El Día Internacional de la Madre Tierra busca concientizar sobre la forma en que el hombre ha afectado al planeta y generar soluciones para revertir el daño. Aquí van aportes que hace hoy la industria de la construcción local.
A nivel mundial, alrededor de un tercio de los desechos sólidos que se generan son producto de la industria de la construcción. Por lo tanto, hay iniciativas como el programa Construye2025, impulsado por Corfo, que busca transformar al sector de la construcción desde la perspectiva de la sustentabilidad y productividad, para lograr un desarrollo nacional con equidad social, económica y medioambiental. Algo en lo que se debe poner especial hincapié en una fecha como el Día de la Tierra, que se celebra cada 22 de abril desde que fuera instituido en 1970 por el senador estadounidense Gaylord Nelson.
El objetivo de Construye2025 es contar con una industria de la construcción sustentable y competitiva a nivel global, líder en la región, comprometida con el desarrollo del país a través de la incorporación de innovación, nuevas tecnologías y fortalecimiento del capital humano, teniendo como foco el bienestar de los usuarios y el impacto a lo largo del ciclo de vida de las edificaciones.
“La sustentabilidad de la construcción tiene por consecuencia una mejor calidad de vida de las personas, tanto desde la perspectiva del confort térmico como del menor impacto al medio ambiente. Además, en lo que se refiere a residuos de obra, tenemos que entenderlos como un indicador de ineficiencia; disminuir el residuo de construcción es prácticamente sinónimo de una mayor productividad del proceso constructivo”, señala Marcos Brito, gerente de Construye2025.
Dichos cambios tienen efectos positivos en el medio ambiente a corto y largo plazo, pero a pesar de ello no son conocidos. Estos son algunos ejemplos de lo que se está haciendo en Chile en etapas como el diseño, la elección de materiales y técnicas de construcción, reutilización y reciclaje de residuos de construcción y demolición, además de concientizando a quienes son parte de la la industria:
1) Por una mejor gestión de residuos en la obra
Un aporte ambiental directo y tangible al planeta es el que hace Recilynk, que ayuda a las empresas constructoras a valorizar residuos de construcción, tales como madera, fierro, pallets y cartón entre otros. “Esto lo hacemos usando tecnología para coordinar la logística y llevar la trazabilidad de las operaciones realizadas”, explica Nicolás Behar, director ejecutivo de Recilynk.
Asimismo, aportan “como base del proceso de valorización y de la gestión de residuos no valorizables, como los escombros, estos los tratamos con empresas de disposición final autorizada (botaderos) y empresas formales de transporte, de esta forma luchamos contra los vertederos ilegales”, añade.
También hay un rol educativo en el trabajo que realizan estos emprendedores, ya que reeducan a la industria de la construcción en sustentabilidad y medioambiente, “un rubro que está muy alejado de estos temas y le falta mucho por recorrer, estamos haciendo un cambio de mentalidad y cultural en la construcción”, precisa Behar. Para ello realizan capacitaciones, asesorías, auditorias, charlas y material educativo en obra.
Hasta el momento, Recilynk cuenta con 3 indicadores principales: la cantidad de materiales valorizados (177.426 kg); la reducción de impacto ambiental equivalente por la valorización de residuos realizada (344 tCO2 equivalente), a lo que se suma que a la fecha “hemos gestionado, además de los residuos valorizables, 752 toneladas de escombro, llevados a disposición final autorizada con sus certificados correspondientes”, comenta el director ejecutivo.
2) Sistema de construcción que no genera desperdicios
E2E es una planta industrializada de viviendas, que aporta en crear un sistema de construcción que prácticamente no genera desperdicios en obra. “Los pocos desechos que se generan son en nuestra fábrica, los que se pueden manejar de forma amigable con el medio ambiente. Por lo tanto, reducimos y reciclamos los desechos. Cabe destacar que un tercio de los residuos generados en Chile provienen de la construcción tradicional”, precisa Felipe Montes, gerente general de E2E.
Además, “nuestras viviendas son con estructura de madera proveniente de bosques renovables, lo que significa que nuestra materia prima principal absorbe CO2 de la atmósfera. La construcción en madera es el sistema constructivo con la más baja huella de carbono”, sostiene.
Adicional a esto, las viviendas industrializadas utilizan mucho menos transporte, debido a que se puede utilizar un solo camión por casa, sin necesidad de camiones con desperdicios. Luego, “cuando la casa está habitada, al ser de madera y tener un excelente comportamiento térmico, necesitará de menor gasto energético en calefaccionarla o en enfriarla”, precisa Montes.
Así por ejemplo, un edificio construido en madera emite mucho menos CO2 que otros materiales: producir 1 ton cemento genera 5 veces más CO2 que una tonelada de madera y el acero son 24 veces más (fuente: www.apawood.org/sustainable-forestry), de acuerdo con el gerente general de E2E.
“La construcción en madera es realmente renovable, por ejemplo con el solo crecimiento que tiene el bosque en Chile por cada minuto se podrían construir ocho casas, esto genera una gran solución a la escasez de viviendas que existe”, agrega.
3) Conciencia sobre consumo responsable de la energía y los recursos naturales
Desde la Constructora Viconsa especifican que los residuos de la construcción se podrían traducir en pérdidas energéticas, producto de múltiples ineficiencias de toda una industria. Por ello, dicen contribuir a la creación de una conciencia colectiva con respecto al consumo responsable de la energía, los recursos naturales y el cuidado del medio ambiente, a través de una correcta gestión de los residuos de la construcción.
“Estamos midiendo, aprendiendo y experimentando con nuestros residuos, así transmitimos un mensaje claro con soluciones concretas, a toda la industria: ‘Es posible, necesario y no implican costos adicionales, hacernos responsables de nuestros residuos’, precisa Joaquín Cuevas, jefe del Departamento Manejo de Residuos y Medio Ambiente de Viconsa.
Estiman que por cada 3,85 m2 que construyen generan 1 m3 de residuos, o que en promedio 13% del total de residuos corresponde a madera. “También cuantificamos el aire que transportamos al momento de cargar el escombro y descubrimos que este corresponde en promedio al 30%. Estos parámetros los obtenemos gracias a que semana a semana realizamos las mediciones de nuestros residuos, los cuales cuantificamos y luego utilizamos para saber lo que ahorramos con la gestión de estos y justificar económicamente la viabilidad de avanzar con el proyecto”, dice Cuevas.
4) En la búsqueda constante de industrialización de proyectos
En Echeverría Izquierdo declarar estar en constante búsqueda de industrialización de proyectos, ojalá en etapas tempranas de diseño. “Hoy eso ha sido posible gracias al exitoso trabajo colaborativo entre constructora e inmobiliaria. Esto con el objetivo de generar proyectos más sustentables y soluciones sostenibles en el largo plazo”, comenta Rodrigo Sánchez, gerente de Planificación y Procesos.
Actualmente, ya pueden ver resultados concretos en la etapa constructiva, en cuanto a disminución de escombros pasando “de 0,34 m3/m2 a 0,24 m3/m2 en obras que consideran algún nivel de industrialización”, según Sánchez. Desde el punto de vista inmobiliario, “estamos apostando a buenos indicadores de postventa, lo que sin duda se traduce en menores emisiones durante esta etapa. Y por último, atendiendo necesidades del usuario final, implementamos el primer cargador eléctrico disponible para la comunidad en el proyecto Deja Vu en Providencia”, afirma.