De Atacama, RM, la Araucanía y Magallanes son los edificios más sustentables de Chile 

En la ceremonia del Premio CES 2025, la Certificación Edificio Sustentable reconocerá a los equipos que alcanzaron los mayores puntajes en edificios y proyectos, que este año se concentran en cuatro regiones de todo el país. 

Las regiones de Atacama, La Araucanía, de Magallanes y Metropolitana, son las que zonas en las que están los edificios y proyectos que serán reconocidos en la ceremonia del Premio CES 2025. Éstos representan a los que obtuvieron los mayores puntajes en el sistema nacional de certificación durante el año 2024.

CES considera diversos parámetros para calificar proyectos de uso público desde su diseño hasta su operación. Este año, nuevamente, destacará a los edificios que alcanzaron mejores niveles de certificación por aspectos como la calidad del ambiente interior, que considera confort térmico, acústico, calidad del aire e iluminación; uso eficiente de la energía, que toma en cuenta demanda, consumo y también huella de carbono en la operación; uso eficiente del agua; y gestión de residuos, entre otros.

La premiación que se realizará por séptimo año consecutivo, el próximo martes 30 de septiembre, a las 17:00 horas, en la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), busca reconocer a todos los actores que participan en el desarrollo de los proyectos, entre ellos, el mandante, los arquitectos, ingenieros, constructores, asesores CES y evaluadores, que mancomunadamente trabajan por la sustentabilidad de los edificios.

Esta jornada se llevará a cabo en el décimo aniversario de CES. En ese sentido, el presidente de CES, Ricardo Fernández, destaca el valor que ha tenido esta metodología nacional: “En una década, hemos desarrollado una certificación que está generando un impacto hacia el futuro. Es algo de lo que nuestro país puede estar orgulloso”.

En cifras de 2014 a 2024, se establece que los edificios certificados CES reportan una reducción anual de: 51 millones de kWh (equivalente al consumo de 17.000 viviendas), 25.900 toneladas de CO (igual a 11.000 autos fuera de circulación por un año) y un ahorro estimado de 1.800 millones de pesos al año en costo social por reducción de emisiones.

“Desde la CChC, valoramos profundamente la trayectoria de CES y su impacto en la evolución de nuestro sector. Sigamos trabajando juntos para que la sustentabilidad sea una convicción compartida y una práctica habitual en cada proyecto, en cada territorio y en cada comunidad”, precisa Claudio Cerda, vicepresidente y presidente del Consejo de Sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción.

“Estamos expectantes de esta ceremonia, porque a diferencia del año pasado, este 2025 los premios abarcan zonas del norte, centro y sur austral e incluye la región de Magallanes, que vuelve a tener proyectos premiados”, explica el Ricardo Fernández, presidente de CES.

De esta manera, CES busca incentivar las mejores prácticas sustentables en la edificación y reconocer públicamente a quienes han hecho un esfuerzo por certificarse con una herramienta nacional que incorpora variables propias de cada territorio.

El año pasado el primer lugar en la categoría Certificado, se lo adjudicó el Liceo B-15 Jorge Teillier, ubicado en la comuna de Lautaro, región de la Araucanía. El segundo lugar fue para el Edificio Institucional de la Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano (D.R.A.T.), mientras que en la tercera posición se instaló la Subcomisaría de Longaví.

Al igual que en las versiones anteriores del Premio CES, en esta oportunidad, se reconocerá nuevamente al “Profesional Destacado” del año, la Política Pública Destacada y la Empresa Destacada.

