje, para que solo en última instancia se deba realizar una disposición final en depósitos de residuos autorizados”, detalla Andrés Venegas.
En este ámbito, el plan de reciclaje considera mecanismos de trazabilidad que permitirán llevar un registro de las posibilidades de reutilización. Además, para apoyar a pequeños productores y proveedores, el proyecto contempla la utilización puntual de revestimientos sustentables artesanales locales y el uso de materias primas provenientes de elementos vegetales.
El nuevo Edificio Norte de la CEPAL es una oportunidad para mostrar las ventajas del modelo de desarrollo sostenible en la construcción, pues considera producción de energías limpias, innovación y otros elementos que responden a la crisis climática. “Para el medio local, CEPAL ofrece su proyecto como modelo de estudio para la transición hacia proyectos públicos o privados de Energía Neta Cero”, sostiene el arquitecto encargado del proyecto.
Por lo anterior, el organismo ha colaborado con organizaciones y programas como Construye2025, Planbim, la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) y Mujeres en Construcción, entre otras, para -de manera mancomunada- avanzar en la concreción de un proyecto que aspira a ser un referente en la sostenibilidad como modelo de desarrollo.
Por Marcos Brito, gerente de Construye2025
Este año, Edifica, feria organizada por la Cámara Chilena de la Construcción, hace eco de nuestra Hoja de Ruta 2022-2025, poniendo foco en la construcción industrializada y la economía circular, a través de la Plaza de la Industrialización y Sostenibilidad Ambiental.
Con 10 prototipos de vivienda a escala real y múltiples montajes en vivo, podremos apreciar los beneficios de la industrialización en la construcción, y entenderemos porqué el Minvu ha optado por este camino para el Plan de Emergencia Habitacional.
Asimismo, en esta plaza se podrá asistir a demostraciones de sostenibilidad en economía circular, BIM, seguridad laboral y eficiencia energética e hídrica. Allí se podrán conocer experiencias prácticas para disminuir los residuos, evitar accidentes en obra y ahorrar agua y energía durante las faenas. Además, no podían quedar fuera los casos concretos de emprendimiento que apuntan directamente a mejorar y optimizar el ciclo de vida de materiales y recursos de un proyecto de construcción.
El enfoque de Edifica 2022 es muy interesante y relevante, dado que en la última versión de esta feria internacional (2019) estos temas derechamente no se hablaban o eran muy incipientes. Antes, solo unas pocas empresas se atrevían a desafiar el status quo de nuestra industria para iniciar un camino más complejo, pero que les ha permitido ver resultados antes que al resto. Imposible no destacar -entre otros- los casos de Axis Desarrollos Constructivos, Echeverría Izquierdo y Viconsa, que nos han demostrado que es posible ser productivos y sostenibles, al mismo tiempo.
Destaca, además, que se podrá realizar visitas guiadas al Parque de Innovación CTeC, cercano al recinto ferial de Edifica. Asimismo, recorrer y participar en diversos roadshows, que la feria tiene programados y participar en un nutrido programa de presentaciones y ceremonias, como la importante firma del Acuerdo de Colaboración entre CChC, IC y Construye2025, para implementar en conjunto la Estrategia de Economía Circular en Construcción.
Hoy, desde Construye2025, sentimos que el camino iniciado hace siete años rinde sus frutos y una prueba de ello es el programa de Edifica 2022. Estamos seguros que, de ahora en más, la industria de la construcción podrá seguir transitando por la senda de las transformaciones que tanto ha costado plantear y poner en marcha en el sector.
Expositor: Guillermo Penagos, coordinador de proyectos, Cátedra UNESCO de Sostenibilidad – UPC.
Este innovador producto para la construcción, liderado por la Universidad Católica del Norte, va en la línea de la sostenibilidad que impulsa la CChC La Serena, con el objetivo de mejorar los estándares de esta industria, hacerla más competitiva, sostenible y productiva.
La industria de la construcción lleva ya un buen tiempo, vinculada a generar cambios en la manera de hacer las cosas en pro de la sostenibilidad. Desde esta mirada, la CChC La Serena apoya y promueve las buenas prácticas de sus empresas socias y, por cierto, las iniciativas público-privadas que impulsan el desarrollo sostenible del sector. Una de ellas, es este proyecto liderado por la directora de la Escuela de Prevención de Riesgos y Medioambiente de la UCN, Begoña Peceño y financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R).
Se trata del primer prototipo de ecopaneles elaborado con residuos acuícolas, producto de alta resistencia al fuego, para uso interno y con importantes ventajas comparativas. “Incorporar un residuo, en este caso, las conchas de moluscos, significa generar una mayor economía, por lo tanto, es más barato; reducimos en un 3% las emisiones de huellas de carbono y la necesidad energética de combustible. Cumple además, con todos los estándares más exigentes de la normativa chilena y es un producto que funcionaría perfecto en cualquier lugar de Chile”, destaca la investigadora del proyecto, Begoña Peceño.
Durante la presentación, el doctor en Ingeniería Ambiental de la Universidad de Sevilla, Carlos Leiva hizo referencia a la potencialidad de incorporar residuos en materiales de construcción destacando que “los beneficios de esto son para las diferentes industrias, ya que podrían ser capaces de absorber residuos que son depositados masivamente en vertederos y tiene además, un beneficio social porque mejoramos la calidad y vida de las personas, plantas y animales. Las nuevas condicionantes de la sociedad están llevando a que todas las industrias que producen grandes emisiones, se vayan adaptando a iniciativas como estas”.
Por su parte, el vicepresidente de la CChC La Serena, Felipe Páez destacó “como gremio apoyamos este tipo de iniciativas, porque sin duda, es coherente con el impulso que damos a la sostenibilidad, a través de nuestro Compromiso Pro y con sus distintos pilares queremos mejorar nuestro estándar y ser una industria 4.0. Sabemos que esto es un proceso lento y que requiere de adaptación, lo importante es que estamos en este desafío y convencidos de seguir avanzando”.
Fuente: CDT
Primera plataforma a nivel nacional orientada a la elaboración de pasaportes de materiales y gestión de activos inmobiliarios de manera sostenible, a través del registro de información técnica, de sustentabilidad, toxicidad y circularidad, de los materiales, productos y componentes que conforman la edificación, mediante este proceso se efectúan cálculos, se generan indicadores y reportes, que aportan valor para su actual uso, recuperación y reutilización, apoyando de esta forma la gestión sostenible de los activos.
El Pasaporte de Materiales, es una iniciativa pionera en innovadora a nivel nacional y regional, y cuenta para la primera etapa con el apoyo de Falabella, AZA Acero Sostenible y Volcán, quienes son parte del proceso de pilotaje y validación de esta iniciativa.
Daniel Berdichevsky, gerente de Proyectos y Construcción de Falabella Inmobiliario
“Alineados a su estrategia de sostenibilidad y conscientes de contribuir en la mitigación del cambio climático, Falabella fue una de las tres empresas que decidió apoyar esta Plataforma pionera nivel nacional y regional.
Innovar en nuestra industria es necesario, por ello valoramos el ‘Pasaporte de materiales de construcción’ que ha desarrollado el Green Building Council Chile y el Centro Tecnológico para la Innovación en Construcción. Esta solución tecnológica es relevante para el sector, ya que beneficiará directamente la gestión de activos sostenibles.
Esperamos que el piloto avance, tenga buenos resultados y la iniciativa se pueda desarrollar en todo el rubro. Los buenos proyectos se deben replicar”. La compañía está activamente trabajando en las construcciones sustentables, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental de nuevas edificaciones, ampliaciones y remodelaciones”.
Sandra Arzola, jefe de Marketing Aceros Aza
“Pasaporte de Materiales para la Construcción es una iniciativa que está completamente alineada con la filosofía de Aceros AZA. Es un proyecto que aporta al desarrollo sustentable de los materiales que se utilizan en la construcción, impulsando así la economía circular y el cuidado del medio ambiente.
Aceros AZA es una empresa profundamente comprometida con el cuidado del medioambiente y para ello, está permanentemente buscando iniciativas y soluciones que permitan disminuir los impactos ambientales en la industria de la construcción. Hoy, este sector es responsable por cerca del 30% de la emisión de gases con efecto invernadero en el mundo. Además, no más del 7% de los insumos son reciclado o reutilizados. Claramente, esto indica que la construcción debe avanzar colaborativamente en generar instancias en esta materia.
Por esto, Aceros AZA se compromete a apoyar el proyecto que plantea el CTEC y Chile GBC. Estamos convencidos como empresa que conocer adecuadamente la trazabilidad de los insumos de la construcción y su posterior revalorización, es fundamental para avanzar en la economía circular y dejar, definitivamente de lado, la economía lineal que tanto daño ha generado para nuestro planeta”.
Ricardo Fernández, gerente Técnico y Desarrollo Sostenible de Volcán
“Para Volcán ha sido de gran interés participar en esta plataforma, queremos contribuir a identificar Proyectos Inmobiliarios Sostenibles y avanzar en Economía Circular.
El desarrollo del Pasaporte de Materiales para la Construcción ha sido un trabajo de Innovación abierta con entidades como CTEC, Chile GBC y Falabella. Sólo podemos avanzar de buena forma, trabajando colaborativamente y generando ecosistemas que apunten a objetivos comunes y en plazos acotados.
El conocer los impactos ambientales y aportes de los materiales y componentes del edificio, permitirá tomar buenas decisiones en modificaciones y en la deconstrucción del edificio, permitiendo tener trazabilidad con una información verificada por terceros. Esperamos que esto sea un incentivo para que los proveedores consideren como herramientas de trabajo las declaraciones ambientales de productos y en el futuro nos manejemos en base a ecoetiquetados”.
La implementación de esta plataforma, se proyecta como un impacto positivo en el sector, al incrementar o mantener el valor de los materiales, productos y componentes de construcción a lo largo del tiempo; facilitando que desarrolladores seleccionen materiales de construcción circulares, sostenibles y saludables; promoviendo el diseño con materiales más sustentables y circulares; facilitando la trazabilidad del flujo de materiales de construcción en un activo inmobiliario; disponibilizando información ambiental de productos y materiales de construcción; fomentando los incentivos y garantías para materiales secundarios y las compras sustentables, y facilitando la logística inversa o devolución de productos, materiales y componentes, cerrando ciclos, y fomentando de esta manera una construcción más consciente con el medio ambiente y en sintonía con el desafío país de avanzar hacia la carbono neutralidad.
Fuente: CTEC
Por Paola Valencia, gerenta de Sostenibilidad de E3
Como ya es ampliamente conocido, según el último reporte de Global Alliance for Building and Construction, el sector vinculado a edificación es responsable del 38% de las emisiones globales de GEI, donde un cuarto de éstas corresponde a las emisiones generadas en los procesos de producción de materiales, transporte y construcción. Por lo tanto, hoy en día se sabe que tres cuartos de las emisiones del sector corresponden a carbono operacional y un cuarto a carbono incorporado.
Sin embargo, ya hace muchos años que sabemos que el sector construcción es responsable de éste y otros impactos ambientales y ha sido uno de los sectores más lentos en incorporar cambios de buenas prácticas no sólo medioambientales, sino también de innovación, tecnológicas y sociales. Y ¿por qué ocurre esto? Bueno, por algo muy simple, porque al menos en Chile este sector compite sólo por costos directos y no considera los costos indirectos. Esto quiere decir que no paga impuestos por los diferentes impactos que genera. Un ejemplo muy claro de esto es que es más barato botar basura que valorizarla. Esto es grave, porque esos impactos ambientales los terminamos pagando todos, dado que el estado invierte un porcentaje no menor del presupuesto nacional en mitigación de daños ambientales, tales como planes de descontaminación, subsidios a familias de zonas saturadas, reforestación, gastos en salud por consecuencia de la contaminación y tantos otros.
Un gran desafío que tenemos en el sector construcción es lograr que nuestros procesos sean ambiental y socialmente responsables y para lograr esto, una de las herramientas más potentes son las certificaciones medioambientales, pero cuando promovemos estos sistemas, lo primero que encontramos por parte de la industria es la respuesta “es más caro”.
