En la feria Edifica 2022 se firmó el compromiso que promoverá la Estrategia de Economía Circular, iniciativa colaborativa a la que suscribieron la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Instituto de la Construcción (IC) y Construye2025.
Para instalar en Chile una cultura que apunte al desarrollo sostenible de la industria de la construcción se firmó la “Estrategia de Economía Circular en Construcción”, que fortalecerá el vínculo entre el sector público, privado y la academia.
En la ceremonia participaron Pedro Plaza, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción y presidente del Consejo Sostenibilidad del gremio; Ricardo Fernández, presidente del Instituto de la Construcción; Pablo Ivelic, presidente de Construye2025; Ximena Ruz, directora de la Agencia Sustentabilidad y Cambio Climático; y Fernando Hentzschel, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo, quien puso énfasis en los desafíos de desarrollo productivo sostenible de este sector.
“Es importante consolidar la Estrategia de Economía Circular, mediante una firma de compromiso público y privado que la transformen en un plan de acción”, dijo Hentzschel. Además, la autoridad de Corfo destacó la oportunidad de avanzar, a través de estas acciones, en la productividad de un sector tan relevante -como es la construcción- para nuestra economía, que concentra sobre un 8% de los empleos y que tiene mucho que decir en “desafíos país” como el alto déficit habitacional.
Tras la firma del acuerdo, Miguel Pérez, líder de Economía Circular de la CChC, destacó el intenso trabajo que permitió identificar la serie de tareas sobre las que se necesita trabajar para avanzar en este ámbito. “Las oportunidades que tenemos frente a la economía circular y los acuerdos de producción limpia, son múltiples. Hay que imaginarse que por donde se botan los escombros, lo único que cae son recursos mal utilizados, que se pierden”, indicó Pérez.
Para Pablo Ivelic, presidente del Consejo Directivo de Construye2025, la formalización de un convenio de trabajo y la implementación de una gobernanza entre la CChC, el IC y Construye2025 para la Estrategia de Economía Circular está dentro de los hitos que marcaron al programa durante 2022. Por ello, cree que en los próximos años “el principal desafío está en consolidar la Estrategia de Economía Circular en la Construcción. Es una necesidad de todas las industrias, pero, en particular, en la nuestra por los niveles de emisionesy residuos que genera el desarrollo de la edificación e infraestructura”, aseguró
Valorización y circularidad
Según el representante de la CChC, la meta es lograr que los escombros tengan valor como recursos. “La madre de todas las batallas está en el diseño que nosotros vamos a poder generar”, acotó. En este sentido, afirmó que la palabra “economía” en la circularidad es extraordinaria. “El fondo nos presenta desafíos que involucran todos los aspectos y aquí uno de los más importantes -indudablemente- es la sostenibilidad, que es el medio ambiente”, dijo.
Sin embargo, hay conciencia de que no es el único aspecto por considerar, ya que la productividad es igual de relevante. “La gracia de la economía circular es que junta estos dos mundos, porque si no tenemos un medio ambiente sano no vamos a poder seguir haciendo lo que estamos haciendo y si no tenemos una forma económica y productiva de hacerlo, tampoco lo vamos a poder realizar, entonces aquí se nos juntan dos aspectos que son relevantes”, aseguró Pérez.
Finalmente, el ejecutivo resaltó que una empresa por sí sola no logrará respuestas, ni tampoco lo hará la Cámara Chilena de la Construcción. “Es necesario que trabajen -de manera colaborativa- el sector público y el sector privado”, comentó.
Dirigido a estudiantes de pregrado de arquitectura y carreras afines, el concurso impulsará el desarrollo de iniciativas innovadoras para abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara al 2030.
La construcción a nivel internacional genera un 35% de residuos, consume igual porcentaje de energía, además de un 20% de agua dulce, como si fuera poco un 38% de gases de efecto invernadero son producto de esta actividad. Por otro lado, en Chile el déficit de viviendas es de 650 mil, es decir hogares que no tienen acceso a vivienda, lo que hace urgente avanzar en esta materia. Con estos antecedentes Construye2025 y el Colegio de Arquitectos de Chile lanzaron el Desafío Net Zero 2030, con la presencia de participantes de universidades e institutos técnicos de todo el país.
El concurso está dirigido a estudiantes de pregrado tanto de universidades como de institutos profesionales, que cursen carreras afines al área de la construcción. En este contexto, los jóvenes deberán formar equipos de cinco personas para desarrollar un diseño de prototipo de viviendas innovadoras y sustentables.
De esta manera, ambas instituciones buscan avanzar hacia el desarrollo sostenible, poniendo énfasis en la innovación para que la arquitectura y la construcción alcancen los objetivos de desarrollo sostenible que se esperan a 2030. El certamen aspira a contribuir al logro de la carbono neutralidad que Chile espera para 2050.
Durante el lanzamiento, Jadille Baza, presidenta del Colegio de Arquitectos, recordó la obligatoriedad de la Calificación Energética a contar del próximo año. Además, hizo hincapié en la Ley Marco de Cambio Climático que apunta al cumplimiento de las metas a 2025, que están establecidas en la estrategia climática de largo plazo y a dar soluciones al urgente déficit habitacional.
Por su parte, Pablo Ivelic, presidente de Construye2025, puso énfasis en la urgencia de transformar a la industria de la construcción en una más productiva, y más sustentable. “Llevamos seis años de vida y mediante diferentes acciones hemos entendido que la principal manera de abordar este desafío es desde el diseño de la infraestructura”, afirmó.
El líder del programa impulsado por Corfo, expresó también su absoluta convicción de que a través de esta iniciativa “se pueden generar quiebres relevantes para cambiar en nuestro país, para hacer esta industria más productiva, más sustentable y generar un aporte de verdad”.
Asimismo, indicó que desde el proceso inicial de conceptualización de los proyectos quienes son parte de Construye2025 quisieron buscar un espacio para aportar a la formación de nuevos profesionales, para que la economía circular, el concepto de “cero emisiones” y la sustentabilidad sean parte de los parámetros de diseño.
La convocatoria
De esta manera, el llamado quedó abierto para que las casas de estudio patrocinen el evento, se inscriban en él y den las facilidades a sus estudiantes para ser parte del desafío. La meta es llegar a recibir un centenar de ideas de proyectos, apoyando a los equipos con cursos y capacitaciones relacionados con los cuatro pilares a evaluar: consumo neto de energía, emisiones netas de CO2, industrialización y economía circular.
“Construye2025 y la Cámara, han hecho varios estudios para detectar cuáles son las brechas que frenan la transformación de Chile como país más sustentable y productivo. El 40% de la brecha está en el diseño”, comentó el excoordinador de Innovación de Construye2025, Ignacio Peña.
Los equipos deberán integrarlos cinco estudiantes de los cuales, al menos, dos deben cursar Arquitectura. Además, todos los integrantes deben tener un avance de más del 50% de sus carreras. Del total de iniciativas que se inscriban en una etapa posterior se elegirá a las cinco mejores y de ahí saldrán los tres proyectos ganadores.
La recompensa para el equipo que logre el primer lugar será una pasantía de una semana -con todos los gastos pagados- en la Universidad de Nottingham, premio avaluado en cerca de 15 millones de pesos. En tanto, el equipo que obtenga el segundo lugar recibirá un premio en dinero de un millón y medio de pesos; y, el que se adjudique el tercer puesto, obtendrá un incentivo de un millón de pesos.
A la fecha, el Desafío Net Zero 2030 ha conseguido el compromiso de participación de 21 entidades de educación superior: Universidad Mayor, UTEM, Universidad de La Frontera, Universidad del Bío-Bío, Universidad de Chile, Universidad de Concepción, Universidad Santo Tomás, Universidad de La Serena, Universidad del Desarrollo, Universidad de Talca, Universidad Católica del Norte, Universidad Católica de Temuco, IP Virginio Gómez, Universidad de Santiago, Universidad de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Técnica Federico Santa María, Universidad de Los Andes, Universidad de Las Américas, UNIACC y DUOC UC.
Para alcanzar los objetivos y desarrollar un ecosistema innovador y sustentable, es indispensable conectar -cuanto antes- la oferta y la demanda. Así lo expuso la coordinadora de Sustentabilidad de nuestro programa en un seminario organizado por el Minvu Valparaíso.
Alejandra Tapia, coordinadora de Construye2025, fue invitada al seminario “Economía circular y uso eficiente de recursos”, que organizaron el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y la Comisión Regional de Construcción Sustentable de Valparaíso (Corecs), para exponer sobre las iniciativas con las que el sector público busca acelerar la economía circular en la construcción.
En la jornada, la arquitecta puso énfasis en el fortalecimiento de las alianzas con el sector privado y la academia. “El sector construcción no es solo uno de los grandes generadores de residuos, sino que un gran consumidor de materias primas”, recordó. No obstante, también hay buenas noticias, puesto que “es uno de los sectores con más posibilidades de duplicar su tasa de circularidad”, apuntó.
En este ámbito, Alejandra Tapia, afirmó que tenemos que replantearnos todo lo que estamos haciendo: desde la planificación de nuestras ciudades, cómo concebimos nuestros edificios, la calidad de la construcción; hasta romper con las consecuencias de la economía lineal, para poder avanzar hacia la circularidad.
“Según el informe del Estudio de Productividad CChC (Matrix, 2020), nosotros generamos casi el doble de residuos de lo que generan los países desarrollados; cada 17 pisos 1,9 pisos de residuos (en Chile) y en el ámbito internacional 1,0. Por lo tanto, como decíamos, no es solo un tema ambiental, sino también un tema económico. Estamos desperdiciando materiales, estamos desperdiciando recursos”, dijo la especialista en economía circular.
