Lanzado el 15 de marzo, el proyecto apoyado por Corfo y el Ministerio del Medio Ambiente, facilitará la construcción circular y baja en carbono. Este 2024 se espera contar con 70 datasets iniciales para ir avanzando en los próximos años.
Facilitar el cálculo de la huella de carbono para licitaciones del Ministerio de Obras Públicas (MOP), determinar reducciones de impacto de fondo con foco sostenible en proyectos Corfo, contar con factores de emisión más precisos y actualizados, son algunos de los beneficios que busca entregar CicloData, proyecto de bienes públicos apoyado por el Ministerio del Medio Ambiente y Corfo, y ejecutado por Ecoed.
Lanzado el pasado viernes 15 de marzo, éste se trata de una plataforma digital de fácil acceso que pondrá a disposición una completa base de datos para la elaboración de análisis de ciclo de vida aplicables a sectores productivos como el comercio, manufactura, construcción, minería, electricidad, gestión de desechos, agropecuaria y silvícola.
De esta forma, se busca contribuir a la sofisticación de las empresas de la región Metropolitana a través del uso de herramientas y metodologías de innovación basadas en información de ciclo de vida confiable y ajustada a la realidad regional, que investigadores, académicos y expertos en el modelamiento de impactos medio ambientales puedan acceder a información adaptada a la realidad nacional y que les permita aplicarla para la elaboración de Análisis de Ciclo de Vida Ecodiseño, además de contribuir al cumplimiento de las acciones definidas en la Hoja de Ruta de Economía Circular de Chile.
El proyecto es ejecutado por Ecoed, empresa dedicada al fortalecimiento de los líderes de la industria para la gestión del triple impacto.
Pía Wiche, gerenta general de Ecoed, explicó que con “CicloData será más fácil conocer los impactos ambientales de la industria de la región Metropolitana para avanzar de forma segura hacia una producción y consumos más sostenibles”. Agrega que “para ser más sustentables, debemos tomar decisiones de calidad. Y para tomar decisiones de calidad, necesitamos datos de calidad”.
Los Bienes Públicos son programas que buscan resolver la disponibilidad de información e identificar obstáculos en el mercado que dificultan la toma de decisiones productivas en las empresas.
Al respecto, Claudio Valenzuela, gerente de Redes y Territorio de Corfo afirma que “son muchos los programas que desde Corfo se están impulsando para el equilibrio sostenido de los territorios y uno de estos instrumentos son los Bienes Públicos. Creemos en la necesidad de avanzar en materia de transformación productiva y territorial, donde se debe incorporar nuevas tecnologías, más sofisticadas para el mejoramiento de las empresas y sus cadenas de valor”.
Desarrollo e impacto en la construcción
Además de las instituciones ya mencionadas, EcoEd trabajará en conjunto con Ecoinvent, la base de datos para ACV más fiable y transparente a nivel mundial e IBICT, Instituto Brasileño de Información en Ciencia y Tecnología, responsables de la creación de la plataforma de base de datos para ACV en Brasil.
CicloData está dirigido a personas del sector público, sector privado, academia y tercer sector que necesitan datos de ciclo de vida para tomar decisiones.
Dentro del sector de la construcción, el público son las constructoras y los productores de materiales para la construcción.
Actualmente, “el MOP ya está pidiendo la huella de carbono en sus licitaciones. Las constructoras podrán encontrar datos más precisos para el cálculo de la huella de sus propuestas en CicloData”, comenta Pía Wiche.
Por otro lado, los productores de materiales pueden agregar su información a la base de datos para que arquitectos, diseñadores y otros tomadores de decisión puedan enterarse de los parámetros de sostenibilidad de sus productos y seleccionarlos para mejorar la sostenibilidad de sus proyectos.
Por lo tanto, “la información de CicloData traerá una gran oportunidad para constructoras y proveedores de la construcción para aumentar sus ventas diferenciándose en el mercado por su sostenibilidad”, especifica la ejecutiva.
Este 2024 se espera contar con una plataforma disponible con 70 datasets iniciales. “Las metas para el 2025 son agregar 40 datasets más y efectuar el traspaso legal de la base de datos a un Centro de Investigación que será responsable por mantenerla pública y actualizada luego del fin del proyecto. Para el 2026, las metas son añadir 40 datasets adicionales a la plataforma y contar con usuarios capacitados gracias a cursos y webinars que impartiremos durante ese año. Por último, nuestra meta a largo plazo es que CicloData siga mejorando y se mantenga como un bien público constante de utilidad para el futuro sostenible y circular de Chile”, precisa Wiche.
La gerenta general de Ecoed sostiene que este proyecto facilitará la construcción circular y baja en carbono, proveyendo datos de confianza para respaldar materiales y proyectos con atributos sostenibles.
“Las constructoras tendrán acceso más fácil a datos de calidad para elegir materiales y productos más sostenibles mientras que los proveedores podrán diferenciarse por demostrar una mejor performance ambiental, así como una menor huella de carbono”, añade.
A su juicio, esto viene a potenciar la información ya proporcionada en Declaraciones Ambientales de Producto (DAPs), en las que se encuentran información sobre los impactos ambientales de productos de la construcción. “En CicloData se podrán subir estos datos para facilitar su incorporación en el cálculo de los impactos ambientales de obras de la construcción”, especifica.
De esta manera, para aquellas empresas que generan DAPs o ACV para sus productos, esto abre una nueva posibilidad de distinguirse, facilitando el uso de estos datos para que sus clientes puedan determinar el impacto de sus proyectos. A su vez, para las constructoras facilitará el acceso a datos de impacto de materiales de construcción presentes en la región Metropolitana.
Con esto, “se espera un cambio significativo en el mercado, en que las decisiones de compra y construcción sean hechas con base en datos y en que los ganadores sean los que consigan demostrar, con datos, que son más sustentables que las alternativas”, opina Wiche.
Por ahora, Pía Wiche invita a los interesados a contestar una rápida encuesta para conocer sobre cómo usan datos de ciclo de vida: https://ecoed.cl/encuesta_ciclodata/
Por Mikel Fuentes, líder de Innovación y Economía Circular de AXIS Desarrollos Constructivos e integrante del Grupo Técnico 3: Constructabilidad del Consejo de Construcción Industrializada
Para explicar el concepto de Constructabilidad, pensemos en la construcción como un partido de fútbol. La Constructabilidad sería la estrategia de juego, pensada previamente en cada entrenamiento de los jugadores.
Para lograr “jugar el partido con Constructabilidad”, se requiere que el equipo entrene y planifique el partido con anticipación, donde cada miembro del plantel aporte con su experiencia y con lo que sabe hacer, que exista comunicación, colaboración, y por supuesto, trabajo en equipo. Que se analicen las variables del partido de manera anticipada, como conocer las condiciones de la cancha, del clima, la pelota que utilizaremos, analizar posibles riesgos, saber cómo juega el equipo rival, etc. Y que cada miembro del plantel aporte con lo que sabe hacer para encontrar la mejor táctica.
¿Se imaginan jugar un partido sin que los jugadores se conozcan previamente? ¿Sin antes haber pensado y conversado la estrategia de juego? ¿Sin saber cómo juega el equipo rival o a qué riesgos nos enfrentamos? ¿Sin haber tenido entrenamientos o reuniones previas para planificar el partido? ¿Sin objetivos en común? Es muy probable que, de esa manera, no ganemos el partido. Tal vez no demos dos pases seguidos. Eso sería como construir sin aplicar Constructabilidad.
La Constructabilidad se define como “la integración óptima del conocimiento y experiencia en construcción en la planificación, diseño, logística y operaciones de obra para alcanzar todos los objetivos del proyecto (CII, 1986)”. Implica pensar en el “cómo se construirá y operará el proyecto”, pero de manera temprana y colaborativa, para tomar decisiones que permitan una construcción y operación eficiente.
En esta línea, la Constructabilidad busca que diseñar y construir no sean etapas fragmentadas entre sí. Y es aquí donde el concepto “Diseño Edificable” o más bien “Diseño Construible” (como lo nombramos en el Grupo Técnico 3 del CCI), cobra especial relevancia. El Diseño Construible es una parte de la Constructabilidad, que implica poner a disposición la pericia constructiva, los aprendizajes de proyectos pasados, la experiencia de proveedores, innovaciones del mercado, entre otros, para mejorar los diseños poniendo foco en el proceso constructivo y no sólo en el resultado final.
De esta forma, la integración del concepto de Constructabilidad es un habilitante para lograr mejores resultados, desarrollar proyectos industrializados e incorporar Métodos Modernos de Construcción (MMC) de manera exitosa. En esta línea, por ejemplo, en AXIS contamos con matrices de diseño que desarrolló nuestro equipo BIM con experimentados profesionales de obra, que capturan los aprendizajes de los proyectos ejecutados. Estas matrices son utilizadas y consideradas en la etapa de diseño de los nuevos proyectos que ejecutaremos.
En el fútbol, gana el equipo que hace más goles. Y si hablamos de Constructabilidad, gana el equipo que aplica de mejor manera los principios de Constructabilidad, ya que este concepto se puede medir y cuantificar (como lo hacen en Singapur o en Estados Unidos, por ejemplo). Y todo lo que se mide, se puede mejorar, por lo que es clave contar con un plan de Constructabilidad a nivel organizacional. No se trata de aplicar este concepto de manera aislada, sino de mejora continua, con roles definidos y con una cultura de trabajo en equipo para romper el paradigma de una industria fragmentada. De esta manera, jugaremos como un equipo de primer nivel.
Analizar y realizar propuestas para trabajar en las mallas de las carreras de pregrado para avanzar hacia temas como industrialización y sustentabilidad, es parte de los objetivos que perseguirá Construye2025 este año, a través de un Comité Gestor Académico Transversal, así como trabajar más en la especialización y fidelización de los trabajadores.
Entre enero y noviembre de 2023, el sector de la construcción desvinculó a 498.457 trabajadores, lo que equivale al 22,80% del total, de acuerdo a los datos de la Dirección del Trabajo. Este escenario es multifactorial. “La situación actual es compleja y durante los últimos años, la construcción ha venido experimentando fuertes tormentas”, dice Marcos Brito, gerente de Construye2025.
Primero, “durante la pandemia, se paralizaron obras por las restricciones de aforo y el confinamiento; luego, se produjo una inflación acelerada en los precios de los materiales y, para completar el aluvión, la economía se contrajo, reduciendo así significativamente el volumen de inversiones”, analiza. Estos “macro-factores” desencadenaron enormes problemas de liquidez para las empresas, los que, además, dejaron de contar en gran medida con financiamiento de la banca. Con todo, “las obras de edificación disminuyeron significativamente, lo que es notorio en el volumen actual de permisos de obra, y como consecuencia inevitable, aumentó el desempleo en el sector, generando desvinculaciones en forma significativa”, sostiene el ingeniero.
Para este 2024, Brito cree que un factor relevante será la inversión pública, con un portafolio de proyectos intensivo, especialmente en vivienda y salud. “Será relevante encontrar la manera de acelerar los procesos de permisos de obra, que ayuden a concretar los proyectos asociados al Plan de Emergencia Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu). Por otra parte, grandes proyectos de infraestructura, actualmente en aprobación, generarán algún grado de repunte para empresas de ingeniería, montajes y desarrollos industriales”, puntualiza.
Con ello y según los economistas, lo más probable es que el escenario mejore recién a partir de 2025, sin que haya otros factores internacionales o externos que puedan afectar nuevamente la macroeconomía del sector construcción.
En este escenario, “no cabe duda que, el año que comienza a asomarse será de transición, de optimización y de transformación. Es vital que la construcción se modernice -palabra que cuesta sopesar-, que se industrialice y que incorpore estrategias de innovación en sus procesos productivos, así como tecnología más eficiente y limpia”, reflexiona el gerente de Construye2025.
Y es que estos periodos de estrés y transición son oportunidades únicas de transformación productiva. “Chile es un país muy capaz, que cuando se pone metas, las cumple. Es cosa de ver lo que pasó con los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023. El desafío es creernos capaces y avanzar trabajando de manera organizada y mancomunada entre todos quienes participan en la construcción, incluyendo a los privados, el sector público y la academia”, dice.
Por ello, adelanta que se vienen varias actividades, como la creación de un Comité Gestor Académico, que permitirá reflexionar y buscar un replanteamiento de los contenidos en las carreras de pregrado de la construcción. A la fecha, se ha invitado a decanos y directores de carreras de construcción, arquitectura e ingeniería de universidades e institutos profesionales. Asimismo, “habrá un énfasis en temas de capital humano, donde se pretende avanzar en la incorporación femenina en la construcción, en la fidelización y especialización de los trabajadores. También hay tareas en materia de innovación, por parte de la transformación digital”.
Con todo, los siguiente meses deben ser tomados como una gran oportunidad para mejorar y avanzar en la especialización, inclusión y seguridad de los operarios, técnicos y profesionales de la construcción, concluye.
Disminuir pérdidas de acero, aminorar los plazos de entrega y evitar sobrecostos, son solo parte de los beneficios que ha visto la oficina chilena Spoerer Ingenieros, al asegurar la integración temprana. Las ventajas de esta forma de trabajar ya la han probado en Chile y en Perú.
Spoerer Ingenieros, oficina de cálculo con más de 30 años de experiencia, nació con una cultura de innovación, gracias al ejemplo de Eduardo Spoerer, quien ya en 1979 trajo a Chile una cinta de computador para realizar análisis tridimensional de edificios.
Para aumentar la productividad, una de las máximas que expresa Rodrigo Pérez, gerente de Proyectos de Spoerer Ingenieros es: “tenemos que hacer las cosas distinto, hay que innovar y para ellos, debemos tener un propósito”. Para él, la motivación es tener la certeza de que “el proyecto siguiente que estoy realizando en la empresa es mejor que el anterior y saber que el que viene es mejor que el actual”.
Con estos valores, tomaron la decisión de incorporar BIM en sus procesos, con el objetivo de mejorar la calidad del proyecto y aumentar la productividad, además de estandarizar los procesos en el área de ingeniería, a raíz del cambio normativo que se produjo a partir de 2010.
¿Cómo lo hicieron? “Tuvimos que innovar, contratando a dos ingenieros estructurales que solamente se dedicaron al proyecto, no en edificios ni estructuras, sino que solamente dedicados a generar desarrollo”, cuenta Pérez.
El proceso fue progresivo, primero comenzaron con un grupo de dibujo, capacitándolos en BIM, para luego avanzar con un segundo grupo y así sucesivamente, lograron hacer el cambio en toda la oficina. “Esto es muy importante, la innovación tiene que ser progresiva, no podemos pretender cambiar, de un día a otro, la forma de trabajar que tenemos desde hace años”, dice el gerente.
En el área de ingeniería, el cambio también fue progresivo. Desde un programa de diseño de fundaciones, pasaron a los muros, vigas y losas. Hoy, “logramos tener una plataforma transversal, que usan todos los ingenieros, que estandariza el proceso de diseño y es una tranquilidad para mí, como socio de la oficina, y también para mis clientes, que el diseño del proyecto no depende de la mano del ingeniero, sino que hay un estándar”, precisa.
Los resultados han sido notorios: “un aumento productivo del 10% en la oficina. Eso lo comprobamos con los metros cuadrados que lográbamos entregar en el año en las ‘horas hombre’ que nos dedicábamos”, explica.
Asimismo, la consecuencia de esta innovación fue instaurar una cultura de innovación en la oficina que se mantiene intacta y es así como crearon BTD “BIM Technology & Design”, un spin-off de su Departamento de Desarrollo, que tomó vida propia. Hoy asesora a otros proyectos que no son necesariamente de Spoerer, a constructoras para aumentar la productividad.
Disminución de sobrecosto
BTD tiene varios casos de éxito, que demuestran las eficiencias que genera el uso de la metodología BIM, con números concretos de aumento de productividad.
“Tenemos este proyecto SERVIU en Arica , en el que participó la constructora Salfa y BTD, nuestro spin-off. Está ubicado en una ladera de cerro y todo lo que se ve en colores, entre los condominios, son muros de contención, rampas, escaleras, que tienen un impacto enorme en el costo de los proyectos con pendiente. A poco de iniciar la obra, la constructora se dio cuenta que la topografía que había utilizado el arquitecto no era la definitiva, nos llamaron, hicimos un levantamiento rápido, presentamos propuestas, nos dimos cuenta de que muros de contención que estaban proyectados de 1m, necesitaban una altura de 4m y así otros muros que estaban proyectados, no se necesitaban”, cuenta el profesional.
Afortunadamente, gracias a la coordinación BIM, lograron evitar un sobrecosto de 5.600 UF, dos meses de aumento de plazo y 16% del incremento en la partida de muros de contención. “Si bien aquí no se hizo integración temprana, se realizó la coordinación BIM tardía, pero se hizo, hoy la constructora Salfa tiene claro que no puede hacer un proyecto sin integración temprana y sin coordinación BIM”, reflexiona Rodrigo Pérez.
Disminuir las pérdidas de acero
Gracias a que Spoerer pudo incorporar este estándar en el área de ingeniería, les fue posible colocar toda la armadura en el modelo Revit. De esta manera, Imagina, en su proyecto “Mon Amour”, contrató los servicios de BTD y unió todo el proceso de pedido de acero y de despacho con la empresa American Screw, a través de BTD, compañía que coordinaba el proceso.
Entonces, todo se inicia cuando la constructora define los ciclos, le entrega la información a BTD, que revisa los pedidos de fierro y envía, en el lenguaje de la máquina desde el modelo Revit, a la planta de corte de acero. El pedido se prepara, se dobla, se empaqueta, se etiqueta y es llevado a obra. En terreno, “tenemos una persona una persona dedicada sólo a este proceso está esperando los pedidos, los pesa, verifica su completitud y los ordena, hay un tema logístico, dejando los paquetes que primero van a ocupar en la posición superior para evitar horas de grúa”, cuenta Pérez. Y precisamente, “son estos pequeños detalles los que a veces tiran al suelo la innovación, tenemos que preocuparnos de la logística. La constructora hoy está con muchas tareas y necesitamos, aparte de entregarles la tecnología, acompañarlos, por lo menos, en los primeros dos o tres proyectos”, agrega.
Con ello, la constructora pudo disminuir sus pérdidas de acero, que venían en torno a 7% y 8%, a solo 1,1%. Además, este proyecto pudo adelantar el plazo en 25 días. Otro aspecto destacado es que dado que el acero provenía desde Revit, no hubo consultas a cálculo, no hubo atrasos por RDI y lograron rendimientos que son muy buenos para el sector: 2.400 m2 al mes y 160 m3 semanales para un edificio en los últimos cinco pisos.
“Hoy, Imagina ha incorporado esta herramienta en todos sus proyectos y usa este proyecto en comparación con los demás, por los rendimientos que se han alcanzado y así han seguido, en la cultura innovadora, incorporando las mallas electrosoldadas y otro tipo de innovaciones. Así que, creemos que están en el camino correcto”, considera el ingeniero.
Integración temprana
El tercer caso de éxito se relaciona con integración temprana parcial de cálculo. “Es un proyecto que empezamos hace varios años con Boetsch, ellos nos sentaron en una mesa de trabajo donde discutimos, junto a arquitectos y constructores, cómo hacer las cosas de mejor manera. Hoy están dando sus primeros pasos en BIM y esta instancia colaborativa ha sido fantástica”, comenta el gerente de Spoerer.
De esta manera, en una primera etapa de integración temprana, el área de cálculo conversaba con arquitectura, aportando ciertos conceptos que permitían optimizar el proyecto. Por ejemplo, identificar un voladizo que va a generar un sobrecosto o un muro de contención que quizás el arquitecto no había visto. Luego, en una segunda etapa, se incorpora el constructor, profesional que con toda su experiencia de proyectos anteriores, va generando optimizaciones. Finalmente, Spoerer aporta desde su experiencia respecto a la estructura y cómo hacer un edificio más simétrico, más regular, que va a impactar, lógicamente, en el costo total del proyecto.
Gracias a un desarrollo de BTD, tienen la capacidad de diseñar y enfierrar virtualmente un edificio en un par de días. “Con eso, podemos evaluar distintas alternativas de estructuración en una etapa temprana y entregarle al cliente cubicaciones de acero y hormigón, el que puede tomar la mejor decisión en base a estos datos”, enfatiza.
Como señala Rodrigo Pérez, es fundamental realizar la integración temprana en una etapa anterior al desarrollo de la ingeniería de detalle, cuando la arquitectura no esté cerrada, porque si la arquitectura ya está cerrada, no tienen herramientas para buscar innovaciones y aportar una ingeniería de valor.
“Gracias a este proyecto, logramos evaluar en el Conjunto Parque Los Reyes, la torre 1C y 1B con 8 a 10 modelos. Así, en aproximadamente un mes, logramos un ahorro en material de 3.500 UF y en un segundo caso, 2.859 UF. Esto ha sido muy valorado por la inmobiliaria”, cuenta.
Para alcanzar hacer esta integración en todos los proyectos, se necesita que el ingeniero ingrese en la etapa inicial, junto con adelantar un mes el proceso de integración temprana, “de modo que cuando comiencen a hacer los proyectos definitivos, ya exista una optimización”, asegura Pérez.
Contratos colaborativos
El cuarto caso de éxito es el de las Escuelas Bicentenario en Perú, que se convirtió en el primer proyecto en ese país para Spoerer Ingenieros. “Ha sido una muy buena experiencia trabajar con una integración temprana total, bajo el alero de un contrato NEC y con un alto nivel de BIM. La integración temprana se dio desde el día uno, trabajando en una nube colaborativa con todos los demás actores: arquitectos, sanitarios, eléctricos, la constructora, el área de costos de la constructora”, detalla el profesional.
Dado que este proyecto es con precio objetivo, Spoerer iba modelando el hormigón, colocando fierro y los encargados de costos, iban teniendo las primeras cubicaciones y los costos para ir proyectando el precio objetivo.
Posterior a eso, se generaban reuniones semanales con la contraparte de ingeniería: el supervisor, quien generaba las instancias técnicas para garantizar la buena calidad del proyecto.
Pérez comenta sobre los resultados de una de las escuelas del paquete 4, compuesto por 11 colegios. En total, son 100.000 m2 aproximadamente y la escuela tiene 7.800 m2. “Pude ver en terreno cómo lograron construir cinco edificios, de tres y cuatro pisos, en algo más de dos meses, con rendimientos extraordinarios: 350 m3 de hormigón a la semana y 3.100 m2 al mes. Ellos utilizan BIM para planificar todos sus ciclos con una serie de actividades rítmicas con los equipos bastante definidos y lo que me llamó mucho la atención, es que el PEIP (Proyecto Especial de Inversión Pública) iba todas las semanas a visitar la obra y les exigía los KPI. Eso es parte del contrato NEC, es decir, que el mandante esté presente en la obra, pidiéndote resultados, midiendo tu avance, eso me pareció extraordinario”, relata.
Y añade: “esto es integración temprana total, es contrato NEC, es alto nivel de BIM y números exitosos. Entonces, si tres empresas de ingeniería chilenas: Flesán, Difai y Spoerer trabajando en Perú logran estos números. Entonces, ¿por qué no lo podemos hacer acá en Chile? Yo creo que estamos muy cerca de eso”, reflexiona.
Y además, “lograron una disminución de costo de mano de obra de 17% y 20 días de plazo, eso es productividad, porque este tipo de contrato incentiva la innovación”, puntualiza.
Finalmente, señala que “es fundamental incorporar contratos colaborativos como NEC que mejoran la confianza, reparten los riesgos entre contratista y mandante, fomenta la innovación, como lo vimos acá en Escuelas Bicentenario, y además, centra el objetivo en el éxito del proyecto”.
El escenario de cambio climático y escasez hídrica que afecta al país hace necesario trabajar con más fuerza en que la economía circular llegue al agua. Por lo pronto, varias constructoras han decidido utilizar plantas de tratamiento en sus faenas que permiten darle un nuevo uso al recurso.
Si se considera toda la edificación y su operación (agua para consumo humano), el consumo de agua en el sector construcción en Chile es del orden de 6% a 7% y de esa proporción, una pequeña parte se consume en el proceso de construcción.
Este bajo porcentaje se vuelve una de las principales dificultades para abordar con mayor fuerza la circularidad del agua en esta industria. Si bien la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, que fue lanzada en agosto de 2020, en un esfuerzo de dos años de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas y Medio Ambiente, con el programa Construye2025 y Corfo, se enfoca principalmente en la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD), también reconoce el agua como un recurso para esta industria.
Y es que el agua, de todas maneras, se incluye en las medidas de sustentabilidad que abordan los edificios, pero, en general, las medidas que toman los equipos de diseño y construcción no mueven la aguja del consumo de agua en el país.
Por ello, desde esta industria, la mirada de reutilización de aguas grises, tratadas para riego de paisajismo y descargas de artefactos sanitarios es una forma en que se podría considerar la economía circular.
Y es precisamente en lo que consiste Yaku SpA, startup de base científica-tecnológica, que ha desarrollado un innovador biofiltro para la reutilización sustentable del agua gris, que proviene de duchas, lavado de ropa y lavamanos, es decir, agua residual con bajo riesgo sanitario. Yaku fue fundado en 2019 por dos científicas chilenas, Valentina Veloso y Camila Cárdenas, buscando responder a la crisis hídrica que afecta a Chile y el mundo entero. En ese sentido, apunta a ser una startup pionera en la reutilización sustentable del agua, implementando su tecnología única en el mundo basada en microorganismos que naturalmente purifican el agua, de forma eficiente y sustentable.
Con esta innovadora tecnología del Biofiltro Yaku® es posible la reutilización del agua gris para riego, descarga del inodoro y procesos industriales (Ley 21.075). Así, se puede reducir entre 40-70% el consumo de agua potable. “La tecnología se adapta a cualquier tipo de inmueble y edificaciones, pudiendo implementarse durante todo el ciclo de vida de una edificación: en la etapa de construcción para reutilizar el agua de duchas y lavamanos de los trabajadores de las faenas, en inodoros y usos en faena (mitigación de polvo, limpieza de maquinaria y camiones, hormigonado); y en la etapa operativa se reutiliza el agua de duchas, lavamanos y lavadoras de los residentes del edificio, para inodoros y riego de áreas verdes del proyecto”, cuenta Camila Cárdenas, una de las fundadoras de esta startup.
A la fecha, Yaku ya cuenta con plantas de tratamiento de más de 10 m3 instalados en centros comerciales, municipalidades, y recientemente, en cuatro instalaciones de faenas en la región Metropolitana. Además, han instalado biofiltros para más de 60 viviendas y 15 escuelas en sectores urbanos y rurales de las regiones de Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana.
Más de 260 mil litros de agua reutilizada
Una de las faenas en las que están presentes es la de Boetsch, empresa a la que llegaron a través de su colaborador Rafael de la Rivera. Mauricio Molina, subgerente de Procesos e Innovación de la compañía, buscaba una tecnología que les permitiera hacer un uso más eficiente y sustentable en sus instalaciones de faena. “Así surgió la posibilidad de instalar la primera planta de tratamiento de aguas grises Yaku para faena, en un proyecto como Balmaceda 2.500, que tendrá cuatro edificios construidos en cuatro etapas, combinando oferta residencial con multifamily”, explica Cárdenas.
Posteriormente, vino la etapa de coordinación y gestión con el personal de obra, donde Iván Troncoso y Danny Vargas han liderado la implementación de la planta en terreno.
La planta instalada en este proyecto, en Santiago Centro, primero capta las aguas grises provenientes de duchas y lavamanos de los trabajadores de obra, las cuales son canalizadas hacia un estanque enterrado de 10.000 litros que, contiene en su interior el Biofiltro Yaku. “Aquí ocurre el tratamiento del agua, donde los microorganismos Yaku sumergidos en el agua naturalmente consumen sus contaminantes y devuelven agua purificada al sistema. Mediante una bomba, el agua ya purificada se acumula en un segundo estanque superficial de 10.000 litros, el que permite utilizar el agua durante la jornada para la reinyección de inodoros y en algunos procesos constructivos, como humectación de caminos y limpieza de ruedas. Así, se le da un uso circular al agua, transformando un desecho en un recurso que ayuda a reducir el consumo mensual de agua en la faena”, especifica una de las fundadoras de Yaku.
A la fecha, en dicha faena, han reutilizado más de 260.000 litros de agua, contando con más de 150 usuarios en la obra. “Gracias al trabajo de todo el equipo en terreno y el equipo de innovación de Boetsch, hemos podido llevar la eficiencia hídrica a la práctica, demostrando que es posible una construcción más sustentable”, dice Cárdenas.
Nuevas experiencias en el rubro
A finales de noviembre, Cárdenas cuenta que instalaron la planta de reutilización de aguas grises en el proyecto Briones Luco de RVC, en La Cisterna, que consiste en un sistema de dos estanques de 5.400 litros superficiales, donde se reutiliza el agua de duchas y lavamanos de los trabajadores, para la reinyección de inodoros y la humectación de caminos. “En esta obra ya se han recuperado más de 41.000 litros de agua, gracias al compromiso del equipo RVC en terreno liderado por Marcelo Arenas y Priscilla Quintana”, comenta.
En diciembre pasado, también instalaron la planta de reutilización de aguas grises en el proyecto Matta 67 de Ingevec, en Ñuñoa, que consiste en un sistema de dos estanques de 3.000 y 3.400 litros superficiales, donde se reutiliza el agua de duchas y lavamanos de los trabajadores, para reinyección de inodoros y el lavado de bomba de hormigón. “Gracias al equipo de Ingevec en terreno, liderado por Pablo Campos, y el equipo de sustentabilidad liderado por Andrea Romero, en esta obra ya se han recuperado más de 15.000 litros de agua”, añade.
Durante enero de 2024, “instalaremos la planta de reutilización de aguas grises en el proyecto Eco Florida de la constructora ICF, en La Florida. La planta de aguas grises consistirá en un sistema de dos estanques de 3.000 L superficiales, que captarán el agua de duchas de los trabajadores para la reutilización del agua en reinyección de inodoros, la cual entrará en marcha a principios de febrero de 2024, gracias a la gestión de Nelson Gavilán, y el equipo en terreno liderado por Victor Soto y Mauro Silva”, asegura.
Camila Cárdenas también comenta que Yaku es una empresa socia de la Cámara Chilena de la Construcción como proveedores de soluciones para el uso circular del agua. Con su tecnología aportan a la obtención de certificaciones sustentables para viviendas (CVS/LEED) y edificaciones no residenciales (CES/LEED). “Ofrecemos un servicio integral de diseño, instalación y mantención del sistema, para cumplir con los requerimientos de cada proyecto y con las normativas correspondientes, buscando facilitar la incorporación de la eficiencia hídrica en nuevos proyectos”, sostiene.
En 2023, se utilizaron por primera vez en Chile áridos reciclados como base de carretera, en un tramo de prueba de la Ruta de la Fruta, usando 100% de árido reciclado, proveniente de la demolición de postes de alumbrado público.
Durante diciembre de 2023, se produjo un gran hito en el proyecto Ruta de la Fruta, ejecutado por Sacyr, consistente en un tramo de prueba de colocación de capa de base granular con 100% de árido reciclado, proveniente de la demolición de postes de alumbrado público.
Este desafío implicó el desarrollo de tecnologías a nivel de prototipo que permitan caracterizar los áridos reciclados de hormigón para su reutilización en reemplazo de áridos naturales.
Como señalan en Sacyr, estos áridos reciclados tienen la capacidad de absorber dióxido de carbono (CO2), mejorando su microestructura, lo que podría ayudar a sustituir altos porcentajes de áridos naturales no renovables, que implican un gran consumo de recursos naturales.
Sacyr fue la entidad a cargo de la caracterización de las materias primas y residuos de hormigón, y de la evaluación experimental en terreno del desempeño mecánico de estos áridos como material de base o sub base granular, junto a la empresa Río Claro a cargo de la producción de los áridos reciclados. A su vez, estos materiales fueron validados por las entidades pertinentes, vale decir el Laboratorio Nacional de Vialidad y la Universidad de la Frontera, institución a cargo del proyecto.
Este hito correspondió a una de las actividades comprometidas en el proyecto FONDEF “Desarrollo de un nuevo árido reciclado de hormigón de mejor calidad en base a tratamientos de absorción de CO2”, a cargo de la Universidad de La Frontera y la Pontificia Universidad Católica, donde se articuló la colaboración entre el sector académico, la industria y el sector público.
La Universidad de La Frontera tiene una experiencia de 12 años analizando áridos reciclados, por lo que, sin duda, “sabemos identificar claramente cuál es un buen material y cómo utilizarlo correctamente. Por lo que sentimos que este hito es un gran aporte que estamos haciendo como universidad, que nos permite promover la circularidad en el ámbito de la construcción”, precisa la Dra. Viviana Letelier, académica e investigadora de la UFRO.
La académica destaca que en este proyecto debían cumplir con especificaciones técnicas, prácticamente como si estuvieran utilizando un árido natural: “ese fue uno de los grandes desafíos, lograr una banda granulométrica de áridos reciclados, que cumpliera con las especificaciones técnicas del manual de carreteras, además de cumplir de cumplir con las otras propiedades requeridas para bases de carreteras. Ha sido clave dentro de este proceso el poder trabajar con áridos reciclados no contaminados, donde fue un aporte el conocer el origen del hormigón desde donde provenían”, y por tanto, su trazabilidad.
Por su parte, Víctor Armijos, gerente de Innovación de Sacyr, cree que ésta es una gran oportunidad de colaboración y de validación de este material como base granular, “ya que nos permite adquirir nuevos subconocimientos, probar nuevas tecnologías, mejorar nuestros procesos constructivos que hoy quieren aportar al cambio climático y a la huella de carbono”.
Consciente de la importancia de este hito está Bárbara Cornejo, jefa de Medioambiente de ENEL, “porque le da valor a un residuo, que podrían ser los postes que se retiran de las vías producto de choques, por ejemplo, y que ahora están teniendo una segunda vida, siendo utilizado nuevamente en un material completamente distinto, para otro fin”.
Desde el ámbito público, Víctor Reyes, jefe del Manual de Carreteras de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas, ve este paso de manera muy positiva, dado que “hace ya un par de años en la Dirección de Vialidad estamos enfrascados en incentivar el desarrollo de infraestructura vial sostenible, adaptarnos y mitigar los efectos del cambio climático, entonces queremos también aportar desde la normativa, que es el Manual de Carreteras”.
Como explica Viviana Letelier, ésta es la primera vez que se utilizan áridos reciclados como base de carretera y la primera vez de lo que probablemente sea el futuro: “poder utilizar y revalorizar algo que antes se iba a botadero y que ahora puede ser efectivamente usado como un reemplazo de árido natural y que cumple su misma función en perfectas condiciones”.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, valora tremendamente esta iniciativa, “esta alianza virtuosa entre la academia, las empresas y el sector público, para impulsar soluciones sostenibles como son los áridos reciclados es una iniciativa que aportará mucho a la circularidad del sector construcción, felicitamos a la UFRO, a Sacyr, a ENEL, y al MOP y esperamos que cada día haya más obras con este tipo de soluciones”.
Por otra parte, el sector avanza en nuevas normativas para establecer estándares y generar confianza en el uso de áridos reciclados. Actualmente, se encuentran en desarrollo las normas técnicas prNCh3849 Áridos – Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos – Clasificación, ensayos y requisitos de caracterización y directrices para la trazabilidad. Y la norma prNCh3848 Pavimentos – Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no 8 peligrosos – Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y sub bases de pavimentos (ver nota).
Por Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025
Como Construye2025 estamos comprometidos con el desarrollo sostenible de la construcción, por lo que nos embarcamos en el gran reto de sacar adelante el concurso nacional Desafío Net Zero 2030. Hoy, con una gran motivación vemos los resultados del proceso, con la convicción del impacto positivo que generó esta iniciativa en todos los equipos que participaron y que tuvieron la posibilidad de ser parte y motor transformador de la industria de la construcción.
Esta experiencia nos ha mostrado la posibilidad de hacer las cosas de manera diferente. Un grupo de estudiantes de distintas carreras relacionadas al desarrollo de proyectos de construcción logró diseñar viviendas de calidad y respetuosas con el medio ambiente. Como país tenemos el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono y este desafío impulsa innovaciones significativas en diseño, materiales y procesos constructivos que buscan cumplir con el objetivo señalado.
Consideramos clave involucrar esta nueva consciencia y forma de trabajo desde los estudios superiores, ya que ahí es donde se están formando los líderes del futuro que tendrán la responsabilidad de permear una nueva cultura en la forma de hacer las cosas y de relacionarse, incorporando el trabajo colaborativo e integración temprana en el desarrollo de proyectos, entre otras cosas.
Agradezco y celebro a todas la universidades que impulsaron este desafío al interior de sus carreras, también a todos los profesores y profesionales que motivaron y acompañaron a los alumnos para llegar a término con sus entregas. Estamos seguros que todos los equipos participantes fueron ganadores por los beneficios de haber sido parte del proceso, accediendo a distintas charlas y otras experiencias que fueron parte de este desafío.
Felicito también a todos los protagonistas que hicieron posible este desafío, los estudiantes, todos ellos comprometidos con hacer un mejor país a través de una mejor solución habitacional. A su vez, invito a todas las universidades, a sumarse al Comité Gestor Académico que estamos formando como programa, puesto que necesitamos que estos proyectos dejen de ser novedades de un concurso y pasen a formar parte de las mallas curriculares de los profesionales de Chile.
En su reunión número 46, el Consejo Estratégico de la Construcción hizo una revisión del camino recorrido desde hace ocho años por el programa Construye2025, bajo la guía de Corfo, y reflexionó sobre los pasos a seguir después del 2025.
Con una invitación a comprometerse y ser embajadores con el mensaje de Construye2025, inició la última reunión del Consejo Estratégico de la Construcción de 2023, Carolina Garafulich, presidenta del programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, mensaje que impulsa a seguir acelerando de manera decidida la transformación de la industria, de manera conjunta.
La idea es que “nos consideren como aliados, como estructuradores en aquello que ustedes también necesitan acelerar de su espacio, para que podamos ser ese motor que une, que articula, que genere instancia, la información y los cambios culturales que son claves para que todo lo que hagamos se mantenga en el tiempo, porque podemos generar muchas ideas, muchos estudios, pero si no hacemos realmente un cambio de conciencia, estas cosas no se van a sostener en el tiempo”, precisó.
Por ello, Garafulich manifestó su alegría con el concurso Desafío Net Zero 2030, que permitió llegar a las universidades y sus estudiantes, porque “no nos podemos perder esa oportunidad de que las nuevas generaciones vengan con una conciencia distinta, con una capacidad de ver las cosas de manera diferente y que traigan incorporado en su ADN la necesidad de colaborar, de respetar, de ver más allá del bien propio y que, al final, la suma de las partes hace más que cada una por separado”, añadió.
En tanto, Marcos Brito, gerente de Construye2025, recordó y agradeció el apoyo de todo el grupo que conforma el Consejo, que ayudó a construir la primera hoja de ruta del programa. “Ha sido una historia larga, han pasado muchas cosas por supuesto, varios de los que estamos acá estamos desde el comienzo y eso también es muy valioso, dado que no sólo las instituciones que representan siguen estando con nosotros, sino que también las personas”, señaló y presentó un recuento de la historia del programa.
Luego de un recorrido por los principales logros del programa en 2023, Marcos Brito invitó a los asistentes a una dinámica de reflexión, para resolver la interrogante ¿qué pasa después de 2025?, en el contexto de que restan sólo dos años de trabajo del programa original que Corfo invitó a la industria y al equipo a recorrer.
“Estamos súper orgullosos de llevar ocho años recorriendo este camino, no ha sido fácil, hemos pasado distintos momentos políticos, administraciones, situaciones y aquí estamos y creemos que todavía podemos seguir aportando. Tenemos que llegar al 2025 con las metas cumplidas pero, todavía queda camino por ver”, analizó.
En ese sentido, invitó también a reflexionar sobre qué temas se trabajarán después de 2025, en una dinámica dirigida por Pedro Mancilla, representante de IUS Latam.
Al finalizar, Marcos Brito anunció que se vienen varias actividades este 2024, en temas de industrialización de la mano del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), la creación de un Comité Gestor Académico que permitirá reflexionar y buscar un replanteamiento de los contenidos en las carreras de pregrado de la construcción.
Asimismo, habrá un énfasis en temas de capital humano, donde se pretende avanzar en la incorporación femenina en la construcción, en la fidelización y especialización de los trabajadores. También hay tareas en materia de innovación, por parte de la transformación digital.
Net positive
En la oportunidad, se invitó a Enrique Loeser, gerente general de Desarrollos Constructivos Axis, a exponer sobre su experiencia como empresa, atendiendo el concepto de Net Positive.
“Los negocios no pueden crecer, no pueden surgir en una sociedad que falla desde el punto de vista social y de los recursos. Entonces, cuando estábamos conversando sobre esto, la primera persona que se nos vino a nuestra mente fue Enrique y Axis”, explicó Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad, al presentar al ejecutivo.
Loeser habló de la historia de la compañía y mostró el recorrido que han tenido para generar el cambio. “Hay un grupo de empresas que estamos trabajando en torno a la Cámara Chilena de la Construcción, a distintas instancias, hoy también en el CCI, y, por supuesto, en Construye2025, donde hemos participado activamente en producir este cambio, porque estamos tan atrás”, opinó.
De esa manera, Axis se ha ido moviendo entre la innovación, la industrialización, el capital humano, la gestión de residuos, la valorización, la sostenibilidad, “que nos abrió al equilibrio entre los ámbitos económico, social y medioambiental”.
“Fuimos avanzando y me tocó, por esas conexiones que van ocurriendo, por las redes que son tan importantes y sobre todo, por el trabajo colaborativo, incorporarnos en un proyecto de innovación en un programa de Corfo con la CDT y desde ahí se nos empezó a abrir la mente definitivamente, por lo que empezamos a trabajar en distintas áreas, y es el proyecto en el que hemos estado en los últimos 15 años”, relató Enrique Loeser.
El gerente de Axis también recordó el consejo del profesor Luis Fernando Alarcón, quien los introdujo a la idea del trabajo colaborativo, es decir, a contar sus experiencias a otras constructoras. “Así que en eso hemos seguido trabajando fuerte y se han logrado cosas que me llenan de orgullo y es muy gratificante”, declaró.
A su juicio, en el futuro, “sin duda, la empresa tiene un rol vital en la sociedad, así como lo tuvieron antes los imperios y otras organizaciones que fueron generando nuestra civilización. Estoy convencido que hoy la empresa es la que está llamada a hacer todos estos grandes cambios”. Para ello, cree que la empresa moderna debe tener diversidad, análisis crítico y “ser un lugar donde se promuevan las ideas disruptivas, donde a las personas les encante ir a trabajar y hacer algo más por nuestro país, nuestra sociedad y nuestro mundo”, finalizó entre aplausos de los asistentes al consejo.
La actualidad en el manejo de los residuos de construcción y demolición (RCD) resalta la urgencia de adoptar prácticas más sostenibles. Por ello, es clave fomentar conciencia e inspirar un cambio cultural hacia una gestión más responsable de los RCD. Y es que los beneficios son diversos, no sólo el bienestar ambiental, sino que la viabilidad a largo plazo de la industria está entre ellos.
Con el propósito de abordar de manera más efectiva la pérdida innecesaria de materiales, el mal uso de recursos y la insuficiente conciencia ambiental en el ámbito empresarial, nació Reduciclo. “Nos preocupa profundamente observar cómo esta negligencia impacta de manera negativa en el medio ambiente y pone en riesgo la estabilidad financiera de las empresas, desequilibrando el sector”, declara Lucas Bracho, ingeniero en construcción y CEO de la compañía, quien desde el inicio de su carrera profesional ha estado ligado a la gestión de residuos y la economía circular en construcción.
Pero más allá de la gestión de residuos, Reduciclo busca ser agente de cambio en la educación ambiental, ofreciendo capacitaciones, charlas y herramientas para facilitar la implementación de la gestión de RCD en las obras, como señalética personalizada para cada establecimiento que decida trabajar con ellos.
Y es que como señala Bracho, hay una importancia básica en generar un cambio cultural dentro de la empresa, el cual “radica en reconocer que la gestión efectiva de los residuos de la construcción y demolición (RCD) no es solo una actividad operativa, sino un compromiso arraigado en la cultura organizacional. Este cambio permite que el compromiso con la gestión sostenible de RCD sea un valor arraigado en cada nivel de la empresa, representando un compromiso a largo plazo con la responsabilidad ambiental”.
De esta manera, “una cultura empresarial orientada a la sostenibilidad en la gestión de RCD mejora la imagen corporativa, destacando a la empresa como líder responsable y comprometido con prácticas respetuosas con el medio ambiente. Este enfoque no es solo una práctica puntual, sino un mensaje de marketing poderoso que refleja un compromiso constante con la responsabilidad ambiental”, considera el profesional.
La capacitación en gestión de RCD es crucial por diversas razones. Lucas Bracho menciona el cumplimiento normativo, pues asegura el conocimiento y cumplimiento de normativas
ambientales, evitando sanciones y garantizando el respeto a las leyes; el impacto ambiental, ya que permite implementar prácticas que reduzcan estel impacto ambiental, promoviendo la sostenibilidad en el rubro y la preservación del entorno; la eficiencia en procesos, dado que proporciona herramientas para gestionar eficientemente los residuos en todas las etapas constructivas, optimizando procesos y minimizando pérdidas; la imagen corporativa, que mejora la imagen corporativa al destacar el compromiso ambiental, atrayendo a clientes y socios con valores sostenibles; la reducción de costos, pues genera ahorros al reducir pérdidas de materiales y evitar multas asociadas a una gestión inadecuada; y la colaboración y alianzas, puesto que fomenta la colaboración entre empresas e instituciones, fortaleciendo la industria y promoviendo la economía circular.
Realidad actual
Hasta el momento, Reduciclo ha trabajado como consultor de Plataforma Industria Circular, ofreciendo soporte técnico y comercial esencial. “Guiamos a empresas de diversos sectores en la comprensión de los beneficios de la plataforma, facilitando la conexión con transportistas y gestores de residuos. Además, en la plataforma puedes registrar y cuantificar la adquisición de recursos y la generación de residuos en los establecimientos, con el propósito de generar indicadores de impacto ambiental y social para contribuir al desarrollo sostenible”, explica Bracho.
A ella se suma la colaboración con la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, siendo consultor en talleres “Pro-economía circular”, en el marco del compromiso PRO de la CChC. “Realizamos estos talleres en sedes regionales de Chile, dirigidos a inmobiliarias y constructoras, socias o no de la Cámara. Aportamos nuestra experiencia y casos reales para enriquecer la aplicación práctica del manual de gestión de residuos, que incluye imágenes y ejemplos demostrables de casos exitosos”, detalla.
Y también han colaborado con la Escuela Tecnológica de la Construcción (ETC), donde desarrollan cursos para inmobiliarias y constructoras en todo el país, financiados mediante códigos SENCE y la Franquicia Tributaria. “Estos cursos incluyen a todos los trabajadores de la obra y perfiles específicos para el manejo de RCD, como encargados de logística, jefes de bodega, supervisores, maestros, ayudantes y jornales”, especifica el profesional.
Con esta experiencia, el CEO de Reduciclo dice que “se nota una variabilidad en cómo las empresas del sector abordan los RCD. Algunas han adoptado enfoques proactivos, implementando prácticas sostenibles, mientras que otras están menos avanzadas. La conciencia de los trabajadores sobre la gestión de RCD también varía. Algunos están comprometidos, otros menos informados”.
Por ello, insiste en destacar la necesidad de educación continua. “Empresas y trabajadores se benefician de capacitaciones sobre las últimas prácticas en gestión de RCD, resaltando los beneficios ambientales y económicos de enfoques sostenibles”, añade.
Por ello, el propósito que tiene la empresa es un “ganar-ganar”, es decir, “queremos generar ahorros para las empresas, reducir pérdidas de materiales, optimizar procesos y crear obras de construcción ordenadas y limpias. Aspiramos a que las empresas se destaquen como empleadores deseables, atrayendo a trabajadores comprometidos con el medio ambiente. Esta sinergia no solo beneficia a las empresas, sino que también al medio ambiente y a las comunidades, evitando la proliferación de residuos ilegales en las ciudades y reduciendo el tráfico de camiones de residuos. Unidos, construimos un futuro más sostenible y próspero”, considera Bracho.
Y todo ello, con el compromiso de transformar los residuos en recursos, promoviendo su reducción, reutilización, reciclaje y valorización en diversos sectores.
Con una ceremonia que se realizará el 9 de enero, en Concepción, en la Universidad del Bío-Bío se inaugurará el esperado Laboratorio de Prototipado Experimental Piloto (PEP Lab), un hito del CIPYCS que permitirá habilitar un ecosistema de producción de innovación basado en ciencia, prototipado y experimentación para la industria de la construcción.
El Laboratorio de Prototipado Experimental Piloto (PEP Lab), que se inaugurará el próximo 9 de enero de 2024 en el Campus de Experimentación de la Universidad del Bío-Bío en la ciudad de Concepción, es un hito del Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable (CIPYCS). “Pero no es solamente eso, significa también un avance considerable y seguro en los objetivos de alto nivel del programa Construye2025, en cuanto a impulsar el desarrollo de la industria de la construcción y del país “a través de la incorporación de innovación, nuevas tecnologías y fortalecimiento del capital humano, teniendo como foco el bienestar de los usuarios y el impacto a lo largo del ciclo de vida de las edificaciones”, como bien se señala en la visión del Construye2025, programa que inspiró e impulsó la iniciativa y bajo cuyo alero se desarrolló”, comenta el Dr. Luis Ariel Bobadilla, profesor titular de la Universidad del Bío-Bío, secretario técnico del Comité Ejecutivo Programa UBB Sustentable 2023-2050.
En ese sentido, el académico cree que el PEP Lab viene a llenar “una sentida necesidad del colectivo de la industria y es un verdadero sueño cumplido para sus impulsores”.
Y es que el PEP Lab permite estructurar y habilitar por primera vez en Chile, en un mismo espacio físico, un Ecosistema de Producción de Innovación basado en ciencia, prototipado y experimentación, denominado (Eco PI UBB CIPYCS). Como explica el doctor Bobadilla, éste es un sistema dotado de facilidades experimentales para cubrir niveles de maduración tecnológica de productos en el rango TRL1-TRL8. Esto equivale a hablar desde su concepción científica básica hasta su materialización como producto tecnológico en la forma de primeras unidades prototípicas a escala uno a uno real, para pruebas finales de conformidad antes de su puesta en el mercado y comercialización.
“PEP Lab viene a cerrar así la brecha que nos faltaba para llegar a TRL 8, para cubrir las ‘últimas millas’, el tramo entre TRL5 hasta TRL8 que los estudios de base que fundaron el programa Construye2025 identificaron en su momento como una falla crítica que limitaba la capacidad para generar innovación, que motivó precisamente la formulación del proyecto CIPYCS”, detalla el investigador.
Aunque reconoce que ésta una brecha que no se cierra simplemente disponiendo del espacio para prototipar, sino que con mucho más: con capacidades para prototipar a escala real en ambientes industriales controlados y, más importante aún, con capacidad para comprobar y acreditar que los productos poseen las funcionalidades requeridas. “Armar un sistema con esas características en nuestro país es difícil, costó tiempo e importantes otros nuevos recursos económicos, que se tuvieron que apalancar y disponer, en especial para contar con infraestructura de nivel para prototipar a escala real, pero valió la pena todo el esfuerzo”, considera Bobadilla, quien también participa del Consejo Estratégico de la Construcción.
Más innovación para el sector
Así, Eco PI UBB CIPYCS, es, además, un lugar de encuentro entre la industria y la universidad, apropiado para codesarrollar y ejercitar la cooperación, la innovación asociativa, crear redes y construir capital social.
“Eco PI UBB CIPYCS responde a una carencia histórica, una falla que explica en gran parte la baja tasas de innovación en la industria de la construcción. Las capacidades disponibles en las universidades, sirven para producir y probar prototipos a escala reducida, resulta por lo mismo muy riesgoso escalar de ahí a producción industrial y al mercado”, sostiene el académico.
Por ello, con este nuevo laboratorio se espera poder fabricar a escala experimental piloto, primeras unidades como probetas para realizar pruebas de conformidad y/o como modelo para la fabricación masiva. “La unidad está habilitada para replicar condiciones industriales controladas y fabricar, evaluar y producir innovación a costos más convenientes, sean de primeros lotes de producción de nuevos productos en madera, hormigón, elementos reciclados o productos híbridos más complejos. Reduce, por lo mismo, los riesgos inherentes a cualquier proceso de innovación, con lo que crea mejores condiciones para generar desarrollo tecnológico, productivo y social”, asegura.
El Ecosistema lo conforman PEP Lab, la unidad dispuesta para prototipar que se está inaugurando, más 20 otros laboratorios satélites llamados Laboratorios de Control de Conformidad (LCC), que la Universidad del Bío-Bío dispuso se arreglen y utilicen para conformar el Ecosistema de Producción de Innovación. Los LCC son unidades instaladas por la UBB en las últimas dos décadas para apoyar sus procesos de formación e investigación en las áreas de control térmico, higrotérmico, acústico, estructural, biótico, entre otros, y la mayoría son Laboratorios Oficiales de Control Técnico del Ministerio de Vivienda (Minvu). “En estos laboratorios está previsto que se realicen las pruebas de verificación de conformidad y las finales de acreditación y certificación de estándares de desempeños. Una labor cardinal toda vez que hoy no basta decir que un producto es de calidad, la calidad debe acreditarse a través de medios y los organismos que la ley prevé para ello”, dice el ingeniero.
Eco PI UBB CIPYCS dispone de dos líneas de producción: una en Madera y productos derivados y otra en Hormigón y productos reciclados, ambas dotadas de avanzada tecnología de producción, como la primera impresora industrial 3D disponible en Latinoamérica inaugurada recientemente, un Brazo Robótico Industrial, CNC Router, Centro de Armado de Componentes, entre otros. Asimismo, dispone de un Laboratorio de Diseño Integrado para Construcción Aditiva dotado de tecnología BIM de Revit-Autodesk, Cascos EEG y otras facilidades para realizar diseño virtual paramétrico y trabajos en las líneas de Neuroarquitectura, más salas de clases en el mismo lugar, para apoyar procesos de formación y capacitación. “Todas estas facilidades nos ayudarán a producir innovación y potenciar la construcción industrializada y sustentable en Chile”, precisa Bobadilla.
¿Cómo opera PEP Lab?
Ariel Bobadilla describe el siguiente esquema técnico y administrativo: “A través de sus líneas de producción se fabrican prototipos de materiales y elementos a escala real, los que se someten a un proceso iterativo de prueba – verificación de hipótesis – ajustes y modificación – prueba, hasta que la solución alcance el nivel de conformidad establecido o se declare no viable. El prototipo que pasa por ese proceso es normalmente el mejor prospecto resultado de evaluaciones previas realizadas a diversas soluciones alternativas, teóricas y conceptuales con el apoyo de técnicas de simulación numérica y virtuales”.
Importante es señalar también que PEP Lab y el Ecosistema de Producción de Innovación Eco PI UBB CIPYCS, son facilidades que se disponen como bienes públicos, su modelo de negocio, que administrará el Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción de la Universidad del Bío-Bío (CITEC UBB), considera el libre acceso a su uso por parte de la industria y de otras instituciones, salvo solamente los costos de operación y mantención.
Los interesados en asistir a la inauguración pueden inscribirse en este LINK.
