Comité de Huella de Carbono: controlar y reducir las emisiones de CO2 en la construcción

Conformado en 2019 con el objetivo de definir metodologías para promover la gestión y disminución del CO2 en la industria, hoy ya cuenta con una hoja de ruta proyectada a tres años. ¿Lo más urgente? La implementación de una estrategia a largo plazo que permita combatir y tratar de forma eficiente este tipo de contaminación para lograr la neutralidad de carbono el año 2050.

El reto claramente no era menor: realizar un plan de trabajo a mediano plazo y formalizar una mesa técnica en el Instituto de la Construcción para definir una visión estratégica asociada al impacto de la huella de carbono al llevar a cabo una obra. De esta forma, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Instituto de Cemento y Hormigón de Chile (ICH) conformaron hace tres años una mesa público privada con el propósito de definir procedimientos que apuntan hacia esta meta.

Mediante la convocatoria a diez actores claves (ministerios de Medio Ambiente, Obras Públicas y de Energía, Instituto Chileno del Acero (ICHA), Madera21 de Corma, Compañía Industrial El Volcán, Asociación Gremial Chilena del Vidrio, Aluminio y Pvc (Achival), la Secretaría Ejecutiva de Construcción Sustentable (SECS) de la DITEC del Minvu y el mencionado ICH, se realizó una nivelación de conocimiento y alianzas por parte de todas las instituciones y se acordaron actividades, productos y técnicas de financiamiento.

El primer año fue dedicado principalmente a gestionar acuerdos y a la mencionada nivelación de información. Luego, se concertó formalizar una mesa técnica para definir una visión estratégica y un plan de trabajo a mediano plazo asociado a actividades, productos y estrategias de financiamiento.

De esta forma fue como en el Instituto de la Construcción, a mediados de 2019, se consolida el Comité de Huella de Carbono del Sector Construcción como una de las iniciativas del programa de trabajo derivado del convenio entre el mismo Instituto y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (en el cual también participó el jefe de Certificación de Edificio Sustentable (CES)). Paola Valencia, secretaria ejecutiva de Construcción Sustentable del Minvu, es quien preside esta comisión, la cual invita a expertos que representan a instituciones del sector público y privado y que están interesados en la gestión responsable de las emisiones de CO2 en la construcción. La vicepresidencia del Comité la ocupa en la actualidad Chile Green Building Council.

Para ponerse en marcha, una de las prioridades era marcar directrices de trabajo. Al respecto, se definieron tres puntos clave: el levantamiento de base de datos de huella de carbono para el ciclo completo de la edificación, una metodología de monitoreo, reporte y verificación de la misma y un plan de cálculo para estimar impactos ambientales desde la etapa de diseño de la obra.

Mediante este procedimiento se cubren objetivos primordiales como, por ejemplo, tener una línea base de la realidad nacional para establecer distintos niveles de avance a través de datos validados que aseguren confianza, trazabilidad e interoperabilidad.

Estrategia nacional

Para poner en acción una ruta de trabajo, se requiere previamente de una estrategia que defina los pasos a seguir para ir logrando los macros y micro objetivos de cada ítem. En este lineamiento, se estableció un método a nivel nacional que apunta a la consecución de metas responsables e indicadoras de seguimiento para fomentar que el sector de la construcción gestione de forma sustentable sus recursos y gestione, a su vez, la huella de carbono a lo largo de todo el ciclo de vida (incluyendo tanto el carbono incorporado como el operacional).

Teniendo esto como base para lanzar directrices, se definió trabajar en tres niveles: sectorial, de edificación y de productos. En el primer punto se abarcan todos los antecedentes que sean de utilidad para actores como el gobierno y la academia, considerando los requerimientos de diferentes ministerios y la identificación de la calidad de información necesaria para satisfacerlos. Para comprender mejor, se puede ejemplificar concretamente mediante el Ministerio del Medio Ambiente, el cual necesita información sobre el consumo de energía en la construcción para la elaboración del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero.

El tópico orientado a la edificación, en tanto, comprende la información que sea de utilidad a los entes relacionados al acto mismo de planificar, diseñar, construir, operar y ocupar inmuebles. Éste posee requerimientos asociados al alcance de certificaciones y esquemas para demostrar la sustentabilidad de las obras.

En cuanto al apartado referido a los productos, la dirección va hacia el ecodiseño. Sobre todo teniendo en cuenta que la huella de carbono de los materiales, equipos y sistemas utilizados afecta directamente el carbono incorporado (suma del impacto de todas las emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas a un material durante su ciclo de vida), por lo que resulta un desafío sumamente necesario.

Logros del Comité

Es cierto que es temprano como para poder visibilizar una permeabilidad de la industria a partir de las acciones que se han llevado a cabo (pues sólo se lleva un año y medio de funcionamiento). Sin embargo, los logros obtenidos a la fecha corresponden a etapas prematuras relevantes en el camino a poner en marcha una estrategia nacional. Como muestra, hasta el momento se han definido los lineamientos principales de una hoja de ruta y desarrollado un completo estudio de análisis del estado del arte en huella de carbono a nivel nacional e internacional para los tres niveles señalados anteriormente (titulado “Estado del arte nacional e internacional de alternativas metodológicas para levantamiento de datos, monitoreo, reporte, verificación y calculadoras de Huella de Carbono”).

Como segunda etapa de este mismo trabajo, se definió el objetivo general, los objetivos específicos, el alcance y el trazado de los próximos tres años para este Comité. Entre ellos, por supuesto, aparece como primera necesidad el desarrollo e implementación de un método a largo plazo para la gestión de la huella de carbono del sector.

Destaca, también, la puesta a disposición de documentos correspondientes al proyecto, como el “Manual para la Implementación de Declaraciones Ambientales de Productos de Construcción”, el “Resumen para Tomadores de Decisiones” y la “Hoja de Ruta Comité Huella de Carbono Sector Construcción”.

En base a estos productos, en la actualidad se desarrolla una consultoría para elaborar la primera versión de la estrategia, la cual esperan esté lista para finales de 2021. Ésta, incluso, será sometida a consulta para ajustar su contenido durante el segundo semestre del presente año. De hecho, las instituciones que participan (provenientes de los sectores público, privado y de la academia), han demostrado su preocupación y su real compromiso para lograr la neutralidad del carbono en 2050, disponiendo de profesionales expertos que asisten bimensualmente a sesiones de trabajo para definir ese camino.

Fuente: Madera21

Normativa de aislación térmica: gran aliada para mejorar la calidad de vida de las personas

En el área de la construcción están sucediendo notables avances en relación con la eficiencia energética, que de alcanzarse todos, mejorarán considerablemente en nuestro país la calidad de vida de las personas en sus viviendas, lugares de estudio y trabajo, aportando también ahorros.

Por: Paola Molina, directora y presidenta del Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).

Con el sustento de destacadas competencias técnicas en algunas unidades del Estado y la academia, que aportan una visión de objetivos clara frente a los desafíos a mediano y largo plazo, y también con la creciente colaboración de la industria y distintas instituciones público-privadas que empiezan a avanzar y aportar en los desafíos que tenemos por delante; estamos frente a un escenario muy positivo que necesitamos consolidar frente a las actuales demandas sociales, económicas y ambientales.

Actualización de la Reglamentación Térmica (RT) 2021

A fines del año pasado, el Minvu hizo una consulta pública para actualizar la Reglamentación Térmica (RT) vigente desde el 2007, cuya base de actualización se sacó de un estudio desarrollado para el Minvu en el año 2013.

La RT del 2007 considera aislación en complejos de techumbre, muros, pisos ventilados y ventanas con estándares bastante básicos que han colaborado a la industria a introducir gradualmente parámetros de eficiencia energética en gran parte de la envolvente y en mitigar las patologías y la inconfortabilidad térmica. Pero la propuesta de actualización sube las exigencias, agrega componentes de puertas, sobrecimientos, superficies de ventana, orientación, infiltraciones, ventilación y condensación, lo que augura mejoras cuantificables en los resultados.

Hoy se espera su pronta aprobación después de 14 años, para poder garantizar, sobre todo en estos tiempos, condiciones positivas de habitabilidad para las viviendas nuevas de nuestro país, algo fundamental para subsanar a futuro la pobreza energética, lo que significa muchas horas al año sin un confort térmico, patologías en las murallas, enfermedades y altos costos en calefacción.

Pendiente queda para futuras etapas, abarcar las viviendas para paulatinamente ser actualizadas mejorando también sus estándares.

Es importante destacar que, en la actualización, además de viviendas, se incorpora edificios de salud y educación. Por su parte, los edificios de uso público gestionados por la Dirección de Arquitectura del MOP, ya cuentan con muy buenos estándares y resultados para la envolvente detallados en los TDR que exigen para sus licitaciones.

PPDA: Planes de Prevención y/o Descontaminación Ambiental

En el año 2015, el Ministerio del Medio Ambiente, ante la creciente problemática de la calidad del aire en muchas ciudades desde O´Higgins al sur y con colaboración del Minvu, ocupó el estudio elaborado en el Minvu el 2013, para aplicarlos como una medida efectiva para las ciudades con necesidad de descontaminación ambiental, creando los PPDA.

Los PPDA, al aplicar las exigencias de la propuesta de Actualización de la RT 2021, validan la capacidad de la industria y del mercado para asumir las nuevas exigencias a nivel de todo el país a través de la actualización de la RT. Además, año a año se incluyen más localidades, permitiendo avanzar hacia la descontaminación de cada lugar.