Las inscripciones están disponibles aquí: https://forms.gle/4cLmWW8rhSutvYPH9

AICE premia la excelencia estructural en su 12° Seminario de Proyectos

El encuentro reunió a destacados ingenieros estructurales, presentando casos innovadores en las categorías Inmobiliaria, Industrial y Academia. Los ganadores fueron Carlos Moncada, Miguel Medalla y Rodrigo Astroza. La Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales de Chile (AICE) realizó una nueva edición de su tradicional Seminario de Proyectos, consolidado como un espacio de alto nivel técnico y de intercambio profesional. En sus palabras de bienvenida, Jorge Tobar, presidente de AICE, destacó: “Como Asociación buscamos que este Seminario sea un espacio de aprendizaje técnico, pero también de encuentro entre colegas. Queremos que cada proyecto presentado refleje la capacidad de la ingeniería estructural chilena de responder a los desafíos con creatividad y rigor”. Asimismo, remarcó el valor de la colaboración entre distintos ámbitos de la disciplina: “Hoy vemos cómo la colaboración entre academia, industria y práctica profesional permite generar soluciones que no solo cumplen con las normas, sino que elevan el estándar de la construcción en nuestro país”. Categoría Inmobiliaria: Respuesta estructural ante emergencias El ganador fue Carlos Moncada Delgado, socio fundador de Moncada y Pedrals Ingeniería, con el proyecto de estabilización del edificio Euromarina II en Reñaca. Tras un socavón que dejó sin soporte parte de las fundaciones, se diseñó e implementó una solución de emergencia con tecnología de vanguardia, que permitió restituir la habitabilidad del edificio. Otros proyectos en esta categoría fueron la fachada ventilada en ladrillo cerámico del Museo Regional de Atacama (MUSEAT), presentado por Jorge Tobar Palma, gerente general de Clann Ingenieros, y la rehabilitación estructural del Teatro Mauri en Valparaíso, liderada por Benjamín Morales Morales, donde se integraron refuerzos con FRP y socalzados bajo fundaciones en un entorno patrimonial sensible. Categoría Industrial: Ingeniería al servicio de la continuidad operacional En este ámbito, el premio recayó en Miguel Medalla R., ingeniero de AMU Ingenieros, quien expuso la evaluación probabilística de falla operacional en un terminal portuario de la gran minería. Aplicando metodologías de Ingeniería Sísmica Basada en Desempeño (PBEE), se estimó la probabilidad de interrupción de la operación frente a sismos y tsunamis, entregando información estratégica para la toma de decisiones sobre inversión y continuidad. Completaron esta categoría el Nuevo Puente Ferroviario sobre el río Biobío, presentado por Sergio Aguilar (GHD), donde se destacaron los aisladores sísmicos con núcleo de plomo y el trabajo colaborativo internacional, y el puente colgante de conducción de agua en Redway, California, expuesto por Juan Pablo Sanhueza y Francisco Valbuena (GHD), ejemplo de diseño no convencional con normas internacionales. Categoría Academia: Innovación desde la investigación aplicada
El ganador fue Rodrigo Astroza Eulufi, académico de la Universidad de los Andes y socio de AMU Ingenieros, con un trabajo pionero a nivel mundial: el desarrollo de HEWFERS (Hybrid Earthquake Warning Framework for Estimating Response Spectra), un sistema de alerta temprana que, mediante aprendizaje profundo y datos sísmicos reales, permite predecir la demanda estructural con hasta 40 segundos de anticipación, facilitando decisiones críticas como evacuación de estructuras o paralización de procesos industriales. También se presentaron investigaciones como la del profesor Claudio Sepúlveda (UTFSM), con la modelación no lineal avanzada del sistema de aislación sísmica del telescopio GMT, y la del profesor Matías Hube (UC), sobre las implicancias de la normativa chilena en el desempeño sísmico de edificios, basada en el análisis de 832 casos mediante la plataforma OpenSees. Un espacio para la excelencia profesional En el cierre de la jornada, el presidente de AICE reafirmó: “El compromiso de nuestra Asociación es seguir aportando a la discusión normativa y técnica, siempre con un foco claro: estructuras seguras, confiables y que aporten al desarrollo sostenible de Chile”. Con esta edición, el Seminario de Proyectos AICE reafirma su rol como plataforma para difundir buenas prácticas, innovación y soluciones concretas que contribuyen al desarrollo de una ingeniería estructural segura, eficiente y comprometida con el país. El jurado estuvo compuesto por:

Qué debes saber sobre la nueva normativa térmica chilena

A pocos meses de que entre en vigor la actualización de la Reglamentación Térmica (RT) en Chile, impulsada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), conviene hacer una breve reseña de los avances en materia de eficiencia energética en la construcción de viviendas en el país, y profundizar en los alcances de la nueva normativa que comienza a regir el 28 de noviembre de 2025.

