Una delegación de la Red ECC recorrió las instalaciones de la planta de tratamiento de residuos Greenrec, instancia en la que se conversó sobre los desafíos, oportunidades y modelos de trazabilidad que podrían escalarse a nivel territorial para avanzar hacia una construcción más sostenible en Chile.
El pasado jueves 7 de agosto, una comitiva de la Red de Economía Circular para la Construcción (Red ECC) visitó las dependencias de Greenrec Lepanto en la comuna de San Bernardo, una innovadora planta de tratamiento y de residuos de construcción y demolición (RCD) ubicada en la Región Metropolitana. Esta instancia permitió conocer de primera mano las tecnologías y modelos operativos que se están implementando para reducir el impacto ambiental del sector.
Durante el recorrido, se discutieron las características de algunas obras de construcción que tienen dificultades para separar los residuos in situ, especialmente aquellas ubicadas en entornos urbanos, donde el espacio físico para segregar residuos en origen es escaso. En ese contexto, desde Greenrec destacaron la necesidad de crear puntos intermedios de transferencia y clasificación, como una solución factible para obras de menor escala.
“Segregar en origen está bien, pero hay que facilitarlo. Nosotros buscamos opciones: si no se puede en obra, te damos herramientas y alternativas para hacerlo en destino”, señaló uno de los representantes de Greenrec, durante la conversación con la Red ECC. Dentro de los beneficios que entrega Greenrec, destaca la medición del peso (kg) de material para valorización y su trazabilidad.
Uno de los ejes centrales fue el debate sobre los incentivos actuales y las barreras para valorizar residuos. Según se planteó, mientras la disposición final es, en muchos casos, barata y fácil, la valorización sigue siendo “heroica”.
Según la opinión del gerente general de Greenrec, Pedro Pablo Larraín: “hoy, disponer es fácil, legal y casi gratis. Valorar, en cambio, es costoso y requiere convicción. Por eso intentamos entregar trazabilidad, certificados, información útil… todo lo que sume valor a la decisión de hacerlo bien”. No obstante, en el sector existen también otras opiniones, “ya que la valorización de residuos de la construcción y demolición depende del contexto y las alternativas de gestión, por tanto, esto podría ser discutible”, se conversó durante la visita.
La delegación de la Red ECC, compuesta por representantes de entidades públicas, privadas y del mundo gremial, valoró especialmente el uso de herramientas tecnológicas como la utilización de códigos QR para la trazabilidad en camiones, reportes automatizados por tipo de residuo y un sistema de monitoreo en tiempo real, que permite seguir la cadena de manejo de los residuos desde su generación hasta su valorización.
Asimismo, se abordó el problema de la trazabilidad débil y las brechas normativas. En la actualidad, muchas declaraciones de gestión de residuos se limitan a compromisos de buena fe, sin fiscalización en terreno ni obligatoriedad vinculante de las guías de despacho.
“Hay una parte del problema que es la ilegalidad, pero otra gran parte es cómo pasamos del cumplimiento legal básico a la valorización efectiva. Y eso requiere herramientas, incentivos y también exigencias regulatorias claras”, reflexionaron los asistentes.
Por su parte, el gerente general de Greenrec Lepanto, agradeció la visita señalando que: “Es un orgullo tener estas ilustres visitas en nuestra casa. Nos hace sentir muy orgullosos de lo que estamos haciendo y nos impulsa a seguir cuidando este arbolito que apenas está creciendo. Hay que regarlo con compromiso”.
Larraín también valoró la presencia de actores clave del ecosistema circular y del sector público-privado: “Siempre es bueno tener visitas influyentes en el quehacer nacional. Ver lo que se está haciendo y hacia dónde va la vanguardia en la gestión de residuos en la construcción es fundamental para alinear políticas públicas y acción concreta”.
La delegación de la Red ECC destacó especialmente el potencial de escalar este tipo de soluciones dentro del modelo territorial que impulsa el proyecto, como una forma concreta de transitar hacia un sistema más sustentable, regenerativo y trazable para el sector.
Cabe resaltar que, el espacio físico donde se localizan las operaciones de la empresa Greenrec, comprende una gran excavación en una extensión importante de terreno, por un extremo está el área de extracción de áridos que se encuentra administrada por otra empresa, y en forma opuesta, las operaciones relacionadas al relleno, o también denominado “backfilling” bajo la operación de Greenrec. Según la literatura internacional, este último concepto se refiere a una operación de valorización, donde se depositan residuos para la recuperación de áreas excavadas para restauración de tierras o paisajismo.
En la normativa chilena, el relleno o backfilling, no está considerado como una acción de valorización, sin embargo, el proyecto de Ley que regula la extracción de áridos, actualmente en trámite, aborda diversos aspectos como el certificado de origen, trazabilidad, fiscalización y plan de cierre. El plan de cierre, se refiere al conjunto de medidas y acciones destinadas a mitigar, reparar o compensar los efectos que se derivan del desarrollo de la extracción de áridos, cuya responsabilidad es del titular de un proyecto de extracción.
La visita concluyó con el compromiso de continuar articulando acciones y estrategias concretas para impulsar la economía circular en la construcción, en línea con la Hoja de Ruta RCD Economía Circular 2035, la Estrategia de Economía Circular y el modelo territorial que propone la Red ECC. Experiencias como la de Greenrec muestran que sí es posible avanzar hacia una gestión sustentable, trazable y eficiente de los residuos del sector.
La comitiva estuvo integrada por integrantes del comité técnico y la gobernanza de la Red ECC: Katherine Martínez (CDT), Alejandra Tapia (Construye2025), Bárbara Silva (CDT); Felipe Smith (CChC); y los integrantes del Ministerio de Medio Ambiente: Paola Cofré, jefa de Economía Circular de la Secretaría Regional Ministerial de Medio Ambiente RM, más los profesionales de la Seremi RM Manuel Gómez y Paulina Agurto, y Osvaldo Pardo (SKC Circular). El grupo fue recibido por Pedro Pablo Larraín, Marcel Hagen y Raimundo Perez-Cotapos de Greenrec-Lepanto.
Sergio Díaz, subgerente de Sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), afirma que la Red de Economía Circular de la Construcción (Red ECC) es una oportunidad para transformar el sector desde la colaboración, la innovación y la eficiencia. Desde su rol en el Comité Técnico, subraya que este modelo no solo es escalable, sino que además fortalece la competitividad de las empresas en el corto y largo plazo.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) no quiere mirar desde la galería. Así lo expresa Sergio Díaz, subgerente de Sostenibilidad del gremio, al referirse al rol que decidieron tomar en la Red de Economía Circular de la Construcción (Red ECC): “Decidimos ser protagonistas en la Red ECC por una visión de futuro y un profundo sentido de responsabilidad. No nos sumamos por cumplir, sino por un conjunto de razones estratégicas”. Entre ellas, menciona liderazgo y proactividad: “Quisimos adelantarnos, tomar las riendas del cambio antes de que lleguen regulaciones más exigentes y guiar este proceso de una forma que cree valor para la sociedad, el país y nuestros socios”, dice.
El gremio más representativo del sector está convencido de que la circularidad no es una carga regulatoria, sino una fuente concreta de valor. “No vemos la economía circular como un costo, sino todo lo contrario: es una fuente de innovación y de nuevos negocios. Valorizar residuos y diseñar de manera más inteligente abre un mundo de oportunidades para ser más productivos”.
Socio estratégico para escalar el modelo territorial
La participación de la CChC no solo tiene fundamento en su estrategia de este año —de la cual la Red ECC es una implementación práctica—, sino también porque “es el paso lógico para implementar la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, una hoja de ruta que nosotros mismos ayudamos a escribir. La conexión es total: la Estrategia 2025 nos dice el “qué” y el “porqué”, y la Red ECC nos da el “cómo” y el “con quiénes”. Es el punto de encuentro donde el mundo público, el privado y la academia nos unimos para lograr las metas que nos propusimos”, explica Díaz.
Por otra parte, están las capacidades propias del gremio para acelerar el cambio. Díaz destaca tres factores: “El primero es nuestra capacidad de articulación del sector privado. El segundo, nuestra presencia en todo el territorio. Y el tercero, nuestra experiencia práctica”.
Esa articulación se traduce en convocar a empresas a lo largo de toda la cadena de valor, y conectar el propósito de la Red ECC con la realidad operativa de las obras. “Somos ese puente que conecta los grandes objetivos de la Red con la realidad del día a día”, explica. Y agrega que la capilaridad territorial de la Cámara permite adaptar el modelo a la diversidad regional del país.

Empresas protagonistas del cambio
Pero el protagonismo no está solo en las instituciones. Para Díaz, el motor de la Red son las empresas constructoras y proveedores: “Nuestros socios son el centro de este modelo. Son ellos quienes, en la práctica, harán que la economía circular ocurra”.
Esto implica transformar la cultura empresarial: dejar de ver los residuos como basura y empezar a entenderlos como recursos. “Una obra ya no genera ‘basura’, sino materias primas para otros, y el rol de nuestros socios es separar bien en la obra, para que esos materiales puedan volver a usarse”.
Además, enfatiza la importancia de cerrar el círculo generando demanda por productos reciclados: “Nuestros socios serán los principales compradores de materiales reciclados, cerrando el círculo y haciendo que este nuevo mercado sea rentable”.
De la idea a la acción: plataformas, estándares y colaboración
Para que la valorización funcione en la práctica, la CChC está impulsando iniciativas concretas: “Estamos impulsando la creación de plataformas que conecten, como marketplaces digitales de recursos y simbiosis industrial. La idea es simple: hacer visible y fácil el intercambio de materiales entre quien los genera y quien los necesita”.
Pero también se necesita generar confianza en estos materiales. “Trabajamos en normas técnicas y certificaciones para estos productos”, afirma, subrayando que la calidad es clave para que haya inversión y adopción masiva.
Otra línea de trabajo apunta a escalar los Acuerdos de Producción Limpia (APL) como base para articular actores territoriales y fomentar la logística colaborativa.
Circularidad como negocio
Más allá de lo ambiental, el enfoque de la Cámara es que la circularidad es un buen negocio. “Sumarse a la Red es, antes que nada, una excelente decisión de negocios”, afirma Díaz. “Botar residuos cuesta dinero; al valorizarlos, no solo se deja de gastar, sino que se puede empezar a ganar dinero”.
También destaca beneficios como la mejora de la productividad, el acceso a nuevos proyectos y el cumplimiento anticipado de futuras regulaciones ambientales.
Visión de país y cambio cultural
Si bien la Red ECC se desarrolla en la Región Metropolitana, el objetivo es nacional. “Este modelo no es solo para Santiago; nuestra visión siempre ha sido nacional. La clave para replicarlo es la flexibilidad y la adaptación a cada realidad local”, explica. Y el rol de las Cámaras Regionales será vital para liderar ese proceso con pertinencia territorial.
Finalmente, Díaz hace un llamado a repensar la forma de construir desde la raíz: “El cambio más importante debe empezar desde el proyecto, diseñando con una visión en el futuro, no solo en el presente. Los arquitectos e ingenieros tienen que empezar a diseñar para ‘desarmar y reutilizar’”.
Y concluye con una provocación directa a las empresas: “En la locura del día a día, ¿te has puesto a pensar cuánta plata estás botando a la basura? La construcción está cambiando. ¿Vas a mirar cómo pasa o vas a ser protagonista?”.

