La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo firmaron tres Acuerdos de Producción Limpia (APL) interregional para propiciar la prevención, valorización y correcta gestión de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y el consumo sustentable del recurso hídrico de la cadena de valor de las regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes.
Un gran avance considerando que la proyección es que esta industria genere -solo en vivienda- casi 7.500.000 de toneladas de RCD al año, más de 15 Estadios Nacionales.
En este contexto, el presidente de la CChC Juan Armando Vicuña, aseguró que “este camino de transformación a la sostenibilidad no podemos recorrerlo solos. Debemos ir acompañados de las entidades que son parte del ecosistema y por ello, la colaboración pública privada es fundamental. Así, los Acuerdos de Producción Limpia (APL) nos ofrecen un mecanismo que favorece esta colaboración y trabajo conjunto. En este ámbito, la prevención y la correcta gestión de residuos tiene un impacto muy relevante, tanto para el entorno de nuestros proyectos como para el desempeño sostenible de toda la industria, lo que ha quedado de manifiesto por nuestros socios y socias a lo largo de Chile”.
En el marco del APL se realizará un diagnóstico sobre la generación de residuos y de consumo hídrico en las instalaciones adheridas, también se establecerá una línea base sectorial de alcance regional, lo que permitirá implementar un plan de gestión de RCD y de uso eficiente del agua. Junto con ello se desarrollará una estrategia regional para solucionar la falta de sitios de valorización y para la eliminación de RCD, y se difundirá entre las empresas el catastro de gestores de residuos y de los sitios de disposición final existentes en las regiones.
Para mejorar el desempeño ambiental, cada empresa implementará un Plan de Gestión de Residuos Sólidos y Demolición (RCD) y de uso eficiente del recurso hídrico; también se desarrollará e impartirá un plan de capacitaciones en gestión de residuos y economía circular con la finalidad de dejar instaladas en los profesionales a participar; se propiciará un ecosistema de innovación para apoyar la valorización de RCD y la creación de nuevos modelos de negocios circulares que permitan aumentar la oferta de valorizadores en estas regiones.
Al respecto, la directora de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Ximena Ruz, señaló que “la industria de la construcción quiere y necesita avanzar desde una economía lineal a una circular y para esto, fortalecer sus prácticas y tecnología limpias, mantener en el tiempo o recircular los materiales, es clave para cumplir con los compromisos y desafíos que el sector se ha propuesto”.
Las regiones una vez más nos demuestran y enseñan cómo se atreven a tomar estos desafíos que, si bien traen muchos dolores y dificultades, se puede y vale la pena. La construcción impacta en miles de personas y es nuestro deber generar ese cambio cultural que nos permitirá cumplir con los cambios y desafíos que debe tomar la industria, señaló Carolina Garafulich, presidenta del Programa Construye2025.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje, ANIR, Nicolás Fernández señaló que “en Chile tenemos mucho por avanzar, lo cual vemos como una oportunidad, de generar negocios, de ser más sostenibles, de cuidar el medioambiente y cuidar a las personas. Sabemos el trabajo que implica un APL, pero felicito a la Cámara de Construcción por este paso que están dando”.
El APL está dirigido a los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción de las Regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes, específicamente, en empresas constructoras, contratistas y proveedores, entre otros, y se implementará en un plazo de 24 meses, con la participación y apoyo técnico del Ministerio del Medio Ambiente, los Gobiernos Regionales, Dirección General de Obras Públicas, Instituto de la Construcción y el Programa Construye2025 de Corfo y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (Anir).
En el Seminario “NETZERO y Manufactura Avanzada”, diversos expositores dieron cuenta de los avances hacia la carbono neutralidad en la construcción, con iniciativas como Desafío Net Zero 2030, Pasaporte de Materiales y la Hoja de Ruta 2022-20225 de Construye2025.
El pasado 22 de agosto, se llevó a cabo el Seminario “NETZERO y Manufactura Avanzada”, en la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), donde la carrera de Ingeniería Civil en Obras Civiles acogió a expositores del tema NETZERO, quienes además se refirieron al desafío que lleva el mismo nombre.
La bienvenida al encuentro la dio Víctor Hugo Poblete, decano de la Facultad de Ciencias de la Construcción y Ordenamiento Territorial,quien destacó la relevancia de divulgar el concurso Desafío Net Zero 2030 y dar a conocer qué es el net zero, refiriéndose a la búsqueda de una neutralidad de carbono en la construcción, que se consigue a través de un sistema de gestión medioambiental o de sostenibilidad. Si bien llegar al cero es imposible, se busca reducir las emisiones al máximo.
Por su parte, Marcos Brito, gerente de Construye2025, se refirió a la Hoja de Ruta 2022-2025 del programa y dio una caracterización del sector, con datos relevantes, como que -según información de la CChC- la construcción cayó un 11,3% el 2020 y logró recuperarse para el 2021, llegando a 12,8% de crecimiento. Habiendo sido parte importante de esta recuperación los proyectos del MOP, cuando se proyectaba además un -3% para 2022, debido a un alza de materiales de hasta 31% y la escasez de mano de obra de entonces, que llegó a un estimado de 70.000 trabajadores.
Brito destacó la importancia de presentarles Construye2025 a los alumnos de ingeniería, porque serán ellos quienes harán los cambios necesarios para mejorar nuestra calidad de vida y acelerar el proceso de transformación. “El programa quiere que eso pase antes, acelerando el proceso. Nosotros posicionamos temas, como el que hoy nos convoca acá; también articulamos actores y coordinamos que se realicen las acciones”, explicó.
“Un desafío que nos planteamos es que las próximas generaciones se enfrenten a los futuros cambios, vale decir, de aquí al 2030, van a empezar a pasar cosas bastante radicales. Chile ha asumido compromisos como país en el que se comprometió -en definitiva- a ser carbono neutral al 2050 y para eso tenemos que recorrer un camino. Creo que nos estamos moviendo poco y, por lo mismo, lo que queremos es desafiar a la próxima generación de profesionales, a los alumnos de distintas carreras de construcción, a diseñar viviendas sociales con atributos de net zero, que contribuyan a la carbono neutralidad”, concluyó.
El Desafío Net Zero 2030 se hizo específicamente por este sentido de urgencia, y sumando a las empresas. De los 34 proyectos que se presentaron, se eligieron cinco finalistas, los que tendrán ahora que aliarse con empresas profesionales, para que los anteproyectos se transformen en proyectos formales y puedan, incluso, llegar a ser construidos.
Le siguió María Fernanda Aguirre, quien es graduada de la UTEM, directora ejecutiva de Chile GBC y CEO de Pasaporte de Materiales y Activos Sostenibles, un proyecto pionero en Latinoamérica, que nace de una alianza entre CTEC y Chile Green Building Council. El objetivo principal del Pasaporte de Materiales es proporcionar una mayor transparencia y trazabilidad en toda la cadena de suministro, desde la extracción de los materiales hasta la fabricación, uso y reciclaje. Esto permite a las empresas tomar decisiones más informadas sobre cómo utilizar los recursos de manera más eficiente y reducir el impacto ambiental, creando una economía circular de materiales de construcción al alargar su ciclo de vida útil. “Estamos solicitando indicadores de impacto ambiental, de toxicidad, de circularidad (materias primas y residuos y valorización) e información química del componente”, indicó Aguirre, quien además fue juez en el concurso Desafío Net Zero 2030.
También participaron del seminario Erwin Navarrete, director de la Escuela Ingeniería en Construcción de la Universidad Autónoma sede Temuco, quien se refirió a los desafíos de la academia; José Luis Jiménez, de la CDT; Pablo Pulgar de la UTEM, y Enrique Figueras, coordinador BIM de Desarrollos Constructivos Axis, presentando el desarrollo del Índice de Industrialización de Axis desarrollado entre Axis y UTEM, así como el tema BIM al servicio de la industrialización.
A tres años del lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular 2035 y a dos de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, ya se ven impulsos contundentes desde el sector público, desde una institucionalidad que camina hacia la consolidación de una visión circular en los proyectos.
Este escenario ha permitido afianzar cada vez más un espacio de trabajo colaborativo, en el que se pierden los límites entre hoja de ruta y estrategia, se trabaja en un ambiente de confianza, no libre de obstáculos, pero que -a pesar del escaso presupuesto y de las barreras- se ha logrado apalancar con esfuerzos propios un sinnúmero de iniciativas que crecen al a alero de la economía circular y la gestión de los residuos de la construcción y demolición.
Cabe destacar que el Ministerio de Obras Públicas, solo en el último año (agosto 2022 a agosto 2023) han avanzado en cerca de 10 iniciativas, las que forman parte de los compromisos de la cartera establecidos en la Hoja de Ruta RCD.
Uno de los grandes avances que ha realizado la institución es la modificación de su estructura organizacional, subiendo de rango a la antigua Semat, Secretaría de Medio Ambiente y Territorio, a la actual División de Infraestructura Sustentable, la que dentro de su organigrama crea el Departamento de Cambio Climático y Economía Circular. Esta división tiene por objetivo máximo, lograr que la infraestructura y edificación sean sustentables.
A continuación, se detallan las iniciativas impulsadas por la división.
Plan de Gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) de Obras MOP
El Plan de Gestión considera medidas y procesos sistematizados para el adecuado manejo y la trazabilidad de residuos, en cumplimiento con la normativa ambiental vigente y apunta a favorecer su reducción, reutilización o reciclaje.
A inicios de agosto de 2023, se envió e instruyó a través de ORD DGOP N° 667, la aplicación de una actualización del Plan de Gestión y de la Ficha de Residuos, la cual se presenta en dos formatos, uno incluido en el Libro de Obra Digital (LOD) y otro en Excel para contratos sin LOD. Ambos consideran sistemas más automáticos para el levantamiento de los datos, una plataforma MOP para facilitar la georreferenciación de los puntos de interés, y una mayor facilidad para la sistematización posterior de la información.
El Manual de Planes de Manejo Ambiental para Obras Concesionadas versión 8.0 incorpora el Plan de Gestión de Residuos en Obra (PGRO).