Para dar un contexto general cronológico sobre la normativa térmica en Chile, es necesario mencionar que las primeras exigencias de eficiencia energética para viviendas se incorporaron en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) en el 2000, la que se denominó “primera etapa de la Reglamentación Térmica”, las que se ampliaron en 2007 en una segunda etapa. Luego en 2015 el Minvu desarrolla una propuesta para la actualización de la OGUC que modifica el artículo 4.1.10.

Complementariamente, el Minvu sumó en 2012 un mecanismo a través del cual se podría evaluar la eficiencia energética de las viviendas que se construyeran en el país, implementando, en conjunto con el Ministerio de Energía, la primera versión de la Calificación Energética de Viviendas (CEV), para lanzar en 2018 una versión actualizada de este sistema de aplicación voluntaria. Actualmente, y como dictaminó la Ley de Eficiencia Energética (N° 21.305 del Ministerio de Energía), en octubre de este año la CEV comenzará su etapa de obligatoriedad, lo que implica que todas las viviendas nuevas deberán contar con esta evaluación.

Paralelo al proceso de tramitación y actualización de la nueva reglamentación, en 2022 el Minvu comenzó a aplicar estos nuevos estándares térmicos en viviendas nuevas de los programas de subsidio, en las zonas del centro y sur del país.

El 27 de mayo de 2024 se publicó en el Diario Oficial la actualización de la “Reglamentación Térmica”, la cual entrará en vigor en noviembre del presente año. La nueva normativa mejora las actuales exigencias a techos, muros, pisos ventilados y ventanas, e incluye exigencias a puertas exteriores, sobrecimientos, condensación, infiltraciones de aire y ventilación.

Objetivos y beneficios de la nueva reglamentación

Para el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Minvu, Marcelo Soto Zenteno, “la incorporación de criterios de eficiencia energética en programas y proyectos de Minvu, no solo ayudan a disminuir la demanda energética de las viviendas, también permiten alcanzar condiciones saludables del ambiente interior, incorporando sistemas de ventilación y optimizando la temperatura y la humedad, para entregar mejor calidad de vida a las familias; y esta es nuestra motivación principal”.

Por su parte, Camilo Lanata Giralt, encargado de la Unidad de Habitabilidad y Eficiencia Energética de la Ditec, del Minvu —quien fue parte del equipo que desarrolló la propuesta—, sostiene que la reglamentación busca contribuir a alcanzar condiciones de confort interior, reducir el consumo de energía en calefacción y disminuir las emisiones de contaminantes, principalmente en las zonas saturadas por Material Particulado (MP), y adicionalmente, “La nueva normativa establece, por primera vez en la OGUC, exigencias mínimas de acondicionamiento térmico a establecimientos de educación y salud, lo que representa un avance cualitativo en las condiciones del ambiente interior y la eficiencia energética de este tipo de edificios”.

Entre los objetivos más relevantes de la nueva reglamentación térmica es necesario destacar los siguientes:

  • Mejorar el comportamiento energético de la vivienda y disminuir su demanda de energía en calefacción,
  • Alcanzar condiciones de confort interior, mejorando las condiciones de habitabilidad y la calidad de vida,
  • Evitar patologías constructivas y disminuir causas de enfermedades respiratorias
  • Disminuir el consumo de energía necesario para mantener las condiciones de confort interior, y
  • Contribuir a disminuir las emisiones de MP

En términos de beneficios, podemos destacar:

  • Ahorro energético: Reducción del consumo de energía.
  • Reducción de contaminación: Menor emisión de Material Particulado (MP) y gases de efecto invernadero (GEI).
  • Aumento del confort térmico: Mejora de la temperatura, humedad y calidad del aire, en el ambiente interior.
  • Mejorar la calidad y plusvalía de las viviendas: Edificios más duraderos, eficientes y sostenibles.

Implicancias de la nueva RT

La nueva reglamentación térmica chilena introduce innovaciones y consideraciones que deben ser incorporadas desde una etapa temprana del diseño arquitectónico; entre estas están el clima del emplazamiento y la orientación de las edificaciones, así como la colaboración de equipos multidisciplinarios y especialistas en eficiencia energética, entre otras.

