Doce universidades, CFT e IP avanzaron con sus reflexiones en la segunda sesión del Comité de Instituciones Académicas de Construye2025

Los representantes de 12 instituciones académicas se reunieron por segunda vez a conversar sobre los principales desafíos para revitalizar la sinergia entre la Academia y la industria de la construcción.

Con la participación de representantes de destacadas casas de estudio, el jueves 22 de agosto se realizó la segunda sesión del Comité Transversal de Instituciones Académicas de Construye2025, que luego de la primera reunión se constituyó en un Comité Gestor del programa estratégico.

En la oportunidad, participaron representantes de la CDT, la Universidad Autónoma de Chile, la Universidad de La Serena, la Universidad San Sebastián, la Universidad Andrés Bello, la Universidad de Las Américas, la Universidad del Biobío, la Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad Católica de la Santísima Concepción, y los institutos profesionales IP Chile, Duoc UC e INACAP.

Cabe recordar que los comités gestores son parte de la gobernanza de Construye2025 a nivel operativo, es decir, convocan a las voces más indicadas para definir las líneas de acción que permitan concretar la hoja de ruta. En el caso de esta instancia, el objetivo es tener entre tres y cuatro reuniones durante el año, para luego hacer la bajada y comenzar con el plan de trabajo, con miras a tener resultados el año 2025, que se puedan proyectar en una eventual continuidad de la hoja de ruta.

Carlos Cayo, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, dirigió la sesión, recordando el exitoso resultado del primer encuentro, que tuvo lugar unos meses atrás e indicando que el objetivo de la segunda jornada de trabajo es dirigir “un poco más la conversación hacia temas accionables, en base a desafíos presentes en el levantamiento de necesidades, que se votaron en las preguntas de la sesión uno”. 

De acuerdo con los resultados del trabajo ya realizado, el ingeniero explicó que el principal desafío del comité es abordar las dificultades entre la industria y la Academia, especialmente la brecha entre la teoría académica y la realidad de la industria, la presión para acortar las carreras, las dificultades en planificación en carreras como arquitectura e ingeniería construcción civil, entre otras.

También señaló que es importante “crear el espacio de vinculación, entender bien los roles de los actores de los sistemas de construcción públicos, privados y académico, trabajar en la organización del modelo”, con el fin de definir qué tipo de significaciones y capacitaciones se pueden hacer en distintos niveles, a lo largo de la trazabilidad de los programas académicos. 

Las acciones e iniciativas concretas con miras al desarrollo del trabajo a realizar, según los plazos estipulados por el programa, se organizaron en cuatro pilares: el primero abarca el análisis y la actualización del contexto de la industria y la oferta actual; el segundo se relaciona con vinculación y acercamiento a fin de generar espacio de la Academia en eventos de la industria y viceversa; el tercero tiene que ver con la articulación y colaboración entre los actores clave, entendiendo los roles de los actores del ecosistema de en el modelo, y el cuarto enfocado en seguimiento y control.

Tras la presentación, las mesas organizadas tuvieron un tiempo para trabajar en función de los ejes mencionados; y al finalizar la jornada, un vocero de cada una presentó brevemente los resultados del diálogo en cuestión.

Los resultados de la jornada serán compartidos con las instituciones participantes, así como con las que no pudieron asistir, junto a una propuesta de plan de acción de corto plazo, para ser articulada por Construye2025, con el apoyo de las mismas instituciones.

Alejandra Tapia participa en la premiación del Programa de Sostenibilidad para el Proceso Constructivo de Guatemala GBC

Nuestra coordinadora de Sustentabilidad viajó como invitada del Guatemala Green Building Council, donde fue parte de la mesa de trabajo sobre residuos de la construcción y demolición del organismo, y participó en diversas actividades profesionales.

Con la participación de Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, nuestro programa fue parte del evento de Cierre y Premiación 2023-2024 del Programa de Sostenibilidad para el Proceso Constructivo de Guatemala GBC, realizado el 10 de julio. Esta invitación al programa se realizó a través de Chile GBC, entidad que promueve la economía circular mediante certificaciones, y además forma parte de un proyecto muy importante para el sector construcción, el Pasaporte de Materiales (P+).

En la ocasión, se dieron a conocer los resultados del Programa “Sostenibilidad en el Proceso Constructivo”, junto a las marcas Cementos Progreso y Mixto Listo. El objetivo de este programa es promover las prácticas de sostenibilidad en los más de 30 proyectos inscritos para ser parte de él.

