Un edificio de aproximadamente 2.500 metros cuadrados comenzó a construirse en agosto de 2015. Era el nuevo Campus Arauco del instituto profesional DUOC-UC, edificio en madera que en marzo del año siguiente ya estaba listo para recibir a sus primeros estudiantes.
La clave de esa rapidez en el proceso de edificación fue la construcción industrializada, es decir, la fabricación de sus elementos fuera del sitio mismo, al interior de una planta con procesos de control de calidad establecidos.
Son considerados elementos de construcción industrializada desde pequeños componentes y sistemas lineales, hasta sistemas panelizados (2D) y sistemas volumétricos modulares (3D). Estos pueden conformar desde un edificio híbrido ─entendiendo por esto que tiene partes prefabricadas y partes de construcción tradicional─, hasta el edificio completo.
Entre los años 60 y 70 en Chile existió una rica industria en torno a la prefabricación, influenciado por un largo déficit de viviendas en el país e iniciativas como el curso realizado por Corvi para casas experimentales en las poblaciones Cardenal Caro y San Gregorio, de la Región Metropolitana.
Con foco en la inmediatez de su montaje para viviendas de emergencia, o bien en lograr un estándar superior tanto para subsidios habitacionales de viviendas definitivas, proyectos educacionales o exportaciones a diferentes países de Latinoamérica, en ese periodo destacaron sistemas como: MENA, Dalmatim F.V.M, Dobal, Isolita, Betonit, Cimet, Cimsa, Belfi, Simplex, CPV, Vifercoma, Pine Home, Cindec, Prensomat y Arsenio Alcalde, entre otros. De todos estos, muchos hacían un uso total o parcial de la madera para su construcción.
El mercado de la construcción industrializada hoy en Chile existe y funciona, afirman los expertos. Las ventajas comparativas evidentes de los sistemas industrializados convierten a este tipo de construcciones en la solución solicitada por los actores de la demanda específica de ciertos segmentos. Los ejemplos se encuentran en campamentos mineros, instalación de faenas o construcción de edificaciones de corte industrial.
La penetración de soluciones industrializadas en ciertos nichos se debe principalmente a que éstas son altamente competitivas en contextos adversos a la construcción tradicional: distancia de centros en donde se pueda abastecer de materiales y mano de obra a precios razonables.
Proyectos inmobiliarios, mineros, viviendas sociales o de emergencia han resaltado las virtudes de esta solución constructiva que ha entregado un nuevo impulso al sector durante los últimos tres años.
Actualmente en Chile se estima que podrían haber unas 16 empresas que se dedican a la prefabricación, una de ellas es Timber, responsable del edificio Campus Arauco y de distintos centros comunitarios en Temuco, Chiloé, Lonquimay, Zapallar y Colico.
A la lista también se suma Crulamm, firma que se ha consolidado con obras robustas y elaboraciones emblemáticas como los podios dispuestos para la misa del Papa Francisco en el Parque O´Higgins durante su visita de este año a Chile.
En tanto, en el sector de la minería destaca Tecnofats, empresa que se ha enfocado de la construcción de campamentos como el ejecutado en el yacimiento Caserones, ubicado a 4.600 metros de altura en Atacama. Por otra parte Tecno Panel maneja proyectos de reconstrucción y complejos habitacionales como el realizado en Coronel con 650 viviendas.
Dedicada a la construcción, Forestal Andes se ha transformado en una empresa integral que controla la cadena productiva desde las plantaciones, cosecha, transporte, secado, impregnado de maderas hasta generar elementos constructivos.
Y si es por reunir servicios, el holding JCE se ha destacado por su versatilidad y necesidad de fortalecer su factura inmobiliaria con proyectos a lo largo de todo Chile, desde Calama hasta Tomé.
La empresa osornina Avifel se dedica principalmente al desarrollo de viviendas en el sur de Chile. Con más de 30 años de trayectoria, ya diseña estructuras, revestimientos exteriores y cerchas de techo en su planta de prefabricados para asegurar su calidad. Mientras que en Puerto Varas Easywood utiliza el Sistema Constructivo Modular Industrializado (SCMI) para una menor emisión de gases de efecto invernadero, buen comportamiento acústico, resistencia al fuego y excelente comportamiento sísmico debido a su menor peso estructural.
Las grandes estructuras también toman forma con este tipo de construcción. El edificio de 1.600 metros cúbicos de madera laminada para CMPC en Los Ángeles estuvo a cargo de Cortelima.
“Prefábrica” con 10 años de experiencia, hace prototipos para crear nuevos sistemas constructivos para la industrialización y producción de viviendas de rápido montaje, con una reconocida calidad en sus obras. En tanto Ingecon Ltda., con 15 años en el mercado, entrega soluciones constructivas para viviendas que van desde techumbres, paneles para viviendas de madera, además de entrepisos de madera y escaleras del mismo material. Poseen una planta industrial en Pitrufquén donde tienen un aserradero, una en Santiago y otra en El Maule.
En el ámbito social, Fundación Vivienda desarrolla prefabricados en madera que responden a la entrega de soluciones de emergencia ante catástrofes. Además brinda soluciones a familias vulnerables.
Prefabricados Bedecarratz SPA inició sus faenas en 1981 y en 2000 incorporaron prefabricados para optimizar tiempo y costos de construcción. Se dedica a la fabricación de viviendas sociales y en un porcentaje menor a proyectos privados. Cuentan con una planta de prefabricados en Ancud, mientras que Premad ya cuenta con más de 40 mil viviendas con soluciones modulares prefabricadas, 20 mil de esas ubicadas en la zona central de Chile.
Por la misma senda se encuentra Martabid, que con 10 años de experiencia se ha consolidado en prefabricación. Realiza proyectos inmobiliarios en seis regiones del sur del país. El director ejecutivo de la empresa, José Miguel Martabid explicó que eligieron ese camino ya que cada día cobra mayor importancia. “Sobre todo al sur de Chile, desde Talca a Puerto Montt, por la entrada en vigencia de los planes de descontaminación que son mucho más exigentes desde el punto de vista térmico. Los sistemas industrializados son los que están cumpliendo con el tema térmico”.
Martabid agregó que también se suma la falta de mano de obra en construcción y casi nulo recambio generacional, motivo por el que ciertos procesos se han visto reforzados gracias a la industrialización.
Y si se trata de pensar en lo que viene, ya comienza a tomar forma la empresa E2E, un venture ente Pizarreño del grupo Etex de Bélgica y Arauco. El gerente de la empresa, Felipe Montes, explica que buscan mejorar la habitabilidad de las personas a través de industrialización de las viviendas. Todo esto basado en una estructura de madera con buena aislación y la entrega de muros, entrepiso y techos ya casi terminados. Esto en una línea versátil para cualquier vivienda hasta cuatro pisos.
“El sistema industrializado, sobre todo el de E2E, es mucho más amigable con el medio ambiente que el sistema de construcción tradicional, que disminuye todos los desechos”, dice. Esto es relevante porque según el programa Construye 2025, un tercio de los desechos de Chile provienen de la construcción. Entonces, “al industrializar, los desechos se disminuyen a prácticamente nada en la obra, porque ya llegan los paneles listos para montar”, detalla Montes.
Desde Madera21 desde hace un tiempo están haciendo un seguimiento a las empresas del sector y aseguran que podrían haber más.