En la capital regional de O’Higgins, el titular de Vivienda y Urbanismo hizo entrega de la primera vivienda industrializada a nivel nacional, que fue construida en sólo dos meses y es parte de las soluciones que se están implementando para disminuir los tiempos de entrega a las familias del país.
El ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, junto a autoridades de la región de O’Higgins y al presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Juan Armando Vicuña, hicieron entrega esta mañana en Rancagua de la primera vivienda industrializada en el país que es parte del Plan de Emergencia Habitacional. En la actividad también estuvieron presentes el jefe de la División Técnica del Minvu, Ricardo Carvajal, y el gerente general de E2E, Felipe Montes, empresa responsable de la vivienda.
La principal autoridad del Minvu destacó la importancia de la vivienda industrializada, una línea de atención que busca dar soluciones rápidas y de calidad a las personas. “Estamos muy contentos de hacer esto, en muy poco tiempo, y para nosotros es un hito como ministerio, y esperamos seguir por todo el país haciendo distintos modelos”. Agregó que, “una de las cosas nuevas que ocurrió este último año, es que le hemos dado otra estatura a la política de vivienda industrializada para efectos de vivienda de sectores de menores ingresos. La vivienda industrializada en Chile existe hace mucho tiempo, pero para otros niveles de ingreso”.
En la actividad estuvo presente el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Juan Armando Vicuña, quien comentó la importancia de este tipo de iniciativas y se mostró disponible a colaborar en esta línea. “Como constructores de Chile, esto es uno de los hechos que más satisfacción nos produce; entregar una vivienda propia a una familia y que sea una vivienda de calidad. Quiero destacar la relación de trabajo que hemos mantenido con el Ministerio de Vivienda y la Ditec de la cartera, porque juntos, hemos cambiado las formas de hacer las cosas. Un ejemplo de ello, es esta casa que se ha construido en tiempo récord”.
La vivienda fue entregada a María Morales, quien perdió su casa en 2012 producto de un incendio y llevaba años habitando una vivienda de emergencia. La casa comenzó a ser construida en diciembre de 2022 y fue terminada durante los primeros días de marzo, demostrando la rapidez de fabricación e instalación, manteniendo sobre todo la calidad. La vivienda es de dos pisos, con 50 m2 de superficie y cuenta con dos dormitorios, cocina, living-comedor y baño.
La beneficiaria se mostró muy emocionada durante la entrega de llaves de su vivienda y comentó “muchas gracias a todos, por ustedes tengo lo que yo anhelaba. Muy lindo el modelo, el color, todo. Muy bonita y muy rápida, fue lo mejor que se hizo. Lo que dijeron que iban a hacer en dos meses, en dos meses ya está lista”.
Fuente: Minvu
Por PHD ©Pablo Pulgar R., docente del Departamento de Ciencias de la Construcción de la Universidad Tecnológica Metropolitana y colaborador del CCI.
La necesidad urgente de enfrentar un déficit habitacional que crece agresivamente desde el 2015, llegando hoy a afectar a unas 650.000 familias a nivel nacional, ha generado una respuesta institucionalizada desde el gobierno a través del “Plan de Emergencia habitacional”, política pública que finalmente se ha materializado en los llamados a concurso de “Viviendas industrializadas” en las comunas de Renca y Lo Espejo; sin embargo, dicha emergencia ya ha sido abordada anteriormente por la autoridad y el sector privado conjuntamente.
Una publicación de INVI del año 1996, del autor Luis Bravo Heitmann denominada “Vivienda social industrializada: La experiencia Chilena (1960- 1995)”, relata la historia “truncada” que inicia a fines de los 50 y que fue puesta en pausa entre los años 70 y 90 en nuestro país, el cual dejó hitos relevantes en nuestra historia, como el concepto de “Vivienda industrializada”, las “casas experimentales CORVI” (1962), la creación del “Centro Chileno de productividad” (1964), las “Obras demostrativas” (1965), donde se “demostró” empíricamente la interrelación entre la simplicidad del diseño y el aumento de productividad en la ejecución, las “Operaciones Sitio” (1968), donde se entregaban kits de “prefabricados” para “ensamblaje in situ”, en zonas periféricas y a principios de los años 70, con la planta KPD, donada por la URSS, post terremoto del año 1971, donde se producían soluciones prefabricadas en hormigón armado para 4 pisos sin ascensor, posteriormente en los años 80 y 90 cambia el foco de las políticas públicas y la industrialización pasa a segundo plano.