Desde su aparición como caso de éxito en 2023, la empresa dirigida por el ingeniero constructor Lucas Bracho ha ampliado su alcance más allá de los residuos, incorporando nuevos criterios ambientales, alianzas estratégicas y herramientas tecnológicas que hoy la posicionan como referente en formación y asesoría ambiental para obras.
En 2023, Reduciclo ya había definido su estrategia: posicionarse como un ente educador y capacitador en gestión ambiental para la construcción. Ese primer año estuvo marcado por el esfuerzo en fidelizar a los primeros clientes, crear una identidad clara y consolidar el marketing de la empresa. Al mismo tiempo, comprendía la importancia de acompañar en terreno, para nutrir los cursos con experiencias reales y asegurar que el mensaje se aplicara en obra. Dos años después, la empresa ha fortalecido esa visión: hoy integra tecnología digital, aplica protocolos preventivos, asesora en normativas y forma a más de mil trabajadores en gestión ambiental integral, siempre con foco en la eficiencia tanto para sus clientes como para sus propios procesos.
“Desde 2023, hemos evolucionado hacia una gestión ambiental más integral en obras, ampliando nuestro enfoque más allá de los RCD para abordar los seis criterios ambientales clave”, explica Lucas Bracho, CEO de la empresa.
Estos criterios incluyen: 1) Residuos no peligrosos y economía circular, 2) Sustancias y residuos peligrosos, 3) Ruido y vibraciones, 4) Emisiones atmosféricas, 5) Agua y RILES y 6) Biodiversidad y ecosistemas.
Una de las principales innovaciones de este periodo fue el desarrollo de ReduApp, una plataforma digital que permite controlar hallazgos en terreno, detectar malas prácticas, pérdidas de materiales y generar indicadores accionables para las obras.
Además, Reduciclo implementó protocolos de seguimiento, que acompaña la planificación de proyectos con estrategias preventivas y asesoría para el cumplimiento de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) pero principalmente de la legislación ambiental, tales como normas, leyes, decretos u ordenanzas municipales.
Formación en terreno, impacto en cifras
La propuesta formativa se diversificó con modalidades presencial, online e híbrida, combinando teoría con experiencia práctica en terreno a través de charlas dirigidas por actividad y perfil de cuadrilla.
“Hemos comprobado que las capacitaciones que combinan teoría con experiencia práctica en terreno generan mayor compromiso y cambios reales”, afirma Bracho.
Así, entre 2023 y 2025, Reduciclo ha logrado:
Alianzas que multiplican impacto
Durante estos años, la empresa fortaleció su red de colaboraciones con actores clave:
“Estas colaboraciones potencian el alcance y la calidad de nuestras capacitaciones y asesorías ambientales integrales”, destaca Bracho.
Lo que viene: tableros, e-learning y protocolos por etapa
Entre sus próximos desarrollos, Reduciclo proyecta:
“Queremos generar ahorros para las empresas, reducir pérdidas de materiales, evitar multas y paralizaciones, optimizar procesos y crear obras de construcción ordenadas y limpias, que se encuentren cumpliendo la legislación ambiental a cabalidad. Aspiramos a que las empresas se destaquen como empleadores deseables, atrayendo a trabajadores comprometidos con el medio ambiente”, señala Bracho.
El camino hacia una construcción circular y ambientalmente responsable no se construye solo con normativas, sino que con cultura, formación y compromiso real en obra. Reduciclo ya lo entendió, y lo está escalando.
Elaborada por la CDT y la Cámara Chilena de la Construcción, esta matriz entrega información útil y actualizada sobre valorizadores, gestores y sitios de disposición final, facilitando la correcta gestión de residuos RCD en todo el país.
En el marco de las acciones para acelerar la transición hacia una economía circular en la construcción, la CDT junto a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) han puesto a disposición del ecosistema la primera Matriz Nacional de Gestores de Residuos de Construcción y Demolición (RCD).
Esta herramienta es de acceso libre y fue desarrollada a partir de información pública obtenida desde organismos estatales, solicitudes de transparencia a Seremis regionales y bases de datos oficiales como el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) del Ministerio del Medio Ambiente.
La matriz —actualizada en abril de 2023— busca facilitar la identificación de actores claves para una adecuada gestión de residuos, aportando así al cumplimiento normativo, la trazabilidad de los residuos y el fortalecimiento de las redes de valorización en el territorio.
¿Qué contiene la matriz?
La herramienta incluye tres categorías principales de información:
Un recurso para empresas y municipios
Con este instrumento, constructoras, mandantes, oficinas de arquitectura, municipios y organismos públicos podrán identificar con mayor claridad a qué actores acudir para cumplir con las exigencias de la Ley REP y otras normativas relacionadas con la gestión de residuos.
Es también una forma concreta de apoyar la circularidad desde la práctica, fomentando que los residuos de construcción dejen de ser un problema y se transformen en insumos para nuevos ciclos productivos.
“La existencia de esta matriz permite acortar las brechas de información y facilita la toma de decisiones para una gestión responsable y trazable de los RCD”, destacan desde la CDT.
📥 Puedes revisar y descargar la matriz desde el Portal CDT:
 https://www.cdt.cl/?post_type=dlm_download&p=2072995
Por Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025.
Si bien en el mundo, nuestra industria contribuye al crecimiento económico y es un importante pilar de desarrollo, también es necesario asumir que como sector es uno de los grandes consumidores de materias primas, que genera una alta cantidad de residuos, así como entre 25% y 40% de las emisiones de carbono a nivel global, según datos de la Comisión Europea y el World Economic Forum.
En Chile, no estamos lejos de esta realidad: los residuos de la construcción y demolición (RCD) representan cerca de 34% de los residuos sólidos (Conama, 2010). Sin duda, estamos frente a una situación crítica, si consideramos que actualmente hay regiones de Chile que aún no cuentan con lugares autorizados de disposición de residuos sólidos asimilables, por lo que no hay cobertura nacional para su adecuada disposición ni tampoco inversiones proyectadas para resolver esta problemática o una institucionalidad a nivel nacional encargada de la gestión de los RCD.
Pese a que hemos avanzado desde el lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035, realizado en 2021, todavía debemos avanzar en el uso eficiente de los recursos y la gestión sustentable de los residuos de construcción y demolición.
Es necesario entender que no es sostenible continuar bajo el mismo paradigma de la economía lineal en la fabricación de materiales, el proceso constructivo y su cadena de valor. Por el contrario, el camino a incorporar es el de un modelo circular, donde los recursos son reutilizados, pudiendo ser reintegrados al proceso.
Adoptar la economía circular en el diseño, procesos, sistemas y la cadena de suministros del sector, junto con la posibilidad de generar nuevos negocios a través de innovación y desarrollo tecnológico, permitirá mitigar los daños medioambientales generados por el sector. Ese es nuestro desafío crítico.
El Reto Economía Circular (REC), iniciativa de innovación abierta impulsada por Construir Innovando, CDT y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), con la ejecución del centro de innovación y emprendimiento de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile OpenBeauchef, ha dado un importante paso luego de seleccionar las cinco alianzas que avanzan a la gran final de este concurso, el que se desarrollará en la Feria Edifica 2024.
El propósito del REC es congregar a diversos actores del sector de la construcción para fomentar el intercambio de conocimientos, colaboración y asociatividad. Su objetivo final es impulsar la transformación hacia un modelo de construcción más sostenible en el país, promoviendo prácticas de economía circular que minimicen los residuos y optimicen el uso de recursos.
Y es que el impulso a repensar y rediseñar sus modelos de negocio y operaciones hacia una construcción más sostenible y productiva es uno de los objetivos de este Reto, así lo explica Conrad Von Igel, gerente de Sostenibilidad e Innovación de la Cámara Chilena de la Construcción “Queremos que el Reto Economía Circular sea un verdadero motor de cambio para nuestra industria. Las cinco alianzas finalistas representan la fuerza del trabajo colaborativo y la innovación aplicada, y son el resultado de un proceso en el que se han integrado soluciones de economía circular que no solo buscan eficiencia, sino también un impacto positivo en toda la cadena de valor. Estamos muy ansiosos de ver cómo se enfrentarán en la gran final y cómo ayudan a acelerar la transformación de la industria.”
Las alianzas finalistas son:
1.- Axis Desarrollos Constructivos SA, Recylink y Sodimac: “Reutilícelo usted mismo”
Este proyecto propone un enfoque innovador para el reaprovechamiento de materiales de construcción, invitando a los usuarios a participar activamente en la reutilización de recursos.
2.- Kyklos, Refil y Boetsch: “Desmoldante R-I”
Este desarrollo busca crear un desmoldante reutilizable y reciclable que reduzca el impacto ambiental en la construcción, alineándose con los principios de la economía circular.
3.- SalfaCorp, Subcargo, Aceros AZA y Polpaico Soluciones: “Mueve RCD”
El proyecto se centra en la creación de un producto circular a partir de residuos de la construcción, específicamente un hormigón elaborado a partir de residuos del acero, contribuyendo significativamente a la reducción de desechos.
4.- Siena Constructora S.A., Ambipar Environment y Volcán: “Transformando un Nuevo RCD”
Este proyecto busca recuperar y reciclar yeso-cartón con el objetivo de reducir costos, disminuir la saturación de vertederos y fomentar el uso de materiales reciclados en las construcciones.
5.- Grupo Flesan, Regemac, Rebuilding e Innovazero: “Nuevos Modelos de negocio Circulares”
La iniciativa propone un innovador modelo de negocios de economía circular para la gestión de residuos, utilizando tecnología para rentabilizar los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) y generar nuevos subproductos.
Camino a la gran final
Las alianzas finalistas se preparan para la instancia decisiva, mediante un proceso en el cual recibirán mentorías y acompañamiento para afinar sus propuestas y perfeccionar sus presentaciones. Durante el proceso que se desarrollará en Edifica, las alianzas presentarán sus proyectos frente a un jurado especializado, y tras la deliberación, las dos iniciativas seleccionadas recibirán financiamiento para la realización de pilotos, y una de ellas será seleccionada como la gran ganadora, participando en una misión internacional organizada por la CChC en 2025.
Mario Recabal Ramírez, gerente de innovación de Polpaico Soluciones, expresó su entusiasmo por el avance del proyecto “Mueve RCD” asegurando que: “El intercambio de conocimientos, la colaboración y la asociatividad para buscar soluciones innovadoras a los desafíos que están presentes en la construcción es un objetivo que compartimos con las empresas de nuestra alianza, y nos acerca a la meta que tenemos de contribuir a una industria más sostenible a través de modelos de economía circular”.
Por su parte, Javier Rojas Vivar, CEO de ReBuilding, destacó la importancia de su propuesta: “En el Demo Day nuestra alianza presentó nuestro innovador modelo de negocios de economía circular para una nueva gestión de residuos que permite, a través de la tecnología, rentabilizar los RCD y generar la creación de nuevos subproductos que impactarán de manera significativa a nuestro rubro y a todo el país”.
Te invitamos a ser parte de Edifica 2024, instancia donde se escogerán las iniciativas que liderarán el camino hacia un futuro más sostenible para el sector, y que serán parte de las múltiples actividades que se estarán desarrollando en la Plaza de la Innovación, lugar de encuentro que busca visualizar y demostrar cómo se proyecta la innovación en la industria.
Fuente: Edifica
Nuestra coordinadora de Sustentabilidad viajó como invitada del Guatemala Green Building Council, donde fue parte de la mesa de trabajo sobre residuos de la construcción y demolición del organismo, y participó en diversas actividades profesionales.
Con la participación de Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, nuestro programa fue parte del evento de Cierre y Premiación 2023-2024 del Programa de Sostenibilidad para el Proceso Constructivo de Guatemala GBC, realizado el 10 de julio. Esta invitación al programa se realizó a través de Chile GBC, entidad que promueve la economía circular mediante certificaciones, y además forma parte de un proyecto muy importante para el sector construcción, el Pasaporte de Materiales (P+).
En la ocasión, se dieron a conocer los resultados del Programa “Sostenibilidad en el Proceso Constructivo”, junto a las marcas Cementos Progreso y Mixto Listo. El objetivo de este programa es promover las prácticas de sostenibilidad en los más de 30 proyectos inscritos para ser parte de él.
La arquitecta, en su calidad de representante de Construye2025, presentó la experiencia en Chile sobre economía circular, dio a conocer la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025. Además, participó en la Mesa de Trabajo sobre Residuos de Construcción y Demolición, donde compartió su experiencia en el desarrollo de la Hoja de Ruta RCD, sobre importancia del involucramiento de los sectores público, privado y la academia, así como considerar a toda la cadena de valor en el proceso. También se refirió a los avances, dificultades y desafíos que el tema representa, tanto para el sector público como para el privado en Chile. Asimismo, mostró algunas iniciativas de fomento como los retos de innovación, los cuales han contribuido a que se desarrollen innovadoras soluciones que han permitido dar circularidad a los materiales y reutilizar y reciclar de mejor manera los residuos de la construcción.
Respecto de la economía circular, en la ocasión se expuso la importancia de dejar atrás el modelo lineal en que los residuos simplemente son desechados, con el consiguiente impacto ambiental, económico y social que esto implica. Para hacerse cargo de esta problemática, el Programa de Sostenibilidad para el Proceso Constructivo del Guatemala GBC, con el fin de medir y reducir los impactos asociados al proceso de construcción, mejorar la eficiencia de recursos y adoptar un modelo de trabajo que aumente la competitividad empresarial, incorporando la gestión de residuos y otras medidas para mitigar el impacto de la construcción.
En los años recientes, este programa ha servido como plataforma de intercambio de conocimiento para generar iniciativas que atiendan los retos que afronta el sector de la construcción para el desarrollo sostenible.
Durante la presentación de los resultados del programa se informó que la aplicación de estrategias y medidas de sostenibilidad está cada vez más interiorizada por los equipos de ejecución. A lo largo del programa, se identificó que más del 40% de las empresas participantes cuentan con programas de responsabilidad social y más del 18% implementan actividades de responsabilidad ambiental. Asimismo, hay una mejora continua en la eficacia de la clasificación de residuos en obras. Hacer un seguimiento a estos indicadores es una de las maneras más efectivas de evaluar las medidas aplicadas.
El primer lugar del programa fue obtenido por el proyecto Serena Apartamentos, de la empresa Arcos, seguido por el proyecto Altaire, de Impulsa Desarrollo, del grupo ITSA.
En tanto que el tercer lugar fue para el proyecto Hacienda de Las Flores de Desarrollos HDF – Grupo Macro, y el cuarto lugar, para el proyecto Laranda Lofts, de OECSA.
La experiencia en la Ciudad de Guatemala también consideró la visita al proyecto “Condado Naranjo”, urbanización que ha obtenido la calificación Platinium en la certificación LEED para “Cities and Communities” , donde destaca la gestión de los residuos domiciliarios y gestión del agua. Otra visita interesante fue a la antigua planta de Cementos Progreso y su iniciativa sobre la restauración ambiental del lugar para convertirlo en un interesante proyecto inmobiliario que incluye la reparación de pasivos ambientales y gestión del agua.
Por Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025
Cuando un arquitecto comienza un nuevo proyecto, generalmente parte su diseño en un terreno despejado, una hoja en blanco. Al diseñar, piensa en la funcionalidad y el programa, en la forma que tendrá el nuevo edificio, en la tendencia arquitectónica, en los materiales, entre otros. No obstante, si se trata de un terreno urbano o rural, anteriormente, existió una construcción, un canal de regadío, árboles, e incluso vestigios de una cultura anterior.
Ante un contexto cada vez más complejo, con extensos plazos en la permisología, la presión de las comunidades, aspectos ambientales y escasez de recursos, el hacer las cosas siempre de la misma manera no está dando buenos resultados. Cada vez es más frecuente escuchar que un proyecto se paralizó porque encontraron un canal que lo atravesaba, hubo un hallazgo de vestigios arqueológicos, una fosa, un estanque de petróleo enterrado, residuos peligrosos y asbesto, entre otras tantas causas.
El no considerar las distintas variables que pueden afectar a una obra, podría ser un gran riesgo no solo para el cumplimiento de los plazos del proyecto, sino que podría impactar fuertemente en su presupuesto.
Por todo lo anterior, es necesario implementar herramientas que ayuden a prevenir riesgos y controlar los residuos generados en la etapa de la demolición, con el fin de facilitar su gestión y trazabilidad. Es así como nace la NCh3727 Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición.
Las auditorías previas a la demolición permiten planificar y ejecutar obras en un activo construido, considerando estrategias que ayuden a mantener el valor de los materiales y recursos por el mayor tiempo posible, reducir impactos en el medio ambiente y evitar el daño a la salud de las personas. La auditoría consiste en levantar una serie de antecedentes, planificar las obras para recuperar la mayor cantidad de materiales posibles y realizar una adecuada gestión de residuos, lo cual involucra revisar la documentación del activo a demoler, realizar un estudio en terreno, elaborar un inventario y diagnóstico, establecer recomendaciones para la elaboración de un plan de gestión y un informe, el cual servirá para licitar las obras y contar con un presupuesto más detallado, realizar la gestión adecuada de residuos peligrosos, tratar de recuperar la mayor cantidad de materiales para su reutilización y reciclaje.
Las auditorías previas y una adecuada planificación de la demolición, considerando un manejo segregado de los residuos, nos permite un mejor aprovechamiento de los materiales y reducir riesgos en cuanto a aumentos de plazos y costos de las obras.
En un paso significativo hacia la sostenibilidad, SKC Circular, una innovadora solución del grupo de empresas SKC enfocada en la distribución de maquinaria para el reciclaje en las industrias más importantes del país, ha anunciado una alianza estratégica con la agencia de innovación para la sostenibilidad IUS Latam. Esta colaboración se realiza en el marco de los esfuerzos en la transformación cultural de la industria de la construcción con el objetivo de fortalecer la Gestión de Residuos en Obras de Construcción y Demolición.
La sinergia entre SKC Circular y el Curso de Gestión de RCD se centra en combinar soluciones tecnológicas avanzadas con capacitación digital en gestión de residuos, promoviendo la adopción de prácticas de economía circular en la construcción y otros sectores industriales.
Innovación Tecnológica y Capacitación para la Sostenibilidad
“La colaboración entre SKC Circular y el Curso de Gestión de RCD es un paso esencial para fomentar un ecosistema de construcción más sostenible. En SKC Circular, creemos que la innovación tecnológica debe ir de la mano con la educación y la formación de capacidades, asegurando que todos los actores de la industria de la construcción puedan adoptar prácticas de economía circular y contribuir activamente a la reducción de residuos,” señaló Osvaldo Pardo, ingeniero de Desarrollo de SKC Circular.
Las empresas SKC son líderes en venta y arriendo de maquinaria, camiones, comercialización de repuestos e insumos, servicio técnico y post venta.
Y desde ahí, SKC Circular es una nueva línea de maquinarias de la compañía enfocada a entregar soluciones para la creciente industria del reciclaje en el país. Maquinaria para industrializar procesos de clasificación, segregación, trituración y compactación de residuos generados en sectores como la Construcción, Minería, Forestal e Industrial en general.
Para el correcto tratamiento de RCD en Chile, SKC Circular busca aportar a los procesos de reciclaje con la ingeniería y desarrollo de cualquier proyecto, acompañando con los cálculos de Capex y Opex para finalmente dar forma a estos procesos con el suministro de los equipos necesarios para cumplir con las necesidades de desarrollo que el país requiere de esta industria, aportando además con la más alta e innovadora tecnología a nivel mundial.
Mediante el respaldo y experiencia de las fábricas representadas, SKC Circular apunta a ser un aporte activo en la economía circular con el conocimiento necesario para llevar a cabo el correcto tratamiento en las diferentes aplicaciones que la industria del reciclaje exige, considerando la urgente necesidad de plantas y maquinaria adecuada en las regiones más afectadas por la generación de este tipo de residuos, evitando de esta manera la creación y aumento de vertederos ilegales debido a la incorrecta disposición final de residuos generados en las industrias más importantes del país.
La alianza estratégica tiene como objetivo capacitar masivamente trabajadores de diferentes regiones de Chile y en especial aquellas en donde se encuentran activos los Acuerdos de Producción Limpia como Antofagasta, Valparaíso, Los Lagos y Magallanes, declaración voluntaria donde el foco se da a partir de prácticas sostenibles y gestión eficiente de residuos. La formación de capacidades y en particular el curso RCD, financiado completamente por la Franquicia Sence, es una pieza clave en la estrategia para apoyar los APL y avanzar hacia una transformación significativa en la industria de la construcción.

Optimización de recursos a través de la separación de residuos y la capacitación
La correcta gestión de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) es fundamental para avanzar hacia una economía circular y sostenible en la industria de la construcción. Una práctica indispensable para lograr esta eficiencia es la separación de residuos en el lugar de origen, una estrategia que presenta múltiples beneficios tanto ambientales como económicos.
La separación en el lugar de origen es crucial porque permite una clasificación más precisa de los materiales, lo que facilita su reciclaje y posterior valorización. Esto se traduce en una reducción significativa de los residuos que terminan en vertederos y una mejora en la recuperación de recursos valiosos. Materiales como áridos, metales, madera y plásticos pueden ser segregados de manera efectiva, lo que optimiza su reutilización y disminuye la necesidad de materias primas nuevas, promoviendo así la sostenibilidad en la construcción.
Desde la perspectiva de la economía circular, la capacitación de los equipos de obra en técnicas de separación y gestión de residuos es vital. La formación especializada no solo enseña las mejores prácticas para la clasificación de materiales, sino que también promueve un cambio cultural dentro de las organizaciones. Esta transformación cultural es clave para que los trabajadores comprendan la importancia de su rol en la gestión de residuos y adopten prácticas sostenibles de manera consciente y consistente.
La implementación de programas de capacitación, como el curso RCD ofrecido por IUS Latam, tiene un impacto directo en la eficiencia de la gestión de residuos. La capacitación proporciona a los trabajadores las habilidades necesarias para realizar una correcta separación de materiales, mejorando así la calidad del reciclaje. Además, educar a los empleados sobre la importancia de la separación en el lugar de origen contribuye a la creación de un entorno de trabajo más responsable y consciente del medio ambiente.
Los beneficios de la separación de residuos en el lugar de origen y la capacitación adecuada se reflejan también en el ámbito económico. Al reducir los costos asociados con la disposición final de residuos y aumentar la recuperación de materiales reutilizables, las empresas pueden generar ahorros significativos. Asimismo, la valorización de residuos abre nuevas oportunidades de negocio, ya que los materiales recuperados pueden ser vendidos o reutilizados en otros procesos productivos, incrementando así la eficiencia y sostenibilidad del sector.
Un Modelo de Cooperación para un Futuro Sostenible
“El significado de este tipo de alianzas viene a reforzar el compromiso de IUS con el desarrollo sostenible de Chile y la Estrategia de Economía Circular a la cual adherimos, donde el capital humano es central en la transformación que nuestro país requiere. Además la formación de capacidades es una respuesta que contribuye a las metas de la Hoja de Ruta de Economía Circular propuesta por Construye2025 en conjunto con los principales actores del ecosistema de la construcción”, señaló Pedro Mancilla, director IUS Latam.
En la alianza, ambas entidades están comprometidas con la revalorización de los RCD, apoyando la creación de infraestructuras que no solo previenen la proliferación de vertederos ilegales, sino que también promueven prácticas más respetuosas con el medio ambiente. Esta colaboración estratégica asegura que los equipos de trabajo adquieran los conocimientos y habilidades necesarias y que las empresas cuenten con los más altos estándares tecnológicos para liderar el camino hacia una economía más circular y sostenible en Chile.
Este esfuerzo conjunto representa un modelo de cooperación entre la educación y la industria, destacando la importancia de soluciones integradas que aborden tanto la formación de la fuerza laboral como la infraestructura técnica necesaria para un futuro sostenible.
¿Cómo se busca dar una segunda vida a los residuos y qué productos se pueden obtener de la valorización de éstos?
Las diferentes plantas de Clasificación y Pre tratamiento de RCD están aptas para segregar y/o purificar mezclas de residuos según tamaño, densidad, materia prima, color, magnetismo, entre otros. Una vez que dicha segregación se ha hecho efectiva, todos los materiales recuperados pueden ser compactados o triturados (dependiendo de la necesidad) para volver a la cadena productiva como materia prima reciclada.
Dentro de los RCD generalmente los residuos más abundantes son áridos, madera, metales ferrosos y no ferrosos, plásticos de diferentes densidades, cartón, papel, entre otros.
Los áridos que se recuperan deben pasar por un proceso de chancado y volver a la cadena productiva para ser reutilizados, aprovechando además que las normativas chilenas que regulan su uso se están modificando en beneficio de éstos.
La madera, una vez separada del resto de los residuos, si está en buen estado se puede utilizar directamente en construcciones secundarias o artesanías. Sin embargo, es más frecuente que ésta se triture para ser utilizada como combustible. También se utiliza para fabricar planchas y pliegues de madera reciclada como lo son las planchas de OSB (las placas de Tablero de Virutas Orientadas u “Oriented Strand Board”, por sus siglas en inglés), por ejemplo, o finalmente para jardines sustentables.
Los metales se predisponen para posteriormente ser tratados de manera térmica y volver a fundirse para convertirse en materia prima debido a las propiedades de diferentes metales que son materiales altamente reciclables y que permiten reutilizarse muchas veces.
Los diferentes tipos de plásticos recuperados, deben recibir un tratamiento respectivo. Si se requiere una previa trituración, dicho proceso se puede realizar con la misma maquinaria que con la que se trituran otras materias primas, para adquirir una granulometría correspondiente a su tratamiento final.
 
