El nuevo líder del programa impulsado por Corfo, proyecta un sector construcción más productivo, sostenible e innovador, con foco en la productividad, la transformación digital, la sostenibilidad y el capital humano.
En un momento crucial para la industria de la construcción, marcada por desafíos estructurales y la necesidad de un cambio profundo, Erwin Navarrete asume la gerencia del programa Construye2025, iniciativa impulsada por Corfo y administrada por el Instituto de la Construcción, que busca acelerar la transformación del sector hacia un modelo más productivo y sustentable.
Con una trayectoria que incluye roles como director de la carrera de Ingeniería en Construcción de la Universidad Autónoma en Temuco, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Minvu y seremi del Minvu en la Región de Los Ríos, Navarrete llega con una visión clara: proyectar al programa hacia el 2035, consolidando a Chile como referente regional. “Este cargo representa un compromiso profundo con la transformación del sector construcción hacia un modelo más sostenible, productivo e innovador”, precisa.
Desde su mirada, Construye2025 debe transformarse en una plataforma estratégica que impulse un ecosistema colaborativo enfocado en la industrialización sostenible, la construcción circular y la digitalización del sector. “Al 2035, creo que el programa debe consolidarse como una plataforma que no solo articule iniciativas de productividad, sino que genere capacidades instaladas y aporte al desarrollo de políticas públicas permanentes que impulsen un nuevo estándar para la construcción chilena”, señala.
Una hoja de ruta ambiciosa
En el corto plazo, sus prioridades son fortalecer la gobernanza, consolidar alianzas estratégicas y diseñar una hoja de ruta al 2035, con indicadores claros en productividad, carbono neutralidad y digitalización. A mediano plazo, apunta a aumentar la adopción de tecnologías como la construcción industrializada y los modelos BIM, y posicionar así a la construcción como un motor del desarrollo nacional.
A su juicio, “Construye2025-2035 debe seguir siendo el motor articulador del cambio, promoviendo una transformación estructural basada en colaboración, innovación abierta y sostenibilidad económica y ambiental”.
Para lograrlo, plantea cinco pilares clave:
La clave es el capital humano
Uno de los mayores desafíos, reconoce Navarrete, es el déficit de mano de obra calificada y la necesidad de atraer nuevos talentos a la industria. Para ello, el programa buscará vincularse con instituciones educativas, impulsar la formación dual y certificaciones en competencias digitales, industriales y verdes: “Desde el maestro hasta el gerente de proyectos, cada actor del sector debe contar con herramientas para adaptarse a la nueva forma de trabajar”.
Desafíos y oportunidades
En cuanto a los retos que enfrenta la construcción chilena, el nuevo gerente considera que “entre los principales desafíos destacan la baja productividad, la fragmentación del sector, la escasez de mano de obra calificada y la baja adopción tecnológica”.
No obstante, ve oportunidades en la industrialización de la vivienda, la construcción modular, el uso de materiales reciclables y la digitalización. También enfatiza la importancia de revisar la normativa vigente y fortalecer alianzas internacionales: “Debemos mirar la normativa para que se haga cargo de estos cambios que ya estamos realizando y los cambios futuros que queremos hacer en la industria”.
Finalmente, Navarrete hace un llamado a todos los actores del ecosistema construcción a comprometerse con la transformación de la industria: “Chile necesita una nueva manera de construir, y cada actor tiene un rol en ello. Los invito a sumarse a Construye2025 – 2035 con convicción y propósito: construir mejor, construir juntos y construir para las personas con una visión país”.
Y añade: “Avanzar hacia un país más productivo y sustentable no es solo un desafío técnico, es un compromiso ético con las futuras generaciones”.