Digitalización de procesos: no es solo tomar las mejores decisiones, es tomarlas a tiempo

Ricardo Flores, integrante del Comité Gestor I+D de Construye2025, entregó su visión a Revista Negocio&Construcción sobre cómo la digitalización de los procesos es el inicio de la transformación digital nos va a permitir automatizar decisiones a partir de los datos.

La columna completa está disponible AQUÍ.

El camino para medir los beneficios de la industrialización

El secreto para posicionar la nueva forma de construir estaría en los datos, ya que éstos facilitarían el camino a la generación de un grupo de indicadores de calidad.

Construye2025, programa estratégico de Corfo, preocupado de visibilizar las ventajas de industrializar, encomendó a la CDT una consultoría que apoyará el desarrollo de un set de indicadores. “La recolección de un índice implica tener datos de obras terminadas y datos tanto de costos como de dotaciones, de improductividades, errores de calidad, también tener datos de gestión de residuos. Lamentablemente, por la forma en que trabajamos las constructoras tenemos todo disperso. Entonces, es un esfuerzo gigante recopilar esa data”, explicó la subgerente de Gestión de Proyectos de la CDT, Carolina Tapia.

Según la ejecutiva, se ha avanzado muy rápido en la etapa de fabricación y construcción del índice y aunque no ha sido fácil, hay interés de las empresas por participar. “A nosotros nos serviría mucho que las constructoras que participaron del estudio y llenaron los formularios que requirió la matriz, nos podrían fácilmente reasignar estos datos y nosotros mezclarlos para transformar el indicador. Lamentablemente, como la entrega de datos de obras de las constructoras para el indicador o para el estudio de productividad se hizo bajo acuerdos de confidencialidad, no podemos como CCI acceder a los datos”, precisó.

Para el CCI, contar con el acceso a la información significaría ganar tiempo, por lo que se hizo una solicitud a la Cámara Chilena de la Construcción, para acceder a la data innominada. Pero, más allá de eso, Carolina Tapia explicó que es igualmente útil que constructoras y proveedoras del CCI que tienen proyectos con algún grado de industrialización faciliten el acceso a los datos.

“Estaríamos súper agradecidos si quienes han llenado fichas de datos para otros estudios nos las reasignan bajo confidencialidad, firmamos todos los acuerdos que se necesiten para usarlos para balancear el indicador. Estamos en la etapa de que el indicador está creado y nos falta balancearlo para poder emitir y cerrar la asesoría, porque esta asesoría ha tenido una duración de 75 días que se está terminando”, comentó la subgerente de Gestión de Proyectos de la CDT.

Fuente: CCI

Anteproyecto de norma para la industrialización en tierra derecha

Este tema, prioritario para el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, ya presenta un 95% de avance por lo que pronto podría ser ingresado al Instituto Nacional de Normalización.

En 2020, se creó un comité de anteproyecto de norma, para definir el concepto de industrialización. Para la realización de este trabajo, se conformó un comité que contó con la participación del arquitecto de la Universidad de Chile y director del Instituto de la Construcción Francis Pfenniger, como presidente; Sebastián Lüders de Baumax; Oscar Zaccarelli del Colegio Arquitectos de Chile; Ítalo Sepúlveda de la Universidad Autónoma; José Luis Mena de la Constructora Bravo Izquierdo; y Yasmila Herrera del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, entre otros profesionales.

El documento del anteproyecto se encuentra al 95% de avance aproximadamente, con solo un par de definiciones pendientes, las que se están trabajando en conjunto con otros integrantes del CCI. Durante este primer trimestre, se pondrá el pie en el acelerador, para tener el documento en su totalidad.

“Estamos muy contentos con el compromiso, participación, calidad y entrega de los profesionales que participan en este comité, los cuales durante sus reuniones en 2020 han tenido un gran interés de participar, a pesar de lo especial y difícil que fue el trabajo durante la pandemia. El compromiso y aporte de los integrantes ha sido fundamental para el éxito del trabajo, que esperamos concluya durante estos próximos meses”, afirma Yasmila Herrera profesional de la Ditec del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).

Actualmente, la Ditec está elaborando el Plan de Trabajo 2021 con el Instituto Nacional de Normalización (INN), ya que la norma de industrialización es una prioridad para la cartera, según Yasmila Herrera. “Por lo mismo, una vez terminado el anteproyecto de norma, este será ingresado al INN para inicio del proceso de consulta pública y conformación del comité técnico que discutirá las observaciones y alcances de la norma hasta consensuar el documento final: la primera norma chilena de industrialización. Concluido el proceso en INN iniciaremos el proceso interno para la oficialización”, detalla.

El camino recorrido

Para Francis Pfenniger, director del CCI y presidente del Comité de Anteproyecto de la Norma de Construcción Industrializada, el camino ha sido fructífero. “El Comité de Anteproyecto de la Norma de Construcción Industrializada sesionó a partir del segundo semestre de 2020 con una gran participación de profesionales, lo que demuestra el interés y la importancia que el sector le otorga a este tema”, dice.

Los primeros acuerdos -destacados por el arquitecto- fueron la definición del objetivo y alcance de la norma, es decir, “establecer un lenguaje común respecto a términos y definiciones de diseño y construcción industrializada, de forma que todos puedan hablar bajo los mismos conceptos consensuados”, acordando que puedan ser aplicados en diseño y construcción de obras de construcción, edificación, obras complementarias y obras civiles o infraestructura.

“Entre las primeras acciones, se hizo una encuesta a los participantes para que indicaran los conceptos que -a su juicio- deberían incluirse en la norma. Se recibieron más de 30 respuestas y se consolidaron 92 conceptos a definir e incluir en la norma. Dicho listado fue sometido a una nueva encuesta para validar la pertinencia de cada uno, filtrándose los conceptos en los que había un consenso se aprobación mínima de 75% de las respuestas. Los conceptos excluidos fueron revisados en las sesiones siguientes”, explicó Francis Pfenniger.

Tras establecerse un cronograma de sesiones semanales, a poco andar, se modificó la metodología y frecuencia de trabajo, dada la complejidad que significaba avanzar y cumplir con el cronograma propuesto de terminar con el anteproyecto a fines de 2020, debido a la amplitud de la muestra y el interés de los participantes. Por eso, nacieron el Comité de Redacción y el Comité Ejecutivo de la Norma, presidido por Pfenniger, los que en conjunto pudieron hacer un trabajo más detallado para su discusión y ratificación.

Dicho esquema aceleró el ritmo, hasta lograrse el objetivo de contar con un total de 30 conceptos con su respectiva definición consensuada por el Comité ampliado en los últimos días de diciembre de 2020, quedando pendiente exclusivamente un concepto que se espera consensuar con los resultados de otros comités de trabajo del CCI (específicamente el de KPI).

La próxima reunión ampliada del Comité de Anteproyecto de Norma de Construcción Industrializada se realizará en marzo, para validar la redacción final y los diseños de cuadros complementarios a incluir en el Anexo de la Norma. “No puedo menos que agradecer el interés, trabajo y apoyo de todos los integrantes del Comité y saludar especialmente a los integrantes del Comité de Redacción por el esfuerzo, la discusión y los acuerdos logrados”, comenta Pfenniger.

La auspiciosa mirada del CCI radica en la transversalidad de los participantes, que aseguró una gran representatividad de todos los actores del sector público y el privado, y, por cierto, también del mundo académico.