 
Con importantes avances en gestión de residuos de construcción y demolición (RCD), finalizó el primer Acuerdo de Producción Limpia de economía circular de la industria de la construcción.
La Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo certificó a 13 empresas de la región de Valparaíso tras culminar la implementación del primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) del sector construcción con enfoque de economía circular en Chile.
Mediante este trabajo conjunto se evitó la emisión de 10 mil toneladas de CO2 equivalente y disminuyó en un 48% la generación de residuos de construcción y demolición (RCD).
Este APL piloto, firmado en 2021, fue articulado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) con el objetivo de avanzar hacia una correcta gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD), para evitar su disposición final, y fomentar nuevos modelos de negocios circulares en la región.
El grupo de empresas certificadas está integrado por Sociedad Reviste, RST Residuos, Constructora Terratec, Camporeal Construcciones, MT Ingeniería, Constructora RTM Ingeniería; Construck, Construcciones Fomenta, Bezanilla Construcciones, Bitumix, Fernando Bustamante Rodríguez Arquitectos y Compañía, Constructora Alborada y Grupo ECO1.
El subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, precisó que “se estima que cerca del 35% de los residuos a nivel mundial proviene de la construcción y demolición (RCD). En Chile, la generación de estos alcanza 7,1 millones de toneladas al año, solo por edificaciones autorizadas, lo que es más que el total de los residuos municipales, algo así como tres cerros Santa Lucía. Con la incorporación de la economía circular al sector construcción se abren innumerables posibilidades de ahorro y optimización, además nuevas oportunidades de negocios. Pasar de enterrar materiales a darles una segunda vida útil es un cambio necesario y en el sector construcción significa valorizar millones de toneladas de áridos, maderas y otros materiales, lo que es al mismo tiempo una oportunidad, y eso la industria ya lo está explorando”.
Esta alianza público privada involucró a diversos actores de la cadena de valor regional y contó con la participación y apoyo técnico de los Ministerios del Medio Ambiente, Salud y Vivienda y Urbanismo; la Dirección General de Obras Públicas; la Seremi de Obras Públicas Valparaíso; las municipalidades de Concón, Quillota, Villa Alemana y Limache; la Universidad de Valparaíso, el Instituto de la Construcción y el Programa Construye2025 de Corfo.
“El mundo enfrenta hoy los estragos del cambio climático y el sector construcción es testigo de sus severos efectos. Los costos de reconstrucción y reparación de la infraestructura afectada por el cambio climático están en aumento, lo que reafirma la necesidad de actuar de manera diferente y mejor. Debemos construir con la visión de que somos vulnerables y que necesitamos lograr equilibrios naturales, sociales y económicos para avanzar hacia una construcción sostenible. Por ello, valoramos que estas 13 empresas hayan dedicado horas de esfuerzo para avanzar en sustentabilidad, entendiendo su importancia y contribuyendo a los desafíos que como país tenemos”, señaló Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo.
Logros del APL
Como resultado de esta iniciativa se registraron importantes avances en la gestión de residuos y el apoyo a proyectos ambientales. Disminuyó la generación de RCD en un 48,12% y se redujo en un 22,57% el envío a disposición final. La valorización general de los RCD aumentó un 202,64%, y la valorización a través del reciclaje se elevó en un 73,31%, con más de 2 mil toneladas de residuos reutilizados y reciclados. Esto evitó la emisión de 10 mil toneladas de CO2 equivalente. Además, el apoyo financiero del Estado creció en un 22,13%, para proyectos de medio ambiente, innovación o productividad, mientras las empresas incorporaron prácticas innovadoras para la gestión de residuos y procesos constructivos, con una inversión privada de 7 mil UF.
Para Arsenio Vallverdú, presidente de la CChC Valparaíso, “la adopción de este APL representa una oportunidad sustantiva para el desarrollo sustentable, incrementando la productividad de nuestras empresas y abriendo nuevas oportunidades de negocio. Como gremio, creemos que este logro no solo refleja el compromiso de nuestras empresas con el medio ambiente y con el bienestar de la comunidad, sino que también demuestra el liderazgo de nuestra región y de nuestra Cámara regional, en la construcción de una industria más sostenible y responsable”.
La capacitación de 1.900 trabajadores y el desarrollo de documentos como el Manual de gestión de RCD son otros relevantes resultados del APL, así como el aumento del aporte para programas de desarrollo de la comunidad. La inversión total privada en el APL alcanzó las 16 mil UF y se generó un beneficio social valorado en más de 30 mil UF.
Desafíos
Para la industria de la construcción en Valparaíso, es crucial enfrentar la alta generación de RCD. La región es la segunda mayor generadora de este tipo de residuos en el país, con un promedio anual de 710 mil toneladas en la última década, proyectándose un aumento a 986 mil toneladas anuales en el período 2025-2035.
Cabe destacar que autoridades y empresas certificadas participaron hoy en una ceremonia desarrollada en el auditorio de la CChC Valparaíso en Viña del Mar, hasta donde llegaron, además del subsecretario de Medio Ambiente y la directora ejecutiva de la ASCC, el seremi de OOPP, Yanino Riquelme; el seremi del Medio Ambiente; Hernán Ramírez; la seremi (s) de Vivienda y Urbanismo, Nerina Paz; la alcaldesa (s) de Villa Alemana, Gloria Solís; el subdirector regional de Corfo, Felipe Mellado; la jefa de Gabinete de Gobernador Regional de Valparaíso, Francisca Carvajal; la encargada regional de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo, Verónica Baquedano; el vicepresidente (s) de la CChC, Max Correa y la presidenta de la Comisión Medio Ambiente de la CChC, Marisol Cortez.
Katherine Martinez, líder sostenibilidad ambiental CDT
Para avanzar en sostenibilidad, la colaboración es fundamental. Por eso, los Acuerdos de Producción Limpia (APL) son una oportunidad para, de forma colaborativa, abordar temas complejos y que requieren de la articulación del sector público, privado y academia.
En el caso del sector de la construcción, el uso eficiente de recursos es clave a lo largo del ciclo de vida. Por ello, a través de la economía circular podemos buscar oportunidades para un uso eficiente del agua y de materiales, previniendo la generación de residuos y promoviendo una correcta gestión. Así, los APL se han convertido en un medio para aunar esfuerzos para avanzar decididamente en esta línea, iniciando un trabajo piloto en regiones, que es capaz de generar herramientas y estándares aplicables a nivel nacional.
Este camino inició en 2021, con el “Acuerdo de producción limpia hacia la economía circular en la construcción en la región de Valparaíso”, con 20 empresas decididas y comprometidas a fortalecer sus capacidades, cambiar procesos e iniciar un cambio cultural, que integre la innovación y el intercambio de experiencias. Como resultado, las empresas han logrado una disminución de casi un 50% en la generación de residuos, así como un aumento de aproximadamente un 200% en la valorización, principalmente a través del reciclaje. A esto se sumó la mesa público privada, que permitió sintonizar a todas las partes involucradas, levantando brechas para su resolución en conjunto.
A partir de esta experiencia, fue posible generar herramientas como el “Manual de gestión de Residuos de la Construcción y Demolición” del CompromisoPRO, que nos permitió ampliar el alcance y llegar a más empresas a nivel nacional.
Luego, con el fin de extender el alcance al norte y sur de Chile, en 2023 se firmaron tres nuevos APL en las regiones de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes, que hoy están en la fase de implementación, para incorporar metodologías y estrategias para la prevención, reducción y valorización de los RCD, y uso eficiente del agua. Esto en paralelo a las mesas público privadas que buscan desarrollar una estrategia para dar solución a la falta de sitios de valorización y/o disposición final autorizada, y las mesas de innovación para propiciar un ecosistema de mercado local basado en modelos de negocio circulares.
Para nosotros como CDT, siguiendo nuestro propósito de “Ser el motor de desarrollo y articulador de la productividad y la sostenibilidad ambiental de la industria a través de la Cámara Chilena de la Construcción“, es muy valioso acompañar a la CChC en este desafío, porque nos permite llegar con iniciativas muy contreras para apoyar a las empresas en su tránsito a la sostenibilidad en distintas regiones. Creemos firmemente que este proceso, basado en vínculos, alianzas y colaboración, puede impactar positivamente en el desempeño ambiental de las empresas y la industria en general, lo cual repercutirá en el desarrollo sostenible de las ciudades y la calidad de vida de las personas.
La actualidad en el manejo de los residuos de construcción y demolición (RCD) resalta la urgencia de adoptar prácticas más sostenibles. Por ello, es clave fomentar conciencia e inspirar un cambio cultural hacia una gestión más responsable de los RCD. Y es que los beneficios son diversos, no sólo el bienestar ambiental, sino que la viabilidad a largo plazo de la industria está entre ellos.
Con el propósito de abordar de manera más efectiva la pérdida innecesaria de materiales, el mal uso de recursos y la insuficiente conciencia ambiental en el ámbito empresarial, nació Reduciclo. “Nos preocupa profundamente observar cómo esta negligencia impacta de manera negativa en el medio ambiente y pone en riesgo la estabilidad financiera de las empresas, desequilibrando el sector”, declara Lucas Bracho, ingeniero en construcción y CEO de la compañía, quien desde el inicio de su carrera profesional ha estado ligado a la gestión de residuos y la economía circular en construcción.
Pero más allá de la gestión de residuos, Reduciclo busca ser agente de cambio en la educación ambiental, ofreciendo capacitaciones, charlas y herramientas para facilitar la implementación de la gestión de RCD en las obras, como señalética personalizada para cada establecimiento que decida trabajar con ellos.
Y es que como señala Bracho, hay una importancia básica en generar un cambio cultural dentro de la empresa, el cual “radica en reconocer que la gestión efectiva de los residuos de la construcción y demolición (RCD) no es solo una actividad operativa, sino un compromiso arraigado en la cultura organizacional. Este cambio permite que el compromiso con la gestión sostenible de RCD sea un valor arraigado en cada nivel de la empresa, representando un compromiso a largo plazo con la responsabilidad ambiental”.
De esta manera, “una cultura empresarial orientada a la sostenibilidad en la gestión de RCD mejora la imagen corporativa, destacando a la empresa como líder responsable y comprometido con prácticas respetuosas con el medio ambiente. Este enfoque no es solo una práctica puntual, sino un mensaje de marketing poderoso que refleja un compromiso constante con la responsabilidad ambiental”, considera el profesional.
La capacitación en gestión de RCD es crucial por diversas razones. Lucas Bracho menciona el cumplimiento normativo, pues asegura el conocimiento y cumplimiento de normativas
ambientales, evitando sanciones y garantizando el respeto a las leyes; el impacto ambiental, ya que permite implementar prácticas que reduzcan estel impacto ambiental, promoviendo la sostenibilidad en el rubro y la preservación del entorno; la eficiencia en procesos, dado que proporciona herramientas para gestionar eficientemente los residuos en todas las etapas constructivas, optimizando procesos y minimizando pérdidas; la imagen corporativa, que mejora la imagen corporativa al destacar el compromiso ambiental, atrayendo a clientes y socios con valores sostenibles; la reducción de costos, pues genera ahorros al reducir pérdidas de materiales y evitar multas asociadas a una gestión inadecuada; y la colaboración y alianzas, puesto que fomenta la colaboración entre empresas e instituciones, fortaleciendo la industria y promoviendo la economía circular.

Realidad actual
Hasta el momento, Reduciclo ha trabajado como consultor de Plataforma Industria Circular, ofreciendo soporte técnico y comercial esencial. “Guiamos a empresas de diversos sectores en la comprensión de los beneficios de la plataforma, facilitando la conexión con transportistas y gestores de residuos. Además, en la plataforma puedes registrar y cuantificar la adquisición de recursos y la generación de residuos en los establecimientos, con el propósito de generar indicadores de impacto ambiental y social para contribuir al desarrollo sostenible”, explica Bracho.
A ella se suma la colaboración con la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, siendo consultor en talleres “Pro-economía circular”, en el marco del compromiso PRO de la CChC. “Realizamos estos talleres en sedes regionales de Chile, dirigidos a inmobiliarias y constructoras, socias o no de la Cámara. Aportamos nuestra experiencia y casos reales para enriquecer la aplicación práctica del manual de gestión de residuos, que incluye imágenes y ejemplos demostrables de casos exitosos”, detalla.
Y también han colaborado con la Escuela Tecnológica de la Construcción (ETC), donde desarrollan cursos para inmobiliarias y constructoras en todo el país, financiados mediante códigos SENCE y la Franquicia Tributaria. “Estos cursos incluyen a todos los trabajadores de la obra y perfiles específicos para el manejo de RCD, como encargados de logística, jefes de bodega, supervisores, maestros, ayudantes y jornales”, especifica el profesional.
Con esta experiencia, el CEO de Reduciclo dice que “se nota una variabilidad en cómo las empresas del sector abordan los RCD. Algunas han adoptado enfoques proactivos, implementando prácticas sostenibles, mientras que otras están menos avanzadas. La conciencia de los trabajadores sobre la gestión de RCD también varía. Algunos están comprometidos, otros menos informados”.
Por ello, insiste en destacar la necesidad de educación continua. “Empresas y trabajadores se benefician de capacitaciones sobre las últimas prácticas en gestión de RCD, resaltando los beneficios ambientales y económicos de enfoques sostenibles”, añade.
Por ello, el propósito que tiene la empresa es un “ganar-ganar”, es decir, “queremos generar ahorros para las empresas, reducir pérdidas de materiales, optimizar procesos y crear obras de construcción ordenadas y limpias. Aspiramos a que las empresas se destaquen como empleadores deseables, atrayendo a trabajadores comprometidos con el medio ambiente. Esta sinergia no solo beneficia a las empresas, sino que también al medio ambiente y a las comunidades, evitando la proliferación de residuos ilegales en las ciudades y reduciendo el tráfico de camiones de residuos. Unidos, construimos un futuro más sostenible y próspero”, considera Bracho.
Y todo ello, con el compromiso de transformar los residuos en recursos, promoviendo su reducción, reutilización, reciclaje y valorización en diversos sectores.

