Construye2025 lanza su hoja de ruta para los próximos cuatro años

En línea con las nuevas tendencias y las necesidades más urgentes del país, el programa estratégico de Corfo presentó la actualización del documento que incorpora a diversos actores que buscan acelerar la transformación de la construcción.

Para aumentar la productividad, articulando a diversos actores y considerando también a los usuarios de las edificaciones, Construye2025 se ha guiado por una serie de lineamientos que apuntan a transformar al sector construcción.

Desde su creación en 2016, año en que se fijaron los objetivos y focos de acción para un período de 10 años, el programa impulsado por Corfo cuenta con una hoja de ruta clara y certera. Hace pocos días se presentó un nuevo documento actualizado tras un trabajo colaborativo, que incorporó diversas visiones de diferentes actores de la industria sobre brechas y oportunidades que se presentan en la construcción.

“Hay una tremenda oportunidad en sostenibilidad ambiental. Nuestra industria es la que más materiales, más residuos y más emisiones de gases de efecto invernadero genera. Con eso en mente, en 2015, Corfo impulsó el programa estratégico Construye2025, que articula las diferentes hélices (de innovación) existentes. En este tiempo, se han producido avances y transformaciones, entre ellas, el nacimiento de dos centros tecnológicos: CTeC y Cypics”, afirmó el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic.

Además, el líder del programa destacó iniciativas como el Consejo de Construcción Industrializada, Planbim, DOM en Línea y la Estrategia de Economía Circular en Construcción. “Se elaboró una nueva hoja de ruta porque el mundo ha cambiado y Chile también. Este trabajo de revisión se hizo convocando a todos, con muchos talleres; fue bien participativo y dio fruto a una mirada colectiva para 2025. Estamos convencidos de que con esto vamos a transformar a nuestra industria desde la productividad y la sustentabilidad”, añadió Ivelic.

Más coordinación, más oportunidades

De esta manera, manteniendo el trabajo conjunto de todos los actores del rubro, Construye2025 irá acelerando la transformación que demanda un contexto de cambio climático. “Aunque la industria de la construcción no es muy atomizada, tiene desafíos que son difíciles de resolver. Era necesario tener una hoja de ruta clara en torno a la circularidad. Asimismo, mostrar que la sustentabilidad no solo es un costo por asumir, sino que una oportunidad. Es muy importante que la coordinación sea público-privada, porque hay ciertas capacidades que sin estas instancias de coordinación no se explotan”, añadió el gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo, Fernando Hentzschel.

En tanto, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, presentó los diversos ejes que cruzan la hoja de ruta, donde la innovación y el capital humano se configuran como ejes transversales de las diversas acciones. Además, recordó los objetivos y valores del programa, los aprendizajes y los próximos retos.

“Queremos ser un referente para la industria nacional y también a nivel latinoamericano, porque hemos hecho nexos y ha sido positivo ver que otros países nos quieran seguir el paso. Además, tenemos un propósito que nos llama a trabajar juntos, acelerando esta transformación para ser un país más productivo y sustentable”, afirmó Marcos Brito.

Durante, el proceso de actualización de la “Hoja de Ruta 2022-2025” se hicieron entrevistas a muchos de los profesionales involucrados en la gobernanza del programa, se elaboró una matriz que identificó más de 150 brechas; y se estructuró el trabajo futuro en cinco ejes: industrialización, sustentabilidad, transformación digital, capital humano e innovación.

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El desafío es de todos

Por Marcos Brito Alcayaga, gerente de Construye2025.

Recientemente, presentamos la Hoja de Ruta 2022-2025, que incorpora diagnósticos sectoriales actualizados y pone especial acento en continuar y fortalecer iniciativas originales de la estrategia. 

La estrategia se organiza en cinco ejes estratégicos: industrialización, sustentabilidad, transformación digital, capital humano e innovación, en donde hemos agrupado 13 iniciativas y 25 acciones, que nos guiarán de cara a los esfuerzos que nos imponen los desafíos del cambio climático y la carbono neutralidad al sector construcción.

De esta manera, en el ámbito de la industrialización, buscaremos articular esfuerzos para el desarrollo de un manual de constructabilidad, que ayude a mejorar el diseño con foco en industrialización; junto con manuales de aplicación que promuevan el uso de componentes estandarizados de construcción. Asimismo, gestionar el levantamiento de soluciones constructivas, productos y servicios disponibles a nivel nacional, que puedan ser visualizados y así potenciar su adopción en la industria. 

Por otra parte, creemos que es importante seguir difundiendo casos de proyectos y soluciones constructivas exitosas en Chile, para que se repliquen y multipliquen; y junto con ello, medir la mayor cantidad de obras, con la herramienta que desarrollamos junto al Consejo de Construcción Industrializada (CCI), para así poder descubrir dónde están las principales oportunidades de mejora para las obras de construcción tradicional e industrializadas.

La sostenibilidad es un eje vertical, en el que se enmarca la propia Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 del programa y su importante rol frente a la Estrategia Nacional de Economía Circular. Es en este eje donde se articulan iniciativas para propiciar modelos de negocio, productos y servicios de economía circular, apoyando otras iniciativas a través de distintas instancias de colaboración. Además, promover la economía circular en certificaciones e, incluso, en la rehabilitación de edificios existentes. En este contexto, destacar, además, la importancia de contar con plataformas de medición estandarizada de huella de carbono, que es el principal indicador de sostenibilidad.

En el eje de capital humano hay un compromiso con buscar herramientas para fomentar y fortalecer la capacitación y certificación de los trabajadores, trabajar en el desarrollo de nuevas capacidades en el mundo técnico para la construcción y renovar las mallas curriculares de los profesionales del sector, incorporando cada vez más la integración femenina. Finalmente, todo tiene que ver con las personas y cómo estás asumen los desafíos que el sector se plantea, por lo que será importante en este eje trabajar con un comité transversal de instituciones académicas y de formación.

Sin duda, el apoyo de Corfo durante estos seis años y del Instituto de la Construcción, durante los últimos dos, ha sido crucial para poder observar cómo poco a poco los temas que impulsamos al inicio hoy ya están cada vez más incorporados en los sectores público y privado, así como en la academia y sus mallas curriculares. El cambio de paradigma ya ha comenzado a ocurrir.

Pero no podemos avanzar solos, como siempre, uno de nuestros principales desafíos es reunir y congregar a representantes del sector que puedan generar los cambios necesarios, aunar esfuerzos y voluntades y trabajar unidos en forma estratégica. Tal vez una de las principales variables de éxito en esta etapa es medir. Midiendo y conociendo indicadores en ámbitos de productividad, sustentabilidad y transformación digital, podemos detectar con mayor precisión las áreas de mejora y, con ello, apuntar las iniciativas a objetivos que logren mejorar estos indicadores.

Por lo mismo, y más que antes, el principal esfuerzo estará centrado en contar con todas aquellas instituciones y personas que puedan aportar en el logro de estas mejoras, que estén dispuestas a trabajar en conjunto para movilizar esfuerzos sectoriales, con convicción y determinación, ya que -a la luz de las nuevas leyes de Eficiencia Energética y Cambio Climático– se nos agota rápido el tiempo para lograr todas las mejoras que nos estamos proponiendo como país. Asimismo, la urgente necesidad de eliminar campamentos y combatir el déficit habitacional, para lo cual urge una mayor productividad en nuestra capacidad productiva y despliegue de proyectos. El desafío es de todos.

Construye2025 fomenta el uso de áridos reciclados junto al ICH y los primeros centros de valorización de RCD de Chile

Para incentivar el uso eficiente de los recursos en la industria, el programa organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados”. Allí se expusieron los trabajos de investigación del uso de áridos reciclados desde la UFRO, y los centros de valorización de RCD pioneros en Chile, Río Claro y Revaloriza, en el contexto de los avances del sector en economía circular.

Junto al Instituto del Cemento y el Hormigón (ICH), y las empresas Río Claro y Revaloriza, Construye2025 organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados. Uso eficiente de los recursos de la construcción”. La coordinadora de Sustentabilidad del programa, Alejandra Tapia, abrió el encuentro online con los avances de la implementación de la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035”, elaborada por el Comité Consultivo Público, integrado por representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Medio Ambiente, Corfo y Construye2025.