Los siguientes contratos de concesiones ya incorporan el requerimiento del Plan de Gestión en sus Bases:
Segunda Concesión Ruta 5 Tramo Chillán – Collipulli (en construcción)
Con llamado a licitación:
Tercera Concesión Aeropuerto El Loa de Calama
Segunda Concesión Ruta 5 Tramo Santiago – Los Vilos
En vías de incorporación por Circular Aclaratoria:
Concesión Ruta 5 Tramo Chacao-Chonchi
Embalse Nueva La Punilla
BALI que se encuentran en desarrollo (sin llamado a licitación):
Segunda Concesión Aeropuerto Región de la Araucanía
Segunda Concesión Ruta 5 Tramo Temuco – Río Bueno
Concesión Vial Ruta Pie de Monte.
Concesión Vial Rutas de Acceso a Valdivia
Concesión Ruta 5 tramo Caldera – Antofagasta
Concesión Ruta 5 tramo Iquique – Antofagasta
RMET La Laguna (Recinto Penitenciario Talca)
Segunda Concesión Acceso Norte a Concepción (La Resolución que aprueba las BALI tramitada 08-08-2023 y se espera publicar el llamado)
Teleférico Alto Hospicio – Iquique
Electro corredores de Concepción
Red Aeroportuaria Norte (tercera Andrés Sabella, Segunda Desierto de Atacama)
Acuerdo de Producción Limpia Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) y Uso Eficiente del Agua. Hacia la economía circular de las regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes y de la Antártica Chilena
Acuerdo de Producción Limpia Potenciando la Demanda de Resinas Plásticas Recicladas
Los organismos de la administración del Estado impulsarán y promoverán el uso de productos que incorporan resina plástica reciclada, comunicando e informando el valor de éstos. Dentro de la acción, se avanzó con el primer compromiso: Colaborar en la elaboración de un diagnóstico de productos plásticos que actualmente son utilizados durante la construcción y/o posterior uso de infraestructura pública, con el fin de promover la incorporación y/o reemplazo de materia prima plástica virgen por reciclada.
Para ello, se aplicó una encuesta a profesionales de todas las Direcciones Operativas del MOP, principalmente Inspectores Fiscales y profesionales que tienen relación con la ejecución de contratos de obras de infraestructura y edificación pública, la que fue respondida por 38 profesionales.
Contratación consultoría “Identificación de criterios de economía circular aplicables a Obras MOP”
En junio de 2023, se aprobó la contratación de servicios de consultoría a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el desarrollo de cinco estudios, entre ellos se contempla uno sobre “Identificación de criterios de economía circular aplicables a Obras MOP”.
Requerimiento de material reciclado en Bases de Licitación
La Dirección de Vialidad ha incorporado en algunas Bases de Licitación de Estudios el requerimiento de considerar materiales reciclados o con características de menor impacto ambiental, además de criterios de eficiencia energética, entre otros. Además, en dos contratos de puentes, a modo de pilotos, se incluyó el requerimiento de incorporar acero reciclado, según tipo de estructuras, llegando hasta un 100% para el caso de las barras de refuerzo o un mínimo de 65% para mallas de armadura prefabricadas.
En esta línea, ya están las bases de los siguientes contratos:
Estudio de Ingeniería Mejoramiento Ruta C-13. Sector: Diego De Almagro – Llanta (Atacama)
Estudio de Factibilidad Construcción Pte. Dalcahue En Ruta W-59, Isla de Quinchao en Chiloé (Los Lagos)
Estudio de Ingeniería Ampliación Camino Acceso Sur Puente Chacao – Ruta 5 (Los Lagos)
Estudio de Ing. Construcción Enlace Carelmapu Acceso Norte al Puente Chacao (Los Lagos)
Reposición Puente La Marqueza (Coquimbo)
Reposición Puente Rubbens y Accesos (Magallanes y Antártica Chilena)
Institucionalidad para Economía Circular en el MOP
En el contexto de la reestructuración de la Dirección General de Obras Públicas, se creó la División de Infraestructura Sustentable, y dentro de ella, el Departamento de Cambio Climático y Economía Circular.
También, al interior del MOP, mensualmente (salvo contingencias) sesiona el Comité Intraministerial de Cambio Climático y Economía Circular, instancia de trabajo con equipos de nivel central y regional.
El Departamento de Cambio Climático y Economía Circular participa en las siguientes iniciativas: Comité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, Consejo Estratégico del CTEC, y Mesa Ejecutiva para la Productividad de Economía Circular de CORFO.
Participación en desarrollo de normativa sobre Economía Circular
Participación en el Comité de Anteproyecto que estudiará el conjunto de siete normas chilenas enmarcadas en el convenio suscrito entre el Ministerio del Medio Ambiente y el Instituto Nacional de Normalización (INN) sobre “Desarrollo de siete normas técnicas en materia de indicadores de desempeño circular para el sector construcción”.
Además, hay participación de la cartera en el Comité Estrategia Economía Circular Sector Construcción, Subcomité de Normativa.
Proyecto Denominado “Formación de Gestores de Sustentabilidad para la Descarbonización del Sector de la Construcción”
El Dpto. de Cambio Climático y Economía Circular (DGOP) propició el desarrollo de este proyecto de formación, en coordinación con CORFO, colaborando, entre otros, en los temas a abordar en la capacitación y los perfiles del público objetivo.
Reutilización de material fresado en obras
En la Obra de Conservación de Mataveri, aeropuerto de Isla de Pascua, que comenzó en septiembre de 2022, se había considerado inicialmente la remoción completa de la capa asfáltica (10 cm) y la base existente (20 cm), seguida de la instalación de una nueva base y la pavimentación con asfalto. Esta solución implicaba el transporte de 26.000 toneladas de base chancada desde canteras en el continente hacia la Isla de Pascua.
No obstante, se llevó a cabo una modificación en el contrato para aprovechar la base existente y reciclar el pavimento fresado, dando lugar a un material de alta calidad denominado “Base Tratada”.
Esta alternativa satisface los requisitos técnicos y permitió eliminar por completo la necesidad de transportar base desde el continente a la Isla, reutilizar el 100% de la Base Existente y el 92,9% del fresado asfáltico. La diferencia de 7% del fresado asfáltico, fue reutilizado en el contrato de conservación menor ejecutado este año 2023, el fresado fue utilizado en los caminos de borde aeropuerto de Mataveri.
Requerimiento de material reciclado, criterios de economía circular y/o cambio climático en Bases de Licitación
La Dirección de Aeropuertos ha incorporado en algunas Bases Administrativas o TdR el requerimiento de considerar materiales reciclados, consideraciones de economía circular y/o cambio climático.
Denominación
Consideraciones en relación con: material reciclado, economía circular y/o cambio climático
Región
Estudio Prefactibilidad Mejoramiento y Reposición de Pista del Aeropuerto Diego Aracena, 2do Llamado – Región de Tarapacá
Estudio de prefactibilidad incluye análisis de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) estimando la huella de carbono del combustible requerido por las principales aeronaves proyectadas a operar.
Diseño considera la utilización de losas prefabricadas, para reducir impactos de construcción en zonas protegidas.
Valparaíso
Anteproyecto Referencial “Ampliación y Mejoramiento Aeródromo Teniente Marsh”, Segundo Llamado
1) Cambio climático en las predicciones y/o respaldos en el diseño que de holgura a alguna condición atípica. 2) Criterios de Certificación de Proyectos de Infraestructura Aeroportuaria Sustentable. 3) Análisis de potencial uso de Energías Renovables No Convencionales. 4) Aplica criterios que apuntan a edificio Netzero (uso de energía, agua y residuos)
Magallanes y de la Antártica Chilena
Anteproyecto Referencial Ampliación y Mejoramiento Ad. Teniente Julio Gallardo, Puerto Natales
1) Cambio climático en las predicciones y/o respaldos en el diseño que de holgura a alguna condición atípica. 2) Criterios de Certificación de Proyectos de Infraestructura Aeroportuaria Sustentable. 3) Aplica TdR para el diseño de pavimentos considerando reciclaje o estabilización de suelos. 4) Análisis de potencial uso de Energías Renovables No Convencionales. 5) Aplica criterios que apuntan a edificio Netzero (uso de energía, agua y residuos)
Magallanes y de la Antártica Chilena
Estudio Básico Investigación y Análisis de Parámetros para Certificación de Proyectos de Infraestructura Aeroportuaria Sustentable
Incluye ajuste de herramientas para la Certificación de Edificio Sustentable (CES) para aeropuertos en temáticas de energía, agua y acústica. Además, el estudio contempla temáticas de innovación, huella de carbono, economía circular, estrategias innovadoras en edificación e infraestructura sustentable, energías limpias (hidrógeno verde y electromovilidad), Netzero, Cambio climático, Infraestructura verde y azul, estudio variable social y propuesta de metodología de costo social de nuevas medidas de sustentabilidad.
Con un importante foco en la eficiencia energética, los proyectos finalistas del Desafío NetZero2030 entran en la etapa final para conocer el prototipo de vivienda social sustentable del Chile del mañana.
Viviendas con “doble piel” para reducir la calefacción artificial, otras configuradas con menos elementos constructivos, espacios comunes y posibilidad de ampliación desde los 52 a los 90 mts2, y otras que aprovechan el aire frío y caliente que se produce en un hogar para la distribución de sus espacios y la calefacción interior, son algunas de las iniciativas finalistas propuestas para convertirse en las viviendas sociales del futuro en el concurso Desafío NetZero 2030.
Dos equipos representantes de la Pontificia Universidad Católica, dos de la Universidad del Desarrollo y uno de la Universidad Autónoma, sede Temuco, son los cinco equipos finalistas que se dieron a conocer en un evento realizado en el edificio de CChC en Temuco. En esta ciudad es donde los participantes debieron desarrollar sus proyectos, considerando las características propias de la zona y el alto índice de contaminación atmosférica que impacta al territorio, buscaron soluciones para el consumo neto de energía, emisiones netas de CO2, industrialización y la economía circular como sus pilares fundamentales.
Al evento asistieron autoridades locales, entre las que se encontraron Nelson Curimir, seremi de Economía, Fomento y Turismo; Juan Burgos, subdirector de Corfo Araucanía; Patricia Urzúa, de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas regional, además de Guillermo Guzmán, arquitecto y académico de la Universidad de Nottingham (UK). También asistieron los representantes de las instituciones de educación que apoyaron el desafío y fueron parte del proyecto Viraliza, junto con los representantes de Construye2025 y el Colegio de Arquitectos, organizadores del concurso.