Sin duda alguna, los llamados hechos por el Minvu marcan el inicio de un proceso de transformación pendiente hace varios años en nuestro país y que pretende replicar los beneficios de la industrialización en la producción de viviendas, que varios países ya han sabido aprovechar (UK, USA, Japón, Singapur y Malasia, entre otros), algunos de estos son:
A pesar de lo “truncado” del proceso, la “industrialización del sector construcción” en nuestro país ha sido trabajado sistemáticamente en instancias como el Programa Estratégico Nacional Construye2025 y el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), desde la década pasada, donde se han generado las instancias para lograr los consensos, gestionar el conocimiento, reconocer las buenas prácticas y posibilitar la estandarización y normalización, no es casualidad entonces que las empresas ganadores del concurso Minvu sean socias del CCI.
Los próximos llamados deberían estar marcados por la sistematización y la precisión en cuanto a las métricas de evaluación para comparar a las empresas participantes de las licitaciones, potenciando la competencia privada en una cancha pareja y transparente para todos, probablemente deberán incorporarse conceptos como “Diseño edificable” y “Constructabilidad” con sus respectivos “principios”, jerarquizados y consensuados localmente, lo que permitirá la creación de indicadores respectivos, la sostenibilidad será un atributo básico, replicando así experiencias positivas como el indicador de “Constructabilidad de Singapur” que aumentó la productividad del sector en un 20% en cuatro años, donde se evalúa la productividad de las propuestas entre diseño y construcción, en la “Hoja de Ruta 2023 – 2025 del PEN C2025” aparece “Constructabilidad” como acción número 1 del eje industrialización, lo que acelerará el proceso de transformación hacia la construcción industrializada tan anhelada por todos, aprovechando la crisis de vivienda actual como una oportunidad.
Por Ricardo Carvajal G., jefe de la DITEC del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
En el marco del Plan de Emergencia Habitacional del Gobierno, que presentara el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, y la subsecretaria Tatiana Rojas, al Presidente de la República, Gabriel Boric, se estableció dentro de las formas para diversificar el acceso a la vivienda la industrialización. Actualmente, estimamos que la producción de viviendas industrializadas en el país es de 7.000 unidades al año, lo que es insuficiente si queremos mejorar la productividad de la construcción en nuestro país, sobre todo la de las viviendas sociales.
Para hacer esto, como gobierno hemos ido dando pequeños pasos en distintos frentes. El primero de ellos fue actualizar el protocolo de inspección de las obras, dado que no tenía sentido que los inspectores pidieran desarmar la pieza prefabricada que llegaba a la obra que se armaba en la industrializadora. Ahora se inspecciona en la planta directamente.
Otro paso fue firmar convenios con industrializadoras para diseñar desde cero las viviendas sociales, considerando las exigencias de los programas del Minvu, los materiales y las máquinas con que cuentan las fábricas, para así poder llegar a precio. Los diseños de estas viviendas producto del convenio son de propiedad del Minvu, por lo que quedan a disposición de las constructoras que las quieran ocupar, por lo que el arquitecto que tiene que patrocinar el proyecto, pueda ocuparlo sin mayor costo.
Hicimos un concurso para vivienda industrializada en la Región Metropolitana, para las comunas de Renca y Lo Espejo, que se lo adjudicó la oficina Archiplan en conjunto con la industrializadora Tecnofast con edificios de madera. Este no fue un concurso de ideas, sino una adjudicación para la construcción, por lo que esperamos que se inicien las obras el 2023.
Un último paso que se dio como incentivo, es incorporar una glosa en la ley de presupuesto, la que exime a la vivienda tipo industrializada aprobada por la DITEC de tener permiso y recepción municipal, para no recargar a las direcciones de obras y acelerar el proceso de construcción y entrega para las familias.
Dado que es una copia casi textual de un artículo de la Ley General de Urbanismo y Construcción (LGUC) que señala que “no les serán aplicables las limitaciones ni autorizaciones establecidas en el artículo 55° de la misma ley” muchas personas interpretan esto como que vamos a expulsar a las familias al campo o que fomentaremos las parcelas de agrado. Eso no es posible con esta glosa, ya que no se puede generar loteos o subdivisiones a través de ella, simplemente es para la construcción de vivienda, por lo que esperamos con esto por dar solución a las miles de familias con sitio propio en área rural que tienen un subsidio sin poder ejecutar, ya sea porque son lugares muy remotos o no hay interés por parte de empresas dada las complicaciones logísticas para construir en un área remota en la zona rural.