Fuente: CCI

El positivo balance 2020 del Consejo de Construcción Industrializada

En el plenario de enero, se destacaron los principales logros de 2020 en ámbitos como la normativa, la relación con la academia, la investigación y la comunicación del quehacer del CCI.

Con un positivo balance del año comenzó la sesión plenaria número 18 del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), impulsado por Construye2025 de Corfo, que ya reúne a más de 300 profesionales. En la jornada del 14 de enero, la secretaria ejecutiva del CCI, Katherine Martínez, valoró la incorporación de empresas proveedoras de distintos productos, como materiales, sistemas industrializados y prefabricados; así como constructoras, inmobiliarias, empresas de cálculo e ingeniería, empresas de software y sistemas tecnológicos.

La coordinadora de Proyectos de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), Mariela Muñoz, destacó a las 167 unidades académicas adheridas al CCI, de las carreras del área de ingeniería civil, construcción civil, arquitectura, también carreras técnicas y de institutos profesionales. “Hay otras 45 que están en proceso de adhesión, hay procesos más lentos y depende de la organización que tenga cada casa de estudio, pero estamos muy contentos con la cantidad de incorporaciones que tenemos y el apoyo que nos han ido presentando”, explicó.

La ejecutiva destacó también el encuentro Construcción Academia, que logró 917 estudiantes presentes; y el programa de prácticas profesionales, donde se inscriben las empresas para ofrecer sus vacantes. “Nosotros somos la vitrina para que podamos trabajar y bajo ese paraguas mostrar lo que está haciendo el CCI, qué busca y qué espera”, afirmó Mariela Muñoz.

Avances técnicos

A continuación, la secretaria ejecutiva del CCI, recordó el rol de los grupos técnicos: el KPI de soluciones constructivas especializadas; el de brechas normativas y regulación para la construcción industrializada; el de educación y sensibilización e investigación sobre construcción industrializada; y el de estandarización BIM.

Posteriormente, el arquitecto Francis Pfenniger, profesional destacado de la industria, comentó el trabajo del comité de normas en el que han participado muchas personas. “Agradecer especialmente a todos los que han participado, han colaborado, a todas las buenas ideas que hemos tenido y también a la paciencia, porque ha sido un trabajo bastante intenso para lograr reducir un listado inicial de 98 términos a un grupo relativamente más acotado de alrededor de 30 o 35 términos y lograr construir un consenso”, detalló.

Además, en el CCI han estado estudiando metodologías para industrialización en el sector construcción, trabajando en guías para la toma de decisiones en la construcción industrializada, metodologías de evaluación y algunas soluciones técnicas para construcción industrializada. “Hemos tenido afortunadamente bastante éxito en conseguir proyectos piloto, vamos a estar experimentando, desarrollar instrumentos y metodologías, aplicarlas, ir aprendiendo, y volver aplicarlas hasta que refinemos los métodos. Hoy día tenemos, yo creo que, entre seis y ocho proyectos en los cuales vamos a estar trabajando, sobre todo desde la etapa de diseño”, explicó Luis Fernando Alarcón, director del Centro Interdisciplinario para la Productividad y la Construcción Sustentable (CIPYCS).

Difusión 

Otro de los elementos destacados durante el encuentro del CCI, fue el seminario internacional que reunió a más de 300 participantes, donde el trabajo a distancia facilitó la convocatoria para los encuentros técnicos. “Hemos tenido personas conectadas desde Perú, desde distintos lugares de Latinoamérica que están viendo un trabajo muy interesante en torno a la industrialización, así que esperamos poder continuar con este avance, impactando a más personas en torno a la industrialización. La comunidad ha ido creciendo, la cantidad de socios se ha ido multiplicando, estamos muy contentos de ver que se suman nuevas empresas”, dijo Katherine Martínez.

Por el lado del relacionamiento, la presidenta del CCI, Francisca Cruz, recordó las reuniones con los ministerios. “Nos reunimos prácticamente con todas las direcciones generadoras de proyectos para promover la industrialización. Yo diría que hubo unas más llanas a las propuestas, otras más reacias, con incluso, más brechas y más asimetrías de información y, ahí creo que el aporte que hemos tenido de varios de ustedes en generar una mesa más chica con ese ministerio ha sido tremendamente útil, para derribar varios paradigmas que finalmente dificultan la incorporación de industrialización”, indicó.

Respecto al futuro, el CCI se propuso, mes por medio, organizar un encuentro con organismos internacionales de Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Reino Unido, para intercambiar experiencias y fortalecer la relación uno a uno. “Tenemos un año por delante con muchos desafíos, con muchas actividades, así que invitarlos a continuar participando súper activamente”, cerró la secretaria ejecutiva del CCI, Katherine Martínez.

Fuente: CCI

Instituto de la Construcción: 24 años articulando proyectos para el crecimiento de la industria

Durante el 2020, el instituto tuvo importantes hitos en el fomento de normativas y mejores prácticas para la industria, gracias a la permanente colaboración de entidades público y privadas.

El Instituto de la Construcción (IC) está cumpliendo 24 años coordinando y articulando esfuerzos públicos y privados para el desarrollo de la sustentabilidad, calidad y productividad de la construcción.

“Durante este año, el instituto ha tenido importantes hitos en el fomento de normativas y mejores prácticas para la industria, siempre con una mirada amplia, que contribuya al crecimiento no solo de nuestra industria, sino también de las personas. Gracias a la colaboración de entidades público y privadas, que conforman la institución, tenemos una amplia diversidad de ideas, opiniones y enfoques, que nos permiten impulsar estrategias para lograr una industria innovadora, industrializada y sustentable”, señala Miguel Pérez, presidente del Instituto de la Construcción.

En este sentido, cabe destacar que el IC está cumpliendo, ahora en diciembre, 1 año como Entidad Gestora del Programa Estratégico de Corfo Construye2025, colaborando en el desarrollo del programa, participando en la planificación estratégica, en la elaboración de los planes de acción, y en mejoras organizacionales y de gestión.

“Dentro de los logros de este año, cabe destacar el lanzamiento de la hoja de ruta de residuos de construcción y demolición, y economía circular; la creación de un Comité Gestor de Investigación y Desarrollo; y el acuerdo de entendimiento para la Estrategia de Economía Circular”, señala Gustavo Cortés, jefe de Proyecto Construye2025.

En el ámbito normativo, el Instituto de la Construcción ha formado varios comités de anteproyectos de norma que han tenido importantes avances. Uno de ellos es el comité “Anteproyecto de norma industrialización” que tiene como misión establecer una mirada común respecto a los términos y definiciones de construcción industrializada, de manera de contar con estándares mínimos para el funcionamiento de los sistemas constructivos.

Otro comité es el de “Anteproyecto de Norma de Requisitos y Ensayos EIFS”, cuyo objetivo es estandarizar procedimientos, métodos, técnicas de ensayos y componentes del sistema EIFS (por sus siglas en inglés Exterior Insulation and Finishing System), estableciendo los requisitos de prestaciones mínimas tanto en sus propiedades físicas, como por ejemplo hermeticidad, conductividad térmica y envejecimiento, así como en sus propiedades mecánicas tales como adherencia y resistencia al impacto.

A lo anterior se suma el comité “Anteproyecto de Norma de Requisitos y Ensayos Planchas de Yeso con Fibras”, que tiene la misión de regular y normar la fabricación de estos productos que se han comenzado a utilizar masivamente en nuestro país, y poder unificar criterios técnicos de evaluación de los tres fabricantes nacionales de este producto, ya que hoy se trabaja bajo diferentes normas.