Una paradoja, sin duda, pues en Chile hay un déficit de viviendas importante, pero, a pesar de ello, se desaprovechan materiales. “Desperdiciamos muchos recursos y por otro lado tenemos grandes necesidades en cuanto a la construcción de viviendas, de equipamiento, etc. Más de 640 mil hogares en Chile hoy necesitan viviendas. Además, la pandemia ha alterado nuestro sistema económico”, enfatizó Alejandra Tapia.
Conectar oferta y demanda
Por eso, la coordinadora de Construye2025 cree que hay que avanzar rápido. “Nuestros grandes desafíos son cómo fortalecemos, cómo impulsamos una mayor coordinación pública, no sólo entre distintas organizaciones, sino que a veces entre las distintas direcciones de una misma institución para alcanzar los objetivos y cómo -también- desarrollamos un ecosistema, mercado, desarrollo de proveedores a través de la innovación y la economía circular, para conectar tanto la oferta como la demanda”, comentó.
Por lo mismo, es que se necesitan avances en la regulación. Chile está atrasado en materia de demolición y pocas empresas tienen tecnologías, buenas prácticas y trazabilidad de los residuos. “En Europa es obligación tener este tipo de auditorías para obras sobre mil metros cuadrados y nosotros aspiramos a ir gradualmente mejorando las buenas prácticas de este subsector y también la regulación. En la demolición no solo se generan residuos provechosos, también hay otras externalidades; los residuos peligrosos, que es importante mejorar -también- su trazabilidad”, recalcó la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Desde ahí, la especialista también estableció otras metas a las cuales aspirar. Entre ellas, alinearse con otras iniciativas sustentables de Latinoamérica, avanzar hacia compras públicas sostenibles; y orientar el gasto público a un crecimiento verde. Además, Alejandra Tapia considera fundamental reducir la generación de residuos, materiales tóxicos y sustancias peligrosas.
Por su parte, la seremi de Vivienda y Urbanismo de la región de Valparaíso, Belén Paredes, recalcó que un desafío importante para el país es estar a la altura de la ciencia y la tecnología, para contribuir a los ciclos sustentables de la construcción. “Esta jornada da a conocer la integralidad que tiene este proceso y también da cuenta de los compromisos con los procesos constructivos, para que puedan cambiar las formas que los hemos llevado”, indicó.
En la Semana de la Madera, el jefe de la DITEC, Ricardo Carvajal, destacó el trabajo conjunto con las empresas que ya son parte del Plan de Emergencia Habitacional, pero llamó a otras a presentar sus soluciones para sumarlas a la oferta del Minvu.
A toda marcha avanza el Plan de Emergencia Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que busca hacer frente al déficit de vivienda que afecta a nuestro país. En la Semana de la Madera, que organizaron la Corporación Chilena de la Madera (Corma) y Madera21, en el Parque Bicentenario de Vitacura, el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (DITEC) del Minvu, Ricardo Carvajal, destacó los hitos que se han ido cumpliendo en torno al objetivo trazado por el Gobierno.
“Si somos exitosos, de aquí al otro año vamos a decir ‘perfecto, nos fue bien y vamos a duplicar el nivel de producción de vivienda industrializada para llegar a 14 mil, pero, sigue siendo insuficiente. Entonces, esperamos que esto sea un primer paso para mejorar la productividad de vivienda en nuestro país, ocupar la madera en todo su esplendor, por así decirlo. Tener edificios de madera en cuatro pisos, hace un par de años era impensable”, afirmó el jefe de la DITEC.
Según la autoridad técnica del Minvu, el hecho de que las empresas se hayan arriesgado y que el ministerio haya apoyado la construcción industrializada al adquirir un edificio levantado con esta metodología es una señal clara de que los cambios van en serio y de que el Gobierno está tomando muy en cuenta la participación de las empresas en estas soluciones.
“Estamos desarrollando viviendas con varias industrializadoras para diseñarlas desde cero, de modo que cumplan con los programas. Pero eso no significa que otras empresas no puedan presentar viviendas tipo, para que se incorporen dentro del catálogo de soluciones que le vamos a ofrecer a las familias, porque ellas son las que eligen. Nosotros no imponemos las viviendas, así es que tienen que ser soluciones atractivas para que les den confianza”, comentó Ricardo Carvajal.
Efectivamente, las empresas que no forman parte del Plan de Emergencia Habitacional tienen las puertas abiertas en la DITEC, donde están recibiendo alternativas de viviendas tipo. “Tenemos las que se construyen habitualmente y ahora se han incorporado las viviendas tipo industrializadas. Eso sí, estamos siendo bien exigentes con la que es industrializada porque si tiene algún problema hasta ahí va a llegar la industrialización. Nos preocupa, principalmente, la calidad de las piezas y componentes de la vivienda industrializada. Por eso, actualizamos el protocolo de inspección, para ser aplicado en las plantas donde se fabrican”, afirmó el jefe del organismo técnico.
Por lo anterior, a través del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), se están visitando las dependencias donde se producen piezas y componentes industrializados, para evaluar el nivel de producción y otros aspectos. “Esto nos da certeza de que hay uso de BIM y coordinación entre las partes, así como garantías para un adecuadro montaje en obra”, señaló la autoridad de la DITEC.
Aunque el carro ya partió, no significa que no puedan subirse a él otras empresas. “Esperamos que todas las empresas interesadas nos presenten su vivienda tipo para poder presentarla a las familias, a fin de que elijan su solución habitacional”, indicó Carvajal.
Recientemente, Arauco anunció la incorporación de 180 viviendas desarrolladas por E2E para un proyecto habitacional en Constitución, región del Maule, que se va a empezar a construir el próximo año. “Además, estamos trabajando con otras familias para, ojalá este año, iniciar la construcción de viviendas industrializadas para demostrar que son más rápidas y viables como solución. Estamos inspeccionando directamente la calidad de las viviendas, ya que de eso dependerá el éxito de avanzar con más soluciones industrializadas”, concluyó el jefe de la DITEC.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en el marco del Plan de Emergencia Habitacional, está buscando mejorar la productividad de las obras, desde que se conciben hasta que se construyen, y parte de los elementos considerados para lograr este objetivo es el uso del BIM en los proyectos.
Nuestra agenda de industrialización, por defecto, exige el Modelado de la Información de la Construcción, o el Building Information Modeling, conocido más popularmente como BIM, porque es necesario tener todas las piezas y componentesdigitalizadas y que calcen para entrar en la producción de la vivienda industrializada y su montaje.
El diseño del gemelo digital se debe realizar antes de la construcción, para identificar con anterioridad alguna inconsistencia en el diseño con alguna especialidad no solo ahorra tiempo, sino que también recursos. Muchas veces los proyectos se escapan del presupuesto cuando uno detecta problemas del diseño al momento de ejecutar la obra. Esto no debería ocurrir con el BIM, ya que tengo cada información antes, y al detectarla, la corregimos.
Al desarrollar las viviendas tipo industrializadas en el marco del convenio que firmamos como DITEC con las empresas, estamos trabajando con BIM, dado que tenemos que sacarle el mayor partido al material y llegar a costo para poder financiar la vivienda social que tenemos que construir y eso con otras tecnologías anteriores hubiera sido imposible.
En lo personal, creo que el uso del BIM es cómo pasar de diseñar con rapidograf en un tablero de dibujo a diseñar en AutoCAD. Este paso de AutoCAD a BIM es la iteración natural y es inevitable, por lo que ya estamos viendo actualizaciones en nuestra normativa, primero para poner su como optativo y en otros pilotos, como obligatorio para los proyectos de vivienda del Minvu, incluso avanzando en desarrollos que al apretar un botón nos permitan saber si un proyecto cumple o no con la normativa y el estándar.
Esto nos permitirá ahorrar mucho tiempo precioso que necesitamos para cumplir las metas del Plan de Emergencia Habitacional, pero también requerirá un tremendo esfuerzo para cambiar la inercia de cómo se venían haciendo las cosas.
Hacer un levantamiento y análisis comparativo de los códigos de construcción que regulan la construcción en los países de América Latina y el Caribe para identificar avances y carencias normativas, proponer mejores prácticas, mejorar la institucionalidad de los países, y visualizar oportunidades de cooperación y colaboración es el principal objetivo de la consultoría que está desarrollando el Instituto de la Construcción (IC) para el Banco Interamericano de Desarrollo – BID.
Francisca Pedrasa, jefe de proyecto del Instituto de la Construcción, señala que el trabajo consiste en analizar las constituciones, leyes, reglamentos, decretos y normas técnicas que regulan la construcción en los 26 países prestatarios del BID, en materias de riesgo de desastres y cambio climático, específicamente sobre sismos, vientos, inundaciones y sustentabilidad.
“De esta manera, el BID tendrá una visión actualizada del estado de los códigos de construcción, con un análisis comparativo que permitirá identificar mejores prácticas, institucionalidad de los países, carencias normativas, oportunidades, etc., todo ello para poder visualizar con cierto detalle el estado de la normativa en los países ante el riesgo de desastres naturales y el cambio climático, y ver eventuales posibilidades de colaboración y cooperación”, señala Francisca.
El proyecto, denominado “Revisión Regional de los Códigos de Construcción en Materia de Resiliencia: Análisis de Códigos, su Implementación y Propuesta de Fortalecimiento” tiene plazos acotados y se espera poder terminarlo a fines de este año.