La arquitecta, en su calidad de representante de Construye2025, presentó la experiencia en Chile sobre economía circular, dio a conocer la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025. Además, participó en la Mesa de Trabajo sobre Residuos de Construcción y Demolición, donde compartió su experiencia en el desarrollo de la Hoja de Ruta RCD, sobre importancia del involucramiento de los sectores público, privado y la academia, así como considerar a toda la cadena de valor en el proceso. También se refirió a los avances, dificultades y desafíos que el tema representa, tanto para el sector público como para el privado en Chile. Asimismo, mostró algunas iniciativas de fomento como los retos de innovación, los cuales han contribuido a que se desarrollen innovadoras soluciones que han permitido dar circularidad a los materiales y reutilizar y reciclar de mejor manera los residuos de la construcción. 

Respecto de la economía circular, en la ocasión se expuso la importancia de dejar atrás el modelo lineal en que los residuos simplemente son desechados, con el consiguiente impacto ambiental, económico y social que esto implica. Para hacerse cargo de esta problemática, el Programa de Sostenibilidad para el Proceso Constructivo del Guatemala GBC, con el fin de medir y reducir los impactos asociados al proceso de construcción, mejorar la eficiencia de recursos y adoptar un modelo de trabajo que aumente la competitividad empresarial, incorporando la gestión de residuos y otras medidas para mitigar el impacto de la construcción.

En los años recientes, este programa ha servido como plataforma de intercambio de conocimiento para generar iniciativas que atiendan los retos que afronta el sector de la construcción para el desarrollo sostenible.

Durante la presentación de los resultados del programa se informó que la aplicación de estrategias y medidas de sostenibilidad está cada vez más interiorizada por los equipos de ejecución. A lo largo del programa, se identificó que más del 40% de las empresas participantes cuentan con programas de responsabilidad social y más del 18% implementan actividades de responsabilidad ambiental. Asimismo, hay una mejora continua en la eficacia de la clasificación de residuos en obras. Hacer un seguimiento a estos indicadores es una de las maneras más efectivas de evaluar las medidas aplicadas.

El primer lugar del programa fue obtenido por el proyecto Serena Apartamentos, de la empresa Arcos, seguido por el proyecto Altaire, de Impulsa Desarrollo, del grupo ITSA.

En tanto que el tercer lugar fue para el proyecto Hacienda de Las Flores de Desarrollos HDF – Grupo Macro, y el cuarto lugar, para el proyecto Laranda Lofts, de OECSA.

La experiencia en la Ciudad de Guatemala también consideró la visita al proyecto “Condado Naranjo”, urbanización que ha obtenido la calificación Platinium en la certificación LEED para “Cities and Communities” , donde destaca la gestión de los residuos domiciliarios y gestión del agua. Otra visita interesante fue a la antigua planta de Cementos Progreso y su iniciativa sobre la restauración ambiental del lugar para convertirlo en un interesante proyecto inmobiliario que incluye la reparación de pasivos ambientales y gestión del agua.

Boetsch y Spoerer Ingenieros: revelador caso de integración temprana en proyecto habitacional con sistema Baumax

Los profesionales de ambas empresas presentaron un enfoque comparativo entre la construcción tradicional y la construcción industrializada, considerando la integración temprana en el desarrollo de este proyecto y mostrando alentadoras cifras a la hora de evaluar la productividad.

En el marco del Encuentro Técnico “Guía Práctica de Integración Temprana en Construcción Industrializada: El punto de partida para aumentar la productividad y sostenibilidad en los proyectos de construcción”, organizado por el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), se presentó el caso de la primera etapa del proyecto que considera la construcción de nueve torres, seis de ellas utilizando el sistema industrializado de Baumax.

Los encargados de la presentación fueron Mauricio Molina, subgerente de Procesos e Innovación de Boetsch, y Rodrigo Pérez, socio director de Spoerer Ingenieros. Ambos expusieron sobre la experiencia de este trabajo para el proyecto de integración social Las Uvas y El Viento 316, de la empresa Boetsch, ubicado en la comuna de La Granja.

Mauricio Molina explicó que en seis de las nueve torres que integran el proyecto que considera un total de 467 unidades vendibles, “tomamos la decisión de poder probar la solución industrializada de Baumax, con elementos prefabricados”. A continuación, comenzó a relatar los principales aspectos de esta experiencia.

Cabe señalar que Baumax es la primera fábrica automatizada del país dedicada a la fabricación de paneles de hormigón armado, que también considera las instalaciones eléctricas, mediante un proceso robotizado. “Es importante recalcar que aquí es clave el uso de BIM, en este caso el sistema Baumax basa todo su diseño en la modelación BIM, y de esta manera, se logra un proceso de línea de producción lo más automatizado posible, adaptado a la geometría del proyecto”, detalló Molina.