Ley de Eficiencia Energética

Por otra parte, en enero pasado salió la Ley de Eficiencia Energética la cual en aproximadamente 24 meses más, obligará a empresas constructoras e inmobiliarias y los servicios de Vivienda y Urbanismo, a través de sus artículos 3 y 4, a usar la Calificación Energética en todos los proyectos nuevos, inicialmente de viviendas (CEV) y en 48 meses se incorporarán los edificios de uso público, comerciales y de oficina a través de un sello que actualmente se encuentra en desarrollo, que será la Calificación Energética de Edificios de uso público (no residenciales).

La Calificación Energética es una etiqueta parecida a la de los electrodoméstico que muestra cómo se comporta la edificación energéticamente, destacándola con una letra y mostrando un porcentaje de ahorro frente a la misma vivienda, comparándola con las exigencias vigentes de la actual RT. Las letras van desde la A+ hasta la G; en la letra G se encuentran todas las viviendas construidas sin ninguna exigencia térmica, que son las construidas antes del año 2000, en la letra F están las que cumplen solamente con las exigencias de complejos de techumbre, y en la letra E las que cumplen con la actual Reglamentación Térmica. Las viviendas que cumplan con la futura actualización de la RT estarán cercanas a las letras C y D que ya garantizan un adecuado ahorro y calidad del ambiente interior, desde la letra B hacia arriba, se consideran viviendas con un alto propósito de eficiencia energética y con un poco de más de costos asociados para lograr dicho propósito.

Lo importante de esto es que en 24 meses más, gran parte de las personas que vayan a comprar una vivienda, podrán tener un sello objetivo a la vista, que les permita comparar y ver cuál de las opciones de compra es la más conveniente en relación a su eficiencia energética desde el diseño y de sus equipos de clima, destacando el ahorro energético que implica viviendas con una mejor letra y mejor porcentaje de ahorro, influyendo positivamente en la decisión de compra.

Es importante comentar que para que la actual Ley de Eficiencia Energética logré cumplir su propósito de impulsar adecuados estándares en todas las edificaciones a nivel nacional, es fundamental que se tramite pronto la Actualización de la Reglamentación Térmica 2021, sino el piso con la actual reglamentación será muy bajo para avanzar hacia mejores estándares de calidad de vida y ahorro de energía.

Fuente: Preservar

Contratos colaborativos, verdades y dificultades

Por Ricardo Nicolau del Roure, presidente del Instituto de Ingenieros y miembro del Consejo Directivo de Construye2025.

En la actualidad, en la mayoría de los proyectos de inversión cuando éstos llegan a su fase de materialización, la alternativa contractual más utilizada para la construcción es del tipo confrontacional, situación donde mandantes y contratistas resguardan celosamente sus intereses comerciales y donde, además, procuran protegerse   de los riesgos que, en general, no son correctamente asignados a las partes que intervienen en el contrato. Esta evidente falta de alineamiento entre los intereses de las partes y los objetivos del proyecto traen como resultado incrementos en los costos, alargamiento de los plazos e impactos en la calidad y la seguridad de las obras.

Como consecuencia de este repetido escenario, se ha vuelto evidente que los dueños o mandantes de proyectos debiesen considerar formas alternativas de relacionamiento con sus contratistas, abandonando las prácticas contractuales confrontacionales.  Como una salida a estos escenarios que, por lo general, desembocan en situaciones en que “todos pierden”, se han desarrollado, principalmente en el mundo anglosajón, sistemas contractuales denominados genéricamente “contratos colaborativos”, que involucran conceptos, tales como alianzas o “partnering”, y también, la integración temprana, total o parcial, de los participantes en un proyecto (léase: dueños, proyectistas, contratistas y proveedores principales). 

Dentro de estos marcos contractuales colaborativos, existe una variada gama o niveles de colaboración, desde tibios acercamientos tempranos con proveedores y contratistas con el dueño y su equipo de diseño, hasta los denominados Contratos IPD (Integrated Project Delivery), en los cuales los participantes trabajan, desde muy temprano, integrados en un solo contrato. Estos esquemas han probado ser exitosos en los últimos años, en proyectos complejos en países como Australia y USA,  donde las estadísticas muestran mejoras en costos y plazos del orden del 15 al 20%, respecto de esquemas tradicionales.

Sin embargo, a pesar de los éxitos obtenidos a la fecha, la adopción de estos marcos contractuales ha sido lenta, debido a factores tales como: falta de conocimiento y experiencia de los dueños en cómo llevar adelante esquemas de estas características; falta de “socios” dispuestos a aventurarse y sortear los riesgos de algo desconocido. Por otro lado, las instituciones financieras que normalmente concurren a financiar los proyectos, tampoco se sienten cómodas en un ambiente relativamente incierto donde deberán asumir ciertos riesgos, distintos a los que asumen en contratos a suma alzada. Y cuando se trata de mandantes públicos, la dificultad es prácticamente insalvable, pues están obligados a licitar todas las etapas de un proyecto y adjudicarlas al postor con el menor valor, que cumpla técnicamente. Con esto, cualquier tipo de colaboración queda fuera del depurado.

Afortunadamente, tal como lo señalamos, existen muchos matices y niveles de colaboración posibles, por lo que no estamos frente a una situación de “todo o nada”, y hay numerosas buenas prácticas de colaboración que es posible adaptar de los contratos IPD u otros similares, que han sido utilizadas para conseguir alinear los intereses y objetivos de los participantes en un proyecto.

Ahora bien, para ser disruptivos en estas materias y adoptar contratos más colaborativos, es necesario que los dueños o mandantes comiencen por entender cabalmente los elementos que hacen “colaborativo” a un contrato y el amplio rango que esa colaboración puede abarcar. Enseguida, deben evaluar sus propias capacidades y la preparación de su personal y cuadros técnicos para enfrentar el desafío. El paso siguiente, es la cuidadosa y trascendental elección de los “socios” que le acompañaran. Finalmente, una tarea esencial a cumplir muy temprano, es desarrollar una descripción completa y detallada del proyecto, sus objetivos y sus restricciones.

Reflexiones finales:

+ Los contratos colaborativos o del tipo IPD no son aptos para todos los mandantes. No obstante, la adopción de prácticas colaborativas mejorarán los resultados.

+ Transitar desde marcos contractuales confrontacionales a modelos colaborativos no es tarea sencilla y requiere, necesariamente, construir y mantener relaciones de confianza y colaboración para superar las dificultades.

+La llave para abrir la puerta a “Contratos Colaborativos” la tienen los dueños de los proyectos, y será su decisión si estas modernas prácticas contractuales tienen un futuro en el país. 

Hacia una ingeniería estructural sustentable

Por Ian Watt, presidente de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE).

El llamado a un mundo sustentable es cada vez más fuerte en todos los ámbitos y el rubro de la construcción no es una excepción. Como una de las industrias motoras de la economía nacional, es de vital importancia que reduzcamos lo más posible el impacto de nuestra actividad sobre el medio ambiente.

Hasta ahora, nuestro rol principal como ingenieros ha sido buscar estructuras seguras, resistentes y funcionales, haciendo un uso eficiente de los recursos. Y nuestra misión no ha variado con el tiempo, sino que ahora tenemos que agregarle  el reto de incorporar nuevos materiales, procesos y tecnologías para enfrentar este singular desafío. En un mundo con recursos naturales finitos, debemos considerar la sustentabilidad económica, social y ambiental de nuestros proyectos dentro de las variables de diseño.

Es tiempo de analizar cómo podemos impactar en cada una de las etapas del ciclo de vida de un proyecto, impulsando una transformación conceptual de cómo enfrentamos estos desafíos. Ya no podemos concentrarnos solo en el costo inicial, sino que debemos incorporar todos los otros costos asociados. Por ejemplo, en el caso de puentes, los presupuestos de mantención y demolición pueden exceder muchas veces el costo de construcción inicial, pero esto muy pocas veces se toma en consideración. Asimismo, es importante que aumentemos el uso de sistemas de protección sísmica como la aislación basal y la disipación de energía, de manera de reducir el potencial de daños frente a una de las fuentes principales de amenaza a nuestras  estructuras, como son los terremotos.

Es un desafío también que como especialistas nos abramos a nuevas tecnologías de materiales. Chile cuenta con el potencial de ser un experto en el diseño y construcción en madera, un material sustentable por esencia. El hormigón del futuro será desarrollado principalmente con materiales reciclados, pilar básico de una economía circular, y nuestro país ya cuenta con varias iniciativas explorando estas soluciones. Y con constantes avances en investigación de materiales, no sabemos qué nuevas maravillas tecnológicas estarán a nuestra disposición en las próximas décadas.

Pero la ingeniería sustentable no solo involucra nuevas estructuras, sino que también debemos trabajar en cuidar las construcciones existentes. Y para ello es necesario estudiar  cómo mantenemos y reforzamos lo previamente construido, protegiendo nuestro patrimonio. Podemos aportar a la sustentabilidad directamente al aumentar la vida útil de las estructuras existentes, ayudando a darles nuevos usos, aprovechando de repararlas y reforzarlas. Nuestros edificios e industrias, en muchos casos, no requieren ser demolidos, ya que contamos con las herramientas, tecnologías y conocimientos necesarios para que perduren en el tiempo.