Con la visión de acelerar la transición hacia una economía circular en el sector de la construcción, IUS Latam y Gestrash se unen en una alianza estratégica orientada a la gestión sostenible de los residuos de esta industria.
Esta colaboración se centrará en una de las regiones con mayores problemas en relación a los residuos dado el aumento del desarrollo inmobiliario, con el propósito de implementar prácticas más sustentables en la gestión de residuos de construcción y demolición (RCD), potenciando así el desarrollo de la industria local y promoviendo un cambio de paradigma hacia la economía circular en el sector de la construcción.
Esta alianza busca contribuir a la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025 liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025 desde el eje de Formación y la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035.
Sobre Gestrash
Gestrash, fundada en Concepción, se ha destacado por su compromiso de impulsar una cultura de construcción pensando en ciudades sostenibles y generar cambios favorables en la sostenibilidad territorial. Liderado por Karen Flores, ingeniera constructora experta en economía circular y gestión de residuos, Gestrash trabaja desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible y une a diversas entidades, desde constructoras e inmobiliarias hasta ministerios y centros de innovación, en un modelo de “simbiosis colaborativa” que busca aprovechar la economía circular para generar valor ecológico, social y económico.
El Reto
La Región del Biobío enfrenta desafíos importantes en la gestión de residuos, situación que destaca la importancia de que los actores del sistema público y privado trabajen en alianza, y pensando de manera ecosistémica en el diseño de los proyectos. Un notable desafío es la situación de los rellenos sanitarios en la región, que están alcanzando su capacidad máxima de acopio.
En este escenario, la gestión adecuada de los residuos de construcción y demolición (RCD) se vuelve crucial. Según estimaciones de Gestrash, por cada metro cuadrado construido se genera aproximadamente 0,3 m³ de residuos, representando cerca del 1,5% del costo en el presupuesto de una obra. Esta situación resalta la urgencia de buscar soluciones alternativas y sostenibles, lo que incluye también la gestión de residuos de construcción y demolición (RCD), y pone en relevancia la alianza entre IUS Latam y Gestrash para trabajar hacia una gestión más sostenible en la industria de la construcción en la Región del Biobío.
Objetivos de la Alianza
Esta alianza busca transformar la manera en que se manejan los residuos de construcción en la Región del Biobío, a través de la implementación del curso “Gestión de Residuos en Obras de la Construcción y Demolición (RCD)” y de la expertise en terreno de Gestrash en Gestión RCD. Esta colaboración promoverá la creación de una cultura integral entre todos los colaboradores involucrados y fomentará la recuperación efectiva de desechos de construcción, apuntando a la reutilización y transformación de los residuos en materias primas secundarias. De esta manera, ambas organizaciones se comprometen a trabajar conjuntamente para hacer de la gestión de RCD una práctica más sostenible y eficiente, contribuyendo al avance hacia una economía circular en la Región del Biobío.
Una Oportunidad para la Innovación y Colaboración
IUS Latam y Gestrash invitan a las empresas de la construcción de la Región del Biobío a capacitar a los trabajadores para hacer de la economía circular una realidad en la industria. Mediante la capacitación, la colaboración y la innovación, podemos contribuir a la creación de un futuro más sostenible para la ciudadanía de la región.
Fuente: IUS Latam
Tanto CES como CVS incluyen dentro de sus metodologías exigencias relacionadas con la gestión de residuos de la construcción y demolición. Conoce cuáles son.
Sin duda, tras el lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035 impulsada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, Corfo y Construye2025, y de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025, con la facilitación y coordinación de la CDT, se ha configurado un escenario diferente que ha permeado a las certificaciones locales, tanto de edificios como de viviendas.
Por ejemplo, a partir del lanzamiento de una actualización de su metodología, realizado en enero de este 2023, Certificación Edificio Sustentable (CES) habla de una evolución con respecto a la versión anterior, en la que los requerimientos se encontraban divididos en dos categorías ARQ.Residuos y CONST.Residuos, ambas relacionadas solo con el manejo de residuos, tanto en el diseño como en la construcción y operación del edificio.
En tanto, la versión 1.1 de CES une los requerimientos anteriores en una nueva categoría llamada ARQ. & CONST. Materiales y Residuos, contiene tres variables:
“Así, los proyectos tienen ahora la posibilidad de postular al requerimiento relacionado a la especificación de materiales con Declaración Ambiental de Productos (DAP) a través de dos opciones: la primera es entregando la información de materiales o productos para la construcción permanentemente instalados o declarando información de al menos un 20% del presupuesto total de materiales de la obra”, comenta Hernán Madrid, jefe de CES.
La Declaración Ambiental tipo III, Declaración Ambiental de Producto o DAP, proporciona datos ambientales cuantificados, utilizando parámetros predeterminados, basada en el análisis de ciclo de vida según la norma internacional ISO14025. En ese sentido, “para CES es muy relevante promover el uso de materiales que identifiquen y cuantifiquen su impacto ambiental, preparándonos y en miras a una futura versión 2.0 de CES, donde las DAP serán necesarias para la medición de huella de carbono en el ciclo completo de la edificación”, asegura.
En detalle, la variable 9.Gestión de Residuos en Operación contempla un requisito voluntario que debe ser considerado desde etapas tempranas del proyecto, donde el diseño del edificio considere espacio suficiente que permita el almacenamiento de residuos reciclables por separado y una acumulación de determinados días. Además, se debe considerar accesos que faciliten el depósito y el retiro adecuado, junto con presentar un plan que posibilite en un futuro a la administración del edificio poner en marcha el reciclaje de residuos en operación.
La variable 10.Gestión de Residuos en la construcción presenta dos requerimientos obligatorios: el 10R1 y 10 R2 y a diferencia de la versión anterior (v1), donde se solo se solicitaba demostrar con reportes mensuales de obra el cumplimiento del artículo 5.8.3 de la OGUC, la que incluye básicamente medidas con el objetivo de mitigar el impacto de las emisiones de polvo y material, la v1.1 de CES Edificios de Uso Público suma, además, la obligatoriedad de incorporar un plan de gestión de residuos durante la construcción, basado en la NCh3562 y la cuantificación de residuos de construcción incluyendo demolición y excavaciones.
Y de forma voluntaria, los proyectos pueden postular al requerimiento Gestión de Residuos: Separación, Control y Reciclaje, donde si bien se debe cumplir con un porcentaje mínimo de reciclaje de residuos para obtener puntaje, existe la posibilidad de visibilizar, tanto en los reportes finales que entrega el sistema de certificación como en el sitio web, independiente del resultado obtenido, el porcentaje de reciclaje final logrado.
Según Madrid, la modificación y ampliación del alcance de los requerimientos responden a dos motivos principales. “El requerimiento asociado a las DAP de materiales es una modificación en línea con promover de mejor manera y más amplia su uso en los proyectos de construcción, los requerimientos anteriores (energía y agua incorporada) no tuvieron el efecto esperado cuando se creó la certificación CES. Por otra parte, el requerimiento gestión de residuos durante la construcción corresponde a una respuesta a la evolución de la gestión de residuos en los últimos años, con la incorporación del plan de gestión de residuos en obra, y a la necesidad de levantar un indicador de generación de residuos para Chile”, analiza el profesional.
Las viviendas
Por su parte, Allan Ubilla, coordinador de Proyectos de CTEC, comenta que la Certificación Vivienda Sustentable (CVS) tiene los siguientes requerimientos de la Categoría 4 “Materiales y Residuos” que podrían relacionarse de alguna forma con la economía circular:
4.1.1.a. Declaración ambiental de productos de construcción.
4.1.2.a. Maderas con certificación de gestión sustentable.
4.1.3.a. Materiales nacionales o regionales.
4.1.4.a. Materiales con contenido reciclado.
4.1.6.a. Materiales de rápida renovación.
4.2.1.a. Optimización de materiales desde el diseño.
4.3.1.a. Infraestructura para gestión de residuos domiciliarios.
4.4.1.a. Gestión y monitoreo de residuos de construcción y demolición.
Como explica, “estos requerimientos se incorporaron desde el inicio de la CVS (lanzada en 2020) y se incluyeron porque eran parte de los Estándares de Construcción Sustentable para Viviendas, que es la base técnica de la CVS”.
Estos “evalúan, de alguna forma, la gestión del proceso de fabricación de materiales, del proceso de los residuos tanto domiciliarios como RCD y la incorporación de criterios del ciclo de vida de los materiales”, explica Ubilla.
Algunos de estos requerimientos son obligatorios, como 4.3.1.a. Infraestructura para gestión de residuos domiciliarios y 4.4.1.a. Gestión y monitoreo de residuos de construcción y demolición, “por lo que todos los proyectos certificados bajo el sistema CVS cumplen con estos 2 requerimientos”, dice el profesional del CTEC. En tanto, “del resto de requerimientos voluntarios, los más perseguidos son 4.1.3.a. Materiales nacionales o regionales, 4.1.4.a. Materiales con contenido reciclado y 4.1.6.a. Materiales de rápida renovación”, dice.
Y agrega: “En algún momento, en el Minvu se pensó replantear esta Categoría 4 de “Materiales y Residuos” hacia un enfoque más integral de la economía circular, pero actualmente no conozco la posición del Minvu al respecto”, precisa.
Damos la bienvenida a Desco al proceso de formación en gestión de residuos de obras de la construcción, contribuyendo con la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025 liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025 desde el eje de Formación y la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035.
La señal que entrega Desco, una de las empresas con mayor trayectoria en la industria, es sumamente valiosa ya que da cuenta de su compromiso al incorporar prácticas que sustentan la economía circular e impactan en la productividad, eficiencia y costos en obras de construcción desde la gestión de residuos.
Al igual que Desco, cada vez son más las empresas que han decidido capacitar a sus equipos de obra, ya que ven un efecto a corto plazo en la identificación de ineficiencias, la posibilidad de mejorar procesos, compras de materiales y reducir la accidentabilidad al disponer de obras más limpias.
En Chile, desde junio de 2019 se encuentra vigente la norma NCh3562:2019 Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD). Esta proporciona directrices para una gestión de RCD, a fin de disminuir los impactos ambientales sociales y económicos, a través de la reducción, la valorización y la adecuada disposición final de los RCD.
No obstante, muchas empresas de la construcción se preguntan por dónde comenzar. En este sentido, la constructora Desco junto a más de 100 empresas del sector han dado un importante paso: instalar capacidades en sus trabajadores de forma tal de comprender cómo gestionar y disminuir la gran cantidad de residuos que generan.

Inspiración con propósito
El inicio de las actividades comenzó en la comuna de Ñuñoa con las palabras de Joaquín Cuevas Aldunate, director del curso Gestión de Residuos en Obras de la Construcción, quien se reunió con trabajadores y encargados. En la instancia, Cuevas se refirió a que todos tenemos la posibilidad de realizar acciones positivas en nuestra esfera de influencia y comprometernos en dejar un planeta mejor para las generaciones futuras.
En esta dirección, se plantean algunas preguntas: ¿Qué podemos hacer en las obras para reducir los residuos? y ¿Por qué es clave capacitarse en las prácticas de identificar, separar y clasificar los residuos?
La charla de Joaquín instaló una nueva conversación en la obra y a partir de ésta se realizaron una serie de sesiones digitales de aprendizaje en las cuales cada trabajador tuvo la oportunidad de incorporar aprendizajes sobre economía circular y aplicar la gestión de residuos en su trabajo.
El curso no solo trae las distinciones para que los trabajadores de la construcción aprendan a aplicar las prácticas de segregación en obra, sino que también abre un espacio de desarrollo para una gran cantidad de personas que no tenían acceso a procesos de formación y que hoy, gracias a la masificación del smartphone, tienen la posibilidad de acceder a una multiplicidad de contenidos que ayudarán al rubro de la construcción a ser más eficientes y productivos.
Fuente: IUS Latam
Desde hace cinco años, la constructora ha venido implementando un programa que los ha llevado a resultados cuantificables en materia de sustentabilidad
Breve descripción de la empresa
AXIS Desarrollos Constructivos es una empresa constructora, cuyos pilares son la innovación, la industrialización y la economía circular. En 2018, crearon el desafío de innovación abierta con foco en sustentabilidad, AXIS Open Lab, y como resultado nació la empresa Poliestirec, la que gestiona residuos de la construcción y demolición (RCD).
Para 2020, participaron en documentos técnicos de la CDT y al siguiente año, ganaron el primer lugar en los Premios Cero Basura. Participaron también en la creación de perfiles laborales de Chile Valora. En 2022 crean el cargo de economía circular desde la innovación y se sostiene de manera interna la primera Reunión de Líderes y en 2023, se encuentran implementando el “Plan Reaxiona” a sus proyectos y agregando nuevos centros (oficinas, TCP, bodegas).
Entre sus metas se encuentran: el factor de generación de residuos: NO superar 0,12 m3/m2 y valorizar al menos un 20% de los residuos generados; la aplicación de las 3R (reutilizar, reducir y reciclar) y educar, entregando información más allá de la obra.

Aira Guerra, es constructora civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la profesional en Innovación y Economía Circular de AXIS DC. Guerra nos compartió que en el ADN de su empresa están presentes la búsqueda constante por la innovación y aplicar nuevas tendencias y metodologías en el rubro, para mejorar la productividad y ser una empresa sostenible.
“En este punto, la sostenibilidad es transversal en nuestra organización y, por lo mismo, una forma de trabajar es a través de la economía circular. El gran impulso en economía circular que tuvimos en AXIS, fue el programa de innovación abierta, llamado AxisOpenLab, que desarrollamos el año 2018, en Puerto Montt, que juntó a diversos actores del rubro para generar ideas de economía circular en construcción”.
Desde ese programa, se hizo evidente para AXIS la necesidad de gestionar sus residuos por los impactos que genera el rubro. Y gracias a ello, crearon “nuestro Plan de Gestión de Residuos llamado Reaxiona, que ha tenido grandes resultados, como una reducción de hasta casi un 80% de residuos si comparamos con el factor de generación (m3/m2) a nivel nacional y que ha sido nuestro marco de acción durante más de cinco años”, señaló.
¿La integración de la economía circular ha contribuido a obtener una mayor rentabilidad en su empresa? ¿Cómo?
La economía circular nos ha contribuido a generar mayor rentabilidad gracias a los diversos ahorros que genera. Al aprovechar mejor nuestros recursos, se reducen costos en el traslado y disposición de residuos, además de disminuir las pérdidas de materiales. En este sentido, nuestro foco está en reducir los residuos (que no se generen), analizando los procesos e incorporando, por ejemplo, soluciones industrializadas que permiten tener mayor certeza en plazo , costo y menor generación de residuos. Por otro lado, hay que tener la visión del ciclo de vida de los proyectos, por lo que hemos incorporado materiales más sustentables que generan ahorros en equipamientos, como la lana de oveja que requiere de menos EPP al instalarlo si lo comparamos con una solución tradicional de aislación. También, existen materiales sustentables que permiten disminuir costos de mantención y alargar la vida útil, como es el caso de madera plástica que incorporamos en la zona sur del país en vez de madera tradicional. Asimismo, estos materiales permiten la posibilidad de valorizar posteriormente sus residuos.
¿En qué aspectos ha incorporado la economía circular?
La economía circular aplicada desde terreno: Repensando nuestros procesos constructivos. Una de nuestras formas y pilar de AXIS es incorporar procesos industrializados, que nos permiten estar en ambientes más controlados y aprovechar mejor nuestros recursos. Por ejemplo, una escalera prefabricada de hormigón genera prácticamente cero residuos en terreno. También, buscamos alternativas o nos cuestionamos los métodos más tradicionales de trabajo mediante la innovación. Además, hemos comenzado a realizar cambios en los materiales que utilizamos estableciendo alianzas con nuevos proveedores y atentos a nuevas tecnologías que nos podrían servir. Finalmente, en los residuos que generamos, promovemos la valorización mediante empresas locales dedicadas a esto, como Poliestirec, empresa que recicla poliestireno transformándolo en pinturas y revestimientos, que surgió desde AXIS gracias al programa AXISOpenLab. Todo lo anterior, va de la mano con una herramienta de innovación consolidada en la empresa, llamada Design Thinking y nuestro plan de gestión de residuos, Reaxiona.

¿Cómo han contribuido las prácticas de economía circular en su empresa a nivel social y medio ambiental?
Han contribuido ampliamente debido a que la economía circular se sustenta en el fomento de la colaboración de los distintos actores que son parte de ella. Cuando un proceso o iniciativa deja de ser lineal y adopta un enfoque circular, puede generar beneficios tanto para las comunidades involucradas como para el medio ambiente, al reducir impactos negativos. Un ejemplo destacado de nuestro trabajo fue un proyecto que obtuvo el primer lugar en los Premios Cero Basura 2022 en la categoría Cambio Cultural, en el cual transformamos el proceso tradicional de demolición de veredas en cortes de veredas para crear pastelones en Punta Arenas. Esta iniciativa tuvo un impacto significativo al disminuir los problemas asociados con la demolición, como el ruido y el polvo, lo cual beneficia directamente a la comunidad local. Además, los pastelones obtenidos se donaron a los residentes para que pudieran mejorar los patios de sus viviendas. Lo anterior, se puede resumir en que logramos aprovechar los recursos existentes y convertirlos en productos valiosos, donde se evitó la generación de residuos innecesarios y se contribuye al mejoramiento de las condiciones de vida de los vecinos cercanos. Gracias a la iniciativa anterior, han surgido otras iniciativas similares, como por ejemplo lo que implementamos en un proyecto de Puerto Natales donde capacitamos a los niños de un jardín infantil aledaño y creamos un punto limpio abierto a la comunidad en el cierre perimetral de la obra. Cada vez que comenzamos un proyecto, tenemos este foco de economía circular y en la comunidad para identificar nuevas oportunidades.
¿Cuáles considera que han sido las dificultades y aprendizajes obtenidos a través de esta nueva forma de trabajo?
La mayor dificultad que hemos enfrentado es el aspecto cultural, lo cual es la clave y que hemos podido avanzar para que dentro de nuestra empresa se hayan realizado estás iniciativas. Para nosotros, es fundamental lograr que cada miembro de AXIS interiorice esta nueva forma de trabajar y la considere parte de sus trabajo y de su día a día más allá de lo laboral. Cambiar la mentalidad tradicional no ha sido una tarea fácil, y aunque hemos avanzando, seguimos trabajando para generar este cambio cultural. En cuanto a los aprendizajes, y en relación con lo mencionado anteriormente, hemos encontrado que la implementación de iniciativas o acciones es fundamental para visualizar los beneficios de la economía circular de forma más clara. Entonces, es importante ser constante y mantener el compromiso, donde el mayor de ellos se encuentra por parte de nuestra gerencia, ya que es la única forma que permee hacia todos los niveles de la empresa. Todo lo anterior implica estar abiertos a la innovación, a la mejora continua y a cuestionar los procesos existentes, además de contar con herramientas metódicas para llevar adelante los procesos.

