La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo firmaron tres Acuerdos de Producción Limpia (APL) interregional para propiciar la prevención, valorización y correcta gestión de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y el consumo sustentable del recurso hídrico de la cadena de valor de las regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes.
Un gran avance considerando que la proyección es que esta industria genere -solo en vivienda- casi 7.500.000 de toneladas de RCD al año, más de 15 Estadios Nacionales.
En este contexto, el presidente de la CChC Juan Armando Vicuña, aseguró que “este camino de transformación a la sostenibilidad no podemos recorrerlo solos. Debemos ir acompañados de las entidades que son parte del ecosistema y por ello, la colaboración pública privada es fundamental. Así, los Acuerdos de Producción Limpia (APL) nos ofrecen un mecanismo que favorece esta colaboración y trabajo conjunto. En este ámbito, la prevención y la correcta gestión de residuos tiene un impacto muy relevante, tanto para el entorno de nuestros proyectos como para el desempeño sostenible de toda la industria, lo que ha quedado de manifiesto por nuestros socios y socias a lo largo de Chile”.
En el marco del APL se realizará un diagnóstico sobre la generación de residuos y de consumo hídrico en las instalaciones adheridas, también se establecerá una línea base sectorial de alcance regional, lo que permitirá implementar un plan de gestión de RCD y de uso eficiente del agua. Junto con ello se desarrollará una estrategia regional para solucionar la falta de sitios de valorización y para la eliminación de RCD, y se difundirá entre las empresas el catastro de gestores de residuos y de los sitios de disposición final existentes en las regiones.
Para mejorar el desempeño ambiental, cada empresa implementará un Plan de Gestión de Residuos Sólidos y Demolición (RCD) y de uso eficiente del recurso hídrico; también se desarrollará e impartirá un plan de capacitaciones en gestión de residuos y economía circular con la finalidad de dejar instaladas en los profesionales a participar; se propiciará un ecosistema de innovación para apoyar la valorización de RCD y la creación de nuevos modelos de negocios circulares que permitan aumentar la oferta de valorizadores en estas regiones.
Al respecto, la directora de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Ximena Ruz, señaló que “la industria de la construcción quiere y necesita avanzar desde una economía lineal a una circular y para esto, fortalecer sus prácticas y tecnología limpias, mantener en el tiempo o recircular los materiales, es clave para cumplir con los compromisos y desafíos que el sector se ha propuesto”.
Las regiones una vez más nos demuestran y enseñan cómo se atreven a tomar estos desafíos que, si bien traen muchos dolores y dificultades, se puede y vale la pena. La construcción impacta en miles de personas y es nuestro deber generar ese cambio cultural que nos permitirá cumplir con los cambios y desafíos que debe tomar la industria, señaló Carolina Garafulich, presidenta del Programa Construye2025.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje, ANIR, Nicolás Fernández señaló que “en Chile tenemos mucho por avanzar, lo cual vemos como una oportunidad, de generar negocios, de ser más sostenibles, de cuidar el medioambiente y cuidar a las personas. Sabemos el trabajo que implica un APL, pero felicito a la Cámara de Construcción por este paso que están dando”.
El APL está dirigido a los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción de las Regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes, específicamente, en empresas constructoras, contratistas y proveedores, entre otros, y se implementará en un plazo de 24 meses, con la participación y apoyo técnico del Ministerio del Medio Ambiente, los Gobiernos Regionales, Dirección General de Obras Públicas, Instituto de la Construcción y el Programa Construye2025 de Corfo y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (Anir).
Fuente: CChC
Por Dr. Ariel Bobadilla Moreno, profesor titular de la Universidad del Bío-Bío, secretario técnico del Comité Ejecutivo Programa UBB Sustentable 2023-2050.
La Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, elaborada en el contexto del Programa Construye2025, declara en su parte introductoria, la ambición de impulsar políticas de Estado en torno a la economía circular, integrando al sector privado y a la academia, para los fines de promover trabajo colaborativo, definiciones comunes, acuerdos, políticas, prácticas y metas de mejora, que den un impulso a la transición hacia una economía circular del sector construcción y sus cadenas de valor. A nivel operativo, define estrategias y acciones concretas para superar desafíos y brechas, con un sueño en común, el de “un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, impactando positivamente en los ámbitos social, ambiental y económico”; condición que el colectivo de la industria debe entender como premisa de sustentabilidad básica y, más que un problema, una oportunidad para la generación de nuevos mercados y empleos verdes.
El rol de la academia es fundamental para el cumplimiento de ese sueño común. En dicho entendido, la Universidad del Bío-Bío (UBB) junto a un importante grupo de instituciones de educación superior (IES) forma parte del Acuerdo de Producción Limpia II (APL II). EL APL II para IES, es el único instrumento de política pública que certifica a las instituciones como Campus Sustentables, conforme a un detallado y minucioso proceso que toma 36 meses; acuerdo gestado por la Red Campus Sustentable y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, con el objetivo de fortalecer la sustentabilidad de las Instituciones de Educación Superior, promoviendo acciones que contribuyan a la reducción de gases de efecto invernadero y a la adaptación al cambio climático.