“Nos hemos encontrado con muy buenas ideas, buenos planteamientos, que consideran las directrices fundamentales del concurso pero, por sobre todo, estudiantes comprometidos y que creen que apuntar, a través de la construcción industrializada, a la carbono neutralidad y consumos netzero ayudarán a construir de una manera mucho más eficiente y sustentable”, expresó Marcos Brito, gerente de Construye2025, programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción.
Por su parte, Beatriz Buccicardi , presidenta del Colegio de Arquitectos, añadió que “el Desafío Net Zero 2030 nos permite generar un ecosistema que ayude a los futuros profesionales de la arquitectura, para enfrentar el desafío que nos impone el cambio climático, a la academia para la investigación y los proveedores que deben avanzar hacia materiales cada vez más sustentables y a la industria, que pueda tener profesionales que hagan diseños net zero”, haciendo hincapié en la importancia de esta relación con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas.
Los finalistas
Isidora Díaz y Paula Barrios son las capitanas de los dos equipos finalistas representantes de la Universidad del Desarrollo que, junto a Thiare Villagra y Lucas Soler, líderes de los equipos de la Universidad Católica, y Sebastián Maureira, capitán del equipo de la Universidad Autónoma, serán los encargados de entregar los prototipos finales de las viviendas sociales sostenibles que se desarrollarían en la región de La Araucanía.
Asimismo, el concurso quiso distinguir a dos grupos con el Premio a la Innovación. El primero corresponde al equipo de la Universidad de Santiago, liderado por Javier Carrasco, debido a su propuesta que generaba áreas habitables comunes (como cocina, comedor, estar y logia), dejando los dormitorios en zonas privadas; y el equipo de la Universidad Católica, con Lucas Soler como su capitán, por la pertinencia frente al clima de vivienda continua en subconjuntos con un patio común protegido y de fuente energética y lumínica para el conjunto.
Ahora el concurso entra en su recta final. En noviembre se conocerá al equipo ganador que obtendrá una pasantía en la Universidad de Nottingham (Reino Unido), premio que entregará una experiencia profesional inolvidable a los participantes, mientras que el segundo y tercer lugar obtendrán premios de 1,5 y un millón de pesos, respectivamente.
El consorcio CINTAXIS conformado por CINTAC, la constructora Desarrollos Constructivos AXIS y la Entidad Patrocinante Consolida fue el ganador del concurso organizado por la Cámara Chilena de la Construcción.
Hace algunas semanas se conoció el ganador del Reto de Vivienda Industrializada, organizado por la Cámara Chilena de la Construcción, que buscaba prototipos que coincidieran con los montos de los programas habitacionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y que permitiesen generar economías de escala. Se trata del consorcio CINTAXIS, conformado por CINTAC, la constructora Desarrollos Constructivos AXIS, empresas socias del Consejo de Construcción Industrializada, más la Entidad Patrocinante Consolida, que presentó una solución correspondiente a un edificio de acero galvanizado de tres departamentos de 55 metros cuadrados cada uno, y que puede ser montado en 10 días, gracias a la utilización del sistema de construcción industrializada.
Por parte de AXIS Desarrollos Constructivos, se realizó el trabajo colaborativo necesario y clave para el desarrollo del proyecto. De esta manera, se conjugó la experiencia de AXIS en edificación en altura y en procesos constructivos industrializados, la capacidad técnica de CINTAC y el conocimiento en gestión de pequeños condominios de Consolida. Como resultado, se obtuvo una vivienda híbrida de construcción modular y panelizada, que permite fácil transporte y rápido montaje. Y con plazos de fabricación menores que una construcción tradicional.
Ignacio Peña, subgerente de Innovación e Industrialización de Axis, destaca que el sistema constructivo utilizado es la optimización del que actualmente ocupa Axis para construir su edificio “Alta Vista” en metalcon con 4 pisos de altura en la zona de Puerto Montt, por lo que este proceso es una mejora de desarrollos que como constructora llevan desarrollando para hacer más industrializadas sus obras.
El representante de Axis agrega que el proyecto fue desarrollado bajo la metodología de Design Thinking, lo que permitió integrar los equipos y generar un proyecto resultado de una colaboración entre empresas y personas en un ambiente totalmente horizontal de trabajo.
Ariel Vidal, subgerente de Transformación Digital e Innovación Corporativo de Grupo CINTAC, señaló que el radier de la vivienda es el único elemento húmedo de la obra y todo el resto llega prefabricado en un módulo central que concentra cocina, baño y logia y en paneles de Metalcon, listo para ser instalado, lo que explica lo reducido del tiempo para su construcción.
El ejecutivo agrega que, además la construcción en acero y partes dimensionadas, genera prácticamente cero residuos, por lo que es un sistema muy amigable con el medioambiente. Este material también es sismorresistente y cumple con la normativa de resistencia al fuego. Vidal señala que el prototipo de esta vivienda está inspirado en la tipología de Consolida, inscrita en la DITEC del Minvu y que, en un futuro, la idea es que pueda ser aplicada por cualquier empresa constructora.
La solución planteada por CINTAXIS incorpora otras características novedosas, como la utilización de lana de oveja para la aislación térmica. Vidal señala que la lana de oveja entrega características similares a otros aislantes, pero como es un elemento natural, es biodegradable y su obtención tiene mucho menos impacto ambiental.
Gabriel Lagos, director ejecutivo de Consolida, comentó a El Mercurio que los receptores de los edificios pasan a ser verdaderos socios del proyecto, ya que ellos son los que aportan el terreno y que el proyecto no tendrá demanda si éste no logra cautivar y quedará sólo como un prototipo.
CINTAXIS ahora deberá construir un piloto de dos departamentos en un terreno gestionado por la CChC, obra que partirá en octubre de este 2023. Los departamentos son de tres pisos y gracias a la industrialización, se logra que en 15 días un piso esté listo para montar y entregar una vez escalado el proyecto.
En planta, se prefabrica en 20 días, sumando un total de 35. Además, destaca el gran control de calidad que ello permite, la limpieza en terreno y disminución de desechos; la disminución de mano de obra, de accidentalidad y de consumo de energía. Se lograron reunir las mejores cualidades de la construcción 2D y 3D y su calificación energética es clase C, lo que ayuda a las familias a disminuir su gasto.
Desde hace cinco años, la constructora ha venido implementando un programa que los ha llevado a resultados cuantificables en materia de sustentabilidad
Breve descripción de la empresa
AXIS Desarrollos Constructivos es una empresa constructora, cuyos pilares son la innovación, la industrialización y la economía circular. En 2018, crearon el desafío de innovación abierta con foco en sustentabilidad, AXIS Open Lab, y como resultado nació la empresa Poliestirec, la que gestiona residuos de la construcción y demolición (RCD).
Para 2020, participaron en documentos técnicos de la CDT y al siguiente año, ganaron el primer lugar en los Premios Cero Basura. Participaron también en la creación de perfiles laborales de Chile Valora. En 2022 crean el cargo de economía circular desde la innovación y se sostiene de manera interna la primera Reunión de Líderes y en 2023, se encuentran implementando el “Plan Reaxiona” a sus proyectos y agregando nuevos centros (oficinas, TCP, bodegas).
Entre sus metas se encuentran: el factor de generación de residuos: NO superar 0,12 m3/m2 y valorizar al menos un 20% de los residuos generados; la aplicación de las 3R (reutilizar, reducir y reciclar) y educar, entregando información más allá de la obra.
Aira Guerra, es constructora civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la profesional en Innovación y Economía Circular de AXIS DC. Guerra nos compartió que en el ADN de su empresa están presentes la búsqueda constante por la innovación y aplicar nuevas tendencias y metodologías en el rubro, para mejorar la productividad y ser una empresa sostenible.
“En este punto, la sostenibilidad es transversal en nuestra organización y, por lo mismo, una forma de trabajar es a través de la economía circular. El gran impulso en economía circular que tuvimos en AXIS, fue el programa de innovación abierta, llamado AxisOpenLab, que desarrollamos el año 2018, en Puerto Montt, que juntó a diversos actores del rubro para generar ideas de economía circular en construcción”.
Desde ese programa, se hizo evidente para AXIS la necesidad de gestionar sus residuos por los impactos que genera el rubro. Y gracias a ello, crearon “nuestro Plan de Gestión de Residuos llamado Reaxiona, que ha tenido grandes resultados, como una reducción de hasta casi un 80% de residuos si comparamos con el factor de generación (m3/m2) a nivel nacional y que ha sido nuestro marco de acción durante más de cinco años”, señaló.
¿La integración de la economía circular ha contribuido a obtener una mayor rentabilidad en su empresa? ¿Cómo?
La economía circular nos ha contribuido a generar mayor rentabilidad gracias a los diversos ahorros que genera. Al aprovechar mejor nuestros recursos, se reducen costos en el traslado y disposición de residuos, además de disminuir las pérdidas de materiales. En este sentido, nuestro foco está en reducir los residuos (que no se generen), analizando los procesos e incorporando, por ejemplo, soluciones industrializadas que permiten tener mayor certeza en plazo , costo y menor generación de residuos. Por otro lado, hay que tener la visión del ciclo de vida de los proyectos, por lo que hemos incorporado materiales más sustentables que generan ahorros en equipamientos, como la lana de oveja que requiere de menos EPP al instalarlo si lo comparamos con una solución tradicional de aislación. También, existen materiales sustentables que permiten disminuir costos de mantención y alargar la vida útil, como es el caso de madera plástica que incorporamos en la zona sur del país en vez de madera tradicional. Asimismo, estos materiales permiten la posibilidad de valorizar posteriormente sus residuos.
¿En qué aspectos ha incorporado la economía circular?
La economía circular aplicada desde terreno: Repensando nuestros procesos constructivos. Una de nuestras formas y pilar de AXIS es incorporar procesos industrializados, que nos permiten estar en ambientes más controlados y aprovechar mejor nuestros recursos. Por ejemplo, una escalera prefabricada de hormigón genera prácticamente cero residuos en terreno. También, buscamos alternativas o nos cuestionamos los métodos más tradicionales de trabajo mediante la innovación. Además, hemos comenzado a realizar cambios en los materiales que utilizamos estableciendo alianzas con nuevos proveedores y atentos a nuevas tecnologías que nos podrían servir. Finalmente, en los residuos que generamos, promovemos la valorización mediante empresas locales dedicadas a esto, como Poliestirec, empresa que recicla poliestireno transformándolo en pinturas y revestimientos, que surgió desde AXIS gracias al programa AXISOpenLab. Todo lo anterior, va de la mano con una herramienta de innovación consolidada en la empresa, llamada Design Thinking y nuestro plan de gestión de residuos, Reaxiona.