En un seminario organizado por el Instituto Nacional de Normalización, que contó con la participación del INN, Construye2025 y el MOP, se dio cuenta de los avances que han hecho los tres organismos en materia de economía circular y la importancia de las normativas de áridos reciclados para el sector.
El Instituto Nacional de Normalización organizó a fines de noviembre el Seminario “Cambiando la forma de construir: Transformando residuos en áridos para la construcción”, programa desarrollado con aportes de Corfo, para el desarrollo de normas chilenas para la habilitación de la economía circular en el sector construcción.
Este evento contó con la participación de Emilio Rojas, profesional de la División de Normas del Instituto Nacional de Normalización; Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025; Víctor Reyes, jefe de la Unidad de Carreteras, de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas, y Pablo Ibañez, asesor ambiental de la División de Ingeniería de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas.
Cada uno de los expositores nombrados abarcó diversos tópicos, como el impulso de nuevas normas chilenas sobre este ámbito, la importancia de los áridos, su uso en obras públicas y su impacto en la economía circular entre otros interesantes temas.
Claudia Cerda, jefa de División de Normas del INN, contó, al abrir esta actividad, que Corfo les ha solicitado como Instituto Nacional de Normalización el estudio de normas técnicas que habiliten el desarrollo de la Hoja de Ruta de Economía Circular. “Este ha sido un gran desafío para el INN y nos hemos propuesto ir cumpliendo de manera sostenida y sistemática con ello”, precisó.
Asimismo, comentó que los primeros pasos que ha dado la institución en economía circular los desarrollaron antes de la hoja de ruta y fueron las normas de gestión de residuos de la construcción y demolición, específicamente, la NCh3562 sobre clasificación y directrices para el plan de gestión de RCD, financiada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el año 2017, y la NCh3727, que establece las consideraciones para la gestión de residuos y para las auditorías previas a las obras de demolición, financiada por el Ministerio de Medio Ambiente, el año 2020.
“En particular, quiero mencionar el uso que se le ha estado dando a la norma 3562, que fue oficializada por el Minvu en septiembre de 2019, y ha sido considerada en la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en la Construcción 2035, a partir de la cual distintos organismos de construcción, como la Cámara Chilena de la Construcción y la Corporación de Desarrollo Tecnológico, la han considerado como base para impulsar el marco regulatorio relacionado con la gestión de los RCD, así como en la elaboración de manuales de apoyo a las empresas para contribuir a la gestión de ellos”, especificó.
Cerda añadió que esta normativa “también ha sido considerada como una referencia por organismos públicos, en particular, el Ministerio de Obras Públicas, para la gestión de los residuos en obra, así como también hemos sabido que se utiliza dentro de bases técnicas de licitación de obras públicas”.
A partir de este trabajo, han surgido nuevas necesidades y encargos hacia el INN. Es así como en 2022 se aprobó un nuevo contrato entre el MMA y el INN para la elaboración de siete normas sobre economía circular, las que buscan establecer los atributos e indicadores de circularidad para gran parte de la cadena de valor de la construcción (ver nota).
“En el camino también hemos ampliado este trabajo hacia el sector de minería. Los primeros indicios de incorporar áridos reciclados del sector minero fueron manifestados por este rubro en el comité que hoy se encuentra estudiando la norma 163 que establece los requisitos para los áridos utilizados en morteros y hormigones. Sin embargo, para avanzar en la incorporación de estos nuevos áridos es necesario basarnos en datos científicos y en la tecnología, que sirvan para demostrar los requisitos de calidad y seguridad de éstos”, argumentó.
En paralelo, han ido recopilando información sobre los residuos mineros y siderúrgicos que pueden transformarse y valorizarse como áridos a ser utilizados en el sector de la construcción. “Es aquí donde las disciplinas se juntan y debemos estar preparados para ello. Nos encontramos en un punto relevante, contribuyendo al punto de inflexión en la gestión de los residuos, donde éstos no sean desechados y enterrados, sino más bien, reutilizados y valorizados para seguir construyendo con la economía circular en nuestro país”, comentó.
Áridos reciclados
Emilio Rojas, profesional División de Normas del INN, presentó el tema “Impulsando el uso de áridos no convencionales – Nuevas Normas Chilenas”. En su presentación evidenció dos grandes problemas: la no gestión de los residuos en una obra y la escasez de áridos naturales, lo que lleva a su extracción ilegal y a generar grandes impactos ambientales.
“Como INN vemos oportunidades de mejora en estos problemas, porque una norma chilena parte de la identificación de un problema que se transforma en una necesidad, en este caso, de generar un documento normativo, por lo tanto, todas estas situaciones nos llevan a hacernos cargo de la situación que nos corresponde”, expuso.
En ese contexto, habló sobre el panorama normativo nacional en torno a la materia. A las ya mencionadas por Claudia Cerda, añadió Ley REP 20.920, que establece un marco para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida del productor y el reciclaje, “por lo tanto, es un puntapié inicial para que podamos hacer desarrollos técnicos”, dijo.
Mencionó el prNCh3849 Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos; clasificación, ensayos y requisitos de caracterización y directrices para la trazabilidad; el prNCh3851 Áridos artificiales en base a escorias del proceso siderúrgico, clasificación y requisitos, el prNCh3848 Pavimentos, Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos, Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y subbases de pavimentos y el prNCh3850 Pavimentos Áridos artificiales en base a escorias del proceso siderúrgico , Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y subbases de pavimentos.
“Este convenio con Corfo tiene la particularidad de que estas normas chilenas se trabajan muy rápido, por lo que en 2023 las normas tenían que estar en consulta pública y tener una primera reunión de comité técnico. Por ello, citamos a un comité de anteproyecto cerrado, con expertos que ya han hecho desarrollos en este tipo de materiales para poder elaborar dichos anteproyectos”, señaló.
Por su parte, Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, se refirió a “La importancia de los áridos: ¿Cómo aseguramos los recursos para una construcción sostenible?”.
Tapia agradeció la instancia de trabajo colaborativo que significan los comités de normas, a Corfo por la voluntad de avanzar en normas de economía circular, invitando a Construye2025 a hacer propuestas, y al INN por el apoyo para sacar adelante estas normas.
Asimismo, sostuvo que es necesario “buscar las formas de asegurar los recursos para tener una construcción más sostenible económica, social y ambiental, pero no solo para las generaciones futuras, sino que para las actuales, porque tenemos tremendas inequidades sociales, entonces mientras se pierden muchos residuos, tenemos comunas con grandes ingresos que construyen mucho, tienen muy buena calidad de espacios públicos, versus otras que pueden tener el hormigón, pero en forma de residuo y no de edificación, lo que afecta la calidad de vida de las personas”, junto con dar cuenta de la pérdida de materiales en la que aún persiste el sector.
La arquitecta evidenció que “son muchos los desafíos, por lo que el cambio tenemos que hacerlo ahora”, refiriéndose a pasar de una economía lineal a una circular, planificar las ciudades, evitando errores de diseño y la generación de pasivos ambientales.
Al finalizar, Alejandra Tapia destacó las iniciativas colaborativas que se están encargando de esta problemática de la construcción, como la Hoja de Ruta RCD Economía Circular de la Construcción 2035, lanzada en 2020 por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025, así como la Estrategia de Economía Circular en Construcción, liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción, Construye2025 y la CDT.
En representación del Ministerio de Obras Públicas, Víctor Reyes, jefe de la Unidad Manual de Carreteras de la Dirección de Vialidad, y Pablo Ibáñez, asesor ambiental de la División de Ingeniería de la Dirección de Vialidad, expusieron sobre “Áridos Reciclados en Obras Públicas: Caminando Hacia la Economía Circular”.
Reyes contó que en la Dirección de Vialidad del MOP hablan de economía circular y áridos reciclados desde antes de 2015 y que han avanzado “principalmente en el desarrollo de algún tipo de información y pruebas de laboratorio”.
A su juicio, “ha sido un camino largo de ir conversando con distintas personas y convenciendo sobre este cambio. Hemos ido sentando las bases de lo que se busca, porque sentimos una responsabilidad importante como ente público para poder impulsar esto. Somos uno de los principales mandantes de obras públicas, en las que se consumen muchos materiales de construcción y si dentro de nuestras exigencias en los contratos, pedimos el uso de otros materiales y avanzar en la utilización de materiales reciclados, eso será una ayuda importante”.
Por lo mismo, “hemos estado trabajando bastante con el INN en el desarrollo de estas normativas, como Manual de Carreteras en la Dirección de Vialidad para ir impulsando estos temas con el Laboratorio Nacional de Vialidad, con el Comité de Normas del MOP”, afirmó el ingeniero.
En tanto, Pablo Ibáñez se refirió a los áridos naturales y mencionó que teniendo la normativa y la Hoja de Ruta RCD, “se genera una serie de desafíos para la Dirección de Vialidad con la utilización de áridos reciclados, los que se presentan en todo el ciclo de vida de un proyecto vial. En la preinversión, estos proyectos nuevos o alternativas de mejoramiento, donde utilizando las 9R, la idea es repensar o rediseñar pensando en materiales de construcción que puedan reutilizarse en estos trazados o disminuyendo el uso de materiales vírgenes”.
Así, “durante el diseño podemos establecer los tipos de pavimentos que pueden utilizar, reutilización de áridos en el diseño, analizar y comparar los tipos de pavimentos a realizar, avanzar en los términos de referencia, con los requisitos y lineamientos, junto con el Laboratorio de Vialidad”, complementó.
En la etapa de construcción precisó que es posible utilizar materiales alternativos, pero fundamentalmente, está la posibilidad de reciclar y reutilizar los rechazos y residuos provenientes de la obra. Y en el caso de mantenimiento, está la reposición de elementos, y reciclaje de pavimentos, a través de RAP, o espumado, entre otros, y el manejo de residuos.
En resumen, “desde el punto de vista del uso de carpetas de rodadura referidas a asfaltos, tenemos bastante experiencia, pero nos falta todavía en la reutilización de agregados de hormigón”, especificó Ibáñez.
Finalmente, Víctor Reyes presentó algunos ejemplos de experiencias que se han realizado desde la Dirección de Vialidad y comentó que en el MOP se está trabajando en una nueva política de sustentabilidad que les permita reducir el impacto ambiental de las obras, usar eficientemente los recursos e integrar la economía circular.
El seminario completo puede ser consultado aquí:
Por Daniela Vásquez J., arquitecta y gerente general de Construye Zero.
En medio de la crisis climática, donde la urgencia de abordar y ser resilientes al cambio climático se hace más evidente, surge Construye Zero. Este Programa Tecnológico liderado por CTEC y apoyado por Corfo, que completa su primer año de avance de un total de tres, se centra en el desarrollo de 10 Tecnologías de Adaptación al Cambio Climático (TACC) destinadas a transformar la industria de la construcción y contribuir a la descarbonización del país.
Innovación tangible y ejemplificadora en marcha
La iteración constante de prototipado, medición y mejora es esencial para desarrollar soluciones tecnológicas pertinentes. En el Parque CTEC, la construcción de “Parawatts” es un hito significativo en el testeo de energías renovables, siendo este un kit de energía solar autónomo y de “plug and play”. Parawatts colabora con el “Módulo NetZero”, que aspira a reducir la huella de carbono en construcción modular mediante soluciones de bajo impacto, desde el diseño BIM hasta la fase inminente de construcción y operación.
En cuanto a soluciones constructivas, “Impresión 3D y Eco Hormigón” está por iniciar su fase física, ofreciendo un sistema que optimiza el uso de materias primas y reduce la generación de residuos, transformando la construcción tradicional de viviendas sociales. En simultáneo, se lanzará el prototipaje de “Fachadas adaptables industrializadas”, con avances que incluyen el desarrollo de tipologías, conexiones y detalles, reduciendo tiempos y residuos para cambiar la forma de construir edificios en Chile.
Finalmente, el “Laboratorio de Materiales”, proveerá al mercado nacional un espacio de prueba y validación con foco en el cambio climático. Hasta ahora se han definido requerimientos de ensayo y el diseño de la cámara para iniciar su construcción en 2024.
Plataformas digitales para la construcción del ahora
La digitalización y gestión de la información es clave en la toma de decisiones, por lo que está siendo abordado por medio de tres TACC. “Pasaporte de Materiales P+” ha logrado avances claros, colaborando estratégicamente con otras plataformas y anticipando el desarrollo de la etiqueta “+GreenProduct”. “Plataforma de Optimización y EE” también ha progresado, destacando la creación de una red neuronal predictiva para reducir el consumo energético en viviendas. Simultáneamente, el “Gemelo Digital” se presenta como una herramienta esencial, centralizando información de otras TACC, para mejorar la eficiencia y sustentabilidad de los proyectos, buscando cambios sustanciales desde las etapas tempranas de diseño hasta la operación utilizando modelos BIM e instrumentos de medición.
Construye Zero como un agente transformador en la construcción, abre caminos hacia un futuro donde la eficiencia y la adaptabilidad deberán ser esenciales en la industria. Con un año de avances cruciales, este programa ejemplifica que la innovación, el compromiso y la colaboración son las claves para construir un futuro más sustentable y resiliente al cambio climático.
*Construye Zero es liderado por el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción CTEC. Participan como coejecutores la CDT de la CChC, Acciona, USACH, IDIEM y Echeverría Izquierdo. Participan como asociados y partners: Melón, VerdeActivo, Inves, Kaptus, Recylink, Grupo Cintac, Watgen, Revaloriza, Chile GBC, EcoAza, Vorwerk, Efis, Bioasilant, Injas, Falabella Inmobiliario, Volcán, AZA, Catálogo Arquitectura y René Lagos Engineers. Más en www.ctecinnovacion.cl/construye-zero
El uso de áridos reciclados plantea una serie de beneficios ambientales, económicos y sociales, aunque también desafíos. Por ello, Corfo priorizó frente al convenio de desempeño anual con el INN, el desarrollo de cuatro proyectos de normas que buscan potenciar y regular su uso, en concordancia con las acciones que propone la Hoja de ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 y el plan de trabajo de Construye2025.
Solo hace unos días, el Instituto Nacional de Normalización (INN), informó la apertura de la consulta pública de los cuatro proyectos de norma relacionados con áridos reciclados y áridos artificiales. Se trata del prNCh3849 Áridos – Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos – Clasificación, ensayos y requisitos de caracterización, y directrices para la trazabilidad, y del prNCh3851 Áridos – Áridos artificiales en base a escorias del proceso siderúrgico – Clasificación y requisitos, cuyo plazo para enviar comentarios en el sitio https://www.consultapublica.cl/ vence el 8 de diciembre.
En tanto, también se desarrollaron las propuestas de normas para su uso en pavimentos, el prNCh3848 Pavimentos – Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos – Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y subbases de pavimentos y el prNCh3850 Pavimentos – Áridos artificiales en base a escorias del proceso siderúrgico – Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y subbases de pavimentos, tienen plazo hasta el 14 de diciembre para el envío de comentarios o propuestas de modificación.
Estos proyectos de norma chilena forman parte de un convenio de desempeño anual que suscriben Corfo y el INN, que busca contribuir a la sociedad con el aseguramiento y mejora de la calidad, a través del desarrollo y difusión de normas técnicas. Este 2023, se puso foco en la construcción sostenible, por lo que “se incluyó en este convenio el estudio de cuatro temáticas vinculadas al sector construcción, priorizadas en conjunto con el programa Transforma Construye2025”, precisa Edelmira Dote, Ejecutiva Programa Transforma de la Gerencia de Capacidades Tecnológicas de Corfo.
Y es que a juicio de Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, “las normativas son una herramienta muy importante para definir estándares y los requisitos mínimos que deben cumplir, en este caso, los materiales y productos, de acuerdo a su desempeño y aplicaciones, por lo que son fundamentales para generar confianza para su uso”.
En ese sentido, Edelmira Dote confirma que “el programa Construye2025 ha liderado esfuerzos importantes en materia de economía circular, donde la generación de estándares y normas técnicas es un elemento relevante para aportar en el desempeño del sector”.
Y si bien estas normas son de aplicación voluntaria, “al ser desarrolladas mediante metodologías de consenso y con participación amplia de distintos actores representativos del sector, se promueve su uso y permiten avanzar en mejorar los estándares en la generación de productos o procesos dentro de las organizaciones, y con ello, avanzar en un mejor desempeño”, añade la ejecutiva de Corfo.
En este caso particular, “se destaca que se ha generado una valiosa sinergia entre las temáticas priorizadas por el programa Construye2025 y el trabajo realizado con el INN a través del Convenio de Desempeño que se suscribe anualmente, permitiendo orientar la formulación de dicho convenio y a su vez, avanzando en la materialización de las iniciativas del Programa Transforma”, precisa Dote.
De esta manera, “en el caso de los proyectos de normas prNCh3849 y prNCh3848, se han propuesto requisitos generales en base a experiencias internacionales y nacionales que deberán ser profundizadas a partir de las observaciones derivadas de las consultas públicas”, comenta la Dra. Viviana Letelier, profesora asociada de la Universidad de La Frontera.
Por ello, Alejandra Tapia cree importante “la participación en la consulta pública de expertos en áridos, hormigón, y sus aplicaciones en vialidad y obras de infraestructura, que cuenten con conocimientos técnicos y, sobre todo, conozcan el estado del arte internacional, ya que si alguna persona no está bien informada, podría ralentizar y complicar el proceso”.
El proyecto de NCh163
Como cuenta la Dra. Viviana Letelier, el prNCh163 ya pasó por su proceso de consulta pública y se encuentra en la etapa de revisión de las observaciones. “Al ser el árido reciclado de hormigón un material nuevo y existir pocas experiencias nacionales asociados a su uso, ha sido necesario presentar en diversas instancias, resultados de investigación nacionales e internacionales que demuestran que el uso correcto (tanto en calidad, como en porcentajes) de los áridos reciclados de hormigón permite obtener nuevos hormigones con desempeños similares a aquellos con áridos naturales”.
En ese sentido, “el Comité Técnico de esta norma está integrado por diversos actores asociados a los áridos en su producción, control, uso y certificación, lo que ha permitido que la temática se pueda abordar desde distintas visiones, permitiendo, a su vez, proponer requisitos que permitan obtener experiencias exitosas asociadas al uso de este nuevo material en hormigones”, precisa Letelier.
Por qué fomentar y normar su uso
El uso de áridos reciclados tiene distintos beneficios económicos, ambientales, y sociales, como reducir la extracción de recursos naturales, porque cada vez hay una mayor escasez de áridos naturales, lo que comienza a ser un tema de relevancia nacional.
“A nivel de las regiones más industrializadas, cada vez empiezan a haber menos permisos de extracción, lo que significa que se van alejando de las zonas centrales, hay un tema de transporte y costos, por lo tanto, el árido reciclado pudiese tener una alternativa ahí”, cree Letelier.
Por otro lado, los residuos de hormigón, de donde provienen los áridos reciclados, son unos de los más abundantes a nivel de los residuos de la construcción y demolición (RCD). “Hay distintos porcentajes, algunos hablan de 50, otro de 70%, pero al disminuir la cantidad de este residuos que es tan abundante a nivel nacional, también disminuimos la cantidad que va a vertederos, y por lo tanto se aumenta la vida útil de ellos, que es problemática, porque aún hay muchas regiones que no tienen vertederos de RCD autorizados”, comenta la académica.
A ello se suma que “a partir de investigaciones, hemos podido descubrir que hay beneficios asociados a la absorción de CO2. Por su naturaleza, los áridos reciclados de hormigón tienen este mortero adherido, que tiene una mayor capacidad de absorber CO2 que los áridos naturales, lo que empieza a ser una alternativa atractiva de absorción y encapsulación de CO2”, plantea.
En cuanto a los costos, internacionalmente se ha establecido que los áridos reciclados son entre 35% y 50% más económicos que los naturales, de acuerdo con la Dra. Letelier, lo que es atractivo para los productores de hormigón o aquellos que requieran áridos en sus obras. “A nivel nacional, esta industria está comenzando, así que creo que de a poco se irá regulando el tema de los precios”, añade.
Y por supuesto, están los beneficios sociales, asociados al lanzamiento de nuevos mercados, nuevos puestos de trabajo y “a una disminución a nivel social de este escombro que lo podemos ver en distintos vertederos, tanto legales como ilegales, que pudieran afectar a la salud de la población”.
Por ello, sobre los alcances del uso de este nuevo material, “si es que los vamos a utilizar en hormigones, es importante la correcta separación de este árido y que cuidemos en su producción que no se contaminen. También es ideal conocer el origen de los áridos para poder sub clasificarlos, porque cuando van a ser usados en hormigones, tienen que ser los de mejor calidad. También está la alternativa de bases y subbases, que es muy real y muy utilizada a nivel internacional, y de ahí también necesitamos que el árido esté limpio y conocer su origen”, advierte la profesora de la Universidad de La Frontera.
Asimismo, está el uso como subrasante o ripio, que requiere de menos requisitos, aunque también es importante la segregación o separación correcta por caracterización de los áridos reciclados.
La ronda organizada por Construye2025 se ha convertido en un punto de encuentro y colaboración, donde la innovación y las nuevas tecnologías están en el centro.
Con el objetivo de que los mandantes de proyectos, constructoras, inmobiliarias, oficinas de arquitectura, así como proveedores de servicios y productos, puedan conectarse con soluciones que ayuden a mejorar el uso eficiente de los recursos y, a su vez, hacerlos más innovadores, a través de la industrialización, sustentabilidad y digitalización, se realizó el pasado 16 de noviembre la cuarta versión de la Ronda Negocios Conectando Construcción se realizó el pasado 16 de noviembre, con 94 reuniones efectivas realizadas y 181 asistentes inscritos durante una intensa jornada de intercambio comercial.
En tanto, la capacitación en el uso para la plataforma de networking y tips para generar reuniones efectivas, efectuada el 13 de noviembre, contó con 170 participantes, 133 correspondientes a vendedores y 30 compradores.
Para conectar oportunidades B2B en la industria de la construcción, un equipo de Holo estuvo presente por primera vez: “Me habían comentado previamente que era una excelente chance de conectar con empresas para obtener una segunda reunión”, cuenta el CEO Gonzalo López. El constructor civil es director ejecutivo de la empresa que ofrece servicio de planificación 4D y realidad aumentada mediante BIM hizo match con alrededor de siete personas, agendó con tres y con uno de ellos coordinaron una segunda reunión. “Respecto a la plataforma, muy buena, simple, intuitiva, fácil de usar, cumple el objetivo y con cero problemas técnicos”, comentó, subrayando la necesidad de publicitar más el evento para llegar a las empresas que contratan servicios y así darle más fuerza.
Asimismo, Matías Pezoa, gerente general de la Constructora P&R, quien participó también en 2022 y logró un acuerdo, aseguró que la plataforma funciona bien y considera que deberían ser más seguidas: “Lo único que trataría de cambiar es la periodicidad, una vez al año es muy poco para generar estas instancias”. Pezoa también sugirió aumentar el interés y compromiso de los mandantes para continuar con el éxito de esta instancia.
Por su parte, Clemente Salgado, KAM de Boetek, señaló que: “En el 2022 nosotros tuvimos una muy buena experiencia con la ronda de negocios, es una muy buena iniciativa organizada por Construye2025. Hoy más que nunca necesitamos de espacios para conectar y encontrar nuevas oportunidades de negocio y esta Ronda es justamente uno de esos espacios.”
De tal manera, las Rondas de Negocios Conectando Construcción se consolidan como punto de encuentro y de capacitación para empresas vendedoras y compradoras.
En una visita guiada al CIPYCS, tanto empresas de construcción como otras, pudieron acceder a los detalles de la postulación a esta ley, que evalúa proyectos en la modalidad de ventanilla abierta y para este 2023 tiene $380 mil millones.
InnovaChile de Corfo organizó hace unas semanas una visita guiada al Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable (CIPYCS), en el Campus San Joaquín. De esta manera, junto con un recorrido por los laboratorios de Infraestructura Modular Adaptativa (IMA), Observatorio de Productividad y construcción sustentable, Laboratorio de experiencias virtuales inmersivas y aumentadas y el de Prototipado a Escala real, los asistentes pudieron acceder a charlas sobre los fundamentos de la Ley I+D, las formas de aplicar y casos de éxito.
“La experiencia de innovación tiene por objetivo fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación empresarial. Por ello, tenemos instrumentos que son cofinanciamiento, relacionados con subsidios; certificación que tiene que ver con la Ley I+D y el acompañamiento, que tiene que ver con este tipo de actividades de difusión”, comentó Manuel Neira Cardenas, líder de la Ley I+D desde InnovaChile, en la oportunidad.
En este contexto, dicha ley tiene un rol predominante, con $380 mil millones para este 2023; en tanto para la certificación los proyectos tienen un tope mínimo de $6,5 millones (100 UTM) y los topes máximos se relaciones con el crédito tributario, pero “el más grande que nos ha llegado es de “140 millones”, precisó Neira.
El ejecutivo contó que la Ley I+D es ventanilla abierta, por lo que cada proyecto se evalúa en su mérito, es decir, “se define si tiene I+D o no, y en función de eso, la empresa obtiene el beneficio”. En tanto que hay un calendario de convocatorias para los fondos concursables, cuyos subsidios se evalúan en el marco de una competencia, donde hay un fondo acotado que se distribuye.
Ley I+D
El objetivo de la Ley I+D es contribuir a mejorar la capacidad productiva de las empresas chilenas, a través de un beneficio tributario a la inversión privada, investigación y/o desarrollo. “Esto se materializa en la postulación de contratos o proyectos. Lo más relevante es qué vamos a entender por I+D, la definición está establecida en la propia ley, con definiciones donde básicamente está la investigación, que es la generación de conocimiento a través de procesos sistemáticos y metódicos”, explicó Manuel Neira.
A su vez, ésta puede ser investigación básica, es decir, generación de conocimiento que es sin un objetivo específico, o también podría ser investigación aplicada, que va a ser la generación de un nuevo conocimiento, pero con un objetivo específico, “que es más bien lo que llega de parte de la empresa y lo que va a llegar es el desarrollo, que consiste en los trabajos sistemáticos que aprovechan el conocimiento disponible o la experiencia ya disponible y están enfocados a generar nuevos materiales, procesos o dispositivos nuevos, la puesta en marcha de nuevos procesos, sistemas y servicios, la mejora sustancial de lo ya existente y, en específico, el desarrollo software”, agregó.
También Neira precisó que están excluidas algunas actividades como la puesta en marcha de una tecnología ya existente. “Esto tiene que ver más con transferencia tecnológica”, comentó. Asimismo, otra razón recurrente de rechazo tiene que ver con que se postulan servicios profesionales o de carácter rutinario: “Si yo le pregunto a alguien que está al tanto del conocimiento de las materias, si puede resolver un problema y tiene la respuesta, eso probablemente no es I+D, porque es más bien un servicio profesional. Ahora, si alguien que está al conocimiento de la técnica y de las materias en el área y no tiene la respuesta, va a tener que buscar un camino, que es un desarrollo experimental, eso está más ligado a un proyecto I+D”, aclaró el ejecutivo de InnovaChile.
¿Qué beneficios otorga la ley? Básicamente, de todo lo invertido, el 35% es crédito tributario, que se rebaja directamente al pago de impuestos, en tanto que el otro 65% va a ser gastos necesarios para producir la renta. “Eso significa que disminuye la tasa imponible, por lo cual genera un efecto indirecto que llega a un beneficio de un 52,55%. Matemáticamente, podemos ver un ejercicio que es una empresa que tenga ingresos operacionales de 750 millones, con costos operacionales de 380 millones, si tiene un proyecto de I+D de 100 millones, pero no lo ha certificado y no es parte del giro, va a pagar en total 99.900.000, casi 100 millones de impuestos”, ejemplifica Neira.
Ahora, “si este mismo proyecto lo certifica, pasarían 65%, equivalente a 65 millones, a ser gastos necesarios para producir la renta, entonces ya el impuesto bajó a $82.350.000, porque aumentaron más gastos y luego, el crédito tributario, los 35 millones, rebajan directamente al impuesto a pagar al final y pagó en total 47 millones y fracción. Pasó de casi 100 a 47 millones, se ahorró el 52% del proyecto que certificó”, analiza.
Con respecto al uso de la ley desde 2012, Neira afirmó que ha habido una evolución importante que ha permitido aumentar la cantidad de empresas que postulan, y que la tasa de aprobación es del orden del 63%. “Inicialmente, era muy alta, sobre el 80%, pero de ahí aumentó la masividad y eso significó que hubiera más proyectos que postularan que tenían menos nociones de qué era I+D”, aseguró.
Más antecedentes de la ley pueden ser conocidos en https://www.corfo.cl/sites/cpp/incentivo_tributario
En un evento realizado en la capital de la Araucanía, se presentó el proyecto ganador del concurso Desafío Net Zero 2030, junto con charlas magistrales realizadas por expertos en sustentabilidad y construcción.
El único equipo finalista de regiones, compuesto por estudiantes de arquitectura e ingeniería en construcción de la Universidad Autónoma de Temuco y su proyecto Casa Ágora, fue el ganador del primer lugar del concurso Desafío NetZero 2030, y de una pasantía a la Universidad de Nottingham, Reino Unido, que se llevará a cabo en mayo de 2024 (ver proyecto en https://desafionetzero2030.cl/proyecto-ganador/)
Esta iniciativa, liderada por Construye 2025 y el Colegio de Arquitectos de Chile, convocó a estudiantes de todo el país, para diseñar un proyecto de vivienda social sustentable con Temuco como localidad de destino, desarrollado durante un año. Se logró un diseño integrado e innovador para una vivienda social DS19, con características tales como cero consumo neto de energía, cero emisiones netas de CO2, economía circular e industrialización, siendo los ejes centrales del concurso, en el marco de lograr la carbono neutralidad en Chile hacia el 2050. Además y como parte de las exigencias, este diseño debía considerar las características propias de la zona, en términos climáticos, culturales y sociales, además de sus problemáticas como el alto índice de contaminación que vive la comuna de Temuco y sus alrededores.
Los organizadores destacaron el largo e intenso recorrido que fue la organización del concurso, el cual nace de la necesidad de aportar una nueva mirada frente a la crisis climática y al déficit de viviendas que tiene nuestro país, y reunir a quienes deberán tomar las decisiones a futuro, a todos los actores que influyeran en la materia, el Estado, la academia, estudiantes, profesionales y la industria de la construcción.
“Esto no habría sido posible si no lográbamos convocar y generar un ecosistema que propiciara y apoyara el desarrollo de todos estos proyectos. No me queda más que agradecer la participación de todos ellos y, sobre todo, a los equipos del país que estuvieron presentes, y a todas las instituciones y profesionales que, generosamente, compartieron su conocimiento con los estudiantes y su know-how en este desafío”, subrayó Tatiana Vidal, presidenta del Comité de Sustentabilidad del Colegio de Arquitectos.
Por su parte, Marcos Brito, gerente de Construye2025, hizo hincapié en la importancia de trabajar con las futuras generaciones y los aprendizajes que todos los participantes obtuvieron, a través de las capacitaciones y el desarrollo de los mismos proyectos. “Sabemos que este es el camino, desarrollar las capacidades de innovación y emprendimiento, junto con la técnica, para enfrentar las nuevas exigencias del sector, ya que en sus manos estarán las decisiones para tener mejores ciudades y mejores lugares para vivir. La sustentabilidad no es solo una idea, es algo necesario y urgente que debemos plasmar en todos los ámbitos. Esperamos que pronto puedan, estos mismos estudiantes, diseñar el Chile que queremos construir”.
Jornada de premiación
El equipo ganador de la Universidad Autónoma de Temuco, con su proyecto Casa Ágora, estuvo conformado por los estudiantes de arquitectura Sebastián Maureira, Cristóbal Torres, Enzo Arriagada, y Carlos Melo y Joaquín Conejero, de Ingeniería en Construcción, quienes se mostraron felices por este logro, agradecieron el apoyo de su profesor guía y destacaron la importancia de un espacio de desarrollo como éste.
Para Maureira, capitán del equipo, la oportunidad de la pasantía en la Universidad de Nottinghham es única, ya que no sólo podrán mostrar su proyecto, sino que podrán aprender nuevas visiones y técnicas para seguir desarrollando infraestructura sustentable en el futuro. “Estamos muy contentos por este premio, que es un logo de cada uno de mis compañeros, que lo dimos todo para alcanzar esta meta”, puntualizó.
El segundo y tercer lugar, obtenidos por equipos representantes de la Universidad del Desarrollo y la Universidad Católica de Chile, recibieron premios de 1,5 y un millón, respectivamente. En tanto que los otros dos equipos finalistas recibieron menciones honrosas por el esfuerzo de llegar a la final.
Juan Burgos, subdirector de Corfo Araucanía, señaló que para él era un orgullo estar en la premiación, lo relevante que es ver las ideas de los estudiantes participantes plasmadas. “Como Corfo, siempre estamos desafiandonos a hacer cosas nuevas, a ir mejorando en todo lo que dice relación con las distintas industrias que participan en el quehacer económico nacional. Dentro de los ejes de acción que nos planteó la actual administración, está el eje de la descarbonización. Por ello, tenemos que trabajar para dar cuenta de las exigencias de la ley del cambio climático, que establece exigencias que al 2025 las nuevas edificaciones residenciales deben reportar públicamente su huella de carbono y que al 2050 ya deberíamos tener cero huella. Éstas son tareas que nos imponemos para ir incentivando, desarrollando y ésta es una instancia en la cual esto se manifiesta. Paralelamente, estamos trabajando en la utilización de nuevas tecnologías, digitalización, industrialización y sustentabilidad en la vivienda”, destacó, junto con felicitar a los seleccionados y ganadores.
Por su parte, Nina Hormazábal, arquitecta y docente, habló a los participantes en representación de los miembros del jurado: “Me da mucha emoción -como profesora de arquitectura- ver a estudiantes que vibran y que estén haciendo esto. Creo que al final, los grandes ganadores son ustedes. Por lo tanto, la invitación es a que sigan y lleven sus proyectos hasta que ojalá puedan subsidiar con Minvu alguna de las viviendas que ustedes están proyectando. Sigan desarrollando, no se queden ahí, pidan a los socios de las empresas que colaboren y lleguen a construir esas casas de vivienda social, solar, sostenibles para el parque de vivienda que necesitamos construir”.
Cabe destacar que en este concurso participaron 34 equipos de 16 universidades alrededor del país y que los organizadores esperan poder desarrollar en el futuro una segunda versión, para ampliar la participación de todos los actores en la industria.
Charlas
Durante el evento se realizaron charlas magistrales y también un panel de conversación con las empresas participantes. La primera charla la dio el arquitecto británico Michael Arnett, con la exposición magistral: “Manufactura avanzada para una arquitectura sostenible”. En ella, Arnett mostró nuevas tecnologías para innovar y crear nuevas formas de construir. Para graficar su propuesta mostró imágenes y explicó la forma de construcción denominada “Cork House”, una manera nueva y radicalmente simple de construcción basada en plantas. Los muros monolíticos y los tejados en voladizo están hechos casi en su totalidad de corcho macizo portante. Este kit de construcción de autoconstrucción altamente innovador está diseñado para ser desmontado, carbono negativo y tiene un nivel de gasto de carbono excepcionalmente bajo de por vida.
Mostró el uso del corcho macizo para fabricar techos junto a otros ejemplos en los que se ocupó madera existente en el bosque, pero que es valorada para construir. Siendo Chile una potencia forestal, estos avances son inéditos para la realidad nacional (aunque llevan años de uso en países como Inglaterra) si pensamos en los estudiantes, profesionales y empresas ligadas al material. Asimismo, presentó distintas herramientas que se necesitan para generar material de construcción, como el Kuka KR120, un brazo robótico de tres metros de diámetro y con una movilidad de 360°.
Luego fue el turno de Marcelo Huenchuñir, experto en arquitectura sustentable y eficiencia energética, quien presentó la charla magistral: “Innovando en alta eficiencia energética con el Passivhaus, desafíos y oportunidades para el mercado local”. El profesional se refirió al Passivhaus como opción constructiva, especificando su estándar, el cual se basa en medir el ahorro de energía: edificios con consumo cercano a cero y calidad interior. Dicho estándar, que viene de Alemania, es toda una referencia internacional en edificios de bajo consumo energético. “El estándar de la casa pasiva busca bajar de forma pasiva drásticamente la demanda de calefacción, refrigeración y también de los sistemas activos”, explicó.
Huenchuñir mostró la primera casa Passivhaus, la que se encuentra en el distrito de Kranichstein, en Darmstadt, Alemania. Asimismo, compartió los beneficios de la casa cero energía, los cuales son el alto confort, el aire fresco permanente en todo el edificio, edificio libre de moho, los bajos costos de calefacción y refrigeración y un ambiente interior radicalmente mejorado.
Le siguió el médico e innovador destacado en el ámbito de la tecnología médica Kevin Morales, presentó la charla “De estudiante a emprendedor: el poder de la innovación”, en la que dio a conocer MedETechni, de la cual es fundador: “Nosotros vimos el ejemplo de enfermos con pie diabético, por ejemplo, que llegaban al hospital con Covid y se infectaban con bacterias multiresistentes. Empezamos a ver que la tecnología actual no era suficiente para destruir todas las bacterias. Descubrimos una tecnología que se usa en Corea del Sur y la adaptamos para Latinoamérica, al contexto de Latinoamérica en la que el 10% es diabético y el 1% tiene pie diabético,” explicó como introducción a su empresa. En MedETechni ha liderado el desarrollo de dispositivos médicos revolucionarios.
La excepcional contribución de Morales a la innovación ha sido reconocida con premios prestigiosos como el MIT Technology Review de Innovador Under 35 Latam, finalista en la Entrepreneurship World Cup, múltiples Premios Nacionales de Innovación, Mejor Investigador Joven de Centroamérica, un premio de la UNESCO, y recientemente ha sido seleccionado para participar en Start-Up Chile. En su exposición señaló: “La medicina no lo es todo, la arquitectura tampoco. Ustedes tienen que pensar fuera del cubo, uno tiene que aprender de todo y para hacer innovación es necesario conocer de todo y también trabajar con otros. Y sobre todo, conozcan los preceptos básicos de emprendimiento. La curiosidad es el primer paso. Y lo más importante, si ustedes quieren hacer algo importante en su vida, es que hagan lo que aman”, instó a los estudiantes participantes del Desafío.
Por Daniel Schmidt M., decano Facultad de Arquitectura, Construcción y Medio Ambiente de la Universidad Autónoma de Chile
¡Primero había que entender lo que NetZero significaba!
Aprendimos que el concepto de NetZero se refiere a edificaciones de consumo energético y emisiones de CO2 casi nulo. Una aspiración que normalmente está orientada a edificios de alto estándar y presupuesto. Luego cabía hacerse la pregunta: ¿Es posible que una vivienda social en Chile pueda alcanzar esta aspiración?
¡De acuerdo con los resultados del concurso podríamos concluir que sí! El equipo de estudiantes de Arquitectura e Ingeniería en Construcción de la Universidad Autónoma de Chile sede Temuco, liderados por su profesor guía, el Dr. Juan Pablo Cárdenas logró dar con una solución que cumplió con todos los parámetros evaluados por el jurado, dando respuesta así a la pregunta que subyace en la organización del concurso Desafío Net Zero 2030 organizado por el programa estratégico de Corfo Construye2025, el Instituto de la Construcción y el Colegio de Arquitectos de Chile.
Para nuestra Facultad, la organización de este concurso nos entregó la oportunidad de poner a prueba la forma en que estamos educando a nuestros futuros profesionales y a cuestionarnos los énfasis que hoy ponemos en los contenidos que entregamos en las aulas. El proceso que vivieron nuestros alumnos durante la participación en el concurso supera con creces la experiencia de aprendizaje que pudieron haber tenido en su proceso normal. El enfrentarse a un desafío real y poner a prueba sus conocimientos y convicciones frente a un jurado de alto nivel los obligó a indagar, a investigar en profundidad sobre la construcción sustentable, a proponer formas novedosas de resolver los problemas técnicos y a trabajar en un equipo multidisciplinario para alcanzar el objetivo. Es así como el rigor técnico que este concurso exigía se conjugó con una propuesta a escala humana, práctica y con gran sensibilidad hacia el usuario, sellos de nuestra propuesta de formación académica.
La experiencia que ahora les tocará vivir en Nottingham, como premio por haber alcanzado el primer lugar en el concurso, será, sin duda, otro gran aporte a su formación. Ninguno de ellos ha viajado al extranjero con anterioridad y el poder participar de este viaje y conocer los estándares constructivos y la forma de enfrentar los desafíos del diseño, la planificación y la construcción en Inglaterra es una oportunidad única de crecimiento personal y de ampliación de sus marcos de referencia profesionales. Esta experiencia les permitirá, además, relacionarse con pares, con académicos y con profesionales del ámbito de la construcción en Europa, ampliando así sus redes de colaboración futuras. Sin duda, este grupo de alumnos comenzará su futuro laboral con una mirada distinta sobre su rol como profesionales, particularmente con el compromiso de avanzar hacia una construcción más sustentable.
Nos interesa avanzar hacia la concreción de la construcción a escala real de este prototipo, de manera de poner a prueba lo que hoy está en el papel y en los modelos que arrojaron los software de cálculo. Sin duda, ésta sería otra gran experiencia para este grupo de alumnos y un gran aprendizaje para avanzar hacia una vivienda social NetZero.
Es fundamental que sigamos promoviendo y participando en estas instancias de reflexión y encuentro para afrontar los desafíos que tenemos en la industria de la construcción y, en espacial, el desafío de reducir el impacto de las edificaciones en nuestro medio ambiente, haciéndonos cargo de la huella que estas dejan durante todo su ciclo de vida.
Son estas instancias las que nos desafían a repensar las estrategias y los énfasis que imprimimos en la formación de nuestros futuros profesionales.
Abordando los desafíos en innovación, medioambiente y productividad, la CChC de Valdivia organizó cinco días de charlas y actividades que contó con la participación de Alejandra Tapia y Christian Cancino.
La importancia de la economía circular y la gestión de residuos, el tránsito que se necesita realizar para consolidar empresas sostenibles y las sinergías que se requieren para lograrlo fueron algunos de los temas analizados durante la primera Semana de la Sostenibilidad, organizada por la Cámara Chilena de la Construcción sede Valdivia entre el lunes 16 y el viernes 20 de octubre.
Así, durante cinco días de charlas y actividades, representantes de empresas socias de la sede, de los sectores público y privado de la región de Los Ríos, académicos de casas de estudio locales, además de estudiantes de nivel superior y de liceos técnico profesionales, se reunieron para abordar desde diferentes miradas los retos que actualmente enfrenta el sector en materias medioambientales, de innovación y productividad.
El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción sede Valdivia, Fernando Vásquez, señaló que “como rubro hemos vivido un par de años bastante complejos. Sin embargo, estamos convencidos de que los temas urgentes no nos deben hacer olvidar los importantes. Para nuestro gremio el desarrollo sostenible es clave, es por esto que tomamos la decisión de generar una semana completamente dedicada a analizar cómo mejora la industria regional desde la gestión en medioambiente, la relación con las comunidades y el desarrollo organizacional”.
Junto con ello, Vásquez hizo una invitación a no quedarse solo con esa semana, sino que es necesario que se apropien de este tema los integrantes de toda la cadena productiva, los líderes de las empresas socias de la CChC, sus trabajadores y el rubro en su totalidad. “Para nosotros es importante que lo que hacemos como gremio signifique un aporte para el desarrollo del territorio y para la mejora continua de toda la industria”, afirmó.
Cinco días
La Semana de la Sostenibilidad fue patrocinada por Inacap, la Universidad Austral de Chile, Construye2025, Fomento Los Ríos, ONG Canales y Compromiso Pro. La charla inaugural estuvo a cargo de la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, quien habló sobre la economía circular en la construcción y los desafíos de adaptar y mitigar.
Además, participó la coordinadora de proyectos de la CDT de la CChC, María José Cobo, quien presentó el Manual de Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición, documento generado por la Cámara como herramienta de apoyo a las empresas del sector.
Cobo explicó que “es necesario poner el tema en la mesa y aunar miradas entre distintos sectores. Es importante que todas las estrategias, planes de acción y desarrollos de nuevas iniciativas. contengan la mirada de todos los sectores desde etapas tempranas para que sean posibles de implementar”. El manual puede ser descargado desde el sitio web de la Estrategia Economía Circular en Construcción: https://www.economiacircularconstruccion.cl/biblioteca/
Durante la segunda jornada, el director de Fomento Los Ríos, Pablo Díaz, dictó la charla “¿Cómo Construir Empresas Sostenibles? Una Transición Necesaria”. Díaz recalcó que “es muy importante que podamos compartir visiones distintas. Cuando hablamos de sostenibilidad tenemos que encontrarnos con que los constructores y las empresas pongan su opinión sobre la mesa, pero también la sociología, la antropología, la biología y los ecosistemas. Estas semanas son muy importantes para compartir aquello”.
En los siguientes días se realizó una actividad exclusiva para socios de la Cámara Chilena de la Construcción denominada “Empresas y Territorios: Sinergias para el Desarrollo en Conjunto” y un conversatorio con estudiantes de los liceos técnicos Industrial de Valdivia, Instituto TP Llifén y Liceo People Help People de Pullinque, los que poseen especialidades ligadas al rubro.
En tanto, la última jornada contó con una presentación sobre Smart Building, a cargo Christian Cancino, coordinador de Capacidades Tecnológicas de Construye2025, y con un foro en el que académicos de Inacap y la Universidad Austral de Chile buscaron responder la pregunta ¿Cuáles son los desafíos de crear y adoptar nuevas tecnologías y materiales en el sector?
Vínculo con academia
Dentro de la semana, un foco importante estuvo puesto en la formación de los futuros profesionales y técnicos del área de la construcción. Por lo mismo, varias actividades tuvieron como público a estudiantes. El vicerrector de Inacap Valdivia, Francisco Wittwer, explicó que “la sustentabilidad y la innovación forman parte de nuestros valores institucionales y esta semana estuvo completamente alineada con ellos. Además, valoramos mucho esta instancia porque nos permitió vincularnos con la industria y que los estudiantes pudieran participar en charlas y aprender sobre lo que se está haciendo en la región y a nivel nacional en la materia”.
El director de Infraestructura y Servicios de la Universidad Austral de Chile, Jorge Alvial, expresó que “la Universidad Austral se caracteriza en su naturaleza por abordar temas de sustentabilidad en distintas dimensiones, ambientes y en todas las áreas que desarrolla. Nos parece muy importante atender a los futuros profesionales de la construcción para que tomen estas herramientas, ya que serán las que marcarán la construcción en los próximos años”.
Mientras que Gloria Cariman, directora regional de ONG Canales en Los Ríos, explicó que “como ONG estamos muy contentos de que se concreten este tipo de actividades porque hay una articulación púbico-privada que nos permite generar diálogos muy enriquecedores para la educación. Necesitamos apoyo y diálogo para que los estudiantes que están en enseñanza media puedan vincularse hacia un futuro que aporte a sus propias metas y también al desarrollo del país”.
Aporte al territorio
La alcaldesa de Valdivia, Carla Amtmann, fue una de las autoridades que estuvo presente durante el desarrollo de la jornada. Valoró que uno de los desafíos estratégicos del gremio sea poner en el centro la sostenibilidad y aseguró: “Como comuna tenemos un nuevo desafío, que es la revalorización de los residuos de la construcción. Hoy no contamos con un sistema formal para disponer de ellos y eso genera externalidades negativas. Por parte del municipio tenemos toda la voluntad de evaluar en una alianza público-privada que nos permita generar un espacio de revalorización que nos lleve a posicionarnos a nivel nacional como un ejemplo. Creemos que esta materia es clave para la sostenibilidad”.
Por su parte, la seremi de Obras Públicas, Nuvia Peralta, explicó que “para el MOP la sostenibilidad es muy importante a la hora de la planificación de obras y de nuestras ciudades. Felicitamos a la Cámara Chilena de la Construcción, gremio con el que hemos trabajado en conjunto sobre cómo planificamos nuestro territorio bajo esa condicionante”.
A través de un proceso de Design Thinking, la constructora decidió convertir un proyecto de demolición de veredas en uno que aportara valor a la comunidad, evitando que cerca de 300 m3 de residuos fueran al vertedero, así como ahorros asociados al pago del traslado y disposición de cerca de 2.000 m2 de veredas que fueron reutilizadas.
Tradicionalmente, un proyecto de reposición de aceras y veredas se ejecuta demoliendo los elementos y luego re pavimentando. Ante la oportunidad de un proyecto de este tipo en Punta Arenas – y como es habitual cada vez que inician un nuevo trabajo- en la empresa Desarrollos Constructivos Axis realizan reuniones de innovación bajo la metodología Design Thinking, para detectar desafíos, las que se llevan a cabo en cinco etapas: empatizar, definir, idear, prototipar y testear.
Y en este caso, evidenciaron grandes desafíos, como cuenta Mikel Fuentes, líder de Innovación y Economía Circular de la compañía. “Si ejecutábamos el proceso de manera tradicional, la demolición de veredas terminaría en un vertedero, junto con todos los problemas asociados a la ejecución, como ruido, polvo, maquinaria, camiones en tránsito y costos de disposición final. Junto con esto, detectamos que las viviendas colindantes al proyecto presentaban barro en sus entradas, debido a la falta de radier o pastelones en el patio de sus casas”, señala.
Es así como “considerando los ‘dolores’ detectados en la etapa de empatizar, nos planteamos el desafío de repensar el proceso de reposición de veredas para generar menos residuos y aportar valor en el entorno”, sostiene el profesional.
De esta manera, generaron ideas de manera colaborativa, con la participación de Gerencia, el área de Innovación de Axis y el equipo del proyecto. “Surgieron diversas ideas y una fue la ganadora: en vez de demoler, cortar las veredas para transformarlas en pastelones, útiles para los vecinos y para nuestras propias instalaciones”, dice Fuentes.
Fue así como “transformamos un residuo en un producto en el marco de la economía circular. Realizamos prototipos de los pastelones e involucramos a la comunidad, la que validó la solución y recibió estos pastelones, junto con un tríptico informativo sobre el cuidado del medioambiente y nuestro plan de gestión de residuos. Transformamos un proceso de demolición, que genera inconvenientes y malos ratos para los vecinos, en un proceso que aporta y entrega valor a la comunidad”, precisa el líder de Innovación y Economía Circular de Axis.
Beneficios para todos
Mikel Fuentes comenta que no tuvieron inconvenientes desde el punto de vista normativo, puesto que su idea estuvo enfocada en la R de Reusar, es decir, “darle un uso similar a las veredas, pero en formatos más pequeños y no como materia prima para otro proceso productivo (Reciclar)”.
Al ser consultado por los resultados, el constructor civil sostiene que en términos medioambientales, los beneficios son claros, ya que al cortar las veredas y reusarlas, evitaron que aproximadamente 300 m3 de residuos terminaran en un vertedero. “Esto equivale a cerca de 2.000 m2 de veredas reutilizadas. Lo anterior se traduce en menores costos para la empresa, pues evitamos el pago asociado al traslado y disposición de estos cerca de 300 m3 de residuo. Cabe destacar que el proceso fue pensado para que los pastelones fueran cortados cerca de los vecinos que finalmente recibirían el producto, por lo que los costos de traslado fueron prácticamente cero”, añade.
Sobre los beneficios sociales, a su juicio, éstos son más bien cualitativos, “pero todo se traduce en que nos transformamos en un buen vecino. Dimos solución a una necesidad en la comunidad y aprovechamos de generar conciencia en los trabajadores y los vecinos con respecto al cuidado del medioambiente, mediante un ejemplo concreto y práctico de economía circular. Además, si consideramos camiones de 8m3, disminuimos la circulación de cerca de 38 camiones por el barrio”.
Dado el éxito de esta idea y gracias al impulso de haber ganado el Premio Cero Basura 2022, en la categoría Cambio Cultural, la empresa ha replicado esta práctica en los nuevos proyectos que están construyendo. Por ejemplo, en Puerto Natales, en un proyecto de construcción de una plaza, “reutilizamos el pavimento existente en formatos de pastelones más grandes que los que ya habíamos utilizado, además de reusar cerca de 300 m2 de pasto sintético para la comunidad”, cuenta. Por su parte, en un proyecto que está comenzando en Puerto Varas, “estamos prototipando medidas aún más grandes, en formatos de 2x2m, para poder reutilizar el pavimento en nuestras instalaciones de faenas y en el entorno, creando un producto izable, montable y reutilizable, en el marco de la industrialización de nuestros procesos”, asegura Fuentes.
Y así, cada vez son más las iniciativas que Axis está desarrollando en la línea de economía circular, “ya que estamos convencidos de que es el camino”, declara el profesional. Por lo mismo, un hito importante en Axis fue crear el cargo “Profesional de Innovación y Economía Circular”, para poner foco e impulsar aún más la innovación y el trabajo colaborativo en torno a este importante tema. “Es así como seguimos desarrollando iniciativas que buscan transformar los residuos en recurso y agregar valor en la comunidad. Por ejemplo, en un proyecto que involucra el roce de árboles, transformaremos dichos residuos en compostaje”, añade.
La constructora pretende continuar por esta vía, puesto que “la economía circular nos invita a cuestionar y repensar los procesos tradicionales. Es una gran oportunidad para innovar y generar cambios que aporten al cuidado del medioambiente. Vivimos en un mundo donde los recursos son limitados, pero nuestra creatividad no. De manera colaborativa debemos avanzar para tener un futuro sostenible”, concluye.
Conectando Construcción 2023 vuelve el 16 de noviembre, organizada por Construye2025, para reunir a proveedores de servicios de digitalización, de industrialización, de sustentabilidad y startups tecnológicas de construcción.
Con su cuarta versión, vuelve el 16 de noviembre de este año la Ronda de Negocios Conectando Construcción, organizada Construye2025, la cual se plantea como una rueda de negocios virtual. El evento es un punto de encuentro y colaboración, donde la innovación y las nuevas tecnologías se vuelven el centro.
Al igual que todos los años, Conectando Construcción 2023 contará con una plataforma virtual y asistencia en línea, para así dar cuerpo a su rueda de negocios, durante toda la jornada, para impulsar la innovación en la industria de la construcción.
En esta versión, Conectando Construcción busca reunir en la ronda de negocios tanto a empresas como ejecutivos, con interés en la tecnología e innovación de vanguardia. En el encuentro, junto a patrocinadores y asociados, se exhibirán, además, las últimas tendencias mundiales y nacionales del sector.
El año pasado, se inscribieron 287 vendedores: incluyendo startups, empresas que ofrecen soluciones innovadoras y otros emprendimientos tecnológicos que se quieren vincular con empresas ligadas al rubro de la construcción. Y como compradores se inscribieron 87 empresas. Entre ellos, se llevaron a cabo 207 reuniones efectivas en formato “speed date”. Para este 2023 se esperan aún más inscritos y reuniones de negocio.
Por ejemplo, Nawi participará como vendedor. Nawi es una empresa de tecnologías de monitoreo de calidad de las aguas automáticas y de bajo costo en una plataforma online sencilla de entender. Su fundadora y directora ejecutiva, Nicol Norel, espera ampliar el número de clientes, para seguir disminuyendo los impactos y conflictos con los vecinos.
Por su parte, GreenBricks, participará como comprador. Su fundador y CEO, Erwin Uribe Rojas, comenta que su principal aspiración es establecer conexiones con empresas que estén interesadas en incorporar soluciones como la de Greenbricks en sus procesos.
Conectando Construcción está dirigida a proveedores de servicios de digitalización, industrialización, startups o sustentabilidad para potenciar la innovación e integración de la industria.
