Con apoyo de Corfo, el proyecto“Red de Flujos y Encadenamiento Productivo en Construcción para una Araucanía Sostenible”, mandatado por el Gobierno Regional de La Araucanía y ejecutado por CTEC y EBP Chile, facilitará la toma de decisiones estratégicas, orientadas a impulsar más y mejores oportunidades en torno a la economía circular, en el sector de la construcción.
Con la participación de autoridades regionales, representantes del mundo público, privado y académico, se realizó el lanzamiento oficial de la Plataforma Red Circular Araucanía, una innovadora herramienta digital de acceso público, que permitirá proyectar, mapear y gestionar de forma más eficiente, los flujos de materiales, Residuos de Construcción y Demolición (RCD) en La Araucanía.
La Plataforma Red Circular Araucanía contempla, en esta primera fase, información de obras y flujos en cuatro comunas: Angol, Lautaro, Villarrica y Temuco, con proyección de escalamiento regional. Para Eduardo Figueroa, director de Corfo Araucanía, la utilización de esta plataforma permitirá avanzar hacia una gestión sostenible del sector construcción. “Este proyecto se enmarca en una estrategia más amplia de economía circular regional, con impacto directo en la planificación, inversión pública y privada, fortaleciendo la cadena de valor y haciéndola más sostenible. En este sentido la participación multisectorial de autoridades regionales y actores clave del ecosistema de construcción, pone en valor subrayando la importancia de la colaboración multisectorial.
Por su parte René Saffirio, gobernador regional destacó que, “esta iniciativa representa un avance concreto hacia una Araucanía más resiliente y sostenible. Apostamos por la innovación aplicada al territorio, y esta plataforma es un claro ejemplo de cómo generar valor desde los datos para mejorar la toma de decisiones”.
Desarrollo de la plataforma
El desarrollo técnico consideró el levantamiento de una línea base de materiales y RCD, un benchmarking de actores clave de la cadena de valor, visitas a obras, levantamiento de proveedores y gestores de residuos en la región. Esto permitió construir un mapa de flujos de RCD, superpuesto con capas de riesgo climático, para evaluar oportunidades y desafíos en diversos escenarios.
De un universo de 4.456 empresas del sector construcción en La Araucanía, se identificó una muestra relevante de 647 empresas dedicadas a la edificación (14,5%) y 740 vinculadas a materiales y RCD (16,6%). Actualmente, 180 empresas ya cuentan con información cargada en la plataforma, proveniente de permisos de edificación, recepciones de obras y fuentes públicas sobre fabricantes, distribuidores y gestores.
Muchas de ellas están visibles en el mapa interactivo, obteniendo mayor posicionamiento en la industria regional gracias a su incorporación a esta plataforma de Bien Público.
Aunque estas son las primeras beneficiarias directas, se espera una expansión progresiva hacia más empresas del ecosistema y, en última instancia, hacia toda la población de La Araucanía como usuaria de un entorno construido más eficiente, trazable y sostenible.
En este sentido, Carolina Briones, directora ejecutiva de CTEC, señaló, “esta plataforma entrega información clave para planificar con visión estratégica. Nos permitirá saber cuánto, dónde y cómo se están generando los residuos, y con eso abrir oportunidades de negocio ligados a su valorización y reutilización”.
Oportunidades
Esta herramienta permite visualizar datos georreferenciados, acceder a un dashboard interactivo de indicadores y conectar a los distintos actores de la cadena de valor en la construcción, desde la extracción de materiales, hasta la disposición final de los residuos, fomentando así la economía circular, la simbiosis industrial y la sostenibilidad territorial.
Cabe señalar que el proyecto cuenta con una sólida gobernanza compuesta por actores públicos, gremiales, municipales, académicos y del sector productivo, entre ellos: SEREMI de Vivienda, Medio Ambiente, Obras Públicas y Salud; la Cámara Chilena de la Construcción y su Comisión de Medio Ambiente; la Municipalidad de Temuco; la Universidad de La Frontera; Universidad Autónoma; CONADI; Servicio de Evaluación Ambiental; Indunext y TOL Pucón.
La plataforma combina información del INE, catastros regionales y bases de datos comunales, para construir una red de flujo de materiales por obra de construcción recepcionada. Además, utiliza inteligencia artificial predictiva para estimar el recorrido de los materiales, desde su originen hasta la disposición final, incluyendo variables como la huella de carbono y el consumo de combustible.
“La herramienta busca disponibilizar información para identificar oportunidades de modelos de negocios circulares para el sector construcción y de simbiosis industrial en la región. Junto con lo anterior evaluar posibles oportunidades o impactos en el territorio a partir de los mapas de riesgo climático. Consideramos que es un insumo de gran valor tanto para el sector público como privado”, explicó Paola Valencia, jefa de Acción Climática y Economía Circular en EBP Chile.
Más información próximamente en: www.redcirculararaucania.cl
Representantes de la Red de Economía Circular para la Construcción, junto a empresas chilenas, realizaron una intensa gira tecnológica a Irlanda del Norte y Londres entre el 26 y 30 de mayo. Visitaron fábricas, plantas de reciclaje y centros de innovación para conocer soluciones aplicables a la valorización de residuos de construcción en Chile.
Con el propósito de fortalecer la innovación y transferencia tecnológica en el marco del proyecto “Red de Economía Circular de la Construcción” (Red ECC), una delegación chilena realizó una gira de prospección tecnológica al Reino Unido entre el 26 y 30 de mayo de 2025. Ésta estuvo compuesta por 21 actores representantes de la cadena de valor de los RCD, y con actuación en la zona norte, centro, sur y sur austral de nuestro país: programa Construye2025, CDT, la Cámara Chilena de Construcción, Polpaico Soluciones, Volta Chile, Cedric Minería, Greenrec Lepanto, SKC Circular, Empresas Rivera, RC Bioenergía Spa, Áridos y Maquinarías Lindemann, Rembre Magallanes, Concremag, Constructora Salfa y Constructora Vilicic.
La iniciativa, que forma parte del Plan de Acción para la Innovación Circular de la Red ECC, se enfocó en conocer soluciones tecnológicas para la gestión y valorización de residuos de construcción y demolición (RCD), con el fin de habilitar su incorporación al ecosistema productivo chileno, reducir externalidades negativas y fomentar inversiones verdes.
Irlanda del Norte: epicentro mundial de tecnología para residuos
Durante los primeros tres días, la comitiva visitó fábricas y una planta operativa en Irlanda del Norte, una región que produce más del 40% de los equipos móviles de trituración y separación de residuos a nivel mundial. La movilidad y versatilidad de estas maquinarias fue uno de los aspectos más destacados, al permitir su uso en distintos puntos del territorio y facilitar la recuperación eficiente de materiales.
Entre las empresas visitadas estuvieron Screenpod, Evoquip, CK International, Ecotec y Kiverco, donde los asistentes pudieron observar in situ todo el proceso de fabricación, desde el corte de piezas hasta el ensamblaje final. La visita a la planta de manejo de residuos ABC Waste Management permitió conocer compactadoras que reducen el volumen de residuos clasificados como plásticos, cartones y películas plásticas, optimizando su transporte.
Asimismo, la comitiva estuvo en las oficinas de Invest Northern Ireland, agencia pública que impulsa el crecimiento económico local. Allí, conocieron soluciones complementarias como sensores de vibración para mantenimiento preventivo, plantas dosificadoras móviles de concreto, cucharones de trituración en sitio y generadores de energía.
Londres: valorización y circularidad en acción
La segunda parte de la gira tuvo como escenario la capital británica, donde se realizaron visitas técnicas a las plantas de gestión de residuos Weybridge y Westminster Waste, en las que operan maquinarias Kiverco, alcanzando tasas de valorización del 92% y 98% respectivamente. Estas plantas permiten recuperar metales, madera, plásticos, yeso cartón, vidrio y agregados de RCD, a partir de residuos mezclados secos, diseñando sus procesos en función del tipo y volumen de residuos generados por cada mandante.
Otro hito relevante fue el encuentro con ARUP, donde se abordó el estado de la economía circular en el sector construcción del Reino Unido. La consultora presentó el Circular Buildings Toolkit, herramienta de referencia disponible online, y compartió ejemplos concretos de proyectos circulares.
Finalmente, la delegación visitó dos proyectos emblemáticos de renovación urbana: Coal Drops Yard en King’s Cross y la Battersea Power Station, ambos ejemplos de reutilización de edificaciones industriales históricas reconvertidas en espacios modernos, sostenibles y multifuncionales.
Transferencia e implementación
La gira permitió estrechar vínculos estratégicos con líderes tecnológicos del Reino Unido, generando oportunidades concretas para la implementación de soluciones innovadoras en Chile. Los aprendizajes obtenidos fortalecerán el diseño e implementación del modelo territorial de la Red ECC, cuyo objetivo es fomentar el encadenamiento productivo, la valorización de residuos y la simbiosis industrial en el sector construcción.
Este hito marca un paso firme hacia la consolidación de una industria de la construcción más circular, resiliente y sostenible para el país.
Elaborada por la CDT y la Cámara Chilena de la Construcción, esta matriz entrega información útil y actualizada sobre valorizadores, gestores y sitios de disposición final, facilitando la correcta gestión de residuos RCD en todo el país.
En el marco de las acciones para acelerar la transición hacia una economía circular en la construcción, la CDT junto a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) han puesto a disposición del ecosistema la primera Matriz Nacional de Gestores de Residuos de Construcción y Demolición (RCD).
Esta herramienta es de acceso libre y fue desarrollada a partir de información pública obtenida desde organismos estatales, solicitudes de transparencia a Seremis regionales y bases de datos oficiales como el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) del Ministerio del Medio Ambiente.
La matriz —actualizada en abril de 2023— busca facilitar la identificación de actores claves para una adecuada gestión de residuos, aportando así al cumplimiento normativo, la trazabilidad de los residuos y el fortalecimiento de las redes de valorización en el territorio.
¿Qué contiene la matriz?
La herramienta incluye tres categorías principales de información:
Un recurso para empresas y municipios
Con este instrumento, constructoras, mandantes, oficinas de arquitectura, municipios y organismos públicos podrán identificar con mayor claridad a qué actores acudir para cumplir con las exigencias de la Ley REP y otras normativas relacionadas con la gestión de residuos.
Es también una forma concreta de apoyar la circularidad desde la práctica, fomentando que los residuos de construcción dejen de ser un problema y se transformen en insumos para nuevos ciclos productivos.
“La existencia de esta matriz permite acortar las brechas de información y facilita la toma de decisiones para una gestión responsable y trazable de los RCD”, destacan desde la CDT.
📥 Puedes revisar y descargar la matriz desde el Portal CDT:
https://www.cdt.cl/?post_type=dlm_download&p=2072995
Por Alejandra Tapia Soto, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025
Hace una década, hablar de sustentabilidad en la construcción se enmarcaba para muchos, en temáticas como eficiencia energética y energías renovables. Hoy, existe una mirada más amplia e integral, y un llamado a la urgencia para establecer acciones ante el cambio climático y el agotamiento de los recursos. En estos 10 años, desde Construye2025 hemos trabajado para transformar esa visión en acciones concretas, catalizando cambios profundos en cómo planificamos, diseñamos, construimos, usamos y gestionamos nuestras edificaciones e infraestructuras, en todo su ciclo de vida.
En 2015 iniciamos un camino que parecía ambicioso: avanzar hacia una industria de la construcción más productiva, sustentable y competitiva. Desde entonces, hemos sido testigos —y protagonistas— de una evolución significativa que ha involucrado a todos los actores del ecosistema: sector público, empresas, academia, gremios y centros de investigación.
Uno de los hitos más relevantes fue la elaboración de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, fruto del trabajo colaborativo intersectorial, liderado por actores del sector público, orquestado por el programa, y con una importante participación del sector privado y la academia. Este instrumento pionero trazó un camino hacia la economía circular en la construcción y hoy también es un referente para América Latina y el Caribe.
Este documento no sólo nos ha orientado técnicamente, sino que ha sido clave para incidir en políticas públicas, el fomento a la innovación, las regulaciones, y a trabajar en colaboración con un horizonte en común. Tal vez ese ha sido mayor valor, y que a pesar de las diferencias, hemos sido capaces de avanzar por el bien común, hacia una construcción más sostenible, contribuyendo a un cambio de paradigma, de empresas centradas en la maximización de utilidades, a empresas que trabajan por un propósito que incorpora la sostenibilidad mediante la inclusión de aspectos ambientales y sociales en el corazón de su negocio.
Durante estos años, también hemos impulsado pilotos, estudios y herramientas que hoy son referentes para quienes quieren construir de manera distinta. Hemos acompañado procesos de innovación con enfoque sustentable, promoviendo el uso eficiente y responsable de los recursos, apoyando también la formación de trabajadores, técnicos y profesionales que entienden la construcción desde una lógica de ciclo de vida.
Pero nada de esto hubiera sido posible sin la colaboración. La gobernanza público-privada de Construye2025 ha demostrado ser un modelo eficaz para articular voluntades, visiones y capacidades. Esta alianza ha sido fundamental para acelerar procesos, compartir aprendizajes y escalar buenas prácticas.
Sabemos que aún quedan desafíos importantes como incorporar en un sentido más amplio la sostenibilidad, apoyando a las empresas con los desafíos que existen en una sociedad compleja. Para eso, necesitamos seguir fortaleciendo estrategias, la política pública, la inversión y la formación técnica en todos los niveles.
El futuro de la construcción no se puede pensar sin sostenibilidad, sin las personas y su talento, ya que las personas son el alma de las entidades. Por eso, esta década ha sido solo el comienzo.
Finalmente, agradecemos a todos quienes han trabajado en forma colaborativa y que están convencidos de tomar esta oportunidad única de avanzar hacia un modelo de desarrollo que ponga en el centro a las personas, al territorio y al planeta.
Como una nueva herramienta del Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción, se presentó este documento que busca ofrecer una guía que permita a las empresas de los distintos ámbitos de la cadena de valor implementar acciones concretas que reduzcan el impacto ambiental de sus operaciones y contribuyan a un desarrollo más sostenible.
El pasado jueves 21 de noviembre, se realizó el lanzamiento del Manual de Reducción de residuos de construcción y demolición (RCD), documento cuya elaboración fue liderada por CDT en el marco del Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción, en colaboración con Reduciclo.
El proyecto contempló varias etapas, comenzando con un levantamiento de necesidades relacionadas con la reducción de RCD, seguido del desarrollo del contenido y diseño del manual, validando constantemente la información y la estructura a través de reuniones periódicas con el comité técnico integrado por las empresas coautoras para finalizar con el lanzamiento que se llevó a cabo en el Auditorio del edificio CChC, ubicado en la comuna de Las Condes.
Según se detalla en el documento, su objetivo general es proveer directrices para implementar buenas prácticas que reduzcan los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), buscando minimizar los residuos en todas las etapas del proyecto, desde el diseño hasta la ejecución, promoviendo la prevención, reducción y la reutilización de residuos y/o materiales.
“Este Manual es una nueva herramienta de nuestro Compromiso PRO, desarrollado con la participación de empresas socias, lo que le da un sentido de realidad: cómo de verdad ponemos en práctica estas herramientas, hacen sentido y cómo son aplicables. Siempre debemos tener una alianza entre lo público, privado y la academia, para poder construir entre todos”, señaló Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medioambiente CChC, durante sus palabras de bienvenida, agregando que con este manual se espera ofrecer una guía práctica que permita a las empresas de distintos ámbitos de la cadena de valor, implementar acciones concretas que reduzcan el impacto ambiental de sus operaciones, contribuyendo a un desarrollo más sostenible.
El manual fue posible gracias a la colaboración y participación activa de las empresas: Ebco, RVC, Constructora García, Devisa, Flesan, Euro, Empresas Socovesa, Regemac y CTEC, que validaron el contenido de las secciones, las estrategias propuestas y el formato del documento, además de realizar estrategias piloto en sus proyectos de construcción.
Sobre el Manual
Tras las palabras de Cortez, fue el turno de María José Cobo, coordinadora de proyectos de CDT, quien habló sobre la mirada de sostenibilidad de la CChC, que se materializa en los 7 pilares de sostenibilidad del Compromiso PRO y cómo esta nueva herramienta se alinea con el pilar de medio ambiente. Luego explicó el proceso de desarrollo de la herramienta y la división del Manual que se compone de tres tomos: Diseño, Planificación y Ejecución.
Posteriormente, subió al escenario Lucas Bracho, CEO de Reduciclo, que explicó los objetivos del manual y abordó en detalle los tomos del mismo. “Cada uno en específico, contiene tres cosas: estrategias de cómo reducir, formas de medir y generar indicadores con esas estrategias y capacitación y comunicación”, señaló.
En cuanto al primero de ellos, sobre Diseño, se explicó que tiene como objetivo proporcionar estrategias para integrar prácticas de prevención, reducción y reutilización de residuos desde el diseño inicial de los proyectos de construcción. Las decisiones tomadas durante la fase de diseño de un proyecto tienen un impacto duradero en la cantidad de residuos generados y en la sostenibilidad del mismo. Dentro de las estrategias de este tomo se incluyen: atributos circulares en la selección de materiales, cómo reducir mediante la industrialización de las actividades, optimización en el uso e instalación de materiales y análisis de estructuras pre existentes.
Presentando un caso de éxito de estas estrategias, Hernán Farías, supervisor de Salud, Seguridad y Medio Ambiente de Euro, abordó aquella relacionada a cómo reducir mediante industrialización. En la oportunidad, Farías contó sobre la incidencia en la reducción de residuos en la implementación de encofrado monolítico, lo que trajo como beneficios: una disminución de reprocesos en la generación de hormigón, se dejó de generar entre 0,4 y 0,6 m³ de residuo por pulido y descarachado, se dejó de generar 81 m³ de residuos de madera usados en encintado y huinchas de sacrificio, así como un control de mejor manera en protocolo PREXOR. También se habló sobre la implementación de acero predimensionado en fábrica, cuyos beneficios incluían: disminución de la pérdida del fierro (de un 8% a un 2%), disminución de probabilidad de error en la geometría de los elementos y, al presentarse las cargas listas para su instalación, se elimina el ruido por corte, eliminando el riesgo de incidentes por máquina de doblado. Por último, se mencionó la implementación de prefabricado de tabique yeso cartón, que trajo como beneficios: una disminución de la pérdida de residuos de tabiquería del 24 al 2%, así como una optimización de los tiempos de instalación y reducción de residuos generados por tabiquería.
En cuanto al Tomo II: Planificación, tiene por objetivo proporcionar estrategias para integrar prácticas de prevención, reducción y reutilización de residuos desde la etapa de planificación de los proyectos de construcción. Según explicó Bracho, entre las estrategias para este tomo, se encuentran: identificación de elementos de trabajo reutilizables, integración temprana de colaboradores, comunicación de iniciativas de reducción de RCD, instalación de faena: consejos de optimización y planificación de la deconstrucción.
Para presentar un caso de éxito de estas estrategias, Camila Fuenzalida, jefa de Sostenibilidad de Ebco, habló sobre identificación de elementos de trabajo reutilizables e instalación de faenas y consejos de optimización. Durante su presentación, Fuenzalida explicó que abordaron cuatro iniciativas: búsqueda de materiales en buen estado (donde lo importante era revisar recursos disponibles antes de comprar nuevos), elementos reutilizables (soluciones modulares desarmables para volver a usar), residuos como recursos y sistemas de control para maximizar el uso de los equipos propios y en arriendo.
Por último, el Tomo III: Ejecución, tiene como objetivo proporcionar estrategias para integrar prácticas de prevención, reducción y reutilización de residuos desde la etapa de ejecución de los proyectos de construcción. De acuerdo a Bracho, entre las estrategias para este tomo, se encuentran: almacenamiento y transporte de materiales eficiente, verificación de la adecuada entrega, conservación de elementos reutilizables y metodología de reutilización de residuos in situ.
La presentación del caso de éxito estuvo a cargo de Priscilla Quintana, subgerenta de Prevención de riesgos de RVC, quien se refirió a las estrategias centradas en almacenamiento y transporte de materiales eficiente y en la verificación de la adecuada entrega y recepción de materiales. Para reducir las pérdidas relacionadas con la primera, Quintana explicó que en RVC implementaron acciones como: chequeo de almacenamiento de material, uso de racks, utilización de maquinaria para la carga y descarga, bodegas techadas, optimización de planchas de yeso cartón (modulación) y recuperación de retazos, sistema FIFO y baja rotación de personal, plataformas digitales (IConstruye, ON!Track y Prevn) y revisión de inventario general. En cuanto a la estrategia de verificación de adecuada entrega de materiales, señaló que algunos puntos clave para lograrlo eran: definir criterios de calidad claros, implementar procedimientos de inspección y recepción, realizar auditorías y revisiones periódicas e implementar procedimientos de manejo de hallazgos.
Terminadas las exposiciones, se dio paso a un conversatorio moderado por Katherine Martínez, líder de Sostenibilidad ambiental de CDT, donde tanto el público asistente al evento, como aquellos que seguían la transmisión vía ZOOM, podían realizar sus consultas a los expositores.
Para conocer todo el detalle del Manual de Reducción de residuos de construcción y demolición (RCD), puedes descargarlo aquí: https://www.compromisopro.cl/herramientas
DUOC UC, reafirmando su compromiso con los desafíos de la industria de la construcción, ha implementado un programa avanzado de capacitación para los docentes de su Escuela de Construcción, enfocado en prácticas sostenibles, gestión de residuos de construcción y demolición (RCD) y gestión hídrica. Este innovador programa, gestionado en alianza con la agencia de innovación IUS Latam, permite a los docentes acceder a una moderna plataforma digital de capacitación, posicionando a DUOC a la vanguardia de los conocimientos aplicados en sostenibilidad en el sector académico.
El programa, liderado por la directora de la Escuela de Construcción, Claudia Rojo, responde a la necesidad de integrar prácticas de economía circular y fomentar la equidad de género dentro de la industria. Con una visión estratégica, Claudia Rojo impulsa este proceso de alineamiento en todas las sedes de DUOC a nivel nacional, unificando la enseñanza y asegurando que los principios de sostenibilidad se apliquen de manera coherente y efectiva en cada campus. Este esfuerzo va en coherencia con el modelo educativo de impacto nacional de DUOC y refuerza el compromiso de cada sede con el desarrollo de una industria de la construcción más sostenible y consciente de su entorno, en línea con la estrategia promovida por el Instituto de la Construcción y Construye2025 desde el eje de formación de la Hoja de Ruta Economía Circular en Construcción 2035.
“La formación de nuestros docentes en prácticas sostenibles es un paso fundamental para mejorar la experiencia de aprendizaje de nuestros estudiantes y responder a las demandas de una industria cada vez más consciente de su impacto ambiental,” señaló Claudia Rojo. La directora destaca el rol de DUOC en la construcción de un futuro sostenible, donde la gestión hídrica y de residuos se integran en la malla curricular de la Escuela de Construcción, en respuesta a los desafíos ambientales actuales de Chile.
Escenario de crisis hídrica
El dato estadístico más evidente de la crisis hídrica en Chile es la reducción del 37% en las precipitaciones a nivel nacional en las últimas décadas, con varias regiones experimentando déficits de hasta un 80% en comparación con los promedios históricos. Además, Chile enfrenta 14 años consecutivos de sequía, y alrededor del 76% del territorio nacional está afectado por la escasez hídrica. Estos datos reflejan la urgencia de adoptar medidas de gestión del agua en todos los sectores, especialmente en industrias intensivas como la construcción y la agricultura, para asegurar la disponibilidad de agua en el futuro.
El balance hídrico, la disponibilidad y los usos del agua en Chile son factores críticos para enfrentar la crisis hídrica que afecta al país. El balance hídrico permite medir la relación entre la disponibilidad de agua (a partir de lluvias, ríos, acuíferos y fuentes superficiales) y el consumo en sectores como la agricultura, la industria y el uso doméstico. Esta evaluación es esencial para planificar el uso sostenible de los recursos hídricos y evitar la sobreexplotación, ya que en muchas regiones la demanda supera la capacidad de recarga natural. Con un manejo adecuado de este balance, Chile puede priorizar el agua para las necesidades esenciales, promover la eficiencia en sectores productivos y asegurar la disponibilidad de agua para las futuras generaciones.
En este escenario, el principal motivador para gestionar el agua en la industria de la construcción es la necesidad de cumplir con las normativas ambientales en un contexto de escasez hídrica cada vez más crítico y de paso reducir costos y mitigar riesgos operativos. La gestión eficiente del agua permite a las empresas disminuir su consumo y dependencia de recursos hídricos, lo cual reduce los costos operativos y el impacto ambiental del proyecto. Además, gestionar el agua adecuadamente ayuda a las constructoras a responder a exigencias regulatorias y a mejorar su reputación, fortaleciendo su compromiso con la sostenibilidad. La inversión en tecnologías y prácticas de reutilización y ahorro de agua no solo asegura la viabilidad de los proyectos a largo plazo, sino que también contribuye a la resiliencia del sector y a la transición hacia una construcción más sostenible en Chile y el mundo.
La formación de capacidades en las nuevas generaciones representa un hito en la educación de la construcción, promoviendo una visión de sostenibilidad que beneficiará tanto a técnicos y profesionales como al sector en general. Este esfuerzo reafirma los compromisos con una educación innovadora, inclusiva y responsable, consolidándose como referente en la preparación de técnicos y profesionales que enfrentarán los desafíos medioambientales y sociales del futuro de la construcción en Chile.
Por Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025.
Si bien en el mundo, nuestra industria contribuye al crecimiento económico y es un importante pilar de desarrollo, también es necesario asumir que como sector es uno de los grandes consumidores de materias primas, que genera una alta cantidad de residuos, así como entre 25% y 40% de las emisiones de carbono a nivel global, según datos de la Comisión Europea y el World Economic Forum.
En Chile, no estamos lejos de esta realidad: los residuos de la construcción y demolición (RCD) representan cerca de 34% de los residuos sólidos (Conama, 2010). Sin duda, estamos frente a una situación crítica, si consideramos que actualmente hay regiones de Chile que aún no cuentan con lugares autorizados de disposición de residuos sólidos asimilables, por lo que no hay cobertura nacional para su adecuada disposición ni tampoco inversiones proyectadas para resolver esta problemática o una institucionalidad a nivel nacional encargada de la gestión de los RCD.
Pese a que hemos avanzado desde el lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035, realizado en 2021, todavía debemos avanzar en el uso eficiente de los recursos y la gestión sustentable de los residuos de construcción y demolición.
Es necesario entender que no es sostenible continuar bajo el mismo paradigma de la economía lineal en la fabricación de materiales, el proceso constructivo y su cadena de valor. Por el contrario, el camino a incorporar es el de un modelo circular, donde los recursos son reutilizados, pudiendo ser reintegrados al proceso.
Adoptar la economía circular en el diseño, procesos, sistemas y la cadena de suministros del sector, junto con la posibilidad de generar nuevos negocios a través de innovación y desarrollo tecnológico, permitirá mitigar los daños medioambientales generados por el sector. Ese es nuestro desafío crítico.
Desarrollado por CDT, el Dashboard ambiental es una plataforma para la medición de residuos y consumo de agua en el sector. Durante la actividad de lanzamiento, se realizó además una capacitación sobre su uso para una mejor gestión.
El pasado martes 20 de agosto, se realizó la presentación de una Plataforma de Gestión Ambiental para el sector, denominada “Dashboard ambiental CDT” en el marco del Taller de gestión de RCD y agua en la construcción, que se llevó a cabo en la sede CChC de La Serena.
Esta plataforma, desarrollada por CDT, agrega valor a las empresas del sector al ofrecer una solución práctica para mejorar la reportabilidad ESG, un aspecto cada vez más crítico en la industria. “La plataforma facilita el cumplimiento de normativas ambientales y la transparencia en la gestión de residuos y recursos, permitiendo a las empresas demostrar su compromiso con la sostenibilidad, lo que puede mejorar su reputación y cumplir con expectativas regulatorias y de mercado”, explicó Katherine Martínez, Líder de Sostenibilidad ambiental de CDT, agregando que esto es especialmente relevante en un entorno donde la responsabilidad ambiental es clave para la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo.
Sobre la actividad
Durante el evento de lanzamiento, Mariela Muñoz, Líder de Capital Humano de CDT, realizó una presentación para explicar el rol de la Corporación como “el motor de desarrollo y articulador de la productividad y la sostenibilidad ambiental de la industria a través de la Cámara Chilena de la Construcción”, abordando los desafíos de la sostenibilidad en el sector y destacando iniciativas desarrolladas por CDT, como el Manual de Gestión de residuos de construcción y demolición y el de Uso eficiente del agua en obras de edificación.
Posteriormente presentó el Dashboard ambiental, destacando su importancia ya que permite generar un registro de datos, simplificando el proceso y gestión interna en los proyectos. También permite obtener indicadores de desempeño, ayudando a monitorear el cumplimiento de metas de prevención y valorización de residuos, así como del uso eficiente del agua. Adicionalmente, ayuda a la Visualización, ya que posibilita saber cómo se están cumpliendo las metas, además de identificar las áreas de mejora y verificar los logros alcanzados.
Dentro de sus beneficios, Muñoz destacó que la utilización de los datos entregados facilita la reportabilidad y la gestión de información. Además, la centralización de datos ayuda a agilizar los procesos. La plataforma aporta transparencia y benchmarking, para comparar eficiencia y comportamiento y de esta forma determinar si es necesario realizar mejoras.
Posteriormente fue el turno de María José Medina, coordinadora de proyectos CDT, que realizó una demostración del uso de la Plataforma, explicando los apartados de: Registro, Estimación, Matriz de gestores, Cuantificación y Reportería.
A la actividad también asistieron las académicas de la Universidad Católica del Norte (UCN), Dayana Jaque y Karla Soria, como invitadas en el marco del trabajo de vinculación que realiza CDT entre el sector y la academia.
Cabe destacar que la Plataforma (y su actualización) fueron parte de los proyectos ganadores de los concursos de innovación interna CDT.
Si quieres conocer más detalles, visita el Dashboard ambiental en: https://plataformaambientalcdt.cl/
El Reto Economía Circular (REC), iniciativa de innovación abierta impulsada por Construir Innovando, CDT y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), con la ejecución del centro de innovación y emprendimiento de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile OpenBeauchef, ha dado un importante paso luego de seleccionar las cinco alianzas que avanzan a la gran final de este concurso, el que se desarrollará en la Feria Edifica 2024.
El propósito del REC es congregar a diversos actores del sector de la construcción para fomentar el intercambio de conocimientos, colaboración y asociatividad. Su objetivo final es impulsar la transformación hacia un modelo de construcción más sostenible en el país, promoviendo prácticas de economía circular que minimicen los residuos y optimicen el uso de recursos.
Y es que el impulso a repensar y rediseñar sus modelos de negocio y operaciones hacia una construcción más sostenible y productiva es uno de los objetivos de este Reto, así lo explica Conrad Von Igel, gerente de Sostenibilidad e Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción “Queremos que el Reto Economía Circular sea un verdadero motor de cambio para nuestra industria. Las cinco alianzas finalistas representan la fuerza del trabajo colaborativo y la innovación aplicada, y son el resultado de un proceso en el que se han integrado soluciones de economía circular que no solo buscan eficiencia, sino también un impacto positivo en toda la cadena de valor. Estamos muy ansiosos de ver cómo se enfrentarán en la gran final y cómo ayudan a acelerar la transformación de la industria.”
Las alianzas finalistas son:
1.- Axis Desarrollos Constructivos SA, Recylink y Sodimac: “Reutilícelo usted mismo”
Este proyecto propone un enfoque innovador para el reaprovechamiento de materiales de construcción, invitando a los usuarios a participar activamente en la reutilización de recursos.
2.- Kyklos, Refil y Boetsch: “Desmoldante R-I”
Este desarrollo busca crear un desmoldante reutilizable y reciclable que reduzca el impacto ambiental en la construcción, alineándose con los principios de la economía circular.
3.- SalfaCorp, Subcargo, Aceros AZA y Polpaico Soluciones: “Mueve RCD”
El proyecto se centra en la creación de un producto circular a partir de residuos de la construcción, específicamente un hormigón elaborado a partir de residuos del acero, contribuyendo significativamente a la reducción de desechos.
4.- Siena Constructora S.A., Ambipar Environment y Volcán: “Transformando un Nuevo RCD”
Este proyecto busca recuperar y reciclar yeso-cartón con el objetivo de reducir costos, disminuir la saturación de vertederos y fomentar el uso de materiales reciclados en las construcciones.
5.- Grupo Flesan, Regemac, Rebuilding e Innovazero: “Nuevos Modelos de negocio Circulares”
La iniciativa propone un innovador modelo de negocios de economía circular para la gestión de residuos, utilizando tecnología para rentabilizar los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y generar nuevos subproductos.
Camino a la gran final
Las alianzas finalistas se preparan para la instancia decisiva, mediante un proceso en el cual recibirán mentorías y acompañamiento para afinar sus propuestas y perfeccionar sus presentaciones. Durante el proceso que se desarrollará en Edifica, las alianzas presentarán sus proyectos frente a un jurado especializado, y tras la deliberación, las dos iniciativas seleccionadas recibirán financiamiento para la realización de pilotos, y una de ellas será seleccionada como la gran ganadora, participando en una misión internacional organizada por la CChC en 2025.
Mario Recabal Ramírez, gerente de innovación de Polpaico Soluciones, expresó su entusiasmo por el avance del proyecto “Mueve RCD” asegurando que: “El intercambio de conocimientos, la colaboración y la asociatividad para buscar soluciones innovadoras a los desafíos que están presentes en la construcción es un objetivo que compartimos con las empresas de nuestra alianza, y nos acerca a la meta que tenemos de contribuir a una industria más sostenible a través de modelos de economía circular”.
Por su parte, Javier Rojas Vivar, CEO de ReBuilding, destacó la importancia de su propuesta: “En el Demo Day nuestra alianza presentó nuestro innovador modelo de negocios de economía circular para una nueva gestión de residuos que permite, a través de la tecnología, rentabilizar los RCD y generar la creación de nuevos subproductos que impactarán de manera significativa a nuestro rubro y a todo el país”.
Te invitamos a ser parte de Edifica 2024, instancia donde se escogerán las iniciativas que liderarán el camino hacia un futuro más sostenible para el sector, y que serán parte de las múltiples actividades que se estarán desarrollando en la Plaza de la Innovación, lugar de encuentro que busca visualizar y demostrar cómo se proyecta la innovación en la industria.
Fuente: Edifica
En un paso significativo hacia la sostenibilidad, SKC Circular, una innovadora solución del grupo de empresas SKC enfocada en la distribución de maquinaria para el reciclaje en las industrias más importantes del país, ha anunciado una alianza estratégica con la agencia de innovación para la sostenibilidad IUS Latam. Esta colaboración se realiza en el marco de los esfuerzos en la transformación cultural de la industria de la construcción con el objetivo de fortalecer la Gestión de Residuos en Obras de Construcción y Demolición.
La sinergia entre SKC Circular y el Curso de Gestión de RCD se centra en combinar soluciones tecnológicas avanzadas con capacitación digital en gestión de residuos, promoviendo la adopción de prácticas de economía circular en la construcción y otros sectores industriales.
Innovación Tecnológica y Capacitación para la Sostenibilidad
“La colaboración entre SKC Circular y el Curso de Gestión de RCD es un paso esencial para fomentar un ecosistema de construcción más sostenible. En SKC Circular, creemos que la innovación tecnológica debe ir de la mano con la educación y la formación de capacidades, asegurando que todos los actores de la industria de la construcción puedan adoptar prácticas de economía circular y contribuir activamente a la reducción de residuos,” señaló Osvaldo Pardo, ingeniero de Desarrollo de SKC Circular.
Las empresas SKC son líderes en venta y arriendo de maquinaria, camiones, comercialización de repuestos e insumos, servicio técnico y post venta.
Y desde ahí, SKC Circular es una nueva línea de maquinarias de la compañía enfocada a entregar soluciones para la creciente industria del reciclaje en el país. Maquinaria para industrializar procesos de clasificación, segregación, trituración y compactación de residuos generados en sectores como la Construcción, Minería, Forestal e Industrial en general.
Para el correcto tratamiento de RCD en Chile, SKC Circular busca aportar a los procesos de reciclaje con la ingeniería y desarrollo de cualquier proyecto, acompañando con los cálculos de Capex y Opex para finalmente dar forma a estos procesos con el suministro de los equipos necesarios para cumplir con las necesidades de desarrollo que el país requiere de esta industria, aportando además con la más alta e innovadora tecnología a nivel mundial.
Mediante el respaldo y experiencia de las fábricas representadas, SKC Circular apunta a ser un aporte activo en la economía circular con el conocimiento necesario para llevar a cabo el correcto tratamiento en las diferentes aplicaciones que la industria del reciclaje exige, considerando la urgente necesidad de plantas y maquinaria adecuada en las regiones más afectadas por la generación de este tipo de residuos, evitando de esta manera la creación y aumento de vertederos ilegales debido a la incorrecta disposición final de residuos generados en las industrias más importantes del país.
La alianza estratégica tiene como objetivo capacitar masivamente trabajadores de diferentes regiones de Chile y en especial aquellas en donde se encuentran activos los Acuerdos de Producción Limpia como Antofagasta, Valparaíso, Los Lagos y Magallanes, declaración voluntaria donde el foco se da a partir de prácticas sostenibles y gestión eficiente de residuos. La formación de capacidades y en particular el curso RCD, financiado completamente por la Franquicia Sence, es una pieza clave en la estrategia para apoyar los APL y avanzar hacia una transformación significativa en la industria de la construcción.
Optimización de recursos a través de la separación de residuos y la capacitación
La correcta gestión de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) es fundamental para avanzar hacia una economía circular y sostenible en la industria de la construcción. Una práctica indispensable para lograr esta eficiencia es la separación de residuos en el lugar de origen, una estrategia que presenta múltiples beneficios tanto ambientales como económicos.
La separación en el lugar de origen es crucial porque permite una clasificación más precisa de los materiales, lo que facilita su reciclaje y posterior valorización. Esto se traduce en una reducción significativa de los residuos que terminan en vertederos y una mejora en la recuperación de recursos valiosos. Materiales como áridos, metales, madera y plásticos pueden ser segregados de manera efectiva, lo que optimiza su reutilización y disminuye la necesidad de materias primas nuevas, promoviendo así la sostenibilidad en la construcción.
Desde la perspectiva de la economía circular, la capacitación de los equipos de obra en técnicas de separación y gestión de residuos es vital. La formación especializada no solo enseña las mejores prácticas para la clasificación de materiales, sino que también promueve un cambio cultural dentro de las organizaciones. Esta transformación cultural es clave para que los trabajadores comprendan la importancia de su rol en la gestión de residuos y adopten prácticas sostenibles de manera consciente y consistente.
La implementación de programas de capacitación, como el curso RCD ofrecido por IUS Latam, tiene un impacto directo en la eficiencia de la gestión de residuos. La capacitación proporciona a los trabajadores las habilidades necesarias para realizar una correcta separación de materiales, mejorando así la calidad del reciclaje. Además, educar a los empleados sobre la importancia de la separación en el lugar de origen contribuye a la creación de un entorno de trabajo más responsable y consciente del medio ambiente.
Los beneficios de la separación de residuos en el lugar de origen y la capacitación adecuada se reflejan también en el ámbito económico. Al reducir los costos asociados con la disposición final de residuos y aumentar la recuperación de materiales reutilizables, las empresas pueden generar ahorros significativos. Asimismo, la valorización de residuos abre nuevas oportunidades de negocio, ya que los materiales recuperados pueden ser vendidos o reutilizados en otros procesos productivos, incrementando así la eficiencia y sostenibilidad del sector.
Un Modelo de Cooperación para un Futuro Sostenible
“El significado de este tipo de alianzas viene a reforzar el compromiso de IUS con el desarrollo sostenible de Chile y la Estrategia de Economía Circular a la cual adherimos, donde el capital humano es central en la transformación que nuestro país requiere. Además la formación de capacidades es una respuesta que contribuye a las metas de la Hoja de Ruta de Economía Circular propuesta por Construye2025 en conjunto con los principales actores del ecosistema de la construcción”, señaló Pedro Mancilla, director IUS Latam.
En la alianza, ambas entidades están comprometidas con la revalorización de los RCD, apoyando la creación de infraestructuras que no solo previenen la proliferación de vertederos ilegales, sino que también promueven prácticas más respetuosas con el medio ambiente. Esta colaboración estratégica asegura que los equipos de trabajo adquieran los conocimientos y habilidades necesarias y que las empresas cuenten con los más altos estándares tecnológicos para liderar el camino hacia una economía más circular y sostenible en Chile.
Este esfuerzo conjunto representa un modelo de cooperación entre la educación y la industria, destacando la importancia de soluciones integradas que aborden tanto la formación de la fuerza laboral como la infraestructura técnica necesaria para un futuro sostenible.
¿Cómo se busca dar una segunda vida a los residuos y qué productos se pueden obtener de la valorización de éstos?
Las diferentes plantas de Clasificación y Pre tratamiento de RCD están aptas para segregar y/o purificar mezclas de residuos según tamaño, densidad, materia prima, color, magnetismo, entre otros. Una vez que dicha segregación se ha hecho efectiva, todos los materiales recuperados pueden ser compactados o triturados (dependiendo de la necesidad) para volver a la cadena productiva como materia prima reciclada.
Dentro de los RCD generalmente los residuos más abundantes son áridos, madera, metales ferrosos y no ferrosos, plásticos de diferentes densidades, cartón, papel, entre otros.
Los áridos que se recuperan deben pasar por un proceso de chancado y volver a la cadena productiva para ser reutilizados, aprovechando además que las normativas chilenas que regulan su uso se están modificando en beneficio de éstos.
La madera, una vez separada del resto de los residuos, si está en buen estado se puede utilizar directamente en construcciones secundarias o artesanías. Sin embargo, es más frecuente que ésta se triture para ser utilizada como combustible. También se utiliza para fabricar planchas y pliegues de madera reciclada como lo son las planchas de OSB (las placas de Tablero de Virutas Orientadas u “Oriented Strand Board”, por sus siglas en inglés), por ejemplo, o finalmente para jardines sustentables.
Los metales se predisponen para posteriormente ser tratados de manera térmica y volver a fundirse para convertirse en materia prima debido a las propiedades de diferentes metales que son materiales altamente reciclables y que permiten reutilizarse muchas veces.
Los diferentes tipos de plásticos recuperados, deben recibir un tratamiento respectivo. Si se requiere una previa trituración, dicho proceso se puede realizar con la misma maquinaria que con la que se trituran otras materias primas, para adquirir una granulometría correspondiente a su tratamiento final.
Con importantes avances en gestión de residuos de construcción y demolición (RCD), finalizó el primer Acuerdo de Producción Limpia de economía circular de la industria de la construcción.
La Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo certificó a 13 empresas de la región de Valparaíso tras culminar la implementación del primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) del sector construcción con enfoque de economía circular en Chile.
Mediante este trabajo conjunto se evitó la emisión de 10 mil toneladas de CO2 equivalente y disminuyó en un 48% la generación de residuos de construcción y demolición (RCD).
Este APL piloto, firmado en 2021, fue articulado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) con el objetivo de avanzar hacia una correcta gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD), para evitar su disposición final, y fomentar nuevos modelos de negocios circulares en la región.
El grupo de empresas certificadas está integrado por Sociedad Reviste, RST Residuos, Constructora Terratec, Camporeal Construcciones, MT Ingeniería, Constructora RTM Ingeniería; Construck, Construcciones Fomenta, Bezanilla Construcciones, Bitumix, Fernando Bustamante Rodríguez Arquitectos y Compañía, Constructora Alborada y Grupo ECO1.
El subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, precisó que “se estima que cerca del 35% de los residuos a nivel mundial proviene de la construcción y demolición (RCD). En Chile, la generación de estos alcanza 7,1 millones de toneladas al año, solo por edificaciones autorizadas, lo que es más que el total de los residuos municipales, algo así como tres cerros Santa Lucía. Con la incorporación de la economía circular al sector construcción se abren innumerables posibilidades de ahorro y optimización, además nuevas oportunidades de negocios. Pasar de enterrar materiales a darles una segunda vida útil es un cambio necesario y en el sector construcción significa valorizar millones de toneladas de áridos, maderas y otros materiales, lo que es al mismo tiempo una oportunidad, y eso la industria ya lo está explorando”.
Esta alianza público privada involucró a diversos actores de la cadena de valor regional y contó con la participación y apoyo técnico de los Ministerios del Medio Ambiente, Salud y Vivienda y Urbanismo; la Dirección General de Obras Públicas; la Seremi de Obras Públicas Valparaíso; las municipalidades de Concón, Quillota, Villa Alemana y Limache; la Universidad de Valparaíso, el Instituto de la Construcción y el Programa Construye2025 de Corfo.
“El mundo enfrenta hoy los estragos del cambio climático y el sector construcción es testigo de sus severos efectos. Los costos de reconstrucción y reparación de la infraestructura afectada por el cambio climático están en aumento, lo que reafirma la necesidad de actuar de manera diferente y mejor. Debemos construir con la visión de que somos vulnerables y que necesitamos lograr equilibrios naturales, sociales y económicos para avanzar hacia una construcción sostenible. Por ello, valoramos que estas 13 empresas hayan dedicado horas de esfuerzo para avanzar en sustentabilidad, entendiendo su importancia y contribuyendo a los desafíos que como país tenemos”, señaló Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo.