Con la firma del APL II por parte de la UBB, el nuevo gobierno universitario comprometió, además, la construcción de una Hoja de Ruta 2023 – 2050 UBB Sustentable, con metas al 2035 y 2050 que se hacen coincidir con las metas comprometidas por el Estado de Chile a esos años. El gran desafío institucional es desarrollar e instalar capacidad para crear más valor con menos impacto sobre el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida, medir y monitorear el impacto y obtener certificación tercera, toda vez que hoy no basta decirse sustentable.
El proceso se inició con la instalación de una gobernanza triestamental (estudiantes, funcionarios administrativos y académicos) y un comité ejecutivo asesor, que cuenta con la participación de investigadores líderes del país en disciplinas atingentes a la sustentabilidad, que por diversas razones habían estado fuera de este proceso. En paralelo, se desarrolla la política de sustentabilidad de la institución, en proceso de consulta pública actualmente, y un levantamiento de línea base de consumos de energía, agua y residuos, que compromete la revisión de más de un centenar de edificios y reparticiones en los tres campus universitarios, el Campus de la sede Concepción en la región del Biobío y los campus la Castilla y Fernando May en la sede Chillán de la región de Ñuble, trabajo que ejecutan un grupo de más de 20 alumnos de los últimos niveles de las carreras de arquitectura e ingeniería en construcción de la Universidad, capacitados previamente con ese fin. Con este trabajo se busca establecer a lo menos cuatro indicadores básicos a medir y monitorear en las décadas que vienen: cantidad de energía, de agua, de residuos y de emisiones de gases de efecto invernadero por alumno año.
Para esos propósitos, el plan considera intervenciones en las bases de diseño y construcción de edificios, en las de compra y adquisiciones, así como en la de gestión de todos los recursos que la institución destina a sus funciones de formación, investigación y vinculación con el medio. Promueve una operación amigable con el medio ambiente, muy importante en una institución de educación superior, que forma profesionales en esos temas, considerando el gran valor que tiene el ejemplo como método de enseñanza.
Un acuerdo público privado echará a andar en 24 meses un proceso para categorizar y revalorizar los residuos derivados de la producción de ventanas, en empresas con instalaciones productivas o de servicios en las regiones Metropolitana y de Valparaíso.
El sector empresarial que reúne a fabricantes de ventanas y cerramientos de vidrio busca ser más sostenible y amigable con el medio ambiente, por lo cual suscribió un “acuerdo de producción limpia” (APL) con el Estado.
En concreto, se trató de una firma entre la Asociación Gremial Chilena del Vidrio, el Aluminio y PVC (Achival) y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo “para promover la implementación de acciones en la gestión de insumos y residuos del proceso de fabricación de ventanas”, indicó Corfo en un comunicado.
El APL está dirigido a empresas con instalaciones productivas o de servicios situadas en las regiones Metropolitana y de Valparaíso.
Con esto se implementará un trabajo colaborativo público-privado en un plazo de 24 meses, con la participación y apoyo técnico del Ministerio del Medio Ambiente, el Instituto de la Construcción – a través del Programa Construye 2025 – y Cristalerías de Chile.
“La inexistencia de una estandarización del dimensionamiento de las ventanas para la construcción es uno de los principales factores que incide en la generación de residuos del sector”, explicaron desde Corfo.
Eso porque los desechos suelen ser de tamaños y tipos totalmente diferentes de un proyecto a otro.
De acuerdo a la estimación realizada por Achival en el marco del proyecto de diagnóstico y propuesta de APL, en la fabricación de ventanas con vidrio laminado los residuos alcanzan al 22% y en los termopaneles alcanzan el 12% de la plancha de vidrio utilizada.
En tanto, respecto de los perfiles de PVC foliados, los retazos residuales alcanzan el 16%.
Cuantificar, caracterizar y valorizar los residuos de la producción de ventanas
“Se van a cuantificar y caracterizar los residuos, pero sobre todo se va a buscar diseñar e implementar una valorización de estos”, ratificó Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático.
“Este acuerdo tiene muchas oportunidades de innovación en la industria ventanas y ese es el desafío que tenemos, creemos que buscar aprovechar los materiales eficientemente, disminuir la generación, maximizar la valorización y avanzar hacia una adecuada gestión circular es el gran compromiso que tiene hoy nuestro país y que nos va a seguir movilizando en las próximas décadas”, subrayó.
Por su parte Guillermo Silva, gerente general de Achival, comentó que “este APL es un hito muy importante para nuestra asociación”.
El ejecutivo habló acerca de la importancia para el gremio de mejorar los estándares productivos y promover un desarrollo sostenible hacia la economía circular en todas las empresas asociadas.