“Nos interesa poder apoyar al BID en nuevos proyectos y dar una mirada a sus necesidades futuras con confianza y calidad del trabajo realizado. Y en este sentido, los desafíos han sido lograr generar un equipo de alto rendimiento en un muy corto plazo, con externos y consultorías que nos permitan dar un resultado óptimo en cada etapa”, agrega la jefe de Proyecto.
Con este trabajo, también se espera identificar oportunidades para fortalecer el trabajo de la Comisión Permanente del Código Modelo Sísmico para América Latina y El Caribe -instancia de la cual el Instituto es la Secretaría General- y así poder visualizar nuevos temas de colaboración y apoyo.
“Creemos que es un trabajo sumamente interesante y valioso, que abre muchos temas, en una línea de trabajo que es uno de los ejes estratégicos del Instituto. Y sin duda, aportar a los desafíos y requerimientos del BID, es siempre un beneficio para todos”, añade José Pedro Campos, director ejecutivo del IC.
En nuestro país actualmente son más de 640 mil las familias que no cuentan con acceso a una vivienda, lo que se traduce en más de 2 millones de personas que están en esa condición. El 84,4% del déficit habitacional corresponde a hogares en que viven personas en condición de allegadas, hacinadas o en viviendas irrecuperables.
Frente a esta situación, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), junto a la corporación Déficit Cero y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), en el marco de Construir Innovando, lanzaron el Reto de Vivienda Industrializada.
Este concurso tiene como objetivo incentivar a empresas constructoras, industriales o consorcios (postulación conjunta entre Constructora, Industriales y Proveedores), a demostrar que las soluciones industrializadas son viables para afrontar el déficit habitacional en Chile, a través de estrategias de micro radicación y mediante el diseño de una propuesta de prototipo de vivienda de interés social.
En el país, menos del 20% de las viviendas sociales se construyen bajo el modelo industrializado, esto a pesar de los múltiples beneficios que trae consigo. “Básicamente, este concurso busca generar una oferta innovadora de industrialización, lo que implica una mejora en costos y beneficios en términos de estándares de calidad y sostenibilidad del proceso de construcción. En resumen, buscamos generar capacidades en la industria para resolver el déficit habitacional, a través de estrategias de micro radicación”, menciona el Gerente de Innovación de la CChC, Conrad Von Igel.
“La oportunidad que nosotros tenemos hoy en día es impulsar un desarrollo sostenible a partir de la vivienda y la ciudad, porque sabemos que si logramos enfrentar esta emergencia habitacional no solamente se produce un impulso, por ejemplo, del crecimiento económico al desarrollo económico, sino que se enfrenta una problemática por inclusión, por derechos, como es la vivienda, que tiene además un efecto de otras dimensiones, como la educación, como lo sanitario, como la salud, y que además tiene un efecto muy directo en materia medioambiental”, señaló el director ejecutivo de Déficit Cero, Sebastián Bowen.
Para el presidente del Comité de Industriales de la CChC, Patricio Merello, este tipo de concursos contribuyen significativamente a incentivar la construcción de viviendas industrializadas. “Los costos se pueden ajustar para tener viviendas dignas, que sean confortables en nivel de infraestructura y de manera estética y a gran escala. Creemos que no hay una sola solución, hay varias alternativas en términos de materialidades y en forma de construir”.
¿Estás interesado/a en participar de esta iniciativa? Revisa las bases del Reto Vivienda Industrializada y postula en el siguiente link
En su 15° Congreso Anual, realizado en Coquimbo, la AICE reunió a sus socios, estudiantes y profesionales afines, para actualizar los conocimientos técnicos e institucionales en torno al manejo de desastres y los cambios que se vienen para la disciplina. En la misma instancia, se entregó el premio Ingeniero del Año 2022.
Luego de dos años de pandemia, la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE) volvió a la presencialidad en regiones, en la ciudad de Coquimbo, con su 15° Congreso Anual, realizado en el Enjoy de Coquimbo el 14 y 15 de octubre.
Por la naturaleza de su profesión, los ingenieros estructurales están propensos a vivir catástrofes diversas y deben estar preparados para ellas. Dadas las características de Chile, los mayores desastres naturales se han producido por la alta sismicidad que caracteriza al territorio, “pero también en los últimos años se han intensificado los incendios, inundaciones y otros fenómenos menos usuales, incluyendo vientos y desastres causados por la acción humana, como los actos vandálicos, que han hecho caer varias edificaciones”, comentó Ian Watt, presidente de la AICE.
Por ello, con el lema “Manejo de Desastres en Ingeniería Estructural”, los profesionales se pusieron al día con la gestión de riesgos de desastres, en la misma ciudad que los recibió hace 12 años.
“Es importante que nos sumemos a la investigación, la innovación y la planificación de los riesgos, para lograr mejores resultados en los desastres naturales que ya están ocurriendo hoy y los que vendrán en el futuro. Desde un punto de vista más técnico, es relevante estar actualizados con el nuevo conocimiento que surge”, añadió Watt.
Una de las charlas que apuntaban a esta actualización la dio Rubén Contador, director regional de ONEMI Coquimbo, quien expuso acerca de la nueva legislación de riesgo de desastres en Chile, que parte el 1 de enero de 2023. “Fundamentalmente el hecho que la nueva legislación crea una estructura de coordinación a través de los comités, un sistema nacional y un servicio nacional para enfrentar las emergencias, desastres y catástrofes, y como organismo del Estado que está a cargo de las emergencias, consideramos que la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales debía conocer la legislación para utilizarla en situaciones de emergencia de tipo estructural”, precisó el director regional, refiriéndose al Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SINAPRED) y al Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED). Este cambio implicará la contratación de alrededor de 60 profesionales, que sean capaces de absorber la nueva carga, que consistirá en la revisión de planes que hasta ahora no estaban sometidos a un control de eficacia, de acuerdo con Contador.
Asimismo, basado en una larga experiencia en riesgos geológicos, tanto en Nueva Zelanda como en Chile, Brent V. Alloway, profesor adjunto del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, destacó los hitos comunes que ambos países comparten con respecto a los peligros naturales, así como también se refirió a nuevos desarrollos integradores que simulan y modelan una gran gama de estos peligros, considerando su impacto en las comunidades y en la infraestructura crítica.
Instrumentos para análisis y respuesta
En la segunda jornada del congreso, Claudia Galaz, coordinadora de Preparación para la Respuesta ante desastres del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), abordó los aprendizajes, avances y desafíos en materia de respuesta ante desastres desde el último gran evento ocurrido en Chile el 27 de febrero de 2010, con énfasis en el procedimiento y criterios para la evaluación de daños en viviendas.
“En el último terremoto, nuestros edificios tuvieron una respuesta bastante buena, no así la respuesta institucional ante el desastre y el sector vivienda no estuvo exento de eso; no teníamos una ficha, para que se evaluaran daños por parte del municipio, del Serviu, de las universidades, aseguradoras. Se evaluaron dos, tres, cuatro veces las casas y no salía un catastro de vivienda”, contó Galaz.
Como parte de la nueva institucionalidad que incluye al Minvu, después del resguardo de la vida y salud de las personas, “probablemente la vivienda y la habitabilidad es una de las mayores preocupaciones de quienes han sido afectados por un desastre, es por ello que el Minvu ha definido un Plan de Respuesta Sectorial ante desastres, así como Planes de Respuesta Operativa a nivel regional, con el propósito de atender a la ciudadanía afectada de forma oportuna y pertinente, de modo de comenzar la recuperación y reconstrucción habitacional lo antes posible”, puntualizó la profesional.
De esta forma, la arquitecta destacó el último lineamiento sobre la evaluación de edificaciones en altura afectadas por sismos y el uso de herramientas tecnológicas, tales como aplicaciones móviles, drones, plataformas de gestión de datos y paneles de reportería, que permite contar con información de la evaluación de daños en tiempo real y desde pocas horas o días desde ocurrido un evento destructivo, lo que impactará en que las familias afectadas puedan comenzar a recuperar la habitabilidad de sus viviendas en un tiempo mucho menor.
Por su parte, Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional (CSN), precisó que hoy la red de monitoreo tiene tres componentes: 108 estaciones completas, 128 GNSS para estimación rápida de desplazamientos y 295 acelerógrafos para propósitos de ingeniería civil (instalados por el Minvu y ONEMI), ubicados entre Visviri, por el norte, y Puerto Williams, por el sur. De esta manera, se puede caracterizar el sismo en menos de cinco minutos, que es lo más difícil de hacer.
Así, “más del 95% de los instrumentos de la Red Sismológica Nacional está funcionando correctamente, grabando la información” y “si ocurre un terremoto de magnitud 7 o superior, en cualquier parte del país, tenemos un plazo de 20 días para recoger la información de los acelerógrafos y ponerla a disposición del público, para que puedan analizar esos datos a la brevedad”, sostuvo, agregando que la tarea del CSN en estos momentos es poner estos aparatos en tiempo real, puesto que cuando les fueron entregados, se hizo de manera offline.
“La relación que existe entre la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales y la labor que nosotros realizamos es de mutuo interés. Lo que nosotros podemos proveer como datos y señales para el mejoramiento de la manera de cómo se incorporan las nuevas metodologías al trabajo de la AICE es de beneficio mutuo para ambas partes”, acotó el director del CSN.
A través de la charlas de los ingenieros Ramón Verdugo, Leopoldo Breschi y Mario Lafontaine, se mostraron casos prácticos de desastres observados en distintas industrias: desde el área minera y de infraestructura hasta la edificación, de los cuales, el gremio ha aprendido importantes lecciones, tanto desde el punto de vista técnico como de gestión.
