Por Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025
Cuando un arquitecto comienza un nuevo proyecto, generalmente parte su diseño en un terreno despejado, una hoja en blanco. Al diseñar, piensa en la funcionalidad y el programa, en la forma que tendrá el nuevo edificio, en la tendencia arquitectónica, en los materiales, entre otros. No obstante, si se trata de un terreno urbano o rural, anteriormente, existió una construcción, un canal de regadío, árboles, e incluso vestigios de una cultura anterior.
Ante un contexto cada vez más complejo, con extensos plazos en la permisología, la presión de las comunidades, aspectos ambientales y escasez de recursos, el hacer las cosas siempre de la misma manera no está dando buenos resultados. Cada vez es más frecuente escuchar que un proyecto se paralizó porque encontraron un canal que lo atravesaba, hubo un hallazgo de vestigios arqueológicos, una fosa, un estanque de petróleo enterrado, residuos peligrosos y asbesto, entre otras tantas causas.
El no considerar las distintas variables que pueden afectar a una obra, podría ser un gran riesgo no solo para el cumplimiento de los plazos del proyecto, sino que podría impactar fuertemente en su presupuesto.
Por todo lo anterior, es necesario implementar herramientas que ayuden a prevenir riesgos y controlar los residuos generados en la etapa de la demolición, con el fin de facilitar su gestión y trazabilidad. Es así como nace la NCh3727 Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición.
Las auditorías previas a la demolición permiten planificar y ejecutar obras en un activo construido, considerando estrategias que ayuden a mantener el valor de los materiales y recursos por el mayor tiempo posible, reducir impactos en el medio ambiente y evitar el daño a la salud de las personas. La auditoría consiste en levantar una serie de antecedentes, planificar las obras para recuperar la mayor cantidad de materiales posibles y realizar una adecuada gestión de residuos, lo cual involucra revisar la documentación del activo a demoler, realizar un estudio en terreno, elaborar un inventario y diagnóstico, establecer recomendaciones para la elaboración de un plan de gestión y un informe, el cual servirá para licitar las obras y contar con un presupuesto más detallado, realizar la gestión adecuada de residuos peligrosos, tratar de recuperar la mayor cantidad de materiales para su reutilización y reciclaje.
Las auditorías previas y una adecuada planificación de la demolición, considerando un manejo segregado de los residuos, nos permite un mejor aprovechamiento de los materiales y reducir riesgos en cuanto a aumentos de plazos y costos de las obras.
A través del webinar Gestión Circular de la Demolición se dejó planteado el interés del sector por avanzar hacia la economía circular en el subrubro de la demolición. Tres especialistas en la materia comentaron buenas prácticas y de casos de éxito, generando un alto interés y adhesión del público.
Gran interés generó el webinar “Gestión Circular de la Demolición”, organizado por Construye2025, el pasado 25 de mayo y que hasta el momento tiene más de 800 visualizaciones.
Esta actividad estuvo enmarcada en la “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035” y en la “Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025”, esta última impulsada por nuestro programa, la Cámara Chilena de la Construcción y el Instituto de la Construcción, y que cuenta con la facilitación de la CDT. Asimismo, la actividad contó con el patrocinio de la Escuela de Construcción Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la moderación de Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Marcos Brito, gerente de Construye2025, dio unas palabras de bienvenida, en las que recordó que Chile está en sobregiro ecológico, es decir, que ha gastado ya sus recursos naturales sustentables del 2023. “La economía circular nos ofrece enormes oportunidades en toda la cadena de valor, desde la formulación de proyectos hasta el fin de vida de las construcciones. Hoy, lo que nos convoca es cómo podemos dar un uso más eficiente a los recursos, reduciendo la extracción de materias primas vírgenes y avanzar así hacia una gestión circular de los residuos de la demolición, a través de nuevos modelos de negocios y empleos verdes”, señaló Brito.
La gestión circular consiste en planificar y ejecutar obras de demolición, considerando principios y estrategias que permitan mantener el valor de materiales y recursos por el mayor tiempo posible, reducir impactos en el medio ambiente y evitar el daño a la salud de las personas.
“En esta instancia, queremos mostrar casos donde se abordarán los desafíos de la economía circular, mediante iniciativas y buenas prácticas”, destacó Brito.
En representación del Ministerio de Medio Ambiente, Rubén González, profesional de la oficina de implementación legislativa y economía circular del MMA, compartió el contexto de la NCh3727 “Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición”: “Los procesos de normalización permiten definir términos y estándares. Desde el Ministerio de Medio Ambiente vimos que era necesario definir un ámbito normativo para el sector de la demolición en su avance hacia la economía circular”, afirmó.