¿Cómo han contribuido las prácticas de economía circular en su empresa a nivel social y medio ambiental?
Han contribuido ampliamente debido a que la economía circular se sustenta en el fomento de la colaboración de los distintos actores que son parte de ella. Cuando un proceso o iniciativa deja de ser lineal y adopta un enfoque circular, puede generar beneficios tanto para las comunidades involucradas como para el medio ambiente, al reducir impactos negativos. Un ejemplo destacado de nuestro trabajo fue un proyecto que obtuvo el primer lugar en los Premios Cero Basura 2022 en la categoría Cambio Cultural, en el cual transformamos el proceso tradicional de demolición de veredas en cortes de veredas para crear pastelones en Punta Arenas. Esta iniciativa tuvo un impacto significativo al disminuir los problemas asociados con la demolición, como el ruido y el polvo, lo cual beneficia directamente a la comunidad local. Además, los pastelones obtenidos se donaron a los residentes para que pudieran mejorar los patios de sus viviendas. Lo anterior, se puede resumir en que logramos aprovechar los recursos existentes y convertirlos en productos valiosos, donde se evitó la generación de residuos innecesarios y se contribuye al mejoramiento de las condiciones de vida de los vecinos cercanos. Gracias a la iniciativa anterior, han surgido otras iniciativas similares, como por ejemplo lo que implementamos en un proyecto de Puerto Natales donde capacitamos a los niños de un jardín infantil aledaño y creamos un punto limpio abierto a la comunidad en el cierre perimetral de la obra. Cada vez que comenzamos un proyecto, tenemos este foco de economía circular y en la comunidad para identificar nuevas oportunidades.
¿Cuáles considera que han sido las dificultades y aprendizajes obtenidos a través de esta nueva forma de trabajo?
La mayor dificultad que hemos enfrentado es el aspecto cultural, lo cual es la clave y que hemos podido avanzar para que dentro de nuestra empresa se hayan realizado estás iniciativas. Para nosotros, es fundamental lograr que cada miembro de AXIS interiorice esta nueva forma de trabajar y la considere parte de sus trabajo y de su día a día más allá de lo laboral. Cambiar la mentalidad tradicional no ha sido una tarea fácil, y aunque hemos avanzando, seguimos trabajando para generar este cambio cultural. En cuanto a los aprendizajes, y en relación con lo mencionado anteriormente, hemos encontrado que la implementación de iniciativas o acciones es fundamental para visualizar los beneficios de la economía circular de forma más clara. Entonces, es importante ser constante y mantener el compromiso, donde el mayor de ellos se encuentra por parte de nuestra gerencia, ya que es la única forma que permee hacia todos los niveles de la empresa. Todo lo anterior implica estar abiertos a la innovación, a la mejora continua y a cuestionar los procesos existentes, además de contar con herramientas metódicas para llevar adelante los procesos.
¿Por qué es importante avanzar hacia la economía circular en construcción?
El rubro de la construcción es uno de los pilares para el desarrollo de las ciudades y de la sociedad en general. Pero, a su vez , es el que más impacta en consumo de agua, energía, recursos y generación de residuos a nivel mundial. Entonces si vemos esas dos caras es urgente que nos sumemos a trabajar en economía circular. Tomando en cuenta su gran efecto en reducir el impacto ambiental, como también el ir acompañado de beneficios económicos al aprovechar los recursos de manera más eficiente y maximizar su uso. Asimismo, tiene un impacto social positivo al promover la colaboración con las comunidades, proveedores y toda la cadena de valor involucrada en la construcción. Todo lo anterior, se vincula directamente con la innovación, ya que la economía circular impulsa nuevas oportunidades de desarrollo, nuevas tecnologías y modelos de negocio, donde actualmente nuestro rubro posee numerosas oportunidades de mejora, que serían valiosas e importantes de explorar y aprovechar. Para nosotros es sumamente importante, porque somos una empresa que quiere construir cambios que trascienden para el futuro sostenible de nuestra sociedad.
Por Anamaría De León, consultora en economía circular y académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El gran paraguas de la Economía Circular [EC] es el desarrollo sostenible, definido por primera vez en 1987 en el Informe Burtland como: “La capacidad de satisfacer nuestras necesidades presentes sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones”. Me detengo en esta frase tan conocida solo para hacer mención al tiempo: La sostenibilidad en general y, sobre todo la EC, busca la integración equilibrada y sistemática del desempeño económico, social y ambiental a lo largo del tiempo, pensando tanto en lo que sucede en el presente como en futuros ciclos.
El sector de la construcción es capaz de producir los bienes de mayor longevidad entre todos los sectores productivos. En prácticamente todos los continentes de nuestro planeta es posible ver construcciones de cien, quinientos, mil o aún más años de antigüedad. Es por ello que los bienes que construimos traspasan varias generaciones. Sin embargo, el dinamismo propio de nuestra sociedad se contradice con la alta longevidad (estática) con la cual tradicionalmente concebimos los edificios.
La vida técnica, económica y funcional va sufriendo variaciones en el tiempo y cambian los requerimientos. Aplicar un diseño que responda a estos cambios tiene el potencial de disminuir el impacto ambiental, debido a que las estrategias de adaptabilidad y desmontaje promueven un menor consumo de materiales y generan menor cantidad de residuos de construcción y demolición.
A grandes rasgos, un diseño circular es aquel que está preparado para el cambio, que puede ser adaptable, desmontable y que permite recircular fácilmente los materiales. Por supuesto que incorpora otras estrategias como reducción, reparación, remanufactura, etc.: Todas ellas buscan tanto ralentizar, estrechar como cerrar los ciclos de materiales y energía. Estos conceptos forman parte de lo que comúnmente se conoce como Estrategias-R, Imperativos-R o Listados-R. Más allá de esta relación a través de la letra R, el concepto que hay detrás son los Procesos de Retención de Valor [PRV]. El mismo material puede finalizar un ciclo de uso funcional, pero su vida técnica puede estar intacta todavía y por lo tanto aún conserva un valor que puede ser procesado e incorporado en un nuevo ciclo. Para aplicar estas estrategias es relevante concebir el edificio como un sistema de capas, las cuales tienen sus propios ritmos de cambio. Francis Duffy propone que no existe tal cosa como un edificio: “Un edificio adecuadamente concebido son varias capas de longevidad de los componentes construidos”.
Imagen 2: Sistema de Capas y Ritmos de Cambio. Elaboración propia en base a Duffy 1979, Brand 1994, Arup 2016.
A pesar de que fácilmente podemos comprender los beneficios ambientales que existen al aplicar modelos circulares y es necesario incorporarlos, existen varias brechas para transitar hacia una EC en el entorno construido. La principal barrera radica en la intención que el propio mandante imprime en el proyecto. Desde esta perspectiva, es fundamental asociar la variable tiempo no solo a aspectos ambientales, sino también a económicos. En 1989, Francis Duffy también hizo mención al costo del edificio a través de los años: “en 50 años el gasto en construcción puede alcanzar tres veces el costo del edificio original debido a un desarrollo financiero acumulativo de tres generaciones de la vida de un edificio”.
Imagen 3: Diagrama del Costo Total Acumulado en el
Tiempo. Elaboración propia en base a Duffy, Henney,
DEGW, 1989.
Es por ello que aplicar un pensamiento de ciclo de vida circular es crucial, incorporando tanto análisis ambientales (Análisis de Ciclo de Vida, ACV) como económicos (Costos del Ciclo de Vida, CCV) y relacionarlos a Procesos de Retención de Valor, a Métodos de Planificación de Escenarios y a Capas y Ritmos de Cambio. Investigadores de EC y entorno construido italianos, holandeses y belgas han profundizado en los impactos ambientales y económicos que subyacen en las distintas escalas de una edificación, demostrando que es factible entrecruzar ambos análisis (económico y ambiental) para tomar decisiones integrales más acertadas y que, a lo largo de los años, los escenarios que incorporan estrategias de Diseño Circular traen mayores beneficios tanto en lo económico como en lo ambiental.
Copiapó, Valparaíso y Rancagua fueron las primeras sedes en sumarse a este nuevo conocimiento en economía circular en construcción.
El seminario práctico “Taller Pro Economía Circular”, gestionado por CDT para la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), revisa conceptos claves de economía circular, acciones en la línea de gestión de residuos y la aplicación práctica del Manual de Gestión de RCD.
Dicho taller está dividido en dos partes, en la primera María José Medina, asesora de gestión de residuos de la CDT, enseña cómo usar el Manual de Gestión de Residuos y específicamente dos matrices relacionadas a la estimación y cuantificación. Posteriormente, viene la presentación de Lucas Bracho, asesor independiente de proyectos de construcción para gestión ambiental; que es la parte de la experiencia y casos reales. La bajada práctica del Manual, hecha con casos reales, contiene imágenes y sucesos demostrables de casos de éxito.
El taller está hecho de tal manera que da el espacio para la participación de los asistentes, para que pregunten y comenten. También se han repetido comentarios y preguntas en los talleres impartidos y éstas se han incluido en el curso para las siguientes ediciones.
El “Taller Pro Economía Circular” fue presentado por primera vez en el Seminario “Economía Circular y Residuos de la Construcción”, en el Auditorio de la (CChC) el pasado 8 de junio, en Santiago. Tras una exitosa jornada, se llevó a Rancagua, Valparaíso y Concepción. Lucas Bracho señala: “Hemos ido a regiones que desconocen totalmente el tema y también a regiones como Valparaíso, en donde lo dominan demasiado. Han sido totalmente diferentes. Se vienen Copiapó y Coyhaique”.
Los participantes de estas instancias han provenido de toda la cadena de valor del rubro: arquitectos, del área del diseño, profesionales calculistas y también gente de terreno, gente que construye, en cuya categoría, explica Bracho, han participado tanto gerentes como empleados. “Me tocó en una empresa el jefe y el encargado de Medio Ambiente y fue genial, porque se daban señales y quedaron comprometidos”, compartió el asesor.