Las alternativas que tenemos disponibles para las viviendas tipos industrializadas aprobadas por DITEC no están cerradas, todo lo contrario, extendemos la invitación para que las empresas, con sus arquitectos y calculistas, nos presenten nuevas alternativas las que pondremos a disposición de las familias para que puedan ser usadas como su solución habitacional. Los invitamos a consultar la página del Minvu para ver los pasos a seguir.
Sabemos que los cambios pueden generar temor, sobre todo si uno está acostumbrado a hacer las cosas de una manera, pero tenemos la convicción de que el trabajo público-privado nos dará las certezas para seguir adelante en este nuevo camino que se nos abre con la industrialización de la construcción.
En la Semana de la Madera, el jefe de la DITEC, Ricardo Carvajal, destacó el trabajo conjunto con las empresas que ya son parte del Plan de Emergencia Habitacional, pero llamó a otras a presentar sus soluciones para sumarlas a la oferta del Minvu.
A toda marcha avanza el Plan de Emergencia Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), que busca hacer frente al déficit de vivienda que afecta a nuestro país. En la Semana de la Madera, que organizaron la Corporación Chilena de la Madera (Corma) y Madera21, en el Parque Bicentenario de Vitacura, el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (DITEC) del Minvu, Ricardo Carvajal, destacó los hitos que se han ido cumpliendo en torno al objetivo trazado por el Gobierno.
“Si somos exitosos, de aquí al otro año vamos a decir ‘perfecto, nos fue bien y vamos a duplicar el nivel de producción de vivienda industrializada para llegar a 14 mil, pero, sigue siendo insuficiente. Entonces, esperamos que esto sea un primer paso para mejorar la productividad de vivienda en nuestro país, ocupar la madera en todo su esplendor, por así decirlo. Tener edificios de madera en cuatro pisos, hace un par de años era impensable”, afirmó el jefe de la DITEC.
Según la autoridad técnica del Minvu, el hecho de que las empresas se hayan arriesgado y que el ministerio haya apoyado la construcción industrializada al adquirir un edificio levantado con esta metodología es una señal clara de que los cambios van en serio y de que el Gobierno está tomando muy en cuenta la participación de las empresas en estas soluciones.
“Estamos desarrollando viviendas con varias industrializadoras para diseñarlas desde cero, de modo que cumplan con los programas. Pero eso no significa que otras empresas no puedan presentar viviendas tipo, para que se incorporen dentro del catálogo de soluciones que le vamos a ofrecer a las familias, porque ellas son las que eligen. Nosotros no imponemos las viviendas, así es que tienen que ser soluciones atractivas para que les den confianza”, comentó Ricardo Carvajal.
Efectivamente, las empresas que no forman parte del Plan de Emergencia Habitacional tienen las puertas abiertas en la DITEC, donde están recibiendo alternativas de viviendas tipo. “Tenemos las que se construyen habitualmente y ahora se han incorporado las viviendas tipo industrializadas. Eso sí, estamos siendo bien exigentes con la que es industrializada porque si tiene algún problema hasta ahí va a llegar la industrialización. Nos preocupa, principalmente, la calidad de las piezas y componentes de la vivienda industrializada. Por eso, actualizamos el protocolo de inspección, para ser aplicado en las plantas donde se fabrican”, afirmó el jefe del organismo técnico.
Por lo anterior, a través del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), se están visitando las dependencias donde se producen piezas y componentes industrializados, para evaluar el nivel de producción y otros aspectos. “Esto nos da certeza de que hay uso de BIM y coordinación entre las partes, así como garantías para un adecuadro montaje en obra”, señaló la autoridad de la DITEC.
Aunque el carro ya partió, no significa que no puedan subirse a él otras empresas. “Esperamos que todas las empresas interesadas nos presenten su vivienda tipo para poder presentarla a las familias, a fin de que elijan su solución habitacional”, indicó Carvajal.