Al cierre del congreso, Felipe Rivera, ingeniero civil en construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile y estudiante de doctorado en la University College London (Reino Unido), puso en carpeta la discusión sobre qué hay más allá de la provisión técnica de seguridad sísmica y de qué manera la ingeniería estructural puede contribuir a desarrollar ciudades más justas. Con su presentación, abordó aspectos multidisciplinarios del desarrollo, aplicabilidad y cumplimiento de las normas de construcción, y las prácticas de gobernanza para la gestión y reducción del riesgo de terremotos y desastres. Con ello, invitó a avanzar hacia una mirada más amplia en la gestión de riesgos, que considere la integración del Estado, de los privados, de la academía y de la comunidad, en pos de tener una respuesta más eficiente y equitativa frente a la ocurrencia de desastres.
Ingeniero del Año 2022
Los socios de AICE eligieron este 2022 como Ingeniero del Año a Gonzalo Santolaya De Pablo, profesional con más de 40 años de experiencia, fundador y gerente general de Santolaya Ingenieros Consultores.
“El futuro no sería posible sin el legado de quienes tanto han aportado en sus carreras profesionales, en particular a quienes son destacados en cada congreso como Ingeniero del Año”, manifestó Ian Watt, antes de dar a conocer este premio.
Gonzalo Santolaya agradeció a la directiva de la AICE. “Debo reconocer que no me lo esperaba y tuve una linda sorpresa con esta noticia”, reflexionó. Y también agradeció “haber sido reconocido por mis pares y que se premie tanto a ingenieros que hemos trabajado toda la vida en ingeniería práctica, en oficinas de proyectos, como a quienes lo hacen en la parte académica e investigativa, con quienes muchas veces tenemos miradas distintas de cómo hacer ingeniería, pero sabemos que todos, cada uno desde su trinchera, colaboramos para engrandecer la ingeniería estructural en nuestro país, lo que hemos logrado con creces, siendo hoy reconocidos mundialmente por ello, como quedó demostrado el 27F, sin duda la mayor prueba que hemos tenido esta generación de ingenieros”. Y agregó: “Este premio lo comparto con todas las oficinas de ingeniería de proyectos, similares a la nuestra”.
1.CONTEXTO Y CARACTERIZACIÓN DEL SECTOR CONSTRUCCIÓN
A nivel mundial, la industria de la construcción es un sector que contribuye al crecimiento de la economía y consiste en un importante pilar de desarrollo. En 2017, alcanzó los US$10,6 billones y se espera que aumente a US$12,7 billones en 2022 (Global Construction Outlook to 2022, 2018). El mercado formal de la construcción en Chile tiene una participación por sobre el 7,1% del Producto Interno Bruto (PIB) y del 8,5% de los empleos a nivel nacional (CChC, 2017), con 30 mil empresas relacionadas, en las que trabajan más de 700 mil personas. De ellas, un 98% corresponde a pymes, que crean el 81% de los puestos de trabajo en el sector y aportan el 34% de la facturación (Construye2025, 2015).
La construcción es el mayor consumidor de materias primas y otros recursos, utilizando alrededor del 50% de la producción mundial de acero y más de 3 mil millones de toneladas de materias primas. Uno de los materiales más utilizados en la construcción es el hormigón, y los áridos representan entre un 65% y 75% del volumen total de éste (Ministerio Obras Publicas, 2015). A nivel mundial, los residuos de la construcción y demolición (RCD) representan cerca del 35% de los residuos sólidos y en Chile, el 34% (Conama, 2010).
La contribución económica del sector construcción se basa en una economía lineal, en la que se extrae, fabrica y construye; luego se desecha y demuele. Sin embargo, los nuevos desafíos globales vinculados a la disponibilidad de materias primas, agua y energía, movilizan a las empresas hacia un cambio de paradigma, en el que la economía circular es una clara oportunidad de creación de valor, nuevos negocios y oportunidades de crecimiento económico, desacoplando la histórica dependencia de la extracción de recursos renovables y no renovables.
La economía circular se basa en tres principios, según se establece en la Hoja de Ruta para un Chile Circular 2040.
Principio 1: Eliminar los residuos y la contaminación desde el diseño: Para la economía circular, los residuos son un error de diseño. Además, se relaciona con la jerarquía en el manejo de residuos, que establece que reducir es mejor que reutilizar, reutilizar es mejor que reciclar, y reciclar es mejor que desechar.
Principio 2: Mantener productos y materiales en uso: Una vez que un recurso ya ha ingresado a la economía, se debe hacer todo lo posible por evitar que disminuya o pierda totalmente su valor, conservar los materiales, la energía, y los recursos que se encuentran incorporados en estos.
Principio 3: Regenerar los sistemas naturales: Más allá de la conservación, el sistema económico debe buscar la regeneración del capital natural y de la biodiversidad de los territorios.
Los fundamentos de la economía circular y el desacoplamiento del crecimiento económico respecto a la extracción de recursos, así como las evidencias de daño ambiental, desperdicios de materias primas y afectación al bienestar y calidad de vida de las personas, hacen que sea urgente un cambio de paradigma en el sector construcción, incorporando las tecnologías existentes, la investigación, el desarrollo e innovación para el desarrollo de nuevos modelos de negocios y mercados.
En Chile, el desarrollo de una Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035 (http://construye2025.cl/rcd/hoja-de-ruta/) surge de la necesidad de abordar desde el Estado, la reducción de extracción de materias primas y generación de residuos de la construcción y demolición (RCD), a partir del uso eficiente de los recursos, y el manejo jerarquizado y ambientalmente racional de los residuos, fomentando la economía circular y la disminución de emisiones del sector construcción.
Para ello, se reúnen los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Medio Ambiente, Corfo y Construye2025, y se formula un sueño en común: “un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, impactando positivamente en los ámbitos social, ambiental y económico”, con la representación de actores públicos, privados y la academia. Para alcanzarlo, se definen cinco ejes estratégicos que impulsan la economía circular en construcción: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; ecosistemas y cadenas de valor sustentables y circulares; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular, y la remediación ambiental para los impactos resultantes de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los residuos de construcción y demolición (RCD).
Si bien la hoja de ruta plantea lineamientos y acciones para cada etapa de la cadena de valor en su vida útil, y para sus distintos actores, Chile se encuentra muy atrasado en materia de gestión de residuos de la construcción y demolición, por tanto, se ha dado prioridad a la gestión de residuos. Una de las razones es que el costo de eliminar y demoler es bajo, consecuencia de falencias en la regulación y fiscalización de este tipo de residuos y de su inadecuada gestión. Actualmente, siete regiones de Chile no cuentan con lugares para disposición autorizada de residuos sólidos asimilables, por tanto, no hay cobertura nacional para su adecuada disposición ni tampoco una institucionalidad a cargo.
Según un informe interno del Ministerio de Medio Ambiente, al utilizar un factor realista de generación de 0,26 m3/m2, la generación de RCD anual asciende a 7,1 millones de toneladas de residuos de la construcción. Cerca del 70% de estos residuos corresponde a inertes, por lo cual, según la estimación anterior, se generarían cerca de 5 millones de toneladas de residuos inertes al año, los que son totalmente valorizables para la producción de áridos reciclados, haciendo uso de las tecnologías existentes y con un mercado ampliamente desarrollado en Europa, donde su uso como bases y subbases de caminos está ya validado con una vasta experiencia. Por otra parte, la demanda de áridos se estima en cerca de 11 millones de metros cúbicos al año, de los cuales las plantas formales solo tienen capacidad para 4 millones, por tanto, se presume que 7 millones de toneladas serían de extracción ilegal (IC, 2017).
En cuanto a las oportunidades de crecimiento en el sector respecto al reciclaje de residuos inertes de la construcción y demolición, según las cifras citadas anteriormente, si se considera que el 50% de residuos inertes son valorizables, estos convertidos a metros cúbicos (densidad 800 Kg/m3), con un volumen de 2 millones de m3, a un valor comercial de $7.000 el m3 (base estabilizadora) podrían generarventas anuales por cerca de MM$14.000, equivalente a casi UF 1.000.000 y cerca de 2.000 empleos, considerando su cadena de manejo.
En el ámbito nacional, existe experiencia muy exitosa en el reciclaje de pavimentos en proyectos MOP, de la Dirección de Aeropuertos. Particularmente, el caso del aeródromo de Tobalaba obtuvo los siguientes beneficios: reducción del volumen de áridos naturales vírgenes en un 70%, el plazo de ejecución en un 10%, un ahorro del 45% del costo final respecto a lo presupuestado. Y finalmente, se redujo la cantidad de camiones en un 74%.
Dadas las oportunidades de crecimiento económico que ofrece la economía circular, se requiere avanzar en destrabar barreras regulatorias, de mercado, financiamiento y técnicas, para propiciar la inversión por parte de empresas para la oferta de productos y servicios, creación de nuevos nichos y modelos de negocios, y la generación de nuevos empleos.
Estos y otros antecedentes indican el enorme potencial de crecimiento con impactos positivos en lo ambiental y social que tiene la valorización aplicada a pavimentos.
Caso: “Solución sustentable de rodadura para caminos de tierra a partir de reciclado de desechos de pavimentos asfálticos antiguos”
Un caso de uso eficiente de los recursos en la gestión del Estado, son las experiencias de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas de la Región de Valparaíso, que ha desarrollado un proyecto de innovación llamado “Solución sustentable de rodadura para caminos de tierra a partir del reciclado de desechos de pavimentos asfálticos antiguos”. El Departamento Regional de Conservación por Administración Directa, utilizando sus propios recursos, trabajadores, maquinarias y presupuesto limitado, tiene a su cargo la mantención de una red de caminos interiores de tierra y ripio, los cuales presentan problemas de transitabilidad para las comunidades en el invierno por el barro y los baches dejados por las aguas lluvias, y en el verano, por la generación de polvo, afectando la calidad de vida de su entorno.