También han participado proveedores y pymes fuera del rubro de la construcción. Cada sede regional de la CChC fue la encargada de enviar las invitaciones a sus socios y a la vez los monitores difundieron a no socios y gente de la academia, quienes también participaron y cuya asistencia fue muy valorada.
Bracho espera llenar los 30 cupos en las siguientes regiones que visitará junto a María José Medina, para dictar el taller. “Queremos incentivar, no sólo a los dueños de las empresas o a los gerentes, sino que esos mismos dueños lleven a sus técnicos, asistentes de bodega, a más cargos de la misma empresa”, dejando abierta así la invitación para que los asociados y no asociados de regiones no dejen de asistir. Haciendo presente también que han recibido la más alta evaluación por parte de los alumnos a la encuesta que se hace a posteriori y que eso los deja muy conformes y abiertos a seguir impartiendo esta capacitación.
Mediante un Acuerdo de Producción Limpia la industria de la construcción de la Región de Antofagasta implementará prácticas de economía circular en los procesos productivos y promoverá la innovación y nuevos negocios para apoyar la valorización de residuos de construcción y demolición.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Antofagasta y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo, firmaron un Acuerdo de Producción Limpia (APL) que propiciará la prevención, valorización y correcta gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y el consumo sustentable del recurso hídrico en la industria de la construcción regional.
Para el sector construcción de Antofagasta es muy relevante hacer frente al problema de los RCD, dado que solo la capital regional produjo en los últimos 18 meses un total de 55 mil metros cúbicos de residuos, y es una de las siete regiones que no cuenta con sitios de disposición legal para estos residuos.
“Uno de los grandes problemas que tenemos en la región tiene que ver con el manejo de residuos. Nuestra región no tiene una política respecto al manejo de los residuos domiciliarios y tampoco tenemos en Antofagasta un centro de manejo de residuos de la construcción, esto genera que se acumulen en quebradas o en determinados lugares como La Chimba. Por eso es que es relevante que los distintos servicios y que el sector privado a través de la Cámara Chilena de la Construcción, en apoyo del Gobierno Regional, pueda generar este acuerdo de producción limpia”, valoró el gobernador regional, Ricardo Díaz.
En el marco del APL se realizará un diagnóstico sobre la generación de residuos y de consumo hídrico en las instalaciones adheridas, también se establecerá una línea base sectorial de alcance regional, lo que permitirá implementar un plan de gestión de RCD y de uso eficiente del agua. Junto con ello se desarrollará una estrategia regional para solucionar la falta de sitios de valorización y para la eliminación de RCD, y se difundirá entre las empresas el catastro de gestores de residuos y de los sitios de disposición final en la región como de las regiones cercanas.
En el marco del APL una de las primeras acciones a realizar será estimar, cuantificar y monitorear la generación de residuos sólidos y de consumo hídrico en cada una de sus instalaciones; a su vez se implementará un Plan de Gestión de Residuos Sólidos y Demolición (RCD) y de uso eficiente del recurso hídrico en cada una de las empresas adherentes; también se desarrollará e impartirá un plan de capacitaciones en gestión de residuos y economía circular con la finalidad de dejar instaladas en los profesionales a participar; se propiciará un ecosistema de innovación para apoyar la valorización de RCD y la creación de nuevos modelos de negocios circulares y se desarrollará en conjunto con el Gobierno Regional e instituciones públicas adherentes una estrategia regional para dar solución a la falta de sitios de valorización y disposición final autorizada.
La directora de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Ximena Ruz, señaló que este APL “busca poner término a los grandes conflictos que tiene la región en cuanto a la disposición inadecuada de los residuos de la construcción. Y de alguna manera se trabajará asociativamente entre el sector público y privado en esta línea de trabajo, pero todo parte por trabajar desde el origen de estos residuos. Poder clasificarlos, transformarlos, guiarlos, manejarlos adecuadamente, recuperar, valorizar y hacer más eficiente la industria de la construcción”.
Mediante este trabajo colaborativo se promoverá un ecosistema de innovación para apoyar la valorización de RCD y el desarrollo de nuevos modelos de negocios circulares, favoreciendo la integración y colaboración de distintos actores, así como la difusión de instrumentos de fomento y el impulso a los cambios normativos.
Además, se implementará un programa de capacitación y difusión de prácticas de economía circular y sus beneficios.
Para la presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Antofagasta, Marcela Torres, el APL es “un paso importante que hace la industria de la construcción como actividad productiva respecto al manejo responsable de sus residuos, incorporando modelos de economía circular en sus procesos, asumiendo un compromiso con la sostenibilidad y calidad de vida de las personas y el medioambiente”.
El APL está dirigido a los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción de la Región de Antofagasta -constructoras, contratistas, proveedores, entre otros- y se implementará en un plazo de 24 meses, con la participación y apoyo técnico del Ministerio del Medio Ambiente, Gobierno Regional de Antofagasta, Dirección General de Obras Públicas, Instituto de la Construcción y el Programa Construcción 2025 de Corfo y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (Anir).
En 20 días concluye el proceso digital para hacer observaciones sobre el proyecto de la norma chilena 3835 (prNCh3835): “Vocabulario y marco de referencia para atributos e indicadores de circularidad en entornos construidos”. El documento forma parte de una serie de siete normas que se encuentran en desarrollo para el sector de la construcción bajo el título general de “Economía circular-Atributos de circularidad e indicadores de circularidad”. Los especialistas en urbanismo sustentable María Fernanda Aguirre, de Chile GBC, y Jonathan Barton, de CEDEUS, valoran muy positivamente que se dicte una norma relativa a conceptos y definiciones, porque permite actualizar y unificar criterios; asimismo, destacan la relevancia de que diversos sectores públicos y privados participen en la consulta.
Los residuos de la construcción y demolición (RDC) son considerados como uno de los grandes problemas que se deben abordar a nivel mundial para avanzar hacia un desarrollo sostenible. Esto se debe al gran volumen de este tipo de residuos que, en Chile, son el 35% del total de desechos sólidos. Para dimensionar ese volumen, según proyecciones del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), se prevé que para 2025 los RDC alcanzarán los 7,4 millones de toneladas anuales, es decir, una cantidad con la que se podría llenar más de 15 veces el Estadio Nacional.
La disposición de esos residuos, en lugares autorizados y también vertederos ilegales, genera un impacto negativo en la flora y fauna, altera los drenajes naturales, genera contaminación del suelo y de las aguas, tanto superficiales como subterráneas; asimismo, se contamina el aire con su disposición y transporte. Pero el impacto medioambiental de este sector es más amplio; por ejemplo, la producción de hormigón y de acero genera una gran cantidad de emisiones de CO2 y otros gases responsables del cambio climático; y consume muchos recursos hídricos, por mencionar solo algunos impactos.
En el país, tanto el sector privado como el público han tomado conciencia de este problema y desde hace unos años se empezó a trabajar en diversas estrategias para abordar la situación. Uno de los objetivos principales es transitar desde el modelo lineal de economía -extraer, producir y desechar-, a un modelo de economía circular. Si bien este último se suele asociar al reciclaje de residuos, es mucho más que eso y apunta a reducir el uso de recursos naturales en los procesos productivos, evitar la producción de los residuos, mantener los materiales circulando, etc.
En ese contexto, el Instituto Nacional de Normalización (INN) se encuentra elaborando una serie de normas técnicas para el sector de la construcción, bajo el título general de “Economía circular-Atributos de circularidad e indicadores de circularidad”. Son siete normas -NCh3835 a NCh3841- que se refieren a: Vocabulario y marco de referencia para atributos e indicadores de circularidad en entornos construidos; Materiales, productos y elementos de construcción; Sistemas constructivos; Diseño de proyectos de edificación e infraestructura; Construcción de proyectos de edificación e infraestructura; Barrios y entornos construido; Ciudades.
Para la primera de ellas, NCh3835, sobre vocabulario y marco de referencia, ya existe un proyecto que en estos momentos se encuentra en la etapa de consulta pública, desde el 28 de julio hasta el 28 de agosto próximo.
Sobre la necesidad de tener esta norma, María Fernanda Aguirre, Directora Ejecutiva de Chile Green Building Council (Chile GBC), explica que “todo cuerpo normativo debe contar con una lista de definiciones y referencia a otras normas, ya que esto facilita que exista interacción entre distintos documentos oficiales y, asimismo, unificar criterios tanto a nivel de instrumentos regulatorios nacionales como de uso internacional facilitando la estandarización de conceptos y marcos de referencia”.
A su vez, Jonathan Barton, investigador asociado del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) de la UC y la UdeC, comenta que “la economía circular es la versión más reciente de un fenómeno que ya tiene más de 30 años de desarrollo, empezando con la gestión ambiental, pasando por el ecoeficiencia, y normas como las LEED sobre certificación de procesos de construcción, etc. La economía circular es a nueva versión de esos procesos y busca minimizar el uso de materiales, de recursos en los procesos de producción y también en procesos de destrucción y reutilización de estos mismos recursos, por eso es clave tener un vocabulario actualizado y que permita integrar estas normas y certificaciones de ecoeficiencia en la transición socioecológica justa, que es un proyecto entre la Naciones Unidas y el gobierno chileno”.
“Es fundamental tener normas y no solo buenas intenciones y políticas, es la forma de aterrizarlo, de llevarlo a la práctica, y también es necesario asociar claramente los costos de la economía circular en la construcción, ¿quién asume el costo?, ¿el productor?, ¿el financista, siendo el Estado tal vez en muchos casos, o el comprador de ese casa o departamento?”, añade Barton.
“Todo cuerpo normativo debe contar con una lista de definiciones y referencia a otras normas, ya que esto facilita que exista interacción entre distintos documentos oficiales y, asimismo, unificar criterios tanto a nivel de instrumentos regulatorios nacionales como de uso internacional, facilitando la estandarización de conceptos y marcos de referencia”.
María Fernanda Aguirre, Directora Ejecutiva de Chile GBC.
¿Quiénes debieran participar en la consulta?
La Directora Ejecutiva de Chile GBC dice que el contar con una norma de vocabulario y que por primera vez aplica a circularidad en el sector construcción, “implica que a nivel de consulta pública se invita a todos los actores de la cadena de valor de la industria, a hacer observaciones para favorecer un proceso consensuado y que se utilice léxico que por un lado sea de conocimiento local, para así favorecer la homologación de un lenguaje que aplique a la realidad nacional, y que por otro lado esté alineado con herramientas de uso internacional y que se han definido como mandatorias en los distintos procesos y etapas del ciclo de vida de materiales, elementos de construcción, edificación, infraestructura y comunidades”.