Al comparar el sistema de construcción tradicional con la propuesta de Baumax, el ejecutivo observó que en el primero “asumíamos que los problemas de desviaciones de recursos como la mano de obra, equipos, tiempo, calidad, con Baumax iban a disminuir. Lo otro que sabíamos era que el sistema tradicional no exige una coordinación tan exhaustiva del proyecto (…) en el caso de Baumax era obligación trabajar con BIM y además, tuvimos que modelar las instalaciones, no solamente los espacios comunes, sino que hubo que hacer un esfuerzo mayor en términos de modelación antes de iniciar la construcción, y la otra diferencia es que gran parte de la producción con Baumax se produce fuera del sitio y la obra gruesa se transforma en un montaje, básicamente”.

A modo de ejemplo, expuso el indicador de productividad metros cuadrados/día, uno de los más usados en la industria. En este caso, el indicador fue calculado para la etapa de obra gruesa, partiendo desde el primer muro. “Sacamos las fundaciones de este indicador, dado que había una variabilidad, porque en las zonas donde están ubicados los edificios Baumax teníamos ciertas complicaciones con el tipo de suelo”, precisó. 

El resultado: el indicador de productividad de los edificios con el sistema industrializado de paneles prefabricados, fue, en promedio, un 17% mayor que el de los edificios tradicionales. El proyecto alcanzó el nivel de coronación en la semana 10, según lo programado, y a la fecha, presenta un 92% de avance. “Así que el mensaje claro es que estos sistemas industrializados, más allá de generar un alto ahorro, por terminar antes en plazo, te ofrecen una alta certeza, la certidumbre es mucho mayor que en un sistema tradicional”, resaltó.

Por su parte, Rodrigo Pérez relató su experiencia como representante de la oficina de cálculo Spoerer Ingenieros. “Hoy, nuestro propósito es mejorar la productividad del rubro. Este proyecto está totalmente alineado con esto y nos abocamos a desarrollarlo con Boetsch (…) Hemos explorado nuevos procesos constructivos, la digitalización de los proyectos y la integración temprana, que ha tenido como resultado diseños más optimizados, diseños para una obra eficiente, lo que implica entender los dolores de la obra y llevar esta eficiencia a la obra, donde está el mayor potencial de mejoras”.

Sobre el proceso constructivo, comentó que “el diseño con Baumax representó un cambio al interior de la oficina, pues tuvimos que detallar en forma distinta, verificar secciones que antes no verificábamos, por ejemplo, hay dos paneles que se unen en un mismo eje y hay que verificar toda esa unión, que cuando el edificio es monolítico no se hace”, y agregó que Baumax se encarga de los detalles de los elementos que vienen de planta. “También tuvimos que hacer un control de calidad distinto al que hacemos en proyectos normales”, explicó.

Asimismo, expuso que “gracias a la integración temprana de cálculo en un proyecto similar, en conjunto con el equipo de la constructora, determinaron que el uso de una losa de fundación en este tipo de edificios, en vez de un sistema con zapatas corridas y radier, es la opción más económica, ya que, aunque tiene asociado un mayor costo en materiales, por contener más fierros, se ejecuta en la mitad del tiempo. Las cifras indican que para una torre de 5 pisos de 700 m2 por piso, la opción con losa de fundación genera un ahorro aproximado de 7 5 0 UF, principalmente, porque hay un ahorro de 15 días en el plazo”.

El llamado final de los expertos fue abrirse a adaptarse al uso de este sistema, brindando a las partes involucradas en el proyecto una capacitación correcta y los lineamientos adecuados desde los socios, aprendiendo a controlar los riesgos, y diseñando para el sistema de manufactura con tal de obtener los mayores beneficios de una integración temprana.

El emplazamiento de un nuevo edificio no es una hoja en blanco: la importancia de una auditoría previa a la demolición

Por Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025

Cuando un arquitecto comienza un nuevo proyecto, generalmente parte su diseño en un terreno despejado, una hoja en blanco. Al diseñar, piensa en la funcionalidad y el programa, en la forma que tendrá el nuevo edificio, en la tendencia arquitectónica, en los materiales, entre otros. No obstante, si se trata de un terreno urbano o rural, anteriormente, existió una construcción, un canal de regadío, árboles, e incluso vestigios de una cultura anterior.

Ante un contexto cada vez más complejo, con extensos plazos en la permisología, la presión de las comunidades, aspectos ambientales y escasez de recursos, el hacer las cosas siempre de la misma manera no está dando buenos resultados. Cada vez es más frecuente escuchar que un proyecto se paralizó porque encontraron un canal que lo atravesaba, hubo un hallazgo de vestigios arqueológicos, una fosa, un estanque de petróleo enterrado, residuos peligrosos y asbesto, entre otras tantas causas.