Y aún tenemos otros desafíos. Si queremos ser activos partícipes de esta revolución ambiental, es necesario que eduquemos al país sobre la realidad de nuestra práctica. Hasta la fecha, nuestros proyectos están basados en diseños prescriptivos, que no pueden garantizar el desempeño de nuestras construcciones. Actualmente, nuestra filosofía de diseño busca que estas tengan daños limitados para sismos moderados, y que no colapsen en eventos severos. Pero no hemos transmitido esta realidad a los usuarios finales y las nuevas demandas de la sociedad están enfocadas en que tengamos desempeños aún superiores a los que históricamente hemos alcanzado. Es por eso que es esencial impulsar el diseño por desempeño y educar a la ciudadanía sobre el resultado real que pueden esperar. Debe quedar claro para nuestros mandantes el nivel de riesgo al que quieren optar. Existen ya los conocimientos para que estas técnicas se apliquen en el día a día.

No podemos desconocer que el trabajo realizado en el pasado y presente nos ha permitido ser líderes en el diseño sismorresistente, pero debemos seguir avanzando hacia un mejor futuro, está en nuestras manos como ingenieros estructurales tomar el desafío de ser líderes en el diseño sustentable.

El futuro de la construcción

Por Sergio Contreras A., representante del Colegio de Ingenieros de Chile en el Consejo Directivo de Construye2025.

Sólo cuando construimos el futuro tenemos derecho a juzgar el pasado

Nietzsche

Esta es una certeza del mundo que hoy vivimos. Estamos destinados a enfrentar un escenario complejo y esencialmente distinto. El mundo y nosotros sus habitantes, nos enfrentamos a una condición distinta a lo conocido en todos los últimos tiempos. Un virus mortal ha modificado la condición más íntima del ser humano y de su entorno, y este entorno incluye todas las actividades que puede abarcar, sociales, familiares y económicas.

La construcción, ligada íntimamente a los seres humanos y a su vida, se inserta también en el quehacer del homo faber y, por lo tanto, en el mundo global, es en este sentido en el cual debe avanzar con paso tranquilo, pero seguro, en los desafíos que plantea el mundo actual.

Estos desafíos incorporan nuevas técnicas, no solamente para mejorar la construcción de de las obras, sino también para incorporar al ser humano como entidad fundamental en ellas. Sin embargo en este último tiempo una variable nueva y altamente disruptiva ha aparecido en la faz de la tierra, una pandemia que ha cambiado la interacción entre los seres humanos y, por lo tanto, su manera de actuar y la manera de ejecutar las obras. La interacción entre los seres humanos se ha centrado de manera generalizada en los computadores con softwares dedicados: pero la construcción es esencialmente material, por lo tanto, una parte importante de ella necesariamente ha de llevarse a cabo in situ, sin mediar tecnologías intangibles. Es en este ámbito entonces, donde debemos encontrar un punto de equilibrio adecuado a la necesidad planteada. Las obras de construcción son variadas; podemos tener edificios, obras industriales, obras viales y todas ellas presentan desafíos y características distintas, por lo tanto su futuro debe considerar, como una cuestión fundamental, su planificación, con conceptos y herramientas que salven de manera definitiva las brechas que se presentan.

La actual pandemia nos ha mostrado, de manera abrupta, un escenario nuevo y distinto donde la construcción ha de llevar a cabo su cometido. Es aquí donde esa planificación finamente elaborada debe cumplir un papel fundamental en el desarrollo de las obras, no podemos dejar al azar la realización de las tareas normales en una faena, por nimias que ellas parezcan. Aquí las técnicas y herramientas actuales tienen un papel preponderante, como los entornos BIM que pueden predecir con claridad y certeza la representación virtual de los elementos físicos, incluso con su desarrollo en el tiempo.

Todas las nuevas tecnologías deben estar debidamente incorporadas en la ejecución de los nuevos proyectos para avanzar con paso definido en la inserción en una nueva realidad hacia la cual avanzamos con una velocidad mayor a la esperada, impulsada por la realidad despiadada que hoy invade nuestro entorno universal. En ella es también evidente que la estandarización y la construcción industrializada juegan un papel primordial en el desarrollo.

En este entorno, la participación público privada en todos los ámbitos de la construcción es de gran importancia, de esta manera el aporte del Colegio de Ingenieros y Construye2025  a los procesos actuales, tiene una validez y un valor que no es sustituible.

Minvu da inicio al Diálogo Nacional por la Vivienda y la Ciudad

En una iniciativa que resultará fundamental para la generación de una nueva política urbano-habitacional para el país, esta mañana el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, junto al subsecretario de la cartera, Guillermo Rolando, dieron inicio al “Diálogo Nacional por la Vivienda y la Ciudad”, instancia de trabajo que reúne a cerca de 30 representantes de universidades y centros de estudios, Congreso, asociaciones gremiales, Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, municipios, sociedad civil y fundaciones, dirigentes y consultores, con el fin de abordar en los próximos 60 días medidas concretas para enfrentar las urgencias en materia habitacional y urbana.

En efecto, esta mesa de trabajo estableció tres objetivos principales: Generar un Diálogo Nacional por Vivienda y la Ciudad; Aplicar medidas concretas a corto plazo para favorecer el acceso a la vivienda y resolver el hacinamiento y los campamentos; y, Establecer una agenda de largo plazo para asegurar continuidad y sostenibilidad en el desarrollo de la vivienda y de la ciudad.

Sobre esto, el Ministro Felipe Ward destacó que “creo que en momentos como los que vive nuestro país es más importante que nunca sentarse a conversar. Lo que queremos hacer es convocar a un diálogo por la vivienda y la ciudad que, obviamente tiene diferentes propósitos, objetivos de corto plazo de forma de entregar un producto que pueda ser abordado por el Minvu, por las diferentes organizaciones que hoy día nos acompañan para poder colaborar a solucionar lo que hoy día existe como problemática en materia urbano-habitacional. Vamos a tener una conversación abierta”.

La autoridad ministerial añadió que “agradezco de corazón la confianza de quienes nos acompañan. Yo sé que se han impulsado iniciativas parecidas en el pasado y obviamente que, tomando esos insumos, tomando las buenas experiencias, replicando los buenos ejemplos y evitando lo que no ha resultado también, esperamos concluir esta primera etapa en estos 60 días para seguir conversando más ampliamente respecto a política pública”.

Por parte del mundo académico, el arquitecto Pablo Allard destacó que “vamos a construir puentes de confianza entre el sector privado, el sector público, y las comunidades para que efectivamente los acuerdos que se tomen en esta mesa se implementen y podamos cumplir ese sueño de ser el primer país en el sur global en garantizar el acceso universal a la vivienda en esta década”.

Por su parte, Iván Poduje señaló que “el desafío de la Integración que plantea el ministro tiene que tener una respuesta muy concreta y es que las personas se puedan quedar en sus territorios y creo que el rol que han hecho las dirigentas para visibilizar esto y para trabajar en los comités, es fundamental”.

A sus palabras se sumó Alejandro Aravena, de Elemental, quien indicó que “este es un grupo de gente muy diversa, que piensa distinto y viene de distintos lugares, y tenemos que asegurarnos que, a pesar de esa diversidad, todos aquellos que no estuvieron representados, ver la manera en que puedan estar presentes en las discusiones que tengamos”.

El sector privado estuvo presente a través de la Cámara Chilena de la Construcción, cuyo presidente, Antonio Errázuriz, afirmó que “estamos aquí para ser partícipes de este gran proyecto que apunta a mejorar la calidad de vida de los chilenos. Como CChC tenemos la misión de ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes viven en nuestro país”.

En representación de la sociedad civil participó la Fundación Techo. Para su director ejecutivo, Sebastián Bowen, “este es, por sobre todo, un mandato que hoy surge de la ciudadanía, es un mandato que surge de 600.000 familias, como han dicho el Ministro y el Subsecretario, que hoy están viviendo sin acceso a una vivienda digna, justa, adecuada”. A sus palabras se sumó la dirigenta social Karla Urzúa, quien señaló que “son súper valientes, porque lo que están planteando hoy día hacer es tremendamente difícil” e hizo un llamado: “hagámoslo, pero hagámoslo juntos, construyamos Chile juntos de nuevo”.

Por último, el Congreso también es parte de esta mesa y fue el senador David Sandoval quien afirmó que “para el Senado es, sin duda, un motivo de especial satisfacción de que el llamado transversal que se hizo el miércoles recién pasado, hoy abramos espacio para iniciar este diálogo y ojalá un compromiso para que el sueño de la casa propia sea un sueño realizable en calidad y forma en el menor tiempo posible”.

Por su parte, el presidente del directorio de la Asociación Chilena de Municipalidades, Mario Olavarría, indicó que “los gobiernos locales somos los que tenemos que implementar las políticas públicas en materia de vivienda y es por eso que felicito al Ministro y al Ministerio por esta iniciativa para poder, de alguna vez, poner en la discusión temas tan importantes y tan acuciantes para todos los chilenos que es el tema de la vivienda”.

Serán 60 días de trabajo para generar las propuestas, donde se realizarán ocho sesiones -una semanal- con todos los integrantes. Los principales ejes que abordarán serán Acceso a la Vivienda, Integración Social y Urbana, Equidad Territorial, Sustentabilidad y Planificación Urbana.