Por otra parte, junto al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio presentamos la nueva norma chilena para la intervención estructural en construcciones de valor patrimonial y edificios existentes (NCh3389), -desarrollada por nuestra Comisión de Construcción Patrimonial- que establece requisitos, procedimientos y parámetros mínimos sobre cómo actuar y enfrentar un proyecto de intervención estructural en construcciones patrimoniales y edificios existentes.

“Esta norma es resultado de un trabajo largo y complejo dado que reunifica materiales tan diversos como albañilería, acero, hormigón y madera, lo que hace que la tarea de reunificarlos en una sola especificación no sea simple”, señala Sergio Contreras, presidente de la Comisión de Construcción Patrimonial.

En otro ámbito, el Instituto de la Construcción ejerce la secretaría general del Código Modelo Sísmico para América Latina y el Caribe, cuyo objetivo es establecer los contenidos mínimos que debe tener un documento técnico práctico para el diseño estructural ante las diferentes amenazas sísmicas a nivel regional.

En el plano organizacional, se ha avanzado a una iniciativa con un robusto esqueleto organizacional, representatividad de organismos oficiales y mucho compromiso por parte de sus miembros que suman 24 instituciones de 16 países. Asimismo, se ha avanzado en los contenidos del borrador del documento y se ha elaborado un documento sobre Objetivos de Desempeño, que busca avanzar en promover esta metodología del diseño por desempeño en el Código Modelo.

Finalmente, junto a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y el programa Construye2025 de Corfo, y con la facilitación técnica de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), iniciamos el proceso colaborativo para la co-creación de la Estrategia de Economía Circular en Construcción que busca generar un plan de acción público-privado al 2025, como continuidad de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular al 2035 y en el marco de la Hoja de Ruta nacional de Economía Circular al 2040.

“Realizar esta estrategia es, sin duda, un tremendo desafío que nos convoca a todos quienes formamos parte de la cadena de valor de la industria. El Instituto de la Construcción es una entidad que está constituida por los principales actores públicos y privados del país, por ello nuestro desafío es y será integrar a todos para que contribuyan con una amplia diversidad de ideas, opiniones y enfoques, que nos permitan finalmente pasar de una economía lineal a una economía circular”, señala el presidente del Instituto de la Construcción, Miguel Pérez.

La Dirección de Arquitectura del MOP cumplió 146 años

Autoridades del ministerio saludaron a los funcionarios que se dedican a proveer y conservar la edificación pública, para favorecer la competitividad y el mejoramiento de la calidad de vida en Chile.

El 25 de enero de 1875 nació la Oficina de Arquitectos Civiles, que luego pasó a ser la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. En sus 146 años, las principales autoridades del MOP, saludaron a sus más de 400 funcionarios que dedican su trabajo a la construcción de edificios públicos de alto estándar. La directora general de Obras Públicas, Mariana Concha, fue una de ellas: “Quiero darles las gracias porque nos acercan a la comunidad, porque hacen obras hermosas que tienen sentido para la gente”, dijo.
Lo mismo hicieron el director de Obras Hidráulicas, Claudio Darrigrandi; la directora nacional de Aeropuertos, Claudia Carvallo; el director nacional de Vialidad, Jaime Retamal; y algunas autoridades regionales que quisieron expresar su reconocimiento por la gran labor que realizan los funcionarios, tanto en la conservación como en la edificación de infraestructura pública.

Acá te dejamos el video.

Campus CTeC y su aporte al capital humano, un factor clave para el desarrollo del sector construcción

Una productividad estancada por más de tres décadas, bajos niveles de digitalización, alta fragmentación en las diferentes etapas del proyecto, un bajo nivel de especialización de sus trabajadores, son algunas de las problemáticas que enfrenta la industria de la construcción en la actualidad.

De acuerdo al artículo “The next normal in construction: how disruption is reshaping the world’s largest ecosystem”, desarrollado por McKinsey & Company en junio de 2020, la crisis del COVID-19 está acelerando la transformación del sector, por lo que se hace necesario innovar y buscar alternativas que permitan desarrollar proyectos más eficientes, sustentables y productivos.

Según el reciente estudio publicado por la consultora Matrix “Impulsar la productividad de la industria de la Construcción en Chile a estándares mundiales”, las industrias más digitalizadas y con mayor grado de industrialización son más productivas. Por lo que la transformación digital y la construcción fuera de sitio parecen ser el camino por el cual se debe transitar.

A partir de lo anterior, es que hoy la construcción tiene la necesidad de mejorar la gestión de plazos, costos y calidad de los proyectos, fomentar el desarrollo de entornos más controlados y con mayores medidas de seguridad, disminuir riesgos y externalidades y por sobre todo, fortalecer la fuerza laboral, a través de una mejor formación, educación y capacitación de sus colaboradores, esto último alineado con las nuevas metodologías y tecnologías emergentes.

Para ello, es crucial entender que el cambio no se puede lograr sin invertir en la reestructuración de una fuerza laboral, que por cierto año a año se va volviendo más escaza y longeva (menos del 10 por ciento de la fuerza laboral actual tiene menos de 25 años, Emily Peiffer “El principal desafío de la fuerza laboral de la industria de la construcción y 3 posibles soluciones”, Construction Dive , 12 de octubre de 2016). Por lo que, tanto las empresas como los programas de estudios, deben enfocarse en desarrollar nuevas competencias y habilidades para los desafíos que conlleva la construcción 4.0, que permitan a los profesionales utilizar la tecnología a su favor, reconvirtiendo la actual forma de trabajar a un nuevo modelo, con una actitud de apertura hacia el cambio, la innovación y la mejora continua.

Con el propósito de contribuir en esa transición, CTeC lanzará el próximo 11 de marzo “Campus CTeC”, plataforma de cursos e-learning, que busca fortalecer las capacidades de profesionales y estudiantes en áreas como la industrialización, la sustentabilidad y la transformación digital, aspectos claves para transitar de un proyecto tradicional a uno construtech.

El lanzamiento consistirá una actividad online, que contará con la participación de destacados expertos de Zaha Hadid, importante oficina de arquitectura de carácter mundial y Arup, una de las más destacadas empresas de ingeniería, quienes expondrán la importancia de incorporar en los proyectos tecnologías y cómo la transferencia de conocimiento, la formación de capital humano y la colaboración temprana, resultan claves para lograr resultados exitosos.

La plataforma contará inicialmente con tres cursos, los cuales fueron desarrollados junto a Eurecat, asociados a la transformación digital con temáticas como: Gestión de la TD en empresas de la construcción, IoT y Sensorización, para posteriormente ampliar la oferta de cursos disponibles.

La industrialización, es otra línea de trabajo en la cual CTeC está centrando sus esfuerzos. Para ello, el Centro participa de forma activa en el subcomité de “Educación, sensibilización e investigación sobre construcción industrializada de Capital Humano”, liderado por el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), a través del cual se encuentran desarrollando una matriz de roles que busca definir las capacidades teóricas y técnicas sobre industrialización, las que se suman a las competencias de cada disciplina (arquitectura, construcción e ingeniería). Esta matriz, permitirá:

  • Guiar a las empresas a instituciones en comprender las competencias sobre industrialización que requieren sus equipos de trabajo, para introducir soluciones de componente industrializados en el diseño temprano de sus proyectos.
  • Guiar a las instituciones académicas, para introducir nuevos contenidos en sus mallas, crear nuevos programas y actualizar los ya existentes.