El no considerar las distintas variables que pueden afectar a una obra, podría ser un gran riesgo no solo para el cumplimiento de los plazos del proyecto, sino que podría impactar fuertemente en su presupuesto.

Por todo lo anterior, es necesario implementar herramientas que ayuden a prevenir riesgos y controlar los residuos generados en la etapa de la demolición, con el fin de facilitar su gestión y trazabilidad. Es así como nace la NCh3727 Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición.

Las auditorías previas a la demolición permiten planificar y ejecutar obras en un activo construido, considerando estrategias que ayuden a mantener el valor de los materiales y recursos por el mayor tiempo posible, reducir impactos en el medio ambiente y evitar el daño a la salud de las personas. La auditoría consiste en levantar una serie de antecedentes, planificar las obras para recuperar la mayor cantidad de materiales posibles y realizar una adecuada gestión de residuos, lo cual involucra revisar la documentación del activo a demoler, realizar un estudio en terreno, elaborar un inventario y diagnóstico, establecer recomendaciones para la elaboración de un plan de gestión y un informe, el cual servirá para licitar las obras y contar con un presupuesto más detallado, realizar la gestión adecuada de residuos peligrosos, tratar de recuperar la mayor cantidad de materiales para su reutilización y reciclaje.

Las auditorías previas y una adecuada planificación de la demolición, considerando un manejo segregado de los residuos, nos permite un mejor aprovechamiento de los materiales y reducir riesgos en cuanto a aumentos de plazos y costos de las obras.

 

“Navegando hacia la circularidad”: conociendo las normas para una transición efectiva

Conocer de cerca las normas es fundamental para la evolución de la cultura de la calidad en nuestra sociedad. Los documentos normativos aportan al crecimiento y la globalización de los mercados, por lo que contribuyen enormemente a los procesos productivos y a generar una infraestructura para la calidad. De ahí la importancia de familiarizarse con ellos.

La necesidad de transitar de una economía lineal a una economía circular en un marco normativo claro, transversal y regulado por expertos fue el tema que convocó el webinar “Navegando hacia la circularidad”, un seminario-conversatorio enfocado en las nuevas normas internacionales. Esta iniciativa fue organizada por el Instituto Nacional de Normalización (INN) y contó con el apoyo de Corfo y del programa Territorio Circular de Sofofa.

Pedro Ibarra, jefe de la División de Normas del Instituto Nacional de Normalización, destacó la contribución realizada desde nuestro país con la creación de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) y la Hoja de Ruta de Economía Circular, publicada en 2021, con miras a hacer de Chile un país circular hacia el año 2040. “El amplio uso de las normas es un precursor necesario para la evolución de la cultura de la calidad en nuestra sociedad, y los documentos normativos, principalmente las normas, aportan al crecimiento y la globalización de los mercados, siendo clave en el desarrollo de los procesos productivos”, destacó. 

En palabras de Ibarra, “el trabajo normativo de la ISO es una contribución siempre muy positiva para ayudar a las organizaciones a evaluar los impactos del cambio climático y a implementar los planes para una acción efectiva”.

La participación de los expertos comenzó con el gerente del programa Territorio Circular, Javier Obach, quien explicó que la Hoja de Ruta de Economía Circular se elaboró en “un proceso muy participativo, con más de 144 personas de 33 sectores involucrados, mesas temáticas ubicadas en distintas localidades de nuestro país, lo que conduce a un documento unificado de muchas miradas al 2021, que se somete una consulta pública, con más de 500 observaciones”. La versión aprobada permitió establecer un programa estratégico de Corfo, Territorio Circular, de carácter público y privado “que va a ayudar a generar acciones habilitantes, empujar a que otros actores empiecen a articularse en torno a esta hoja de ruta así como a poder monitorear y generar muchas acciones que vayan al alero del cumplimiento de este documento”. 

La segunda intervención estuvo a cargo de Ana María Alvarado, coordinadora de Normas y coordinadora del Comité Espejo Economía Circular del INN. Ella explicó el funcionamiento, en términos generales, de las normas ISO en su calidad de organización internacional independiente, que reúne a una red de organismos nacionales de normalización y el rol de nuestro país en la elaboración de las tres primeras normas de economía circular publicadas al alero del Comité 323.

“Nosotros, como comité nacional, participamos a través de los comités espejos, donde conformamos el Comité 323 nominando expertos en los diferentes grupos de trabajo, pero también aparte de estos expertos hay otros miembros del comité espejo que participaron en las reuniones a nivel nacional, donde hicieron sus aportes a la elaboración de estos documentos”, detalló. 