Logros del APL
Como resultado de esta iniciativa se registraron importantes avances en la gestión de residuos y el apoyo a proyectos ambientales. Disminuyó la generación de RCD en un 48,12% y se redujo en un 22,57% el envío a disposición final. La valorización general de los RCD aumentó un 202,64%, y la valorización a través del reciclaje se elevó en un 73,31%, con más de 2 mil toneladas de residuos reutilizados y reciclados. Esto evitó la emisión de 10 mil toneladas de CO2 equivalente. Además, el apoyo financiero del Estado creció en un 22,13%, para proyectos de medio ambiente, innovación o productividad, mientras las empresas incorporaron prácticas innovadoras para la gestión de residuos y procesos constructivos, con una inversión privada de 7 mil UF.
Para Arsenio Vallverdú, presidente de la CChC Valparaíso, “la adopción de este APL representa una oportunidad sustantiva para el desarrollo sustentable, incrementando la productividad de nuestras empresas y abriendo nuevas oportunidades de negocio. Como gremio, creemos que este logro no solo refleja el compromiso de nuestras empresas con el medio ambiente y con el bienestar de la comunidad, sino que también demuestra el liderazgo de nuestra región y de nuestra Cámara regional, en la construcción de una industria más sostenible y responsable”.
La capacitación de 1.900 trabajadores y el desarrollo de documentos como el Manual de gestión de RCD son otros relevantes resultados del APL, así como el aumento del aporte para programas de desarrollo de la comunidad. La inversión total privada en el APL alcanzó las 16 mil UF y se generó un beneficio social valorado en más de 30 mil UF.
Desafíos
Para la industria de la construcción en Valparaíso, es crucial enfrentar la alta generación de RCD. La región es la segunda mayor generadora de este tipo de residuos en el país, con un promedio anual de 710 mil toneladas en la última década, proyectándose un aumento a 986 mil toneladas anuales en el período 2025-2035.
Cabe destacar que autoridades y empresas certificadas participaron hoy en una ceremonia desarrollada en el auditorio de la CChC Valparaíso en Viña del Mar, hasta donde llegaron, además del subsecretario de Medio Ambiente y la directora ejecutiva de la ASCC, el seremi de OOPP, Yanino Riquelme; el seremi del Medio Ambiente; Hernán Ramírez; la seremi (s) de Vivienda y Urbanismo, Nerina Paz; la alcaldesa (s) de Villa Alemana, Gloria Solís; el subdirector regional de Corfo, Felipe Mellado; la jefa de Gabinete de Gobernador Regional de Valparaíso, Francisca Carvajal; la encargada regional de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo, Verónica Baquedano; el vicepresidente (s) de la CChC, Max Correa y la presidenta de la Comisión Medio Ambiente de la CChC, Marisol Cortez.
La iniciativa integrada por actores del sector público, privado y la academia, busca establecer lineamientos estratégicos y operativos para el desarrollo del proyecto «Red de flujos y encadenamiento productivo en construcción para una Araucanía sostenible».
Con el objetivo de alinear los intereses regionales y robustecer la colaboración con los agentes locales, promoviendo prácticas sostenibles en el sector de la construcción, como la gestión eficiente de los residuos generados por esta Industria, el Gobierno Regional y Corfo lanzaron a través de la conformación de la mesa de gobernanza, el proyecto «Red de flujos y encadenamiento productivo en construcción para una Araucanía sostenible».
Esta alianza entre el Gobierno Regional y Corfo, que cuenta además con el apoyo del Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción -CTEC y EBP Chile, busca fomentar la Economía Circular del sector construcción en la región, a través de las alianzas público, privado y academia, creando esta plataforma web con información georreferenciada sobre centros de distribución de materiales, obras de construcción relevantes, transportistas de materiales y residuos, gestores de residuos y centros de disposición final en toda la región.
Esta información estará cruzada con mapas de riesgo climático, con el objetivo de levantar líneas base y potenciales oportunidades de negocio con enfoque de simbiosis industrial y adaptación al cambio climático, lo que permitirá generar un diagnóstico territorial sobre los flujos de materiales y residuos, indicadores de impacto ambiental y propuestas de encadenamiento productivo para el sector de la construcción.
Sobre esta iniciativa levantada por el Gobierno Regional y Corfo, el gobernador Luciano Rivas dijo que, “a través de este trabajo público privado estamos promoviendo prácticas sostenibles en un ámbito que es muy importante como es la construcción, lo que nos permitirá a futuro desarrollar planes de gobierno, políticas públicas, inversiones, programas, entre otros, para así generar nuevas iniciativas que nos permitan mayores y mejores encadenamientos productivos para el sector de la construcción, y es en ese sentido que el trabajo con Corfo, CTEC y EBP Chile resulta fundamental, para por ejemplo, abordar la problemática que es el déficit habitacional en la región”.
Eduardo Figueroa, director de Corfo Araucanía señaló en el encuentro, “queremos generar un trabajo conjunto con todas las instituciones y cumplir con los objetivos dispuestos para este bien público, ya que desde Corfo Araucanía hemos comenzado a desarrollar una iniciativa emblemática cuyo desafío, desde la Mesa de Coordinación para el Sector, es proponer el desarrollo de diversas acciones orientadas a impulsar un trabajo conjunto, entre el sector público, privado y academia, para generar instancias de desarrollo de proyectos, capacitación y buenas prácticas».
La directora ejecutiva de CTEC Carolina Briones, institución que lidera el proyecto, señala que ve un tremendo potencial en la Región de La Araucanía para que ésta se transforme en un polo de innovación, que pueda transferir a Latam todo el trabajo que se está desarrollando en esta materia en la región. “En la Araucanía hay muchas iniciativas, empresas con alto potencial y conocimiento por parte de las universidades. A través de ese conocimiento se debe repensar un nuevo paradigma para el sector construcción que sea más sostenible. Desde CTEC vemos en este proyecto una punta de lanza de un sinfín de iniciativas de la región para Chile. Agradecemos la participación de todos los integrantes de esta mesa, creemos que esta visión coordinada y colaborativa nos permitirá llevar adelante este proyecto de forma exitosa”.
Cabe destacar que, según el Barómetro de la Construcción Araucanía (CChC, 2018), el sector de la construcción se posiciona como el segundo más relevante en la economía regional, impulsando una importante cantidad de empleo. Esto último se intensificará con los nuevos planes de infraestructura, en línea con la estrategia de desarrollo regional, así como con la edificación de viviendas para abordar el déficit habitacional. Sin embargo, es crucial reconocer que este sector también conlleva un significativo impacto ambiental, especialmente en relación con la generación de Residuos de Construcción y Demolición (RCD), la mayoría de los cuales consisten en materiales inertes con un alto potencial de reutilización.
Alrededor de 85.000 toneladas retiradas por el Ministerio de Obras Públicas solo en la primera etapa de la remoción de escombros en la emergencia de los incendios en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, se suman a los grandes volúmenes de residuos generados tras las catástrofes, más de 20 millones de toneladas se generaron para generadas para el 27F, sin considerar otras catástrofes ocurridas en Chile. Un protocolo que ponga de acuerdo a las autoridades, coordine a los funcionarios públicos y capacite a la ciudadanía en el adecuado manejo y gestión de dichos residuos aparece como idea fuerte tras esta última emergencia.
Para fines de febrero, las autoridades del Ministerio de Obras Públicas (MOP) informaban que se había terminado la primera etapa de remoción de escombros tras los incendios en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana. Fueron un total de 85.000 toneladas las recogidas, de acuerdo a lo señalado en Radio Pauta por el seremi del Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Valparaíso, Yanino Riquelme. Esta cifra significaba solo el 70% de la tarea total, según datos del gobierno, y fueron destinados el relleno sanitario El Molle.
Más allá de la respuesta que tuvo el MOP y sus direcciones, cabe analizar que, de acuerdo a lo informado, tal cantidad de toneladas equivale a 56.000 buses vertidos en el relleno sanitario. Por ello, es necesario pensar en la necesidad de contar con un protocolo de manejo de residuos de emergencias, sobre todo considerando que en Chile las emergencias son recurrentes: incendios, terremotos, temporales, etc.
De hecho, en 2021, el Ministerio del Medio Ambiente estimó la generación de residuos ocurrida en el terremoto 27F, “llegando a la conclusión que solo por la afectación a vivienda con la información levantada nacional, se pudieron haber generado más de 20 millones de toneladas de residuos derivados del desastre”, precisa Rubén González, profesional de la Oficina de Economía Circular del MMA.
En 2023, la Oficina de Economía Circular del MMA junto con el Departamento de Gestión Interinstitucional de SENAPRED desarrollaron una propuesta de ficha para levantar información sobre residuos en momentos de desastre y catástrofes, que permita a los servicios locales incorporar estos aspectos en las solicitudes de recursos de forma complementaria al formulario ALFA, y así ayudar a identificar situaciones de riesgo con residuos y solicitar apoyo especializado.
“Este instrumento se encuentra a nivel de borrador a espera de validaciones internas en los servicios para su pilotaje, mejora y luego su instauración como un procedimiento, cuestión que es necesario coordinar con el Ministerio del Interior”, explica González.
Y en la actualidad, el MMA en conjunto con Fundación Chile y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA postulan un fondo GEF para abordar distintos aspectos de economía circular en el sector construcción, fondo que consultará recursos para apoyar el desarrollo de la guía señalada y para desarrollar contenidos de un curso para sensibilizar y educar en estas materias a funcionarios municipales.
Lucas Bracho, CEO de Reduciclo y asesor de Plataforma Industria Circular, cree que es “crucial implementar un protocolo específico para la gestión de residuos derivados de demolición en situaciones de emergencia, como los recientes incendios en la región de Valparaíso”.
La misma opinión tiene Karen Aguilera, fundadora de Revaloriza, empresa de revalorización de residuos de la construcción de la región de Valparaíso: “Sí, es necesario, no tan sólo a raíz de los incendios en particular, sino que basados en los Planes Locales de Cambio Climático, en donde existen variados tipos de emergencias que podemos sufrir. Cada municipio del país debe contar con planes y protocolos que indiquen las forma de actuar ante situaciones que lamentablemente serán más recurrentes, tales como: remociones en masa, derrumbes, demoliciones, incendios, entre otros”, explica.
Aguilera destaca el actuar de la Municipalidad de Quilpué, cuyos profesionales ejecutaron el acopio temporal de residuos en canchas, “al igual que los otros municipios, pero realizando la diferencia entre lo que debe ir a disposición final directamente y lo que sí es posible de valorizar”.
La fundadora de Revaloriza añade que en 1984 “sufrimos en la región de una remoción en masa producto de residuos de construcción dispuestos de manera ilegal en la zona alta del Estero de Reñaca, situación que sigue repitiéndose en varias quebradas de la región, siendo un riesgo latente”. Sobre todo considerando que los incendios han sido reiterativos en la región de Valparaíso desde 2014, y “lamentablemente, con niveles de crudeza altísimos y a esto hay que sumar que somos un país sísmico, en donde no hay que omitir que debemos contar con infraestructura crítica para hacernos cargo de los residuos post desastre”, opina la profesional.
A su juicio, este incendio evidencia lo que por años ha sido una dura realidad: “ser expertos en implementar planes reactivos y no preventivos. Es necesario que nuestros planes preventivos sean conociendo lo que existe en el territorio y que los protocolos sean claros en cómo actuar para que el nivel de incertidumbre sea mucho menor”.
El protocolo
Para Rubén González, un aspecto clave a entender en el caso de desastres en los que se generan escombros, es que entre ellos existen materiales que pueden ser peligrosos y que se suman a los riesgos ya existentes en la zona afectada, y a situaciones posibles como derrumbes, presencia de cadáveres, hasta de la lucha con delincuentes.
En palabras simples, “lo que no debería ocurrir es que las personas, sin debida preparación, sin equipamiento de protección personal adecuado comiencen a retirar escombros, a entregarlos a chatarreros o a acumularlos en las calles para comenzar inmediatamente el proceso de reconstrucción sobre las cenizas o escombros húmedos de su antiguo hogar”, advierte el profesional del MMA.
Al respecto, efectivamente, cree que se hacen necesarios mejorados protocolos de carácter intersectorial que posibiliten dicha diagnosis y es por ello que los distintos agentes del Estado se encuentran promoviendo dicha interacción.
“Como comenté antes, el Ministerio del Medio Ambiente se encuentra coordinado con SENAPRED, así también se realizaron gestiones con MOP, para asegurar que el retiro de escombros que esa entidad ejecuta considere aspectos específicos referidos a gestión de residuos de demolición. Cabe señalar que la NCh 3727:2021 Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición, ya es un primer protocolo que permite tener consideraciones sobre la gestión de residuos en momentos de desastre o catástrofe”, argumenta.
Información a la ciudadanía
Dentro de las múltiples imágenes de los incendios en centros urbanos, es posible ver a los habitantes que han perdido sus viviendas y enseres, levantando con sus propias manos los residuos, lo que abre la pregunta de si se requiere difundir contenidos e información sobre riesgos a la ciudadanía.
Para Rubén González está claro que sí: “mientras más información tenga la ciudadanía sobre los potenciales riesgos referidos a su acción en momentos de desastre y sobre cómo proceder ante el desafío de la remoción de escombros y sobre los efectos de determinado tipo de desastres sobre la habitabilidad de los entornos afectados; es mejor”.
Esto puede ayudar a evitar situaciones en las que la ciudadanía o incluso el personal público o privado, maneje residuos sin adecuados implementos de protección personal, acordes a la peligrosidad de los mismos, así como que se puedan identificar adecuadamente situaciones de riesgo las que se deben notificar a la autoridad.
Lucas Bracho sostiene que “es esencial que se difunda este protocolo entre la ciudadanía para garantizar una respuesta coordinada y eficiente. Crear material educativo, realizar campañas de concientización y organizar talleres comunitarios pueden ser estrategias efectivas para informar a la población sobre lo crucial que es clasificar y desechar apropiadamente los desechos de demolición, reduciendo al mínimo los impactos ambientales y en la salud.
De hecho, el profesional proveniente de la región de Valparaíso que ha desarrollado una carrera en torno a la gestión y valorización de residuos de la construcción y demolición, entrega algunos tips para una situación de emergencia:
Con todo ello, el consultor de Plataforma Industria Circular, señala que el manejo de desechos se vuelve fundamental para la recuperación y reconstrucción sostenible en este tipo de emergencias. “Es esencial promover una cultura de responsabilidad ambiental en la comunidad, aparte de llevar a cabo medidas prácticas. La clave para enfrentar los desafíos ambientales y sociales derivados de la emergencia será la colaboración entre autoridades locales, organizaciones no gubernamentales y la ciudadanía”, piensa, así como también ve como fundamental “tener una planificación a largo plazo, brindar educación continua y fomentar la participación de la sociedad para construir una comunidad más resiliente y sostenible en el futuro”.
Por último, en cuanto a la educación de la ciudadanía, la coordinadora de sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, sostiene que una de las acciones claves a implementar en catástrofes en el manejo de residuos, es proveer a los habitantes de información para la identificación de residuos peligrosos y la protección personal para evitar daños a la salud de las personas.
Uno de los materiales peligrosos que se encuentran en general en las demoliciones de construcciones previas al 2001 es el asbesto, que en caso de encontrarse friable, es decir, en condiciones de desmenuzarse, es altamente peligroso debido a que al respirar sus fibras puede producir enfermedades respiratorias, incluso cáncer. Cabe señalar que el asbesto es un material cuyo uso se prohibió en Chile en el año 2001. Este se puede encontrar presente en cañerías, material aislante, pegamento de palmetas de piso vinílico, entre otros, pero lo más común en nuestro país son las planchas de revestimiento para techumbre.
La arquitecta recomienda revisar el video que se realizó para el manejo de residuos de la demolición, basado en la NCh3727:2021 donde se explican estos aspectos.
La actualidad en el manejo de los residuos de construcción y demolición (RCD) resalta la urgencia de adoptar prácticas más sostenibles. Por ello, es clave fomentar conciencia e inspirar un cambio cultural hacia una gestión más responsable de los RCD. Y es que los beneficios son diversos, no sólo el bienestar ambiental, sino que la viabilidad a largo plazo de la industria está entre ellos.
Con el propósito de abordar de manera más efectiva la pérdida innecesaria de materiales, el mal uso de recursos y la insuficiente conciencia ambiental en el ámbito empresarial, nació Reduciclo. “Nos preocupa profundamente observar cómo esta negligencia impacta de manera negativa en el medio ambiente y pone en riesgo la estabilidad financiera de las empresas, desequilibrando el sector”, declara Lucas Bracho, ingeniero en construcción y CEO de la compañía, quien desde el inicio de su carrera profesional ha estado ligado a la gestión de residuos y la economía circular en construcción.
Pero más allá de la gestión de residuos, Reduciclo busca ser agente de cambio en la educación ambiental, ofreciendo capacitaciones, charlas y herramientas para facilitar la implementación de la gestión de RCD en las obras, como señalética personalizada para cada establecimiento que decida trabajar con ellos.
Y es que como señala Bracho, hay una importancia básica en generar un cambio cultural dentro de la empresa, el cual “radica en reconocer que la gestión efectiva de los residuos de la construcción y demolición (RCD) no es solo una actividad operativa, sino un compromiso arraigado en la cultura organizacional. Este cambio permite que el compromiso con la gestión sostenible de RCD sea un valor arraigado en cada nivel de la empresa, representando un compromiso a largo plazo con la responsabilidad ambiental”.
De esta manera, “una cultura empresarial orientada a la sostenibilidad en la gestión de RCD mejora la imagen corporativa, destacando a la empresa como líder responsable y comprometido con prácticas respetuosas con el medio ambiente. Este enfoque no es solo una práctica puntual, sino un mensaje de marketing poderoso que refleja un compromiso constante con la responsabilidad ambiental”, considera el profesional.
La capacitación en gestión de RCD es crucial por diversas razones. Lucas Bracho menciona el cumplimiento normativo, pues asegura el conocimiento y cumplimiento de normativas
ambientales, evitando sanciones y garantizando el respeto a las leyes; el impacto ambiental, ya que permite implementar prácticas que reduzcan estel impacto ambiental, promoviendo la sostenibilidad en el rubro y la preservación del entorno; la eficiencia en procesos, dado que proporciona herramientas para gestionar eficientemente los residuos en todas las etapas constructivas, optimizando procesos y minimizando pérdidas; la imagen corporativa, que mejora la imagen corporativa al destacar el compromiso ambiental, atrayendo a clientes y socios con valores sostenibles; la reducción de costos, pues genera ahorros al reducir pérdidas de materiales y evitar multas asociadas a una gestión inadecuada; y la colaboración y alianzas, puesto que fomenta la colaboración entre empresas e instituciones, fortaleciendo la industria y promoviendo la economía circular.
Realidad actual
Hasta el momento, Reduciclo ha trabajado como consultor de Plataforma Industria Circular, ofreciendo soporte técnico y comercial esencial. “Guiamos a empresas de diversos sectores en la comprensión de los beneficios de la plataforma, facilitando la conexión con transportistas y gestores de residuos. Además, en la plataforma puedes registrar y cuantificar la adquisición de recursos y la generación de residuos en los establecimientos, con el propósito de generar indicadores de impacto ambiental y social para contribuir al desarrollo sostenible”, explica Bracho.
A ella se suma la colaboración con la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, siendo consultor en talleres “Pro-economía circular”, en el marco del compromiso PRO de la CChC. “Realizamos estos talleres en sedes regionales de Chile, dirigidos a inmobiliarias y constructoras, socias o no de la Cámara. Aportamos nuestra experiencia y casos reales para enriquecer la aplicación práctica del manual de gestión de residuos, que incluye imágenes y ejemplos demostrables de casos exitosos”, detalla.
Y también han colaborado con la Escuela Tecnológica de la Construcción (ETC), donde desarrollan cursos para inmobiliarias y constructoras en todo el país, financiados mediante códigos SENCE y la Franquicia Tributaria. “Estos cursos incluyen a todos los trabajadores de la obra y perfiles específicos para el manejo de RCD, como encargados de logística, jefes de bodega, supervisores, maestros, ayudantes y jornales”, especifica el profesional.
Con esta experiencia, el CEO de Reduciclo dice que “se nota una variabilidad en cómo las empresas del sector abordan los RCD. Algunas han adoptado enfoques proactivos, implementando prácticas sostenibles, mientras que otras están menos avanzadas. La conciencia de los trabajadores sobre la gestión de RCD también varía. Algunos están comprometidos, otros menos informados”.
Por ello, insiste en destacar la necesidad de educación continua. “Empresas y trabajadores se benefician de capacitaciones sobre las últimas prácticas en gestión de RCD, resaltando los beneficios ambientales y económicos de enfoques sostenibles”, añade.
Por ello, el propósito que tiene la empresa es un “ganar-ganar”, es decir, “queremos generar ahorros para las empresas, reducir pérdidas de materiales, optimizar procesos y crear obras de construcción ordenadas y limpias. Aspiramos a que las empresas se destaquen como empleadores deseables, atrayendo a trabajadores comprometidos con el medio ambiente. Esta sinergia no solo beneficia a las empresas, sino que también al medio ambiente y a las comunidades, evitando la proliferación de residuos ilegales en las ciudades y reduciendo el tráfico de camiones de residuos. Unidos, construimos un futuro más sostenible y próspero”, considera Bracho.
Y todo ello, con el compromiso de transformar los residuos en recursos, promoviendo su reducción, reutilización, reciclaje y valorización en diversos sectores.
El uso de áridos reciclados plantea una serie de beneficios ambientales, económicos y sociales, aunque también desafíos. Por ello, Corfo priorizó frente al convenio de desempeño anual con el INN, el desarrollo de cuatro proyectos de normas que buscan potenciar y regular su uso, en concordancia con las acciones que propone la Hoja de ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 y el plan de trabajo de Construye2025.
Solo hace unos días, el Instituto Nacional de Normalización (INN), informó la apertura de la consulta pública de los cuatro proyectos de norma relacionados con áridos reciclados y áridos artificiales. Se trata del prNCh3849 Áridos – Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos – Clasificación, ensayos y requisitos de caracterización, y directrices para la trazabilidad, y del prNCh3851 Áridos – Áridos artificiales en base a escorias del proceso siderúrgico – Clasificación y requisitos, cuyo plazo para enviar comentarios en el sitio https://www.consultapublica.cl/ vence el 8 de diciembre.
En tanto, también se desarrollaron las propuestas de normas para su uso en pavimentos, el prNCh3848 Pavimentos – Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos – Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y subbases de pavimentos y el prNCh3850 Pavimentos – Áridos artificiales en base a escorias del proceso siderúrgico – Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y subbases de pavimentos, tienen plazo hasta el 14 de diciembre para el envío de comentarios o propuestas de modificación.
Estos proyectos de norma chilena forman parte de un convenio de desempeño anual que suscriben Corfo y el INN, que busca contribuir a la sociedad con el aseguramiento y mejora de la calidad, a través del desarrollo y difusión de normas técnicas. Este 2023, se puso foco en la construcción sostenible, por lo que “se incluyó en este convenio el estudio de cuatro temáticas vinculadas al sector construcción, priorizadas en conjunto con el programa Transforma Construye2025”, precisa Edelmira Dote, Ejecutiva Programa Transforma de la Gerencia de Capacidades Tecnológicas de Corfo.
Y es que a juicio de Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, “las normativas son una herramienta muy importante para definir estándares y los requisitos mínimos que deben cumplir, en este caso, los materiales y productos, de acuerdo a su desempeño y aplicaciones, por lo que son fundamentales para generar confianza para su uso”.
En ese sentido, Edelmira Dote confirma que “el programa Construye2025 ha liderado esfuerzos importantes en materia de economía circular, donde la generación de estándares y normas técnicas es un elemento relevante para aportar en el desempeño del sector”.
Y si bien estas normas son de aplicación voluntaria, “al ser desarrolladas mediante metodologías de consenso y con participación amplia de distintos actores representativos del sector, se promueve su uso y permiten avanzar en mejorar los estándares en la generación de productos o procesos dentro de las organizaciones, y con ello, avanzar en un mejor desempeño”, añade la ejecutiva de Corfo.
En este caso particular, “se destaca que se ha generado una valiosa sinergia entre las temáticas priorizadas por el programa Construye2025 y el trabajo realizado con el INN a través del Convenio de Desempeño que se suscribe anualmente, permitiendo orientar la formulación de dicho convenio y a su vez, avanzando en la materialización de las iniciativas del Programa Transforma”, precisa Dote.
De esta manera, “en el caso de los proyectos de normas prNCh3849 y prNCh3848, se han propuesto requisitos generales en base a experiencias internacionales y nacionales que deberán ser profundizadas a partir de las observaciones derivadas de las consultas públicas”, comenta la Dra. Viviana Letelier, profesora asociada de la Universidad de La Frontera.
Por ello, Alejandra Tapia cree importante “la participación en la consulta pública de expertos en áridos, hormigón, y sus aplicaciones en vialidad y obras de infraestructura, que cuenten con conocimientos técnicos y, sobre todo, conozcan el estado del arte internacional, ya que si alguna persona no está bien informada, podría ralentizar y complicar el proceso”.
El proyecto de NCh163
Como cuenta la Dra. Viviana Letelier, el prNCh163 ya pasó por su proceso de consulta pública y se encuentra en la etapa de revisión de las observaciones. “Al ser el árido reciclado de hormigón un material nuevo y existir pocas experiencias nacionales asociados a su uso, ha sido necesario presentar en diversas instancias, resultados de investigación nacionales e internacionales que demuestran que el uso correcto (tanto en calidad, como en porcentajes) de los áridos reciclados de hormigón permite obtener nuevos hormigones con desempeños similares a aquellos con áridos naturales”.
En ese sentido, “el Comité Técnico de esta norma está integrado por diversos actores asociados a los áridos en su producción, control, uso y certificación, lo que ha permitido que la temática se pueda abordar desde distintas visiones, permitiendo, a su vez, proponer requisitos que permitan obtener experiencias exitosas asociadas al uso de este nuevo material en hormigones”, precisa Letelier.
Por qué fomentar y normar su uso
El uso de áridos reciclados tiene distintos beneficios económicos, ambientales, y sociales, como reducir la extracción de recursos naturales, porque cada vez hay una mayor escasez de áridos naturales, lo que comienza a ser un tema de relevancia nacional.
“A nivel de las regiones más industrializadas, cada vez empiezan a haber menos permisos de extracción, lo que significa que se van alejando de las zonas centrales, hay un tema de transporte y costos, por lo tanto, el árido reciclado pudiese tener una alternativa ahí”, cree Letelier.
Por otro lado, los residuos de hormigón, de donde provienen los áridos reciclados, son unos de los más abundantes a nivel de los residuos de la construcción y demolición (RCD). “Hay distintos porcentajes, algunos hablan de 50, otro de 70%, pero al disminuir la cantidad de este residuos que es tan abundante a nivel nacional, también disminuimos la cantidad que va a vertederos, y por lo tanto se aumenta la vida útil de ellos, que es problemática, porque aún hay muchas regiones que no tienen vertederos de RCD autorizados”, comenta la académica.
A ello se suma que “a partir de investigaciones, hemos podido descubrir que hay beneficios asociados a la absorción de CO2. Por su naturaleza, los áridos reciclados de hormigón tienen este mortero adherido, que tiene una mayor capacidad de absorber CO2 que los áridos naturales, lo que empieza a ser una alternativa atractiva de absorción y encapsulación de CO2”, plantea.
En cuanto a los costos, internacionalmente se ha establecido que los áridos reciclados son entre 35% y 50% más económicos que los naturales, de acuerdo con la Dra. Letelier, lo que es atractivo para los productores de hormigón o aquellos que requieran áridos en sus obras. “A nivel nacional, esta industria está comenzando, así que creo que de a poco se irá regulando el tema de los precios”, añade.
Y por supuesto, están los beneficios sociales, asociados al lanzamiento de nuevos mercados, nuevos puestos de trabajo y “a una disminución a nivel social de este escombro que lo podemos ver en distintos vertederos, tanto legales como ilegales, que pudieran afectar a la salud de la población”.
Por ello, sobre los alcances del uso de este nuevo material, “si es que los vamos a utilizar en hormigones, es importante la correcta separación de este árido y que cuidemos en su producción que no se contaminen. También es ideal conocer el origen de los áridos para poder sub clasificarlos, porque cuando van a ser usados en hormigones, tienen que ser los de mejor calidad. También está la alternativa de bases y subbases, que es muy real y muy utilizada a nivel internacional, y de ahí también necesitamos que el árido esté limpio y conocer su origen”, advierte la profesora de la Universidad de La Frontera.
Asimismo, está el uso como subrasante o ripio, que requiere de menos requisitos, aunque también es importante la segregación o separación correcta por caracterización de los áridos reciclados.
Con la visión de acelerar la transición hacia una economía circular en el sector de la construcción, IUS Latam y Gestrash se unen en una alianza estratégica orientada a la gestión sostenible de los residuos de esta industria.
Esta colaboración se centrará en una de las regiones con mayores problemas en relación a los residuos dado el aumento del desarrollo inmobiliario, con el propósito de implementar prácticas más sustentables en la gestión de residuos de construcción y demolición (RCD), potenciando así el desarrollo de la industria local y promoviendo un cambio de paradigma hacia la economía circular en el sector de la construcción.
Esta alianza busca contribuir a la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025 liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025 desde el eje de Formación y la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035.
Sobre Gestrash
Gestrash, fundada en Concepción, se ha destacado por su compromiso de impulsar una cultura de construcción pensando en ciudades sostenibles y generar cambios favorables en la sostenibilidad territorial. Liderado por Karen Flores, ingeniera constructora experta en economía circular y gestión de residuos, Gestrash trabaja desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible y une a diversas entidades, desde constructoras e inmobiliarias hasta ministerios y centros de innovación, en un modelo de “simbiosis colaborativa” que busca aprovechar la economía circular para generar valor ecológico, social y económico.
El Reto
La Región del Biobío enfrenta desafíos importantes en la gestión de residuos, situación que destaca la importancia de que los actores del sistema público y privado trabajen en alianza, y pensando de manera ecosistémica en el diseño de los proyectos. Un notable desafío es la situación de los rellenos sanitarios en la región, que están alcanzando su capacidad máxima de acopio.
En este escenario, la gestión adecuada de los residuos de construcción y demolición (RCD) se vuelve crucial. Según estimaciones de Gestrash, por cada metro cuadrado construido se genera aproximadamente 0,3 m³ de residuos, representando cerca del 1,5% del costo en el presupuesto de una obra. Esta situación resalta la urgencia de buscar soluciones alternativas y sostenibles, lo que incluye también la gestión de residuos de construcción y demolición (RCD), y pone en relevancia la alianza entre IUS Latam y Gestrash para trabajar hacia una gestión más sostenible en la industria de la construcción en la Región del Biobío.
Objetivos de la Alianza
Esta alianza busca transformar la manera en que se manejan los residuos de construcción en la Región del Biobío, a través de la implementación del curso “Gestión de Residuos en Obras de la Construcción y Demolición (RCD)” y de la expertise en terreno de Gestrash en Gestión RCD. Esta colaboración promoverá la creación de una cultura integral entre todos los colaboradores involucrados y fomentará la recuperación efectiva de desechos de construcción, apuntando a la reutilización y transformación de los residuos en materias primas secundarias. De esta manera, ambas organizaciones se comprometen a trabajar conjuntamente para hacer de la gestión de RCD una práctica más sostenible y eficiente, contribuyendo al avance hacia una economía circular en la Región del Biobío.
Una Oportunidad para la Innovación y Colaboración
IUS Latam y Gestrash invitan a las empresas de la construcción de la Región del Biobío a capacitar a los trabajadores para hacer de la economía circular una realidad en la industria. Mediante la capacitación, la colaboración y la innovación, podemos contribuir a la creación de un futuro más sostenible para la ciudadanía de la región.
Fuente: IUS Latam
Seminario Economía Circular en Construcción, realizado el 5 y 6 de octubre de 2023
Centro de Innovación UC
Seminario Economía Circular en Construcción, realizado el 5 y 6 de octubre de 2023
Joaquín Cuevas Aldunate, Ingeniero de Diseño de Productos CEO & co-fundador Reviste – OBL
Damos la bienvenida a Desco al proceso de formación en gestión de residuos de obras de la construcción, contribuyendo con la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025 liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025 desde el eje de Formación y la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035.
La señal que entrega Desco, una de las empresas con mayor trayectoria en la industria, es sumamente valiosa ya que da cuenta de su compromiso al incorporar prácticas que sustentan la economía circular e impactan en la productividad, eficiencia y costos en obras de construcción desde la gestión de residuos.
Al igual que Desco, cada vez son más las empresas que han decidido capacitar a sus equipos de obra, ya que ven un efecto a corto plazo en la identificación de ineficiencias, la posibilidad de mejorar procesos, compras de materiales y reducir la accidentabilidad al disponer de obras más limpias.
En Chile, desde junio de 2019 se encuentra vigente la norma NCh3562:2019 Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD). Esta proporciona directrices para una gestión de RCD, a fin de disminuir los impactos ambientales sociales y económicos, a través de la reducción, la valorización y la adecuada disposición final de los RCD.
No obstante, muchas empresas de la construcción se preguntan por dónde comenzar. En este sentido, la constructora Desco junto a más de 100 empresas del sector han dado un importante paso: instalar capacidades en sus trabajadores de forma tal de comprender cómo gestionar y disminuir la gran cantidad de residuos que generan.
Inspiración con propósito
El inicio de las actividades comenzó en la comuna de Ñuñoa con las palabras de Joaquín Cuevas Aldunate, director del curso Gestión de Residuos en Obras de la Construcción, quien se reunió con trabajadores y encargados. En la instancia, Cuevas se refirió a que todos tenemos la posibilidad de realizar acciones positivas en nuestra esfera de influencia y comprometernos en dejar un planeta mejor para las generaciones futuras.
En esta dirección, se plantean algunas preguntas: ¿Qué podemos hacer en las obras para reducir los residuos? y ¿Por qué es clave capacitarse en las prácticas de identificar, separar y clasificar los residuos?
La charla de Joaquín instaló una nueva conversación en la obra y a partir de ésta se realizaron una serie de sesiones digitales de aprendizaje en las cuales cada trabajador tuvo la oportunidad de incorporar aprendizajes sobre economía circular y aplicar la gestión de residuos en su trabajo.
El curso no solo trae las distinciones para que los trabajadores de la construcción aprendan a aplicar las prácticas de segregación en obra, sino que también abre un espacio de desarrollo para una gran cantidad de personas que no tenían acceso a procesos de formación y que hoy, gracias a la masificación del smartphone, tienen la posibilidad de acceder a una multiplicidad de contenidos que ayudarán al rubro de la construcción a ser más eficientes y productivos.
Fuente: IUS Latam
Webinar “Gestión circular de la demolición”, realizado el 25 de mayo de 2023
Reynaldo del Pozo Mardones, director ejecutivo y CEO de Reusamaterial
Webinar “Gestión circular de la demolición”, realizado el 25 de mayo de 2023
Anamaría De León, consultora en economía circular y académica PUC
Webinar “Gestión circular de la demolición”, realizado el 25 de mayo de 2023
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025
Webinar “Gestión circular de la demolición”, realizado el 25 de mayo de 2023
María Eugenia Ubilla, gerente de Medio Ambiente de Flesan.
Cerca de un tercio del total de residuos sólidos que se generan en Chile corresponden a la construcción y demolición (RCD), cuyo destino final, en su mayoría, son vertederos ilegales. En este contexto, la empresa de recuperación de pasivos ambientales Greenrec Lepanto inauguró este jueves una planta de separación de residuos (RCD) para una gestión sustentable y facilitar su valorización, ubicada en la comuna de San Bernardo en la región Metropolitana.
Pedro Pablo Larraín, gerente general de Greenrec Lepanto, comentó que la zona donde se emplaza la planta ha tenido una serie de usos a lo largo de los años. “En 1990 comenzó con la explotación de áridos para la creación de cemento, lo que está a cargo de otra empresa y se sigue realizando, y luego se construyó un vertedero para residuos domésticos, que cerró en 2002”, dijo.
En 2021 comenzó a llevarse a cabo un nuevo uso del espacio, con la construcción del piloto de la planta de valorización que se terminó de implementar este año.
La instalación requirió una inversión de US$ 1 millón, cifra que Larraín comentó que puede escalar, ya que “la planta cuenta con la particularidad de que es modular, por lo que el módulo que hoy opera puede ir expandiéndose, dependiendo de la demanda y capacidad que tengamos”.
La instalación permite recuperar materiales como madera, cartón, plásticos, metales y papel a partir de los RCD. En tanto, los residuos inertes, como ladrillos, hormigón y cerámica, que no pueden reciclarse, reciben un tratamiento para utilizarse en un proceso de backfilling -relleno- de los suelos de áridos.
Larraín explicó que todos los RCD llegan mezclados con diversos materiales, en la planta se separan y se determina qué puede volver a utilizarse para derivarlos a plantas de reciclaje y valorización especializadas y “qué materiales pueden usarse para restaurar los suelos en los que se extrajeron áridos y así mitigar el impacto ambiental de este proceso”, dijo.
Capacidad y tecnología
Greenrec Lepanto recibe en promedio 3 mil metros cúbicos (m3) de residuos de la construcción y demolición, de los cuales valoriza un 10% de ellos, equivalente a 300 m3. Una parte se trata en la nueva instalación y otra, fuera de ella, con otros procesos.
La capacidad actual de la planta es de 100 m3, la que irá incrementándose hasta llegar a 300 m3 en 2024.
El recinto cuenta con una cinta segregadora, tecnología que separa los residuos según tipo, para que luego y, acorde a sus características, éstos se puedan triturar, compactar y transportar.
Trazabilidad de residuos
Larraín explicó que los RCD pasan por un proceso de trazabilidad, la que se registra desde el despacho en origen hasta su destino final, a través de un código QR.
Esto considera disponibilidad de información en línea sobre el detalle desglosado de los residuos, con volúmenes, pesos, y tipo de valorización. “Eso permite que las empresas sepan que efectivamente sus residuos se gestionan de forma correcta”, dijo el ejecutivo.
Larraín también comentó que a la fecha, la empresa tiene contratos con 15 constructoras e inmobiliarias para gestionar sus residuos en el país.
“Chile hoy no tiene una obligación para que las empresas recuperen y valoricen los RCD, por lo que esto refleja que hay interés de parte de las compañías de que se gestionen adecuadamente estos materiales”, señaló Larraín.
Fuente: Diario Financiero
En un seminario online, el programa impulsado por Corfo presentó el estudio realizado por la consultora Moraga y Cía. Abogados, que incentiva el fomento y da orientaciones al sector público para promover la valorización de los RCD. La actividad contó con la participación de una invitada de España, que dio a conocer la experiencia del municipio de Miajadas en gestión de residuos.
En el contexto de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia Economía Circular en Construcción 2025, Construye2025 organizó el webinar “De residuos a nuevos materiales – PROPUESTA PARA UN MARCO REGULATORIO INTEGRADO Y FOMENTO A LA VALORIZACIÓN DE LOS RESIDUOS DE LA CONSTRUCCIÓN Y DEMOLICIÓN, RCD”, que contó con la participación de la invitada internacional Sara Flores, del Ayuntamiento de Miajadas, España, y de Jorge Canals, socio líder del área de medio ambiente, energía y recursos naturales de Moraga y Cía. Abogados.
En tanto, Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 y moderadora del encuentro, agradeció “a las asociaciones municipales, a las distintas municipalidades, universidades, empresas, a los representantes de los ministerios, a la Cámara Chilena de la Construcción y, en especial, a la Comisión Regional de Construcción Sustentable de la región de Valparaíso, a todos quienes colaboraron con su experiencia en este estudio, a través de su participación en mesas de trabajo, entrevistas y talleres”.
La arquitecta advirtió la alta demanda de viviendas y recursos, por ser un país en desarrollo, así como los efectos que ha dejado la pandemia en el sector construcción, lo que se ha traducido en alzas de materiales y empresas en crisis financieras. Entonces, “claramente tenemos una problemática de cómo hacer un uso más eficiente de los recursos. En ese sentido, somos un país que tiene una baja productividad, generamos el doble de residuos que Europa, que España particularmente, del orden de 0,26-0,30 m3/m2, frente a España y el resto de Europa, que tiene un estándar de alrededor de 0,14 m3/m2, por lo que nos enfrentamos a un alto nivel de desperdicio de materiales, que afecta en nuestra productividad y, por tanto, al uso eficiente de los recursos”, explicó Tapia.
También, “tenemos un marco regulatorio que es complejo, con muchos vacíos, aún no existe una definición jurídica de qué son los residuos de la construcción, tenemos un reglamento en desarrollo y se necesita esta coordinación pública y también necesitamos liderazgo en distintas escalas, desde las regiones, las comunas, porque ahí es donde cada uno de nosotros tiene un rol fundamental para poder avanzar”, sostuvo.
Si bien existe una problemática, también hay buenas noticias: “hoy somos el primer sector que tiene una hoja de ruta y una estrategia en economía circular, con un gran compromiso de los ministerios de Medio Ambiente, Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo y también Corfo, en la implementación de la hoja de ruta. Luego, vino la estrategia liderada por la Cámara Chilena de la Construcción desde el sector privado, junto al Instituto de la Construcción y acompañados también por nuestro programa”, dijo la profesional.
A ello se suman varios grupos de trabajo funcionando desde varias empresas y el fomento que ha venido desde Corfo, a través de concursos específicos para la economía circular en construcción, que implican financiamiento y acompañamiento para que las empresas generen productos y servicios.
En ese sentido, “queremos promover la economía circular a un nivel institucional, una instancia superior, a largo plazo”, contó Alejandra Tapia.
Contexto internacional
En su exposición inicial, Jorge Canals hizo una introducción explicando el rol que juega el área de la construcción para el país, su aporte al PIB y el número de empleos que genera. Luego explicó que Chile genera 6,8 millones de toneladas de residuos anuales, 70% de ellos inertes y que es el país de la OCDE con menor nivel de productividad respecto del uso de éstos, utilizando no más del 6%.
Para el 2023, según un documento del Ministerio de Medio Ambiente, se estiman 7.455.000 toneladas de RCD por construcción de viviendas, sin considerar la construcción de edificios públicos, infraestructura, demoliciones o escombros provocados por desastres naturales. De las 16 regiones de nuestro país, 9 no cuentan con lugares para la disposición de RCD y solo en la Región Metropolitana hay 73 vertederos ilegales de residuos sólidos.
“Falta una institucionalidad, regional, local o nacional que se encargue de la gestión de los residuos sólidos, incluyendo los residuos de la construcción y demolición, en cada una de sus etapas”, señaló Canals comparando el caso de las comunidades autónomas de España con casos exitosos. “No se partiría de cero”, afirmó el abogado, destacando los avances que han significado la Estrategia Nacional de Construcción Sustentable (2013); la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción (2035); Hoja de Ruta para un Chile Circular (2040) y sistemas de certificación sustentables. Añadió que la tendencia global apunta hacia la aplicación de economía circular en las distintas categorías de residuos, sumados a la incorporación de compromisos climáticos y de medidas fiscales que la incentivan.
Canals explicó el caso de la Unión Europea y cómo ésta gestiona el reciclado de RCD, luego demostró cómo un marco normativo adecuado permite que todos los actores involucrados establezcan planes de gestión de residuos.
El caso español
Luego fue el turno de Sara Flores, encargada de Medio Ambiente de la Municipalidad de Miajadas, a cargo de la gestión de los residuos municipales y los residuos de la construcción y demolición. La profesional presentó una ponencia basada en la experiencia del Ayuntamiento tras entrar en marcha la Ordenanza Municipal Reguladora de los residuos hace varios años. Bajo el paraguas de la directiva de la UE existe un consenso sobre la necesidad de disponer de una normativa autonómica para Extremadura y basándose en la ley de residuos y suelos, crean un Plan Marco, incorporando la jerarquía en la gestión de los residuos, el fortalecimiento de las políticas de prevención, la incorporación de objetivos comunitarios y de sanciones por el abandono de residuos.
Asimismo, Miajadas incluyó en su plan la recogida separada de los distintos materiales generados por las obras, garantizando la recogida selectiva de los residuos procedentes de RCD y el fomento del uso de materiales naturales excavados en la construcción de obras de tierra, en la restauración de espacios degradados y en obras de relleno, así como el fomento del uso de materiales procedentes de RCD.
En la presentación, Flores mostró las principales diferencias entre la Constitución española y lo que señala el Estatuto de Autonomía de Extremadura en referencia a la gestión de residuos y lo que le compete a la administración autonómica y los ayuntamientos en la materia.
Tras esa diferenciación, la especialista explicó la tipología de residuos y su clasificación, siendo los primeros de construcción, demolición y excavación. Brevemente, se refirió también al procedimiento administrativo que se utiliza en el municipio para gestionar los residuos, las exenciones y sanciones que se aplican de no acogerse.
En un aspecto especialmente interesante de su presentación, la miajadeña comentó las formas de fomentar la prevención por parte de las administraciones públicas, junto con mostrar imágenes de plantas de transferencia y tratamiento. Concretamente en Miajadas, una empresa privada creó una planta de tratamiento de RCD, la que produce áridos reciclados que se utilizan para construcciones -en cuanto a su aplicación se mostraron imágenes de un estacionamiento y de un camino-.
Propuesta para un marco regulatorio integrado
En su segunda exposición, Jorge Canals presentó la propuesta de Marco regulatorio integrado (MRI) que fomente la valorización de los RCD. Los principios de este MRI incluyen la transparencia y trazabilidad; el principio de quién contamina, paga; la jerarquía en el manejo de residuos; control de residuos peligrosos; entre otros. Como mínimo establece que un MRI debe contener también una definición de tipología de residuos; de los actores, sus requisitos y atribuciones, gobernanza, definición de materiales de segregación y de valorización obligatorias (tierra, hormigón, cerámicas, metales); un régimen de fiscalización y sanción; entre otros.