¿Por qué es importante avanzar hacia la economía circular en construcción?
El rubro de la construcción es uno de los pilares para el desarrollo de las ciudades y de la sociedad en general. Pero, a su vez , es el que más impacta en consumo de agua, energía, recursos y generación de residuos a nivel mundial. Entonces si vemos esas dos caras es urgente que nos sumemos a trabajar en economía circular. Tomando en cuenta su gran efecto en reducir el impacto ambiental, como también el ir acompañado de beneficios económicos al aprovechar los recursos de manera más eficiente y maximizar su uso. Asimismo, tiene un impacto social positivo al promover la colaboración con las comunidades, proveedores y toda la cadena de valor involucrada en la construcción. Todo lo anterior, se vincula directamente con la innovación, ya que la economía circular impulsa nuevas oportunidades de desarrollo, nuevas tecnologías y modelos de negocio, donde actualmente nuestro rubro posee numerosas oportunidades de mejora, que serían valiosas e importantes de explorar y aprovechar. Para nosotros es sumamente importante, porque somos una empresa que quiere construir cambios que trascienden para el futuro sostenible de nuestra sociedad.
Fuente: Economía Circular Construcción
La actualización se concretó tras año y medio de trabajo, gracias al aporte del Convenio de Colaboración Técnica y Transferencia de Recursos entre la Subsecretaría de Energía, la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y el Instituto de la Construcción, y a la participación de los profesionales de la industria.
Ya se encuentra disponible la versión 1.1 del Manual CES para edificios de uso público, que incorpora múltiples actualizaciones y ajustes en las metodologías y requerimientos del proceso de certificación con CES. Los ajustes tienen relación y están en concordancia con la Ley de Eficiencia Energética y la Ley de Cambio Climático, pero sin un nexo directo.
“No incorpora un cambio de visión y distribución entre las categorías, ya que, por ejemplo, las categorías de energía que pesaban del orden del 40% del total, sigue manteniendo ese porcentaje de relevancia dentro del modelo de certificación”, explica Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable (CES), quien añade que en esta versión solo se hicieron ajustes y adelanta que “en la versión 2 esperamos incorporar una redistribución de los pesos relativos y nuevas categorías”.
El jefe de CES señala que “en general, los procesos de certificación voluntaria como el nuestro se van moviendo y mejorando el estándar promedio de la construcción en el lugar donde se aplican. CES ha permitido alcanzar un cierto estándar, por ejemplo en la categoría de energía, que ha aumentado respecto a lo que teníamos hace siete años. Por ello, en la actualidad, ya no son tan desafiantes los niveles de eficiencia planteados en la versión CES 1.0, eso nos permite establecer que hay espacio para poder subir un peldaño y tener un poco más de exigencia en ese ámbito”, plantea Madrid, aunque reconoce que este escenario es solo para algunos requerimientos.
Cambios en la estructura
Dentro de los principales cambios de estructura está la creación de una nueva categoría de Innovación, que busca reconocer estrategias de sustentabilidad implementadas en el edificio, pero que no estén formalmente estructuradas en un requerimiento del sistema de certificación. Y también reconocer un comportamiento mejor que el nivel máximo definido para un requerimiento.
Un segundo cambio en la estructura es la creación de la categoría Materiales y Residuos, la que reagrupa los requerimientos existentes relacionados, y que se encontraban distribuidos en otras categorías.
Requerimientos ajustados
En general, se realizaron ajustes en la metodología y en las exigencias de algunos requerimientos. Estos ajustes eran necesarios después de siete años con el modelo de certificación vigente y muchos de los aspectos modificados ya se han transformado en un estándar de construcción. Algunas de las principales modificaciones son:
Zonas climáticas
Se incorporaron también cambios en las definiciones de las distintas zonas climáticas, lo que involucra varios requerimientos. Para esta versión 1.1 “se desagregaron zonas climáticas en las que contamos con antecedentes suficientes para constatar con una mayor precisión”, afirma Madrid. Por ejemplo, en la zonificación climática de Chile definida en la NCh1079, desde Puerto Montt al sur es la misma zona, “pero ahora tenemos datos suficientes para constatar que, tanto en características climáticas como en la latitud, tienen diferencias considerables para los requerimientos de la certificación. Un ejemplo es el acceso a la luz natural en Magallanes en relación a Aysén, las temperaturas a nivel de congelamiento, lo que afecta en los requerimientos de riego y paisajismo. Entonces, ese tipo de cosas se incorporaron dentro de la metodología de evaluación de los requerimientos”, precisa.
Como todos los desarrollos de CES, este proceso de actualización de la versión 1.1 se llevó a cabo a través del Comité Consultivo, que entregó los lineamientos y diversos Comités Técnicos, donde se evaluaron las propuestas de modificación de los requerimientos o ampliación. Luego, esta propuesta fue aprobada por el Comité Directivo. El financiamiento para el desarrollo de los estudios necesarios fue posible gracias al Convenio de Colaboración Técnica y Transferencia de Recursos entre la Subsecretaría de Energía, la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y el Instituto de la Construcción.

El Manual está disponible aquí: https://www.certificacionsustentable.cl/documentos/?dir=77
Fuente: CES
Con más de 100 constructoras integradas al curso online “Gestión de Residuos en Obras de la Construcción”, IUS Latam y Reviste buscan cambiar la cultura del sector en torno a los residuos, a través de capacitaciones digitales que comenzarán a implementarse en enero de 2023.
Un innovador curso digital es el que lanzaron hace unos meses la agencia de innovación IUS Latam y Reviste, con el patrocinio de Construye2025 y el Instituto de la Construcción. Se trata del programa con código SENCE “Gestión de Residuos en Obras de la Construcción”, que está permitiendo a las empresas capacitar a sus equipos de obra para avanzar hacia la economía circular desde la gestión de los residuos de la construcción y la demolición (RCD). Con ello ahorrarán en recursos y, disminuirán el impacto ambiental de las obras, mejorando su productividad.
“Existe una brecha enorme en la cultura de gestión de residuos en el sector construcción y la pregunta que nos hacíamos era por dónde comenzar. La alta dirección ya ha iniciado conversaciones en torno a la economía circular y la red de proveedores está viendo una oportunidad e iniciando transformaciones. Pero a nivel de jornales y obreros, detectamos que hay muy pocos espacios de capacitación y formación de habilidades”, cuenta Joaquín Cuevas, CEO y cofundador de Reviste.
Si bien hay programas presenciales, para Pedro Mancilla de IUS Latam, “ese es el punto más crítico, ya que el tiempo es clave en la construcción. De ahí surgió la solución de desarrollar un sistema de capacitación digital que se hiciera cargo de una fuerza laboral cada vez más tecnologizada y con disposición a aprender sobre la gestión de residuos”.
De esta manera, esta es una iniciativa que en pocos espacios de tiempo, basándose en pequeñas cápsulas de aprendizaje y en la gamificación, permite mover cambios culturales desde las bases, “y un punto relevante es que gracias a las franquicias SENCE es costo cero para las empresas”, añade Mancilla.
La importancia de este tipo de capacitaciones “está dada por una nueva serie de prácticas en una industria que históricamente ha estado orientada a una producción lineal y donde al final de su ciclo constructivo se observan toneladas de residuos que dan cuenta de ineficiencias en la toma de decisión a nivel de diseño y arquitectura, en los cálculos de compras de materiales y por consecuencia en impactos en productividad y costos”, cree Pedro Mancilla.
“Capacitar al sector de la construcción y principalmente en áreas operativas, de primera línea frente a los residuos es de suma importancia. Es el paso que faltaba para llevar a la acción la gestión de residuos y ayudar a las empresas al cambio cultural hacia una economía circular. Si no contamos con una masa laboral capacitada para enfrentar los nuevos conocimientos y prácticas que se están desarrollando en la industria, no podremos generar cambios reales al interior de la obra”, advierte Cuevas.
Relación con perfiles de ChileValora
Como cuentan los creadores del curso digital, estas capacitaciones están desarrolladas por un equipo de expertos en la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD). Personas con años de experiencia en obra, que trabajan de cerca con jornales, carpinteros y supervisores, creando protocolos, metodologías de segregación y aplicando planes de gestión de residuos en obra.
“Es por esto que este curso ha sido pensado desde esa experiencia y desde esas observaciones levantadas desde la misma obra, entendiendo las necesidades particulares que surgen en cada puesto de trabajo, donde además de poner a disposición un conocimiento, propone un enfoque organizacional, considerando la gestión de los residuos, de manera jerárquica”, puntualiza Cuevas.
Y Mancilla añade que “esta misma lógica es con la cual se desarrollan los perfiles ambientales para la construcción en ChileValora. Una lógica de entregar herramientas a las personas para que se desarrollen dentro de sus puestos de trabajo, utilizando la experiencia en obra para entender la forma más eficiente de funcionamiento dentro un proyecto en construcción”. Además, los perfiles se desarrollan bajo una metodología y una estructura particular, para entregar los conocimientos y esta es la misma que se considera en el desarrollo del curso, siempre de menos a más.
Por otra parte, para los organizadores es importante entender que estos conocimientos son considerados un cambio cultural dentro de la obra, y que la forma en que se comunican las diversas acciones, con enfoque en la gestión de residuos, tanto en los perfiles de ChileValora como en el curso, es una forma sencilla, cercana y amable al entendimiento de las personas que lo estudian, con la idea de que estos conocimientos sean rápidamente entendidos, pero que también provoquen cambios positivos en los hábitos en el funcionamiento logístico de la empresa.
Avances y desafíos
A la fecha, la iniciativa lleva dos años de desarrollo y a partir de 2022, han logrado diseñar, programar y tener operativo el curso de gestión de residuos en una plataforma digital a la cual pueden acceder los usuarios y realizar su proceso de aprendizaje. “Comenzamos en 2022 con las primeras experiencias piloto y lanzamos en “Edifica” la posibilidad de que las empresas interesadas se sumaran al desafío de capacitar a sus dotaciones, invitación a la cual se han integrado más de 100 constructoras y con quienes hemos estado trabajando en la preparación de las capacitaciones digitales para enero de 2023”, afirma Joaquín Cuevas.
De estas conversaciones, “las mismas empresas revelaron un alto porcentaje de trabajadores migrantes, especialmente desde Haití, los que nos llevó a desarrollar una versión del curso en lenguaje creole, ampliando el alcance del proceso de capacitación en las obras y generando un proceso mucho más inclusivo para todos los trabajadores y trabajadoras”, cuenta Pedro Mancilla.
Entre los desafíos que se vienen, están seguir avanzando en la introducción de la cultura digital para abrir espacios de desarrollo en las obras. “En ese sentido, el valor de la plataforma que hemos desarrollado es que admite gran diversidad de contenidos y con ello la posibilidad de que la industria de la construcción acceda a nuevos aprendizajes. También representa un salto en la forma de capacitar, sentando las bases de un nuevo estándar de capacitación que incluye la interacción digital y con ello, la capacidad de levantar datos en tiempo real, monitorear el proceso de capacitación lo que permite tomar mejores decisiones en ese ámbito”, precisan los profesionales.

A corto plazo, ambos quieren ir sintonizando con la cultura de cada empresa, las necesidades de la industria y convertir al formato digital de aprendizaje, ampliando la oferta de capacitación para lograr introducir la economía circular en la industria.
Otro de los desafíos tiene que ver con el alcance de este proyecto. “Queremos lograr un curso de gran calidad en sus conocimientos y en la forma de comunicar estos, para que estos provoquen emoción en quienes lo estudian, que sea la nueva forma de generar cambios conductuales en las personas. De esta manera, poder traccionar y acelerar un cambio cultural dentro de las obras, que consideramos urgente”, comenta Mancilla, mientras que Cuevas cree que “debemos ser capaces de sembrar en tierra fértil la semilla de la sostenibilidad para que esta crezca fuerte, sana y se multiplique por todas las obras y hogares del país”.
En un seminario online, el programa impulsado por Corfo presentó el estudio realizado por la consultora Moraga y Cía. Abogados, que incentiva el fomento y da orientaciones al sector público para promover la valorización de los RCD. La actividad contó con la participación de una invitada de España, que dio a conocer la experiencia del municipio de Miajadas en gestión de residuos.
En el contexto de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia Economía Circular en Construcción 2025, Construye2025 organizó el webinar “De residuos a nuevos materiales – PROPUESTA PARA UN MARCO REGULATORIO INTEGRADO Y FOMENTO A LA VALORIZACIÓN DE LOS RESIDUOS DE LA CONSTRUCCIÓN Y DEMOLICIÓN, RCD”, que contó con la participación de la invitada internacional Sara Flores, del Ayuntamiento de Miajadas, España, y de Jorge Canals, socio líder del área de medio ambiente, energía y recursos naturales de Moraga y Cía. Abogados.
En tanto, Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 y moderadora del encuentro, agradeció “a las asociaciones municipales, a las distintas municipalidades, universidades, empresas, a los representantes de los ministerios, a la Cámara Chilena de la Construcción y, en especial, a la Comisión Regional de Construcción Sustentable de la región de Valparaíso, a todos quienes colaboraron con su experiencia en este estudio, a través de su participación en mesas de trabajo, entrevistas y talleres”.
La arquitecta advirtió la alta demanda de viviendas y recursos, por ser un país en desarrollo, así como los efectos que ha dejado la pandemia en el sector construcción, lo que se ha traducido en alzas de materiales y empresas en crisis financieras. Entonces, “claramente tenemos una problemática de cómo hacer un uso más eficiente de los recursos. En ese sentido, somos un país que tiene una baja productividad, generamos el doble de residuos que Europa, que España particularmente, del orden de 0,26-0,30 m3/m2, frente a España y el resto de Europa, que tiene un estándar de alrededor de 0,14 m3/m2, por lo que nos enfrentamos a un alto nivel de desperdicio de materiales, que afecta en nuestra productividad y, por tanto, al uso eficiente de los recursos”, explicó Tapia.

También, “tenemos un marco regulatorio que es complejo, con muchos vacíos, aún no existe una definición jurídica de qué son los residuos de la construcción, tenemos un reglamento en desarrollo y se necesita esta coordinación pública y también necesitamos liderazgo en distintas escalas, desde las regiones, las comunas, porque ahí es donde cada uno de nosotros tiene un rol fundamental para poder avanzar”, sostuvo.
Si bien existe una problemática, también hay buenas noticias: “hoy somos el primer sector que tiene una hoja de ruta y una estrategia en economía circular, con un gran compromiso de los ministerios de Medio Ambiente, Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo y también Corfo, en la implementación de la hoja de ruta. Luego, vino la estrategia liderada por la Cámara Chilena de la Construcción desde el sector privado, junto al Instituto de la Construcción y acompañados también por nuestro programa”, dijo la profesional.
A ello se suman varios grupos de trabajo funcionando desde varias empresas y el fomento que ha venido desde Corfo, a través de concursos específicos para la economía circular en construcción, que implican financiamiento y acompañamiento para que las empresas generen productos y servicios.
En ese sentido, “queremos promover la economía circular a un nivel institucional, una instancia superior, a largo plazo”, contó Alejandra Tapia.
Contexto internacional
En su exposición inicial, Jorge Canals hizo una introducción explicando el rol que juega el área de la construcción para el país, su aporte al PIB y el número de empleos que genera. Luego explicó que Chile genera 6,8 millones de toneladas de residuos anuales, 70% de ellos inertes y que es el país de la OCDE con menor nivel de productividad respecto del uso de éstos, utilizando no más del 6%.
Para el 2023, según un documento del Ministerio de Medio Ambiente, se estiman 7.455.000 toneladas de RCD por construcción de viviendas, sin considerar la construcción de edificios públicos, infraestructura, demoliciones o escombros provocados por desastres naturales. De las 16 regiones de nuestro país, 9 no cuentan con lugares para la disposición de RCD y solo en la Región Metropolitana hay 73 vertederos ilegales de residuos sólidos.

“Falta una institucionalidad, regional, local o nacional que se encargue de la gestión de los residuos sólidos, incluyendo los residuos de la construcción y demolición, en cada una de sus etapas”, señaló Canals comparando el caso de las comunidades autónomas de España con casos exitosos. “No se partiría de cero”, afirmó el abogado, destacando los avances que han significado la Estrategia Nacional de Construcción Sustentable (2013); la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción (2035); Hoja de Ruta para un Chile Circular (2040) y sistemas de certificación sustentables. Añadió que la tendencia global apunta hacia la aplicación de economía circular en las distintas categorías de residuos, sumados a la incorporación de compromisos climáticos y de medidas fiscales que la incentivan.
Canals explicó el caso de la Unión Europea y cómo ésta gestiona el reciclado de RCD, luego demostró cómo un marco normativo adecuado permite que todos los actores involucrados establezcan planes de gestión de residuos.
El caso español
Luego fue el turno de Sara Flores, encargada de Medio Ambiente de la Municipalidad de Miajadas, a cargo de la gestión de los residuos municipales y los residuos de la construcción y demolición. La profesional presentó una ponencia basada en la experiencia del Ayuntamiento tras entrar en marcha la Ordenanza Municipal Reguladora de los residuos hace varios años. Bajo el paraguas de la directiva de la UE existe un consenso sobre la necesidad de disponer de una normativa autonómica para Extremadura y basándose en la ley de residuos y suelos, crean un Plan Marco, incorporando la jerarquía en la gestión de los residuos, el fortalecimiento de las políticas de prevención, la incorporación de objetivos comunitarios y de sanciones por el abandono de residuos.
Asimismo, Miajadas incluyó en su plan la recogida separada de los distintos materiales generados por las obras, garantizando la recogida selectiva de los residuos procedentes de RCD y el fomento del uso de materiales naturales excavados en la construcción de obras de tierra, en la restauración de espacios degradados y en obras de relleno, así como el fomento del uso de materiales procedentes de RCD.

En la presentación, Flores mostró las principales diferencias entre la Constitución española y lo que señala el Estatuto de Autonomía de Extremadura en referencia a la gestión de residuos y lo que le compete a la administración autonómica y los ayuntamientos en la materia.
Tras esa diferenciación, la especialista explicó la tipología de residuos y su clasificación, siendo los primeros de construcción, demolición y excavación. Brevemente, se refirió también al procedimiento administrativo que se utiliza en el municipio para gestionar los residuos, las exenciones y sanciones que se aplican de no acogerse.
En un aspecto especialmente interesante de su presentación, la miajadeña comentó las formas de fomentar la prevención por parte de las administraciones públicas, junto con mostrar imágenes de plantas de transferencia y tratamiento. Concretamente en Miajadas, una empresa privada creó una planta de tratamiento de RCD, la que produce áridos reciclados que se utilizan para construcciones -en cuanto a su aplicación se mostraron imágenes de un estacionamiento y de un camino-.
Propuesta para un marco regulatorio integrado
En su segunda exposición, Jorge Canals presentó la propuesta de Marco regulatorio integrado (MRI) que fomente la valorización de los RCD. Los principios de este MRI incluyen la transparencia y trazabilidad; el principio de quién contamina, paga; la jerarquía en el manejo de residuos; control de residuos peligrosos; entre otros. Como mínimo establece que un MRI debe contener también una definición de tipología de residuos; de los actores, sus requisitos y atribuciones, gobernanza, definición de materiales de segregación y de valorización obligatorias (tierra, hormigón, cerámicas, metales); un régimen de fiscalización y sanción; entre otros.
Para finalizar, detalló cómo sería una Ley General de Residuos o una Ley Marco de Economía Circular para la Construcción.
El público presente en el webinar fue muy participativo e hizo llegar muchas preguntas a la moderadora. A Sara Flores le consultaron por la implementación de la Ordenanza en Miajadas. Comentó que ésta se demoró desde su idea a puesta en marcha por la falta de recursos y porque no estaba la planta. “También porque todo lo nuevo en materia de residuos, es algo que le toma tiempo de acostumbrarse al ciudadano. Requirió un proceso de concienciación bastante lento. No se puede ordenar una implementación en base a una ordenanza y hacerla cumplir de un día para otro sin que ese proceso de concienciación se haya hecho previamente, de información y aprendizaje”, concluyó Flores.
Al cierre del webinar se hizo hincapié en la necesidad de una política de infraestructura nacional, de fomentar la inversión, facilitar terrenos, dar subsidios y considerar que las alianzas público-privada son de gran importancia.