En su exposición, la arquitecta comentó que varios países están incorporando criterios de economía circular en las licitaciones públicas, existiendo un tremendo desafío en el trabajo colaborativo con el sector público. “Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo podemos avanzar y acelerar esta transformación en la que la colaboración y la integración de alianzas, tanto en el sector público como en el privado y la academia, son primordiales”, comentó Alejandra Tapia.

Efectivamente, el trabajo colaborativo dio como fruto el primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) en la Región de Valparaíso, liderado por la Cámara Chilena de la Construcción, donde se están generando grandes avances en torno a la economía circular. En este contexto, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 presentó casos del sector público en la materia y las posibilidades que existen desde el Estado de hacer un uso más eficiente de los recursos, a través de un proyecto de innovación que hizo la Dirección de Vialidad del MOP en la región de Valparaíso, el cual consideró el reciclaje de residuos de pavimentos asfálticos antiguos. “Esto tiene un enorme impacto económico, que representa ahorro para el Estado y también beneficia a las comunidades”, precisó.

Además, la especialista en sustentabilidad mostró el caso del Aeródromo de Tobalaba, que disminuye en 70% la cantidad de áridos vírgenes, lo que se tradujo también en la reducción de transporte. “Hay ahorros en plazos y en costos, por tanto, hay experiencias positivas. Por eso, recalco la importancia de trabajar en conjunto para avanzar y acelerar esta transformación, donde dos empresas han hecho un tremendo esfuerzo, no sólo desde el punto de vista de la inversión económica, sino que también -con todas las trabas que ha significado no contar con un marco regulatorio claro– han logrado generar dos centros de reciclaje: Revaloriza y Río Claro”, explicó. “Como Construye2025, valoramos el esfuerzo de desarrollar empresas que tengan impactos positivos en el medio ambiente”, agregó.

Un hito en la normativa

Desde la academia, la directora del Departamento de Ingeniería de Obras Civiles de la Universidad de La Frontera (UFRO), Dra. Viviana Letelier, compartió su experiencia en la utilización de áridos reciclados y la valorización de residuos de la construcción. Desde el punto de vista técnico explicó “los áridos reciclados provienen de la trituración de un hormigón endurecido, por tanto la calidad de los áridos dependerá mucho de las propiedades originales del hormigón”, señaló la académica.

Prácticamente el 75% de los residuos de la construcción son de hormigón. La cifra lleva asociado un gran potencial para la economía circular que requiere de la actualización de las normativas chilenas, para poder incorporar las tecnologías que permiten darle una nueva vida a estos materiales.

“He participado representando a la academia en la mesa técnica de la norma NCh163 ‘Áridos para morteros y hormigones-Requisitos´, que se encuentra actualmente en revisión de todas las observaciones que llegaron de una consulta pública”, contó Viviana Letelier.

Los avances en reciclaje

Según la investigadora de la Universidad de La Frontera, dentro de los próximos meses, ya debería estar permitido, por primera vez, en la normativa, la utilización de áridos reciclados de hormigón y el uso de áridos artificiales como reemplazo de áridos naturales, lo cual constituye un hito histórico.

A continuación, Carla Salinas, asesora de proyectos de Río Claro, explicó cómo se construyó la planta de áridos reciclados en Tiltil, que tiene las capacidades para reciclar hormigón y otros tipos de residuos como la valorización de escorias negras.

“El primer producto que desarrollamos fue un fertilizante de silicato de calcio que permite la corrección de suelos ácidos”, detalló. Además, la profesional mostró un filtro para remediación de sedimentos impactados por la acuicultura. Actualmente, la planta de Río Claro tiene una capacidad mensual para procesar 4 mil toneladas de áridos artificiales, y 7 mil toneladas de áridos reciclados del hormigón.

Finalmente, Nassim Esus, director de Revaloriza, contó su experiencia en reciclaje de residuos de la construcción y demolición y mostró a los asistentes cómo funciona su planta de valorización de residuos, ubicada en la Región de Valparaíso. “Revaloriza es el primer centro de tratamiento de valorización de residuos de la construcción de Latinoamérica. Cinco empresas del rubro de la construcción comenzaron a investigar, en 2008, cómo gestionar nuestros residuos, porque nos dimos cuenta de que los residuos que estábamos generando eran bastante nefastos para el medio ambiente”, afirmó. Revaloriza, cuenta con maquinaria que incluye tecnología para mitigar el polvo y de alto desempeño, capaz de procesar 80 toneladas por hora.

  En cuanto a las características técnicas de los áridos reciclados, los primeros ensayos arrojaron un CBR de 84%, considerando que en pavimentos se pide un CBR de 80%. “Lo único que le pedimos a las autoridades es que nos permitan existir y la manera de hacerlo es generar las normativas para que las empresas puedan revalorizar sus materiales”, concluyó el ejecutivo.

Las jornadas concluyeron con una visita realizada a ambas plantas, en la que participaron representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo y Obras Públicas junto a representantes de municipalidades.

Especialista en innovación de Construye2025 viajó a Silicon Valley invitado por la CChC

El coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de nuestro programa, Ignacio Peña, fue parte de la misión empresarial que organizó el gremio de la construcción, para conocer casos de éxito y nuevas tecnologías.

 La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) convocó a un grupo de socios y colaboradores a una misión internacional en Silicon Valley, Estados Unidos, donde pudieron conocer empresas, startups, universidades y centros de investigación que buscan afrontar de mejor manera los desafíos de la industria.

La experiencia no sólo permitió a los participantes aprender nuevas metodologías, procesos y tecnologías, sino que también conectar, compartir y colaborar con otros actores que enfrentan desafíos similares a los que se presentan en Chile.

“Estuvimos una semana visitando distintas empresas ligadas a la construcción. Partimos visitando al profesor Martin Fischer y tuvimos un workshop sobre digitalización y su impacto en los modelos de negocio”, comenta Julio Pertuzé, ex subsecretario de Economía y director del magíster en Innovación de la Universidad Católica, quien relató a los viajeros la historia de innovación que destaca a la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, antes de iniciar el programa en Silicon Valley.

La misión empresarial fue recibida por investigadores del Center for Integrated Facility Engineering (CIFE) de la Universidad de Stanford, programa que conecta a empresas con investigadores. “Ellos se centran en la integración, abriendo oportunidades para organizar la industria. Tuvimos una clase con Martin Fischer, quien nos habló sobre integración temprana, robótica y los últimos proyectos desarrollados con datos. Luego, participamos en un taller donde generamos proyectos hipotéticos en base a la metodología”, cuenta Ignacio Peña.

El programa de la misión de la CChC incluyó también una visita a DPR Construction, una de las siete empresas de construcción más grandes de Estados Unidos, cuyo propósito es “We exist to build great things”, lo que significa construir increíbles proyectos, pero también personas y equipos.

“Nos juntamos también con la doctora Paz Arroyo y otros investigadores de Sandford que aplican robótica a la construcción. Vimos algunos que permitían hacer mampostería y paredes de vulcanita”, añadió Julio Pertuzé. Además, Ignacio Peña pudo conocer la oficina de Howard Ashcraft, que destaca por sus contratos inteligentes para la construcción (Integrated Proyect Delivey, IPD).

Además, la misión tecnológica conoció las oficinas de SOM, que integra ingeniería y arquitectura y que ha construido los edificios más altos del mundo. “En ella trabajan los chilenos Fernando Herrera y Ricardo Henoch”, dice Peña.

El viaje ayudó a los participantes a visualizar lo cerca que podrían estar las soluciones, con un cambio de mindset. “Pudimos aproximarnos a todo lo que tiene que ver con la cultura de innovación, la colaboración y la integración temprana de los proyectos y con todo lo que se hace con el propósito de lograr una mejor construcción para el mundo, en términos del impacto en la calidad y la sostenibilidad”, señala Conrad Von Igel, gerente de Innovación de la CChC.