Entre esos expertos estuvieron Alex Godoy, director del Centro de sustentabilidad de la Universidad del Desarrollo; Cristian Zegers, consultor senior en Economía Circular y fundador de Social Renovable; y Cristian Morales, ingeniero civil químico de la Universidad de Concepción y MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez. Todos ellos participaron en el webinar, aportando elementos técnicos que permiten comprender el rol de las normas ISO en la implementación de una economía circular.

Alex Godoy puso énfasis en la necesidad de integrar los procesos de producción, entendiendo que el cambio de una economía lineal a una circular es un paradigma que llegó para quedarse. “Tenemos que transitar a una economía más bien circular, reducir la extracción de recursos naturales y obviamente utilizar las vías de residuos para que otras compañías puedan usarlos”. Para esto, continuó, es clave que todos los actores del sistema se eduquen, compartan un lenguaje técnico común, porque “a veces incluso forzar la economía circular es peor, y esta es la gracia de esta la normativa, que nos ordena”.

En la misma línea, Cristian Zegers se refirió a la importancia de acelerar esta transición porque “no tenemos tiempo, eso es algo que es bueno dejar muy claro, como uno de los mitos de la economía circular”. Así, la necesidad de instalar un modelo circular se torna urgente; y la norma ISO 59010, enfocada a las compañías, fue diseñada para “crear e intercambiar valor, pero un valor no pensado exclusivamente de forma lineal, sino que con impactos socioambientales”. Asimismo, resaltó que “lo que necesitamos ahora es una colaboración que acelere la transición del modelo de negocio de cada una de las organizaciones, no hay un modelo que nos haga a todos, esto debe ser un traje a la medida de cada organización, entonces generamos esta metodología para entender el modelo de negocio actual, la esfera de influencia dentro de la cadena de valor, cuáles son las alternativas y oportunidades”. 

Por su parte, Cristian Morales entregó algunos detalles de la norma 59020, que se centra en la medición y evaluación de la circularidad. “El objetivo de este documento es la recolección de la información necesaria y realizar los cálculos para permitir las prácticas de economía circular que minimicen el uso de recursos y optimicen el flujo circular de recursos, contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo sostenible”, señaló. 

Tras las presentaciones, se dio inicio al conversatorio que fue moderado por Ana María Alvarado y Javier Obach, espacio en el cual los invitados dieron respuestas a muchas de las inquietudes planteadas por el público.

Alianza estratégica entre SKC Circular y Curso de Gestión de RCD impulsa la innovación en la gestión de residuos en Chile

En un paso significativo hacia la sostenibilidad, SKC Circular, una innovadora solución del grupo de empresas SKC enfocada en la distribución de maquinaria para el reciclaje en las industrias más importantes del país, ha anunciado una alianza estratégica con la agencia de innovación para la sostenibilidad IUS Latam. Esta colaboración se realiza en el marco de los esfuerzos en la transformación cultural de la industria de la construcción con el objetivo de fortalecer la Gestión de Residuos en Obras de Construcción y Demolición.

La sinergia entre SKC Circular y el Curso de Gestión de RCD se centra en combinar soluciones tecnológicas avanzadas con capacitación digital en gestión de residuos, promoviendo la adopción de prácticas de economía circular en la construcción y otros sectores industriales.

Innovación Tecnológica y Capacitación para la Sostenibilidad

“La colaboración entre SKC Circular y el Curso de Gestión de RCD es un paso esencial para fomentar un ecosistema de construcción más sostenible. En SKC Circular, creemos que la innovación tecnológica debe ir de la mano con la educación y la formación de capacidades, asegurando que todos los actores de la industria de la construcción puedan adoptar prácticas de economía circular y contribuir activamente a la reducción de residuos,” señaló Osvaldo Pardo, ingeniero de Desarrollo de SKC Circular.

Las empresas SKC son líderes en venta y arriendo de maquinaria, camiones, comercialización de repuestos e insumos, servicio técnico y post venta. 

Y desde ahí, SKC Circular es una nueva línea de maquinarias de la compañía enfocada a entregar soluciones para la creciente industria del reciclaje en el país. Maquinaria para industrializar procesos de clasificación, segregación, trituración y compactación de residuos generados en sectores como la Construcción, Minería, Forestal e Industrial en general.

Para el correcto tratamiento de RCD en Chile, SKC Circular busca aportar a los procesos de reciclaje con la ingeniería y desarrollo de cualquier proyecto, acompañando con los cálculos de Capex y Opex para finalmente dar forma a estos procesos con el suministro de los equipos necesarios para cumplir con las necesidades de desarrollo que el país requiere de esta industria, aportando además con la más alta e innovadora tecnología a nivel mundial. 