Recientemente, Arauco anunció la incorporación de 180 viviendas desarrolladas por E2E para un proyecto habitacional en Constitución, región del Maule, que se va a empezar a construir el próximo año. “Además, estamos trabajando con otras familias para, ojalá este año, iniciar la construcción de viviendas industrializadas para demostrar que son más rápidas y viables como solución. Estamos inspeccionando directamente la calidad de las viviendas, ya que de eso dependerá el éxito de avanzar con más soluciones industrializadas”, concluyó el jefe de la DITEC.
Las empresas contratistas tendrán que ocuparse de la formación y certificación de los trabajadores que, idealmente, deben contar con alguna experiencia previa en construcción industrializada, según el director nacional de Simoc Chile.
Los ministerios del Trabajo y Previsión Social y de Vivienda y Urbanismo, en conjunto con la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), lideran el programa “Maestros/as para viviendas de calidad”, enfocado en la formación de mano de obra calificada para la construcción de las nuevas viviendas sociales que propone el Plan de Emergencia Habitacional.
El objetivo de la iniciativa público-privada es capacitar tanto a hombres como mujeres en oficios relacionados con la construcción, para llevarlos a trabajar como mano de obra calificada a los diferentes proyectos del país. “Las empresas contratistas deben contar -al inicio de las obras- con un porcentaje de trabajadores formados y certificados en los perfiles ocupacionales que postulen a construir y, a medida que avanzan las obras, incrementar el personal formado y certificado para darle continuidad a los procesos constructivos”, afirma Raúl Letelier Rubio, director nacional de Simoc Chile e integrante del Consejo Directivo de Construye2025.
La oferta gratuita de cursos de capacitación implementada a través de la línea sectorial de construcción de los Programas Formación para el Trabajo y Becas Laborales del Sence, además formar en el oficio escogido, busca desarrollar habilidades blandas en sus egresadas y egresados. No obstante, según Letelier, lo ideal es darle formación y certificación a trabajadores que ya cuenten con conocimientos en construcción industrializada.
“Se ve muy difícil sacar trabajadores de primer nivel si no tienen experiencia en obras, independiente del perfil que postulen, en cursos de 100 o 130 horas sin una evaluación de sus habilidades para postular a los diferentes perfiles”, afirma. En este contexto, el director nacional de Simoc Chile, destaca las habilidades físicas, manuales y cognitivas con las que debe contar todo trabajador para desarrollar su labor, independiente de cómo hayan sido adquiridas.
“Cada uno de los perfiles presenta diferencias en su forma y modo de realizar las tareas cotidianas. Por lo tanto, todos los cursos de formación deben enfocarse en los perfiles de ChileValora para poder evaluar y certificar en una misma línea”, comenta Raúl Letelier.
Según el integrante del Consejo Directivo de Construye2025, usualmente este tipo de construcciones quedan retiradas de los centros urbanos. Por eso, afirma que se deben contratar personas que vivan en localidades cercanas. “Estos muchas veces no cuentan con locomoción”, señala. En este sentido, añade que “sería más estricto en el levantamiento de instalación de faenas, donde los trabajadores tengan las condiciones mínimas de higiene y seguridad para desarrollar su labor”.
Rapidez, precisión, agilidad, información oportuna y muchas otras ventajas despertaron el interés del Gobierno, que generó alianzas con los principales actores del mundo de la construcción industrializada.
El nuevo Plan de Emergencia Habitacional que está desarrollando el Gobierno es ambicioso. Con al menos 260 mil viviendas construidas en solo cuatro años, busca cubrir al menos el 40% de la demanda habitacional del país. Y los socios del Consejo de Construcción Industrializada están participando de él. “Junto con el Ministerio de Vivienda de Urbanismo (Minvu) hemos desarrollado una vivienda con un diseño muy atractivo y con un excelente comportamiento térmico y acústico. Hemos aprovechado el sistema industrializado E2E para lograr una vivienda con espacios más holgados y un costo muy atractivo para las constructoras”, explica el gerente general de E2E, Felipe Montes.
Dicha solución puede ser fácilmente ampliable en caso que los dueños de las casas lo requieran y, de hecho, tiene una versión ya ampliada de 84m2. “La vivienda MINVU–E2E ayudará a la rapidez, tanto en construcción como en homologación que se necesita para cumplir con la meta que nos hemos planteado como país. Además, contará con una muy buena calidad y confort para los usuarios”, añade el ejecutivo.