Si bien la industria de la construcción se ha visto muy afectada a partir de la crisis sanitaria, también es cierto que permitió acelerar el proceso de transformación del sector, donde la adopción de tecnología nunca ha sido más fuerte y necesaria. Hoy se hace imprescindible correr la frontera de lo posible, donde el sector de la construcción tiene el beneficio de aprender de muchas otras industrias que ya han experimentado esa transición, aumentando su ventaja competitiva, lo que sin duda debe ir acompañado con el desarrollo de nuevas capacidades y estructuras organizativas dispuestas a “pensar fuera de la caja” asumiendo riesgos de innovación.

Fuente: CTeC

Innovación: Una palanca para la reactivación económica

Por Conrad von Igel, gerente de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción

Tras un 2020 en el que todos los sectores productivos, incluido la construcción, se vieron desafiados para dar continuidad a su operación, se prevé que 2021 sea un año en el que, además de los esfuerzos por controlar la pandemia, se den los primeros pasos hacia la reactivación y la generación de empleo.

Como gremio de la construcción velaremos porque la reactivación sea segura para nuestros trabajadores, previniendo los contagios, y también que profundice la transformación de las grandes, medianas y pequeñas empresas que integran el sector apostando por la búsqueda permanente de mejores procesos, prácticas y uso de tecnología, todo de una manera eficiente y optimizando el uso de los recursos disponibles. 

Es en este espacio donde vemos que la innovación debe ser una palanca protagónica de la reactivación, pues para volver a poner en marcha al país debemos avanzar en nuevos estándares y capacidades, manteniendo la flexibilidad para adaptarnos ante los permanentes desafíos que se nos presentan.

Innovación es crear valor económico, social y ambiental. Y el valor lo determina “el otro”, usuarios, clientes o la sociedad. Innovación es también una actitud, una forma de enfrentar la vida, viendo siempre como resolver desafíos y convertirlos en oportunidad. Permite aproximarse a los desafíos desde una visión diferente, buscar nuevas herramientas para abordarlos y tomar las oportunidades que tanto el desarrollo tecnológico como las nuevas formas de organización y modelos de negocio entregan. 

El año pasado nos dejó como aprendizaje la resiliencia y la adaptación y debemos verlo como un impulso para tomar conciencia de que las cosas no siempre se deben hacer igual a como las veníamos haciendo. De hecho, son estas transformaciones las que nos hacen más productivos, más sostenibles y nos permiten aumentar el impacto positivo en la calidad de vida de las personas.

Este cambio de visión también considera que el error es parte del aprendizaje. Muchas veces vamos a frustrarnos y sentir que estamos equivocando el camino. Pero solo el entrenamiento constante de las capacidades de los equipos para innovar, junto a un portafolio diversificado de proyectos, nos podrá garantizar buenos resultados.

En la Cámara Chilena de la Construcción estamos empujando la innovación entre nuestros socios como parte de la transformación cultural hacia el desarrollo empresarial sostenible. Hemos apoyado la transferencia de conocimiento y también la articulación de redes que fomenten procesos y productos innovadores. 

En esta línea, en 2020 participamos del primer estudio nacional sobre productividad en la construcción, el que evidenció la brecha actual en digitalización, industrialización, adopción tecnológica y sostenibilidad. Por ello es urgente potenciar la innovación en el sector, incorporando múltiples dimensiones como la necesaria colaboración entre actores públicos, la academia, los privados y distintas sinergias con actores internacionales, así como la interconexión de todos quienes forman la cadena de valor del proceso constructivo.

De cara a 2021, nos hemos comprometido a seguir implementando medidas concretas para avanzar en una reactivación segura que se haga de la mano con la innovación. 

Para ello, trabajaremos en la consolidación del programa Construir Innovando, que busca crear una vinculación permanente entre empresas y startups, así como también aportaremos a mejorar los procesos de digitalización, industrialización y trazabilidad en la construcción para medir oportunamente la productividad en las empresas y en el sector. También seguiremos avanzando en una hoja de ruta con foco en la economía circular y seremos protagonistas de la transformación que la construcción está llevando a cabo para ser una industria más sostenible y que entregue soluciones concretas a los problemas diarios de las personas, mejorando su calidad de vida.

Como gremio, reafirmamos nuestro compromiso con la innovación colaborativa, asociativa y abierta entre distintos actores de la sociedad, pues creemos que es el camino para construir un mejor país.

El plan del MOP para mejorar la trazabilidad de los residuos de construcción

Para dar cumplimiento a los compromisos establecidos en la hoja de ruta que llevará a la industria a gestionar sus residuos en forma eficiente, el Ministerio de Obras Públicas incluirá un plan de gestión en todas las obras.

El MOP, a través de la Dirección General de Obras Públicas (DGOP), dio el puntapié inicial para la implementación de los compromisos establecidos en la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, que la Dirección General de Obras Públicas (DGOP) del MOP ha impulsado fuertemente. “Este plan de gestión, además de ser una herramienta para conocer de manera sistematizada los residuos que generan nuestras obras, nos permitirá -en el corto plazo- conocer datos respecto de los residuos generados por cada tipo de obra ejecutada por este ministerio, conociendo la trazabilidad y destino final de éstos”, explica Mariana Concha, directora general de Obras Públicas del MOP.

Dicha información será fundamental para futuras metas de reducción, reutilización e incluso para abrir nuevos mercados de productos derivados de los residuos que se generan en la industria. “Como DGOP esperamos que esta información sea un gran aporte para la innovación y la reutilización de materiales en las obras públicas y para cambiar el paradigma. Residuo no es igual a desecho”, añade la autoridad del MOP.

La incorporación del plan de gestión de residuos en los Términos de Referencia y Bases de Licitación del MOP nació de un proceso participativo derivado de la creación de la Mesa MOP de Economía Circular impulsada por la DGOP, en 2019. Una de las primeras metas trazadas en esa instancia fue contar con el plan, que fue trabajado y consensuado con todas las direcciones operativas del MOP. “Este proceso contó con la colaboración permanente del programa Construye 2025, entregando directrices y ejemplos de otros países en estas materias”, comentó Mariana Concha.

La incorporación del plan será paulatina. Sin embargo, se ha comprometido la exigencia en más del 80 % de los nuevos contratos de este año. “Para 2022, en el 100% de los contratos nuevos se estarán implementando. No se contemplan salvedades o excepciones, sólo que la exigencia regirá para contratos nuevos”, aclara la directora general de Obras Públicas.

El plan de gestión considera medidas y procesos sistematizados para el adecuado manejo y la trazabilidad de residuos, en cumplimiento con la normativa ambiental vigente y apunta a favorecer su reducción, reutilización o reciclaje. Antes del plan se imponía la disposición en sitios autorizados, pero sin incentivos a la reducción o revalorización.

 En este sentido, Mariana Concha, valora contar con una línea base de información de los residuos generados por tipo de obra y por región, pensado en la economía circular. Además, mejorando la trazabilidad de los residuos se evitará la eventual disposición ilegal de estos materiales, dice Mariana Concha.

El rol de la SEMAT

La Secretaría de Medio Ambiente y Territorio de la DGOP juega un gran papel en la implementación de esta nueva instrucción. Ella entrega lineamientos y asesoría que facilitan la gestión en materias ambientales y de asuntos indígenas a las direcciones, a las seremi y a las autoridades superiores del Ministerio de Obras Públicas. Éstos son replicados a nivel regional por las Unidades de Gestión Ambiental y Territorial (UGAT).