Mediante el respaldo y experiencia de las fábricas representadas, SKC Circular apunta a ser un aporte activo en la economía circular con el conocimiento necesario para llevar a cabo el correcto tratamiento en las diferentes aplicaciones que la industria del reciclaje exige, considerando la urgente necesidad de plantas y maquinaria adecuada en las regiones más afectadas por la generación de este tipo de residuos, evitando de esta manera la creación y aumento de vertederos ilegales debido a la incorrecta disposición final de residuos generados en las industrias más importantes del país.

La alianza estratégica tiene como objetivo capacitar masivamente trabajadores de diferentes regiones de Chile y en especial aquellas en donde se encuentran activos los Acuerdos de Producción Limpia como Antofagasta, Valparaíso, Los Lagos y Magallanes, declaración voluntaria donde el foco se da a partir de prácticas sostenibles y gestión eficiente de residuos. La formación de capacidades y en particular el curso RCD, financiado completamente por la Franquicia Sence, es una pieza clave en la estrategia para apoyar los APL y avanzar hacia una transformación significativa en la industria de la construcción.

Optimización de recursos a través de la separación de residuos y la capacitación 

La correcta gestión de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) es fundamental para avanzar hacia una economía circular y sostenible en la industria de la construcción. Una práctica indispensable para lograr esta eficiencia es la separación de residuos en el lugar de origen, una estrategia que presenta múltiples beneficios tanto ambientales como económicos.

La separación en el lugar de origen es crucial porque permite una clasificación más precisa de los materiales, lo que facilita su reciclaje y posterior valorización. Esto se traduce en una reducción significativa de los residuos que terminan en vertederos y una mejora en la recuperación de recursos valiosos. Materiales como áridos, metales, madera y plásticos pueden ser segregados de manera efectiva, lo que optimiza su reutilización y disminuye la necesidad de materias primas nuevas, promoviendo así la sostenibilidad en la construcción.

Desde la perspectiva de la economía circular, la capacitación de los equipos de obra en técnicas de separación y gestión de residuos es vital. La formación especializada no solo enseña las mejores prácticas para la clasificación de materiales, sino que también promueve un cambio cultural dentro de las organizaciones. Esta transformación cultural es clave para que los trabajadores comprendan la importancia de su rol en la gestión de residuos y adopten prácticas sostenibles de manera consciente y consistente.

La implementación de programas de capacitación, como el curso RCD ofrecido por IUS Latam, tiene un impacto directo en la eficiencia de la gestión de residuos. La capacitación proporciona a los trabajadores las habilidades necesarias para realizar una correcta separación de materiales, mejorando así la calidad del reciclaje. Además, educar a los empleados sobre la importancia de la separación en el lugar de origen contribuye a la creación de un entorno de trabajo más responsable y consciente del medio ambiente.

Los beneficios de la separación de residuos en el lugar de origen y la capacitación adecuada se reflejan también en el ámbito económico. Al reducir los costos asociados con la disposición final de residuos y aumentar la recuperación de materiales reutilizables, las empresas pueden generar ahorros significativos. Asimismo, la valorización de residuos abre nuevas oportunidades de negocio, ya que los materiales recuperados pueden ser vendidos o reutilizados en otros procesos productivos, incrementando así la eficiencia y sostenibilidad del sector.

Un Modelo de Cooperación para un Futuro Sostenible

“El significado de este tipo de alianzas viene a reforzar el compromiso de IUS con el desarrollo sostenible de Chile y la Estrategia de Economía Circular a la cual adherimos, donde el capital humano es central en la transformación que nuestro país requiere. Además la formación de capacidades es una respuesta que contribuye a las metas de la Hoja de Ruta de Economía Circular propuesta por Construye2025 en conjunto con los principales actores del ecosistema de la construcción”, señaló Pedro Mancilla, director IUS Latam.

En la alianza, ambas entidades están comprometidas con la revalorización de los RCD, apoyando la creación de infraestructuras que no solo previenen la proliferación de vertederos ilegales, sino que también promueven prácticas más respetuosas con el medio ambiente. Esta colaboración estratégica asegura que los equipos de trabajo adquieran los conocimientos y habilidades necesarias y que las empresas cuenten con los más altos estándares tecnológicos para liderar el camino hacia una economía más circular y sostenible en Chile.

Este esfuerzo conjunto representa un modelo de cooperación entre la educación y la industria, destacando la importancia de soluciones integradas que aborden tanto la formación de la fuerza laboral como la infraestructura técnica necesaria para un futuro sostenible.

¿Cómo se busca dar una segunda vida a los residuos y qué productos se pueden obtener de la valorización de éstos?