Por ello, es muy relevante avanzar a nivel nacional en levantar datos sobre los impactos ambientales vinculados a los procesos productivos y reflejar esto en los costos de producción, tomando para esto uno de los principios de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, que señala que “El que contamina paga”. En este contexto, todos los procesos productivos deberían pagar impuestos ambientales de acuerdo con su nivel de impacto y, bajo este concepto, claramente un proyecto certificado con estándares de sustentabilidad tendería a ser más económico que uno no certificado.
Las certificaciones medioambientales de edificios también tienen un rol fundamental en la generación de datos e información ambiental sobre los procesos de producción, construcción y operación de los edificios e infraestructura. Es así como hace más de 20 años que se han implementado certificaciones medioambientales en el mundo, que buscan cambiarle la cara a la industria hacia una más responsable y verde. En ese sentido, se destaca a Chile como uno de los países que no sólo ha implementado sistemas internacionales, sino también desarrollado e implementado sistemas nacionales que ayudan a movilizar al sector a incorporar prácticas de menor impacto ambiental.
Es por esto que vale la pena destacar cómo están abordando la reducción de emisiones de GEI los sistemas de certificación medioambiental que están operando en Chile y que son las certificaciones internacionales LEED y EDGE, y las certificaciones nacionales CVS y CES. En ese sentido, se destaca que todos los sistemas tienen un enfoque de ciclo de vida para abordar la promoción de reducción de energía y por ende de emisiones de GEI, aunque claramente algunos la abordan con mayor profundidad que otros. Los temas en los que coinciden la mayoría de estas certificaciones son premiando el uso de materiales y productos que documenten la energía incorporada en sus procesos, medidas de eficiencia energética en el diseño del edificio, en los equipos de iluminación, climatización, agua caliente sanitaria y la incorporación de energías renovables.
Y al igual que las certificaciones anteriores la Certificación Edificio Sustentable se destaca por promover la eficiencia energética con enfoque de ciclo de vida, ya que premia a los proyectos que documenten la energía incorporada en los materiales, medidas de eficiencia energética en el diseño arquitectónico, en diseño de iluminación, en sistemas de climatización y de agua caliente sanitaria y a los que incorporen energías renovables.
Fuente: CES
A juicio de la exvicepresidenta de la Sociedad Chilena de Derecho de la Construcción, hoy se vive una crisis bastante importante, lo que exige soluciones más desafiantes y dejar de hacer lo que hemos venido haciendo por años.
En el 14º Congreso Anual de AICE, la abogada por la Universidad de Chile y Master of London School of Economics and Political Science, expuso el tema “De la Competencia a la Colaboración: el cambio que se viene en Proyectos de Construcción”, en la que se refirió al estado actual de las relaciones contractuales en la industria y la importancia de hacer un cambio de paradigma en los profesionales que integran el sector, de manera de prevenir el surgimiento de controversias y mejorar los niveles de productividad.
Con más de 20 años de experiencia en Derecho de la Construcción en Chile y otros países de Latinoamérica, Radovic es especialista en manejo de conflictos para contratos de ingeniería y construcción y árbitra del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago, Dispute Board de la Cámara de Comercio de Lima, Mediadora, representante en Chile de la Dispute Resolution Board Foundation y fundadora y exvicepresidenta de la Sociedad Chilena de Derecho de la Construcción.
Desde una de sus visitas como Dispute Board a varios proyectos en Perú, la profesional conversó con AICE y profundizó en los temas presentados.
¿Cuál es la visión de cambio necesaria para el sector construcción?
No solo en Latinoamérica, sino que también en el mundo, los resultados de los proyectos están en franco detrimento y, en el fondo, la idea más básica de todo esto es tomar conciencia que si seguimos aproximándonos en la gestión de los proyectos con una mirada transaccional, competitiva y cortoplacista, no vamos a tener mejores resultados, porque eso ya lo probamos y no está dando los resultados que daba, a lo mejor, hace 50 años atrás.
Y esto tiene que ver con un cambio del escenario en el cual se desarrollan los proyectos: un escenario país mucho más complejo, más incierto, más dinámico, más intrincado, donde ya no nos podemos dar el lujo de competir entre las dos partes de un proyecto. Al parecer, la solución que nos permitiría avanzar es hacer un cambio cultural en el que las dos partes aprendan a ser más asertivas y honestas y aprendan a trabajar de manera mancomunada para resolver los muchos obstáculos que los proyectos van presentando a lo largo de su ejecución, en vez de competir en cada una de las decisiones para ganar yo y perder tú.
Esto habla de productividad con sostenibilidad.
Exacto, en este caso, uno también podría mirarlo como una forma de sostenibilidad, pero en este caso sería la sostenibilidad de los vínculos comerciales del sector de la construcción. Quizás hoy puedo ganarte en algún aspecto específico de este contrato, pero lo más probable es que te pierda como contratista o bien, la próxima vez que trabajemos juntos quieras resarcirte por el abuso que cometí, entonces eso va detrimentando el mercado y las posibilidades de mejorar resultados en proyectos futuros. Entonces, al ser relaciones de largo plazo, las tenemos que construir y aprender a cuidar.
¿Esta visión con los proveedores y contratistas es posible extenderla a la relación con las comunidades de cada proyecto?
Este es un paradigma que debiera afectar las relaciones de las partes de un proyecto con todos los stakeholders de los proyectos y uno de ellos es la comunidad. Al menos la actitud debe ser de escucha, de diálogo y de cooperación, en la medida que las posiciones de los distintos actores puedan ser trascendidas y podamos mirar los intereses de cada uno para encontrar puntos de intersección entre todos y crear soluciones que permitan satisfacer la mayor cantidad de intereses, siempre teniendo presente los objetivos del proyecto, que son el marco en el que deben centrarse las soluciones.
¿Es un cambio cultural el que se necesita?
Esto surge hace muchos años atrás en el sector de la construcción de países más desarrollados y acá está llegando recién como una tendencia. Entonces uno puede partir por la cultura, pero en Latinoamérica es difícil, porque aún tenemos una cultura en la que impera la competencia y la falta de transparencia. Por ello, lo que podemos hacer es empezar a conocer herramientas que en los países desarrollados utilizan desde hace varios años y a partir de esas mejores prácticas, ir cambiando la cultura. Se trata de estándares contractuales, mecanismos de gestión de conflictos, procedimientos y metodologías que han dado muy buenos resultados, tanto para preservar las relaciones contractuales como para obtener mejores niveles de productividad en los proyectos.
Se habla poco de los marcos contractuales en Chile.
En Chile todavía estamos muy en pañales en el tema del conocimiento y uso de estándares contractuales internacionales. Para poder avanzar en Chile, es clave que los profesionales, ingenieros y abogados de la industria de la construcción tengan acceso a estas herramientas, que las conozcan y aprendan a aplicarlas. A nivel internacional, existen varios estándares contractuales como FIDIC, NEC, FAC-1, que han dado mucho mejores resultados que las fórmulas tradicionales que usamos en Chile y que han sido diseñadas por ingenieros especialistas a la medida de este tipo de proyectos y que están dando buenos resultados, porque permiten trazabilidad, predictibilidad, confianza entre las partes y mejores rendimientos.
Sector público: normativa atrasada
¿Qué pasa con el Estado en las relaciones contractuales?
Han empeorado por dos factores, porque cuando hablamos de contrataciones del Estado y de obras públicas, estamos hablando de satisfacer necesidades públicas; es decir, acá hay un cliente final, que son las personas, que muchas veces son los que pagan el precio de los conflictos entre las partes, que se producen en construcción en obra pública. Y en segundo lugar, también relacionado con lo mismo, porque los fondos que se usan para construir estos proyectos son fondos de todos los chilenos y, por tanto, existe un nivel de exigencia mayor en su utilización. Como si esto no fuera poco, existe un tercer factor, que es el actual marco normativo del sector público para realizar contrataciones del Estado que, en el caso de Chile, es extremadamente anacrónico y rígido. Estas normativas requieren urgentemente ser modificadas y reemplazadas por una regulación más acorde a la realidad actual. Por ejemplo, para expresamente permitir que el Estado utilice estándares contractuales internacionales, que hoy es absolutamente imposible con la Ley de Concesiones y el Reglamento de Obras Públicas.
¿Y se está haciendo algo para cambiar esa situación?
Sé de algunos actores de la construcción que se especializan en obra pública, que están trabajando con la Cámara Chilena de la Construcción en esto, pero a un paso bastante lento y a nivel más bien doctrinario. Mientras la autoridad no tenga conciencia del problema, no lo entienda y, por tanto, no lo priorice, a través del Ministerio de Obras Públicas, esto no va a avanzar.
¿Cuáles serían las mejoras que deberían hacerse para mejorar los marcos contractuales?
El marco regulatorio hay que modificarlo sí o sí, y en ese contexto, lo ideal sería una norma que expresamente permitiera al Estado utilizar en sus contrataciones de obras, estándares internacionales de contratación, con enfoques más flexibles y más colaborativos, de todas maneras menos autoritarios. Lo bueno que tienen esos estándares contractuales es que han sido probados durante muchos años en el mundo, con buenos resultados, mejores que los que tenemos en Chile, en términos de productividad, tanto en plazos como en calidad de las obras, y en costos, pero además, incluyen los mecanismos de gestión de conflictos entre las partes, que previenen llegar a un arbitraje o a un litigio, por lo tanto, pueden generar un importante ahorro para el Estado chileno, que hoy se están produciendo en los contratos de construcción de obra pública en Chile.
Además de que el costo implementación de estos contratos, versus sus beneficios económicos que traen aparejados, son bajos. Se puede ir haciendo de manera gradual o para ciertos proyectos de infraestructura pública que sean especialmente críticos e importantes para Chile.
Hablamos de ahorros en tiempo e inversión.
Claro, ahorros en plazos, para poder llegar con las obras no tan atrasadas como hoy, también de mayores costos que hoy se generan en la ejecución de los proyectos y, además, costos que se generan en los litigios a los que dan lugar los contratos de obra pública hoy.
También esto apunta a la relación entre privados.
Claro, pero la situación en el caso del Estado y privados es más grave.
Enfoques contractuales más colaborativos
En este contexto, ¿cómo ves la situación de la profesión de los ingenieros estructurales hoy y cómo es posible que estos profesionales se protejan?
Es súper importante esta pregunta, porque, de alguna manera, los enfoques más colaborativos de los que hemos estado hablando, integran a todos los actores de un proyecto, juntos, desde el inicio. En este caso, por ejemplo, el ingeniero calculista participa desde el inicio junto con el mandante y el contratista, y es parte de las decisiones más importante del proyecto, no como ahora que las decisiones se van tomando de manera fragmentada y secuencial. Cuando usamos enfoques contractuales más colaborativos, todos los actores, incluso los subcontratistas, se reúnen desde el inicio y actúan mancomunadamente como un equipo que está alineado hacia los mismos objetivos.
En ese sentido, ¿los ingenieros estructurales tienen que transitar hacia un trabajo más colaborativo?
Así es, pero es un trabajo colaborativo donde cada profesional se debe ver a sí mismo como un elemento interconectado con los demás.
Para esto, la tecnología es clave, porque con el uso de medios tecnológicos podemos llevar esa colaboración a la realidad con mayor eficiencia, no solamente usando BIM, por ejemplo, sino que otras plataformas que permiten ese trabajo colaborativo a distancia de manera eficiente, porque son muchos los actores y mucha la información que hay que manejar.
¿Qué mensaje le envías a los socios de AICE?
Los invito a reflexionar e investigar sobre estos temas, porque quizás no suenan como que fuera un tema muy técnico, pero, al menos mi experiencia fuera de Chile, participando en proyectos de construcción de gran envergadura, donde se ha utilizado enfoques contractuales colaborativos, es diametralmente opuesto a lo que se da en Chile. Entonces, si soy un profesional de la ingeniería que quiero obtener buenos resultados y, además, una experiencia positiva, porque con los enfoques competitivos que estamos usando hoy nadie lo pasa bien, el trabajo es muy estresante y los resultados son más bien pobres, yo los invitaría a investigar, a informarse y a tratar de encontrar experiencias concretas y reales, como por ejemplo, la implementación de las obras para los Juegos Panamericanos de Lima 2019, en Perú, donde se utilizaron contratos NEC 3 y los resultados fueron muy satisfactorios.