Asimismo, la SEMAT ha tenido un rol clave en la participación del convenio interministerial que construyó la Hoja de ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035, razón por la cual lidera su implementación en el MOP, lo que no hubiera sido posible sin el compromiso de la DGOP y sus departamentos.

Los desafíos

Disponer de la información en línea y de forma oportuna es uno de los retos por delante. Por eso, la directora explica que se trabajará con los profesionales a cargo del Libro de Obra Digital (LOD) de las obras MOP, trabajo que también es desarrollado por la DGOP como parte del plan de mejora de la gestión, digitalización y transparencia que impulsa la dirección general. De todas maneras, en las actuales fiscalizaciones que realiza la DGOP, tanto de contratos como ambientales, se verifica el cumplimiento de todas las exigencias y estándares.

Para los ejecutores de proyectos (contratistas) el desafío será conocer la nueva normativa y adaptarse al cambio y seguimiento de los residuos. En tanto, las empresas de diseño tendrán que incorporar nuevos materiales; mientras que otras empresas podrán desarrollar oportunidades de negocios aprovechando los residuos generados. “Sin duda, este es también un cambio cultural, ya que significa empezar a ver a los residuos como subproductos o insumos en el ciclo de economía circular de la construcción y, para eso, debemos cambiar las filosofías de diseño y constructivas”, argumenta Mariana Concha.

Finalmente, otro de los grandes retos para la implementación de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 es avanzar hacia la creación de incentivos en las licitaciones de obras, para los contratistas que cuenten con criterios sustentables como, por ejemplo, reutilización de material, cálculo de huella de carbono, compromisos con la comunidad y/o certificaciones. Esto sumado a la promoción de la innovación y los nuevos acuerdos de producción limpia (APL).

“Unos de los ejes de la Hoja de Ruta RCD es desarrollar estándares para el diseño y metodologías de la evaluación de proyectos públicos que incorporen criterios de economía circular, reparación, reutilización, remanufactura, entre otros, incorporando nuevos pilotos y ensayos con materiales reciclados en las obras públicas para fomentar su utilización, incluyendo estas alternativas en nuestro manual de carreteras y/o trabajando en las modificaciones normativas que corresponda. Para esto existe un gran compromiso de los Departamentos de la DGOP, donde destacan la SEMAT y SIT (Secretaría de Innovación Tecnológica)”, puntualiza la directora.

  Ya en este camino, la aspiración de las autoridades del MOP es que iniciativas como ésta se repliquen y masifiquen para seguir avanzando hacia obras que se ejecuten con criterios de economía circular.

 

El impacto de la Ley de Eficiencia Energética en el sector construcción

Chile contará con un gran incentivo para mejorar la eficiencia de los edificios públicos y privados, el que también dará más rentabilidad a los actores del rubro inmobiliario con foco en el reacondicionamiento térmico.

Luego de dos años de tramitación en el Congreso, el proyecto de Ley de Eficiencia Energética, al fin es una realidad. Dicha iniciativa promueve el uso racional y eficiente de los recursos energéticos, lo que contribuiría a mejorar la productividad, la competitividad y la calidad de vida de las personas. De aplicarse adecuadamente las medidas contempladas a 2030, el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, estima una reducción de intensidad energética del 10%, un ahorro acumulado de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones Ton CO2.

Pero, además, la nueva ley afectará a la industria de la construcción tanto de manera directa como indirecta, según el director ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE), Ignacio Santelices. “De manera directa, estableciendo que todas las edificaciones nuevas: viviendas, departamentos, oficinas, etc., deberán contar con una calificación energética, salvo algunas excepciones que establece la ley”, detalla.

En este contexto, los consumidores podrán acceder a edificaciones nuevas de manera más informada respecto de su consumo de energía, lo que está muy relacionado con la forma en que se construyen las edificaciones. En tanto, las inmobiliarias tendrán el incentivo de construir con mayores estándares de eficiencia energética y así contar con una etiqueta más eficiente al momento de la venta, destaca Santelices.

Ahora, indirectamente, la Ley de Eficiencia Energética establece que todas las empresas intensivas en el consumo de energía tienen que implementar Sistemas de Gestión de Energía e impone la obligatoriedad a todos los servicios públicos de contar con gestores energéticos capacitados y medir el consumo de sus edificaciones. “Esperamos que con esto se genere un incentivo importante para mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos y también de los privados y así se genere una mayor actividad económica en el sector inmobiliario con foco en temas como el reacondicionamiento térmico”, señala el director ejecutivo de la AgenciaSE.

La meta que establece el proyecto de ley es generar un 10% de reducción de la intensidad energética a 2030 y, además, se estima que esta nueva Ley de Eficiencia Energética podría contribuir en más de un 7% a la meta de carbono neutralidad a 2050. 

Calificación energética de edificaciones

  • Las viviendas consumen casi un 15% de la energía total del país, y parte importante de esta se destina a calefacción, según el Balance Nacional de Energía del Ministerio de Energía.
  • La cantidad de energía destinada a calefaccionar un hogar u edificio depende en gran medida de la aislación térmica de estos.
  • El proyecto de ley establece que las edificaciones (viviendas y edificios), deberán contar con una Calificación Energética (Etiquetado) para obtener la recepción final o definitiva.

Foto de Leonardo Cardozo Galves en Pexels

El año de la investigación, desarrollo e innovación en Chile

Más encuentros uno a uno, más innovación y más tecnología allanarán el camino hacia la productividad de una industria que poco a poco comienza a cambiar su cultura y visión de futuro.

En tiempos de incertidumbre, la masificación de la cultura de la innovación es más que necesaria. El Ranking C* de Creatividad e Innovación -elaborado por la consultora Brinca y la Universidad del Desarrollo- reveló que la innovación cobra cada vez mayor interés en las organizaciones.

Asimismo, a fines de 2020 se creó el Comité Gestor I+D, que impulsa Construye2025, el cual se propuso hacer un calendario para promover el I+D en la construcción durante 2021, especialmente a través de la Ley I+D, administrada por Corfo. “Estamos convencidos de que Construye2025 es un espacio ideal, ya que tenemos una triada potente: la participación de Corfo, la Gerencia de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción y los centros tecnológicos de construcción”, explica Ignacio Peña, quien lidera este comité al interior del programa.

Aunque el año pasado fue incierto, debido a la pandemia, la industria pudo adaptarse y comenzó a evaluar nuevas opciones de tecnología e innovación para ser más productiva. El director de I+D+i de Brinca Global Consultores, Andrés Blake, explica que, en 2020, hubo investigación y desarrollo, pero de manera incipiente. Sin embargo, dice que hay un amplio espacio para crecer en el futuro.

“Transformación digital, innovación, el BIM como metodología de trabajo y Data Science, van a ir permeando la industria. Es una necesidad clara incorporar más data a la gestión de las empresas para obtener mejor resultado y mayor productividad por hora trabajada. Va a ser un primer paso”, señala Andrés Blake. No obstante, habrá que dar un segundo paso que es cultural. “La gestión de empresas aún sigue siendo un poco ochentera. No se ha incorporado del todo la visión de innovación. Pero, esto debiera consolidarse, girar hacia nuevas formas de trabajar”, comenta.