Las diferentes plantas de Clasificación y Pre tratamiento de RCD están aptas para segregar y/o purificar mezclas de residuos según tamaño, densidad, materia prima, color, magnetismo, entre otros. Una vez que dicha segregación se ha hecho efectiva, todos los materiales recuperados pueden ser compactados o triturados (dependiendo de la necesidad) para volver a la cadena productiva como materia prima reciclada.

Dentro de los RCD generalmente los residuos más abundantes son áridos, madera, metales ferrosos y no ferrosos, plásticos de diferentes densidades, cartón, papel, entre otros.

Los áridos que se recuperan deben pasar por un proceso de chancado y volver a la cadena productiva para ser reutilizados, aprovechando además que las normativas chilenas que regulan su uso se están modificando en beneficio de éstos.

La madera, una vez separada del resto de los residuos, si está en buen estado se puede utilizar directamente en construcciones secundarias o artesanías. Sin embargo, es más frecuente que ésta se triture para ser utilizada como combustible. También se utiliza para fabricar planchas y pliegues de madera reciclada como lo son las planchas de OSB (las placas de Tablero de Virutas Orientadas u “Oriented Strand Board”, por sus siglas en inglés), por ejemplo, o finalmente para jardines sustentables.

Los metales se predisponen para posteriormente ser tratados de manera térmica y volver a fundirse para convertirse en materia prima debido a las propiedades de diferentes metales que son materiales altamente reciclables y que permiten reutilizarse muchas veces.

Los diferentes tipos de plásticos recuperados, deben recibir un tratamiento respectivo. Si se requiere una previa trituración, dicho proceso se puede realizar con la misma maquinaria que con la que se trituran otras materias primas, para adquirir una granulometría correspondiente a su tratamiento final.

Sustentable y eficiente: construyen prototipo de vivienda social

El proyecto busca redefinir las viviendas sociales en Biobío. Las construcciones cuentan con mayor aislación térmica y ecopilotes desmontables.

La iniciativa denominada “Diseño para la Manufactura y el Montaje. Propuestas de Viviendas Sociales para la Región del Biobío” tiene como objetivo satisfacer las necesidades habitacionales de la región y  también establecer un camino hacia la carbono neutralidad para el año 2050.

En este contexto, la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía (FAUG) de la Universidad de Concepción lidera el  ambicioso proyecto que busca redefinir el estándar de las viviendas sociales en el Biobío, bajo la dirección de la académica y jefa de proyectos del programa Polomadera,  Valentina Torres Poblete.

La iniciativa es parte de una iniciativa de bienes públicos cofinanciada por Corfo, en el marco del Programa Estratégico Regional de Métodos Modernos de Construcción Sostenible en Madera (PER Biobío Madera). A través de este esfuerzo, se ha diseñado y construido un prototipo de vivienda social panelizada, que actualmente se está materializando en las instalaciones de FAUG.

“La madera está disponible, es un material sostenible, renovable y si sabemos y entendemos cómo trabajarlo de la manera correcta, acompañado con otros materiales para mejorar su desempeño en una construcción, podemos lograr resultados de alta calidad y durabilidad como lo hacen países de una alta trayectoria de construcción en madera, como Finlandia, Dinamarca, Canadá, Estados Unidos y Alemania”, explicó la académica.

El uso de este material se dispuso como requisito para la presentación de proyectos y la madera, añadió Valentina Torres, permite una mayor eficiencia energética debido a que el diseño de las viviendas incrementa el espesor de la aislación en muros, techos y pisos, reduciendo significativamente las infiltraciones de aire y mejorando así el confort térmico interior, en línea con las nuevas actualizaciones de normativas.

Entre los retos del proyecto, según relató la docente del Departamento de Arquitectura, no solo estuvo el cumplimiento cabal de las normativas del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu), sino también la adaptación a un proceso de construcción especial.

“Uno de los desafíos fue elaborar estos diseños de vivienda que eran particularmente diferentes a los tradicionales. No se trató solo generar diseños de viviendas sociales aplicando el cuadro normativo exigido por Serviu sino que, adicionalmente, había que contemplar la estandarización de los recintos ya que se trataría de viviendas panelizadas, diseñadas para la manufactura y el montaje”, explicó Valentina Torres.

Esto, en palabras simples, demandaba que la construcción de gran parte de la estructura se efectúe en un ambiente controlado y no en el lugar final de instalación como se acostumbra en las construcciones tradicionales. “Había que detallar todos los elementos constructivos para que se pudieran fabricar en una planta prefabricadora”, agregó.

La empresa IDV ha sido clave en la fabricación y montaje del prototipo, mientras que la empresa R&D se encargó de la instalación de los ecopilotes, un sistema de fundaciones puntuales que prescinde del uso de hormigón, lo que permite que la vivienda sea desmontable y trasladable.