La empresa de construcción industrializada que lidera Felipe Montes ha participado en proyectos DS-19 y DS-49 que han tenido una gran acogida por parte de los usuarios, debido a la calidad que ofrece. “Han sido proyectos un 30% más rápidos. Por ejemplo, en un proyecto en Casablanca el segundo piso de una casa pareada se montaba en tres horas. Adicional a esto, existen muy poco residuos: en el proyecto Casablanca de 200 pareos se produjo un ahorro de 500 millones de pesos, debido a que hubo menos residuos, y costos indirectos mucho más bajos que los que se presentan en la construcción tradicional”, señala el gerente general de E2E.
Además, gracias a la industrialización, el bodegaje disminuye y también la administración para ir comprando los materiales, mientras mejora la eficiencia en el uso de la mano de obra.
Estructura híbrida
En Hormipret, están trabajando en el diseño de viviendas que consideran una estructura híbrida, donde se combina el trabajo in situ con la solución de losa VigueTraba®. “Una de las ventajas de este sistema constructivo es que no existe restricción respecto a la estructura del proyecto (hormigón armado, albañilería, estructura de acero, muros prefabricados, etc.), lo que permite mayor flexibilidad en el diseño. Además, existe una disminución importante en materiales (hormigón, acero, moldaje y alzaprimas) y, por sobre todo, los rendimientos que se pueden lograr con este sistema de losa, que en muchos casos son parte de la ruta crítica”, detalla el Augusto Cartes, jefe del Área Técnico Comercial de Hormipret.
La experiencia de la empresa abordando proyectos de viviendas sociales, principalmente, en regiones, ha demostrado gran eficiencia en términos de transporte (400 m2/Camión). “Con el uso de este sistema constructivo, además de lograr ahorros importantes (12 -18%) en los costos directos de esta partida, también se logran altos rendimientos de montaje, pudiéndose instalar entre 200 m2 y 400m2 (6 a 12 unidades de vivienda) de losa por día con una sola cuadrilla”, agrega el ejecutivo.
Adicionalmente, por el hecho de incorporar bovedillas de poliestireno expandido, que funcionan como moldaje perdido, la losa presenta un excelente comportamiento termo-acústico.
Flexibilidad
En Baumax, actualmente son parte de tres de las propuestas que están impulsando el Plan de Emergencia Comunicacional. Una con IVL en Copiapó, junto a Constructora Unión y otra con Inmobiliaria Gestión Urbana de Rancagua, donde destaca el hormigón armado con aislación térmica incorporada desde la planta. “Muy similar a los actuales proyectos desarrollados para la solución de DS19. En paralelo, estamos participando con Mevalco en una solución de casas de dos pisos pareadas en hormigón para DS49”, comenta Sebastián Lüders, gerente del Área Técnica de Baumax.
Según el profesional, todos los actores son necesarios y las soluciones industrializadas permiten que empresas de menor tamaño, que no pueden comprar moldajes de aluminio, compitan de igual a igual con las grandes empresas. “Lo que buscamos con ellos es una solución diseñada para nuestro sistema, que capture al 100% sus beneficios. “Esto, porque hasta ahora siempre nos hemos adaptado a proyectos tradicionales. Vemos en este llamado de concurso un salto significativo en la incorporación de otras partidas industrializadas, como pods, escaleras y balcones de manera de obtener más metros cuadrados, a menor costo y en menor plazo de ejecución”, señala Lüders.
En obras similares, Baumax ha alcanzado reducir los plazos hasta en un 40%, pero más importante que eso es la reducción en mano de obra, según el gerente del Área Técnica de la empresa, pues permite ejecutar más proyectos en simultáneo y en menor plazo, lo que justamente va en línea con lo que busca el gobierno.
Estructura mixta
En RCTecnova, la solución habitacional contempla una variedad de opciones y grados de participación respecto de las etapas del desarrollo de un proyecto. “Por ejemplo, desde la etapa del diseño hemos conjugado con nuestras soluciones constructivas prefabricadas tanto la solución de viviendas en extensión como la de edificaciones en altura, a través del diseño de viviendas sociales de uno y dos pisos, que consideran nuestro sistema Metalpol industrializado”, sostiene Yerko Riquelme, Project Manager de RCTecnova.