Entre las implicancias más relevantes que se pueden identificar están:

  • Cambio en la zonificación térmica: considera una nueva zonificación que reconoce la diversidad climática del país, la oscilación térmica y la radiación, así como el efecto del mar, los valles centrales y la cordillera de los andes, aumentando de 7 a 9 zonas.
  • Aumento de exigencias al comportamiento térmico: se aumentan las exigencias de comportamiento térmico a los techos, muros y pisos ventilados. Adicionalmente, se incorporan exigencias térmicas a puertas exteriores y sobrecimientos.
  • Porcentaje máximo de ventanas: cambia la actual exigencia máxima para superficie de ventanas, estableciendo superficies máximas según la orientación y el comportamiento térmico de la ventana, permitiendo mayores superficies vidriadas en la orientación norte y menores en la orientación sur.
  • Análisis del riesgo de condensación: en los complejos de muros perimetrales, techumbre y piso ventilado, se deberá verificar que no exista riesgo de condensación superficial e intersticial. El análisis deberá incluir los puentes térmicos de la solución constructiva.
  • Hermeticidad: la envolvente térmica de las viviendas deberá cumplir con exigencias respecto a las infiltraciones de aire máxima según su emplazamiento. Asimismo, las puertas exteriores y las ventanas deberán cumplir con una Clase de permeabilidad al aire mínima.
  • Ventilación: se deberán incorporar sistemas de ventilación para alcanzar condiciones saludables del aire interior.  

Finalmente, se espera que las normativas, como la actualización de la reglamentación térmica y la CEV, sean un impulso para la industria hacia el desarrollo de materiales y soluciones constructivas energéticamente más eficientes y sostenibles. Asimismo, que los proyectos incorporen en sus diseños criterios como el clima, la orientación, la eficiencia energética y la sostenibilidad.

Es fundamental que en el diseño arquitectónico se asuma la responsabilidad principal de garantizar el confort interior, incorporando y colaborando con especialistas en materia de eficiencia energética. En este sentido, el nuevo estándar mínimo representa un avance importante hacia la carbononeutralidad en el sector. 

En resumen, la actualización de la Reglamentación Térmica marca un cambio significativo que promueve la construcción de edificaciones más eficientes, saludables y confortables, adaptadas a las condiciones climáticas específicas de cada zona del país.

Revisa la siguiente presentación con los detalles sobre las implicancias de la nueva RT

 

Construcción más limpia y eficiente: Manual entrega herramientas clave para reducir residuos en obras

El Manual de Reducción de Residuos de Construcción y Demolición (RCD), cuya elaboración fue liderada por CDT en el marco del Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción, en colaboración con Reduciclo, es un documento técnico que entrega estrategias concretas desde la planificación hasta la ejecución de proyectos, fomentando una industria más eficiente, sostenible y alineada con los principios de economía circular.

El sector de la construcción genera más de un tercio de los residuos sólidos del país. Frente a este desafío, el Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción, junto a la CDT y Reduciclo, desarrollaron un completo Manual de Reducción de RCD que busca apoyar a las empresas del rubro en la adopción de prácticas más sostenibles y eficientes.

Dividido en tres tomos —Diagnóstico, Planificación y Ejecución—, el documento entrega herramientas prácticas para prevenir y reducir la generación de residuos, facilitando su valorización y reutilización.

Del diagnóstico a la acción

El Tomo I permite identificar los tipos y cantidades de residuos más comunes, ofreciendo metodologías de caracterización y medición, junto con indicadores de desempeño. Esto permite a las empresas tomar decisiones informadas desde el inicio del proyecto.

El Tomo II se enfoca en la planificación estratégica para la reducción de residuos. Se abordan temas como la identificación de materiales reutilizables, la integración temprana de proveedores y subcontratos, y la importancia de establecer cláusulas contractuales ambientales, así como herramientas para el diseño de instalaciones modulares y sostenibles.

Por ejemplo, una de las recomendaciones claves es implementar sistemas de codificación digital (como etiquetas RFID) para facilitar la trazabilidad de materiales reutilizables y evitar compras innecesarias.

Además, el manual plantea estrategias para comunicar y capacitar al personal en terreno, promoviendo una cultura organizacional orientada a la reducción de residuos.