Si eres comprador, inscríbete AQUÍ.
Si eres vendedor, inscríbete AQUÍ.
Asimismo, el 13 de noviembre a las 18:00 horas, podrás acceder a una Capacitación en el uso para la plataforma de networking y recibirás tips para generar reuniones efectivas. Inscríbete AQUÍ.
Por Marcos Brito, gerente de Construye2025.
En el año 2020, mientras nos encontrábamos confinados, se produjo el inicio de un primer trabajo mancomunado -en formato “virtual”- para desarrollar lo que sería el Anteproyecto de Norma de Construcción Industrializada – Definiciones y Términos Generales (prNCh3744), al alero del Instituto de la Construcción y con financiamiento del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).
La participación fue masiva, habiendo llegado a contar con 64 destacados representantes del sector, quienes, tras más de un año de comprometido trabajo, lograron generar un primer borrador para esta norma, que se revisó en consulta pública, como el procedimiento establece. Luego de varios meses adicionales de trabajo, se revisaron uno por uno los comentarios de la consulta. Así, finalmente, la NCh3744 fue aprobada como Norma Chilena a finales de agosto de 2023, por el Instituto Nacional de Normalización (INN), tras un proceso que fue impecablemente conducido por Emilio Rojas, de la misma institución.
La norma logra establecer términos y definiciones de construcción industrializada y prefabricada, aplicables al diseño y construcción de obras de edificación, obras civiles e infraestructura, aunando criterios de un conjunto de profesionales de empresas privadas, arquitectos, ingenieros calculistas, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y Construye2025. El camino al consenso fue arduo, ya que al tratarse de conceptos que han ido evolucionando en el tiempo, es complejo aunar criterios generales para definir acepciones, que tengan sentido para quienes las utilizan, en diversos tipos de proyectos, con diferentes sistemas constructivos, así como alcances, aplicaciones, materialidades, etc.
En definitiva, en Chile, la construcción industrializada se refiere a una forma de construir que busca lograr mejoras: en productividad, sostenibilidad, gestión RCD, plazos y costos, entre otros, y que, además puede o no incluir prefabricados. Este último punto es muy relevante, ya que ambos conceptos, la prefabricación y la industrialización no son sinónimos. Ver NCh3744 en www.inncoleccion.cl.
Gracias al empuje que Construye2025 le ha dado al concepto mismo de la Construcción Industrializada, como cambio de paradigma hacia una construcción más eficiente, productiva y sustentable, se crea en Chile, en 2017, el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), organización que ha sido clave en lograr difundir este nuevo paradigma, relevar su importancia, dar un espacio de difusión a quienes han trabajado en la industrialización de la construcción y concientizar a todo un sector con la relevancia de incorporar en mayor o menor medida los elementos clave que conlleva la industrialización, entre otros objetivos.
En 2023, se logra un hito sin precedentes, con el Encuentro Nacional de Construcción Industrializada #ENCI2023, que logra reunir a más de 2.000 personas en una semana, en diversas actividades presenciales y virtuales sobre construcción industrializada. También se releva este concepto en diversas mesas de trabajo, en organizaciones privadas y públicas, tales como la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA), el Colegio de Arquitectos y el Minvu, en su Plan de Emergencia Habitacional. Asimismo, la construcción industrializada ya forma parte de gran parte de los cursos de postgrado en diversas casas de estudio. Hoy, al menos, ya tenemos la atención de todo el sector.
La norma NCh3744 establece, en definitiva, una mayor claridad sobre lo que la construcción industrializada involucra y sus objetivos. Asimismo, ofrece claridad sobre otros conceptos clave, tales como la construcción modular, la constructabilidad y la prefabricación, que muchas veces pueden entenderse de otras formas en el idioma coloquial, pero que es importante definir bajo una estructura normativa, para que así estos sean entendidos de manera clara en Chile.
Por otra parte, el Minvu está preparando una Norma Técnica llamada “Construcción industrializada – Planificación, diseño, fabricación y montaje”, la que fue sometida a consulta pública durante 2023 y se está a la espera de sus resultados.
Con todo, avanzamos como país en la construcción de un relato técnico consensuado, que, sin duda, ayudará a utilizar estos conceptos en futuros documentos formales, tales como contratos o reglamentos públicos. La construcción industrializada avanza hoy rápidamente, pero también es importante que lo haga de manera ordenada y desarrollando estándares técnicos, así también como un lenguaje claro y unificado.
En dos jornadas llenas de aprendizaje e inspiración, a través de distintas actividades, los asistentes al Seminario “Economía circular en el sector construcción” reflexionaron sobre cómo estamos construyendo nuestras ciudades actualmente y cómo la industria puede ser un gran aporte en la producción limpia y colaborativa.
Una verdadera oportunidad de colaboración y desarrollo se dio los días 5 y 6 de octubre en el Seminario “Economía circular en el sector de la construcción” organizado por la Estrategia Economía Circular en Construcción, impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción, Construye2025, el Instituto de la Construcción y la CDT, más la Red ECoEICo del Cyted, el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, la Escuela de Construcción Civil UC, IUS Latam y Compromiso Pro.
Así, con más de 150 asistentes, con invitados internacionales y nacionales, además de talleres sobre la materia, se cumplió el objetivo de ayudar a descubrir cómo transformar la industria de la construcción en un aliado de la circularidad.
El Módulo 1 titulado “Iniciativas internacionales de Economía Circular”, se desarrolló en el Auditorio de Construcción Civil de la Universidad Católica, en el Campus San Joaquín. La bienvenida la dio Felipe Ossio, director de la Escuela de Construcción Civil UC, quien introdujo lo que sería la primera parte de la mañana, en la que se presentaron las ponencias de los invitados internacionales.
Invitados internacionales
El primero en exponer fue el Dr. Luis Braganca, de Ecoeico Portugal, quien presentó “Implementación de estrategias de economía circular en edificios: de la teoría a la práctica”, disertación en la que demostró cómo implementar una estrategia para una industria de construcción más sustentable y de economía circular. Asimismo, presentó el caso de un paso superior ferroviario 2006 en Lisboa y su aumento del paso de la luz, así como también el anteproyecto de rascacielos de 105 pisos, construido con madera, que fue presentado en Canadá y cuyo objetivo es desarrollar una obra que enfrente al cambio climático.
Tras él, siguió la brasileña Mayara Regina Munaro, de la Universidad de Sao Paulo, quien expuso sobre el Pasaporte de Materiales. “La reutilización y el reciclaje de materiales de construcción dependen de un conjunto eficiente de información y seguimiento, que se puede obtener mediante la herramienta pasaporte de materiales. Aunque el Pasaporte de Materiales introduce principios de economía circular y aporta beneficios ambientales, sociales y económicos, está poco explorado en el sector de la construcción”, afirmó la investigadora doctoral. Su exposición exploró la adopción de la herramienta en el sector para generar conciencia, identificando los principales desafíos y oportunidades para incrementar la implementación del pasaporte de materiales en el sector de la construcción.
Avances desde el Biobío
Luego, la académica DCC- FACD, investigadora CITEC-UBB de la Universidad del Bío-Bío, Claudia Muñoz presentó: “Herramienta ÁBACO CHILE, Ecoeficiencia en el ciclo de vida de los edificios”. ÁBACO CHILE es una plataforma web de gestión digital, pública, escalable y de libre acceso, en base a un banco de costos e indicadores medioambientales orientado a hacer más eficiente el proceso de postulación, evaluación y seguimiento de proyectos de construcción pública y privada en Chile, desde el punto de vista económico, social y ambiental.
Es el primer banco de datos paramétrico con integración de indicadores de eco-eficiencia (costos y sustentabilidad) para proyectos de construcción en Chile y considera bases de datos dinámicas con clasificación de recursos y actividades, campos para describir especificaciones técnicas y enlazar objetos BIM, parámetros ambientales y costo social, para dimensionar el impacto ambiental desde el diseño a la etapa constructiva de una edificación.
Muñoz señaló: “Para poder avanzar en la cuantificación de las huellas, tenemos que ponernos de acuerdo: tenemos que tener bases de datos que se validen a escalas nacionales. En el país no contábamos con esto. En 2014 nosotros tomamos este desafío, basados en EcoInvest”. En noviembre de 2015 fue desarrollado por el Grupo de Arquitectura y Construcción Sustentable del Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción CITEC-UBB, de la Universidad del Bío Bío – Chile y Co-ejecutado por la Universidad de Sevilla, España a través del Grupo de Investigación ARDITEC. Es un proyecto de Bienes Públicos para la competitividad del sector de la construcción, financiado por INNOVA CORFO y mandatado por el Ministerio de Obras Públicas – Dirección de Arquitectura (MOP-DA) y el Ministerio de Desarrollo Social (MDS).
La profesora cerró su presentación explicando los posibles alcances de la herramienta y que está abierta a seguir perfeccionándose.
Le siguió Rodrigo García, del departamento de Diseño y Teoría de la arquitectura de la Universidad del Bío-Bío, quien presentó “Desarrollo de la construcción Impresa 3d para la circularidad”. Su exposición demostró cómo está implementada la impresión 3D en las nuevas edificaciones acercándose a la circularidad, integrando mezclas recicladas y mejor desempeño energético a estas edificaciones, queriendo vincular las nuevas tecnologías que aportan a la productividad con la sustentabilidad, para poder construir también un buen desempeño ambiental para el futuro.
Luego, el arquitecto y miembro del Grupo Eje Normativo del Instituto de la Construcción (IC), Cristian Garin, expuso el documento “Análisis y Propuestas Eje Normativo” preparado por el Comité de Economía Circular del IC. Dicho documento se encuentra en el siguiente link y presenta el marco de política pública, legal y reglamentario que influye en la aplicación de Economía Circular en Construcción.
Su objetivo es levantar en un solo documento de fácil acceso, el marco legal, reglamentario y normativo que orienta las acciones circulares en la Construcción. Esto con el fin de conocer, entender y facilitar el cumplimiento de las metas de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, la Hoja de Ruta RCD y ECC 2035 y la Estrategia Climática de Largo Plazo.
Casos y experiencias de diseño
La segunda parte del Módulo 1 se centró en exposiciones sobre innovación en emprendimientos circulares. Comenzó con Felipe Ossio, quien reflexionó sobre el libro “Diseño circular de viviendas para Chile y ejemplos de inspiración”, del cual es autor junto a Anamaría León de la UC y a Waldo Galle y Jeroen Poppe, de la Universidad Vrije de Bruselas. En el texto se describen 16 cualidades de diseño circular que permiten una reutilización, reciclaje y renovación más eficaz de las edificaciones y sus componentes. Ossio describió a través de ejemplos nacionales, los conceptos principales de las 16 Cualidades de Diseño Circular y explicó cómo el texto entrega herramientas para comprender las generalidades de un diseño circular que incorpora la visión del tiempo, cambios y ciclos propios de nuestro entorno, contribuyendo a instalar en nuestra industria los principios sostenibles de la economía circular: mantener en circulación los recursos por el mayor tiempo, con su mayor calidad, dentro de la mayor cantidad de ciclos posibles. El escrito se encuentra disponible en este link.
Continuó la Profesora Ruby Mejía de Gutiérrez, de la Universidad de Cali y representante de Ecoeico Colombia. Ella habló sobre los retos y desafíos del uso de residuos en el sector de la construcción, presentando diversos ejemplos en Colombia, además de oportunidades y retos que el uso de los residuos sólidos dan en la construcción civil. En la ponencia, Mejía también mostró resultados que con su grupo de estudio han obtenido.
Luego fue el turno de Irma Mercante, de la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza y representante de Ecoeico Argentina. Ella presentó “Acciones hacia la circularidad en gestión de RCD e indicadores”, un estudio de caso en una fábrica de premoldeados de mortero y hormigón con énfasis en la gestión de residuos.
En ella, se identificaron estrategias posibles y evaluaron sus desempeños ambientales. La primera fue la sustitución de materia prima virgen por reciclada (PET por RSU), la segunda alternativa fue incorporar el reciclaje de residuos de la planta ex-situ y la tercera mejora fue comprar una pequeña trituradora. Se analizó el análisis del ciclo de vida (ACV); en una segunda fase se hizo un inventario del ciclo de vida e ICV: flujos cuantitativos de entrada-salida. En las fases o escenarios 3 y 4 se realizó el EICV-Interpretación de los datos.
Para cerrar la mañana, Cristina Engel de Alvarez, profesora titular de la Universidad Federal de Espírito Santo en Brasil y de Ecoeico, quien presentó “Ciudades Inteligentes y sostenibles”, afirmando que es urgente continuar luchando por la búsqueda del equilibrio ambiental, social y económico, y que temas como “la energía, la vivienda, el confort y la eficiencia, siempre estarán entre las preocupaciones de todos los que queremos hacer de nuestro planeta un lugar más sostenible para vivir”.
Reflexión sobre la acción climática
Durante la tarde, se desarrolló el Módulo 2 en el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, con el “Taller de Innovación y emprendimiento circular”. La bienvenida la dio Ramón Molina, director ejecutivo del Centro de Innovación UC. Le siguió Natalia Reyes, jefa de Sustentabilidad del CTEC, quién presentó el “Pasaporte de Materiales” de Chile. Cerró el bloque Joaquín Cuevas, de Obra Limpia, con un taller digital de RCD.
A continuación, se realizó el Taller Pensamiento Circular en la Construcción, oportunidades de prevención de residuos, dinámica que tuvo una gran participación de los asistentes. Si bien algunos tenían que tomar roles como el de líder, secretario, experto o comunicador, todos se vieron muy involucrados. La misión consistía en enfrentar una Amenaza Ambiental RCD en una zona de vulnerabilidad climática. Los grupos, entonces, tenían tareas de adaptación y mitigación en que tenían que fundamentar y presentar sus estrategias.
El monitor de dicho Taller fue Pedro Mancilla, quien trabaja en apoyar al ecosistema de innovación con herramientas del juego, lo que les permite encontrar y abrirse a nuevas oportunidades y respuestas. “Hemos conformado un grupo humano, que ha sido capaz de mirar y encontrar soluciones de mayor envergadura ecosistémica. Que no podemos solucionar desde una empresa, una persona o un Ministerio. Se necesitan del grupo”, señaló. Tras compartir los resultados, cerraron con una reflexión conformando un gran círculo entre los asistentes y de esta manera terminó la primera jornada.
Segunda jornada
La segunda jornada de este Seminario, se llevó a cabo el 6 de octubre, en la Cámara Chilena de la Construcción, con el módulo colaboración para la economía circular.
Felipe Ossio, director de la Escuela de Construcción Civil UC, abrió la jornada respondiendo la pregunta: ¿Cómo estamos construyendo hoy? Señaló que los RCD son un problema mundial, pues “estamos generando mucho más residuos, los que tienen una serie de externalidades, como terminar en sitios ilegales con graves impactos ambientales”.
Tan grande es el problema que mientras en China se generan 1.130 millones de toneladas de residuos al año, en Chile, se producen 7,4 millones de toneladas anualmente.
El académico precisó que la vulnerabilidad no sólo es ambiental, sino que también urbana, porque “estos vertederos terminan frente a las calles, a personas y están rodeadas de mafias de la basura, son foco de delincuencia”.
También estuvo presente Conrad Von Igel, gerente de Innovación y Sostenibilidad de la CChC, quien reflexionó sobre qué significa en la actualidad hacer empresas y a “quiénes estamos afectando cuando hacemos negocios”. Asimismo, presentó una propuesta colaborativa para abordar la sostenibilidad de forma concreta, señalando que el Compromiso Pro es la forma concreta de la CChC para impulsar la sostenibilidad y hacer un acompañamiento a las empresas socias en este camino.
Por su parte, María José Cobo, coordinadora de Proyectos de CDT, comentó que los residuos de la construcción y demolición pueden llegar a significar un 1,19% del presupuesto total de la obra.
Por ello, Cobo entregó datos claves como cuánto cuesta el valor del traslado del material a la obra, al sitio de disposición final y, luego, el valor de disponerlo, asociado a la cantidad de emisiones de CO2 que generan esos procesos. Así, sostuvo que un edificio de 16.000 m2 significa 243,6 millones de pesos en ineficiencias y 1.462.510 KgCO2eq. Para absorber estas emisiones generadas, se necesitan 9.750 árboles para absorberlas, equivalente a un terreno de 72 hectáreas, y a 243 millones de pesos, los que implican 4,2 viviendas sociales de 1.600 UF.
“Estamos consumiendo más de lo que tenemos y presentamos una baja productividad, hay un costo de inoportunidad, por no entregar nuevas oportunidades de empleos verdes para la economía circular”, precisó la profesional. Por ello, insistió en que “queremos apuntar hacia un cambio sistémico de mentalidad, y que los proyectos sean considerados en todo su ciclo de vida, desde cuando nacen hasta cuando mueren”.
Luego, Katherine Martínez, líder de Sostenibilidad Ambiental de la CDT, se refirió al eje de medioambiente de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, mostrando cómo están abordando este punto de manera colaborativa, a través de los Acuerdos de Producción Limpia.
¿Qué pasa si avanzamos en conjunto? Se preguntó. “Hemos tratado de avanzar en el problema de los residuos con los Acuerdos de Producción Limpia, en conjunto con la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Construye2025, la academia y otros actores del sector”, dijo.
En esta instancia, los asistentes participaron del Taller Pensamiento Circular en la Construcción, oportunidades de prevención de residuos.
Al finalizar, con la firma de una carta de compromiso, se avanzó en este Seminario Economía Circular en el Sector Construcción: Una oportunidad de colaboración y desarrollo, a la que adhirieron Construye2025, CDT, CChC, Instituto de la Construcción, IUS Latam Ecoeico y la Escuela de Construcción Civil UC.
Tanto CES como CVS incluyen dentro de sus metodologías exigencias relacionadas con la gestión de residuos de la construcción y demolición. Conoce cuáles son.
Sin duda, tras el lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035 impulsada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, Corfo y Construye2025, y de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025, con la facilitación y coordinación de la CDT, se ha configurado un escenario diferente que ha permeado a las certificaciones locales, tanto de edificios como de viviendas.
Por ejemplo, a partir del lanzamiento de una actualización de su metodología, realizado en enero de este 2023, Certificación Edificio Sustentable (CES) habla de una evolución con respecto a la versión anterior, en la que los requerimientos se encontraban divididos en dos categorías ARQ.Residuos y CONST.Residuos, ambas relacionadas solo con el manejo de residuos, tanto en el diseño como en la construcción y operación del edificio.
En tanto, la versión 1.1 de CES une los requerimientos anteriores en una nueva categoría llamada ARQ. & CONST. Materiales y Residuos, contiene tres variables:
“Así, los proyectos tienen ahora la posibilidad de postular al requerimiento relacionado a la especificación de materiales con Declaración Ambiental de Productos (DAP) a través de dos opciones: la primera es entregando la información de materiales o productos para la construcción permanentemente instalados o declarando información de al menos un 20% del presupuesto total de materiales de la obra”, comenta Hernán Madrid, jefe de CES.
La Declaración Ambiental tipo III, Declaración Ambiental de Producto o DAP, proporciona datos ambientales cuantificados, utilizando parámetros predeterminados, basada en el análisis de ciclo de vida según la norma internacional ISO14025. En ese sentido, “para CES es muy relevante promover el uso de materiales que identifiquen y cuantifiquen su impacto ambiental, preparándonos y en miras a una futura versión 2.0 de CES, donde las DAP serán necesarias para la medición de huella de carbono en el ciclo completo de la edificación”, asegura.
En detalle, la variable 9.Gestión de Residuos en Operación contempla un requisito voluntario que debe ser considerado desde etapas tempranas del proyecto, donde el diseño del edificio considere espacio suficiente que permita el almacenamiento de residuos reciclables por separado y una acumulación de determinados días. Además, se debe considerar accesos que faciliten el depósito y el retiro adecuado, junto con presentar un plan que posibilite en un futuro a la administración del edificio poner en marcha el reciclaje de residuos en operación.
La variable 10.Gestión de Residuos en la construcción presenta dos requerimientos obligatorios: el 10R1 y 10 R2 y a diferencia de la versión anterior (v1), donde se solo se solicitaba demostrar con reportes mensuales de obra el cumplimiento del artículo 5.8.3 de la OGUC, la que incluye básicamente medidas con el objetivo de mitigar el impacto de las emisiones de polvo y material, la v1.1 de CES Edificios de Uso Público suma, además, la obligatoriedad de incorporar un plan de gestión de residuos durante la construcción, basado en la NCh3562 y la cuantificación de residuos de construcción incluyendo demolición y excavaciones.
Y de forma voluntaria, los proyectos pueden postular al requerimiento Gestión de Residuos: Separación, Control y Reciclaje, donde si bien se debe cumplir con un porcentaje mínimo de reciclaje de residuos para obtener puntaje, existe la posibilidad de visibilizar, tanto en los reportes finales que entrega el sistema de certificación como en el sitio web, independiente del resultado obtenido, el porcentaje de reciclaje final logrado.
Según Madrid, la modificación y ampliación del alcance de los requerimientos responden a dos motivos principales. “El requerimiento asociado a las DAP de materiales es una modificación en línea con promover de mejor manera y más amplia su uso en los proyectos de construcción, los requerimientos anteriores (energía y agua incorporada) no tuvieron el efecto esperado cuando se creó la certificación CES. Por otra parte, el requerimiento gestión de residuos durante la construcción corresponde a una respuesta a la evolución de la gestión de residuos en los últimos años, con la incorporación del plan de gestión de residuos en obra, y a la necesidad de levantar un indicador de generación de residuos para Chile”, analiza el profesional.
Las viviendas
Por su parte, Allan Ubilla, coordinador de Proyectos de CTEC, comenta que la Certificación Vivienda Sustentable (CVS) tiene los siguientes requerimientos de la Categoría 4 “Materiales y Residuos” que podrían relacionarse de alguna forma con la economía circular:
4.1.1.a. Declaración ambiental de productos de construcción.
4.1.2.a. Maderas con certificación de gestión sustentable.
4.1.3.a. Materiales nacionales o regionales.
4.1.4.a. Materiales con contenido reciclado.
4.1.6.a. Materiales de rápida renovación.
4.2.1.a. Optimización de materiales desde el diseño.
4.3.1.a. Infraestructura para gestión de residuos domiciliarios.
4.4.1.a. Gestión y monitoreo de residuos de construcción y demolición.
Como explica, “estos requerimientos se incorporaron desde el inicio de la CVS (lanzada en 2020) y se incluyeron porque eran parte de los Estándares de Construcción Sustentable para Viviendas, que es la base técnica de la CVS”.
Estos “evalúan, de alguna forma, la gestión del proceso de fabricación de materiales, del proceso de los residuos tanto domiciliarios como RCD y la incorporación de criterios del ciclo de vida de los materiales”, explica Ubilla.
Algunos de estos requerimientos son obligatorios, como 4.3.1.a. Infraestructura para gestión de residuos domiciliarios y 4.4.1.a. Gestión y monitoreo de residuos de construcción y demolición, “por lo que todos los proyectos certificados bajo el sistema CVS cumplen con estos 2 requerimientos”, dice el profesional del CTEC. En tanto, “del resto de requerimientos voluntarios, los más perseguidos son 4.1.3.a. Materiales nacionales o regionales, 4.1.4.a. Materiales con contenido reciclado y 4.1.6.a. Materiales de rápida renovación”, dice.
Y agrega: “En algún momento, en el Minvu se pensó replantear esta Categoría 4 de “Materiales y Residuos” hacia un enfoque más integral de la economía circular, pero actualmente no conozco la posición del Minvu al respecto”, precisa.
Para el 16 de noviembre está programada la ronda de negocios virtual Conectando Construcción 2023, que organiza Construye2025 desde 2020.
Con su cuarta versión, vuelve el 16 de noviembre de este año la Ronda de Negocios Conectando Construcción, organizada Construye2025, la cual se plantea como una rueda de negocios virtual. El evento es un punto de encuentro y colaboración, donde la innovación y las nuevas tecnologías se vuelven el centro.
Al igual que todos los años, Conectando Construcción 2023 contará con una plataforma virtual, rueda de negocios y otros espacios que impulsarán la innovación en la industria de la construcción.
En esta versión, Conectando Construcción busca reunir tanto en la ronda de negocios a empresas y ejecutivos, con interés en la tecnología e innovación de vanguardia. En el encuentro, junto a patrocinadores y asociados se exhibirán, además, las últimas tendencias mundiales del sector.
El año pasado se inscribieron 287 vendedores: startups, empresas que ofrecen soluciones innovadoras y que se quieren vincular con empresas ligadas al rubro de la construcción. Y como compradores se inscribieron 87 empresas. Entre ellos, se llevaron a cabo 207 reuniones efectivas. Para este 2023 se esperan aún más inscritos.
Por ejemplo, Nawi participará como vendedor. Esta empresa de tecnologías de monitoreo de calidad de las aguas automáticas y de bajo costo en una plataforma online sencilla de entender. Su fundadora y directora ejecutiva, Nicol Norel espera ampliar el número de clientes, para seguir disminuyendo los impactos y conflictos con los vecinos.
Por su parte, GreenBricks participará como comprador. Su fundador y CEO, Erwin Uribe Rojas, comenta que su principal aspiración es establecer conexiones con empresas que estén interesadas en incorporar soluciones como la de Greenbricks en sus procesos.
Pronto estará disponible el link de inscripción.
La compañía que por más de 40 años ha sido líder de la industria en innovación en el país, con presencia en Argentina, Bolivia y Perú y que cotiza en la Bolsa, ha sido pionera en el sector construcción al medir sus emisiones con el objetivo de reducirlas gradualmente.
Desde sus inicios, Echeverría Izquierdo ha estado comprometida con la sostenibilidad, pues la empresa cree que el desarrollo económico debe coexistir en armonía con el desarrollo social y medioambiental. Por ello, hace años ha venido trabajando en temáticas como las prácticas empresariales responsables, la integridad corporativa, la preocupación por las personas, el respecto por el medio ambiente y las comunidades, el relacionamiento con los clientes y la cadena de valor, entre otros aspectos.
Están conscientes de los impactos que genera la industria de la construcción en el medioambiente y una vez creada la Gerencia de Sostenibilidad en el 2022, una de las primeras acciones que decidieron llevar a cabo fue la medición de la huella de carbono de la compañía. Dicha medición sería el primer paso para establecer metas, monitorear el progreso de la organización en el desempeño medioambiental y desarrollar una estrategia de cambio climático.
“Como Grupo, y en relación al pilar medioambiental, hemos definido la reducción de la huella de carbono como uno de nuestros objetivos principales”, señala Carolina Reyes, gerente de Sostenibilidad de Echeverría Izquierdo.
Y es que esta medición tiene varios beneficios para una organización: es un requisito para ratings ASG, tales como los cuestionarios del Dow Jones Sustainability Index y CDP, y para referencias de divulgación, tales como GRI, SASB y TCFD. En Chile, permite la participación en el programa Huella Chile para medir el inventario nacional de carbono en el país; y proporciona evidencia fundamental para el desarrollo de una estrategia de cambio climático, según explica la ejecutiva.
La huella de CO2 mide las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de una organización durante un período de tiempo establecido (normalmente un año calendario). Para su gestión adecuada, las emisiones se agrupan de acuerdo con el tipo de actividad con la que están asociadas y el nivel de control que tiene una compañía para gestionarlas tales como: Alcance 1, emisiones directas; Alcance 2, emisiones indirectas por consumo de energía adquirida y Alcance 3, otras emisiones indirectas.
La gerente de Sostenibilidad de EI comenta que en 2020 hicieron un primer levantamiento de información de consumos de combustible, electricidad y gestión de residuos de las unidades de negocio del grupo. Con ese primer ejercicio, pudieron ver las dificultades que un acto así constituye, pero también las oportunidades que presenta. “En 2021 nos pusimos de lleno a trabajar en lo que sería el proceso de medición de huella de carbono y realizamos el ejercicio para dos años consecutivos -2020 y 2021- en los alcances 1, 2 y 3 para todas las unidades de negocios del grupo, es decir a nivel de compañía”, asevera.
Principales resultados
Como señala Reyes, desde el punto de vista del proceso, el resultado fue exitoso. “Se cumplieron los objetivos que nos propusimos en relación a la cobertura; la medición de la huella en los tres alcances; y la participación y colaboración de los profesionales de las distintas unidades de negocio”.
Desde el punto de vista del resultado, la huella de carbono se comportó de manera similar a la de otras empresas de la industria a nivel internacional, siendo el Alcance 3 el más elevado. Ello, dado principalmente por la categoría 1 de consumo de materiales. Mientras que el Alcance 2 fue menor en relación al 1, por el consumo de combustible utilizado en las maquinarias.
“Para esta primera medición no teníamos un parámetro de comparación con empresas de similares características a nivel nacional por lo que hicimos un benchmark con empresas líderes en rankings de ESG a nivel mundial, que nos sirvieron como referencia para efectos de definir las categorías a medir”, especifica la profesional.
Y agrega que “el 2020 fue un año bien particular, porque fue el período de pandemia donde tuvimos un peak de proyectos en ejecución y aquellos de gran magnitud mantuvieron su continuidad operacional.Luego, el 2021 también fue especial porque fue un intervalo de transición entre la pandemia y la reactivación. Ese año el resultado obtenido fue prácticamente la mitad del año anterior. Es decir, se redujo la huella de carbono en casi un 50%. Nuevamente, observamos que el Alcance 3 fue el que nos dio mayor cantidad de emisiones y este alcance está incidido por bienes comprados, es decir mayoritariamente por materiales de construcción, tales como fierro y hormigón. Esta baja en las emisiones estuvo dada por el número de proyectos y las etapas de las obras en ejecución, lo que muestra que la variabilidad de los resultados depende del estatus de proyectos y consumo de materiales, analiza Reyes.
La profesional añade que en el 2022 reafirmaron los resultados obtenidos en 2021 y con esto ya existe una tendencia respecto a cómo se comporta la compañía en relación a las emisiones. Para efectos de tomar decisiones, consideran, es necesario tener un par de mediciones -o más-, para entender y reaccionar, dado que la huella de carbono se ve muy impactada respecto a la cantidad de proyectos existentes: si aumentan los proyectos/contratos, mayor es la huella y viceversa. Es por eso que hoy, en forma primaria, se están definiendo las medidas de intensidad para plantear metas de reducción en relación a ellas, sin descartar a futuro las metas de reducción de emisiones absolutas.
Comunicación en todos los niveles
En este contexto, el Grupo EI decidió generar alianzas con proveedores estratégicos, “que sabemos están trabajando en reducir su huella de carbono. En relación al fierro, con empresas que utilizan chatarra; y en relación al hormigón, con empresas que nos han informado están reemplazando algunos componentes para que su producto final genere menos emisiones”, cuenta la ejecutiva. “Estamos trabajando con Revaloriza en dos de nuestras unidades de negocios, siendo una iniciativa clara y concreta de revalorización”, puntualiza.
Asimismo, han definido iniciativas como planes de formación anual y campañas comunicacionales para transmitir este conocimiento a toda la organización, de modo que sea comprendida por todos los trabajadores y también todos puedan adherirse a ella. “El concepto de sostenibilidad es reciente, hoy está de moda, pero necesitamos estar todas y todos alineados y hablar en el mismo lenguaje y para eso es necesario tener planes de formación a todo nivel”, sostiene Reyes.
De este modo, en una fase inicial han tenido reuniones ampliadas por plataformas digitales y webinars para difusión del proceso de medición. Posteriormente, una vez realizado el ejercicio, han difundido los resultados con un gran interés y buena recepción de las y los colaboradores.
La primera mejora que realizó EI fue la creación de un sitio de ecoeficiencia operacional en el que cada unidad de negocio puede reportar mensualmente sus consumos, a nivel de obras y en forma centralizada, facilitando la recopilación de información y su confiabilidad para la medición anual.
Junto con ello, se creó el “Comité de Huella”, una comisión de medio ambiente en la cual participan los principales líderes medioambientales de las unidades de negocio. Se reúnen de forma trimestral y revisan temas de relevancia y, en particular, respecto a la medición de la huella de carbono. Esta instancia ha permitido aunar criterios y definir objetivos.
Otra mejora importante ha sido el desarrollo de la base de datos por parte de la Gerencia de Abastecimiento, la que permite año a año tener datos precisos, específicos y concretos.
Algunas empresas del rubro ya se han mostrado interesadas en medir su huella de carbono y se han acercado a Echeverría Izquierdo para despejar dudas. “Para dar cumplimiento al Plan Nacional de Descarbonización al 2050 todas deberán hacerlo, tenemos metas parciales al 2030 y 2040 que de no comenzar a trabajar hoy, no será posible alcanzarlas. Por esa razón, hoy no solo es necesario, sino urgente hacerlo”, afirma la gerente.
Pero reconoce que en la industria de la construcción no es un tema tan candente, aunque el cliente minero ha avanzado respecto a la medición y hoy ha llegado a ser una solicitud de algunos mandantes: “Si bien no es una exigencia, es un plus”, dice.
Finalmente, la gerente de Sostenibilidad recomienda a las empresas “perder el miedo a la medición, el proceso puede ser incremental, se puede comenzar con una parte de la operación, una obra por ejemplo y luego ampliar la cobertura, lo importante es partir”, concluye la ejecutiva.
Por Claudia Petit, directora del Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores
El 2023 ha sido un año complejo para nuestro país. Más que nunca, se ha visto la inexistente anticipación a problemas gravísimos que hemos tenido de acuerdo al cambio climático.
Eventuales lluvias centenarias, que demuestran la fragilidad de la conectividad, vivienda, y distribución urbana, comprometiendo transversalmente a sectores de distinta realidad económico-social y extendiéndose a diferentes regiones del país.
Debemos estar articulados, conectados y convocados a nuevos y más exigentes estándares de calidad y planificación adecuada. La autoconstrucción no es la solución ante estos eventos y menos, con la sismicidad de nuestro país. Un país de climas y geografía extrema, que no se puede abandonar a la suerte de quienes no cuentan con los conocimientos mínimos para elevar la inversión más importante para cada uno, como es su vivienda.
Por tanto, nuevos desafíos, que se suman a una baja productividad que por años sacude nuestro sector, requieren de nuevas visiones, complementarias y que permitan un mejor futuro.
Construye2025 es un programa que desde 2016 ha convocado grandes actores para producir un cambio, respaldado por la Corfo, y con la gran misión de aportar a la productividad, con un sector que no quede ajeno de los nuevos requerimientos sociales y ambientales que son fundamentales. El Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores de Chile A.G., está muy agradecido de esta invitación para ser parte del Consejo Estratégico de la Construcción y asumir los desafíos que nuestro rubro necesita.
Nuestro Directorio Nacional se ha reactivado y estamos con optimismo de aportar dentro de este organismo a sus requerimientos cuanto antes.
Los objetivos del nuevo Directorio Nacional son representar a las regiones, aportando desde la experiencia y el conocimiento, promocionando la identificación clara de las competencias, de los profesionales, para muy diferentes instancias y etapas de los proyectos. La mayor productividad y calidad de los proyectos está estrictamente relacionada con la calidad de los actores involucrados.
Estaremos permanentemente articulando con la RENADEC y la CUNEC para transmitir los requerimientos y necesidades de esta gestión.
El Colegio tiene 68 años de historia, representando una carrera que conecta y coordina, analiza y ejecuta los proyectos en terreno. El origen del Colegio está en los graves desastres nacionales, que exigieron controlar a los profesionales responsables de la construcción. Reconstrucción que una y otra vez nos acecha, y ahora más que nunca nos exige esta responsabilidad de excelencia.
Un alto nivel ético para lograr resultados efectivos, y con un comportamiento a largo plazo que permita el deseado retorno de la inversión, y la calidad que los habitantes de Chile se merecen.
La tecnología de modelación digital es clave para reducir los tiempos ante problemáticas de cruce de disciplinas. La planificación también juega un rol decisivo, los espacios digitales permiten simular ciclos de hormigonado agregando la dimensión del tiempo, optimizando los tiempos de cubicaciones, control de flujos de hormigón/día y elementos a hormigonar para cumplir las metas impuestas, implementar, ambientes virtuales permitiría el desarrollo de diseños complejos.
La IA podrá ser un aporte a planes de trabajo, informes, procedimientos de trabajo o planificación lo que generaría la reducción de tiempos de gestión en terreno de los profesionales, supervisores, y trabajadores, brindando mejor calidad de vida, permitiendo la conciliación familiar y personal.
D+I es fundamental para seguir explorando tecnología, eliminar materiales tóxicos, o reemplazar aquellos que requieren incorporación excesiva de agua.
Medioambientalmente, la necesidad de desarrollar planes para el control de residuos en obra, reciclaje, reducción de huella de carbono, lograr implementar proyectos energéticamente sostenibles.
Debemos estar alineados para un país con una construcción de excelencia, preparados para un futuro que no espera.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo firmaron tres Acuerdos de Producción Limpia (APL) interregional para propiciar la prevención, valorización y correcta gestión de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y el consumo sustentable del recurso hídrico de la cadena de valor de las regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes.
Un gran avance considerando que la proyección es que esta industria genere -solo en vivienda- casi 7.500.000 de toneladas de RCD al año, más de 15 Estadios Nacionales.
En este contexto, el presidente de la CChC Juan Armando Vicuña, aseguró que “este camino de transformación a la sostenibilidad no podemos recorrerlo solos. Debemos ir acompañados de las entidades que son parte del ecosistema y por ello, la colaboración pública privada es fundamental. Así, los Acuerdos de Producción Limpia (APL) nos ofrecen un mecanismo que favorece esta colaboración y trabajo conjunto. En este ámbito, la prevención y la correcta gestión de residuos tiene un impacto muy relevante, tanto para el entorno de nuestros proyectos como para el desempeño sostenible de toda la industria, lo que ha quedado de manifiesto por nuestros socios y socias a lo largo de Chile”.
En el marco del APL se realizará un diagnóstico sobre la generación de residuos y de consumo hídrico en las instalaciones adheridas, también se establecerá una línea base sectorial de alcance regional, lo que permitirá implementar un plan de gestión de RCD y de uso eficiente del agua. Junto con ello se desarrollará una estrategia regional para solucionar la falta de sitios de valorización y para la eliminación de RCD, y se difundirá entre las empresas el catastro de gestores de residuos y de los sitios de disposición final existentes en las regiones.
Para mejorar el desempeño ambiental, cada empresa implementará un Plan de Gestión de Residuos Sólidos y Demolición (RCD) y de uso eficiente del recurso hídrico; también se desarrollará e impartirá un plan de capacitaciones en gestión de residuos y economía circular con la finalidad de dejar instaladas en los profesionales a participar; se propiciará un ecosistema de innovación para apoyar la valorización de RCD y la creación de nuevos modelos de negocios circulares que permitan aumentar la oferta de valorizadores en estas regiones.
Al respecto, la directora de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Ximena Ruz, señaló que “la industria de la construcción quiere y necesita avanzar desde una economía lineal a una circular y para esto, fortalecer sus prácticas y tecnología limpias, mantener en el tiempo o recircular los materiales, es clave para cumplir con los compromisos y desafíos que el sector se ha propuesto”.
Las regiones una vez más nos demuestran y enseñan cómo se atreven a tomar estos desafíos que, si bien traen muchos dolores y dificultades, se puede y vale la pena. La construcción impacta en miles de personas y es nuestro deber generar ese cambio cultural que nos permitirá cumplir con los cambios y desafíos que debe tomar la industria, señaló Carolina Garafulich, presidenta del Programa Construye2025.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje, ANIR, Nicolás Fernández señaló que “en Chile tenemos mucho por avanzar, lo cual vemos como una oportunidad, de generar negocios, de ser más sostenibles, de cuidar el medioambiente y cuidar a las personas. Sabemos el trabajo que implica un APL, pero felicito a la Cámara de Construcción por este paso que están dando”.
El APL está dirigido a los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción de las Regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes, específicamente, en empresas constructoras, contratistas y proveedores, entre otros, y se implementará en un plazo de 24 meses, con la participación y apoyo técnico del Ministerio del Medio Ambiente, los Gobiernos Regionales, Dirección General de Obras Públicas, Instituto de la Construcción y el Programa Construye2025 de Corfo y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (Anir).
Fuente: CChC
En el Seminario “NETZERO y Manufactura Avanzada”, diversos expositores dieron cuenta de los avances hacia la carbono neutralidad en la construcción, con iniciativas como Desafío Net Zero 2030, Pasaporte de Materiales y la Hoja de Ruta 2022-20225 de Construye2025.
El pasado 22 de agosto, se llevó a cabo el Seminario “NETZERO y Manufactura Avanzada”, en la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), donde la carrera de Ingeniería Civil en Obras Civiles acogió a expositores del tema NETZERO, quienes además se refirieron al desafío que lleva el mismo nombre.
La bienvenida al encuentro la dio Víctor Hugo Poblete, decano de la Facultad de Ciencias de la Construcción y Ordenamiento Territorial, quien destacó la relevancia de divulgar el concurso Desafío Net Zero 2030 y dar a conocer qué es el net zero, refiriéndose a la búsqueda de una neutralidad de carbono en la construcción, que se consigue a través de un sistema de gestión medioambiental o de sostenibilidad. Si bien llegar al cero es imposible, se busca reducir las emisiones al máximo.
Por su parte, Marcos Brito, gerente de Construye2025, se refirió a la Hoja de Ruta 2022-2025 del programa y dio una caracterización del sector, con datos relevantes, como que -según información de la CChC- la construcción cayó un 11,3% el 2020 y logró recuperarse para el 2021, llegando a 12,8% de crecimiento. Habiendo sido parte importante de esta recuperación los proyectos del MOP, cuando se proyectaba además un -3% para 2022, debido a un alza de materiales de hasta 31% y la escasez de mano de obra de entonces, que llegó a un estimado de 70.000 trabajadores.
Brito destacó la importancia de presentarles Construye2025 a los alumnos de ingeniería, porque serán ellos quienes harán los cambios necesarios para mejorar nuestra calidad de vida y acelerar el proceso de transformación. “El programa quiere que eso pase antes, acelerando el proceso. Nosotros posicionamos temas, como el que hoy nos convoca acá; también articulamos actores y coordinamos que se realicen las acciones”, explicó.
“Un desafío que nos planteamos es que las próximas generaciones se enfrenten a los futuros cambios, vale decir, de aquí al 2030, van a empezar a pasar cosas bastante radicales. Chile ha asumido compromisos como país en el que se comprometió -en definitiva- a ser carbono neutral al 2050 y para eso tenemos que recorrer un camino. Creo que nos estamos moviendo poco y, por lo mismo, lo que queremos es desafiar a la próxima generación de profesionales, a los alumnos de distintas carreras de construcción, a diseñar viviendas sociales con atributos de net zero, que contribuyan a la carbono neutralidad”, concluyó.
El Desafío Net Zero 2030 se hizo específicamente por este sentido de urgencia, y sumando a las empresas. De los 34 proyectos que se presentaron, se eligieron cinco finalistas, los que tendrán ahora que aliarse con empresas profesionales, para que los anteproyectos se transformen en proyectos formales y puedan, incluso, llegar a ser construidos.
Le siguió María Fernanda Aguirre, quien es graduada de la UTEM, directora ejecutiva de Chile GBC y CEO de Pasaporte de Materiales y Activos Sostenibles, un proyecto pionero en Latinoamérica, que nace de una alianza entre CTEC y Chile Green Building Council. El objetivo principal del Pasaporte de Materiales es proporcionar una mayor transparencia y trazabilidad en toda la cadena de suministro, desde la extracción de los materiales hasta la fabricación, uso y reciclaje. Esto permite a las empresas tomar decisiones más informadas sobre cómo utilizar los recursos de manera más eficiente y reducir el impacto ambiental, creando una economía circular de materiales de construcción al alargar su ciclo de vida útil. “Estamos solicitando indicadores de impacto ambiental, de toxicidad, de circularidad (materias primas y residuos y valorización) e información química del componente”, indicó Aguirre, quien además fue juez en el concurso Desafío Net Zero 2030.
También participaron del seminario Erwin Navarrete, director de la Escuela Ingeniería en Construcción de la Universidad Autónoma sede Temuco, quien se refirió a los desafíos de la academia; José Luis Jiménez, de la CDT; Pablo Pulgar de la UTEM, y Enrique Figueras, coordinador BIM de Desarrollos Constructivos Axis, presentando el desarrollo del Índice de Industrialización de Axis desarrollado entre Axis y UTEM, así como el tema BIM al servicio de la industrialización.
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A tres años del lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular 2035 y a dos de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, ya se ven impulsos contundentes desde el sector público, desde una institucionalidad que camina hacia la consolidación de una visión circular en los proyectos.
Hace tres años, el sector de la construcción comenzó a vivir su primera gran transformación a partir del lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035 impulsada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, Corfo y Construye2025. De esta manera, también se cumplen tres años desde la firma del convenio que dio origen a la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025, con la facilitación de la CDT.
Este escenario ha permitido afianzar cada vez más un espacio de trabajo colaborativo, en el que se pierden los límites entre hoja de ruta y estrategia, se trabaja en un ambiente de confianza, no libre de obstáculos, pero que -a pesar del escaso presupuesto y de las barreras- se ha logrado apalancar con esfuerzos propios un sinnúmero de iniciativas que crecen al a alero de la economía circular y la gestión de los residuos de la construcción y demolición.
Cabe destacar que el Ministerio de Obras Públicas, solo en el último año (agosto 2022 a agosto 2023) han avanzado en cerca de 10 iniciativas, las que forman parte de los compromisos de la cartera establecidos en la Hoja de Ruta RCD.
Uno de los grandes avances que ha realizado la institución es la modificación de su estructura organizacional, subiendo de rango a la antigua Semat, Secretaría de Medio Ambiente y Territorio, a la actual División de Infraestructura Sustentable, la que dentro de su organigrama crea el Departamento de Cambio Climático y Economía Circular. Esta división tiene por objetivo máximo, lograr que la infraestructura y edificación sean sustentables.
A continuación, se detallan las iniciativas impulsadas por la división.
Plan de Gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) de Obras MOP
El Plan de Gestión considera medidas y procesos sistematizados para el adecuado manejo y la trazabilidad de residuos, en cumplimiento con la normativa ambiental vigente y apunta a favorecer su reducción, reutilización o reciclaje.
Con llamado a licitación:
En vías de incorporación por Circular Aclaratoria:
BALI que se encuentran en desarrollo (sin llamado a licitación):
Acuerdo de Producción Limpia Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) y Uso Eficiente del Agua. Hacia la economía circular de las regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes y de la Antártica Chilena
El Ministerio del Medio Ambiente, el Ministerio de Obras Públicas, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, la Cámara Chilena de la Construcción A.G, el Instituto de la Construcción, Construye2025 y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje A.G., y los respectivos Gobiernos Regionales, suscriben en agosto 2023 los tres APL para la Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) y Uso Eficiente del Agua.
Acuerdo de Producción Limpia Potenciando la Demanda de Resinas Plásticas Recicladas
Los organismos de la administración del Estado impulsarán y promoverán el uso de productos que incorporan resina plástica reciclada, comunicando e informando el valor de éstos. Dentro de la acción, se avanzó con el primer compromiso: Colaborar en la elaboración de un diagnóstico de productos plásticos que actualmente son utilizados durante la construcción y/o posterior uso de infraestructura pública, con el fin de promover la incorporación y/o reemplazo de materia prima plástica virgen por reciclada.
Para ello, se aplicó una encuesta a profesionales de todas las Direcciones Operativas del MOP, principalmente Inspectores Fiscales y profesionales que tienen relación con la ejecución de contratos de obras de infraestructura y edificación pública, la que fue respondida por 38 profesionales.
Contratación consultoría “Identificación de criterios de economía circular aplicables a Obras MOP”
En junio de 2023, se aprobó la contratación de servicios de consultoría a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el desarrollo de cinco estudios, entre ellos se contempla uno sobre “Identificación de criterios de economía circular aplicables a Obras MOP”.
Requerimiento de material reciclado en Bases de Licitación
La Dirección de Vialidad ha incorporado en algunas Bases de Licitación de Estudios el requerimiento de considerar materiales reciclados o con características de menor impacto ambiental, además de criterios de eficiencia energética, entre otros. Además, en dos contratos de puentes, a modo de pilotos, se incluyó el requerimiento de incorporar acero reciclado, según tipo de estructuras, llegando hasta un 100% para el caso de las barras de refuerzo o un mínimo de 65% para mallas de armadura prefabricadas.
En esta línea, ya están las bases de los siguientes contratos:
Institucionalidad para Economía Circular en el MOP
En el contexto de la reestructuración de la Dirección General de Obras Públicas, se creó la División de Infraestructura Sustentable, y dentro de ella, el Departamento de Cambio Climático y Economía Circular.
También, al interior del MOP, mensualmente (salvo contingencias) sesiona el Comité Intraministerial de Cambio Climático y Economía Circular, instancia de trabajo con equipos de nivel central y regional.
El Departamento de Cambio Climático y Economía Circular participa en las siguientes iniciativas: Comité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, Consejo Estratégico del CTEC, y Mesa Ejecutiva para la Productividad de Economía Circular de CORFO.
Participación en desarrollo de normativa sobre Economía Circular
Participación en el Comité de Anteproyecto que estudiará el conjunto de siete normas chilenas enmarcadas en el convenio suscrito entre el Ministerio del Medio Ambiente y el Instituto Nacional de Normalización (INN) sobre “Desarrollo de siete normas técnicas en materia de indicadores de desempeño circular para el sector construcción”.
Además, hay participación de la cartera en el Comité Estrategia Economía Circular Sector Construcción, Subcomité de Normativa.
Proyecto Denominado “Formación de Gestores de Sustentabilidad para la Descarbonización del Sector de la Construcción”
El Dpto. de Cambio Climático y Economía Circular (DGOP) propició el desarrollo de este proyecto de formación, en coordinación con CORFO, colaborando, entre otros, en los temas a abordar en la capacitación y los perfiles del público objetivo.
Reutilización de material fresado en obras
En la Obra de Conservación de Mataveri, aeropuerto de Isla de Pascua, que comenzó en septiembre de 2022, se había considerado inicialmente la remoción completa de la capa asfáltica (10 cm) y la base existente (20 cm), seguida de la instalación de una nueva base y la pavimentación con asfalto. Esta solución implicaba el transporte de 26.000 toneladas de base chancada desde canteras en el continente hacia la Isla de Pascua.
No obstante, se llevó a cabo una modificación en el contrato para aprovechar la base existente y reciclar el pavimento fresado, dando lugar a un material de alta calidad denominado “Base Tratada”.
Esta alternativa satisface los requisitos técnicos y permitió eliminar por completo la necesidad de transportar base desde el continente a la Isla, reutilizar el 100% de la Base Existente y el 92,9% del fresado asfáltico. La diferencia de 7% del fresado asfáltico, fue reutilizado en el contrato de conservación menor ejecutado este año 2023, el fresado fue utilizado en los caminos de borde aeropuerto de Mataveri.
Requerimiento de material reciclado, criterios de economía circular y/o cambio climático en Bases de Licitación
La Dirección de Aeropuertos ha incorporado en algunas Bases Administrativas o TdR el requerimiento de considerar materiales reciclados, consideraciones de economía circular y/o cambio climático.
Denominación |
Consideraciones en relación con: material reciclado, economía circular y/o cambio climático |
Región |
Estudio Prefactibilidad Mejoramiento y Reposición de Pista del Aeropuerto Diego Aracena, 2do Llamado – Región de Tarapacá |
Estudio de prefactibilidad incluye análisis de emisión de gases de efecto invernadero (GEI) estimando la huella de carbono del combustible requerido por las principales aeronaves proyectadas a operar. |
Tarapacá |
Diseño Reposición Umbral 14 Aeródromo Robinson Crusoe |
Diseño considera la utilización de losas prefabricadas, para reducir impactos de construcción en zonas protegidas. |
Valparaíso |
Anteproyecto Referencial “Ampliación y Mejoramiento Aeródromo Teniente Marsh”, Segundo Llamado |
1) Cambio climático en las predicciones y/o respaldos en el diseño que de holgura a alguna condición atípica. |
Magallanes y de la Antártica Chilena |
Anteproyecto Referencial Ampliación y Mejoramiento Ad. Teniente Julio Gallardo, Puerto Natales |
1) Cambio climático en las predicciones y/o respaldos en el diseño que de holgura a alguna condición atípica. |
Magallanes y de la Antártica Chilena |
Estudio Básico Investigación y Análisis de Parámetros para Certificación de Proyectos de Infraestructura Aeroportuaria Sustentable |
Incluye ajuste de herramientas para la Certificación de Edificio Sustentable (CES) para aeropuertos en temáticas de energía, agua y acústica. Además, el estudio contempla temáticas de innovación, huella de carbono, economía circular, estrategias innovadoras en edificación e infraestructura sustentable, energías limpias (hidrógeno verde y electromovilidad), Netzero, Cambio climático, Infraestructura verde y azul, estudio variable social y propuesta de metodología de costo social de nuevas medidas de sustentabilidad. |
Interregional |
Con un importante foco en la eficiencia energética, los proyectos finalistas del Desafío NetZero2030 entran en la etapa final para conocer el prototipo de vivienda social sustentable del Chile del mañana.
Viviendas con “doble piel” para reducir la calefacción artificial, otras configuradas con menos elementos constructivos, espacios comunes y posibilidad de ampliación desde los 52 a los 90 mts2, y otras que aprovechan el aire frío y caliente que se produce en un hogar para la distribución de sus espacios y la calefacción interior, son algunas de las iniciativas finalistas propuestas para convertirse en las viviendas sociales del futuro en el concurso Desafío NetZero 2030.
Dos equipos representantes de la Pontificia Universidad Católica, dos de la Universidad del Desarrollo y uno de la Universidad Autónoma, sede Temuco, son los cinco equipos finalistas que se dieron a conocer en un evento realizado en el edificio de CChC en Temuco. En esta ciudad es donde los participantes debieron desarrollar sus proyectos, considerando las características propias de la zona y el alto índice de contaminación atmosférica que impacta al territorio, buscaron soluciones para el consumo neto de energía, emisiones netas de CO2, industrialización y la economía circular como sus pilares fundamentales.
Al evento asistieron autoridades locales, entre las que se encontraron Nelson Curimir, seremi de Economía, Fomento y Turismo; Juan Burgos, subdirector de Corfo Araucanía; Patricia Urzúa, de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas regional, además de Guillermo Guzmán, arquitecto y académico de la Universidad de Nottingham (UK). También asistieron los representantes de las instituciones de educación que apoyaron el desafío y fueron parte del proyecto Viraliza, junto con los representantes de Construye2025 y el Colegio de Arquitectos, organizadores del concurso.
“Nos hemos encontrado con muy buenas ideas, buenos planteamientos, que consideran las directrices fundamentales del concurso pero, por sobre todo, estudiantes comprometidos y que creen que apuntar, a través de la construcción industrializada, a la carbono neutralidad y consumos netzero ayudarán a construir de una manera mucho más eficiente y sustentable”, expresó Marcos Brito, gerente de Construye2025, programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción.
Por su parte, Beatriz Buccicardi , presidenta del Colegio de Arquitectos, añadió que “el Desafío Net Zero 2030 nos permite generar un ecosistema que ayude a los futuros profesionales de la arquitectura, para enfrentar el desafío que nos impone el cambio climático, a la academia para la investigación y los proveedores que deben avanzar hacia materiales cada vez más sustentables y a la industria, que pueda tener profesionales que hagan diseños net zero”, haciendo hincapié en la importancia de esta relación con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas.