Con una propuesta industrializada y disruptiva, la ingeniería de un edificio de estructura mixta combina el hormigón prefabricado y el sistema Metalpol para materializar elevaciones de fachadas, muros y tabiques en edificaciones de más de dos pisos. “Todo lo anterior por medio de contratos colaborativos con algunos de los actores del proyecto, para obtener las ventajas que entrega el desempeño de una metodología de trabajo industrializado (rapidez, precisión, agilidad, información oportuna, etc.) con la integración temprana”, comenta Riquelme.
Asimismo, desde la ejecución, la empresa aporta asesoría técnica en terreno para acompañar el proceso productivo y lograr mejoras en la eficiencia y, por ende, también en los entregables. “Nuestras soluciones ofrecen un mayor desempeño en calidad y servicio, respecto de otros materiales tradicionales que se solicitan bajo un estándar tradicional, aportando en ámbitos de confort térmico y demanda energética, lo cual incide directamente en una mejora en la calidad de salud de los usuarios y una disminución de gastos asociados al consumo por calefacción”, dice.
Según el ejecutivo, es indudable y evidente que se logran plazos mucho más acotados en la ejecución de la obra gruesa, con calidades muy superiores que mejoran las terminaciones en comparación con los procesos de construcción tradicionales. “Esto se traduce en una capacidad de producción de viviendas en menor plazo y por sobre la cuota mercado, lo cual contribuye directamente a disminuir la brecha que existe actualmente por la carencia de agilidad en la forma de construir imperante”, apunta Yerko Riquelme.
Por su parte, Multiaceros está desarrollando en conjunto con Spine Ingeniería, Volcán, Simpson, Bio Urban, una propuesta de vivienda social. «Esperamos que con nuestra capacidad de planta podemos entregar unas 400 casas anuales. En estos momentos, estamos trabajando para dar valores, en tanto que el plazo es armado de 1 casa cada 2 días», cuenta Luis Álvarez, KAM Prefabricados MultiCons de Multiaceros.
Fuente: CCI
Los ministerios del Trabajo y Previsión Social y de Vivienda y Urbanismo, en conjunto con la Cámara Chilena de la Construcción, implementaron el programa “Maestros/as para viviendas de calidad”, iniciativa público-privada, enfocado en la formación de mano de obra calificada para la construcción de viviendas sociales, en el marco del Plan de Emergencia Habitacional.
Los ministros del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, y de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Carlos Montes, en conjunto con el presidente la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Antonio Errázuriz, anunciaron 8.075 becas de capacitación gratuita, enfocada en el sector de la construcción.
“Maestros/as para viviendas de calidad” es el resultado de la alianza entre los ministerios del Trabajo y Previsión Social y de Vivienda y Urbanismo, Sence, ChileValora, y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y consta de una oferta de cursos de capacitación sin costo que serán implementados a través de la línea sectorial de construcción de los Programas Formación para el Trabajo y Becas Laborales del Sence y estarán disponibles para postulación en todas las regiones del país a partir de la tercera semana de septiembre de 2022 a través del sitio web www.sence.cl.
El ministro Montes indicó que “esperamos que, a través de este programa, tengamos más personas formadas para poder responder a la necesidad de vivienda. Pero no de cualquier vivienda, sino de una de calidad, digna y que responda a las necesidades de las familias chilenas. Estamos muy contentos por este paso, sabemos que esto va a traer repercusión directa en una mejor construcción, de mejor calidad, con mejores maestros, lo que finalmente se va a traducir en lograr las metas del Plan de Emergencia Habitacional”.
Por su parte, la ministra Jara valoró el nuevo programa de capacitación, señalando que “este hito es muy significativo para el Gobierno del Presidente Gabriel Boric, porque, por un lado, avanzamos en competencia y formación para el trabajo, con un enfoque de género, con una perspectiva en la cual sectores tradicionalmente masculinizados van a formar también en habilidades para el trabajo a muchas mujeres”.
En la actividad también participaron el director nacional (s) del Servicio Nacional de Capacitación y empleo (Sence), Rodrigo Valdivia y la secretaria ejecutiva de ChileValora, Ximena Rivillo.
La iniciativa, que corresponde a una inversión público-privada de $6.972 millones y que se mantendrá vigente hasta el año 2026, se enmarca dentro del Plan de Emergencia Habitacional, estrategia gubernamental que abordará con urgencia el déficit habitacional de Chile, construyendo 260 mil viviendas durante el gobierno del Presidente Gabriel Boric.