Los integrantes de la mesa de trabajo son:

Karla Urzúa (dirigentes sociales Antupirén), Ruth Collao (dirigentes sociales campamentos de Atacama), Érika González (dirigentes sociales Glosa 12), Sergio Baeriswyl (CNDU), Alejandro Aravena (Elemental), Juan Pablo Urrutia (FAU), Beatriz Maturana (FAU), Slaven Razmilic (Escuela de Gobierno e IEUT PUC), Luis Eduardo Bresciani (Arquitectura PUC), Pablo Allard (Arquitectura UDD), Francisco Vergara (CPE UDLA), David Sandoval (presidente de la comisión de Vivienda del Senado), Carlos Montes (Vivienda del Senado), Fidel Espinoza (presidente de la comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados), Antonio Errázuriz (CChC), Mauricio Varela (Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios), Jadille Baza (Colegio de Arquitectos), Mónica Álvarez de Oro (Asociación de Oficinas de Arquitectos), Yuri Rodríguez (Asociación de Directores de Obra), Pilar Jiménez (CNDU), Mario Olavarría (AMUCh), Fernando Paredes (AChM), Cristián Balmaceda (AMUR), Sebastián Bowen (Techo), Loreto Wahr (Techo), Pilar Goycoolea (Urbanismo Social), Pablo Ivelic (Construye2025), Iván Poduje (Atisba).

Carrera de Ingeniería en Construcción UVM lanza proyecto con financiamiento Corfo enfocado a las MiPES

Con el propósito de reimpulsar a las Micro y Pequeñas Empresas (MiPES), la Universidad Viña del Mar (UVM) hizo el lanzamiento oficial del programa “Transformando Construyo”, financiamiento proveniente de Corfo a través de la línea “Viraliza” y que cuenta con el apoyo de la Cámara Chilena de la Construcción, la Corporación de Desarrollo Tecnológico y el programa Construye 2025 de la misma entidad estatal.

Dicho proyecto que seleccionó a 100 emprendedores y empresas de la construcción a nivel nacional, con el objetivo de brindarles herramientas de aceleración en emprendimiento, innovación y digitalización.

Al respecto el director (s) de Corfo, Héctor Leiva, en la ceremonia de lanzamiento expuso que “estamos en una alianza público-privada y la academia, siendo esto una situación virtuosa porque vemos a la empresa por un lado, al Estado y sus entes públicos y la academia con su conocimiento buscando soluciones a los problemas que puedan aquejar a una determinada industria”.

Por su parte el rector de la UVM, Carlos Isaac, indicó que “hemos caminado poco a poco hacia fortalecer nuestra capacidad para vincularnos con nuestro entorno relevante, para generar conocimiento e innovación, y para apoyar la generación de emprendimiento desde la formación de profesionales hasta la vinculación con el territorio, entregando herramientas e instrumentos a emprendedores y emprendedoras de la Región de Valparaíso”, sostuvo.

 

Fuente: EMOL

Nuevos presidente y vicepresidenta comparten su visión del Consejo de Construcción Industrializada

Con Sebastián Fourcade a la cabeza y Tatiana Martínez como vicepresidenta, el CCI continuará impulsando el trabajo colaborativo para acortar las brechas en capital humano, tecnología y normativa, que ayudarán a las soluciones constructivas.

Apasionado por la construcción industrializada, Sebastián Fourcade, asumió feliz la presidencia del directorio del CCI, para hacer frente múltiples desafíos de corto y largo plazo. “Creo que la primera tarea era difundir correctamente lo que significa construcción industrializada. Esto educa y, además, siembra curiosidad por la innovación. Luego, habrá que preocuparse de asesorar y apoyar a todos aquellos que quieran sumarse. Pero, es importante que estos intentos no sean opacados por los fracasos (que siempre hay)”, dijo.

Y es que el proceso de industrialización no es binario, sino de una mejora constante, según el nuevo presidente del CCI. Además, Fourcade considera necesario crear las bases en el mercado, es decir, eliminar barreras preestablecidas para este tipo de construcciones, crear alianzas con instituciones educacionales, que ayuden a formar/capacitar, entre otras. Por último, aspira a generar las herramientas y/o índices que permitan validar cada mejora en el proceso de industrialización, lo cual facilita la claridad y alcance de los objetivos. 

En este sentido, en 2021 los comités continuarán trabajando en varios proyectos para resolver desafíos diversos. Asimismo, el CCI seguirá convocando socios motivados que se sientan desafiados a pensar “fuera de la caja” , tal como plantea el nuevo titular del Consejo.

Por su parte, Tatiana Martínez, recién electa vicepresidenta del CCI, aspira a fomentar la confianza para trabajar de forma colaborativa en equipos multidisciplinarios, con el fin de evolucionar en el ámbito constructivo. “Es indispensable pensar como equipo, para que todos quieran navegar por la zona de aprendizaje en nuevas metodologías de trabajo, gestión de proyectos, implementación de tecnología y que estén preparados para aprender sobre industrialización y desaprender algunas cosas”, dice.

A romper paradigmas

Según la vicepresidenta del CCI, la construcción industrializada en Chile tiene un gran potencial de crecimiento. No obstante, éste dependerá, principalmente, de quienes toman decisiones al interior de las empresas que construyen cualquier tipo de edificación o instituciones que licitan proyectos de infraestructura pública, vivienda u obras civiles; ya que para hacer que las cosas pasen, los líderes tienen la responsabilidad de romper viejos paradigmas, acortar las brechas, levantar restricciones y estar abiertos al cambio, visualizando siempre que el objetivo común es el desarrollo sostenible de las ciudades, para el bienestar de las personas que las habitan. “Creo que el CCI tiene mucho donde aportar”, comentó.

  En este contexto, Tatiana Martínez destacó el liderazgo, profesionalismo y la calidad humana de la presidenta saliente del CCI, Francisca Cruz, quien logró posicionar al Consejo en eventos nacionales e internacionales. “Sin duda, su forma de transmitir desde la experiencia en el desarrollo de proyectos, la importancia que tuvo la industrialización en el logro de mejores resultados en productividad; ayudó a evidenciar la necesidad de impulsar la implementación y medición de indicadores en obra que permitan visualizar las ventajas de realizar importantes cambios en la forma tradicional de construir. Participar en el directorio liderado por Francisca fue una experiencia muy enriquecedora en estos años y estamos muy agradecidos por la dedicación y el empuje que le dio al consejo en diversos ámbitos”, afirmó.

Para este año junto a los socios del CCI, la nueva vicepresidenta espera continuar trabajando en los grupos de técnicos y comités, donde la activa participación ha permitido avanzar en el posicionamiento de la industrialización en el sector construcción. “En muy poco tiempo ya pondremos a disposición los trabajos y la documentación que permitirá acortar las brechas que existen en normativa, desarrollo del capital humano, implementación de metodologías y también se podrá contar con indicadores de medición de soluciones constructivas industrializadas”, aseguró.

De esta manera, 2021 será un año para convocar a más profesionales de la construcción a participar de encuentros técnicos, seminarios y otras actividades que para interactuar, levantar inquietudes y analizar proyectos destacados por las soluciones utilizadas, mediante casos que sirvan de referencia en nuevos proyectos o inversiones futuras. “Es importante destacar el crecimiento que ha tenido el CCI en este último año, ya que se han asociado diversos profesionales y empresas de distintas regiones del país, que tanto individual como colectivamente son un gran aporte y ponen de manifiesto la necesidad de trabajar de forma colaborativa para co-construir un ecosistema que permita el desarrollo de la construcción industrializada en Chile”, concluyó Tatiana Martínez.

Medallas AOA 2021 fueron entregadas a profesionales destacados de la arquitectura nacional

Raimundo Lira, Cristián Izquierdo, la Dirección de Arquitectura de la Municipalidad de Santiago, José Rozas y el grupo Elemental fueron distinguidos con las Medallas AOA 2021, un reconocimiento bianual que destaca a profesionales, oficinas y entidades públicas o privadas que han sido relevantes para el desarrollo de la arquitectura nacional.

La ceremonia de entrega de los reconocimientos se realizó en el marco de la Asamblea Anual de la Asociación de Oficinas de Arquitectos, donde se proclamó a los nuevos directores e instancia en la cual la presidenta, Mónica Álvarez de Oro, realizó una cuenta de su primer año de mandato.

Medalla AOA al Arquitecto Joven Destacado: Cristián Izquierdo

Arquitecto titulado con Distinción Máxima en la Universidad Católica de Chile, recibiendo también el Premio Excelencia Académica y la distinción al Mejor Proyecto de Título de su promoción el año 2009. Máster en Diseño Arquitectónico Avanzado en la Universidad de Columbia, recibiendo el Honor Award for Excellence in Design y Lucille Smyser Lowenfish Memorial Prize el año 2014.

En 2010 obtuvo el primer lugar en el concurso para la Casa del Peregrino del Templo Votivo de Maipú. Desde ese año trabaja de manera independiente en proyectos de distintos tamaños y programas, públicos y privados. En 2012 se integró como tercer socio de Izquierdo Lehmann Arquitectos.

Destaca además el desarrollo de su carrera en el diseño y el uso de la madera, que comenzó como una búsqueda más bien estética y a la cual se fueron sumando otros motivos que lo fueron convenciendo aún más: la huella de carbono, la importancia de colaborar en el tema energético, la construcción seca, entre otros.

Sus proyectos han sido publicados y expuestos en Chile y el extranjero, entre ellos en el MoMA de Nueva York (Young Architect Program, 2015) y en la Exposición “Extra-Ordinary” del CFA de Nueva York (2016).

En 2015, su proyecto Casa en Futrono fue destacado en la XIX Bienal de Arquitectura de Chile.

En 2017, la Casa en Morrillos fue finalista del Architectural Review House Awards y galardonada como House of the Year por la revista Hise. Es profesor de teoría y proyectos en la Universidad Católica de Chile.