Espero que de a poco que no solamente los ingenieros, sino que los profesionales que trabajan en proyectos de construcción en Chile nos interesemos por estos estándares y empecemos a empujar los cambios necesarios para que el sector de la construcción vuelva a ser un aporte clave para la economía en Chile.
Fuente: AICE
Por Guillermo Penagos, Coordinador de proyectos, Cátedra UNESCO de Sostenibilidad – UPC
Una mirada global con énfasis regional
En 2020 el Programa de Construcción Sostenible de la Red One Planet publicó un reporte global sobre Economía circular en el Ambiente Construido. En 2021 el Programa hizo un énfasis regional con la publicación de tres nuevos reportes con énfasis en África, Asia y América Latina y el Caribe.
El reporte correspondiente a América Latina y el Caribe fue elaborado por la Cátedra UNESCO de Sostenibilidad en la Universidad Politécnica de Cataluña, la Red RECNET “Reciclar Ciudad” y el Grupo de Resiliencia Urbana en la Universidad SDU de Dinamarca. Este reporte brinda una inmersión a la situación del sector constructor y sus oportunidades para la circularidad en Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá y Perú, presentando políticas, actores clave, estudios de caso y mejores prácticas que cubren diferentes fases y categorías de impacto del ciclo de vida de la construcción, al tiempo que se analiza el aporte potencial de la circularidad en el ambiente construido al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A continuación, se presentan los aspectos más destacados de este informe y se describe la participación del Programa Construye 2025 en su realización.
Retos para la circularidad en el ambiente construido en América Latina
A pesar de que existen grandes diferencias respecto al desarrollo urbano en América Latina y el Caribe, se encuentran algunos desafíos comunes, entre los cuáles se destacan los siguientes:
Factores que pueden impulsar la circularidad en el ambiente construido
Entre los factores impulsores de la circularidad en la construcción, el informe destaca los siguientes:
Construye2025: un referente regional
El desarrollo de un Ambiente Construido Circular exige un enfoque sistémico que considera todas las escalas, desde materiales y componentes hasta edificios, espacios públicos, infraestructuras, barrios, áreas metropolitanas y regiones. Dicho enfoque sistémico requiere la armonización de políticas y regulaciones, así como el compromiso de múltiples partes interesadas, incluidas las agencias de cooperación multilateral y bilateral, los bancos de desarrollo, los bancos privados y otras entidades financieras, los gobiernos nacionales, sub-nacionales y locales, los proveedores de materiales, los desarrolladores urbanos y las empresas constructoras, asociaciones empresariales, profesionales y trabajadores de la construcción, universidades y otros centros de formación, empresas de servicios públicos, así como usuarios y ocupantes.
Es importante la conformación de redes y alianzas que coordinen la interacción entre estos actores y pongan los desafíos basados en la circularidad en el centro de las agendas de innovación, desarrollando, difundiendo, replicando y escalando proyectos demostrativos, mientras se fortalecen los mecanismos de financiamiento. Los autores de este informe encontramos en el Programa Construye2025 un referente regional relevante de este tipo de alianzas y por esto le hemos dado un lugar importante.
El informe puede ser descargado en el siguiente vínculo:
Circular Built Environment Highlights from Latin America and the Caribbean
Para lograr un progreso sostenible, la igualdad de género es fundamental. En Chile y desde el sector construcción, son muchas las mujeres que trabajan para avanzar en un marco de igualdad, equidad y justicia social.
De acuerdo con ONU Mujeres, tras la publicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en 2015, se evidencia que la igualdad de género es fundamental para cumplir las promesas de sostenibilidad, paz y progreso humano.
Es esta Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) proponen una hoja de ruta que “no deje a nadie atrás” en el camino para lograr el progreso sostenible.
“Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres forma parte integral de cada uno de los 17 ODS. Garantizar el respeto de los derechos de las mujeres y niñas por medio de todos estos objetivos es la única vía para obtener justicia, lograr la inclusión, conseguir economías que beneficien a todas las personas y cuidar nuestro medio ambiente, ahora y en las generaciones venideras”, plantean desde ONU Mujeres.
Por ello, quisimos preguntar a mujeres chilenas ligadas a la sostenibilidad y la construcción sustentable, cuál es el rol de la mujer en la sustentabilidad. Estas son sus visiones:
Paola Molina, presidenta de CES: Un manto de colaboración
En el desarrollo sostenible en el sector construcción/edificación es importante destacar el rol que han cumplido las mujeres, en el asentamiento de las bases, instrumentos y planificación. Son muchos los liderazgos femeninos destacados, tanto en el ámbito público, privado como en la academia. Hoy, gracias a su visión sistémica, han colaborado al desarrollo de herramientas como: planificación estratégica, la Calificación Energética, la Certificación de Edificios Sustentable y Vivienda Sustentable, el desarrollo de los Estándares de Construcción Sustentable, el desarrollo de múltiples políticas públicas, han dirigido y/o participado en múltiples documentos e investigaciones; también han colaborado a propiciar iniciativas que reúnen y capacitan a la industria y a los profesionales en diferentes instancias (CChC, CA, GBC, etc.), por nombrar solo algunas.
Es importante destacar que las mujeres con que me ha tocado participar en los diferentes grupos de trabajo, comparten visiones y conocimiento en un manto de colaboración, flexibilidad, coordinación y retroalimentación, generándose un ambiente muy productivo y propicio para afianzar de manera positiva y sólida el desarrollo sostenible con equidad de género en nuestro sector.
Mónica Álvarez de Oro, arquitecta directora de MAO y presidenta de AOA: Cuidadoras naturales
Existe un sentimiento naturalizado en la mujer de cuidar. Somos las cuidadoras naturales de nuestras familias; de nuestros hijos en edad temprana y de nuestros padres en su vejez. Es ese rol, tan impregnado en nuestro adn, el que hace que vayamos más allá del cuidado familiar al cuidado en todos los planos de nuestras vidas y es, sin duda, el cuidado del medio ambiente uno de los que más nos preocupa. Es en ese medio ambiente futuro, donde se desarrollarán nuestros hijos, crecerán nuestros nietos y todas las generaciones que vienen por delante, y es en la sostenibilidad de nuestra forma de vida donde comienza el cuidado a nuestro medio ambiente.
La sostenibilidad en cómo proyectamos nuestras edificaciones, nuestras ciudades y posteriormente en cómo las usamos, deben ser materias donde las mujeres siempre tengamos voz, donde podamos exponer nuestro punto de vista desde este rol de cuidadoras. Finalmente, sostenibilidad no es otra cosa que cuidado a largo plazo.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025: Agentes de cambio y creatividad
Así como nuestras características biológicas nos hacen diferentes, nuestra identidad se basa en una construcción social basada en la cultura y las creencias. Cabe reflexionar, entonces, acerca del contexto histórico que estamos viviendo y nuestro rol en él, tenemos que adaptarnos constantemente a nuevos desafíos. Nuestro rol como agente de cambio y creatividad son claves, así como nuestro particular liderazgo y capacidad de interpretar e impactar positivamente en nuestro entorno. Otro rol fundamental es facilitar la colaboración como una herramienta para impulsar la sustentabilidad en el sector construcción e implementar los cambios que se requieren hacia un mundo más sostenible e inclusivo.
Victoria Opazo, profesional equipo CES: Agentes activos de cambio
Yo creo que uno de los principales rol que tiene la mujer en la sustentabilidad ha sido tomar posición como un agente activo de cambio. Hoy en día, mujeres y niñas están liderando iniciativas que van desde startups hasta cargos ministeriales.
Estando conscientes del entorno que habitamos y con quienes lo compartimos, incorporando a los seres vivos en general, podemos apuntar hacia una sociedad y mundo más consciente, inclusivo y equitativo.
Fernanda Soto, asesora CES: Interés de traspasar conocimientos
Creo que las mujeres por esencia no dejamos de tener como foco la educación, por lo que nos interesa transmitir que lo que se realiza en la arquitectura tiene efectos, tanto en las personas como en los recursos naturales y, finalmente, en los costos asociados a su operación, por lo tanto, tiene efectos en diferentes escalas. El principal rol es el constante interés de traspasar los conocimientos a los actores involucrados y destacar la importancia de la aplicación de la sustentabilidad en la construcción, la cual tiene un gran impacto en el tiempo. Un gran ejemplo, es la cantidad de mujeres en roles técnicos y comunicativos de las instituciones nacionales involucradas en temas de sustentabilidad en Chile.
Tatiana Vidal Oyarzún, directora Proyectos +E Arquitectura Sustentable y asesora CES: Jerarquizar el rol de la mujer
Hoy, es necesario incluir todas las miradas y aportes para avanzar de forma inclusiva hacia los temas de sustentabilidad. Y en este proceso, es muy relevante seguir jerarquizando el rol de la mujer.
Aún existen falencias importantes, en cuanto a la presencia de las mujeres en la definición de agendas, temas relevantes y decisiones afines; es urgente incentivar su participación, y visión, para equilibrar el desarrollo de políticas públicas, gestiones, diseño de estándares, relevancias temáticas, o sea para equilibrar el desarrollo sostenible.
El lugar del género en el desarrollo sostenible
Es interesante destacar, basado en el informe de Naciones Unidas, sobre el papel de la mujer en el desarrollo, la recomendación de hacer un vínculo entre la igualdad de género y el desarrollo sostenible.
El conocimiento, las organizaciones y las acciones colectivas de las mujeres son cruciales para encontrar, demostrar y establecer los caminos más sostenibles económica, social y ecológicamente.
Espero que haya cada vez mayor presencia y sobre todo incentivos para las mujeres, para lograr así, el necesario equilibrio para avanzar en este nuevo escenario, de cambio climático, escasez de agua, peligro de especies y recursos naturales, hacia el desarrollo sostenible.
Catalina Yurisic, arquitecto y asesora CES-CVS: Ambiente laboral diverso
A mi juicio la participación de la mujer, tanto en la sustentabilidad como en todas las industrias, contribuye en la conformación de un ambiente laboral diverso. El mercado y las industrias se benefician al contar con visiones variadas de profesionales; por ejemplo, en la visibilización de problemáticas, el análisis de proyectos, la definición de prioridades a investigar. La diversidad de miradas en la industria tiene como resultado mejores proyectos y mejor preparación para enfrentar los desafíos a los que nos enfrentamos.
Fuente: CES
Por Luis F. Alarcón, director del Centro de Excelencia en Gestión de Producción de la Universidad Católica de Chile y miembro del Consejo Directivo de Construye2025
Las tres dimensiones sociales sustantivas del desarrollo sostenible -reducción de la pobreza, inversión social y comunidades seguras y solidarias- no son nuevos objetivos sociales, pero hoy están más vigentes que nunca en el contexto político y social de nuestro país. Para alcanzar un desarrollo sostenible en proyectos de ingeniería, y particularmente en proyectos de infraestructura y sistemas productivos, es necesario desarrollar estrategias que aseguren que los proyectos y sus procesos estén de acuerdo con las necesidades sociales y ambientales, y permitan una actividad económica sostenible en el tiempo.
Hoy debemos hacernos cargo de una revolución de la industria impulsada por cambios tecnológicos transformadores, lo que ha llevado a cambios fundamentales en la forma en que funcionan las industrias. Se habla hoy de la transformación digital asociada a la denominada Industria 4.0, o Construcción 4.0 cuando se asocia a nuestra industria. Esta transformación trae consigo cambios que tienen consecuencias económicas y sociales, algunas de ellas son intencionadas y deseables y otras indeseables.