A su juicio, normar aspectos de circularidad para el sector construcción, es un proceso complejo, porque debe abordar las etapas del ciclo de vida e incorporar consideraciones de flujos de materiales y logística reversa, al tiempo que es vinculante con otros sectores, como transporte y energía. Por esa razón, dice, la convocatoria de la consulta “aplica a todas y todos los actores que no solo estén involucrados directamente en distintas actividades propias de edificación e infraestructura, como son manufactura y distribución de productos, arquitectura, construcción y montaje, administración y facility management y valorización de residuos, sino también a quienes se desempeñan a nivel de gobierno central, regional y municipal y que intervienen en ordenamiento territorial y planificación urbana”.
“Asimismo, es de gran relevancia contar con el aporte de academia, centros de investigación y organizaciones de profesionales y gremios para poder lograr instrumentos consensuados, que sean de uso masivo y permitan levantar datos de la industria y estandarizar el desempeño”, agrega María Fernanda Aguirre.
Coincide con la especialista el investigador de CEDEUS, en relación a que “los actores clave son las mismas empresas constructoras y las agencias del Estado que fijan estándares en la producción de vivienda pública (…) La consulta pública en normas nacionales, o normas ISO, es principalmente para expertos en el rubro, tanto del Estado como del sector privado, que producen y diseñan, además del mundo académico, que tiene un rol en promover ciertas normas en aislación, en la selección de materiales, etc.”
No obstante, Jonathan Barton añade que también pueden entregar su opinión “las organizaciones que participan en demandas de vivienda, para ver cómo las puede impactar. En general hay poca conciencia de lo que significa comprar o habitar una vivienda o edificación sustentable, no ha sido muy difundido, pero poco a poco en ciertos sectores hay conciencia de que una edificación bien construida reduce potencialmente el costo en calefacción, en enfriamiento, potencialmente el uso agua -la posibilidad de separar aguas grises, por ejemplo-. Por eso, todos los consumidores, habitantes de la ciudad, habitantes de vivienda, somos participantes en esta producción del espacio y la construcción”.
El académico agrega otro actor como potencial participante de la consulta: los bancos y otras instituciones que financian la vivienda. “Es fundamental que ellos participen porque, de cierta forma, es un riesgo que ellos toman asociados con la persona que tiene la deuda habitacional. (…) Es importante tener una idea de cuánto cuesta la ciudad más sustentable, la edificación más sustentable, en el mediano y largo plazo, dónde están las ganancias y quién debe asumir los costos. Porque en este momento estamos todos asumiendo costos, por ejemplo, de una edificación en malas condiciones, en el sentido que implica mayores gastos en energía y agua asociados con los materiales y la forma de construir”.
“Es fundamental tener normas y no solo buenas intenciones y políticas, es la forma de aterrizarlo, de llevarlo a la práctica, y también es necesario asociar claramente los costos de la economía circular en la construcción, ¿quién asume el costo?, ¿el productor?, ¿el financista, siendo el Estado tal vez en muchos casos, o el comprador de esa casa o departamento?”.
Jonathan Barton, investigador CEDEUS y UdeC.
La necesidad de las normas
Las siete normas que están actualmente en elaboración por el INN se vinculan con una serie de otras iniciativas y normas, como la Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular 2040 elaborada por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA); la Hoja de Ruta RCD (Residuos de Construcción y Demolición) de Economía Circular en Construcción 2035 elaborada por los Ministerio de Vivienda y Urbanismo, de Obras Públicas, del Medio Ambiente y Corfo; y la Estrategia Climática de Largo Plazo hasta 2050 establecida en la Ley 21.455 Ley Marco de Cambio Climático.
En la introducción del proyecto de la NCh3835 sometido a consulta pública se señala que “específicamente para el sector de la construcción, la transición hacia una economía circular es un desafío importante puesto que implica considerar el ciclo de vida de los activos construidos, desde la concepción de un proyecto, incluyendo la selección del terreno, el diseño, la elección de materiales y sistemas constructivos, las especificaciones técnicas y la gestión de residuos durante la construcción”.
“También implica considerar otras etapas antes no consideradas, como la etapa de post venta, incluyendo el mantenimiento, la renovación, la adaptación y la rehabilitación de los activos construidos. Incluso podría contemplar la demolición parcial en ciertos proyectos, con la extracción selectiva de partes y piezas reutilizables mediante procesos de deconstrucción. En última instancia, considera la demolición destructiva y la valorización de los RCD para obtener materiales que puedan ser utilizados en nuevos ciclos de construcción”, agrega la introducción.
Asimismo, añade que implementar la economía circular en este sector productivo implica un cambio de paradigma, lo que hace necesario establecer un marco de referencia con atributos e indicadores para poder medir sus avances.
En ese contexto, ¿cómo aporta la normativa a impulsar una construcción más sostenible? La Directora Ejecutiva de Chile Green Building Council responde haciendo referencia a algunas carencias del sector donde las normas pueden ser un aporte: “Una de las principales problemáticas en el sector construcción es la falta de datos relacionados con uso de materias primas, valorización de recursos, información de procesos logísticos y caracterización de tipos de productos y residuos utilizados en un país tan diverso geográfica y climáticamente como Chile. La carencia de información dificulta el determinar líneas base de desempeño y, por lo tanto, definir metas asociadas a uso de materias primas no renovables, restauración y regeneración y emisiones de carbono”.
“Contar con una normativa de indicadores permitirá, por un lado, que se estandarice los parámetros de evaluación favoreciendo la comparabilidad y mejora continua, y que, en consecuencia ,se incentive la medición, transparencia y comunicación de desempeño, relacionando la comunicación de desempeño circular con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y Marcos ESG (Criterios ambientales, sociales y de gobernanza corporativa)”, subraya Aguirre.
Barton, por su parte, es tajante: “La normativa es clave para tener una construcción más sustentable, un sector de edificación más sustentable”.
El investigador de CEDEUS explica que “si pensamos en los grandes planteamientos, las visiones, los imaginarios de la ciudad sustentable, y vamos bajando a estrategias, políticas, planes, diseño, terminamos con las normas, que son los elementos fundamentales que rigen las condiciones, los estándares de construcción, la procedencia de los materiales, qué hacer con los desechos, la circularidad en el corto plazo en el proceso de construcción y en el largo plazo de la vida útil de la vivienda. Entonces, es primordial que tengamos normas claras, y que vayan evolucionando en el tiempo”.
“Las normas son indispensable porque afectan el día a día de las operaciones de las empresas de construcción, y son normas que pueden ser fiscalizadas. Por eso es importante esta posibilidad de tener normas y estándares que tengan aceptación generalizada, y que sean fiscalizados, para asegurar que somos capaces de implementar estas grandes visiones en la práctica. Las normas van aterrizando estas grandes ambiciones en las prácticas cotidianas”, resume Barton.
Con la gran cantidad de residuos de la construcción que se generan en Chile, se alcanzaría a llenar el Estadio Nacional unas 15 veces.
Definiciones, principios y la invitación a hacer comentarios
Entre otros aspectos, el proyecto de norma Ch3835 incluye 38 términos y definiciones: 30 relativas a economía circular; 3 relacionadas a materiales, productos y elementos de construcción; 2 vinculados a sistemas constructivos (tradicionales y no tradicionales); 2 a barrios y entornos construidos; y 1 relativo a ciudad.
Entre los términos destacan, por ejemplo: economía circular, definida como “sistema económico que utiliza un enfoque sistémico para mantener un flujo circular de recursos, mediante la recuperación, conservación o aumento de su valor, contribuyendo al desarrollo sostenible”; ecodiseño, explicado como “diseño y desarrollo basado en el pensamiento del ciclo de vida destinado a apoyar el desarrollo sostenible”; y resiliencia, que se expone como la “capacidad para soportar, resistir, adaptarse o recuperarse de eventos o condiciones disruptivas, ya sean naturales o antropogénicas”; regenerar, que consiste en “mejorar o restaurar un ecosistema degradado”.
También se definen, entre otros: reparación, reúso, reacondicionamiento, refabricación, readaptar, recursos naturales, sistema económico y trazabilidad.
Asimismo, la propuesta normativa incluye 13 principios con los que se deben llevar a cabo las actividades de todos los actores de la economía circular en el sector construcción. Uno de esos principios es Regenerar sistemas naturales y proveer resiliencia, lo que se explica de la siguiente forma: “Se busca conservar el medio ambiente, evitar el daño ambiental, y aportar en la regeneración de los ecosistemas, su protección, el aumento de la biodiversidad y resiliencia de ciudades, la prestación de servicios ecosistémicos, reduciendo posibles impactos derivados del cambio climático y de los desequilibrios ambientales”.
El documento elaborado por el INN contiene apartados como “Iniciativas, herramientas y normas”. “Atributos de circularidad”, “Indicadores de circularidad, entre otros.
En el apartado 5.3, sobre “Niveles de aplicación en el sector de construcción”, hay dos ítem donde se ha incorporado la siguiente Nota de Secretaría: “Se requiere completar esta sección. Se invita a hacer comentarios en la Consulta Pública”. Se trata de los niveles correspondientes a “Barrios y Entornos construidos”, “Ciudades”.
El proceso de consulta pública se realiza de manera digital en el sitio http://www.consultapublica.cl/ y aún quedan 20 días para hacer observaciones y comentarios.
La más reciente edición de la tradicional revista de la Asociación de Oficinas de Arquitectos abarca el devenir, regeneración y recuperación de las urbes, junto con la necesidad de desafiar los paradigmas que han sido mandatorios en planificación y que necesitan ser reconsiderados para mejorar significativamente la calidad de vida en barrios, pueblos y ciudades. Así lo indicó el director de la revista, Yves Besançon, al dar a conocer los contenidos de la edición 48# en una instancia que reunió a asociados, profesionales y partners en Espacio AOA.