Para finalizar, detalló cómo sería una Ley General de Residuos o una Ley Marco de Economía Circular para la Construcción.
El público presente en el webinar fue muy participativo e hizo llegar muchas preguntas a la moderadora. A Sara Flores le consultaron por la implementación de la Ordenanza en Miajadas. Comentó que ésta se demoró desde su idea a puesta en marcha por la falta de recursos y porque no estaba la planta. “También porque todo lo nuevo en materia de residuos, es algo que le toma tiempo de acostumbrarse al ciudadano. Requirió un proceso de concienciación bastante lento. No se puede ordenar una implementación en base a una ordenanza y hacerla cumplir de un día para otro sin que ese proceso de concienciación se haya hecho previamente, de información y aprendizaje”, concluyó Flores.
Al cierre del webinar se hizo hincapié en la necesidad de una política de infraestructura nacional, de fomentar la inversión, facilitar terrenos, dar subsidios y considerar que las alianzas público-privada son de gran importancia.
Webinar “De Residuos a nuevos materiales”: “AVANCES Y DESAFÍOS En el marco de una economía circular”, realizado el 30 de noviembre de 2022
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Webinar “De Residuos a nuevos materiales”: “Experiencia del Ayuntamiento de Miajadas en la regulación de la producción, gestión y control de los residuos procedentes de las obras de construcción, demolición y excavación”, realizado el 30 de noviembre de 2022
Sara Flores Olmos, ingeniera agrónoma, técnico responsable del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Miajadas (España).
Webinar “De Residuos a nuevos materiales”: “Propuesta de Marco Regulatorio Integrado para el fomento de la valorización de RCD”, realizado el 30 de noviembre de 2022
Jorge Canals, socio líder del área de medio ambiente, energía y recursos naturales de Moraga y Cía. Abogado.
Presentación del estudio “PROPUESTA PARA UN MARCO REGULATORIO INTEGRADO Y FOMENTO A LA VALORIZACIÓN DE LOS RESIDUOS DE LA CONSTRUCCIÓN Y DEMOLICIÓN, RCD”, realizado por la Consultora Moraga y Cía.
Expositores:
🟢 Jorge Canals, socio líder del área de medio ambiente, energía y recursos naturales de Moraga y Cía. Abogados.
🟢 Sara Flores del Ayuntamiento de Miajadas de España.
🟢 Moderadora: Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
El innovador curso digital “Gestión de Residuos en Obras de la Construcción” permitirá a las empresas capacitar a sus equipos de obra y con ello avanzar hacia la economía circular desde la gestión de los residuos de la construcción y la demolición (RCD). Con ello ahorrarán en recursos y, disminuirán el impacto ambiental de las obras, mejorando su productividad.
Según un estudio de la Universidad Católica, los materiales desperdiciados por el sector de la construcción significan una pérdida económica de US$315 millones al año. Por otro lado, estos desechos significan una tercera parte del total de los residuos en el mundo; donde en Chile alcanzan 7,1 millones de toneladas solo en las edificaciones autorizadas.
La mejora en la gestión de los RCD es una gran oportunidad para las empresas, ya que estos son altamente valorizables, especialmente los áridos, con tasas de hasta un 95% de recuperación.
De ahí la relevancia de instalar una cultura de gestión de residuos, donde la base es la formación de trabajadores de obra, aspecto que ha sido el foco de esta oferta de formación diseñada e implementada a través de la alianza entre la agencia de innovación IUS y Reviste, con el patrocinio de Construye2025 y el Instituto de la Construcción.
El desafío es capacitar inicialmente a 10.000 trabajadores en la gestión de residuos de aquí al 2025 en aquellas empresas comprometidas con la sostenibilidad de la industria.
¨Cuando creamos este curso digital, lo hicimos pensando en la actual y nuevas generaciones de trabajadores, cada vez más digitalizados en el uso de sus smartphone y en la necesidad de la industria de la construcción de contar con procesos de formación que atendieran los costos y los tiempos de la construcción. De esta forma, nuestra tecnología permite al trabajador estudiar de manera autónoma, dinámica y en breves espacios de tiempo, gracias a efectivas técnicas en la formación e-learning: el modelo autoinstruccional, la gamificación y el “content chunking” o contenido dosificado en módulos digeribles¨, señala Joaquín Cuevas, director del curso.
Para las constructoras hay dos beneficios directos que obtienen con esta capacitación. El primero es que cuenta con código SENCE, lo que significa que las empresas pueden optar a capacitar a costo cero, incentivando la formación de capacidades desde el subsidio estatal. Y lo segundo es que al ser un curso 100% digital, permite acceder a información valiosa del avance de la capacitación en tiempo real mediante un dashboard o panel de control, visualizando datos monitoreables desde: nivel de progresión de los trabajadores hasta qué unidades de aprendizaje tienen mayor aprobación o dificultad, lo que facilita la toma de decisión oportuna y la administración efectiva de la capacitación aplicando análisis de información.
Características del curso:
¿Cómo las empresas de la construcción pueden acceder al curso?
Si tu empresa constructora tiene interés en conocer cómo acceder al curso con beneficio SENCE, ingresa tus datos en este formulario y un ejecutivo se pondrá en contacto para una sesión informativa..
ANEXO 1
CONTENIDO DEL CURSO
El curso está organizado en los siguientes módulos:
ANEXO 2
VÍNCULO CON LA HOJA DE RUTA RCD
Esta iniciativa permitirá fortalecer capacidades y competencias laborales en el ecosistema y cadena de valor para el desarrollo de proveedores de servicios y productos, y habilitar la economía circular en construcción. Concentrando esfuerzos en los niveles basales de la industria; Jornales, Obreros, Supervisores, Encargados de Bodega y trabajadores de la construcción.
En relación con la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, esta iniciativa permitirá contribuir con las metas M2025-4, aportando a los programas de formación de capacidades, desarrollo de servicios y productos en economía circular en construcción.
● M2025-2: Los programas de capacitación de oficios consideran la gestión de los RCD.
● M2035-2. Los programas de capacitación de oficios consideran la economía circular en construcción.
● Permitirá promover la formación de capacidades para la gestión y manejo de los RCD en obra, en la formación profesional, técnica y oficios.
Para alcanzar los objetivos y desarrollar un ecosistema innovador y sustentable, es indispensable conectar -cuanto antes- la oferta y la demanda. Así lo expuso la coordinadora de Sustentabilidad de nuestro programa en un seminario organizado por el Minvu Valparaíso.
Alejandra Tapia, coordinadora de Construye2025, fue invitada al seminario “Economía circular y uso eficiente de recursos”, que organizaron el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y la Comisión Regional de Construcción Sustentable de Valparaíso (Corecs), para exponer sobre las iniciativas con las que el sector público busca acelerar la economía circular en la construcción.
En la jornada, la arquitecta puso énfasis en el fortalecimiento de las alianzas con el sector privado y la academia. “El sector construcción no es solo uno de los grandes generadores de residuos, sino que un gran consumidor de materias primas”, recordó. No obstante, también hay buenas noticias, puesto que “es uno de los sectores con más posibilidades de duplicar su tasa de circularidad”, apuntó.
En este ámbito, Alejandra Tapia, afirmó que tenemos que replantearnos todo lo que estamos haciendo: desde la planificación de nuestras ciudades, cómo concebimos nuestros edificios, la calidad de la construcción; hasta romper con las consecuencias de la economía lineal, para poder avanzar hacia la circularidad.
“Según el informe del Estudio de Productividad CChC (Matrix, 2020), nosotros generamos casi el doble de residuos de lo que generan los países desarrollados; cada 17 pisos 1,9 pisos de residuos (en Chile) y en el ámbito internacional 1,0. Por lo tanto, como decíamos, no es solo un tema ambiental, sino también un tema económico. Estamos desperdiciando materiales, estamos desperdiciando recursos”, dijo la especialista en economía circular.
Una paradoja, sin duda, pues en Chile hay un déficit de viviendas importante, pero, a pesar de ello, se desaprovechan materiales. “Desperdiciamos muchos recursos y por otro lado tenemos grandes necesidades en cuanto a la construcción de viviendas, de equipamiento, etc. Más de 640 mil hogares en Chile hoy necesitan viviendas. Además, la pandemia ha alterado nuestro sistema económico”, enfatizó Alejandra Tapia.
Conectar oferta y demanda
Por eso, la coordinadora de Construye2025 cree que hay que avanzar rápido. “Nuestros grandes desafíos son cómo fortalecemos, cómo impulsamos una mayor coordinación pública, no sólo entre distintas organizaciones, sino que a veces entre las distintas direcciones de una misma institución para alcanzar los objetivos y cómo -también- desarrollamos un ecosistema, mercado, desarrollo de proveedores a través de la innovación y la economía circular, para conectar tanto la oferta como la demanda”, comentó.
Por lo mismo, es que se necesitan avances en la regulación. Chile está atrasado en materia de demolición y pocas empresas tienen tecnologías, buenas prácticas y trazabilidad de los residuos. “En Europa es obligación tener este tipo de auditorías para obras sobre mil metros cuadrados y nosotros aspiramos a ir gradualmente mejorando las buenas prácticas de este subsector y también la regulación. En la demolición no solo se generan residuos provechosos, también hay otras externalidades; los residuos peligrosos, que es importante mejorar -también- su trazabilidad”, recalcó la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Desde ahí, la especialista también estableció otras metas a las cuales aspirar. Entre ellas, alinearse con otras iniciativas sustentables de Latinoamérica, avanzar hacia compras públicas sostenibles; y orientar el gasto público a un crecimiento verde. Además, Alejandra Tapia considera fundamental reducir la generación de residuos, materiales tóxicos y sustancias peligrosas.
Por su parte, la seremi de Vivienda y Urbanismo de la región de Valparaíso, Belén Paredes, recalcó que un desafío importante para el país es estar a la altura de la ciencia y la tecnología, para contribuir a los ciclos sustentables de la construcción. “Esta jornada da a conocer la integralidad que tiene este proceso y también da cuenta de los compromisos con los procesos constructivos, para que puedan cambiar las formas que los hemos llevado”, indicó.
El pasado miércoles 12 de octubre, se realizó el Seminario de Economía Circular y Uso Eficiente de los Recursos, organizada por la Comisión de Construcción Sustentable de la región de Valparaíso, una instancia en la que, entre diversos temas, se presentaron los avances del Acuerdo de Producción Limpia (APL) – hacia la Economía Circular en Construcción, relevando los compromisos clave, una iniciativa que es impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción, en el marco de su Compromiso PRO.
María José Cobo, coordinadora de Proyectos de la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT, expuso los avances del APL, contestando cuatro preguntas clave, ¿Qué es? ¿Por qué lo estamos desarrollando? ¿Para qué lo estamos desarrollando? Y ¿Cómo lo estamos desarrollando?
En respuesta a esas preguntas Cobo explicó que, al visibilizar y discutir sobre los grandes dolores de la industria (el modelo de economía lineal, el alza de los costos en materiales que en consecuencia disminuyen la demanda e inversión, las ineficiencias en una gestión de residuos acostumbrada), se puede entender que estos son los que gatillan la urgencia de tomar acción y con ello la implementación del APL como una herramienta concreta que permite establecer metas y acciones específicas en un plazo determinado para trabajar de manera coordinada, junto con el sector público y privado, en la prevención y disminución del impacto ambiental generado por la industria a través de una correcta gestión de residuos y la integración de Economía Circular en Construcción.
“La pirámide de acción en este APL consiste en primer lugar; en la prevención de la generación de residuos, mediante un cambio cultural en las empresas, pensando la economía circular en todo el ciclo de vida de una construcción, desde el diseño, los procesos productivos y los procesos constructivos, integrando industrialización, modulación de partidas, incorporación de sistemas BIM, etc. En segundo lugar, de no conseguir una prevención total, la acción necesaria es valorizar, conectando con el ecosistema y toda la cadena de valor, y por último, de no poder valorizar, es necesario habilitar lugares de disposición final autorizada conectando a todos los actores que intervienen en estas materias para poder cumplir con la normativa vigente y adelantarnos a las futuras”, señaló la profesional de la CDT.
Acciones relevantes del APL Valparaíso
En la exposición, se presentaron las acciones más relevantes del APL y se ahondó en una acción en particular; la que fue desarrollada por la mesa público-privada y que se encargó de desarrollar una “Estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la disposición final y valorización en la región”. Estrategia en la que se comprometen 5 objetivos y 13 acciones a desarrollar.
Los objetivos planteados son los siguientes:
1.- Plan para ayudar a formalizar a los gestores de residuos, de tal forma que puedan ser registrados en el Sistema Nacional de Declaración de Residuos (SINADER) del Ministerio del Medio Ambiente y en el Sistema de Declaración y Seguimiento Electrónico de Residuos Peligrosos (SIDREP), del Ministerio de Salud.
2.- Revisar y definir acciones para agilizar la tramitación municipal para la operación de centros de valorización de residuos en al menos 3 municipios de la región en el plazo de un año.
3.- Definir un plan de trabajo para la habilitación de sitios de disposición legal de RCD en la región, identificando acciones necesarias, plazos y responsables.
4.- Definir un plan de trabajo para cerrar paulatinamente sitios de disposición ilegal en la región.
5.- Identificar Incentivos que puedan ser implementados desde el sector público para fomentar la prevención y una menor generación de residuos por parte de la industria y su adecuada gestión. Por ejemplo, para incorporar criterios de economía circular en licitaciones públicas, incorporar la gestión sustentable de residuos con financiamiento público, entre otros…
En esta oportunidad se pudo profundizar en cada uno de estos objetivos que fueron discutidos, ordenados y priorizados por la mesa de trabajo público privada conformada por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, la CChC Valparaíso, La corporación de Desarrollo Tecnológico, Construye2025, las Seremis MOP, Salud, Medio Ambiente, MINVU y SERVIU junto con los municipios de Villa Alemana, Limache, Quillota y Concón.
Reflexiones finales
Como principal reflexión se indicó que hoy existe la energía y la convicción para desarrollar esta estrategia, que durante el desarrollo de este APL se ha relevado lo importante que es la colaboración para poder avanzar como industria y como sociedad; la importancia de transitar de lo individual a lo colectivo o de lo independiente a lo interdependiente como parte de un sistema.
Ya existe un plan de actividades que está en pleno desarrollo y se hizo un llamado a sumarse y a fortalecer los equipos. También se solicitó un especial apoyo al Gobierno Regional y la Delegación presidencial para construir el futuro en conjunto y que estas iniciativas no queden solo en papel, si no que tomen vida y se pueda contribuir como industria a nuestra generación y a las generaciones futuras.
Por último, se comentó la relevancia que ha tomado el trabajo del APL en Valparaíso y cómo la región ha comenzado a liderar el desarrollo de un APL Interregional entre la región de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes.
Fuente: CDT
Se afianza cada vez más un espacio de trabajo colaborativo donde se pierden los límites entre la Hoja de Ruta y la Estrategia. Se trabaja en un ambiente de confianza, no libre de obstáculos, pero que a pesar del escaso presupuesto y de las barreras, se ha logrado apalancar con esfuerzos propios un sinnúmero de iniciativas que crecen al alero de la economía circular y la gestión de los residuos de la construcción y demolición.
A un poco más de dos años del lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035 impulsada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, Corfo y Construye2025 y a casi un año del lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y el programa de Corfo, se afianza cada vez más un espacio de trabajo colaborativo, en el que se pierden los límites entre hoja de ruta y estrategia, se trabaja en un ambiente de confianza, no libre de obstáculos, pero que -a pesar del escaso presupuesto y de las barreras- se ha logrado apalancar con esfuerzos propios un sinnúmero de iniciativas que crecen al a alero de la economía circular y la gestión de los residuos de la construcción y demolición.
Probablemente, nuestro país es uno de los más atrasados en la región en materia de regulación, con un “Reglamento sanitario para el manejo de residuos de las actividades de la construcción y demolición” aún en desarrollo, que promete dar certezas sobre la gestión de los residuos, fomentar nuevas actividades económicas y empleos verdes, pero sin fecha de publicación.
A pesar del retraso de nuestro marco regulatorio, cabe destacar los esfuerzos que realizan actores tanto públicos como privados y la academia para avanzar a pesar de las dificultades, y he ahí la fortaleza de “avanzar juntos para llegar lejos”.
En materia de avances en el marco regulatorio, en el año 2021 el Ministerio de Medio Ambiente lideró el desarrollo de la norma NCh3727 “Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición” para avanzar en procedimientos específicos de gestión de RCD en faenas de demoliciones sean estas planificadas o producto de desastres. Esta norma incorpora una herramienta para la planificación de la demolición, como lo es la auditoría previa, la que permite identificar los tipos de residuos, estimaciones y proponer su gestión en forma previa a las faenas. Cabe destacar que en países europeos, el realizar auditorías previas a la demolición es obligatorio por ley para obras desde los 1000 m2, sean demoliciones parciales, totales, o remodelaciones. Actualmente, MMA ha levantado información sobre las normas que requiere el sector en economía circular para su ejecución, y se encuentra estudiando modificaciones regulatorias para el sector industrial y de construcción, además de trabajar par a impulsar la agenda de ciudades circulares, y desarrollar estándares, en conjunto con ONEMI – SINAPRED para una gestión circular de residuos derivados de desastres y catástrofes, en el marco de los compromisos de la hoja de ruta.
Plan de Gestión RCD en obras MOP
Para contar con un catastro respecto de la generación y disposición de residuos e incentivar alternativas de circularidad en su manejo, el Ministerio de Obras Públicas (MOP), lidera un plan que considera medidas y procesos sistematizados para el adecuado manejo y la trazabilidad de residuos. De esta manera, perseguirá la reducción, la reutilización y el reciclaje.
Para lograr los objetivos, el MOP promoverá la coordinación para facilitar procesos, procedimientos y regulación. Igualmente, fomentará la gestión sustentable de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) con foco en economía circular en construcción, en las licitaciones públicas.
Por eso, desde junio de 2021, el Manual de Planes de Manejo Ambiental para obras concesionadas de la Dirección General de Concesiones, incluye en su última versión la exigencia de implementar Planes de Gestión de RCD. De hecho, a junio de este año 41 contratos de la Dirección de Vialidad, 11 contratos de la Dirección de Arquitectura y 9 de la Dirección de Obras Hidráulicas aplicaban dicho plan, al menos en lo que respecta al reporte de las fichas para gestión de residuos, con el apoyo de la coordinadora ambiental de la Secretaría Ejecutiva de Medio Ambiente y Territorio (SEMAT).
Reutilización de material fresado en obras
La coordinación pública para el marco regulatorio y fomento a la economía circular en construcción es uno de los ejes clave del MOP, pues permite fortalecer y desarrollar redes colaborativas en el sector público para la gestión sustentable de los RCD y la economía circular en construcción a escala regional y local. Una de las metas en este ámbito es la utilización de RAP (pavimento asfáltico reciclado) que resulta de las labores de renovación de las pistas de aterrizaje de los aeropuertos, caminos básicos u otros. Con este objetivo, en la Región de Antofagasta, se firmó un acuerdo para la aplicación del concepto de economía circular en la utilización de RAP. El acuerdo fue suscrito por el Ministro de Obras Públicas, el gobernador regional, el Seremi del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el alcalde de Mejillones.
En este contexto, en el aeropuerto Andrés Sabella, de Antofagasta, se realizó el mejoramiento de la pista y los pavimentos de las áreas de movimiento, lo que implicó extraer decenas de toneladas de asfalto superficial. De este pavimento asfáltico, 2.000 metros cúbicos se utilizarán tanto en el hospital de emergencia de Mejillones, como en los accesos y vías de La Chimba. En el caso del hospital, el RAP se aplicará para generar una base estabilizada que permita una posterior pavimentación con lechada asfáltica. Todo esto bajo la supervisión del Departamento de Proyectos de la Dirección de Aeropuertos.
APL Economía Circular en la Construcción
El Acuerdo de Producción Limpia (APL): Hacia la Economía Circular en la Construcción de la Región de Valparaíso, impulsa la coordinación pública para el marco regulatorio y el fomento a la economía circular en construcción. En este contexto, busca desarrollar las bases para la implementación de la Hoja de Ruta RCD y la economía circular en la construcción estatal. Además, el APL apunta a fortalecer las redes colaborativas en el sector público para la gestión sustentable de los RCD y la economía circular a escala regional y local.
Otra de las metas de esta iniciativa es generar un ecosistema de innovación para proyectos colaborativos y facilitar incentivos para apoyar la valorización de residuos y la creación de nuevos modelos de negocios circulares.
La Seremi de Obras Públicas evaluará la factibilidad de contar con instrumentos que incentiven la innovación en la industria, incluyendo ámbitos como el diseño circular en proyectos regionales, la adecuada gestión de residuos y el uso de materias primas secundarias obtenidas a partir de la valorización como, por ejemplo, el uso de áridos reciclados en proyectos de pavimentación.
De esta manera, un documento detallará los instrumentos de incentivo propuestos y sus requerimientos en materia de innovación.
Criterios para el Manual de Carreteras
La incorporación de criterios de economía circular en el Manual de Carreteras implica la coordinación pública para el marco regulatorio y fomento a la economía circular en construcción. Uno de los objetivos del MOP, en este aspecto, es lograr un nuevo volumen de “Sustentabilidad en Proyectos Viales”, donde se incluirán criterios asociados a economía circular y gestión de residuos y un índice de calificación sustentable para proyectos viales.
Las soluciones de conservación con material reciclado como el RAP y otros serán parte de los contratos de caminos básicos y redes de caminos sustentables. Igualmente, se están incorporando en los términos de referencia ambientales para nuevos proyectos -desde el inicio del semestre- criterios de sustentabilidad y distintos planes de manejo, incluyendo el Plan de Manejo de Residuos y el Plan de Manejo de Eficiencia Energética y de Manejo del Recurso hídrico.
Además, bajo la supervisión de la Dirección de Vialidad, se desarrollarán proyectos de pavimentado con material reciclado y asfalto espumado; estudios y tramos de prueba para el uso de escorias siderúrgicas en infraestructura vial (pavimentos, terraplenes, etc.), para la utilización de desechos plásticos en la construcción de pavimentos (Caso MACREBUR); para el aprovechamiento de desechos de caucho en la construcción de pavimentos asfálticos y para el uso de diversos materiales reciclados y obtenidos de residuos.
Perfiles laborales, marco regulatorio y más
Desde Construye 2025, se ha encargado el estudio “Propuesta para un Marco Regulatorio Integrado y Fomento a la Valorización de los Residuos de la Construcción y Demolición, RCD” a la consultora Moraga y Cía. El propósito de este estudio es contribuir a acelerar los cambios en el marco regulatorio y fomento, que se requieren para implementar actividades productivas relacionadas a la valorización de residuos de construcción y demolición, entregando una orientación a los distintos servicios públicos para realizar dichas modificaciones, eliminar barreras, y establecer considerar la coordinación entre las distintas entidades para su aplicación. El estudio presenta el levantamiento del marco regulatorio existente, brechas y varias propuestas, así como un nutrido repositorio de experiencias y referentes internacionales.
En cuanto a formación, cabe destacar el proyecto de tres perfiles laborales para el manejo de residuos de la construcción (RCD) el cual surge de un convenio de colaboración entre ChileValora y el Instituto de la Construcción en representación de Construye2025, como proponente técnico, y tiene a las constructoras Su Ksa S.A., Desarrollos Constructivos Axis S.A. y Constructora Viconsa Limitada, como proponentes financieros del proyecto. Además, contó con la participación de instituciones de formación académica e institutos de formación técnica y profesional, entre otros. El objetivo del proyecto es el levantamiento de tres perfiles ocupacionales que permitan promover la certificación de competencias laborales en trabajadores y trabajadoras de la Construcción, en el manejo de residuos de la construcción – RCD, para mejorar gestión de residuos y hacer un uso más eficiente de materiales y recursos de la industria. Los perfiles desarrollados son: Jornal Ambiental, Encargado(a) de bodega y logística y Capataz para el manejo de residuos de la construcción (RCD).
Hoy estos perfiles, se encuentran a la espera de la validación por parte del Organismo Sectorial de Competencias Laborales (OSCL) del sector construcción.
Áridos reciclados, innovación y economía circular
Por otra parte, el programa ha realizado diversas articulaciones, coordinaciones y actividades con el sector público y privado para fomentar la valorización de los residuos, entre las que destacan las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados”.
En fomento, una de las iniciativas destacadas es el “Reto de Innovación Economía Circular en Construcción” convocado por Corfo, cuyo objetivo es disminuir la pérdida de recursos en el sector construcción y las externalidades negativas, a través de soluciones tecnológicas aplicadas a modelos de negocios, productos y/o servicios que incorporen la Economía Circular.
En cuanto a los resultados mínimos esperados, resalta el desarrollo de nuevos productos, procesos y/o servicios, que requieran desarrollo tecnológico e innovación, que permitan resolver el desafío de disminuir y evitar la pérdida de recursos en el sector construcción, a través de la incorporación de atributos de Economía Circular. La primera fase del reto seleccionó a ocho proyectos, algunos de ellos se pueden visualizar en el canal del programa, en los videos del Congreso Construyendo Chile realizado en agosto de este año.
En el ámbito de sustentabilidad, este 2022, Corfo hizo un llamado a un Programa Tecnológico para el Cambio Climático, instrumento que por primera vez convoca dentro del llamado al sector construcción, cuyo foco se prioriza en economía circular desde el programa.
En el territorio nacional, las iniciativas relacionadas a economía circular y gestión de RCD son las impulsadas principalmente por las Comisiones Regionales de Construcción Sustentable (Corecs), lideradas por las Seremis de Minvu y Serviu, donde participan representantes de los ministerios de Medio Ambiente y Obras Públicas principalmente, y según la región, Corfo y otros representantes de entidades públicas y privadas.
Las Corecs son un importante motor para la promoción de la construcción sustentable en las regiones, actualmente hay 15 comisiones de las cuales 10 abordan en sus hojas de rutas y líneas de trabajo la economía circular y la gestión de residuos. Este último tema, se aborda en mayor medida en la difusión de normativas, diagnósticos y acciones para la cuantificación de residuos. Las principales preocupaciones, se relacionan a la falta de infraestructura para disponer en forma adecuada los residuos, ya que en al menos 7 regiones no cuentan con ella.
En cuanto a las acciones desarrolladas, cabe destacar a la Corecs de Atacama, quienes se encuentran desarrollando una estrategia para implementar en la Comuna de Caldera, una instalación para disposición final de RCD y una Planta de Reducción de Residuos Sólidos, administrada por la Ilustre Municipalidad de Caldera. La primera etapa consta de capacitaciones a los distintos servicios públicos de la región sobre el marco regulatorio actual e iniciativas destacadas en materia de economía circular en el país.
En cuanto a las iniciativas desarrolladas por la Estrategia de Economía Circular 2025, destacan los Acuerdos de Producción Limpia en Economía Circular y Gestión de RCD, liderados por la Cámara Chilena de la Construcción en Valparaíso, y otro Interregional en postulación, que comprende los territorio de Antofagasta, Magallanes y Los Lagos, en colaboración con las Corecs.
Por último, en el contexto de la estrategia, el Instituto de la Construcción articula a través del Comité de Economía Circular, a más de 30 representantes de la academia, entidades públicas y privadas que participan activamente en sesiones de trabajo colaborativo para proponer acciones concretas.
El organismo de las Naciones Unidas eligió la prefabricación para el edificio norte ubicado en Vitacura, donde la implementación de BIM permitirá la coexistencia integrada y anticipada de múltiples especialidades.
Luego de más de un siglo de historia, el edificio sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), necesitaba renovarse. Unos 2.600 m2 de superficie interior con espacios de oficinas y áreas comunes para cerca de 145 funcionarios exhibirán un nuevo diseño, que considera una moderna y eficiente metodología de construcción.
“Dadas las características del edificio existente a desmantelar y la modulación del diseño arquitectónico propuesto, el desarrollo de obras se perfila con características propias de un montaje industrializado como optimización a las de un proceso tradicional de edificación”, explica el arquitecto Andrés Venegas Hunt, quien lidera el proyecto.
Según el profesional, la prefabricación será clave en todo el perímetro de la edificación. “Se proyecta una segunda fachada en madera laminada, constituida de pórticos iguales con uniones mecanizadas. Su ensamblaje y tratamiento superficial puede ser realizado completamente fuera de la obra, para posteriormente ser montados en terreno”, comenta.
La segunda piel del edificio es, además, el soporte para una superestructura de vigas de acero estereométricas, que constituyen una superficie en cubierta para instalar una planta solar fotovoltaica. “Dichas vigas son, igualmente, elementos iguales y repetitivos, cuya fabricación será externa al sitio de construcción, para posteriormente ser montadas sobre dispositivos estructurales dispuestos en la estructura modular de madera laminada”, detalla Andrés Venegas.
Para el arquitecto, uno de los principales impactos de la industrialización, que considera la adopción de prefabricación es la disminución del impacto ambiental de las obras. “La construcción es una de las principales productoras de gases de efecto invernadero de entre todos los rubros económicos y los pasos a seguir deben ser decisivos, para avanzar en su descarbonización, mediante la adopción de procesos eficientes, propios de la industrialización y la mínima generación de residuos”, afirma.
BIM de principio a fin
Una de las complejidades del proyecto de renovación del edificio norte de la CEPAL es que implica intervenir una estructura preexistente. Además, se incorporarán tecnologías adicionales e innovadoras que no se encuentran en proyecto tradicional de este tipo. Por eso, la implementación de BIM es clave, según Venegas, ya que así se podrá abordar de forma integrada y anticipada la coexistencia de múltiples especialidades.
“El uso de BIM, desde las primeras etapas del diseño, se pretende extender hacia la etapa de construcción e, incluso, a la posterior operación del edificio, siempre teniendo como objetivo la integración de los sistemas, en un modelo cuyo objetivo es la eficiencia en el consumo y la sostenibilidad en la operación”, afirma el arquitecto.
Igualmente, el proyecto pone énfasis en la economía circular, entendiendo el ciclo de vida completo de los materiales. “Una sistematización en las faenas de retiro y clasificación de elementos constructivos tendrá como prioridad la reutilización o reciclaje, para que solo en última instancia se deba realizar una disposición final en depósitos de residuos autorizados”, detalla Andrés Venegas.
En este ámbito, el plan de reciclaje considera mecanismos de trazabilidad que permitirán llevar un registro de las posibilidades de reutilización. Además, para apoyar a pequeños productores y proveedores, el proyecto contempla la utilización puntual de revestimientos sustentables artesanales locales y el uso de materias primas provenientes de elementos vegetales.
El nuevo Edificio Norte de la CEPAL es una oportunidad para mostrar las ventajas del modelo de desarrollo sostenible en la construcción, pues considera producción de energías limpias, innovación y otros elementos que responden a la crisis climática. “Para el medio local, CEPAL ofrece su proyecto como modelo de estudio para la transición hacia proyectos públicos o privados de Energía Neta Cero”, sostiene el arquitecto encargado del proyecto.
Por lo anterior, el organismo ha colaborado con organizaciones y programas como Construye2025, Planbim, la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) y Mujeres en Construcción, entre otras, para -de manera mancomunada- avanzar en la concreción de un proyecto que aspira a ser un referente en la sostenibilidad como modelo de desarrollo.
Bajo la coordinación de la Dirección General de Obras Públicas, las Seremis MOP y Minvu, Gobernación Regional y la Municipalidad de Mejillones, se firmó un acuerdo para la aplicación del concepto de economía circular en la utilización de RAP, o fresado asfáltico que resulta de las labores de renovación de las pistas de aterrizaje de los aeropuertos, en caminos básicos u otros, que en este caso involucró al aeropuerto Andrés Sabella de Antofagasta.
“Queremos como Ministerio acelerar el cambio hacia una economía circular en todos nuestros procesos de construcción, porque estamos convencidos que es la forma de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y así a reconstruir nuestros territorios en forma más amigable, sustentable y ecológica”, sostuvo en la oportunidad la Directora General de Obras Públicas, Scarlett Vásquez.
En Chile, cerca del 34% de los residuos sólidos corresponden a residuos de construcción y demolición (RCD). Al año 2023, estos residuos alcanzarán un volumen similar a 15,5 estadios nacionales o tres cerros Santa Lucía. La industria de la construcción es una de las que mayor cantidad de residuos genera y una de las iniciativas que como Ministerio de Obras Públicas se está promoviendo es la Economía Circular, concepto que está en concordancia con el Programa de Gobierno para la Adaptación al Cambio Climático.
“Fomentaremos que cada día sea menor la cantidad de material termine en vertederos, por eso hoy firmamos este acuerdo para que el RAP o fresado asfáltico – material recuperado del asfalto- del Aeropuerto Andrés Sabella, sea reutilizado en otras obras con gran impacto social para los habitantes del territorio”, dijo la Directora General al respecto.
Fuente: MOP
Por Scarlett Vásquez, directora general de Obras Públicas
Vivimos en un contexto complejo, el cambio climático amenaza nuestra disponibilidad de recursos naturales y fuentes de extracción de materiales para la construcción. En el Ministerio de Obras Públicas, trabajamos en incorporar la economía circular en los proyectos públicos para las metas planteadas en la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035.
Sabemos que nuestro rol es relevante por el impacto que tienen estas nuevas medidas en la industria y en el territorio. Las primeras acciones que hemos realizado es la gestión de los residuos de construcción: nuestro desafío es ser un aporte a la reutilización de materiales en las obras públicas.
Destacan así los avances realizados por Vialidad, en la región de Valparaíso, a través de la reutilización de asfaltos; o la Dirección de Aeropuertos, respecto al uso del RAP o fresado asfáltico. En ese sentido en el Aeropuerto Andrés Sabella de Antofagasta por ejemplo, se está reutilizando el RAP sobrante para otras obras en la región o en la construcción del Aeródromo de Tobalaba en donde se reutilizó más del 90% de este material. Además de cambios en las bases de las mantenciones de pistas para alargar la vida útil de materiales y de recursos.
Como Ministerio y gobierno, tenemos el desafío de incorporar la economía circular en todo nuestro quehacer, en crear incentivos en las licitaciones de obras para contratistas que cuenten con criterios sustentables, como la reutilización de material, gestión de residuos, cálculo de huella de carbono, compromisos con la comunidad, certificaciones, entre otros.
Todo esto implica un cambio cultural, por lo que se necesita del trabajo colaborativo entre todos los actores del sector construcción: públicos, privados, y academia, siendo este uno de nuestros principales desafíos como Ministerio de Obras Públicas.
Para incentivar el uso eficiente de los recursos en la industria, el programa organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados”. Allí se expusieron los trabajos de investigación del uso de áridos reciclados desde la UFRO, y los centros de valorización de RCD pioneros en Chile, Río Claro y Revaloriza, en el contexto de los avances del sector en economía circular.
Junto al Instituto del Cemento y el Hormigón (ICH), y las empresas Río Claro y Revaloriza, Construye2025 organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados. Uso eficiente de los recursos de la construcción”. La coordinadora de Sustentabilidad del programa, Alejandra Tapia, abrió el encuentro online con los avances de la implementación de la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035”, elaborada por el Comité Consultivo Público, integrado por representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Medio Ambiente, Corfo y Construye2025.
En su exposición, la arquitecta comentó que varios países están incorporando criterios de economía circular en las licitaciones públicas, existiendo un tremendo desafío en el trabajo colaborativo con el sector público. “Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo podemos avanzar y acelerar esta transformación en la que la colaboración y la integración de alianzas, tanto en el sector público como en el privado y la academia, son primordiales”, comentó Alejandra Tapia.
Efectivamente, el trabajo colaborativo dio como fruto el primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) en la Región de Valparaíso, liderado por la Cámara Chilena de la Construcción, donde se están generando grandes avances en torno a la economía circular. En este contexto, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 presentó casos del sector público en la materia y las posibilidades que existen desde el Estado de hacer un uso más eficiente de los recursos, a través de un proyecto de innovación que hizo la Dirección de Vialidad del MOP en la región de Valparaíso, el cual consideró el reciclaje de residuos de pavimentos asfálticos antiguos. “Esto tiene un enorme impacto económico, que representa ahorro para el Estado y también beneficia a las comunidades”, precisó.
Además, la especialista en sustentabilidad mostró el caso del Aeródromo de Tobalaba, que disminuye en 70% la cantidad de áridos vírgenes, lo que se tradujo también en la reducción de transporte. “Hay ahorros en plazos y en costos, por tanto, hay experiencias positivas. Por eso, recalco la importancia de trabajar en conjunto para avanzar y acelerar esta transformación, donde dos empresas han hecho un tremendo esfuerzo, no sólo desde el punto de vista de la inversión económica, sino que también -con todas las trabas que ha significado no contar con un marco regulatorio claro– han logrado generar dos centros de reciclaje: Revaloriza y Río Claro”, explicó. “Como Construye2025, valoramos el esfuerzo de desarrollar empresas que tengan impactos positivos en el medio ambiente”, agregó.
Un hito en la normativa
Desde la academia, la directora del Departamento de Ingeniería de Obras Civiles de la Universidad de La Frontera (UFRO), Dra. Viviana Letelier, compartió su experiencia en la utilización de áridos reciclados y la valorización de residuos de la construcción. Desde el punto de vista técnico explicó “los áridos reciclados provienen de la trituración de un hormigón endurecido, por tanto la calidad de los áridos dependerá mucho de las propiedades originales del hormigón”, señaló la académica.
Prácticamente el 75% de los residuos de la construcción son de hormigón. La cifra lleva asociado un gran potencial para la economía circular que requiere de la actualización de las normativas chilenas, para poder incorporar las tecnologías que permiten darle una nueva vida a estos materiales.
“He participado representando a la academia en la mesa técnica de la norma NCh163 ‘Áridos para morteros y hormigones-Requisitos´, que se encuentra actualmente en revisión de todas las observaciones que llegaron de una consulta pública”, contó Viviana Letelier.
Los avances en reciclaje
Según la investigadora de la Universidad de La Frontera, dentro de los próximos meses, ya debería estar permitido, por primera vez, en la normativa, la utilización de áridos reciclados de hormigón y el uso de áridos artificiales como reemplazo de áridos naturales, lo cual constituye un hito histórico.
A continuación, Carla Salinas, asesora de proyectos de Río Claro, explicó cómo se construyó la planta de áridos reciclados en Tiltil, que tiene las capacidades para reciclar hormigón y otros tipos de residuos como la valorización de escorias negras.
“El primer producto que desarrollamos fue un fertilizante de silicato de calcio que permite la corrección de suelos ácidos”, detalló. Además, la profesional mostró un filtro para remediación de sedimentos impactados por la acuicultura. Actualmente, la planta de Río Claro tiene una capacidad mensual para procesar 4 mil toneladas de áridos artificiales, y 7 mil toneladas de áridos reciclados del hormigón.
Finalmente, Nassim Esus, director de Revaloriza, contó su experiencia en reciclaje de residuos de la construcción y demolición y mostró a los asistentes cómo funciona su planta de valorización de residuos, ubicada en la Región de Valparaíso. “Revaloriza es el primer centro de tratamiento de valorización de residuos de la construcción de Latinoamérica. Cinco empresas del rubro de la construcción comenzaron a investigar, en 2008, cómo gestionar nuestros residuos, porque nos dimos cuenta de que los residuos que estábamos generando eran bastante nefastos para el medio ambiente”, afirmó. Revaloriza, cuenta con maquinaria que incluye tecnología para mitigar el polvo y de alto desempeño, capaz de procesar 80 toneladas por hora.
En cuanto a las características técnicas de los áridos reciclados, los primeros ensayos arrojaron un CBR de 84%, considerando que en pavimentos se pide un CBR de 80%. “Lo único que le pedimos a las autoridades es que nos permitan existir y la manera de hacerlo es generar las normativas para que las empresas puedan revalorizar sus materiales”, concluyó el ejecutivo.
Las jornadas concluyeron con una visita realizada a ambas plantas, en la que participaron representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo y Obras Públicas junto a representantes de municipalidades.
Por Jorge Canals De la Puente, socio de Moraga & Cía.
La situación actual de los RCD en Chile es crítica. Estimaciones respecto a su generación con origen en edificación, a partir de datos oficiales de permisos de construcción y de modelos de generación de residuos, arrojan una cifra cercana a los 7 millones de toneladas al año, sin considerar los RCD generados por la construcción de edificios públicos, infraestructura, demoliciones ni tampoco los escombros originados tras desastres naturales (tan solo como afectación de viviendas se calcula que el terremoto de 2010 pudo haber generado más de 20 millones de toneladas de RCD).
Del total de residuos generados, no más de un 6% es valorizado. La falta de valorización y, en consecuencia, de uso de material reciclado en la construcción, presiona, entre otras cosas, sobre la extracción ilegal de áridos naturales en el desierto y en riberas de ríos, aumentando el riesgo de desastres de origen antrópico y la vulnerabilidad de la población.
Además, una cantidad no conocida de estos residuos se maneja en un ámbito de informalidad, siendo depositados en lugares sin autorización, y generando impactos ambientales, económicos y sociales. Luego, no solo falta infraestructura para su debido tratamiento, sino que nueve regiones de Chile, ni siquiera cuentan con lugares autorizados de disposición.
Reglas claras. Gran parte de esta situación se explica por la ausencia de un marco normativo claro para los RCD, que genere las condiciones para su valorización (dado su alto potencial), para la generación de una industria que la fomente, y para la creación de los mercados secundarios que demanden el uso de material reciclado.
La experiencia comparada indica que estas reglas se construyen sobre ciertas constantes: Principio de jerarquía en el manejo de los residuos; determinación de objetivos vinculantes de preparación para la reutilización, reciclado y otra forma de valorización de los RCD; exigencia de planes de gestión y de auditorías previas a la demolición, de separación in situ y de demolición selectiva; sistemas de fianza; medidas restrictivas para la descarga de RCD en vertederos; impuestos al uso de materiales vírgenes; control y sanción del vertido ilegal y garantías de calidad y seguridad para el uso del material reciclado.
Si bien hemos tenido avances significativos recientes en el país, como la oficialización de la NCh 3562, que define los RCD, y determina los contenidos de los planes de gestión de éstos, y como la pronta publicación de un Reglamento Sanitario en la materia, sigue pendiente la creación e implementación de un marco regulatorio coherente e integrado, que reglamente las etapas de generación, acopio, transporte, pretratamiento y tratamiento (con énfasis en la valorización) de los RCD, y fomente los mercados secundarios.
Por de pronto, y a la espera de una Ley General de Residuos, es perfectamente posible avanzar en un Plan Nacional, que fije objetivos relativos a la valorización y al aumento de uso de material reciclado de los RCD, e incentive el desarrollo de infraestructura, generando instancias de coordinación entre las distintas agencias públicas con competencia en la materia, y ordenando la aplicación de la serie de normas dispersas que hoy se aplican a estos residuos.
Desde el inicio de la Revolución Industrial la humanidad ha estado dominada por un sistema económico absolutamente lineal: producir, consumir y desechar. No es necesario detenerse a explicar el impacto que este modelo ha tenido en nuestro medio ambiente. Son tan graves que según un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU nuestro planeta va a alcanzar el decisivo límite de 1,5 ℃ por encima de la temperatura de la época preindustrial en el año 2030.
Es por eso por lo que urge cambiar la economía lineal por una circular y el desafío es trabajar con una visión de largo plazo que permita generar un modelo que vaya más allá del reciclaje y en el que las empresas y organizaciones de todo tipo y tamaño se hagan cargo adecuadamente de sus residuos, valorizarlos y dándoles una nueva vida o uso.
Todos lo sabemos, pero muchos olvidamos que vivimos en un planeta de recursos finitos y cada día somos más humanos con un modelo de vida que es imposible sustentar, el principal pilar de la economía circular es la regeneración. Sus acciones buscan restaurar el equilibrio que necesita el ecosistema para que nuestra especia pueda prosperar en armonía con la naturaleza.
Ya entrando en materia, en la construcción es habitual la recuperación de los despuntes de acero para reciclarlos y fabricar acero nuevo. Pero no sólo los despuntes de acero son residuos en una obra, también hay madera, hormigón, plásticos y vidrios, entre otros. En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos.
“Actualmente los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), son un gran problema en el mundo, y en Chile generamos mucho más. Por ejemplo, en un país desarrollado la construcción de un edificio habitacional genera 0,14 metros cúbicos (m3) de residuos por cada metro cuadrado (1m2) construido. En cambio, en nuestro país, para ese mismo edificio generamos 0,26 m3 por m2, casi el doble”, explica Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile y vicepresidente del SubComité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).
“En una primera etapa en Chile hemos abordado la economía circular en la construcción a través del concepto de gestión de residuos. Tanto públicos como privados han dado pasos fundamentales y con grandes resultados en esa línea, pero es indispensable transitar a modelos circulares que incluyan las etapas de gestión y diseño. Primero, hay que tener claro que los materiales y componentes deben mantenerse circulando en la tecnósfera (ciclos técnicos) y biosfera (ciclos biológicos) por el mayor tiempo posible con la mayor calidad posible; debemos privilegiar uniones físicas antes que químicas que permitan el desmontaje, adaptación, recuperación y mantenimiento de estos”, señala Anamaría De León arquitecta y consultora en economía circular, miembro del SubComité de Economía Circular del IC.
Y agrega que “en la etapa de diseño arquitectónico y de materiales se define entre el 60% y 80% de la sostenibilidad de una obra o producto. El diseño para la deconstrucción, diseño para la reversibilidad, banco de materiales, modulación y estandarización reversibles y diseñar por capas, son algunas de las estrategias que podemos activar en etapas tempranas de un proyecto.”