Estas características permitirán dar continuidad a la vivienda fuera del Campus Central: “Después de dos años que estará en la Universidad se podrá desmontar y llevar a Santa Juana, donde esta vivienda tendrá un usuario final. Tenemos un convenio con la Municipalidad, quienes la van a recibir después del tiempo de monitoreo y testeo acá en la Universidad”, detalló.

Valentina Torres sostuvo que este proyecto busca trascender a la mera construcción del prototipo, dejando un legado en la industria de la construcción regional.

“Más allá de las innovaciones tecnológicas aquí lo que se quiere es transferir, como bien público. La información quedará abierta a empresas constructoras, empresas prefabricadoras que deseen o que ya estén construyendo viviendas sociales, pero que pretendan a posteriori construir viviendas con un estándar superior, según la nueva reglamentación térmica que así lo va a exigir”, dijo la docente.

La transferencia de conocimiento se realizará a través de talleres y plataformas de acceso público a partir de 2025.

Fuente: El Mostrador

Alianzas del Reto Economía Circular presentan sus proyectos para ser parte de los 5 seleccionados que enfrentarán la etapa final

Recientemente se realizó el Demo Day, instancia que cierra la primera etapa del Reto de Economía Circular. Durante esta jornada, las empresas participantes presentaron sus proyectos con el objetivo de clasificar dentro de las cinco alianzas que seguirán en competencia.

La actividad, realizada en la CChC, reunió a las distintas alianzas conformadas para enfrentar este desafío. Los equipos tuvieron la oportunidad de exponer sus propuestas de innovación circular frente a un jurado compuesto por Alejandra Jiusán, coordinadora de Innovación Abierta de la CChC; María José Cobo, coordinadora de Proyectos de CDT; Felipe Smith, coordinador de Sostenibilidad CChC; Geraldine Meneses, coordinadora de Proyectos de CDT y Alejandro Pantoja, director ejecutivo de OpenBeauchef.

Cada presentación de pitch fue evaluada en función de criterios como la viabilidad técnica y económica, el impacto ambiental, la innovación y originalidad, entre otros. Eduardo Hernández, jefe de innovación de la Cámara Chilena de la Construcción, se refirió a la importancia de esta instancia. “Hace un tiempo veníamos buscando trabajar en algo dentro de la economía circular ya que puede darle un impulso gigante a lo que está pasando hoy en en la industria de la construcción. Lo que buscamos en estos retos es visibilizar los espacios donde la construcción aún tiene mucho por avanzar. Queremos demostrar que la industria tiene las capacidades para abordar esto y que hay actores que están comprometidos en impulsar este tipo de iniciativas”.

Por su parte, Alejandro Pantoja, director de OpenBeauchef y uno de los evaluadores del pitch, destacó la importancia de la colaboración en temas de economía circular. “La innovación en el siglo XXI no puede ser disociada de sostenibilidad y colaboración. Este desafío en particular reúne los tres conceptos fundamentales de cómo se debe abordar la innovación hoy”.

El Reto de Economía Circular es una iniciativa que busca congregar a diversos actores del ecosistema de la construcción para generar un intercambio de conocimientos, colaboración y asociatividad. El objetivo final es impulsar la transformación hacia un modelo de construcción más sostenible en Chile.

Jimena del Valle, subgerente de sostenibilidad de la empresa Promet Chile y participante del reto, compartió su experiencia en esta primera etapa “Fue un proceso bien participativo y desafiante. Tuvimos que poner sobre la mesa las problemáticas que existen, cómo íbamos a trabajar y buscar una solución sobre eso. Lo entretenido y desafiante es que entre todos los consorcios tuvimos que presentar una solución. Desde el punto de la sostenibilidad es la colaboración lo que nos lleva a mejorar hoy en día las problemáticas que tenemos como industria”.

Sebastián González, coordinador corporativo de seguridad y medio ambiente de Siena Constructora, comentó la importancia de las redes en la construcción: “Estas alianzas son fundamentales  ya que todos estamos buscando lo mismo y esto nos genera un plus para conseguir los proyectos que tenemos. Este reto ayuda a que las empresas se reúnan y podamos fortalecer todo lo relacionado con el medio ambiente y la sostenibilidad”.

Las cinco alianzas que clasificarán a la segunda parte del reto se darán a conocer próximamente. Estos grupos tendrán la posibilidad de presentar su proyecto en Expo Edifica, la feria internacional de la construcción más importante de Hispanoamérica. En esta instancia clave para la industria, se elegirán 2 proyectos, los cuales recibirán un financiamiento de 100UF cada uno, para ejecutar el piloto en la Región Metropolitana y se definirá a la alianza ganadora, la que será parte de una Misión internacional junto a la CChC durante el 2025.