Como muchas transformaciones anteriores, la transformación digital en la construcción está impulsada por la tecnología y hoy hablamos de BIM, Digital Twins, la información en la nube, aprendizaje de máquina, automatización e industrialización y otras tecnologías que prometen resultados asombrosos. Sin embargo, también corremos el riesgo de no llegar a buen puerto si olvidamos a las personas y la filosofía de gestión que debe inspirar las transformaciones deseadas y evitar las consecuencias no deseadas. Por eso es que ha surgido una corriente, denominada Industria 5.0, que busca reorientar las transformaciones que queremos impulsar en nuestra industria, poniendo a las personas en el foco de las transformaciones. Esto significa poner al frente de las transformaciones las necesidades sociales esenciales, el valor y la responsabilidad como últimos objetivos. Sin lugar a dudas, para alcanzar estos objetivos se requiere de tecnologías y soluciones centradas en el ser humano, la sostenibilidad y la resiliencia.
En la actualidad muchos proyectos de ingeniería enfrentan una fragilidad en la forma como se vinculan con los actores sociales en los territorios a intervenir, tanto en su etapa de concepción, desarrollo, implementación y operación. Reconocer la sostenibilidad social como un pilar fundamental para el diseño y operación de los proyectos, especialmente aquellos de ingeniería asociados a la construcción de infraestructura y sistemas productivos resulta de gran relevancia. Esta dimensión de los proyectos es hoy en día reconocida como uno de los desafíos más importantes que enfrentan estos sectores. Este es sólo un ejemplo entre múltiples razones por las que es necesario reformular nuestra estrategia de transformación en tres valores centrales interconectados: centrada en el ser humano, la sostenibilidad y la resiliencia.
El enfoque centrado en el ser humano pone las necesidades e intereses humanos fundamentales en el corazón del proceso de producción, cambiando el énfasis en tecnología por un enfoque centrado en el ser humano y centrado en la sociedad. Como resultado, los trabajadores de la industria desarrollarán nuevos roles como un cambio de valor de considerar a los trabajadores como “costo” a “inversión”. La tecnología es para servir a las personas y sociedades, lo que significa que la tecnología utilizada en la construcción se adapta a las necesidades y la diversidad de los trabajadores de la industria. Se debe crear un ambiente de trabajo seguro e inclusivo para priorizar la salud física, la salud mental y el bienestar y, en última instancia, salvaguardar los derechos fundamentales del trabajador, es decir, la autonomía, la dignidad humana y la intimidad.
Para que la industria respete los límites planetarios, debe ser sostenible. Necesita desarrollar procesos circulares que reutilicen, y reciclen los recursos naturales, reducir los residuos y el impacto en el medio ambiente y, en última instancia, conducir a una economía circular con mejores recursos, eficiencia y eficacia.
La resiliencia se refiere a la necesidad de desarrollar un mayor grado de robustez en la construcción, preparándola mejor contra interrupciones y asegurando que puede proporcionar y apoyar el desarrollo de infraestructura crítica en tiempos de crisis. La construcción del futuro debe ser lo suficientemente resistente para navegar rápidamente los cambios (geo-) políticos y las emergencias naturales.
Los avances alcanzados por el programa de Corfo que busca hacer más sustentable y productiva a la industria de la construcción tienen más que satisfecho a su presidente. ¿La clave para el futuro? Innovación.
Desde su creación, el programa Construye2025 de Corfo ha buscado convertirse en un referente estratégico para la construcción, uniendo y articulando al Estado, la industria y la academia para trabajar en iniciativas que incentiven la sustentabilidad, productividad y competitividad de la industria de la construcción. Y, claramente, lo está logrando.
“El programa Construye2025 tiene un desafío de largo plazo, que es transformar a la industria de la construcción en una industria más productiva y más sustentable y hemos ido dando pasos extremadamente importantes, con iniciativas estratégicas que han ido -de a poco- generando esta transformación, por mencionar algunas el Planbim, el DOM en Línea, los centros tecnológicos como el CTeC y el CIPYCS; o el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), que empieza a conformar una suerte de comité donde se reúnen actores de la industria para generar industrialización”, afirma el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic.
Pero, aunque han sido grandes pasos, 2022 será un año de consolidación. Luego de una serie de consultorías, actualización de la hoja de ruta del programa, acuerdos de colaboración, vienen nuevos hitos. “Estamos buscando, mediante otras iniciativas, generar este interés por industrializar y generar construcción sustentable en la academia, es decir, que los estudiantes se formen en esto”, señala el líder de Construye2025.
En este contexto, el máximo representante del programa de Corfo, afirma que continuarán las acciones de articulación en diferentes ámbitos asociados a la productividad y la industrialización. Igualmente, Pablo Ivelic, destaca el lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular de la Construcción 2025, como puntapié inicial para transformar a la industria en una más amigable con el medioambiente.
Expectativas
Pese a que la industria de la construcción ostenta un diagnóstico duro desde el punto de vista de la productividad, el presidente de Construye2025, rescata que quienes forman parte del programa han sido capaces de generar transformaciones. “Mediante diferentes acciones hemos sido capaces de ir cambiando tendencias. Lo que hoy sucede, con la inauguración de un parque tecnológico para innovar en la construcción, es justamente una muestra del nivel de madurez que hemos ido alcanzando. Eso nos hace pensar que los resultados en el mediano y corto plazo nos van a acompañar y vamos a ser capaces de tener una industria más productiva y más sustentable”, concluye Pablo Ivelic.
Por Marisol Cortez Villanueva, presidenta CChC Valparaíso
La semana pasada, con la presentación por parte de la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y el programa Construye2025 de Corfo, de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, la carta de navegación que nos permitirá como país transitar de un modelo lineal de producción hacia una construcción sustentable y una industria más sostenible, dimos un paso decisivo hacia una nueva manera de construir para Chile.
Una transición ineludible, pensarán muchos. Pero lo cierto es que no son tiempos fáciles para los empresarios de la construcción y lo sabemos. Múltiples presiones afectan la operación de las empresas, desde los riesgos sanitarios hasta el estallido social y la crisis económica. Sin embargo, hoy también somos testigos de los esfuerzos que emprendedores y empresarios de distintos tamaños, han realizado con el objetivo de mejorar sus procesos a todo nivel y desarrollar una construcción más sustentable y que cumpla mejor con las nuevas exigencias que la sociedad les hace a las empresas.
En este contexto, como CChC Valparaíso, en conjunto con la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo y autoridades, instituciones y empresarios del sector, el 12 de enero lanzamos oficialmente la etapa de Implementación de nuestro Acuerdo de Producción Limpia (APL) del sector Construcción de la Región de Valparaíso, el primero de su tipo en el país y al que ya han adherido una treintena de empresas, instituciones y organismos públicos de nuestra región, y que además cuenta con el apoyo técnico de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la CChC.
Por todo esto me parece que esta es una buena una oportunidad para destacar los esfuerzos que a nivel nacional y regional se están realizando en pos de estos objetivos compartidos y para agradecer a todos quienes nos han acompañado en este proyecto tan trascendental para nuestra industria, nuestro gremio, la región y la comunidad, como es nuestro APL.
Quiero aprovechar también este espacio para agradecer el trabajo desinteresado e intenso de nuestros socios y equipo profesional, liderados por el presidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable, Christian Morales. Y también agradecer nuevamente la cooperación de nuestros compañeros de ruta en este viaje hacia la Economía Circular en el que estamos comprometidos, como son la Agencia de Sustentabilidad y la CDT.
Estamos contentos y orgullosos. Como presidenta de la CChC Valparaíso, valoro especialmente el esfuerzo, valentía y convicción de nuestros socios, por hacer frente con seriedad y sentido ético, a este tremendo desafío que es la gestión de los Residuos de la Construcción, considerando que nuestro sector es el principal productor de desechos sólidos en el país (35%).
Y más aún, valoro el haber formalizado este compromiso desde una visión de largo plazo, que apunta hacia la sostenibilidad de nuestra industria. Y que busca avanzar con acciones concretas hacia una economía circular, que es la misión que tenemos como gremio.
Quiero destacar que este proyecto de APL no fue de generación espontánea. Responde a nuestros desafíos estratégicos como Cámara nacional y, además, se enmarca en nuestro proyecto gremial nacional Compromiso PRO, en el que aporta reforzando los pilares Medio Ambiente y Comunidad.
Junto con ello, es importante destacar que éstos no son esfuerzos aislados. En nuestra región desde hace un par de años y con la participación del sector privado, el mundo público, las universidades y organizaciones civiles, se ha generado un círculo virtuoso en torno a la construcción sustentable, con iniciativas y experiencias sectoriales de gran valor, entre las que es necesario mencionar a la empresa local Revaloriza, dedicada al reciclaje de residuos de industria y construcción con el objetivo de evitar los impactos ambientales.
Y Plataforma Industria Circular para la Región de Valparaíso, iniciativa de la Universidad de Valparaíso financiada con aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Valparaíso y que busca diseñar e implementar una plataforma de facilitación y seguimiento de iniciativas de simbiosis industrial para la región, apuntando a transacciones y reutilización de residuos y subproductos industriales no peligrosos, entre empresas de la región.
Finalmente, quiero contarles que nuestro APL ha impactado fuerte en la Cámara. Tanto, que con gran alegría les puedo informar que acabamos de constituir la Mesa Interregional de APL, en la que ya estamos trabajando para implementar esta herramienta con las Cámaras regionales de Antofagasta y Punta Arenas. Y a las que se sumarán en el corto plazo Temuco y Puerto Montt.
A esta Mesa llevaremos nuestra experiencia desarrollando y gestionando el proyecto de APL en Valparaíso, y especialmente nuestra experticia en la gestión público – privada y en el trabajo colaborativo que requiere para ser implementado con éxito.
En este punto lamentablemente debemos reconocer que nuestro actual modelo de desarrollo no es amigable con el medio ambiente y claramente está precipitando el cambio climático. Por eso es sumamente importante que apoyemos este APL, porque aquí comenzamos a cambiar las cosas.
Así, en la Cámara hoy nos sentimos orgullosos, porque estamos avanzando juntos las empresas, el sector público, las universidades y las organizaciones civiles, hacia la economía circular. Y lo hacemos con el liderazgo de las regiones.
Tres jornadas consecutivas realizadas entre octubre y noviembre permitieron a los miembros del Consejo opinar y reflexionar en torno a la actualización de la hoja de ruta del programa impulsado por Corfo para transformar la industria de la construcción.
Los días 5 y 19 de noviembre se reunieron los miembros del Consejo Directivo de Construye2025, junto con los líderes de iniciativas del programa, para analizar los grandes cambios que el programa ha logrado, posicionando temas como la industrialización, la economía circular, la transformación digital y otros ejes que se han vuelto claves en la industria de la construcción. En el taller del día 5 de noviembre, se consensuó la declaración el Propósito del Programa, que se define como “Acelerar la transformación de la construcción, para juntos avanzar hacia un país más productivo y sustentable”.
El tercer taller, del día 19 de noviembre, la discusión se concentró en revisar la propuesta de categorización de acciones de la hoja de ruta, para cada uno de sus ejes estratégicos. Asimismo, analizar modelos de sostenibilidad para el programa en el largo plazo, lo que generó un intenso debate acerca de la importancia de lograr la continuidad del programa.
“Creo súper relevante recordar el contexto en el que nos reunimos, una reunión de Consejo con un matiz especial. Después de cinco años de creado el programa estamos actualizando la hoja de ruta. Creemos que era necesario revitalizar la razón por la cual existimos”, comentó Pablo Ivelic, presidente de Construye2025.
El objetivo de este taller fue recoger cuán identificados se encontraban los miembros del consejo con el programa y su propósito. “Creemos que es muy sabio administrar la palabra transformación con la palabra acelerar. Nosotros estamos acelerando el proceso de transformación en el que muchos ya estamos inmersos”, afirmó el líder de Construye2025.
En 2015 se hizo el primer diagnóstico para la creación del programa donde se identificaron brechas. Desde entonces, ha habido muchos avances, entre los que se cuentan el nacimiento de centros tecnológicos, DOM en Línea y Planbim. El pasado y presente de Construye2025 fue revisado en el taller, para trabajar en su futuro.