Para enfrentar este problema, el programa Construye2025, impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, elaboró una Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, que se lleva a cabo en conjunto con los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas.
El objetivo es lograr un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, por lo cual trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.
La iniciativa busca generar una industria más productiva disminuyendo en un 20% los costos de producción; aumentar en un 20% las edificaciones sustentables y disminuir en un 30% las emisiones de CO2 al 2030.
La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, señala que la economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Así, no sólo tenemos una industria más sustentable, sino que también la economía circular ayuda a generar nuevos empleos que la OIT los cataloga como “empleos verdes” y los califica de la siguiente manera: “Empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o a la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética”. Más aún hace hincapié en que estos empleos verdes permiten: aumentar la eficiencia del consumo de energía y materias primas; limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; minimizar los residuos y la contaminación; proteger y restaurar los ecosistemas; y contribuir a la adaptación al cambio climático.
Desde hace más de un año, el Instituto de la Construcción articula, junto a un gran número de reparticiones gubernamentales, universidades, oficinas de ingenieros y arquitectos, además de empresas privadas y organismos que las representan, como el Instituto Chileno del Acero y la Corporación de Desarrollo Tecnológico; el Subcomité de Economía Circular, que está trabajando para promover y aplicar en la construcción este modelo, cuyos beneficios son claros y muy palpables. Además de la disminución en el uso de la energía, lo que permite reducir la huella de carbono en la construcción, está el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, pues permite contar con ciudades más sustentables y pensadas en beneficio de la sociedad.
Este es un tema muy relevante, pues el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) estimó que en 2050 el 90% de la población latinoamericana vivirá en ciudades, es decir alrededor de 570 millones de personas. Si somos conscientes y trabajamos en beneficio de ellas, muchas de estas personas podrán disfrutar de un medioambiente más sano y una mejor calidad de vida para mediados de este siglo.
Fuente: Instituto de la Construcción
A través de un proyecto colaborativo presentado a ChileValora, buscan desarrollar perfiles para trabajadores y dar herramientas para el manejo de los residuos de la construcción que definan un adecuado desempeño en su quehacer.
Ante el desafío climático global, la industria de la construcción en Chile está trabajando hace varios años en una transformación cultural. Tras los lanzamientos de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, se hizo necesario fortalecer un ecosistema para el desarrollo de la economía circular y el manejo de residuos de la construcción y demolición.
Una de las formas es contribuir a generar capacidades en el sector, para lo cual Construye2025, con el apoyo del Instituto de la Construcción, junto con las empresas constructoras Axis DC, Viconsa y Suksa se adjudicaron un proyecto cofinanciado por ChileValora, que tiene por objetivo desarrollar perfiles laborales y planes de formativos que definan el desempeño adecuado de trabajadores en actividades relacionadas al manejo de los residuos de la construcción.
El proyecto denominado “Nuevos perfiles ocupacionales y planes formativos para trabajadores en el manejo de residuos de la construcción”, ha visualizado tres perfiles relacionados a este manejo en obras e instalaciones: perfil maestro manipulador, capataz y encargado de bodega y logística para manejo de residuos de la construcción.
“Hemos tenido un importante avance con el reciente lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, que se sumó a la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, por lo que los desafíos para este año son promover tanto la valorización de los residuos como generar las capacidades para la gestión”, explica Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025. La profesional también destaca “la importancia de avanzar en distintos frentes en el sector, a través del apoyo a las distintas iniciativas, como es el caso del Acuerdo de Producción Limpia de Economía Circular en Construcción de la Región de Valparaíso, que entre sus acciones y metas busca promover la capacitación en todos los niveles.
Beneficios para la industria
“Esperamos que una vez aprobados los perfiles, mucha gente de obra se capacite y certifique, con los beneficios que tiene para las empresas contar con gente cuyas competencias están certificadas, y para los trabajadores contar con una certificación de sus aprendizajes y competencias, que sin duda los posiciona y fortalece”, declara José Pedro Campos, director ejecutivo del Instituto de la Construcción.
Así también lo esperan desde el sector privado. Empresas como Viconsa, Axis DC y Suksa han apostado por este proyecto, por los beneficios que implica para ellas y sus equipos.
A juicio de Lucas Bracho, jefe del Departamento de Medio Ambiente de Constructora Viconsa, “este proyecto es fundamental para avanzar en el correcto uso de nuestros recursos”. Y es que “los perfiles de cargo que se están desarrollando están enfocados a disminuir el impacto ambiental que se genera en todo el ciclo del proyecto de construcción, desde la llegada de los materiales, la optimización de estos y el adecuado manejo de los residuos basada en una jerarquía de residuos”, precisa.
Por ello, Bracho resalta “la importancia de las personas, de cada integrante del equipo, para que se sientan parte de estos cambios que son de suma urgencia. Hacemos un llamado al rubro a tomar las medidas necesarias para disminuir el impacto ambiental de sus proyectos y a unirse a esta nueva forma de construir”.
Y esto también repercute en la productividad de las constructoras. “A la construcción entran personas sin conocimientos y con esto, la empresa puede estar mucho más tranquila de que sus trabajadores van a ser más productivos. Por otra parte, el trabajador puede ser reconocido por su capacitación formal”, dice Joaquín Cuevas, especialista en gestión de residuos.
El cambio cultural es un punto clave para Axis DC, empresa que lleva un par de años trabajando en gestión de residuos. Por ello, “tener estos nuevos perfiles o competencias es un tremendo plus para la gestión de residuos y buscamos que cada vez más profesionales y trabajadores de la obra manejen estos conceptos, porque mientras más personas adquieran estos conceptos, va a ser mejor para la industria”, cree Mikel Fuentes, líder de Innovación de Axis DC.
En Axis DC tienen altas expectativas una vez que se publiquen estos perfiles, porque “sí o sí el rubro va a avanzar hacia allá”, a juicio de Fuentes, quien también destaca la colaboración de este proyecto. “Ha sido una experiencia súper enriquecedora, entre el ámbito privado y público, con distintas miradas”, precisa Fuentes.
Luego de seis años implementando gestión de residuos, desde Constructora Suksa se manifiestan muy contentos de ser parte de este proyecto. “Constantemente estamos capacitando a nuestros trabajadores, pero hoy cobra relevancia poder avanzar hacia competencias formales para nuestros colaboradores, que son quienes, finalmente, llevan a cabo los planes para lograr los objetivos ambientales, para cumplir con nuestro compromiso ambiental respecto a la reducción de nuestras emisiones”, comenta Victoria Leiva, jefa de procesos del Grupo BIBA.
Por qué certificar
“La capacitación y certificación de competencias laborales ha sido uno de los temas que ha estado en la agenda del Instituto de la Construcción desde sus inicios, hace ya más de 20 años, oportunidad en que hicimos un diagnóstico y propuestas al respecto. Posteriormente, en el marco de una colaboración entre países del sur de América, este tema saltó con fuerza, mirando las experiencias de países vecinos, especialmente la de Argentina”, precisa José Pedro Campos.
Por ello, “haber colaborado en la presentación y haber logrado la aprobación por parte de ChileValora de la elaboración de tres perfiles de competencias laborales en un ámbito tan importante y vigente, como es el manejo de residuos de construcción y demolición en obra, nos es muy satisfactorio”, añade.
En tanto, Francisco Silva, secretario ejecutivo de ChileValora, comenta que “el Certificado de Competencias Laborales que otorga ChileValora implica un reconocimiento del Estado a las habilidades y conocimientos que cuenta una persona para ejercer un oficio y, por tanto, constituye un importante instrumento de empleabilidad y un aporte significativo al sector. Estos nuevos perfiles y planes formativos serán una herramienta fundamental para impulsar trayectorias formativas y laborales en los trabajadores y trabajadoras de la construcción, abriendo así un camino de desarrollo profesional y personal para ellos”.
Finalmente, cabe resaltar que la formación de estas capacidades contribuirá a la implementación del “Reglamento Sanitario para el manejo de residuos de las actividades de construcción y demolición”, el que se espera que entre en vigencia a principios del 2023, y que regulará toda la cadena de manejo de residuos.
Fotos gentileza Viconsa.
AZA Acero Sostenible, CAP, CBB, Polpaico y Melón cumplieron con el 100% de las metas y acciones de este primer acuerdo voluntario liderado por Acción Empresas junto con la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, con apoyo de los ministerios de Salud y Medio Ambiente y el Servicio Agrícola y Ganadero.
Con la meta de minimizar la generación de residuos sólidos y aumentar su valorización entre los años 2018 y 2021, se llevó a cabo una iniciativa público-privada liderada por Acción Empresas en conjunto con la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC), el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y los ministerios de Salud y Medio Ambiente. Esta alianza, denominada Acuerdo de Producción Limpia (APL), estableció metas a las compañías participantes para certificar a quienes las cumplieran en un 100%
42 empresas de distintos rubros adhirieron voluntariamente el APL, certificando un total de 72 instalaciones. Entre nuestros socios, se sumaron a la iniciativa AZA Acero Sostenible, CAP, CBB, Polpaico y Melón, quienes participaron en la ceremonia de certificación realizada de forma telemática el pasado 24 de enero y que contó con la participación de Marcela Bravo, gerenta general de Acción Empresas, Giovanni Calderón, director ejecutivo de la ASCC, además de los representantes de las compañías certificadas.
La importancia de la certificación de APL para los socios de ICH
Para Carolina Zúñiga, subgerente de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Cbb, la obtención de este sello “reconoce el compromiso de Cbb con la sostenibilidad y el crecimiento responsable, en beneficio de las comunidades y sociedad en general” y agregó que “como empresa, llevamos más de 60 años innovando y desarrollando iniciativas que generan valor agregado a nuestros distintos públicos de interés, a través de nuevos productos, servicios y mejoras en nuestros procesos”.
“Además, desde nuestros inicios estamos trabajando con el concepto de economía circular, y recibir esta certificación es un paso importante para nosotros, y para este 2022 participaremos en un nuevo APL de Economía Circular para nuestras plantas de Hormigones de Chuquicamata y planta de Cal de Copiapó”, adelantó. En el caso de CBB, se certificaron la planta de cementos en Teno y el edificio corporativo de la firma.
Desde Polpaico, mostraron su emoción por el cumplimiento del 100% de las metas establecidas en el APL. “Nuestro compromiso con la economía circular ha significado un gran cambio cultural en Polpaico BSA, permitiéndonos, entre otros logros, reducir en un 50% los residuos dispuestos en rellenos sanitarios en las plantas de Mejillones y Coronel, y un 26% en Cerro Blanco. ¡Seguimos adelante por Una Vida Mejor!”
En AZA Acero Sostenible, por su parte, destacaron la implementación de “una serie de medidas, entre ellas la elaboración de un compromiso firmado, la creación de un diagnóstico de la situación de sus residuos, la definición de acciones y metas a cumplir, además de una constante medición y monitoreo” que les permitió certificar a sus plantas ubicadas en las comunas de Colina y Renca.
Los otros socios de ICH que participaron en esta iniciativa fueron CAP, que certificó las instalaciones de su planta en Maipú, y Melón, que realizó el mismo proceso para las instalaciones de su planta de cemento en La Calera.
Para conocer más detalles de la importancia de esta certificación y su impacto en los sectores productivos, revisen AQUÍ.
Fuente: ICH
Por Carlos Guzmán, Director General de Obras Públicas
La experiencia internacional muestra que existe un gran volumen de residuos valorizables que pueden volver a ser usados como insumos para la construcción. En Chile, las tasas de reciclaje de RCD no superan el 4%. Es por eso que le damos la importancia a este tipo de medidas, que a través de la demanda son capaces de impulsar el cambio hacia una economía circular en la construcción, a partir de licitaciones y proyectos de edificación e infraestructura que incorporan inversión pública.
El Plan de Gestión de Residuos en Obra del Ministerio se alinea con los objetivos que se establecen en la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035. Esto es un puntapié inicial para la implementación de los compromisos que como Ministerio tenemos establecidos y que la Dirección General de Obras Públicas (DGOP) ha impulsado fuertemente. Si bien, su implementación es un proceso paulatino, esperamos que para el 2022 el 100% de los contratos nuevos estén implementados.
En sintonía con lo anterior, en este Ministerio continuamos generando estrategias público-privadas para avanzar en aquellos lineamientos; destacando recientemente la firma como Dirección General de Obras Públicas en el Acuerdo de Producción Limpia (APL) hacia la Economía Circular en la Construcción con la Región de Valparaíso. Aquí nuestro objetivo es impulsar un enfoque de economía circular en la gestión de los residuos entre los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción en la región, en donde como MOP estamos presentes.
La reutilización de material que actualmente se desecha es un desafío que nos permite avanzar en un trabajo colaborativo con nuestros compromisos ministeriales de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, donde se busca fomentar y promover la gestión sustentable de los residuos.
Es por esto que tenemos el gran desafío de incorporar material reciclado y reutilizado como insumo para la construcción de obras públicas, tarea en la que ya hemos avanzado con pruebas y estudios para así poder usar nuevos materiales que hasta hace unos años eran considerados desechos. Esto es posible con tecnologías de reciclaje de materiales en terreno, que logran reducir la necesidad de transportar áridos de otros sectores y así disminuir la huella de carbono.
Como Ministerio nuestro compromiso es impulsar obras más sustentables que permitan, no sólo mejorar la calidad de vida de las familias chilenas, sino también proteger y preservar el medioambiente en el que viven.
En noviembre, Valparaíso fue testigo de la firma del primer Acuerdo de Producción Limpia del sector Construcción con foco en la economía circular, que busca reducir la generación de residuos y promover el uso eficiente de los materiales, evitando su disposición final.
La Cámara Chilena de la Construcción y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático sellaron un Acuerdo de Producción Limpia (APL) para avanzar hacia una correcta gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD) e impulsar nuevos modelos de negocios circulares en la Región de Valparaíso.
El acuerdo apunta a diversos actores de la cadena de valor en la Región de Valparaíso, entre los que se cuentan constructores, contratistas y proveedores. La implementación está pensada en 24 meses y se realizará con el apoyo de Construye2025, programa representado por el Instituto de la Construcción, como tercero involucrado, y de los ministerios, las Seremis de Medio Ambiente, Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas y Salud; las municipalidades de Concón, Quillota, Limache y Villa Alemana; y la Universidad de Valparaíso.
“Este Acuerdo de Producción Limpia está muy en línea con el trabajo que se ha realizado en la Hoja de Ruta de Economía Circular de nuestro país y, principalmente, con la Hoja de Ruta de Residuos de la Construcción que está liderando el programa Construye2025 impulsado por Corfo. Sin esta tarea previa, hubiese sido más largo el camino de llegar a acuerdos, ya que estos insumos fueron relevantes en nuestro trabajo”, comentó la directora ejecutiva (S) de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Ximena Ruz.
Debido a que el APL priorizará la gestión del negocio de residuos y, al mismo tiempo, comprometerá fuertemente al sector para incentivar su avance hacia un desarrollo sustentable, el hito fue altamente valorado por el seremi (s) del Medio Ambiente de Valparaíso, Christian Fuentes, quien destacó que la región será pionera en materia de economía circular en la construcción.
“La gestión de residuos de la construcción no es un tema fácil y es uno de los más atrasados que tenemos a nivel nacional, a diferencia de la gestión de otros residuos como los municipales. En la región hay más de 700 sitios de disposición ilegal de residuos, en algunos casos hay residuos de la construcción, y es un problema que afecta directamente a todos los vecinos y vecinas de cada una de las comunas”, enfatizó el representante de la autoridad ambiental regional.
La Región de Valparaíso es la segunda generadora de residuos de construcción en Chile, con un promedio anual de 710 mil toneladas en la última década, el que podría superar las 986 mil toneladas anuales en el período 2025-2035. Además, es una de las siete regiones de nuestro país que no cuenta con sitios de disposición legal para los RCD.
En este contexto, Antonio Errázuriz, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), valoró que la industria esté haciéndose cargo del impacto medioambiental, transitando hacia la economía circular mediante la gestión coordinada y colaborativa entre los distintos actores de la cadena de valor. “Como gremio estamos enfocados en promover la sostenibilidad y las buenas prácticas de nuestro sector, por lo que suscribir este Acuerdo de Producción Limpia es tanto una gran noticia en sí misma, como un importante avance en el marco de nuestro ‘Compromiso Pro’”, indicó.
Lo que viene
Las empresas adheridas al APL implementarán un plan de gestión de residuos y declararán su generación, valorización y disposición final. Cada empresa generadora de residuos fijará metas cuantitativas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado, e identificará oportunidades de mejora para su reducción.
Además, se desarrollará un catastro de gestores de residuos que operen en la región y sitios de disposición final autorizados y se definirá una estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la eliminación de RCD. Asimismo, el APL impulsará la innovación para aumentar la valorización de RCD y la creación de nuevos modelos de negocios circulares, a través de la generación de incentivos, articulación de actores, acompañamiento y difusión de instrumentos de fomento a la innovación.
“La decisión y el esfuerzo de nuestros socios y empresas adherentes, por enfrentar con seriedad este tremendo desafío que es la gestión de los residuos de la construcción, considerando que nuestro sector es el principal productor de este tipo de residuos. Y más aún, por formalizar este compromiso con este APL que, a través de esta alianza público – privada y desde una visión de largo plazo, apunta hacia la sostenibilidad de nuestra industria, avanzando con acciones concretas hacia una economía circular, que es la misión que nos impusimos como gremio”, dijo la presidenta de la CChC Valparaíso, Marisol Cortez.
Otro punto relevante de este inédito acuerdo es que las empresas desarrollarán indicadores de sostenibilidad e implementarán un programa de capacitación en todos los niveles y difusión para visibilizar las prácticas de economía circular y sus beneficios.
Por Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción Civil UC y miembro del Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción.
La industria de la construcción es actualmente el mayor consumidor mundial de recursos y materias primas. En la actualidad, la construcción y demolición de edificios representa alrededor de un tercio del consumo mundial de materiales y la generación de residuos.
En Chile, el 35% de los residuos que se generan anualmente (7,1 millones de toneladas) proceden de las obras de construcción. Esto puede ser contrarrestado implementando estrategias que estén en línea con los principios de la economía circular, motivo por el cual el sector es considerado uno de los sectores claves para una efectiva transición.
Entre dichas estrategias, la incorporación de materiales con atributos circulares es una estrategia clave a la hora de alcanzar un uso más responsable de los recursos y menor generación de residuos por parte de la construcción.
En vista de ello, la Hoja de Ruta Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y Economía Circular en Construcción 2035, cuyo objetivo es abordar desde el Estado, la reducción de extracción de materias primas y generación de RCD, a partir del uso eficiente de los recursos, y el manejo jerarquizado y ambientalmente racional de los residuos, fomentando la economía circular y la disminución de emisiones del sector construcción (Construye2025, 2020 b), establece como meta al 2025 que al menos el 15% de los materiales y sistemas constructivos cuenten con certificación de atributos circulares, aumentando dicho porcentaje a un 30% al 2035.
El hormigón con áridos reciclados es una excelente oportunidad para cumplir con dicha meta y disminuir los impactos de la industria de la construcción.
Los áridos corresponden al material pétreo compuesto de partículas duras, de forma y tamaño estables presente en el hormigón y ocupan entre un 65% y 75% del volumen total del hormigón siendo así un elemento fundamental para su elaboración.
En Chile, se estima que el consumo de áridos anual es superior a los 11 millones de metros cúbicos y su extracción tiene fuertes impactos medio ambientales como son la erosión y la pérdida de suelos naturales.
Los áridos naturales pueden ser sustituidos, en parte, por áridos reciclados procedentes de residuos de construcción y demolición (RCD), lo que conlleva varios impactos positivos. En primer lugar, permitiría disminuir el uso de áridos naturales cuya extracción y procesamiento es intensivo en energía y materiales. En segundo lugar, permitiría valorizar uno de los principales residuos generados por las obras de construcción, el hormigón. En Chile, se estima que se generan 7,1 millones de toneladas de RCD anualmente, de las cuales entre un 60% y 80% corresponden a hormigón.
De este modo, los áridos reciclados nos permitirían disminuir fuertemente la cantidad de residuos que terminan en un sitio de disposición final, y desde el punto de vista de la circularidad, la inclusión de áridos reciclados permitiría aumentar el porcentaje de un 5% a sobre el 60% de materiales con atributos circulares en la vivienda en extensión.
Caso de Éxito
La Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas viene disminuyendo, desde 2014, los residuos de la construcción y demolición en los pavimentos aeroportuarios. Ejemplo es el Aeropuerto Diego Aracena de Iquique donde en vez de demoler las losas de hormigón y llevar los escombros a un botadero, se decidió triturar los escombros y reutilizarlos como material de relleno para la confección del terraplén que niveló el terreno ubicado al norte de la pista. Asimismo, en el Aeropuerto Chacalluta de Arica, se reutilizó el fresado (material que antes iba a botadero) en otras áreas del aeropuerto, dándole un nuevo uso, mientras que en el Aeródromo Eulogio Sánchez (Tobalaba) en vez de reemplazar el asfalto y la base antigua, se mezclaron y se le adicionó una emulsión asfáltica para transformarlo en una nueva base, de mejores competencias.
Este experiencia derivó en una nueva normativa que exige que en el diseño de pavimentos aeroportuarios, se evalúen las alternativas según variables de interés ambiental como son consumo energía, agua, emisión CO2, entre otras, promoviendo el reciclaje de pavimentos y la estabilización del terreno natural.
Asimismo, se elaboró una metodología que explica cómo identificar, clasificar y cuantificar los RCD, siendo el primer paso para optimizar y minimizar su generación, generar una base de datos robusta para que la Dirección de Aeropuertos haga una gestión óptima de los desechos constructivos.
El presidente de nuestro consejo directivo, Pablo Ivelic, en entrevista con Radio Pauta, comentó que la industrialización de faenas es un aspecto central para revertir este severo problema de la industria.
Mayor rapidez, optimización de recursos, menor accidentabilidad de los trabajadores, aumentos de la productividad y reducción de los traslados horizontales y verticales de materiales y del personal. Disminuir la generación de residuos y generar labores más sustentables. El rubro de la construcción vive un punto de quiebre hacia la transformación de sus procesos y, en ese contexto, la industrialización aparece como un camino que hay que tomar.
Esa es al menos la visión que entrega Pablo Ivelic, presidente del consejo directivo de Construye2025, en conversación con el programa Plaza Pauta, de Radio Pauta.
De acuerdo con cifras de Construye2025, comparando el levantamiento de obras tradicionales con las industrializadas, se requiere entre 34 y 50% menos de trabajadores en estas últimas.
Para contextualizar, el programa Construye2025 nació en 2016 como una alianza público-privada financiada por Corfo. “Lo que busca es articular a todos los actores, como empresas privadas, entes públicos, academia y trabajadores, para transformar la industria de la construcción en una industria más productiva y sustentable. Tenemos varios ejes estratégicos de trabajo, entre ellos la industrialización, la gestión de residuos de demolición y de construcción, la innovación y la digitalización”, dijo Ivelic.
El diagnóstico, según Ivelic, es negativo. “Lamentablemente, en términos de productividad no es muy auspicioso. Desde 2000 a 2018 la economía en Chile aumentó su productividad en un 20% y la construcción, durante ese mismo período, estuvo estancada. Es decir, no generó mayor valor por hora hombre trabajada. Nuestro rubro ha estado caracterizado por procesos más tradicionales, un quehacer un poco más artesanal y nos vemos en la obligación de transformar nuestro sector en uno más productivo y sustentable”.
Con industrialización, Pablo Ivelic, se refiere a la incorporación de maquinaria para producir grandes volúmenes de estructuras. “La industria ha sufrido, en el buen sentido de la palabra, procesos de industrialización antaño. Hoy el gran paso, el clave, y que nos puede generar un aporte significativo en productividad es la industrialización, entendida como trasladar la mayor cantidad de partidas que se ejecutan en una obra a una fábrica y, con eso, trasladamos el problema no a un sitio que es complejo de administrar, que tiene poco espacio y que es dinámico, sino a un ambiente de mayor control. Y transformamos el problema de construcción en uno de logística y de montaje”.
¿Y el empleo?
Retomando las cifras de menor mano de obra que calcula Construye2025 en un escenario industrializado, Ivelic apuntó a que ese porcentaje es de menos trabajadores en obra. “Si se trasladan las partidas, si se traslada la ejecución, parte, no el 100%, de esos trabajadores, tienen un puesto laboral en las fábricas. La gracia de trasladar las partidas es que al disminuir la cantidad de personas en obras tienes menos supervisión que contratar, menos instalaciones de faena, menos consumo en obra y, súper relevante, menos exposición al riesgo”.
¿Habría impacto laboral? “Sí hay una reducción de empleo. Ya que el ambiente de una fábrica tiene mayor control, se eliminan muchos traslados horizontales, pero sobre todo verticales de los materiales y del personal, por lo que los rendimientos son mejores, ya que en una fábrica todo es en el plano. Y tienes la posibilidad real de automatizar los procesos, es decir, incorporar maquinaria o robotizar ciertos procesos constructivos gracias a la producción en serie. En virtud de lo anterior, es por todo eso que la productividad mejora. Un rendimiento por hora-hombre trabajado es mucho mayor. Se producen más elementos -baños, tabiques, cocinas, elementos modulares completos- con menor necesidad de mano de obra”.
Ivelic citó el caso de Singapur. “En diez años, aplicando procesos de industrialización, aumentó su productividad en un 20%”. El ejecutivo recordó que Singapur llevó adelante un programa de industrialización en la construcción con el único objetivo de disminuir las tasas de accidentalidad.
Factores medioambientales
Pablo Ivelic sumó otro factor determinante para avanzar en la industrialización de la construcción: la sustentabilidad de los procesos y la disminución en la generación de residuos. “El 35 % de todos los residuos que se generan en el mundo provienen de la construcción y de la demolición, y Chile tiene una tasa de generación de residuos un 50% más alta que la de los países desarrollados. La industrialización de la construcción, que permite incluso realizar hasta el 100% de los trabajos en un sitio de mayor control, reduce la generación de residuos“.
Fuente: Radio Pauta
Por Dra. Claudia Muñoz Sanguinetti, directora Proyecto ÁBACO-CHILE.
“Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada para siempre.” Lord Kelvin (1824-1907).
Chile comienza a incorporar en sus políticas de Estado principios de sustentabilidad a nivel sectorial y, en concordancia con compromisos ambientales internacionales, ha llevado a establecer metas concretas para la reducción de las emisiones de GEI, con vistas a alcanzar la carbono neutralidad al año 2050. Sin duda, un desafío importante, que requiere no sólo del esfuerzo y compromiso del sector público y privado, sino que, además, contar con las capacidades de capital humano especializado e información ambiental disponible con características sitio-específicas del país, que permitan integrar en etapa temprana los criterios de sustentabilidad en proyectos de construcción.
Atendiendo los desafíos ambientales globales y nacionales señalados y ante la carencia de contar con bases de datos públicas de costos e indicadores ambientales y sociales para presupuestos de proyectos de construcción en Chile, un equipo de experimentados investigadores de la Universidad del Bío-Bío, con la colaboración de la Universidad de Sevilla-España, desarrollan la herramienta de ÁBACO-CHILE (Acceso a Bases Ambientales y Costos). El proyecto corresponde a un Bien Público, financiado por Corfo y mandatado por el Ministerio de Obras Públicas (Dirección de Arquitectura) y el Ministerio de Desarrollo Social, buscando atender la disminución de brechas, riesgos e incertidumbre en la evaluación de proyectos de inversión pública en Chile, como asimismo incorporar conceptos de sustentabilidad y ciclo de vida en la inversión pública y privada, para mejorar la productividad y ecoeficiencia de proyectos de construcción en Chile.
ÁBACO-CHILE fue concebida como una herramienta para predecir desde la fase de diseño de un proyecto de construcción los costos económicos, ambientales y sociales. Ésta consiste en un motor de cálculo e incluye tres bases de datos que están asociadas a los ítems necesarios en un presupuesto de obra y las tres dimensiones evaluadas: la base de datos de costos de recursos y actividades, que se vincula con el cálculo de costo social y la base de datos ambientales de recursos y actividades. Esta última contiene la cuantificación de dos categorías de impacto: Energía Contenida (MJ) y Huella de Carbono (CO2eq). Dichas bases de datos son de uso público y de libre acceso, las cuales interactúan entre sí facilitando la forma de presupuestar proyectos de construcción, siguiendo una estructura jerarquizada a través de una codificación lógica alfanumérica.
La principal fortaleza diferenciadora de ÁBACO (www.bancochile.cl), se basa en que la herramienta desarrollada vincula de forma automática costos de construcción con indicadores de sustentabilidad para distintas categorías de impacto ambiental, tal como se ha señalado, en una primera fase las referidas al costo energético y de emisiones de CO2, y en fases sucesivas cuantificación directa de generación y clasificación de residuos (RCD), huella hídrica y huella ecológica entre las más importantes. Del mismo modo y visualizando un futuro escalamiento de la herramienta, se considera la integración con Building Information Modeling (BIM). Así, el desarrollo y difusión de este bien público proveerá una mejora superlativa en la toma de decisiones para la evaluación de proyectos de construcción de inversión pública y privada, permitiendo alcanzar objetivos diferenciadores y cuantificables respecto a la incorporación de criterios de sustentabilidad ambiental y ecoeficiencia, para el sector construcción en Chile.
Es necesario modificar los paradigmas y los criterios utilizados hoy para el diseño, construcción, uso y fin de los proyectos de construcción. Actualmente, estos se evalúan principalmente en base a criterios económicos, de plazos para su ejecución y aspectos técnicos. Sin embargo, se ha comprobado que es posible la evaluación del perfil ambiental de los proyectos de edificación, a través de su presupuesto y, de esta manera, identificar en forma temprana los impactos que este tendrá durante su ciclo de vida, la generación de huellas ambientales que pudieran generarse y la reducción o anulación de las mismas oportunamente.
Los integrantes del Comité Consultivo Público: MMA, MOP, Minvu, Corfo y Construye2025, se han preocupado especialmente de avanzar colaborativamente, para lograr las metas trazadas que buscan convertir a la construcción en una economía circular.
Tanto en el mundo público como en el mundo privado, la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 ha sido bien acogida. Cuando los servicios públicos demandaban una guía para mejorar la sustentabilidad de las obras y adoptar rutas hacia la circularidad, el sector privado respondió con la elaboración de una Estrategia de Construcción Circular 2025, a corto plazo que trazó los ejes y acciones de la Hoja de Ruta.
“Nuestra ministra ha mostrado gran entusiasmo con el desafío de la circularidad para el sector construcción y derivado de ello ha sostenido un activo apoyo al desarrollo de las gestiones y avances, a través de la participación en todas las actividades a las que le hemos convocado, junto con un respaldo a las acciones intersectoriales”, comenta Rubén González, encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente.
En este ámbito, los temas referidos al avance en la circularidad para el sector construcción como acciones en la Hoja de Ruta Nacional para un Chile Sin Basura al 2040, acción que permite reforzar desde el instrumento rector de mayor escala en la materia las definiciones de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035.
“Además de la agenda multisectorial en la que se trabaja colaborativamente con otros ministerios desde el nivel central, ya sea en el marco del convenio interministerial de construcción sustentable, como en mesas bilaterales o multilaterales con servicios como MDSF, Minvu, MOP, Minsal, Subdere; a nivel regional se participa activamente en los Consejos Regionales de Construcción Sostenible, los Corecs, en las que se ha priorizado materias de economía circular y RCD, en la mayoría de las regiones del país”, añade González.
Además, el especialista del Ministerio del Medio Ambiente, hace hincapié en que las Secretarías de Residuos (SER) se han preocupado de posicionar la temática y de promover instancias de planificación regional, esto es la bajada de las guías de la hoja de ruta, así como de los lineamientos de nuevas áreas metropolitanas. “Asimismo, se ha prestado apoyo para circularizar proyectos emblemáticos en algunas regiones como el proyecto de master plan para el Morro de Arica”, indica.
Trabajo colaborativo
En materia de articulación gremial del sector privado, el Ministerio del Medio Ambiente participa activamente del APL actualmente en el desarrollo en la Región de Valparaíso para una economía circular en construcción. “Se ha impulsado la articulación con municipios, y convocado al sector privado, y mundo académico a sumarse a los desafíos de la hoja de ruta”, comenta el encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular.
Igualmente, destaca la iniciativa de formar una alianza para crear una academia e industria circular. Para ello, se formalizarán convenios de cooperación con Sofofa y con distintas universidades e institutos técnicos, para impulsar una agenda común tanto con la industria como con las unidades de investigación y desarrollo en el mundo académico.
Desde el punto de vista normativo, el MMA ha participado activamente en la elaboración de la NCh3562 “Gestión de residuos — Residuos de construcción y demolición (RCD) – Clasificación y directrices para el plan de gestión” y ha encargado al INN el desarrollo de una nueva norma técnica en el ámbito de las demoliciones, que por primera vez incorpora lineamientos para procesos de deconstrucción y un manejo ambientalmente racional de residuos en demoliciones.
Asimismo, en el aspecto regulatorio la Oficina de Economía Circular ha propuesto en las instancias ministeriales la elaboración de ajustes al DS40, que esclarecen y facilitan la tramitación de proyectos de valorización de RCD en el SEIA; ha participado en la elaboración del Reglamento sanitario para el manejo de los residuos de la construcción y demolición – RCD, en conjunto con los demás ministerios del consejo consultivo, y Construye2025, que recientemente fue sometido a consulta pública, y ha avanzado en la definición y articulación con Minsal, para definir una reglamentación con foco en economía circular, que complementará, desde el punto de vista ambiental y sanitario, a la reglamentación existente y en curso.
En materia de fortalecimiento del capital humano para la valorización de RCD, el ministerio se encuentra levantado financiamiento privado, en alianza con Construye2025, para el desarrollo de un proyecto de certificación de competencias laborales para los actores en la cadena de valorización de RCD, el que será prontamente comunicado toda vez que se postule, así mismo se encuentra activamente buscando financiamiento en el sector retail para abordar el desarrollo de competencias laborales en materia de economía circular en el sector relacionado al diseño industrial y de BTL.
Plan de gestión
Por su parte, para el Ministerio de Obras Públicas, el primer gran avance para este fue la elaboración de un Plan de Gestión de RCD homologado para todas las obras MOP, el cual se instruyó en diciembre de 2020 para implementar paulatinamente en nuevas obras MOP a partir de enero 2021. “Este plan de gestión, además de ser una herramienta para conocer de manera sistematizada los residuos que generan nuestras obras, nos permitirá en el corto plazo conocer datos respecto de los residuos generados por cada tipo de obras ejecutadas por este ministerio, conociendo la trazabilidad y destino final de estos”, señala el director general de Obras Públicas, Carlos Guzmán.
Lo anterior, según la autoridad del MOP, será información relevante para futuras metas de reducción, reutilización e incluso de generación de nuevos mercados de productos derivados de los residuos generados.
La mirada al futuro
Uno de los desafíos es el desarrollo de un plan de acción ministerial en materia de economía circular y sustentabilidad en construcción, que vaya más allá de la Oficina de Economía Circular y que permita definir una agenda propia. Esto implica impulsar una agenda regulatoria y legislativa para incorporar la economía circular en el quehacer cotidiano de la construcción pública y privada desde una arista centrada en el control del riesgo ambiental de los residuos, la reducción de estos, las garantías de ecodiseño, durabilidad y reciclabilidad de componentes y partes constructivas, y de maximizar los beneficios ambientales de los proyectos.
Otro de los desafíos, en lo relativo a la implementación de medidas, constituye el desarrollo de una infraestructura para la calidad en torno a la economía circular del sector construcción; lo que implica nuevos desarrollos de normas técnicas, sobre todo, en lo referido a la definición de estándares para distintas aplicaciones de material valorizado, respecto la composición de materiales para facilitar la valorización, para el desarrollo de partes, piezas y componentes constructivos reutilizables, reversibles, durables (entre otras características); pero también la elaboración de sistemas de auditoría, acreditación, certificación de productos, servicios, procesos y personas, sistemas de inspección y evaluación de conformidad, la implementación de capacidades de ensayo, laboratorios, y sistemas de muestreo. Con este objetivo, el MMA está evaluando el desarrollo de un convenio con INN, para abordar estas materias.
Complementariamente y dado el desafío financiero y de recursos humanos que significa avanzar en todas estas materias, se trabaja actualmente en la elaboración de un proyecto para conseguir financiamiento de organizaciones multilaterales, sobre el que podremos contar más adelante.
Para Paola Valencia, secretaria ejecutiva de Sustentabilidad y Cambio Climático del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), los avances desde su cartera han sido de preparación y, teniendo como horizonte el próximo año, lo sintetiza así.
En tanto, el director general de Obras Públicas, Carlos Guzmán, plantea el desafío de crear incentivos en las licitaciones de obras, para que los contratistas cuenten con criterios sustentables como, por ejemplo, reutilización de material, cálculo de huella de carbono, compromisos con la comunidad, certificaciones, etc. Esto lo resume en los siguientes compromisos futuros: avanzar en la eliminación de barreras en la regulación y normativas que impidan la valorización, reciclaje de residuos, RCD, y la producción de materias primas secundarias para productos de la construcción; incentivar compras públicas y licitaciones de proyectos de infraestructura y edificación, que traicionen el desarrollo de la economía circular en construcción; promover las ventajas y oportunidades de una prevención y gestión sustentable de los RCD en obra y, en consecuencia, las mejoras en productividad, seguridad.
Además, Guzmán, hace hincapié en otros dos retos: participar activamente en procesos que generen herramientas, políticas públicas, iniciativas y acciones que fomenten mercados circulares en construcción, que incluyan criterios de economía circular en la evaluación de la inversión pública y permitan contar con información para mercados circulares; y, finalmente, coordinar entre los distintos servicios, el uso de material RCD.
“A partir del liderazgo y visión del programa Construye 2025, como país estamos siendo pioneros en materia de economía circular en el sector construcción a nivel latinoamericano. La hoja de ruta recientemente lanzada promueve a cambiar el paradigma de los residuos de la construcción y demolición (RCD) hacia la sustentabilidad”, complementa Elizabeth Zapata, directora de Desarrollo Tecnológico de Corfo.
La ejecutiva también comenta que a través de la convocatoria “Reto de Innovación: Economía circular en el sector construcción” buscan conectar a la industria de la construcción con el ecosistema de emprendimiento, innovación y desarrollo tecnológico, para que este pueda aportar en la generación de soluciones tecnológicas innovadoras que disminuyan la pérdida de recursos y las externalidades negativas, en ámbitos tales como nuevos materiales, uso eficiente de recursos o gestión de residuos. “Esperamos que los proyectos ganadores representen un impulso relevante para promover la circularidad en el sector, acorde a las brechas y desafíos plasmados en la hoja de ruta”, sostiene.
En tanto, ha sido “fundamental el rol de articulador y coordinador que tiene el programa para avanzar y lograr las metas propuestas en la ambiciosa hoja de ruta”, destaca la coordinadora de Sustentabilidad Alejandra Tapia. En las temáticas lideradas por Construye2025, destaca el proyecto “Portafolio de Modelos de Negocio en Economía Circular en Construcción”, cuyo objetivo es disponer información a emprendedores e innovadores para implementar nuevos negocios, y por otra parte, desde el punto de vista regulatorio, pronto se dará inicio a la consultoría “Propuesta para un marco regulatorio integrado y fomento a la valorización de los residuos de la construcción y demolición, RCD”, cuyo propósito es contribuir a acelerar los cambios en el marco regulatorio y fomento, que se requieren para implementar actividades productivas relacionadas a la valorización de residuos de construcción y demolición, entregando una orientación a los distintos servicios públicos.
Fotos gentileza Constructora Viconsa, Joaquín Cuevas.
Los interesados podrán sumarse al concurso hasta el próximo 6 de septiembre.
Corfo y Construye2025 -a través de un webinar- explicaron el concurso “Reto de Innovación: Economía Circular en Sector Construcción”, que está dirigido a aquellos innovadores y emprendedores –tanto personas naturales y jurídicas- que desarrollen proyectos para reducir los residuos de la construcción y que cuenten con un prototipo validado en entornos relevantes o simulados.
En este ámbito, Carolina Muñoz, facilitadora de innovación y ejecutiva de concursos y programas de Economía Circular de Corfo, explicó que la iniciativa “apunta a disminuir la pérdida de recursos en el sector construcción y las externalidades negativas mediante soluciones tecnológicas aplicadas a modelos de negocios, productos y servicios que incorporen la economía circular”.
Por su parte, el gerente de Capacidades Tecnológicas de la corporación estatal, Fernando Hentzschel, indicó que “Corfo ha venido impulsando las metodologías y las prácticas de economía circular como uno de los elementos claves de desarrollo sustentable en Chile”. En cuanto a los retos de innovación en construcción, la autoridad precisó que “son instrumentos de innovación abierta en torno a una problemática específica: ¿Cómo reducimos la gran cantidad de residuos que produce la actividad de la construcción?”.
Los interesados deberán presentar un prototipo de producto, proceso o servicio validado en un entorno real y tendrán plazo hasta el mediodía del 6 de septiembre para inscribirse en la iniciativa. De ese proceso serán seleccionados hasta 12 equipos, que dispondrán de un plazo de 6 meses para ejecutar la “Etapa 2, Validación en entorno real”, adjudicándose un subsidio de hasta $32,5 MM por proyecto.
Posteriormente, tres de esos 12 equipos serán escogidos para ejecutar la “Etapa 3, Diseño plan de escalabilidad” para la implementación de soluciones tecnológicas. En este caso contarán con 10 meses para la ejecución y podrán adjudicarse un subsidio de hasta $45,3 MM por proyecto.
Mientras que los beneficiarios deberán realizar un aporte de un 30% pecuniario o efectivo.
Los interesados podrán acceder a las bases del concurso AQUÍ.
Tasa de circularidad
En el evento participó la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, quien profundizó en la economía circular en el rubro, aseverando que “la construcción tiene enormes oportunidades de duplicar la tasa de circularidad”, por sobre otras cinco industrias claves, tales como el transporte, alimentación, moda, salud y comunicaciones.
En esa línea, destacó que, a partir de un trabajo coordinado entre la industria de la construcción, la academia y el sector público lograron concordar tres soluciones tecnológicas para impulsar la economía circular en el rubro: nuevos materiales y sistemas constructivos sustentables con atributos circulares; soluciones tecnológicas para el uso eficiente de recursos, materiales, energía y agua; y gestión sustentable de residuos de la construcción y demolición.
La arquitecta detalló que la construcción es uno de los mayores consumidores de materias primas y genera el 35% de los residuos sólidos. Dicho rubro al año consume un 50% de la producción mundial de acero y 3 mil millones de toneladas de materias primas. En ese contexto, ejemplificó que un edificio residencial de 20.000 m² genera un volumen desechado de 26 viviendas de 200m³.
Portafolio Construcción
En tanto, la directora de Innovación Sostenible en la Gerencia de Innovación de Corfo, Carolina González, indicó que –a partir de información obtenida desde el portal de datos de InnovaChile Corfo Data Innovación– entre 2010 y 2020, un 45,5% del total de los proyectos presentados en el Portafolio Construcción de Corfo consideró la innovación sostenible. Finalmente, la profesional agregó que al desglosar ese porcentaje sólo un 28% de esas iniciativas consideró la economía circular, en materias relacionadas con la recuperación de recursos. Cabe considerar que el 72% restante no incluyó dicho ámbito.
El webinar está disponible AQUÍ.
Hoja de ruta, trabajo colaborativo, formación y tecnología fueron algunos de los temas que se pusieron sobre la mesa durante el último encuentro de quienes colaboran con el programa.
Una nutrida agenda tuvo el Consejo Directivo de Construye2025, realizado el 9 de julio pasado. Durante la jornada, el coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico del programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, Ignacio Peña, destacó los buenos resultados de la ronda de networking “Actívate Innovando”, que contempló encuentros virtuales entre constructoras, inmobiliarias, empresas de arquitectura y proveedores.
El evento que generó más de 300 reuniones de networking estuvo centrado en tres ejes: industrialización, sustentabilidad y digitalización; y, además, tuvo dos webinars asociados: “el primero buscó transmitir cómo la industrialización puede ayudar a tu negocio; y el segundo, se enfocó en el impacto de la sustentabilidad y la digitalización en las empresas”, comentó Ignacio Peña, quien adelantó también parte del trabajo realizado en la construcción del Mapa Construtech, plataforma que reunirá a las mejores 50 empresas de la industria de la construcción.
Por su parte, la coordinadora Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, compartió los avances de la estrategia de economía circular y destacó el trabajo colaborativo que ha permitido generar un documento consensuado sobre seis ejes. Asimismo, se refirió al comité compuesto por 30 entidades entre sector público, privado y academia. “Hemos estado trabajando en cómo bajar la estrategia de economía circular. Estamos en etapa de priorizar y evaluar, haciendo un balance entre capacidades de las personas que colaboran”, dijo.
En este aspecto, Construye2025 ha estado promoviendo diversas iniciativas de diseño circular, trabajando con el Colegio de Arquitectos y viendo cómo las instituciones de formación pueden incorporar la gestión de residuos. Además, ha desarrollado todo un trabajo colaborativo con el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la Subdere.
Trabajo coordinado
“Contamos hoy con una propuesta de marco regulatorio integrado, donde la coordinación pública contribuye a la eliminación de barreras para los mercados de materiales y áridos reciclados; y, en cuanto, a buenas prácticas, contarles que Revaloriza pronto inaugurará su planta. Esto como caso de éxito de RCD”, comentó Alejandra Tapia.