“Maestros/as para viviendas de calidad” implica capacitar en oficios relacionados al área de la construcción a mujeres y hombres, quienes podrán adquirir conocimientos, formación y certificación de competencias laborales para trabajar formalmente como mano de obra calificada en los diferentes proyectos del país.
Al respecto, el presidente de la CChC, Antonio Errázuriz, enfatizó que “esta iniciativa es fundamental, porque refuerza el trabajo público y privado. Para cumplir con este anhelo de construir 260.000 nuevas viviendas, necesitamos más trabajadores y trabajadoras en la construcción. Actualmente en nuestra actividad hay un 18% de mujeres trabajando, queremos que esa cifra siga creciendo”.
Perspectiva de género
Esta nueva iniciativa de Gobierno busca eliminar las barreras de género de la que hoy existen en los oficios construcción, asegurando la participación de las mujeres a través de la implementación de un subsidio de cuidado infantil, cuotas de participación femenina de un 20% desde el 2023, implementación de módulos de formación en perspectiva de género y asesorías técnicas a los equipos.
Cursos
Cada curso tendrá una duración de entre 90 y 130 horas e incluirá, además de la formación en el oficio escogido, capacitaciones en habilidades blandas, que permitan un desarrollo laboral más integral de sus egresadas y egresados.
Sus temáticas (2022) serán:
Fuente: Minvu
Con colaboración, nuevas tecnologías e innovación, el Estado y la industria trabajan aceleradamente para lograr una meta de alto impacto para el país: 260 mil nuevas viviendas sociales al 2025.
El Plan de Emergencia Habitacional 2022-2025 que impulsa el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) es la piedra angular para que miles de personas puedan acceder a una vivienda de calidad. La meta del Estado es entregar 260 mil hogares en los próximos tres años. Para lograrlo, la innovación y la tecnología serán ingredientes indispensables en la fórmula, ya que prácticamente duplicar la producción de vivienda nacional no será tarea fácil.
“Si seguimos haciendo las cosas como lo hacíamos antes, no vamos a llegar a la meta. Dentro de las cosas en que hay que innovar no sólo está el acelerar los trámites de los permisos, sino también las revisiones, al igual que la forma de construir. De ahí nuestro interés -como Minvu- de darle harta importancia a la industrialización, ya que nos va a permitir construir viviendas de manera más rápida, con menos residuos y mejor calidad”, comenta el jefe de la División Técnica de Estudios y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu, Ricardo Carvajal.
Desde hace cinco años, el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), promovido por Construye2025, ha estado trabajando junto al Minvu, a través de la Ditec y, tanto en el directorio como en los grupos técnicos, han estado empujando la construcción industrializada en los proyectos habitacionales. De esta manera, tal como explica la presidenta del CCI, Tatiana Martínez, se ha logrado la reducción de los plazos de ejecución, mejorar la forma de construir y generar mayor productividad y sustentabilidad, aportando calidad de vida a los usuarios en este desafío. “Frente al déficit, estos sistemas constructivos tienen el potencial de resolver el problema con una mayor rapidez de entrega, actualmente no lograble con sistemas tradicionales de construcción”, precisa Marcos Brito, gerente de Construye2025.
Brito también cuenta que “hoy toda una red de proveedores y expertos para este tipo de metodologías y soluciones constructivas, la mayoría de ellos agrupados en el CCI. Lo importante es considerar que estas empresas tienen una capacidad hoy definida de producción, pero la mayoría está en condiciones de aumentar significativamente su capacidad productiva siempre que la demanda exista”.
En los últimos tres años, a pesar de la crisis, la pandemia y la escasez de mano de obra, la presidenta del CCI destaca que se han desarrollado más viviendas y edificios DS19 y DS49. “La construcción industrializada ha mostrado sus excelentes resultados, al compararse con los métodos de construcción tradicional. En términos generales, estas obras ofrecieron mayor calidad, reducción de tiempo de ejecución, menor dotación de mano de obra, disminución de escombros, mayores certezas en términos de costos y reducción de riesgos”, dice.
Compromiso y colaboración
Concretar los proyectos, precisamente, ha permitido multiplicar el alcance de los beneficios y ventajas de la industrialización en todo el país, para lograr incluirlos en las nuevas licitaciones públicas. Según Tatiana Martínez, ha sido muy positivo trabajar de forma colaborativa y sumar el esfuerzo de todo el sector para sacar adelante iniciativas público – privadas.