En tanto, desde el Ministerio del Medio Ambiente, el jefe de la Oficina de Economía Circular, Tomás Saieg, señaló que “este APL nos va a permitir comprometer a empresas fabricantes de ventanas a transitar a la economía circular a través de la medición de su línea base y la identificación de dónde están las mayores brechas”.
Con el APL “Hacia un desarrollo sostenible de la industria de las ventanas y cerramientos de vidrio” también se espera definir atributos de circularidad para el sector y propiciar la innovación en gestión de materiales en las fábricas y su cadena de proveedores y clientes.
Fuente: BioBioChile
En noviembre, Valparaíso fue testigo de la firma del primer Acuerdo de Producción Limpia del sector Construcción con foco en la economía circular, que busca reducir la generación de residuos y promover el uso eficiente de los materiales, evitando su disposición final.
La Cámara Chilena de la Construcción y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático sellaron un Acuerdo de Producción Limpia (APL) para avanzar hacia una correcta gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD) e impulsar nuevos modelos de negocios circulares en la Región de Valparaíso.
El acuerdo apunta a diversos actores de la cadena de valor en la Región de Valparaíso, entre los que se cuentan constructores, contratistas y proveedores. La implementación está pensada en 24 meses y se realizará con el apoyo de Construye2025, programa representado por el Instituto de la Construcción, como tercero involucrado, y de los ministerios, las Seremis de Medio Ambiente, Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas y Salud; las municipalidades de Concón, Quillota, Limache y Villa Alemana; y la Universidad de Valparaíso.
“Este Acuerdo de Producción Limpia está muy en línea con el trabajo que se ha realizado en la Hoja de Ruta de Economía Circular de nuestro país y, principalmente, con la Hoja de Ruta de Residuos de la Construcción que está liderando el programa Construye2025 impulsado por Corfo. Sin esta tarea previa, hubiese sido más largo el camino de llegar a acuerdos, ya que estos insumos fueron relevantes en nuestro trabajo”, comentó la directora ejecutiva (S) de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Ximena Ruz.
Debido a que el APL priorizará la gestión del negocio de residuos y, al mismo tiempo, comprometerá fuertemente al sector para incentivar su avance hacia un desarrollo sustentable, el hito fue altamente valorado por el seremi (s) del Medio Ambiente de Valparaíso, Christian Fuentes, quien destacó que la región será pionera en materia de economía circular en la construcción.
“La gestión de residuos de la construcción no es un tema fácil y es uno de los más atrasados que tenemos a nivel nacional, a diferencia de la gestión de otros residuos como los municipales. En la región hay más de 700 sitios de disposición ilegal de residuos, en algunos casos hay residuos de la construcción, y es un problema que afecta directamente a todos los vecinos y vecinas de cada una de las comunas”, enfatizó el representante de la autoridad ambiental regional.
La Región de Valparaíso es la segunda generadora de residuos de construcción en Chile, con un promedio anual de 710 mil toneladas en la última década, el que podría superar las 986 mil toneladas anuales en el período 2025-2035. Además, es una de las siete regiones de nuestro país que no cuenta con sitios de disposición legal para los RCD.
En este contexto, Antonio Errázuriz, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), valoró que la industria esté haciéndose cargo del impacto medioambiental, transitando hacia la economía circular mediante la gestión coordinada y colaborativa entre los distintos actores de la cadena de valor. “Como gremio estamos enfocados en promover la sostenibilidad y las buenas prácticas de nuestro sector, por lo que suscribir este Acuerdo de Producción Limpia es tanto una gran noticia en sí misma, como un importante avance en el marco de nuestro ‘Compromiso Pro’”, indicó.
Lo que viene
Las empresas adheridas al APL implementarán un plan de gestión de residuos y declararán su generación, valorización y disposición final. Cada empresa generadora de residuos fijará metas cuantitativas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado, e identificará oportunidades de mejora para su reducción.
Además, se desarrollará un catastro de gestores de residuos que operen en la región y sitios de disposición final autorizados y se definirá una estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la eliminación de RCD. Asimismo, el APL impulsará la innovación para aumentar la valorización de RCD y la creación de nuevos modelos de negocios circulares, a través de la generación de incentivos, articulación de actores, acompañamiento y difusión de instrumentos de fomento a la innovación.
“La decisión y el esfuerzo de nuestros socios y empresas adherentes, por enfrentar con seriedad este tremendo desafío que es la gestión de los residuos de la construcción, considerando que nuestro sector es el principal productor de este tipo de residuos. Y más aún, por formalizar este compromiso con este APL que, a través de esta alianza público – privada y desde una visión de largo plazo, apunta hacia la sostenibilidad de nuestra industria, avanzando con acciones concretas hacia una economía circular, que es la misión que nos impusimos como gremio”, dijo la presidenta de la CChC Valparaíso, Marisol Cortez.
Otro punto relevante de este inédito acuerdo es que las empresas desarrollarán indicadores de sostenibilidad e implementarán un programa de capacitación en todos los niveles y difusión para visibilizar las prácticas de economía circular y sus beneficios.