Agradeciendo la distinción, Izquierdo agregó que “es un honor y una responsabilidad ser distinguido por los colegas, lo asumo con alegría y con ganas de hacerme cargo de este desafío”. El arquitecto además tuvo palabras de gratitud para sus socios: “A quienes conozco desde que nací, por hacerme un espacio en su oficina y darme todas las oportunidades e incentivos para crecer como arquitecto, conversar con ellos o incluso disentir si fuera necesario. Su generosidad para mí no ha conocido límites”. Asimismo, dedicó un reconocimiento a sus colaboradores y a todos los miembros de la oficina, agregando que “lo mejor está por venir”.

Medalla AOA al Aporte Institucional a la Arquitectura: Dirección de Arquitectura de la Municipalidad de Santiago

Representada por su director, Miguel Saavedra, es una repartición pública que durante su larga vida ha sido dirigida con gran estabilidad por pocos Directores de Obras que han entregado un gran prestigio a la Institución.

Miguel Saavedra Arquitecto de la Universidad Católica de Chile y ha sido director de Obras por largos años en la Municipalidad de Santiago, imprimiéndole un sello de rigor y espíritu de servicio.

Su impronta se basa en su formación universitaria y en sus múltiples viajes de formación a Europa, y concretamente a Francia, en donde ha podido conocer la realidad de siglos en el manejo de las ciudades y las normas regulatorias. En París se ha relacionado con sus autoridades destacando sus contactos con Anne Hidalgo, hoy alcaldesa de la ciudad luz.

Todo este conocimiento y experiencia es lo que ha caracterizado su labor y su bajo perfil en la Municipalidad de Santiago a cargo de la Dirección de Obras que hoy destaca como un ejemplo de manejo profesional y abnegado trabajo en un servicio público, conformando un gran equipo junto a sus colaboradores.

“Con mucha satisfacción quiero agradecer, a nombre de todos mis colaboradores que por más de treinta años hemos trabajado en pro de una mejor ciudad, de un respeto y de una integración entre la arquitectura tradicional y las nuevas expresiones del arte”, señaló Miguel Saavedra al recibir el galardón, relevando la importancia de un premio para una labor, en general, poco reconocida.

Medalla AOA a la Trayectoria Académica: José Rosas

Arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuenta con una maestría en Planificación Urbano Regional del Instituto de Estudios Urbanos en la misma casa de estudios y es doctor de la Escuela Técnica Superior de Barcelona en Universidad Politécnica de Cataluña.

Como arquitecto de libre ejercicio profesional, dirige diversos proyectos entre los que destacan Plan Regulador de Las Condes, Planes Reguladores del Alto Aconcagua, Plan Maestro del Zanjón de la Aguada, Plan Regulador Intercomunal de Copiapó.

Es profesor titular de la Escuela de Arquitectura y del Instituto de Estudios Urbanos y se ha desempeñado como director de la Escuela de Arquitectura de la PUC (1997 y 2000), director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela (2000 y 2002), director de Extensión y Servicios Externos de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la PUC (2004 y 2005) y decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la PUC (2005-2012). Es director del programa de Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos UC, desde el 2016 a la fecha.

Como investigador se ha estado centrado en problemas relacionados a la teoría y forma urbana y orientados al tema del proyecto. Entre ellas destacan las vinculadas al Centro de Santiago de Chile y su transformación durante el Siglo XX, y de diversos proyectos Fondecyt y Conicyt.

Recalcando lo emocionante para él que es este reconocimiento, Rosas comenzó agradeciendo a la presidenta de AOA y a todo el directorio y miembros de la asociación, agregando: “En particular siento una especial gratitud hacia mi alma mater, la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde por más de cuarenta años he tenido el privilegio de enseñar a investigar, además de colaborar en la gestión académica. Gracias a todos los profesores, a los administrativos y muy especialmente a los estudiantes. Por supuesto también a mi familia, que siempre me ha regalado el tiempo para dedicarme a la universidad, que ha sido mi modo de vida”.

Medalla AOA a la Trayectoria Arquitectónica: Grupo Elemental

Elemental es un Do Tank creado en 2001, dirigido por el ganador del premio Pritzker Alejandro Aravena y sus socios, Gonzalo Arteaga, Juan Cerda, Victor Oddó y Diego Torres.

Su trabajo aborda proyectos que van desde las viviendas sociales al espacio público, desde objetos a edificios, cubriendo un amplio rango de intereses.

El trabajo de Elemental se ha exhibido en diferentes lugares del MoMA en 2010 (Small Scale, Big Change) a la Venice Architecture Biennale (2008, 2012, 2018) entre otros. Además, de ser Director de la 15° Exhibición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia (2016). En octubre de 2018 se inauguró una retrospectiva de Elemental en el Museo de Arte de Louisiana en Dinamarca. Su trabajo también forma parte de la colección permanente del Centro Pompidou.

La oficina ha recibido el León de Plata por los proyectos de vivienda social en la Bienal de Arquitectura de Venecia (2008), el Premio de la Corporación Marcus por trayectoria (2009), el Brit Insurance Design Awards en la categoría arquitectura (2010), Medalla de Plata por el PRES de Constitución en los Holcim Awards for Sustainable Construction (2011), el Primer Premio en los Zumtobel Group Award en la categoría Diseño Urbano (2014), el Diseño del Año por el London’s Design Museum (2015), y el Premio Gotemburgo por Desarrollo Sustentable (2017). En el año 2016, Elemental participó activamente en la curaduría de la XV Bienal de Arquitectura de Venecia.

Recibió el precio Alejandro Aravena, arquitecto de la PUC, quien en 2016 fue nombrado curador de la XV Bienal de Arquitectura de Venecia y recibió el Premio Pritzker de Arquitectura, en tanto que a partir de 2020 fue nombrado presidente del Jurado del Premio Pritzker.

Además de agradecer a nombre de todo el equipo por el reconocimiento, Alejandro Aravena relevó el particular momento que vive Chile, donde se están reescribiendo las reglas del juego que rigen la convivencia y es momento de repensar las ciudades y las viviendas no solo abordando la emergencia de los campamentos y allegados, sino también de aquella urbe que quedó obsoleta y que hoy es escenario de conflicto y fricción.

“La emergencia es la oportunidad para cambiar cosas que en circunstancias normales nunca se hubieran podido modificar, de dar golpes de innovación porque tenemos preguntas distintas y nuevas”, sostuvo, añadiendo que la urgencia entrega la ocasión de dar el ejemplo y lograr que personas de distintas procedencias antepongan el bien común al interés particular: “La ciudad, la vivienda, el territorio y la arquitectura son de los pocos ámbitos donde podríamos encontrar soluciones transversales para resolver conflictos mucho más profundos de la sociedad”.

Gran Medalla AOA: Raimundo Lira

Estudió arquitectura en la Universidad Católica de Valparaíso, diseño y luego arquitectura en la PUC. También tiene formación en la Escuela Moderna de Música.

Ha sido profesor en las Universidades Andrés Bello y Universidad Católica de Santiago en las carreras de Arquitectura y Diseño. Actualmente es socio director de Lira Arquitectos Asociados.

Ha trabajado asociado con diversos arquitectos como José Domingo Peñafiel, Antonia Lehmann, Luis Izquierdo y Tomás Fontecilla, en tanto se ha reunido en proyectos de Diseño con el Diseñador Alberto Dittborn.

Fue cofundador en 1998 de la Asociación de Oficinas de Arquitectos de la que ha sido director, vicepresidente y presidente, en tanto participó de la Revista AOA como director y miembro del comité editorial. Además, fue presidente de la Corporación para la protección del medio ambiente del Archipiélago de las Guaitecas o Isla Kent.

En el Colegio de Arquitectos, fue miembro del Tribunal de Apelaciones y del Tribunal de Ética y es asesor del Monasterio Benedictino Santísima Trinidad de Las Condes en Plan General de Área Verde, desde Abril de 2008 hasta la fecha.

Haciendo un repaso de su trayectoria en AOA, Lira resaltó el compromiso de los directorios y participantes de la asociación, junto con reconocer a la revista AOA como una carta de presentación a lo largo de su historia. Además, destacó: “Uno de los principales logros de la asociación, fue el de haber podido conocernos entre los arquitectos, apoyarnos y confiar entre nosotros, compartir experiencias, darnos soporte gremialmente y consolidar relaciones intergeneracionales”. Asimismo, dedicó un especial agradecimiento a los miembros de su oficina, a sus socios por haberle permitido dedicar tiempo y energía a la actividad gremial. “Fue un privilegio haber participado en el inicio de AOA, estoy orgulloso de quienes hoy la representan”, finalizó.

Fuente: AOA

Primeros avances de la futura Calificación Energética de Edificios de Uso Público

Con el Estudio 1, desarrollado el segundo semestre de 2020 por un equipo de la Universidad del Biobío, se avanzó en el estado del arte, propuestas de tipologías y de edificios de referencia, considerando las certificaciones y calificaciones ya existentes en el país.

Dos años después del Convenio de colaboración firmado entre el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP, el Instituto de la Construcción como Administradora de la Certificación Edificio Sustentable, se comienzan a ver los primeros frutos en esta línea de trabajo.