Según Julio Pertuzé, Silicon Valley no solo reluce por el uso de la tecnología, sino también por una cultura que favorece el emprendimiento. “Las universidades tienen un rol importante, generan puentes de comunicación muy fluidos. Fortalecer las relaciones entre las universidades y las empresas es tan importante como atraer talento y diversidad”, afirma.

Gracias al aprendizaje y la experiencia, tanto Ignacio Peña, como los otros participantes de esta misión podrán hacer una bajada concreta del conocimiento para mejorar la productividad y la sustentabilidad de la industria, un objetivo que comparten, la CChC, Construye2025, Corfo y otros actores del ecosistema.

Impulsan la industrialización como solución para reducir el déficit de viviendas

La construcción industrializada se robó la pantalla en la Semana de la Construcción, donde el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, presentó el plan que incluye un llamado a las constructoras a innovar para acortar los plazos. 

Actualmente, 641 mil familias en Chile demandan una vivienda digna y de calidad. Por eso, organismos públicos, privados y profesionales del mundo de la construcción abordaron el problema en la Semana de la Construcción, impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción.

Durante el encuentro, el panel “Cómo solucionar el déficit de viviendas”, convocó al ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes; el vicepresidente de Corfo, José Miguel Benavente; y el vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Claudio Nitsche, quienes abordaron las principales aristas de la problemática.

“Detrás de las cifras hay personas: 18.000 en situación de calle, 81.000 familias y casi 1.000 campamentos, lo que representa un crecimiento de un 74% con respecto a 2019. Así, también hay 270.000 familias allegadas, 236.000 familias hacinadas y otras 36.000 con viviendas en condiciones irrecuperables. Si a esta suma agregamos que los 270.000 allegados seguramente generan una nueva familia hacinada en la vivienda que los acoge, con toda probabilidad estaríamos hablando de más de 2.300.000 personas viviendo en condiciones precarias, deficitarias e inaceptables”, dijo Claudio Nitsche, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

En este contexto, el Estado, los gremios, las organizaciones civiles y los constructores se están cuadrando para hacerse cargo de la falta de vivienda. “Es clave para mejorar sustancialmente la calidad de vida de más del 10% de nuestra gente”, añadió la autoridad de la CChC.

Enseguida, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, apuntó a la desigualdad, que varía de región en región y está marcada por una fuerte centralización. Frente a ello, el secretario de Estado se comprometió a reducir el déficit de viviendas mediante un Plan de Emergencia Habitacional, con nuevos modelos articulados con privados y una serie de instrumentos de gestión urbana, arriendo social, uso de suelo público, creaciones de pequeños condominios y construcción industrializada de viviendas. “Todo esto buscando reducir costos y tiempo de producción”, recalcó. 

Y es que, según Carlos Montes, el rol del Estado es aunar esfuerzos y recursos. “Este plan requiere también del compromiso de las empresas constructoras tanto para construir en forma tradicional como también para innovar en la producción de la vivienda industrializada y bueno, por cierto, se requiere profundizar en la profesionalización de la mano de obra para asegurar calidad”, comentó.

Además, hoy como nunca se requiere reorganizar el acceso a los insumos. “No basta decir que subieron, sino que hay que preguntarse por qué subieron, qué parte tiene relación con el petróleo, con la situación mundial y qué parte tiene que ver con un modelo de acceso a los insumos. Para eso hay una comisión en la Corfo que busca trabajar justamente este tema”, añadió el ministro Montes.

Caso australiano

Uno de los principales especialistas en industrialización de la construcción en Australia, Damian Crough, Executive Chairman de Prefaubaus, expuso sobre la escasez de mano de obra, falta de calificación y un alza de más de 40% en el costo de la madera y acero. “Esta presión en particular y una cultura de cero emisiones de carbono y la economía circular nos ha llevado a ver los beneficios de la construcción industrializada para sacar un mejor provecho al uso de los materiales y reducir las emisiones”, señaló.

El gobierno de Australia ha apoyado métodos modernos y está invirtiendo en distintas áreas, trabajando junto a los privados para desarrollar estrategias y tecnologías que permitan mejorar en la construcción. “Hoy existen robots que construyen en 3D, por lo que se necesita crear conciencia y entender cómo estas tecnologías se desarrollan y se aplican”, explicó.

Enfoque colaborativo

Encontrar las rutas para reducir el déficit de 641.000 viviendas en Chile, es una tarea compleja y que requiere diálogo. “Quienes tienen menos acceso a la ciudad son quienes la construyen. Desde allí, es necesario repensar quiénes son nuestros clientes, quiénes son las personas y cuáles son sus necesidades. La política habitacional está cambiando y necesitamos respuestas rápidas. Si las personas no participan activamente, el camino se ve truncado. Debemos trabajar en conjunto donde las personas sean el centro de la solución”, afirmó Mariana Fulgueiras, integrante del Laboratorio de Innovación Pública de la Universidad Católica.

En tanto, para José Miguel Benavente, vicepresidente de Corfo, existen dos dimensiones clave: construcción y demanda. “Construye2025 reúne al mundo privado y público, con una oferta de valor, para responder a las demandas con una alta participación del sector privado. Tenemos urgencias, elementos regulatorios y una desarticulación entre el sector público y privado donde hay reglamentaciones que se cruzan con otros ministerios que pueda afectar a la construcción. De esta forma, el mandato a todos los ministerios ha sido la creación de mesas ejecutivas para ir avanzando semana a semana”, explicó.

Mientras que el director ejecutivo de Déficit Cero, Sebastián Bowen, puso énfasis en el “nudo” del déficit de información social. “Necesitamos saber cuál es la demanda real y cómo se distribuyen estas familias para generar una estrategia mucho más dirigida”, acotó. Por eso, llamó a construir ciudades con “sentido orgánico”, aprovechando la infraestructura que pueda dar respuestas como es el caso del plan ferroviario para la Región Metropolitana y la Región de Valparaíso, que -en conjunto- responden al 60% del déficit habitacional en Chile.

Finalmente, el arquitecto de Bordeurbano, Raúl Araya, explicó cómo su empresa logró desarrollar una solución de vivienda de micro-radicación en un emblemático cerro en Valparaíso. “Cuando la persona es sujeta del proceso constructivo, todo el entorno resulta beneficiado”, indicó. Soluciones habitacionales como la del Cerro Toro, con ocho unidades de vivienda, logran que tantos usuarios como vecinos puedan comprender y ser parte del proyecto. Esto, según el profesional, genera una mayor satisfacción al hacer partícipe a toda la comunidad en el proceso constructivo.

Carta al director: Anuncio Minvu sobre viviendas industrializadas

Señor director:

Con mucho agrado, hemos recibido el anuncio del ministro de Vivienda y Urbanismo, Sr. Carlos Montes, de dar un gran apoyo a la construcción de viviendas industrializadas en distintas regiones, para atacar así el déficit habitacional que tenemos hace décadas en nuestro país.

Dado que desde hace seis años venimos impulsando la construcción industrializada para mejorar los niveles de productividad de la industria, así como para lograr una reducción de residuos, sabemos que esta iniciativa es un respaldo potente que nos pone en la senda correcta si queremos que más familias tengan un espacio propio para vivir, dado que hoy ya es posible en Chile levantar conjuntos completos de viviendas con estos métodos constructivos y, además, con un alto estándar de habitabilidad. 

En pocos días, presentaremos nuestra Hoja de Ruta 2022-2025, que incorpora diagnósticos sectoriales actualizados y pone especial acento en continuar y fortalecer iniciativas estratégicas estructurales, como el Consejo de Construcción Industrializada (CCI).

Sabemos que hay mucho por hacer, como completar la primera norma de construcción industrializada, desarrollar un manual de constructabilidad y uso estandarizado de componentes, así como medir indicadores de proceso y de resultado en las obras, entre otros desafíos. Por ello, sentimos este anuncio como una motivación a seguir trabajando para mejorar las condiciones de calidad de los proyectos y la productividad de este importante sector. El desafío es de todos.