“Chile tiene tasas de adopción de BIM de la mitad de países referentes. Pero, además la metodología está subutilizada porque mayoritariamente se enfoca en el diseño y no en tareas como la planificación, indicando un potencial aún por explorar”, comentó la secretaria ejecutiva del CCI, Katherine Martínez, quien revisó los aspectos más relevantes de innovación y transformación digital.
Además, el taller abordó temas como patentes de innovación, Ley I+D, innovación y pilotaje, tecnología, etc. Igualmente, prácticas como la toma decisiones basadas en datos y herramientas de análisis y trabajo colaborativo, a través de plataformas aparecieron como las principales brechas a cubrir.
Durante la jornada del 19 de noviembre, luego de la bienvenida del gerente de Construye2025, Marcos Brito, se inició el trabajo sobre el modelo de operación del programa que busca acelerar la transformación de la construcción, para avanzar hacia un país más productivo y sustentable.
Las propuestas de iniciativas y ejes de trabajo y un benchmarking de modelos de operación fueron revisados en la sesión del 19 de noviembre. Allí también se revisó la estructura de los comités técnicos de la CDT, las alianzas público-privadas y también las internacionales. Finalmente, en el taller se revisó el modelo de financiamiento de Construye2025.
Más de 17 expositores, nacionales e internacionales, entregaron herramientas para avanzar a un futuro sostenible, de mayor productividad y consciente con las futuras generaciones, en la versión 14º del Congreso Anual de AICE.
El mundo cambió y se hace necesario que la ingeniería estructural esté a la altura de los desafíos que hoy se exigen a la profesión. Por supuesto, manteniendo los estándares de seguridad y calidad que caracterizan a las estructuras chilenas, pero también logrando que éstas se vuelvan más resilientes y sostenibles, ayudando a revertir o desacelerar los fenómenos ambientales que están afectando hoy al planeta y mejorando la productividad del rubro, la que se encuentra fuertemente rezagada respecto de otras industrias.
“La emisión de contaminantes a la atmósfera y de residuos en los cursos de agua, la deforestación, la diseminación poco controlada de material de desecho, el aumento exponencial de la población, son algunos de los factores que han contribuido a deteriorar nuestro hábitat y nuestras estructuras sociales”, señala Marianne Küpfer, directora de AICE.
De esta manera, el 14º Congreso Anual se enfocó en temas como la transición energética y el desarrollo sostenible, los desafíos para una construcción más productiva y sustentable, arquitectura post-pandemia, el modelo chileno de hormigón con madera, desafíos del diseño y construcción de las líneas del Metro de Santiago, transformación digital en la construcción de proyectos mineros, sustentabilidad en el diseño estructural de hospitales, innovación y desarrollo de proyectos con losas pretensadas, también la actualización de la norma NCh2369 y las Nuevas consideraciones de la ACI 318-19 y su impacto en Chile; el Diseño al Corte en Muros de Hormigón Armado, Deformaciones por flexión en vigas y losas, y los planes actuales de ACI 318-25, incluyendo sostenibilidad, entre otros.
Un ejemplo de ello fue la charla del gerente de Construye2025, Marcos Brito, quien especificó las iniciativas estratégicas para mejorar la productividad y sustentabilidad de la construcción y el planteamiento de los desafíos del sector para lograr metas de largo plazo.
En tanto, la presidenta de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA), Mónica Álvarez de Oro, puso énfasis en la necesidad de proyectar a futuro desde el punto de vista de una arquitectura flexible, permitiendo la multifuncionalidad en la edificación, ajustándose y evolucionando de la mano de las transformaciones tecnológicas y socioeconómicas emergentes.
Desde la materialidad, Pablo Guindos, director académico del Centro UC de Innovación en Madera, mostró un modelo de edificio chileno que combina hormigón con madera como una alternativa más sustentable en el segmento de proyectos habitacionales, sin producir un cambio radical en la forma que hoy se diseñan y construyen los edificios chilenos.
“La ingeniería estructural es un actor fundamental dentro del rubro de la construcción, el cual, a su vez, es un ente impulsor de importantes transformaciones tecnológicas, económicas, ambientales y sociales”, señala Küpfer, por lo que la disciplina tiene un rol dentro del desarrollo sostenible, cuyo objetivo es satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras.
Charlas magistrales
En la primera jornada del Congreso, Mark Waggoner, Senior Project Manager de Walterpmoore, se refirió al diseño del estadio más grande de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), en una zona de alta sismicidad y de sobrevuelos a baja altura. Se trata del SoFi Stadium, el nuevo hogar de Los Angeles Rams and Chargers en Inglewood, California, EE. UU. Posee un techo de 115.000 m2 y una plaza circundante y se asienta sobre los aisladores sísmicos más grandes utilizados en los Estados Unidos. Para mantener el techo por debajo del límite de altura requerido por la proximidad a LAX, el estadio se hundió 30 metros en el suelo. La excavación profunda es una de las más grandes jamás logradas cerca de una falla activa, y se logra a través de un muro de Tierra Estabilizada Mecánicamente (MSE) especialmente diseñado. Así, no solo se tuvo la oportunidad de conocer los detalles de un proyecto de alta complejidad, sino también de entender cómo se logró integrarlo a un entorno ya existente, sin generar impactos que alteren la funcionalidad de las edificaciones vecinas.
El segundo día, Nancy Pérez, gerente de Excelencia en Proyectos de Codelco, se refirió a la transformación digital en la construcción de proyectos mineros, mostrando que uno de los grandes desafíos para las empresas de hoy es entender que para dar respuesta a las demandas socio-ambientales y económicas no solo se requieren cambios tecnológicos, sino que estos deben venir acompañados de cambios en cultura corporativa.
En tanto, en la tercera jornada y final, se presentó un panel de expertos, que centró sus presentaciones en las nuevas consideraciones de la ACI 318-25 y su impacto en Chile.
Para ello, Leonardo Massone, profesor titular de la Universidad de Chile en el Departamento de Ingeniería Civil, habló sobre el diseño al corte en muros de hormigón armado. Matías Hube, investigador en el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden) presentó sobre las deformaciones por flexión en vigas y losas, y para finalizar el doctor Andrew Taylor, Director Técnico de KPFF Consulting Engineers, se refirió sobre la sostenibilidad en el código ACI 318: Planes para la edición 2025.
Ingeniero del Año 2021
En la última jornada de este Congreso Anual, se anunció al ganador del premio Ingeniero del Año, reconocimiento que es entregado desde 2003 por los socios de AICE, al profesional más destacado. De esta manera, el ingeniero civil Ramón Montecinos se sumó a los 17 premiados anteriores.
El profesional tiene más de 40 años de experiencia en el mundo del diseño de estructuras y más de 10 dedicados exclusivamente a la revisión estructural de proyectos del área industrial y minera. Es reconocido por importantes empresas mineras (Codelco, Barrick, etc.), de celulosa (Arauco, CMPC, etc.), y energía (Abastible, Copec, etc.).
“Es un gran honor y quiero agradecerlo, porque el mayor premio es el que otorgan los pares, los que conocen el trabajo en toda su extensión, con sus dificultades y sorpresas”, señaló el galardonado.
A su vez, agradeció a “todas y todos los que me han premiado, a los que me formaron y los que me han acompañado en la profesión y en la vida”, junto con reconocer a “cuatro profesores que han marcado mi vida y nuestra disciplina, disciplina en que el respeto a los mayores es una constante”, refiriéndose a Tomás Guendelman, por su generosidad, siempre disponible y siempre sabio; a Rodolfo Saragoni, quien “con un elevado nivel técnico y que nos enseñó a pensar las estructuras con libertad crítica, desafiante en el análisis y prudente en el diseño”; a Pedro Hidalgo, “el profesor que no tuve, pero con el que he vivido algo del oficio de la revisión, que me ha permitido compartir mucho más tiempo que el que habría tenido si sólo hubiera sido mi profesor”, y a Rodrigo Flores, “por haber sido el Sócrates de todos nosotros”.
Temas nacionales
Los expositores nacionales demostraron un estado general del país en materia de temas de diseño y medioambientales. De esta manera, a los ya mencionados anteriormente, se sumaron Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía; Tatiana Martínez, gerente general de Hormipret; José Herrera, subgerente de Túneles y Estructuras de la Gerencia Corporativa de Ingeniería del Metro de Santiago; Milton Vicentelo, director de Operaciones Internacionales de René Lagos Engineers; el ingeniero civil Eduardo Santos; Dania Valdivia socia de EQCO, y Marcela Radovic, fundadora y ex vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Derecho de la Construcción.
El 14º Congreso Anual de AICE contó con el patrocinio de Construye2025, la Universidad de Los Andes, el Instituto Chileno del Acero (ICHA), BIM Forum Chile, el Instituto de Ingenieros Estructurales de Argentina, la Sociedad Chilena de Geotecnia (Sochige), el Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile y el Instituto de la Construcción.
Fuente: AICE
En una serie de talleres que se extenderán hasta el 19 de noviembre, el Consejo trabajará en la co-construcción de la revisión y actualización de la hoja de ruta del programa, como segunda etapa luego de varios meses de trabajo diagnóstico.
Centrados en el propósito del programa Construye2025, trabajaron todos los asistentes al primero de los tres talleres convocados para el Consejo Directivo, que se realizó el pasado viernes 22 de octubre. Luego de varios meses de trabajo en los diagnósticos sectoriales, de análisis de los resultados del trabajo con la Comisión Nacional de Productividad y la Consultora Matrix, de hacer Focus Group y de recoger aprendizajes, era necesaria esta segunda etapa de implementación, que continuará los días 5 y 19 de noviembre.
“Las organizaciones se movilizan en base a un propósito. En Construye2025, ese propósito, estoy seguro, está en la cabeza de todos y si unimos ese pensamiento vamos a tener muchas convergencias. Tenemos asociada la existencia del programa a un desafío país o de nuestra industria y eso es súper positivo. Nos va a costar poco llegar a esto. Pero, no lo tenemos declarado”, comentó Pablo Ivelic, presidente del programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción.
El objetivo de la actividad fue ayudar a los miembros del Consejo de Directivo a alinear de mejor manera los esfuerzos que hoy se realizan, invitándolos a preguntarse por el propósito de Construye2025 para construirlo colectivamente, con miras a iniciar la actualización de su hoja de ruta.
Explicitando el propósito
“Hay organizaciones donde cuesta definir el propósito, porque no hay una claridad colectiva de qué se busca pero el ejercicio de escribirlo y explicitarlo es relevante para que todo nuestro accionar esté alineado con lo que buscamos en conjunto”, comentó Pablo Ivelic durante la sesión.
Según Antonio Iturra, consultor senior y facilitador visual de la Consultora Matrix, que dirigió la jornada de trabajo, explicó que definir el propósito colectivo es clave para que emerja el alto rendimiento organizacional. “Aquí van a surgir varios propósitos que van a aglutinarse para resumirse en un gran propósito colectivo para que todos se sientan parte”, afirmó.
En entornos de alta incertidumbre, el propósito es el pilar de una organización productiva. Además, si las personas no se conectan con el propósito ni despliegan su fortaleza para conectarlas se pierde la efectividad. Así lo cree Antonio Iturra, que fue invitado especialmente a este primer taller.
Revisión y actualización de hoja de ruta
Durante el segundo semestre de 2021, con el apoyo de la CDT, quien adjudicó la consultoría para llevar a cabo este proceso, el programa ha estado trabajando en la revisión de nuevos antecedentes, diagnósticos y el contexto en que se encuentra hoy el sector, para así actualizar las iniciativas de su hoja de ruta. El trabajo tiene por objetivo: Revisar, actualizar y reeditar los contenidos del documento que contiene la Hoja de Ruta del Programa Construye2025, recogiendo los diagnósticos sectoriales realizados en 2020 por la Comisión Nacional de Productividad – CNP y Matrix Consulting, los avances en las iniciativas del programa y los lineamientos estratégicos del Instituto de la Construcción, en un trabajo colaborativo con la gobernanza actual, para así obtener una versión actualizada, que a su vez recoja el aprendizaje, el avance de su implementación desde los años 2016 a 2020, junto con plantear un modelo de sostenibilidad y propuesta de gobernanza para el futuro desarrollo del programa.