Entre 2019 y 2020, este convenio tuvo alcance en seis iniciativas: crear los Archivos climáticos (disponibles aquí); Actualización de CES (Manual CES 1.1, CES Edificios Existentes y nueva plataforma web); Monitoreo de edificios certificados; el Estudio 1 de Calificación energética de edificios de uso público; Huella de carbono (documentos disponibles aquí) y Lineamientos CES Net Zero.

Gracias a los buenos resultados de esta primera etapa, se decidió ampliar el trabajo durante 2021, para desarrollar acciones como el Monitoreo de edificios certificados; el Estudio 2 de Calificación energética de edificios de uso público, y en Huella de carbono, un piloto en edificio gestionado por la DA-MOP y certificado con CES.

La Ley de Eficiencia Energética establece, entre otras cosas, la obligatoriedad la Calificación Energética de Viviendas en dos años más y la Calificación Energética de Edificios de Uso Público, Comerciales y Oficinas en cuatro años a partir de su promulgación.

Actualmente, está operando en forma voluntaria la Calificación Energética para Viviendas, pero la de Edificios de Uso Público, Comerciales y Oficinas no existe, por lo que este convenio se modificó para considerar dos estudios de base para el desarrollo de esta Calificación Energética, siempre teniendo en cuenta la experiencia y sincronía con las certificaciones de sustentabilidad existentes en el país (CVS y CES).

Dado que la certificación de edificios de uso público (CES) ya lleva cinco años de funcionamiento, “tenemos la experiencia desde el trabajo con edificios de uso público, comerciales y de oficina que se ha traspasado al desarrollo de la calificación energética para este tipo de edificación”, precisó Hernán Madrid, jefe de CES.

Por ello, hoy el foco está puesto en que el área de energía de la futura Calificación Energética de Edificios de Uso Público, Comerciales y Oficinas se encuentre en sincronía con los requerimientos de energía de CES en futura versión 2.

Particularmente, el Estudio 1, que se centró en el estado del arte, tipologías y edificios de referencia, se desarrolló durante el segundo semestre de 2020, con un equipo consultor y de trabajo de la Universidad del Biobío, en el que participaron profesionales internacionales, que transmitieron experiencias relevantes de Alemania, Australia, España, Japón y Estados Unidos. A ello se suma la activa participación en el Comité Técnico de profesionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo que, como lo establece la Ley de Eficiencia Energética será el encargado de administrar la futura Calificación.

Por su parte, Bárbara Rodríguez, profesional de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía y contraparte técnica del convenio de colaboración, detalló los alcances de los tres estudios. El primero, como se mencionó antes, enfocado en el estado del arte, tipologías representativas y características del edificio de referencia y prospección de la línea base. En tanto, el segundo, está centrado en la metodología de cálculo y diseño de la herramienta de cálculo, y también hay un tercer estudio, contemplado para 2022, que permitirá el desarrollo de escalas de la calificación energética y el diseño de la etiqueta, que ejecutará directamente Minvu.

“Los tres estudios son muy importantes, porque esta es la primera vez que tendremos la obligatoriedad de una calificación energética en nuestro país, y específicamente con respecto a la edificación de uso público, porque hoy no lo tenemos dentro de nuestra Ordenanza, dado que la obligatoriedad ahora en términos de reglamentación térmica, es para viviendas”, aseguró la profesional de la cartera de Energía.

La profesional también agregó que “mientras no tengamos la actualización de la reglamentación térmica, no vamos a ver requisitos para edificación de uso público”, por lo que están frente a un desafío grande, porque a diferencia de lo que sucede en el ámbito de la vivienda, existe gran diversidad de tipologías arquitectónicas y energéticas. “No solo estamos hablando de edificios de oficinas, comerciales desde el ámbito público, sino que también de hospitales, centros de salud, colegios, entre otros”, especificó Rodríguez.

Estudio 1
Dado que no es posible contar con 100 tipologías o más, fue necesario encontrar una forma de caracterizar el parque nacional de edificios de uso público, comerciales y de oficinas, de forma estratégica. Al mismo tiempo, llegar a la prospección de una línea base.

“Para nosotros es sumamente relevante poder establecer este sistema de calificación en el mercado que ya tenemos de certificaciones y calificaciones en el país. Tenemos una capacidad instalada de más de 10 años, con trabajo en distintos comités e iniciativas, tanto en el sector público como privado”, señaló la profesional del Ministerio de Energía.

Caracterizar energéticamente el parque de edificios nuevos, dado que la ley establece su obligatoriedad solamente para la edificación nueva, es otro de los aspectos que Rodríguez destacó. En ese sentido, se estableció lo mínimo que se tiene que solicitar para caracterizar a estos edificios.

“Se evaluaron los atributos de la mayoría de los sistemas existentes a nivel mundial, que en su mayoría son obligatorios, y hubo elementos muy relevantes, como que la mayoría se caracteriza por tipología de uso, en el caso de la edificación no residencial, donde también hay un principio de evaluación justo”, resumió Rodríguez.

Y algo que, a su juicio, es muy importante de considerar tiene que ver con la gestión de la información, dado que en la mayoría de estos sistemas internacionales, especialmente en el de Australia y Estados Unidos, hay un sistema central relacionado con registrar la información y utilizarla para generar conocimiento sobre el mercado. “Y en este estudio la evaluación de los atributos de estos dos sistemas, tanto el australiano como el estadounidense, eran los más robustos en ese aspecto”, precisó.

La gobernanza, por su parte, también es relevante, ya que existen ejemplos muy importantes, como los directorios de CVS y CES, que son muy determinantes para la mejora continua.

Fuente: Certificación Edificio Sustentable

¿Qué tan industrializada está tu empresa? Primer estudio de indicadores en tierra derecha

Las empresas chilenas podrán medir el grado de industrialización con que trabajan, analizando costos y variables medioambientales y sociales para tomar mejores decisiones.

Con la finalidad de medir el grado de industrialización en la construcción, Construye2025, programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, encomendó en 2020 a la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), un estudio para levantar indicadores clave de los proyectos que se desarrollan en Chile. Hoy en etapa de calibración, dicho trabajo será una herramienta para determinar qué tan industrializada está una empresa o sus proveedores.

Según el presidente del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Sebastián Fourcade, a lo largo del camino, fue posible establecer que una obra o un producto contiene muchas variables, por lo que el índice tenía que integrarlas. “Esta matriz nos entrega un coeficiente y una consultoría externa nos permitió ver cómo se aplicaba la fórmula en cada proyecto. Ahora, queda aterrizar esa calibración”, explica.

El índice se descompuso en las siguientes grandes variables: Costos, que es el indicador sobre el cual hay más información, porque incluye productividad y mano de obra, por ejemplo; otro más relacionado con el Medioambiente y, un tercero vinculado al tema Social. “Creemos que tener las variables en la mesa va a motivar a las empresas a medirse”, afirma Sebastián Fourcade.

Por qué medir

De esta manera, tal como sucede en Singapur, país donde cuentan con los edificios industrializados más altos del mundo, los planes reguladores podrían permitir, eventualmente, construir solo a las constructoras con una mayor calificación, al menos en ciertas zonas. “Eso puede suceder a medida que este índice se internalice. Por ahora, es importante que la mayoría de las empresas se auto midan, para saber dónde mejorar”, añade el presidente del CCI.

Asimismo, la subgerente de Gestión de Proyectos de la CDT, Carolina Tapia, cree que el estudio de indicadores de industrialización permitirá sentar una base para comparar proyectos con distinto grado de implementación de soluciones modulares o industrializadas. “En la medida que se pueda probar este indicador en la mayor cantidad de obras, se podrá ir calibrando para entregar un resultado que permita tomar decisiones como, por ejemplo, determinar cuánto incidirá en mis resultados, el hecho de industrializar mi proyecto”, argumentó.

En Construye2025, se espera que este índice sea de motivación para las empresas que valoren la nueva forma de construir y busquen mejorar sus procesos. En este sentido, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, señala que “contar con una metodología de medición estándar, que permita comparar resultados de obras, de una misma empresa o bien contra promedios del sector entre distintas empresas, permitirá mejorar la competitividad del sector. Lo cierto es que podremos saber qué sistemas constructivos, qué aspectos de coordinación temprana y qué beneficios se puede obtener al industrializar partidas o proyectos completos de edificación. Con esto, buscamos evidenciar los beneficios de la industrialización y facilitar una herramienta que pueda ser utilizada para todo tipo de obras, privadas y públicas”. Así, una vez consolidado será posible desarrollar nuevas herramientas y manuales para que los constructores y personas que hacen productos para la industria puedan mejorar su productividad y la sustentabilidad de sus obras.

DOM en Línea: la transformación digital alcanza a las Direcciones de Obra Municipales

Más de 80 trámites simplificados le están diciendo “adiós” al trabajo análogo que se realizaba en las direcciones de obra, para dar paso a un nuevo ecosistema digital que hace más rápidos y sencillos los trámites.

Permisos de edificación, subdivisión, urbanización, regularizaciones y certificados, entre otros trámites podrán realizarse en forma remota gracias al trabajo mancomunado que comenzó hace poco más de dos años, para el desarrollo de DOM en Línea. “Ha sido una relación de trabajo colaborativo que ha sido importante para avanzar y terminar con la sensación de desamparo en algunas zonas. Podemos ser socios estratégicos para nuestro usuario en común”, comentó el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, en el “Taller de Transformación Digital DOM en Línea”, realizado en marzo.