Problemática
En Chile hay 3.800 km de doble vía concesionada, cada km genera cerca de 40 m3 de residuos de asfalto producto del fresado por la conservación mayor de estos pavimentos, por lo que se estima un total nacional estimado de 150.000 m3 de residuos asfálticos al año. Según valores de mercado, cada m3 de árido virgen cuesta entre U$12 y U$15, por lo que representa un desperdicio equivalente de U$2.000.000 al año.
Si se utilizara todo este material en caminos vecinales, se podría lograr pavimentar cerca de 250 km de caminos, callejones y pasajes de comunidades locales y aledañas a las vías concesionadas.
Propuesta de valor
Se propuso utilizar un material proveniente del mejoramiento de vías concesionadas -como carreteras, en este caso en particular de la ruta 68 que une Santiago y Valparaíso-, donde se eliminaban toneladas de residuos generados por el fresado de la carpeta asfáltica. Al respecto, se visualizó que podía ser utilizado como agregado, para hacer un tipo de carpeta y como solución básica para caminos de bajo tránsito. Para evaluar su comportamiento, se realizaron distintas pruebas en el laboratorio de control de calidad regional.
Investigación en laboratorio
Se realizaron ensayos del RAP (Reclaimed Asphalt Pavement), término dado a materiales de pavimento conformados por cemento asfáltico y agregados pétreos, con el fin de conocer su comportamiento en laboratorio con distintos tipos de ligantes asfálticos, para poder determinar la dosificación de los ligantes. Luego, se obtuvieron resultados adecuados y resistentes para ser aplicados en caminos de bajo tránsito, con un muy bajo costo, ya que solo se requería la emulsión, puesto que el asfalto es reciclado a partir de los residuos del fresado de la concesión.
En cuanto a las pruebas, se realizó la pavimentación de un estacionamiento en el recinto fiscal de Pangal, en la zona de Limache, una zona de estacionamiento de maquinaria pesada, de 500 m2, con 50 m3 de desecho asfáltico, a modo de piloto, para evaluar su comportamiento en terreno bajo solicitaciones. Con los aprendizajes de la prueba piloto, se tomó la decisión, en 2019, de pavimentar un tramo de 300 m en el Callejón Los Barrera, comuna de Casablanca, con tan excelentes resultados, que finalmente se extendió la pavimentación a 1,1 km. También se pavimentó el Callejón Los Salas en la misma zona, en una longitud de 1 km.
Junto con los resultados técnicos, que fueron muy buenos en todas las experiencias, es necesario destacar que también hubo un importante impacto en las comunidades, donde se mejoró la calidad de vida de los vecinos.
El pasado miércoles 12 de octubre, se realizó el Seminario de Economía Circular y Uso Eficiente de los Recursos, organizada por la Comisión de Construcción Sustentable de la región de Valparaíso, una instancia en la que, entre diversos temas, se presentaron los avances del Acuerdo de Producción Limpia (APL) – hacia la Economía Circular en Construcción, relevando los compromisos clave, una iniciativa que es impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción, en el marco de su Compromiso PRO.
María José Cobo, coordinadora de Proyectos de la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT, expuso los avances del APL, contestando cuatro preguntas clave, ¿Qué es? ¿Por qué lo estamos desarrollando? ¿Para qué lo estamos desarrollando? Y ¿Cómo lo estamos desarrollando?
En respuesta a esas preguntas Cobo explicó que, al visibilizar y discutir sobre los grandes dolores de la industria (el modelo de economía lineal, el alza de los costos en materiales que en consecuencia disminuyen la demanda e inversión, las ineficiencias en una gestión de residuos acostumbrada), se puede entender que estos son los que gatillan la urgencia de tomar acción y con ello la implementación del APL como una herramienta concreta que permite establecer metas y acciones específicas en un plazo determinado para trabajar de manera coordinada, junto con el sector público y privado, en la prevención y disminución del impacto ambiental generado por la industria a través de una correcta gestión de residuos y la integración de Economía Circular en Construcción.
“La pirámide de acción en este APL consiste en primer lugar; en la prevención de la generación de residuos, mediante un cambio cultural en las empresas, pensando la economía circular en todo el ciclo de vida de una construcción, desde el diseño, los procesos productivos y los procesos constructivos, integrando industrialización, modulación de partidas, incorporación de sistemas BIM, etc. En segundo lugar, de no conseguir una prevención total, la acción necesaria es valorizar, conectando con el ecosistema y toda la cadena de valor, y por último, de no poder valorizar, es necesario habilitar lugares de disposición final autorizada conectando a todos los actores que intervienen en estas materias para poder cumplir con la normativa vigente y adelantarnos a las futuras”, señaló la profesional de la CDT.
Acciones relevantes del APL Valparaíso
En la exposición, se presentaron las acciones más relevantes del APL y se ahondó en una acción en particular; la que fue desarrollada por la mesa público-privada y que se encargó de desarrollar una “Estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la disposición final y valorización en la región”. Estrategia en la que se comprometen 5 objetivos y 13 acciones a desarrollar.
Los objetivos planteados son los siguientes:
1.- Plan para ayudar a formalizar a los gestores de residuos, de tal forma que puedan ser registrados en el Sistema Nacional de Declaración de Residuos (SINADER) del Ministerio del Medio Ambiente y en el Sistema de Declaración y Seguimiento Electrónico de Residuos Peligrosos (SIDREP), del Ministerio de Salud.
2.- Revisar y definir acciones para agilizar la tramitación municipal para la operación de centros de valorización de residuos en al menos 3 municipios de la región en el plazo de un año.
3.- Definir un plan de trabajo para la habilitación de sitios de disposición legal de RCD en la región, identificando acciones necesarias, plazos y responsables.
4.- Definir un plan de trabajo para cerrar paulatinamente sitios de disposición ilegal en la región.
5.- Identificar Incentivos que puedan ser implementados desde el sector público para fomentar la prevención y una menor generación de residuos por parte de la industria y su adecuada gestión. Por ejemplo, para incorporar criterios de economía circular en licitaciones públicas, incorporar la gestión sustentable de residuos con financiamiento público, entre otros…
En esta oportunidad se pudo profundizar en cada uno de estos objetivos que fueron discutidos, ordenados y priorizados por la mesa de trabajo público privada conformada por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, la CChC Valparaíso, La corporación de Desarrollo Tecnológico, Construye2025, las Seremis MOP, Salud, Medio Ambiente, MINVU y SERVIU junto con los municipios de Villa Alemana, Limache, Quillota y Concón.
Reflexiones finales
Como principal reflexión se indicó que hoy existe la energía y la convicción para desarrollar esta estrategia, que durante el desarrollo de este APL se ha relevado lo importante que es la colaboración para poder avanzar como industria y como sociedad; la importancia de transitar de lo individual a lo colectivo o de lo independiente a lo interdependiente como parte de un sistema.
Ya existe un plan de actividades que está en pleno desarrollo y se hizo un llamado a sumarse y a fortalecer los equipos. También se solicitó un especial apoyo al Gobierno Regional y la Delegación presidencial para construir el futuro en conjunto y que estas iniciativas no queden solo en papel, si no que tomen vida y se pueda contribuir como industria a nuestra generación y a las generaciones futuras.
Por último, se comentó la relevancia que ha tomado el trabajo del APL en Valparaíso y cómo la región ha comenzado a liderar el desarrollo de un APL Interregional entre la región de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes.
Con el conversatorio “Impacto y futuro de la industrialización”, la AICE y el CCI iniciaron un trabajo conjunto para la difusión de la construcción industrializada, que impacta en la productividad de la industria.
Con integración temprana, desde la etapa de diseño, el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), junto a la Asociación de Ingenieros Estructurales (AICE) están empujando el fortalecimiento de la industrialización, luego de reuniones sostenidas entre la presidenta del CCI, Tatiana Martínez, y su vicepresidente, Milton Vicentelo, y el presidente de AICE, Ian Watt.
De esta manera, la AICE y el CCI organizaron el conversatorio “Impacto y futuro de la industrialización”, que contó con la participación de Karina Díaz, de Axis DC (socia del CCI); Andrés Larraín Contador, de Alfonso Larrain y Asociados Ltda. (socio AICE); Marcos Brito, gerente de Construye2025 y director del CCI, junto a Milton Vicentelo, vicepresidente del CCI y socio de AICE.
Estas acciones de relacionamiento con actores clave de la industria obedecen al impacto que generan las decisiones de diseño en etapas tempranas y su efecto en la eficiencia y la productividad, cuando se incorporan soluciones constructivas industrializadas. “Aún tenemos mucho por hacer e introducir en la industria local, pues la construcción industrializada parte desde la etapa de diseño. Por lo tanto, la vinculación del CCI con estas organizaciones de Chile es fundamental”, afirmó el vicepresidente del CCI, Milton Vicentelo.
Actualmente, el CCI cuenta con la red de construcción industrializada más grande de Latinoamérica en la que se ha logrado una participación transversal de empresas, organizaciones privadas, entidades de gobierno y la academia. “En el CCI estamos trabajando en articular actividades con más gremios y organizaciones de la industria de la construcción, porque estamos convencidos de que industrializar la construcción en Chile se logrará trabajando de manera sintonizada y en conjunto con todos los actores”, añadió Vicentelo.