Este trabajo se enmarca especialmente con miras a la tercera etapa de implementación de Construye2025, que comenzará en enero de 2023, para así llegar al 2025 con resultados concretos de transformación sectorial, tal cual fue planteado ya en 2015. Como parte de este proceso, se trabajará en replantear parte de los indicadores del programa, definiendo las que serán las metas a concretar. Asimismo, se trabaja en plantear un modelo de sostenibilidad para el programa y una propuesta de institucionalidad para la continuidad de su hoja de ruta, toda vez se cumpla el plazo inicial establecido por Corfo para su impulso.
Por Conrad Von Igel, gerente de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción.
Mejorar la productividad, en un escenario de buenos resultados económicos, pareció un objetivo deseable, pero a todas luces secundario, incluso irrelevante para la construcción en las últimas décadas. En el contexto de estos logros financieros, en los últimos 20 años el valor generado o el metro cuadrado construido por hora-persona trabajada, no registró mejoras considerables.
La realidad del sector ha cambiado y de manera dramática. Hoy las empresas enfrentan múltiples efectos que ponen en riesgo la sostenibilidad económica, pero también social y medioambiental. Los factores son múltiples: desde el aumento de costos de materias primas, la escasez de mano de obra y la caída en la demanda asociada, entre otros, al alza en el costo de financiamiento y las múltiples incertidumbres del entorno, tanto político como regulatorio. A esto, se suman factores asociados a la relación con la comunidad y el medio ambiente. Las empresas entonces, han debido entender que la única forma de abordar estos desafíos es a través del aumento en la productividad.
Naturalmente surge de inmediato la pregunta de cómo hacerlo. Si bien las alternativas son variadas, la mayor parte de los caminos convergen en los conceptos de estandarización, integración temprana y colaboración, transformación digital e industrialización.
En todos estos casos, podemos mejorar incorporando buenas prácticas, acelerando la transferencia y adoptando casos de éxito chilenos o extranjeros, desarrollando innovación e incorporando tecnología. No obstante, todo apunta a que el principal desafío del sector es la capacidad de adaptarse y de gestionar el cambio individual y organizacional que se requiere para que todas las medidas anteriores puedan rendir frutos y generar un impacto medible y concreto en los resultados de mediano y largo plazo de las empresas.
Es en este contexto, y justamente con estas temáticas de fondo, la Cámara Chilena de la Construcción, en conjunto con varias entidades del sector y del ecosistema de innovación de la construcción, organizaron la Semana de la Productividad 2021, espacio en el que más de 3.000 personas pudieron conectarse, participando en talleres, charlas y sobre todo, en un diálogo fructífero que puso en la misma mesa, las dificultades, las aspiraciones y las posibles soluciones.
Un ejemplo concreto de solución al desafío de conectar innovación y tecnología con las empresas del sector, presentado durante la semana, es el Mapa Contech, una plataforma interactiva que busca entregar soluciones innovadoras para el sector de la construcción de manera gratuita y simple, garantizando un fácil acceso.
El Mapa Contech es el resultado de un trabajo en conjunto realizado por Construir Innovando y Construye2025. Es una vitrina con 50 soluciones tecnológicas, que amplifica el crecimiento de startups, emprendedores y a todos quienes tengan el potencial de dar un paso más en la industria de la construcción.
En la medida que sintonicemos en el dial de la productividad, podremos tener nuevos líderes que sientan el llamado a innovar y transformar a nuestra industria. Necesitamos cambios culturales, mejorar nuestro espacio de diálogo, integrar a las nuevas generaciones y reforzar nuestra comunicación con el foco en un objetivo común, un sector 100% sostenible.
Encuesta realizada por la Plataforma de Gestión del Conocimiento de la Construcción, www.cdt.cl, indicó que el 41,4% de sus usuarios emplea esta alternativa como principal iniciativa para reducir el impacto ambiental de sus empresas.
Con el objetivo de conocer cuál es la principal acción que actualmente implementan las empresas en materias de Economía Circular, la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT, de la Cámara Chilena de la Construcción, CChC, realizó un sondo online en su Plataforma de Gestión del Conocimiento de la Construcción (www.cdt.cl) durante todo el mes de agosto.
De este modo, con más de 200 respuestas, el 41,4% de los usuarios que participaron de la instancia, indicó que el reciclaje es la principal acción que su empresa realiza en materias de economía circular.
Este número marcaría una preocupación creciente por esta temática, pero también un gran desafío, puesto que solo sería una parte de una estrategia que implica conjugar una serie de iniciativas, entre las que destaca un profundo cambio cultural en la organización. Una nueva forma de ver y hacer las cosas.
Y es que, de acuerdo al artículo publicado en Revista BiT N°135, la economía circular, “es una nueva forma de diseñar, hacer y usar todo lo que nos rodea dentro de los límites del planeta. Un cambio de sistema que involucra tanto al sector público, como el privado y las personas, en escalas de ciudades, productos y formas de trabajar. La economía circular reconoce que el modelo de ‘economía lineal’ en el que estamos insertos y que está basado en ‘tomar, hacer y desechar’, terminará por alcanzar el límite de los recursos, lo que no es compatible con los modelos de sostenibilidad donde debemos procurar un debido equilibrio entre crecimiento económico, medioambiente y sociedad”.
Un desafío fundamental y atractivo para el sector construcción, particularmente de la mano de los beneficios y oportunidades relacionadas al desempeño medioambiental, económico y social que podría traer consigo.
Claro, porque de acuerdo al artículo antes citado, “la economía circular es un modelo económico que cambia el paradigma de las formas de producir y consumir mediante una transformación en toda la cadena de valor a partir de tres conceptos, que en síntesis, se entienden de la siguiente manera: desacoplar la extracción de recursos vírgenes del modelo económico, extender la vida de productos y materiales y diseñar las externalidades negativas; es decir, tener en cuenta los impactos desde el diseño”.
Esto se traduce, en atractivas oportunidades para la industria, donde la innovación en productos y servicios, nuevos modelos de negocios, tecnologías y otras iniciativas, surgen como crecientes polos de desarrollo.
Industrialización y otras alternativas
Es así como en materias relacionadas directamente con la industria de la Construcción, el 18,7% de los usuarios que respondieron la encuesta, indicó que la prefabricación es la principal estrategia que emplea su empresa en temas de economía circular.
En este ítem también resulta fundamental puesto que, en general, la industrialización presentaría ventajas desde la perspectiva de reducción de impactos ambientales, como polvo, ruido, tránsito de camiones en el sitio de construcción, etcétera. Esto, generalmente, debido a un proceso de montaje, que puede tener un plazo menor de ejecución y, por tanto, menor irrupción en el lugar, generando menor impacto en las comunidades aledañas. Asimismo, por sus características de unión de partes y piezas, habilita el desmontaje y desensamblaje, pudiendo ser más flexible a lo largo del ciclo de vida.
La gran cantidad de residuos y escombros que genera el sector han sido un tema de preocupación desde hace bastante tiempo en la industria. Es por ello que el concepto de Economía Circular se perfila como una relevante alternativa para mejorar en ese ámbito. Es así que un 15,3% de los usuarios de la Plataforma de Gestión del Conocimiento de la Construcción indicó que su empresa incorpora la reutilización como principal estrategia, seguido por un 14,8% que señaló aplicar diseños libre de residuos en sus proyectos.
La economía circular es hoy una materia fundamental para el sector construcción, con grandes desafíos que están generando una serie de iniciativas. Es un cambio de paradigma, una visión de futuro que llegará más temprano que tarde.
Fuente: CDT
En una iniciativa que resultará fundamental para la generación de una nueva política urbano-habitacional para el país, esta mañana el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, junto al subsecretario de la cartera, Guillermo Rolando, dieron inicio al “Diálogo Nacional por la Vivienda y la Ciudad”, instancia de trabajo que reúne a cerca de 30 representantes de universidades y centros de estudios, Congreso, asociaciones gremiales, Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, municipios, sociedad civil y fundaciones, dirigentes y consultores, con el fin de abordar en los próximos 60 días medidas concretas para enfrentar las urgencias en materia habitacional y urbana.
En efecto, esta mesa de trabajo estableció tres objetivos principales: Generar un Diálogo Nacional por Vivienda y la Ciudad; Aplicar medidas concretas a corto plazo para favorecer el acceso a la vivienda y resolver el hacinamiento y los campamentos; y, Establecer una agenda de largo plazo para asegurar continuidad y sostenibilidad en el desarrollo de la vivienda y de la ciudad.
Sobre esto, el Ministro Felipe Ward destacó que “creo que en momentos como los que vive nuestro país es más importante que nunca sentarse a conversar. Lo que queremos hacer es convocar a un diálogo por la vivienda y la ciudad que, obviamente tiene diferentes propósitos, objetivos de corto plazo de forma de entregar un producto que pueda ser abordado por el Minvu, por las diferentes organizaciones que hoy día nos acompañan para poder colaborar a solucionar lo que hoy día existe como problemática en materia urbano-habitacional. Vamos a tener una conversación abierta”.
La autoridad ministerial añadió que “agradezco de corazón la confianza de quienes nos acompañan. Yo sé que se han impulsado iniciativas parecidas en el pasado y obviamente que, tomando esos insumos, tomando las buenas experiencias, replicando los buenos ejemplos y evitando lo que no ha resultado también, esperamos concluir esta primera etapa en estos 60 días para seguir conversando más ampliamente respecto a política pública”.
Por parte del mundo académico, el arquitecto Pablo Allard destacó que “vamos a construir puentes de confianza entre el sector privado, el sector público, y las comunidades para que efectivamente los acuerdos que se tomen en esta mesa se implementen y podamos cumplir ese sueño de ser el primer país en el sur global en garantizar el acceso universal a la vivienda en esta década”.
Por su parte, Iván Poduje señaló que “el desafío de la Integración que plantea el ministro tiene que tener una respuesta muy concreta y es que las personas se puedan quedar en sus territorios y creo que el rol que han hecho las dirigentas para visibilizar esto y para trabajar en los comités, es fundamental”.
A sus palabras se sumó Alejandro Aravena, de Elemental, quien indicó que “este es un grupo de gente muy diversa, que piensa distinto y viene de distintos lugares, y tenemos que asegurarnos que, a pesar de esa diversidad, todos aquellos que no estuvieron representados, ver la manera en que puedan estar presentes en las discusiones que tengamos”.
El sector privado estuvo presente a través de la Cámara Chilena de la Construcción, cuyo presidente, Antonio Errázuriz, afirmó que “estamos aquí para ser partícipes de este gran proyecto que apunta a mejorar la calidad de vida de los chilenos. Como CChC tenemos la misión de ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes viven en nuestro país”.
En representación de la sociedad civil participó la Fundación Techo. Para su director ejecutivo, Sebastián Bowen, “este es, por sobre todo, un mandato que hoy surge de la ciudadanía, es un mandato que surge de 600.000 familias, como han dicho el Ministro y el Subsecretario, que hoy están viviendo sin acceso a una vivienda digna, justa, adecuada”. A sus palabras se sumó la dirigenta social Karla Urzúa, quien señaló que “son súper valientes, porque lo que están planteando hoy día hacer es tremendamente difícil” e hizo un llamado: “hagámoslo, pero hagámoslo juntos, construyamos Chile juntos de nuevo”.
Por último, el Congreso también es parte de esta mesa y fue el senador David Sandoval quien afirmó que “para el Senado es, sin duda, un motivo de especial satisfacción de que el llamado transversal que se hizo el miércoles recién pasado, hoy abramos espacio para iniciar este diálogo y ojalá un compromiso para que el sueño de la casa propia sea un sueño realizable en calidad y forma en el menor tiempo posible”.
Por su parte, el presidente del directorio de la Asociación Chilena de Municipalidades, Mario Olavarría, indicó que “los gobiernos locales somos los que tenemos que implementar las políticas públicas en materia de vivienda y es por eso que felicito al Ministro y al Ministerio por esta iniciativa para poder, de alguna vez, poner en la discusión temas tan importantes y tan acuciantes para todos los chilenos que es el tema de la vivienda”.