Optimización durante la ejecución

El Tomo III profundiza en la etapa de ejecución del proyecto, con foco en la gestión eficiente de materiales, la verificación de calidad en la recepción, el almacenamiento seguro y la reutilización in situ de elementos.

Entre las estrategias más destacadas se encuentran:

  • Procedimientos específicos de manipulación y traslado, que minimizan pérdidas por daño.
  • Auditorías regulares de materiales y protocolos para manejar no conformidades.
  • Reutilización de materiales en el mismo sitio de obra, con metodologías claras y formatos descargables para su aplicación.

Avanzando hacia una industria circular

Este Manual es un documento técnico, práctico y aplicable, que invita a toda la cadena de valor del rubro a transformar sus procesos y a tomar un rol activo frente a la crisis climática y la escasez de recursos.

Para conocer todo el detalle del Manual de Reducción de residuos de construcción y demolición (RCD), puedes descargarlo aquí: https://www.compromisopro.cl/herramientas

Red de Economía Circular para la Construcción visita Greenrec: soluciones reales para los residuos del sector

Una delegación de la Red ECC recorrió las instalaciones de la planta de tratamiento de residuos Greenrec, instancia en la que se conversó sobre los desafíos, oportunidades y modelos de trazabilidad que podrían escalarse a nivel territorial para avanzar hacia una construcción más sostenible en Chile.

El pasado jueves 7 de agosto, una comitiva de la Red de Economía Circular para la Construcción (Red ECC) visitó las dependencias de Greenrec Lepanto en la comuna de San Bernardo, una innovadora planta de tratamiento y de residuos de construcción y demolición (RCD) ubicada en la Región Metropolitana. Esta instancia permitió conocer de primera mano las tecnologías y modelos operativos que se están implementando para reducir el impacto ambiental del sector.

Durante el recorrido, se discutieron las características de algunas obras de construcción que tienen dificultades para separar los residuos in situ, especialmente aquellas ubicadas en entornos urbanos, donde el espacio físico para segregar residuos en origen es escaso. En ese contexto, desde Greenrec destacaron la necesidad de crear puntos intermedios de transferencia y clasificación, como una solución factible para obras de menor escala.

“Segregar en origen está bien, pero hay que facilitarlo. Nosotros buscamos opciones: si no se puede en obra, te damos herramientas y alternativas para hacerlo en destino”, señaló uno de los representantes de Greenrec, durante la conversación con la Red ECC. Dentro de los beneficios que entrega Greenrec, destaca la medición del peso (kg) de material para valorización y su trazabilidad.

Uno de los ejes centrales fue el debate sobre los incentivos actuales y las barreras para valorizar residuos. Según se planteó, mientras la disposición final es, en muchos casos, barata y fácil, la valorización sigue siendo “heroica”.

Según la opinión del gerente general de Greenrec, Pedro Pablo Larraín: “hoy, disponer es fácil, legal y casi gratis. Valorar, en cambio, es costoso y requiere convicción. Por eso intentamos entregar trazabilidad, certificados, información útil… todo lo que sume valor a la decisión de hacerlo bien”. No obstante, en el sector existen también otras opiniones, “ya que la valorización de residuos de la construcción y demolición depende del contexto y las alternativas de gestión, por tanto, esto podría ser discutible”, se conversó durante la visita.

La delegación de la Red ECC, compuesta por representantes de entidades públicas, privadas y del mundo gremial, valoró especialmente el uso de herramientas tecnológicas como la utilización de códigos QR para la trazabilidad en camiones, reportes automatizados por tipo de residuo y un sistema de monitoreo en tiempo real, que permite seguir la cadena de manejo de los residuos desde su generación hasta su valorización.

Asimismo, se abordó el problema de la trazabilidad débil y las brechas normativas. En la actualidad, muchas declaraciones de gestión de residuos se limitan a compromisos de buena fe, sin fiscalización en terreno ni obligatoriedad vinculante de las guías de despacho.

“Hay una parte del problema que es la ilegalidad, pero otra gran parte es cómo pasamos del cumplimiento legal básico a la valorización efectiva. Y eso requiere herramientas, incentivos y también exigencias regulatorias claras”, reflexionaron los asistentes.