Estas instancias partieron en marzo, con encargados de DOM de cada municipio, ADOM y Colegio de Arquitectos, para actualizarlos de los avances de la pltaforma y su importancia de implementación en cada comuna, según cuenta Enrique Matuschka, jefe de la División de Desarrollo Urbano (DDU). “Nuestra meta es tener el segundo trimestre de este año, a lo menos 100 comunas adscritas. Los invito a todos a fortalecer este espacio y trabajar con el objetivo de mejorar la gestión en cada región, para juntos ir encaminados hacia la modernización del Estado y la reactivación económica”, señala el jefe de la DDU.

Desde enero de 2019, el avance ha sido sustancial, según la arquitecta Liliane Etcheberrigaray, coordinadora nacional de DOM en Línea, que ha liderado el desarrollo de una plataforma transparente y gratuita, al alcance de todas las municipalidades que deseen implementarla. Hoy, diversos módulos hacen posibles las integraciones con Clave Única, Pago en línea a través de Transbank y Tesorería General de la República, Firma Electrónica Avanzada de SEGPRES, seguimiento de solicitudes, gestión de plazos y derivación de trabajo al interior de las DOM.

“De los tres certificados iniciales, hemos potenciado la herramienta hasta contar con 80 trámites, en las fases de anteproyecto, permiso, modificación y recepción, los que actualmente se pueden solicitar por internet en las 92 comunas que se encuentran habilitadas”, explica la coordinadora nacional de DOM en Línea, quien detalla que este año se inició un plan de acompañamiento y capacitación nacional, que significó disponer de profesionales altamente capacitados en regiones. Éstos se encuentran trabajando para apoyar la implementación de esta importante herramienta, para contribuir a la realización de un diagnóstico nacional de la situación de las Direcciones de Obras Municipales en todo el país, de cara a una transformación digital y a un proceso de mejora de los servicios que actualmente se entregan a la ciudadanía.

  “Durante 2021 se planteó el desafío de llegar a la mayor cantidad de comunas, teniendo como meta implementar la plataforma en 100 comunas durante el primer semestre, capacitar a 3.000 funcionarios municipales en el uso de la plataforma y en temáticas relacionadas al urbanismo y la construcción, y seguir creciendo con las integraciones del sistema en sus trámites más complejos, en paralelo con la interoperabilidad de la plataforma con organismos del Estado en vías de digitalización, como SII, INE, MINECON; MTT y con municipalidades que cuenten con plataformas propias”, detalla Liliane Etcheberrigaray.

Reactivación económica

Lo anterior ha sido fruto de la alianza público-privada que se ha fortalecido para avanzar hacia la modernización estatal, agilizando procedimientos, evitando trámites presenciales y realizando el seguimiento en línea de los mismos. En este sentido, DOM en Línea es un proyecto de futuro. Así lo cree la coordinadora nacional de la plataforma, que espera que una vez que se encuentre implementado e interoperando con otros organismos, reduzca los plazos de tramitación de las solicitudes, otorgue certezas y contribuya a mejorar la productividad y fomentar la reactivación económica.

En los próximos dos años, la plataforma ya debería integrar tecnología BIM, disponer de herramientas de revisión, mejorar los estándares de aplicación normativa y, en definitiva, convertirse en la plataforma base, sobre la cual, se tramiten todos los permisos a nivel nacional. “Esta iniciativa, de origen público privado, gracias al apoyo de los socios de la Mesa Público Privada, se perfila como una herramienta clave, a través de la cual el Ministerio de Vivienda contribuye a la modernización del Estado, al fortalecimiento de los gobiernos locales y a la equidad territorial y digital”, concluye Liliane Etcheberrigaray.

Para realizar un trámite en DOM en Línea, simplemente, los usuarios deben ingresar su Clave Única, verificar que su municipio está utilizando este sistema y comenzar a vivir la experiencia de la transformación digital.

 

“Deconstrucción”: el proceso que da nueva vida a los materiales de demolición

Iniciativa pionera busca -en línea con los principios de la economía circular- lograr un retiro minucioso y óptimo de la mayor cantidad de los materiales que componen un inmueble, reduciendo residuos y emisiones de gases de efecto invernadero.

Reciclaje, reutilización, revalorización son conceptos que cada vez están más presentes en la sociedad y los distintos sectores de la economía, pues existe conciencia de que detrás de ello existe generación de valor económico y medioambiental.

Por ello, Demoliciones H y L decidió estar a la vanguardia, incorporando el concepto de deconstrucción a sus procesos, de manera de valorizar y dar trazabilidad a los residuos de una demolición. Todo con un objetivo claro: añadir una mirada verde a los procesos, para agregar valor al derribamiento de inmuebles.

“Con la guía de Nicolás Behar de Recylink, en Demoliciones H y L vimos una posibilidad de trabajar con una visión verde, en el sentido de realizar ciertas modificaciones en los procesos de demoliciones para incorporar conceptos de economía circular”, afirma Felipe Lira, ingeniero constructor y gerente Técnico y de Administración de Proyectos en Demoliciones H y L. 

Si bien la deconstrucción es un proceso que demora y encarece un poco la ejecución de demolición convencional, sus beneficios son claros: reutilizar la mayor cantidad de material posible (y certificar con Recylink, para así asociar a una reducción de CO2 y, con ello, el impacto ambiental), considerando que en Chile no existe una normativa que facilite la comercialización de escombros sólidos reciclados asociados al proceso de demolición.

Así, en la actualidad, el análisis de qué materiales son susceptibles de recuperar y reutilizar es “caso a caso”. En esta labor, la trazabilidad es clave, pues es la única forma de cuantificar dónde y qué tipo de residuos genera una demolición y en qué lugar serán dispuestos.

El proceso comienza con una auditoría de predemolición, que identifica qué componentes tiene un inmueble que se demolerá, lo que permite armar un plan de gestión ambiental. Para el éxito del proceso, explica Nicolás Behar, constructor civil asesor en este proyecto de Demoliciones H y L y CEO de Recylink, generaron una estrategia con cuatro aristas: una estructura de deconstrucción, un plan de gestión ambiental, procedimiento y programa de educación ambiental. “Todo debe ser firmado por las partes, porque establece objetivos, cómo se lograrán, quiénes estarán involucrados en cada parte del proceso”, comenta el especialista.

Este material –manuales, fichas técnicas hasta certificados de faenas y autorizaciones- son ingresados a una plataforma que guarda todo el historial del proyecto, lo que facilita encontrar la información y procesos a seguir, así como ver en gráficas los aportes de la deconstrucción.

Cómo opera

En un proyecto realizado en La Florida y que dio el “vamos” a esta nueva mirada, por ejemplo, un punto relevante era dar nueva vida a los árboles que estaban en los terrenos. Ello se logró gracias a una máquina chipeadora, que permite procesar material de diferentes diámetros, reduciendo los desechos y entregando como resultado chips de madera, los cuales fueron valorizados y reutilizados).

En este proyecto, cerca de 50 metros cúbicos de madera/ramas se convirtieron en 6 metros cúbicos de chips, que fueron entregados a un vivero de la comuna de La Reina para su reutilización en compost. Los troncos de pinos, en tanto, fueron cortados y entregados como insumos para la fabricación de tablas para piso. El mismo proceso se realizó con otros componentes como plástico, puertas, ventanas, fierro y cobre, que fueron entregados en distintos depósitos o bien, entregados directamente a personas para su reutilización.

Por ejemplo, las cerchas fueron entregadas a una persona que estaba ampliando su casa y las botellas plásticas a puntos de reciclaje específicos. “Así lo tratamos de hacer con todos aquellos materiales a los que se le pudiera dar una segunda vida. Lamentablemente, en Chile no está aún la tecnología ni la reglamentación para procesar los escombros inertes y haber obtenido un producto final comercializable nuevo, porque con eso, no me cabe la menor duda, de que del 100% de los escombros, se podría haber llegado a un 60% o 70% adicional al 20% que se valorizó”, agregó Felipe Lira.

Impacto en cifras

 

  • 82 camiones
  • 1.515 cubos
  • 102 toneladas
  • 20% reutilización

 

 

Lanzan el primer parque tecnológico para el sector de la construcción

El Parque de Innovación CTeC, iniciativa impulsada por Corfo, la U. de Chile y otras seis universidades nacionales, busca potenciar el desarrollo de innovaciones que promuevan tecnologías para mejorar la productividad del sector de la construcción.

¡Llegó el día! El Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC) lanzó su Parque de Innovación CTeC en Laguna Carén, a tres años de iniciar oficialmente uno de los proyectos más ambiciosos de la Universidad de Chile. 

La iniciativa, que contó con una inversión de $530 millones y tendrá una extensión de 1,5 hectáreas, busca mejorar la productividad y sustentabilidad de la industria de la construcción nacional, a través de la incorporación de un laboratorio a escala real, único en Chile, donde las empresas podrán pilotear y desarrollar nuevos materiales, tecnologías y soluciones constructivas, bajo condiciones reales, antes de ser implementados en obra.

A juicio del rector Ennio Vivaldi, la entrada en funcionamiento del Parque de Innovación CTeC “se trata de un excelente ejemplo de lo que estamos impulsando como Universidad de Chile en el Parque Carén, porque apunta a resolver los desafíos del país en distintas áreas, en este caso la construcción, de forma transdisciplinaria y congregando a todos los protagonistas que queremos sean parte de esta iniciativa. Por una parte, la academia, a través de todas las universidades que integran esta Corporación, el Estado representado por Corfo, el sector privado a través las empresas y, por supuesto, organismos internacionales con su vasta experiencia.”