Marcos Brito Alcayaga

Gerente

Construye2025

Fuente: El Diario de Atacama

CTEC y Chile GBC desarrollan la primera plataforma de materiales para la construcción

Primera plataforma a nivel nacional orientada a la elaboración de pasaportes de materiales y gestión de activos inmobiliarios de manera sostenible, a través del registro de información técnica, de sustentabilidad, toxicidad y circularidad, de los materiales, productos y componentes que conforman la edificación, mediante este proceso se efectúan cálculos, se generan indicadores y reportes, que aportan valor para su actual uso, recuperación y reutilización, apoyando de esta forma la gestión sostenible de los activos.

El Pasaporte de Materiales, es una iniciativa pionera en innovadora a nivel nacional y regional, y cuenta para la primera etapa con el apoyo de Falabella, AZA Acero Sostenible y Volcán, quienes son parte del proceso de pilotaje y validación de esta iniciativa.

Daniel Berdichevsky, gerente de Proyectos y Construcción de Falabella Inmobiliario 

“Alineados a su estrategia de sostenibilidad y conscientes de contribuir en la mitigación del cambio climático, Falabella fue una de las tres empresas que decidió apoyar esta Plataforma pionera nivel nacional y regional.

Innovar en nuestra industria es necesario, por ello valoramos el ‘Pasaporte de materiales de construcción’ que ha desarrollado el Green Building Council Chile y el Centro Tecnológico para la Innovación en Construcción. Esta solución tecnológica es relevante para el sector, ya que beneficiará directamente la gestión de activos sostenibles.

Esperamos que el piloto avance, tenga buenos resultados y la iniciativa se pueda desarrollar en todo el rubro. Los buenos proyectos se deben replicar”. La compañía está activamente trabajando en las construcciones sustentables, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental de nuevas edificaciones, ampliaciones y remodelaciones”.

Sandra Arzola, jefe de Marketing Aceros Aza 

“Pasaporte de Materiales para la Construcción es una iniciativa que está completamente alineada con la filosofía de Aceros AZA. Es un proyecto que aporta al desarrollo sustentable de los materiales que se utilizan en la construcción, impulsando así la economía circular y el cuidado del medio ambiente.

Aceros AZA es una empresa profundamente comprometida con el cuidado del medioambiente y para ello, está permanentemente buscando iniciativas y soluciones que permitan disminuir los impactos ambientales en la industria de la construcción. Hoy, este sector es responsable por cerca del 30% de la emisión de gases con efecto invernadero en el mundo. Además, no más del 7% de los insumos son reciclado o reutilizados. Claramente, esto indica que la construcción debe avanzar colaborativamente en generar instancias en esta materia.

Por esto, Aceros AZA se compromete a apoyar el proyecto que plantea el CTEC y Chile GBC. Estamos convencidos como empresa que conocer adecuadamente la trazabilidad de los insumos de la construcción y su posterior revalorización, es fundamental para avanzar en la economía circular y dejar, definitivamente de lado, la economía lineal que tanto daño ha generado para nuestro planeta”.

Ricardo Fernández, gerente Técnico y Desarrollo Sostenible de Volcán 

“Para Volcán ha sido de gran interés participar en esta plataforma, queremos contribuir a identificar Proyectos Inmobiliarios Sostenibles y avanzar en Economía Circular.

El desarrollo del Pasaporte de Materiales para la Construcción ha sido un trabajo de Innovación abierta con entidades como CTEC, Chile GBC y Falabella. Sólo podemos avanzar de buena forma, trabajando colaborativamente y generando ecosistemas que apunten a objetivos comunes y en plazos acotados.

El conocer los impactos ambientales y aportes de los materiales y componentes del edificio, permitirá tomar buenas decisiones en modificaciones y en la deconstrucción del edificio, permitiendo tener trazabilidad con una información verificada por terceros. Esperamos que esto sea un incentivo para que los proveedores consideren como herramientas de trabajo las declaraciones ambientales de productos y en el futuro nos manejemos en base a ecoetiquetados”.

La implementación de esta plataforma, se proyecta como un impacto positivo en el sector, al incrementar o mantener el valor de los materiales, productos y componentes de construcción a lo largo del tiempo; facilitando que desarrolladores seleccionen materiales de construcción circulares, sostenibles y saludables; promoviendo el diseño con materiales más sustentables y circulares; facilitando la trazabilidad del flujo de materiales de construcción en un activo inmobiliario; disponibilizando información ambiental de productos y materiales de construcción; fomentando los incentivos y garantías para materiales secundarios y las compras sustentables, y facilitando la logística inversa o devolución de productos, materiales y componentes, cerrando ciclos, y fomentando de esta manera una construcción más consciente con el medio ambiente y en sintonía con el desafío país de avanzar hacia la carbono neutralidad.

Fuente: CTEC

Minvu anuncia concurso para la construcción de viviendas industrializadas en la RM y presenta iniciativas que potencian esta tecnología

El ministro Carlos Montes anunció un llamado dirigido empresas para la construcción de proyectos habitacionales industrializadas en la Región Metropolitana: uno de 100 viviendas para arriendo a precio justo en Renca y otro de 60 en propiedad en Lo Espejo.

El secretario de Estado destacó además otras iniciativas que el ministerio impulsa a nivel nacional para introducir esta tecnología de construcción de viviendas en proyectos sociales, que entre sus ventajas se cuentan menos tiempo de ejecución, menos fallas posteriores, mayor sostenibilidad y optimización de los recursos.

El ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, junto a la alcaldesa de Lo Espejo, Javiera Reyes, y al alcalde de Renca, Claudio Castro, dio a conocer esta mañana tres iniciativas con las que el Minvu busca impulsar el uso de la construcción industrializada en sus proyectos habitacionales como una forma de contribuir en la meta del Gobierno de construir 260 mil viviendas durante el periodo, introduciendo esta tecnología que disminuye los tiempos de ejecución, presenta menos posibilidades de fallas posteriores, mayor sustentabilidad y mejores condiciones para los trabajadores de la construcción.

En el acto realizado en el Minvu, al que asistieron también la seremi de Vivienda Metropolitana, Rocío Andrade, el vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Claudio Nitsche, y representantes de empresas constructoras de viviendas industrializadas, el titular del Minvu detalló que el primer anuncio es un llamado a concurso para la construcción de proyectos de viviendas industrializadas en Lo Espejo, de 60 viviendas en propiedad, y otro en Renca, de 100 viviendas para arriendo a precio justo; el segundo, para dar a conocer dos proyectos pilotos de este tipo de viviendas en regiones, uno en Rancagua, en O’Higgins, y otro en San Pedro de la Paz, en el Biobío; y el tercer anuncio es respecto a convenios entre el Minvu y empresas para el desarrollo de “viviendas industrializadas tipo Minvu” en todas las regiones, las que quedarán disponibles para implementar proyectos que al estar preaprobadas por el Minvu, disminuirá aún más los tiempos de ejecución.

En su intervención, el ministro Montes explicó que “Chile está viviendo una emergencia habitacional y de eso hay que tener mucha conciencia. La emergencia supone voluntad, compromiso y ganas, pero también iniciativas y planes concretos. Nosotros presentaremos de aquí a fin de mes el Plan de Emergencia Habitacional que nos mandata la ley y el Presidente de la República, Gabriel Boric. Una de las dimensiones trata de modernizar el sector, de cambiar las tecnologías, de hacer las cosas de otra manera, entendiendo de que la experiencia va permitiendo profundizar y mejorar, pero queremos partir modificando la construcción, particularmente en el caso de la vivienda industrializada, se trata de hacer las cosas de otra manera, de innovar”.

Asimismo, el secretario de Estado indicó que “por muchos años, la historia ha tenido una manera de construir viviendas y eso ha tenido un impacto en el medio ambiente, ha representado más tiempo, ha habido problemas de calidad de otra naturaleza. Todo eso se está enfrentando con esta nueva tecnología. El ministerio quiere jugársela en esto y agradecemos también a los empresarios que están en esto, para el país es muy importante que estén. Es muy importante entender que esta es una situación público-privada, creemos que no es posible enfrentar la emergencia habitacional si no es fortaleciendo esta situación y que los municipios pasan a jugar también un rol central en el desarrollo de un plan y una política de vivienda”.

