Por Tatiana Martínez, presidenta del Consejo de Construcción Industrializada (CCI).
Estamos desafiados constantemente y la incertidumbre se ha generalizado por diversos factores, generando un impacto negativo en el desarrollo de la construcción. Han sido tiempos difíciles que forzaron a algunas empresas a reorganizarse, migrar capitales de inversión al exterior, y otras con gran trayectoria lamentablemente han quebrado.
Es común ver que las decisiones que toman las personas en un estado mental de constante estrés, hace que sean más bien conservadoras, se resguarden de todos los riesgos aparentes y existentes para sentirse más seguros y decidan permanecer como están; pero están también las personas, que se detienen a pensar en cómo revertir esta situación y toman la crisis como una oportunidad para generar nuevas ideas, donde la innovación los lleva a buscar mejores resultados, asumiendo que – no poder controlar todo – es parte del juego de la vida personal o empresarial, y que hoy, la interconexión en espacios de confianza puede ayudar de forma colaborativa a transformar la manera en la que tomamos decisiones y empezamos un nuevo proyecto.
Desde el Consejo de Construcción Industrializada, CCI, hemos estado impulsando la integración temprana de la industrialización en los proyectos, y vemos el éxito del trabajo colaborativo que se ha logrado generar en estos casi seis años junto al Programa Construye 2025. La participación activa de los principales actores del sector, y el vínculo público – privado ha sido relevante en diversas iniciativas, concursos, cambios normativos, proyectos o estudios desarrollados por CCI y otras instituciones como por ejemplo el Estudio de Productividad en el Sector Construcción, realizado en 2020 por Matrix Consulting, en colaboración con la Cámara Chilena de la Construcción para la Comisión Nacional de Productividad, donde una de las nueve palancas es la industrialización.
La vinculación entre los integrantes de la Asociación de Oficinas de Arquitectos AOA y CCI, justamente busca potenciar un compromiso de trabajo en dicha palanca en etapas de diseño, y estamos replicando esto junto a la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales, AICE, porque creemos que ambos son claves para avanzar a pasos agigantados en etapas tempranas de los proyectos, y el llamado es a ser protagonista poniendo en valor las singularidades de cada disciplina, en favor de cómo se construirá de forma más eficiente, con mayor uso de tecnología y sistemas constructivos que aportan industrialización a las obras que comúnmente se realizan de forma tradicional.
Gracias al liderazgo colaborativo, veremos cómo se generará la cohesión profesional e interconexión pro industrialización, donde el aporte de los socios CCI será el valor agregado al proyecto, y se pensará como un diseño avanzado, donde la creatividad interdisciplinaria ayuda a encontrar soluciones que permiten gran flexibilidad, y la industrialización no restringe al que diseña la obra, sino que potencia nuevas dimensiones aún no exploradas, por la brecha cultural existente.
En los próximos años, veremos cómo la infraestructura pública, las constructoras de viviendas sociales, los desarrolladores inmobiliarios, los contratistas generales y el sector minero, implementarán contratos colaborativos, adoptarán metodologías de industrialización incorporando nuevas soluciones constructivas, sistemas híbridos, nuevos materiales y tecnología, que potenciará la digitalización, e incluso apreciaremos la inauguración de nuevas plantas industriales para satisfacer la demanda que se genere. Sin duda avanzaremos más de prisa gracias a la interconexión multidisciplinaria y también formaremos parte del ecosistema global.
El crecimiento de la construcción industrializada en cada rincón de Chile, potenciará el desarrollo del capital humano, impactará positivamente en la vida de sus habitantes y la sostenibilidad de la industria; sin embargo para asombrarnos del desarrollo de la industria de la construcción del futuro, debemos tomar decisiones hoy y generar acciones que habiliten esta transformación; por lo tanto la pregunta que debemos hacernos es ¿Estamos dispuestos a sumarnos?. Lo cierto es que aún hay espacio para todos, pero es algo que podría cambiar y dejar fuera a quien se resista.
Fuente: AOA