“Sabemos que en este último periodo el déficit habitacional se ha incrementado. Para eso, el Plan de Emergencia Habitacional del Minvu nos convoca a comprometernos y colaborar”, señala la presidenta del CCI.
Las acciones deben ser ágiles y, con este objetivo, la construcción industrializada puede abrir múltiples caminos, como los que enumera Tatiana Martínez.
Como complemento y refuerzo en este esfuerzo de mejorar la productividad del sector, el CCI cuenta con una metodología de medición que incluye un set de indicadores para medir la industrialización, la que tiene por objetivo estudiar los proyectos desde su etapa de diseño hasta que están terminados, abordando tres principales ámbitos de interés: proyecto, medioambiente y social, con tres niveles de industrialización independientes entre sí, ya que abarcan mediciones estandarizadas para proyectos de nulo, medio y alto nivel de implementación. Asimismo, prontamente estará disponible la Norma NCh3744, impulsada también por el Minvu, que definirá por primera vez lo que entendemos en Chile por Construcción Industrializada y sus conceptos asociados.
Por Ricardo Carvajal, jefe de la Ditec-Minvu y director del Consejo de Construcción Industrializada.
El 3 de julio pasado, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, presentó al Presidente de la República y al país entero el Plan de Emergencia Habitacional, el que busca construir 260 mil viviendas en cuatro años. El documento propone diversas alternativas para suplir la demanda habitacional, entre ellas la diversificación en los caminos para obtener la vivienda y actualizar la forma de construcción.
Respecto a la actualización de la forma de construir, ésta consiste básicamente en la industrialización del proceso de construcción de viviendas. Es importante entender que esto es la manera de producir la vivienda, es decir que las partes se construyen en una fábrica para que luego ser instaladas en la obra. Esto permitirá disminuir los residuos, optimizar plazos y aprovechar al máximo los materiales con menos pérdidas, lo que se contrapone al sistema tradicional de construcción al que estamos acostumbrados a ver, en que nos encontramos con una faena en que las partidas se construyen a la intemperie.
Para mejorar la productividad en la construcción de viviendas, el Minvu ya se encuentra actualizando su normativa. Hace un par de semanas se publicó el nuevo Protocolo de Inspección, en el que se reconoce la construcción industrializada, lo que se suma al anuncio del propio ministro Montes sobre tres iniciativas que van a permitir seguir fomentando el proceso de industrialización.
La primera de éstas es el anuncio de llamado a concurso oferta que se realizará durante julio para construir viviendas industrializadas en la Región Metropolitana, específicamente en las comunas de Renca y Lo Espejo. La segunda es el desarrollo de pilotos de industrialización en las regiones de O’Higgins y Biobío; y la tercera es la firma de un convenio entre la División Técnica (Ditec) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y 5 fábricas, para realizar en conjunto viviendas tipo industrializadas.
Los dos primeros anuncios suman en su conjunto más de 1.000 viviendas industrializadas que estarán en desarrollo durante el presente año.
Para entender los alcances de la firma del convenio entre el Minvu y las industrializadoras es importante entender en qué consisten estas viviendas tipo industrializadas. En pablas simples, nos referimos a viviendas que se revisan y aprueban una sola vez y son replicables, por lo que los Serviu a nivel nacional no tienen que revisar de nuevo, ya en este acto se ahorran varios meses de trámites para iniciar la construcción.
Como son viviendas tipos que se desarrollarán en conjunto con las industrializadoras, se busca optimizar al máximo los materiales en base a los programas habitacionales y a la forma de construir en las plantas, reduciendo así las pérdidas de material y velando por la calidad de la solución.
Esperamos contar con una variedad de viviendas tipo industrializadas, por lo menos una docena de tipologías, que reconozcan la diversidad geográfica de nuestro país, con sus distintos requisitos, considerando además la pertinencia tanto en el norte, centro y sur de Chile, de distintos materiales, en extensión y en altura.
Este Plan de Emergencia es el punto de partida para innovar en temas habitacionales y mejorar los índices de productividad que tenemos en la industria de la construcción, por lo que en ningún caso su anuncio es el fin de un proceso, sino que solo es el comienzo.
Fuente: Cooperativa.cl