Según explicó el jefe de la División de la División Técnica de Estudios y Fomento Habitacional del Minvu (Ditec), Ricardo Carvajal, la industrialización de la vivienda consiste, básicamente, en armar en serie, montar en una fábrica las piezas y después transportarlas a la instalación de faena y construir la vivienda definitiva en el terreno donde se desarrolle el proyecto.

Entre las ventajas de este sistema, ampliamente usado en Canadá, Noruega y otros países de Europa, destaca la disminución de los tiempos de ejecución, que puede llegar a un 40% menos que el método tradicional al tratarse de un proceso repetitivo, estandarizado y controlado; mayor especialización en la ejecución; control de calidad más detallado y especializado, que disminuye la posibilidad de fallas posteriores; entrega mejores condiciones a los trabajadores al independizarse etapas del proceso de las condiciones climáticas o medio ambientales y es un sistema más sostenible al reducirse la generación de residuos, lo que a su vez optimiza la utilización de estos y ahorrar en materiales. Todo esto, permite también entregar mayores certezas a los beneficiarios respecto del cumplimiento de los compromisos de entrega.

La alcaldesa de Lo Espejo, Javiera Reyes, destacó en su intervención “lo valiosa de esta iniciativa para nosotros, sobre todo municipios como el nuestro que representa una de las zonas que ha estado excluida de los beneficios del modelo hace muchos años y comuna donde nos es tremendamente significativo no solamente aportar a resolver las grandes carencias en términos de vivienda que tenemos, somos la comuna que tiene mayor índice de hacinamiento en la Región Metropolitana sino que también hacerlo de forma y esta forma digna tiene que ver también con poder ser parte, ejemplo piloto de estos nuevos avances tecnológicos que se están incorporando en la vivienda”.  

A su vez, el alcalde de Renca, Claudio Castro, señaló que “en el caso de nuestra comuna, en este piloto que estamos trabajando con el ministerio, va a ser precisamente un piloto para arriendo justo, y nos pone tan contentos este anuncio porque va a marcar un estándar de lo que esperamos que sea el mercado del arriendo, que no gaste tantos recursos de los que disponen las familias todos los meses para poder subsistir y que desde aquí se mande una señal también para regularizar aquellas viviendas que hoy se arriendan y que no pueden acceder a un subsidio para poder seguir construyendo. Nosotros esperamos que este sea el primer proyecto de arriendo a precio justo en Renca al mismo tiempo que seguimos avanzando en vivienda en propiedad”.

Finalmente, el vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Claudio Nitsche, destacó que “este es el camino correcto. tenemos que tomar la tecnología existente en el mundo, abrazar efectivamente las posibilidades de estos convenios públicos-privados, tenemos que estar con la sociedad, estar con los alcaldes y tenemos que llegar a la gente. Esto que se está abriendo, este acuerdo es el camino que a todos nos convoca”.

Desarrollan planta para tratar y reutilizar aguas grises en obras de proyecto inmobiliario

La iniciativa comenzó a operar a principios de mayo en el proyecto Distrito Quillayes, de Grupo Siena, en la comuna de La Florida, y durará 18 meses, donde se espera valorizar diariamente hasta 5 m3 con un mínimo gasto energético, aportando al cuidado de los recursos hídricos.

En momentos en que el país vive una preocupante sequía hace más de una década y el concepto de escasez hídrica amenaza el consumo humano y las actividades productivas, Grupo Siena dio el puntapié inicial a un prototipo sin precedentes en Chile, que tiene como objetivo reutilizar las aguas grises que provienen de las duchas y lavamanos de los trabajadores para darles nueva utilidad en los procesos de faena y ejecución un proyecto que están desarrollando en la comuna de La Florida, cerca de Metro Quillayes.

La iniciativa surgió a raíz de un proyecto de innovación presentado por el departamento de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente de la empresa el año 2021, que espera valorizar, en un comienzo, 5 m3 de agua para ampliarse, luego, a 10 m3 diarios. La meta es alcanzar los 100 m3 mensuales, lo que equivale a 100 mil botellas de un litro de agua. “Si existe racionamiento eventualmente y no estamos preparados o no tenemos un plan de contingencia, esto significaría suspender las obras. Por esta razón, reutilizar el agua a través de esta planta nos permitirá tener continuidad operacional, algo fundamental para nuestros procesos y planificaciones”, afirma Daniel Flores, jefe de Seguridad, Salud Ocupacional y Medioambiente de Grupo Siena, encargado de liderar el proyecto.

El principal valor de esta planta de tratamiento es que su instalación y habilitación demora en total una semana y necesita un mínimo un consumo energético para funcionar, de solo 3 kW mensuales, lo que llevados a un valor monetario corresponde a $2.400 al mes. En resumen, es una alternativa rápida, de bajo gasto energético y muy positiva en el contexto actual.

Considerando que los principales consumos de agua en una obra de construcción están en la instalación de faena (25%) y en su ejecución (75%), Grupo Siena puso en marcha este proyecto para aprovecharlo principalmente en el proceso de hormigonado, que exige un alto porcentaje de agua.

Durante los próximos 18 meses, la tarea es medir y trazar los rendimientos del prototipo, para comprobar en terreno la reducción de los consumos y validar su utilización en el resto de las obras que ejecuta la empresa. “Los esfuerzos de Grupo Siena están enfocados en cumplir con los objetivos de este proyecto y también obtener una certificación que nos permita ampliar el uso que le estamos dando actualmente a las aguas grises tratadas y así, seguir avanzando en esta materia”, añade Daniel Flores.

La iniciativa toma mayor importancia aún, al considerar que, en materia legal, Chile cuenta con la ley 21.075, promulgada el año 2018, que regula la recolección, reutilización y disposición de aguas grises en el país, pero que tiene un reglamento específico que fija los requisitos técnicos para el reuso de aguas grises, pendiente de aprobación y que aún no se dicta, por ende, limita la posibilidad de tener un marco jurídico más completo en esta materia.

Fuente: CDT

CTEC junto a representantes del sector público y privado lanzaron MODhabitar, desafío que busca desarrollar un estándar habitacional sustentable e industrializado para Antofagasta

Con la presencia de representantes de diversos sectores públicos, privados y la academia, se dio el puntapié inicial al Desafío MODhabitar Antofagasta, iniciativa que busca desarrollar un estándar habitacional sustentable, industrializado y replicable que permita disminuir el déficit habitacional de la región.

Durante la mañana de este miércoles, en la Cámara Chilena de la Construcción de Antofagasta se realizó el lanzamiento oficial del Desafío MODhabitar, iniciativa desarrollada por el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción_ CTeC, que cuenta con financiamiento otorgado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R año 2021) del Gobierno Regional de Antofagasta.

La actividad contó con la presencia de autoridades de Antofagasta como Carlos Contreras, Seremi de Vivienda y Urbanismo, Marcela Torres, presidenta regional de la CChC, Fernando Echevarría, Decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería y Construcción de la Universidad Católica del Norte, entre otros.

Según el catastro de Campamentos 2021 publicado por TECHO-Chile y Fundación Vivienda, en Chile existen más de 81 mil familias viviendo en campamentos, la cifra más alta desde 1996. Además, se estima que más de 500 mil familias necesitan una vivienda, ya que la que tienen es irreparable o viven en situación de allegados.

“Nuestra región figura entre las de mayor déficit habitacional del país con 37.099 viviendas. De este número, más de siete mil familias viven en los más de 60 campamentos que existen solo en la ciudad de Antofagasta. Por eso nos resulta tan relevante lo que está haciendo el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción con su iniciativa MODhabitar, porque logra convocar al sector público y al privado, a través de las empresas del sector, invitándolas a desarrollar un nuevo estándar de viviendas sustentables y modulares que sirvan para ir reduciendo el déficit de vivienda para las miles de familias que esperan urgente una solución habitacional que en definitiva les permitirá mejorar significativamente su calidad de vida”.