Otro de los puntos destacados del Consejo Directivo fue el apoyo del programa a Certificación Edificio Sustentable, en la creación de un nuevo módulo de certificación. “Hemos asesorado técnicamente, se está trabajando en los términos de referencia y en los criterios para la certificación de aeropuertos”, detalló la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, quien valoró la instalación del concepto de economía circular y la fuerza que ha tomado en el sector construcción.
Respecto del trabajo con el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), los números fueron muy positivos, ya que este año se incorporaron 28 nuevos socios, con lo que la cifra alcanza a los 128 participantes. “Hay cada vez más empresas constructoras, así como empresas de mayor tamaño en el Consejo, lo que da cuenta de su importante rol y consolidación como organismo”, destacó el gerente de Construye2025, Marcos Brito, quien recordó que ya se está trabajando en la matriz de roles para la construcción industrializada, junto con el desarrollo de indicadores clave para la construcción industrializada, en conjunto con el CCI.
Centros tecnológicos
Enseguida, se abordaron los avances de los centros tecnológicos a pesar de las dificultades impuestas por la pandemia. “Cipycs, en septiembre, ya debería tener funcionando sus dos edificios: el PEP en la Universidad del Biobío, donde se podrán prototipar partes y piezas; y el IMA, donde se podrá demostrar en escala real el desempeño de nuevos sistemas constructivos”, acotó Brito. En tanto, el Parque Tecnológico CTeC, recientemente inaugurado, ya está ofreciendo servicios y su filial Campus CTEC, ya está ofreciendo cursos de capacitación.
Sobre DOM en Línea, el balance totaliza 196 comunas adscritas. A la fecha, 52 de ellas están adscritas con sus 80 trámites y, en definitiva, más de 100 municipalidades ya cuentan con trámites digitales.
En el ámbito de la formación, fue el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic, quien tomó la palabra para invitar al Consejo Directivo a trabajar en la formación de los futuros diseñadores. “Queremos generar un espacio de discusión, en torno a la idea de desarrollar un desafío universitario. Traemos el enunciado de una idea para recibir sugerencias. Tanto en la industrialización como en la sustentabilidad y la economía circular uno puede incorporar en los procesos constructivos ciertas iniciativas, pero cuando de verdad uno logra que los procesos cambien de manera definitiva es cuando están incorporados desde la etapa conceptual”, indicó.
Y es que, según Pablo Ivelic, no es posible abordar iniciativas de manera aislada. Por el contrario, es necesario involucrar las competencias en quienes están a cargo del diseño de la infraestructura. “La idea es que sea motivante para los estudiantes y desafiante para los académicos. Que esto sea un verdadero estímulo”, complementó Francis Pfenniger.
Aprovechando un desecho recurrente en la industria de la construcción y acuícola, un emprendimiento de la Región de Los Lagos logró fabricar recubrimientos y pinturas, entregando valor al residuo, sumándose a la tendencia de economía circular.
La historia de Poliestirec comenzó con su participación en un concurso de innovación abierta que hizo Axis Desarrollos Constructivos, mientras buscaba la reducción de los contaminantes de la construcción y de la industria acuícola para impactar positivamente en la región. Entonces, se hicieron cuatro talleres para aterrizar ideas y Poliestirec, que tomó el poliestireno expandido, “plumavit”, para transformarlo en resina para hacer pinturas, quedó finalista.
Hoy, la empresa de economía circular gestiona y trata los RCD en la línea del poliestireno expandido residual (plumavit), transformándolo en recubrimientos y pinturas, entregando valor a este residuo y logrando así reducir grandes cantidades de desechos. En un principio, el foco de la empresa era el reciclaje. Pero, ahora, la venta de pintura es su objetivo principal.
Poliestirec es una empresa que vende pintura para poder reciclar, porque sin lo primero, no es posible lo segundo. Además, existe una segunda línea de negocios: asesorías de gestión de residuos; y una tercera: gestión del EPS, que consiste en recibir este insumo en la planta.
“Tenemos la capacidad de hacer reciclaje local, significa que no gastamos grandes cantidades de carbono en poder generar este tratamiento del residuo, transformándolo normalmente en un producto con un valor agregado. Es decir, que nosotros -desde el residuo- que se genera en el espacio, en la zona, y en el mismo lugar nosotros lo tratamos y vendemos el producto. Entonces, tenemos una economía de reciclaje local que nos permite tener una diferenciación con respecto al modelo, que es mucho menos amigable con el medio ambiente”, comenta Antonio Vial, gerente general de Poliestirec.
Educando nuevas generaciones
Otra de las acciones que está haciendo brillar a este emprendimiento es el conocimiento y experiencia que sus líderes están traspasando a las nuevas generaciones. Hoy, la empresa está en la última etapa de trabajo con un colegio donde han tenido contacto directo con los niños, a quienes han podido explicarles que el lugar donde estudian está siendo pintado con “productos reciclajados”. “Esa enseñanza va a quedar para todos los niños de todas las generaciones por el resto de la historia de ese colegio. Va a trascender. Y para los padres de los niños también, va a ser un ícono muy importante para nosotros”, afirma Vial.
Asimismo, la empresa fue proveedora de un estacionamiento cuya techumbre tiene poliestireno expandido. “Lo gracioso de ese proceso es que van a pintar sobre el elemento que nosotros utilizamos para generar la resina para hacer la base de la pintura. Entonces, técnicamente hablando, se está logrando tener un producto que, una vez terminado, no daña el material que se diluyó para hacer el producto”, acota el gerente general.
Pero de todos los proyectos, el proyecto más interesante ha sido el del colegio porque además se ha incluido la participación de los niños, el que más les apasionan, tanto a Vial como al gerente de Operaciones, Carlos Santibañez. Según dicen, debido a que incorporan elementos sociales y culturales. “Además, se trabaja con los colores con sentido, es decir, no se pinta solo blanco y amarillo, sino que cada sala tiene un color específico que busca cierto novel sensorial de los niños según su ciclo de educación. Entonces es un desafío y un entrenamiento técnico y de aprendizaje para nosotros, como empresa que también diseña colores”, señala el gerente de Poliestirec.
Con sus máquinas, la empresa puede utilizar tanto el poliestireno expandido que viene con residuos, adherido a un bloque de hormigón, como el que viene con paneles SIP, junto a la madera y con pegamento. Al obtener la materia prima, la empresa puede fabricar desde esmaltes al agua hasta una gama de látex, además de recubrimientos técnicos, como sellos de piso, que son solventes.
El público objetivo de Poliestirec son las constructoras, principalmente, aunque los productos también están disponibles para particulares en poliestirec.cl. “Las empresas salmoneras también compran, pero de a poquito nos estamos metiendo en ese rubro”, explica Antonio Vial, quien también trabaja con algunos contratistas especializados en la aplicación de sus productos.
El proceso completo de Poliestirec fue diseñado para no generar residuos. De hecho, en dos años, solo se ha llenado un tambor y medio de residuos líquidos, cuya capacidad es de 200 litros. “De todos los miles de litros, hemos tenido eso porque tratamos de no tener residuos. ¿Cómo lo hacemos? Uno: por ejemplo, la resina tiene otros fines, otros usos. Con la resina uno puede hacer moldes, distintas cosas. Y, lo otro, es que la pintura que va sobrando la vamos juntando. Generalmente, el blanco es el que manda en el mercado de las pinturas. Entonces, vamos juntando y llega gente que necesita pintar un muro de su casa, toma, aquí te regalamos una pintura”, detalla Vial.
La planta de tratamiento y valorización de residuos de la construcción y demolición logró financiarse gracias a Doble Impacto, una plataforma que opera como crowdfunding, pero que pronto podría convertirse en banco para impulsar proyectos con sentido que no encajan en la banca tradicional.
Convencer a otros de financiar proyectos sostenibles es la noble misión de Doble Impacto, la plataforma de inversiones que logró hacer match con Revaloriza, la empresa que instalará la primera planta en Chile que se dedicará a la valorización de residuos de la construcción y demolición (RCD), en la Región de Valparaíso. El proyecto -que lidera Karen Aguilera- pretende reciclar y valorizar 120.000 toneladas de residuos de la construcción y demolición procedentes de la Región de Valparaíso en un plazo de tres años, generando un beneficio económico, social y ambiental.
Revaloriza fue la respuesta de un grupo de empresas constructoras e inmobiliarias que, junto a un equipo multidisciplinario, optó por tomar la iniciativa respecto al manejo de residuos, promoviendo la economía circular en la Región de Valparaíso y la recuperación de pasivos ambientales.
Un terreno de más de 21 mil metros cuadrados, ubicado en el sector industrial de Viña del Mar, fue el elegido para edificar la planta. “Como empresa estudiamos las ciudades que más residuos generan dentro de la región y las que más pasivos ambientales generan son Viña y Concón. Los RCD quedan dispuestos en quebradas y son un peligro por las potenciales remociones en masa”, explica la ingeniera ambiental.
Actualmente, la Región de Valparaíso genera del orden de 896.000 toneladas anuales de estos residuos, lo que la convierte en la segunda región con mayor generación a nivel nacional y, por lo mismo, foco de interés de Revaloriza que quiso tomar un rol proactivo en la solución de ese problema. “Nuestra idea es vincular a todos los actores de la cadena: constructoras, transportistas, recicladores de base, comunidad y autoridades, incluso, a la academia para poder desarrollar nuevos productos e impulsar la innovación regional, buscando ser referentes a nivel nacional”, explica la gerente general de la empresa, Karen Aguilera.
El modelo Revaloriza
En Revaloriza enseñan y capacitan a las constructoras para que logren reducir en 30% el volumen de los desechos que generan, ayudándoles a segregar en origen y a distribuir a plantas de reciclaje. Además, esta pyme ha logrado recuperar antiguos pozos de extracción de áridos (desde 2018) con tierras de excavación que, usualmente, se iban a los fondos de las quebradas.
Con su modelo de negocio triple impacto, la empresa se apega a la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, que lanzó Construye2025 en 2020 junto a los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Medio Ambiente y Corfo, y busca solucionar un problema transversal en la industria de la construcción que, además, espera contribuir a la disminución de incendios causados por la presencia de microbasurales clandestinos o mala disposición de residuos.
Algunos de los objetivos de Revaloriza son: fomentar la reutilización de residuos, disminuir el volumen de RCD en puntos de segregación; y, por supuesto, reducir el uso del transporte, el consumo en materias primas, los costos de limpieza y los riesgos laborales. Asimismo, a Karen Aguilera la motiva la disminución de la huella de carbono, lo que espera lograr disminuyendo el tránsito de camiones, impulsando la valorización de residuos entendidos como recursos, y el uso de materias primas secundarias.
¿Por qué Doble Impacto creyó en Revaloriza? Porque, tal como explica, Gerardo Wijnant, subgerente de Impacto en Doble Impacto, la plataforma de inversiones apuesta por empresas y personas que buscan generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. “Buscamos proyectos con sentido y en el camino nos hemos ido encontrando con diversas iniciativas, de inclusión social, turismo sostenible, eficiencia energética, consumo y producción sostenible, una de ellas fue Revaloriza”, señala el ejecutivo.
Doble Impacto es sinónimo de banca ética, como se conoce a las instituciones financieras que apuestan por una economía centrada en las personas y el planeta. Estas organizaciones se diferencian de la banca tradicional porque invierten en proyectos de economía real y no en instrumentos especulativos, pero también porque sus criterios de inversión se ajustan a los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” definidos por la ONU en 2015.
Por otra parte, la entidad plantea que la mayoría de las las empresas tradicionales se consideran una posición exclusivamente maximizadora de beneficios y con una visión a corto plazo, sin embargo, cada vez más se valora a las que se enfocan en otros modelos de economías que consideren el valor compartido, replanteando el sentido que las empresas tienen en la sociedad y su impacto en el medio ambiente.
Asimismo, la entidad para asegurar el control de los dineros que reciben, manejan una cuenta en un banco nacional, y no aceptan dinero en efectivo, sino solamente transferencias de cuentas nacionales, dado que la banca chilena está regulada.
Por Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025
Iniciativas como el Proyecto de reglamento sanitario sobre manejo de residuos de actividades de la construcción y demolición, y el Comité Consultivo Público “RCD y Economía Circular en Construcción” van sentando las bases para una gestión responsable.
La economía circular “da valor a las cosas por el mayor tiempo posible”, a diferencia de una desechable, donde los productos están diseñados para perder su utilidad rápidamente, con el fin de ser reemplazados por nuevos. Claramente, es la lógica de nuestro sistema lineal que ha operado en forma miope, pasándose por alto los costos que deben absorber otros, sin considerar principios como “el que contamina paga”, definición base de las políticas públicas de la Unión Europea, ya su vez subestimando miles de oportunidades. Chile está en proceso de habilitar las condiciones necesarias para la economía circular. Un gran avance ha sido la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, en la que se sientan las bases para avanzar en una gestión sustentable de los residuos de la construcción y demolición (RCD), y economía circular en construcción, con metas como: “El país cuenta al 2035 con infraestructura para la valorización, plantas y estaciones de transferencias de RCD en todas sus regiones”. Sin embargo, esta meta cuenta con barreras como la falta de definiciones en cuerpos legales y una baja coordinación pública en los permisos para proyectos, su construcción y operación.
En ese sentido, se ha dado dos grandes pasos: la propuesta de “Proyecto de reglamento sanitario sobre manejo de residuos de actividades de la construcción y demolición”, en consulta pública, el cual se elaboró de acuerdo a las facultades que le entrega el Código Sanitario al Ministerio de Salud, en colaboración con la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, y el Comité Consultivo Público “RCD y Economía Circular en Construcción”, conformado por los Ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas y Medio Ambiente, Corfo y Construye2025. Y un segundo avance, relacionado a la gestión de los residuos en obra, a fines de 2020 la Dirección General de Obras Públicas del MOP dio instrucciones de incorporar planes en todas sus obras, considerando la norma NCh3562:2019, que entrega las directrices para su diseño y ejecución.
El reglamento sanitario define qué son los RCD, su manejo y las responsabilidades para todos los actores en la cadena, desde los mandantes, constructoras, transporte y gestores. Identifica a la autoridad sanitaria competente encargada de la autorización y fiscalización de las instalaciones de valorización y disposición final, que serían las Seremis de Salud. Define los requisitos para las instalaciones antes mencionadas, en cuanto a su diseño, construcción y operación, donde es fundamental el control de los tipos de residuos que se gestionan, y contar con personas capacitadas.
Es indispensable avanzar y dar valor a los residuos, permitiendo la diversificación del mercado de la construcción y crecimiento económico. Con el desarrollo de este sub-sector, se estima que solo la producción de áridos reciclados y gestión de RCD, podría generar ventas anuales por más de MM$14.000 y 2.000 empleos.
Fuente: La Tercera
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, conversó con Felipe Ossio, en el primer episodio del Podcast La construcción se vuelve circular.
La iniciativa, que considera los ODS de la ONU y metas nacionales para frenar el cambio climático, está semifinalista en un concurso de innovación en sostenibilidad de Caja Los Andes.
Una iniciativa inédita se está proyectando en la Región de Valparaíso para darle una nueva vida a los residuos que genera la construcción. Se trata del Centro de Valorización de RCD, que está desarrollando la empresa Revaloriza, que también es parte de Plataforma Industria Circular de la Universidad de Valparaíso.
Para tener una idea de la importancia de este proyecto, el 35% del total de residuos que se generan en Chile corresponde a los residuos de construcción y demolición (RCD), en tanto que siete regiones no poseen sitios autorizados para su depósito legal.
Dado que, a la fecha, no existen centros que promuevan la economía circular de estos materiales este megaproyecto viene a suplir esa falencia.
El centro que hoy ya está siendo construido en sector industrial de Viña del Mar, considera los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, así como metas nacionales para frenar el cambio climático y disminuir los impactos socioambientales generados en la región, producto de los basurales, incendios y remociones en masa que han afectado a varias comunas.
Además, hoy la iniciativa está semifinalista en un concurso de innovación en sostenibilidad de Caja Los Andes en donde pueden apoyar el proyecto, registrándose y votando en el siguiente link: https://www.cajalosandes.cl/tecla-votacion por REVALORIZA, IMPULSO A LA ECONOMIA CIRCULAR | TECLA – Caja Los Andes.
Para dar cumplimiento a los compromisos establecidos en la hoja de ruta que llevará a la industria a gestionar sus residuos en forma eficiente, el Ministerio de Obras Públicas incluirá un plan de gestión en todas las obras.
El MOP, a través de la Dirección General de Obras Públicas (DGOP), dio el puntapié inicial para la implementación de los compromisos establecidos en la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, que la Dirección General de Obras Públicas (DGOP) del MOP ha impulsado fuertemente. “Este plan de gestión, además de ser una herramienta para conocer de manera sistematizada los residuos que generan nuestras obras, nos permitirá -en el corto plazo- conocer datos respecto de los residuos generados por cada tipo de obra ejecutada por este ministerio, conociendo la trazabilidad y destino final de éstos”, explica Mariana Concha, directora general de Obras Públicas del MOP.
Dicha información será fundamental para futuras metas de reducción, reutilización e incluso para abrir nuevos mercados de productos derivados de los residuos que se generan en la industria. “Como DGOP esperamos que esta información sea un gran aporte para la innovación y la reutilización de materiales en las obras públicas y para cambiar el paradigma. Residuo no es igual a desecho”, añade la autoridad del MOP.
La incorporación del plan de gestión de residuos en los Términos de Referencia y Bases de Licitación del MOP nació de un proceso participativo derivado de la creación de la Mesa MOP de Economía Circular impulsada por la DGOP, en 2019. Una de las primeras metas trazadas en esa instancia fue contar con el plan, que fue trabajado y consensuado con todas las direcciones operativas del MOP. “Este proceso contó con la colaboración permanente del programa Construye 2025, entregando directrices y ejemplos de otros países en estas materias”, comentó Mariana Concha.
La incorporación del plan será paulatina. Sin embargo, se ha comprometido la exigencia en más del 80 % de los nuevos contratos de este año. “Para 2022, en el 100% de los contratos nuevos se estarán implementando. No se contemplan salvedades o excepciones, sólo que la exigencia regirá para contratos nuevos”, aclara la directora general de Obras Públicas.
El plan de gestión considera medidas y procesos sistematizados para el adecuado manejo y la trazabilidad de residuos, en cumplimiento con la normativa ambiental vigente y apunta a favorecer su reducción, reutilización o reciclaje. Antes del plan se imponía la disposición en sitios autorizados, pero sin incentivos a la reducción o revalorización.
En este sentido, Mariana Concha, valora contar con una línea base de información de los residuos generados por tipo de obra y por región, pensado en la economía circular. Además, mejorando la trazabilidad de los residuos se evitará la eventual disposición ilegal de estos materiales, dice Mariana Concha.
El rol de la SEMAT
La Secretaría de Medio Ambiente y Territorio de la DGOP juega un gran papel en la implementación de esta nueva instrucción. Ella entrega lineamientos y asesoría que facilitan la gestión en materias ambientales y de asuntos indígenas a las direcciones, a las seremi y a las autoridades superiores del Ministerio de Obras Públicas. Éstos son replicados a nivel regional por las Unidades de Gestión Ambiental y Territorial (UGAT).
Asimismo, la SEMAT ha tenido un rol clave en la participación del convenio interministerial que construyó la Hoja de ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, razón por la cual lidera su implementación en el MOP, lo que no hubiera sido posible sin el compromiso de la DGOP y sus departamentos.
Los desafíos
Disponer de la información en línea y de forma oportuna es uno de los retos por delante. Por eso, la directora explica que se trabajará con los profesionales a cargo del Libro de Obra Digital (LOD) de las obras MOP, trabajo que también es desarrollado por la DGOP como parte del plan de mejora de la gestión, digitalización y transparencia que impulsa la dirección general. De todas maneras, en las actuales fiscalizaciones que realiza la DGOP, tanto de contratos como ambientales, se verifica el cumplimiento de todas las exigencias y estándares.
Para los ejecutores de proyectos (contratistas) el desafío será conocer la nueva normativa y adaptarse al cambio y seguimiento de los residuos. En tanto, las empresas de diseño tendrán que incorporar nuevos materiales; mientras que otras empresas podrán desarrollar oportunidades de negocios aprovechando los residuos generados. “Sin duda, este es también un cambio cultural, ya que significa empezar a ver a los residuos como subproductos o insumos en el ciclo de economía circular de la construcción y, para eso, debemos cambiar las filosofías de diseño y constructivas”, argumenta Mariana Concha.
Finalmente, otro de los grandes retos para la implementación de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 es avanzar hacia la creación de incentivos en las licitaciones de obras, para los contratistas que cuenten con criterios sustentables como, por ejemplo, reutilización de material, cálculo de huella de carbono, compromisos con la comunidad y/o certificaciones. Esto sumado a la promoción de la innovación y los nuevos acuerdos de producción limpia (APL).
“Unos de los ejes de la Hoja de Ruta RCD es desarrollar estándares para el diseño y metodologías de la evaluación de proyectos públicos que incorporen criterios de economía circular, reparación, reutilización, remanufactura, entre otros, incorporando nuevos pilotos y ensayos con materiales reciclados en las obras públicas para fomentar su utilización, incluyendo estas alternativas en nuestro manual de carreteras y/o trabajando en las modificaciones normativas que corresponda. Para esto existe un gran compromiso de los Departamentos de la DGOP, donde destacan la SEMAT y SIT (Secretaría de Innovación Tecnológica)”, puntualiza la directora.
Ya en este camino, la aspiración de las autoridades del MOP es que iniciativas como ésta se repliquen y masifiquen para seguir avanzando hacia obras que se ejecuten con criterios de economía circular.
Con la gestión de residuos plásticos, madera, metales, vidrios, papeles y cartones entre otros materiales, se espera minimizar al máximo la generación de residuos, bajar las emisiones de C02 y contribuir al desarrollo sostenible. En este desafío la UACh se alinea con “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035”, estrategia multisectorial implementada a nivel país.
Se estima que un tercio del total de los residuos generados en Chile corresponde a residuos de construcción y demolición, tendencia que también se aprecia a nivel mundial, posicionando a la industria de la construcción como una de las más contaminantes del planeta donde impera el modelo de economía lineal de “extraer, usar y botar”.
Exigir a las constructoras que gestionen sus residuos es un tema que recién se está impulsando en el país y que muy pocas empresas constructoras —en su mayoría de Santiago— han adoptado implementando acciones de manejo de residuos de obra en la actualidad.
Publicada en junio de 2019, la Norma Chilena 3562 establece una clasificación para residuos de construcción y demolición (RCD), contempla las consideraciones mínimas para la gestión de RCD no peligrosos que se generan en obras de construcción y demolición y los contenidos de un plan de gestión de RCD.
Adelantándose a estos lineamientos regulatorios generales la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico (DIDF) de la UACh exige a los contratistas el manejo de los residuos desde el año 2017, buenas prácticas que decidió incrementar en un plan piloto a partir del 2020. “Uno de los problemas que existe en Chile y el mundo en el manejo de los residuos en la construcción es la falta de implementación; falta llevarlo a la práctica, por lo que como Universidad y como mandantes decidimos dar el primer paso desarrollando un plan más exhaustivo y ambicioso para cooperar con nuestra sociedad y el planeta que tanto lo necesita”, dice Wilson Aravena, director de la DIDF.
Con visión de futuro, la estrategia de la UACh es un enorme paso para avanzar de manera efectiva hacia una economía circular al mejorar la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD), mediante un uso más eficiente de recursos donde prima la reducción de los elementos. “Este modelo apunta a minimizar la producción al mínimo indispensable, y cuando es necesario hacer uso de un producto, priorizar la reutilización de los elementos que por sus propiedades no pueden volver al medio ambiente”, explica.
Pero esta iniciativa va aún más allá en la búsqueda de una sociedad más sostenible. En esa dirección aspira a contribuir en la formación de los estudiantes desde una perspectiva más vivencial. “Las instituciones de educación superior también necesitan mucha infraestructura, lo bueno es que nuestros estudiantes pueden ver el esfuerzo que se realiza por liderar estos cambios. La teoría se aplica y pueden verlo in situ, complementando el trabajo que realiza la Unidad de Gestión Ambiental con fuerte participación en la academia y en el área operativa”, indica Aravena destacando los fundamentos de la Política de Sustentabilidad que guían a esta institución.
RCD en las bases técnicas de licitación
“Que mejor que liderar el cambio desde la perspectiva del mandante”, sostiene Wilson Aravena, convencido de que estas acciones irán permeando gradualmente en la sociedad. Con ese norte, los profesionales de esta Dirección diseñaron un modelo que, plasmado en el primer Plan de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), se incorporó a las bases técnicas de licitación que deben cumplir las empresas constructoras.
Para llevar a la práctica el Plan RCD fue elegido el Proyecto Pabellón Docente, edificio que está construyéndose en el Campus Isla Teja desde noviembre del 2020. Esta infraestructura fue sometida a altos estándares de sustentabilidad y espera obtener la certificación CES (Certificación Edificio Sustentable), tanto en diseño como en construcción.
“La implementación de la gestión y manejo sustentable de los RCD en el Pabellón Docente, Campus Isla Teja, marca un tremendo hito en los casos a nivel nacional al ser un ejemplo para las distintas instituciones educacionales y otras, en cuanto a implementar políticas de sustentabilidad”, indica Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
“Esta iniciativa liderara por la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, implica un gran esfuerzo para salir de la zona de confort, y de la inercia de cómo se hacen habitualmente las cosas, a través del cambio hacia una cultura sostenible en la forma de construir y en el impacto que esto conlleva. Lo más difícil es generar el cambio, y el mandante, tiene un inmenso potencial para realizarlo”, destaca Alejandra Tapia.
Refiriéndose a los beneficios de implementar planes RCD, fue enfática en señalar que éstos no solo son ambientales. “A corto plazo, las constructoras se dan cuenta que al medir y controlar sus residuos comienzan también a ver beneficios económicos al disminuir el volumen a disponer y las pérdidas de materiales, así como también mejoran la seguridad de los trabajadores”, señala.
Acota que “sin duda, la gestión de este proyecto ha generado un sinnúmero de aprendizajes, tanto para la constructora como para el mandante, este último a través de la gestión del conocimiento, podrá enriquecer los aprendizajes de los propios estudiantes a partir de su experiencia”.
Uso eficiente de recursos
Fiel a los procedimientos del Plan RCD y al modelo de economía circular, los materiales que se consideraban residuos (o desperdicios de un proceso) y se destinaban a vertedero, ahora son valorizados a través de la reutilización y/o el reciclaje. Ver video Economía Circular en Construcción
Comprender este nuevo paradigma no es fácil y su aplicación es de largo aliento, tiempo precioso si se piensa en la emergencia climática y en las problemáticas sociales que estamos viviendo. “Todos sabemos que los cambios son difíciles y a las empresas les cuesta tomar iniciativas sin conocer resultados, por ende, es mejor que la RCD sea parte de las exigencias del mandante, de las bases especiales de licitación y del contrato”, precisó Aravena.
¿Pero cómo llevar a terreno estos conceptos? “Como es algo cultural del día a día en las obras, lo mejor es tener a un experto a tiempo completo junto a equipos multidisciplinarios que entreguen conocimiento y luego fiscalicen el cambio. Como son temáticas nuevas a nivel mundial se debe ser un evangelizador para el éxito de estas buenas prácticas” indica.
Para tal efecto, Luis Romero, ingeniero civil ambiental de la empresa constructora que ejecuta la construcción del Edificio Pabellón Docente trabaja desde el inicio de esta obra implementando acciones orientadas a la reducción de residuos que contempla el Manual informativo y de procedimientos de gestión de residuos de la construcción y demolición desarrollado por la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, junto a la NCh 3562:2019.
La separación o segregación de los residuos es una medida fundamental, por eso la disposición de contenedores es uno de los primeros cambios en el “paisaje de la obra”. Para fierros y metales, por ejemplo, la gestión de residuos tiene un reporte económico favorable para la constructora y para el mandante.
Al respecto, Romero describe el procedimiento, “internamente en la obra hay punto de acopio para metales en general y otro para fierros y latas; acopiamos chatarra, despuntes de fierro, alambres de cobre, restos de tubos de aluminio y de lo que se encontró en el terreno antes de empezar la obra de construcción. Los retira una empresa que se encarga de reciclar materiales metálicos y los valoriza de acuerdo con el tipo de metal”.
Con una dinámica parecida son tratados los residuos de madera, plástico, papel y cartón, botellas plásticas y de vidrio, escombros de hormigón y residuos orgánicos de origen vegetal. Datos preliminares indican que hasta mediados del mes de enero se habían manejado 109 kilos de plásticos; 66 kg de papel y cartón; 405 kg de madera y 3 kg de orgánicos, por citar algunos.
“Estas cifras nos tienen muy contentos como Universidad, ya que aun cuando son cantidades menores, podemos ver que el plan de RCD ha tenido efectos importantes en la obra, reduciendo al máximo los residuos generados”, dice el director de la DIDF. Como bajar los impactos ambientales es uno de los principales objetivos, actualmente se trabaja en los indicadores locales que permitirán organizar una potente base de datos para enfrentar proyectos en el futuro.
Cabe señalar que el plan piloto de la UACh también tiene una dimensión social que considera a los trabajadores como beneficiarios directos de ciertas acciones que van más allá de aumentar las plazas de trabajo en la región, ya que muchos materiales son donados para que puedan ser usados en sus propias viviendas y reciben capacitación en forma constante.
Hoja de Ruta RCD
Con objetivos similares avanza a nivel país “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035”, iniciativa multisectorial que lidera el Comité Consultivo de la Estrategia RCD, conformado por los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas, más Corfo y su programa Construye2025.
El documento, presentado en agosto de 2020, busca fomentar y promover la gestión sustentable de los residuos de construcción y demolición, bajo el foco de Economía Circular. “Una de sus grandes fortalezas es la articulación del sector público, privado y la academia y en ese contexto plantea metas compartidas, que dependen de la coordinación y compromiso de diferentes actores. Es en este punto donde destaca el compromiso de la Universidad Austral de Chile, ya que es imposible cumplir las metas en forma individual, por ejemplo, alcanzar al menos el 70% de valorización de los RCD al 2035”, dice la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Asimismo, valora el interés por avanzar en la inserción de la sustentabilidad en el currículum. Al respecto dijo, “existen enormes desafíos, en cómo incorporar la economía circular en las mallas curriculares, y desde el diseño de los proyectos -integrando a arquitectos, ingenieros, diseñadores, ingenieros constructores, entre otras especialidades- disminuir los residuos, desarrollar y utilizar sistemas constructivos y materiales más sustentables”.
“Existen muchas oportunidades en investigación, desarrollo e innovación para explorar en nuevos proyectos, y comenzar por la gestión sustentable de los residuos, es un gran paso”, afirma la profesional.
La empresa Revaloriza marcará un hito en la industria cuando este año inaugure el primer centro tratamiento y valorización de RCD del país. Proyectada en el sector industrial de Viña del Mar, la estructura pretende reciclar y valorizar 120.000 toneladas de residuos de la construcción y demolición procedentes de la Región de Valparaíso al año 2023. El proyecto -gracias al cual Revaloriza se adjudicó recientemente el Reconocimiento en Innovación Ambiental, otorgado por la Cámara Chileno-Británica de Comercio- tendrá tecnología del Reino Unido y se alinea con las metas de la Hoja de Ruta RCD de Economía Circular en la Construcción. La empresa, de esta manera, brinda una respuesta a la meta de tener infraestructura sostenible para procesar RCD en todas las regiones del país a 2035.
El año que recién acabó no fue pródigo en buenaventuras, pero al menos la empresa Revaloriza le supo sacar partido, ya que pudo focalizar los esfuerzos en su proyecto estrella: la primera planta de tratamiento y valorización de los residuos de la construcción y demolición (RCD) en Chile y en la Región de Valparaíso, que dará impulso a la economía circular en un área industrial que, se calcula, genera siete millones de toneladas de residuos anuales en nuestro país y representa el 35% de los residuos producidos a nivel mundial.
La pyme Revaloriza -cuyo objetivo es gestionar de forma sustentable los residuos inertes que producen las obras de construcción, para fomentar la economía circular en esa región (ver video promocional aquí)– pretende terminar de construir y echar a andar esta pionera planta el presente 2021, supeditado, por cierto, al contexto de incertidumbre que se vive por el alza de contagios por el covid-19.
Por de pronto, Revaloriza adquirió un terreno de 21.115 metros cuadrados en un lugar estratégico del sector industrial de Viña del Mar para edificar la planta. “Como empresa nosotros estudiamos las ciudades que más residuos generan dentro de la región y las que más pasivos ambientales generan: son Viña y Concón. Los RCD quedan dispuestos en quebradas y son un peligro por el tema de las remociones en masa”, explica Karen Aguilera, ingeniera ambiental y gerenta general de Revaloriza.
El objetivo, a futuro, es implementar un Plan de Cambio Climático con la Municipalidad de Viña del Mar, cuya finalidad será disminuir en conjunto los pasivos ambientales que provoca la industria de la construcción y, de paso, contribuir al triple impacto social, económico y ambiental. Una vez suscrito el convenio, dicen en la empresa, la meta es revalorizar el 40 por ciento de los RCD generados en la Ciudad Jardín.
Sin perjuicio de ello, la planta no solo abarcará los RCD generados en Viña, sino que en toda la Región de Valparaíso. Es más, dentro de las métricas por alcanzar de Revaloriza, se incluye la meta de reciclar y valorizar 120.000 toneladas de residuos de la construcción al año 2023 en todo el territorio regional.
A Aguilera le sirvió sobremanera conocer las experiencias de otras plantas de valorización de RCD en una gira que la llevó a Europa. De hecho, el centro que comenzará a operar en Viña del Mar tendrá tecnología procedente del Reino Unido porque “tiene que ser lo suficientemente robusta para este tipo de residuos” y también buscará financiamiento a través de las políticas del Reino Unido. “En Europa llevan 60 años reciclando los residuos de la construcción”, agrega.
“A través de la Cámara Chileno-Británica de Comercio estamos buscando más nexos con empresas del Reino Unido porque vimos que esto requería esfuerzos privados. Hay una posibilidad de ver opciones de financiamiento de políticas que el RU tiene y Chile no. En nuestro país hablar con un banco sobre una planta de valorización es muy extraño, porque hablas de algo que aún no existe. Si al banco le hablas de otro negocio, no hay problema”, comenta, algo perpleja, Karen Aguilera.
La operación de la planta y un premio
Dentro de los objetivos específicos del centro de valorización se cuenta unir a todos los actores de la cadena para que el proyecto sea exitoso: transportistas, constructoras, recicladores y recicladores de base y la academia. Solo de esta manera se creará un ecosistema circular que responderá a los objetivos planteados por la organización sobre reducir los impactos ambientales que la industria genera.
En rigor, la planta, en una primera parte, separará los materiales contenidos en los RCD hasta llegar al hormigón, transformarlo en árido reciclado y reinsertarlo en un nuevo ciclo constructivo “no en la estructura en sí, sino como base estabilizada o en infraestructura donde no se necesita gran resistencia como el mobiliario urbano”, aclara Aguilera.
Otra sección de la obra se encargará de separar el plástico, el cartón y los metales de los RCD. Con la madera se genera una trituración para que sea reincorporada a otros ciclos productivos. Para Karen Aguilera, hacer el proceso completo a nivel regional permitirá disminuir “los incendios, microbasurales clandestinos y remociones en masa que se producen por la mala disposición de los residuos de la construcción”.
Para la gerenta general de Revaloriza, el proyecto de la planta cobra sentido porque viene a llenar un vacío de infraestructura sostenible en Chile. Aguilera percibe una contradicción entre, por ejemplo, el proyecto de modificación del Reglamento Sanitario sobre Manejo de Residuos Peligrosos, coordinado por el Ministerio de Salud, y la falta de infraestructura para procesar esos residuos. “Si bien es un borrador, habla de fomentar la valorización a través de plantas, pero no existen en Chile. Tenemos una autoridad que dice ‘valoricemos’, pero ¿cómo vamos a valorizar si no hay infraestructura”, se pregunta Aguilera, cuya empresa pretende sumar a 25 constructoras al proceso en 2022.
Aparte de dar cumplimiento a siete de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, este proyecto le granjeó a Revaloriza un prestigioso premio: la empresa fue una de las dos galardonadas en la categoría pyme de la novena versión del Reconocimiento en Innovación Ambiental, otorgado por el Comité de Sustentabilidad de la Cámara Chileno-Británica de Comercio (Britcham), institución que se ha convertido en una provechosa aliada para Revaloriza. La otra empresa que se adjudicó el premio en categoría pyme fue O2 Company. En la categoría grandes empresas los ganadores fueron dos proyectos: uno de Colbún y otro de Esval.
“Si bien en un principio el foco del premio era huella de carbono, y luego agua y energía, nos invitaron a participar como gestor de residuos. Para nosotros es muy importante: nos da visibilidad y nos sirve para generar redes”, opina al respecto Karen Aguilera.
La concordancia con la Hoja de Ruta RCD
La importancia del proyecto radica en que brinda respuesta a los ejes reseñados en la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, un documento presentado en agosto de 2020 y que procura ser una especie de guía hacia la sustentabilidad en la industria de la construcción. Liderada por el Comité Consultivo de la Estrategia RCD -conformado por los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas, más Corfo y su programa Construye2025-, el informe traza metas a cumplir con el horizonte en 2025 y 2035.
“Tener un centro de valorización de RCD era un sueño desde un principio. Estamos muy contentos porque es un proyecto que apunta a cerrar muchas brechas que se identificaron y muchas soluciones que identifica la Hoja de Ruta”, cuenta la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, quien participó de la gira a Europa para chequear las experiencias de otras plantas de valorización de RCD.
Una de las metas más relevantes que contribuye a cumplir el proyecto, según Tapia, tiene que ver con el eje 1: allí se menciona que, al año 2035, “el país cuenta con infraestructura para la valorización, plantas y estaciones de transferencia de RCD en todas sus regiones”.
“Es un gran hito. En la Quinta Región se ha desarrollado un ecosistema circular muy interesante que será pionero en este tema. Esto es consecuencia del trabajo colaborativo. Revaloriza es un actor muy importante en incorporar materias primas secundarias en nuevos ciclos productivos”, añade Alejandra Tapia.
Sobre el trabajo colaborativo e intersectorial, otro de los objetivos específicos del proyecto de planta de Revaloriza se alinea con algunas metas del eje 3 de la Hoja de Ruta RCD. La meta planteada por el documento indica que “al menos 40% de las universidades del país tienen programas de investigación de economía circular en construcción”. Revaloriza propone avanzar al respecto una vez que la planta sea inaugurada: promete trabajar con al menos tres de las principales universidades de la región en el desarrollo de nuevos productos reciclados a partir de RCD.
Del mismo modo, Revaloriza apuesta a “desarrollar progresivamente al 2030 nuevos puestos de trabajo basados en la segregación y reciclaje de RCD que impulsen la creación e innovación de nuevas actividades que promuevan el trabajo de hombres, mujeres, jóvenes y personas”. Esto se ensambla con uno de los principios del eje 2 de la Hoja de Ruta, que a 2025 aspira a la existencia de “instrumentos e iniciativas públicas para la creación de nuevos empleos e inclusión, relacionados a la economía circular y gestión de RCD”.
Entre los objetivos de Revaloriza está el fomento de áridos reciclados para la construcción para evitar que grandes masas de terreno sean removidas y pongan en peligro a la población por las crecidas de los ríos. En eso entra a tallar Construye2025, ya que una de sus tareas es traccionar la demanda de áridos reciclados para una gestión sustentable de residuos en obras públicas.
Alejandra Tapia dice que estos pasos sustantivos que está dando Revaloriza en torno a su planta ayuda a cumplir una de las metas más ambiciosas planteadas en el eje 2 de la Hoja de Ruta: que todas las licitaciones públicas de edificación e infraestructura nueva, aplica herramientas y metodologías para la implementación de criterios de economía circular y gestión sustentable de los recursos en la etapa de diseño de los proyectos.
De cualquier forma, Revaloriza piensa seguir creciendo y estima que hay una necesidad de construir unas cinco plantas para cubrir todos los requerimientos de la Región de Valparaíso, debido a la construcción del megapuerto en San Antonio. Y con respecto a otras plantas en la región, Karen Aguilera cree que “la primera planta es lo que más ha costado, ha sido difícil, pero pienso que la segunda y la tercera deberían estar listas dos años después de la primera”.
Fuente: País Circular
Por: Pablo Ibáñez González, Departamento de Medio Ambiente y Territorio Dirección de Vialidad
La economía circular es un modelo de gestión que tiene por objetivo reducir tanto la utilización de materiales vírgenes, como la producción de desechos.
Artículo publicado en Revista Obras PúblicasN° 54 Octubre – Noviembre – Diciembre 2020
Introducción
El término “economía circular” se utilizó por primera vez por Pearce y Turner (1990), en su libro “Economics of Natural Resources and the Environment”, para describir un sistema cerrado de interacciones entre economía y medio ambiente.
En algunos países como Alemania y Japón, la interpretación de la economía circular está basada en el manejo de los residuos a través de la Reducción, Reutilización y Reciclaje (3R), pero usualmente el modelo va más allá de eso y se establece como la contraparte a la denominada economía lineal, donde el flujo de materiales relaciona recursos-producto-residuo.
De esta manera, el modelo aboga por utilizar la mayor parte posible de materiales biodegradables en la fabricación de bienes de consumo, los cuales son catalogados como “nutrientes biológicos” y cuyo fin es que estos materiales puedan volver a la naturaleza sin causar daños medioambientales al agotar su vida útil.
Asimismo, para el caso que no sea posible utilizar materiales eco-amigables, la idea es utilizar “nutrientes técnicos”, vale decir, componentes que faciliten su reutilización o reciclaje, reincorporándolos al ciclo de producción o la elaboración de nuevos elementos.
En Chile, a partir de la creación del Ministerio de Medio Ambiente, se profundiza la idea de desarrollo sustentable, elaborándose una serie de políticas públicas y regulaciones, dentro de las cuales se cuenta el D.S. N° 1/2013 MMA, que establece la economía circular es un modelo de gestión que tiene por objetivo reducir tanto la utilización de materiales vírgenes, como la producción de desechos. entre otros aspectos, el reporte de información y generación de residuos peligrosos y no peligrosos, la Ley 20.920/2016, que establece el marco para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida del productor y el fomento al reciclaje y la Norma Chilena 3562/19 que establece la clasificación y la gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCD).
Debe mencionarse que en estos se encuentra tramitando una modificación a la NCh 163 “Áridos para morteros y hormigones”, que incorporará los áridos reciclados. De esta manera, la legislación chilena ha ido incorporando nuevos aspectos a considerar en la producción de bienes y servicios y en el manejo de los residuos que se generan producto de la realización de éstos.
En sintonía con lo anterior, el Ministerio de Obras Públicas ha elaborado lineamientos y políticas específicas, tendientes a incorporar los principios de la economía circular en sus proyectos, dentro de los cuales destaca la Política de Sustentabilidad Ambiental del MOP (2016) y la participación en la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, 2035”.
La Dirección de Vialidad no se encuentra ajena a este proceso y a partir del año 2017, se encuentra en un proceso de actualización del Vol. 9 del Manual de Carreteras que incorporará la sustentabilidad y establecerá criterios de economía circular en el desarrollo de las obras, ya sea como buenas prácticas o a través de requisitos normativos.
Uno de los lineamientos que se incorporará a la nueva versión del MCV9, corresponde a la “Reducción de Residuos”, para lo cual se contempla como primer paso, conocer cuáles serán los residuos que se generarán, sus cantidades y los sitios específicos dónde éstos se producirán, con el fin de aplicar medidas de minimización y gestión, determinando el costo de las mismas. Lo anterior tiene relación con la reducción en origen y es parte de la denominada “tecnología limpia”.
Adicionalmente, el MC solicitará implementar medidas de recuperación, reutilización y/o reciclaje, con lo cual se pretende lograr una reducción de los residuos y generar obras más amigables con el medio ambiente. Lo indicado en el Manual de Carreteras, se traducirá en requerimientos a los contratistas y se incluirá en las Bases de Licitación de las Obras.
Asimismo, se espera que a partir del año 2021, todas las obras MOP incorporen un Plan de Manejo para RCD, de acuerdo a la NCh 3562.
Insumos y Residuos en Proyectos Viales
Para la ejecución de un proyecto vial se requiere de una serie de insumos de construcción, los cuales dependerán de la tipología del proyecto. Los insumos directos, son fácilmente identificables a través del análisis de las partidas que conforman los requisitos y cubicaciones expuestas en las Bases de Licitación o en los proyectos de conservación.
Uno de los principales insumos de la construcción vial corresponde a los áridos, los cuales representan aproximadamente el 80% del hormigón y el 95% de los morteros y aglomerados asfálticos. En general en Chile, gran parte de los áridos utilizados para la construcción de obras viales, corresponden a áridos vírgenes, lo que implica la habilitación de pozos o extracción desde cursos de agua.
Otros insumos necesarios para la realización de proyectos viales, corresponden a imprimantes, asfalto, cemento, acero, estructuras prefabricadas, tubos de acero corrugado, HPDE, alambre, madera, pintura, señales, tachas, geotextil, etc.
Debe mencionarse que muchas veces, los materiales poseen embalajes, lo que determina la llegada a la obra de cartón, plumavit, poliestileno, madera, plástico, metal y otros tipos de envases. Por otro lado, dentro de los insumos necesarios para la ejecución de un proyecto, se cuentan todos los elementos propios del proceso constructivo, vale decir los materiales y elementos que permiten el funcionamiento de la maquinaria (aceite, petróleo, baterías, neumáticos, filtros, etc.) y el trabajo de operarios, administrativos y profesionales (comida, ropa de trabajo, EPP, agua, papel, etc.), los cuales también, en muchos casos, llegan con embalajes específicos.