Reducción de 50% en el plazo
De esta manera, Karina Díaz Cáceres, administradora de obra de AXIS Desarrollos Constructivos, hizo una evaluación de beneficios y consideraciones en el uso de soluciones industrializadas.
AXIS DC es una empresa lleva más de 30 años en el mercado y sus principios son la innovación, la colaboración, la sustentabilidad y las industrializaciones. Comenzaron a utilizar baños prefabricados ante la falta de mano de obra y hoy ya han instalado más de 1.246 PODS a lo largo de Chile y los están incluyendo en la mayoría de los proyectos habitacionales.
También trabajan con vigas prefabricadas, pilares prefabricados, muebles prefabricados que se utilizan en las viviendas, escaleras prefabricadas y puertas precolgadas.
En la urbanización, tienen cámaras prefabricadas que son instaladas con cámaras de válvula, cámaras con banquetas listas. Suman viviendas y edificios prefabricados en Metalcon completamente.
¿La prefabricación es industrialización? “En una construcción tradicional, la prefabricación se ve en un escenario complejo. Mientras que en una construcción industrializada, estaría en un entorno adaptado para su mejor resultado, con procesos eficientes, con flujos continuos, optimización de la mano de obra, nuevas tecnologías, etc., lo que permite una mayor seguridad y, por lo tanto, calidad”, precisó Karina Díaz, quien agregó que “las viviendas se hacen completamente prefabricadas, muros, losas, cerchas, paneles de cubierta, desarrollándolas en las ciudades de Punta Arenas, Puerto Varas y Puerto Montt”.
Todos estos procesos contienen sus mapas de proceso, secuencias constructivas, desarrollos de BIM para la producción de paneles y optimización de materiales. AXIS DC cuenta con un taller centralizado de prefabricado. “En primera instancia, era solo de Metalcon, pero ha ido mutando en el tiempo. Ahora tenemos un segundo taller que abastece las obras de Puerto Natales”, sostuvo la profesional.
La prefabricación les ha permitido una gran reducción de los plazos. En el caso del proyecto de Inacap Temuco, lograron reducir en un 22% el presupuesto inicial y en un 50% el tiempo de plazo. En cada proyecto buscan utilizar nuevas tecnologías: digitalización y automatización de diversos procesos. Asimismo, Díaz contó que han desarrollado una metodología de industrialización, donde van marcando los distintos pasos que deben hacer para lograr optimizar los procesos.
Para finalizar, la administradora de obra señaló que los cuatro pilares fundamentales para lograr la industrialización en la obra son: industrialización de procesos constructivos (analizar el proceso a realizar); logística de bodega (tener un apoyo logístico); Last Planner (procesos de apoyo), y la gestión de residuos, que ayudan a la sustentabilidad de la empresa.
Integración temprana
Andrés Larraín, jefe de proyectos de Alfonso Larraín y Asociados Ltda., expuso sobre integración temprana de soluciones industrializadas en ingeniería estructural.
“La integración temprana está enfocada en la disminución de costos directos e indirectos como reducción de plazos y mano de obra. También permite menores pesos que inciden en la sismicidad de la estructura y su análisis”, afirmó Larraín.
Se refirió a la experiencia de uso de soluciones de mallas dúctiles prefabricadas (A630S) en muros de hormigón armado de edificios, destacando las fortalezas: “solución industrializada que aumenta la productividad de la obra debido a su velocidad de ejecución. Mallas fabricadas en acero dúctil, mallas estandarizadas por ACMA por cuantías más usuales; sin embargo, se pueden hacer a la medida”, sostuvo.
En el marco normativo, existe una discusión en la NCh430 sobre la A630S. Si bien no están prohibidas por el ACI318, existen ciertas restricciones para muros especiales en zona crítica, losas o diafragmas de atrancamiento, donde exista en losas un acoplamiento sísmico de muro, fundaciones donde pudiese haber fluencia por sismo. “No obstante, se pretenden hacer ensayos para levantar estas restricciones”, expuso.
Larraín habló también sobre soluciones de hormigón con uso de fibras para reemplazar mallas de corte (cuantía mínima) en viviendas de hormigón armado, cuyo mercado objetivo son estructuras de 2 pisos de hormigón hasta 5 pisos, que cumplan el decreto DS60. Sobre el Termomuro, muro térmico de hormigón armado, para el diseño de viviendas (Melon-Covintec-Peri), afirmó que “consiste en el producto Covintec enchapado por dos capas de hormigón, entre cuyas fortalezas destacan tener un diseño sísmico y es un aislante térmico”, precisó.
Como criterios de diseño, explicó que en viviendas de 2 pisos, generalmente controlan esfuerzos mínimos en los muros. En mecanismos de falla, aunque sean mínimos, conviene utilizar resguardarlos con malla.
Sobre las Losas alivianadas con sistema de esferas o discos de plástico (Voided Slabs), Andrés Larraín indicó que la ventaja es que “permiten con menor inercia y menor espesor, cubrir luces más grandes. Al tener menos peso la losa, ayuda a que la estructura sísmicamente sea menos vulnerable. No obstante, tenían dudas sísmicas de la aplicación en cuanto al cumplimiento de diafragma de este tipo de losas. También cuenta con aislación térmica y acústica”.
“Tras ensayos de laboratorio, se demuestra que las losas logran transmitir hacia conectores y elementos verticales. Es recomendable identificar losas de altos esfuerzos sísmicos para utilizar losas macizas. El menor peso de la estructura permite un menor costo global, no solo de la losa, sino que de toda la estructura”, concluyó.
Un desafío de productividad
Por su parte, Marcos Brito, gerente de Construye2025, programa impulsado por Corfo, y director del CCI, afirmó que “se busca una industria más sustentable y competitiva, para mejorar nuestro propio estilo de vida”.
Por ello, hay un desafío en la productividad, basado en la industrialización, planificación y la transformación de la industria de la construcción.
“Construye2025 se basa en el nulo crecimiento de la productividad en la construcción en Chile. Esto se traduce en un ejemplo: con una misma mano de obra, se construye un edificio de 13 pisos, mientras que en un país desarrollado, se construye uno de 19 pisos”, manifestó.
A su juicio, hoy las principales brechas en el sector son la baja coordinación de los distintos agentes: “cada eslabón de la cadena hace su parte y se pasa al siguiente”, el bajo nivel de capacitación y certificación, un marco regulatorio y normativo por mejorar, y que la industrialización y prefabricación de productos es baja.
“En este esquema, el programa desarrolló en el 2016 el Plan de Industrialización “Construcción Limpia”, que agrupaba brechas y soluciones, y una de las principales recomendaciones era crear un grupo de trabajo que pudiera hacerse cargo de esto”, dijo.
De esta manera, se creó el Consejo de Construcción Industrializada, que hoy cuenta con tres grupos técnicos de trabajo.
“La industrialización no es solo fabricar, sino que también hay que tener todo un sistema para que este modelo funcione”, ratificó, puesto que el objetivo es pasar de un país actual “artesanal” a un país más ordenado y estandarizado, tal como se fabrican los autos.
“Con esto se busca mejorar el tiempo y productividad, valor y calidad y también mejorar en los ámbitos de seguridad y de generación de residuos, que nos ha costado años modificar”, precisó Brito.
En ese sentido, comentó que Chile está avanzando rápido en la masificación de la construcción industrializada. “En el CCI estamos trabajando en cuantificar la representación de la construcción prefabricada en el sector y cuáles son las ganancias que se están teniendo. La idea es conocer al detalle qué es lo que se gana y cómo cambia el modelo económico para poder invertir en esto y así poder, por un lado, solucionar el déficit habitacional, y por el otro, romper con el estancamiento de la productividad y lograr ser el sector más productivo de Chile como se han propuesto”, señaló.
La actividad, que forma parte de la Chile Green Building Week, tendrá como temas centrales #ConstruyeCircular y #ConstruyeZero, que serán abordados por expositores nacionales e internacionales referentes en economía circular y descarbonización, además de paneles de conversación y llamados a la acción.
Para generar una discusión constructiva sobre los desafíos para alcanzar un entorno construido circular, bajo en carbono, resiliente al clima, equitativo y regenerativo, Chile Green Building Council (Chile GBC) realizará el International Summit “Construye Sostenible”, los días 26 y 27 de octubre, de 8:30 a 13:30 horas en el Aula Magna de la Universidad del Desarrollo (Avenida Plaza 680, Las Condes).
“El International Summit se realiza en el marco de la Chile Green Building Week que organizamos desde hace un par de años, con la colaboración de empresas y organizaciones socias y aliadas interesadas en apoyar nuestro trabajo de sensibilizar a los distintos actores del sector para poder contar con más agentes de cambio comprometidos con el desarrollo sostenible”, señala María Fernanda Aguirre, Directora Ejecutiva de Chile GBC.
El programa de la actividad contempla la participación de expositores nacionales e internacionales, además de paneles de conversación con representantes de diversas entidades.
En la primera jornada enfocada en #ConstruyeCircular, participará Fernando Hentzschel, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo; Stephanie Barger, director Markert Transformation & Development, TRUE Zero Waste Program; y Scarlett Vásquez, directora general de Obras Públicas del Ministerio de Obras Públicas.
Por su parte, en la segunda jornada enfocada en #ConstruyeZero, participará Claudio Orrego, Gobernador Regional Metropolitano de Santiago; Usha Iyer-Raniga, Co Lead One Planet Network, Sustainable Buildings and Construction Programme de UNEP; y Florencia Attademo-Hirt, gerente general Dpto. de Países del Cono Sur y Representante en Chile del Banco Interamericano de Desarrollo.