“La relación de los asentamientos humanos con el entorno natural, planificar ciudades saludables o enfocarse en realidades que conduzcan a comunidades urbanísticamente equitativas y justas, parecieran ser las claves que permitan una verdadera cohesión social y relaciones humanas respetuosas y éticamente coherentes”, señaló, añadiendo que las necesidades sociales para una vida placentera y digna, así como el cuidado de la salud mental de los habitantes, son aspectos urgentes que deben ser considerados, además del desafío de lograr espacios públicos más seguros y accesibles para todos.
Como constructores de las ciudades del mañana, comentó Besançon, para los arquitectos no es ajena la preocupación por los procesos de rehabilitación urbana en los que la empresa privada y el Estado están llamados con urgencia a acercarse y así enfrentar y resolver este desafío que no es más que el rescate de las ciudades. “La recuperación y renovación de nuestros barrios, pueblos y centros urbanos dependerá de acciones concretas que faciliten el cambio de paradigma para no seguir haciendo más de lo mismo en beneficio de todos y para un mejor hábitat y calidad de vida”, aseveró.
La presentación de este número de la revista se enmarca en la conmemoración de los 25 años de existencia que cumple AOA en 2023 y contó con la bienvenida del presidente, Pablo Jordán, quien relevó el esfuerzo por realizar una edición impresa, de calidad y que en las últimas ediciones ha sumado un contenido temático a la tradicional muestra de obra arquitectónica. “Esto permite que la revista alcance públicos distintos y audiencias interesadas en afectar las políticas públicas en temas que son atingentes a nuestra profesión”, sostuvo, añadiendo que se ha planteado el desafío de contribuir a la condición diagnóstica de tópicos de interés -como vivienda y campamentos- y también de aportar con soluciones: “considerando proyectos, instituciones, articulaciones privado-públicas es que se nos aparecen las capacidades para imaginar y aportar con información y acción”.
Detalles de la Edición #48
Yves Besançon comentó que la más reciente edición de la Revista AOA aborda aspectos insoslayables para la profesión como lo son los problemas patrimoniales, urbanos y arquitectónicos que afectan a las ciudades y barrios.
En el ámbito del patrimonio y en el marco de la alianza estratégica suscrita con el Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio, la revista contiene un ensayo de Germán Hidalgo, con prólogo de Javiera Benavides, respecto de la obra del Arquitecto Claude François Brunet de Baines para el Teatro Municipal de Santiago titulado: Arquitectura y República.
La entrevista central plasmó en este número al Premio Nacional de Arquitectura, Fernando Pérez Oyarzún, en una aproximación a su obra, publicaciones y reflexiones sobre la misión de los arquitectos y las futuras generaciones de estudiantes.
En la sección Arquitecto Invitado, fue entrevistado el joven profesional chileno radicado en China, Marcial Jesús, revisando su recorrido por nuevas propuestas llenas de formas geométricas y color en espacios públicos en el mundo.
El reportaje central esta vez se centró en proyectos de recuperación urbana en Antofagasta, Salamanca y Coyhaique, con el objetivo de profundizar en propuestas de regeneración de barrios y comunidades locales.
Continuando con el ciclo de Arquitectura de la Modernidad en Latinoamérica, la Edición #48 publicó, gracias a la colaboración de Miquel Adriá, las obras más destacadas de la Arquitectura del siglo XX en México.
Como parte central de la revista, en la sección obras de los socios, fueron publicadas siete obras construidas que destacan en el ámbito de la arquitectura de las oficinas AOA, mientras que la tesis corresponde a un estudio sobre Emilio Duhart y la elaboración de un espacio urbano en la ciudad Universitaria de Concepción, realizado por Cristian Berrios Flores para optar al grado de Doctor en la Universidad Politécnica de Cataluña.
En la sección Concursos, se publicaron el certamen EFE para la reutilización y habilitación del antiguo Edificio de Correos de Chile, Proyectar a Conciencia, Experiencia Detonante III y el Concurso Nacional de Proyectos de Pregrado 2021.
Como recuerdo de un encuentro de arquitectos, la revista referencia el Encuentro de Caburgua, que se realizó hace 40 años, entre un grupo de jóvenes arquitectos de entonces, hoy destacados profesionales, algunos de los cuales ya no están con nosotros, finalizó el director.
Instancia de diálogo
Luego de la presentación de la edición #48 de la Revista AOA, se realizó el conversatorio “Planes y proyectos de recuperación urbana”, que abordó los procesos de deterioro y recuperación que han sufrido las ciudades y sus centros urbanos. Formaron parte el arquitecto y académico de la Universidad de Chile, Alberto Texidó, quien presentó a los participantes invitados; el director ejecutivo de CREO Antofagasta, Nicolás Sepúlveda; los socios de Carreño Sartori Arquitectos, Piera Sartori y Mario Carreño; el director Ejecutivo de la Corporación Ciudades-Acuerdo de Ciudad Coyhaique, Martín Andrade, y el arquitecto y académico de la Universidad de Chile, Fernando Marín quien moderó el conversatorio.
Acuerdo de Producción Limpia convoca la participación de todos los actores de la cadena de valor de la industria de la construcción regional, para reducir la generación de residuos e impulsar el uso eficiente de los materiales, evitando su disposición final.
La Región de Los Lagos es la séptima generadora de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) a nivel nacional, con un promedio anual de 274 mil toneladas en la última década, y es también una de las siete regiones del país que no cuenta con sitios de disposición legal para los RCD.
Para proponer soluciones a la falta de sitios de valorización y disposición final de RCD, con enfoque de economía circular, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Puerto Montt y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) firmaron un Acuerdo de Producción Limpia (APL) que apoyará a la industria de la construcción regional para avanzar hacia una correcta gestión de los RCD y el uso eficiente de los materiales y del recurso hídrico.
Este APL es uno de los compromisos establecidos en el “Pacto Región Sustentable e inclusiva Los Lagos”, que está desarrollando el Gobierno Regional.
“Hoy el sistema productivo en el mundo tiene desafíos que de verdad, si no somos capaces de analizarlos en la perspectiva de la sostenibilidad territorial, el futuro no está garantizado”, señaló el gobernador regional, Patricio Vallespín, y agregó que “este acuerdo por la producción limpia y gestión de residuos de la construcción y demolición y uso eficiente del agua es una súper buena señal, que significa que no solo se hacen declaraciones, sino que se comprometen acciones y se firman compromisos”.
Por su parte, el subdirector de Producción Sustentable de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Sebastián Carvallo, indicó que este APL va a priorizar la gestión del negocio y también compromete fuertemente al sector hacia un desarrollo sustentable.
“Fomentar la economía circular en la cadena de valor de la industria a través del uso eficiente de materiales; la prevención, valorización y correcta gestión de residuos, no es tarea sencilla. Comienza aquí un viaje complicado y difícil, pero les puedo decir, con conocimiento de causa, pues la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático ya cuenta con 209 Acuerdos de Producción Limpia, que se puede”, señaló Carvallo.
Con este APL se propiciará un ecosistema de innovación para apoyar la valorización de RCD y el desarrollo de nuevos modelos de negocios circulares, mediante una Mesa de Innovación Regional del Sector Construcción liderada por la CChC Puerto Montt, que tendrá la tarea de identificar y difundir instrumentos de fomento, así como el impulso a los cambios normativos.
Para la presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Puerto Montt, Francisca Sanz, “este APL es la conclusión del trabajo de más de un año, donde las empresas, la academia y las autoridades regionales se sentaron a conversar, trabajar y buscar maneras de avanzar hacia una construcción sostenible. Es por eso que hoy agradezco a los socios de la Cámara, quienes se comprometieron desde el inicio en este gran desafío y a las autoridades por confiar en este proceso, ya que sólo a través de la alianza público-privada es posible generar cambios reales en la región”.
Entre las principales metas del APL destaca la implementación de prácticas de economía circular en los procesos productivos de las empresas, focalizadas en consumo de materiales, generación de RCD y consumo hídrico.
Además, se desarrollará un plan de capacitaciones centralizado para todas las empresas adheridas, en gestión de residuos y economía circular, y se difundirán casos exitosos de buenas prácticas desarrollados a nivel nacional y regional.
Sumado a ello, se propiciará un ecosistema de innovación para apoyar la valorización de RCD y la creación de nuevos modelos de negocios circulares. Para ello, la CCHC Puerto Montt liderará una Mesa de Innovación Regional del Sector Construcción que deberá incorporar herramientas de construcción industrializada; desarrollar metodologías de redes de negocio que permitan vincular la oferta y la demanda de servicios de economía circular; incentivar el mercado local e involucrar a todo el ecosistema; y fomentar nuevos talentos de estudiantes a través de convenios con universidades e institutos.
Este trabajo colaborativo se desarrollará en un plazo de 24 meses y fortalecerá la vinculación entre los distintos actores de la cadena de valor del rubro, con el apoyo del Gobierno Regional de Los Lagos, Ministerio del Medio Ambiente, Dirección General de Obras Públicas, el programa Construye2025 del Instituto de la Construcción y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR).
Durante dos días y con el apoyo de CTEC y la CDT, se desarrollará un evento que reunirá a profesionales expertos, que presentarán proyectos de construcción industrializada de diversas tipologías.
Conscientes de que el salto cuantitativo para esta industria vendrá de la mano de todos los actores del país, la presidenta del CCI, Tatiana Martínez, da cuenta de la importancia de convocar y reunir en Santiago a representantes de todas las regiones: “para avanzar más rápido, lograr mayor dinamismo, productividad y sustentabilidad, debemos elevar el porcentaje de construcción industrializada en Chile y para ello necesitamos trabajar más cohesionados”.
Para ello, en regiones se están organizando distintas actividades con el propósito de que toda la cadena de valor pueda difundir los avances y resultados producto de una mayor industrialización de la construcción en proyectos que incorporaron soluciones, además de mostrar la tecnología que tienen las plantas locales.
Aunque la productividad en la construcción nacional ha estado alejada de los referentes a nivel mundial, y se habla de un estancamiento hace más de 20 años. Sin embargo, hay diversas experiencias en el mundo que indican que la implementación de la industrialización ha logrado mejorar la productividad del sector. Esto equivale a mejorar el rendimiento de las horas trabajadas, reducir las pérdidas y la generación de residuos, aminorar la exposición a riesgos de accidentes en altura y los plazos de entrega de los proyectos, así como generar una merma en las emisiones en obra.