Por su parte, el gerente general de Greenrec Lepanto, agradeció la visita señalando que: “Es un orgullo tener estas ilustres visitas en nuestra casa. Nos hace sentir muy orgullosos de lo que estamos haciendo y nos impulsa a seguir cuidando este arbolito que apenas está creciendo. Hay que regarlo con compromiso”.

Larraín también valoró la presencia de actores clave del ecosistema circular y del sector público-privado: “Siempre es bueno tener visitas influyentes en el quehacer nacional. Ver lo que se está haciendo y hacia dónde va la vanguardia en la gestión de residuos en la construcción es fundamental para alinear políticas públicas y acción concreta”.

La delegación de la Red ECC destacó especialmente el potencial de escalar este tipo de soluciones dentro del modelo territorial que impulsa el proyecto, como una forma concreta de transitar hacia un sistema más sustentable, regenerativo y trazable para el sector.

Cabe resaltar que, el espacio físico donde se localizan las operaciones de la empresa Greenrec, comprende una gran excavación en una extensión importante de terreno, por un extremo está el área de extracción de áridos que se encuentra administrada por otra empresa, y en forma opuesta, las operaciones relacionadas al relleno, o también denominado “backfilling” bajo la operación de Greenrec. Según la literatura internacional, este último concepto se refiere a una operación de valorización, donde se depositan residuos para la recuperación de áreas excavadas para restauración de tierras o paisajismo.

En la normativa chilena, el relleno o backfilling, no está considerado como una acción de valorización, sin embargo, el proyecto de Ley que regula la extracción de áridos, actualmente en trámite, aborda diversos aspectos como el certificado de origen, trazabilidad, fiscalización y plan de cierre. El plan de cierre, se refiere al conjunto de medidas y acciones destinadas a mitigar, reparar o compensar los efectos que se derivan del desarrollo de la extracción de áridos, cuya responsabilidad es del titular de un proyecto de extracción.

La visita concluyó con el compromiso de continuar articulando acciones y estrategias concretas para impulsar la economía circular en la construcción, en línea con la Hoja de Ruta RCD Economía Circular 2035, la Estrategia de Economía Circular y el modelo territorial que propone la Red ECC. Experiencias como la de Greenrec muestran que sí es posible avanzar hacia una gestión sustentable, trazable y eficiente de los residuos del sector.

La comitiva estuvo integrada por integrantes del comité técnico y la gobernanza de la Red ECC: Katherine Martínez (CDT), Alejandra Tapia (Construye2025), Bárbara Silva (CDT); Felipe Smith (CChC); y los integrantes del Ministerio de Medio Ambiente: Paola Cofré, jefa de Economía Circular de la Secretaría Regional Ministerial de Medio Ambiente RM, más los profesionales de la Seremi RM Manuel Gómez y Paulina Agurto, y Osvaldo Pardo (SKC Circular). El grupo fue recibido por Pedro Pablo Larraín, Marcel Hagen y Raimundo Perez-Cotapos de Greenrec-Lepanto.

Sergio Díaz: “La economía circular no es un costo, es una oportunidad de negocio”

Sergio Díaz, subgerente de Sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), afirma que la Red de Economía Circular de la Construcción (Red ECC) es una oportunidad para transformar el sector desde la colaboración, la innovación y la eficiencia. Desde su rol en el Comité Técnico, subraya que este modelo no solo es escalable, sino que además fortalece la competitividad de las empresas en el corto y largo plazo.

La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) no quiere mirar desde la galería. Así lo expresa Sergio Díaz, subgerente de Sostenibilidad del gremio, al referirse al rol que decidieron tomar en la Red de Economía Circular de la Construcción (Red ECC): “Decidimos ser protagonistas en la Red ECC por una visión de futuro y un profundo sentido de responsabilidad. No nos sumamos por cumplir, sino por un conjunto de razones estratégicas”. Entre ellas, menciona liderazgo y proactividad: “Quisimos adelantarnos, tomar las riendas del cambio antes de que lleguen regulaciones más exigentes y guiar este proceso de una forma que cree valor para la sociedad, el país y nuestros socios”, dice.

El gremio más representativo del sector está convencido de que la circularidad no es una carga regulatoria, sino una fuente concreta de valor. “No vemos la economía circular como un costo, sino todo lo contrario: es una fuente de innovación y de nuevos negocios. Valorizar residuos y diseñar de manera más inteligente abre un mundo de oportunidades para ser más productivos”.