Tras la visión de lo público, Alejandra Tapia se refirió a la importancia de implementar la economía circular en la demolición. Comenzó con una reflexión sobre el impacto de la producción y el consumo y lo devastador que es para el planeta. “Tenemos que replantear este modelo que vemos que genera tremendos impactos”, dijo.
Se refirió también al marco regulatorio, señalando que éste está basado en el modelo de la economía lineal, por lo que no considera la economía circular. Por ello, se explica el “tremendo aporte de la norma técnica NCh3727 impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente donde define el término gestión circular”, señaló agregando que “hay oportunidades en la transformación, y en diversificar servicios, como vamos a ver en nuestros expositores”.
Los especialistas de este webinar mostraron cómo reusan materiales, innovación y emprendimiento, cómo el diseño toma estos conceptos, se generan empleos verdes y nuevas oportunidades de negocios en torno a la recuperación de materiales, componentes y productos de construcción. Asimismo, se expuso sobre “la necesidad de contar con un marco regulatorio integrado que facilite la valorización”, contó Tapia.
A continuación, la arquitecta mostró un video basado en la NCh 3727, el cual quedó alojado en el sitio web del Construye2025, disponible para todo el público:
Buenas prácticas y casos
María Eugenia Ubilla, gerenta de Medio Ambiente de Flesan, presentó buenas prácticas basadas en los más de 40 años de la empresa siendo líder de las demoliciones en Chile, dando soluciones profesionales para la ejecución de proyectos en cumplimiento con la normativa ambiental y comprometidos con avanzar en la industria de construcción hacia una economía circular, mediante la mejora continua, la innovación y alianzas estratégicas para la gestión de residuos.
“El poder trabajar la norma nos ha permitido permear nuestros dolores y que la demolición deje de ser un oficio y sea un subrubro profesional que merezca el detalle, el manejo y el control que se merece”, manifestó Ubilla.
La siguió Reynaldo del Pozo, director ejecutivo y CEO de Reusamaterial, una empresa familiar que partió el 2016 con proyectos de arquitectura enfocados a la sustentabilidad, al confort térmico y lumínico, y que luego le fueron encargando algunos proyectos de construcción, donde se encontraron con la problemática de los residuos. “En una primera casa que construimos, nos encontramos con 140 m2, donde sacamos cuatro camiones de 8 m3 cada uno de puros residuos. Eso nos llevó a plantear una nueva metodología como empresa, y tras un trabajo de estudio e investigación, nos encontramos que sólo se reutiliza un 1% del material del activo construido. Frente a esa situación, nosotros cambiamos nuestros métodos”, compartió.
Especificó que, en Reusamaterial, pasaron de una construcción lineal a una circular en la que los nuevos principios son el diseño, la deconstrucción y la reutilización. Además, en la empresa generaron la primera plataforma marketplace, con el fin de conectar empresas y comunidad. De esta forma, se puede conectar el material saliente de las obras con el que ingresa. La plataforma www.reusamaterial.cl es georreferencial y se adjudicó un fondo Corfo y un fondo de O’Higgins Lab.
Para finalizar, Anamaría De León, consultora en Economía Circular y Académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, conversó sobre las cualidades de diseño circular, presentadas a través del libro inspiracional “Diseño circular de viviendas para Chile: estrategias y ejemplos de inspiración”, que desarrolló con Felipe Ossio en colaboración con dos académicos de Bélgica.
Asimismo, profundizó en los aspectos que se deben considerar desde la etapa de diseño, tanto para incorporar materiales y componentes reutilizados como para asegurar que en etapas futuras estos sean reutilizables, a través de ejemplos en Chile y el mundo.
El webinar completo está disponible aquí:
Cerca de un tercio del total de residuos sólidos que se generan en Chile corresponden a la construcción y demolición (RCD), cuyo destino final, en su mayoría, son vertederos ilegales. En este contexto, la empresa de recuperación de pasivos ambientales Greenrec Lepanto inauguró este jueves una planta de separación de residuos (RCD) para una gestión sustentable y facilitar su valorización, ubicada en la comuna de San Bernardo en la región Metropolitana.
Pedro Pablo Larraín, gerente general de Greenrec Lepanto, comentó que la zona donde se emplaza la planta ha tenido una serie de usos a lo largo de los años. “En 1990 comenzó con la explotación de áridos para la creación de cemento, lo que está a cargo de otra empresa y se sigue realizando, y luego se construyó un vertedero para residuos domésticos, que cerró en 2002”, dijo.
En 2021 comenzó a llevarse a cabo un nuevo uso del espacio, con la construcción del piloto de la planta de valorización que se terminó de implementar este año.