MODhabitar busca impulsar, a través de un trabajo colaborativo con empresas locales y nacionales, un modelo de innovación abierta que cuenta con la participación de 10 alianzas, correspondientes a 47 empresas, de las cuales 18 pertenecen a la región.

Carlos Contreras, Seremi de Vivienda y Urbanismo de Antofagasta señaló “Estamos en un momento crucial para articular las voluntades y acciones que nos permitan responder a la emergencia habitacional que registra nuestro país, principalmente en nuestra región donde se presentan grandes tareas en esta área. Como MINVU, estamos conscientes que necesitamos acortar los plazos de construcción y son precisamente las viviendas industrializadas las que se plantean como alternativa, considerando que además abaratan costos, aminoran residuos y cuentan con un control de calidad en planta que disminuye la fiscalización constante de la obra”.

Carolina Briones, directora ejecutiva de CTeC destacó ”Estamos muy felices de estar lanzando el día de hoy esta iniciativa, esperamos sea un aporte en dos ámbitos, por un lado promover la construcción industrializada en la región, ya que a través de métodos más sustentables y controlados, podemos impactar de manera más eficaz a la brecha habitacional existente. Y por otra parte, a través de iniciativas como esta, vamos sentando las bases de un trabajo colaborativo entre el ecosistema de la región con un fuerte foco en la innovación, aspecto tan necesario para dar el salto que requiere nuestra industria en términos de productividad”.

SOBRE MODHABITAR

MODhabitar es un desafío de innovación abierta que tiene como misión desarrollar modelos de viviendas económicas, industrializadas, sustentables y escalables con el objetivo de documentar un estándar que sirva para definir políticas y lineamientos de programas habitacionales para la Región, junto con fortalecer las capacidades de innovación de las empresas del sector construcción a nivel local.

Las empresas que desde hoy comenzarán el desafío de mejorar el estándar habitacional de la región son: Servan, Seremarc, Efis, Box Solution, VA Arquitectos, Barlovento, PK Mendies, Geoespacios, Crec, Servijeg, WatGen, FFS, Natura Energy, Yaku, ARQ Green DBP, Fundación Aldea, Ecogray, Straw Panel, Ecofibra, Río Flamenco, Comercial TyT, Hexa Estudio, D&F, Ecoshower, Procenergy, Inmobiliaria Nuevo Oriente, S360, Jiménez Besoain Asociados, ACL Constructora, Cintac, Etex Group, Vinilit, ARQZ BIM, Sinestesia, Oyarzún Ruiz Agencia, Centro de Proyectos U. Chile, Aceros Aza, Sherwin Williams, Prat, EBP Chile, Santa Valentina, STO Chile, Puna Arq, RyG Construcciones, Ingeniería Innovación y Desarrollo Sustentable y Emerge.

Huella de carbono en la edificación y el vínculo con las certificaciones

Por Paola Valencia, gerenta de Sostenibilidad de E3

Como ya es ampliamente conocido, según el último reporte de Global Alliance for Building and Construction, el sector vinculado a edificación es responsable del 38% de las emisiones globales de GEI, donde un cuarto de éstas corresponde a las emisiones generadas en los procesos de producción de materiales, transporte y construcción. Por lo tanto, hoy en día se sabe que tres cuartos de las emisiones del sector corresponden a carbono operacional y un cuarto a carbono incorporado. 

Sin embargo, ya hace muchos años que sabemos que el sector construcción es responsable de éste y otros impactos ambientales y ha sido uno de los sectores más lentos en incorporar cambios de buenas prácticas no sólo medioambientales, sino también de innovación, tecnológicas y sociales. Y ¿por qué ocurre esto? Bueno, por algo muy simple, porque al menos en Chile este sector compite sólo por costos directos y no considera los costos indirectos. Esto quiere decir que no paga impuestos por los diferentes impactos que genera. Un ejemplo muy claro de esto es que es más barato botar basura que valorizarla. Esto es grave, porque esos impactos ambientales los terminamos pagando todos, dado que el estado invierte un porcentaje no menor del presupuesto nacional en mitigación de daños ambientales, tales como planes de descontaminación, subsidios a familias de zonas saturadas, reforestación, gastos en salud por consecuencia de la contaminación y tantos otros.

Un gran desafío que tenemos en el sector construcción es lograr que nuestros procesos sean ambiental y socialmente responsables y para lograr esto, una de las herramientas más potentes son las certificaciones medioambientales, pero cuando promovemos estos sistemas, lo primero que encontramos por parte de la industria es la respuesta “es más caro”.

Por ello, es muy relevante avanzar a nivel nacional en levantar datos sobre los impactos ambientales vinculados a los procesos productivos y reflejar esto en los costos de producción, tomando para esto uno de los principios de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, que señala que “El que contamina paga”. En este contexto, todos los procesos productivos deberían pagar impuestos ambientales de acuerdo con su nivel de impacto y, bajo este concepto, claramente un proyecto certificado con estándares de sustentabilidad tendería a ser más económico que uno no certificado.

Las certificaciones medioambientales de edificios también tienen un rol fundamental en la generación de datos e información ambiental sobre los procesos de producción, construcción y operación de los edificios e infraestructura. Es así como hace más de 20 años que se han implementado certificaciones medioambientales en el mundo, que buscan cambiarle la cara a la industria hacia una más responsable y verde. En ese sentido, se destaca a Chile como uno de los países que no sólo ha implementado sistemas internacionales, sino también desarrollado e implementado sistemas nacionales que ayudan a movilizar al sector a incorporar prácticas de menor impacto ambiental.

Es por esto que vale la pena destacar cómo están abordando la reducción de emisiones de GEI los sistemas de certificación medioambiental que están operando en Chile y que son las certificaciones internacionales LEED y EDGE, y las certificaciones nacionales CVS y CES. En ese sentido, se destaca que todos los sistemas tienen un enfoque de ciclo de vida para abordar la promoción de reducción de energía y por ende de emisiones de GEI, aunque claramente algunos la abordan con mayor profundidad que otros. Los temas en los que coinciden la mayoría de estas certificaciones son premiando el uso de materiales y productos que documenten la energía incorporada en sus procesos, medidas de eficiencia energética en el diseño del edificio, en los equipos de iluminación, climatización, agua caliente sanitaria y la incorporación de energías renovables.

Y al igual que las certificaciones anteriores la Certificación Edificio Sustentable se destaca por promover la eficiencia energética con enfoque de ciclo de vida, ya que premia a los proyectos que documenten la energía incorporada en los materiales, medidas de eficiencia energética en el diseño arquitectónico, en diseño de iluminación, en sistemas de climatización y de agua caliente sanitaria y a los que incorporen energías renovables.

 

Fuente: CES

Se miden las emisiones de carbono en ciclo completo de vida de edificio certificado CES

En el marco del convenio de colaboración entre los ministerios de Energía, Obras Públicas y el IC, se desarrolló un completo análisis para el edificio del Centro Día del Adulto Mayor de Punta Arenas. El trabajo realizado por EBP Chile, como equipo consultor, permitió medir la huella de carbono en el ciclo completo, lo cual representa un hito fundamental en el camino hacia Net Zero Carbono.

En el marco del convenio de colaboración entre los ministerios de Energía, Obras Públicas y el Instituto de la Construcción, entidad administradora de CES, se desarrolló un completo análisis para el edificio del Centro Día del Adulto Mayor de Punta Arenas.

El estudio contribuyó con el levantamiento de los sistemas de cálculo de huella de carbono en la construcción y también realizar la evaluación de la intensidad de carbono incorporado y operacional, lo que permite contar con información real y cuantificable, señala Margarita Cordaro.

En una primera etapa, se revisaron las metodologías de cálculo, concluyendo que la más apropiada es la metodología RICS, que es inglesa”, detalla José Antonio Espinoza, asesor CES y Jefe de proyecto del equipo consultor de EBP.