Los finalistas
Isidora Díaz y Paula Barrios son las capitanas de los dos equipos finalistas representantes de la Universidad del Desarrollo que, junto a Thiare Villagra y Lucas Soler, líderes de los equipos de la Universidad Católica, y Sebastián Maureira, capitán del equipo de la Universidad Autónoma, serán los encargados de entregar los prototipos finales de las viviendas sociales sostenibles que se desarrollarían en la región de La Araucanía.
Asimismo, el concurso quiso distinguir a dos grupos con el Premio a la Innovación. El primero corresponde al equipo de la Universidad de Santiago, liderado por Javier Carrasco, debido a su propuesta que generaba áreas habitables comunes (como cocina, comedor, estar y logia), dejando los dormitorios en zonas privadas; y el equipo de la Universidad Católica, con Lucas Soler como su capitán, por la pertinencia frente al clima de vivienda continua en subconjuntos con un patio común protegido y de fuente energética y lumínica para el conjunto.
Ahora el concurso entra en su recta final. En noviembre se conocerá al equipo ganador que obtendrá una pasantía en la Universidad de Nottingham (Reino Unido), premio que entregará una experiencia profesional inolvidable a los participantes, mientras que el segundo y tercer lugar obtendrán premios de 1,5 y un millón de pesos, respectivamente.
El consorcio CINTAXIS conformado por CINTAC, la constructora Desarrollos Constructivos AXIS y la Entidad Patrocinante Consolida fue el ganador del concurso organizado por la Cámara Chilena de la Construcción.
Hace algunas semanas se conoció el ganador del Reto de Vivienda Industrializada, organizado por la Cámara Chilena de la Construcción, que buscaba prototipos que coincidieran con los montos de los programas habitacionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y que permitiesen generar economías de escala. Se trata del consorcio CINTAXIS, conformado por CINTAC, la constructora Desarrollos Constructivos AXIS, empresas socias del Consejo de Construcción Industrializada, más la Entidad Patrocinante Consolida, que presentó una solución correspondiente a un edificio de acero galvanizado de tres departamentos de 55 metros cuadrados cada uno, y que puede ser montado en 10 días, gracias a la utilización del sistema de construcción industrializada.
Por parte de AXIS Desarrollos Constructivos, se realizó el trabajo colaborativo necesario y clave para el desarrollo del proyecto. De esta manera, se conjugó la experiencia de AXIS en edificación en altura y en procesos constructivos industrializados, la capacidad técnica de CINTAC y el conocimiento en gestión de pequeños condominios de Consolida. Como resultado, se obtuvo una vivienda híbrida de construcción modular y panelizada, que permite fácil transporte y rápido montaje. Y con plazos de fabricación menores que una construcción tradicional.
Ignacio Peña, subgerente de Innovación e Industrialización de Axis, destaca que el sistema constructivo utilizado es la optimización del que actualmente ocupa Axis para construir su edificio “Alta Vista” en metalcon con 4 pisos de altura en la zona de Puerto Montt, por lo que este proceso es una mejora de desarrollos que como constructora llevan desarrollando para hacer más industrializadas sus obras.
El representante de Axis agrega que el proyecto fue desarrollado bajo la metodología de Design Thinking, lo que permitió integrar los equipos y generar un proyecto resultado de una colaboración entre empresas y personas en un ambiente totalmente horizontal de trabajo.
Ariel Vidal, subgerente de Transformación Digital e Innovación Corporativo de Grupo CINTAC, señaló que el radier de la vivienda es el único elemento húmedo de la obra y todo el resto llega prefabricado en un módulo central que concentra cocina, baño y logia y en paneles de Metalcon, listo para ser instalado, lo que explica lo reducido del tiempo para su construcción.
El ejecutivo agrega que, además la construcción en acero y partes dimensionadas, genera prácticamente cero residuos, por lo que es un sistema muy amigable con el medioambiente. Este material también es sismorresistente y cumple con la normativa de resistencia al fuego. Vidal señala que el prototipo de esta vivienda está inspirado en la tipología de Consolida, inscrita en la DITEC del Minvu y que, en un futuro, la idea es que pueda ser aplicada por cualquier empresa constructora.
La solución planteada por CINTAXIS incorpora otras características novedosas, como la utilización de lana de oveja para la aislación térmica. Vidal señala que la lana de oveja entrega características similares a otros aislantes, pero como es un elemento natural, es biodegradable y su obtención tiene mucho menos impacto ambiental.
Gabriel Lagos, director ejecutivo de Consolida, comentó a El Mercurio que los receptores de los edificios pasan a ser verdaderos socios del proyecto, ya que ellos son los que aportan el terreno y que el proyecto no tendrá demanda si éste no logra cautivar y quedará sólo como un prototipo.
CINTAXIS ahora deberá construir un piloto de dos departamentos en un terreno gestionado por la CChC, obra que partirá en octubre de este 2023. Los departamentos son de tres pisos y gracias a la industrialización, se logra que en 15 días un piso esté listo para montar y entregar una vez escalado el proyecto.
En planta, se prefabrica en 20 días, sumando un total de 35. Además, destaca el gran control de calidad que ello permite, la limpieza en terreno y disminución de desechos; la disminución de mano de obra, de accidentalidad y de consumo de energía. Se lograron reunir las mejores cualidades de la construcción 2D y 3D y su calificación energética es clase C, lo que ayuda a las familias a disminuir su gasto.
Acuerdo de Producción Limpia convoca la participación de todos los actores de la cadena de valor de la industria de la construcción regional, para reducir la generación de residuos e impulsar el uso eficiente de los materiales, evitando su disposición final.
La Región de Los Lagos es la séptima generadora de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) a nivel nacional, con un promedio anual de 274 mil toneladas en la última década, y es también una de las siete regiones del país que no cuenta con sitios de disposición legal para los RCD.
Para proponer soluciones a la falta de sitios de valorización y disposición final de RCD, con enfoque de economía circular, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Puerto Montt y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) firmaron un Acuerdo de Producción Limpia (APL) que apoyará a la industria de la construcción regional para avanzar hacia una correcta gestión de los RCD y el uso eficiente de los materiales y del recurso hídrico.
Este APL es uno de los compromisos establecidos en el “Pacto Región Sustentable e inclusiva Los Lagos”, que está desarrollando el Gobierno Regional.
“Hoy el sistema productivo en el mundo tiene desafíos que de verdad, si no somos capaces de analizarlos en la perspectiva de la sostenibilidad territorial, el futuro no está garantizado”, señaló el gobernador regional, Patricio Vallespín, y agregó que “este acuerdo por la producción limpia y gestión de residuos de la construcción y demolición y uso eficiente del agua es una súper buena señal, que significa que no solo se hacen declaraciones, sino que se comprometen acciones y se firman compromisos”.
Por su parte, el subdirector de Producción Sustentable de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Sebastián Carvallo, indicó que este APL va a priorizar la gestión del negocio y también compromete fuertemente al sector hacia un desarrollo sustentable.
“Fomentar la economía circular en la cadena de valor de la industria a través del uso eficiente de materiales; la prevención, valorización y correcta gestión de residuos, no es tarea sencilla. Comienza aquí un viaje complicado y difícil, pero les puedo decir, con conocimiento de causa, pues la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático ya cuenta con 209 Acuerdos de Producción Limpia, que se puede”, señaló Carvallo.
Con este APL se propiciará un ecosistema de innovación para apoyar la valorización de RCD y el desarrollo de nuevos modelos de negocios circulares, mediante una Mesa de Innovación Regional del Sector Construcción liderada por la CChC Puerto Montt, que tendrá la tarea de identificar y difundir instrumentos de fomento, así como el impulso a los cambios normativos.
Para la presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Puerto Montt, Francisca Sanz, “este APL es la conclusión del trabajo de más de un año, donde las empresas, la academia y las autoridades regionales se sentaron a conversar, trabajar y buscar maneras de avanzar hacia una construcción sostenible. Es por eso que hoy agradezco a los socios de la Cámara, quienes se comprometieron desde el inicio en este gran desafío y a las autoridades por confiar en este proceso, ya que sólo a través de la alianza público-privada es posible generar cambios reales en la región”.
Entre las principales metas del APL destaca la implementación de prácticas de economía circular en los procesos productivos de las empresas, focalizadas en consumo de materiales, generación de RCD y consumo hídrico.
Además, se desarrollará un plan de capacitaciones centralizado para todas las empresas adheridas, en gestión de residuos y economía circular, y se difundirán casos exitosos de buenas prácticas desarrollados a nivel nacional y regional.
Sumado a ello, se propiciará un ecosistema de innovación para apoyar la valorización de RCD y la creación de nuevos modelos de negocios circulares. Para ello, la CCHC Puerto Montt liderará una Mesa de Innovación Regional del Sector Construcción que deberá incorporar herramientas de construcción industrializada; desarrollar metodologías de redes de negocio que permitan vincular la oferta y la demanda de servicios de economía circular; incentivar el mercado local e involucrar a todo el ecosistema; y fomentar nuevos talentos de estudiantes a través de convenios con universidades e institutos.
Este trabajo colaborativo se desarrollará en un plazo de 24 meses y fortalecerá la vinculación entre los distintos actores de la cadena de valor del rubro, con el apoyo del Gobierno Regional de Los Lagos, Ministerio del Medio Ambiente, Dirección General de Obras Públicas, el programa Construye2025 del Instituto de la Construcción y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR).
Fuente: Diario Sustentable
En la última reunión del Consejo Directivo del programa impulsado por Corfo, se anunció su reconfiguración, pasando ahora a ser el “Consejo Estratégico de la Construcción”, el cual tiene como objetivo ser un punto de encuentro estratégico, para debatir sobre el proceso de transformación del sector, en torno a la hoja de ruta de Construye2025. Además, se incorporan nuevas instituciones de la cadena de valor del sector.
La reunión N° 46 del Consejo de Construye2025 tuvo algunas novedades en la gobernanza del programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción.
En primer lugar, Marcos Brito, gerente de Construye2025, presentó a las instituciones que se unen al programa, con el propósito de integrar iniciativas culturales y estratégicas, dándole una mayor estructura y a la vez amplitud al Consejo. Asimismo, Brito precisó que se integran a formar parte, para debatir y lograr conclusiones de cómo poder avanzar de la manera más eficiente, rápida, y concluyente en las iniciativas de la Hoja de Ruta 2022-2025.
Los nuevos actores son: la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTEC), el Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable (CIPYCS), el Consejo de Construcción Industrializada (CCI) y el Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores de Chile.
Asimismo, anunció el cambio de nombre del Consejo Directivo que a partir de julio de 2023 pasó a llamarse “Consejo Estratégico de la Construcción”.
“Entramos a nuestro Consejo Directivo y salimos con el Consejo Estratégico de la Construcción, con la mirada de generar mucha más reflexión, más diálogo y más conversación, para ver los caminos que tomamos para cumplir nuestra hoja de ruta, así que ha sido un espacio de reflexión y encuentro y esperamos que se siga multiplicando por todo lo que queda de este año y por todo lo que queda de Construye2025. Tenemos un gran desafío como país, hemos tenido semanas duras en términos de la realidad habitacional de Chile, así que salimos de acá todos comprometidos y llenos de fuerza para seguir apoyando en todo lo que podamos desde nuestros espacios”, analizó Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025.
Por su parte, Marcos Brito añadió que “hemos invitado a participar a nuevos actores que se integran a lo que será el nuevo Consejo Estratégico de la Construcción, para debatir, conversar y lograr conclusiones, de cómo poder avanzar de manera eficiente, rápida y concluyente en las iniciativas de la hoja de ruta de Construye2025. Con ellos y con todos los que nos han acompañado desde un comienzo de este consejo, vamos a avanzar y a lograr las metas que nos planteamos hacia el año 2025, y ojalá esta instancia pueda trascender, incluso, a esa fecha y pueda seguir llevando las estrategias de la construcción para mejorar en productividad y sustentabilidad”.
Avances trimestrales
Como es habitual, Marcos Brito dio un breve reporte sobre los avances del segundo trimestre. Comentó el evento Interconexión Pro Industrialización y Vivienda, que se realizó en el CCI y destacó el programa Industrializa y el seminario realizado por Cenamad.
Luego se refirió al Desafío Net Zero 2030, precisando que ya están ingresando en la parte final del concurso, y anunció un evento presencial en la CChC de Temuco, para el 10 de agosto, en el que se presentarán los cinco equipos finalistas.
También el gerente de Construye2025 comentó que concluyó con éxito el trabajo del proyecto de Norma Chilena NCh3744. “Prontamente tendremos la primera norma de construcción industrializada”, señaló con orgullo. De todas maneras, quedó abierto el espacio para hacer consultas y apreciaciones a la norma hasta diciembre, pues se está editando.
Por parte de la Estrategia en Economía Circular en Construcción, Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad contó que se realizaron varios talleres de priorización de iniciativas para cada eje en la CDT. Asimismo, se envió una carta a la ministra de Salud, Ximena Aguilera, con el fin de acelerar el proceso del Reglamento Sanitario para los residuos de las actividades de construcción y demolición.
La arquitecta explicó brevemente el estado de avance en que se encuentra el reglamento y la necesidad de su priorización a nivel político para evitar su estancamiento como ocurrió el 2022, para lo cual se han realizado gestiones por parte del Comité Directivo de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, con el apoyo de la Cámara Chilena de la Construcción, y a través de gestiones de la Mesa de Productividad con el Minsal, por lo que hoy el reglamento está priorizado. El reglamento actualmente, se encuentra en la última revisión por parte de la mesa técnica que ha apoyado su desarrollo, se están resolviendo las consultas de los ministerios de Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, la Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativa (Subdere) y Corfo a través de Construye2025.
Invitados de la industria
Miguel Mora, gerente de CIPYCS, mostró los avances del centro y dio a conocer los cuatro laboratorios de prueba de testeo y estudio experimental a escala reducida y escala real, y un observatorio destinado al análisis de las necesidades de la ciudad y a estudiar las deficiencias del rubro para poder aplicar estrategias de compensación y mejoría al mismo. Dejó invitados a los presentes a visitar los siguientes centros laboratorios:
Luego, Sebastián Manríquez, subdirector de Planbim de Corfo presentó los avances de este año y algunos relevantes de 2022. Manríquez mostró los avances separados en las líneas nacionales e internacionales, tal y como la exitosa presentación en el 12º Encuentro de Usuarios BIM (EUBIM) llevado a cabo en Valencia, España.
Por Dra. Claudia Muñoz Sanguinetti y Dr. Rodrigo García Alvarado, académicos de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño, investigadores asociados al Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción, CITEC Universidad del Bío-Bío.
La cuarta revolución industrial, reconocida como la industria 4.0 y/o transformación digital, conlleva una reformulación de los modelos de negocios tradicionales, haciendo uso de la inteligencia artificial, de robots, de las impresoras 3D, entre otros; para el desarrollo de elementos y/o productos, lo cual mejora la productividad, ecoeficiencia y es compatible con un desarrollo sustentable.
La Universidad del Bío-Bío es un referente nacional e internacional de investigación avanzada en edificación sustentable, con carreras de pregrado, postgrado, laboratorios tecnológicos, ensayos y prototipajes de sistemas constructivos. En ese contexto, desde el año 2018 la UBB, cuenta con una infraestructura, equipamiento y experiencia inicial, pionera en Latinoamérica y en Chile para generar paquetes tecnológicos de manufactura aditiva en hormigón. Desde hace cinco años desarrolla construcción impresa-3D en hormigón con un robot industrial, el cual permite imprimir elementos a tamaño real, y la próxima implementación de una impresora-3D de gran escala, constituyendo el equipamiento más avanzado de Latinoamérica en el área, por lo que se ha propuesto promover la industrialización de viviendas impresas-3d en hormigón apropiadas para Chile.
La Universidad del Bío-Bío en Campus Concepción, instalará en agosto de este año una impresora industrial-3D para viviendas completas y otros elementos constructivos, permitiendo alcanzar mayor nivel de madurez tecnológica de proyectos, con prototipaje a escala real. Este equipo, un pórtico de dimensiones aproximadas de 5x9x12 m permitirá imprimir volúmenes de forma continua hasta 3,5 m de altura, 6,5 m de ancho y 9 m de longitud, pudiendo además extender las dimensiones de largo. La gigantesca impresora-3D está adscrita al Laboratorio de Prototipaje PEP-Lab del Centro de Investigaciones en Tecnologías de la Construcción (CITEC -UBB) y fue adquirido a través de un proyecto FONDEQUIP- ANID EQM210225: Impresora industrial 3D, para prototipado a mayor escala de elementos funcionales y sistemas constructivos con mezclas cementicias optimizadas, liderado por la Dra. Claudia Muñoz Sanguinetti del Depto. de Ciencias de la Construcción, por un monto cercano a las $M400.
Esta impresora completa un relevante repertorio de equipos de construcción aditiva que alberga el mismo laboratorio, constituido por un robot industrial de 2,5 m (KUKA KR120), montado sobre un riel de 7 m. de largo, pórticos de menor escala de 1×1 m, impresoras de arcilla y de plástico de alta calidad, junto con bombas de hormigonado, mezcladoras y extrusores. Además de modelación BIM, análisis estructural y diseño paramétrico, sostenido por un grupo multidisciplinario de investigadores de las Facultades Arquitectura, Construcción y Diseño, y de Ingeniería, quienes llevan cinco años liderando la investigación en este tema en el país y Latinoamérica, encabezado por el Dr. Rodrigo García Alvarado. Estas capacidades se integran además con todo el equipamiento de la Universidad del Bío-Bío en calidad de la construcción y edificación sustentable con más de 30 laboratorios de conformidad, monitoreo ambiental de viviendas, edificios piloto, etc. así como programas académicos posgrado reconocidos y acreditados y centros de investigación disciplinares.
Fig 1: Impresora Industrial UBB: BEM 1 PRO -7500 Be-More.
Fig 2: Vivienda Prueba UBB.
El grupo de construcción aditiva de la Universidad del Bío-Bío ha ejecutado más de cincuenta elementos impresos, incluyendo mobiliario urbano funcional con bancas y jardineras, columnas, y muros de escala real, constituyendo récords nacionales de impresión en esa altura. Además, se han desarrollado procedimientos de diseño y modelación paramétrica, evaluaciones estructurales, diseños de mezclas para impresión trabajando en conjunto con empresas del rubro, quienes han apoyado el desarrollo tecnológico desde el año 2018; cementera CBB y aditivos químicos SIKA®, logrando reconocimientos internacionales en revistas científicas y ser finalista el concurso MarcoPolo 100 de innovación tecnológica de la construcción, en que se elaboraron prototipos para vivienda en Toronto, Canadá. Actualmente el equipo de investigadores estudia y avanzan en soluciones para los refuerzos estructurales para la capacidad antisísmica de las edificaciones impresas, en el diseño de viviendas sensibles al clima y las necesidades de distintos grupos de personas, y en mezclas cementicias con baja huella ecológica, considerando la incorporación de áridos reciclados en su matriz de diseño y adiciones como cenizas volantes u otros subproductos industriales, en concordancia con principios de Economía Circular y metas de carbono-neutralidad nacionales y globales.
Fig. 3: Muro impresión 3D, altura 2.20 m, Grupo Construcción Impresa UBB.
Fig 4: Prototipos Hormigón 3D, Grupo Construcción Impresa UBB.
De este modo, observamos que la transferencia de conocimiento e integración del desarrollo tecnológico de la manufactura aditiva es una valiosa oportunidad para el sector construcción, tanto para transformar e innovar en los actuales procesos constructivos como además como una oportunidad efectiva para la disminución de las brechas de productividad en Chile y de la activación de la industria de la construcción sustentable, atendiendo la Hoja de Ruta del Programa Estratégico Nacional en Productividad y Construcción Sustentable, Construye2025, en la cual se plantea introducir nuevas tecnologías y mejoramientos, incluyendo la industrialización de la construcción, mediante la identificación de sistemas, procesos y aplicaciones posibles a desarrollar, según el avance tecnológico y las necesidades e intereses locales (CORFO, 2016), junto a otras iniciativas nacionales.
En la presentación realizada en el Consejo de Construye2025 se anunció que el programa se extenderá hasta el 2025.
Sebastián Manríquez, subdirector de Planbim, presentó los progresos del presente año a los asistentes al Consejo Directivo de Construye2025. En la oportunidad, el subdirector de la iniciativa Corfo, se refirió al apoyo que están realizando al Ministerio de Obras Públicas a través de:
Asimismo, anunció que el programa fue extendido hasta el 2025. El objetivo de Planbim es impulsar la incorporación de procesos, metodologías de trabajo y tecnologías de información y comunicaciones, que habiliten, faciliten y promuevan modernización; incrementar la productividad y sustentabilidad –social, económica y ambiental– de la industria de la construcción.
“De esta manera buscamos lograr el aumento de productividad y sustentabilidad en todo el ciclo de vida de las obras, desde el diseño hasta la etapa de operación”, aseguró Manríquez.
En su presentación, el subdirector compartió los avances de este año para el proyecto, como por ejemplo, la actualización de la Matriz de Información de Entidades y el desarrollo de metodología y creación de indicadores de gestión de BIM. También se lanzó la segunda versión del e-learning de Planbim con 1.500 cupos.
Un poco de historia
En 2015, el Estado de Chile dio un paso fundamental hacia la adopción de BIM en nuestro país. Siguiendo la experiencia de países referentes, y mediante un mandato generado desde el sector público, se creó el programa Planbim, iniciando con esto un proceso gradual de incorporación de requerimientos BIM en los proyectos estatales. Esta transformación digital implica un cambio cultural en el uso de las tecnologías y el manejo de la información, por lo que una iniciativa como Planbim se hace necesaria para integrar, difundir y apoyar los cambios metodológicos.
Respecto a los éxitos internacionales, Manriquez destacó especialmente los conquistados en Europa, tanto en la Global BIM Network en Gran Bretaña como en España, donde participaron en el 12º Encuentro de Usuarios BIM (EUBIM) en la ciudad de Valencia.
Diversos proyectos se han instalado con el objetivo de promover la participación laboral de las mujeres en la construcción. La academia, el sector privado y el público avanzan con distintas iniciativas.
Desde hace cuatro años, el sector viene desarrollando a paso firme la integración laboral de las mujeres en la construcción, tanto desde la academia, con “Mujeres en Construcción” (MUCC), como desde el sector público, con “Sello Mujer” del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y del ámbito privado con “Mujer en Obra” de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
En 2019 nace MUCC a manos de un grupo de constructoras civiles de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El escenario social y sanitario propició nuevas oportunidades de expansión para el grupo llegando a otras regiones, cruzando fronteras e integrando a otras carreras profesionales de la industria, con quienes comparten objetivos y el mismo énfasis de servicio a la comunidad.
Claudia Petit, presidenta y directora de MUCC, comparte: “Tenemos en nuestros pilares la preocupación por las mujeres profesionales del área y las no profesionales”. Es por ello que “apoyamos las iniciativas públicas y privadas en la capacitación de mujeres, participamos en el piloto Cimientos de Mujer y nuestra socia y directora subrogante, María Carolina García (Procapacitación), que tiene años de experiencia en su OTEC, participa activamente con nuestro respaldo en la capacitación de mujeres. Impartimos charlas en empresas privadas, mesas sociales, y en universidades; dando foco al aporte de la mujer en el área y la necesidad de aportar a la autonomía económica”, añade.
Respecto a las socias profesionales, impartieron ya un Diplomado de Dirección de Empresas de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile y lanzarán la segunda versión para permitir el avance de las mujeres en el segmento de alta dirección. “Tenemos convenios de descuentos con varias universidades para permitir avanzar en especialidad con valores preferentes a MUCC”, sostiene Petit.
A ello se suma la entrega de un Decálogo de buenas prácticas laborales, que permiten mejor clima laboral y desarrollo más equitativo, a libre disposición desde el sitio web de la agrupación.
“De varias empresas nos han contactado para bases de datos de profesionales mujeres. Preparamos a las socias de MUCC con talleres de escucha generativa, y diversas acciones para desarrollar liderazgo y buenas herramientas de trabajo en equipo”, agrega la presidenta.
En ese sentido, los resultados de MUCC están a la vista: han capacitado a 50 mujeres en piloto del Ministerio de Mujer y Equidad de Género y más de 130 mujeres con Procapacitación. Otras 16 personas cursaron el diplomado e hicieron visible el tema de género. En la industria se ha avanzado, en varias redes a la vez, el necesario avance en cierre de brechas, socializaron el decálogo en diversas instancias. Sus socias han avanzado en sus carreras y en puestos de mayor responsabilidad.
Sello Mujer Construcción
Por su lado, el Sello Mujer Construcción es una medida que nació en el marco de la Agenda de Inclusión del Minvu y su principal objetivo es disminuir la brecha de género en un rubro tradicionalmente masculino, potenciando la empleabilidad femenina y su autonomía económica, permitiendo de esta forma ampliar su acceso a oportunidades laborales de calidad, como las que entrega el sector de la construcción.
Junto a ello, este Sello busca impulsar e incentivar la contratación de proveedores inscritos en el Registro Nacional de Contratistas y/o en el Registro Nacional de Constructores de Vivienda Sociales, Modalidad Privada, que en las obras financiadas con recursos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, cuenten con un porcentaje de contratación femenina igual o superior al 15% del total de sus trabajadores. A mediados de julio del presente año, el Minvu reporta un total de 52 proveedores adheridos al Sello Mujer Construcción.
Ricardo Carvajal, jefe de la DITEC del Minvu, comenta que entre las principales dificultades con la que se encontraron en la implementación de este sello fue el cambio de paradigma que implica la incorporación de mujeres en construcción, rubro históricamente masculinizado. Por ello, “el Sello Mujer Construcción junto con incentivar a las empresas a seguir abriendo nuevas oportunidades laborales hacia las mujeres, también permite reconocer el valor y aporte que pueden realizar las trabajadoras en la industria de la construcción”, dice.
Como caso de éxito, Carvajal nombra a la Constructora Inmobiliaria e Inversiones Oval, entidad que colaboró para realizar el lanzamiento del Sello Mujer Construcción en sus dependencias y que se llevó a cabo en las obras del futuro condominio “Campo Lindo”, que beneficiará a 84 familias de Peñalolén. La Constructora Oval corresponde a la empresa número 30 a nivel nacional en contar con el Sello Mujer Construcción. La empresa, actualmente, posee 11 proyectos en ejecución, correspondientes a 2 mil 450 viviendas, en las cuales opera al menos un 15% de mano de obra femenina.
La acogida del sector privado ha sido positiva, a juicio de Carvajal, aunque paulatina en el tiempo, en el sentido que las empresas se han ido acogiendo gradualmente al Sello Mujer Construcción en la medida que esta iniciativa se ha ido difundiendo.
“Esperamos que el sector vivienda pueda contar con una mayor cantidad de empresas privadas que se adhieran al Sello Mujer Construcción y contribuyan a fomentar la equidad de género en el rubro de la construcción”, manifiesta el jefe de la DITEC.
La mirada de la CChC
Por su parte, la CChC cuenta con la Comisión Mujeres y la iniciativa “Mujer en Obra”. “La Comisión de Mujeres es el resultado de un largo camino emprendido por socias y socios del gremio que vieron la oportunidad de abrir un espacio de participación de las mujeres, en igualdad de condiciones que los hombres, no solo en el ámbito del trabajo en obras, también en la labor gremial y en la alta dirección”, cuenta su presidenta Paulina Temer.
Esta reflexión profunda sobre la participación de las mujeres, se ha mantenido en los últimos años con una serie de iniciativas que se orientan a pavimentar el camino para que las mujeres se sumen a la actividad. Tal es el caso de “Mujer en Obra”, en que se detectó un enorme interés de muchas mujeres de sumarse a las obras de la construcción.
“Principalmente, se trata de mujeres jefas de hogar, que conocen el mundo de la construcción desde tareas de servicios como aseo, y que vieron en este sector la oportunidad de crecer en un oficio, mejorar sus ingresos y elevar su autoestima como trabajadora”, señala.
En el caso de Mujer en Obra, se ha promovido unir fuerzas con el sector público y la sociedad civil, visibilizando y mejorando las capacitaciones de mujeres. El trabajo desde la CChC se orienta a la capacitación en regiones y en diversos oficios, entregando las herramientas necesarias a aquellas mujeres que quieran trabajar en la construcción y atendiendo la demanda del sector.
“Para que esta labor sea eficiente, se ha trabajado junto a las cámaras regionales en desarrollar un catastro que identifique las necesidades de las obras, logrando así diseñar planes de capacitación que se ajusten a esa carencia”, señala Felipe Andrade, líder del eje Mujer en Obra.
Y los resultados son positivos, con acciones en todo el país que así lo demuestran. Asimismo, el Minvu creó el “Sello Mujer Construye” que reconoce a empresas que han avanzado en la contratación de mujeres. Y desde hace tres años la CChC entrega el “Premio Mujer Construye” que reconoce a mujeres y empresas que inspiran a avanzar en este cambio cultural.
En tanto, Claudia Martínez, líder del eje “Mujer en Obra”, comparte que para la CChC fue relevante promover iniciativas para la integración laboral de la mujer en el sector, puesto que era “una necesidad, porque las mujeres que se integran a la actividad aportan con nuevos conocimientos y hábitos que enriquecen al sector. Y a la vez, un mandato, porque convivimos, hombres y mujeres en una sociedad que propende a dar las mismas oportunidades, derechos y deberes sin distinción de género”, afirma.
Martínez asegura que poco a poco se han debilitado antiguas costumbres, como la del trato diferenciado, la falta de equipamiento al interior de las obras, o incluso, la manera en que muchas familias impiden que las mujeres entren al mundo de la construcción catalogándolo de “trabajo para hombres”.
Sustentabilidad y equidad de género
Un sector económico es sustentable, en la medida que garantiza su funcionamiento en el largo plazo, tomando en cuenta las externalidades, sobre todo las negativas. “La incorporación de mujeres en la construcción logra sumar un perfil de trabajadora altamente valorado por la industria, que podrá sumarse, por ejemplo, al diseño industrializado de construcciones”, considera Claudia Martínez. Por ello, “retener esos talentos y capacitarlos para los nuevos modelos que se aplican en la construcción es una tarea para hombres y mujeres que debemos propender a desarrollar un modelo de trabajo sostenible en el tiempo”, sostiene.
Para Ricardo Carvajal, al ser la equidad de género parte de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), “uno de los principales focos, relacionados al desarrollo sostenible, es la superación de las inequidades de género presente en la sociedad”. En este contexto, “el Sello Mujer Construcción, es una medida concreta que se enmarca dentro de una política pública del Ministerio de Vivienda que busca incentivar la incorporación de mujeres en el área de la construcción para contribuir a disminuir brechas de género y favorecer la equidad en la provisión de oportunidades de empleo para las mujeres trabajadoras y jefas de hogar”, confirma.
Por su parte, Claudia Petit comenta que dentro de la sustentabilidad, la equidad de género es parte activa, “por ello en la CEPAL nos invitaron a ser parte del proyecto NET Zero. Dentro de los ODS la equidad de género es el número 5, e indirectamente capacitar a mujeres está interrelacionado con otros ODS. Tenemos excelentes referentes mujeres dedicadas a la sustentabilidad, y vemos como un necesario compromiso para los liderazgos del futuro los compromisos sociales y ambientales de los profesionales”.
Por Antonia Biggs, gerenta general de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR)
La Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR) es una asociación gremial fundada en el año 2013, siendo la única que reúne a empresas de soluciones, servicios, logística, pretratamiento y tratamiento de residuos tales como los de aceite mineral y vegetal, baterías, biomasa forestal y agrícola, cartones, hospitalarios, orgánicos, papeles, plásticos, metales, neumáticos, vidrio, entre muchos otros.
Desde sus inicios, ha trabajado por visibilizar la realidad del rubro, velar por la formalidad y una correcta implementación de la ley particular, decretos, norma general y normativa sectorial.
Su propósito es articular, impulsar y promover la recuperación de materiales en coherencia con la jerarquía en el manejo de residuos, de forma sostenible y descentralizada, colaborando con el sector público y privado a lo largo del país.
Para ANIR los residuos son materiales valorizables y, por tanto, un recurso, el séptimo recurso se podría decir y, por lo tanto, es de especial interés pertenecer al Consejo Estratégico de Construye2025, dado el potencial que tiene la construcción en poder recuperar materiales y reincorporarlos en sus procesos productivos. Esto, sin duda, generaría un impacto positivo y disminución de la huella de carbono de esta importante industria.
Es sabido que la construcción es uno de los seis sectores que pueden generar cambios importantes en patrones de consumo y producción de un país y, por otra parte, desde ANIR existe la capacidad de ofrecer alternativas para gestionar y procesar los materiales que se generan tanto en la construcción como demolición para darles una segunda vida y mantenerlos en circulación por el mayor tiempo posible; las sinergias entre la industria de la construcción y la del reciclaje son evidentes.
Para los próximos años, ANIR ha definido una planificación estratégica que incluye seis objetivos bien claros:
Todo lo anterior deberá realizarse en conjunto y de forma colaborativa con distintos actores y sectores, por lo mismo, pertenecer al Consejo Estratégico de Construye 2025 es clave para avanzar juntos por el desarrollo sustentable del país.
Por Carlos López R., gerente general CDT.
Los últimos años han sido especialmente desafiantes en nuestra sociedad. Al terminar 2022, el mundo comenzó un proceso de recuperación tras la pandemia y un entorno complejo.
En este contexto, nuestro sector no ha estado ajeno a múltiples cambios que nos desafían. En particular, sabemos que en materia de productividad no tenemos buenas noticias. Diversos estudios e indicadores nos reafirman que el sector no ha crecido en esta materia y que, si nos comparamos con otros países, lamentablemente tenemos mucho que mejorar.
De forma similar, sabemos que el impacto medioambiental de nuestras obras es relevante y que, cada día más, las empresas se ven en la necesidad de ejercer diversas acciones para reducir dicho impacto y ser mucho más sostenibles.
Estos temas, de los que hoy se está haciendo cargo la Cámara Chilena de la Construcción, motivaron a revisar el rol de la CDT, con el objetivo de avanzar de forma contundente en proyectos e iniciativas que aporten a la industria de manera concreta.
Sin duda, estamos orgullosos de los más de 30 años en los que hemos sido un actor relevante para el sector. Desde una mirada técnica, hemos prestado soporte en diversos ámbitos alcanzando un importante reconocimiento como referente en materias de transferencia tecnológica para enfrentar los diversos desafíos sectoriales.
Es por ello que, luego de un profundo trabajo de análisis y reflexión estratégica, optamos por focalizar nuestra acción redefiniendo un nuevo propósito: “ser el motor de desarrollo y articulador de la productividad y la sostenibilidad ambiental de la Industria a través de la Cámara Chilena de la Construcción”.
Esta transformación estratégica, fue acompañada de un profundo proceso de adaptación que nos permitió concentrarnos en nuestros focos de trabajo fundamentales y adecuar nuestras acciones de forma clara en torno al propósito. Lo anterior, se acompañó de una revisión y adecuación de la estructura organizacional, el gobierno corporativo y los procesos internos, de modo de ser más eficientes en nuestro actuar.
De este modo, es que hemos impulsado iniciativas concretas en materias de productividad y sostenibilidad ambiental, transformándolos en nuestros principales ejes estratégicos. A ellos, sumamos acciones vinculadas al desarrollo técnico, capital humano y la gestión de contenidos. Estas últimas buscan brindar soporte a ambos ejes centrales y colaborar con el desarrollo de nuestro propósito.
Para responder a todos estos desafíos, junto con nuestro nuevo propósito, desarrollamos un proceso de redefinición de marca, en la que participaron diversos actores de nuestra industria, con talleres de co-creación realizados en Santiago y regiones.
Así, a partir de esta redefinición, creemos que la colaboración y vinculación es el medio para ser más sostenibles, innovadores y productivos. Es por ello que queremos mirar siempre adelante para difundir nuevas formas de construir y generar las transformaciones que impacten y eleven los estándares de nuestra industria.
Queremos ser articuladores de los distintos actores de la construcción, generando una red virtuosa que propicia resultados óptimos y eficientes, con un sello de cercanía que contextualice las necesidades en terreno y permita concretar avances de nuestro sector.
En suma, este último tiempo fue un periodo de transformación para la CDT. Hoy evolucionamos. Con este propósito y una nueva imagen, avanzamos como motor de la productividad y la sostenibilidad ambiental de la industria y, junto a todos los actores, queremos continuar articulando este camino que busca afianzar a nuestro sector, lo que es fundamental para el desarrollo de nuestro país. Queremos articular el futuro, transformando colaborativamente el presente de la construcción.
Por Rodrigo Becerra Arias, jefe de Vinculación con el Medio, Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Como Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, a través de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte, desde el año 2017 formamos parte de la gobernanza del programa Construye2025 de Corfo, con participación, primero, en su Consejo Directivo y, actualmente, también en el Comité Ejecutivo.
Desde este rol, hemos tenido la oportunidad de aportar a enfrentar los desafíos de la hoja de ruta del programa con nuestras capacidades asociadas al quehacer de la Universidad: docencia, investigación y vinculación con el medio, en el contexto de un espacio público-privado en el cual participan instituciones del Estado, de la academia, representantes de los gremios y de la empresa en general.
Este vínculo es bidireccional debido a la valiosa retroalimentación que recibimos desde las organizaciones, de la mirada común del sector y de la industria de la construcción, las que nos han impulsado a mejorar nuestro quehacer en términos de los planes de estudio, la formación de nuestros estudiantes, la pertinencia de nuestra investigación y las capacidades de nuestros laboratorios e infraestructura.
Nuestra participación en Construye2025 nos hace absoluto sentido al coincidir en diversas aristas: tanto la hoja de ruta inicial como la actualizada, plantean objetivos que están asociados con nuestras líneas de investigación, que son coherentes con la actividad que realizamos, entre ellas, la pertinencia de nuestro cuerpo académico y la orientación formativa que queremos darle a nuestros profesionales. Asimismo, la Universidad en su constante relación con el medio, avanza de manera bastante pionera y decisiva en tópicos que hoy ya son un consenso en la hoja de ruta del programa, como es la sustentabilidad en la industria de la construcción, la productividad y la transformación digital.
Todo esto no sólo relato, sino que se materializa en la actualización de mallas curriculares, desarrollo de proyectos de título en sintonía con la hoja de ruta, ejecución de iniciativas con empresas y con organismos públicos, el fortalecimiento del Magíster con mención en Gestión de la construcción (MIC), así como también en la línea de las publicaciones que desarrolla nuestra Escuela.
Algunos ejemplos tienen que ver con los trabajos llevados a cabo en materia de BIM, Industrialización, Estandarización, Gestión de residuos, Contratos Colaborativos y otros que están asociados a resiliencia frente a la emergencia climática.
Todas estas adaptaciones las hemos efectuado en diálogo con la industria y con los actores de los sectores público y privado que están desarrollando proyectos, no sólo en el área de la edificación, sino también de infraestructura crítica para el desarrollo. Otro actor relevante para la materialización de dichas mejoras es nuestra red de ex alumnos, los Alumni PUCV, que están en todo Chile y en todas las áreas de la construcción, quienes son, sin duda, embajadores de este sello valórico y formativo que significa formarse en nuestra Universidad.
El programa Construye2025, de carácter estratégico para una industria compleja y relevante para el país como es la construcción, nos fija una ruta con ejes claros y cuyos desafíos debemos enfrentar con asociatividad, capacidad de amplificar a regiones, a distintos segmentos de empresa y a distintos subsectores dentro del mismo rubro, además de gradualidad en atención a las contingencias que afectan a la industria y al contexto económico que vive el país, pero que no puede dejar en ningún caso de atender urgencias como por ejemplo, lo que estamos viviendo hoy respecto a los efectos de la emergencia climática. Es un consenso que el desarrollo de la construcción en Chile va de la mano con productividad, con reducción de costos (optimización de recursos) y con beneficios a largo plazo para los usuarios de las edificaciones e infraestructuras también.
Adicionalmente, otro foco debe estar puesto en la sustentabilidad. Un ejemplo de una buena forma de enfrentar los desafíos de la industria y de la hoja de ruta es lo que se realizó en el APL (Acuerdo de Producción Limpia) que impulsó la Cámara Chilena de la Construcción en la región de Valparaíso y que hoy se va a replicar en otras regiones del país.
Como PUCV, en particular, destacamos el trabajo que estamos impulsando con algunas empresas, en particular Polpaico, con la que hemos desarrollado tesis y trabajos de final de titulación relacionados con el tratamiento de los restos de sus faenas productivas.
En el contexto de la sustentabilidad, un proyecto relevante es el de revalorización de algunos residuos que Polpaico recupera producto del mal cubicaje, con el objetivo de recuperar áridos del proceso de construcción y también hay unos residuos que se originan en el lavado de los áridos que son unos lodos, con los cuales la idea es generar elementos constructivos no estructurales, pero que le den una salida a ese material que actualmente se dispone en botaderos. Representa una vuelta de mano para el entorno ya que se recupera un recurso que se está extrayendo desde zonas que son bastante vulnerables como las riveras de ríos.
De manera adicional, hemos generado trabajos con la comunidad, en particular acá en Valparaíso, para profundizar la relación que debemos tener como universidad que permita permear el conocimiento que estamos produciendo hacia el ámbito comunitario y trabajar con estas comunidades que se hacen cargo de los territorios y de su espacio, y así regenerar un sistema sustentable no solamente desde el punto de vista ambiental, sino que también social. Se trata de una labor que llevamos a cabo como Escuela de Ingeniería en Construcción y Transporte porque es parte de nuestra vocación, pero que también es una línea de trabajo institucional.
El equipo de Construye2025 hace una evaluación del documento lanzado en junio de 2022 y del camino de transformación de la industria de la construcción.
Hace un año exactamente, Construye2025 comenzaba un nuevo ciclo de su proceso iniciado en 2016, pero ahora de la mano de una nueva hoja de ruta 2022-2025, que incorpora diagnósticos sectoriales actualizados y pone especial acento en continuar y fortalecer iniciativas originales de la estrategia, que desde 2016, implementa Construye2025.
Sin duda, “el apoyo de Corfo durante estos siete años y del Instituto de la Construcción, como entidad gestora durante los últimos tres, ha sido crucial para poder observar cómo los temas que impulsamos al inicio hoy ya están cada vez más incorporados en los sectores público y privado, así como en la academia y sus mallas curriculares. El cambio de paradigma ya ha comenzado a ocurrir”, considera Marcos Brito, gerente del programa.
Así, la nueva estrategia se organiza en cinco ejes estratégicos: Industrialización, Sustentabilidad, Transformación Digital, Capital Humano e Innovación, “en donde hemos agrupado 13 iniciativas y 25 acciones, que nos guían de cara a los esfuerzos que nos imponen los desafíos de productividad, el cambio climático y la carbono neutralidad para el sector construcción”, precisa Brito.
Asimismo, se planteó, por primera vez, un propósito: “Acelerar la transformación de la Construcción, para juntos avanzar hacia un país más productivo y sustentable”.
Y juntos, porque este documento que guía los pasos del programa estratégico de Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, incorporó en su elaboración a diversos actores que buscan acelerar la transformación de la construcción.
El gerente de Construye2025 reconoce que, sin duda, el proceso es complejo, “pero tenemos la convicción de estar en el lugar y en el tiempo correcto”. A su juicio, el mayor mérito del programa y su hoja de ruta ha sido congregar una visión compartida y proyectar acciones de largo plazo para -en forma estratégica- instalar la competitividad sectorial como una meta que debe y necesita ser más exigente.
En este sentido, “poder reunir a las más importantes instituciones que agrupan a los actores del sector, para así avanzar juntos hacia la productividad y sustentabilidad, ha sido el factor clave de esta gran iniciativa, impulsada por Corfo”, asegura el ejecutivo.
Camino de transformación
A juicio de Brito, hoy, el programa cuenta con una importante llave para abrir puertas, su credibilidad, que habilita de manera más rápida la instalación de las temáticas clave a abordar. “Por estos días, es habitual ver cómo las instituciones de la construcción están incorporando los mismos ejes del programa en su quehacer”, dice y ejemplifica con el siguiente caso: “sin mayor lugar a dudas, la relevancia en este proceso de cambio del principal gremio del sector, la CChC, ha sido fundamental y será cada vez más trascendente en el logro del proceso de transformación al que Corfo invita a recorrer”.
¿Cómo es este camino? “Este proceso se traduce en entender este sector como uno que requiere modernizar sus procesos productivos en toda su cadena de valor, incorporando procesos de mejora continua, innovación, design thinking, lean construction, BIM, IPD y varios otros, ya no es una alternativa, sino que el camino. La cuarta revolución industrial está ocurriendo, ¡ahora mismo!”, comenta el gerente de Construye2025.
Por ello, hasta ahora, el trabajo ha sido muy intenso y se vislumbra fructífero, gracias al apoyo de muchos actores. Asimismo, “nuestro compromiso con el sector es inquebrantable. Estaremos siempre disponibles para escuchar ideas, difundir soluciones, plantear problemáticas, congregar actores y articular acciones que permitan construir el proceso de transformación productiva”, complementa.
Con todo, Brito cree que es especialmente relevante en esta etapa contar con todas aquellas instituciones y las personas que están tras ellas, para aportar en el logro de estas mejoras. Se refiere a “profesionales que estén dispuestos a trabajar en conjunto para movilizar esfuerzos sectoriales, con convicción y determinación, ya que -a la luz de los compromisos que Chile ha asumido en eficiencia energética y cambio climático– se nos agota rápido el tiempo para lograr todas las mejoras que nos estamos proponiendo como país”.
Además, está la urgente necesidad de eliminar campamentos y combatir el déficit habitacional, “para lo cual urge una mayor productividad en nuestra capacidad productiva y despliegue de proyectos. El desafío es de todos”, insiste.
Como su tesis de grado de magíster, el abogado Luis Felipe Torres lanzó el texto “Contratos Colaborativos y Disminución de Controversias en Proyectos de Construcción”.
Luis Felipe Torres es abogado de la Universidad de Chile y Magíster en Administración de la Construcción de la Pontificia Universidad Católica. Es miembro del Colegio de Abogados, de la Sociedad Chilena del Derecho de la Construcción (SCHDC) y de la Asociación Latinoamericana de Derecho de la Construcción (ALDEC). Fue un activo colaborador del Comité de Modernización de Marcos Contractuales de Construye2025, mientras éste estuvo vigente.
A comienzos de junio, lanzó el libro “Contratos Colaborativos y Disminución de Controversias en Proyectos de Construcción”, publicado por Editorial Libromar; el que -según sus propias palabras- espera que sea un real aporte a la industria de la construcción en Chile, que sirva para impulsar el uso de los contratos colaborativos en Chile y para la difusión a nivel de pregrado, postgrado y profesional.
El libro “Contratos Colaborativos y Disminución de Controversias en Proyectos de Construcción” plantea que las controversias en la industria pueden reducirse significativamente usando contratos colaborativos. ¿Puede darnos ejemplos al respecto?
Efectivamente, mi tesis apunta a que el uso de contratos colaborativos contribuye a disminuir las controversias, ya que éstos propician una mejor comunicación y relacionamiento (de largo plazo) entre las partes, permitiendo que las diferencias puedan ser abordadas de manera precoz y resueltas mayormente entre las partes, por medio de soluciones de corto plazo, mirando el interés general del proyecto por sobre los intereses particulares que puedan tener las partes.
Desafortunadamente, mi investigación no contiene cifras que demuestren la disminución de las controversias que trae aparejado el uso de este tipo de contratos, ya que no existen estudios al respecto, ni en Chile ni en el extranjero. No obstante, lo llamativo de mi investigación, aparte de ser pionera, es que recoge experiencias reales de proyectos en el extranjero en los que se han evidenciado importantes beneficios al usar contratos colaborativos (se menciona el nombre del proyecto, localización, tipo de contrato y beneficios registrados).
Adicionalmente, se recogen estudios extranjeros en los que se mide el desempeño de los contratos colaborativos y otros estudios basados en encuestas, apuntando a los beneficios que traen este tipo de contratos para el aspecto del relacionamiento y confianza entre las partes.
Todo lo anterior constituye el “análisis bibliográfico” de mi investigación, el que posteriormente es contratado y confirmado con una encuesta que yo mismo preparé y apliqué a connotados expertos nacionales y extranjeros, a quienes pregunté por su opinión respecto a si consideraban que el uso de contratos colaborativos disminuye (o disminuiría) la cantidad de controversias, respuestas que fueron afirmativas en una enorme mayoría.
¿Cuáles son las principales causas de las controversias contractuales en la industria de la construcción chilena?
En mi libro hay un capítulo que se aboca a recopilar información y estudios que apuntan a explicar cuál(es) podría(n) ser la(s) causa(s) de las controversias en Chile. Cada autor y cada estudio propone un listado particular de causas y situaciones que gatillan las controversias, aunque mi estudio predilecto es el que realiza la Cámara Chilena de la Construcción, denominado “Estudio Sobre la Conflictividad Contractual en Empresas Socias de la Cámara Chilena de la Construcción” correspondiente al año 2021, en donde se identifican siete causas principales:
En mi apreciación, el denominador común que explica la mayoría de las causas está en el contrato de construcción y sus cláusulas. El contrato de construcción en Chile, concebido como un contrato tradicional y transaccional, establece una diferencia -en todo orden de cosas- entre el Mandante y el Contratista, generando una relación vertical y desequilibrada en la que cada parte vela por sus propios intereses.
En contrapartida, los contratos colaborativos constituyen una forma de contratación totalmente contrapuesta, en donde se busca igualdad y horizontalidad en la relación entre las partes, hay un alineamiento en los objetivos -que son comunes- y se propicia una comunicación fluida y fehaciente, que fomenta la confianza y las relaciones de largo plazo.
¿Por qué sintió la necesidad de escribir el libro? ¿No había información disponible sobre el tema?
En términos muy sencillos, el libro consiste en la publicación de mi tesis del Magíster en Administración de la Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Con esto quiero decir que la investigación era parte de la malla curricular del magíster y que se articuló conforme a los lineamientos y directrices de la UC. Respecto al tema, efectivamente lo elegí porque en Chile no existe experiencia en el uso de este tipo de contratos (pero en el extranjero sí hay bastante experiencia) y, además, hay muy poco material escrito en Chile respecto a este tema.
Finalmente, y como dije anteriormente, el tema es pionero, porque no hay ningún estudio que indague en el efecto del uso de los contratos colaborativos para disminuir controversias.
El libro fue publicado y está a la venta en Editorial Libromar, en su tienda física y a través de internet, en el siguiente LINK.
e trata del programa Construcción Industrializada de Viviendas en Madera, que persigue los mismos objetivos generales de Construye2025, pero enfocado en la industrialización y el uso de la madera para resolver los problemas de sostenibilidad de la construcción tradicional.
En etapa de elaboración de su hoja de ruta se encuentra actualmente el nuevo Programa Estratégico Construcción Industrializada de Viviendas en Madera de Corfo, y a principios de agosto de este año ya debería empezar la etapa de implementación, según cuenta su gerente Frane Zilic.
Si bien éste es un programa Transforma de carácter regional, sentará las bases para las regiones vecinas a la del Bío-Bío, puesto que “su objetivo es aumentar la oferta y mejorar la sostenibilidad de la vivienda social en la región del Biobío”.
En la actualidad, su gobernanza está conformada por el Gobierno Regional, el Comité de Desarrollo Productivo Regional de Corfo, el Ministerio Agricultura, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, la Cámara Chilena de la Construcción, Corma, Pymemad, y la Central Unitaria de Trabajadores.
Como señala Zilic, “el programa busca el desarrollo de dos áreas complementarias pero distintas: la industrialización y el desarrollo de la construcción en madera”. Y es que mientras la industria de la construcción tradicional presenta indicadores que demuestran un problema de sostenibilidad, tanto ambiental, económica y social, haciendo inviable su proyección a largo plazo, “la industrialización ofrece ventajas sistémicas muy importantes, principalmente en aspectos sociales y económicos, entregando certezas con respecto al proceso constructivo”, comenta el ejecutivo.
Por otra parte, “la madera es el único material estructural que captura carbono y mediante su uso en construcción podemos asegurar el secuestro de CO2 por décadas o siglos. También es un material altamente reciclable, con una baja transmitancia y más saludable que los materiales alternativos que tenemos a disposición. Adicionalmente, la madera es un material con una buena relación de peso resistencia y fácilmente trabajable, por lo cual es un material ideal para la industrialización, para reducir accidentes en obra y para la reducción de huella de carbono”, añade.
La importancia de la creación de este programa también se basa en que tiene un impacto en el desarrollo regional, “ya que permite sofisticar el uso de una materia prima disponible localmente amplificando el impacto social y económico en el territorio rural”, dice Frane Zilic.
Aunque advierte que si bien es regional, “el desarrollo de una propuesta realmente sostenible depende de la interacción con otras regiones y con la coordinación central del país. Éste programa estratégico es la implementación operativa de uno de los desafíos planteados por la Comisión de Desafíos Futuros del Senado, que, en conjunto con los biomateriales para el reemplazo del plástico y la producción de muebles y objetos de alto valor a partir del nativo, integrarán al sector forestal a los requerimientos de sostenibilidad del país”.
El IC eligió a Mauricio Salinas como su nuevo representante, en junio de manera telemática y con la votación del 100% de los integrantes del Directorio convocados.
Mauricio Salinas Amaral es el nuevo presidente del Instituto de la Construcción, elegido por votación unánime el pasado 1 de junio de 2023. Salinas se desempeñaba como director titular del IC en representación de la Cámara Chilena de la Construcción y asumió, junto al nuevo directorio, en la Asamblea General Ordinaria de Socios, llevada a cabo el 28 de junio pasado.
El director saliente es Ricardo Fernández, quien fue reconocido por sus logros y dedicación durante su mandato. Por su parte, el nuevo presidente tiene como propósito que el IC tenga una mayor participación en la discusión de los principales problemas del sector de la construcción.
¿Cuál es su impresión de ser el nuevo presidente del IC?
El IC está llamado a ser el lugar de discusión técnica donde podamos acordar, proponer y difundir soluciones a la problemática del sector de la construcción, con una mirada amplia. Esto no es trivial y se requiere mucha coordinación y comunicación con los socios del Instituto. Mi primera impresión es que se me viene una ola de trabajo encima, que no va a ser fácil, y que voy a requerir de la ayuda y el apoyo para avanzar en este sentido.
¿Qué planes y desafíos tiene para este mandato de dos años en el IC?
El mayor desafío es lograr que el IC tenga una mayor participación en la discusión de los principales problemas del sector de la construcción, como por ejemplo, la certeza jurídica, que logremos buscar formas de incentivar la innovación y productividad en el sector.
El primer cambio que quiero hacer es darle un carácter más estratégico al directorio del IC que -a mi juicio- en el último tiempo ha tenido un carácter más bien informativo y yo pretendo que sea una instancia de discusión.
Por otra parte, si queremos aumentar la instancias de participación en el IC, hay que aumentar las fuentes de financiamiento, ya que los recursos son bastante limitados. En este sentido, creo hay que explorar nuevas fuentes de financiamiento, como por ejemplo, generar documentación técnica, como manuales, algo similar a lo que hacía la CDT, los cuales podrían generar recursos por la línea de auspicios.
¿Cómo proyecta la relación con Construye2025 y Corfo?
Las líneas de acción del IC a las que queremos dar mayor énfasis son la productividad y la sostenibilidad, temas en los que la participación de Construye2025 y Corfo es clave, por lo que obviamente promoveremos su participación.