Serán 60 días de trabajo para generar las propuestas, donde se realizarán ocho sesiones -una semanal- con todos los integrantes. Los principales ejes que abordarán serán Acceso a la Vivienda, Integración Social y Urbana, Equidad Territorial, Sustentabilidad y Planificación Urbana.
Los integrantes de la mesa de trabajo son:
Karla Urzúa (dirigentes sociales Antupirén), Ruth Collao (dirigentes sociales campamentos de Atacama), Érika González (dirigentes sociales Glosa 12), Sergio Baeriswyl (CNDU), Alejandro Aravena (Elemental), Juan Pablo Urrutia (FAU), Beatriz Maturana (FAU), Slaven Razmilic (Escuela de Gobierno e IEUT PUC), Luis Eduardo Bresciani (Arquitectura PUC), Pablo Allard (Arquitectura UDD), Francisco Vergara (CPE UDLA), David Sandoval (presidente de la comisión de Vivienda del Senado), Carlos Montes (Vivienda del Senado), Fidel Espinoza (presidente de la comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados), Antonio Errázuriz (CChC), Mauricio Varela (Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios), Jadille Baza (Colegio de Arquitectos), Mónica Álvarez de Oro (Asociación de Oficinas de Arquitectos), Yuri Rodríguez (Asociación de Directores de Obra), Pilar Jiménez (CNDU), Mario Olavarría (AMUCh), Fernando Paredes (AChM), Cristián Balmaceda (AMUR), Sebastián Bowen (Techo), Loreto Wahr (Techo), Pilar Goycoolea (Urbanismo Social), Pablo Ivelic (Construye2025), Iván Poduje (Atisba).
Por Conrad von Igel, gerente de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción
Tras un 2020 en el que todos los sectores productivos, incluido la construcción, se vieron desafiados para dar continuidad a su operación, se prevé que 2021 sea un año en el que, además de los esfuerzos por controlar la pandemia, se den los primeros pasos hacia la reactivación y la generación de empleo.
Como gremio de la construcción velaremos porque la reactivación sea segura para nuestros trabajadores, previniendo los contagios, y también que profundice la transformación de las grandes, medianas y pequeñas empresas que integran el sector apostando por la búsqueda permanente de mejores procesos, prácticas y uso de tecnología, todo de una manera eficiente y optimizando el uso de los recursos disponibles.
Es en este espacio donde vemos que la innovación debe ser una palanca protagónica de la reactivación, pues para volver a poner en marcha al país debemos avanzar en nuevos estándares y capacidades, manteniendo la flexibilidad para adaptarnos ante los permanentes desafíos que se nos presentan.
Innovación es crear valor económico, social y ambiental. Y el valor lo determina “el otro”, usuarios, clientes o la sociedad. Innovación es también una actitud, una forma de enfrentar la vida, viendo siempre como resolver desafíos y convertirlos en oportunidad. Permite aproximarse a los desafíos desde una visión diferente, buscar nuevas herramientas para abordarlos y tomar las oportunidades que tanto el desarrollo tecnológico como las nuevas formas de organización y modelos de negocio entregan.
El año pasado nos dejó como aprendizaje la resiliencia y la adaptación y debemos verlo como un impulso para tomar conciencia de que las cosas no siempre se deben hacer igual a como las veníamos haciendo. De hecho, son estas transformaciones las que nos hacen más productivos, más sostenibles y nos permiten aumentar el impacto positivo en la calidad de vida de las personas.
Este cambio de visión también considera que el error es parte del aprendizaje. Muchas veces vamos a frustrarnos y sentir que estamos equivocando el camino. Pero solo el entrenamiento constante de las capacidades de los equipos para innovar, junto a un portafolio diversificado de proyectos, nos podrá garantizar buenos resultados.
En la Cámara Chilena de la Construcción estamos empujando la innovación entre nuestros socios como parte de la transformación cultural hacia el desarrollo empresarial sostenible. Hemos apoyado la transferencia de conocimiento y también la articulación de redes que fomenten procesos y productos innovadores.
En esta línea, en 2020 participamos del primer estudio nacional sobre productividad en la construcción, el que evidenció la brecha actual en digitalización, industrialización, adopción tecnológica y sostenibilidad. Por ello es urgente potenciar la innovación en el sector, incorporando múltiples dimensiones como la necesaria colaboración entre actores públicos, la academia, los privados y distintas sinergias con actores internacionales, así como la interconexión de todos quienes forman la cadena de valor del proceso constructivo.
De cara a 2021, nos hemos comprometido a seguir implementando medidas concretas para avanzar en una reactivación segura que se haga de la mano con la innovación.
Para ello, trabajaremos en la consolidación del programa Construir Innovando, que busca crear una vinculación permanente entre empresas y startups, así como también aportaremos a mejorar los procesos de digitalización, industrialización y trazabilidad en la construcción para medir oportunamente la productividad en las empresas y en el sector. También seguiremos avanzando en una hoja de ruta con foco en la economía circular y seremos protagonistas de la transformación que la construcción está llevando a cabo para ser una industria más sostenible y que entregue soluciones concretas a los problemas diarios de las personas, mejorando su calidad de vida.
Como gremio, reafirmamos nuestro compromiso con la innovación colaborativa, asociativa y abierta entre distintos actores de la sociedad, pues creemos que es el camino para construir un mejor país.
El Instituto Nacional de Normalización (INN), en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) y el Chile Green Building Council (Chile GBC) han desarrollado el proyecto INNOVA-CORFO Herramientas normativas para la planificación de la vida útil en edificaciones – Método de cálculo y planificación’ (18BPE-93896). El proyecto, que se inició el segundo semestre del año 2018 y tuvo como resultado la elaboración de 8 normas técnicas orientadas a proporcionar un marco de normas técnicas que especifiquen una metodología para la determinación de la vida útil de elementos y componentes de edificaciones, lo cual permita facilitar el desarrollo de edificaciones sostenibles a partir de la comprensión de su ciclo de vida.
La industria de la construcción es un sector que contribuye al crecimiento de la economía y un importante pilar de desarrollo. Según el Informe de Productividad en el Sector de la Construcción (Comisión Nacional de Productividad, CNP), el sector de la construcción representa cerca de un 7% del PIB de la economía (2019), alcanzando 19.500 millones de dólares, distribuyéndose en servicios anexos (31%), obras de ingeniería (34%) y edificación (35%). En términos de empleo corresponde a un 8,3%
La construcción es el mayor consumidor de materias primas y otros recursos, utilizando alrededor del 50% de la producción mundial de acero y más de 3 mil millones de toneladas de materias primas. Por otra parte, se desperdician millones de toneladas de residuos de la construcción año a año, en el caso de Chile para el año 2023, se proyecta que la generación de residuos sea de 7.455.602 toneladas anuales, sólo considerando vivienda (Minvu 2019)
Por lo anterior, la industria de la construcción está basada en un marcado concepto de economía lineal, en la que se extrae, fabrica y construye; luego se desecha y demuele. Sin embargo, los nuevos desafíos globales vinculados a la disponibilidad de materias primas, agua y energía, movilizan a las empresas hacia un cambio de paradigma, en el que la economía circular es una clara oportunidad de creación de valor. Este enfoque de circularidad y la incorporación de estrategias de sostenibilidad en los distintos procesos vinculados a la construcción es fundamental si se desea abordar en forma eficiente, tanto los desafíos ambientales que enfrenta el planeta, como contribuir al desarrollo de las comunidades en lo social y lo económico a través de una visión orientada hacia bienestar de las personas y al cuidado del entorno.
En Chile, a partir de los acuerdos y compromisos logrados en el marco de la Estrategia Nacional de Construcción Sustentable, se han desarrollado e implementado una serie de iniciativas, con el objetivo de reducir los impactos generados por la construcción y sus procesos, mejorando la productividad del sector; fomentando el desarrollo sostenible de nuestro país además de fortalecer el marco regulatorio que ha sido una de las brechas detectadas como parte de los procesos de levantamiento del Programa Estratégico de CORFO CONSTRUYE 2025.
En respuesta a las brechas detectadas por el Programa Estratégico de CORFO, CONSTRUYE 2025, diversos proyectos se han originado, es en este contexto que en el año 2018 el Instituto Nacional de Normalización, en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) y Chile Green Building Council (ChileGBC), el primero en calidad de ‘Beneficiario’ y los dos últimos en calidad de ‘Mandante’ y ‘Coejecutor’, respectivamente, postularon a la línea de financiamiento de CORFO ‘Bienes Públicos Para la Competitividad’, siendo adjudicado el financiamiento, para la elaboración de normativa técnica para un set de normas técnicas que definan la directrices para una metodología para la determinación de la vida útil de elementos y componentes de edificaciones, como aspecto relevante para el desarrollo de edificaciones sostenibles a partir de la comprensión de su ciclo de vida, impactos y desempeños.
Este proyecto INNOVA-CORFO, viene a dar continuidad al Proyecto Herramientas Normativas para el desarrollo de la evaluación de la sostenibilidad en la construcción’ (15BP-45415), desarrollado entre los años 2015 al 2017 y que tuvo como resultado la elaboración de 6 normas técnicas orientados a proporcionar y definir los principios generales y pautas de indicadores de sostenibilidad relacionados con obras de construcción, elementos y componentes (Ver Tabla 1).
En el actual proyecto ‘Herramientas normativas para la planificación de la vida útil en edificaciones – Método de cálculo y planificación’ (18BPE-93896)’ se desarrollaron normas que promueven el uso del concepto de planificación de la vida útil a lo largo del ciclo de vida, con el objetivo de entregar mayor certeza que la vida útil estimada cumplirá o excederá la vida útil de diseño. Esta serie de normas, basadas en la serie de normas ISO15686, enfatiza el principio de transparencia mediante procedimientos estandarizados para el uso, captura y verificación de datos e información disponible de la vida útil, registros de desempeño de elementos y componentes. Esta serie de normas son de particular relevancia para evaluar y gestionar la sostenibilidad en las obras de construcción a través de sus materiales, dado que genera entradas para establecer vida útil de referencia y vida útil estimadas, requeridos en el análisis de ciclo de vida de productos, según ISO21930. Por lo anterior, este proyecto deja a disposición las herramientas metodológicas para la declaración del desempeño técnico y funcional de los productos de construcción.
En la Tabla 2, se entrega un breve detalle de cada una de las normas.
Finalmente con este proyecto, se pone a disposición un lenguaje común y metodología estandarizada, que con el esfuerzo colectivo de los distintos actores de la cadena de valor de la industria de la construcción permita avanzar en introducir criterios de sostenibilidad y a fortalecer la infraestructura de la calidad en el ámbito de la normalización.
Fuente: El Mercurio
Especialistas internacionales y representantes locales de la industria abordaron los disruptivos cambios de la construcción en el “4º Seminario Internacional de Construcción Industrializada”, organizado por el Consejo de Construcción Industrializada y Construye2025 de Corfo.
Con el apoyo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) se realizó la cuarta versión del “Seminario Internacional de Construcción Industrializada: industrialización en tiempos de reactivación”, que tradicionalmente han organizado el Consejo de Construcción Industrializada (CCI) y el programa Construye2025 de Corfo.
En formato virtual, debido a la contingencia sanitaria, el encuentro fue inaugurado por el vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Carlos Zeppelin, quien se refirió a los desafíos sanitarios, económicos, sociales y ambientales que enfrenta la industria y el rol que juega la industrialización frente a ellos. “La construcción industrializada es una muy buena herramienta, que reduce impactos en obra y minimiza los residuos de la construcción. La invitación es a que las acciones se implementen ya, buscando la eficiencia y los mejores estándares, a confiar y construir confianza, trabajando en equipo”, afirmó.
En ese contexto, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, llamó a ampliar la mirada sobre la industrialización, la que va mucho más allá de prefabricar. “Es un concepto mucho más amplio, que involucra la coordinación temprana de actores y el secuenciamiento de procesos productivos y con ello, una manera de producir mucho más eficiente”, señaló.