Con dicha metodología seleccionada, analizaron etapas del ciclo de vida de la edificación, tales como la de producción de material, el transporte de materia prima y el fin de ciclo de vida, es decir, la disposición. “Hubo que tener presente que el proyecto estaba ubicado en Punta Arenas, por lo cual evaluar el transporte era fundamental”, explica el arquitecto.

Se revisaron plataformas y herramientas de cálculo para poder seleccionar la que se utilizaría para el desarrollo del estudio. Se consideraron Athena (Canadá), GaBi (Alemania), Rukaru (Chile), Tally (EE.UU), EC3 (EE.UU), ABACO (Chile) y One Click LCA (Finlandia), seleccionándose esta última.

En el escenario base se obtuvo un resultado de 1.467 toneladas de CO2 equivalentes. “Hicimos un estudio de sensibilidad donde fuimos modificando ciertas cosas, agregamos energía renovable, modificamos la ubicación del edificio y, finalmente, tomamos el edificio como si fuese Net Zero con bombas de calor geotérmicas y paneles fotovoltaicos. Hubo una reducción de 57% de la huella del edificio al pasar a 635 toneladas de CO2 en el ciclo de vida”, comenta Espinoza.

Para el asesor CES, José Antonio Espinoza, el beneficio de reducir los consumos energéticos al máximo (nivel de “energía neta cero”), implica un carbono operacional prácticamente nulo, ya que sólo se contabilizan las emisiones producidas por refrigerantes, sin tener que aumentar mayormente el carbono incorporado del proyecto.

Por último, la disposición de materiales a una distancia menor a mil kilómetros, jugó un papel clave en la reducción del carbono incorporado del edificio. Luego, de todo el trabajo en el Centro Día del Adulto Mayor de Punta Arenas, el especialista cree que Chile puede llegar a estándares muy cercanos a los de Inglaterra, donde la medida es de 800 toneladas de CO2 equivalentes. “Tenemos el potencial de mejorar si trabajamos en edificios de energía neta cero. Aunque aún nos faltan estudios para ver las diferencias que existen entre Punta Arenas y Arica”, concluye Antonio Espinoza.

Importancia del estudio

El objetivo general del convenio consistió en “aportar a la ampliación del alcance y a la mejora del modelo técnico de la CES, en cuanto ésta permite evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de edificios en Chile y así fomentar su uso en distintos tipos de edificaciones”, señala Bárbara Rodríguez, de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía. A su juicio, “este objetivo es complementario con lo que señalará la futura Ley de Eficiencia Energética respecto a la calificación energética de la edificación de uso público, comercial y oficinas nueva y uno de los objetivos específicos de este convenio apunta a ‘crear una etiqueta informativa que permita mostrar los resultados de eficiencia energética certificados por CES’”.

Por ello, Rodríguez comenta que durante el año 2021 y teniendo presente los nuevos desafíos que impondrá la futura Ley de Eficiencia Energética a la edificación nueva, en conjunto con el equipo técnico de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles, “se trabajó en reformular las actividades del objetivo específico antes mencionado, de manera tal que el nivel de profundidad al desarrollo de la etiqueta, pero también a profundizar en los temas de edificación cero emisiones netas. Desde esta perspectiva, para nosotros este convenio fue un éxito, puesto que permitió sentar las bases de una definición cero emisiones en nuestro país”.

En este contexto, la vicepresidenta del Comité Directivo CES y jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la División Edificación Pública de la DA, Margarita Cordaro, destaca la relevancia de poder contar con edificios en operación que reúnen las condiciones para aplicar un proyecto piloto, como fue el caso del Centro Día Adulto Mayor de Punta Arenas. “Es importante destacar que esta medición de huella de carbono se realiza sobre un proyecto de diseño y obra, que obtuvo Premio CES año 2019, alcanzando el nivel de Certificación Destacada y que tiene un tiempo de operación del orden de cuatro años por la institución mandante”, afirma.

Y es que la eficiencia, aplicación y validación es parte del compromiso de la DA para cumplir -a través de la gestión de proyectos- con exigencias nacionales e internacionales. El Plan de Adaptación y Mitigación de los Servicios de Infraestructura al Cambio Climático (MOP-Ministerio del Medio Ambiente) y el aporte para postular la cartera a los bonos verdes soberanos (MOP-Ministerio de Hacienda), que se realiza sobre las emisiones en operación, fueron significativos en este sentido. “Es relevante posicionar el valor que tiene la gestión de certificación CES, en la calidad de los edificios públicos y de uso público y, por lo tanto, debemos fortalecer el proceso de medición, evaluación y su constante difusión y mejoramiento”, sostiene la vicepresidenta del comité directivo de CES.

En ese sentido, el trabajo integrado entre el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP y CES, administrada por el Instituto de la Construcción, para estudiar y evaluar la intensidad de carbono incorporado y operacional en un edificio de uso público con alcance desde la cuna a la tumba fue de suma importancia. 

“El convenio nos permite seguir avanzando en el desarrollo sustentable de la edificación pública y el cumplimiento de los compromisos internacionales de medio ambiente, que ha adquirido el país. En lo interno, se requiere avanzar en futuros procesos de medición de huella de carbono, que para establecer una línea base de distintas edificaciones en zonas climáticas variadas en Chile”, argumenta la arquitecta.

Los resultados de este estudio están disponible en la sección Documentos del sitio web de CES: https://certificacionsustentable.cl/documentos/?dir=77

Fuente: CES

Construye2025 y el Colegio de Arquitectos se unen para impulsar el concurso “Desafío Net Zero 2030”

El programa impulsado por Corfo trabaja colaborativamente junto al gremio para avanzar hacia la carbono neutralidad, apoyando aquellas propuestas que incorporen metas para la reducción del consumo de energía, las emisiones de CO2 y hacer un uso eficiente de los recursos a través de la economía circular y la industrialización.

El martes 10 de mayo se concretó la firma, por parte de Pablo Ivelic, presidente de Construye2025 y Jadille Baza, presidenta del Colegio de Arquitectos de Chile, del Memorándum de Entendimiento para realizar el Concurso “Desafío Net Zero 2030”. Hasta la sede del Colegio de Arquitectos de Chile, llegó el equipo de Construye2025, encabezado por su presidente, para conversar sobre los objetivos del acuerdo y estampar la rúbrica que dio inicio al trabajo colaborativo entre las partes.

La iniciativa allanará el camino para lograr la carbono neutralidad del país hacia 2050, mejorando las capacidades profesionales de la construcción en temas relacionados con brechas productivas, sociales y medioambientales. Para ello, el gremio y el programa respaldarán mediante un concurso proyectos de vivienda social que incorporen metas de reducción significativa para consumo de energía y emisiones de CO2, así como el uso eficiente de los recursos, la disminución de residuos y retrasos en obras de edificación.

“Los indicadores son alarmantes. Consumimos un tercio de las materias primas; generamos un tercio de los residuos; y un tercio de los gases invernadero, a nivel país y a nivel mundial”, explicó el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic, durante el encuentro.

En tanto, la presidenta nacional del Colegio de Arquitectos, Jadille Baza, destacó la importancia de generar un ecosistema que ayude a los futuros profesionales de la arquitectura, para que puedan enfrentar los desafíos que impone el cambio climático; a la academia, en formación e investigación; a los proveedores de materiales, en prácticas cada vez más sostenibles; y al sector construcción, entregando profesionales cada vez más empoderados, para que puedan proponer diseños y concretar construcciones Net Zero.

Ecosistema de alto impacto
“Sabemos que los cambios no suceden solos, se necesitan iniciativas trascendentes como esta. Estoy segura de que junto a nuestro directorio nacional y Construye2025 estamos en el camino correcto y pondremos a disposición todo lo posible y necesario, para que este concurso se transforme en un gran referente para generar los cambios urgentes y necesarios”, afirmó la presidenta del gremio.

En este sentido, Pablo Ivelic, recordó que el problema debe abordarse de raíz para lograr cambios transformacionales. “Debemos incidir en la formación de los profesionales que van a estar sentados con nosotros. Por eso, pensamos en un desafío universitario, para incorporar y fomentar en la formación de los futuros profesionales y en las bases del diseño, el trabajo Net Zero y contribuir al déficit habitacional del país. En ese camino, tuvimos la fortuna de encontrarnos con el Colegio de Arquitectos de Chile”, comentó.