El innovador curso digital “Gestión de Residuos en Obras de la Construcción” permitirá a las empresas capacitar a sus equipos de obra y con ello avanzar hacia la economía circular desde la gestión de los residuos de la construcción y la demolición (RCD). Con ello ahorrarán en recursos y, disminuirán el impacto ambiental de las obras, mejorando su productividad.
Según un estudio de la Universidad Católica, los materiales desperdiciados por el sector de la construcción significan una pérdida económica de US$315 millones al año. Por otro lado, estos desechos significan una tercera parte del total de los residuos en el mundo; donde en Chile alcanzan 7,1 millones de toneladas solo en las edificaciones autorizadas.
La mejora en la gestión de los RCD es una gran oportunidad para las empresas, ya que estos son altamente valorizables, especialmente los áridos, con tasas de hasta un 95% de recuperación.
De ahí la relevancia de instalar una cultura de gestión de residuos, donde la base es la formación de trabajadores de obra, aspecto que ha sido el foco de esta oferta de formación diseñada e implementada a través de la alianza entre la agencia de innovación IUS y Reviste, con el patrocinio de Construye2025 y el Instituto de la Construcción.
El desafío es capacitar inicialmente a 10.000 trabajadores en la gestión de residuos de aquí al 2025 en aquellas empresas comprometidas con la sostenibilidad de la industria.
¨Cuando creamos este curso digital, lo hicimos pensando en la actual y nuevas generaciones de trabajadores, cada vez más digitalizados en el uso de sus smartphone y en la necesidad de la industria de la construcción de contar con procesos de formación que atendieran los costos y los tiempos de la construcción. De esta forma, nuestra tecnología permite al trabajador estudiar de manera autónoma, dinámica y en breves espacios de tiempo, gracias a efectivas técnicas en la formación e-learning: el modelo autoinstruccional, la gamificación y el “content chunking” o contenido dosificado en módulos digeribles¨, señala Joaquín Cuevas, director del curso.
Para las constructoras hay dos beneficios directos que obtienen con esta capacitación. El primero es que cuenta con código SENCE, lo que significa que las empresas pueden optar a capacitar a costo cero, incentivando la formación de capacidades desde el subsidio estatal. Y lo segundo es que al ser un curso 100% digital, permite acceder a información valiosa del avance de la capacitación en tiempo real mediante un dashboard o panel de control, visualizando datos monitoreables desde: nivel de progresión de los trabajadores hasta qué unidades de aprendizaje tienen mayor aprobación o dificultad, lo que facilita la toma de decisión oportuna y la administración efectiva de la capacitación aplicando análisis de información.

Características del curso:
¿Cómo las empresas de la construcción pueden acceder al curso?
Si tu empresa constructora tiene interés en conocer cómo acceder al curso con beneficio SENCE, ingresa tus datos en este formulario y un ejecutivo se pondrá en contacto para una sesión informativa..
ANEXO 1
CONTENIDO DEL CURSO
El curso está organizado en los siguientes módulos:
ANEXO 2
VÍNCULO CON LA HOJA DE RUTA RCD
Esta iniciativa permitirá fortalecer capacidades y competencias laborales en el ecosistema y cadena de valor para el desarrollo de proveedores de servicios y productos, y habilitar la economía circular en construcción. Concentrando esfuerzos en los niveles basales de la industria; Jornales, Obreros, Supervisores, Encargados de Bodega y trabajadores de la construcción.
En relación con la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, esta iniciativa permitirá contribuir con las metas M2025-4, aportando a los programas de formación de capacidades, desarrollo de servicios y productos en economía circular en construcción.
● M2025-2: Los programas de capacitación de oficios consideran la gestión de los RCD.
● M2035-2. Los programas de capacitación de oficios consideran la economía circular en construcción.
● Permitirá promover la formación de capacidades para la gestión y manejo de los RCD en obra, en la formación profesional, técnica y oficios.
Para alcanzar los objetivos y desarrollar un ecosistema innovador y sustentable, es indispensable conectar -cuanto antes- la oferta y la demanda. Así lo expuso la coordinadora de Sustentabilidad de nuestro programa en un seminario organizado por el Minvu Valparaíso.
Alejandra Tapia, coordinadora de Construye2025, fue invitada al seminario “Economía circular y uso eficiente de recursos”, que organizaron el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y la Comisión Regional de Construcción Sustentable de Valparaíso (Corecs), para exponer sobre las iniciativas con las que el sector público busca acelerar la economía circular en la construcción.
En la jornada, la arquitecta puso énfasis en el fortalecimiento de las alianzas con el sector privado y la academia. “El sector construcción no es solo uno de los grandes generadores de residuos, sino que un gran consumidor de materias primas”, recordó. No obstante, también hay buenas noticias, puesto que “es uno de los sectores con más posibilidades de duplicar su tasa de circularidad”, apuntó.
En este ámbito, Alejandra Tapia, afirmó que tenemos que replantearnos todo lo que estamos haciendo: desde la planificación de nuestras ciudades, cómo concebimos nuestros edificios, la calidad de la construcción; hasta romper con las consecuencias de la economía lineal, para poder avanzar hacia la circularidad.
“Según el informe del Estudio de Productividad CChC (Matrix, 2020), nosotros generamos casi el doble de residuos de lo que generan los países desarrollados; cada 17 pisos 1,9 pisos de residuos (en Chile) y en el ámbito internacional 1,0. Por lo tanto, como decíamos, no es solo un tema ambiental, sino también un tema económico. Estamos desperdiciando materiales, estamos desperdiciando recursos”, dijo la especialista en economía circular.
Una paradoja, sin duda, pues en Chile hay un déficit de viviendas importante, pero, a pesar de ello, se desaprovechan materiales. “Desperdiciamos muchos recursos y por otro lado tenemos grandes necesidades en cuanto a la construcción de viviendas, de equipamiento, etc. Más de 640 mil hogares en Chile hoy necesitan viviendas. Además, la pandemia ha alterado nuestro sistema económico”, enfatizó Alejandra Tapia.
Conectar oferta y demanda
Por eso, la coordinadora de Construye2025 cree que hay que avanzar rápido. “Nuestros grandes desafíos son cómo fortalecemos, cómo impulsamos una mayor coordinación pública, no sólo entre distintas organizaciones, sino que a veces entre las distintas direcciones de una misma institución para alcanzar los objetivos y cómo -también- desarrollamos un ecosistema, mercado, desarrollo de proveedores a través de la innovación y la economía circular, para conectar tanto la oferta como la demanda”, comentó.
Por lo mismo, es que se necesitan avances en la regulación. Chile está atrasado en materia de demolición y pocas empresas tienen tecnologías, buenas prácticas y trazabilidad de los residuos. “En Europa es obligación tener este tipo de auditorías para obras sobre mil metros cuadrados y nosotros aspiramos a ir gradualmente mejorando las buenas prácticas de este subsector y también la regulación. En la demolición no solo se generan residuos provechosos, también hay otras externalidades; los residuos peligrosos, que es importante mejorar -también- su trazabilidad”, recalcó la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Desde ahí, la especialista también estableció otras metas a las cuales aspirar. Entre ellas, alinearse con otras iniciativas sustentables de Latinoamérica, avanzar hacia compras públicas sostenibles; y orientar el gasto público a un crecimiento verde. Además, Alejandra Tapia considera fundamental reducir la generación de residuos, materiales tóxicos y sustancias peligrosas.
Por su parte, la seremi de Vivienda y Urbanismo de la región de Valparaíso, Belén Paredes, recalcó que un desafío importante para el país es estar a la altura de la ciencia y la tecnología, para contribuir a los ciclos sustentables de la construcción. “Esta jornada da a conocer la integralidad que tiene este proceso y también da cuenta de los compromisos con los procesos constructivos, para que puedan cambiar las formas que los hemos llevado”, indicó.
El pasado miércoles 12 de octubre, se realizó el Seminario de Economía Circular y Uso Eficiente de los Recursos, organizada por la Comisión de Construcción Sustentable de la región de Valparaíso, una instancia en la que, entre diversos temas, se presentaron los avances del Acuerdo de Producción Limpia (APL) – hacia la Economía Circular en Construcción, relevando los compromisos clave, una iniciativa que es impulsada por la Cámara Chilena de la Construcción, en el marco de su Compromiso PRO.
María José Cobo, coordinadora de Proyectos de la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT, expuso los avances del APL, contestando cuatro preguntas clave, ¿Qué es? ¿Por qué lo estamos desarrollando? ¿Para qué lo estamos desarrollando? Y ¿Cómo lo estamos desarrollando?
En respuesta a esas preguntas Cobo explicó que, al visibilizar y discutir sobre los grandes dolores de la industria (el modelo de economía lineal, el alza de los costos en materiales que en consecuencia disminuyen la demanda e inversión, las ineficiencias en una gestión de residuos acostumbrada), se puede entender que estos son los que gatillan la urgencia de tomar acción y con ello la implementación del APL como una herramienta concreta que permite establecer metas y acciones específicas en un plazo determinado para trabajar de manera coordinada, junto con el sector público y privado, en la prevención y disminución del impacto ambiental generado por la industria a través de una correcta gestión de residuos y la integración de Economía Circular en Construcción.

“La pirámide de acción en este APL consiste en primer lugar; en la prevención de la generación de residuos, mediante un cambio cultural en las empresas, pensando la economía circular en todo el ciclo de vida de una construcción, desde el diseño, los procesos productivos y los procesos constructivos, integrando industrialización, modulación de partidas, incorporación de sistemas BIM, etc. En segundo lugar, de no conseguir una prevención total, la acción necesaria es valorizar, conectando con el ecosistema y toda la cadena de valor, y por último, de no poder valorizar, es necesario habilitar lugares de disposición final autorizada conectando a todos los actores que intervienen en estas materias para poder cumplir con la normativa vigente y adelantarnos a las futuras”, señaló la profesional de la CDT.
Acciones relevantes del APL Valparaíso
En la exposición, se presentaron las acciones más relevantes del APL y se ahondó en una acción en particular; la que fue desarrollada por la mesa público-privada y que se encargó de desarrollar una “Estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la disposición final y valorización en la región”. Estrategia en la que se comprometen 5 objetivos y 13 acciones a desarrollar.
Los objetivos planteados son los siguientes:
1.- Plan para ayudar a formalizar a los gestores de residuos, de tal forma que puedan ser registrados en el Sistema Nacional de Declaración de Residuos (SINADER) del Ministerio del Medio Ambiente y en el Sistema de Declaración y Seguimiento Electrónico de Residuos Peligrosos (SIDREP), del Ministerio de Salud.
2.- Revisar y definir acciones para agilizar la tramitación municipal para la operación de centros de valorización de residuos en al menos 3 municipios de la región en el plazo de un año.
3.- Definir un plan de trabajo para la habilitación de sitios de disposición legal de RCD en la región, identificando acciones necesarias, plazos y responsables.
4.- Definir un plan de trabajo para cerrar paulatinamente sitios de disposición ilegal en la región.
5.- Identificar Incentivos que puedan ser implementados desde el sector público para fomentar la prevención y una menor generación de residuos por parte de la industria y su adecuada gestión. Por ejemplo, para incorporar criterios de economía circular en licitaciones públicas, incorporar la gestión sustentable de residuos con financiamiento público, entre otros…
En esta oportunidad se pudo profundizar en cada uno de estos objetivos que fueron discutidos, ordenados y priorizados por la mesa de trabajo público privada conformada por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, la CChC Valparaíso, La corporación de Desarrollo Tecnológico, Construye2025, las Seremis MOP, Salud, Medio Ambiente, MINVU y SERVIU junto con los municipios de Villa Alemana, Limache, Quillota y Concón.
Reflexiones finales
Como principal reflexión se indicó que hoy existe la energía y la convicción para desarrollar esta estrategia, que durante el desarrollo de este APL se ha relevado lo importante que es la colaboración para poder avanzar como industria y como sociedad; la importancia de transitar de lo individual a lo colectivo o de lo independiente a lo interdependiente como parte de un sistema.
Ya existe un plan de actividades que está en pleno desarrollo y se hizo un llamado a sumarse y a fortalecer los equipos. También se solicitó un especial apoyo al Gobierno Regional y la Delegación presidencial para construir el futuro en conjunto y que estas iniciativas no queden solo en papel, si no que tomen vida y se pueda contribuir como industria a nuestra generación y a las generaciones futuras.
Por último, se comentó la relevancia que ha tomado el trabajo del APL en Valparaíso y cómo la región ha comenzado a liderar el desarrollo de un APL Interregional entre la región de Antofagasta, Los Lagos y Magallanes.
Fuente: CDT
Con la mirada en acelerar la transformación de la industria de la construcción hacia la economía circular y con el propósito de brindar a las empresas de la construcción un espacio de formación asociado a la Gestión de Residuos en Obras y con acceso a la franquicia tributaria SENCE. Comenzará a ser implementado el nuevo programa de Formación Digital diseñado especialmente para capacitar a trabajadores, dar cumplimiento a las normativas vigentes, generar ahorros, mayor eficiencia y productividad, así como fortalecer el compromiso con la economía circular en la protección medio ambiental.
En este sentido, la agencia de innovación IUS en alianza con Reviste y el patrocinio de Construye2025 se han unido para desarrollar un Programa de Formación Digital que permitirá apoyar el proceso de transformación cultural del sector construcción en el ámbito de la gestión de residuos, contribuyendo de esta manera a los desafíos planteados en la Hoja de Ruta RCD y en específico en el eje transversal de formación.
La iniciativa permitirá:
● Acceder a un tipo capacitación para sus trabajadores brindando una base de contenidos de aplicación práctica en las obras de la construcción, beneficiando un cambio cultural al interior de las empresas con sus correspondientes beneficios de ahorro, eficiencia y productividad.
● Dotar a la industria de un instrumento tecnológico que permita modernizar los sistemas de capacitación de jornales, obreros y trabajadores del sector construcción en el ámbito de la economía circular, gestión de residuos y otras materias, mejorando la empleabilidad de trabajadores cada vez más digitalizados y optimizando tiempos de capacitación.
● Mejorar la toma de decisión a partir de la obtención de datos, monitoreo y análisis en línea de los procesos de capacitación asociados a la gestión de residuos.
El primer curso del programa ha sido diseñado a partir de las distinciones, contenidos y prácticas de las mejores experiencias de economía circular rescatadas en la industria y de los aprendizajes en gestión de residuos de la construcción implementadas en Chile. Este curso se ha desarrollado bajo la dirección de Joaquín Cuevas (Reviste) y un equipo de especialistas en la materia. Complementado con metodologías de aprendizaje y tecnologías digitales aplicadas a cursos de formación, aportadas por la agencia de innovación IUS Latam.
Si tu empresa constructora tiene interés en conocer cómo acceder al beneficio SENCE capacitando en la gestión de residuos, ingresa a este link, completa tus datos y un ejecutivo se pondrá en contacto para una sesión informativa: https://forms.gle/iSgjECrZCnxrvrmJA
INFO ADICIONAL
El curso se organiza sobre la base de los siguientes 18 módulos:
Valioso aporte a la Hoja de Ruta RCD
Esta iniciativa permitirá habilitar capacidades y competencias laborales en el ecosistema y cadena de valor para el desarrollo de proveedores de servicios y productos, y habilitar la economía circular en construcción. Concentrando esfuerzos en los niveles basales de la industria (Jornales, Obreros, Supervisores, Encargados de Bodega y trabajadores de la construcción. (A8)
En relación con la Hoja de Ruta RCD, esta iniciativa permitirá contribuir con las metas M2025-4, aportando a los programas de formación de capacidades, desarrollo de servicios y productos en economía circular en construcción.
● M2025-2: Los programas de capacitación de oficios consideran la gestión de los RCD.
● M2035-2. Los programas de capacitación de oficios consideran la economía circular en construcción.
● Permitirá promover la formación de capacidades para la gestión y manejo de los RCD en obra, en la formación profesional, técnica y oficios. A1.
Se afianza cada vez más un espacio de trabajo colaborativo donde se pierden los límites entre la Hoja de Ruta y la Estrategia. Se trabaja en un ambiente de confianza, no libre de obstáculos, pero que a pesar del escaso presupuesto y de las barreras, se ha logrado apalancar con esfuerzos propios un sinnúmero de iniciativas que crecen al alero de la economía circular y la gestión de los residuos de la construcción y demolición.
A un poco más de dos años del lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035 impulsada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, Corfo y Construye2025 y a casi un año del lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y el programa de Corfo, se afianza cada vez más un espacio de trabajo colaborativo, en el que se pierden los límites entre hoja de ruta y estrategia, se trabaja en un ambiente de confianza, no libre de obstáculos, pero que -a pesar del escaso presupuesto y de las barreras- se ha logrado apalancar con esfuerzos propios un sinnúmero de iniciativas que crecen al a alero de la economía circular y la gestión de los residuos de la construcción y demolición.
Probablemente, nuestro país es uno de los más atrasados en la región en materia de regulación, con un “Reglamento sanitario para el manejo de residuos de las actividades de la construcción y demolición” aún en desarrollo, que promete dar certezas sobre la gestión de los residuos, fomentar nuevas actividades económicas y empleos verdes, pero sin fecha de publicación.
A pesar del retraso de nuestro marco regulatorio, cabe destacar los esfuerzos que realizan actores tanto públicos como privados y la academia para avanzar a pesar de las dificultades, y he ahí la fortaleza de “avanzar juntos para llegar lejos”.
En materia de avances en el marco regulatorio, en el año 2021 el Ministerio de Medio Ambiente lideró el desarrollo de la norma NCh3727 “Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición” para avanzar en procedimientos específicos de gestión de RCD en faenas de demoliciones sean estas planificadas o producto de desastres. Esta norma incorpora una herramienta para la planificación de la demolición, como lo es la auditoría previa, la que permite identificar los tipos de residuos, estimaciones y proponer su gestión en forma previa a las faenas. Cabe destacar que en países europeos, el realizar auditorías previas a la demolición es obligatorio por ley para obras desde los 1000 m2, sean demoliciones parciales, totales, o remodelaciones. Actualmente, MMA ha levantado información sobre las normas que requiere el sector en economía circular para su ejecución, y se encuentra estudiando modificaciones regulatorias para el sector industrial y de construcción, además de trabajar par a impulsar la agenda de ciudades circulares, y desarrollar estándares, en conjunto con ONEMI – SINAPRED para una gestión circular de residuos derivados de desastres y catástrofes, en el marco de los compromisos de la hoja de ruta.
Plan de Gestión RCD en obras MOP
Para contar con un catastro respecto de la generación y disposición de residuos e incentivar alternativas de circularidad en su manejo, el Ministerio de Obras Públicas (MOP), lidera un plan que considera medidas y procesos sistematizados para el adecuado manejo y la trazabilidad de residuos. De esta manera, perseguirá la reducción, la reutilización y el reciclaje.
Para lograr los objetivos, el MOP promoverá la coordinación para facilitar procesos, procedimientos y regulación. Igualmente, fomentará la gestión sustentable de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) con foco en economía circular en construcción, en las licitaciones públicas.
Por eso, desde junio de 2021, el Manual de Planes de Manejo Ambiental para obras concesionadas de la Dirección General de Concesiones, incluye en su última versión la exigencia de implementar Planes de Gestión de RCD. De hecho, a junio de este año 41 contratos de la Dirección de Vialidad, 11 contratos de la Dirección de Arquitectura y 9 de la Dirección de Obras Hidráulicas aplicaban dicho plan, al menos en lo que respecta al reporte de las fichas para gestión de residuos, con el apoyo de la coordinadora ambiental de la Secretaría Ejecutiva de Medio Ambiente y Territorio (SEMAT).
Reutilización de material fresado en obras
La coordinación pública para el marco regulatorio y fomento a la economía circular en construcción es uno de los ejes clave del MOP, pues permite fortalecer y desarrollar redes colaborativas en el sector público para la gestión sustentable de los RCD y la economía circular en construcción a escala regional y local. Una de las metas en este ámbito es la utilización de RAP (pavimento asfáltico reciclado) que resulta de las labores de renovación de las pistas de aterrizaje de los aeropuertos, caminos básicos u otros. Con este objetivo, en la Región de Antofagasta, se firmó un acuerdo para la aplicación del concepto de economía circular en la utilización de RAP. El acuerdo fue suscrito por el Ministro de Obras Públicas, el gobernador regional, el Seremi del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el alcalde de Mejillones.
En este contexto, en el aeropuerto Andrés Sabella, de Antofagasta, se realizó el mejoramiento de la pista y los pavimentos de las áreas de movimiento, lo que implicó extraer decenas de toneladas de asfalto superficial. De este pavimento asfáltico, 2.000 metros cúbicos se utilizarán tanto en el hospital de emergencia de Mejillones, como en los accesos y vías de La Chimba. En el caso del hospital, el RAP se aplicará para generar una base estabilizada que permita una posterior pavimentación con lechada asfáltica. Todo esto bajo la supervisión del Departamento de Proyectos de la Dirección de Aeropuertos.