La instalación requirió una inversión de US$ 1 millón, cifra que Larraín comentó que puede escalar, ya que “la planta cuenta con la particularidad de que es modular, por lo que el módulo que hoy opera puede ir expandiéndose, dependiendo de la demanda y capacidad que tengamos”.
La instalación permite recuperar materiales como madera, cartón, plásticos, metales y papel a partir de los RCD. En tanto, los residuos inertes, como ladrillos, hormigón y cerámica, que no pueden reciclarse, reciben un tratamiento para utilizarse en un proceso de backfilling -relleno- de los suelos de áridos.
Larraín explicó que todos los RCD llegan mezclados con diversos materiales, en la planta se separan y se determina qué puede volver a utilizarse para derivarlos a plantas de reciclaje y valorización especializadas y “qué materiales pueden usarse para restaurar los suelos en los que se extrajeron áridos y así mitigar el impacto ambiental de este proceso”, dijo.
Capacidad y tecnología
Greenrec Lepanto recibe en promedio 3 mil metros cúbicos (m3) de residuos de la construcción y demolición, de los cuales valoriza un 10% de ellos, equivalente a 300 m3. Una parte se trata en la nueva instalación y otra, fuera de ella, con otros procesos.
La capacidad actual de la planta es de 100 m3, la que irá incrementándose hasta llegar a 300 m3 en 2024.
El recinto cuenta con una cinta segregadora, tecnología que separa los residuos según tipo, para que luego y, acorde a sus características, éstos se puedan triturar, compactar y transportar.
Trazabilidad de residuos
Larraín explicó que los RCD pasan por un proceso de trazabilidad, la que se registra desde el despacho en origen hasta su destino final, a través de un código QR.
Esto considera disponibilidad de información en línea sobre el detalle desglosado de los residuos, con volúmenes, pesos, y tipo de valorización. “Eso permite que las empresas sepan que efectivamente sus residuos se gestionan de forma correcta”, dijo el ejecutivo.
Larraín también comentó que a la fecha, la empresa tiene contratos con 15 constructoras e inmobiliarias para gestionar sus residuos en el país.
“Chile hoy no tiene una obligación para que las empresas recuperen y valoricen los RCD, por lo que esto refleja que hay interés de parte de las compañías de que se gestionen adecuadamente estos materiales”, señaló Larraín.
Fuente: Diario Financiero
El programa impulsado por Corfo dio a conocer esta nueva plataforma online que busca entregar mayor información sobre la gestión sustentable de los residuos de la construcción y demolición en el marco de una economía circular.
En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos. En Chile, la falta de información sobre la generación de residuos de la construcción y demolición (RCD) es una de las tantas brechas, así como el fortalecimiento de la cadena de valor de la economía circular en construcción. Y esto es algo que busca subsanar el sitio dedicado a RCD que Construye2025 acaba de estrenar.
La coordinadora técnica de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, explica que el sitio web tiene como fin “acercar a la industria esta estrategia multisectorial que busca promover la gestión de RCD bajo el foco de la economía circular”. Por lo tanto, agrega la arquitecta, “su objetivo es poner a disposición un espacio para tomar conciencia de la problemática de los RCD, y las consecuencias de una economía lineal basada en la extracción de recursos, uso y posterior eliminación, la cual muchas veces es inadecuada”.
De esta manera, los usuarios podrán encontrar información interesante y útil a través de casos, entrevistas y buenas prácticas sobre cómo gestionar correctamente estos residuos. Además, el sitio constituye una plataforma para conocer el desarrollo de una hoja de ruta para la Gestión Sustentable RCD como parte del acercamiento a una economía circular. Esta iniciativa es liderada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
En http://construye2025.cl/rcd/ se darán a conocer casos de constructoras que han obtenido importantes beneficios en productividad y sustentabilidad en su gestión, entrevistas, información sobre investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) que se está realizando en Chile en base al reciclaje de materiales y fabricación de nuevos productos, e iniciativas públicas que tienen relación con la economía circular. La plataforma web también contendrá información de mercado sobre empresas dedicadas a esto, información sobre el marco regulatorio chileno para su gestión y presentaciones de expertos que han participado en seminarios de la temática.
La economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Si bien se propone un cambio de paradigma, “estamos abordando la gestión de los RCD como una oportunidad para desarrollar una economía circular, más sustentable, donde no existen residuos, todo se aprovecha para nuevos productos y ciclos”, sostiene Tapia.
Sumado al trabajo de la gestión de los RCD y economía circular, las otras grandes áreas de Construye2025 están dedicadas a la construcción industrializada y la certificación del capital humano de la industria de la construcción local.