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La Red ECC avanza con fuerza: Gobernanza, tecnología y nuevos modelos de inversión marcan sus hitos intermedios

Fecha: 17/12/2025

Con avances concretos en gobernanza territorial, innovación tecnológica y estudios de oferta y demanda, y un llamado a acelerar normativas e infraestructura habilitante, la Red ECC presentó su primer balance en un encuentro que reunió a actores clave de la industria, el mundo público, la academia y la sociedad civil.

Con un fuerte llamado a la colaboración multisectorial y la urgencia de destrabar barreras regulatorias, se presentaron los primeros avances del proyecto Red de Economía Circular de la Construcción (Red ECC), una iniciativa público-privada que busca transformar los residuos de obras en recursos y dinamizar la inversión en infraestructura sustentable en la Región Metropolitana.

En el encuentro moderado por Katherine Martínez y realizado en la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), autoridades y representantes del sector destacaron los hitos alcanzados durante el primer año de ejecución de este ambicioso plan financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y liderado por Corfo, Construye2025, CDT, el Gobierno de Santiago y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la CChC y presidenta de la Red ECC, puso sobre la mesa la urgencia de habilitar infraestructura adecuada. “Los espacios de valorización deben estar disponibles no solo en Santiago, sino en todo el país. La mirada debe ser territorial e integral”. Llamado que obedece al cumplimiento de metas de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035.

“El año 2018 definimos una hoja de ruta para avanzar hacia una economía circular en el sector. Hoy, la urgencia es mayor, y no basta con buenas intenciones: requerimos del compromiso de todos los actores para construir un nuevo ecosistema productivo”, expresó Francisco Costabal, presidente de Construye2025.

La coordinadora de sustentabilidad del programa, Alejandra Tapia, advirtió sobre los desafíos pendientes, especialmente en materia normativa. “Este proyecto es un piloto con vocación replicable, pero necesitamos certeza jurídica, permisos más ágiles y una reglamentación clara para activar el mercado de valorización de residuos de construcción”, señaló.

 

Avances para un modelo replicable

Durante la jornada, Bárbara Silva, profesional de la CDT a cargo de la coordinación del proyecto, presentó tres líneas de avance concretas:

1. Gobernanza territorial robusta

  • Se constituyó un modelo de gobernanza compuesto por un comité técnico y un comité consultivo, que se reúnen periódicamente para convertir brechas en oportunidades concretas.

2. Plan de innovación con foco en tecnología aplicable

  • Una gira tecnológica al Reino Unido permitió identificar maquinaria móvil de valorización aún inexistente en Chile.
  • Más de 80 representantes del sector visitaron plantas operativas en la RM, lo que permitió reducir la incertidumbre sobre la viabilidad local de estas soluciones.

“Estamos facilitando la toma de decisiones al mostrar tecnologías disponibles y casos concretos. Eso ayuda a que más empresas se animen a tratar sus residuos como recursos”, comentó Silva.

3. Estudios de oferta, demanda e inversión

Iván Jensen, constructor civil del área de Acción Climática y Economía Circular de EPB Chile, presentó los hallazgos preliminares de la estimación de RCD y el análisis de la capacidad productiva en la RM.

  • Metodologías de Estimación de Oferta: Se están levantando y validando cinco metodologías para estimar los RCD, incluyendo tasas de generación basadas en área (INE y SINADER), listas de cantidades (itemizados de obra), clasificación manual en obras, y flujo de materiales.
  • Desfase en la Región Metropolitana: El análisis preliminar de permisos de edificación versus residuos declarados en SINADER muestra una brecha significativa, señalando la necesidad de mejorar los indicadores y la declaración de RCD.
  • Capacidad Productiva y Brecha de Infraestructura: Las estimaciones iniciales indican que la capacidad actual de las plantas de valorización abarca sólo entre el 2% y 4% del total de residuos generados en la RM. Para procesar la totalidad de los RCD de la región, se necesitan aproximadamente 25 plantas de 50 toneladas por hora.
  • Modelo de Inversión y Operación: Las inversiones para una planta de valorización se estiman entre $1,5 y $3 millones de dólares. El interés de la banca es alto, especialmente para proyectos aplicados a empresas ya existentes. Los modelos de negocio se centran en el reciclaje mecánico y químico, la extensión de vida de productos, y el cierre de ciclo para empresas.

Para Jensen, el principal reto no está en la generación de residuos, sino en la activación del mercado para los productos valorizados. “Tenemos flujo de RCD suficiente en la región, pero falta demanda e incentivos claros para productos reciclados y compras públicas sustentables”, enfatizó.

Colaboración público-privada: condición indispensable

La jornada incluyó un panel con actores de distintos ámbitos, quienes coincidieron en que el marco normativo y la habilitación de terrenos son barreras críticas.

“Sin terreno, no hay proyecto. Necesitamos definir criterios claros para instalar plantas de valorización en la Región Metropolitana”, enfatizó Paola Cofré, jefa del área de economía circular de la Seremi de Medio Ambiente RM.

Desde el sector privado, Julio Manterola, jefe de Sostenibilidad y Comunicaciones de Eco AZA, destacó que el desarrollo normativo técnico ha sido esencial para validar productos como el árido artificial, pero que ahora el desafío es masificar su uso en el mercado formal, especialmente a través de exigencias en proyectos públicos.

En tanto, Jorge Romero, gerente de Operaciones de MSUR, subrayó el valor estratégico de la red como espacio de conexión entre iniciativas y actores: “Esta red no solo visibiliza lo que se está haciendo, sino que también permite articular soluciones concretas, desde el mundo privado, público y académico. Nos abre la posibilidad de actuar como ecosistema”.

Por su parte, Marisol Cortéz recalcó que muchas empresas del rubro ya están avanzando a través de Acuerdos de Producción Limpia (APL), lo que ha permitido reducir significativamente la generación de residuos y mejorar procesos desde el diseño.

“Queremos reciclar más, pero también generar menos residuos. Esta red nos da la oportunidad de abordar el problema desde todos los frentes”, puntualizó.

Lo que viene: pilotos, plataformas y guía territorial

El proyecto, que culmina en octubre de 2026, contempla:

  • Modelo de oferta y demanda: Entrega de una guía con el diseño de la región, que incluirá sugerencias de ubicación, tamaño y tipo de plantas de valorización.
  • Modelo de inversión y operación: Diseño y factibilidad técnica y económica de dos proyectos piloto escalables para la implementación dentro de la RM.

Innovación: Desarrollo de una plataforma digital para visibilizar soluciones, casos de estudio y proyectos de I+D. También se realizarán capacitaciones para transferir herramientas de diagnóstico y modelos de negocio al sector privado.