De hecho, en eso trabaja Brinca, midiendo la cultura de innovación y tomándole la temperatura al grado de madurez, para que a partir de ese diagnóstico puedan definirse indicadores de gestión para adoptar esto desde su mindset. Así, será posible evolucionar hacia un trabajo vinculado a la innovación y la transformación digital, elementos que son cruciales para lograr una empresa más productiva. “El Ránking de Creatividad e Innovación lleva ocho versiones con la UDD. Ahí se muestra en qué etapa está la industria. Hacemos un benchmark. Las mayores debilidades están relacionadas con el uso de la tecnología y todo lo que tiene que ver con cultura, como instalar procesos de innovación”, señala Andrés Blake.

En este sentido, Ignacio Peña, de Construye 2025, afirma que 2021 será un año en el que Chile contará con tecnologías habilitantes para testear probar y monitorear tecnologías y abrirse a un nuevo campo de innovación en I+D. “Nosotros estaremos enfocados en ofrecer talleres a distintos gremios para mejorar la tasa de aceptación de los proyectos. Además, articularemos a los actores mediante actividades de networking, para que los nuevos desarrollos tecnológicos y de innovación puedan responder a los desafíos del sector”, concluye.

Nuevamente, el MOP convoca a privados a tomar desafíos de innovación en construcción de obra pública 

Propuestas en economía circular, reforestación e inspección de obras podrán acceder a campos de prueba y apoyo del MOP para desarrollar sus prototipos.

En un entorno colaborativo, el Ministerio de Obras Públicas está convocando, por segunda vez en menos de seis meses, al ecosistema innovador del país para que presente propuestas en la construcción que hayan ideado nuevas soluciones para los desafíos que hoy enfrenta la industria. Los seleccionados podrán acceder a una serie de facilidades que les permitirán prototipar sus soluciones.

“En febrero, queremos presentar tres problemáticas. Una está relacionada con economía circular, que incluye, por ejemplo, reutilización de materiales de construcción, gestión de los desechos de la construcción, recuperación de espacios destinados a vertederos de desechos de construcción, etc. Todo eso lo estamos redactando y detallando para que el ecosistema los conozca y nos ofrezca soluciones”, explica el jefe de la Secretaría Ejecutiva de Innovación Tecnológica de la Dirección General de Obras Públicas (DGOP) del MOP, Reynaldo Cabezas.

Otra necesidad es la de reforestar los entornos de infraestructuras que hace el MOP, incluso en las laderas de los embalses o en un nudo vial, no sólo para hermosear sino porque se requiere hacer compensación de vegetación nativa reforestando. “No es sólo por un tema estético, sino además normativo”, señala el especialista en innovación.

Finalmente, para el MOP es relevante el reto de utilizar tecnología para hacer inspección de avance de obras de manera remota y lograr que con la información que se captura se optimicen los procesos del MOP. “Cuando lanzamos los desafíos lo que ofrecemos como ministerio es campos de prueba. A veces hay startup que no han podido probar su tecnología. En este proceso voluntario, el MOP colabora con los campos de prueba y los profesionales”, detalla Reynaldo Cabezas.

De esta manera, el MOP espera impulsar la innovación para hacer obras que favorezcan el desarrollo integral de la comunidad. El llamado se realizará las primeras semanas de febrero, en los canales del ministerio.

Con piloto RCD, UACh marca tendencia en manejo sustentable de residuos de la construcción y demolición

Con la gestión de residuos plásticos, madera, metales, vidrios, papeles y cartones entre otros materiales, se espera minimizar al máximo la generación de residuos, bajar las emisiones de C02 y contribuir al desarrollo sostenible. En este desafío la UACh se alinea con “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035”, estrategia multisectorial implementada a nivel país.

Se estima que un tercio del total de los residuos generados en Chile corresponde a residuos de construcción y demolición, tendencia que también se aprecia a nivel mundial, posicionando a la industria de la construcción como una de las más contaminantes del planeta donde impera el modelo de economía lineal de “extraer, usar y botar”.

Exigir a las constructoras que gestionen sus residuos es un tema que recién se está impulsando en el país y que muy pocas empresas constructoras —en su mayoría de Santiago— han adoptado implementando acciones de manejo de residuos de obra en la actualidad.

Publicada en junio de 2019, la Norma Chilena 3562 establece una clasificación para residuos de construcción y demolición (RCD), contempla las consideraciones mínimas para la gestión de RCD no peligrosos que se generan en obras de construcción y demolición y los contenidos de un plan de gestión de RCD.

Adelantándose a estos lineamientos regulatorios generales la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico (DIDF) de la UACh exige a los contratistas el manejo de los residuos desde el año 2017, buenas prácticas que decidió incrementar en un plan piloto a partir del 2020. “Uno de los problemas que existe en Chile y el mundo en el manejo de los residuos en la construcción es la falta de implementación; falta llevarlo a la práctica, por lo que como Universidad y como mandantes decidimos dar el primer paso desarrollando un plan más exhaustivo y ambicioso para cooperar con nuestra sociedad y el planeta que tanto lo necesita”, dice Wilson Aravena, director de la DIDF.

Con visión de futuro, la estrategia de la UACh es un enorme paso para avanzar de manera efectiva hacia una economía circular al mejorar la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD), mediante un uso más eficiente de recursos donde prima la reducción de los elementos. “Este modelo apunta a minimizar la producción al mínimo indispensable, y cuando es necesario hacer uso de un producto, priorizar la reutilización de los elementos que por sus propiedades no pueden volver al medio ambiente”, explica.

Pero esta iniciativa va aún más allá en la búsqueda de una sociedad más sostenible. En esa dirección aspira a contribuir en la formación de los estudiantes desde una perspectiva más vivencial. “Las instituciones de educación superior también necesitan mucha infraestructura, lo bueno es que nuestros estudiantes pueden ver el esfuerzo que se realiza por liderar estos cambios. La teoría se aplica y pueden verlo in situ, complementando el trabajo que realiza la Unidad de Gestión Ambiental con fuerte participación en la academia y en el área operativa”, indica Aravena destacando los fundamentos de la Política de Sustentabilidad que guían a esta institución.

RCD en las bases técnicas de licitación

“Que mejor que liderar el cambio desde la perspectiva del mandante”, sostiene Wilson Aravena, convencido de que estas acciones irán permeando gradualmente en la sociedad. Con ese norte, los profesionales de esta Dirección diseñaron un modelo que, plasmado en el primer Plan de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), se incorporó a las bases técnicas de licitación que deben cumplir las empresas constructoras.

Para llevar a la práctica el Plan RCD fue elegido el Proyecto Pabellón Docente, edificio que está construyéndose en el Campus Isla Teja desde noviembre del 2020. Esta infraestructura fue sometida a altos estándares de sustentabilidad y espera obtener la certificación CES (Certificación Edificio Sustentable), tanto en diseño como en construcción.

“La implementación de la gestión y manejo sustentable de los RCD en el Pabellón Docente, Campus Isla Teja, marca un tremendo hito en los casos a nivel nacional al ser un ejemplo para las distintas instituciones educacionales y otras, en cuanto a implementar políticas de sustentabilidad”, indica Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.

“Esta iniciativa liderara por la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, implica un gran esfuerzo para salir de la zona de confort, y de la inercia de cómo se hacen habitualmente las cosas, a través del cambio hacia una cultura sostenible en la forma de construir y en el impacto que esto conlleva. Lo más difícil es generar el cambio, y el mandante, tiene un inmenso potencial para realizarlo”, destaca Alejandra Tapia.

Refiriéndose a los beneficios de implementar planes RCD, fue enfática en señalar que éstos no solo son ambientales. “A corto plazo, las constructoras se dan cuenta que al medir y controlar sus residuos comienzan también a ver beneficios económicos al disminuir el volumen a disponer y las pérdidas de materiales, así como también mejoran la seguridad de los trabajadores”, señala.