Si bien nuestro país ha avanzado en la generación de instrumentos e iniciativas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y Metas de Carbono Neutralidad, la última información provista por la comunidad científica y organizaciones nacionales e internacionales, han hecho evidente la urgencia de acelerar la transformación del sector.
“Es urgente que el sector de la construcción fomente la innovación, la industrialización y mejore la productividad, incentivando el desarrollo e implementación de modelos de circularidad para tener una industria que no solo reduzca sus emisiones sino que también sea resiliente y regenerativa”, agrega María Fernanda Aguirre, Directora Ejecutiva de Chile GBC.
El International Summit “Construye Sostenible”, cuenta con el apoyo de Arauco, Aceros AZA, Falabella Inmobiliario, Falabella Retail, Knauf Chile, Rain Bird y Sodimac; y es patrocinado por el Ministerio del Medio Ambiente, Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, CIPYCS, Construye2025, CTeC, Instituto de la Construcción y Pacto Global.
Las inscripciones para el evento, de carácter gratuito, son a través del siguiente link https://lnkd.in/e-ASQfHe
En la cuarta versión del certamen que lidera Certificación Edificio Sustentable, el Hospital de Curicó y el edificio que alberga a la Prefectura Aconcagua y la 2da Comisaría de San Felipe, compartieron el primer lugar en la categoría “Edificio Certificado”.
Con 74,5 puntos de un total de 100, el Hospital de Curicó, mandatado por el Ministerio de Salud y el Servicio de Salud Maule; y el edificio de Carabineros de Chile, donde funcionan la Prefectura Aconcagua y la 2da Comisaría de San Felipe, obtuvieron el primer lugar de la categoría Edificio Certificado del Premio CES 2022.
La distinción -que se entregó por cuarto año consecutivo- promueve las mejores prácticas en edificación y reconoce a las personas detrás de los proyectos, que han hecho un esfuerzo por certificarse. “Al contemplar el camino avanzado desde 2015, cuando CES entró en operación, nos llena de orgullo contarles que contamos con más de 500 proyectos trabajando con CES, de los cuales 90 se encuentran certificados y 200 precertificados”, comentó la presidenta de Certificación Edificio Sustentable (CES), Paola Molina, durante la ceremonia.
El Hospital de Curicó, cuya Unidad Técnica es la Dirección Regional de Arquitectura del MOP Región del Maule y fue diseñado por Carvajal Casariego + Riesco Rivera, con más de 108.000 metros cuadrados de superficie construida total, alcanzó el mayor puntaje (74,5/100 puntos) durante 2021. El edificio fue uno de los primeros en trabajar con la versión CES Hospitales y luego de un proceso de certificación colaborativo alcanzó el nivel de Certificación Sobresaliente.
“Este proyecto destaca por su envolvente y sus estrategias de diseño pasivo capaces de soportar los requerimientos climáticos del lugar y también por la incorporación de diseño y equipamiento eficiente de los sistemas que consumen energía, lo que se traduce en: una importante reducción de las demandas de energía para climatización e iluminación, superior al 29%; una gran reducción de los consumos de energía de un 36%; una reducción de la evapotranspiración del paisajismo, alcanzando el 26%; y una enorme disminución del consumo de agua potable para consumo humano de 56% y de 72% para riego”, explicó el jefe de CES, Hernán Madrid.
Adicionalmente, en el Hospital de Curicó decidieron trabajar también por el Sello Plus operación para la etapa de uso. “Esto es un esfuerzo de muchas personas y de muchos años. La Dirección de Arquitectura fue nuestro colaborador principal. El Ministerio de Energía y el Ministerio de Salud plantearon metas muy concretas hace 10 años y ese enfoque nunca se perdió. La operación para nosotros también es un tema, por las dimensiones del edificio que, además, tiene diversas áreas y algunas de alto consumo de energía. Agradezco a todos los participantes de este proceso. Estamos felices y a las puertas de echar a andar este edificio”, comentó Carolina González, coordinadora del proyecto Hospital de Curicó del Servicio de Salud del Maule, al recibir el galardón.
Primer lugar San Felipe
En el caso del edificio de Carabineros de Chile, cuya unidad técnica fue la Dirección de Arquitectura MOP Valparaíso y fue diseñado por Valle Cornejo Arquitectos, destacan el confort térmico pasivo y la reducción del consumo de energía y agua potable. “El edificio cuenta con más de 2.500 metros cuadrados de superficie construida total y obtuvo el mayor puntaje (74,5/100 puntos) durante el año 2021 en su proceso de certificación, alcanzando el nivel de Certificación Sobresaliente”, detalló el jefe de CES, Hernán Madrid.
El proyecto ubicado en San Felipe, región de Valparaíso, logró reducir las demandas de energía para climatización e iluminación en más de 40%; mientras que los consumos de energía disminuyeron en 48%. Igualmente, la reducción del consumo de agua potable para consumo humano fue superior al 41%.
“Para nosotros este premio es un orgullo, porque, en 2019, obtuvimos el tercer lugar con la subcomisaría Nonguén en la región del Biobío y todo esto, con el trabajo colaborativo con el MOP nos ha permitido ir creciendo. Cuando llegamos a un lugar tenemos que adaptarnos a él y no al revés, porque nuestros cuarteles son puntos de encuentro a los que se acerca mucha comunidad”, afirmó el general Ramón Alvarado, director nacional de Apoyo a las Operaciones Policiales de Carabineros de Chile, en la ceremonia del Premio CES.
Colbún y Pucón
El segundo lugar se quedó en la comuna de Colbún, en las Oficinas Administrativas Central Hidroeléctrica Colbún, diseñadas por Gestiona Corp. Arquitectura – Ingeniería – Medio Ambiente. “Es un verdadero orgullo representar a Colbún con este tremendo premio de CES. Ya hemos participado anteriormente, aunque no sacamos premio, pero sí certificamos”, señaló Eduardo Lauer, gerente de Ingeniería de Proyectos de Colbún, dado que “nosotros estamos preocupados de la calidad de vida de nuestros operadores y de nuestro personal que está en las 27 centrales afuera”.
Por su parte, el tercer lugar lo obtuvo la Fiscalía de Pucón, diseñada por Prado Arquitectos. Maruzzella Paván, directora de la Unidad de Infraestructura de la Fiscalía Nacional, recibió el reconocimiento de CES, quien comentó que “construimos inmuebles desde el inicio de la Reforma Procesal Penal, hace 20 años atrás y teníamos el desafío de la planificación pública, desde la arquitectura, que nuestros proyectos sean funcionales para nuestros usuarios, y también sumamos este elemento de cómo optimizamos la utilización de recursos y ser más eficientes, a través de clima, envolvente térmica y otros elementos pasivos”.
Precertificados
El primer lugar en la categoría Precertificados fue compartido por el Cuartel de Bomberos, Segunda Faja, Villarrica, mandatado por el Gobierno Regional de La Araucanía y diseñado por Arqlofts; y por el Pabellón Docente Campus lsla Teja de la Universidad Austral de Chile, cuyo diseño corresponde a la Dirección de Infraestructura de esa casa de estudios. En tanto, el tercer lugar se lo llevó el Centro de visitantes Santuario Santa Inés, mandatado por Minera Los Pelambres y diseñado por el Teodoro Fernández, Premio Nacional de Arquitectura 2014.
El 15° Congreso Anual de AICE se realizará el 14 y 15 de octubre, de manera híbrida, con un énfasis en el manejo de desastres en ingeniería estructural.
Estar al día en los avances técnicos y científicos, en las políticas estatales de reducción de riesgo, así cómo entender los puntos vulnerables dentro del diseño estructural, permiten tener una mirada integral del tema y una respuesta más eficaz ante los desafíos a los que la sociedad se enfrenta día a día. Con ese fin, la AICE está organizando su 15° Congreso Anual, enfocado en el manejo de desastres en ingeniería estructural.
Esta temática “obedece a la necesidad de abordar todos aquellos aspectos referentes al manejo de desastres que son importantes de conocer para lograr un mejor desarrollo de nuestra disciplina”, dice Marianne Küpfer, directora de AICE.
Y es que ante la ocurrencia de un desastre se pueden ver afectadas obras de infraestructura y edificaciones que albergan distintos servicios, industrias o personas. “Esto conlleva un problema para toda la sociedad, pues implica costos por reparación, por habilitación de albergues, por pérdida de capacidad productiva, por pérdida de conectividad, por interrupción de servicios, entre otros. Por ello, la ingeniería estructural juega un rol importante al buscar en forma permanente mejorar la respuesta de las edificaciones en casos de ocurrencia de estos desastres”, explica la profesional a cargo del congreso.
Precisamente en Chile, esta temática se vuelve relevante frente a las distintas emergencias que se han vivido en todo el territorio nacional. “Legalmente, los ingenieros estructurales deben responder por sus diseños y, por lo tanto, por los daños que se pueden presentar, incluido el colapso parcial o total de una estructura”, dice Küpfer.
En ese sentido, un desastre puede desatarse no solo por un fenómeno de la naturaleza, sino también por el ser humano. “De ahí la importancia del cuidado que se ha de tener al realizar un diseño, tanto desde el punto de vista del cumplimiento normativo, de aplicar buenas prácticas, de estar atentos al estado del arte y a la calidad de ejecución de los proyectos”, precisa la profesional.