El parque está diseñado bajo la asesoría de BRE, centro de investigación del Reino Unido, y busca congregar a empresas del sector, así como también a startups, investigadores e instituciones públicas, convirtiéndose en una plataforma de encuentro, propiciando sinergias e instancias de colaboración e innovación, promoviendo tecnologías y metodologías disruptivas que aceleren el salto tecnológico que requiere la industria.

Antonio Errázuriz, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, indicó que “sin duda que el Parque de Innovación CTeC marcará un importante hito en el futuro de la construcción. Esta iniciativa permitirá llevar desde los laboratorios a las obras, las mejoras en la tarea de construir. Como gremio, buscamos potenciar el vínculo de nuestras empresas socias con espacios de desarrollo e innovación como el CTeC, por lo que esperamos que esta iniciativa potencie la sostenibilidad de nuestra industria”.

Mientras que para la directora ejecutiva de CTeC, Carolina Briones, el parque presenta una gran oportunidad para todas las empresas del sector. “Se trata de un espacio único, que permitirá testear y validar las distintas innovaciones, que requieren de una mirada externa antes de ser puestas en el mercado. Estamos convencidos de que este laboratorio a escala real, será una excelente oportunidad de integración para que las distintas soluciones se potencien a través de la colaboración de los actores. Además, significará una vitrina, tanto a nivel nacional como internacional, propiciando proyectos de alto impacto que trasformen positivamente a la industria y posicionado a nuestro país como un referente a nivel latinoamericano”, precisó.

A la fecha, el Parque cuenta con la participación de más de 20 empresas que se sumaron al desafío de la innovación y colaboraron con su puesta en marcha. Con ellos, ya se comenzarán los primeros trabajos de testeos y estudios. Por ejemplo, Urban Spark, empresa creadora de la baldosa que genera energía al pisarla, está monitoreando los parámetros relacionados al flujo y horarios de las pisadas y Timberecco, que recicla plástico de desechos y los transforma en un material funcionalmente parecido a la madera natural, se encuentra midiendo el desempeño de sus decks en zonas de mediano tráfico peatonal.

Dentro de los próximos desafíos, CTeC inaugurará dos nuevas estaciones de pilotaje en el norte y sur del país, a cargo de las Universidades de Antofagasta y de La Frontera, respectivamente, con el objetivo de responder a las necesidades de la industria a nivel nacional.

Como está conformado el CTeC

CTeC es un Centro Tecnológico difusor de tecnologías disruptivas e innovación abierta, que propicia sinergias y colaboración en el ecosistema de la construcción. A través de la digitalización, el prototipaje y pilotaje, los proyectos de I+D y la capacitación, busca mejorar la productividad, sustentabilidad y competitividad de las empresas y/o instituciones.

Conformado por una red de socios que aúnan conocimiento nacional y experticia global, CTeC cuenta con la participación de la Universidad de Chile, Universidad de Santiago, Universidad Tecnológica de Chile (INACAP), Universidad de La Serena, Universidad de Antofagasta, Universidad de La Frontera, Universidad de Concepción, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Instituto de la Construcción, Recylink, Construye 2025, BRE de UK, Tecnalia y Eurecat de España.

Además, CTeC forma parte del Parque Carén de la Universidad de Chile, iniciativa universitaria que se propone como un lugar de encuentro entre la academia, el sector público y privado, la comunidad y el territorio; un laboratorio sustentable que abre sus puertas a iniciativas nacionales y globales con el fin de fortalecer y facilitar la integración, creación de conocimiento y recreación de la innovación, la experimentación, la investigación de clase mundial y la vinculación territorial, teniendo como centro el respeto por el medio ambiente y la conservación.

En el Parque Carén de la Universidad de Chile se inaugurará también este semestre el Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA) y próximamente se sumarán el Centro de Biotecnología y Producción de Vacunas, el Centro de Energías y Electromovilidad, el Centro de Tecnologías, entre otros.

Siete oportunidades para la construcción

  1. Espacio único para la transferencia de conocimiento y el fomento de la innovación.
  2. Trabajo colaborativo entre sector público, privado, academia y startups, fomentando la innovación abierta.
  3. Disminución de riesgos e incertidumbres de innovación anticipando pilotos en condiciones reales.
  4. Infraestructura flexible y adaptable a las necesidades del cliente.
  5. Detección continua de oportunidades de mejora.
  6. Validación y certificaciones por entidades neutrales.
  7. Posicionamiento de la marca en el ecosistema.
  8. Instancias para el networking.
  9. Conocimiento experto, tanto de socios nacionales como internacionales.

Campus e-learning

Para fortalecer el capital humano nació la plataforma de cursos e-learning (ver en https://ctecinnovacion.cl/cursos/), que busca mejorar las capacidades de técnicos profesionales y estudiantes. De esta manera, se busca avanzar hacia un modelo de innovación y mejora continua. 

En una actividad online en la que participaron especialistas de la oficina de arquitectura Zaha Hadid y de la empresa de ingeniería Arup, quedó en evidencia la importancia de las tecnologías y cómo la transferencia de conocimiento, la formación de capital humano y la colaboración temprana, resultan claves para lograr resultados exitosos.

La plataforma contará inicialmente con tres cursos asociados a la transformación digital con temáticas como: Gestión de la TD en empresas de la construcción, IoT y Sensorización, para posteriormente ampliar la oferta de cursos disponibles.

 

CIPYCS: Gran iniciativa e interesante desafío

Por Lorenzo Constans, presidente del Directorio del Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable (CIPYCS).

CIPYCS, Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable se formó el año 2017 con la participación, como fundadores, de las universidades Católica de Chile, del Bío-Bío, Católica del Norte y de Talca. A estas destacadas instituciones se incorporaron como socios la Universidad de Magallanes, Austral de Chile y Universidad Técnica Federico Santa María, Gepro, Sirve, Dictuc y DuocUC.

La participación de ellas y su trabajo en conjunto, permiten acceder a investigadores y profesionales diversos, además de acceder y firmar convenios con otras instituciones relacionadas a ellas mismas. Además, se cuenta con acuerdos con institutos, corporaciones del sector privado, nacionales como extranjeras y que permitirá aportar una mayor experiencia y variedad de conocimientos a empresas constructoras, industrias y fabricantes de materiales para la construcción.

CIPYCS busca que el sector de la construcción avance en la adopción de innovaciones tecnológicas y de procesos a través de entregar servicios I+D+i especializados para el diseño, desarrollo y validación de nuevas tecnologías, desarrollo de productos y servicios y educación continua teniendo como fin último mejorar la productividad y sustentabilidad de la construcción. CIPYCS está al servicio de las empresas del sector construcción y ofrece soluciones a sus desafíos, lo que hace un cambio claro de objetivo (según lo percibido por las empresas sobre las universidades), ya que consiste en solucionar problemas reales, a la medida de las empresas.

Lo destacable de esta iniciativa es que permite mirar con optimismo el aporte que se hace y hará, ya que está enfocada a unos de los desafíos permanentes que tiene la industria de la construcción, la cual es la mejora de la productividad y desarrollo de innovación aplicada.

El trabajo conjunto asociado de estas instituciones académicas potencia, sin lugar a dudas, a CIPYCS, ya que cuenta con visiones distintas y la posibilidad de acceder a una amplia variedad de conocimiento y complemento entre las mismas. Significación especial tiene la participación de instituciones con las cuales se cubre todo el territorio nacional, con lo cual, además de la ubicación geográfica, aporta una visión adicional de climas, uso de materiales locales, que sin lugar a dudas podrá incorporarse en el desarrollo aplicado de innovaciones técnicas.

Otro punto interesante es la participación directa de representantes del sector privado y público en el directorio, lo que complementa la calidad profesional y técnica con el mundo real de usuarios, lo que permite un contacto directo con los problemas y desafíos prácticos de la industria.

Hoy, con el apoyo e importante aporte de Corfo, y pese a las cuarentenas sanitarias, ha permitido estar próximos a entregar los laboratorios de Prototipado a Escala Piloto (PEP), y de Infraestructura Modular Adaptativa (IMA) que facilitarán, a la industria y empresas constructoras, la adopción de innovaciones, ya que al apoyar el diseño y validación de elementos y sistemas constructivos, en condiciones de laboratorio (PEP) y en condiciones reales (IMA), junto con el diseño del proceso de fabricación, se disminuye el riesgo de adoptarlas. Es por esto que las empresas se han mostrado interesadas en tan relevante iniciativa para mejorar la productividad y sustentabilidad del sector construcción, y el progreso del país en beneficio de sus habitantes.

Otro aspecto relevante es que ya está a disposición de las empresas el Laboratorio de Experiencias Virtuales Inmersivas, EVI, que permite mejorar la productividad, interacción colaborativa y el acceso a información relevante oportuna para la toma de decisiones, a través de herramientas basadas en la realidad virtual extendida inmersiva, aumentada y mixta y, el Observatorio VISTA que genera y provee información para el desarrollo sustentable del negocio inmobiliario. 

El aporte de cada una de las instituciones permitirá abarcar y compartir su propia expertise y de esta manera trabajar como un verdadero consorcio académico al servicio de las empresas y su innovación. Desde la investigación en energía solar aplicada a edificios, uso de energías renovables, prototipos para el desarrollo y construcción sustentable en madera, innovación en robótica, aplicación de tecnología en temas acústicos, habitabilidad en zonas climáticas extremas entre otras.

Finalmente, la recepción positiva de importantes empresas del sector, nos hace ser optimistas del aporte real que CIPYCS está entregando y entregará en el futuro.