Por su parte, la presidenta del CCI, Francisca Cruz, hizo hincapié en lo complejo que ha sido el año para un rubro “tremendamente expuesto a la mano de obra in situ, que ha tenido dificultades muy grandes para poder mantener la continuidad operacional”. Por eso, es que la industrialización -según dijo- no es solo una tendencia, sino una necesidad. “Cuando el ambiente es más controlado, hay más certidumbre y seguridad”, acotó.
Pero la industrialización también responde a la necesidad de reducir los residuos, un punto al que las empresas están poniendo cada vez más atención. Asimismo, la presidenta del CCI, valoró el rol de la innovación y la digitalización en la oferta y la estrategia de negocios.
Las tendencias mundiales
Una de las invitadas al seminario fue la socia de McKinsey & Company en Madrid, Maria Joao Ribeirinho, quien reafirmó el enfoque industrial que está tomando la industria en un escenario en que los requisitos de sostenibilidad son cada vez más amplios. En este ámbito, las tendencias de futuro son, al menos, tres, en su opinión: la industrialización, la digitalización y la entrada de nuevos actores.
“En diferentes lugares del mundo hablamos de industrialización: unidades individuales, a veces paneles; unidades volumétricas; o estructuras completas. Podemos tener diferentes constructos para lo que es modular y aunque el término módulo es cada vez más popular, no hay una sola solución para todos los proyectos. Pero, lo más importante es que estamos viendo una mentalidad más modular en la industria: paneles 2D, 3D o estructuras modulares completas”, afirmó.
Según la especialista de McKinsey & Company, lo importante es pensar con una “mentalidad modular”, para poder dividir el producto en componentes. “Una construcción modular puede ayudarnos a disminuir tiempos y tiene menor variabilidad en los resultados, que son competitivos y sustentables, porque el proceso genera menos contaminación y menos materiales sobrantes”, indicó.
En este sentido, el camino apuntaría a aumentar la escala y sofisticar la fabricación de módulos, hacer modelamiento 3D, gestionar la colaboración digital aumentada y mejorar la programación de los proyectos y la ejecución offsite. “Las herramientas digitales nos pueden ayudar con la eficiencia en la gestión de la mano de obra”, argumentó Maria Joao Ribeirinho.
Respecto a la irrupción de nuevos actores, la invitada internacional comentó que, en el espacio modular, ya existen muchas empresas que hacen la estandarización en la producción de módulos y otras que se mueven en el e-commerce. “Esto genera mucha más competencia y transparencia de los precios”, afirmó.
Finalmente, compartieron sus puntos de vista Scott Fisher, CEO de PrefabNZ en Nueva Zelandia; y Johann Betz, fundador de Offsite Design. Este último, puso énfasis en el desafío de construir viviendas asequibles y de buena calidad; mientras que el primero aseguró que el Lean Manufacturing debiera ser la piedra angular de la industria, ya que la construcción offsite está por sobre esta base. “La producción limpia sin desperdicios debiera ser un requerimiento fundamental”, señaló Fisher.
El viernes 30 de octubre, a las 11 horas, se llevó a cabo el Encuentro de Industria, realizado en alianza entre ChileCreativo y Construye2025 de Corfo, Tecnologías digitales aplicadas en la industria de la construcción.
Agustín Soto, gerente de Innovación de Territoria, y Julio Barrales, gerente comercial y socio de DRS Ingeniería y Gestión, conversaron sobre la incorporación de nuevas tecnologías digitales en el sector de la construcción y su intersección con empresas y profesionales de las industrias creativas como videojuegos, arquitectura, diseño y multimedia. A cargo de moderar el panel estuvieron Katherine Martínez, secretaria ejecutiva del Consejo de Construcción Industrializada y Felipe Mujica, gerente de ChileCreativo.
Los expositores contaron acerca de la aplicación de tecnología en proyectos de gran escala como el Mercado Urbano Tobalaba (MUT) de Territoria y la construcción del nuevo Hospital de Quellón (DRS).
Respecto del Hospital de Quellón, entre otras cosas, Julio Barrales habló sobre la experiencia con drones, los que permiten tomar videos para que los mandantes puedan ver los avances de las obras, realizar análisis de movimiento de tierra, imágenes 360º en obra, entre otras herramientas tecnológicas utilizadas en la construcción.
Barrales destacó el desarrollo tecnológico y cómo este puede ser aplicable a otras industrias, e hizo hincapié en cómo los liderazgos tienen que cambiar, relevando que nunca es tarde para aprender, sobre todo en temas de tecnología.
«Creemos que las tecnologías nos permiten un mejor trabajo en equipo, son herramientas a disposición de las personas para facilitar el trabajo. La tecnología tiene que estar a disposición de los seres humanos, y no al revés«, comentó.
A su vez, Agustín Soto habló de los nuevos modelos de construcción, comercio y urbanismo. «Hoy más que nunca nos damos cuenta que las reglas del juego han cambiado. Debemos responder a nuevas variables: un comercio con sentido, sostenibilidad, espíritu de colaboración, economía circular, entre otros factores. Las personas buscan experiencias nuevas y ya no es la transacción si no la cultura lo que las mueve. Para responder estas preguntas nos apoyamos en tecnología: levantar la mayor información posible para hacer un proyecto que se ajuste a los usuarios«.
Más allá del dilema ético del accidente inminente, a quién debería atropellar el coche autónomo, a una mejor que a tres, o meter en la ecuación la edad o los antecedentes penales de los peatones… la IA va a afectar nuestras vidas de maneras que son difíciles de imaginar.
Habrá consecuencias previstas, consecuencias imprevistas, y posibles cisnes negros -un suceso muy poco frecuente, aunque con un elevado impacto; tan raro, que puede ni siquiera ser observado- que puedan aparecer.
Confiar en los sistemas de IA, es fundamental para que la confianza siga siendo el principal cimiento en el que se asienta la economía, la sociedad y el desarrollo sostenible.
Por ello, la IA debe tener un enfoque inequívoco no sólo para garantizar la protección de las personas, los animales y el Planeta, sino para mejorar el bienestar y colectivo, de generaciones presentes y futuras.
En este sentido, la UE pretende liderar esta camino, con las Directrices éticas para una IA fiable de la Comisión Europea, que tienen como objetivo promover una IA fiable en base a tres componentes:
Así, partiendo de un enfoque basado en los derechos fundamentales, se considera que los sistemas de IA deben en todo caso seguir los principios éticos de:
Debe tener como objetivo mantener el control y la supervisión humana de la IA, y aumentar y complementar las aptitudes cognitivas, sociales y culturales de las personas para tomar mejores decisiones con conocimiento de causa.
La IA no debería provocar daños o agravar daños existentes ni perjudicar de cualquier otro modo a los seres vivos, incluidos animales y el medio ambiente. Debe estar centrada en el respeto a la dignidad humana de todas las personas, protegiendo su integridad física y mental y sus derechos y libertades, en especial, la autonomía mental, frente a posible vigilancia injustificada, engaño o manipulación. Debe ser un medio para prestar atención especial a las situaciones que afectan a los grupos más vulnerables como los niños, personas con discapacidad y otras que se hayan visto históricamente desfavorecidas o se encuentren en riesgo de exclusión, así como las situaciones caracterizadas por asimetrías de poder o de información como pueden ser empresarios y trabajadores o entre empresas y consumidores.
Garantizar una distribución justa de beneficios y costes, asegurar que la igualdad de oportunidades sin sesgos injustos, discriminación ni estigmatización, en especial, en el acceso a la educación, bienes y servicios y tecnología y respetando el principio de proporcionalidad entre medios y fines.
Garantizar procesos transparentes y comunicación abierta con los Grupos de Interés respecto a las capacidades y la finalidad de los sistemas de IA. Saber que Siri, Alexa o Marta, no es un humano.
La IA tiene un inmenso potencial para impactar positivamente la sociedad y el planeta, contribuyendo al Desarrollo Sostenible, en las tres dimensiones ASG:
Ambiental
El informe Harnessing Artificial Intelligence for the Earth, de World Economic Forum y PwC ofrece un análisis interesante sobre los desafíos y oportunidades de la IA a nivel ambiental.
La IA puede ser una herramienta la optimización de recursos naturales, con redes inteligentes, predicción de patrones de comportamiento de la flora y la fauna, predicción de temperaturas, sequías o desastres naturales, micro drones para la polinización, prevención y control de la sobrepesca, control de residuos o la creación de robots de limpieza de nuestros océanos, monitoreo de la agricultura, ganadería y pesca y la protección de hábitats y especies.
También va a contribuir a una mayor seguridad y eficiencia energética y menor contaminación, con la movilidad de transporte compartido bajo demanda, automóviles eléctricos habilitados para IA, vehículos autónomos o flujos de tráfico optimizados.
Social
Erradicar la pobreza es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos como humanidad. Actualmente 1 de cada 10 personas sigue viviendo en condiciones de pobreza extrema.
Algunas de las causas de la pobreza son el desempleo, la exclusión social y la alta vulnerabilidad de determinadas poblaciones a los desastres, las enfermedades y otros fenómenos que les impiden ser productivas.
Uno de los mayores miedos a la IA, es la destrucción del empleo, actualmente ocupado por humanos. Y es cierto, es la IA es capaz de hacer el trabajo más rápido, más barato, y mejor que cualquiera de nosotros. Si trabajas como un robot, serás sustituido por un robot.
Deberíamos reflexionar honestamente sobre nuestros trabajos actuales, y pensar si pueden llegar a ser llevados a cabo por robots… La automatización afectará en especial a las personas cuya formación es escasa y cuyos trabajos son repetitivos. Pero también afectará a profesiones de cuello blanco. Sustituirá a profesionales liberales que nunca hubiéramos imaginado. La IA ha demostrado ser capaz de diagnosticar enfermedades con mayor precisión y exactitud que los mejores médicos, y es capaz de redactar demandas y contratos legales con mayor fundamento legal y más rápidamente que los abogados más experimentados.
Los efectos serán distintos, según la economía de los países. Aquellos países cuya fuerza de trabajo depende exclusivamente de trabajos mecánicos y que no hayan invertido en educación, tecnología e infraestructuras relacionadas, obviamente sufrirán mayores consecuencias.
Sin embargo, a lo largo de la historia, la tecnología ha servido para crear puestos de trabajo, y ha mejorado la productividad. Seguirá habiendo tareas que sólo los humanos, al menos por el momento, podemos hacer, relacionados con el amor, la empatía, la creatividad, el juicio o el pensamiento crítico. Y se crearán nuevos empleos, como el de especialista en Ética de la IA y se abren de nuevo oportunidades para desarrollar bienes y servicios artesanales.
Entender el desafío que esto supone a nivel empresarial, debe llevar a analizar los riesgos de los puestos de trabajo de las organizaciones, y elaborar programas de reciclaje, para prevenir despidos masivos.
Quizás gracias a la IA dedicaremos menos tiempo al trabajo, y podamos dedicar más tiempo al ocio, al desarrollo personal o a mejorar nuestras capacidades en otras áreas.
La IA es una oportunidad magnífica para la formación y la recualificación profesional para todos.
Permite vías de aprendizaje para necesidades diferentes, que cambiarán radicalmente la manera en que conocemos la educación hasta ahora.
El apunte cómico de la noticia sobre un hombre que se ha casado con un robot nos obliga a pensar en cómo van a transformarse las relaciones humanas. Quizás sí que el futuro pasa por relaciones robot-humanoide… pero en todo caso, la IA debe ser un medio para mejorar la estabilidad emocional de las personas, prevenir enfermedades mentales y contribuir a la felicidad.
Gobernanza
Los órganos de decisión deben establecer las reglas a seguir en IA, debatir sobre el desarrollo, implantación y gestión de los sistemas de IA. En especial, deben garantizar la contribución a los valores democráticos, de participación, inclusividad y transparencia.
5 recomendaciones para abordar la IA para la sostenibilidad:
Fuente: America-retail.com