Es importante sí coordinarnos, de manera que la discusión en el IC sea complementaria a la que se da en el Construye2025 y no estemos duplicando esfuerzos.
La primera piedra del nuevo Edificio Norte del complejo que alberga a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en Santiago, Chile, fue colocada el viernes 9 de junio de 2023.
El viernes 9 de junio de 2023, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dio el puntapié inicial a la construcción y renovación del Edificio Norte de su sede central en Santiago, Chile, estructura que cumplirá con altos estándares de sostenibilidad, inclusión, productividad, transformación, calidad de vida y de trabajo, entre otros, que son un fiel reflejo de valores y aspiraciones de la CEPAL, de las Naciones Unidas y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Esta nueva construcción se sumará al ya renombrado edificio principal de la institución, considerado por los expertos como un hito de la arquitectura moderna latinoamericana y uno de los principales referentes de este movimiento a nivel mundial durante el siglo XX.
La ceremonia de colocación de la primera piedra del Edificio Norte fue encabezada por el Secretario Ejecutivo del organismo, José Manuel Salazar-Xirinachs, quien estuvo acompañado por el Secretario Ejecutivo Adjunto para Administración y Análisis de Programas de la Comisión, Raúl García-Buchaca, y los funcionarios encargados del proyecto pertenecientes a la División de Administración y la Unidad de Servicios Generales de la CEPAL. Participaron también representantes de las empresas privadas a cargo de la construcción, inspección técnica y arquitectura de la obra -L&D, C&D y VAAR & Ipiña-Nieto, respectivamente- así como del programa Construye2025 de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) del Gobierno de Chile, la Asociación de Mujeres en la Construcción, y todo el staff de la CEPAL.
El nuevo edificio será único en su tipo, ya que incorpora diversas innovaciones, entre ellas el ahorro energético por medio de tecnologías eficientes y automatizadas, transformándose además en una fuente de generación de energía limpia mediante la instalación de una planta fotovoltaica de 2.600 mt2 en su techo compuesta de paneles solares que tendrán una capacidad anual de producción eléctrica aproximada de 475,888 kWh (kilowatt hora). Esto implicará un consumo 50% inferior al que tenía la antigua construcción y supone un 19% extra del consumo que tendrá el remozado Edificio Norte. De esta forma será el primer edificio “Net-Zero” de la organización, es decir, producirá más energía de la que consumirá.
Asimismo, la obra incorporará técnicas especiales de construcción antisísmica que cumplirán con las exigentes normativas existentes en Chile (país conocido por su tendencia a sufrir terremotos de alta intensidad); un diseño interior que considera la remoción de barreras físicas que impidan a las personas con discapacidad hacer libre uso de los espacios de trabajo; la limpieza y reutilización del 100% de las aguas residuales para utilización en riego, junto con la reducción al mínimo de los desechos sanitarios; así como el uso de materiales locales sostenibles que disminuyan la huella de carbono del proyecto, como por ejemplo: escoria negra en la mezcla de concreto (desecho de los procesos metalúrgicos, evitando así la extracción de áridos de ambientes naturales), acero reciclado, aislación en base fibras orgánicas (lana) de madera, pisos de linóleo hecho de materiales renovables, y un especial cuidado en la disposición final de desechos de la construcción con el fin de producir el mínimo de contaminación, entre otras características. Todo esto demuestra tangiblemente al mercado de la construcción que es posible dar el salto hacia la economía circular.
Mediante un arduo y novedoso proceso de licitación denominado Solicitud de Propuestas de Múltiples Fases (Multistage Request for Proposals) con diálogo competitivo, se atrajo el interés de renombradas compañías a nivel local, regional e internacional, y se tuvo el beneficio de contar con participantes ubicados entre las empresas constructoras más importantes del mundo.
“Este proceso incluyó todos los mecanismos que aseguran la transparencia, concurrencia, y sana competencia entre los participantes. Y es así como hoy la CEPAL se honra en poder presentar un ejemplo muy exitoso que puede ser utilizado y replicado por el resto de las entidades del Sistema de las Naciones Unidas”, señaló José Manuel Salazar-Xirinachs en la ceremonia.
De hecho, el 14 de abril de 2023 el Comité de Revisión y Expertos en Contrataciones de la Secretaría de las Naciones Unidas en Nueva York felicitó y expresó su alta satisfacción con el proceso de adjudicación de la presente obra.
“Deseo que las y los funcionarios que laborarán en este nuevo edificio tengan la seguridad de que contarán con una nueva casa donde se fomentará la creatividad, el trabajo colaborativo y la alegría de trabajar en instalaciones de altísima innovación constructiva, inclusión y sostenibilidad. Con esta primera piedra, marcamos un paso más en el camino hacia un futuro sustentable para el complejo de la CEPAL en Santiago”, agregó el Secretario Ejecutivo del organismo, quien depositó en el subsuelo una cápsula de cobre con una copia de sus palabras y la memoria resumida de los objetivos, metodologías y gestiones realizadas para la ejecución del emblemático proyecto.
Fuente: CEPAL
A través del webinar Gestión Circular de la Demolición se dejó planteado el interés del sector por avanzar hacia la economía circular en el subrubro de la demolición. Tres especialistas en la materia comentaron buenas prácticas y de casos de éxito, generando un alto interés y adhesión del público.
Gran interés generó el webinar “Gestión Circular de la Demolición”, organizado por Construye2025, el pasado 25 de mayo y que hasta el momento tiene más de 800 visualizaciones.
Esta actividad estuvo enmarcada en la “Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035” y en la “Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025”, esta última impulsada por nuestro programa, la Cámara Chilena de la Construcción y el Instituto de la Construcción, y que cuenta con la facilitación de la CDT. Asimismo, la actividad contó con el patrocinio de la Escuela de Construcción Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la moderación de Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Marcos Brito, gerente de Construye2025, dio unas palabras de bienvenida, en las que recordó que Chile está en sobregiro ecológico, es decir, que ha gastado ya sus recursos naturales sustentables del 2023. “La economía circular nos ofrece enormes oportunidades en toda la cadena de valor, desde la formulación de proyectos hasta el fin de vida de las construcciones. Hoy, lo que nos convoca es cómo podemos dar un uso más eficiente a los recursos, reduciendo la extracción de materias primas vírgenes y avanzar así hacia una gestión circular de los residuos de la demolición, a través de nuevos modelos de negocios y empleos verdes”, señaló Brito.
La gestión circular consiste en planificar y ejecutar obras de demolición, considerando principios y estrategias que permitan mantener el valor de materiales y recursos por el mayor tiempo posible, reducir impactos en el medio ambiente y evitar el daño a la salud de las personas.
“En esta instancia, queremos mostrar casos donde se abordarán los desafíos de la economía circular, mediante iniciativas y buenas prácticas”, destacó Brito.
En representación del Ministerio de Medio Ambiente, Rubén González, profesional de la oficina de implementación legislativa y economía circular del MMA, compartió el contexto de la NCh3727 “Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición”: “Los procesos de normalización permiten definir términos y estándares. Desde el Ministerio de Medio Ambiente vimos que era necesario definir un ámbito normativo para el sector de la demolición en su avance hacia la economía circular”, afirmó.
Tras la visión de lo público, Alejandra Tapia se refirió a la importancia de implementar la economía circular en la demolición. Comenzó con una reflexión sobre el impacto de la producción y el consumo y lo devastador que es para el planeta. “Tenemos que replantear este modelo que vemos que genera tremendos impactos”, dijo.
Se refirió también al marco regulatorio, señalando que éste está basado en el modelo de la economía lineal, por lo que no considera la economía circular. Por ello, se explica el “tremendo aporte de la norma técnica NCh3727 impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente donde define el término gestión circular”, señaló agregando que “hay oportunidades en la transformación, y en diversificar servicios, como vamos a ver en nuestros expositores”.
Los especialistas de este webinar mostraron cómo reusan materiales, innovación y emprendimiento, cómo el diseño toma estos conceptos, se generan empleos verdes y nuevas oportunidades de negocios en torno a la recuperación de materiales, componentes y productos de construcción. Asimismo, se expuso sobre “la necesidad de contar con un marco regulatorio integrado que facilite la valorización”, contó Tapia.
A continuación, la arquitecta mostró un video basado en la NCh 3727, el cual quedó alojado en el sitio web del Construye2025, disponible para todo el público:
Buenas prácticas y casos
María Eugenia Ubilla, gerenta de Medio Ambiente de Flesan, presentó buenas prácticas basadas en los más de 40 años de la empresa siendo líder de las demoliciones en Chile, dando soluciones profesionales para la ejecución de proyectos en cumplimiento con la normativa ambiental y comprometidos con avanzar en la industria de construcción hacia una economía circular, mediante la mejora continua, la innovación y alianzas estratégicas para la gestión de residuos.
“El poder trabajar la norma nos ha permitido permear nuestros dolores y que la demolición deje de ser un oficio y sea un subrubro profesional que merezca el detalle, el manejo y el control que se merece”, manifestó Ubilla.
La siguió Reynaldo del Pozo, director ejecutivo y CEO de Reusamaterial, una empresa familiar que partió el 2016 con proyectos de arquitectura enfocados a la sustentabilidad, al confort térmico y lumínico, y que luego le fueron encargando algunos proyectos de construcción, donde se encontraron con la problemática de los residuos. “En una primera casa que construimos, nos encontramos con 140 m2, donde sacamos cuatro camiones de 8 m3 cada uno de puros residuos. Eso nos llevó a plantear una nueva metodología como empresa, y tras un trabajo de estudio e investigación, nos encontramos que sólo se reutiliza un 1% del material del activo construido. Frente a esa situación, nosotros cambiamos nuestros métodos”, compartió.
Especificó que, en Reusamaterial, pasaron de una construcción lineal a una circular en la que los nuevos principios son el diseño, la deconstrucción y la reutilización. Además, en la empresa generaron la primera plataforma marketplace, con el fin de conectar empresas y comunidad. De esta forma, se puede conectar el material saliente de las obras con el que ingresa. La plataforma www.reusamaterial.cl es georreferencial y se adjudicó un fondo Corfo y un fondo de O’Higgins Lab.
Para finalizar, Anamaría De León, consultora en Economía Circular y Académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, conversó sobre las cualidades de diseño circular, presentadas a través del libro inspiracional “Diseño circular de viviendas para Chile: estrategias y ejemplos de inspiración”, que desarrolló con Felipe Ossio en colaboración con dos académicos de Bélgica.
Asimismo, profundizó en los aspectos que se deben considerar desde la etapa de diseño, tanto para incorporar materiales y componentes reutilizados como para asegurar que en etapas futuras estos sean reutilizables, a través de ejemplos en Chile y el mundo.
El webinar completo está disponible aquí:
Porque está en el corazón de la industrialización, en Chile ya se comienza a hablar de constructabilidad, para que todos los profesionales que participan en el desarrollo de un proyecto logren integrarse desde la etapa de diseño, para trabajar en conjunto hacia una mayor productividad.
El concepto de constructabilidad nació el año 1986, definido por el Instituto de Construcción Industrializada en Estados Unidos, como una ampliación del alcance de otro concepto previo denominado “Diseño edificable”, utilizado en el Reino Unido desde los años 60´s, pero que se consolidó en 1983 a través de CIRIA (Asociación de Información e Investigación de la Industria de la Construcción), como cuenta Pablo Pulgar, académico de la Universidad Tecnológica Metropolitana y uno de los líderes del Grupo Técnico 3 del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), que hoy trabaja en esta temática.
¿Pero qué es, en la práctica? “Implica incorporar los aprendizajes y la experiencia adquirida en terreno en etapas previas como la del diseño. No es un concepto nuevo en el mundo, pero en Chile a mi juicio se ha utilizado poco. Sé que Pablo Pulgar, con quien lideramos este grupo técnico, desde su rol como académico ha vinculado este concepto con la industria en diferentes empresas constructoras e inmobiliarias”, precisa Mikel Fuentes, coordinador de Innovación de AXIS DC y líder del GT 3 del CCI.
En ese sentido, “ha habido avances y se ha tomado como ejemplo lo desarrollado en Singapur, país donde se evalúa la constructabilidad de los proyectos”, comenta Fuentes.
Como explica Pulgar, el concepto se utiliza normalmente en la dirección de proyectos mineros. “Dado los montos de inversión, la dificultad de ejecución de grandes estructuras, las restricciones ambientales y la necesidad de no interrumpir procesos productivos preexistentes, es que se considera este análisis, pero en el mundo de la edificación y, sobre todo en la edificación en altura a nivel nacional, es algo bastante nuevo”, confirma.
Si bien “no es tan conocido, está en el corazón de la industrialización. Es una metodología que nos ayuda a integrarnos tempranamente, a producir con mucha mayor productividad y va a estar muy ligado al Grupo Técnico 1: Integración Temprana, porque ambas temáticas están fuertemente ligadas al diseño y todo bajo el alero de la industrialización”, afirma Marcos Brito, gerente de Construye2025.
Adaptación local
De todas maneras, en Chile existen algunas empresas que lo han explorado. Por ejemplo, Echeverría Izquierdo incluyó este indicador en algunos de sus proyectos entre 2017 y 2019, basándose en lo solicitado por la Building Construction Authority de Singapur 2017, “pero reinterpretando internamente para traerlo a la realidad nacional, lo que en su momento logró instalar la relevancia del tema en el ecosistema nacional, lo que inclusive significó que apareciera la Hoja de Ruta 2023 – 2025 del Programa Estratégico Nacional Construye2025”, cuenta el académico de la UTEM.
Por su parte, en AXIS DC han tenido avances “desarrollando un índice de industrialización muy ligado al concepto de constructabilidad e incorporando nuestra experiencia en etapas tempranas en temas de baños prefabricados, escalas prefabricadas, entre otros diversos procesos”, comenta Mikel Fuentes.
Tanto Echeverría Izquierdo como AXIS DC son socios del CCI, y es importante que más socios de este grupo estén al tanto de este concepto, “porque su esencia es lograr proyectos más productivos, al incorporar consideraciones en la etapa de diseño, con foco en la etapa de construcción”, puntualiza el coordinador de Innovación de AXIS.
El mundo está avanzando en este concepto y, particularmente, una de las metodologías más potentes que se está aplicando es DfMA (Design for Manufacturing and Assembly), es decir, diseñar los proyectos considerando la fabricación y el ensamblaje. “Esto está muy ligado al concepto de constructabilidad y en el viaje a España, que hicimos con el CCI, pude observar grandes avances de empresas que industrializan los proyectos en el marco de esta metodología”, añade Fuentes.
Definición de principios y manual
A Marcos Brito, quien también es director del CCI, le tocó liderar el Grupo Técnico 3, porque “es algo identificado en la Hoja de Ruta de Construye2025 y es un encargo que tenemos para desarrollar como programa”.
Por ello, el grupo ya cuenta con un plan de trabajo: “durante este año vamos a lograr tener conceptualmente armado un indicador y un manual para trabajar y ojalá el próximo año comencemos a desarrollar este manual y poderlo publicar a fines del próximo año”, precisa Brito.
Para que se pueda hablar de este concepto en Chile, “lo primero es definir cuáles son los principios de constructabilidad que respondan a nuestra realidad nacional, ya que, por ejemplo, en Singapur han preferido solos seis de los 12 principios originales (ver recuadro) y muy probablemente no son los mismos requerimientos que ellos prefirieron, entonces lo primero, sin dudas, es consensuar con los actores locales nuestro enfoque”, opina Pablo Pulgar.
Como cree Mikel Fuentes, “un manual de constructabilidad es necesario como guía para que más empresas comiencen a implementar este concepto. Con los desafíos actuales que enfrenta el rubro, debemos buscar distintas formas para mejorar los proyectos y, a mi juicio, la constructabilidad al servicio de la industrialización es el gran camino para lograr mejores resultados. Además, permitirá contar con un lenguaje común, por lo que se podría medir, estandarizar y mejorar a nivel industria”.
También es relevante para el académico de la UTEM, pue “permitiría a los actores de la industria entender conceptualmente los principios de diseño edificable y constructabilidad, sus indicadores y su aplicación concreta en proyectos de edificación, por ejemplo, en altura, donde podremos mejorar considerablemente la productividad, dado que su aplicación en otros países ha generado beneficios considerables en reducción de costo y plazo”.
Y es que ambos son términos que están en el corazón del proceso de industrialización. Por ello, “aparece como acción número 1 de la planificación estratégica del PEN Construye2025. Esto permitirá ordenar y viabilizar la industrialización desde etapas muy tempranas en el ciclo de vida de un proyecto, lo que, posteriormente, nos permitirá llegar a la manufactura avanzada”, sostiene Pulgar.
Historia de las definiciones
De acuerdo con Pablo Pulgar, académico de la UTEM, la Asociación de Información e Investigación de la Industria de la Construcción (CIRIA, 1983) definió: “La edificabilidad es la medida en que el diseño de un edificio facilita la construcción, sujeto a los requisitos generales del edificio terminado”. Con ello, se definieron siete principios.
En 1986, el Instituto de la Industria de la Construcción (Construction Industry Institute, CII) define el concepto como: “La constructabilidad es un sistema para lograr una integración óptima del conocimiento y experiencia en construcción en la planificación, diseño, logística y operaciones de obra para alcanzar todos los objetivos del proyecto”.
Posteriormente, el CII Australia publicó el “Archivo de Principios de Constructabilidad”, en 1992, que comprende un sistema que involucra a todo el equipo del proyecto (incluidos los contratistas), desde el comienzo del proyecto y luego el “Manual de Constructabilidad”, en 1996, proporcionando pautas para la implementación del sistema de constructabilidad, en forma de 12 principios de constructabilidad, estrategias de implementación y estudios de caso, aunque hoy en la literatura se habla de hasta 23 principios, según Pulgar.
En síntesis, “se podría decir que es un método de optimización de uso de recursos para beneficiar la etapa de ejecución y reducir incertidumbres para todos los participantes orientados a la productividad, este recoge los conocimientos acumulados para lograr la mejor manera de ejecutar una obra, implicando la retroalimentación hacia la etapa de diseño”, resume el especialista.
Fotografía: Gentileza Desarrollos Constructivos Axis SA, obra Alta Vista.
La instancia fue organizada por el CENAMAD junto a la CDT, con el fin de dar a conocer los proyectos, investigaciones y publicaciones que han realizado desde 2021, en torno a la construcción sustentable en madera.
En torno a la “Cadena de valor para la industria de la construcción sustentable con foco en la I+D+I”, se reunieron el pasado 10 de mayo autoridades de Construye2025, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), la Corporación de la Madera (Corma), la Cámara Chilena de la Construcción, CMPC y E2E, entre otras entidades, en un simposio organizado por el Centro Nacional de Excelencia para la Industria de la Madera (CENAMAD) junto a la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT).
El encuentro tuvo como finalidad dar a conocer los proyectos, investigaciones y publicaciones que el centro ha realizado desde 2021, por lo que también, en el hall del Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, se expuso una serie de paneles sustentables con los proyectos focalizados en las tres líneas de investigación del CENAMAD.
El Simposio inició con las palabras del presidente del directorio de CIM UC, Francisco Lozano, destacando por qué el sector construcción debe sumarse a la innovación en madera, no sólo en beneficio al medio ambiente, sino también para contrarrestar el déficit habitacional que hoy se mantiene como una crisis latente en Chile.
Luego tomó la palabra la subdirectora de Centros e Investigación Asociativa de ANID, Nicole Ehrenfeld, quien señaló: “Estamos convencidos que desde los centros ANID podemos ofrecer un apoyo que podría convertirse en mejoras y abaratamiento de proyectos”.
El director del CENAMAD, Manuel Carpio, inauguró las exposiciones hablando sobre este centro basal entre instituciones públicas, privadas y académicas, que buscan potenciar la excelencia científica nacional a través del desarrollo de investigación de punta y transferencia tecnológica en las áreas de ingeniería forestal, desarrollo y elaboración de bioproductos y construcción con madera, apuntando a aumentar el valor agregado de la industria chilena.
Carpio mostró los indicadores de impacto, los cuales fueron relevantes para lograr el financiamiento de CENAMAD ante la ANID. Las líneas de investigación del centro, el equipo, entre otros aspectos, y concluyó señalando que buscan capacitar mano de obra calificada en todos los niveles educacionales.
Lo siguió la Dra. Paulina Fernandez con la charla: “Eje forestal: Investigación para una cadena de valor forestal sustentable”, quien habló de la importancia del cuidado del suelo, los bosques y las cuencas, para la extracción de la madera como materialidad que posteriormente será utilizada en las construcciones. La académica de la Facultad de Agronomía presentó al Eje Forestal, compuesto por un Grupo UC, uno de la Universidad de Concepción, Universidad de La Frontera, Universidad de Talca, más un grupo de tesistas. El grupo es variado en disciplinas.
La investigadora Fernández presentó los numerosos Proyectos Capital Semilla CENAMAD, los cuales tienen enfoque en el fuego, sostenibilidad de la producción forestal, el monitoreo y entendimiento de la formación de la madera, captura de carbono y calidad de la madera y todo lo que tiene que ver con cuenca.
La Dra. Cecilia Fuentealba del Eje de Bioproductos, expuso por qué las empresas deberían considerar los bioproductos para optimizar la madera en los sistemas productivos del sector construcción. “A través del desarrollo de bioproductos damos una respuesta a la crisis ambiental, reducción de productos de origen fósil, disminución de huella de carbono y disminución de las emisiones de CO2”, afirmó.
La presidenta de Construye2025, Carolina Garafulich, agradeció al CENAMAD por potenciar y promover “todo lo que tiene que ver con productividad, innovación e I+D. Toda esa cadena de valor de los procesos constructivos y bioproductos son clave, y, en ese sentido, CENAMAD es un tremendo aporte para la industria y para todas las cosas nuevas que queremos desarrollar”, aseveró.
Felipe Victorero, subdirector de Transferencia e investigador asociado, habló sobre el impacto de la construcción masiva en madera. Junto a Pablo Guindos, mostraron ensayos antisísmicos y distintos modelos de edificios de mediana y gran altura construidos en madera a escala internacional.
Tras las presentaciones se desarrolló un conversatorio liderado por Francisca Lorenzini, gerente general de CENAMAD, y entre los representantes del sector construcción, la academia y el Estado, con el fin de establecer una hoja de ruta colaborativa para satisfacer las principales necesidades del rubro.
En esa instancia, el subgerente de Ingeniería y Desarrollo de E2E, Salvador Correa, dijo que “todavía la colaboración ha sido muy tibia, entre un actor grande y muchos pequeños. Hace falta lograr esas vinculaciones bajo objetivos contundentes, porque de a un edificio, no vamos a lograrlo”.
Fotografías: Yael Fuentes
Mostrando caminos concretos para acelerar el cambio cultural de la industria y avanzar en los desafíos de la crisis habitacional y el cambio climático, se lanzó en el Parque Tecnológico CTEC el programa cofinanciado por Corfo.
Numerosos invitados de distintas esferas se reunieron el pasado 20 de abril en el lanzamiento del Programa Tecnológico Construye Zero. En la actividad, realizada en el Parque Tecnológico CTEC, se presentaron dos de los más importantes desafíos que tiene la industria nacional y que este programa pretende enfrentar: abordar la crisis habitacional y el cambio climático.
Construye Zero es un programa liderado por CTEC y cofinanciado por Corfo, que busca impulsar el desarrollo y transferencia de soluciones tecnológicas y sustentables que permitan acortar brechas asociadas a la productividad y eficiencia de recursos, con el objetivo de contribuir a enfrentar la crisis climática.
“Construye Zero busca ser una punta de lanza, una flecha movilizadora de energía que nos saque de la inercia y nos abra caminos. Caminos con ejemplos concretos, que aceleren el cambio cultural, el modo de pensar y actuar, y no sólo de las próximas generaciones, por qué no, iniciando con todos nosotros los presentes”, señaló Carolina Briones, directora ejecutiva de CTEC.
La iniciativa contempla un portafolio con 10 proyectos que consideran tecnologías de adaptación ante el cambio climático denominados TACC, y cuenta con la participación de empresas, universidades y asociaciones gremiales. El programa busca generar en tres años un impacto en el sector como elevar los estándares que se requieren para dar cumplimiento al compromiso de carbono neutralidad al 2050, con un impulso en el desarrollo y masificación de nuevas metodologías colaborativas y tecnologías digitales; junto a la reconfiguración de nuevos modelos de negocio, todo esto con el potencial de dar un nuevo impulso al rubro que ha perdido dinamismo.
Marcos Brito, gerente de Construye2025, mostró su alegría ante este lanzamiento: “Estamos felices. El CTEC es la realización de un sueño que tuvimos, allá por el 2015, de tener un espacio físico para la innovación, con edificios, con techos verdes, con paneles solares y con tecnología para la construcción”.
Asimismo, agregó que “esta es una plataforma habilitante que Corfo nos ha permitido tener y que hoy día -más encima- la alimenta, la hace crecer con este programa tecnológico Construye Zero, que también es parte del sueño. De esta manera, no sólo vamos a tener el espacio y la infraestructura, sino que también vamos a poder realizar proyectos de innovación para la construcción. Tenemos 10 TAACS, que van a permitir a la construcción marcar la diferencia y avanzar en desafíos que son urgentes”.
En tanto, Fernando Hentzschel, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo, señaló al respecto: “Como parte del programa Transforma Construye2025, hemos actualizado la Hoja de Ruta, ahora en términos de la circularidad y de la sustentabilidad que tiene que impregnarse en una actividad económica tan importante como la construcción. En ese sentido, se relaciona muy bien con los ejes temáticos que hoy tenemos en la Corfo, como la descarbonización y la resiliencia ante al cambio climático y la diversificación productiva. A través de estas múltiples herramientas tecnológicas para hacer de la construcción una actividad más sustentable y que genere nuevas oportunidades de negocios”.
Por ello, para el ejecutivo de Corfo, sin duda, Construye Zero “es un excelente programa que permite movilizar la agenda que tenemos, tanto desde el sector privado como desde el sector público en materia de sustentabilidad y competitividad productiva en Chile”.
Fotografías: Enrique Lohse
Por Marisol Cortez, presidenta Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Chilena de la Construcción.
Para nadie es ajeno hablar de cambio climático, economía circular y huella de carbono, así como de impactos negativos por contaminación por exceso y/o falta de gestión de residuos. Estos y otros temas son una amenaza latente, permanente y creciente que tiene nuestro planeta.
Frente a este escenario, desde el sector de la construcción hemos trabajado en Acuerdos de Producción Limpia (APL), en industrialización, innovación, mejoras desde el diseño y adición de tecnologías a la creación y gestión de los proyectos. Asimismo y para enfrentar esta problemática se están gestionando permanentemente mesas público privadas que permitan incorporar iniciativas que vayan en pro de cambiar el comportamiento en la industria de la construcción, algunos ejemplos, el Compromiso PRO, la generación de proyectos cada vez más verdes, la reutilización de residuos, entre otros.
Como Comisión de Medio Ambiente de la CChC nuestro propósito es levantar las tendencias en esta materia, tanto nacionales como internacionales, así como las inquietudes que las cámaras regionales y los comités gremiales tienen en materia medioambiental, donde es necesario precisar y conocer el escenario actual y futuro del sector relacionado a tendencias y/o cambios impulsados.
Respecto a temas más específicos queremos visualizar de mejor manera las tendencias mundiales relativas al medio ambiente y sustentabilidad que tengan efecto en la construcción, caracterizar estas tendencias en términos de crecimiento y casos de estudio en los últimos años e identificar las tendencias y normativas nacionales y su efecto en el sector.
Esta Comisión tiene una oportunidad para innovar y proponer formas distintas de hacer las cosas. Vincularse con el sector público y la academia desde una forma propositiva que ayude a articular para concretar proyectos en conjunto. Estos desafíos son permanentes y cambiantes, y debemos ser un aporte en los ejes de mitigación y adaptación ante el desafío del cambio climático, donde coordinados con los grupos de trabajo de las regiones y los comités gremiales impulsaremos de forma decidida cambios trascendentales hacia una construcción cada día más sostenible.
Por Dr. Ariel Bobadilla Moreno, profesor titular de la Universidad del Bío-Bío, secretario técnico del Comité Ejecutivo Programa UBB Sustentable 2023-2050.
La Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, elaborada en el contexto del Programa Construye2025, declara en su parte introductoria, la ambición de impulsar políticas de Estado en torno a la economía circular, integrando al sector privado y a la academia, para los fines de promover trabajo colaborativo, definiciones comunes, acuerdos, políticas, prácticas y metas de mejora, que den un impulso a la transición hacia una economía circular del sector construcción y sus cadenas de valor. A nivel operativo, define estrategias y acciones concretas para superar desafíos y brechas, con un sueño en común, el de “un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, impactando positivamente en los ámbitos social, ambiental y económico”; condición que el colectivo de la industria debe entender como premisa de sustentabilidad básica y, más que un problema, una oportunidad para la generación de nuevos mercados y empleos verdes.
El rol de la academia es fundamental para el cumplimiento de ese sueño común. En dicho entendido, la Universidad del Bío-Bío (UBB) junto a un importante grupo de instituciones de educación superior (IES) forma parte del Acuerdo de Producción Limpia II (APL II). EL APL II para IES, es el único instrumento de política pública que certifica a las instituciones como Campus Sustentables, conforme a un detallado y minucioso proceso que toma 36 meses; acuerdo gestado por la Red Campus Sustentable y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, con el objetivo de fortalecer la sustentabilidad de las Instituciones de Educación Superior, promoviendo acciones que contribuyan a la reducción de gases de efecto invernadero y a la adaptación al cambio climático.
Con la firma del APL II por parte de la UBB, el nuevo gobierno universitario comprometió, además, la construcción de una Hoja de Ruta 2023 – 2050 UBB Sustentable, con metas al 2035 y 2050 que se hacen coincidir con las metas comprometidas por el Estado de Chile a esos años. El gran desafío institucional es desarrollar e instalar capacidad para crear más valor con menos impacto sobre el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida, medir y monitorear el impacto y obtener certificación tercera, toda vez que hoy no basta decirse sustentable.
El proceso se inició con la instalación de una gobernanza triestamental (estudiantes, funcionarios administrativos y académicos) y un comité ejecutivo asesor, que cuenta con la participación de investigadores líderes del país en disciplinas atingentes a la sustentabilidad, que por diversas razones habían estado fuera de este proceso. En paralelo, se desarrolla la política de sustentabilidad de la institución, en proceso de consulta pública actualmente, y un levantamiento de línea base de consumos de energía, agua y residuos, que compromete la revisión de más de un centenar de edificios y reparticiones en los tres campus universitarios, el Campus de la sede Concepción en la región del Biobío y los campus la Castilla y Fernando May en la sede Chillán de la región de Ñuble, trabajo que ejecutan un grupo de más de 20 alumnos de los últimos niveles de las carreras de arquitectura e ingeniería en construcción de la Universidad, capacitados previamente con ese fin. Con este trabajo se busca establecer a lo menos cuatro indicadores básicos a medir y monitorear en las décadas que vienen: cantidad de energía, de agua, de residuos y de emisiones de gases de efecto invernadero por alumno año.
Para esos propósitos, el plan considera intervenciones en las bases de diseño y construcción de edificios, en las de compra y adquisiciones, así como en la de gestión de todos los recursos que la institución destina a sus funciones de formación, investigación y vinculación con el medio. Promueve una operación amigable con el medio ambiente, muy importante en una institución de educación superior, que forma profesionales en esos temas, considerando el gran valor que tiene el ejemplo como método de enseñanza.
Por Marcos Brito, gerente de Construye2025
La construcción industrializada se estima que está hoy en el 1% de la edificación y podemos aspirar a que, por lo menos, ésta aumente orgánicamente a un 5% de aquí al año 2025, como una estimación sobre la base de la tendencia actual.
Ahora bien, considerando actuales estimaciones sobre la capacidad productiva de las plantas prefabricadoras en Chile, que estaría entre 7.000 y 12.000 unidades habitacionales anuales, dependiendo de la demanda, la tasa de penetración de la industrialización en la vivienda -al menos- podría estar superando el 10% del total, considerando el actual Plan de Emergencia Habitacional y las políticas públicas que se han impulsado para favorecer la construcción de viviendas industrializadas en Chile.
Desde esa perspectiva, es una buena señal el avance que se dio este 25 de abril, con la publicación de la Ley Miscelánea (Ley 21.558), que amplía el plazo para acceder al 100% del Crédito Especial de Empresas Constructoras (CEEC), con lo que las empresas podrán ingresar sus permisos de edificación ante las respectivas DOM hasta el domingo 30 de abril. Además, permite ingresar permisos con el Informe de Mitigación de Impacto Vial en trámite y faculta al Minvu a dictar normas técnicas de industrialización. Todo en el marco del Plan de Emergencia Habitacional.
Sin duda, este plan ha sido un gran desafío y una importante oportunidad para la industria. Especialmente para plantas prefabricadoras, que podrán contar con una demanda más estable y, con ello, la oportunidad de invertir en una mayor capacidad productiva, aumentando turnos o bien, añadiendo líneas de producción. Con esto, además, estamos ganando experiencia y capacidad de respuesta, involucrando no solo a las plantas, sino que a proveedores de materias primas e insumos, transportistas, montajistas y constructoras. También ha permitido a quienes realizan las inversiones para los desarrollos inmobiliarios integrarse de mejor manera con la cadena de valor de la edificación, concibiendo los proyectos con una mejor coordinación temprana de especialidades y proveedores, pudiendo elaborar proyectos más certeros en sus estimaciones de riesgo.
Por otra parte, para quienes esperan sus viviendas, la oportunidad también es significativa, ya que los plazos se acortarán cada vez más y si a la capacidad productiva le logramos agregar una mayor rapidez en la tramitación de permisos, el resultado será un mayor compromiso desde el sector privado, pudiendo paliar el déficit habitacional de una vez por todas, con eficiencia, calidad y compromiso.
Y es que, en ese sentido, el potencial de las viviendas industrializadas es alto y, además, está creciendo. Tenemos que ser capaces de construir viviendas sociales mucho más rápido que al ritmo que la demanda crece, para así eliminar el déficit actual, a la vez que, evitar volver a ser deficitarios.
Para esto se requiere trabajar sobre varios frentes; por una parte la capacidad productiva, que con la industrialización se hace especialmente más rápida y eficiente, la mayor rapidez en las tramitaciones y la mayor certeza jurídica para los inversionistas.
Con todo, poder hacer frente a la construcción convencional, además de la que se requiere para enfrentar emergencias producto de desastres naturales, la creciente inmigración y la proliferación de campamentos y tomas, requiere de esfuerzos conjuntos, así como una mayor y mejor capacidad productiva. La construcción industrializada, como concepto productivo y organizacional, aúna mejoras que el método y la técnica hoy ofrecen, para desplegar obras de manera rápida, eficiente y con un alto estándar de calidad.
Gasfiters, electricistas, maestras en cemento, hormigón y otras carreras son agrupadas en esta organización que empodera, capacita y crea comunidad en la industria
María Paz Achurra es la fundadora de RedMaestra, una organización que en 2019 nace con el fin de empoderar a mujeres, insertándolas en un mercado laboral prominentemente masculino, como el de la construcción.
La arquitecta cuenta cómo, después de más de 20 años de experiencia en gestión, diseño e implementación de proyectos comerciales, de innovación y emprendimientos, sumado a su vida familiar como madre de cuatro hijos; se dijo: “ya, tengo que, ahora sí, meter a la mujer en la construcción y poner este tema sobre el tapete”, porque “ya llevábamos muchos años viendo cómo en la minería, las STEM, todas las TI estaban haciendo esfuerzos gigantes por meter mujeres desde la alta dirección hasta a las jóvenes, y en la construcción no pasaba nada de nada. Estamos hablando del año 2015 al 2018”, añade.
Su primera idea fue un modelo de negocio de mujeres maestras, pensando en la cantidad de jefas de hogar que viven solas y no se sienten cómodas dejando entrar a un hombre desconocido a la casa. Pero ésta no resultó, pues al tratar de levantar información sobre mujeres que hubiesen estudiado gasfitería, electricidad o algún oficio similar, sus datos se habían perdido en las OTIC’s, por lo pocas que eran, y porque no se habían quedado en el rubro.
“Dije ‘aquí hay que ir para atrás’, es decir, primero rescatar a esas mujeres que habían estudiado, saber dónde estaban y, segundo, armar una nivelación y un proceso que les permitiera capacitarse nuevamente para darles seguridad”, cuenta. Y es que uno de los fenómenos que Achurra veía en ellas era la inseguridad: “Ellas sí sabían su quehacer, lo que pasa es que no creían que sabían. Lo otro es que me di cuenta de que los oficios no tenían continuidad de estudios. Entonces, armé una nivelación para tener el oficio de gasfitería”, asegura.
Superando obstáculos
En su búsqueda, la fundadora de RedMaestra se encontró con historias tristes e ingratas, de mujeres que no habían terminado sus carreras, porque sus parejas no les permitieron seguir estudiando, o que habían arrancado del rubro, porque no consiguieron prácticas ni trabajo y aquellas que trabajaban de forma independiente se enfrentaron a abusos, como el no pago por su trabajo y acoso sexual y laboral.
“Me empecé a encontrar con que las chiquillas jóvenes de los liceos técnicos (también hice un recorrido por los liceos técnicos de Santiago) se perdían porque nadie les daba prácticas. Las que logré ir a ver eran todas administrativas: sentadas archivando papeles y me acuerdo de una chiquilla, una cabra joven, que estaba en una empresa de calefones, al final de la cadena, envolviéndolos. Esa era la práctica”, confiesa. Pese a ello, “nunca escuché a alguna mujer decir que no le gustaba el oficio de la construcción”, dice.
Fue así como en junio de 2019, con 20 mujeres gasfiter, María Paz consiguió una sede de Infocap y les organizó un desayuno en el que les planteó la idea de RedMaestra. “Me conseguí unas lucas, armé un desayuno y las invité a todas. Armé un desayuno como si estuvieran en un MBA en la Católica, con mantel, mesa larga, con flores y armé una presentación. Salió precioso y lo primero que sucedió ahí fue que se presentaron. Estaban todas impactadas, porque ninguna conocía a otra mujer maestra y ahí había 20 reunidas”, asevera. En ese desayuno, la fundadora, además, aprovechó la instancia para preguntarles qué necesitaban.
Celeste, una de las asistentes a ese primer encuentro aseguró que para ella fue una cosa mágica. Cuando llegó a ese desayuno y vio que había otras 19 mujeres que habían estudiado gasfitería y les interesaba, le cambió la vida. O sea, dijo: “yo puedo y, en el fondo, puedo ayudar a estas otras mujeres a salir adelante también”.
Hoy, RedMaestra ofrece programas integrales para capacitarse en todos los aspectos: técnico, personal, emocional, con salidas laborales y práctica. Los programas, en general, son completos, de acuerdo con Achurra, pero la promesa que hace RedMaestra es pertenecer a una comunidad de pares de mujeres que están en esto mismo, que viven en general las mismas situaciones de vida. “En el fondo, perteneces a esta comunidad, la que te va a acompañar en todas las etapas de tu vida, en lo que estés. Y ahí se produce la verdadera sororidad”, afirma la arquitecta.
Actualmente, RedMaestra se encuentra en Santiago, Temuco y Antofagasta, con programas de gasfíter, electricista, pintura-terminaciones, hormigón y climatización. La proyección a corto plazo es llegar a tres ciudades más: Valparaíso, Rancagua, La Serena, y sumar más comunidades al sur. A largo plazo, planean salir de Chile, previa consolidación en suelo nacional. Por lo pronto, más de 250 mujeres han pasado por sus capacitaciones y más de 170 siguen activas en sus comunidades.
Los equipos, conformados por estudiantes de diferentes universidades de todo el país, diseñarán proyectos de soluciones habitacionales innovadoras y sustentables.
Son 34 los equipos de 16 universidades de todo el país los que serán responsables de diseñar las viviendas sociales del futuro a través del Desafío NetZero 2030, concurso para estudiantes de pregrado de arquitectura y carreras afines a la construcción, que busca generar un proyecto de vivienda social, considerando el consumo neto de energía, emisiones netas de CO2, industrialización y la economía circular como sus pilares fundamentales.
En una jornada online, encabezada por Construye2025 y el Colegio de Arquitectos de Chile, fueron presentados los equipos inscritos y se dio a conocer el terreno donde deberán diseñar los proyectos. El sector elegido es Isla Cautín, emplazada en la comuna de Temuco y colindante con Padre Las Casas, en La Araucanía, por lo que los concursantes deberán tomar en cuenta las características y necesidades propias de la zona.
Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, indicó que estos equipos pasan a ser parte de los constructores del nuevo mundo, haciendo hincapié en el impacto positivo que tendrá esta experiencia en nuestro país, ayudando a las instituciones y la sociedad en general – a través de sus proyectos- a cómo alcanzar la carbono neutralidad para el 2050.
En tanto, Marcos Brito, gerente de Construye2025, junto con Natalie Mollenhauer, arquitecta y directora del concurso nacional, indicaron que los prototipos también deberán ir en línea con el Programa de Integración Social y Territorial del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (DS19), el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) del Ministerio del Medio Ambiente y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. De esta manera, “no sólo estaremos avanzando en estos objetivos, sino también en ser un aporte para paliar el déficit de viviendas, que supera las 650 mil unidades a nivel nacional”, destacó Brito.
Por su parte, Beatriz Buccicardi, presidenta del Colegio de Arquitectos, indicó que “este concurso es un gran desafío, porque nos ayuda a generar un ecosistema que apoye a los futuros profesionales para que puedan enfrentar los desafíos que nos impone el cambio climático. Es un desafío para la academia, tanto en la formación como en la investigación; para los proveedores de materiales, quienes deben avanzar hacia prácticas cada vez más sostenibles; y también al sector de la construcción, entregando profesionales cada vez más empoderados que puedan proponer diseños y concretar construcciones NetZero”.
Los protagonistas
Los equipos están conformados por dos o más estudiantes de arquitectura y otras carreras ligadas a la construcción de las universidades de Santiago, de Chile, Pontificia Universidad Católica, Tecnológica Metropolitana, UNIACC, del Desarrollo, de La Serena, Católica del Norte, de las Américas, del Bío-Bío, de Viña del Mar, San Sebastián, Mayor (sede Temuco), Autónoma (sede Temuco) y Austral, planteles que brindarán el acompañamiento necesario a los alumnos para desarrollar los proyectos que serán presentados al jurado.
Pablo Vera, estudiante de arquitectura y capitán de uno de los equipos de la Universidad Mayor, indicó que “como equipo estamos emocionados por participar en este concurso de vivienda Netzero. Creemos firmemente en la importancia de la innovación en la construcción de viviendas sociales, especialmente en la región de La Araucanía, donde existe una gran necesidad de soluciones habitacionales sostenibles y accesibles para la población”. En tanto, Paula Araya, capitana del equipo de la U. de la Serena, agregó que “nos motivaron a ser parte de la temática, tanto su problemática habitacional como su énfasis en las estrategias bioclimática, que es algo tan importante para el futuro del país y del mundo”.
Asimismo, Sarai Toledo, estudiante de arquitectura y capitana de uno de los grupos de la Universidad de Santiago, comentó sobre su motivación y la de sus compañeras para conformar un equipo y participar en este desafío. “Nos llamó bastante la atención el tema de la sustentabilidad, creemos que es una de las bases para un mejor vivir, que la implementación de ésta en la arquitectura es completamente relevante y prudente en el contexto actual y en cómo nos puede entregar soluciones”, enfatizó.
El concurso se desarrollará durante todo este año, conociéndose a los ganadores en noviembre, quienes realizarán una pasantía en la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, además de premios en dinero para el segundo y tercer lugar.
Viraliza Araucanía
Asimismo, en abril se abrieron las inscripciones para las “Cápsulas del concurso Desafío Net Zero 2030”, un programa de capacitación, con el aporte de Viraliza Araucanía, para incentivar competencias en sustentabilidad, net zero energía y emisiones, economía circular, industrialización, innovación y emprendimiento circular, para estudiantes del sector construcción de la región.
Este es un proyecto apoyado por Corfo Araucanía y está dirigido a estudiantes matriculados en alguna institución de educación superior de la región de la Araucanía.
Los estudiantes interesados pueden inscribirse aquí ➡️ https://desafionetzero2030.cl/araucania/
Con más de 50.000 solicitudes cursadas en la plataforma y 208 comunas en el sistema, DOM en Línea trabaja para mejorar estas cifras. La gestión del cambio y la capacitación de las personas están entre los principales desafíos.
A varios desafíos se ha enfrentado el proyecto DOM en Línea, según contó su coordinadora nacional Liliane Etcheberrigaray a los representantes del Consejo Directivo de Construye2025, en su reunión número 45. La arquitecta se refiere a la gestión del cambio digital en el Estado propiamente tal, y en las personas, porque no solo es “implantar una plataforma de gestión en una DOM, sino que también es usarla, es decirle a la gente que está disponible, que confíen en el Estado y también asegurar como Estado una continuidad en el servicio”.
A 2021, de acuerdo con la coordinadora nacional, había 195 municipios en DOM en Línea, en tanto que a la fecha, 208 comunas ya están con el sistema, pero con más de 80 trámites disponibles. De ellas, 148 se encuentran con el Módulo de Ingresos (96 habilitadas al público y 52 en lanzamiento), equivalente al 47,1%; otras 45 comunas están en Módulo de Emergencia, es decir, el 13%, y 15 en configuración. Del total de municipios a nivel nacional, el 17,9% hace uso de plataformas privadas, y el 22% se encuentra sin plataforma.
A partir de este 2023, “se está realizando la implementación de módulos que incorporarán información de bases catastrales e integraciones. Asimismo, se pondrá en marcha la interoperabilidad del sistema con organismos públicos y privados”, contó Etcheberrigaray.
Principales desafíos
Desde 2019, se registran 51.824 solicitudes cursadas en DOMEL, con un total de 35.304 certificados y 16.520 permisos.
A partir de reportes obtenidos desde la plataforma, para estudiar el levantamiento del nivel de digitalización y experiencia de los usuarios, “se observa que los niveles de uso del sistema no aumentan. Además, la cantidad de trámites digitalizados se concentran en aproximadamente un 20% de las municipalidades”, comentó la profesional.
Para analizar esta situación, se seleccionó una muestra representativa del país, considerando diversidad de tamaño, niveles de uso (de acuerdo a los reportes de la plataforma) y condición urbana/rural. Así, se consideraron 28 comunas levantadas, de un universo de 142 comunas habilitadas en DOM en Línea.
Del total de 28 comunas levantadas, Andacollo, Coyhaique, Iquique, Villa Alegre y Yerbas Buenas presentan 0% de digitalización tanto en certificados como en permisos. En tanto que en certificados, Graneros presenta 38,15% de digitalización, y Los Ángeles 36,64%. Por su parte, en permisos, las mismas comunas lideran los resultados: Graneros con 80,56% de digitalización y Los Ángeles con 75,44%.
La coordinadora del Minvu explicó que los factores determinantes de éxito apuntan a una “efectiva comunicación entre la DOM y el equipo Minvu, mayor difusión del proyecto a los solicitantes, apoyo de autoridades municipales, flujo de solicitudes moderado y funcionarios capacitados”.
Así, en base a conclusiones de aspectos técnicos, de gestión territorial y normativos, desde el Minvu se generó una estrategia a corto plazo.
El encuentro abordó el cambio en la directiva, el reporte de avances y presentaciones de DOM en Línea, Construye Zero, División de Infraestructura Sustentable del MOP y de la Mesa Ejecutiva de Productividad.
Con una alta asistencia se desarrolló el pasado 14 de abril el Consejo Directivo de Construye2025, en dependencias de Corfo. El encuentro, que estaba marcado por el cambio de presidencia, comenzó con el saludo de la actual presidenta del Consejo, Carolina Garafulich. La ingeniera comercial y gerente general de PlanOK Latam compartió unas palabras en las que subrayó el deseo de materializar los objetivos del plan estratégico y también su disposición a escuchar propuestas y fortalecer el trabajo conjunto.
Tras ella, tomó la palabra el gerente Construye2025, Marcos Brito, quien recalcó a los asistentes la importancia de la gobernanza del programa: “para hablar en torno a las iniciativas y los proyectos que tenemos de aquí al año 2025, queremos que los Centros Tecnológicos estén aquí, sean parte de este Consejo, porque, finalmente, ésta es la mejor instancia que tenemos cada cierto tiempo para actualizarnos y ver en qué está cada uno. Cada uno tiene sus objetivos y sus deberes, pero si nos organizamos en torno a nuestra Hoja de Ruta, el resultado será más importante”, afirmó.
Brito, también aprovechó la oportunidad para despedir con palabras de agradecimiento al Past President Pablo Ivelic, quien en marzo dejó la presidencia con varios logros. Cabe destacar el impulso que Ivelic dio a la sustentabilidad, mediante el fortalecimiento de la gobernanza de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, habiendo suscrito el MoU de colaboración con CChC y el IC. Asimismo, fue el impulsor del Concurso Desafío NetZero 2030 y desde su quehacer como CEO de Echeverría Izquierdo, un importante promotor en las iniciativas de innovación en el Centro Tecnológico CTeC. Entre otros logros, destaca su liderazgo y rol facilitador para el avance de las iniciativas del programa”.
Durante la sesión, se revisaron los avances de Construye2025 y lineamientos del Plan de Acción del presente año, de igual manera se destacó el importante aporte al financiamiento del programa por parte de las instituciones del Consejo Directivo: Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y Universidad del Bío-Bío (UBB). También se habló sobre las iniciativas de soluciones constructivas industrializadas, entre las que se comentó el Manual de Constructibilidad y el Catálogo Digital de Soluciones Constructivas, iniciativas apoyadas desde el Consejo de Construcción Industrializada CCI.
Asimismo, se comentó sobre la organización y desarrollo del Summit Internacional de Construcción Industrializada, a realizarse el 5 y 6 de septiembre del presente año. Igualmente, se comentó sobre el Start Point del concurso Desafío NetZero 2030 y la inscripción de 34 equipos de 16 universidades de todo el país. Al mismo tiempo, Brito se refirió a la ejecución de un fondo Viraliza de Corfo con el Instituto de la Construcción, y al proceso de levantamiento de auspicios privados. Finalmente, se compartió el trabajo desarrollado con la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), en un programa de visitas para poder acercar la construcción al desarrollo tecnológico.
Por su parte, Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad, se refirió a la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025. La profesional comentó que la Estrategia comenzó en pandemia y, por lo mismo, tuvo que ser revisada y actualizada, para dar impulso a las iniciativas. Tapia señaló que, para la implementación, se están realizando talleres con la gobernanza de la Estrategia, liderados por de la CDT, con el fin de analizar los proyectos a partir de una matriz de impacto y dificultad, para poder así orientar los esfuerzos de cada una de las instituciones integrantes. Agregó que el 25 de mayo se realizará un webinar sobre Gestión circular en la demolición, que invitó a participar.
Presentaciones
El Consejo Directivo Nº 45 también incluyó presentaciones sobre el CTeC y su recientemente adjudicado Programa Tecnológico para el Cambio Climático, llamado PTEC Construye Zero, los avances de DOM en Línea, la nueva División de Infraestructura Sustentable del Ministerio de Obras Públicas y la Mesa Ejecutiva de Productividad en Construcción de Corfo.
Carolina Briones directora ejecutiva del CTeC presentó el Parque Tecnológico CTeC y el proyecto Construye Zero, financiado por Corfo, que busca la descarbonización, eficiencia en el uso de los recursos y adicionalidad tecnológica.
En tanto, Mauricio Lavín, jefe de la División de Infraestructura Sustentable del Ministerio de Obras Públicas (MOP), expuso los avances de la cartera en esta materia: “He visto las transformaciones, veo las diferencias, veo un futuro mejor. Queremos motivar a nuestras autoridades también, tenemos que trabajar en conjunto, con la parte privada, con la academia y con todos los que están pensando esto. Tenemos que tomar todas estas iniciativas, estos buenos ejemplos y seguir avanzando”, señaló.
Asimismo, Lavín mostró la evolución de la División desde 1990 en la UTMA, en el 1998 con la se comienzan a crear las Unidades y Departamentos Ambientales de las Direcciones Nacionales de MOP hasta llegar a la Resolución DGOP N°024, que a comienzos del presente año establece la organización interna de la Dirección General de Obras Públicas, con lo cual se crea la División de Infraestructura Sustentable – DIS.
“Tenemos toda la fuerza, la posibilidad y la coyuntura para avanzar. Se nos ha dado el impulso que necesitamos con un Gobierno ecológico, por lo cual se creó esta división que tiene por objetivo máximo lograr que la infraestructura y edificación sea sustentable, para tener estándares distintos, coordinando con todas la institucionalidad existente en el sector público, privado y la academia. A nosotros nos cuesta movernos en ese ámbito, por eso necesitábamos un apoyo en esa base y el Construye2025 ha sido un catalizador para esos temas y lo hemos aprovechado”, aseguró.
Por su parte, Liliane Etchegaray, coordinadora nacional de DOM en Línea, expuso sobre los avances de la plataforma: “Ahora nuestro primer desafío, más que abarcar más comunas es lograr un buen servicio y para ello necesitamos buenas ideas, apoyo y mucho punch y que ustedes también quisieran colaborar, porque necesitamos subir la tasa de impacto y de uso de la plataforma”, señaló. La coordinadora explicó la dificultad de coordinar a un grupo grande de personas, como son los municipios, pero recalcó la capacidad del equipo frente al reto.
Finalmente, María Eugenia Fernández de la Mesa Ejecutiva de Productividad (MEP) realizó un reporte de priorización de brechas. “El año pasado éramos
Por Ricardo Carvajal G., jefe de la DITEC – MINVU
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en el marco del Plan de Emergencia Habitacional, está buscando mejorar la productividad de las obras, desde que se conciben hasta que se construyen, y parte de los elementos considerados para lograr este objetivo es el uso del BIM en los proyectos.
Nuestra agenda de industrialización, por defecto, exige el Modelado de la Información de la Construcción, o el Building Information Modeling, conocido más popularmente como BIM, porque es necesario tener todas las piezas y componentes digitalizadas y que calcen para entrar en la producción de la vivienda industrializada y su montaje.
El diseño del gemelo digital se debe realizar antes de la construcción, para identificar con anterioridad alguna inconsistencia en el diseño con alguna especialidad no solo ahorra tiempo, sino que también recursos. Muchas veces los proyectos se escapan del presupuesto cuando uno detecta problemas del diseño al momento de ejecutar la obra. Esto no debería ocurrir con el BIM, ya que tengo cada información antes, y al detectarla, la corregimos.
Al desarrollar las viviendas tipo industrializadas en el marco del convenio que firmamos como DITEC con las empresas, estamos trabajando con BIM, dado que tenemos que sacarle el mayor partido al material y llegar a costo para poder financiar la vivienda social que tenemos que construir y eso con otras tecnologías anteriores hubiera sido imposible.
En lo personal, creo que el uso del BIM es cómo pasar de diseñar con rapidograf en un tablero de dibujo a diseñar en AutoCAD. Este paso de AutoCAD a BIM es la iteración natural y es inevitable, por lo que ya estamos viendo actualizaciones en nuestra normativa, primero para poner su como optativo y en otros pilotos, como obligatorio para los proyectos de vivienda del Minvu, incluso avanzando en desarrollos que al apretar un botón nos permitan saber si un proyecto cumple o no con la normativa y el estándar.
Esto nos permitirá ahorrar mucho tiempo precioso que necesitamos para cumplir las metas del Plan de Emergencia Habitacional, pero también requerirá un tremendo esfuerzo para cambiar la inercia de cómo se venían haciendo las cosas.