Teniendo a la vista lo anterior, se entiende que se generarán excedentes de los insumos, además elementos de embalaje, que eventualmente pueden transformarse en Residuos de Construcción y Demolición (RCD).
De acuerdo a la NCh 3562:2019, los RCD provienen de la construcción de nuevos proyectos, de la rehabilitación, reparación y reacondicionamiento de obras existentes, de los procesos de preparación de terrenos y de la demolición de obras que han perdido su valor de uso o demoliciones que se generan por situaciones de catástrofe. Para el caso de los proyectos viales, el listado de residuos dependerá del tipo de obra y de sus características, atendiendo además si se trata de un proyecto de construcción, ampliación, mejoramiento o conservación. En general, las partidas relacionadas con la remoción de elementos, tendrán como resultado una serie de residuos de los materiales específicos que componen dichos elementos (cercos, defensas, aceras, obras de arte, señalización, etc.).
Asimismo, otras partidas como despeje y limpieza de faja, la excavación de escarpe, remoción de material inadecuado, excavación TNC, excavación en roca, etc., tienen como resultado principal, materiales inertes naturales y rastrojos vegetales, entre otros. Adicionalmente a lo indicado, se encuentran todos aquellos residuos, que derivan del proceso de construcción mismo, vale decir embalajes, despuntes de madera y metal, basura doméstica, baterías, neumáticos, hormigón, aceites, telas, geotextiles, restos de asfalto, etc.
La clasificación y codificación de los residuos de construcción y demolición, puede observarse en el Anexo A de la Norma Chilena NCh3562. De acuerdo a dicha clasificación y a las características de los proyectos viales, puede visualizarse que muchos de estos residuos, son elementos que pueden ser revalorados con tecnologías disponibles y que no requieren demasiado trabajo para ello, siendo fundamental la selección y clasificación para su posterior recolección y uso.
Lineamientos para la implementación de la Economía Circular en la Dirección de Vialidad
Teniendo a la vista que la economía circular nace como una alternativa al sistema lineal de producción y se plantea como una forma de atacar los problemas de una manera económicamente viable, se reconoce que la aplicación de ésta, generará nuevas dinámicas sociales y técnicas, desarrollando una producción y consumo responsable. De esta manera el sistema conserva y optimiza el uso de los recursos utilizados en cada proceso y cada etapa de vida del material (Fundación Basura 2017).
De acuerdo a la Fundación Hellen MacArthur (citada en CORFO, 2020), existen tres principios en la Economía Circular.
Principio 1: Preservar y mejorar el capital natural, controlando las existencias finitas y equilibrando los flujos de recursos renovables.
Principio 2: Optimizar los rendimientos de los recursos, haciendo circular productos, componentes y materiales en uso con la mayor utilidad en todo momento, tanto en ciclos técnicos como biológicos.
Principio 3: Fomentar la efectividad del sistema al revelar y diseñar externalidades negativas, al agua, el aire, el suelo y la contaminación acústica, cambio climático, toxinas congestión, y efectos negativos para la salud relacionados con el uso de recursos.
Estos principios generales de la economía circular, pueden resumirse en dos grandes lineamientos tendientes a la incorporación de la economía circular en los proyectos de la Dirección de Vialidad.
1. Diseño ecoeficiente: Corresponde al diseño del proyecto propiamente tal, el cual puede incorporar desde su concepción, materias primas recicladas (pavimento, acero, neumáticos, etc.) además de trazados que minimicen la necesidad de áridos u otros elementos.
2. Gestión de Residuos: Conocer y cuantificar los insumos y residuos que generará un proyecto, permitiendo minimizar los insumos y embalajes o clasificarlos de manera efectiva, segregando los que pueden ser reutilizados en la obra y seleccionando los que pueden ser reciclados para otros usos.
Estos dos grandes lineamientos engloban una serie de actividades pre-constructivas (diseño) y constructivas, estableciendo aspectos a considerar en el desarrollo de éstas, lo que implica la incorporación de requisitos de sustentabilidad en las bases de concurso y bases de licitación de los contratos.
Debe mencionarse que el año 2020, se publicó la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, 2035”, la cual establece una serie de Ejes Estratégicos, dentro de los cuales se cuenta el Eje 2, que pretende Fomentar en Licitaciones Públicas la Gestión Sustentable de los RCD con foco en Economía Circular en Construcción.
Específicamente dentro de las acciones de dicho eje estratégico se cuenta la acción 6, que promueve el “uso de áridos reciclados en obras viales rurales y urbanas, así como en infraestructura y edificación.” Cabe destacar que las técnicas de reciclaje de pavimentos (asfalto espumado, pavimentos con caucho reciclado y RAP), se encuentran incorporadas dentro del Manual de Carreteras desde los años 2002, 2015 y 2017, respectivamente, por lo que son técnicas validadas técnicamente en estos momentos.
De acuerdo a lo indicado, en la actualidad se encuentran los elementos necesarios, para comenzar un trabajo sistemático que permita desarrollar diseños más amigables y gestionar adecuadamente los residuos de las obras.
Esto permitirá realizar un esfuerzo guiado y coordinado, pasando desde los proyectos piloto y buenas prácticas, generadas hasta la fecha, a un trabajo sistemático, tendiente a generar proyectos más sustentables.
Ejemplo de Buenas Prácticas
A continuación se presentan algunos proyectos desarrollados por la Dirección de Vialidad, donde se han implementado medidas asociadas a Economía Circular. Si bien a la fecha el reciclaje de pavimento y embalajes, la reutilización de elementos en desuso y otras medidas propias de la economía circular, no forman parte aún de una política nacional de la Dirección de Vialidad que privilegie esta visión, en los siguientes ejemplos se demuestra cómo a través de diversas iniciativas (proyectos piloto, gestiones internas, proyectos de conservación e iniciativas de contratistas, entre otras), se han logrado implementar soluciones innovadoras, que han mejorado la gestión ambiental y disminuido la generación de RCD.
a) Reciclaje de Pavimento Diversas obras de la Dirección de Vialidad han efectuado reciclaje de pavimento (pavimento espumado, mejoramiento de base).
En la Región de Antofagasta el año 2011 se efectuó la reposición de la Ruta 5 entre los Km. 1.059 al 1.307, mediante reciclado del pavimento existente con asfalto espumado y una nueva carpeta de asfalto.
En la Región de Valparaíso, el año 2019 se reutilizaron materiales de los procesos de conservación de la Ruta 68, en la pavimentación de caminos secundarios. Otros proyectos de conservación donde se ha efectuado reciclaje de mezcla asfáltica y estabilización con asfalto espumado, son los siguientes:
● Conservación Camino Básico Ruta A-31 Km. 25 al Km. 47, por Sectores, Provincia de Arica, Región de Arica y Parinacota, 2020 (en desarrollo)
● Conservación Camino Básico Ruta A-31 Km. 47 al Km. 77, por Sectores, Provincia de Arica, Región de Arica y Parinacota 2020 (en desarrollo)
Conservación Red Vial, Conservación Periódica Ruta A-27, Sector San Miguel de Azapa Punta de Cabuza, por sectores, Provincia de Arica, Región de Arica y Parinacota (2018)
● Conservación de la Red Vial Comunal Ruta 90 por Sectores, Comuna de Marchigue, Provincia de Cardenal Caro, Región de O’Higgins. (2018)
● Conservación de la Red Vial Comunal Ruta I-62-G, Por Sectores Comuna de Litueche, Provincia de Cardenal Caro, Región de O’Higgins. (2018)
● Conservación Ruta A-665, Sector la Huayca -Pica, Dm. 30,000 al Dm. 53,330, Provincia del Tamarugal, Región de Tarapacá. (2017)
Para el caso de mezclas asfálticas que incorporan RAP (pavimento de asfalto reciclado), se cuentan los siguientes proyectos asesorados por el LNV:
● Mantenimiento de Pavimentos Concesión Camino Santiago – Colina – Los Andes
● Concesión Américo Vespucio Oriente, Tramo: Avda. El Salto – Príncipe de Gales
● Concesión Sistema Oriente Poniente – Prolongación Costanera Norte, entre Puente La Dehesa y calle Padre Arteaga (Obra PLD-PA) – Etapa 2 del Programa Santiago Centro Oriente.
b) Uso de neumáticos en desuso (caucho) en Mezclas Asfálticas
En algunas obras de la Dirección de Vialidad se han incorporado tramos de prueba de 500 m, para observar el comportamiento de las mezclas asfálticas con caucho.
● Reposición RUTA G-184, sector el Noviciado, tramo Km. 0,007 al Km. 5,400 Comuna de Pudahuel, Provincia de Santiago, Región Metropolitana.
● Mejoramiento Ruta F-50, Lo Orozco Quilpué, Km 17.578 al Km 29.498, Región de Valparaíso
● Reposición Ruta E-46, Catapilco – La Laguna, Región de Valparaíso
c) Uso de barreras metálicas y prefabricadas de hormigón en desuso para la construcción de muros de contención
Esta iniciativa desarrollada por la Dirección de Vialidad de la Región de Valparaíso, consistió en evaluar los materiales en desuso y buscarle nuevas alternativas de uso, con lo cual pudieron efectuarse una serie de obras que redujeron significativamente los costos de inversión. De esta manera, las defensas camineras metálicas y de hormigón, fueron utilizadas para fines distintos a los originales, manteniendo un funcionamiento adecuado.
d) Reciclaje de Cartones (embalajes)
En el contrato “Diseño y Construcción Puente Chacao” actualmente en ejecución, el Contratista (Consorcio Puente Chacao) ha implementado un procedimiento de selección de los cartones de embalaje de diferentes materiales de construcción, de oficina y alimentos, con el fin de reducir la generación de residuos y sus efectos ambientales.
En este caso, los cartones son entregados a una empresa dedicada al reciclaje, que cuenta con resolución sanitaria y cuya misión es reducir la cantidad de residuos y reutilizar dichos materiales.
e) Reciclaje de acero
En la Región de Los Lagos, en el año 2007, durante la reposición del Puente Pilmaiquén, se efectuó la demolición del antiguo puente ferroviario, el cual incluyó el rescate de las enfierraduras y su posterior venta. Por su parte en el contrato “Diseño y Construcción Puente Chacao”, el contratista efectúa la recolección de los despuntes de acero, señales en mal estado, alambres, etc., los cuales son tratados como chatarra y ofrecidos a recicladores de la zona. Con esto se dinamiza la economía, se disminuyen los RCD y se obtienen beneficios económicos del manejo adecuado de los Residuos.
f) Alternativas Pavimentos en Estudios de Ingeniería Para los Estudios de Ingeniería que se refieren a reposición de pavimento y que no implican cambios de trazados importantes, en varios casos se ha efectuado un análisis de alternativas de pavimento que incluye el reciclado de éstos. Si bien esta medida, no se efectúa para todos los proyectos, en los casos donde se ha visto la posibilidad de realizar un rescate de los áridos o pavimentos, se ha solicitado a los consultores, efectuar los análisis respectivos.
Conclusiones
Actualmente, la Dirección de Vialidad se encuentra avanzando hacia la incorporación de la Economía Circular en sus obras, para lo cual ha implementado una serie de iniciativas, las cuales han tenido buenos resultados y han contribuido con un adecuado manejo ambiental. Buena parte de estas iniciativas provienen del mundo de la Conservación, lo cual ha permitido a esta área de vialidad, avanzar de manera más rápida que otras, implementando innovaciones tendientes al reciclaje de pavimentos y áridos.
Por otra parte, para el caso de los proyectos de construcción, los avances se han centrados en la realización de tramos piloto y en las condiciones operativas de la ejecución de las obras, vale decir en la reducción y manejo adecuado de los residuos de construcción y demolición.
De esta manera se establece, que si bien la Dirección de Vialidad ha avanzado en la incorporación de los conceptos de Economía Circular en sus proyectos, esto aún no se transforma en una política nacional que abarque la totalidad del ciclo de vida de los proyectos.
Se espera que con la nueva versión del MCV9 y Bases de Licitación, esta temática pueda transformarse en un esfuerzo sistemático, que asegure el adecuado manejo de los RCD y contribuya a la generación de proyectos más sustentables.
Esto permitirá favorecer la implementación de técnicas de reciclaje ya incluidas en las actuales versiones del MC, permitiendo su incorporación a las diferentes fases del ciclo de vida de los proyectos viales.
Fuente: Revista Obras Públicas
Jornada de trabajo encabezada por la directora general de Obras Públicas, Mariana Concha, repasó los nuevos modelos de negocio y los alcances de la recién lanzada “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción”, de la cual el ministerio tuvo un importante rol.
Para introducir a los profesionales del Ministerio de Obras Públicas (MOP), sus distintas direcciones, en los conceptos de economía circular y avanzar en planes de acción para implementar la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción” y sus ejes, impulsada por Construye2025, se realizó el workshop “Introducción de la economía circular en obras MOP”.
La jornada de trabajo la abrió la directora general de Obras Públicas del MOP, Mariana Concha, quien destacó el lanzamiento de dicho documento, el cual presenta importantes desafíos para los gestores de la construcción, y, en general, a quienes participan del mundo de la infraestructura pública. “Si no avanzamos como entes públicos en la ‘economía circular’, difícilmente el sector privado va a poder hacerlo, por un tema de escala y de mercado. Nosotros tenemos que generar las redes logísticas y la tecnología a través de la demanda”, señaló.
En este ámbito, la autoridad del MOP, explicó que la demanda impulsará al sector privado a utilizar los servicios que se crean en torno a la economía circular de la construcción. “Nuestro foco final es que no hablemos de residuos, sino que de insumos intermedios”, afirmó.
Posteriormente, el académico de la Escuela de Construcción Civil de la Universidad Católica Felipe Ossio, compartió una serie de conceptos vinculados a la economía circular en construcción que, según dijo, se contrapone a los orígenes de la industria, cuya operación ha sido tradicionalmente lineal. Sin embargo, su visión apunta a nuevos modelos de negocio.
“Cuando construyen un colegio o un hospital no compran una grúa y la botan; la arriendan y el propietario quiere que esa grúa tenga todas sus mantenciones al día para tenerla el mayor tiempo posible. La economía circular tiende a los servicios y nuevos modelos de negocios, porque a ti no te interesa tener una ampolleta sino la iluminación”, explicó Ossio.
Incentivo en el sector público
Enseguida, la jefa de la Unidad de Gestión Ambiental de la Secretaría Ejecutiva de Medio Ambiente y Territorio (SEMAT), Evelyn Galdames, detalló los alcances de la “Hoja de ruta RCD y Economía Circular en Construcción y compromisos MOP”. “Como ministerio nos toca incentivar los mercados en los programas públicos, que fomenten el uso de materiales de origen valorizado. El país cuenta con plataformas de trazabilidad en materiales y residuos para la economía circular”, afirmó.
Enseguida, expuso la coordinadora de Construye2025, Alejandra Tapia, quien se refirió a la problemática lineal y los impactos RCD, pero también a la importancia de contar con un plan de gestión de residuos, que se traduce en generar un tratamiento, diseñar un proceso, clasificar por tipo, disponer, trazar y establecer responsabilidades. “En las obras hacemos pretratamiento, que tiene que ver con operaciones como la separación el desembalaje la compactación, empaque, trituración para reducir el volumen del residuo, lo que nos puede generar ahorros económicos”, señaló Alejandra Tapia, quien cerró su presentación con un didáctico video sobre las ineficiencias en obras.
Finalmente, el jefe del Departamento de Medio Ambiente de la Constructora Viconsa, Joaquín Cuevas, se refirió a la importancia de generar conciencia y trabajar en conjunto por la sustentabilidad. Enseguida, compartió su experiencia gestionando residuos en obra. “Sin el apoyo de la gerencia, de los dueños de la empresa esto no es posible. Las cabezas que dirigen los trabajos tienen que estar convencidas porque el paso que viene a continuación es aumentar la productividad. A mayor cantidad de residuos, menos productividad”, aseguró.
Al cierre del workshop, el secretario ejecutivo de Medio Ambiente y Territorio del MOP, Mauricio Lavín, recordó que el Ministerio de Obras Públicas es parte del ciclo en el que busca colaborar y agradeció tanto a los participantes como a quienes hicieron posible su realización. “Como ministerio tenemos un plan de gestión que vamos a incorporar en las licitaciones, basado siempre en la norma, donde se va a poder ver -en los contratos nuevos- la solicitud de un plan de gestión”, afirmó.
Tras el lanzamiento de la “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción”, y la “Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular”, en desarrollo, la industria se comprometió a realizar acciones concretas para cambiar la forma en que desarrolla nuevos negocios.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Instituto de la Construcción (IC) y el programa Construye2025, impulsado por Corfo, con la facilitación técnica de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), iniciaron su proceso colaborativo para generar un plan de acción público-privado. Con miras a 2025, se lanzó la “Estrategia de Economía Circular en Construcción” que busca dar continuidad a la “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035” y en concordancia con la “Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular 2040” liderada por el Ministerio de Medio Ambiente.
En una jornada a la que asistió la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, los principales actores de la industria hicieron hincapié en el trabajo articulado y colaborativo para impulsar medidas orientadas a disminuir el uso de recursos, minimizar el impacto ambiental y proteger el patrimonio natural. “A nivel global, la industria de la construcción genera prácticamente el 40% de los gases de efecto invernadero y el 40% de los consumos de materia prima”, recordó Juan Carlos León, director del proyecto de Estrategia Economía Circular y gerente de la CDT.
Por eso, al abrir el encuentro, el ejecutivo destacó la necesidad de hacerse cargo de los impactos que genera la industria. “La pandemia ha significado tener que llevar adelante algunas iniciativas de cambio como la transformación digital, pero también tenemos que pensar cómo vamos a recuperarnos y cuál va a ser la nueva economía que vamos a desarrollar. La resiliencia va a estar muy ligada a la economía circular”, dijo.
En agosto de este año Construye2025 junto a los ministerios de Medio Ambiente, Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas y Corfo, lanzó la “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción”, sin embargo se hacía necesaria una bajada específica para iniciativas aún más concretas desde el sector privado. “Queremos ser el primer sector económico que -de manera potente y con un compromiso completo- pueda avanzar en la manera de pensar la forma en que desarrolla nuevos negocios”, añadió Juan Carlos León.
Un compromiso de todos
Por su parte, el vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Carlos Zeppelin, llamó a avanzar rápido y con fuerza por una cultura de construcción circular, que permita nuestro desarrollo sostenible en la industria a largo plazo. “Esa es la razón porque estamos impulsando en conjunto esta iniciativa multisectorial que establece nuestro compromiso como industria de articularnos frente a un desafío común y transformador, que implica construir pensando futuro, aumentar la productividad del sector, reducir la dependencia de los recursos naturales, controlar la cantidad de residuos generados y generar mayor crecimiento en la economía, así como también en los ámbitos social y ambiental”, explicó.
Esta tarea de largo aliento requiere de una colaboración permanente y de la articulación de los esfuerzos de la cadena de valor, en torno a una estrategia sectorial de economía circular en nuestra industria. “Es fundamental cambiar el paradigma de cómo construimos. Buscamos poder visualizar oportunidades y desafíos, consensuar una visión compartida para crear acciones y difundir e inspirar el compromiso de todos: sector público, sector privado, academia y ciudadanía”, comentó Zeppelin.
En tanto, el presidente del Instituto de la Construcción (IC), Miguel Pérez, hizo hincapié en que esta fue la primera actividad que hace público el trabajo que están realizando el Instituto de la Construcción, la Cámara Chilena de la Construcción y el programa Construye2025. “Realizar una estrategia sectorial de economía circular en construcción es, sin duda, un tremendo desafío que convoca a todos quienes formamos parte de la cadena de valor de la industria”, afirmó.
En este sentido, el titular del IC, recalcó la importante misión que significa coordinar y articular esfuerzos públicos y privados para colaborar en el desarrollo de la sustentabilidad, calidad y productividad de la construcción, fomentando políticas, normas y mejores prácticas. “Nuestro desafío es que todos contribuyan con una amplia diversidad de ideas, opiniones y enfoques que nos permitan pasar de una economía lineal a una economía circular. Estableciendo así el carácter colaborativo y global que implica esta propuesta de economía circular en la que cada sector es importante para la materialización de un desarrollo sustentable efectivo”, argumentó.
Derribando mitos
Durante el encuentro, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, celebró que la construcción sea la primera industria en generar una estrategia sectorial en el marco de la “Hoja de Ruta Nacional”. Según la autoridad medioambiental, el gobierno ha buscado derribar el mito de que el cuidado del medioambiente y el crecimiento económico se oponen. “Esto no es así: un desarrollo sustentable e inclusivo potencia nuestro crecimiento y abre enormes oportunidades para el desarrollo de nuestro país y desde el ministerio estamos trabajando para que, en conjunto con el sector privado, podamos avanzar hacia la economía circular”, puntualizó.
El sector de la construcción no es solo el principal consumidor de materias primas a nivel global, sino que genera más del 35% de los residuos que actualmente se producen en nuestro país. “Se estima que, en Chile, se generan pérdidas del orden de US$315 millones anuales por mermas en materiales. Estos residuos son altamente aprovechables pero terminan en residuos o escombros”, afirmó la ministra Schmidt.
En este contexto, con la incorporación de la economía circular en el mundo de la construcción se abrirían innumerables posibilidades para la optimización y el ahorro de recursos, así como también para la innovación y el emprendimiento. “Por ello, en conjunto con los ministerios de Obras Públicas y de Vivienda y el programa Construye2025, presentamos la ‘Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción’, que fue desarrollada con una amplia participación ciudadana. Este documento será la guía para desarrollar las políticas, acciones y metas hacia un desarrollo circular y sostenible”, recordó la secretaria de Estado.
A continuación, la coordinadora de Sustentabilidad del Programa Construye2025 de Corfo, Alejandra Tapia, llamó a las personas a liderar el cambio, empujando e implementando acciones que nos ayuden a avanzar hacia una construcción más circular y sostenible. Finalmente, el presidente de la CChC de Punta Arenas, Carlos Braun, invitó a los actores clave de la industria a trabajar de forma colaborativa y responder a las preguntas más complejas sobre nuestro futuro, abriendo un proceso histórico de innovación para la industria.
“Esta estrategia es la oportunidad que tiene la construcción para inspirar al país y a otras industrias, asumiendo un compromiso basado en la acción. Esta invitación es a ser parte de la reinvención de nuestra industria, dejando un legado que enorgullezca a Chile”, indicó Braun. Para cerrar, el representante del gremio en la ciudad más austral de Chile, se refirió a la nueva estrategia de economía circular en la construcción como una oportunidad para generar una reactivación económica verde posterior al COVID-19 y también para cuidar las bases de nuestro desarrollo.
Para la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 el actual modelo económico no resiste más y se hace urgente desacoplar el crecimiento económico mediante una economía baja en carbono y eficiente en el uso de recursos, mejorando el bienestar del ser humano y la equidad social, y al mismo tiempo reducir el impacto planetario de sus actividades.
A nivel global, la industria de la construcción utiliza un 40% de los recursos naturales, consume el 40% de la energía y emite el 40% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) en su ciclo completo, al tiempo que genera sobre el 30% de los residuos sólidos -en Chile esta cifra llega a 35%-, siendo esto último el principal problema ambiental generado por el sector.
Para enfrentar este problema, el programa Construye2025 -impulsado por Corfo- elaboró una Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción, junto a los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, la que fue lanzada en agosto tras dos intensos años de trabajo y la participación de distintos actores del mundo público, privado y la academia.
Conversamos con Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, sobre el propósito de esta iniciativa, la experiencia de coordinar a tantos actores, los avances logrados hasta la fecha y cuál será su aporte en la ansiada economía circular que busca la industria.
El trabajo colaborativo es muy importante y, sin duda, la inteligencia colectiva, donde muchos piensan para identificar los problemas y buscar soluciones, permite trabajar desde distintos puntos de vista y disciplinas, y esto, genera una mayor riqueza en las soluciones, sinergias y compromisos para la implementación de iniciativas.
Los principales aprendizajes se relacionan con los esfuerzos para tomar compromisos concretos, escuchar y visibilizar al otro, reconocer su experiencia e integrar las distintas acciones. Si bien siempre existió un alto compromiso de parte de todos los participantes, el adquirir compromisos institucionales fue uno de los objetivos más difíciles de lograr, así como el posicionamiento de la temática con las autoridades y otras divisiones dentro de los ministerios. Esto, debido a que estamos acostumbrados a trabajar en silos, compartimentos independientes, y desconocemos o no nos interesamos por lo que están haciendo otros.
Las principales brechas en gestión de residuos se deben a un cambio cultural en la forma de pensar y hacer las cosas. Esto involucra a toda la cadena, desde el marco regulatorio y fomento hasta las competencias profesionales y técnicas para la reducción de extracción de recursos, despilfarro, y la gestión de los residuos en obra.
En un taller de co-creación de soluciones en la Asociación de Oficinas de Arquitectos, un importante arquitecto dijo “generalmente diseñamos y construimos hasta la línea de edificación y no pensamos qué pasará con lo que se desecha desde la obra”. Esto refleja claramente, que no estamos acostumbrados a visibilizar cómo nuestro quehacer impacta a otros y al medioambiente. En cuanto al cierre de brechas relacionadas al marco regulatorio, actualmente, se está trabajando en un reglamento para el manejo sanitario de los residuos de la construcción y demolición, el que define aspectos básicos para su plan de gestión, desde su generación hasta los requisitos para instalaciones de valorización y disposición final. Este reglamento ha sido liderado por el Ministerio de Salud quien ha trabajado en una mesa pública con los ministerios de Medio Ambiente, Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Subdere y Construye2025.
Se definieron cinco ejes estratégicos que impulsan la economía circular en construcción: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; ecosistemas y cadenas de valor sustentables y circulares; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular; y la remediación ambiental para los impactos resultantes de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los residuos de construcción y demolición (RCD). En cuanto a las metas, éstas se plantean al 2025 y 2035, algunas de las destacadas son:
EJE 1 – META 2035: El ordenamiento y la planificación del territorio consideran el crecimiento de la edificación e infraestructura y los impactos que genera su construcción, estableciendo instrumentos que fomentan la economía circular y uso eficiente de los recursos en las actividades productivas que se llevan a cabo en la región.
EJE 2 – META 2035: El 50% de la edificación e infraestructura pública nueva de Chile cuenta con criterios y atributos circulares, acreditados a través de certificaciones.
EJE 3 – META 2035: A nivel nacional, el 40% de la oferta de materiales, productos, piezas y componentes para la construcción cuenta con atributos circulares.
EJE 4 – META 2035: El país cuenta con plataformas de trazabilidad de materiales y residuos para la economía circular del sector construcción.
EJE 5 – META 2035: El país cuenta con programas a nivel regional para la remediación, restauración y mitigación de los riesgos generados por la extracción ilegal de áridos y disposición inadecuada de RCD.
El actual modelo económico no resiste más, no solo desde el punto de vista de la disponibilidad de recursos, sino que también desde el bienestar del ser humano y la equidad social. No es posible que el modelo económico beneficie solo a unos pocos, no solo económicamente, sino que también en desmedro de la calidad de vida de otros, a partir del deterioro del medio ambiente y la inequidad que conlleva todo esto en el ámbito territorial. A raíz de esto, surge la necesidad de desacoplar el crecimiento económico mediante una economía baja en carbono y eficiente en el uso de recursos, mejorando el bienestar del ser humano y la equidad social, y al mismo tiempo reducir el impacto planetario de sus actividades.
Es perentorio avanzar hacia un modelo de economía circular, considerando los desafíos globales vinculados a la disponibilidad de materias primas, agua y energía, movilizar a las empresas hacia un cambio de paradigma, en el que la economía circular y la innovación son una clara oportunidad de creación de valor para adaptarse a los nuevos contextos y exigencias de comunidades más conscientes de su entorno.
En la hoja de ruta, en el eje 3 se plantea una serie de acciones conducentes a habilitar el capital humano, por ejemplo, fomentar la economía circular en la formación profesional, técnica y oficios de la cadena de valor, y ecosistema, y la difusión de buenas prácticas. La formación de capital humano puede desempeñar un papel fundamental, al preparar a los futuros profesionales para un nuevo paradigma económico, especialmente para crear la base de competencias que impulsen la innovación circular.
La economía circular es un modelo económico que plantea nuevos modelos de negocio a partir de tres principios (Fundación Ellen McArthur 2015), que en síntesis corresponden a preservar y mejorar el capital natural, es decir reducir la extracción de materiales vírgenes; optimizar el rendimiento de los productos, dándole la mayor duración y usos posibles; y diseñar las externalidades negativas de manera de reducirlas, como el cambio climático y efectos dañinos para la salud de las personas.
Bajo este nuevo paradigma, existen muchas posibilidades de innovación para emprendedores y startups, desafíos para formular nuevos modelos de negocios que consideren estos principios, así como la creación de plataformas, tecnologías y la transformación digital para el desarrollo de la economía circular.
Sin duda, mi anhelo es un sector de la construcción más sustentable y circular, pero esto no pasa solo por las edificaciones e infraestructura, tiene que ver con una cultura que considera que mi comportamiento y entender que el cómo hago las cosas también impacta en los demás.
Ser responsables de los impactos de nuestras actividades y empatizar, es parte del comienzo. Espero que en 10 años más se haya repensado el diseño y construcción de nuestros edificios e infraestructura, de tal manera de haber reducido la extracción de recursos, que su duración y utilidad sea el mayor tiempo posible, alargando la vida de materiales y haciendo recircular los recursos.
Fuente: Masisa LAB
Con sensibilización, organización y revalorización, no sólo se redujeron los residuos de la construcción en 30%, sino que también lograron valorizar al menos el 15% de ellos.
Hace un año, comenzó a gestarse el proyecto “Construye Sustentable” de EBCO, que está cambiando la cultura y la forma en que se gestionan los residuos. La primera etapa, explicó Patricio Bravo, coordinador de Gestión en la Gerencia de Obras de la constructora, fue sensibilizar. “Generamos la instancia para reunirnos con los gerentes de obras y poder explicarles lo que estaba pasando en el mundo en cuanto a los impactos medio ambiente”, recordó.
Según el ingeniero especializado en gestión Lean, la industria de la construcción abarca un gran trozo de la torta nacional de generación de residuos: 34%. Con esa dura realidad al frente, el equipo a cargo del proyecto cotejó las obras de EBCO y revisó 87 obras terminadas, para calcular el índice de generación de escombros por metro cuadrado, que resultó ser 0,26%.
Además, se calcularon los volúmenes de hormigón: “nos dimos cuenta que por cada dos edificios, generábamos el equivalente a un edificio en volumen escombros, es decir, 0,5 metros cúbicos por metro cúbico de hormigón”, detalló Patricio Bravo, que lideró el desafío de bajar esa cifra.
Por ello, lo primero que hicimos fue comprar carritos y, así, entre dos personas podían llevar 500 kilos sin mucho esfuerzo. Luego, armamos un equipo multidisciplinario, en el que participaban el área de obras, la de prevención, la de asuntos corporativos y el área de capacitación”, comentó el coordinador de Gestión en la Gerencia de Obras de EBCO.
La meta era alcanzar 150 obras y llegar a 0,18 metros cúbicos de escombros por metro cuadrado. “Según nuestros estudios estábamos en 0,26. También queríamos darle un espacio a la valorización de al menos un 15%. Sin embargo, había un objetivo más grande: ayudar a que esto permee a toda la industria”, sostuvo Bravo.
Control de materiales
El camino implicaba mejorar la gestión de bodega, lo que no solo disminuía la generación de desechos, sino que, además, facilitaba el ahorro de cerca de 100 millones de pesos. “Nos propusimos hacer un buen control de los materiales y comprar lo estrictamente necesario; hicimos un instructivo con todos los pasos del proyecto, enfocados en el reciclaje; y enseñamos cómo armar los puntos limpios”, afirmó el especialista en Lean.
Durante las capacitaciones se definieron roles que conversaran con los distintos perfiles y, además, se confeccionó un listado de recicladores en el que se detallaban sus características. “A veces hay obras en las que sobran materiales y se dejan en otras donde hay espacio, pero cuando éste tiene que desocuparse, muchas veces terminan desechándose”, aseguró Patricio Bravo. Para evitar este desperdicio de recursos, en EBCO armaron una plataforma que publica los materiales que están disponibles, informa el estado en que se encuentran y conecta la oferta con la demanda, entre las 150 obras de la empresa.
En este aspecto, Fernanda Aguilera, encargada de Control de Gestión de Ebco, hizo hincapié en el ahorro que representa el solo hecho de hacer un control de los materiales. “Hay un personaje que debe llevar el material al recinto donde se va a utilizar y después volver a bajarlo, eso tiene un costo asociado. Nos ahorraríamos un 30% más si pudiéramos hacer una gestión de bodega, es decir, si saliera realmente el material que se va a utilizar en la obra”, señala.
Ahora, pese a la complicación que podrían enfrentar las empresas debido a la gran cantidad de materiales en la bodega, finalmente los ahorros son muy altos y, “efectivamente, podríamos generar menos escombros, porque el material que está dando vueltas generalmente se destruye”, dice la ingeniera en Construcción Civil.
Pero este no es el fin de la historia, el equipo de gestión reconoce que hay camino por recorrer, por lo que continuará sensibilizando a los colaboradores, reforzando la entrega de información y capacitándolos, así como disminuyendo aún más la generación de residuos y desechos.
SUMMIT “Construcción Circular” – Día 2: Cadena de Valor y Nuevos Modelos de Negocios, organizado por Construye2025 con el lema “De los desafíos a la acción”.
La coordinadora de Sustentabilidad del programa de Corfo entregó recomendaciones para impulsar el cambio cultural que necesita la industria, para lograr una construcción más sustentable y circular.
Representantes de municipalidades, del Colegio de Arquitectos y de las seremis de Vivienda y Urbanismo, y Medio Ambiente de la Región de Aysén asistieron a una reunión virtual con la coordinadora de sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, para interiorizarse sobre las buenas prácticas que podrían cambiar la forma de construir en Chile.
Según la especialista, el marco regulatorio de nuestro país es muy fragmentado, lo que dificulta la gestión. Sin embargo, otros países han resuelto este problema, logrando convertir los residuos en recursos, lo que abre un esperanzador camino hacia la construcción sustentable. “Nos basamos en una economía lineal donde producimos, utilizamos y desechamos, lo que tiene consecuencias tanto en la generación de residuos como en la extracción de materiales”, señaló Alejandra Tapia.
No obstante, el mal manejo de los recursos -que genera pasivos ambientales y vertederos- puede revertirse. “Las comunidades están más sensibilizadas con el tema ambiental. De hecho, ya hay denuncias de disposición inadecuada en humedales o ríos, lo cual es muy importante”, comentó la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Nueve regiones de Chile no cuentan con vertederos autorizados y esa es una de las grandes brechas en el país. Por eso, para la planificación urbana y el ordenamiento territorial es clave contar tanto con un marco regulatorio adecuado considerando las distintas escalas del territorio, como con la coordinación de los diversos organismos públicos. Igualmente, es relevante tomar medidas para disponer los residuos desde el inicio de la obra, lo cual puede generar fácilmente un triple impacto: económico, social y ambiental.
Política empresarial
“Solo con separar los residuos, éstos reducen su volumen en un 30%, lo que se traspasa al presupuesto destinado a disposición de los residuos. Generalmente, en las obras se quejan de que no tienen espacio, pero se ocupa mucho más si no se separan”, explicó Alejandra Tapia. Además, la ejecutiva de Construye2025 destacó la necesidad de asegurar la trazabilidad, contar con la documentación del transportista y gestores responsables, disponer de las guías de despacho y revisar que las cantidades coincidan.
Según la especialista en sustentabilidad, las buenas prácticas de prevención deben ser parte de la política de la empresa. Asimismo, los sistemas de gestión integrados, la capacitación, los sistemas de control, el uso de tecnologías, la optimización de procesos y materiales, los tipos de sistemas constructivos y las buenas prácticas en pre-armado, prefabricación e industrialización contribuyen al cambio cultural que hace falta para cambiar la manera de construir.
“Si se considera la gestión y disposición de los residuos desde el inicio del proyecto, reasignar recursos resulta más sencillo”, aseguró Alejandra Tapia. De ahí, que la planificación sea primordial para saber cuántos metros cúbicos de residuos se generarán por metro cuadrado construido, pero también para valorizarlos.
Igualmente, es fundamental pensar en una logística interna y externa para el manejo de los residuos. “Hoy no existe un registro de gestores autorizados”, afirmó la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Cuatro especialistas estudiaron el manejo de los residuos de construcción y demolición e hicieron propuestas orientadas a la construcción sustentable, en línea con los desafíos actuales.
Para elevar los estándares ambientales y favorecer una construcción centrada en el medio ambiente, cuatro investigadores se unieron para trabajar en el capítulo IX del Concurso de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica “Políticas municipales estandarizadas para el manejo sustentable de residuos de construcción y demolición”.
Felipe Ossio y Juan Molina de la Escuela de Construcción Civil; Homero Larraín de la Escuela de Ingeniería y Cristián Schmidt de la Escuela de Arquitectura fueron los responsables de abordar la problemática de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), desde un enfoque interdisciplinario, considerando sus impactos ambientales, sociales y económicos.
“Nos dimos cuenta que la alta generación de RCD y su inadecuada disposición final es un problema multifactorial, que involucra a todos los actores en el ciclo de vida del proyecto y al cuadro normativo, regulatorio y legal respectivo. Sin embargo, este último se encuentra atomizado y fragmentado, lo que puede apreciarse en la cantidad de instrumentos asociados a diferentes actores”, explica Felipe Ossio.
De hecho, para el caso específico de los RCD existen más de 20 tipos de normativas dependientes de diferentes organismos públicos. Según el estudio, lo anterior dificultaría su conocimiento y aplicación, dejando al Estado una capacidad limitada de fiscalización en materias sanitarias y ambientales, algo que agudiza el problema. En efecto, el 60% de las empresas constructoras en Chile declara no conocer leyes, reglamentos, normativas ni manuales sobre gestión de residuos.
El equipo interdisciplinario de la UC se propuso contribuir proponiendo una política pública que lleve a las municipalidades a ser un agente de cambio y aportar al cumplimiento reglamentario ante las instituciones de nivel regional y nacional. Al mismo tiempo, su trabajo apuntó a elevar los estándares ambientales y permitir así una construcción centrada en el medio ambiente que responda a los desafíos que hoy exige la humanidad.
Disparidad normativa
El estudio reveló que los municipios en Chile presentan un dispar nivel de exigencias en materia de gestión de RCD, desde la nula consideración hasta una serie de normativas no necesariamente bien enfocadas. “Pero, principalmente, pudimos identificar comunas generadoras y receptoras de RCD. Las primeras se caracterizan por generar una alta proporción de los residuos a nivel de su región y no poseen sitios de disposición legal de residuos. Por su parte, las receptoras no producen una gran proporción de RCD a nivel regional y, en general, son comunas que poseen sitios de disposición final legal en su jurisdicción y/o deben hacer frente a sitios de disposición ilegal como micro basurales o vertederos ilegales”, detalla Ossio.
Luego de que el estudio reconociera dos tipos de comunas: generadoras y receptoras de RCD, los investigadores establecieron recomendaciones de acción que, si bien son vinculadas a un tipo de comuna, no son excluyentes para las otras. Asimismo, hicieron sugerencias generales que toda comuna, independiente de si es generadora o receptora de RCD, debería adoptar. “Estas 15 propuestas tienen por objetivo avanzar en la minimización de la generación de RCD y la disminución de sus impactos socioambientales, basados en los principios de la justicia ambiental (Hervé, 2010) y siguiendo la jerarquía de manejo de los residuos”, acota el profesor de la Escuela de Construcción Civil de la UC.
De este modo, las propuestas para las comunas generadoras se asociarán a los primeros eslabones de esta jerarquía, es decir, se centrarán en reducir la generación de RCD en origen y fomentar la valorización de los RCD mediante su reutilización, recuperación o aprovechamiento para otras aplicaciones. Mientras que las propuestas asociadas a las comunas receptoras buscarán asegurar el correcto destino de los residuos no valorizados que son llevados a un botadero.
Y es que, según la investigación, las municipalidades son actores clave dentro de la cadena de instituciones encargadas, tanto en la definición de reglas para la adecuada disposición de RCD como en la supervisión de su cumplimiento en el territorio comunal.
El estudio puede ser descargado desde AQUÍ.
Fotografía gentileza Plataforma Industria Circular + Viconsa.
Industrialización y digitalización son importantes para la sostenibilidad de los negocios en la construcción, concepto que lleva impreso en su ADN tanto la eficiencia en el uso eficiente de los recursos, como la gestión sustentable de sus residuos.
Cuatro profesionales participaron en el cuarto seminario “PITS: productividad, innovación, tecnología y sustentabilidad, organizado por el Centro de Extensionismo Tecnológico de la Zona Sur Austral (CET) -de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT). El primero de ellos fue el director del CET, José Luis Jiménez, quien expuso las brechas en el nivel de digitalización y las debilidades de la industria.
Además, el ejecutivo expuso las oportunidades que la construcción debe tomar para ser más productiva y sostenible, de la mano de la eficiencia en sus procesos. En este aspecto, Sebastián Fourcade, vicepresidente del CCI y director ejecutivo de Fourcade & Co, resaltó que la industrialización no solo se da en una fábrica, sino que también en la planificación de las tareas repetitivas que se ejecutan en la construcción industrializada, de principio a fin. “Cada una de las etapas debe ser pensada y planificada industrialmente. Se requieren planes de producción y controles de calidad”, explicó.
Igualmente, la autoridad de CCI destacó las ventajas medioambientales que ofrece la construcción industrializada, ya que genera menos residuos que la construcción tradicional. Esto sumado al beneficio que implica llevar un mayor control de los costos y a la baja tasa de accidentabilidad que presenta esta actividad productiva.
Economía circular
Junto con sus frutos, la construcción industrializada arroja residuos que deben gestionarse y disponerse de la mejor manera posible, en línea con la crisis climática que enfrenta el mundo. Éste fue el tema que expuso Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad del programa Construye2025 impulsado por Corfo, quien explicó que el residuo no solo acusa la forma de construir, sino también la de proyectar. “Los residuos de construcción son un síntoma de problemas de productividad”, enfatizó.
En este ámbito, la especialista lamentó que se haya perpetuado en el tiempo una economía lineal en la que las industrias extraen los recursos, los utilizan y, luego, los desechan. Para 2030, las cifras no son muy alentadoras en este sentido, ya que se proyectan anualmente residuos de la construcción del tamaño de 5,2 cerros Santa Lucía. Esto, sumado a que en menos de 10 años Chile podría sumar 3,5 millones de habitantes a los que ya registra ¡1,5 millones de hogares más!
Como desafío pendiente, la profesional de Construye2025, puso en el debate al marco regulatorio chileno, donde solo existe la figura del “generador de residuos”, a diferencia de lo que sucede en España, donde también se le atribuye una responsabilidad a quien “posee” los residuos. Por último, resaltó que no se trata solo de un problema de “residuos”, sino en la eficiencia que le damos a los “recursos”.
Hacia el cierre del seminario PITS, Carolina Tapia, subgerente de Gestión de Proyectos de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), quien presentó un estudio de los beneficios de la integración temprana de proveedores, ejecutado por CDT e Idiem, valoró el trabajo colaborativo de las empresas constructoras, las inmobiliarias y las empresas de suministros, que, con una adecuada coordinación técnica, pueden optimizar tempranamente sus proyectos, poniendo el foco en la productividad.
Y, por último, doctor en Sistemas de Optimización de Reciclaje, Perry Austin Holt de la empresa Rockster, conectado desde Texas, Estados Unidos, contó su experiencia en el desarrollo de tecnologías para reciclar áridos y residuos orgánicos, maquinarias de menor tamaño y mayor eficacia, y mostró algunas de las soluciones aplicadas al manejo de residuos de la construcción y demolición que están siendo utilizadas en el mundo.
Estas herramientas buscan generar información, estandarizar procedimientos, capacitar y difundir buenas prácticas entre las empresas.
CONSentido, programa impulsado por la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), lanzó dos herramientas técnicas como respuesta a las brechas que identificaron en un diagnóstico preliminar, en el que se identificó la urgencia de gestionar los residuos de la construcción.
En este contexto, Paola Yáñez, jefe de Proyectos de la CDT, explica que el programa busca encaminar a las empresas del sector de la construcción hacia una economía circular. “Considerando que las brechas hoy día están fuertemente centradas en la gestión responsable de los residuos se priorizaron proyectos en esta línea durante la gestión 2019. Es así que el programa CONSentido desarrolló dos ediciones técnicas como herramientas para contribuir a la gestión de RCD en Chile”, señala.
De esta manera, las ediciones técnicas son una herramienta que tiene como objetivo entregar recomendaciones técnicas y prácticas a los profesionales y técnicos del sector de la Construcción sobre algún tema específico, de forma completa, didáctica, sintética y validada por los principales actores de la industria, de acuerdo con Yáñez. El documento, además, destaca soluciones o productos que hoy están disponibles en el mercado y que aportan a mejorar las prácticas en la temática puntual tratada en cada edición técnica.
La primera edición “Gestión de residuos para mejorar la productividad en la empresa” pretende difundir entre los tomadores de decisión al interior de las empresas, los principales componentes y beneficios de la gestión de RCD, con mayor énfasis en lo que respecta a productividad. La segunda “Plan de gestión de residuos en obra, paso a paso” orienta técnicamente, de manera clara y sencilla, los pasos a seguir para definir e implementar un sistema responsable enfocado en la reducción y valorización de los residuos.