Luego de la primera versión del concurso “Desafío Net Zero 2030”, que será lanzado en los próximos meses, ambas instituciones aspiran a levantar una plataforma que amplifique el impacto y acelere los cambios que la industria de la construcción requiere para hacer de Chile un país más productivo y sostenible.

Corfo busca iniciativas para enfrentar el cambio climático

El Programa Tecnológico de Transformación Productiva ante el Cambio Climático ofrecerá un cofinanciamiento de hasta dos mil millones de pesos para quienes aborden brechas relacionadas con la competitividad.

Este miércoles 1º de junio, a las 15:00 horas, se realizará un webinar orientado especialmente al sector construcción, que permitirá a los aspirantes al subsidio no reembolsable resolver sus dudas antes de postular. “Una de las problemáticas que enfrentamos es que, lamentablemente, nuestros intentos de mitigación del cambio climático no han sido suficientes”, explicó Fernando Hentzschel, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo.

Aunque Chile no es uno de los principales emisores de CO2, su economía basada en la exportación de recursos naturales sufre los embates del cambio climático. Por eso, Corfo lanzó la convocatoria que abordará brechas de competitividad asociadas a desafíos de la crisis climática, identificadas en los sectores productivos priorizados Silvoagropecuario y Alimentos; Construcción; Turismo, mediante el desarrollo y adaptación de tecnologías.

“Queremos conformar una dinámica colaborativa, es decir, generar asociaciones entre varias empresas para resolver problemas con tecnología. Por eso, necesitamos quienes provean o generen tecnología. Para eso, se trabaja con un portafolio de proyectos que de manera coherente puede resolver un problema mayor sobre un sector productivo”, detalló el ejecutivo de Corfo.

Podrán postular como beneficiarios o “gestor tecnológico” personas jurídicas; públicas o privada; con o sin fines de lucro, constituidas en Chile. Como beneficio, se ofrece un monto de hasta dos mil millones de pesos chilenos que cubrirán hasta un 60% del costo total del programa, y los beneficiarios aportan el 40% entre aporte pecuniarios y no pecuniarios.

Brechas

Las propuestas que se postulen al presente instrumento se deben focalizar en el desarrollo y/o adaptación tecnológica de soluciones que permitan resolver al menos una de las siguientes brechas y/o desafíos:

a) Descarbonización, entendido como la eliminación del uso de combustibles fósiles, de matrices productivas que impactan en la competitividad del sector y su crecimiento sostenible en el largo plazo.

b) Baja eficiencia en el uso de recursos (necesarios para el desarrollo productivo) que se están viendo afectados por la crisis climática, y por tanto colocan en riesgo la sostenibilidad del sector y sus cadenas de valor.

c) Falta de adicionalidad tecnológica a los procesos productivos y del mercado, que permitan su adaptación a condiciones que ha impuesto el cambio climático, agregando valor y aumentando la competitividad del sector priorizado.

Desafíos diagnóstico construcción

Los desafíos sugeridos para el sector construcción son: 

  1. Construcción modular verde.
  2. Construcción industrializada híbrida (multi – materiales con baja huella de carbono).
  3. Tecnologización estratégica para optimización en el uso de recursos para construcción,
  4. Trazabilidad de los residuos de la construcción y demolición.
  5. Innovación en nuevos materiales y soluciones tecnológicas para sustituir materiales vírgenes (áridos reciclados escombros, residuos de la minería y el acero, caucho, entre otros), con baja huella de carbono y/o hídrica, entre otros atributos de sustentabilidad y circularidad.
  6. Medición de huella de carbono en etapas de construcción, huella CO2 materiales (pasaporte de materiales).
  7. Otros.

 Las postulaciones estarán abiertas hasta el 10 de agosto de 2022, a las 15:00 horas. Las consultas se pueden hacer hasta 10 días hábiles antes del término del plazo de cierre del llamado, al correo: programastecnologicos@corfo.cl, indicando en el asunto “Programa Tecnológico de Transformación Productiva ante el Cambio Climático”.

Webinar Sector Construcción: Miércoles 1º de junio de 2022, a las 15:00 horas. Ingresa a este LINK para participar.

Conoce AQUÍ las bases. 

TOL Pucón: la startup de la Araucanía que busca evitar que el 30% de los residuos se convierta en escombros

Minimizar la generación de residuos, promover la reutilización de materiales en la obra e incentivar la recuperación para reciclaje son los principales objetivos de la empresa que opera en La Araucanía.

Con soluciones innovadoras para los residuos que se generan en las distintas etapas de la obra, TOL Pucón espera ir más allá de asegurar la trazabilidad. Su meta es implementar acciones que contribuyan al ahorro de materiales y minimicen las pérdidas, para evitar que se transformen en escombros y terminen en botaderos clandestinos, sitios eriazos, quebradas u orillas de lagos y ríos.

En este contexto, la empresa hizo suya la misión de medir volúmenes de materiales valorizables y, gracias a su metodología, ha logrado reducir hasta en 40% los residuos que terminan en escombreras. “En el Hospital de Villarrica nos creyeron. Allí subimos los indicadores de la gestión y volúmenes de los distintos plásticos, madera, materiales que segregamos para reciclaje y para reutilización”, relata la directora de Gestión de Residuos de  TOL Pucón, Francisca Díaz.

Efectivamente, en el establecimiento hospitalario construido por Sacyr Chile, se logró la segregación de hasta un 46% de los residuos con un ahorro mensual estimado de seis millones de pesos. Algo similar sucedió con la obra Parque Pinares de Constructora Ambienta, donde la empresa logró segregar 30% de los residuos con un ahorro mensual estimado de un millón y medio.

Nuevo material

En la Araucanía, TOL Pucón comenzó también a buscar soluciones para la transformación de los materiales. Así nació POCK, que hoy convierte residuos plásticos en “madera plástica”. “Este material, que es 100% plástico reciclado, es un material de construcción que se puede usar para infraestructura y construcción de mobiliario”, detalla Francisca Díaz.

Según la ingeniera en Recursos Naturales, la sustentabilidad aporta a la rentabilidad del negocio y, en este ámbito, mejora los procesos y genera ahorros considerables. “Ahora, con la pandemia, los materiales están mucho más caros. Por eso, hay que visibilizar todo lo que se bota. Al comprar material gastas también en transporte y luego en botar el sobrante. Pero, si reduces tus pérdidas, reduces todos los costos”, señala.

Para lograr lo anterior, TOL Pucón se incorpora en el diseño del plan de gestión reconociendo las partidas más incidentes y los porcentajes de pérdidas asignados.“Puedes modificar los medidas de materiales que te permitan   minimizar la pérdida según el diseño, por ejemplo poner una palmeta de 60 en vez de una de 40”. Eso tiene un costo que se puede calcular. En el tema de los residuos, nosotros generamos la estadística y se puede segregar o disminuir un 30% de los residuos en obra como mínimo”, comenta Francisca Díaz.

La nueva propuesta de TOL Pucón es la valorización de los residuos plásticos y comercializar proyectos de economía circular, en los que incluye el retiro de los residuos y su transformación, es decir, el plástico que antaño se desechaba hoy pasa a convertirse en bancas y separadores viales, por ejemplo. “La idea es que la misma empresa visibilice la gestión que hizo en la construcción con este mobiliario o infraestructura, logrando un círculo perfecto. Estamos trabajando también con otras industrias y organizaciones como municipios, donde también se generan residuos plásticos”, dice la ingeniera.

Los perfiles POCK de diversos tamaños ofrecen cien años de garantía, al convertirse en plástico compactado. “En el sur se pudre todo y tiene una vejez muy rápida. Pero este material no se pudre, no se astilla, tiene buena apariencia, no necesita mantención, no necesita pintura ni barniz y la durabilidad es enorme. Por eso, es ideal para climas húmedos en el sur de Chile y para climas salinos en la costa”, explica Francisca Díaz.