Francisco Costabal, presidente de la Comisión de Productividad de la CChC, menciona que “el estancamiento de la productividad en nuestro país tiene múltiples causas, las que han sido analizadas y sistematizadas a partir del estudio de Matrix, siendo identificada la industrialización como una de las palancas que pueden generar ahorros significativos a los procesos constructivos y mover la aguja de los actuales niveles de productividad. En este sentido, la industrialización, para lograr su máximo potencial de productividad, requiere de una adecuada integración temprana de los distintos actores que intervienen en una obra, así como la utilización de herramientas digitales como el BIM, aspectos presentes en este ENCI 2023“.
Marcos Brito, gerente de Construye2025, reconoce que se ha avanzado mucho en los últimos años. “Con todo, aún es cierto que nos falta un buen tramo por avanzar para que podamos hablar de la masificación de los sistemas industrializados de construcción en Chile. Esto es lograr que el uso de las soluciones que hoy se ofertan sean utilizadas por una tanto mayor cantidad de inmobiliarias y constructoras, o bien las desarrollen por su propia cuenta. El concepto ya lo tenemos, la oferta también; lo que resta es poder llegar masivamente a las obras de construcción, para el beneficio de todos”, apunta.
Por ello, esta instancia que se organiza por primera vez en el país está abierta a profesionales de la ingeniería, arquitectura, inmobiliarias, constructoras, autoridades, proveedores, etc. “Hoy necesitamos que los desarrolladores de proyectos de edificación en altura, extensión, infraestructura, etc., logren incorporar en etapas de diseño las soluciones constructivas que permiten mayor industrialización de procesos en obra. Esa nueva forma de trabajar necesita mayor coordinación de personas, requiere voluntad entre las partes y el resultado final es muy positivo para todos los involucrados, sin dejar de lado al usuario final y la comunidad”, comenta la presidenta del CCI.
Cómo será la actividad
El ENCI 2023 se realizará en dos jornadas. El 5 de septiembre, en el auditorio de la CChC, se presentará contenido teórico y práctico, con expositores de Chile y Latinoamérica, así como presentaciones de casos de éxito y talleres sobre integración temprana, metodologías de colaboración, diseño edificable y constructabilidad, entre otros.
En tanto, el 6 de septiembre, en el Parque Tecnológico CTEC se realizarán visitas a prototipos construidos a escala, habrán charlas técnicas y posteriormente se realizará un tour a plantas industriales de empresas socias del Consejo de Construcción Industrializada.
La región de Valparaíso acaba de finalizar la etapa de implementación del APL y otros tres APL´s regionales están en fase de negociación, configurando de esta manera al sector de la construcción.
Los Acuerdos de Producción Limpia (APL) para una adecuada gestión de residuos de la construcción son convenios de carácter voluntario celebrados entre una asociación empresarial representativa de un sector productivo y los organismos públicos competentes en materias ambientales, sanitarias, de higiene y seguridad laboral, eficiencia energética e hídrica y de fomento productivo. Su objetivo es aplicar la producción limpia a través de metas y acciones específicas en un plazo determinado para el logro de lo acordado, mejorando las condiciones productivas y ambientales en términos de higiene y seguridad laboral; eficiencia energética e hídrica, reducción de emisiones, valorización de residuos, buenas prácticas, fomento productivo y otras temáticas abordadas por el acuerdo, buscando generar sinergias y economías de escala así como el cumplimiento de las normas ambientales que propenden al aumento de la productividad y la competitividad de las empresas.
El sector de la construcción ha desarrollado APL´s en cuatro regiones del país. La primera fue Valparaíso, en 2021, y le siguieron Antofagasta, Los Lagos y Magallanes. En esta última región, el 11 de mayo recién pasado, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) celebró sus 55 años de existencia local, con una nueva versión de la Semana de la Construcción de Punta Arenas 2023. Se realizaron dos eventos abiertos a la comunidad, a los que llegaron más de 100 personas para conocer cómo el sector de la construcción avanza en el ámbito de la sostenibilidad y economía circular, enfocados en dos temáticas: la innovación y la sostenibilidad y en ellos se presentó el trabajo que realiza la CChC regional para firmar este año el APL para una adecuada gestión de residuos de la construcción en Magallanes.
Sebastián Carvallo Albornoz, subdirector de Producción Sustentable de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) de Corfo, cree conveniente que la industria se organice a partir de estos acuerdos, porque éste “es uno de los sectores claves para el avance de la economía circular en nuestro país, considerando que es uno de los mayores consumidores de recursos y materias primas y, al mismo tiempo, es uno de los que más genera residuos. El 35% de los residuos sólidos que se producen en el país proviene de la construcción y la demolición”.
Para el ingeniero ambiental y Magíster en Gestión y Políticas Públicas, “la generación y la gestión inadecuada de residuos es el principal problema ambiental de este rubro, lo cual representa ineficiencias en los procesos productivos y una pérdida de recursos, por eso es una temática de gran relevancia en los Acuerdos de Producción Limpia (APL) que impulsamos”. En ese sentido, a su juicio, la implementación de los Acuerdos Voluntarios constituyen una herramienta de gestión concreta y eficiente que le permite a las empresas trabajar colaborativamente, en coordinación con otras entidades públicas y privadas, estableciendo metas y acciones para disminuir su impacto ambiental y aumentar la eficiencia y la productividad.
En tanto, para Katherine Martínez, subgerente de Desarrollo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) y directora del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), la organización resulta conveniente porque los APL permiten establecer metodologías de trabajo y un avance en conjunto, entre el sector público y un grupo de empresas. “Esta colaboración es muy virtuosa, porque permite establecer un lenguaje común y objetivos compartidos”, dice.
Respuesta de los privados
En este contexto, la pregunta que surge es ¿Cómo han respondido las empresas del sector a estos APL? Martínez asegura que la respuesta ha sido muy positiva, “porque ven que tendrán un acompañamiento en su proceso de aprendizaje y capacitación, podrán tener acceso a herramientas y a instancias de encuentro con entidades públicas y de la academia. Ven la oportunidad de prepararse para un desempeño más sostenible, y además la posibilidad de intercambiar experiencias con otras”.
Por ejemplo, en el APL de Valparaíso que ya está terminando su etapa de implementación, las empresas han podido notar los cambios en sus obras, entre el “antes” y “después” del APL, según Katherine Martínez.
Por ello, la evaluación desde la CChC también es positiva. Los APL de gestión de residuos hacia la economía circular están en línea con el pilar de medio ambiente del Compromiso PRO, iniciativa de la CChC que busca apoyar a las empresas en la adopción de buenas prácticas y mejorar su desempeño en Sostenibilidad. Y “para la CChC es muy valioso contar con estos APL impulsados desde las regiones, porque permite reconocer las particularidades de cada territorio y definir acciones acorde a la realidad local, con un vínculo más cercano al sector público y academia. Esto ayuda a construir experiencias que luego pueden ser traspasadas a otras regiones”, señala la subgerente de Desarrollo de la CDT.
Por su parte, el subdirector de Producción Sustentable de la ASCC, Sebastián Carvallo, señala que la economía circular es hoy unos de los principales ejes de trabajo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático y es muy positivo que el sector de la construcción haya considerado a los Acuerdos de Producción Limpia como el instrumento que les permite avanzar hacia la circularidad.
Asimismo, da cuenta de los avances: en la región de Valparaíso, el APL generó un modelo de colaboración pública privada con el fin de reducir la generación de residuos de la construcción y demolición (RCD) y evitar su disposición final, promoviendo el uso eficiente de los materiales e impulsando nuevos modelos de negocios circulares en esa región. “Este modelo ahora se está adaptando en las regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes, en donde se destaca el compromiso de los distintos actores de la industria, de la academia y de las autoridades sectoriales”, confirma.
Estado de avance
Como cuenta Sebastián Carvallo, acaba de finalizar la etapa de implementación del APL “Economía Circular en el sector Construcción de la Región de Valparaíso”, para dar paso a la evaluación final de la conformidad y certificación, “en la cual las empresas que tengan un 100% de cumplimiento en las metas y acciones comprometidas en el Acuerdo obtienen la Certificación de Producción Limpia”.
Los otros APL regionales están en fase de negociación, es decir, se están definiendo los detalles de los modelos de gestión que se van a implementar en las regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes.
“Esperamos que estos APL puedan suscribirse en julio del presente año y que durante el segundo semestre comience la fase de implementación de estos Acuerdos, en donde cada uno de los actores debe ejecutar los compromisos asumidos”, sostiene.
El profesional de la ASCC manifiesta su confianza en que “estos APL generarán una hoja de ruta que permita disminuir los impactos asociados a la generación de los residuos de la construcción y demolición (RCD), a través de la construcción de un ecosistema de innovación y colaboración público-privada especializado en economía circular de los RCD”.
Tal como se logró en la región de Valparaíso, “esperamos que en el resto de las regiones se facilite la inversión en recintos de eliminación de residuos. Actualmente, ninguna de estas regiones cuentan con lugares autorizados para la eliminación de los RCD, por lo que todos los escombros generados terminan en un vertedero ilegal, afectando la calidad de vida de la población vecina, especialmente de la más vulnerable”, añade.
Además, otro resultado visible del desarrollo de estos APL es que “vamos a formar competencias y destrezas laborales en todos los ejecutivos y trabajadores del sector. De igual forma, se avanzará en la construcción de diagnósticos precisos, que facilitarán la toma de decisiones, especialmente para nuevas inversiones relacionadas con la eliminación de RCD y el diseño de soluciones que permitan disminuir los volúmenes de residuos, tales como modelos de construcción industrializada, procesos constructivos que incorporen componentes de circularidad (construcción modular, industrialización, robotización, etc.), y procesos productivos para la fabricación de materiales con contenido reciclado, entre otras”, especifica Carvallo.
Otros temas a desarrollar tienen que ver con facilitar procesos de innovación que permitan el desarrollo de tecnologías limpias y soluciones de diseño, que se construirán desde los mismos territorios. Para ello, en estos APL la academia, especialmente las universidades regionales y sus estudiantes, tendrán un rol fundamental, ya que todo el conocimiento generado debe conversar con las necesidades de las empresas y las distintas realidades regionales.
Finalmente, en estos APL no sólo se trabajará la problemática de los RCD sino que también se trabajará en disminuir la demanda del agua por parte de la industria, lo que es una necesidad en todas las regiones del país.