Ambas ediciones técnicas están dirigidas a empresas inmobiliarias, constructoras y sus trabajadores, entregando una visión complementaria entre ambas. Paola Yáñez comenta que estas ediciones técnicas “buscan generar información, estandarizar procedimientos, capacitar y difundir buenas prácticas que sean un referente para que otras empresas puedan iniciar la gestión de residuos en obra e innovar. Todo esto, con el compromiso de aportar al sector y contribuir a la Hoja de Ruta de Residuos de la Construcción y Economía Circular”.
La edición “Plan de gestión de residuos en obra, paso a paso” va acompañada de una planilla diseñada en Excel que permitirá a las empresas/obras de construcción generar de forma sencilla y estandarizada “indicadores de desempeño en gestión de RCD”, de manera que ingresando una serie de datos de la obra, se generen automáticamente: Indicadores de factor de generación; Indicador de valorización e indicador de Eficiencia. “Es importante destacar que la generación de residuos no es lineal durante la ejecución del proyecto, por lo mismo, los indicadores deben ser interpretados en consideración de ello”, sostiene la jefa de Proyectos de la CDT.
Para crear estas herramientas, se unieron diferentes actores públicos y privados. El equipo redactor lo conformó Felipe Ossio, académico de la PUC; Nicolás Behar, CEO de Recylink; Carlos Salinas de la PUC; Paz Maluenda y Paola Yáñez de la CDT. La participación de empresas se enfocó en la revisión del contenido, en la entrega de información, desarrollo de fichas de buenas prácticas de gestión y en la validación de la planilla de generación de indicadores. Estas fueron: Moller, Perez y Cotapos, Axis DC, ExyMA, Idearia, Sencorp, Ingevec, RioClaro, Regemac, Viconsa, Recylink, Flesan, Echeverria Izquierdo, CVV. Y contó con el patrocinio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Ministerio de Medio Ambiente (MMA) y del programa Construye2025.
Ambas guía ya están disponibles para la descarga gratuita en la web http://informatica.cdt.cl/documentos/registroCDT/ediciones_tecnicas/
Fue una de las conclusiones arrojadas por estudio presentado por académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Cada año en la Región Metropolitana se podrían construir dos y medio edificios Costanera Center, a partir de los residuos que deja el sector. Ese fue uno de los datos entregados en el lanzamiento del estudio “Políticas municipales estandarizadas para el manejo sustentable de residuos de construcción y demolición”, en el contexto del Seminario Residuos de la Construcción y Demolición: propuesta para un manejo sustentable a nivel municipal, organizado por el Centro de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Durante un año, un equipo de docentes de dicha casa de estudios investigó sobre los residuos de la construcción y demolición, con el fin de crear propuestas concretas para un manejo sustentable a nivel municipal, que, conforme al marco normativo reglamentario y legal vigente, permita avanzar en materia de sustentabilidad
Dentro de los resultados que arrojó este trabajo realizado con más de 240 municipalidades, destaca que casi el 50% de ellas no tiene ningún instrumento asociado a residuos de ningún tipo, “los que tienen lo hacen a través de ordenanzas que es más fácil de gestionar”, indicó Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción Civil de la PUC.
Asimismo, el 44% de las municipalidades encuestadas señaló que no tienen un departamento encargado de la gestión de RCD, mientras que el 22% lo gestiona el departamento de obra municipal, el 19% aseo y ornato y 6% medio ambiente.
“Los RCD son un problema a nivel mundial, la industria de la construcción es la industria que más genera residuos; solo en Europa entre el 24% y 35% de los residuos que se generan son de este sector, lo que tiene una serie de implicancias, porque genera un gran impacto económico, social y ambiental”, explicó.
A ello se suma una gran falta de productividad, cuyo costo no está considerado actualmente, a juicio de Ossio. En Chile, el sector genera más RCD que en países desarrollados. “Por ejemplo, Gran Bretaña y Reino Unido, por cada metro cuadrado construido, generan alrededor de 0,14 metros cúbicos de residuos; por ese mismo m2 construido, en Chile llegamos a 0,26 metros cúbicos de residuos”, comentó Ossio.
Problemáticas de los RCD
Construye2025 está desarrollando una Hoja de Ruta RCD, en cuyo contexto se realizó un árbol de problemas que identificó más de 190 causas de los residuos, como el incumplimiento de leyes, regulación, normas; escasa valorización de RCD; escasa prevención en la generación de RCD; falla de mercado y fallo pasivo del Estado.
Para Ossio, la solución la explica el autor Domingo Acosta, y “puede pasar por cuatro grandes ítems. En primer lugar, necesitamos mejores diseños, que consideren desde el primer minuto los residuos y cómo evitarlos, también es necesario que nuestros procesos constructivos mejoren, y ser capaces de optimizar y mejorar en obra cómo disminuir los RCD. En este punto, la academia tiene un rol en el sentido que necesitamos más información, cuantificar los RCD, ideas innovadoras para valorizarlos y, finalmente, los municipios tienen que hacerse cargo de la legislación específica e instrumentación de programas de información y educación ambiental de lo que pasa en sus territorios o fuera de ellos”.
Propuestas de políticas públicas
Frente a los resultados recopilados, el equipo decidió trabajar en tres propuestas diferentes, una para todo tipo de municipio, otra para comunas generadoras, y una última para comunas receptoras.
En las propuestas mínimas para todo tipo de municipio destacan tener un fondo regional de gestión de RCD, que los municipios cuenten con un departamento responsable de RCD, tener presentes a los RCD en los permisos de edificación y recepción municipal, vigilar la aplicación de la normativa municipal para RCD y la gestión de residuos en obras del municipio.
A su vez, las propuestas para comunas generadoras corresponden a tener un programa de información y educación ambiental; favorecer la segregación en origen de residuos valorizables; contar con un programa de recicladores base; implementar puntos limpios bidireccionales y un centro de transferencias.
Para finalizar, las propuestas para comunas receptoras están orientadas a la fiscalización de transporte ilegal de residuos; establecimiento de canales de denuncia comunitaria; fomentar el desarrollo de competencias al interior del municipio; controlar y fiscalizar sitios de disposición legal; creación de un plan de recuperación de sitios afectados.
Además de Felipe Ossio y Juan Molina, académicos de la Escuela de Construcción Civil UC, en el estudio también participaron Cristián Schmitt, de la Facultad de Arquitectura UC; y Homero Larraín, de la Facultad de Ingeniería UC.
Representantes de distintas áreas de la cartera analizaron los pasos para avanzar en el impulso de la economía circular.
Con el objetivo de avanzar y asumir compromisos de mediano y largo plazo, se llevó a cabo el 8 de enero la primera reunión de la Mesa de Economía Circular del Ministerio de Obras Públicas, en la que se definieron las principales líneas de acción de la cartera en temas de economía circular y gestión de residuos de la construcción y demolición (RCD).
En esta mesa liderada por Evelyn Galdames, jefa de la Unidad de Gestión Ambiental de la Secretaría Ejecutiva de Medio Ambiente y Territorio (Semat) del MOP, los representantes de las distintas divisiones del ministerio analizaron las metas concretas que esperan alcanzar para 2020.
“Desde hace varios años que en la Semat tenemos identificada la necesidad de avanzar en temas de residuos y crear un plan de gestión. Hoy está en nuestras manos el poder hacer cambios, y entregar las herramientas necesarias para hacerlos, por eso es importante el trabajo que tenemos por delante como Mesa de Economía Circular, y ponernos metas concretas que podamos cumplir a corto y mediano plazo”, explicó Evelyn Galdames, jefa Unidad de Gestión Ambiental de la Semat.
Por lo pronto, los asistentes se comprometieron a trabajar en el levantamiento legal y administrativo necesario para incluir el cumplimiento de la norma NCh3562 en las bases de licitaciones públicas. De la misma forma, presentarán los avances del plan de gestión de residuos en obra del MOP.
Los asistentes a esta primera reunión fueron:
Iniciativa, que buscar introducir y dirigir a las empresas del sector Construcción hacia el nuevo paradigma de “Economía Circular”, concluyó su ejecución 2019 dando cuenta de su impacto en la industria.
El pasado 18 de diciembre se realizó el cierre 2019 del Programa CONSentido, iniciativa promovida por los programas sociales de la Cámara Chilena de la Construcción, CChC y que fue impulsada y ejecutada por la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT.
En la ocasión, cerca de 50 invitados se congregaron en la terraza de Espacio CDT, en el piso 22 del Edificio Corporativo de la CChC, para conocer de mano de sus ejecutores, los resultados obtenidos durante este año de aplicación. Así, Paola Yáñez, Jefe de Proyectos de la CDT, presentó los principales resultados de este programa, entre los que destacaron los más de 3 mil beneficiados en diversos ámbitos de acción. De este modo, la profesional subrayó la realización de talleres prácticos con trabajadores y profesionales en materias de gestión de residuos y economía circular. En total, fueron 50 obras que recibieron talleres de sensibilización (visibilización de residuos), de definición de roles y de identificación, separación y acopio.
Junto a lo anterior, se sumó la realización de un seminario internacional de gestión de residuos, con experiencias nacionales e internacionales que permitieron abordar los desafíos que estas temáticas presentan a la industria.
“El programa nació como respuestas a brechas que se identificaron en un diagnóstico preliminar y, si bien había mucho por qué trabajar el 2019, priorizamos mejorar las respuestas que se puedan dar a la problemática pensando en que hoy la urgencia está en gestionar los residuos de la construcción. Esto, sin dejar de lado que el Programa CONSentido, busca dar los primeros pasos para encaminar al sector en lo que es la Economía Circular. En ese contexto, en 2019, abordamos distintos ámbitos de trabajo: participamos de mesas público-privadas, durante todo el año, velando por cómo estos nuevos lineamientos pueden apoyar al sector; realizamos ediciones técnicas, que tratan de darle una bajada práctica estos temas; impulsamos una misión tecnológica, con la idea de poder ir a ver qué se está haciendo afuera, para ver qué se puede aplicar acá y también tuvimos un año para implementar un proyecto en obra, con el foco de que las empresas constructoras, comenzaran a hacer una separación de residuos y comenzar a mover el sistema de valorización de los mismos. Nuestra meta era llegar a mil beneficiarios y llegamos a cerca de 3 mil. Hemos sido el puntapié inicial para muchas obras que hoy ya tienen instalados puntos de separación de residuos y han comenzado a valorizarlos”, comentó Paola Yáñez.
Misión Tecnológica
En septiembre, en el marco del programa CONSentido, se realizó una misión tecnológica a España con el objetivo de descubrir y rescatar buenas prácticas en esta materia. José Pedro Campos, Director Ejecutivo de Instituto de la Construcción, junto con Alejandra Tapia, Coordinadora Técnica de Construye 2025, dieron cuenta de la experiencia de la Misión y del aprendizaje obtenido en cada una de las actividades en España.
“Fue una muy buena experiencia, yo felicito a la CDT y al programa CONSentido, fue una misión muy completa, desde el punto de vista de tener entrevistas con la academia, con las asociaciones, con la industria, con los ayuntamientos, con las empresas de reciclaje y participar, finalmente, de un congreso internacional que nos permitió a los participantes mirar lo que se está haciendo en Europa, en Latinoamérica y en Chile. De modo que fue una misión muy interesante y muy completa”, comentó José Pedro Campos.
Desafíos
La gestión de residuos en obra y el caminar hacia una Economía Circular en el sector ha dejado una serie de desafíos para la industria. En esta materia, Andrés Mondaca, reciclador de base que ha sido parte de las actividades de CONSentido, indicó que con este programa “se ha generado una pequeña conciencia de los que es el reciclado. Están dejando el espacio adecuado para ir separando el cartón, el plástico, los metales, las botellas, etc. Y eso de a poco se ha ido generando y eso es bueno, positivo. Espero que con el tiempo, se haga más habitual y la obra cuando comience la obra tenga los espacios listos para acopiar los materiales y así poder trabajar de forma más agilizada”.
Por su parte, para Paola Yáñez el principal desafío está en “no perder el impulso y tratar de sumar a más actores a este cambio y a esta optimización de los procesos. Hay que mover el mercado de valorización de residuos y es una tarea pendiente. Hasta la fecha no se ha vinculado con estos actores que son claves para incorporar lo que hoy hemos definido como residuos, dentro de un sistema a que vuelvan a tener la vida de un material o como nueva materia prima”.
El programa
Programa CONSentido tiene como principal objetivo el articular un grupo de colaboración dispuesto a generar información, estandarizar procedimientos, capacitar e innovar, con el compromiso de aportar al sector y contribuir a la Hoja de Ruta de Economía Circular a nivel País.
Desde ahí, su compromiso es dar bajada de los temas estratégicos, al día de las empresas de construcción y proveedores de materiales, brindando conocimientos, instalando capacidades y herramientas aplicables. De este modo, busca cerrar círculos entre eslabones de la cadena, inicialmente, proyectistas, proveedores de materiales, y empresas constructoras, con el fin de avanzar en soluciones concretas enfocadas a la economía circular.
Fuente: CDT
José Pedro Campos tuvo la oportunidad de participar en reuniones, visitas en terreno y un seminario sobre residuos de la construcción.
Con el objetivo de sostener reuniones con profesionales españoles sobre temas relacionados con el Código Modelo Sísmico para América Latina y El Caribe (CMS AL&EC) y participar en la Misión Tecnológica organizada por el Centro de Desarrollo Tecnológico (CDT) en materias sobre economía circular y la gestión de residuos, es que José Pedro Campos viajó al país europeo durante la última semana de octubre.
En una primera instancia, el director ejecutivo del Instituto de la Construcción se reunió con Amadeo Benavent y José María Goicolea, presidentes del subcomité nacional del Eurocódigo 8 y del comité nacional CTN140 (versión española del Eurocódigo 8) respectivamente. El encuentro se realizó en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, y durante la conversación, Campos les pudo contar sobre el desarrollo y trabajo detrás del CMS AL&EC.
De acuerdo con José Pedro Campos, ambos profesionales se mostraron muy interesados en el trabajo que se ha venido desarrollando en la región y posteriormente han compartido valiosa información relacionada tanto con normativa europea como latinoamericana. Cabe destacar la importancia de este encuentro, pues según comenta, el Eurocódigo 8 es una referencia para el Código Modelo Sísmico.
También se conversó la posibilidad de realizar un convenio de colaboración entre la Comisión Permanente y la UNE – Asociación Española de Normalización, y que José María Goicolea asista a la 5° Jornada de Trabajo de la Comisión Permanente que se realizará en Colombia en abril del año 2020.
El director ejecutivo del IC definió esta instancia como muy provechosa pues pudo conocer cómo operan los Eurocódigos y la forma en que trabaja la comisión española que debe acoger al primero, además de la labor sus comités, entre otros, y al mismo tiempo dar a conocer en mayor profundidad el trabajo que se viene realizando desde el año 2017 en la región en relación al CSM AL&EC.
Sobre economía circular y gestión de residuos
Durante la segunda parte de su estadía en España, José Pedro Campos fue parte de la misión tecnológica que realizó la CDT, que tenía como foco la economía circular y gestión de residuos de la construcción.
Es así como, en el primer día de actividades, los participantes sostuvieron reuniones con la Asociación Española de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición, en el Torroja, para luego juntarse con representantes de la Asociación Española de Demolición, Descontaminación, Corte y Perforación, para terminar el día con una visita en terreno a una planta de prefabricados (fachadas, y tabiquería externa).
Al día siguiente, realizaron un viaje al ayuntamiento de Majadas, donde tuvieron la oportunidad de visitar una de las más modernas plantas de reciclaje y posteriormente, durante la tarde, sostuvieron una reunión en el ayuntamiento en la cual pudieron comprender cuál es el modelo con el que Europa y España manejan la gestión de residuos de la construcción y demolición.
Finalmente, durante el 30 y 31 de octubre, la misión fue parte del Congreso Internacional de Reciclaje y Residuos de Construcción y Demolición, donde se expusieron, mayoritariamente, experiencias europeas y otras latinoamericanas desde México, Colombia y Chile. Según comenta José Pedro Campos, esta actividad les permitió tener una visión bastante interesante respecto de la situación nacional en relación a este tema.
En el mundo el 30% de los residuos son de la construcción y en Chile la cifra se eleva al 40%, mientras que en Europa la legislación obliga a que el 70% de estos residuos sean tratados en plantas autorizadas y que el 20% de los materiales para obra nueva provengan del reciclaje de residuos. Esta realidad que contrasta con la nuestra, donde la única obligación es que estos se trasladen a un vertedero autorizado.
Fuente: Instituto de la Construcción
Rubén González, del MMA, señala que el Estado y el sector privado tienen una gran oportunidad de mejorar la eficiencia de la construcción incorporando economía circular.
La sustentabilidad ha ido abarcando diferentes sectores productivos de Chile. Es así como hoy es posible observar el desarrollo de diferentes iniciativas tendientes a conseguir un país más sostenible y productivo. Y en la industria de la construcción, también hay preocupación por la materia.
“El mundo de la construcción se ha dado cuenta de que la aplicación de sustentabilidad en construcción puede ser una forma de aumentar o mejorar la productividad y rentabilidad de esa industria”, señala Rubén González, encargado de RCD de la Oficina de Economía Circular en el Ministerio del Medio Ambiente.
Si bien a juicio de González, “la sustentabilidad es un concepto amplio, de variada discusión y sobre el que existen muchas definiciones, una manera de dar bajada práctica a ello es a través el concepto de economía circular”.
En el Convenio Interministerial de Construcción Sustentable en el que participa la cartera ambiental, se señala que la construcción sustentable es: “un modo de concebir el diseño arquitectónico y urbanístico, que se refiere a la incorporación del concepto de sustentabilidad en el proceso de planificación, diseño, construcción y operación de las edificaciones y su entorno, que busca optimizar los recursos naturales y los sistemas de edificación, de tal modo que minimicen el impacto sobre el medio ambiente y la salud de las personas”.
Desde la mirada del MMA, la sustentabilidad en la construcción “supone todo el ámbito de mejoras en la edificación e infraestructura que permita elevar los estándares ambientales de las obras, reduciendo su impacto y maximizando los beneficios ambientales y sociales de la actividad de construcción, para los ciudadanos y las ciudades, y que a la vez incorpora un enfoque de economía circular”, este último es “un enfoque y tendencia que promueve principios que permiten hacer más sustentable las actividades económicas, con el objetivo de reducir el consumo de recursos naturales, garantizar la perdurabilidad de su uso en los ciclos de la economía, garantizando su productividad como recursos; desde el diseño de los materiales, de los productos u obras, de los procesos productivos, mediante nuevos modelos de negocios, inclusive reconceptualizando los bienes como servicios”.
Gestión sustentable de materiales y residuos
Rubén González reconoce que entre los desafíos a enfrentar, “uno de los principales, es la gestión sustentable de los residuos de construcción y demolición (RCD) y su incorporación como recursos a los ciclos de la economía”.
González considera que en la actualidad se hace necesario “mejorar procedimientos en obra y coordinar a los agentes en el mercado, pero también mejorar los instrumentos normativos para que sea más simple la valorización de los residuos de construcción y para que se regule ámbitos que no están regulados”. A ello se suma otro desafío, que “es erradicar los pasivos ambientales que estos residuos dejan cuando son dispuestos en bienes nacionales administrados por municipios; mitigar sus impactos y eliminar, mediante fiscalización, las prácticas que conducen a esas situaciones”, un punto de partida sería “cuantificar el gasto público actualmente destinado a estas materias por los municipios, pero también por otros servicios públicos”.
Y agrega: “En la actualidad los RCD, cuando no son bien manejados generan impactos importantes al medio ambiente, alterando cauces de ríos, desviando quebradas, rellenando humedales, causando problemas sanitarios cuando forman vertederos ilegales o basurales, provocando riesgos aluvionales, inundaciones, afectando infraestructuras, generando afectaciones al patrimonio arqueológico, paisajístico, a la flora y fauna de los sectores afectados, entre muchas otros efectos. Teniendo eso en vista, es fundamental reducir la generación de RCD (prevención), fomentar su valorización y hacer una buena disposición final, si es que no hay opción de mantenerlos en el ciclo de la economía”.
Desafíos pendientes
Para el ejecutivo, “el impulso de estrategias de economía circular en construcción garantizaría un aporte importante a la sustentabilidad del rubro, de la mano con un aumento en su productividad y economía. El medio construido es, además, en un mundo urbanizado, la escuela civilizatoria de nuestras sociedades, por tanto la construcción de edificios e infraestructura es un espacio que tiene mucho que aportar a la construcción de un mundo sustentable”.
Desde las oportunidades, “otro desafío es abordar el enorme espacio que, el mundo de la construcción tiene, para la industria del reciclaje de materiales originados en otros sectores económicos”, analiza González. Entre ellos, menciona al plástico generado como residuo de envases y embalajes o juguetes, que puede ser utilizado para la fabricación de pinturas, ventanas, productos de terminaciones, distanciadores para procedimientos de obras, madera plástica para el desarrollo de herramientas, entre muchos otros usos. “El reciclaje de metales con origen en electrodomésticos, automóviles y maquinaria, ya se usa para fabricar barras o perfiles de acero para construcción; los neumáticos para aislación acústica, a la vibración, césped sintético, entre otros muchos ejemplos”, menciona.
A ello se suma que “la economía circular aplicada al sector de la construcción es una oportunidad tremenda para dar durabilidad al uso de los materiales, puesto que el ciclo de vida de edificios e infraestructuras es largo. Bajo el concepto de “obras como bancos de materiales” se tiene la oportunidad de utilizar a las ciudades y sus infraestructuras como reservas de materiales para el futuro”, sostiene el profesional.
Joaquín Cuevas de la constructora Viconsa se encuentra en España estudiando e investigando cómo desde Europa han dado solución a la problemática de los RCD, para adaptar en Chile las buenas prácticas europeas.
Buscar nuevas soluciones y aplicar un modelo de economía circular es clave para avanzar hacia el objetivo de ser un país con una industria de la construcción sustentable, que gestiona sus residuos. Lograr esto implica un cambio cultural dentro de las organizaciones y ya existen casos de éxito, como el de la constructora Viconsa, que ha capacitado a sus trabajadores para encaminarlos hacia una gestión sustentable de residuos.
En la actualidad, Joaquín Cuevas, jefe del Departamento de Manejo de Residuos y Medio Ambiente de Viconsa, se encuentra en España realizando una misión tecnológica extendida. “Junto a dos instituciones claves como el Instituto Eduardo Torroja y la Asociación de RCD española, estoy elaborando un diagnóstico de la situación española y europea en torno a los RCD, para posteriormente llegar a unas conclusiones que permitan generar una propuesta de modelo de negocio, para poder instalar la primera planta de RCD en Chile, con miras a que este modelo pueda ser replicado en todo el país a través de las municipalidades, dando así paso al desarrollo de un nuevo mercado o industria, la cual existe en Europa hace más de 30 años”, explica Cuevas.
Estos estudios fueron posible gracias a que Construye2025 patrocinó la postulación de Cuevas. “Desde que comenzamos como empresa a preocuparnos por nuestros residuos, la colaboración con el Construye2025 ha sido clave para el desarrollo de todo lo que estamos haciendo y creemos que nosotros para ellos también. Hemos trabajado en una colaboración mutua con un solo interés en común, el cual es dar solución a la problemática de los RCD. Y cuando hablo de colaboración mutua no es solo 1 a 1, sino que esta involucra una serie de otras empresas e instituciones que estamos en constante colaboración y en contacto para llevar a delante casi por amor al arte lo que creemos es lo correcto hacer, para mejorar la sustentabilidad del sector”, comenta el profesional.
En ese sentido, a su juicio, la labor del programa estratégico de Corfo ha sido clave, debido a su institucionalidad y “hasta que no exista en el país otra institución que se preocupe y empuje al sistema para que cambie en este aspecto el Construye2025 es el gran punto de encuentro para estos temas”.
Soluciones sustentables
Según cálculos propios de la constructora, en los últimos tres años de operación, por cada 3,85 m2 de losa construida, generan un promedio de 1 m3 de residuos, lo que se refleja en más de 20.000 m3 de residuos: desde sobras de hormigón, madera, plásticos, fierro y cartón, hasta cerámicos, lana mineral, residuos tóxicos, pintura y neumáticos, entre otros.
Frente a este escenario, Cuevas asegura que hay que avanzar y encontrar soluciones, mirando cómo lo están haciendo afuera: “como empresa constructora, creemos que la situación en Chile con respecto a los RCD que generamos es insostenible, por lo tanto abordamos este problema desde la responsabilidad de proponer soluciones efectivas y trascendentales en el corto plazo y es por esto que no hay tiempo que perder. Para lograr este desafío, hay que salir a observar cómo solucionan la problemática en otros países, desde el punto de vista legislativo, económico y social”.
El trabajo que está realizando en España el profesional de Viconsa consiste en visitar plantas de reciclaje, conversar con asociaciones y centros tecnológicos, interiorizarse en las investigaciones, recabar en la historia, conectar con fabricantes de maquinarias y “una serie de otras interacciones con las personas que viven de este rubro, para poder adaptar de la mejor manera las buenas prácticas e ir un paso más adelante en la fundación de las bases de un modelo chileno para el reciclaje de los RCD que es imperativo poder comenzar”.
Como parte de su experiencia durante su estadía en Europa, lo que más le ha llamado la atención a Cuevas es que “existe un mercado, una industria o un sector, completamente volcado a esta actividad del reciclaje de los RCD. Un sector que está madurando y está lejos de tener todo resuelto y funcionar a la perfección, pero un sector al fin y al cabo que vive el día a día, obteniendo ganancias, creciendo y participando de un mercado activo de transacción de materias primas ‘verdes’”.
Para él, esto significa un impulso para el ánimo y la moral, “saber que sí se pueden obtener rentabilidades con el reciclaje, que sí se puede mejorar y sí es sostenible en el tiempo. Por lo que es solo cuestión de tiempo para que esto ocurra en Chile, ya que solo hay que saber cuáles son las teclas que se deben tocar para que en Chile comience a sonar la melodía de la sustentabilidad en la construcción”.
Además, señala que todo se puede adaptar en Chile, ya que “el concepto de la economía circular es el mismo en todas partes. Así como la naturaleza también lo es, y esta se va adaptando y variando sus formas de acuerdo al clima. Los proyectos e ideas en Chile, deben adaptarse a la legislación actual y esta, a su vez, debe cultivar, proteger e incentivar las nuevas ideas, que ya están en el país. Por lo que este es el gran desafío: lograr que nuestros políticos creen ese clima óptimo de desarrollo para las nuevas ideas y proyectos circulares”.
Premio Congreso Internacional RCD
El Congreso Internacional de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición RCD, a través de su Comité Organizador, convocó a las empresas a presentar sus proyectos de gestión de residuos en obra, con el fin de promover la sana competencia y destacar las mejores iniciativas.
El caso presentado por Viconsa obtuvo el tercer lugar. “Nuestra empresa obtuvo la mención bronce, postulando el proyecto que realizamos en Gómez Carreño, Pacific Blue, con el programa OBRA LIMPIA, donde básicamente se demostró que la gestión de los residuos produjo un ahorro significativo para la obra, utilizando una metodología desarrollada por la obra, con estadísticas, gráficos y mediciones que fueron presentadas en un informe”, explica.
También postularon proyectos de toda España y países latinoamericanos como Colombia, México, Brasil, entre otros.
Próximos desafíos
A juicio de Cuevas, el desafío para implementar lo aprendido pasa por crear un mercado para las materias primas recicladas, un mercado, educado e informado, consciente de que la colaboración entre empresas, instituciones y universidades es fundamental a la hora de desarrollar una actividad que trae enormes beneficios medioambientales, económicos y sociales. Por lo tanto, “creo que aquí debiéramos enfocar nuestros esfuerzos, ayudar al desarrollo de nuevos negocios, para construir una industria colaborativa en beneficio de todos, con una sana competencia y buenas intenciones, sin dejar de ganar dinero”, opina.
Además, cuenta que al ver obras en España se dió cuenta de que, en ciertos aspectos, Viconsa va por el camino correcto: “estamos haciendo mejor las cosas y con un poco más de disciplina, rigurosidad y educación, podemos lograr resultados realmente buenos”.
En ese sentido, Cuevas declara estar “convencido que el desarrollo de esta actividad, se debe fundar sobre un modelo de negocio ejemplar, que propicie la sana competencia, la colaboración y la sostenibilidad de una industria que está al debe en los temas sociales y medio ambientales”.
Con el apoyo de Construye2025, el MOP realizó un taller de Economía Circular, con el fin de priorizar lineamientos y acciones para implementar la Hoja de Ruta RCD y anunció la formación de una mesa de trabajo para abordar la temática.
El Ministerio de Obras Públicas anunció oficialmente que la cartera conformará una Mesa de Economía Circular, con la que esperan seguir avanzando en los lineamientos del MOP en esta materia.
El anuncio fue realizado por Mauricio Lavín, secretario ejecutivo de Medio Ambiente y Territorio del MOP (Semat), en el contexto de un taller realizado en conjunto con Construye2025, programa impulsado por Corfo, en el que se identificaron cuáles eran los lineamientos del MOP en economía circular y en gestión de residuos de construcción y demolición (RCD). De hecho, Lavín especificó que bajo el foco de la Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los recursos y residuos, RCD, para una Economía Circular en Construcción, “hoy queremos realizar una priorización de los lineamientos y empezar a trabajar en los temas que queremos desarrollar el 2020 y a mediano plazo. La invitación es a que podamos construir entre todos esta agenda”.
Por lo pronto, la cartera ya presenta algunos proyectos de economía circular que muestran un positivo impacto en su implementación, como los tres casos de éxito mostrados por Walter Kaempfe Rossi, jefe del Departamento de Proyectos de la División de Infraestructura Aeroportuaria de la Dirección de Aeropuertos, relacionados con la reutilización de pavimentos: dos de Iquique y uno de Arica.
Kaempfe explicó que en ambas localidades se obtuvieron resultados sobre los esperados y se redujeron los tiempos y costos. Con esa experiencia, para el 2020 tienen el proyecto de aplicación de base reciclada a gran escala en el aeródromo Tobalaba, donde se evitará que el 85% de los residuos se vayan a un vertedero.
Asimismo, Mireya Parrini del Departamento Regional de Conservación y Administración Directa de la Dirección de Vialidad de la Región de Valparaíso, presentó el proyecto “Innovación de Gestión de Desechos Viales”, en el cual se utilizaron materiales en desuso para mejorar la conectividad de las personas, mejorando su calidad de vida, reduciendo tiempos de viaje de los habitantes y disminuyendo los accidentes de los caminos que fueron mejorados gracias a este proyecto.
“La Dirección de Vialidad, con su programa de caminos básicos, tiene como tarea dar conectividad y entregar soluciones con bajo presupuesto, por eso se nos ocurrió reutilizar los materiales que iban quedando en los recintos de vialidad y creamos soluciones de contención y ensanchamiento de calzada. Con eso, además de impactar positivamente en la sociedad, mejoramos la imagen de la gestión pública y dignificamos la labor del trabajador de vialidad local”, explicó Parrini.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, explicó a los asistentes la importancia del trabajo colaborativo que se está realizando para asumir los desafíos que hoy existen frente a la sustentabilidad y la economía circular, sobre todo porque “es necesario avanzar no solo desde el punto de vista ambiental, sino también en las oportunidades de una mayor eficiencia en el uso de los recursos, nuevos empleos y mejoras en la competitividad de las empresas, impactando positivamente en los ámbitos ambiental, social y económico”.
Además, manifestó que “esperamos poder lanzar la hoja de ruta el primer semestre del 2020 y alcanzar acuerdos con los distintos actores para su implementación”. Para ello, “es muy importante esta instancia con MOP, porque es lo que necesitamos, poder hacernos cargo de implementar las soluciones a los problemas planteados. Por tanto la formación de esta mesa de Economía Circular,es un hito para la implementación de la Hoja de Ruta RCD”, añadió.
Taller de priorización
Las principales conclusiones del “Taller de priorización de líneas de trabajo MOP y los desafíos al 2020” hablan del uso eficiente de los recursos, reducir el uso de áridos naturales y el control sobre su extracción, reutilizar materiales en desuso, incorporar el reciclaje en pavimentos y ser responsables de los desechos que producen desde la cartera. También se mencionó la importancia de trabajar en la descentralización e incluir a las regiones dentro de los procesos consultivos, para que manejen la misma información.
Todos los asistentes coincidieron en la importancia de la buena comunicación transversal a los diferentes departamentos, para que sea de fácil acceso y articulación. Y, por último, que las autoridades estén involucradas en los temas de economía circular y gestión de los RCDs para estar alineados en las iniciativas y avanzar en conjunto como ministerio.
Al finalizar, Mauricio Lavín señaló que “con la conformación de esta mesa de trabajo, seguiremos trabajando en los lineamientos del MOP en esta materia”, y en enero 2020 se realizará la primera reunión, utilizando los resultados sistematizados y analizados de este taller y con la idea de incluir a regiones, para promover sus iniciativas.
La Mesa de Economía Circular del MOP estará estará compuesta por los siguientes integrantes:
Dirección de Aeropuerto: Carolina Ortega.
Dirección de Arquitectura: Oriana Solís.
Dirección General de Concesiones: Andrés Vergara.
Dirección de Obras Hidráulicas: Juan Reveco.
Dirección de Obras Portuarias: Cristian Contzen.
Dirección de Vialidad: Daniela Latrach.
Dirección de Obras Públicas: Evelyn Galdames.
Con los nuevos desafíos país, vinculados a un desarrollo más sustentable y equitativo, se propiciará que el sector de la construcción pase de un sistema de producción lineal a un modelo de economía circular, tanto en diseño, edificación de infraestructura, donde se integre la gestión sustentable de los residuos durante el proceso de construcción.
El Seremi del Medio Ambiente de la Región del Maule, Pablo Sepúlveda junto a su par de Vivienda y Urbanismo, Gonzalo Montero, encabezaron la jornada regional de “Construcción Sustentable”, evento en el que se trató en profundidad la temática de Gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCD).
En el taller participaron representantes del sector público, privado y municipal, con el fin de dialogar sobre la problemática de residuos de construcción sus causas y efectos, ya que la alta generación de RCD, -en su mayoría-, son dispuestos en áreas no adecuadas, ni autorizadas, provocando impactos ambientales, sociales y económicos importantes, como la formación de vertederos ilegales, dañando ciudades, ecosistemas naturales, paisajes, patrimonio, salud y la calidad de vida de las habitantes de la región del Maule.
Los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), provienen principalmente del desarrollo de proyectos nuevos, de la rehabilitación, reparación y reacondicionamiento de obras existentes; y de los procesos de preparación de terrenos y de la demolición de obras. Muchos de los RCD, pueden ser manejados correctamente y recuperados. Lo que brinda una oportunidad de negocio para aprovechar estos recursos, fomentar una economía circular y reducir el impacto ambiental provocado por estos residuos.
En la ocasión el representante del Ministerio del Medio Ambiente, señaló ante los presentes que “la construcción de ciudades más sustentables, eficientes, equitativas y más justas es una temática relevante para nuestro gobierno y para toda la sociedad, por lo tanto esta jornada de construcción sustentable nos tiene que permitir enfocar nuestros esfuerzos por desarrollar una estrategia hacia el futuro con equidad social, que englobe a la sociedad civil, las empresas privadas y el gobierno”, indicó Pablo Sepúlveda.
En tanto, el Seremi de Vivienda y Urbanismo, Gonzalo Montero, enfatizó que “debemos generar cambios, desde el mundo privado y también como funcionarios públicos por el cuidado del medio ambiente y tenemos que conversar sobre la construcción sustentable y el manejo de los residuos, sumar tecnologías y cumplir con los estándares”, expresó la autoridad regional.
En la jornada se resaltó la necesidad de promover una normativa sobre disposición de residuos que fomente el uso de materiales y residuos posibles de reutilizar; para generar que la industria sea más productiva, aumente en un 20% las edificaciones sustentables y disminuya en un 30% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) al 2030 ocasionadas por la industria a la construcción.
En este sentido, se trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.
Para finalizar, en la instancia se invitó a participar en el proceso de consulta pública de la “Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los recursos y residuos, RCD, para una Economía Circular en Construcción”, el que estará abierto hasta el 21 de noviembre de 2019, y donde los interesados podrán entregar su opinión y/o sugerencias en el siguiente link: http://construye2025.cl/rcd/hoja-de-ruta/
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente
Por Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad Construye2025
Actualmente, se encuentra en consulta pública abierta a la ciudadanía la Hoja de Ruta RCD (Residuos de la Construcción y Demolición), después de un año y medio de trabajo y un proceso participativo en el que interactuaron más de 280 personas, llevado a cabo en cuatro ciudades con distintos contextos geográficos. La Hoja de Ruta RCD, para una Economía Circular en Construcción se desarrolló tras el esfuerzo y la motivación de representantes del sector público que, en conjunto con la academia y el sector privado, soñaron con “un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, impactando positivamente en los ámbitos social, ambiental y económico”.
La construcción de una hoja de ruta para la gestión sustentable de los recursos y residuos (RCD) surge de la necesidad de abordar desde el Estado la reducción de extracción de materias primas y generación de residuos de la construcción y demolición (RCD), a partir del uso eficiente de los recursos, y el manejo jerarquizado y ambientalmente racional de los residuos, fomentando la economía circular y la disminución de emisiones del sector construcción.
“Al 2023 se proyecta que la generación de RCD alcanzará a más de 7 millones de metros cúbicos, correspondiente al volumen de 15,5 estadios nacionales”
En Chile, los RCD representan cerca del 34% de los residuos sólidos (Conama 2010). Al año 2023, se proyecta que su generación alcanzará las 7.455.602 de toneladas anuales, solo considerando vivienda (Minvu 2019), lo que equivale a más de 7 millones de metros cúbicos, correspondiente a un volumen de 15,5 estadios nacionales. Este volumen no considera los RCD generados por la construcción de edificios públicos, infraestructura, demoliciones, ni tampoco los escombros originados tras desastres naturales. Esta situación es crítica considerando que actualmente nueve regiones de Chile no cuentan con lugares autorizados de disposición final para residuos sólidos asimilables (Minvu 2019), por tanto, no hay cobertura nacional para su adecuada disposición, tampoco inversiones proyectadas de resolver el problema ni una institucionalidad a cargo a nivel nacional para la gestión de los RCD.
La principal problemática es que los residuos de la construcción y demolición (RCD), históricamente, se insertan en un proceso de producción lineal. Su generación, gestión e inadecuada disposición, son un gasto y pérdida de recursos, tanto para el sector público como para el privado y, además, ha tenido impactos negativos en la salud de las personas, el espacio urbano y natural, deteriorando tanto el entorno social como el ambiental.
El sector de la construcción en Chile tiene una participación por sobre el 7,1% del Producto Interno Bruto (PIB) y una participación del 8,5% de los empleos a nivel nacional (CChC, 2017) con 30 mil empresas relacionadas, en las que trabajan más de 700 mil personas. De ellas, un 98% corresponde a pymes, que crean el 81% de los puestos de trabajo en el sector y aportan el 34% de la facturación (Construye2025, 2015). Esta contribución económica se basa en una economía lineal, en la que se extrae, fabrica y construye, luego se desecha y demuele. Según un informe del Panel Internacional de Recursos (IRP 2016), auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA), el incremento del consumo sumado al crecimiento de la clase media, ha triplicado la cantidad de materias primas extraídas de la Tierra en las últimas cuatro décadas.
“La principal problemática es que los residuos de la construcción y demolición (RCD), históricamente, se insertan en un proceso de producción lineal. Su generación, gestión e inadecuada disposición, son un gasto y pérdida de recursos”
Pero el problema también tiene una fuerte componente social: las comunas donde se genera la mayor cantidad de residuos no tienen sistemas de control -permisos de edificación y recepción final- para la trazabilidad de los residuos, como la legislación europea (Real Decreto 108/2011), al igual que muchos propietarios y ejecutores de las obras no consideran los impactos que causa la construcción y demolición asociadas a sus proyectos ni dónde se dispondrán sus residuos. Esta situación hace evidente la inequidad a nivel territorial, los residuos, RCD, van a parar muchas veces a espacios públicos y riberas de ríos de otras comunas y la municipalidad receptora -generalmente las más vulnerables- se tiene que hacer cargo. Un ejemplo es Puente Alto, que gasta 2,5 veces en limpiar los escombros por sobre la inversión que realiza anualmente en áreas verdes. Además, cuenta con solo 1,5 m2 de áreas verdes por habitante, siendo que la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 9 m2 de áreas verdes por habitante.
Si bien las demandas sociales que han surgido en estos últimos días en el país han visibilizado la inequidad desde el punto de vista económico y social, la invitación es a reflexionar sobre la oportunidad que se abre para repensar y actuar de manera “responsable y sustentable” sobre el uso eficiente de los recursos, y entender que la equidad debe ser social, económica y también ambiental.
La economía circular podría contribuir al crecimiento sustentable, así lo declaran estudios internacionales que han demostrado que es posible aumentar la productividad de los recursos en un 3% anual, incrementar los empleos hasta en un 3%, reducir las emisiones de carbono hasta en un 70% y aumentar el PIB hasta 7% (Ellen MacArthur Foundation 2015), considerando a la construcción como uno de los sectores que tendría un impacto positivo en implementar acciones.
Fuente: Reporte Sostenible
Se estima que hoy, el 35% de todos los desechos sólidos del país provienen del sector. Ya que su adecuada disposición es un problema creciente, distintas iniciativas surgidas en el sector público y también en las mismas empresas, buscan generar soluciones.
En el último año la actividad de la construcción aumentó en un 2.6% en Chile, según datos de Cámara Chilena de la Construcción (CChC). A esto se suman las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas donde la superficie total autorizada para edificación alcanzó 1.713.000 m2, aumentando 29,1% en 2018.
Este sector productivo ha demostrado en el tiempo ir en alza, lo que permite dinamizar la economía. No obstante, crea un problema ambiental también creciente: la generación de residuos y su disposición final.
De hecho, el 35% de los residuos sólidos proviene de la construcción y la demolición y, según el Minvu, se proyecta que a 2025 estos alcancen los 7,4 millones de toneladas al año, suficiente para llenar más de 15 veces el Estadio Nacional.
“Actualmente los Residuos de la Construcción y Demolición, llamados RCD son un gran problema en el mundo, y en Chile generamos mucho más. Por ejemplo, en un país desarrollado la construcción de un edificio habitacional genera 0,14 metros cúbicos (m3) de residuos por cada metro cuadrado (1m2) construido. En cambio, en nuestro país, para ese mismo edificio generamos 0,26 m3 por m2, casi el doble”, explica Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
A opinión de este experto, “somos muy ineficientes en esta materia, lo que tiene impactos ambientales, sociales y económicos”, afirma.
Entre ellos, dice, los residuos del sector de la construcción afectan la flora y fauna del lugar donde se depositan, alteran los drenajes naturales, generan contaminación del suelo y de las aguas, tanto superficiales como subterráneas. Además, se contamina el aire por su disposición y transporte.
“Somos muy ineficientes en esta materia, lo que tiene impactos ambientales, sociales y económicos”.
“A esto se suma que hay comunas que no tienen sitios de disposición final legales o ilegales, que afectan la calidad de vida de las personas. Recuperar esos sectores es inviable, por lo que tiene una afectación social muy importante”, sostiene.
Hacia una solución
Un ejemplo es la comuna de Puente Alto, que gasta 2,5 veces de la inversión que realiza en áreas verdes, en limpiar los escombros que dejan los depositarios finales de este tipo de desechos. Esta inversión es significativa, ya que esta comuna del sur de Santiago cuenta sólo con 1,5 m2 de áreas verdes por habitantes, en contraste con la recomendación de 9 m2 de áreas verdes por habitantes, que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para enfrentar este problema, el programa “Construye2025”, impulsado por Corfo, elaboró una Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los Recursos y Residuos de la Construcción y Demolición, que se lleva a cabo en conjunto con los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas.
La iniciativa busca generar una industria más productiva disminuyendo en un 20% los costos de producción; aumentar en un 20% las edificaciones sustentables y disminuir en un 30% las emisiones de CO2 al 2030.
“La economía lineal se basa en extraer, fabricar y construir, luego se desechar y demoler. Sin embargo, los nuevos desafíos globales vinculados a la disponibilidad de materias primas, agua y energía, movilizan a las empresas hacia un cambio de paradigma, en el que la economía circular es una clara oportunidad de creación de valor”, explica Alejandra Tapia, coordinadora técnica del Programa “Construye2025”.
Corfo elaboró una Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los Recursos y Residuos de la Construcción y Demolición para aumentar en un 20% las edificaciones sustentables.
El objetivo es lograr “un país que gestiona sus recursos en forma eficiente”, por lo cual trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.
Para el académico de la UC, Felipe Ossio, el enfoque debería comenzar con “la prevención de su generación”. Y agrega: “si se generan, hay que minimizarlos o reutilizarlos y luego recién después de eso viene el reciclaje. Finalmente, se puede dar la valorización energética y eliminación final. Las obras de construcción en Chile en general no reciclan, lo que haces es segregar para que otras industrias reciclen”.
Algunas iniciativas
Para hacer frente a este problema hay varias empresas que ya están mejorando sus prácticas hacia otras más sustentables. Es el caso de Recylink (www.recylink.com), una plataforma que permite reciclar y gestionar los residuos de la construcción y edificación de forma responsable, disminuyendo su impacto ambiental y contando con la trazabilidad de esa reducción.
TRABAJADOR DE RECYLINK SEPARA LOS DISTINTOS RESIDUOS GENERADOS POR EL RUBRO.
FOTO: RECYLINK.
