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Construye2025 inicia taller para actualizar su Hoja de Ruta

Fecha: 27/04/2019

Con la participación de miembros del Comité Ejecutivo y de invitados del sector construcción, comenzó este trabajo que se espera terminar en septiembre.

¿Cuál debería ser la gran apuesta del programa? Es una de las grandes preguntas que intentaron resolver en la primera sesión del Taller Hoja de Ruta Construye2025, que el programa estratégico impulsado por Corfo comenzó el lunes 22 de abril.

En la instancia se reunieron los miembros del Comité Ejecutivo de Construye2025 y también algunos invitados que son considerados estratégicos para el programa. Liderados por los profesionales de la Gerencia de Redes y Competitividad de Corfo, Carolina Muñoz y Peter Sommer, los asistentes a este primer taller trabajaron en actividades relacionadas con imaginar visiones al futuro del programa y también del sector.

“Los invitamos a responder preguntas relacionadas con cómo nos proyectamos y qué queremos hacer con este programa”, precisa Marcos Brito, gerente de Construye2025. La razón tras esta invitación es que “nos dimos cuenta tempranamente de que había 15 iniciativas muy distintas entre sí, pero hoy cosas tan importantes como la eficiencia hídrica, en un escenario de cambio climático que vivimos y las consecuencias que estamos viviendo como país, no las estamos atendiendo, dada nuestra real capacidad de acción”, añade.

En ese sentido, este caso y otros más ha llevado al programa a hacer una evaluación de su hoja de ruta, teniendo en consideración que el equipo de trabajo es pequeño y que no puede abarcar todo, en contraste a su probada capacidad de articulación público-privada-académica.

Temáticas recurrentes que salieron en estos ejercicios inspiraciones apuntan a transformación digital, economía circular, innovación, profesionalización y fabricación. Otro punto fuerte que surgió en la conversación es si el programa debería estar alojado en el sector público y convertirse en una política de Estado o moverse al sector privado.


Con miras al futuro

Al imaginar el programa en frases de cara a los próximos años surgieron algunas como “Chile consolida cambio de tendencia en productividad y sustentabilidad del sector construcción”, “Chile es un líder regional, en vías de alcanzar a Australia”, “Chile exporta servicios de industrialización”, “Ventas nacionales y exportación de soluciones industrializadas aparecen con un gran aporte al PIB”, entre otras.

“Nuestra apuesta por el programa sería lograr una política de Estado para la industrialización del proceso de construcción y eso significa incorporar la visión de que es como una fabricación, que hay que planificar el diseño, donde todo el proceso tiene que ser optimizado”, comenta Paola Valencia, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), en representación de su grupo de trabajo.

Esto equivale a la profesionalización de todos los actores, incorporación de innovación y que la transformación digital que vaya de la mano del proceso de fabricación, además de economía circular en el manejo y uso de los recursos, desde el origen hasta el final, reduciendo la generación de residuos, pero también que vaya muy de la mano con la industrialización, en el sentido de diseñar un edificio bien desde el inicio, y además, incluyendo indicadores y metas claras para el sector.

La profesionalización es un factor importante para Yves Besançon de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA): “la profesionalización de la gente que trabaja en el rubro de la construcción es bastante escasa, por el momento, y creo que esa es una pieza vital para mejorar la productividad en la construcción, porque seguimos construyendo como los egipcios”.

Abarcar desde el diseño

“Nos enfocamos harto en el tema del diseño, que debiese ser el foco para poder desde ahí concebir -mirando todo el ciclo de vida- qué es lo que queremos y eso acompañarlo con una buena planificación y con un capital humano adecuado”, sintetiza Helen Ipinza, asesora sectorial de Corfo, quien confirma que la sustentabilidad y la productividad deben seguir siendo vistas por el programa como un solo concepto.

Si bien Vicente Domínguez, presidente del Consejo Directivo de Construye2025 y director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), ve con dificultad que el programa tenga la capacidad de comenzar a trabajar desde el diseño mismo en la construcción, “salvo que tengamos otra estructura y otros medios”, Yves Besançon considera que sí se podrían implementar algunas condicionantes de diseño.

“Afortunadamente, en el país hay harta capacidad instalada desde el punto de vista del diseño y hay muchos integrantes”, precisa Domínguez.

Más allá de eso, desde el punto de vista del Estado como mandante y también de los privados como mandantes, se le da poca relevancia al tema del diseño y, por ende, los plazos son acotados para ese ítem, a juicio de Ipinza.

De acuerdo con Besançon, “todo el trabajo que hacemos con la Certificación de Edificio Sustentable, la Certificación de Vivienda Sustentable, todos los que están trabajando en el mundo público y privado, esas son todas condicionantes de cómo se diseña, a cómo queremos que se diseñe y va a redundar en la economía circular de los países más sustentables”.

El rol del Estado

Por último, los asistentes a esta actividad opinan que la mayoría de los elementos están y lo que hace falta es tomar las iniciativas que faltan y cerrarlas de cara al año 2025, consolidando el rol actual del programa en un articulador para la construcción total, tanto pública como privada.

“Nosotros debiésemos potenciar este trabajo iniciado por Corfo, el empoderamiento de Construye2025, me gustaría que tuviera más visibilidad y más peso”, comenta Besançon.

“El Construye2025 va a tener relevancia en la medida que sea capaz de tomar algunas cosas que otros grupos del sector no son capaces de tomar, porque no les corresponde o porque no tienen los recursos necesarios”, sostiene Carolina Soto de PlanBIM.

Tatiana Martínez, gerenta general de Hormipret e integrante del Consejo de Productividad, Innovación y Construcción Sustentable de la CChC, plantea que el programa debiera ser una política de Estado, porque “si lo adopta una entidad privada, va a tener el mismo techo. Y dónde podría ser el gran impulso, que si llegara a tener el índice de constructabilidad, como el de Singapur, pero con un beneficio tributario, por ejemplo. Una cosa muy parecida se hizo en la CChC con innovación y una de las conclusiones era que para que algo tenga impulso, la constructora debe tener un beneficio”. Y por ello, las constructoras hoy siguen construyendo de la misma forma, porque les es cómodo hacerlo así. “Quizás no han saboreado el éxito de mejorar ciertas cosas, industrializando ciertas partidas y, por ende, en el desconocimiento se mueven y con el desconocimiento siguen avanzando a pasos muy pequeños”, dice.

Nuevas sesiones

Los asistentes fueron Helen Ipinza, de Corfo; Alejandra Tapia, Marcos Brito y Joaquín Díaz de Construye2025; Carolina Soto de PlanBIM; Vicente Domínguez, presidente del Consejo Directivo de Construye2025 y director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI); Paola Valencia del Minvu; Tatiana Martínez, gerenta general de Hormipret e integrante del Consejo de Innovación, productividad y sustentabilidad de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC); Juan Pablo Yumha de PMG Chile, e Yves Besançon de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA).

Se espera que Construye2025 lleve a cabo nuevos talleres entre mayo y julio de este año con grupos de especialistas invitados, y que el trabajo final esté listo en septiembre.