Acota que “sin duda, la gestión de este proyecto ha generado un sinnúmero de aprendizajes, tanto para la constructora como para el mandante, este último a través de la gestión del conocimiento, podrá enriquecer los aprendizajes de los propios estudiantes a partir de su experiencia”.

Uso eficiente de recursos

Fiel a los procedimientos del Plan RCD y al modelo de economía circular, los materiales que se consideraban residuos (o desperdicios de un proceso) y se destinaban a vertedero, ahora son valorizados a través de la reutilización y/o el reciclaje. Ver video Economía Circular en Construcción 

Comprender este nuevo paradigma no es fácil y su aplicación es de largo aliento, tiempo precioso si se piensa en la emergencia climática y en las problemáticas sociales que estamos viviendo. “Todos sabemos que los cambios son difíciles y a las empresas les cuesta tomar iniciativas sin conocer resultados, por ende, es mejor que la RCD sea parte de las exigencias del mandante, de las bases especiales de licitación y del contrato”, precisó Aravena.

¿Pero cómo llevar a terreno estos conceptos? “Como es algo cultural del día a día en las obras, lo mejor es tener a un experto a tiempo completo junto a equipos multidisciplinarios que entreguen conocimiento y luego fiscalicen el cambio. Como son temáticas nuevas a nivel mundial se debe ser un evangelizador para el éxito de estas buenas prácticas” indica.

Para tal efecto, Luis Romero, ingeniero civil ambiental de la empresa constructora que ejecuta la construcción del Edificio Pabellón Docente trabaja desde el inicio de esta obra implementando acciones orientadas a la reducción de residuos que contempla el Manual informativo y de procedimientos de gestión de residuos de la construcción y demolición desarrollado por la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, junto a la NCh 3562:2019.

La separación o segregación de los residuos es una medida fundamental, por eso la disposición de contenedores es uno de los primeros cambios en el “paisaje de la obra”. Para fierros y metales, por ejemplo, la gestión de residuos tiene un reporte económico favorable para la constructora y para el mandante.

Al respecto, Romero describe el procedimiento, “internamente en la obra hay punto de acopio para metales en general y otro para fierros y latas; acopiamos chatarra, despuntes de fierro, alambres de cobre, restos de tubos de aluminio y de lo que se encontró en el terreno antes de empezar la obra de construcción.  Los retira una empresa que se encarga de reciclar materiales metálicos y los valoriza de acuerdo con el tipo de metal”.

Con una dinámica parecida son tratados los residuos de madera, plástico, papel y cartón, botellas plásticas y de vidrio, escombros de hormigón y residuos orgánicos de origen vegetal. Datos preliminares indican que hasta mediados del mes de enero se habían manejado 109 kilos de plásticos; 66 kg de papel y cartón; 405 kg de madera y 3 kg de orgánicos, por citar algunos.

“Estas cifras nos tienen muy contentos como Universidad, ya que aun cuando son cantidades menores, podemos ver que el plan de RCD ha tenido efectos importantes en la obra, reduciendo al máximo los residuos generados”, dice el director de la DIDF. Como bajar los impactos ambientales es uno de los principales objetivos, actualmente se trabaja en los indicadores locales que permitirán organizar una potente base de datos para enfrentar proyectos en el futuro.

Cabe señalar que el plan piloto de la UACh también tiene una dimensión social que considera a los trabajadores como beneficiarios directos de ciertas acciones que van más allá de aumentar las plazas de trabajo en la región, ya que muchos materiales son donados para que puedan ser usados en sus propias viviendas y reciben capacitación en forma constante.

Hoja de Ruta RCD

Con objetivos similares avanza a nivel país “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035”, iniciativa multisectorial que lidera el Comité Consultivo de la Estrategia RCD, conformado por los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas, más Corfo y su programa Construye2025.

El documento, presentado en agosto de 2020, busca fomentar y promover la gestión sustentable de los residuos de construcción y demolición, bajo el foco de Economía Circular. “Una de sus grandes fortalezas es la articulación del sector público, privado y la academia y en ese contexto plantea metas compartidas, que dependen de la coordinación y compromiso de diferentes actores. Es en este punto donde destaca el compromiso de la Universidad Austral de Chile, ya que es imposible cumplir las metas en forma individual, por ejemplo, alcanzar al menos el 70% de valorización de los RCD al 2035”, dice la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.

Asimismo, valora el interés por avanzar en la inserción de la sustentabilidad en el currículum. Al respecto dijo, “existen enormes desafíos, en cómo incorporar la economía circular en las mallas curriculares, y desde el diseño de los proyectos -integrando a arquitectos, ingenieros, diseñadores, ingenieros constructores, entre otras especialidades- disminuir los residuos, desarrollar y utilizar sistemas constructivos y materiales más sustentables”.

“Existen muchas oportunidades en investigación, desarrollo e innovación para explorar en nuevos proyectos, y comenzar por la gestión sustentable de los residuos, es un gran paso”, afirma la profesional.

CNP: “Hay varios aspectos en que sabíamos los problemas, pero no su magnitud actual”

En noviembre de 2020 fue presentado el “Informe productividad en el sector de la Construcción”, que fue solicitado por el Gobierno de Chile para analizar y determinar los principales frenos a la productividad del sector y mandató a la Comisión Nacional de Productividad (CNP), quienes junto a la consultora Matrix realizaron el estudio. Para profundizar en sus resultados conversamos con Esteban Rojas, vocero de la CNP, quien entrego los detalles y algunas proyecciones de este.

Puedes leer la entrevista completa de Negocio&Construcción AQUÍ.

Nuevas normas para planificar la vida útil de los edificios

En seminario del Instituto Nacional de Normalización se conocieron los avances en regulación que buscan lograr una construcción más sostenible, considerando todo el ciclo de vida de los edificios.

El seminario “Marco normativo para la planificación de la vida útil en edificaciones” fue la primera actividad de difusión del proyecto “Innova – CORFO: herramientas normativas para la planificación de la vida útil en edificaciones, método de cálculo y planificación”. Ejecutado por el Instituto Nacional de Normalización y Chile GBC y respaldado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el estudio dio origen a ocho nuevas normas que buscan determinar la vida útil de elementos y componentes de edificaciones, para facilitar el desarrollo de edificaciones sostenibles a partir de la comprensión de su ciclo de vida.

En la apertura de la jornada, Emilio Rojas, profesional de la División de Normas del INN recordó que el sector construcción es responsable del 34% de la generación de residuos sólidos y de, al menos, el 33% de las emisiones de gases efecto invernadero. En este sentido, afirmó que pequeños cambios pueden generar una mejora significativa, siempre y cuando haya una concientización de todos los actores relevantes de la cadena productiva. 

“Es una primera ganancia sentar las bases, hablar de una terminología común y establecer cuáles son los lineamientos generales para comenzar a hablar de la vida útil de las edificaciones”, afirmó el especialista del INN. Asimismo, Emilio Rojas comentó que al hablar de la vida útil, muchas veces no se consideraba la parte de diseño, porque “probablemente, algunos pensaban que las edificaciones son eternas y que jamás se iba a terminar su periodo de vida útil”, argumentó. 

Además, el profesional sostuvo que no se consideraba que los materiales pudieran tener su desempeño completo durante cierta cantidad de tiempo o se pensaba que siempre iba a ser así: “que el material se iba a comportar de la misma manera frente a distintos ambientes”, dijo. 

