Viviendas de calidad, sustentables y eficientes es el anhelo de quienes impulsan la construcción industrializada, una metodología que podría cambiar el rumbo de las viviendas sociales, si continúa masificándose.
Aunque cambiar las políticas públicas no es un proceso sencillo, según el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Erwin Navarrete, mejorarlas es el camino, generando incentivos, acortando los tiempos y diversificando los programas habitacionales. “Ha sido un tema que ha cobrado mucha fuerza en la discusión que ha habido en los últimos meses, no solo por el déficit de vivienda, sino porque hay más de 90 mil viviendas en campamentos”, reconoce el gerente de Construye2025, Marcos Brito, quien valora los procesos más rápidos y más costo eficientes de la industrialización.
“Una misma inversión permite construir más unidades habitacionales, con un mejor estándar y en un menor plazo. Se ve que esta es la alternativa que tenemos para poder paliar este déficit y los campamentos, dado que con las metodologías tradicionales no se ha podido disminuir, sino que, por el contrario, van en aumento”, enfatiza Brito.
En este contexto, Erwin Navarrete recuerda el trabajo que convocó a más de 50 actores a nivel nacional y que fue bautizado como ‘Diálogo Nacional de Vivienda y Ciudad’, que arrojó 20 medidas concretas para disminuir el déficit habitacional vinculadas a aspectos económicos, técnicos, administrativos y normativos.
Para construir viviendas de calidad, sustentables y energéticamente eficientes, en el Minvu ya están buscando alternativas y soluciones constructivas innovadoras que permitan llegar a más familias. “Sabemos que la industrialización en la construcción reduce los tiempos en los que se ejecutan las obras, permiten un mejor control de calidad y reduce los desechos de construcción, lo que nos da el gran potencial de entregar viviendas de calidad y sostenibles en menor tiempo a más familias”, indica Erwin Navarrete.
De hecho, el ministerio cuenta con un banco de proyectos de ‘vivienda tipo’ de alto estándar con componentes industrializados, que -según el jefe de la Ditec, son opciones atractivas para que las familias vean en la construcción en madera una buena alternativa. En esta línea, se han desarrollado metodologías para la acreditación de sistemas constructivos no tradicionales para el desarrollo de proyectos habitacionales.
“Dentro del universo de proyectos aprobados, el 80% son con base en construcción industrializada. Hoy existe La Casa Que Quiero (https://www.minvu.gob.cl/la-casa-que-quiero/) una plataforma abierta a la ciudadanía que consolida estos proyectos aprobados y que pone a disposición de los usuarios un catálogo de soluciones de viviendas tipo, que permite agilizar el proceso de construcción de proyectos, al contar con diseños previamente revisados y aprobados” dice el jefe de la Ditec, consciente de que, con este tipo de iniciativas, la arquitectura se acerca a los sectores más vulnerables.
Procesos más rápidos y seguros
Junto con lo anterior, Navarrete destaca el impulso a la incorporación de nuevas metodologías de gestión y tecnologías digitales para agilizar los procesos y hacerlos más seguros, además de invitar a aumentar la trazabilidad, la transparencia y generar ahorros en los costos de producción. “Una de las iniciativas más relevantes es la implementación de BIM en programas Minvu, cuyo objetivo es mejorar la productividad y sustentabilidad de los programas ministeriales, por medio de una metodología basada en trabajo colaborativo y transformación digital”, indica.
En 2020, el Serviu Metropolitano hizo un llamado especial del D.S. 19 con BIM, lo que resultó ampliamente exitoso en términos de la respuesta del sector privado, incluso, más allá de las expectativas del Minvu, señala el jefe de la Ditec, ya que casi el 90% de las entidades desarrolladoras presentaron sus proyectos con BIM, aun cuando estaba siendo solicitado de forma voluntaria.
Para el mundo privado, la construcción industrializada también se ha convertido en una solución a muchas problemáticas. La presidenta del Comité de Vivienda de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Jacqueline Gálvez, está convencida del potencial de esta herramienta sostenible y de alto estándar que, además, respeta a los diferentes tipos de familias. “Es lo que necesitamos masificar para que se entienda que la industrialización hace la versatilidad. De bajo impacto ambiental, nos permite hacer el mismo trabajo en menos tiempo y es más segura para los trabajadores. Estamos perdiendo tiempo en no usarla lo antes posible para atacar el déficit habitacional”, señala.
Por su parte, el presidente del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Sebastián Fourcade, destaca que, en terrenos más complejos, la construcción industrializada permite planificar soluciones diversas que ayudan a enfrentar de mejor manera las complejidades.
“La industrialización en general, en otros lugares se produce como resultado a mayor costo de vida. A medida que hay más restricciones para la construcción o la mano de obra se vuelve más cara, las empresas constructoras se reinventan y eso hace que aparezca la construcción industrializada, pero promover a nivel país estas soluciones hacia una construcción 2.0”, comenta el presidente del CCI.