En línea con las nuevas tendencias y las necesidades más urgentes del país, el programa estratégico de Corfo presentó la actualización del documento que incorpora a diversos actores que buscan acelerar la transformación de la construcción.
Para aumentar la productividad, articulando a diversos actores y considerando también a los usuarios de las edificaciones, Construye2025 se ha guiado por una serie de lineamientos que apuntan a transformar al sector construcción.
Desde su creación en 2016, año en que se fijaron los objetivos y focos de acción para un período de 10 años, el programa impulsado por Corfo cuenta con una hoja de ruta clara y certera. Hace pocos días se presentó un nuevo documento actualizado tras un trabajo colaborativo, que incorporó diversas visiones de diferentes actores de la industria sobre brechas y oportunidades que se presentan en la construcción.
“Hay una tremenda oportunidad en sostenibilidad ambiental. Nuestra industria es la que más materiales, más residuos y más emisiones de gases de efecto invernadero genera. Con eso en mente, en 2015, Corfo impulsó el programa estratégico Construye2025, que articula las diferentes hélices (de innovación) existentes. En este tiempo, se han producido avances y transformaciones, entre ellas, el nacimiento de dos centros tecnológicos: CTeC y Cypics”, afirmó el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic.
Además, el líder del programa destacó iniciativas como el Consejo de Construcción Industrializada, Planbim, DOM en Línea y la Estrategia de Economía Circular en Construcción. “Se elaboró una nueva hoja de ruta porque el mundo ha cambiado y Chile también. Este trabajo de revisión se hizo convocando a todos, con muchos talleres; fue bien participativo y dio fruto a una mirada colectiva para 2025. Estamos convencidos de que con esto vamos a transformar a nuestra industria desde la productividad y la sustentabilidad”, añadió Ivelic.
Más coordinación, más oportunidades
De esta manera, manteniendo el trabajo conjunto de todos los actores del rubro, Construye2025 irá acelerando la transformación que demanda un contexto de cambio climático. “Aunque la industria de la construcción no es muy atomizada, tiene desafíos que son difíciles de resolver. Era necesario tener una hoja de ruta clara en torno a la circularidad. Asimismo, mostrar que la sustentabilidad no solo es un costo por asumir, sino que una oportunidad. Es muy importante que la coordinación sea público-privada, porque hay ciertas capacidades que sin estas instancias de coordinación no se explotan”, añadió el gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo, Fernando Hentzschel.
En tanto, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, presentó los diversos ejes que cruzan la hoja de ruta, donde la innovación y el capital humano se configuran como ejes transversales de las diversas acciones. Además, recordó los objetivos y valores del programa, los aprendizajes y los próximos retos.
“Queremos ser un referente para la industria nacional y también a nivel latinoamericano, porque hemos hecho nexos y ha sido positivo ver que otros países nos quieran seguir el paso. Además, tenemos un propósito que nos llama a trabajar juntos, acelerando esta transformación para ser un país más productivo y sustentable”, afirmó Marcos Brito.
Durante, el proceso de actualización de la “Hoja de Ruta 2022-2025” se hicieron entrevistas a muchos de los profesionales involucrados en la gobernanza del programa, se elaboró una matriz que identificó más de 150 brechas; y se estructuró el trabajo futuro en cinco ejes: industrialización, sustentabilidad, transformación digital, capital humano e innovación.
Por Marcos Brito Alcayaga, gerente de Construye2025.
Recientemente, presentamos la Hoja de Ruta 2022-2025, que incorpora diagnósticos sectoriales actualizados y pone especial acento en continuar y fortalecer iniciativas originales de la estrategia.
La estrategia se organiza en cinco ejes estratégicos: industrialización, sustentabilidad, transformación digital, capital humano e innovación, en donde hemos agrupado 13 iniciativas y 25 acciones, que nos guiarán de cara a los esfuerzos que nos imponen los desafíos del cambio climático y la carbono neutralidad al sector construcción.
De esta manera, en el ámbito de la industrialización, buscaremos articular esfuerzos para el desarrollo de un manual de constructabilidad, que ayude a mejorar el diseño con foco en industrialización; junto con manuales de aplicación que promuevan el uso de componentes estandarizados de construcción. Asimismo, gestionar el levantamiento de soluciones constructivas, productos y servicios disponibles a nivel nacional, que puedan ser visualizados y así potenciar su adopción en la industria.
Por otra parte, creemos que es importante seguir difundiendo casos de proyectos y soluciones constructivas exitosas en Chile, para que se repliquen y multipliquen; y junto con ello, medir la mayor cantidad de obras, con la herramienta que desarrollamos junto al Consejo de Construcción Industrializada (CCI), para así poder descubrir dónde están las principales oportunidades de mejora para las obras de construcción tradicional e industrializadas.
La sostenibilidad es un eje vertical, en el que se enmarca la propia Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 del programa y su importante rol frente a la Estrategia Nacional de Economía Circular. Es en este eje donde se articulan iniciativas para propiciar modelos de negocio, productos y servicios de economía circular, apoyando otras iniciativas a través de distintas instancias de colaboración. Además, promover la economía circular en certificaciones e, incluso, en la rehabilitación de edificios existentes. En este contexto, destacar, además, la importancia de contar con plataformas de medición estandarizada de huella de carbono, que es el principal indicador de sostenibilidad.
En el eje de capital humano hay un compromiso con buscar herramientas para fomentar y fortalecer la capacitación y certificación de los trabajadores, trabajar en el desarrollo de nuevas capacidades en el mundo técnico para la construcción y renovar las mallas curriculares de los profesionales del sector, incorporando cada vez más la integración femenina. Finalmente, todo tiene que ver con las personas y cómo estás asumen los desafíos que el sector se plantea, por lo que será importante en este eje trabajar con un comité transversal de instituciones académicas y de formación.
Sin duda, el apoyo de Corfo durante estos seis años y del Instituto de la Construcción, durante los últimos dos, ha sido crucial para poder observar cómo poco a poco los temas que impulsamos al inicio hoy ya están cada vez más incorporados en los sectores público y privado, así como en la academia y sus mallas curriculares. El cambio de paradigma ya ha comenzado a ocurrir.
Pero no podemos avanzar solos, como siempre, uno de nuestros principales desafíos es reunir y congregar a representantes del sector que puedan generar los cambios necesarios, aunar esfuerzos y voluntades y trabajar unidos en forma estratégica. Tal vez una de las principales variables de éxito en esta etapa es medir. Midiendo y conociendo indicadores en ámbitos de productividad, sustentabilidad y transformación digital, podemos detectar con mayor precisión las áreas de mejora y, con ello, apuntar las iniciativas a objetivos que logren mejorar estos indicadores.
Por lo mismo, y más que antes, el principal esfuerzo estará centrado en contar con todas aquellas instituciones y personas que puedan aportar en el logro de estas mejoras, que estén dispuestas a trabajar en conjunto para movilizar esfuerzos sectoriales, con convicción y determinación, ya que -a la luz de las nuevas leyes de Eficiencia Energética y Cambio Climático– se nos agota rápido el tiempo para lograr todas las mejoras que nos estamos proponiendo como país. Asimismo, la urgente necesidad de eliminar campamentos y combatir el déficit habitacional, para lo cual urge una mayor productividad en nuestra capacidad productiva y despliegue de proyectos. El desafío es de todos.
Para incentivar el uso eficiente de los recursos en la industria, el programa organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados”. Allí se expusieron los trabajos de investigación del uso de áridos reciclados desde la UFRO, y los centros de valorización de RCD pioneros en Chile, Río Claro y Revaloriza, en el contexto de los avances del sector en economía circular.
Junto al Instituto del Cemento y el Hormigón (ICH), y las empresas Río Claro y Revaloriza, Construye2025 organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados. Uso eficiente de los recursos de la construcción”. La coordinadora de Sustentabilidad del programa, Alejandra Tapia, abrió el encuentro online con los avances de la implementación de la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035”, elaborada por el Comité Consultivo Público, integrado por representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Medio Ambiente, Corfo y Construye2025.
En su exposición, la arquitecta comentó que varios países están incorporando criterios de economía circular en las licitaciones públicas, existiendo un tremendo desafío en el trabajo colaborativo con el sector público. “Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo podemos avanzar y acelerar esta transformación en la que la colaboración y la integración de alianzas, tanto en el sector público como en el privado y la academia, son primordiales”, comentó Alejandra Tapia.
Efectivamente, el trabajo colaborativo dio como fruto el primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) en la Región de Valparaíso, liderado por la Cámara Chilena de la Construcción, donde se están generando grandes avances en torno a la economía circular. En este contexto, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 presentó casos del sector público en la materia y las posibilidades que existen desde el Estado de hacer un uso más eficiente de los recursos, a través de un proyecto de innovación que hizo la Dirección de Vialidad del MOP en la región de Valparaíso, el cual consideró el reciclaje de residuos de pavimentos asfálticos antiguos. “Esto tiene un enorme impacto económico, que representa ahorro para el Estado y también beneficia a las comunidades”, precisó.
Además, la especialista en sustentabilidad mostró el caso del Aeródromo de Tobalaba, que disminuye en 70% la cantidad de áridos vírgenes, lo que se tradujo también en la reducción de transporte. “Hay ahorros en plazos y en costos, por tanto, hay experiencias positivas. Por eso, recalco la importancia de trabajar en conjunto para avanzar y acelerar esta transformación, donde dos empresas han hecho un tremendo esfuerzo, no sólo desde el punto de vista de la inversión económica, sino que también -con todas las trabas que ha significado no contar con un marco regulatorio claro– han logrado generar dos centros de reciclaje: Revaloriza y Río Claro”, explicó. “Como Construye2025, valoramos el esfuerzo de desarrollar empresas que tengan impactos positivos en el medio ambiente”, agregó.
Un hito en la normativa
Desde la academia, la directora del Departamento de Ingeniería de Obras Civiles de la Universidad de La Frontera (UFRO), Dra. Viviana Letelier, compartió su experiencia en la utilización de áridos reciclados y la valorización de residuos de la construcción. Desde el punto de vista técnico explicó “los áridos reciclados provienen de la trituración de un hormigón endurecido, por tanto la calidad de los áridos dependerá mucho de las propiedades originales del hormigón”, señaló la académica.
Prácticamente el 75% de los residuos de la construcción son de hormigón. La cifra lleva asociado un gran potencial para la economía circular que requiere de la actualización de las normativas chilenas, para poder incorporar las tecnologías que permiten darle una nueva vida a estos materiales.
“He participado representando a la academia en la mesa técnica de la norma NCh163 ‘Áridos para morteros y hormigones-Requisitos´, que se encuentra actualmente en revisión de todas las observaciones que llegaron de una consulta pública”, contó Viviana Letelier.
Los avances en reciclaje
Según la investigadora de la Universidad de La Frontera, dentro de los próximos meses, ya debería estar permitido, por primera vez, en la normativa, la utilización de áridos reciclados de hormigón y el uso de áridos artificiales como reemplazo de áridos naturales, lo cual constituye un hito histórico.
A continuación, Carla Salinas, asesora de proyectos de Río Claro, explicó cómo se construyó la planta de áridos reciclados en Tiltil, que tiene las capacidades para reciclar hormigón y otros tipos de residuos como la valorización de escorias negras.
“El primer producto que desarrollamos fue un fertilizante de silicato de calcio que permite la corrección de suelos ácidos”, detalló. Además, la profesional mostró un filtro para remediación de sedimentos impactados por la acuicultura. Actualmente, la planta de Río Claro tiene una capacidad mensual para procesar 4 mil toneladas de áridos artificiales, y 7 mil toneladas de áridos reciclados del hormigón.
Finalmente, Nassim Esus, director de Revaloriza, contó su experiencia en reciclaje de residuos de la construcción y demolición y mostró a los asistentes cómo funciona su planta de valorización de residuos, ubicada en la Región de Valparaíso. “Revaloriza es el primer centro de tratamiento de valorización de residuos de la construcción de Latinoamérica. Cinco empresas del rubro de la construcción comenzaron a investigar, en 2008, cómo gestionar nuestros residuos, porque nos dimos cuenta de que los residuos que estábamos generando eran bastante nefastos para el medio ambiente”, afirmó. Revaloriza, cuenta con maquinaria que incluye tecnología para mitigar el polvo y de alto desempeño, capaz de procesar 80 toneladas por hora.
En cuanto a las características técnicas de los áridos reciclados, los primeros ensayos arrojaron un CBR de 84%, considerando que en pavimentos se pide un CBR de 80%. “Lo único que le pedimos a las autoridades es que nos permitan existir y la manera de hacerlo es generar las normativas para que las empresas puedan revalorizar sus materiales”, concluyó el ejecutivo.
Las jornadas concluyeron con una visita realizada a ambas plantas, en la que participaron representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo y Obras Públicas junto a representantes de municipalidades.
El coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de nuestro programa, Ignacio Peña, fue parte de la misión empresarial que organizó el gremio de la construcción, para conocer casos de éxito y nuevas tecnologías.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) convocó a un grupo de socios y colaboradores a una misión internacional en Silicon Valley, Estados Unidos, donde pudieron conocer empresas, startups, universidades y centros de investigación que buscan afrontar de mejor manera los desafíos de la industria.
La experiencia no sólo permitió a los participantes aprender nuevas metodologías, procesos y tecnologías, sino que también conectar, compartir y colaborar con otros actores que enfrentan desafíos similares a los que se presentan en Chile.
“Estuvimos una semana visitando distintas empresas ligadas a la construcción. Partimos visitando al profesor Martin Fischer y tuvimos un workshop sobre digitalización y su impacto en los modelos de negocio”, comenta Julio Pertuzé, ex subsecretario de Economía y director del magíster en Innovación de la Universidad Católica, quien relató a los viajeros la historia de innovación que destaca a la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, antes de iniciar el programa en Silicon Valley.
La misión empresarial fue recibida por investigadores del Center for Integrated Facility Engineering (CIFE) de la Universidad de Stanford, programa que conecta a empresas con investigadores. “Ellos se centran en la integración, abriendo oportunidades para organizar la industria. Tuvimos una clase con Martin Fischer, quien nos habló sobre integración temprana, robótica y los últimos proyectos desarrollados con datos. Luego, participamos en un taller donde generamos proyectos hipotéticos en base a la metodología”, cuenta Ignacio Peña.
El programa de la misión de la CChC incluyó también una visita a DPR Construction, una de las siete empresas de construcción más grandes de Estados Unidos, cuyo propósito es “We exist to build great things”, lo que significa construir increíbles proyectos, pero también personas y equipos.
“Nos juntamos también con la doctora Paz Arroyo y otros investigadores de Sandford que aplican robótica a la construcción. Vimos algunos que permitían hacer mampostería y paredes de vulcanita”, añadió Julio Pertuzé. Además, Ignacio Peña pudo conocer la oficina de Howard Ashcraft, que destaca por sus contratos inteligentes para la construcción (Integrated Proyect Delivey, IPD).
Además, la misión tecnológica conoció las oficinas de SOM, que integra ingeniería y arquitectura y que ha construido los edificios más altos del mundo. “En ella trabajan los chilenos Fernando Herrera y Ricardo Henoch”, dice Peña.
El viaje ayudó a los participantes a visualizar lo cerca que podrían estar las soluciones, con un cambio de mindset. “Pudimos aproximarnos a todo lo que tiene que ver con la cultura de innovación, la colaboración y la integración temprana de los proyectos y con todo lo que se hace con el propósito de lograr una mejor construcción para el mundo, en términos del impacto en la calidad y la sostenibilidad”, señala Conrad Von Igel, gerente de Innovación de la CChC.
Según Julio Pertuzé, Silicon Valley no solo reluce por el uso de la tecnología, sino también por una cultura que favorece el emprendimiento. “Las universidades tienen un rol importante, generan puentes de comunicación muy fluidos. Fortalecer las relaciones entre las universidades y las empresas es tan importante como atraer talento y diversidad”, afirma.
Gracias al aprendizaje y la experiencia, tanto Ignacio Peña, como los otros participantes de esta misión podrán hacer una bajada concreta del conocimiento para mejorar la productividad y la sustentabilidad de la industria, un objetivo que comparten, la CChC, Construye2025, Corfo y otros actores del ecosistema.
La construcción industrializada se robó la pantalla en la Semana de la Construcción, donde el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, presentó el plan que incluye un llamado a las constructoras a innovar para acortar los plazos.
Actualmente, 641 mil familias en Chile demandan una vivienda digna y de calidad. Por eso, organismos públicos, privados y profesionales del mundo de la construcción abordaron el problema en la Semana de la Construcción, impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción.
Durante el encuentro, el panel “Cómo solucionar el déficit de viviendas”, convocó al ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes; el vicepresidente de Corfo, José Miguel Benavente; y el vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Claudio Nitsche, quienes abordaron las principales aristas de la problemática.
“Detrás de las cifras hay personas: 18.000 en situación de calle, 81.000 familias y casi 1.000 campamentos, lo que representa un crecimiento de un 74% con respecto a 2019. Así, también hay 270.000 familias allegadas, 236.000 familias hacinadas y otras 36.000 con viviendas en condiciones irrecuperables. Si a esta suma agregamos que los 270.000 allegados seguramente generan una nueva familia hacinada en la vivienda que los acoge, con toda probabilidad estaríamos hablando de más de 2.300.000 personas viviendo en condiciones precarias, deficitarias e inaceptables”, dijo Claudio Nitsche, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
En este contexto, el Estado, los gremios, las organizaciones civiles y los constructores se están cuadrando para hacerse cargo de la falta de vivienda. “Es clave para mejorar sustancialmente la calidad de vida de más del 10% de nuestra gente”, añadió la autoridad de la CChC.
Enseguida, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, apuntó a la desigualdad, que varía de región en región y está marcada por una fuerte centralización. Frente a ello, el secretario de Estado se comprometió a reducir el déficit de viviendas mediante un Plan de Emergencia Habitacional, con nuevos modelos articulados con privados y una serie de instrumentos de gestión urbana, arriendo social, uso de suelo público, creaciones de pequeños condominios y construcción industrializada de viviendas. “Todo esto buscando reducir costos y tiempo de producción”, recalcó.
Y es que, según Carlos Montes, el rol del Estado es aunar esfuerzos y recursos. “Este plan requiere también del compromiso de las empresas constructoras tanto para construir en forma tradicional como también para innovar en la producción de la vivienda industrializada y bueno, por cierto, se requiere profundizar en la profesionalización de la mano de obra para asegurar calidad”, comentó.
Además, hoy como nunca se requiere reorganizar el acceso a los insumos. “No basta decir que subieron, sino que hay que preguntarse por qué subieron, qué parte tiene relación con el petróleo, con la situación mundial y qué parte tiene que ver con un modelo de acceso a los insumos. Para eso hay una comisión en la Corfo que busca trabajar justamente este tema”, añadió el ministro Montes.
Caso australiano
Uno de los principales especialistas en industrialización de la construcción en Australia, Damian Crough, Executive Chairman de Prefaubaus, expuso sobre la escasez de mano de obra, falta de calificación y un alza de más de 40% en el costo de la madera y acero. “Esta presión en particular y una cultura de cero emisiones de carbono y la economía circular nos ha llevado a ver los beneficios de la construcción industrializada para sacar un mejor provecho al uso de los materiales y reducir las emisiones”, señaló.
El gobierno de Australia ha apoyado métodos modernos y está invirtiendo en distintas áreas, trabajando junto a los privados para desarrollar estrategias y tecnologías que permitan mejorar en la construcción. “Hoy existen robots que construyen en 3D, por lo que se necesita crear conciencia y entender cómo estas tecnologías se desarrollan y se aplican”, explicó.
Enfoque colaborativo
Encontrar las rutas para reducir el déficit de 641.000 viviendas en Chile, es una tarea compleja y que requiere diálogo. “Quienes tienen menos acceso a la ciudad son quienes la construyen. Desde allí, es necesario repensar quiénes son nuestros clientes, quiénes son las personas y cuáles son sus necesidades. La política habitacional está cambiando y necesitamos respuestas rápidas. Si las personas no participan activamente, el camino se ve truncado. Debemos trabajar en conjunto donde las personas sean el centro de la solución”, afirmó Mariana Fulgueiras, integrante del Laboratorio de Innovación Pública de la Universidad Católica.
En tanto, para José Miguel Benavente, vicepresidente de Corfo, existen dos dimensiones clave: construcción y demanda. “Construye2025 reúne al mundo privado y público, con una oferta de valor, para responder a las demandas con una alta participación del sector privado. Tenemos urgencias, elementos regulatorios y una desarticulación entre el sector público y privado donde hay reglamentaciones que se cruzan con otros ministerios que pueda afectar a la construcción. De esta forma, el mandato a todos los ministerios ha sido la creación de mesas ejecutivas para ir avanzando semana a semana”, explicó.
Mientras que el director ejecutivo de Déficit Cero, Sebastián Bowen, puso énfasis en el “nudo” del déficit de información social. “Necesitamos saber cuál es la demanda real y cómo se distribuyen estas familias para generar una estrategia mucho más dirigida”, acotó. Por eso, llamó a construir ciudades con “sentido orgánico”, aprovechando la infraestructura que pueda dar respuestas como es el caso del plan ferroviario para la Región Metropolitana y la Región de Valparaíso, que -en conjunto- responden al 60% del déficit habitacional en Chile.
Finalmente, el arquitecto de Bordeurbano, Raúl Araya, explicó cómo su empresa logró desarrollar una solución de vivienda de micro-radicación en un emblemático cerro en Valparaíso. “Cuando la persona es sujeta del proceso constructivo, todo el entorno resulta beneficiado”, indicó. Soluciones habitacionales como la del Cerro Toro, con ocho unidades de vivienda, logran que tantos usuarios como vecinos puedan comprender y ser parte del proyecto. Esto, según el profesional, genera una mayor satisfacción al hacer partícipe a toda la comunidad en el proceso constructivo.
El programa impulsado por Corfo trabaja colaborativamente junto al gremio para avanzar hacia la carbono neutralidad, apoyando aquellas propuestas que incorporen metas para la reducción del consumo de energía, las emisiones de CO2 y hacer un uso eficiente de los recursos a través de la economía circular y la industrialización.
El martes 10 de mayo se concretó la firma, por parte de Pablo Ivelic, presidente de Construye2025 y Jadille Baza, presidenta del Colegio de Arquitectos de Chile, del Memorándum de Entendimiento para realizar el Concurso “Desafío Net Zero 2030”. Hasta la sede del Colegio de Arquitectos de Chile, llegó el equipo de Construye2025, encabezado por su presidente, para conversar sobre los objetivos del acuerdo y estampar la rúbrica que dio inicio al trabajo colaborativo entre las partes.
La iniciativa allanará el camino para lograr la carbono neutralidad del país hacia 2050, mejorando las capacidades profesionales de la construcción en temas relacionados con brechas productivas, sociales y medioambientales. Para ello, el gremio y el programa respaldarán mediante un concurso proyectos de vivienda social que incorporen metas de reducción significativa para consumo de energía y emisiones de CO2, así como el uso eficiente de los recursos, la disminución de residuos y retrasos en obras de edificación.
“Los indicadores son alarmantes. Consumimos un tercio de las materias primas; generamos un tercio de los residuos; y un tercio de los gases invernadero, a nivel país y a nivel mundial”, explicó el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic, durante el encuentro.
En tanto, la presidenta nacional del Colegio de Arquitectos, Jadille Baza, destacó la importancia de generar un ecosistema que ayude a los futuros profesionales de la arquitectura, para que puedan enfrentar los desafíos que impone el cambio climático; a la academia, en formación e investigación; a los proveedores de materiales, en prácticas cada vez más sostenibles; y al sector construcción, entregando profesionales cada vez más empoderados, para que puedan proponer diseños y concretar construcciones Net Zero.
Ecosistema de alto impacto
“Sabemos que los cambios no suceden solos, se necesitan iniciativas trascendentes como esta. Estoy segura de que junto a nuestro directorio nacional y Construye2025 estamos en el camino correcto y pondremos a disposición todo lo posible y necesario, para que este concurso se transforme en un gran referente para generar los cambios urgentes y necesarios”, afirmó la presidenta del gremio.
En este sentido, Pablo Ivelic, recordó que el problema debe abordarse de raíz para lograr cambios transformacionales. “Debemos incidir en la formación de los profesionales que van a estar sentados con nosotros. Por eso, pensamos en un desafío universitario, para incorporar y fomentar en la formación de los futuros profesionales y en las bases del diseño, el trabajo Net Zero y contribuir al déficit habitacional del país. En ese camino, tuvimos la fortuna de encontrarnos con el Colegio de Arquitectos de Chile”, comentó.
Luego de la primera versión del concurso “Desafío Net Zero 2030”, que será lanzado en los próximos meses, ambas instituciones aspiran a levantar una plataforma que amplifique el impacto y acelere los cambios que la industria de la construcción requiere para hacer de Chile un país más productivo y sostenible.
El Programa Tecnológico de Transformación Productiva ante el Cambio Climático ofrecerá un cofinanciamiento de hasta dos mil millones de pesos para quienes aborden brechas relacionadas con la competitividad.
Este miércoles 1º de junio, a las 15:00 horas, se realizará un webinar orientado especialmente al sector construcción, que permitirá a los aspirantes al subsidio no reembolsable resolver sus dudas antes de postular. “Una de las problemáticas que enfrentamos es que, lamentablemente, nuestros intentos de mitigación del cambio climático no han sido suficientes”, explicó Fernando Hentzschel, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo.
Aunque Chile no es uno de los principales emisores de CO2, su economía basada en la exportación de recursos naturales sufre los embates del cambio climático. Por eso, Corfo lanzó la convocatoria que abordará brechas de competitividad asociadas a desafíos de la crisis climática, identificadas en los sectores productivos priorizados Silvoagropecuario y Alimentos; Construcción; Turismo, mediante el desarrollo y adaptación de tecnologías.
“Queremos conformar una dinámica colaborativa, es decir, generar asociaciones entre varias empresas para resolver problemas con tecnología. Por eso, necesitamos quienes provean o generen tecnología. Para eso, se trabaja con un portafolio de proyectos que de manera coherente puede resolver un problema mayor sobre un sector productivo”, detalló el ejecutivo de Corfo.
Podrán postular como beneficiarios o “gestor tecnológico” personas jurídicas; públicas o privada; con o sin fines de lucro, constituidas en Chile. Como beneficio, se ofrece un monto de hasta dos mil millones de pesos chilenos que cubrirán hasta un 60% del costo total del programa, y los beneficiarios aportan el 40% entre aporte pecuniarios y no pecuniarios.
Brechas
Las propuestas que se postulen al presente instrumento se deben focalizar en el desarrollo y/o adaptación tecnológica de soluciones que permitan resolver al menos una de las siguientes brechas y/o desafíos:
a) Descarbonización, entendido como la eliminación del uso de combustibles fósiles, de matrices productivas que impactan en la competitividad del sector y su crecimiento sostenible en el largo plazo.
b) Baja eficiencia en el uso de recursos (necesarios para el desarrollo productivo) que se están viendo afectados por la crisis climática, y por tanto colocan en riesgo la sostenibilidad del sector y sus cadenas de valor.
c) Falta de adicionalidad tecnológica a los procesos productivos y del mercado, que permitan su adaptación a condiciones que ha impuesto el cambio climático, agregando valor y aumentando la competitividad del sector priorizado.
Desafíos diagnóstico construcción
Los desafíos sugeridos para el sector construcción son:
Las postulaciones estarán abiertas hasta el 10 de agosto de 2022, a las 15:00 horas. Las consultas se pueden hacer hasta 10 días hábiles antes del término del plazo de cierre del llamado, al correo: programastecnologicos@corfo.cl, indicando en el asunto “Programa Tecnológico de Transformación Productiva ante el Cambio Climático”.
Webinar Sector Construcción: Miércoles 1º de junio de 2022, a las 15:00 horas. Ingresa a este LINK para participar.
Conoce AQUÍ las bases.
Minimizar la generación de residuos, promover la reutilización de materiales en la obra e incentivar la recuperación para reciclaje son los principales objetivos de la empresa que opera en La Araucanía.
Con soluciones innovadoras para los residuos que se generan en las distintas etapas de la obra, TOL Pucón espera ir más allá de asegurar la trazabilidad. Su meta es implementar acciones que contribuyan al ahorro de materiales y minimicen las pérdidas, para evitar que se transformen en escombros y terminen en botaderos clandestinos, sitios eriazos, quebradas u orillas de lagos y ríos.
En este contexto, la empresa hizo suya la misión de medir volúmenes de materiales valorizables y, gracias a su metodología, ha logrado reducir hasta en 40% los residuos que terminan en escombreras. “En el Hospital de Villarrica nos creyeron. Allí subimos los indicadores de la gestión y volúmenes de los distintos plásticos, madera, materiales que segregamos para reciclaje y para reutilización”, relata la directora de Gestión de Residuos de TOL Pucón, Francisca Díaz.
Efectivamente, en el establecimiento hospitalario construido por Sacyr Chile, se logró la segregación de hasta un 46% de los residuos con un ahorro mensual estimado de seis millones de pesos. Algo similar sucedió con la obra Parque Pinares de Constructora Ambienta, donde la empresa logró segregar 30% de los residuos con un ahorro mensual estimado de un millón y medio.
Nuevo material
En la Araucanía, TOL Pucón comenzó también a buscar soluciones para la transformación de los materiales. Así nació POCK, que hoy convierte residuos plásticos en “madera plástica”. “Este material, que es 100% plástico reciclado, es un material de construcción que se puede usar para infraestructura y construcción de mobiliario”, detalla Francisca Díaz.
Según la ingeniera en Recursos Naturales, la sustentabilidad aporta a la rentabilidad del negocio y, en este ámbito, mejora los procesos y genera ahorros considerables. “Ahora, con la pandemia, los materiales están mucho más caros. Por eso, hay que visibilizar todo lo que se bota. Al comprar material gastas también en transporte y luego en botar el sobrante. Pero, si reduces tus pérdidas, reduces todos los costos”, señala.
Para lograr lo anterior, TOL Pucón se incorpora en el diseño del plan de gestión reconociendo las partidas más incidentes y los porcentajes de pérdidas asignados.“Puedes modificar los medidas de materiales que te permitan minimizar la pérdida según el diseño, por ejemplo poner una palmeta de 60 en vez de una de 40”. Eso tiene un costo que se puede calcular. En el tema de los residuos, nosotros generamos la estadística y se puede segregar o disminuir un 30% de los residuos en obra como mínimo”, comenta Francisca Díaz.
La nueva propuesta de TOL Pucón es la valorización de los residuos plásticos y comercializar proyectos de economía circular, en los que incluye el retiro de los residuos y su transformación, es decir, el plástico que antaño se desechaba hoy pasa a convertirse en bancas y separadores viales, por ejemplo. “La idea es que la misma empresa visibilice la gestión que hizo en la construcción con este mobiliario o infraestructura, logrando un círculo perfecto. Estamos trabajando también con otras industrias y organizaciones como municipios, donde también se generan residuos plásticos”, dice la ingeniera.
Los perfiles POCK de diversos tamaños ofrecen cien años de garantía, al convertirse en plástico compactado. “En el sur se pudre todo y tiene una vejez muy rápida. Pero este material no se pudre, no se astilla, tiene buena apariencia, no necesita mantención, no necesita pintura ni barniz y la durabilidad es enorme. Por eso, es ideal para climas húmedos en el sur de Chile y para climas salinos en la costa”, explica Francisca Díaz.
Por Jorge Canals De la Puente, socio de Moraga & Cía.
La situación actual de los RCD en Chile es crítica. Estimaciones respecto a su generación con origen en edificación, a partir de datos oficiales de permisos de construcción y de modelos de generación de residuos, arrojan una cifra cercana a los 7 millones de toneladas al año, sin considerar los RCD generados por la construcción de edificios públicos, infraestructura, demoliciones ni tampoco los escombros originados tras desastres naturales (tan solo como afectación de viviendas se calcula que el terremoto de 2010 pudo haber generado más de 20 millones de toneladas de RCD).
Del total de residuos generados, no más de un 6% es valorizado. La falta de valorización y, en consecuencia, de uso de material reciclado en la construcción, presiona, entre otras cosas, sobre la extracción ilegal de áridos naturales en el desierto y en riberas de ríos, aumentando el riesgo de desastres de origen antrópico y la vulnerabilidad de la población.
Además, una cantidad no conocida de estos residuos se maneja en un ámbito de informalidad, siendo depositados en lugares sin autorización, y generando impactos ambientales, económicos y sociales. Luego, no solo falta infraestructura para su debido tratamiento, sino que nueve regiones de Chile, ni siquiera cuentan con lugares autorizados de disposición.
Reglas claras. Gran parte de esta situación se explica por la ausencia de un marco normativo claro para los RCD, que genere las condiciones para su valorización (dado su alto potencial), para la generación de una industria que la fomente, y para la creación de los mercados secundarios que demanden el uso de material reciclado.
La experiencia comparada indica que estas reglas se construyen sobre ciertas constantes: Principio de jerarquía en el manejo de los residuos; determinación de objetivos vinculantes de preparación para la reutilización, reciclado y otra forma de valorización de los RCD; exigencia de planes de gestión y de auditorías previas a la demolición, de separación in situ y de demolición selectiva; sistemas de fianza; medidas restrictivas para la descarga de RCD en vertederos; impuestos al uso de materiales vírgenes; control y sanción del vertido ilegal y garantías de calidad y seguridad para el uso del material reciclado.
Si bien hemos tenido avances significativos recientes en el país, como la oficialización de la NCh 3562, que define los RCD, y determina los contenidos de los planes de gestión de éstos, y como la pronta publicación de un Reglamento Sanitario en la materia, sigue pendiente la creación e implementación de un marco regulatorio coherente e integrado, que reglamente las etapas de generación, acopio, transporte, pretratamiento y tratamiento (con énfasis en la valorización) de los RCD, y fomente los mercados secundarios.
Por de pronto, y a la espera de una Ley General de Residuos, es perfectamente posible avanzar en un Plan Nacional, que fije objetivos relativos a la valorización y al aumento de uso de material reciclado de los RCD, e incentive el desarrollo de infraestructura, generando instancias de coordinación entre las distintas agencias públicas con competencia en la materia, y ordenando la aplicación de la serie de normas dispersas que hoy se aplican a estos residuos.
Según el ingeniero civil, abordar la productividad requiere considerar la arista social. Para contribuir a los cambios, durante su gestión pondrá énfasis en el trabajo colaborativo para multiplicar el triple impacto.
El Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable (CIPYCS) -que respalda el programa Construye2025- es la primera entidad tecnológica nacida para la innovación y el prototipado a gran escala de Sudamérica. Desde este año es administrado por el ingeniero civil Miguel Mora, quien se especializó en arquitectura, ingeniería y administración de la construcción en la Universidad de Carnegie Mellon.
Con varios años de experiencia en reconstrucción, tras su paso por Techo y el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu); más su experiencia en grandes empresas y en la academia; hoy el gerente del CIPYCS, que también es parte de la Fundación Urbanismo Social, espera ayudar a construir un ecosistema 100% colaborativo.
“La industrialización nos va a ayudar a disminuir el déficit de vivienda, pero tenemos que incorporar soluciones que no solo sean buenas constructivamente, sino que también generen impacto para las familias. La industrialización debe ir más allá del método”, afirma Miguel Mora.
Y es que, según dice, los temas asociados a la productividad se han tocado de manera muy tradicional, mientras que los de construcción sustentable se están recién abordando. “Queremos incorporar la arista social pensando en que la construcción debe ser económica, medioambiental y socialmente sustentable. Además, el paradigma actual ha estado muy fijado en los elementos productivos más que en mirar la foto completa. Como CIPYCS tenemos que construir un camino hacia la productividad, acompañando a las empresas”, explica el ejecutivo.
En este contexto, pronto se inaugurará el Laboratorio de Infraestructura Modular Adaptativa (IMA), que permitirá que cualquier fachada se pueda cambiar completamente, es decir, permitirá hacer pruebas a escala real a quienes trabajen en este proceso. “Es el único lugar en Latinoamérica que permite probar fachadas en tamaño real. Queremos levantar proyectos con la industria para generar mejores soluciones para la industria. Tenemos una misión articuladora, donde ponemos la infraestructura a disposición para generar soluciones”, enfatiza Miguel Mora.
En este ámbito, el ingeniero civil cree que es fundamental preparar a las empresas para que puedan desarrollar productos industrializables, considerando que las capacidades son diferentes. “Hay que cambiar la forma de pensar para partir trabajando más integradamente desde el principio. Ese es un gran desafío. Además, debemos abordar los problemas en políticas públicas, la aplicación de nuevos métodos constructivos y observar cómo articulamos”, concluye.
Con metodología BIM, la empresa logró una integración temprana de todos los actores que trabajaron en un proyecto residencial de cuatro pisos en La Florida, donde el moldaje monolítico permitió hormigonar muros y losas simultáneamente.
Para generar un proyecto con altos estándares de calidad, en un menor tiempo y con un mejor aprovechamiento de recursos, la constructora Cantauco desarrolló un edificio de cuatro pisos y 59 departamentos utilizando una serie de elementos para la racionalización de la obra, mediante construcción industrializada.
Ubicado en Walker Martínez con calle Ongolmo, en La Florida, la empresa dejó atrás una serie de reprocesos que muchas veces surgen en la construcción tradicional, para dar paso a un sistema que le permitió al equipo a cargo cumplir con los objetivos de plazo, calidad y costo. De esta manera, tal como explicó Eduardo Órdenes, gerente general de la Constructora Cantauco, se logró un trabajo integrado, seguro y donde primaron la planificación y la coordinación temprana de diversos actores.
“En la obra anterior se trató de implementar productos innovadores como el autonivelante, pero nos dimos cuenta de que la decisión la tomamos tarde, cuando el proyecto ya estaba en ejecución. Los desniveles heredados de la obra gruesa tradicional nos obligaron a nivelar por recinto, para evitar cargas de 5 cm, sin embargo, las cargas fueron de al menos 2 cm, ocupando una gran cantidad de sacos de autonivelante, que en la comparación saco a saco es más costoso. Hoy el autonivelante lo aplicamos antes que la tabiquería, con cargas milimétricas y a un costo menor”, explicó el constructor civil Felipe Ramírez.
Por lo anterior, utilizando el modelo BIM, el proyecto de La Florida se planificó con integración temprana, habiendo considerado soluciones de mayor eficiencia, que requieren a su vez una mejor coordinación y planificación para así obtener todo su potencial; entre éstas, el uso de moldajes monolíticos manuportables, hormigón autocompactante, elementos premoldeados de recubrimiento en poliestireno y muebles prefabricados, entre otros.
Con esto, la constructora buscó invertir en soluciones que pudiesen asegurar un rápido desarrollo y con una calidad que evitase reprocesos. “Se hizo la primera gran inversión en el moldaje de aluminio (monolítico), lo que permite transportar con facilidad y hormigonar muro y losa al mismo tiempo”, detalló el especialista de Constructora Cantauco.
Así, gracias a la rápida colocación de este sistema, de alta resistencia, fue posible hacer un descimbrado temprano, con la ayuda además de sensores de curado de hormigón lo cual acortó plazos y redujo el costo de capital humano. Además, gracias al uso de hormigón autocompactante, este sistema no requirió de vibrado, ni uso de rotomartillos para corregir imperfecciones, con lo que la contaminación acústica resultó casi nula. “De todas formas, trabajar con moldaje de aluminio no es lo mismo que hacerlo de la manera tradicional, ya que se requiere una mano de obra preparada y dispuesta para trabajar de manera distinta”, comentó Eduardo Órdenes.
En gran parte de la obra trabajaron contratistas especializados, quienes recibieron capacitación y seguimiento en todo momento. “En las terminaciones, la experiencia fue totalmente distinta, aún cuando usamos el mismo proveedor que en nuestro anterior proyecto. La nivelación de piso anduvo muy bien, estaban tan bien moldeadas las losas que solo se requirió usar capas de 3 milímetros para nivelar, las que requerían solo un día para su aplicación, en vez de los tres que normalmente tarda el proceso. Antes de que el recinto tuviera tabiques, se aplicaba solamente un puente adherente que demoraba 2 horas en estar apto para recibir el producto”, señaló Felipe Ramírez.
La construcción virtual
Lejos de los métodos tradicionales para la nivelación de balcones y tras encofrar y hormigonar simultáneamente muros y losas, Constructora Cantauco aprovechó la resistencia mecánica y la estabilidad dimensional que ofrece el poliestireno expandido para generar los desniveles para aguas lluvia de las terrazas exteriores. Asimismo, gracias a la integración temprana con sus proveedores, la empresa también pudo innovar en el diseño de las instalaciones que van por fuera del hormigón, tales como los recubrimientos premoldeados para las tinas de baño. Además se dejó todas las tuberías de los puntos de conexión sanitaria fuera de los muros. “Si llega a haber alguna filtración no tienes que picar toda la losa. Las tinas y los sanitarios son también del mismo tipo, además, para facilitar la logística”, comentó Órdenes.
Los responsables del proyecto valoraron también la modelación y construcción virtual de las duelas del piso. “La metodología BIM es un aporte en este ámbito, porque permite calcular exactamente la cantidad de molduras y otros elementos, sin tener que estar usando la calculadora cada vez para su dimensionamiento”, señaló el gerente general de Construcción de Cantauco.
Este sistema constructivo implicó una total alineación con los proyectistas, quienes tuvieron que detallar todo su trabajo guiado por un constructor virtual. Un cambio al que también tuvo que sumarse el arquitecto y donde la mano de obra especializada era fundamental. “Había poca oferta de mano de obra, por lo que tuvimos que reclutar trabajadores con un modelo de trato especial”, explicó el ingeniero en construcción civil Nathanael Fuentes.
La ausencia de reclamos producto de ruidos y el mejor control de los residuos fueron otras de las ventajas del sistema constructivo industrializado en este edificio de La Florida. “Un proyecto tradicional deja como saldo unos 8 mil kilos de fierro, pero acá fueron menos de mil los que se contabilizaron; el picado y los sacos con escombros no se ven prácticamente en este tipo de obras”, señaló finalmente Felipe Ramírez.
Ficha técnica
Por Fernando Hentzschel Martínez, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo.
En los últimos años, el sector de la construcción se ha visto fuertemente afectado, primero por la crisis social y luego por la crisis sanitaria. De acuerdo con el Balance 2019 realizado por la Cámara Chilena de la Construcción, más de un 20% de las empresas declara haber sufrido efectos por la crisis social, un 62% declara haber paralizado al menos uno de sus proyectos y casi un 70% señaló la necesidad de postergar en inicio de sus obras. Por su parte, el estudio de productividad realizado por Matrix Consultores (octubre de 2020), nos reconfirma un dato ya conocido; el estancamiento de la productividad en esta industria, que se ha mantenido prácticamente inalterable en los últimos 15 años, y el rezago del sector construcción en relación con el comportamiento de la economía nacional; mientras la productividad de esta última aumentó en 20% en el período 2018-2020, la construcción casi no varió. Por último, el sector se ve enfrentado a nuevos desafíos en torno al cambio climático; la Hoja de Ruta de Residuos de Construcción y Demolición y la Estrategia de Economía Circular en Construcción, imponen la necesidad de actuar en esta materia, ya que se han fijado metas al respecto: se espera que un 15% al 2025 de los materiales y sistemas constructivos cuenten con certificación de atributos circulares, meta que aumenta al 30% para el 2035; y al 2050 se espera que al menos el 30% del volumen de los RCD se valoricen.
Es importante señalar que esta industria es fundamental para el crecimiento de nuestra economía, representa cerca del 8% del PIB nacional y en torno al 8,5% del empleo en el país y es un pilar de desarrollo que tiene como misión mitigar el creciente déficit habitacional que nos aqueja.
Esta situación nos impone la necesidad de tomar acciones para enfrentar estos desafíos, y al mismo tiempo, nos abre una tremenda oportunidad de impulsar iniciativas transformacionales en una industria que ha sido históricamente lineal, hacia un modelo productivo no solo más sustentable gracias a los avances tecnológicos en materias de eficiencia energética, sino que también capaz de aprovechar las ventajas que los modelos de economía circular ofrecen en orden de empujar también la productividad del sector.
Ahí es donde Corfo tiene un claro rol que jugar, ya que, a través de nuestros distintos programas e instrumentos hemos apoyado a empresas y emprendedores de toda la cadena de valor de la industria, a dar un paso en materia de innovación y desarrollo tecnológico, en ámbitos tan relevantes como la digitalización, la construcción industrializada, la sustentabilidad en el sector y por cierto introduciendo elementos de la economía circular.
Es así, como desde el año 2015 asumimos el compromiso de articular y coordinar a los distintos actores vinculados a la industria, en el programa Transforma Construye2025, el que nos ha permitido identificar brechas y oportunidades concretas para apoyar en el desafío de transformar al sector desde la productividad y la sustentabilidad.
Como parte de la hoja de ruta de Construye2025, han surgido iniciativas claves como el Centro Tecnológico, CTEC, que busca promover la transformación digital, la adopción de tecnologías y la industrialización en el sector. Además, dispone de infraestructura y capacidades para que las empresas y emprendedores prueben nuevas tecnologías y desarrollos tecnológicos que las hagan más productivas y competitivas; por su parte, PlanBIM busca potenciar el uso de metodología BIM a través del poder de compra del Estado, dotando de capacidades al sector público e incorporando exigencias de BIM en proyectos públicos.
En lo que respecta a los desafíos ambientales, durante el 2021 articulamos la primera convocatoria de Retos de Innovación en Economía Circular en el Sector Construcción, la que, a través de un proceso de innovación abierta, buscó soluciones que apuntan a disminuir la pérdida de recursos en el sector construcción y las externalidades negativas, a través de soluciones tecnológicas que incorporen la economía circular.
A través de esta convocatoria estamos conectando al ecosistema emprendedor e innovador del país, con las empresas, para dar respuesta a problemas y desafíos que estas enfrentan en ámbitos como uso de nuevos materiales, sistemas constructivos sustentables, soluciones tecnológicas para uso eficiente de recursos y la gestión sustentable de sus residuos. Así es como hoy contamos con ocho proyectos que se encuentran validando este tipo de soluciones en entornos reales, de la mano de las empresas o instituciones que serán los usuarios de estas tecnologías una vez completados sus ciclos de desarrollo.
Para este año tenemos el desafío de seleccionar las tres mejores soluciones, las cuales apoyaremos con financiamiento y acompañamiento técnico y estratégico, en el desarrollo de su plan de escalabilidad. Esperamos que estas soluciones se encuentren en el mercado durante el primer semestre de 2023.
En cuanto a otros apoyos disponibles para el sector, contamos con los programas de innovación y de emprendimiento, así como la Ley de Incentivo Tributario, que si bien, su uso ha aumentado en los últimos años, creemos que aún puede ser más explotado como herramienta innovación empresarial de la mano con los Centros Tecnológicos especializados en esta materia. Del mismo modo, estamos próximos a lanzar una nueva convocatoria a programas tecnológicos asociativos que buscan abordar los desafíos de transformación productiva ante el cambio climático en sectores específicos como el de la Construcción.
Por ello, invitamos a las empresas del sector a abordar estas necesidades de transformación productiva mediante la innovación y el desarrollo tecnológico como parte de su quehacer, apoyándose en la infraestructura y capacidades tecnológicas desplegadas en Chile como los son los Centros Tecnológicos, así como los lineamientos que el programa Transforma Construye2025 ha puesto a disposición.
El directorio del Consejo de Construcción Industrializada escogieron a su presidenta y su vicepresidente, quienes continuarán fortaleciendo lazos e impulsando la transformación de la industria.
La arquitecta y gerente general de Hormipret, Tatiana Martínez, presidirá el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), tras haber sido elegida por unanimidad por el directorio. En tanto, el director internacional de Operaciones de René Lagos Engineers, Milton Vicentelo, asumirá la vicepresidencia por los próximos dos años.
Ambos profesionales deberán estrechar lazos entre los asociados y contribuir en la articulación de alianzas relevantes para el mundo de la industrialización. “La vinculación y colaboración entre socios es muy importante para esta gestión. Por eso, el directorio centrará sus esfuerzos en articular esta conexión, partiendo por el primer plenario que se realizará en mayo de manera presencial, donde se definirán algunos de los lineamientos estratégicos para el próximo periodo”, afirma Tatiana Martínez.
En tanto, Milton Vicentelo, añade que el CCI está en posición de aportar de manera sustantiva desde los ámbitos que le competen a través de todas sus actividades anuales que impulsan la formación e inducción; la difusión; y la diseminación y vinculación.
“Debemos enfocar nuestra labor como Consejo hacia un incremento sustantivo en términos de productividad”, indica el vicepresidente del CCI, quien está convencido de que la industrialización puede ayudar de manera importante a mitigar el déficit de vivienda en Chile.
Todo el directorio del CCI, para el período 2022-2024 tendrá la misión de conectar conocimiento y experiencias mundiales para impulsar el desarrollo sustentable de la construcción chilena.
El nuevo directorio del CCI ha quedado configurado de la siguiente manera:
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) trabaja en su compromiso con el desarrollo sustentable de la construcción mediante iniciativas como Compromiso PRO. “Como gremio nos hemos comprometido con la sostenibilidad de nuestro desarrollo, especialmente en nuestro rubro de la construcción. Es por eso que nos hemos impuesto como objetivo promover a nivel nacional el desarrollo de la construcción sustentable”, indica Marisol Cortez, presidenta de la CChC Valparaíso.
Desde “Compromiso PRO”, la CChC está comprometiendo a empresas, obras y centros de trabajo con la mejora permanentemente de su desempeño, sus prácticas y procesos, considerando siete pilares: gobernanza; trabajadores; seguridad y salud laboral; cadena de valor; comunidad; innovación y productividad; y medioambiente. Este último pilar, se vincula a colaborar en la gestión de residuos de la construcción, con un enfoque de economía circular que responda al desafío de forma innovadora, según cuenta Katherine Martínez, subgerente de Desarrollo de la Corporación Chilena de Desarrollo Tecnológico (CDT).
De allí nació la “Mesa interregional de gestión de residuos hacia la economía circular”, que busca materializar Acuerdos de Producción Limpia (APL) para la industria nacional, trabajando junto a la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo y CDT.
“La mesa interregional nace como una forma de colaboración e intercambio de experiencias entre las distintas cámaras regionales, para, juntos, desde las particularidades de cada territorio, poder avanzar en una estrategia país”, añade Katherine Martínez. Así, a partir de la experiencia piloto iniciada en 2020 con el “Acuerdo de Producción Limpia hacia la economía circular en la región de Valparaíso”, se extenderá el alcance hacia la macrozona norte, sur y sur austral del país, con acciones lideradas por las cámaras regionales de Antofagasta, Puerto Montt y Punta Arenas.
“En la Mesa interregional como CChC Valparaíso estamos aportando nuestra experiencia y gestión al proyecto de APL en Construcción en la Región de Valparaíso, considerando las particularidades de cada territorio para que pueda ser adaptada y aplicada en todo el país. Nuestro APL es el primero en su tipo en Chile, donde se destaca la adhesión de una treintena de empresas con más de 40 centros de trabajo realizando el proceso. Instituciones y organismos públicos y, sobre todo, alcaldes permiten que esta alianza público-privada sea una realidad, lo que nos tiene a todos muy entusiasmados”, afirma la presidenta de la CChC Valparaíso, Marisol Cortez.
Metas de los APL
Uno de los principales objetivos de los Acuerdos de Producción Limpia (APL) es la colaboración, es decir, la promoción de alianzas para impulsar soluciones a temas ambientales que preocupan al país y a las personas. “Esperamos fortalecer la coordinación entre los distintos actores de la cadena de valor; impulsar la prevención de la generación de residuos e impactos ambientales; instaurar la cuantificación y trazabilidad de residuos; maximizar la valorización; promover innovación; e incorporar conocimiento y capacitación sobre gestión de residuos y economía circular”, sostiene la Subgerente Desarrollo de la CDT.
Además, Marisol Cortez destaca el aprendizaje que dejó la pandemia: “no hay fronteras y podemos tener una muy buena gestión gremial transversal e integrada en la Cámara, desde cualquier rincón de nuestro país. Y este es el caso del APL, que busca avanzar con los socios de todas las regiones del país hacia la economía circular en la industria de la construcción”, enfatiza.
Como integrante del Consejo de Sostenibilidad de la Cámara, la presidenta del gremio en Valparaíso ha sostenido una serie de reuniones con sus pares de otras regiones, tanto en el norte como en el sur de Chile para promover la iniciativa y compartir su experiencia. La gestión transversal e integrada en el gremio ha incluido una serie de talleres e instancias participativas en las regiones, para avanzar junto a los socios hacia la tan anhelada economía circular del sector.
Un congreso virtual con una serie de charlas temáticas y una rueda de negocios telemática, harán del evento un punto de encuentro y colaboración, donde la innovación y las nuevas tecnologías serán el centro.
Entre el 30 y 31 de agosto se realizará Conectando Construcción 2022, que este año contará con el respaldo de los organizadores de la Expo Construye 2023. El evento online, tecnológico y sustentable contará con una plataforma virtual, rueda de negocios, charlas temáticas y otros espacios que impulsarán la innovación en la industria de la construcción.
“El éxito de la versión anterior, con más de 450 reuniones de negocio efectuadas y 300 participantes online, dejó una vara alta para este año y una gran motivación, para abordar con más fuerza aún el escenario de desafíos que tenemos en la industria, y afianzar los cambios estratégicos que tendrá nuestra nueva hoja de ruta”, explicó Marcos Brito, gerente de Construye2025.
Más de 200 proveedores tecnológicos y de innovación de la construcción se conectarán con empresas constructoras, inmobiliarias y ejecutivos para conversar, generar alianzas y exponer servicios y proyectos que buscan contribuir a la productividad y sustentabilidad de la industria. “Buscamos conectar la innovación, de empresas tecnológicas con empresas del rubro, nacional e internacional, que requieren modernizar sus procesos y hacer sustentable su negocio”, afirma Ignacio Peña, coordinador de Innovación de Construye2025.
La gran rueda de negocios programada para la jornada relacionará a grandes compradores con oferentes de tecnología innovadora para la construcción. Además, speakers de países como Perú, Colombia, México y Uruguay enriquecerán el diálogo sobre temáticas de interés para la industria.
En esta versión, Conectando Construcción busca reunir tanto en la ronda de negocios como en el Congreso Virtual a más de 500 empresas y ejecutivos con interés en la tecnología e innovación de vanguardia. En el encuentro, junto a patrocinadores y asociados se exhibirán además las últimas tendencias mundiales del sector.
“En esta especial actividad de Construye2025, además de presentar nuestra renovada Hoja de Ruta 2022-2025, haremos el anuncio de un importante desafío para el sector, que esperamos movilice a profesionales y futuros profesionales a proyectar la construcción del futuro”, señala Marcos Brito.
Durante los siguientes meses se darán a conocer los detalles de esta importante actividad y su programa.
A través de un proyecto colaborativo presentado a ChileValora, buscan desarrollar perfiles para trabajadores y dar herramientas para el manejo de los residuos de la construcción que definan un adecuado desempeño en su quehacer.
Ante el desafío climático global, la industria de la construcción en Chile está trabajando hace varios años en una transformación cultural. Tras los lanzamientos de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, se hizo necesario fortalecer un ecosistema para el desarrollo de la economía circular y el manejo de residuos de la construcción y demolición.