APL Economía Circular en la Construcción
El Acuerdo de Producción Limpia (APL): Hacia la Economía Circular en la Construcción de la Región de Valparaíso, impulsa la coordinación pública para el marco regulatorio y el fomento a la economía circular en construcción. En este contexto, busca desarrollar las bases para la implementación de la Hoja de Ruta RCD y la economía circular en la construcción estatal. Además, el APL apunta a fortalecer las redes colaborativas en el sector público para la gestión sustentable de los RCD y la economía circular a escala regional y local.
Otra de las metas de esta iniciativa es generar un ecosistema de innovación para proyectos colaborativos y facilitar incentivos para apoyar la valorización de residuos y la creación de nuevos modelos de negocios circulares.
La Seremi de Obras Públicas evaluará la factibilidad de contar con instrumentos que incentiven la innovación en la industria, incluyendo ámbitos como el diseño circular en proyectos regionales, la adecuada gestión de residuos y el uso de materias primas secundarias obtenidas a partir de la valorización como, por ejemplo, el uso de áridos reciclados en proyectos de pavimentación.
De esta manera, un documento detallará los instrumentos de incentivo propuestos y sus requerimientos en materia de innovación.

Criterios para el Manual de Carreteras
La incorporación de criterios de economía circular en el Manual de Carreteras implica la coordinación pública para el marco regulatorio y fomento a la economía circular en construcción. Uno de los objetivos del MOP, en este aspecto, es lograr un nuevo volumen de “Sustentabilidad en Proyectos Viales”, donde se incluirán criterios asociados a economía circular y gestión de residuos y un índice de calificación sustentable para proyectos viales.
Las soluciones de conservación con material reciclado como el RAP y otros serán parte de los contratos de caminos básicos y redes de caminos sustentables. Igualmente, se están incorporando en los términos de referencia ambientales para nuevos proyectos -desde el inicio del semestre- criterios de sustentabilidad y distintos planes de manejo, incluyendo el Plan de Manejo de Residuos y el Plan de Manejo de Eficiencia Energética y de Manejo del Recurso hídrico.
Además, bajo la supervisión de la Dirección de Vialidad, se desarrollarán proyectos de pavimentado con material reciclado y asfalto espumado; estudios y tramos de prueba para el uso de escorias siderúrgicas en infraestructura vial (pavimentos, terraplenes, etc.), para la utilización de desechos plásticos en la construcción de pavimentos (Caso MACREBUR); para el aprovechamiento de desechos de caucho en la construcción de pavimentos asfálticos y para el uso de diversos materiales reciclados y obtenidos de residuos.
Perfiles laborales, marco regulatorio y más
Desde Construye 2025, se ha encargado el estudio “Propuesta para un Marco Regulatorio Integrado y Fomento a la Valorización de los Residuos de la Construcción y Demolición, RCD” a la consultora Moraga y Cía. El propósito de este estudio es contribuir a acelerar los cambios en el marco regulatorio y fomento, que se requieren para implementar actividades productivas relacionadas a la valorización de residuos de construcción y demolición, entregando una orientación a los distintos servicios públicos para realizar dichas modificaciones, eliminar barreras, y establecer considerar la coordinación entre las distintas entidades para su aplicación. El estudio presenta el levantamiento del marco regulatorio existente, brechas y varias propuestas, así como un nutrido repositorio de experiencias y referentes internacionales.
En cuanto a formación, cabe destacar el proyecto de tres perfiles laborales para el manejo de residuos de la construcción (RCD) el cual surge de un convenio de colaboración entre ChileValora y el Instituto de la Construcción en representación de Construye2025, como proponente técnico, y tiene a las constructoras Su Ksa S.A., Desarrollos Constructivos Axis S.A. y Constructora Viconsa Limitada, como proponentes financieros del proyecto. Además, contó con la participación de instituciones de formación académica e institutos de formación técnica y profesional, entre otros. El objetivo del proyecto es el levantamiento de tres perfiles ocupacionales que permitan promover la certificación de competencias laborales en trabajadores y trabajadoras de la Construcción, en el manejo de residuos de la construcción – RCD, para mejorar gestión de residuos y hacer un uso más eficiente de materiales y recursos de la industria. Los perfiles desarrollados son: Jornal Ambiental, Encargado(a) de bodega y logística y Capataz para el manejo de residuos de la construcción (RCD).
Hoy estos perfiles, se encuentran a la espera de la validación por parte del Organismo Sectorial de Competencias Laborales (OSCL) del sector construcción.
Áridos reciclados, innovación y economía circular
Por otra parte, el programa ha realizado diversas articulaciones, coordinaciones y actividades con el sector público y privado para fomentar la valorización de los residuos, entre las que destacan las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados”.

En fomento, una de las iniciativas destacadas es el “Reto de Innovación Economía Circular en Construcción” convocado por Corfo, cuyo objetivo es disminuir la pérdida de recursos en el sector construcción y las externalidades negativas, a través de soluciones tecnológicas aplicadas a modelos de negocios, productos y/o servicios que incorporen la Economía Circular.
En cuanto a los resultados mínimos esperados, resalta el desarrollo de nuevos productos, procesos y/o servicios, que requieran desarrollo tecnológico e innovación, que permitan resolver el desafío de disminuir y evitar la pérdida de recursos en el sector construcción, a través de la incorporación de atributos de Economía Circular. La primera fase del reto seleccionó a ocho proyectos, algunos de ellos se pueden visualizar en el canal del programa, en los videos del Congreso Construyendo Chile realizado en agosto de este año.
En el ámbito de sustentabilidad, este 2022, Corfo hizo un llamado a un Programa Tecnológico para el Cambio Climático, instrumento que por primera vez convoca dentro del llamado al sector construcción, cuyo foco se prioriza en economía circular desde el programa.
En el territorio nacional, las iniciativas relacionadas a economía circular y gestión de RCD son las impulsadas principalmente por las Comisiones Regionales de Construcción Sustentable (Corecs), lideradas por las Seremis de Minvu y Serviu, donde participan representantes de los ministerios de Medio Ambiente y Obras Públicas principalmente, y según la región, Corfo y otros representantes de entidades públicas y privadas.
Las Corecs son un importante motor para la promoción de la construcción sustentable en las regiones, actualmente hay 15 comisiones de las cuales 10 abordan en sus hojas de rutas y líneas de trabajo la economía circular y la gestión de residuos. Este último tema, se aborda en mayor medida en la difusión de normativas, diagnósticos y acciones para la cuantificación de residuos. Las principales preocupaciones, se relacionan a la falta de infraestructura para disponer en forma adecuada los residuos, ya que en al menos 7 regiones no cuentan con ella.
En cuanto a las acciones desarrolladas, cabe destacar a la Corecs de Atacama, quienes se encuentran desarrollando una estrategia para implementar en la Comuna de Caldera, una instalación para disposición final de RCD y una Planta de Reducción de Residuos Sólidos, administrada por la Ilustre Municipalidad de Caldera. La primera etapa consta de capacitaciones a los distintos servicios públicos de la región sobre el marco regulatorio actual e iniciativas destacadas en materia de economía circular en el país.
En cuanto a las iniciativas desarrolladas por la Estrategia de Economía Circular 2025, destacan los Acuerdos de Producción Limpia en Economía Circular y Gestión de RCD, liderados por la Cámara Chilena de la Construcción en Valparaíso, y otro Interregional en postulación, que comprende los territorio de Antofagasta, Magallanes y Los Lagos, en colaboración con las Corecs.
Por último, en el contexto de la estrategia, el Instituto de la Construcción articula a través del Comité de Economía Circular, a más de 30 representantes de la academia, entidades públicas y privadas que participan activamente en sesiones de trabajo colaborativo para proponer acciones concretas.
Minimizar la generación de residuos, promover la reutilización de materiales en la obra e incentivar la recuperación para reciclaje son los principales objetivos de la empresa que opera en La Araucanía.
Con soluciones innovadoras para los residuos que se generan en las distintas etapas de la obra, TOL Pucón espera ir más allá de asegurar la trazabilidad. Su meta es implementar acciones que contribuyan al ahorro de materiales y minimicen las pérdidas, para evitar que se transformen en escombros y terminen en botaderos clandestinos, sitios eriazos, quebradas u orillas de lagos y ríos.
En este contexto, la empresa hizo suya la misión de medir volúmenes de materiales valorizables y, gracias a su metodología, ha logrado reducir hasta en 40% los residuos que terminan en escombreras. “En el Hospital de Villarrica nos creyeron. Allí subimos los indicadores de la gestión y volúmenes de los distintos plásticos, madera, materiales que segregamos para reciclaje y para reutilización”, relata la directora de Gestión de Residuos de TOL Pucón, Francisca Díaz.
Efectivamente, en el establecimiento hospitalario construido por Sacyr Chile, se logró la segregación de hasta un 46% de los residuos con un ahorro mensual estimado de seis millones de pesos. Algo similar sucedió con la obra Parque Pinares de Constructora Ambienta, donde la empresa logró segregar 30% de los residuos con un ahorro mensual estimado de un millón y medio.

Nuevo material
En la Araucanía, TOL Pucón comenzó también a buscar soluciones para la transformación de los materiales. Así nació POCK, que hoy convierte residuos plásticos en “madera plástica”. “Este material, que es 100% plástico reciclado, es un material de construcción que se puede usar para infraestructura y construcción de mobiliario”, detalla Francisca Díaz.
Según la ingeniera en Recursos Naturales, la sustentabilidad aporta a la rentabilidad del negocio y, en este ámbito, mejora los procesos y genera ahorros considerables. “Ahora, con la pandemia, los materiales están mucho más caros. Por eso, hay que visibilizar todo lo que se bota. Al comprar material gastas también en transporte y luego en botar el sobrante. Pero, si reduces tus pérdidas, reduces todos los costos”, señala.

Para lograr lo anterior, TOL Pucón se incorpora en el diseño del plan de gestión reconociendo las partidas más incidentes y los porcentajes de pérdidas asignados.“Puedes modificar los medidas de materiales que te permitan minimizar la pérdida según el diseño, por ejemplo poner una palmeta de 60 en vez de una de 40”. Eso tiene un costo que se puede calcular. En el tema de los residuos, nosotros generamos la estadística y se puede segregar o disminuir un 30% de los residuos en obra como mínimo”, comenta Francisca Díaz.
La nueva propuesta de TOL Pucón es la valorización de los residuos plásticos y comercializar proyectos de economía circular, en los que incluye el retiro de los residuos y su transformación, es decir, el plástico que antaño se desechaba hoy pasa a convertirse en bancas y separadores viales, por ejemplo. “La idea es que la misma empresa visibilice la gestión que hizo en la construcción con este mobiliario o infraestructura, logrando un círculo perfecto. Estamos trabajando también con otras industrias y organizaciones como municipios, donde también se generan residuos plásticos”, dice la ingeniera.
Los perfiles POCK de diversos tamaños ofrecen cien años de garantía, al convertirse en plástico compactado. “En el sur se pudre todo y tiene una vejez muy rápida. Pero este material no se pudre, no se astilla, tiene buena apariencia, no necesita mantención, no necesita pintura ni barniz y la durabilidad es enorme. Por eso, es ideal para climas húmedos en el sur de Chile y para climas salinos en la costa”, explica Francisca Díaz.