La empresa fue creada por Nicolás Behar y Rodrigo Galleguillos y es ganadora de los Premios Latinoamérica Verde.
Funciona con tres aspectos generales: primero como un marketplace tanto de transportistas y sus camiones, como de plantas de disposiciones finales de residuos, donde los usuarios pueden elegir los lugares de disposición final y con quien transportarlos. Segundo, es una herramienta de comunicación y coordinación con empresas de transporte para solicitar recolecciones de residuos on-demand. Y tercero, es una herramienta de trazabilidad que gestiona la información de las operaciones realizadas, junto a los documentos asociados que acreditan que la gestión fue realizara correctamente.
Uno de los casos más emblemáticos es el de la constructora Viconsa que dio origen al programa Obra Limpia. “Comenzamos a hacernos cargo de tres residuos fundamentales: el fierro, la madera y el cartón. Se tomó la decisión que todas nuestras obras en la Región de Valparaíso tuvieran puntos limpios y hacemos charlas todos los lunes con el equipo de trabajo”, cuenta el jefe de Departamento de Manejo de Residuos y Medio Ambiente de Viconsa, Joaquín Cuevas.
Así, el ejecutivo explica que, para hacer más eficiente este proceso, se comenzaron a generar estadísticas, medir los costos asociados para demostrar que no son residuos y que pueden servir para otros procesos productivos.
“Por ejemplo –dice- con la madera se hacen ladrillos que sirven como combustible. El cartón se lo entregamos a un reciclador base y lo lleva a un gestor autorizado. La cerámica la regalamos a fundaciones que hacen mosaicos, etc. La clave es separarlo en obra para disponerlo de una buena manera. Es importante que el mercado nos ayude a recibir estos residuos”, sostiene.
Estas medidas han traído beneficios económicos, sociales y ambientales para su empresa. Actualmente trabajan en un proyecto piloto en España, donde ya hace 30 años hay plantas que reciclan estos residuos de construcción y demolición, convirtiéndolos en nuevas materias primas para las obras. El objetivo es probar la tecnología y luego instalarla en Chile.
“Con la madera se hacen ladrillos para combustible, el cartón se lo entregamos a un reciclador, la cerámica la regalamos a fundaciones que hacen mosaicos, etc. La clave es separarlo en obra”.
Otro caso es el de la empresa constructora Axis S.A. que decidió levantar un proyecto para solucionar el problema de los residuos que generan. “Hicimos Innovación Abierta por el cual invitamos a otros actores de la comunidad para participar en buscar soluciones: entidades públicas, municipalidades, universidades, constructoras y empresas donde desarrollamos talleres para encontrar soluciones nuevas. Algunas partiendo de cero, como procesar el poliestireno y transformarlo en pintura, el aprovechamiento de residuos de hormigón para producir otros elementos prefabricados, la reutilización y el reciclaje”, afirma su gerente general, Enrique Loeser.
En la empresa ya están aplicando las 3R (reducir, reutilizar y reciclar) y trabajando hacia una economía circular.
“Para la disposición de los residuos estamos usando contenedores especiales separados por materialidad en las obras para posteriormente asignarles distintos destinos. Los beneficios son múltiples, partiendo por comprar sólo la cantidad necesaria de materiales, lo que también ayuda a disminuir costos”, explica Loeser.
Fuente: La Tercera
Se requiere que el Estado, a través de sus instituciones y en forma coordinada, tome las medidas y acciones necesarias para impulsar una economía circular en construcción.
Comprometidos con ser un país que gestiona sus recursos en forma eficiente y sustentable en el marco del ciclo de vida de los proyectos de edificación e infraestructura, el Comité Consultivo Público, mesa de trabajo conformada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, además de Corfo y Construye2025, y a cargo del desarrollo de la hoja de ruta “Gestión Sustentable de los recursos y residuos de construcción y demolición (RCD) para una Economía Circular en Construcción”, se reunió en un desayuno ampliado al que también fueron invitadas las carteras de Salud, Educación y Bienes Nacionales. En la ocasión, los asistentes validaron la importancia de trabajar en conjunto hacia una economía circular y coincidieron con los avances obtenidos a la fecha sobre el trabajo de elaboración de la hoja de ruta.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, explicó a los asistentes la importancia del trabajo colaborativo que se está realizando para asumir los desafíos que hoy existen frente a la sustentabilidad, la economía circular y la COP25, sobre todo porque “tenemos muchas oportunidades en la economía circular y es necesario avanzar no solo desde el punto de vista verde, sino también de las oportunidades de crecimiento económico, nuevos empleos y mejoras en la competitividad de las empresas”.
Para ello, es necesario aunar esfuerzos, a juicio de Tapia: “nos dimos cuenta que no podemos recorrer este camino solos, por eso es relevante que contemos con representantes de diferentes áreas del sector público y privado”.
En la oportunidad, se destacó, además, la necesidad e importancia que desde el ámbito público las distintas entidades tengan un rol en la gestión de los residuos de construcción y demolición a nivel nacional, ya que “no nos hemos hecho cargo y como país ya estamos maduros y preparados a nivel nacional e internacional para liderar esta conversación. Tenemos que aprovechar el impulso de la COP25 para dejar temas instalados de acá a noviembre y no perder esta gran oportunidad”, señaló Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu.
Navarrete también dio cuenta que los residuos y vertederos clandestinos son del área de la construcción, no domiciliarios, información obtenida a través de un estudio hecho por la cartera, por lo que existe una deuda importante de la cual “nos tenemos que hacer cargo”.
Para esto, anunció que están trabajando en mesas del Convenio Interministerial de Construcción Sustentable a nivel nacional, en la que se tratan estos temas. “Es necesario aunar, convocar y sacar una norma o ley de valorización de residuos; hemos hecho estudios, pero este no es un tema del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, es un tema país, todos tenemos que aportar y estas instancias son muy importantes”, explicó Navarrete.
Dar paso a la circularidad
Una opinión similar tiene Guillermo González, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente (MMA), para quien ve hoy en la economía circular una solución para los residuos.
En términos de cifras en Chile, a nivel domiciliario, el 80% de los residuos están yendo a un relleno sanitario, es decir, cumpliendo la ley, “pero queda un 20% por seguir avanzando”, sentenció González.
Y si bien el grueso del trabajo ya se hizo, es momento de avanzar más allá. “Y cuando uno piensa en avanzar más allá y se pone los ‘lentes de la economía circular’ nos damos cuenta que el 96% de los residuos domiciliarios en Chile está yendo a eliminación y desde ese punto de vista, cuando nos comparamos con los países OCDE estamos al final de la lista, peleando el último puesto con Turquía. Tenemos un desafío tremendo por delante y también una oportunidad enorme en términos de mejoras medioambientales, económico y social”, manifestó.
El Ministerio de Medio Ambiente, a través de su oficina de Economía Circular, está trabajando actualmente en una “Hoja de Ruta de Economía circular para Chile”, conformando un consejo público privado de alto nivel para desarrollarla de aquí al próximo año. Además, se está trabajando en la implementación de la Ley REP y en el desarrollo de una estrategia de residuos orgánicos y el próximo año desarrollarán una estrategia de residuos de construcción. “Es en este ámbito donde tenemos una deuda importante a nivel país, hay regiones que no cuentan con sitios de disposición para residuos de la construcción y tenemos que resolverlo, nos tenemos que hacer cargo”, enfatizó la autoridad del MMA.
“Estamos en el momento para cambiar la forma de mirar las cosas, somos de una generación que desde chicos estábamos preocupados de los residuos y hoy estamos en una posición de hacer cosas para influir y que cambie el sistema”, sostuvo Mariana Concha, directora de Obras Generales del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
A juicio de Concha, en la actualidad el MOP se ve enfrentado a una serie de problemas relacionados con los insumos y se habla poco del impacto que ha tenido el cambio climático en la disminución de las precipitaciones, el efecto en los caudales medios de los ríos y la producción de áridos, “que han disminuido de forma sostenida en los ríos; por una parte hay una sobre explotación y existe una disminución de corte”.
Esto “nos genera una serie de desafíos. Por un lado, la reutilización de material de construcción y una regulación del origen y la forma de gestionar los yacimientos de áridos. Nos falta ponernos los anteojos de la economía circular. Deberíamos seguir el ejemplo de Portugal que generan 0 residuos, todo lo reutilizan o transforman en energía”, expuso Concha.
En la cartera tienen identificada la necesidad de avanzar en temas de residuos y crear un plan de gestión desde 2016. “Sabemos que tenemos en nuestras manos el poder de hacer cambios. Mirar hacia afuera, cómo incorporan los reciclajes de áridos y hormigón a las mismas obras”, explicó Evelyn Galdames,de la secretaría de Medio Ambiente y Territorio, Semat del MOP.
Oportunidades económicas
Para María Victoria Paz, directora de Estrategia y Sustentabilidad de Corfo, la mejor forma de avanzar en este tema es a través del trabajo interministerial que se está realizando. “Desde Corfo estamos muy interesados e insertos en economía circular, principalmente porque creemos que la productividad y competitividad de nuestras empresas y de nuestros sectores es imposible de aumentar sin transformación digital y sin sustentabilidad, dentro de lo cual la economía circular es fundamental”, dijo.
Tan fundamental es para Corfo que Paz habla de oportunidades económicas perdidas si no se avanza en esa línea, ya que con economía circular se abren millones de oportunidades de negocios para emprendedores y empresas, permitiendo modelos de negocio que antes eran impensados. En ese sentido, “para facilitar el camino, necesitamos que la normativa lo acompañe y que haya una atracción desde la demanda y por eso fomentamos estas iniciativas, estamos felices de que se avance y se construya esta hoja de ruta es una puerta gigante de negocios y una posibilidad de mejorar la vida de millones de personas”, explicó la ejecutiva.
Sumar nuevos esfuerzos
En la jornada, se planteó una invitación a trabajar juntos a los asistentes de los ministerios de Salud, Educación y Bienes Nacionales, para sumarse a la labor que lleva a cabo el Comité Consultivo Público, con la necesidad de repensar no solo la forma en que se concibe, diseña y construye la edificación e infraestructura, sino también de revisar las regulaciones y normativas para que existan certezas y reglas claras que permitan el desarrollo de nuevos mercados y modelos de negocios, por ejemplo, la valorización de residuos para ser utilizados como materiales de construcción, como es el caso de los áridos reciclados.
“Se requiere que el Estado, a través de sus instituciones, en forma coordinada, tome las medidas y acciones necesarias para la materialización de la economía circular en construcción, con el fin de impulsar el crecimiento económico de nuestro país de forma sostenible, minimizando la extracción de recursos y emisiones, optimizando materiales y procesos, gestionando bajo los principios de la economía circular”, afirmó Alejandra Tapia.
Al finalizar el desayuno, se realizó una actividad en la cual los asistentes intercambiaron sus ideas sobre cómo avanzar en una estrategia de economía circular en construcción desde el rol de cada uno de las instituciones. Las principales conclusiones hablan de la necesidad de fomentar la economía circular en proyectos y obras de edificación e infraestructura pública y privada, partiendo por las compras públicas sustentables. También contar con un marco regulatorio que entregue nuevos estándares y reglas del juego claras, que permitan el desarrollo de productos y servicios circulares, eliminando barreras en la regulación y normativa, para habilitar el desarrollo de nuevos mercados y modelos de negocio. Y, por último, fortalecer a las institucionalidades para fomentar e implementar la economía circular en construcción de obras nuevas y reacondicionamiento.
Los asistentes fueron:
Seminario RCD
Las brechas que hoy existen en Chile respecto a cómo se gestionan los recursos y residuos son enormes. Los desafíos a nivel nacional que implica hacerse cargo de estas oportunidades serán presentados en el Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción”, en el que se realizará el lanzamiento de la consulta pública de la hoja de ruta “Gestión Sustentable de los recursos y residuos de la construcción y demolición (RCD) para una Economía Circular en Construcción”, liderada por el comité consultivo público conformado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
El Seminario se llevará a cabo el 1° de octubre de 2019 de 8:30 a 13:00 hrs., en el Centro Cultural Palacio La Moneda ubicado en piso inferior de la Plaza de la Ciudadanía. Esta actividad está dirigida a estudiantes, profesionales y empresarios del sector construcción, que deseen interiorizarse sobre el alcance de la economía circular en este sector y sus proyectos.
Los interesados pueden inscribirse en el link: https://forms.gle/vvgA1zo1U7NB5LA47
A través de un seminario organizado por Construye2025, Minvu, MMA, MOP y Corfo, que se hará el 1 de octubre en el Centro Cultural Palacio La Moneda.
Las brechas que hoy existen en Chile respecto a cómo se gestionan los recursos y residuos son enormes. En 9 regiones del país no existen vertederos autorizados para disponer los residuos de la construcción y demolición, y la extracción de áridos será cada vez más restringida. Los efectos de la economía lineal obligan a repensar no sólo cómo se diseña y construye la edificación e infraestructura pública, sino que también las políticas, reglamentos, normativas y otras iniciativas impulsadas por el Estado.
Hacerse cargo de estas oportunidades implica diversos desafíos a nivel nacional, los que serán presentados en el Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción”, en el que se realizará el lanzamiento de la consulta pública de la hoja de ruta “Gestión Sustentable de los recursos y residuos de la construcción y demolición (RCD) para una Economía Circular en Construcción”, liderada por el comité consultivo público conformado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
En esta ocasión y luego de más de un año de trabajo del comité consultivo, se lanzará el documento de hoja de ruta a una consulta pública. En el proceso de construcción han participado más de 500 profesionales y autoridades de todo Chile, en una actividad que tiene por objetivo dar a conocer las iniciativas y proyectos públicos y privados que fomenten la economía circular en construcción, así como los desafíos y oportunidades que hay en el poder de compra del Estado, en incentivos, y en la eliminación de barreras en la regulación y normativa actual, que impiden el desarrollo de nuevos mercados.
Actualmente, “los desafíos que se enfrentan a nivel nacional apuntan a eliminar barreras en la regulación y normativas que impidan el reciclaje de residuos y la producción de materias primas secundarias para productos de la construcción, generar herramientas que incluyan criterios de economía circular en la evaluación de inversión pública e implementar políticas públicas, iniciativas y acciones a través de las compras públicas y licitaciones de proyectos de infraestructura y edificación, que traccionen el desarrollo de la economía circular en construcción”, comenta Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, programa impulsado por Corfo.
Asimismo, “el seminario busca ser un punto de encuentro entre diversos actores del sector construcción, entidades públicas y académicas, tomadores de decisión y empresas vinculadas a la arquitectura, construcción, proveedores de productos y servicios, empresas de valorización y disposición, entre otros”, añade Alejandra Tapia.
El Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción” se realizará el 1° de octubre de 2019 de 8:30 a 13:00 hrs., en el Centro Cultural Palacio La Moneda ubicado en piso inferior de la Plaza de la Ciudadanía. Esta actividad está dirigida a estudiantes, profesionales y empresarios del sector construcción, que deseen interiorizarse sobre el alcance de la economía circular en este sector y sus proyectos.
Los interesados pueden inscribirse en el siguiente link: https://forms.gle/vvgA1zo1U7NB5LA47
Con la finalidad de capacitar a profesionales y técnicos de toda la Región Metropolitana, en especial a funcionarios de las 52 municipalidades que la conforman, se realizó, la Primera Jornada de Difusión de la Comisión Regional de Construcción Sustentable, correspondiente al 2019. La instancia reunió a más de un centenar de asistentes, todos ligados, directamente, con proyectos y políticas relacionadas con esta materia, y que buscan desarrollar y potenciar una construcción más consciente y responsable de sus recursos con el medioambiente.
En la jornada inicial, el Jefe Planes y Programas de la Seremi de Vivienda y Urbanismo de la Región Metropolitana, Mauricio Gallardo, señaló “que la iniciativa de construcción sustentable permite entregar ciertas líneas en la definición de un marco conceptual que regule y oriente las construcciones que estamos haciendo en la región. Son muchas las entidades y servicios que ya están tomando pasos definitivos y serios para trabajar de esta manera y creemos en la voluntad y capacidad de poder transferir, explicar y compartir aquellas experiencias en materia de sustentabilidad en beneficio del ecosistema”.
La Comisión Regional está conformada por las Seremis de Salud, Obras Públicas, Energía, Medio Ambiente, Desarrollo Social y Familia, SERVIU y CORFO, y liderada por la SEREMI de Vivienda y Urbanismo. La idea es que esta alianza estratégica genere propuestas que se traduzcan en beneficios económicos, ambientales y sociales como, por ejemplo, favorecer el ahorro de las familias en gastos de energía eléctrica, la disminución del volumen de agua utilizada, reducción de las emisiones de carbono, tanto en la construcción como en la operación diaria dentro de los hogares; además el tema del reciclaje y manejo de residuos.
Este tipo de alianza pretende integrar la sustentabilidad dentro de la planificación, el diseño, la construcción y la operatividad de las edificaciones e infraestructuras, que integren aspectos sustentables desde sus orígenes.
El Encargado de Equipo de Gestión Intersectorial de la Seremi de Vivienda y Urbanismo, Boris Aránguiz, tuvo la misión de realizar una introducción técnica a la Jornada y al trabajo desarrollado por la Comisión, señalando que “nace el año 2018 y el objetivo de esta Comisión es sentar las bases para implementar un desarrollo sustentable, desde el área de la construcción, por lo que debemos abordar las brechas regionales en esta materia, para lo cual generamos una hoja de Ruta Regional, con visión al año 2050, de acuerdo a las metas comprometidas por nuestro país. Debemos, señalar que a nivel ministerial se viene trabajando desde el año 2012, cuando se crea la Secretaria Ejecutiva de Construcción Sustentable”.
“Hemos seguido avanzando en temas de viviendas sustentables, es así que se ha desarrollado un proyecto Piloto que reúne estas características -Mejoramiento Integral Condominio Vivienda Social El Bosque I, en Huechuraba- con este proyecto se responde al desafío de mejorar la calidad de vida de los residentes de los condominios sociales existentes incorporando: capacitación de energía solar, mejora en la calidad de aire intradomiciliario (creación de logias) y reutilización de aguas grises, entre otros”, explica Aránguiz.
El profesional resaltó que es necesario continuar impulsando el trabajo intersectorial, en especial, tanto en temas de eficiencia energética, tratamiento de residuos de construcción e impacto ambiental de las obras.
Las demás presentaciones estuvieron a cargo de profesionales de diferentes áreas, que entregaron un análisis global de sus avances respecto a sustentabilidad; La Secretaría Regional Ministerial del Medio Ambiente, Manuel Passalacqua, quien presentó el Plan de Descontaminación Atmosférica para la Región Metropolitana ; Rodrigo Narváez, de la Ditec – MINVU para el caso de la Certificación de Vivienda Sustentable; Alejandra Tapia de Construye2025 en relación con la Gestión Sustentable de los Residuos para una Economía Circular en Construcción; Alexis Vásquez, de la Universidad de Chile con el Plan Infraestructura Verde Santiago; en el área de la Salud, Paola Cruz analizó la forma correcta del tratamiento de Aguas Grises y Alejandra Hernández se refirió a la Gestión de Puntos Limpios.
Hoy el 87% de la población de nuestro país vive en ciudades; el año 2030, según Construye2025, el país tendrá 3 millones más de habitantes, presentándose aproximadamente 1 millón más de nuevos hogares a nivel nacional. El crecimiento de las ciudades impacta a la extracción masiva de recursos naturales no renovables, por tanto, la construcción es el mayor consumidor mundial de materias primas utilizando 3 millones de toneladas al año y el 50 por ciento de la producción de acero, generando entre el 25 al 40 ciento de las emisiones de carbono del mundo y genera el 35 por ciento de los residuos sólidos.
“Por cada metro cuadro construido, se producen aproximadamente 0,30 metros cúbicos de residuos en la etapa de construcción, excluyendo la excavación. En Chile hemos construido un promedio de 10 millones m2 al año en los últimos 26 años, que equivalen a 1,5 cerros Santa Lucía, y por lo cual nos tenemos que hacer cargo de estos residuos de manera responsable, para no seguir contaminando nuestro medio ambiente”, enfatiza Alejandra Tapia Coordinadora de Sustentabilidad de Construye 2025, programa impulsado por CORFO.
“Existe mucha sinergia desde el punto de vista medio ambiental, energético y de construcción, con lo que podemos deducir que nosotros trabajamos siempre con el objetivo final, de lograr la sustentabilidad más allá de estrategias aisladas, hoy entre todos, podemos llegar a tener resultados más importantes y con una hoja ruta clara para seguir trabajando mancomunadamente entre los organismos que componen la Comisión y así seguir avanzando”, afirmó Rodrigo Narváez, profesional de la Ditec – MINVU.
“Las exposiciones me parecieron muy interesantes y felicito a la Seremi por esta iniciativa, han sido muy acertadas para lo que, a nosotros en el municipio, queremos implementar; me sirve la información de la certificación de la construcción de edificios y viviendas, todas las normas que regulan el impacto de la construcción y cómo nos hacemos cargo de los residuos de las obras” comentó Esteban Muñoz, profesional encargado Medio Ambiental de la Municipalidad de San Miguel.
“Las presentaciones han sido bastante ilustrativas, faltaría saber cómo se puede implementar la sustentabilidad desde el momento de controlar e implementar estos procesos. Para nosotros lo que es manejo de escombros, nos complica un poco más. Debemos profundizar más en este tema, siendo que Alhué es una comuna rural y que cuenta con demasiadas zonas que están propensas a convertirse en vertederos ilegales de residuos de autoconstrucciones; además, debemos fomentar a postulaciones de fondos de proyectos que tengan evaluaciones de sustentabilidad, siendo que estamos trabajando para tener un sello de sustentabilidad en nuestra comuna, con desarrollo de procesos de reciclajes”, afirmó Agueda Quezada de la Jara de la Secplac de Municipalidad de Alhué.
Al concluir la jornada de la Comisión Regional de Construcción Sustentable, se sorteó entre todos los presentes, 8 kit de manuales de Construcción Sustentables, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, para aportar a mejorar la calidad de vida de las familias de nuestra región, y además a generar una conciencia amplia para optimizar la forma como debemos relacionarnos y aportar en remediar la calidad del aire, tratamientos de desechos de la construcción y demolición, energías renovables, reutilización del recursos hídricos, entre otros, por un mundo más limpio y mejor.
Dentro del Plan de Trabajo de la Comisión Regional, para el mes de octubre está programado un conversatorio denominado “Desarrollo y aplicación de Criterios Regionales en Construcción Sustentable”. Además, en noviembre, se llevará a cabo una Jornada Nacional de Construcción Sustentable, junto con la elaboración del Informe Final de las gestiones, actividades y conclusiones de la Comisión Regional, que guiarán las acciones para el 2020.
Fuente: Ministerio de Vivienda y Urbanismo
A través de un seminario organizado por Construye2025, Minvu, MMA, MOP y Corfo, que se hará el 1 de octubre en el Centro Cultural Palacio La Moneda.
Las brechas que hoy existen en Chile respecto a cómo se gestionan los recursos y residuos son enormes. En 9 regiones del país no existen vertederos autorizados para disponer los residuos de la construcción y demolición, y la extracción de áridos será cada vez más restringida. Los efectos de la economía lineal obligan a repensar no sólo cómo se diseña y construye la edificación e infraestructura pública, sino que también las políticas, reglamentos, normativas y otras iniciativas impulsadas por el Estado.
Hacerse cargo de estas oportunidades implica diversos desafíos a nivel nacional, los que serán presentados en el Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción”, en el que se realizará el lanzamiento de la consulta pública de la hoja de ruta “Gestión Sustentable de los recursos y residuos de la construcción y demolición (RCD) para una Economía Circular en Construcción”, liderada por el comité consultivo público conformado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
En esta ocasión y luego de más de un año de trabajo del comité consultivo, se lanzará el documento de hoja de ruta a una consulta pública. En el proceso de construcción han participado más de 500 profesionales y autoridades de todo Chile, en una actividad que tiene por objetivo dar a conocer las iniciativas y proyectos públicos y privados que fomenten la economía circular en construcción, así como los desafíos y oportunidades que hay en el poder de compra del Estado, en incentivos, y en la eliminación de barreras en la regulación y normativa actual, que impiden el desarrollo de nuevos mercados.
Actualmente, “los desafíos que se enfrentan a nivel nacional apuntan a eliminar barreras en la regulación y normativas que impidan el reciclaje de residuos y la producción de materias primas secundarias para productos de la construcción, generar herramientas que incluyan criterios de economía circular en la evaluación de inversión pública e implementar políticas públicas, iniciativas y acciones a través de las compras públicas y licitaciones de proyectos de infraestructura y edificación, que traccionen el desarrollo de la economía circular en construcción”, comenta Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, programa impulsado por Corfo.
Asimismo, “el seminario busca ser un punto de encuentro entre diversos actores del sector construcción, entidades públicas y académicas, tomadores de decisión y empresas vinculadas a la arquitectura, construcción, proveedores de productos y servicios, empresas de valorización y disposición, entre otros”, añade Alejandra Tapia.
El Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción” se realizará el 1° de octubre de 2019 de 8:30 a 13:00 hrs., en el Centro Cultural Palacio La Moneda ubicado en piso inferior de la Plaza de la Ciudadanía. Esta actividad está dirigida a estudiantes, profesionales y empresarios del sector construcción, que deseen interiorizarse sobre el alcance de la economía circular en este sector y sus proyectos.
Los interesados pueden inscribirse en el siguiente link: https://forms.gle/vvgA1zo1U7NB5LA47
La Corporación de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción, en el marco del Programa CONSentido | Economía Circular en Construcción, le invita a participar de la Misión Tecnológica: Valorización Residuos de la Construcción, Economía Circular; que se realizará en Madrid, España, del 26 de octubre al 02 de noviembre de 2019
El objetivo es desarrollar una misión institucional de alto nivel, que permita conocer proyectos emblemáticos y establecer vínculos con instituciones y centros tecnológicos de España, que sean líderes en innovación, productividad y sustentabilidad en el sector construcción. La misión incluye visita al Congreso Internacional de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición (RCD).
En los siguientes links podrá ver la agenda y descargar la ficha de inscripción
Más información: consentido@cdt.cl – Teléfono: +562 27187500
Avenida Apoquindo Nº 6750 – Piso 21 – Las Condes – www.cdt.cl
La Corporación de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción, en el marco del Programa CONSentido | Economía Circular en Construcción, le invita a participar del Seminario “De Residuo a Producto”, donde expertos en la materia presentarán distintas experiencias concretas de la gestión responsable de residuos de la construcción a nivel latinoamericano.
El seminario se realizará el martes 10 de septiembre, de 9 a 13 hrs, en el Auditorio de la Cámara Chilena de la Construcción, Av. Apoquindo 6750, piso -1, Las Condes.
Exponen
Erik Jiménez
Cofundador de Maat Soluciones Ambientales
Maat durante los últimos nueve años, ha realizado más de 200 planes de gestión de residuos para proyectos de construcción y demolición, siendo pionera en Colombia en el diseño e implementación durante todo el proceso constructivo de los mismos, más de 3.000 personas de obra y directivos capacitados, más de 30 proyectos de demolición selectiva y deconstrucción con indicadores de eficiencia en reciclaje por encima del 90%, más de 420 contratos de aprovechamiento y deposición integral de residuos.
Betsy Concha
Cofundadora de Das8
DAS8 se especializa en resolver problemas públicos y privados a través de la valorización de residuos post industriales y post domiciliarios. Entre otros, implementos de seguridad y señalética para plantas de producción industriales 100% recicladas y revestimientos para paredes. Principalmente plástico HDPE, PET, residuos que madera, entre otros. Se utilizan como prioridad residuos que genera el mismo negocio, se complementan con residuos locales. También la empresa puede utilizar sólo los residuos locales como un aporte al medio ambiente y al impacto que genera a la localidad donde se encuentra.
Fuente: CDT
Yves Besançon Prats, arquitecto, Past President de Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) y miembro del Consejo Directivo de Construye2025.
Chile recibirá a más de 25.000 personas con motivo de la COP25, Conferencia de las Partes de la ONU, lo que nos lleva a pensar cuál será el aporte del sector construcción en la Conferencia. En efecto, según los indicadores actuales, nuestro sector es una de las actividades económicas que más contamina y, por lo tanto, aporta al factor medioambiental una gran carga de CO2, contribuyendo al cambio climático que vivimos en estos últimos años. Si queremos revertir o al menos detener este negativo aporte de nuestro rubro, tenemos que actuar ahora que ya es tarde.
La participación de todos los actores, partiendo por la enseñanza en las aulas de los colegios, siguiendo por las materias impartidas en nuestras universidades y luego por la actividad privada y las instituciones del Estado, deben asociarse coherentemente en una meta común a mediano plazo para realizar acciones coordinadas en tal sentido. Lo anterior debe formar parte de una transformación cultural para que exista un pronto cambio de mentalidad, partiendo por los más jóvenes.
En la enseñanza básica y secundaria debiera ser una tarea fundamental en el currículum escolar mostrar a los alumnos las simples acciones que pueden hacerse para generar conciencia respecto al comportamiento humano frente a este desafío urgente.
Luego, en las carreras universitarias, reformar o incluir en las mallas curriculares las materias importantes que influirán desde las etapas de diseño y construcción en los proyectos de obras públicas y privadas.
Por supuesto, también los profesionales como arquitectos, ingenieros y constructores tenemos que estar alertas a estos problemas y formarnos continuamente para ser herramientas útiles para un mejor medio ambiente y calidad de vida en nuestras ciudades y barrios.
Para ello hay que necesariamente comenzar desde la etapa del diseño en un trabajo en equipos interdisciplinarios y colaborativos para lograr proyectos sustentables, tanto en el periodo de construcción de los mismos como en su operación posterior, comprometiendo protocolos con los futuros usuarios. Los proyectos, por lo tanto, tendrán que estudiarse acuciosamente, incluyendo los aspectos que puedan ayudar a tener la menor cantidad de residuos durante la construcción, para lo cual los tiempos de estudio y el trabajo comprometido deberán ser razonablemente considerados en los plazos de proyecto y no ser tan acotados como lo son hoy.
El cumplimiento de los Acuerdos de París por parte de nuestro país en materias de cambio climático enmarcan las estrategias que debemos llevar adelante, tanto en la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) como en el programa Construye2025 de Corfo, los que son un imperativo para todo nuestro rubro. Entre otros, el buen manejo de residuos es un factor cada vez más relevante en lograr una construcción circular: esto es un manejo que permita mirar los residuos no como basuras, sino que manejados de manera adecuada, sean considerados como un factor económicamente favorable y no un riesgo de mayores costos para la construcción.
El manejo sustentable de los residuos de la construcción y demolición (RCD), mediante un foco claro y gestionado desde la mirada de economía circular, nos ayudará a comprender que la construcción circular se enmarca en el programa diseñado por Construye2025 de Corfo desde una mirada país, fomentando la creación de una política de Estado en ese sentido.
Eso es lo que debemos mostrar en COP25, un país en el fin del mundo, con la gran variedad de sus climas, geografías, emergencias y la diversidad de su gente, en el que estamos abiertos a ser protagonistas y líderes en América para crear conciencia, que si no cuidamos nosotros nuestro único planeta, no lo hará nadie por nosotros y serán las generaciones futuras las que nos enrrostrarán nuestras omisiones en materias de sustentabilidad y respeto por el medio ambiente.
La edificación con criterios de sustentabilidad está creciendo en el país. El desarrollo de normativas, las mayores exigencias del mercado internacional y las certificaciones, están empujando este carro.
La construcción con criterios eficientes y de menor impacto medioambiental está creciendo en Chile. Variables como la optimización de la energía utilizada, con menor consumo de agua, con manejo eficiente de los residuos, la incorporación de tecnologías y diseños para un mayor confort ambiental y de salud y hasta un manejo eficiente de la operación, son criterios que se están masificando para contar con proyectos sustentables.
‘El sector privado ha avanzado, movido por el mercado internacional y las certificaciones. Exportar productos o tener edificios con un estándar reconocido internacionalmente, le da un valor agregado’, explica Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).
Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable del Instituto de la Construcción, acota, sin embargo, que si bien la evolución ha sido paulatina y con mayor intensidad los últimos cuatro años, si el país se compara a nivel OCDE, ‘se está bastante por debajo de otros países, en exigencias (reglamentos) y compromiso por parte de los mandantes’.
María Fernanda Aguirre, directora ejecutiva de Chile Green Building Council, añade que estamos en tercer lugar a nivel latinoamericano, después de Brasil y México, en cantidad de proyectos registrados y certificados LEED®, ‘pero cuarto después de Brasil, México y Colombia en cantidad de metros2 registrados y certificados’.
Comentan, eso sí, que la Estrategia Nacional de Construcción Sustentable, creada en 2013 y coordinada por el Minvu, sentó una ruta común y se transformó en una guía para avanzar.
Reducción de costos
‘Una construcción sustentable trata de disminuir al máximo la huella de carbono e incorpora estrategias de diseño bioclimático para disminuir los costos operativos del edificio’, explica el gerente de proyectos de Hidrosym, Miguel Fernández, sobre el impacto de construir bajo estos parámetros. El gerente de Desarrollo de Negocios de Sencorp, Alfonso Barroilhet, coincide y añade que también se producen ‘mejoras en eficiencia energética, una vida útil más extensa y mayor plusvalía’.
Los impactos son cuantificables. Al respecto, María Fernanda Aguirre indica que estudios del World Green Building Council, arrojan que los ‘costos reales de diseño y construcción se han documentado en el rango de -0,42% y 12,5%, siendo este último valor el correspondiente a un proyecto de emisión cero’. Mientras que un proyecto comercial certificado LEED® Oro (la de mayor logro) en Chile, consumirá en promedio 35% menos de energía que uno similar, gracias a ahorros en agua y energía, espacios saludables, mayores caudales de ventilación, mejor desempeño acústico y lumínico, entre otros.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad del Programa Estratégico Construye2025, de Corfo, añade que, en el marco de ese programa, están gestionando los residuos en las obras, segregando los materiales y valorizándolos. ‘Han reducido entre 25% y 50% los costos de disposición final, aunque falta desarrollar proveedores que los valoricen’, sostiene.
Las oficinas y el sector residencial son los segmentos con mayor desarrollo de edificaciones sustentables, este último impulsado ‘a partir de la calificación energética de vivienda’, dice la gerente de Arkenergia, Soledad Vargas.
Con todo, se hace necesario seguir avanzando en esta área. ‘Hay que lograr una edificación cero emisión a 2050, también resolver el problema de la gestión sustentable de residuos de construcción y demolición y, por último, la gestión del agua, que es un recurso escaso en gran parte del país, y la construcción tiene bastante que aportar en esto’, argumenta Erwin Navarrete, del Minvu, acerca de los desafíos que quedan.
Fuente: Diario Financiero
La Asociación de Empresas y Profesionales para el Medio Ambiente (AEPA), organizó el Workshop “Oportunidad de una Economía Circular y Sustentable”, el próximo 2 de julio, donde busca generar una instancia de diálogo e intercambio de conocimientos y experiencias del mundo privado.
Además de presentar la hoja de ruta del Gobierno para enfrentar los nuevos desafíos en temas ambientales que tenemos como país, preparándonos para los próximos eventos FIMAS 2019 y COP25, así poder lograr reunir a todos los actores público/privado, generar una sinergia y un cambio de paradigmas en temas ambientales.
Temas y Expositores
Fecha y hora del evento:
Patrocinan: Eurochile, Construye2025, Corfo, ProChile, Ministerio de Energía.
Actividad gratuita previa inscripción en el siguiente link
Para mayor información comunicaciones@aepa.cl
Este miércoles 19 de junio Construye2025, programa impulsado por Corfo, participará del Seminario de Residuos para la Construcción y Demolición, organizado por la Dirección de Extensión en Construcción de la Universidad Católica, DECON UC.
El evento tiene como objetivo entregar conocimientos y experiencias sobre la correcta gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD), con el fin de mejorar la productividad y sustentabilidad de la obra, a través de casos y experiencias reales, aplicación de normativas asociadas a la gestión de RCD, y otras buenas prácticas. Está dirigido a la alta dirección, gerente operacionales, y de Proyectos, Administradores de Obra, Constructores Civiles UC y otros. Los temas que se tocarán son: RCD ¿un síntoma de falta de productividad?; Gestión de RCD: Normativa chilena actual y futura; ¿Cómo gestionar los RCD en tu obra? y Buenas prácticas para reducir el impacto de nuestra industria.
Los expositores serán Felipe Ossio, Dr. en construcción Sustentable, Universidad Católica de Lovaina, Construcción Civil UC, Experto en Gestión de RCD; Nicolás Behar, Msc Medio Ambiente y Desarrollo. Universidad de Edimburgo, Constructor Civil UC, Director ejecutivo y Co-fundador de RecyLink; Joaquin Cuevas, Ingeniero en Diseño de Productos UTFSM, Jefe de departamento de manejo de residuos y medioambiente Constructora Viconsa y Alejandra Tapia, Msc Arquitectura UC, Arquitecto Universidad Central, Coordinadora Técnica Construye2025, Hoja de Ruta “Estrategia Sustentable RCD”
El seminario es organizado por la Dirección de Extensión en Construcción de la Universidad Católica, patrocinado por AlumniUC, RCD Estrategia de Sustentabilidad, Construye2025 y Corfo. Apoyan RecyLink y Viconsa.
El programa impulsado por Corfo dio a conocer esta nueva plataforma online que busca entregar mayor información sobre la gestión sustentable de los residuos de la construcción y demolición en el marco de una economía circular.
En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos. En Chile, la falta de información sobre la generación de residuos de la construcción y demolición (RCD) es una de las tantas brechas, así como el fortalecimiento de la cadena de valor de la economía circular en construcción. Y esto es algo que busca subsanar el sitio dedicado a RCD que Construye2025 acaba de estrenar.
La coordinadora técnica de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, explica que el sitio web tiene como fin “acercar a la industria esta estrategia multisectorial que busca promover la gestión de RCD bajo el foco de la economía circular”. Por lo tanto, agrega la arquitecta, “su objetivo es poner a disposición un espacio para tomar conciencia de la problemática de los RCD, y las consecuencias de una economía lineal basada en la extracción de recursos, uso y posterior eliminación, la cual muchas veces es inadecuada”.
De esta manera, los usuarios podrán encontrar información interesante y útil a través de casos, entrevistas y buenas prácticas sobre cómo gestionar correctamente estos residuos. Además, el sitio constituye una plataforma para conocer el desarrollo de una hoja de ruta para la Gestión Sustentable RCD como parte del acercamiento a una economía circular. Esta iniciativa es liderada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
En http://construye2025.cl/rcd/ se darán a conocer casos de constructoras que han obtenido importantes beneficios en productividad y sustentabilidad en su gestión, entrevistas, información sobre investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) que se está realizando en Chile en base al reciclaje de materiales y fabricación de nuevos productos, e iniciativas públicas que tienen relación con la economía circular. La plataforma web también contendrá información de mercado sobre empresas dedicadas a esto, información sobre el marco regulatorio chileno para su gestión y presentaciones de expertos que han participado en seminarios de la temática.
La economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Si bien se propone un cambio de paradigma, “estamos abordando la gestión de los RCD como una oportunidad para desarrollar una economía circular, más sustentable, donde no existen residuos, todo se aprovecha para nuevos productos y ciclos”, sostiene Tapia.
Sumado al trabajo de la gestión de los RCD y economía circular, las otras grandes áreas de Construye2025 están dedicadas a la construcción industrializada y la certificación del capital humano de la industria de la construcción local.
Foto: Gentileza Viconsa
El programa impulsado por Corfo dio a conocer esta nueva plataforma online que busca entregar mayor información sobre la gestión sustentable de los residuos de la construcción y demolición en el marco de una economía circular.
En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos. En Chile, la falta de información sobre la generación de residuos de la construcción y demolición (RCD) es una de las tantas brechas, así como el fortalecimiento de la cadena de valor de la economía circular en construcción. Y esto es algo que busca subsanar el sitio dedicado a RCD que Construye2025 acaba de estrenar.
La coordinadora técnica de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, explica que el sitio web tiene como fin “acercar a la industria esta estrategia multisectorial que busca promover la gestión de RCD bajo el foco de la economía circular”. Por lo tanto, agrega la arquitecta, “su objetivo es poner a disposición un espacio para tomar conciencia de la problemática de los RCD, y las consecuencias de una economía lineal basada en la extracción de recursos, uso y posterior eliminación, la cual muchas veces es inadecuada”.
De esta manera, los usuarios podrán encontrar información interesante y útil a través de casos, entrevistas y buenas prácticas sobre cómo gestionar correctamente estos residuos. Además, el sitio constituye una plataforma para conocer el desarrollo de una hoja de ruta para la Gestión Sustentable RCD como parte del acercamiento a una economía circular. Esta iniciativa es liderada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
En http://construye2025.cl/rcd/ se darán a conocer casos de constructoras que han obtenido importantes beneficios en productividad y sustentabilidad en su gestión, entrevistas, información sobre investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) que se está realizando en Chile en base al reciclaje de materiales y fabricación de nuevos productos, e iniciativas públicas que tienen relación con la economía circular. La plataforma web también contendrá información de mercado sobre empresas dedicadas a esto, información sobre el marco regulatorio chileno para su gestión y presentaciones de expertos que han participado en seminarios de la temática.
La economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Si bien se propone un cambio de paradigma, “estamos abordando la gestión de los RCD como una oportunidad para desarrollar una economía circular, más sustentable, donde no existen residuos, todo se aprovecha para nuevos productos y ciclos”, sostiene Tapia.
Sumado al trabajo de la gestión de los RCD y economía circular, las otras grandes áreas de Construye2025 están dedicadas a la construcción industrializada y la certificación del capital humano de la industria de la construcción local.
A través de un seminario en el que se hablará de la importancia del tratamiento de estos desechos y de cómo declararlos -además de los efectos sobre el medio ambiente y, en particular, los humedales- se realizará a las 9:30 en el auditorio La Construcción de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
En el mundo, cerca del 30% de los residuos totales son generados por la industria de la construcción. Y, aunque alrededor de un 80% de ese material, generalmente escombros, se puede reciclar o reutilizar, muy pocos lo hacen. He ahí la importancia de una adecuada gestión estos Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), y la razón por la cual este jueves 21 se realizará en Valdivia el “Seminario sobre residuos de la construcción y demolición, y su declaración en ventanilla única”.
La actividad organizada por la SEREMI del medio ambiente y Cámara Chilena de la Construcción (CChC), y que cuenta con apoyo de Minvu, MOP, Corfo y Construye2025, programa impulsado por Corfo, tiene como fin poner foco en los efectos de un inadecuado manejo de RCD, y en la forma de cumplir con la obligación de declarar en la ventanilla única del MMA. Una de las ponencias es sobre las consecuencias del mal manejo de residuos de construcción y demolición en los humedales de la región. Otra ponencia, en tanto, aborda lo relevante de la valorización de los RCD.
Daniel Del Campo Akesson, SEREMI de Medio Ambiente de la región, planteará la posición de la cartera.
Según adelanta la coordinadora técnica de Construye2025, Alejandra Tapia, los asistentes al seminario podrán familiarizarse y aprender a usar la plataforma web alojada en el sitio www.retc.cl, que permite declarar los residuos que generan sus construcciones. Esto es algo crucial, según explica Tapia: “A pesar de que existe una ley que exige hacerlo, muy pocas empresas declaran los desechos de sus obras. Por lo tanto, el no cumplir este requisito puede derivar en multas y otros problemas legales. Por eso es importante la difusión y capacitación del uso de esta plataforma”.
El evento es el jueves 21 de marzo, entre las 9:30 y las 13:00 hrs, en el auditorio “La Construcción” de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Yungay 783, Valdivia.
Si bien se trata de una actividad abierta al público, se solicita confirmar asistencia al correo rgarcia@mma.gob.cl o llamando el 2 361613, pues hay cupos limitados.
En el sitio web de la radio Bío Bío se conmemoró con un texto el Día Mundial de este oficio y Alejandra Tapia, la coordinadora técnica del programa impulsado por Corfo, explicó el crucial rol que tienen hoy los recicladores.
Se calcula que un 80% de los desechos de una obra de construcción se pueden reciclar. Algo importante en una industria donde un tema importante a resolver es justamente una adecuada gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD).
Si bien las decisiones de cómo enfrentar esta problemática son tomadas por los altos mandos de instituciones estatales, en caso de que se desarrollen políticas públicas al respecto, los privados que eligen considerar la sustentabilidad en sus obras y la academia a través de estudios sobre el impacto de los RCD, entre otros actores, el trabajo de reciclaje no es posible sin el esfuerzo diario de quienes son recicladores. Es por eso que el 1 de marzo se conmemora el Día Mundial de este oficio.
Como un modo de celebrar y reconocer esta labor, BioBioChile.cl publicó un reportaje llamado “En el Día Mundial del Reciclador: la importancia de su labor para salvar el planeta”, que se centra en el manejo de RCD y cuenta con la coordinadora técnica de Construye2025, quien explicó que los recicladores tienen una enorme importancia en el proceso: “Una de las mayores dificultades que tiene la gestión de los RCD en obra, es la falta de recicladores que retiren los residuos en el lugar y tiempo requerido”.
En el texto, que también tuvo entre los entrevistados a representantes de las empresas Claro Vicuña Valenzuela y Bío-Bío Recicla, Alejandra Tapia agregó: “Hoy en día está la necesidad de resguardar los recursos renovables y no renovables, debido al impacto negativo que produce su explotación en el medio ambiente, y una respuesta sustentable a ello es la economía circular, en este sentido, los recicladores son un actor fundamental para el desarrollo de esta nueva economía”.
Fuente: BioBioChile.cl