Representantes del mundo público y privado valoraron la digitalización, el trabajo en gestión de residuos y el potencial de la industrialización en la construcción, debido a sus múltiples ventajas.
Un participativo encuentro virtual constituyó la reunión número 35 del Consejo Directivo del programa Construye 2025, en el que se congregaron representantes de: Corfo, la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA), la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE), el Instituto de la Construcción, el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción, el Idiem de la U. de Chile, la Agencia de Sostenibilidad Energética, el Centro Interdisciplinario para la Productividad y la Construcción Sustentable, y los ministerios de Obras Públicas, de Energía, de Vivienda y Urbanismo, además de Planbim y Colegio de Ingenieros, entre otros.
A propósito de la contingencia, los participantes destacaron el valor de la digitalización, no solo en la interacción de las personas, sino también para el avance de los proyectos constructivos. En este sentido, el libro de obras digital es percibido como la salvación para muchas obras, aún cuando no ha sido fácil que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo lo acepte como documento único. En este ámbito, los asistentes al encuentro virtual valoraron la incorporación de las plataformas DOM en Línea y DOM Digital que ya se están usando en algunas comunas de Chile.
En esta ocasión, la directora ejecutiva de Planbim, Carolina Soto, se refirió a los avances del proyecto que busca incrementar la productividad y sostenibilidad de la industria de la construcción. “Se están incorporando al trabajo el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, la Subdere y estamos armando un ciclo de trabajo con el BID, planificando el desarrollo de una guía para uso de BIM en los proyectos que financia el banco”, explicó.
Asimismo, la ejecutiva comentó sobre el ciclo de charlas virtuales en las que se compartirá contenido explicativo para el uso de BIM y destacó el interés de los profesionales chilenos por conectarse con redes BIM en otros continentes. Además, detalló que se han entregado cerca de 200 becas para familiarizar a los profesionales con esta metodología de trabajo. “Celebro que hayan entregado estas becas y estos cursos virtuales, porque no hay suficientes especialistas”, comentó Yves Besançon, past president de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) e integrante Comité Directivo de Certificación Vivienda Sustentable.
Por su parte, Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye 2025, abordó los avances en gestión de residuos. “En enero se formó la Mesa de Economía Circular en el MOP, liderada por la Secretaría Ejecutiva de Medio Ambiente y Territorio (SEMAT), cuyo objetivo es la incorporación de la gestión de residuos en los términos de referencia de futuras licitaciones y otros cuerpos legales. Estamos en la etapa de hacer un plan de gestión homologado para, luego, ver las distintas particularidades”, dijo.
Además, Tapia celebró la formación de una mesa pública para el desarrollo de reglamento sanitario sobre el manejo de los residuos para actividades de la construcción y demolición, liderado por el ministerio de Salud, en conjunto con los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, la Subdere y Construye2025, valorando así la coordinación entre las distintas instituciones públicas.
Crisis y oportunidad
En tanto, Marcos Brito, gerente de Construye2025, quien lideró y moderó la conversación, inevitablemente debió abordar la crisis sanitaria y económica que está afectando a Chile, especialmente, tras los últimos comunicados de la Cámara Chilena de la Construcción. “Estamos en una crisis severa, con fuerte impacto en el empleo, la inversión y la realización de los proyectos públicos y privados. No solo en Santiago hay obras paralizadas, sino que, en todo el país hemos visto muchos proyectos impactados. También se ha visto afectado el negocio inmobiliario, que es el que tira el carro de la construcción”, recordó.
En este contexto, el arquitecto Yves Besançon reforzó los estragos que ha causado la pandemia: disminución de personal, en obras y oficinas de constructores e ingenieros. “Espero que esto sea lo más corto posible. El rubro va a retomar esto con más fuerza, pero no olvidemos que hemos vivido problemas de regulación y demoras en los proyectos. Ahora, uno se demora más en aprobar un proyecto que en construirlo y después de lo que ocurrió el 18 de octubre se desincentivaron muchas inversiones. No va a ser fácil recuperarse”, afirmó.
En este sentido, el presidente del Consejo Directivo de Construye 2025, Vicente Domínguez, hizo una profunda reflexión sobre los efectos colaterales de la pandemia. “Creo que hay un tema real y es que somos más pobres. La Bolsa está subiendo pero sobre niveles más bajos. Las personas que tenían ahorros en valores y depósitos hoy tienen menos dinero. Pero eso no es grave para la gente que tiene, sino para los más pobres, que ya contando con muy poco, van a tener menos. Pienso que eso es un llamado de atención, porque cada uno tiene gente que depende de uno y no la puede dejar botada. No es humano dejarla botada”, señaló.
Junto con esto, el empresario y consultor aseguró que en la industria de la construcción las empresas están concentradas en generar flujo de caja, para poder pagar a su gente y solventar sus costos fijos. “Ya nadie está preocupado de la rentabilidad, sino de cómo se resuelven los meses que vienen”, apuntó.
A pesar de todo, el director ejecutivo del Instituto de la Construcción, José Pedro Campos, llamó a aprovechar la oportunidad de profundizar la industrialización. “Hay empresas con experiencia muy antigua, Chile exportó casas prefabricadas de madera a Centroamérica. La prefabricación implica menos tiempo en terreno y mucho menos riesgo de contaminarse”, puntualizó.
Finalmente, se concluye que el trabajo de Construye 2025, bajo esta emergencia cobra aún más urgencia, siendo sus cuatro ejes estratégicos hoy de primera prioridad para el sector.