Sin embargo, según Emilio Rojas, el proyecto que ejecutan el INN y Chile GBC podría disminuir las brechas e identificar en el Programa Estratégico Nacional de Productividad y Construcción Sustentable de Construye2025 un marco de normas técnicas que especifiquen una metodología para la determinación de la vida útil de elementos y componentes de edificaciones, lo cual permita facilitar el desarrollo de edificaciones sostenibles a partir de la comprensión de su ciclo de vida. 

El impacto de las nuevas normas

“Tuvimos ocho normas que las podemos identificar en tres aspectos. Una norma general que es la norma NCh 3447 parte 1, que establece los principios generales y un marco de trabajo para la estimación de la vida útil de las edificaciones; todos aquellos documentos que son fuentes de datos o entregan la manera de poder estimar estos datos y una evaluación de desempeño; la parte tres que son las auditoría y análisis de desempeño; y la parte cuatro que es planificación de la vida útil utilizando BIM”, comentó el profesional del INN.

 Las otras normas establecen los procedimientos y la metodología, el cálculo para el costo del ciclo de vida, la vida útil de referencia y su estimación. “Hemos identificado que existe la planificación, luego la fase de diseño, después la de construcción, la de gestión del activo, la de rehabilitación y la fase de fin de la vida útil. Asimismo, tenemos la identificación de las etapas por cada una de las fases”, explicó Emilio Rojas. 

Posteriormente, la secretaria ejecutiva de Construcción Sustentable y profesional de la Ditec-Minvu, Paola Valencia, expuso sobre la “Hoja de ruta para la estrategia nacional de huella de carbono del sector construcción”, cuyo primer primer pilar es la educación, para desarrollar estándares, normas y contenido que defina qué es sustentabilidad en la construcción. Igualmente, la especialista destacó el eje de habitabilidad y bienestar, que vela por la calidad de vida de las personas y del ecosistema. Junto con eso, valoró la innovación y la competitividad, en relación con la gobernanza multinivel e intersectorial que el Estado ha estado promoviendo. 

“El cálculo de la huella de carbono en la edificación tiene que ser de ciclo completo y, particularmente, necesitamos definir y ojalá tender a que la industria de la construcción vele por una vida útil que nos asegure una menor huella de carbono y promover construcciones de mayor durabilidad. Esta normativa que estamos trabajando acá, nosotros la apoyamos y la impulsamos porque nos interesa introducirla a las metodologías y en el trabajo de la mesa de huella de carbono”, acotó Paola Valencia. 

Además, recordó que con el apoyo del Construye2025 se ha impulsado la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción”, con un enfoque de economía circular; y el plan de adaptación al cambio climático de ciudades donde participan diez instituciones lideradas por el Minvu. Finalmente, la secretaria ejecutiva de Construcción Sustentable, destacó la Calificación Energética de Viviendas y la Certificación Edificio Sustentable (CES), que nació en 2014, administrada por el Instituto de la Construcción con el apoyo del Ministerio de Obras Públicas, el Colegio de Arquitectos y la Cámara Chilena de la Construcción. 

“Con respecto a la huella de carbono, tenemos una mesa que nace el 2018 en el Ministerio de Vivienda, instalada en el Instituto de la Construcción (IC) donde participan muchas instituciones, pero las mandantes son de carácter público y gremiales, principalmente”, comentó Paola Valencia. En este aspecto, recordó que en 2016 se empezaron a armar los lineamientos de trabajo para la metodología de monitoreo, reporte y verificación de huella de carbono para el ciclo de vida completo; levantamiento de base de datos; y calculadoras de huellas de carbono.

Enseguida, Gabriela Sabadini, jefa del Área Técnica de Proyectos y Estudios de Chile Green Building Council, explicó que también es importante apoyar la formación profesional. “Tenemos un equipo técnico con bastante conocimiento y experiencia y tenemos una serie de capacitaciones, no solamente asociadas a sistemas de certificación, sino que nos hemos ido moviendo un poquito más allá, implementando estrategias como por ejemplo en economía circular, manejo de residuos, salud y bienestar; incorporando no solamente el concepto de la edificación, sino el por qué este mandante o este dueño de este edificio decidió implementar alguna estrategia de sustentabilidad o certificar un edificio”, acotó.

En este contexto, la especialista de Chile GBC puso énfasis en la visión holística de los impactos del sector construcción y sus emisiones. “La gran mayoría de las emisiones que conocemos son las asociadas a las emisiones operacionales, esto es, durante el periodo de uso del edificio. Sin embargo, éstas representan no más del 20% de las emisiones totales del ciclo completo de esta edificación, no se hace cargo de todo lo que tiene que ver con la distribución del material, la fabricación del mismo y qué hago cuando este edificio llega a su fin de uso o se transforma”, dijo. 

El rol de Construye2025

Al cierre del seminario, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, destacó las oportunidades en economía circular, tanto en la construcción como en la vida útil de un edificio. “Como programa tenemos distintos grupos de trabajo. Uno es el comité gestor de RCD y economía circular; y, en conjunto y bajo la visión estratégica de los ministerios, se formó un comité consultivo público que dio lugar a una hoja de ruta sobre economía circular en construcción. Partimos de la visión del uso eficiente de los recursos en el ciclo de vida de los proyectos, tanto de edificación como infraestructura, involucrando a toda la cadena de valor con el objetivo de alcanzar una gestión ambientalmente racional de los residuos e impactar en forma positiva en lo social, ambiental y económico”, detalló.

En este contexto, Alejandra Tapia presentó los 5 ejes estratégicos de Construye2025, valorando el de planificación territorial con enfoque circular y el de la coordinación pública que fomenta licitaciones con una buena gestión de recursos y residuos y que busca que en se apliquen herramientas y metodologías para implementar criterios de economía circular a partir del año 2035.

En cuanto a ecosistema y cadena de valor, la especialista en sustentabilidad enfatizó en la necesidad de desarrollar una industria de proveedores, pero también en la investigación, el desarrollo, la innovación y en la importancia de la colaboración de la academia para formular proyectos, para nuevos materiales, para generar información que nos sirva para la implementación de la economía circular. 

“La economía circular tiene tres principios que tienen que ver con preservar y mejorar el capital natural controlado por existencia finita y equilibrando los flujos de los recursos naturales o renovables, optimizar los rendimientos y recursos haciendo recircular los componentes y materiales, y fomentar la efectividad del sistema diseñando la externalidades negativas, eliminando por ejemplo, la toxicidad de materiales y todo esto”, afirmó Alejandra Tapia. 

En este aspecto, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 reiteró que hay mucho que hacer en capacitación y regulación de mantenciones preventivas para alargar la vida útil de nuestras edificaciones. “Mil millones de dólares al año se gastan solamente en mantenciones, por lo que hay enormes oportunidades para las empresas; por parte del Estado también hay gastos considerables, ya sea por daño, por obsolescencia de bienes públicos”, indicó.

Asimismo, Alejandra Tapia destacó las oportunidades que se abren al proyectar a partir del diseño, al considerar cuánto va a durar cada una de las capas de los componentes de los materiales para, luego, renovarlos o reutilizarlos; y también valoró los espacios que se abren para las pymes en la reparación de componentes, de elementos constructivos y de revestimiento, entre otros. “Si no puedes cambiarlo, tenemos que cambiar la forma de pensarlo”, concluyó.

El Seminario completo está disponible AQUÍ.