El gerente de Construye2025 se refiere al nuevo rol del Instituto de la Construcción dentro del programa estratégico nacional.
En el marco de la incorporación del Instituto de la Construcción como Entidad Gestora del proyecto Transforma “Productividad y Construcción Sustentable”, Construye2025, el gerente de esta instancia, Marcos Brito, se refiere a la llegada del IC al programa, los desafíos para este año que inicia y al rol que la institución jugará durante los años 4, 5 y 6 implementación del programa creado en Corfo.
¿Qué significa para el programa y sus objetivos que el Instituto de la Construcción sea la Entidad Gestora del mismo?
El Instituto de la Construcción ayudará, sin duda, a contar con una visión experta en la instalación del plan de acción trianual que ha aprobado Corfo para el período 2020-2022. Asimismo, buscaremos sinergias en nuestros proyectos, para que el contenido que conlleva la hoja de ruta de Construye2025 se potencie con la capacidad de articulación, levantamiento de recursos y posicionamiento con que cuenta el IC.
A largo plazo, esperamos que el IC adopte esta hoja de ruta y la perpetúe en el tiempo con sus respectivas actualizaciones, mientras que Construye2025 seguirá consolidándose como un referente estratégico y ayudando a visualizar y acelerar procesos de cambio que puedan elevar nuestra capacidad productiva a niveles de clase mundial.
¿Cuáles son los principales desafíos que tiene Construye2025 para este 2020?
Construye2025 ha sido capaz de posicionar y accionar, articulando a diversos actores clave, temáticas de alto impacto para mejorar en términos de productividad y sustentabilidad en la edificación chilena. Así, temas como industrialización de la construcción, modernización de marcos contractuales, gestión de residuos de la construcción y demolición (RCD), desarrollo de tecnología, proyectos de innovación, tecnologías de construcción 4.0, etc., han todos derivado en iniciativas y proyectos que apuntan a buscar y lograr estas mejoras.
Luego de haber accionado estos temas en la primera etapa, lo que sigue es que se generen productos y resultados que puedan ser medibles en su impacto en el sector. Movilizar la industria a través de un plan estratégico que pone énfasis en el poder de compra estatal, para traccionar a los privados hacia una construcción más eficiente y limpia.
La segunda etapa de implementación del programa Construye2025 tiene un objetivo general para este trienio, que está enfocado en una producción más sustentable, posicionando industrialización, tecnologías digitales, economía circular y también innovación junto con el emprendimiento, por medio de una articulación y una coordinación co creada con la academia, propiciando iniciativas y pilotos de obra, con especial énfasis en el poder de compra del Estado, siendo el principal cliente de la edificación, haciendo que se edifique en forma más eficiente las obras y con un menor impacto al entorno.
Dentro de los objetivos específicos planteados en el Consejo Directivo, destacan seguir impulsando y articulando instancias de colaboración público privadas para fortalecer la demanda de la construcción industrializada. Incorporar la economía circular como una herramienta no solo preocupada de mejora ambiental, sino preocuparse del uso eficiente de los recursos y desde ahí apoyar a un desarrollo más sostenible y repetir la importancia del ciclo de vida de la construcción, y esto tiene especial valor en la edificación pública, donde de las inversiones no solo tienen que considerar la inversión inicial del edificio, sino también cuánto van a costar sus 20 o más años de operación. Generar instancias y redes a través de la colaboración público privada para la implementación de la hoja de ruta que se ha venido trabajando este año, que debería estar publicada el primer semestre de 2020. Generar instancias de trabajo conjunto con empresas de mayor tamaño, emprendimientos tecnológicos y la academia. Seguir participando en todas las iniciativas del programa que ya son autónomas, como los Centros tecnológicos, de Extensionismo y DOM en línea, entre otros.
¿Cómo la experiencia del Instituto de la Construcción es útil para la consecución de los objetivos del programa?
El programa está viviendo un proceso muy importante de institucionalización, en el cual el Instituto de la Construcción pasará a ser la entidad gestora del programa. Necesitábamos posicionar el programa, buscar una institución donde alojarnos e impulsarnos, dar un paso más adelante. Siempre nos llamó la atención el Instituto de la Construcción, por varias similitudes, como por ejemplo tenemos una agenda común, podríamos buscar aumentar recursos, consolidar un apoyo desde la industria. Tenemos muchas similitudes en objetivos, estructura, gobernanza y en el propósito de ambas instituciones. El IC es una institución con reconocida trayectoria y robusta estructura para sus operaciones.
En ese sentido, no queremos que el IC sea solo una entidad administrativa, sino más bien, que nos podamos sentar a trabajar en conjunto para buscar importantes sinergias entre ambas instituciones.
¿Cuáles son los desafíos que enfrentará el sector dentro de los próximos años y cómo estos se relacionan con el trabajo del programa?
Tomando en cuenta lo lento que ha sido históricamente introducir cambios de paradigma en este sector, las transformaciones reales a nivel de industria no se espera que sean radicales solo en tres años, que es el periodo de la segunda etapa que iniciamos con Construye2025.
Sin embargo, lo importante es que se comiencen a masificar procesos productivos industrializados en la construcción en su amplio significado; integrando modelos de gestión eficiente, capital humano especializado, manufactura avanzada y la gestión integral de recursos y residuos de construcción y demolición.
Fuente: Instituto de la Construcción