Una de las formas es contribuir a generar capacidades en el sector, para lo cual Construye2025, con el apoyo del Instituto de la Construcción, junto con las empresas constructoras Axis DC, Viconsa y Suksa se adjudicaron un proyecto cofinanciado por ChileValora, que tiene por objetivo desarrollar perfiles laborales y planes de formativos que definan el desempeño adecuado de trabajadores en actividades relacionadas al manejo de los residuos de la construcción.
El proyecto denominado “Nuevos perfiles ocupacionales y planes formativos para trabajadores en el manejo de residuos de la construcción”, ha visualizado tres perfiles relacionados a este manejo en obras e instalaciones: perfil maestro manipulador, capataz y encargado de bodega y logística para manejo de residuos de la construcción.
“Hemos tenido un importante avance con el reciente lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, que se sumó a la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, por lo que los desafíos para este año son promover tanto la valorización de los residuos como generar las capacidades para la gestión”, explica Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025. La profesional también destaca “la importancia de avanzar en distintos frentes en el sector, a través del apoyo a las distintas iniciativas, como es el caso del Acuerdo de Producción Limpia de Economía Circular en Construcción de la Región de Valparaíso, que entre sus acciones y metas busca promover la capacitación en todos los niveles.
Beneficios para la industria
“Esperamos que una vez aprobados los perfiles, mucha gente de obra se capacite y certifique, con los beneficios que tiene para las empresas contar con gente cuyas competencias están certificadas, y para los trabajadores contar con una certificación de sus aprendizajes y competencias, que sin duda los posiciona y fortalece”, declara José Pedro Campos, director ejecutivo del Instituto de la Construcción.
Así también lo esperan desde el sector privado. Empresas como Viconsa, Axis DC y Suksa han apostado por este proyecto, por los beneficios que implica para ellas y sus equipos.
A juicio de Lucas Bracho, jefe del Departamento de Medio Ambiente de Constructora Viconsa, “este proyecto es fundamental para avanzar en el correcto uso de nuestros recursos”. Y es que “los perfiles de cargo que se están desarrollando están enfocados a disminuir el impacto ambiental que se genera en todo el ciclo del proyecto de construcción, desde la llegada de los materiales, la optimización de estos y el adecuado manejo de los residuos basada en una jerarquía de residuos”, precisa.
Por ello, Bracho resalta “la importancia de las personas, de cada integrante del equipo, para que se sientan parte de estos cambios que son de suma urgencia. Hacemos un llamado al rubro a tomar las medidas necesarias para disminuir el impacto ambiental de sus proyectos y a unirse a esta nueva forma de construir”.
Y esto también repercute en la productividad de las constructoras. “A la construcción entran personas sin conocimientos y con esto, la empresa puede estar mucho más tranquila de que sus trabajadores van a ser más productivos. Por otra parte, el trabajador puede ser reconocido por su capacitación formal”, dice Joaquín Cuevas, especialista en gestión de residuos.
El cambio cultural es un punto clave para Axis DC, empresa que lleva un par de años trabajando en gestión de residuos. Por ello, “tener estos nuevos perfiles o competencias es un tremendo plus para la gestión de residuos y buscamos que cada vez más profesionales y trabajadores de la obra manejen estos conceptos, porque mientras más personas adquieran estos conceptos, va a ser mejor para la industria”, cree Mikel Fuentes, líder de Innovación de Axis DC.
En Axis DC tienen altas expectativas una vez que se publiquen estos perfiles, porque “sí o sí el rubro va a avanzar hacia allá”, a juicio de Fuentes, quien también destaca la colaboración de este proyecto. “Ha sido una experiencia súper enriquecedora, entre el ámbito privado y público, con distintas miradas”, precisa Fuentes.
Luego de seis años implementando gestión de residuos, desde Constructora Suksa se manifiestan muy contentos de ser parte de este proyecto. “Constantemente estamos capacitando a nuestros trabajadores, pero hoy cobra relevancia poder avanzar hacia competencias formales para nuestros colaboradores, que son quienes, finalmente, llevan a cabo los planes para lograr los objetivos ambientales, para cumplir con nuestro compromiso ambiental respecto a la reducción de nuestras emisiones”, comenta Victoria Leiva, jefa de procesos del Grupo BIBA.
Por qué certificar
“La capacitación y certificación de competencias laborales ha sido uno de los temas que ha estado en la agenda del Instituto de la Construcción desde sus inicios, hace ya más de 20 años, oportunidad en que hicimos un diagnóstico y propuestas al respecto. Posteriormente, en el marco de una colaboración entre países del sur de América, este tema saltó con fuerza, mirando las experiencias de países vecinos, especialmente la de Argentina”, precisa José Pedro Campos.
Por ello, “haber colaborado en la presentación y haber logrado la aprobación por parte de ChileValora de la elaboración de tres perfiles de competencias laborales en un ámbito tan importante y vigente, como es el manejo de residuos de construcción y demolición en obra, nos es muy satisfactorio”, añade.
En tanto, Francisco Silva, secretario ejecutivo de ChileValora, comenta que “el Certificado de Competencias Laborales que otorga ChileValora implica un reconocimiento del Estado a las habilidades y conocimientos que cuenta una persona para ejercer un oficio y, por tanto, constituye un importante instrumento de empleabilidad y un aporte significativo al sector. Estos nuevos perfiles y planes formativos serán una herramienta fundamental para impulsar trayectorias formativas y laborales en los trabajadores y trabajadoras de la construcción, abriendo así un camino de desarrollo profesional y personal para ellos”.
Finalmente, cabe resaltar que la formación de estas capacidades contribuirá a la implementación del “Reglamento Sanitario para el manejo de residuos de las actividades de construcción y demolición”, el que se espera que entre en vigencia a principios del 2023, y que regulará toda la cadena de manejo de residuos.
Fotos gentileza Viconsa.
Industrialización, transformación digital, sustentabilidad, innovación y capital humano serán los ejes estratégicos del programa que está transformando a la industria de la construcción.
Durante el Consejo Directivo N°41 del Programa Estratégico Nacional: Productividad y Construcción Sustentable de Corfo, Construye2025, se conoció la actualización de la hoja de ruta trazada para 2022-2025. En el encuentro del 11 de marzo, el presidente del programa, Pablo Ivelic, destacó las acciones y logros alcanzados tras seis años de ejecución y trabajo mancomunado.
“Se han movilizado esfuerzos súper importantes que se han materializado en iniciativas muy relevantes, tales como la operación del CTeC y CIPYCS; y la industrialización de la vivienda, que es parte del relato y la existencia del Consejo de Construcción Industrializada, a las que se suman acciones desde el punto de vista de la digitalización y de la sustentabilidad”, destacó Ivelic.
El año pasado, considerando las visiones de todos los actores de la industria, Construye2025 trabajó en la actualización de la hoja de ruta para el último cuatrienio. “Como Consejo Directivo tenemos la convicción que este trabajo nos posiciona a la vanguardia sectorialmente. Estamos convencidos de que, manteniendo esfuerzos mancomunados y bajo esta guía, vamos a poder acelerar la transformación de nuestra industria y vamos a contribuir a hacer un país más productivo y sustentable”, dijo el presidente de Construye2025.
La consultoría para las directrices sobre las cuales trabajará el programa en los próximos años fue encabezada por la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), cuya subgerente de Desarrollo, Katherine Martínez, detalló los objetivos definidos en este proceso: Aumentar la productividad y competitividad del sector; articular para impactar positivamente en el ámbito económico y social; colaborar en la mejora de la salud de los usuarios de la edificación; impulsar la sustentabilidad y el uso eficiente de los recursos en el ciclo de vida de la construcción; promover y desarrollar la industria de proveedores y servicios.
Además, se definieron cinco ejes estratégicos para los próximos cuatro años. Sobre este punto, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, destacó tres pilares clave: la industrialización, la transformación digital y la sustentabilidad; más otros dos ejes transversales: la innovación y el capital humano.
“El capital humano se colocó como un eje transversal, ya que la gran mayoría somos técnicos -arquitectos, constructores civiles e ingenieros-, visualizamos los procesos de cambio como procesos técnicos, y eso es un tremendo error, porque si esos procesos no se consideran como un proceso adaptativo, en él que se coloca a la persona en el centro de la transformación los procesos están condenados al fracaso”, complementó Pablo Ivelic.
Ejes estratégicos
Posteriormente, el Consejo Directivo ahondó en los ejes estratégicos y sus respectivas iniciativas. En el caso de la industrialización, estas corresponden a la estandarización de componentes y procesos; desarrollo y promoción de proveedores: y proyectos demostrativos. En tanto, el eje de sustentabilidad comprende: la economía circular en construcción; gestión de residuos de construcción y demolición; reportabilidad y huella de carbono.
“Hemos trabajado colaborativamente con Minsal y Minvu, MOP, MMA y Subdere, en el ámbito de la coordinación pública-pública, en un reglamento sanitario para el manejo de residuos de la construcción y demolición con foco en economía circular, el que aborda toda la cadena de manejo. En el siguiente período nos va a tocar implementar y apoyar a la industria en esto e impulsar la infraestructura habilitante para facilitar la valorización de los residuos, sostuvo la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia.
Además, la arquitecta explicó que se logró introducir una glosa para el procesamiento de los residuos inertes. “Al convertirse en áridos reciclados pierden su condición de residuos y ello facilita la comercialización y todas las trabas en las autorizaciones sanitarias”, añadió.
En el eje de transformación digital se contemplan como iniciativas estratégicas: la macrogestión basada en datos; y la promoción de iniciativas digitales estructurales. Igualmente, en capital humano, se establecieron las siguientes prioridades: oferta-demanda de formación para capital humano profesional y técnico; capacitación y certificación; atracción, formación y retención de capital humano. Por último, en el eje innovación se priorizará: la promoción y desarrollo de startups, y la promoción de innovación empresarial.
Los grandes hitos
Adicionalmente, el gerente de Construye2025, Marcos Brito informó de una serie de hitos alcanzados para el rubro de la construcción, detallando que se estableció un marco regulatorio y fomento de valorización de residuos de construcción y demolición (RCD) desarrollado por Moraga & Cia. Además, el Grupo Centinela desarrolló una herramienta de autodiagnóstico en innovación.
De igual manera, Brito resaltó iniciativas como el trabajo que se efectúa en conjunto con el Colegio de Arquitectos para impulsar el Desafío NetZero2030, con la finalidad de motivar a los estudiantes de las universidades, junto con empresas profesionales, a incorporar nuevas maneras de diseñar e integrar las inminentes exigencias que tendrá el rubro hacia el año 2030, así como todo lo que promueve Construye2025 para mejorar la sustentabilidad y la productividad.
Finalmente, el ejecutivo valoró la inauguración del campus de innovación de CTeC; la operación de dos plantas de recuperación de áridos Revaloriza, en la Región de Valparaíso; y la de Río Claro, en la Región Metropolitana; así como la elección del nuevo directorio del Consejo de Construcción Industrializada (CCI); y la pronta recepción del edificio IMA por parte del CIPYCS.
Por Guillermo Penagos, Coordinador de proyectos, Cátedra UNESCO de Sostenibilidad – UPC
Una mirada global con énfasis regional
En 2020 el Programa de Construcción Sostenible de la Red One Planet publicó un reporte global sobre Economía circular en el Ambiente Construido. En 2021 el Programa hizo un énfasis regional con la publicación de tres nuevos reportes con énfasis en África, Asia y América Latina y el Caribe.
El reporte correspondiente a América Latina y el Caribe fue elaborado por la Cátedra UNESCO de Sostenibilidad en la Universidad Politécnica de Cataluña, la Red RECNET “Reciclar Ciudad” y el Grupo de Resiliencia Urbana en la Universidad SDU de Dinamarca. Este reporte brinda una inmersión a la situación del sector constructor y sus oportunidades para la circularidad en Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá y Perú, presentando políticas, actores clave, estudios de caso y mejores prácticas que cubren diferentes fases y categorías de impacto del ciclo de vida de la construcción, al tiempo que se analiza el aporte potencial de la circularidad en el ambiente construido al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A continuación, se presentan los aspectos más destacados de este informe y se describe la participación del Programa Construye 2025 en su realización.
Retos para la circularidad en el ambiente construido en América Latina
A pesar de que existen grandes diferencias respecto al desarrollo urbano en América Latina y el Caribe, se encuentran algunos desafíos comunes, entre los cuáles se destacan los siguientes:
Factores que pueden impulsar la circularidad en el ambiente construido
Entre los factores impulsores de la circularidad en la construcción, el informe destaca los siguientes:
Construye2025: un referente regional
El desarrollo de un Ambiente Construido Circular exige un enfoque sistémico que considera todas las escalas, desde materiales y componentes hasta edificios, espacios públicos, infraestructuras, barrios, áreas metropolitanas y regiones. Dicho enfoque sistémico requiere la armonización de políticas y regulaciones, así como el compromiso de múltiples partes interesadas, incluidas las agencias de cooperación multilateral y bilateral, los bancos de desarrollo, los bancos privados y otras entidades financieras, los gobiernos nacionales, sub-nacionales y locales, los proveedores de materiales, los desarrolladores urbanos y las empresas constructoras, asociaciones empresariales, profesionales y trabajadores de la construcción, universidades y otros centros de formación, empresas de servicios públicos, así como usuarios y ocupantes.
Es importante la conformación de redes y alianzas que coordinen la interacción entre estos actores y pongan los desafíos basados en la circularidad en el centro de las agendas de innovación, desarrollando, difundiendo, replicando y escalando proyectos demostrativos, mientras se fortalecen los mecanismos de financiamiento. Los autores de este informe encontramos en el Programa Construye2025 un referente regional relevante de este tipo de alianzas y por esto le hemos dado un lugar importante.
El informe puede ser descargado en el siguiente vínculo:
Circular Built Environment Highlights from Latin America and the Caribbean
El presidente del Consejo de Normalización de la Construcción del Instituto de la Construcción llama a la industria a reconocer los problemas, pero también a unirse para poder mejorar la normativa chilena.
Sergio Contreras, presidente del Consejo de Normalización de la Construcción del Instituto de la Construcción y miembro del Consejo Directivo del Programa Construye2025, en representación del Colegio de Ingenieros, invitó al sector construcción a reconocer los problemas y a “unir fuerzas” para plantear y lograr, soluciones que mejoren, sensiblemente, y “con profundidad” la normativa en el país.
Actualmente, el Consejo que encabeza el ingeniero civil contempla una actuación más directa en el ámbito normativo que va desde la reunificación de información, urgencias para la industria y la regulación en beneficio de los usuarios hasta su incorporación en el debate, donde el Estado juega su papel regulador, mientras los institutos técnicos salvaguardan la precisión y correcto contenido de las normas.
¿Cuál es su evaluación sobre el estado normativo del sector construcción?
El estado normativo adolece de falencias importantes, en especial en la cantidad de normas que incluye y que representan las necesidades del sector y también la obsolescencia de ellas, dado los recursos de que se disponen para mantenerlas actualizadas.
En Chile, no hay un compromiso real y tangible tanto del sector privado como del Estado para darle al cuerpo normativo la consistencia que necesita para cumplir con las expectativas y necesidades de la industria, de los usuarios y, de esta manera, de la sociedad. Además, la organización jurídica de la construcción en el país tiene serias falencias e inadecuaciones que no siempre están resueltas de la manera más efectiva, lo cual genera una descoordinación global que dificulta un desarrollo eficiente de la normativa.
¿Cómo avanzar en la normativa del sector?
El avance en la normativa del sector está íntimamente ligado a lo anterior. Es de vital importancia generar los recursos necesarios, ya sea a través de políticas públicas adecuadas y bien planificadas; o de aportes reales y consistentes del sector privado. Es difícil, por ejemplo, entender que usuarios de la importancia y capacidad económica como la gran minería del cobre sean uno de los grandes beneficiarios de normas como la de diseño sísmico de estructuras industriales y hayan mantenido una actitud de indiferencia absoluta frente a los esfuerzos realizados por un puñado de especialistas y al aporte, siempre deficitario, de instituciones como el Minvu y el Instituto de la Construcción, para poder completar una tarea de esa magnitud.
Otro gran problema que dificulta el avance es la falta de aporte y comprensión para mejorar la aproximación jurídica a los temas normativos. En una gran cantidad de casos en que estos sectores han hecho oídos sordos ante la recomendación de las entidades técnicas que proponen una conceptualización moderna de los textos normativos. Esto en aras de un cumplimiento de preceptos anticuados que no están acordes a la realidad del siglo XXI.
¿Cuáles son los desafíos del sector en temas normativos?
Los desafíos normativos del sector se centran fundamentalmente en vencer estas condicionantes negativas y poder lograr un escenario acorde con lo que hoy vive el mundo en materia normativa. Para ello, es necesario entender que la construcción no está detenida en la pura solución política del tema de la vivienda, sino que abarca un sinnúmero de otros desafíos técnicos que debemos resolver de manera conjunta. No olvidemos que el gran desafío del futuro es lograr una construcción sustentable.
Los avances alcanzados por el programa de Corfo que busca hacer más sustentable y productiva a la industria de la construcción tienen más que satisfecho a su presidente. ¿La clave para el futuro? Innovación.
Desde su creación, el programa Construye2025 de Corfo ha buscado convertirse en un referente estratégico para la construcción, uniendo y articulando al Estado, la industria y la academia para trabajar en iniciativas que incentiven la sustentabilidad, productividad y competitividad de la industria de la construcción. Y, claramente, lo está logrando.
“El programa Construye2025 tiene un desafío de largo plazo, que es transformar a la industria de la construcción en una industria más productiva y más sustentable y hemos ido dando pasos extremadamente importantes, con iniciativas estratégicas que han ido -de a poco- generando esta transformación, por mencionar algunas el Planbim, el DOM en Línea, los centros tecnológicos como el CTeC y el CIPYCS; o el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), que empieza a conformar una suerte de comité donde se reúnen actores de la industria para generar industrialización”, afirma el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic.
Pero, aunque han sido grandes pasos, 2022 será un año de consolidación. Luego de una serie de consultorías, actualización de la hoja de ruta del programa, acuerdos de colaboración, vienen nuevos hitos. “Estamos buscando, mediante otras iniciativas, generar este interés por industrializar y generar construcción sustentable en la academia, es decir, que los estudiantes se formen en esto”, señala el líder de Construye2025.
En este contexto, el máximo representante del programa de Corfo, afirma que continuarán las acciones de articulación en diferentes ámbitos asociados a la productividad y la industrialización. Igualmente, Pablo Ivelic, destaca el lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular de la Construcción 2025, como puntapié inicial para transformar a la industria en una más amigable con el medioambiente.
Expectativas
Pese a que la industria de la construcción ostenta un diagnóstico duro desde el punto de vista de la productividad, el presidente de Construye2025, rescata que quienes forman parte del programa han sido capaces de generar transformaciones. “Mediante diferentes acciones hemos sido capaces de ir cambiando tendencias. Lo que hoy sucede, con la inauguración de un parque tecnológico para innovar en la construcción, es justamente una muestra del nivel de madurez que hemos ido alcanzando. Eso nos hace pensar que los resultados en el mediano y corto plazo nos van a acompañar y vamos a ser capaces de tener una industria más productiva y más sustentable”, concluye Pablo Ivelic.
Mediante sesiones grupales, el programa Construye2025 y la Gerencia de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción han estado trabajando para que las empresas puedan conocer su nivel de madurez en innovación, así como aprender a gestionarla.
Según el segundo informe del Índice de Transformación Digital 2020, la construcción es la industria menos digitalizada del país y a pesar del gran espacio de crecimiento que presenta el área, según Mckinsey, solo el 16% de las empresas estima que su transformación digital generó mejoras productivas. Esto demuestra la brecha en la detección de problemáticas y potencial para poder iniciar un camino en innovación y transformación digital.
De ahí que el programa Construye2025, impulsara el desarrollo de una herramienta de auto consulta que permitirá́ a las empresas constructoras, inmobiliarias y proveedores, de tamaño mediano y grande, visualizar sus oportunidades de innovación, calificar su nivel actual y, además, recomendar elementos clave para avanzar, de acuerdo a su estado de desarrollo.
Este trabajo está ejecutándose en conjunto con la Gerencia de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), la cual tiene encomendada la continuidad de esta iniciativa, mediante una segunda consultoría, que convertirá los resultados en una herramienta web de amplio alcance. “La herramienta de autodiagnóstico de la innovación para empresas del sector de la construcción, es de gran importancia, ya que permitirá saber cuál es su grado de madurez sobre la gestión y cultura de innovación con el objetivo de identificar brechas y oportunidades de mejora”, explica el gerente de Innovación de la CChC, Conrad Von Igel.
En noviembre, se realizaron dos sesiones de trabajo grupal a las que fueron convocados actores relevantes del sector construcción y especialistas en innovación, todos referentes a nivel nacional, en el contexto de la consultoría “Herramienta de diagnóstico para oportunidades de innovación en construcción”. De esta manera, los participantes pudieron conocer el avance de la herramienta; validar y complementar sus “dimensiones, subdimensiones y ponderadores”; aportar impresiones, recomendaciones y complementos a las definiciones; y definir jerarquías y ponderaciones de variables para la herramienta.
“Cuando hablamos de innovar o vemos referentes, muchas empresas quedan con la duda del ‘cómo’ comenzar a realizar los cambios, esta herramienta quiere ser una respuesta a esta inquietud entregando varias recomendaciones en toda la estructura empresarial de inmobiliarias y constructora dando luces para comenzar a innovar o dar un paso más allá”, señala Ignacio Peña, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025.
“Como sabemos, lo que no se mide no se gestiona. Y esta iniciativa permitirá abordar el desconocimiento en cuanto al desarrollo de innovación en sus propias organizaciones, así como trazar distintos planes de trabajo. Esperamos que esta iniciativa se complemente con lo ofrecido actualmente por el sector y así permita a la construcción salir de los lugares de rezago en los que se encuentra en materias de innovación”, comenta Conrad von Igel.
El primer parque de innovación creado para el sector servirá para desarrollar prototipos y pilotos de nuevas soluciones constructivas de manera controlada e integrada.
La colaboración público-privada hizo posible el nacimiento de un increíble parque de innovación en Laguna Carén, comuna de Pudahuel. El laboratorio -que administra el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC) y ha sido impulsado por el programa Construye2025 de Corfo- fue inaugurado el jueves 13 de enero con el apoyo de una decena de instituciones públicas y privadas.
El parque -emplazado en 1,5 hectáreas- permitirá pilotear y desarrollar nuevos materiales, tecnologías y soluciones constructivas, en condiciones reales, antes de su implementación en obra. “El CTeC pone a disposición del ecosistema un espacio para que, a través de la innovación y el uso de nuevas tecnologías, las empresas del país puedan validar innovaciones que hagan frente a los desafíos del sector construcción y así se logren desarrollar nuevas soluciones que permitan generar sistemas constructivos más eficientes y sustentables, lo que sin duda impactará la productividad de nuestro país”, afirmó el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas.
Según el gerente de Construye2025, Marcos Brito, la idea de crear un centro tecnológico nació de la hoja de ruta del programa, en 2015, cuando se identificó la ausencia de una plataforma habilitante. “Faltaba un lugar donde pudiéramos desarrollar y testear tecnologías y nuevas soluciones para la construcción”, detalló en la ceremonia de inauguración del parque.
En este contexto, Carolina Briones, directora ejecutiva del CTeC, destacó que este nuevo espacio permitirá trabajar de forma integrada y combinando distintos materiales y metodologías. “El Parque Carén, está reconocido como de uso de suelo científico por lo que tenemos mucha flexibilidad en cuanto a la normativa y lo que se pueda pilotear en él”, comentó.
Casos de industrialización
Durante la ceremonia, se expusieron los ejemplos de innovación abierta de Melón, Volcán y Echeverría Izquierdo. El gerente general corporativo de esta última, Pablo Ivelic, mostró ProLab, una solución que busca mejorar la productividad de la industria a través de la industrialización de soluciones de vivienda de mediana altura, probando diferentes técnicas y materialidades de construcción, tanto en madera prefabricada como en hormigón prefabricado.
En tanto, la cementera destacó su vivienda Termomuro, cuyas propiedades térmicas permiten prescindir de elementos aislantes adicionales, para dar cumplimiento a la normativa térmica vigente en Chile. Dicha solución constructiva industrializada es ideal para viviendas sociales u otras de repetición en serie, según Marjorie Córdova, subgerente de Soluciones Constructivas de Melón.
Enseguida, Ricardo Fernández, gerente de Técnico y de Desarrollo de Volcán, presentó su Volcomódulo, prototipo que consiste en un módulo plegable, que al ser prefabricado resulta eficiente en su proceso de montaje y asegura calidad, reduciendo además la cantidad de mano de obra involucrada en terreno.
El trabajo colaborativo permitió establecer seis ejes para una estrategia que guiará el tránsito de la industria de la construcción hacia una nueva cultura, más sostenible tanto en los aspectos económicos como en los sociales y ambientales.
Con la facilitación técnica de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), el programa Construye2025, la Cámara Chilena de la Construcción y el Instituto de la Construcción lanzaron la “Estrategia de Economía Circular 2025”, que promoverá el desarrollo social, ambiental y económico de la industria. Todo esto, con la visión de establecer una cultura de economía circular.
En el proceso de co-construcción participaron más de 800 profesionales que identificaron las iniciativas prioritarias a 2025. De esta manera, nació una estrategia basada en seis ejes que generará herramientas habilitantes para la innovación, el avance en la reducción de impactos ambientales y la mejora en la productividad.
“Esta es una poderosa aliada, que abre múltiples oportunidades de innovación y nuevos modelos de negocio para todos los sectores productivos, permitiendo un uso más eficaz de los recursos y minimizando los residuos e impactos ambientales”, comentó Pedro Plaza, vicepresidente de la CChC y presidente del Consejo de Sostenibilidad del gremio, quien agregó que la sostenibilidad es “creación de valor”.
En tanto, el presidente del Instituto de la Construcción (IC), Ricardo Fernández, recordó que al firmarse el convenio para iniciar la elaboración de la estrategia -en agosto de 2020- se planteó el desafío de utilizar los recursos de manera más eficiente y de validar la circularidad como principio de diseño. “La transformación desde una economía lineal a una circular requiere inversiones, cambios regulatorios y conductuales y el convencimiento de que es imprescindible el cuidado y buen uso de los recursos naturales”, afirmó.
En este ámbito, Ricardo Fernández, destacó también el trabajo del Instituto de la Construcción en la elaboración, implementación y administración de la Certificación Edificio Sustentable (CES); y la colaboración con Certificación Vivienda Sustentable (CVS).
“Estamos frente a una oportunidad única para impulsar un cambio en la industria, que favorezca el mejoramiento de los procesos de producción, hacia una circularidad en nuestras obras y un manejo responsable de residuos durante la operación y demolición de edificios”, enfatizó el presidente del IC.
Impacto medioambiental
Por su parte, el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic, afirmó que obtener una ganancia no puede significar un impacto negativo en el entorno. Por el contrario, hizo hincapié en que “debe convivir el beneficio económico con el beneficio social y medioambiental”.
Además, el máximo representante del programa impulsado por Corfo hizo una dura observación: el rubro se comporta mal. “El 40% de las materias primas que se generan son consumidas por la industria de la construcción y, al mismo tiempo, el 35% de los residuos que se generan a nivel mundial provienen de la construcción y demolición de infraestructura. En adición, el 30% de los gases de efecto invernadero son producidos por nuestra industria”, sostuvo.
Por lo anterior, Pablo Ivelic, llamó a transformar a la industria para llevarla a pasar desde la economía lineal hacia la economía circular. “A partir de hoy tenemos una hoja de ruta para esta transición”, dijo.
Enseguida, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, se refirió al rol del programa en la aceleración de la transformación de la construcción. “Para ello hemos trabajado promoviendo la innovación, acercando soluciones circulares a las empresas para facilitar la incorporación de nuevos modelos de negocios, lo que se hizo a través de un estudio que desarrolló tres modelos con su factibilidad económica y técnica”, afirmó.
Además, la ejecutiva recordó que Corfo hizo un gran esfuerzo al apoyar la economía circular en construcción llamando a un reto al sector a disminuir la pérdida de recursos a través de soluciones tecnológicas, en una convocatoria donde resultaron ganadores ocho proyectos. Junto con ello, adelantó que se está trabajando en un reglamento al alero de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 para generar un marco jurídico con énfasis en valorización y foco en economía circular.
Finalmente, Paola Molina, presidenta del Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, recordó que la estrategia incluye a todo el ecosistema de la industria de la construcción. “Mientras más representantes tengamos, tendremos una visión más amplia para levantar todas estas acciones. En el comité hemos podido ver cómo el trabajo colaborativo genera el impulso para poder desarrollar esto de manera acelerada y poder responder a todos los desafíos que tenemos por delante”, dijo.
Los ejes de la estrategia
La Estrategia de Economía Circular en Construcción está disponible para su descarga AQUÍ.
Por Marisol Cortez Villanueva, presidenta CChC Valparaíso
La semana pasada, con la presentación por parte de la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y el programa Construye2025 de Corfo, de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, la carta de navegación que nos permitirá como país transitar de un modelo lineal de producción hacia una construcción sustentable y una industria más sostenible, dimos un paso decisivo hacia una nueva manera de construir para Chile.
Una transición ineludible, pensarán muchos. Pero lo cierto es que no son tiempos fáciles para los empresarios de la construcción y lo sabemos. Múltiples presiones afectan la operación de las empresas, desde los riesgos sanitarios hasta el estallido social y la crisis económica. Sin embargo, hoy también somos testigos de los esfuerzos que emprendedores y empresarios de distintos tamaños, han realizado con el objetivo de mejorar sus procesos a todo nivel y desarrollar una construcción más sustentable y que cumpla mejor con las nuevas exigencias que la sociedad les hace a las empresas.
En este contexto, como CChC Valparaíso, en conjunto con la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo y autoridades, instituciones y empresarios del sector, el 12 de enero lanzamos oficialmente la etapa de Implementación de nuestro Acuerdo de Producción Limpia (APL) del sector Construcción de la Región de Valparaíso, el primero de su tipo en el país y al que ya han adherido una treintena de empresas, instituciones y organismos públicos de nuestra región, y que además cuenta con el apoyo técnico de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la CChC.
Por todo esto me parece que esta es una buena una oportunidad para destacar los esfuerzos que a nivel nacional y regional se están realizando en pos de estos objetivos compartidos y para agradecer a todos quienes nos han acompañado en este proyecto tan trascendental para nuestra industria, nuestro gremio, la región y la comunidad, como es nuestro APL.
Quiero aprovechar también este espacio para agradecer el trabajo desinteresado e intenso de nuestros socios y equipo profesional, liderados por el presidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable, Christian Morales. Y también agradecer nuevamente la cooperación de nuestros compañeros de ruta en este viaje hacia la Economía Circular en el que estamos comprometidos, como son la Agencia de Sustentabilidad y la CDT.
Estamos contentos y orgullosos. Como presidenta de la CChC Valparaíso, valoro especialmente el esfuerzo, valentía y convicción de nuestros socios, por hacer frente con seriedad y sentido ético, a este tremendo desafío que es la gestión de los Residuos de la Construcción, considerando que nuestro sector es el principal productor de desechos sólidos en el país (35%).
Y más aún, valoro el haber formalizado este compromiso desde una visión de largo plazo, que apunta hacia la sostenibilidad de nuestra industria. Y que busca avanzar con acciones concretas hacia una economía circular, que es la misión que tenemos como gremio.
Quiero destacar que este proyecto de APL no fue de generación espontánea. Responde a nuestros desafíos estratégicos como Cámara nacional y, además, se enmarca en nuestro proyecto gremial nacional Compromiso PRO, en el que aporta reforzando los pilares Medio Ambiente y Comunidad.
Junto con ello, es importante destacar que éstos no son esfuerzos aislados. En nuestra región desde hace un par de años y con la participación del sector privado, el mundo público, las universidades y organizaciones civiles, se ha generado un círculo virtuoso en torno a la construcción sustentable, con iniciativas y experiencias sectoriales de gran valor, entre las que es necesario mencionar a la empresa local Revaloriza, dedicada al reciclaje de residuos de industria y construcción con el objetivo de evitar los impactos ambientales.
Y Plataforma Industria Circular para la Región de Valparaíso, iniciativa de la Universidad de Valparaíso financiada con aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Valparaíso y que busca diseñar e implementar una plataforma de facilitación y seguimiento de iniciativas de simbiosis industrial para la región, apuntando a transacciones y reutilización de residuos y subproductos industriales no peligrosos, entre empresas de la región.
Finalmente, quiero contarles que nuestro APL ha impactado fuerte en la Cámara. Tanto, que con gran alegría les puedo informar que acabamos de constituir la Mesa Interregional de APL, en la que ya estamos trabajando para implementar esta herramienta con las Cámaras regionales de Antofagasta y Punta Arenas. Y a las que se sumarán en el corto plazo Temuco y Puerto Montt.
A esta Mesa llevaremos nuestra experiencia desarrollando y gestionando el proyecto de APL en Valparaíso, y especialmente nuestra experticia en la gestión público – privada y en el trabajo colaborativo que requiere para ser implementado con éxito.
En este punto lamentablemente debemos reconocer que nuestro actual modelo de desarrollo no es amigable con el medio ambiente y claramente está precipitando el cambio climático. Por eso es sumamente importante que apoyemos este APL, porque aquí comenzamos a cambiar las cosas.
Así, en la Cámara hoy nos sentimos orgullosos, porque estamos avanzando juntos las empresas, el sector público, las universidades y las organizaciones civiles, hacia la economía circular. Y lo hacemos con el liderazgo de las regiones.
Más 50 speakers estarán presentes el próximo martes 9 de noviembre en el congreso de Expo Construye que se transmite en directo desde el estudio de la Cámara Chilena de la Construcción.
Expo Construye 2021, el primer evento online, tecnológico y sustentable del rubro de la construcción contará con la presencia del Ministro de Vivienda, Felipe Ward, y del Ministro de Trabajo y Previsión Social, Patricio Melero, en su apertura el día martes 9 de noviembre.
Luego tendremos las presentaciones de Javier Hurtado, Gerente de Estudios de la CChC; Hernán de Solminihac, director del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la UC, y de Luis Fernando Alarcón, del Depto. de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile.
Más tarde, se dará paso a los conversatorios donde miembros del gobierno, academia y empresas privadas conversarán sobre temas como:
Expo Construye se desarrollará durante los días 9, 10 y 11 de noviembre, en una innovadora plataforma virtual que tendrá un Recinto Ferial 3D, Rueda de Negocios, Talleres y Charlas Técnicas de Información público/privada (10 y 11 de nov).
Este evento nace para expandir las redes de contactos, generar nuevas alianzas comerciales e impulsar la reactivación económica a lo largo de todo Chile, donde destaca la Rueda de Negocios que, en 1 día y medio, convocará a 1.500 reuniones de networking, donde se podrá generar nuevos contactos y negocios reales, haciendo match con empresas de todo Chile.
Expo Construye 2021 busca aportar al rubro y a la reconstrucción de nuestro país, en un entorno post pandemia, desde una mirada digital y sostenible que permite llegar a todo Chile con un sólo clic.
También se contará con la presencia de empresas del rubro como: Midea Carrier, Gexa Construcción, Vinilit, Easy, Bekron, Aceros Aza, Curumi Juegos Infantiles, TDG Tecnologías de Gestión, Melón, Pizarreño Romeral, Briggs, Bath Center, Fiberpole, CVA Capacitación, Grupo TX, Rhenatec, Obra Digital.
Y con el patrocinio de: Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Serviu, Ministerio del Trabajo, Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, Ministerio de Energía, Cámara Chilena de la Construcción, Instituto de la Construcción, Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC), Comisión Nacional de la Productividad (CNP), Mujeres en la Construcción (MUCC), Colegio de Arquitectos de Chile, Construye2025, Do SmartCity, Fourd Plan, Expo Inclusión, Catálogo Arquitectura, Fermat, Calidad Cloud y Certificación Edificio Sustentable.
Para mayor información, ingresa a www.expoconstruye.cl o en redes sociales.
El consultor y constructor civil Boris Naranjo, está experimentando los beneficios de incorporar elementos constructivos prefabricados en el proyecto Jardines de la Reserva en Chicureo. Pronto, reducirá los tiempos pasando de 17 a 12 meses.
Con más de 20 años de trayectoria en la gestión y desarrollo de proyectos constructivos, el constructor civil y director general de Xpande Consultores, Boris Naranjo, tiene mucho que contar sobre productividad e industrialización de la construcción. Esta vez, ahonda en el proyecto modelo “Jardines de la Reserva”, en la comuna de Colina, con el que busca conservar el ambiente nativo del lugar mediante la incorporación de amplios jardines, pero también mostrar un buen componente de innovación, gracias al uso de estructuras de hormigón prefabricadas.
El condominio de Chicureo contempla la construcción de town houses de 120 metros cuadrados, ampliables a 140 m2 en tres niveles, en bloques de 10 unidades especializadas. Pero, para ello, el director de Xpande Consultores, considera indispensable integrar las especialidades en torno a una visión de industrialización y optimización de procesos. “Hay áreas y sectores que optimizamos de diversos modos. Por ejemplo, en esta construcción se ha generado un mix, en el cual tenemos construcción tradicional, tenemos prefabricados de hormigón armado Baumax que integramos en la primera etapa”, comenta.
El proyecto de industrialización se inició cuando la arquitectura estaba en un 85%, lo que permitió su adaptación y conexión con los distintos proveedores de forma temprana. “Con Tensocret incorporamos cajas de ascensores hasta el cuarto piso pensando en la circulación vertical y agregando un módulo para la caja escala. De esta manera, se genera un núcleo central levantado, donde se ubica la escala, permitiendo la circulación por las escaleras y el trabajo con los ascensores”, relata Naranjo, quien detalla que para la caja escala de cuatro pisos diseñaron moldajes especiales para minimizar las actividades exteriores.
De esta manera, la obra gruesa del proyecto se hizo en un plazo de 3 a 4 meses, a pesar de la contingencia sanitaria. Para el siguiente proyecto, la meta es clara: optimizar el tema de las fundaciones. “En el edificio hay un sector muy pequeño que es tradicional, queremos prefabricar con hormigón armado, losa de fundación, para ahorrar tiempo y actividad en el radier con las velocidades que tiene Baumax”, dice Boris Naranjo.
En este ámbito, ya existe una planificación para un proyecto similar que, de manera tradicional estaba planificado en 17 meses, pero que fue optimizado a 15 meses. “Nosotros queremos hacerlo en 12 meses. Hay posibilidades de optimización, bajar de 17 a 15 y a 12. Puede ir mejorando de etapa en etapa. Por el momento están trabajando en la optimización del diseño con la optimización a través de paneles y ahora estamos agregando esos elementos a la segunda etapa”, destaca.
Desafío capital humano
Uno de los obstáculos que ha enfrentado la construcción y, especialmente, la industrializada es la falta de personal especializado. En este aspecto, Boris Naranjo cuenta que en su equipo hay personas de diversas edades, desde recién salido de la universidad, con apenas 26 años, hasta el jefe de obras que tiene 70 años. “Con él realizamos un proyecto de industrialización desde el 2010 a 2014. Él incluso tuvo una apertura a nuevos sistemas y nuevas formas mucho mayor a la que tiene el personal joven recién integrado. No es un tema generacional, es un tema de cómo cuestiono lo que hay”, afirma.
¿Cómo enfrentar el desafío entonces? Lo óptimo, según el consultor, sería tener gente preparada en este ambiente. “Pero, eso lamentablemente no está disponible, entonces hay que partir con gente de acá que es capaz de cuestionar lo que hace y de ahí crear distintas metodologías. La competencia a mi juicio es que hay que desarrollar para las personas”, concluye.
Por Luis Bass, gerente de Suministros de la Cámara Chilena de la Construcción.
La industria de la construcción, frente al gran reto de mejorar su productividad para hacer de ella una industria más sustentable, requiere intensamente de innovación.
Esta no llega por sí sola y si espontáneamente lo hace, al no estar soportada por una estrategia robusta, se diluye fácilmente y más aún, se dificulta cuando se hace solo, sin el enriquecimiento que otorga la vinculación colaborativa con una visión y propósito que vaya más allá de la visión individual de cada empresa.
Desde hace cinco años, nos decidimos a instalar las nuevas tendencias tecnológicas y la innovación en el centro de nuestro quehacer gremial y la experiencia ha sido enriquecedora y de alto impacto, convencidos de que esta sería una herramienta que facilitaría el aumento de la productividad en la industria, ha sido el eje central de nuestro V Encuentro Nacional de Suministros, ENASUM 2021.
El mejorar la calidad de vida de las personas nos aseguró un propósito, un problema que resolver y desde esa mirada de una industria desafiada a resolver el creciente déficit de viviendas, inspiró una conversación junto a Techo, para sumarnos a resolver un desafío país. Frente a crudas cifras que develan un dramático aumento de las familias que habitan en campamentos y que han llegado a más de 80.000 en el último catastro nacional, un 74% mas que en la medición anterior, urge tener una industria que acelere la incorporación de metodologías constructivas que ya son parte del estándar en países desarrollados.
A la velocidad en que construimos hoy, sabíamos que no lo podríamos resolver, sin embargo, orientando la mirada a la industrialización y conociendo a Bryden Wood, empresa de diseño e ingeniería de Reino Unido, pudimos visualizar el nivel de profundidad con el que se desarrolla el diseño de sus proyectos, dando luces al motivo de la falta de masificación a nivel nacional de estas soluciones constructivas, conocimos como en las etapas tempranas, se juega en gran medida los elementos clave que definirán la perfomance de productividad con que se desarrollará la ejecución de una solución habitacional o un proyecto de infraestructura.
Diseñar para industrializar, considerando sistemas constructivos como partes y piezas, solo es factible si esta opción es considerada desde la génesis de un proyecto, lo que es, sin duda, el camino que debe iniciarse con la integración temprana de todos los actores de la cadena de valor, pues el trabajo colaborativo ayuda a lograr una mayor perspectiva de las alternativas disponibles e innovaciones listas para ser implementadas, y también para ser piloteadas y testeadas. Oportunidades de innovación que generalmente se pierden muchas veces por desconocimiento o falta de información relevante para su adecuada implementación.
El segundo desafío que quisimos profundizar para resolver como industria, al que nos enfrentamos como planeta, tiene directa relación con el impacto de la construcción en el medioambiente y el rol que tenemos entre todos de desarrollar una construcción más sustentable, que impacta desde el consumo energético en un horizonte de largo plazo, hasta la gestión de los residuos que debiesen gestionarse con una mirada circular, donde cobra mayor relevancia la asertiva frase: “los residuos son un error de diseño”, con una mirada de principio a fin, con un fin que se inicia en el principio de un nuevo proyecto en un modelo ideal, en el que las piezas de un edificio que cumplió su vida útil, pueden ser reutilizados en una nueva construcción.
Por último, como una herramienta amplificadora, que ya no debemos ver como una amenaza, nos enfrentamos a una acelerada transformación digital de todo nuestro entorno, lo que puede ser un nuevo frente de incertidumbre en las organizaciones tradicionales, para las nuevas empresas es el punto de partida, solo nos queda elegir en que lado queremos estar.
Traspasada esa incertidumbre, la tecnología nos permitirá acceder a una fuente inagotable de datos e información de nuestros clientes y usuarios, quienes esperan que no existan barreras tecnológicas para implementar nuevas soluciones, pues al hacerse masivas y de fácil acceso, son las personas dentro de las empresas las que deben cambiar su forma de pensar y visualizar que la trasformación es en realidad cultural.
Como humanos, somos por esencia creativos, pero eso no asegura que nuestras empresas sean sosteniblemente innovadoras, para lograr una adaptación ágil o los vaivenes de este mundo cambiante, se requiere un ecosistema innovador e intensamente comunicado entre sí.
Diseñar nuestro futuro, nos traerá grandes beneficios, si construimos más rápido y mejor, resolveremos el déficit de vivienda y viviremos en mejores ciudades.
Los integrantes del Comité Consultivo Público: MMA, MOP, Minvu, Corfo y Construye2025, se han preocupado especialmente de avanzar colaborativamente, para lograr las metas trazadas que buscan convertir a la construcción en una economía circular.
Tanto en el mundo público como en el mundo privado, la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 ha sido bien acogida. Cuando los servicios públicos demandaban una guía para mejorar la sustentabilidad de las obras y adoptar rutas hacia la circularidad, el sector privado respondió con la elaboración de una Estrategia de Construcción Circular 2025, a corto plazo que trazó los ejes y acciones de la Hoja de Ruta.
“Nuestra ministra ha mostrado gran entusiasmo con el desafío de la circularidad para el sector construcción y derivado de ello ha sostenido un activo apoyo al desarrollo de las gestiones y avances, a través de la participación en todas las actividades a las que le hemos convocado, junto con un respaldo a las acciones intersectoriales”, comenta Rubén González, encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente.
En este ámbito, los temas referidos al avance en la circularidad para el sector construcción como acciones en la Hoja de Ruta Nacional para un Chile Sin Basura al 2040, acción que permite reforzar desde el instrumento rector de mayor escala en la materia las definiciones de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035.
“Además de la agenda multisectorial en la que se trabaja colaborativamente con otros ministerios desde el nivel central, ya sea en el marco del convenio interministerial de construcción sustentable, como en mesas bilaterales o multilaterales con servicios como MDSF, Minvu, MOP, Minsal, Subdere; a nivel regional se participa activamente en los Consejos Regionales de Construcción Sostenible, los Corecs, en las que se ha priorizado materias de economía circular y RCD, en la mayoría de las regiones del país”, añade González.
Además, el especialista del Ministerio del Medio Ambiente, hace hincapié en que las Secretarías de Residuos (SER) se han preocupado de posicionar la temática y de promover instancias de planificación regional, esto es la bajada de las guías de la hoja de ruta, así como de los lineamientos de nuevas áreas metropolitanas. “Asimismo, se ha prestado apoyo para circularizar proyectos emblemáticos en algunas regiones como el proyecto de master plan para el Morro de Arica”, indica.
Trabajo colaborativo
En materia de articulación gremial del sector privado, el Ministerio del Medio Ambiente participa activamente del APL actualmente en el desarrollo en la Región de Valparaíso para una economía circular en construcción. “Se ha impulsado la articulación con municipios, y convocado al sector privado, y mundo académico a sumarse a los desafíos de la hoja de ruta”, comenta el encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular.
Igualmente, destaca la iniciativa de formar una alianza para crear una academia e industria circular. Para ello, se formalizarán convenios de cooperación con Sofofa y con distintas universidades e institutos técnicos, para impulsar una agenda común tanto con la industria como con las unidades de investigación y desarrollo en el mundo académico.
Desde el punto de vista normativo, el MMA ha participado activamente en la elaboración de la NCh3562 “Gestión de residuos — Residuos de construcción y demolición (RCD) – Clasificación y directrices para el plan de gestión” y ha encargado al INN el desarrollo de una nueva norma técnica en el ámbito de las demoliciones, que por primera vez incorpora lineamientos para procesos de deconstrucción y un manejo ambientalmente racional de residuos en demoliciones.
Asimismo, en el aspecto regulatorio la Oficina de Economía Circular ha propuesto en las instancias ministeriales la elaboración de ajustes al DS40, que esclarecen y facilitan la tramitación de proyectos de valorización de RCD en el SEIA; ha participado en la elaboración del Reglamento sanitario para el manejo de los residuos de la construcción y demolición – RCD, en conjunto con los demás ministerios del consejo consultivo, y Construye2025, que recientemente fue sometido a consulta pública, y ha avanzado en la definición y articulación con Minsal, para definir una reglamentación con foco en economía circular, que complementará, desde el punto de vista ambiental y sanitario, a la reglamentación existente y en curso.
En materia de fortalecimiento del capital humano para la valorización de RCD, el ministerio se encuentra levantado financiamiento privado, en alianza con Construye2025, para el desarrollo de un proyecto de certificación de competencias laborales para los actores en la cadena de valorización de RCD, el que será prontamente comunicado toda vez que se postule, así mismo se encuentra activamente buscando financiamiento en el sector retail para abordar el desarrollo de competencias laborales en materia de economía circular en el sector relacionado al diseño industrial y de BTL.
Plan de gestión
Por su parte, para el Ministerio de Obras Públicas, el primer gran avance para este fue la elaboración de un Plan de Gestión de RCD homologado para todas las obras MOP, el cual se instruyó en diciembre de 2020 para implementar paulatinamente en nuevas obras MOP a partir de enero 2021. “Este plan de gestión, además de ser una herramienta para conocer de manera sistematizada los residuos que generan nuestras obras, nos permitirá en el corto plazo conocer datos respecto de los residuos generados por cada tipo de obras ejecutadas por este ministerio, conociendo la trazabilidad y destino final de estos”, señala el director general de Obras Públicas, Carlos Guzmán.
Lo anterior, según la autoridad del MOP, será información relevante para futuras metas de reducción, reutilización e incluso de generación de nuevos mercados de productos derivados de los residuos generados.
La mirada al futuro
Uno de los desafíos es el desarrollo de un plan de acción ministerial en materia de economía circular y sustentabilidad en construcción, que vaya más allá de la Oficina de Economía Circular y que permita definir una agenda propia. Esto implica impulsar una agenda regulatoria y legislativa para incorporar la economía circular en el quehacer cotidiano de la construcción pública y privada desde una arista centrada en el control del riesgo ambiental de los residuos, la reducción de estos, las garantías de ecodiseño, durabilidad y reciclabilidad de componentes y partes constructivas, y de maximizar los beneficios ambientales de los proyectos.
Otro de los desafíos, en lo relativo a la implementación de medidas, constituye el desarrollo de una infraestructura para la calidad en torno a la economía circular del sector construcción; lo que implica nuevos desarrollos de normas técnicas, sobre todo, en lo referido a la definición de estándares para distintas aplicaciones de material valorizado, respecto la composición de materiales para facilitar la valorización, para el desarrollo de partes, piezas y componentes constructivos reutilizables, reversibles, durables (entre otras características); pero también la elaboración de sistemas de auditoría, acreditación, certificación de productos, servicios, procesos y personas, sistemas de inspección y evaluación de conformidad, la implementación de capacidades de ensayo, laboratorios, y sistemas de muestreo. Con este objetivo, el MMA está evaluando el desarrollo de un convenio con INN, para abordar estas materias.
Complementariamente y dado el desafío financiero y de recursos humanos que significa avanzar en todas estas materias, se trabaja actualmente en la elaboración de un proyecto para conseguir financiamiento de organizaciones multilaterales, sobre el que podremos contar más adelante.
Para Paola Valencia, secretaria ejecutiva de Sustentabilidad y Cambio Climático del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), los avances desde su cartera han sido de preparación y, teniendo como horizonte el próximo año, lo sintetiza así.
En tanto, el director general de Obras Públicas, Carlos Guzmán, plantea el desafío de crear incentivos en las licitaciones de obras, para que los contratistas cuenten con criterios sustentables como, por ejemplo, reutilización de material, cálculo de huella de carbono, compromisos con la comunidad, certificaciones, etc. Esto lo resume en los siguientes compromisos futuros: avanzar en la eliminación de barreras en la regulación y normativas que impidan la valorización, reciclaje de residuos, RCD, y la producción de materias primas secundarias para productos de la construcción; incentivar compras públicas y licitaciones de proyectos de infraestructura y edificación, que traicionen el desarrollo de la economía circular en construcción; promover las ventajas y oportunidades de una prevención y gestión sustentable de los RCD en obra y, en consecuencia, las mejoras en productividad, seguridad.
Además, Guzmán, hace hincapié en otros dos retos: participar activamente en procesos que generen herramientas, políticas públicas, iniciativas y acciones que fomenten mercados circulares en construcción, que incluyan criterios de economía circular en la evaluación de la inversión pública y permitan contar con información para mercados circulares; y, finalmente, coordinar entre los distintos servicios, el uso de material RCD.
“A partir del liderazgo y visión del programa Construye 2025, como país estamos siendo pioneros en materia de economía circular en el sector construcción a nivel latinoamericano. La hoja de ruta recientemente lanzada promueve a cambiar el paradigma de los residuos de la construcción y demolición (RCD) hacia la sustentabilidad”, complementa Elizabeth Zapata, directora de Desarrollo Tecnológico de Corfo.
La ejecutiva también comenta que a través de la convocatoria “Reto de Innovación: Economía circular en el sector construcción” buscan conectar a la industria de la construcción con el ecosistema de emprendimiento, innovación y desarrollo tecnológico, para que este pueda aportar en la generación de soluciones tecnológicas innovadoras que disminuyan la pérdida de recursos y las externalidades negativas, en ámbitos tales como nuevos materiales, uso eficiente de recursos o gestión de residuos. “Esperamos que los proyectos ganadores representen un impulso relevante para promover la circularidad en el sector, acorde a las brechas y desafíos plasmados en la hoja de ruta”, sostiene.
En tanto, ha sido “fundamental el rol de articulador y coordinador que tiene el programa para avanzar y lograr las metas propuestas en la ambiciosa hoja de ruta”, destaca la coordinadora de Sustentabilidad Alejandra Tapia. En las temáticas lideradas por Construye2025, destaca el proyecto “Portafolio de Modelos de Negocio en Economía Circular en Construcción”, cuyo objetivo es disponer información a emprendedores e innovadores para implementar nuevos negocios, y por otra parte, desde el punto de vista regulatorio, pronto se dará inicio a la consultoría “Propuesta para un marco regulatorio integrado y fomento a la valorización de los residuos de la construcción y demolición, RCD”, cuyo propósito es contribuir a acelerar los cambios en el marco regulatorio y fomento, que se requieren para implementar actividades productivas relacionadas a la valorización de residuos de construcción y demolición, entregando una orientación a los distintos servicios públicos.
Fotos gentileza Constructora Viconsa, Joaquín Cuevas.
Los interesados podrán sumarse al concurso hasta el próximo 6 de septiembre.
Corfo y Construye2025 -a través de un webinar- explicaron el concurso “Reto de Innovación: Economía Circular en Sector Construcción”, que está dirigido a aquellos innovadores y emprendedores –tanto personas naturales y jurídicas- que desarrollen proyectos para reducir los residuos de la construcción y que cuenten con un prototipo validado en entornos relevantes o simulados.
En este ámbito, Carolina Muñoz, facilitadora de innovación y ejecutiva de concursos y programas de Economía Circular de Corfo, explicó que la iniciativa “apunta a disminuir la pérdida de recursos en el sector construcción y las externalidades negativas mediante soluciones tecnológicas aplicadas a modelos de negocios, productos y servicios que incorporen la economía circular”.
Por su parte, el gerente de Capacidades Tecnológicas de la corporación estatal, Fernando Hentzschel, indicó que “Corfo ha venido impulsando las metodologías y las prácticas de economía circular como uno de los elementos claves de desarrollo sustentable en Chile”. En cuanto a los retos de innovación en construcción, la autoridad precisó que “son instrumentos de innovación abierta en torno a una problemática específica: ¿Cómo reducimos la gran cantidad de residuos que produce la actividad de la construcción?”.
Los interesados deberán presentar un prototipo de producto, proceso o servicio validado en un entorno real y tendrán plazo hasta el mediodía del 6 de septiembre para inscribirse en la iniciativa. De ese proceso serán seleccionados hasta 12 equipos, que dispondrán de un plazo de 6 meses para ejecutar la “Etapa 2, Validación en entorno real”, adjudicándose un subsidio de hasta $32,5 MM por proyecto.