Socio estratégico para escalar el modelo territorial

La participación de la CChC no solo tiene fundamento en su estrategia de este año —de la cual la Red ECC es una implementación práctica—, sino también porque “es el paso lógico para implementar la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, una hoja de ruta que nosotros mismos ayudamos a escribir. La conexión es total: la Estrategia 2025 nos dice el “qué” y el “porqué”, y la Red ECC nos da el “cómo” y el “con quiénes”. Es el punto de encuentro donde el mundo público, el privado y la academia nos unimos para lograr las metas que nos propusimos”, explica Díaz.

Por otra parte, están las capacidades propias del gremio para acelerar el cambio. Díaz destaca tres factores: “El primero es nuestra capacidad de articulación del sector privado. El segundo, nuestra presencia en todo el territorio. Y el tercero, nuestra experiencia práctica”.

Esa articulación se traduce en convocar a empresas a lo largo de toda la cadena de valor, y conectar el propósito de la Red ECC con la realidad operativa de las obras. “Somos ese puente que conecta los grandes objetivos de la Red con la realidad del día a día”, explica. Y agrega que la capilaridad territorial de la Cámara permite adaptar el modelo a la diversidad regional del país.

Empresas protagonistas del cambio

Pero el protagonismo no está solo en las instituciones. Para Díaz, el motor de la Red son las empresas constructoras y proveedores: “Nuestros socios son el centro de este modelo. Son ellos quienes, en la práctica, harán que la economía circular ocurra”.

Esto implica transformar la cultura empresarial: dejar de ver los residuos como basura y empezar a entenderlos como recursos. “Una obra ya no genera ‘basura’, sino materias primas para otros, y el rol de nuestros socios es separar bien en la obra, para que esos materiales puedan volver a usarse”.

Además, enfatiza la importancia de cerrar el círculo generando demanda por productos reciclados: “Nuestros socios serán los principales compradores de materiales reciclados, cerrando el círculo y haciendo que este nuevo mercado sea rentable”.

De la idea a la acción: plataformas, estándares y colaboración

Para que la valorización funcione en la práctica, la CChC está impulsando iniciativas concretas: “Estamos impulsando la creación de plataformas que conecten, como marketplaces digitales de recursos y simbiosis industrial. La idea es simple: hacer visible y fácil el intercambio de materiales entre quien los genera y quien los necesita”.

Pero también se necesita generar confianza en estos materiales. “Trabajamos en normas técnicas y certificaciones para estos productos”, afirma, subrayando que la calidad es clave para que haya inversión y adopción masiva.

Otra línea de trabajo apunta a escalar los Acuerdos de Producción Limpia (APL) como base para articular actores territoriales y fomentar la logística colaborativa.

Circularidad como negocio

Más allá de lo ambiental, el enfoque de la Cámara es que la circularidad es un buen negocio. “Sumarse a la Red es, antes que nada, una excelente decisión de negocios”, afirma Díaz. “Botar residuos cuesta dinero; al valorizarlos, no solo se deja de gastar, sino que se puede empezar a ganar dinero”.

También destaca beneficios como la mejora de la productividad, el acceso a nuevos proyectos y el cumplimiento anticipado de futuras regulaciones ambientales.

Visión de país y cambio cultural

Si bien la Red ECC se desarrolla en la Región Metropolitana, el objetivo es nacional. “Este modelo no es solo para Santiago; nuestra visión siempre ha sido nacional. La clave para replicarlo es la flexibilidad y la adaptación a cada realidad local”, explica. Y el rol de las Cámaras Regionales será vital para liderar ese proceso con pertinencia territorial.

Finalmente, Díaz hace un llamado a repensar la forma de construir desde la raíz: “El cambio más importante debe empezar desde el proyecto, diseñando con una visión en el futuro, no solo en el presente. Los arquitectos e ingenieros tienen que empezar a diseñar para ‘desarmar y reutilizar’”.

Y concluye con una provocación directa a las empresas: “En la locura del día a día, ¿te has puesto a pensar cuánta plata estás botando a la basura? La construcción está cambiando. ¿Vas a mirar cómo pasa o vas a ser protagonista?”.