El carbono no es malo, de hecho, combinado con oxígeno e hidrógeno a la vez, puede formar los ácidos grasos que dan forma a la vida, pero también se puede unir de muchas formas más; así, combinado solo con hidrogeno, puede formar cadenas de hidrocarburos y con ellos los combustibles fósiles. Finalmente éstos, al reaccionar con oxígeno y calor, dan origen a gases como el monóxido y dióxido de carbono, gases de efecto invernadero (GEI).
Te invitamos a revisar la columna de nuestro gerente Marcos Brito en la revista Negocio & Construcción.