Posteriormente, tres de esos 12 equipos serán escogidos para ejecutar la “Etapa 3, Diseño plan de escalabilidad” para la implementación de soluciones tecnológicas. En este caso contarán con 10 meses para la ejecución y podrán adjudicarse un subsidio de hasta $45,3 MM por proyecto.
Mientras que los beneficiarios deberán realizar un aporte de un 30% pecuniario o efectivo.
Los interesados podrán acceder a las bases del concurso AQUÍ.
Tasa de circularidad
En el evento participó la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, quien profundizó en la economía circular en el rubro, aseverando que “la construcción tiene enormes oportunidades de duplicar la tasa de circularidad”, por sobre otras cinco industrias claves, tales como el transporte, alimentación, moda, salud y comunicaciones.
En esa línea, destacó que, a partir de un trabajo coordinado entre la industria de la construcción, la academia y el sector público lograron concordar tres soluciones tecnológicas para impulsar la economía circular en el rubro: nuevos materiales y sistemas constructivos sustentables con atributos circulares; soluciones tecnológicas para el uso eficiente de recursos, materiales, energía y agua; y gestión sustentable de residuos de la construcción y demolición.
La arquitecta detalló que la construcción es uno de los mayores consumidores de materias primas y genera el 35% de los residuos sólidos. Dicho rubro al año consume un 50% de la producción mundial de acero y 3 mil millones de toneladas de materias primas. En ese contexto, ejemplificó que un edificio residencial de 20.000 m² genera un volumen desechado de 26 viviendas de 200m³.
Portafolio Construcción
En tanto, la directora de Innovación Sostenible en la Gerencia de Innovación de Corfo, Carolina González, indicó que –a partir de información obtenida desde el portal de datos de InnovaChile Corfo Data Innovación– entre 2010 y 2020, un 45,5% del total de los proyectos presentados en el Portafolio Construcción de Corfo consideró la innovación sostenible. Finalmente, la profesional agregó que al desglosar ese porcentaje sólo un 28% de esas iniciativas consideró la economía circular, en materias relacionadas con la recuperación de recursos. Cabe considerar que el 72% restante no incluyó dicho ámbito.
El webinar está disponible AQUÍ.
Aunque la industria de la construcción ha sido tradicionalmente dominada por hombres, las mujeres han ido ganando terreno. Dos innovadoras seleccionadas para participar en el Mapa Construtech comparten su experiencia.
Carolina Uribe y Sonia Reyes son dos de las mujeres que están destacando por su experiencia y talento en la industria de la construcción. Ellas postularon a las empresas que representan para sumarlas al Mapa Construtech, iniciativa de Construir Innovando de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y Construye2025, que fue creada para identificar a las mejores soluciones tecnológicas del sector.
Buscando dar visibilidad a su startup, a través de una vitrina validada por expertos para potenciar su crecimiento, la socia fundadora deJetBrokers.io, Carolina Uribe, llenó el formulario de postulación al Mapa Construtech, donde logró destacar inmediatamente. Luego de haber trabajado por más de cinco años para una de las empresas de brokers inmobiliarios más grandes de Chile y aprovechando su conocimiento sobre el mercado inmobiliario chileno, Carolina Uribe creó -junto a su socio- una moderna plataforma de gestión de ventas inmobiliarias.
Su idea fue profesionalizar el área del bróker que, según dice, no está bien reglamentada. “Mi socio ve la parte de informática y con él fuimos desarrollando este software para poder ir apoyando a otras empresas”, relata. Según la socia fundadora de JetBrokers.io, Chile tiene mucho que mostrar y enseñar al resto de la región y, en parte, eso la motivó a postular al mapa Construtech. “En inversiones inmobiliarias estamos siendo punteros”, dice con convicción.
Asimismo, Sonia Reyes, cofundadora de BIMetriX, quiso que su empresa fuera parte del Mapa Construtech. “Nacimos en 2019. Pero el proyecto se fortaleció cuando participamos en el desafío Construye Innovando, iniciativa de la Cámara Chilena de la Construcción que buscaba proyectos innovadores. Buscamos modernizar la forma de planificar para que ya no se siga haciendo en papel, sino usando las herramientas tecnológicas mediante metodología BIM. Yo soy administradora de empresa y en la academia BIM mi rol es de gestión operativa y proyectos”, explica.
Para Sonia Reyes, resultó muy interesante sumarse al Mapa Construtech, porque cree que a las startups lo que más les cuesta es llegar a empresas grandes. “Uno tiene las soluciones, pero que nos conozcamos y podamos comunicarnos siempre es un desafío. En el Mapa Construtech está ese espacio o vitrina, para que las empresas cuando tengan un desafío o necesiten de alguna tecnología tengan donde buscar”, señala.
Con BIMetriX, una herramienta BIM de data analytics basada en modelos BIM, los BIM Managers, BIM Leads, jefes de proyecto y afines, pueden gestionar en tiempo real toda la información generada en un modelo BIM. Así, esta startup quiso ayudar a que todo el personal, aún sin conocimientos previos de BIM pudiera hacer planificaciones en base a modelos 3D de forma rápida e intuitiva.
Viviendas de calidad, sustentables y eficientes es el anhelo de quienes impulsan la construcción industrializada, una metodología que podría cambiar el rumbo de las viviendas sociales, si continúa masificándose.
Aunque cambiar las políticas públicas no es un proceso sencillo, según el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Erwin Navarrete, mejorarlas es el camino, generando incentivos, acortando los tiempos y diversificando los programas habitacionales. “Ha sido un tema que ha cobrado mucha fuerza en la discusión que ha habido en los últimos meses, no solo por el déficit de vivienda, sino porque hay más de 90 mil viviendas en campamentos”, reconoce el gerente de Construye2025, Marcos Brito, quien valora los procesos más rápidos y más costo eficientes de la industrialización.
“Una misma inversión permite construir más unidades habitacionales, con un mejor estándar y en un menor plazo. Se ve que esta es la alternativa que tenemos para poder paliar este déficit y los campamentos, dado que con las metodologías tradicionales no se ha podido disminuir, sino que, por el contrario, van en aumento”, enfatiza Brito.
En este contexto, Erwin Navarrete recuerda el trabajo que convocó a más de 50 actores a nivel nacional y que fue bautizado como ‘Diálogo Nacional de Vivienda y Ciudad’, que arrojó 20 medidas concretas para disminuir el déficit habitacional vinculadas a aspectos económicos, técnicos, administrativos y normativos.
Para construir viviendas de calidad, sustentables y energéticamente eficientes, en el Minvu ya están buscando alternativas y soluciones constructivas innovadoras que permitan llegar a más familias. “Sabemos que la industrialización en la construcción reduce los tiempos en los que se ejecutan las obras, permiten un mejor control de calidad y reduce los desechos de construcción, lo que nos da el gran potencial de entregar viviendas de calidad y sostenibles en menor tiempo a más familias”, indica Erwin Navarrete.
De hecho, el ministerio cuenta con un banco de proyectos de ‘vivienda tipo’ de alto estándar con componentes industrializados, que -según el jefe de la Ditec, son opciones atractivas para que las familias vean en la construcción en madera una buena alternativa. En esta línea, se han desarrollado metodologías para la acreditación de sistemas constructivos no tradicionales para el desarrollo de proyectos habitacionales.
“Dentro del universo de proyectos aprobados, el 80% son con base en construcción industrializada. Hoy existe La Casa Que Quiero (https://www.minvu.gob.cl/la-casa-que-quiero/) una plataforma abierta a la ciudadanía que consolida estos proyectos aprobados y que pone a disposición de los usuarios un catálogo de soluciones de viviendas tipo, que permite agilizar el proceso de construcción de proyectos, al contar con diseños previamente revisados y aprobados” dice el jefe de la Ditec, consciente de que, con este tipo de iniciativas, la arquitectura se acerca a los sectores más vulnerables.
Procesos más rápidos y seguros
Junto con lo anterior, Navarrete destaca el impulso a la incorporación de nuevas metodologías de gestión y tecnologías digitales para agilizar los procesos y hacerlos más seguros, además de invitar a aumentar la trazabilidad, la transparencia y generar ahorros en los costos de producción. “Una de las iniciativas más relevantes es la implementación de BIM en programas Minvu, cuyo objetivo es mejorar la productividad y sustentabilidad de los programas ministeriales, por medio de una metodología basada en trabajo colaborativo y transformación digital”, indica.
En 2020, el Serviu Metropolitano hizo un llamado especial del D.S. 19 con BIM, lo que resultó ampliamente exitoso en términos de la respuesta del sector privado, incluso, más allá de las expectativas del Minvu, señala el jefe de la Ditec, ya que casi el 90% de las entidades desarrolladoras presentaron sus proyectos con BIM, aun cuando estaba siendo solicitado de forma voluntaria.
Para el mundo privado, la construcción industrializada también se ha convertido en una solución a muchas problemáticas. La presidenta del Comité de Vivienda de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Jacqueline Gálvez, está convencida del potencial de esta herramienta sostenible y de alto estándar que, además, respeta a los diferentes tipos de familias. “Es lo que necesitamos masificar para que se entienda que la industrialización hace la versatilidad. De bajo impacto ambiental, nos permite hacer el mismo trabajo en menos tiempo y es más segura para los trabajadores. Estamos perdiendo tiempo en no usarla lo antes posible para atacar el déficit habitacional”, señala.
Por su parte, el presidente del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Sebastián Fourcade, destaca que, en terrenos más complejos, la construcción industrializada permite planificar soluciones diversas que ayudan a enfrentar de mejor manera las complejidades.
“La industrialización en general, en otros lugares se produce como resultado a mayor costo de vida. A medida que hay más restricciones para la construcción o la mano de obra se vuelve más cara, las empresas constructoras se reinventan y eso hace que aparezca la construcción industrializada, pero promover a nivel país estas soluciones hacia una construcción 2.0”, comenta el presidente del CCI.
En etapa de curatoría se encuentra la iniciativa que dará visibilidad a las mejores soluciones tecnológicas de la industria de la construcción.
Identificar las mejores soluciones tecnológicas para el sector de la construcción, darles visibilidad a través de una vitrina validada y ayudar con ello a potenciar su crecimiento, es la misión que la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y Construye2025, le encomendaron al jurado de la iniciativa Mapa Construtech.
Un comité de especialistas está deliberando para elegir a las mejores 50 empresas tecnológicas en Chile que serán parte de esta vitrina. “Reunir en un solo espacio a un grupo importante de empresas de base tecnológica para el sector construcción es un tremendo aporte, pues contribuye a generar alianzas y visibilización, al mismo tiempo que se difunden capacidades y conocimiento de las empresas, que existen en el ecosistema y a veces son poco conocidas”, afirma Yasna Pardo, gerente de Asuntos Corporativos del Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC).
Según Ignacio Peña, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, la plataforma será una herramienta clave para dar a conocer las ofertas tecnológicas existentes. “Una vitrina para promover emprendimientos y startups de base tecnológica, organizaciones que son un pilar fundamental para mejorar la productividad de la industria. Con este proyecto, esperamos que cada vez se vayan sumando nuevas empresas intensivas en tecnologías que contribuyan a fortalecer nuestro sector”, complementa Yasna Pardo.
Otros países ya han demostrado el éxito de este tipo de iniciativas y, hoy, Chile hace lo suyo, para conectar a grandes empresas con startups que están totalmente preparadas para solucionar sus problemas, mejorar su productividad y ayudarles a ser más sustentables. “En Construye2025, estamos muy entusiasmados con esta iniciativa, que venimos desarrollando desde el año pasado, a través del Comité Gestor de Desarrollo Tecnológico de nuestro programa, por el impacto que, sin duda, será significativo”, sostiene Marcos Brito, gerente de Construye2025.
El Mapa Construtech estará disponible el lunes 9 de agosto en https://cchc.cl/mapaconstrutech/
Aprovechando un desecho recurrente en la industria de la construcción y acuícola, un emprendimiento de la Región de Los Lagos logró fabricar recubrimientos y pinturas, entregando valor al residuo, sumándose a la tendencia de economía circular.
La historia de Poliestirec comenzó con su participación en un concurso de innovación abierta que hizo Axis Desarrollos Constructivos, mientras buscaba la reducción de los contaminantes de la construcción y de la industria acuícola para impactar positivamente en la región. Entonces, se hicieron cuatro talleres para aterrizar ideas y Poliestirec, que tomó el poliestireno expandido, “plumavit”, para transformarlo en resina para hacer pinturas, quedó finalista.
Hoy, la empresa de economía circular gestiona y trata los RCD en la línea del poliestireno expandido residual (plumavit), transformándolo en recubrimientos y pinturas, entregando valor a este residuo y logrando así reducir grandes cantidades de desechos. En un principio, el foco de la empresa era el reciclaje. Pero, ahora, la venta de pintura es su objetivo principal.
Poliestirec es una empresa que vende pintura para poder reciclar, porque sin lo primero, no es posible lo segundo. Además, existe una segunda línea de negocios: asesorías de gestión de residuos; y una tercera: gestión del EPS, que consiste en recibir este insumo en la planta.
“Tenemos la capacidad de hacer reciclaje local, significa que no gastamos grandes cantidades de carbono en poder generar este tratamiento del residuo, transformándolo normalmente en un producto con un valor agregado. Es decir, que nosotros -desde el residuo- que se genera en el espacio, en la zona, y en el mismo lugar nosotros lo tratamos y vendemos el producto. Entonces, tenemos una economía de reciclaje local que nos permite tener una diferenciación con respecto al modelo, que es mucho menos amigable con el medio ambiente”, comenta Antonio Vial, gerente general de Poliestirec.
Educando nuevas generaciones
Otra de las acciones que está haciendo brillar a este emprendimiento es el conocimiento y experiencia que sus líderes están traspasando a las nuevas generaciones. Hoy, la empresa está en la última etapa de trabajo con un colegio donde han tenido contacto directo con los niños, a quienes han podido explicarles que el lugar donde estudian está siendo pintado con “productos reciclajados”. “Esa enseñanza va a quedar para todos los niños de todas las generaciones por el resto de la historia de ese colegio. Va a trascender. Y para los padres de los niños también, va a ser un ícono muy importante para nosotros”, afirma Vial.
Asimismo, la empresa fue proveedora de un estacionamiento cuya techumbre tiene poliestireno expandido. “Lo gracioso de ese proceso es que van a pintar sobre el elemento que nosotros utilizamos para generar la resina para hacer la base de la pintura. Entonces, técnicamente hablando, se está logrando tener un producto que, una vez terminado, no daña el material que se diluyó para hacer el producto”, acota el gerente general.
Pero de todos los proyectos, el proyecto más interesante ha sido el del colegio porque además se ha incluido la participación de los niños, el que más les apasionan, tanto a Vial como al gerente de Operaciones, Carlos Santibañez. Según dicen, debido a que incorporan elementos sociales y culturales. “Además, se trabaja con los colores con sentido, es decir, no se pinta solo blanco y amarillo, sino que cada sala tiene un color específico que busca cierto novel sensorial de los niños según su ciclo de educación. Entonces es un desafío y un entrenamiento técnico y de aprendizaje para nosotros, como empresa que también diseña colores”, señala el gerente de Poliestirec.
Con sus máquinas, la empresa puede utilizar tanto el poliestireno expandido que viene con residuos, adherido a un bloque de hormigón, como el que viene con paneles SIP, junto a la madera y con pegamento. Al obtener la materia prima, la empresa puede fabricar desde esmaltes al agua hasta una gama de látex, además de recubrimientos técnicos, como sellos de piso, que son solventes.
El público objetivo de Poliestirec son las constructoras, principalmente, aunque los productos también están disponibles para particulares en poliestirec.cl. “Las empresas salmoneras también compran, pero de a poquito nos estamos metiendo en ese rubro”, explica Antonio Vial, quien también trabaja con algunos contratistas especializados en la aplicación de sus productos.
El proceso completo de Poliestirec fue diseñado para no generar residuos. De hecho, en dos años, solo se ha llenado un tambor y medio de residuos líquidos, cuya capacidad es de 200 litros. “De todos los miles de litros, hemos tenido eso porque tratamos de no tener residuos. ¿Cómo lo hacemos? Uno: por ejemplo, la resina tiene otros fines, otros usos. Con la resina uno puede hacer moldes, distintas cosas. Y, lo otro, es que la pintura que va sobrando la vamos juntando. Generalmente, el blanco es el que manda en el mercado de las pinturas. Entonces, vamos juntando y llega gente que necesita pintar un muro de su casa, toma, aquí te regalamos una pintura”, detalla Vial.
Crisis sociales, estrés por pérdida de empleo, la crisis del estallido social y la pandemia han evidenciado las dificultades en el acceso a la vivienda, cuya demanda ha crecido sostenidamente, llegando a marcar un déficit país de 700 mil hogares. Para dar solución a esta problemática, se congregó a un “Diálogo Nacional por la Vivienda y la Ciudad”.
Más de 30 representantes de universidades y centros de estudios, asociaciones gremiales, municipios, sociedad civil, fundaciones, dirigentes y consultores, del Congreso Nacional y del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, incluido el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic, aportaron su mirada al “Diálogo Nacional por la Vivienda y la Ciudad”. Dicha instancia busca abordar en los próximos 60 días medidas concretas para enfrentar las urgencias en materia habitacional y urbana.
La mesa de trabajo estableció tres objetivos principales: generar un diálogo nacional por la vivienda y la ciudad; aplicar medidas concretas a corto plazo para favorecer el acceso a la vivienda y resolver el hacinamiento y los campamentos; y establecer una agenda de largo plazo para asegurar continuidad y sostenibilidad en el desarrollo de la vivienda y de la ciudad.
El objetivo del Ministerio de Vivienda fue trabajar colaborativamente para solucionar una problemática que requería de múltiples miradas. “Primero, la pandemia visibiliza y afecta la precariedad habitacional. Este aumento del déficit habitacional en el país en los últimos años obedece a un factor de migración vulnerable, también a la pérdida de empleos; segundo, la baja en los ingresos familiares también es un factor; y, la tercera parte, es el Estado, el ministerio. Las comunas donde más ha aumentado el déficit son aquellas donde al Estado le ha costado construir viviendas de interés social. Tiene que ver, en parte, con la poca gestión en la búsqueda de suelo”, explicó el subsecretario de Vivienda y Urbanismo, Guillermo Rolando.
De ahí nació la instancia de diálogo, por acuerdo unánime en el Senado, como primer paso para fijar un plan de acción con medidas de corto y largo plazo que respondan a las necesidades de los 700 mil viviendas que hoy no tienen casa. “Se conformó un programa realista, que dio como fruto al menos 20 medidas principales. En esto, los municipios, especialmente, las direcciones de obra tienen una capacidad de ejecución que no tiene otra unidad. Algunas tenemos implementados sistemas para determinar rápidamente las demandas a partir de los datos del registro social de hogares e implementar soluciones que atiendan con rapidez el déficit de vivienda local”, explica Yuri Rodríguez, director de Obras Municipales de Casablanca.
Demanda vs oferta
Según el especialista, cada municipalidad debería determinar la tipología de demanda y el universo de demanda para tener claridad de hacia dónde ir. Asimismo, el arquitecto valora la participación del mundo académico en estas instancias e invita a las escuelas de arquitectura a extender la enseñanza sobre políticas públicas.
Quienes han podido aprovechar las ventajas de DOM en Línea cuentan con un sistema de información geográfico que permite tener a la vista un catastro que garantiza más de un 99% de asertividad, porcentaje que se compara con el de comunas cuyo catastro no llega ni al 60%. “Ir incorporando la tecnología nos ha permitido ir acortando las brechas. Cuando tenemos nuestro catastro actualizado, lo más probable que suceda es que haya justicia tributaria en las cargas de contribuciones que reciben las personas. La totalidad de la tramitación debe ser electrónica”, comenta Yuri Rodríguez.
En tanto, la gerente de la inmobiliaria social Techo de la Fundación Techo, Loreto Wahr, destaca la discusión en torno a cómo impulsar de mejor forma el parque de vivienda pública para renta, es decir, facilitar el acceso a la vivienda. “Se requiere una acción estatal para avanzar más decididamente. Es lo que me ha parecido más relevante, que existan concursos para hacer más competitivas y de mejor calidad las soluciones de proyectos habitacionales. Tenemos que ver también cómo hacemos para que el Estado tenga más terrenos públicos para poder ofrecer soluciones; generar incentivos para facilitar el acceso a la vivienda y al financiamiento para los sectores medios”, señala.
Y es que, según Loreto Wahr, hay una parte de la población que no está bancarizada, algunas por ingresos y otras por informalidad de la actividad. En este ámbito, cree que deben abrirse posibilidades para hacer más expedito y flexible el acceso. “Armar un banco de suelo a través de glosas, flexibilizar condiciones”, afirma. Pero, además, del problema de falta de acceso al sistema bancario -que se traduce también en falta de acceso a la vivienda- la ejecutiva ve falencias normativas, institucionales y de gestión.
“Para nosotros como representantes de la sociedad civil fue interesante poder participar, pero nos preocupa que se cumplan las medidas. Esperamos que no se queden solo en buenas intenciones. Un buen gobierno necesita una buena fiscalización también y ahí las organizaciones de la sociedad civil juegan un rol importante”, dice Loreto Wahr.
Desde el 28 de mayo, las empresas que buscan digitalizar la construcción en Chile están inscribiéndose, buscando convertirse en una de las 50 seleccionadas para estar en la vitrina que lideran la CChC, Construye2025 y Construir Innovando.
La Cámara Chilena de la Construcción, Construye2025 y Construir Innovando se unieron para dar con las mejores 50 empresas tecnológicas vinculadas al sector Construcción en Chile, que tendrán el privilegio de sumarse a la nueva plataforma “Mapa Construtech”. Dicha iniciativa, identificará las mejores soluciones tecnológicas que podrían mejorar diversos aspectos de la industria, para darles visibilidad y ayudarlas a potenciar su crecimiento en una verdadera vitrina, organizada por categorías, para recibir al público objetivo de quienes figuren en este mapa.
“Estamos muy contentos, ya que, en el difícil contexto de la pandemia, surgió este proyecto cuya convocatoria tiene la finalidad de buscar e identificar las mejores soluciones tecnológicas para la construcción y darles el reconocimiento que corresponde”, señala Conrad von Igel, gerente de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción.
En la selección, participarán representantes de entidades especialistas en innovación y tecnología, tales como Startup Chile, Socialab, UDD Ventures, Brinca, Centro de Innovación UC, Open Beauchef, CIPYCS y CteC. Inscribirse es muy fácil, ya que cualquier representante, fundador, socio o gerente de la empresa puede presentar las soluciones. Las bases y requisitos están publicados en Mapa Construtech, sitio en el cual los usuarios podrán navegar a través de distintas categorías para acceder a cada empresa de forma rápida y simple.
“Queremos hacer una invitación abierta a todas aquellas empresas que quieran aportar con soluciones, a participar de esta iniciativa, que lo que busca es, sin lugar a dudas, lograr transformar la industria de la construcción en Chile”, añade el gerente de Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción.
Algunas de las claves para postular al “Mapa Construtech” son: identificar qué hace que la solución propuesta agregue un valor único a sus clientes a nivel tecnológico, operativo y de modelo de negocios; tener claridad respecto a cuáles son los competidores y sustitutos de la solución y cómo la empresa se diferencia de ellos; y mostrar qué resultados concretos y tangibles han obtenido con clientes y/o usuarios.
Según el coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, Ignacio Peña, esta iniciativa ya se ha hecho en otros países, donde ha conseguido importantes resultados. “Lo que queremos para Chile es que los tomadores de decisiones y los gerentes o encargados de innovación en una compañía, puedan encontrar las empresas tecnológicas del país que están listas para dar soluciones a sus problemas, pudiendo entender de mejor manera cuál de esas soluciones les sirve, qué tipo de solución es y en qué parte de su cadena de valor entra”, detalla.
La convocatoria se amplió en dos semanas y las nuevas fechas son:
Puedes postular si tienes una empresa tecnológica, y estas en alguna de estas categorías:
Tipo de servicio
Tipo de tecnología
Etapa del proceso
https://www.pauta.cl/programas/cafe-de-la-construccion/cafe-de-la-construccion-26-de-junio-de-2021
En el programa Café de la Construcción, del 26 de junio de 2021 de Radio Pauta, el coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, Ignacio Peña, abordó la nueva plataforma Mapa Contech.
El objetivo es validar las acciones propuestas para lograr la neutralidad del carbono en el 2050.
El sector de la construcción genera cerca del 40% del total de emisiones de gases de efecto invernadero globales. Por esto, para dar cumplimiento a los desafíos en materia de carbono neutralidad al 2050, es crucial la definición de una estrategia de descarbonización para el sector.
En este escenario, en el año 2019, se formalizó el Comité de Huella de Carbono para el Sector Construcción en el Instituto de la Construcción (IC), al alero de su Convenio de Colaboración con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y que está conformado por instituciones relacionadas al sector que, de manera voluntaria, ofrecen el conocimiento para redactar y poner en marcha una Estrategia Nacional para la reducción de las emisiones de carbono de todo el sector construcción (edificaciones e infraestructura), a lo largo de todo su ciclo de vida.
A la fecha, ya se han definido los lineamientos principales de una hoja de ruta y desarrollado un completo estudio de análisis del estado de arte en huella de carbono a nivel nacional e internacional.
En base a estos productos, se desarrolló una consultoría para elaborar la primera propuesta de la “Estrategia Nacional de Huella de Carbono para el Sector Construcción”, cuyo documento será lanzado para consulta pública el próximo miércoles 16 de junio a las 11:00 horas, con el objetivo de validar las acciones propuestas para lograr la neutralidad del carbono en el 2050.
En este evento online, se expondrá el Estado del Arte Nacional e Internacional en Huella de Carbono del Sector Construcción, presentación que estará a cargo de Pía Wiche, de la empresa consultora EcoEd.
Asimismo, se presentará la Propuesta de Estrategia Nacional de Huella de Carbono para el Sector Construcción, que estará a cargo de Mauricio Villaseñor de la empresa consultora EBP.
Cabe señalar que representantes del sector privado, proveedores de materiales de construcción y gremios profesionales, han planteado compromisos muy importantes para el desarrollo y aplicación de la estrategia, tales como certificados de huella de carbono contenida (cuna a puerta) de materiales de construcción, desarrollo de calculadoras para productos específicos, medición de huella en construcción de edificios, actividades de capacitación y difusión.
Dada la relevancia de estas acciones, es que es fundamental la participación de todos los actores en este proceso de consulta publica.
No te pierdas el lanzamiento e inscríbete aquí https://bit.ly/2Tlolph
Las primeras investigaciones para el desarrollo de viviendas sociales están demostrando la factibilidad técnica de la tecnología, su competitividad y el enorme aporte medioambiental, social y económico que puede alcanzar.
Hoy, los nuevos sistemas constructivos y las soluciones arquitectónicas eficientes y sustentables se están robando todas las miradas. La impresión 3D, por ejemplo, está revolucionando la construcción de viviendas sociales gracias a la reducción de los costos, la mayor rapidez en faena y la reducción de desechos en obra, entre otras ventajas.
Marianne Küpfer, socia directora de Proyectos de René Lagos Engineers, y Fernando Marín, director de Proyectos e Iniciativas Globales de la Vicerrectoría de Desarrollo y Gestión de la Universidad Mayor, han sido fieles representantes de la tecnología, que podría cambiarle la cara a las viviendas sociales chilenas, gracias a un proyecto respaldado por Corfo que favorece la impresión 3D de hormigón.
“El principal objetivo del proyecto es crear y validar una metodología que permita que la tecnología de impresión 3D de gran escala (2 o 3 pisos) se pueda desarrollar en Chile, enfrentando nuestras particulares condiciones sísmicas reflejadas en las estrictas normas chilenas. La tecnología ya está desarrollada en varios países del mundo, pero con condiciones sísmicas mucho menos exigentes que las nuestras”, señala el investigador.
La idea de esto sería validar que todas las ventajas de esta nueva manera de construir sean aprovechables en Chile y que las modificaciones estructurales mantengan la tecnología en niveles competitivos, tanto para vivienda social como para otros segmentos de vivienda.
¿Cómo se evaluó la factibilidad de construcción con tecnología H3D para viviendas sociales en Chile? La ingeniera Marianne Küpfer recuerda que el primer paso fue elaborar una propuesta arquitectónica que se ajustara a los estándares Minvu para viviendas sociales y que, al mismo tiempo, se pudiera materializar de manera eficiente con tecnología de impresión 3D. El segundo paso fue verificar la factibilidad técnica de la propuesta en cuanto a un diseño estructural sismorresistente acorde a la normativa chilena; mientras que, el tercero, fue realizar una comparación del prototipo propuesto, con alternativas más tradicionales de construcción en la zona central de Chile, como son la albañilería confinada y el hormigón armado convencional.
Según la especialista de René Lagos Engineers, construir con esta tecnología genera beneficios como la reducción considerable de mano de obra, la eliminación del uso de moldajes, la reducción de residuos de construcción, la ejecución con un alto control de calidad, la versatilidad de formas que se pueden lograr y la flexibilidad de usos que se le puede dar a la tecnología de impresión 3D. Igualmente, Fernando Marín, de la Universidad Mayor, valora la velocidad de construcción y la calidad y precisión de la obra automatizada, lo que permite adelantar en fabrica muchas otras terminaciones que, finalmente, también redundan en los plazos. “Si bien hemos apuntado esta investigación a la vivienda social como objeto de estudio y ya habiendo validado el cumplimiento de la normativa sísmica chilena, la tecnología tiene también muchas otras aplicaciones, tales como paneles, mobiliario urbano y casi cualquier obra de arquitectura de hasta tres pisos por ahora”, argumenta.
Junto con evaluar esta tecnología en su condición actual, los investigadores están trabajando en modificar y mejorar su uso, incorporando en la mezcla de impresión otros materiales como la nanocelulosa, para reducir la cantidad de cemento. “Desde la Universidad Mayor, estamos trabajando ya en ensayos de laboratorios en nuestro Centro de nanotecnología aplicada, para alcanzar esta nueva meta que tributa a los objetivos país en temas medioambientales”, cuenta Fernando Marín.
Si bien los cambios en el rubro de la construcción son difíciles de implementar, toman tiempo y requieren demostrar un beneficio económico, aspectos complementarios como el bajo impacto ambiental y la economía circular han ido abriéndose camino. “El mercado poco a poco va entendiendo lo que esto implica y va exigiendo soluciones habitacionales alineadas con estos aspectos. Para RLE es importante participar en la evaluación de estos nuevos sistemas constructivos, pues la seguridad estructural de las viviendas, ante la alta sismicidad que afecta frecuentemente a nuestro país, debe ser considerada una variable fundamental”, argumenta Marianne Küpfer.
Manufactura aditiva
Para certificar la impresión 3D en hormigón como sistema constructivo no tradicional y masificar su uso en la industria de la construcción, nació el proyecto “Anaquel de manufactura aditiva, hacia un nuevo lenguaje arquitectónico”, que lidera la arquitecta Verónica Arcos. Mediante la fabricación de prototipos arquitectónicos a escala real, se ha ido construyendo un catálogo de piezas que pretende validar la tecnología frente a postulaciones de financiamiento mayores y de más largo aliento.
El proyecto tiene cinco etapas y en este momento están en la segunda. “La meta final del proyecto es certificar la impresión 3D en hormigón como un sistema constructivo no tradicional, para comenzar a masificar su uso en la industria de la construcción, tanto en Chile como en el resto de la región”, señala Verónica Arcos, quien cree que dadas las condiciones de crisis social, sanitaria, económica, política y ambiental, es fundamental operar con sistemas tecnológicos más económicos, sustentables, seguros y eficaces.
La impresión 3D en hormigón, en este sentido, ofrece muchas ventajas que la destacan sobre los métodos convencionales. Por ejemplo, el hecho de que no requiere moldajes, se traduce en la eliminación total de escombros, acelera los tiempos de la obra gruesa y reduce la cantidad de mano de obra en la faena. Además, la arquitecta destaca que el mayor control permite reducir en un porcentaje alto el riesgo como parte del presupuesto y brinda más seguridad a los trabajadores, ya que son los robots los que hacen la faena. “Ofrece una libertad formal nunca antes vista en nuestro campo, dando pie a un nuevo lenguaje arquitectónico: un lenguaje basado en la forma resistente tanto en el proceso de impresión como después del fragüe”, puntualiza Arcos.
Según la especialista, quien es Master of Architecture del Berlage Institute en Rotterdam, la tecnología de punta se traducirá necesariamente en una reducción de costos, procesos más sustentables, mayor rapidez en la faena y en la oportunidad de personalizar las viviendas o edificaciones de los usuarios. “Si se construye un conjunto de 30 viviendas sociales, se podrán tener 30 fachadas distintas, sin alterar los costos de manera significativa. Esos costos serán más bien marginales. Esto permitirá tener barrios más amigables, donde la gente pueda sentirse más identificada con sus casas. Además, pienso que al bajar los costos de construcción, si hablamos de vivienda social, eventualmente se podrían obtener viviendas de mayor superficie que las actuales. Lo que después de la pandemia que estamos viviendo sabemos que es imprescindible”, afirma.
La planta de tratamiento y valorización de residuos de la construcción y demolición logró financiarse gracias a Doble Impacto, una plataforma que opera como crowdfunding, pero que pronto podría convertirse en banco para impulsar proyectos con sentido que no encajan en la banca tradicional.
Convencer a otros de financiar proyectos sostenibles es la noble misión de Doble Impacto, la plataforma de inversiones que logró hacer match con Revaloriza, la empresa que instalará la primera planta en Chile que se dedicará a la valorización de residuos de la construcción y demolición (RCD), en la Región de Valparaíso. El proyecto -que lidera Karen Aguilera- pretende reciclar y valorizar 120.000 toneladas de residuos de la construcción y demolición procedentes de la Región de Valparaíso en un plazo de tres años, generando un beneficio económico, social y ambiental.
Revaloriza fue la respuesta de un grupo de empresas constructoras e inmobiliarias que, junto a un equipo multidisciplinario, optó por tomar la iniciativa respecto al manejo de residuos, promoviendo la economía circular en la Región de Valparaíso y la recuperación de pasivos ambientales.
Un terreno de más de 21 mil metros cuadrados, ubicado en el sector industrial de Viña del Mar, fue el elegido para edificar la planta. “Como empresa estudiamos las ciudades que más residuos generan dentro de la región y las que más pasivos ambientales generan son Viña y Concón. Los RCD quedan dispuestos en quebradas y son un peligro por las potenciales remociones en masa”, explica la ingeniera ambiental.
Actualmente, la Región de Valparaíso genera del orden de 896.000 toneladas anuales de estos residuos, lo que la convierte en la segunda región con mayor generación a nivel nacional y, por lo mismo, foco de interés de Revaloriza que quiso tomar un rol proactivo en la solución de ese problema. “Nuestra idea es vincular a todos los actores de la cadena: constructoras, transportistas, recicladores de base, comunidad y autoridades, incluso, a la academia para poder desarrollar nuevos productos e impulsar la innovación regional, buscando ser referentes a nivel nacional”, explica la gerente general de la empresa, Karen Aguilera.
El modelo Revaloriza
En Revaloriza enseñan y capacitan a las constructoras para que logren reducir en 30% el volumen de los desechos que generan, ayudándoles a segregar en origen y a distribuir a plantas de reciclaje. Además, esta pyme ha logrado recuperar antiguos pozos de extracción de áridos (desde 2018) con tierras de excavación que, usualmente, se iban a los fondos de las quebradas.
Con su modelo de negocio triple impacto, la empresa se apega a la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, que lanzó Construye2025 en 2020 junto a los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Medio Ambiente y Corfo, y busca solucionar un problema transversal en la industria de la construcción que, además, espera contribuir a la disminución de incendios causados por la presencia de microbasurales clandestinos o mala disposición de residuos.
Algunos de los objetivos de Revaloriza son: fomentar la reutilización de residuos, disminuir el volumen de RCD en puntos de segregación; y, por supuesto, reducir el uso del transporte, el consumo en materias primas, los costos de limpieza y los riesgos laborales. Asimismo, a Karen Aguilera la motiva la disminución de la huella de carbono, lo que espera lograr disminuyendo el tránsito de camiones, impulsando la valorización de residuos entendidos como recursos, y el uso de materias primas secundarias.
¿Por qué Doble Impacto creyó en Revaloriza? Porque, tal como explica, Gerardo Wijnant, subgerente de Impacto en Doble Impacto, la plataforma de inversiones apuesta por empresas y personas que buscan generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. “Buscamos proyectos con sentido y en el camino nos hemos ido encontrando con diversas iniciativas, de inclusión social, turismo sostenible, eficiencia energética, consumo y producción sostenible, una de ellas fue Revaloriza”, señala el ejecutivo.
Doble Impacto es sinónimo de banca ética, como se conoce a las instituciones financieras que apuestan por una economía centrada en las personas y el planeta. Estas organizaciones se diferencian de la banca tradicional porque invierten en proyectos de economía real y no en instrumentos especulativos, pero también porque sus criterios de inversión se ajustan a los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” definidos por la ONU en 2015.
Por otra parte, la entidad plantea que la mayoría de las las empresas tradicionales se consideran una posición exclusivamente maximizadora de beneficios y con una visión a corto plazo, sin embargo, cada vez más se valora a las que se enfocan en otros modelos de economías que consideren el valor compartido, replanteando el sentido que las empresas tienen en la sociedad y su impacto en el medio ambiente.
Asimismo, la entidad para asegurar el control de los dineros que reciben, manejan una cuenta en un banco nacional, y no aceptan dinero en efectivo, sino solamente transferencias de cuentas nacionales, dado que la banca chilena está regulada.
Por Francisco López, subsecretario de Energía.
En Chile nos hemos puesto la meta de ser un país Carbono Neutral al 2050. Es por eso que estamos impulsando decididamente una serie de iniciativas.
Entre ellas, están el plan de cierre de centrales a carbón, el fomento de las energías renovables, el desarrollo de una industria de hidrógeno verde, y la electromovilidad.
Todos estos pilares estratégicos son necesarios y están siendo abordados de manera sistemática por el Ministerio de Energía. Pero sabemos que es la eficiencia energética la que más contribuye a esa meta: representa más de 35% de las reducciones de gases de efecto invernadero proyectadas al 2050.
A mediados de enero, el presidente Sebastián Piñera promulgó la primera Ley de Eficiencia Energética (N°21.305), que promoverá el uso eficiente de la energía que hoy nos conecta, nos ilumina y nos abriga.
Con su puesta en ejecución, lograremos al 2030 una reducción de la intensidad energética del 10%, un ahorro acumulado de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones Toneladas de CO2: lo anterior equivale a evitar el recorrido anual de 15,8 millones de vehículos livianos o a la absorción anual de 1,8 millones de hectáreas de bosque nativo.
Esta ley exigirá a los grandes consumidores que implementen sistemas de gestión de la energía. Con ello, reducirán sus consumos de manera sistemática, bajando también sus costos económicos y aumentando la productividad.
Se exigirá también nuevos estándares de eficiencia energética para el parque vehicular nuevo, promoviendo la electromovilidad. Esta ley, además, declara al hidrógeno, expresamente como combustible.
Las edificaciones nuevas tendrán un etiquetado como el que hoy tienen los electrodomésticos o vehículos. ¿Por qué esto es importante? Porque las edificaciones consumen casi un cuarto de la energía total del país, y parte importante de ésta se destina a calefacción.
De esta manera, la ley de Eficiencia Energética establece que edificaciones nuevas, como viviendas, edificios de uso público, edificios comerciales y edificios de oficinas, cuenten con una Calificación Energética para obtener la recepción final o definitiva.
Esta etiqueta deberá incluirse en toda publicidad de venta que realicen empresas. La norma es aplicable a empresas constructoras e inmobiliarias y a Servicios de Vivienda y Urbanismo. Además, la ley crea el registro de evaluadores, quienes realizarán las calificaciones energéticas de las edificaciones.
Desde lo práctico, creemos que esta indicación de la ley será muy positiva para las personas, pues este etiquetado -por ejemplo- permitirá a las familias tomar una decisión informada a la hora de comprar una vivienda y así optar por la que represente un mayor confort térmico, que considere por ejemplo el uso de equipos eficientes, o energías renovables no convencionales; permitiendo así un mayor ahorro en calefacción, enfriamiento, iluminación y agua caliente sanitaria.
En concreto, la etiqueta de eficiencia energética mostrará cuál es el porcentaje de ahorro en la demanda de energía para lograr calefacción, enfriamiento e iluminación apropiados para la vivienda, y el nivel de eficiencia energética en función del porcentaje de disminución de la demanda de energía. Gracias a ello, las viviendas contarán con una etiqueta con colores, porcentajes y letras, que van desde la A+ a la G, siendo esta última la menos eficiente, mientras que la letra E representa el estándar actual de construcción.
La Ley de Eficiencia Energética es un gran paso, y nos abre grandes posibilidades de acción a todos para reducir nuestra huella de carbono, para ahorrar en costos económicos, para lograr nuestra meta de carbono neutralidad, y mejorar además de manera considerable nuestra calidad de vida.
La llegada del coronavirus nos dio lecciones a todos, pero también despertó nuestra resiliencia y capacidad de innovación. Mandatada por Construye2025, con apoyo del Instituto de la Construcción, la consultora In-Data dio con cinco soluciones clave para la reactivación y la productividad tras “tomarle el pulso” a la industria.
Cada industria ha experimentado los cambios de manera distinta y ha tenido que vivir sus propios aprendizajes. Con el fin de levantar información y entregar propuestas para el sector construcción, mandatada por Construye2025 y con apoyo del Instituto de la Construcción, la consultora In-Data ha estado trabajando en un completo reporte, que recoge soluciones de corto, mediano y largo plazo.
¿Cómo acercar la empresa al trabajador? ¿Cómo evitar la escasez y/o retraso en la entrega de insumos y productos? ¿Cómo bajar los impactos en los tiempos y productividad en obra? ¿Cómo se incorporan tecnologías e innovaciones en el rubro? Han sido algunas de las preguntas que Cristián Yañez, gerente general, y Eva Sánchez, investigadora de In-Data, buscaron responder mediante su investigación.
“Como conclusión, el escenario actual de pandemia dejó una serie de aprendizajes, con foco en ámbitos como recursos humanos y organización; necesidad de planificación y mantención de la cadena de abastecimiento en el rubro; acelerar la implementación de procesos de digitalización y automatización; acelerar soluciones industrializadas en la construcción; y re impulsar la construcción sustentable, tanto en el sector público como privado”, explican los especialistas.
De esta manera, mediante el trabajo participativo de una serie de talleres, In-Data logró priorizar cinco soluciones, que asoció a cinco fichas resumen, que detallan el alcance y/o objetivos específicos a los que responde cada propuesta, el periodo de implementación determinado, el desglose de las actividades específicas requeridas para dar cumplimiento los objetivos y los actores responsables de liderarlas y llevarlas a cabo. Éstas son las cinco propuestas macro:
Algunas recomendaciones de In-Data, en el ámbito de las competencias laborales fueron: elaborar una hoja de ruta de capacitación tecnológica, levantar diagnósticos periódicos del estado del capital humano, mirar la experiencia nacional y tomar el desafío de introducir metodologías de innovación a nivel organizacional.
En tanto, en abastecimiento, uno de los consejos clave es considerar el uso de software y aplicaciones móviles para el control de gestión e integración de información terreno. Por el lado del BIM, los consultores invitaron a revisar experiencias internacionales, como el caso del uso de escaneo 3D y modelos BIM, en New Jersey, para reemplazar totalmente el daño causado por un incendio en tiempo récord.
Respecto de la promoción de la industrialización, en In-Data, valoraron las iniciativas desarrolladas por el Consejo de Construcción Industrializada y Construye2025. Mientras que, en el último punto, los consultores apuntaron a la generación de incentivos para el desarrollo de una construcción sustentable.
Con Sebastián Fourcade a la cabeza y Tatiana Martínez como vicepresidenta, el CCI continuará impulsando el trabajo colaborativo para acortar las brechas en capital humano, tecnología y normativa, que ayudarán a las soluciones constructivas.
Apasionado por la construcción industrializada, Sebastián Fourcade, asumió feliz la presidencia del directorio del CCI, para hacer frente múltiples desafíos de corto y largo plazo. “Creo que la primera tarea era difundir correctamente lo que significa construcción industrializada. Esto educa y, además, siembra curiosidad por la innovación. Luego, habrá que preocuparse de asesorar y apoyar a todos aquellos que quieran sumarse. Pero, es importante que estos intentos no sean opacados por los fracasos (que siempre hay)”, dijo.
Y es que el proceso de industrialización no es binario, sino de una mejora constante, según el nuevo presidente del CCI. Además, Fourcade considera necesario crear las bases en el mercado, es decir, eliminar barreras preestablecidas para este tipo de construcciones, crear alianzas con instituciones educacionales, que ayuden a formar/capacitar, entre otras. Por último, aspira a generar las herramientas y/o índices que permitan validar cada mejora en el proceso de industrialización, lo cual facilita la claridad y alcance de los objetivos.
En este sentido, en 2021 los comités continuarán trabajando en varios proyectos para resolver desafíos diversos. Asimismo, el CCI seguirá convocando socios motivados que se sientan desafiados a pensar “fuera de la caja” , tal como plantea el nuevo titular del Consejo.
Por su parte, Tatiana Martínez, recién electa vicepresidenta del CCI, aspira a fomentar la confianza para trabajar de forma colaborativa en equipos multidisciplinarios, con el fin de evolucionar en el ámbito constructivo. “Es indispensable pensar como equipo, para que todos quieran navegar por la zona de aprendizaje en nuevas metodologías de trabajo, gestión de proyectos, implementación de tecnología y que estén preparados para aprender sobre industrialización y desaprender algunas cosas”, dice.
A romper paradigmas
Según la vicepresidenta del CCI, la construcción industrializada en Chile tiene un gran potencial de crecimiento. No obstante, éste dependerá, principalmente, de quienes toman decisiones al interior de las empresas que construyen cualquier tipo de edificación o instituciones que licitan proyectos de infraestructura pública, vivienda u obras civiles; ya que para hacer que las cosas pasen, los líderes tienen la responsabilidad de romper viejos paradigmas, acortar las brechas, levantar restricciones y estar abiertos al cambio, visualizando siempre que el objetivo común es el desarrollo sostenible de las ciudades, para el bienestar de las personas que las habitan. “Creo que el CCI tiene mucho donde aportar”, comentó.
En este contexto, Tatiana Martínez destacó el liderazgo, profesionalismo y la calidad humana de la presidenta saliente del CCI, Francisca Cruz, quien logró posicionar al Consejo en eventos nacionales e internacionales. “Sin duda, su forma de transmitir desde la experiencia en el desarrollo de proyectos, la importancia que tuvo la industrialización en el logro de mejores resultados en productividad; ayudó a evidenciar la necesidad de impulsar la implementación y medición de indicadores en obra que permitan visualizar las ventajas de realizar importantes cambios en la forma tradicional de construir. Participar en el directorio liderado por Francisca fue una experiencia muy enriquecedora en estos años y estamos muy agradecidos por la dedicación y el empuje que le dio al consejo en diversos ámbitos”, afirmó.
Para este año junto a los socios del CCI, la nueva vicepresidenta espera continuar trabajando en los grupos de técnicos y comités, donde la activa participación ha permitido avanzar en el posicionamiento de la industrialización en el sector construcción. “En muy poco tiempo ya pondremos a disposición los trabajos y la documentación que permitirá acortar las brechas que existen en normativa, desarrollo del capital humano, implementación de metodologías y también se podrá contar con indicadores de medición de soluciones constructivas industrializadas”, aseguró.
De esta manera, 2021 será un año para convocar a más profesionales de la construcción a participar de encuentros técnicos, seminarios y otras actividades que para interactuar, levantar inquietudes y analizar proyectos destacados por las soluciones utilizadas, mediante casos que sirvan de referencia en nuevos proyectos o inversiones futuras. “Es importante destacar el crecimiento que ha tenido el CCI en este último año, ya que se han asociado diversos profesionales y empresas de distintas regiones del país, que tanto individual como colectivamente son un gran aporte y ponen de manifiesto la necesidad de trabajar de forma colaborativa para co-construir un ecosistema que permita el desarrollo de la construcción industrializada en Chile”, concluyó Tatiana Martínez.
Las empresas chilenas podrán medir el grado de industrialización con que trabajan, analizando costos y variables medioambientales y sociales para tomar mejores decisiones.
Con la finalidad de medir el grado de industrialización en la construcción, Construye2025, programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, encomendó en 2020 a la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), un estudio para levantar indicadores clave de los proyectos que se desarrollan en Chile. Hoy en etapa de calibración, dicho trabajo será una herramienta para determinar qué tan industrializada está una empresa o sus proveedores.
Según el presidente del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Sebastián Fourcade, a lo largo del camino, fue posible establecer que una obra o un producto contiene muchas variables, por lo que el índice tenía que integrarlas. “Esta matriz nos entrega un coeficiente y una consultoría externa nos permitió ver cómo se aplicaba la fórmula en cada proyecto. Ahora, queda aterrizar esa calibración”, explica.
El índice se descompuso en las siguientes grandes variables: Costos, que es el indicador sobre el cual hay más información, porque incluye productividad y mano de obra, por ejemplo; otro más relacionado con el Medioambiente y, un tercero vinculado al tema Social. “Creemos que tener las variables en la mesa va a motivar a las empresas a medirse”, afirma Sebastián Fourcade.
Por qué medir
De esta manera, tal como sucede en Singapur, país donde cuentan con los edificios industrializados más altos del mundo, los planes reguladores podrían permitir, eventualmente, construir solo a las constructoras con una mayor calificación, al menos en ciertas zonas. “Eso puede suceder a medida que este índice se internalice. Por ahora, es importante que la mayoría de las empresas se auto midan, para saber dónde mejorar”, añade el presidente del CCI.
Asimismo, la subgerente de Gestión de Proyectos de la CDT, Carolina Tapia, cree que el estudio de indicadores de industrialización permitirá sentar una base para comparar proyectos con distinto grado de implementación de soluciones modulares o industrializadas. “En la medida que se pueda probar este indicador en la mayor cantidad de obras, se podrá ir calibrando para entregar un resultado que permita tomar decisiones como, por ejemplo, determinar cuánto incidirá en mis resultados, el hecho de industrializar mi proyecto”, argumentó.
En Construye2025, se espera que este índice sea de motivación para las empresas que valoren la nueva forma de construir y busquen mejorar sus procesos. En este sentido, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, señala que “contar con una metodología de medición estándar, que permita comparar resultados de obras, de una misma empresa o bien contra promedios del sector entre distintas empresas, permitirá mejorar la competitividad del sector. Lo cierto es que podremos saber qué sistemas constructivos, qué aspectos de coordinación temprana y qué beneficios se puede obtener al industrializar partidas o proyectos completos de edificación. Con esto, buscamos evidenciar los beneficios de la industrialización y facilitar una herramienta que pueda ser utilizada para todo tipo de obras, privadas y públicas”. Así, una vez consolidado será posible desarrollar nuevas herramientas y manuales para que los constructores y personas que hacen productos para la industria puedan mejorar su productividad y la sustentabilidad de sus obras.
Más de 80 trámites simplificados le están diciendo “adiós” al trabajo análogo que se realizaba en las direcciones de obra, para dar paso a un nuevo ecosistema digital que hace más rápidos y sencillos los trámites.
Permisos de edificación, subdivisión, urbanización, regularizaciones y certificados, entre otros trámites podrán realizarse en forma remota gracias al trabajo mancomunado que comenzó hace poco más de dos años, para el desarrollo de DOM en Línea. “Ha sido una relación de trabajo colaborativo que ha sido importante para avanzar y terminar con la sensación de desamparo en algunas zonas. Podemos ser socios estratégicos para nuestro usuario en común”, comentó el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, en el “Taller de Transformación Digital DOM en Línea”, realizado en marzo.
Estas instancias partieron en marzo, con encargados de DOM de cada municipio, ADOM y Colegio de Arquitectos, para actualizarlos de los avances de la pltaforma y su importancia de implementación en cada comuna, según cuenta Enrique Matuschka, jefe de la División de Desarrollo Urbano (DDU). “Nuestra meta es tener el segundo trimestre de este año, a lo menos 100 comunas adscritas. Los invito a todos a fortalecer este espacio y trabajar con el objetivo de mejorar la gestión en cada región, para juntos ir encaminados hacia la modernización del Estado y la reactivación económica”, señala el jefe de la DDU.
Desde enero de 2019, el avance ha sido sustancial, según la arquitecta Liliane Etcheberrigaray, coordinadora nacional de DOM en Línea, que ha liderado el desarrollo de una plataforma transparente y gratuita, al alcance de todas las municipalidades que deseen implementarla. Hoy, diversos módulos hacen posibles las integraciones con Clave Única, Pago en línea a través de Transbank y Tesorería General de la República, Firma Electrónica Avanzada de SEGPRES, seguimiento de solicitudes, gestión de plazos y derivación de trabajo al interior de las DOM.
“De los tres certificados iniciales, hemos potenciado la herramienta hasta contar con 80 trámites, en las fases de anteproyecto, permiso, modificación y recepción, los que actualmente se pueden solicitar por internet en las 92 comunas que se encuentran habilitadas”, explica la coordinadora nacional de DOM en Línea, quien detalla que este año se inició un plan de acompañamiento y capacitación nacional, que significó disponer de profesionales altamente capacitados en regiones. Éstos se encuentran trabajando para apoyar la implementación de esta importante herramienta, para contribuir a la realización de un diagnóstico nacional de la situación de las Direcciones de Obras Municipales en todo el país, de cara a una transformación digital y a un proceso de mejora de los servicios que actualmente se entregan a la ciudadanía.
“Durante 2021 se planteó el desafío de llegar a la mayor cantidad de comunas, teniendo como meta implementar la plataforma en 100 comunas durante el primer semestre, capacitar a 3.000 funcionarios municipales en el uso de la plataforma y en temáticas relacionadas al urbanismo y la construcción, y seguir creciendo con las integraciones del sistema en sus trámites más complejos, en paralelo con la interoperabilidad de la plataforma con organismos del Estado en vías de digitalización, como SII, INE, MINECON; MTT y con municipalidades que cuenten con plataformas propias”, detalla Liliane Etcheberrigaray.
Reactivación económica
Lo anterior ha sido fruto de la alianza público-privada que se ha fortalecido para avanzar hacia la modernización estatal, agilizando procedimientos, evitando trámites presenciales y realizando el seguimiento en línea de los mismos. En este sentido, DOM en Línea es un proyecto de futuro. Así lo cree la coordinadora nacional de la plataforma, que espera que una vez que se encuentre implementado e interoperando con otros organismos, reduzca los plazos de tramitación de las solicitudes, otorgue certezas y contribuya a mejorar la productividad y fomentar la reactivación económica.
En los próximos dos años, la plataforma ya debería integrar tecnología BIM, disponer de herramientas de revisión, mejorar los estándares de aplicación normativa y, en definitiva, convertirse en la plataforma base, sobre la cual, se tramiten todos los permisos a nivel nacional. “Esta iniciativa, de origen público privado, gracias al apoyo de los socios de la Mesa Público Privada, se perfila como una herramienta clave, a través de la cual el Ministerio de Vivienda contribuye a la modernización del Estado, al fortalecimiento de los gobiernos locales y a la equidad territorial y digital”, concluye Liliane Etcheberrigaray.
Para realizar un trámite en DOM en Línea, simplemente, los usuarios deben ingresar su Clave Única, verificar que su municipio está utilizando este sistema y comenzar a vivir la experiencia de la transformación digital.