Dada las características de Chile, los mayores desastres naturales se han producido por la alta sismicidad que caracteriza a nuestro territorio, pero también en los últimos años se han intensificado los incendios, inundaciones y otros fenómenos menos usuales. “No por nada Chile se encuentra catalogado dentro de los países más peligrosos del planeta en cuanto a desastres naturales. Respecto de la acción humana se deben tener en cuenta incluso aspectos poco usuales como la gestión de la calidad, los actos vandálicos y la autoconstrucción”, enfatiza.
Por ello, “todas las charlas del congreso se desarrollarán en torno a este hilo conductor del manejo de desastres en ingeniería, y cada una de ellas nos irá mostrando distintos aspectos, hasta llevarnos a la charla de cierre en donde todas ellas se integrarán con una visión de futuro”, añade.
En el programa, destacan las charlas magistrales “Understanding and responding to natural hazards: a trans-Pacific perspective”, de Brent Alloway, y “Gobernanza del Riesgo Sísmico: una Mirada más Holística del Rol de la Ingeniería Estructural”, de Felipe Rivera.
En tanto, en el ámbito nacional, Rubén Contador, director regional de la ONEMI de Coquimbo, abrirá el congreso con la charla “La Nueva Legislación para la GRD en Chile (Gestión de Riesgos de Desastre)”, y profesionales locales mostrarán casos de estudio, como “Experiencia en Chile sobre un Puente Basculante (¿Sólo un Problema de ingeniería?)” y “Falla en Edificación en Altura”.
El especialista Ramón Verdugo se referirá a “Licuefacción – Potenciales Catastróficas Consecuencias”, Claudia Galaz de la DITEC del Minvu se referirá a los “Avances en la evaluación de daños post desastres en el sector vivienda, un aprendizaje continuo desde el terremoto del 27/F de 2010”, mientras que Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional, contará los avances en la Red Sismológica Nacional.
El 15° Congreso Anual de AICE se realizará el 14 y 15 de octubre en formato híbrido (presencial en el Hotel Enjoy de Coquimbo, y vía Zoom).
Tras un recorrido por la Feria Edifica 2022 y con el fin de estrechar la colaboración y fortalecer la vinculación entre el sector público, privado y academia, se firmó este acuerdo que pretende fomentar el desarrollo sostenible de la industria.
Con la visión de establecer en Chile la cultura de una construcción circular, que permita el desarrollo sostenible de la industria, se firmó un compromiso para impulsar la Estrategia de Economía Circular en Construcción, una iniciativa de creación colaborativa en la que participaron como actores activos la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Instituto de la Construcción (IC) y Construye2025 de Corfo, programa impulsado por Corfo.
Esta firma se realizó en el marco de Edifica 2022, la feria de construcción más importante de Hispanoamérica que, tras tres años, volvió a la presencialidad, mostrando las principales innovaciones de la industria y, además, generando conciencia en el sector, con un espacio dedicado a la gestión de residuos, dando cuenta del impacto que estos generan en el entorno.
La ceremonia contó con la participación de Pedro Plaza, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción y presidente del Consejo Sostenibilidad de la misma entidad; Ricardo Fernández, presidente del Instituto de la Construcción; Pablo Ivelic, presidente de Construye2025, además de Ximena Ruz, directora de la Agencia Sustentabilidad y Cambio Climático y Fernando Hentzschel, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo.
Tras un recorrido por la feria y en el marco de la Semana de la Productividad, que también se desarrolló en esta exposición, los representantes de las tres entidades relacionadas a la estrategia, sellaron este compromiso, con la firma de un acuerdo que busca estrechar la colaboración y fortalecer la vinculación entre el sector público, privado y academia impulsando la mirada circular en la industria de la construcción.
La economía circular, en este sentido, se presenta como un medio para avanzar en la sostenibilidad de la industria de la construcción, abriendo múltiples oportunidades de innovación y nuevos modelos de negocio y emprendimiento para todos los actores de la cadena de valor, permitiendo un uso más eficaz de los recursos, minimizando los residuos e impactos ambientales desde el diseño. Así, la estrategia busca generar un plan de acción público-privado al 2025, en el marco de la Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular al 2040.
Con esta hoja de ruta, Chile se posiciona como un país pionero en la materia. Por esta razón, la Construcción quiso avanzar en este desafío trasformador y desarrollar de forma colaborativa esta estrategia sectorial.
Para la Cámara Chilena de la Construcción esta iniciativa resulta fundamental para el desarrollo de la industria y se enmarca dentro de uno de los pilares del COMPROMISO PRO que impulsa a las empresas y obras de construcción a mejorar su desempeño para que el impacto en la sociedad sea cada vez más positivo.
Desarrollo colaborativo
La estrategia de economía circular en la construcción pretende establecer en Chile la cultura de construcción circular, entendiéndola como una oportunidad para el desarrollo sostenible, social, ambiental y económico de la industria, a través del incentivo de iniciativas coordinadas entre el sector público, privado, la academia y la validación ciudadana.
Estas alianzas han sido cruciales para lograr los objetivos desde un estilo de colaboración que han permitido co-crear la estrategia de economía circular en construcción y ponerla en práctica.
Frutos tempranos
Como frutos tempranos de esta estrategia de economía circular, se han ejecutado el Acuerdo de Producción Limpia de Valparaíso y la “mesa interregional de Gestión de Residuos: Hacia la Economía Circular”, iniciativas que buscan extender este esfuerzo a nivel nacional, iniciando en Antofagasta, Puerto Montt y Punta Arenas.
En el caso de los Acuerdos de Producción Limpia (APL), su principal eje de acción es la colaboración; es decir, la promoción de alianzas para impulsar soluciones a temas ambientales que preocupan al país y a las personas. En el caso del APL de Valparaíso está en línea con el trabajo que se ha realizado en la hoja de ruta de economía circular de nuestro país y, principalmente, con la estrategia para avanzar hacia una cultura de construcción circular, mediante la gestión coordinada y colaborativa entre los distintos actores de la cadena de valor en la región de Valparaíso.
También destaca la creación del Comité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, con más de 30 representantes de la academia, entidades públicas y privadas que participan activamente en sesiones colaborativas para proponer y concretar acciones libremente y de acuerdo con sus capacidades, propiciando sinergias.
Asimismo, también desde Construye2025 trabajan en acelerar la transformación de la construcción promoviendo la innovación y la sustentabilidad, mediante la articulación entre actores públicos, privados y la academia. Una iniciativa destacada, en esta materia, es el Reto de Innovación en Economía Circular en Construcción, convocado por Corfo, desafiando al sector a hacer un uso más eficiente de los recursos y a disminuir sus pérdidas utilizando nuevas soluciones tecnológicas y modelos de negocios circulares.
Sobre la Estrategia de Economía Circular en Construcción
La Estrategia de Economía Circular en la Construcción, es una iniciativa promovida por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Instituto de la Construcción (IC) y el programa Construye2025 de Corfo, que cuenta la facilitación técnica de la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT y pretende promover en Chile la economía circular, viéndola como un desafío y al mismo tiempo como una oportunidad que permita el desarrollo sostenible, social, ambiental y económico de la industria de la construcción, a través del incentivo de iniciativas coordinadas entre el sector público, privado y academia.
Con la visión de “establecer en Chile la cultura de construcción circular, que permita el desarrollo sostenible de la industria”, la Estrategia tuvo su puntapié inicial en noviembre del 2020, cuando distintos representantes de las instituciones líderes y autoridades nacionales invitaron a adherir.
Este proyecto es de carácter nacional y busca impulsar medidas que disminuyan la demanda de recursos, lograr menor impacto ambiental, la regeneración del medio ambiente y protección del patrimonio ambiental, junto con la mejora de la calidad de vida de las personas. Sumado a esto, también instala la oportunidad de innovación y nuevos modelos de negocio circulares, para generar una reactivación económica verde posterior al escenario de pandemia.
La Estrategia de Economía Circular en Construcción tuvo un proceso de co-construcción que contó con la participación de más de 800 profesionales del sector a nivel nacional, en charlas y talleres para identificar las iniciativas prioritarias al año 2025.
La Estrategia cuenta con 11 iniciativas, de acuerdo con 6 ejes, cuyos objetivos son:
1.FORMACIÓN: Contar con profesionales, técnicos y operarios capacitados para realizar proyectos que incorporen la economía circular en el sector construcción.
2.MARCO NORMATIVO: Resolver asimetrías de información respecto al marco normativo y fortalecer colaboración entre sector público y privado para desarrollo normativo.
3.BENCHMARKING Y DIFUSIÓN: Visibilizar casos, datos e indicadores para fomentar la incorporación de conceptos de economía circular e innovación en etapas tempranas de proyectos, involucrando a toda la cadena de valor.
4.INNOVACIÓN: Generar instancias de vinculación entre empresas, academia y ecosistema emprendedor para favorecer innovación en economía circular.
5.INCENTIVOS: Generar incentivos que permitan promover que el sector privado cultive una cultura de Economía circular
6.COLABORACIÓN: Crear espacios de encuentro, intercambio de conocimientos, colaboración y construcción de confianza para producir sinergia entre los distintos actores de la cadena de valor de la construcción e industrias relacionadas.
De este modo, la estrategia permitiría guiar y coordinar el desarrollo de diversas iniciativas en el sector, lideradas por distintos actores y en diferentes regiones, de modo tal de potenciar el alcance y evitar duplicidad de esfuerzos. Asimismo, permitirá generar herramientas habilitantes para la innovación y el avance en reducción impactos ambientales de las empresas, tal como la prevención y gestión de residuos, reducción de emisiones y mejora de la productividad.