Desde el inicio de la Revolución Industrial la humanidad ha estado dominada por un sistema económico absolutamente lineal: producir, consumir y desechar. No es necesario detenerse a explicar el impacto que este modelo ha tenido en nuestro medio ambiente. Son tan graves que según un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU nuestro planeta va a alcanzar el decisivo límite de 1,5 ℃ por encima de la temperatura de la época preindustrial en el año 2030.
Es por eso por lo que urge cambiar la economía lineal por una circular y el desafío es trabajar con una visión de largo plazo que permita generar un modelo que vaya más allá del reciclaje y en el que las empresas y organizaciones de todo tipo y tamaño se hagan cargo adecuadamente de sus residuos, valorizarlos y dándoles una nueva vida o uso.
Todos lo sabemos, pero muchos olvidamos que vivimos en un planeta de recursos finitos y cada día somos más humanos con un modelo de vida que es imposible sustentar, el principal pilar de la economía circular es la regeneración. Sus acciones buscan restaurar el equilibrio que necesita el ecosistema para que nuestra especia pueda prosperar en armonía con la naturaleza.
Ya entrando en materia, en la construcción es habitual la recuperación de los despuntes de acero para reciclarlos y fabricar acero nuevo. Pero no sólo los despuntes de acero son residuos en una obra, también hay madera, hormigón, plásticos y vidrios, entre otros. En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos.
“Actualmente los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), son un gran problema en el mundo, y en Chile generamos mucho más. Por ejemplo, en un país desarrollado la construcción de un edificio habitacional genera 0,14 metros cúbicos (m3) de residuos por cada metro cuadrado (1m2) construido. En cambio, en nuestro país, para ese mismo edificio generamos 0,26 m3 por m2, casi el doble”, explica Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile y vicepresidente del SubComité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).
“En una primera etapa en Chile hemos abordado la economía circular en la construcción a través del concepto de gestión de residuos. Tanto públicos como privados han dado pasos fundamentales y con grandes resultados en esa línea, pero es indispensable transitar a modelos circulares que incluyan las etapas de gestión y diseño. Primero, hay que tener claro que los materiales y componentes deben mantenerse circulando en la tecnósfera (ciclos técnicos) y biosfera (ciclos biológicos) por el mayor tiempo posible con la mayor calidad posible; debemos privilegiar uniones físicas antes que químicas que permitan el desmontaje, adaptación, recuperación y mantenimiento de estos”, señala Anamaría De León arquitecta y consultora en economía circular, miembro del SubComité de Economía Circular del IC.
Y agrega que “en la etapa de diseño arquitectónico y de materiales se define entre el 60% y 80% de la sostenibilidad de una obra o producto. El diseño para la deconstrucción, diseño para la reversibilidad, banco de materiales, modulación y estandarización reversibles y diseñar por capas, son algunas de las estrategias que podemos activar en etapas tempranas de un proyecto.”
Para enfrentar este problema, el programa Construye2025, impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, elaboró una Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, que se lleva a cabo en conjunto con los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas.
El objetivo es lograr un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, por lo cual trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.
La iniciativa busca generar una industria más productiva disminuyendo en un 20% los costos de producción; aumentar en un 20% las edificaciones sustentables y disminuir en un 30% las emisiones de CO2 al 2030.
La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, señala que la economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Así, no sólo tenemos una industria más sustentable, sino que también la economía circular ayuda a generar nuevos empleos que la OIT los cataloga como “empleos verdes” y los califica de la siguiente manera: “Empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o a la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética”. Más aún hace hincapié en que estos empleos verdes permiten: aumentar la eficiencia del consumo de energía y materias primas; limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; minimizar los residuos y la contaminación; proteger y restaurar los ecosistemas; y contribuir a la adaptación al cambio climático.
Desde hace más de un año, el Instituto de la Construcción articula, junto a un gran número de reparticiones gubernamentales, universidades, oficinas de ingenieros y arquitectos, además de empresas privadas y organismos que las representan, como el Instituto Chileno del Acero y la Corporación de Desarrollo Tecnológico; el Subcomité de Economía Circular, que está trabajando para promover y aplicar en la construcción este modelo, cuyos beneficios son claros y muy palpables. Además de la disminución en el uso de la energía, lo que permite reducir la huella de carbono en la construcción, está el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, pues permite contar con ciudades más sustentables y pensadas en beneficio de la sociedad.
Este es un tema muy relevante, pues el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) estimó que en 2050 el 90% de la población latinoamericana vivirá en ciudades, es decir alrededor de 570 millones de personas. Si somos conscientes y trabajamos en beneficio de ellas, muchas de estas personas podrán disfrutar de un medioambiente más sano y una mejor calidad de vida para mediados de este siglo.
Fuente: Instituto de la Construcción
A través de un proyecto colaborativo presentado a ChileValora, buscan desarrollar perfiles para trabajadores y dar herramientas para el manejo de los residuos de la construcción que definan un adecuado desempeño en su quehacer.
Ante el desafío climático global, la industria de la construcción en Chile está trabajando hace varios años en una transformación cultural. Tras los lanzamientos de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, se hizo necesario fortalecer un ecosistema para el desarrollo de la economía circular y el manejo de residuos de la construcción y demolición.
Una de las formas es contribuir a generar capacidades en el sector, para lo cual Construye2025, con el apoyo del Instituto de la Construcción, junto con las empresas constructoras Axis DC, Viconsa y Suksa se adjudicaron un proyecto cofinanciado por ChileValora, que tiene por objetivo desarrollar perfiles laborales y planes de formativos que definan el desempeño adecuado de trabajadores en actividades relacionadas al manejo de los residuos de la construcción.
El proyecto denominado “Nuevos perfiles ocupacionales y planes formativos para trabajadores en el manejo de residuos de la construcción”, ha visualizado tres perfiles relacionados a este manejo en obras e instalaciones: perfil maestro manipulador, capataz y encargado de bodega y logística para manejo de residuos de la construcción.
“Hemos tenido un importante avance con el reciente lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, que se sumó a la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, por lo que los desafíos para este año son promover tanto la valorización de los residuos como generar las capacidades para la gestión”, explica Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025. La profesional también destaca “la importancia de avanzar en distintos frentes en el sector, a través del apoyo a las distintas iniciativas, como es el caso del Acuerdo de Producción Limpia de Economía Circular en Construcción de la Región de Valparaíso, que entre sus acciones y metas busca promover la capacitación en todos los niveles.
Beneficios para la industria
“Esperamos que una vez aprobados los perfiles, mucha gente de obra se capacite y certifique, con los beneficios que tiene para las empresas contar con gente cuyas competencias están certificadas, y para los trabajadores contar con una certificación de sus aprendizajes y competencias, que sin duda los posiciona y fortalece”, declara José Pedro Campos, director ejecutivo del Instituto de la Construcción.
Así también lo esperan desde el sector privado. Empresas como Viconsa, Axis DC y Suksa han apostado por este proyecto, por los beneficios que implica para ellas y sus equipos.
A juicio de Lucas Bracho, jefe del Departamento de Medio Ambiente de Constructora Viconsa, “este proyecto es fundamental para avanzar en el correcto uso de nuestros recursos”. Y es que “los perfiles de cargo que se están desarrollando están enfocados a disminuir el impacto ambiental que se genera en todo el ciclo del proyecto de construcción, desde la llegada de los materiales, la optimización de estos y el adecuado manejo de los residuos basada en una jerarquía de residuos”, precisa.
Por ello, Bracho resalta “la importancia de las personas, de cada integrante del equipo, para que se sientan parte de estos cambios que son de suma urgencia. Hacemos un llamado al rubro a tomar las medidas necesarias para disminuir el impacto ambiental de sus proyectos y a unirse a esta nueva forma de construir”.
Y esto también repercute en la productividad de las constructoras. “A la construcción entran personas sin conocimientos y con esto, la empresa puede estar mucho más tranquila de que sus trabajadores van a ser más productivos. Por otra parte, el trabajador puede ser reconocido por su capacitación formal”, dice Joaquín Cuevas, especialista en gestión de residuos.
El cambio cultural es un punto clave para Axis DC, empresa que lleva un par de años trabajando en gestión de residuos. Por ello, “tener estos nuevos perfiles o competencias es un tremendo plus para la gestión de residuos y buscamos que cada vez más profesionales y trabajadores de la obra manejen estos conceptos, porque mientras más personas adquieran estos conceptos, va a ser mejor para la industria”, cree Mikel Fuentes, líder de Innovación de Axis DC.
En Axis DC tienen altas expectativas una vez que se publiquen estos perfiles, porque “sí o sí el rubro va a avanzar hacia allá”, a juicio de Fuentes, quien también destaca la colaboración de este proyecto. “Ha sido una experiencia súper enriquecedora, entre el ámbito privado y público, con distintas miradas”, precisa Fuentes.
Luego de seis años implementando gestión de residuos, desde Constructora Suksa se manifiestan muy contentos de ser parte de este proyecto. “Constantemente estamos capacitando a nuestros trabajadores, pero hoy cobra relevancia poder avanzar hacia competencias formales para nuestros colaboradores, que son quienes, finalmente, llevan a cabo los planes para lograr los objetivos ambientales, para cumplir con nuestro compromiso ambiental respecto a la reducción de nuestras emisiones”, comenta Victoria Leiva, jefa de procesos del Grupo BIBA.
Por qué certificar
“La capacitación y certificación de competencias laborales ha sido uno de los temas que ha estado en la agenda del Instituto de la Construcción desde sus inicios, hace ya más de 20 años, oportunidad en que hicimos un diagnóstico y propuestas al respecto. Posteriormente, en el marco de una colaboración entre países del sur de América, este tema saltó con fuerza, mirando las experiencias de países vecinos, especialmente la de Argentina”, precisa José Pedro Campos.
Por ello, “haber colaborado en la presentación y haber logrado la aprobación por parte de ChileValora de la elaboración de tres perfiles de competencias laborales en un ámbito tan importante y vigente, como es el manejo de residuos de construcción y demolición en obra, nos es muy satisfactorio”, añade.
En tanto, Francisco Silva, secretario ejecutivo de ChileValora, comenta que “el Certificado de Competencias Laborales que otorga ChileValora implica un reconocimiento del Estado a las habilidades y conocimientos que cuenta una persona para ejercer un oficio y, por tanto, constituye un importante instrumento de empleabilidad y un aporte significativo al sector. Estos nuevos perfiles y planes formativos serán una herramienta fundamental para impulsar trayectorias formativas y laborales en los trabajadores y trabajadoras de la construcción, abriendo así un camino de desarrollo profesional y personal para ellos”.
Finalmente, cabe resaltar que la formación de estas capacidades contribuirá a la implementación del “Reglamento Sanitario para el manejo de residuos de las actividades de construcción y demolición”, el que se espera que entre en vigencia a principios del 2023, y que regulará toda la cadena de manejo de residuos.
Fotos gentileza Viconsa.
Encuesta realizada por la Plataforma de Gestión del Conocimiento de la Construcción, www.cdt.cl, indicó que el 41,4% de sus usuarios emplea esta alternativa como principal iniciativa para reducir el impacto ambiental de sus empresas.
Con el objetivo de conocer cuál es la principal acción que actualmente implementan las empresas en materias de Economía Circular, la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT, de la Cámara Chilena de la Construcción, CChC, realizó un sondo online en su Plataforma de Gestión del Conocimiento de la Construcción (www.cdt.cl) durante todo el mes de agosto.
De este modo, con más de 200 respuestas, el 41,4% de los usuarios que participaron de la instancia, indicó que el reciclaje es la principal acción que su empresa realiza en materias de economía circular.
Este número marcaría una preocupación creciente por esta temática, pero también un gran desafío, puesto que solo sería una parte de una estrategia que implica conjugar una serie de iniciativas, entre las que destaca un profundo cambio cultural en la organización. Una nueva forma de ver y hacer las cosas.
Y es que, de acuerdo al artículo publicado en Revista BiT N°135, la economía circular, “es una nueva forma de diseñar, hacer y usar todo lo que nos rodea dentro de los límites del planeta. Un cambio de sistema que involucra tanto al sector público, como el privado y las personas, en escalas de ciudades, productos y formas de trabajar. La economía circular reconoce que el modelo de ‘economía lineal’ en el que estamos insertos y que está basado en ‘tomar, hacer y desechar’, terminará por alcanzar el límite de los recursos, lo que no es compatible con los modelos de sostenibilidad donde debemos procurar un debido equilibrio entre crecimiento económico, medioambiente y sociedad”.
Un desafío fundamental y atractivo para el sector construcción, particularmente de la mano de los beneficios y oportunidades relacionadas al desempeño medioambiental, económico y social que podría traer consigo.
Claro, porque de acuerdo al artículo antes citado, “la economía circular es un modelo económico que cambia el paradigma de las formas de producir y consumir mediante una transformación en toda la cadena de valor a partir de tres conceptos, que en síntesis, se entienden de la siguiente manera: desacoplar la extracción de recursos vírgenes del modelo económico, extender la vida de productos y materiales y diseñar las externalidades negativas; es decir, tener en cuenta los impactos desde el diseño”.
Esto se traduce, en atractivas oportunidades para la industria, donde la innovación en productos y servicios, nuevos modelos de negocios, tecnologías y otras iniciativas, surgen como crecientes polos de desarrollo.
Industrialización y otras alternativas
Es así como en materias relacionadas directamente con la industria de la Construcción, el 18,7% de los usuarios que respondieron la encuesta, indicó que la prefabricación es la principal estrategia que emplea su empresa en temas de economía circular.
En este ítem también resulta fundamental puesto que, en general, la industrialización presentaría ventajas desde la perspectiva de reducción de impactos ambientales, como polvo, ruido, tránsito de camiones en el sitio de construcción, etcétera. Esto, generalmente, debido a un proceso de montaje, que puede tener un plazo menor de ejecución y, por tanto, menor irrupción en el lugar, generando menor impacto en las comunidades aledañas. Asimismo, por sus características de unión de partes y piezas, habilita el desmontaje y desensamblaje, pudiendo ser más flexible a lo largo del ciclo de vida.
La gran cantidad de residuos y escombros que genera el sector han sido un tema de preocupación desde hace bastante tiempo en la industria. Es por ello que el concepto de Economía Circular se perfila como una relevante alternativa para mejorar en ese ámbito. Es así que un 15,3% de los usuarios de la Plataforma de Gestión del Conocimiento de la Construcción indicó que su empresa incorpora la reutilización como principal estrategia, seguido por un 14,8% que señaló aplicar diseños libre de residuos en sus proyectos.
La economía circular es hoy una materia fundamental para el sector construcción, con grandes desafíos que están generando una serie de iniciativas. Es un cambio de paradigma, una visión de futuro que llegará más temprano que tarde.
Fuente: CDT
Por Macarena Guajardo Mavroski, arquitecta, fundadora y directora ejecutiva de Fundación Basura
Al igual que la industria de la construcción, Chile es líder -a nivel latinoamericano- en generación de residuos. Para atacar este problema, las primeras iniciativas de las que hemos escuchado, tanto a nivel político como cultural, han girado en torno al reciclaje de residuos, una iniciativa fundamental, sin duda, pero que, sin embargo, pone los énfasis en el final de la jerarquía. Lo más importante y eficiente es y seguirá siendo la prevención.
Pero, ¿cómo evitar la generación de residuos en una industria que crece constantemente?, ¿cómo evitar que todos estos residuos tengan el impacto negativo que tienen en la ciudad y sus barrios, a través de la generación de microbasurales y vertederos de escombros? Desafortunadamente, personas y seres vivos que no tuvieron nada que ver con esa seguidilla de sucesos, sufren las consecuencias del síndrome del patio trasero (NIMBY – not in my back yard).
El estallido social y la pandemia del COVID-19 han dejado marcas, reflexiones y cuestionamientos que espero puedan quedarse por largo tiempo en nuestra retina. La detención total del mundo podría significar un atisbo de esperanza a la realidad tragicómica que vivimos, donde buscamos la felicidad a través de objetos que no necesitamos para impresionar a personas que no conocemos, donde construimos guetos verticales en barrios de casas de un piso, con planes reguladores precarios, generando beneficios económicos para algunos y tacos de ascensor para otras personas. Edificios cuyos residuos -desde su fabricación, uso y demolición- atentan contra nuestra propia salud, bienestar y calidad de vida. Esto se refleja en las ciudades, en la arquitectura, en la manera de habitar, en la manera de pensar, de hablar y de votar.
Frente a esta realidad es que hemos creado una alianza entre Fundación Basura y la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica, para dar origen a Proyecta Circular, una plataforma de información y apoyo para arquitectos y equipos de profesionales en el proceso de proyecto, permitiéndoles diferenciar los atributos de circularidad de manera homogénea, considerando materiales y componentes que a menudo no los explicitan en sus especificaciones o lo hacen de manera desigual, como sucede desde siempre, hasta en los empaques de los alimentos que compramos en el supermercado.
Proyecta Circular busca ser una nueva manera de cambiar la competencia por la colaboración, el crecimiento indiscriminado por bien común, la linealidad por circularidad en una de las industrias que más lo necesita: la arquitectura & construcción.
Y ustedes, ¿están listos para la construcción circular?
Más de 228 mil kilos de madera, 32 mil kilos de cartón y más de 1.000 kilos entre latas y botellas plásticas, son algunas de las impactantes cifras de reciclaje que ha logrado el consorcio a cargo de la ampliación del principal terminal aéreo del país.
Junto con proponer un diseño basado en BIM, que favoreció el trabajo colaborativo en una mega obra de ingeniería como es el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, el consorcio Vinci Construction Grands Projets – Astaldi, complementó su oferta con un completo programa de gestión de residuos en obra. Mandatado por el Ministerio de Obras Públicas, el proyecto de más de 250.000 m², no solo duplicaría la capacidad de acoger pasajeros, también generaría una gran cantidad de residuos en su construcción, pero CJV tenía un plan preparado desde el inicio.
En su Resolución de Calificación Ambiental, el consorcio presentó un programa de gestión sustentable que aplicaría a la empresa y a todas las contratistas durante la construcción del proyecto, con la visión de reducir las emisiones directas de carbono en 40% antes de 2030, respecto al 2018. En una entusiasta conversación con Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, la encargada de medioambiente de Vinci Construction Grands Projets – Astaldi, Carolina Véliz, explicó el camino recorrido en la gestión de residuos del aeropuerto.
La propuesta de economía circular de Vinci Construction Grands Projets – Astaldi buscaba proteger los recursos, reforzando la oferta de materiales reciclados y valorizando los residuos, en un contexto de respeto al medio ambiente, reduciendo el consumo de agua, previniendo la contaminación acústica y con un enfoque de cero pérdidas netas.
“En residuos, hacemos la gestión para el reciclaje de algunos elementos como metales; madera, con acopios en varios puntos de la obra, la que se utiliza para la generación de energía; reciclaje de cartón, que se retira mensualmente de la obra; y puntos de acopio para reciclaje de latas, botellas y polietileno expandido que una empresa usa para generar pintura vial”, explica Carolina Véliz.

Mejor segregación, más reciclaje
Han sido cerca de dos años trabajando fuertemente, no solo en estas acciones, sino también en la concientización sobre la adecuada gestión de residuos. De hecho, en septiembre, hicieron una serie de charlas para incentivar el reciclaje y mejorar la segregación de residuos. Además, en una jornada dedicada al medio ambiente, la empresa dispuso un buzón de ideas, para que los trabajadores pudieran presentar soluciones susceptibles de ejecutar en la obra. De ellas, se preseleccionaron alrededor de 40, que están en evaluación.
“Con gestión del cambio, reforzamos los mensajes para que la gente se de cuenta del impacto que genera no segregar y que no solo se aplica esto en una obra, sino que también se puede aplicar en el futuro”, señala Stephane Chaing, gerente de Logística & Lean de Vinci Construction Grands Projets – Astaldi. La importancia de gestionar los residuos, según el profesional, radica en la presión que imponen los accionistas para cumplir con el Acuerdo de París y en tener que llegar, a 2050, con una generación de CO2 que sea igual a cero, compensado. “Este año hay un concurso en todas las filiales de Vinci para incentivar nuevas ideas que sean replicables en varias obras”, dice. Junto con los resultados económicos, en CJV, valorizan la reducción de la huella de carbono como un criterio más. “Tenemos la ambición de que sea parte del ADN”, explica Chaing.
Gracias a los grandes volúmenes de material, destinados a reciclaje -en una obra en la que priman el hormigón y el metal- se calcula una reducción de 230 toneladas de CO2, es decir, “un 3,1% del total de emisiones generadas solo por residuos”, comenta la encargada de medio ambiente del consorcio. Lograr la segregación en obra ha sido un desafío diario, donde el cambio de mentalidad ha sido fundamental.
“Quizá los protocolos han tenido que adaptarlos a la realidad chilena. Eso lo veo súper positivo, porque no son procesos de tecnología grande sino de cambio de mentalidad. Aportan una visión, una política de reducción de huella de carbono. El aeropuerto es un espacio gigante, con varias áreas y se destaca el orden, se ve un despeje del área”, destaca Joaquín Cuevas, especialista en el manejo de Residuos y Medio Ambiente, quien apoyó a la empresa en las jornadas.
Según Cuevas, el futuro -en este ámbito- es prometedor, pues la gestión del residuo en Chile debiera generar nuevos puestos de trabajo. “Las empresas, así como tienen prevencionista de riesgos, debieran tener un jornal de aseo y reciclaje”, enfatiza.

Para la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 el actual modelo económico no resiste más y se hace urgente desacoplar el crecimiento económico mediante una economía baja en carbono y eficiente en el uso de recursos, mejorando el bienestar del ser humano y la equidad social, y al mismo tiempo reducir el impacto planetario de sus actividades.
A nivel global, la industria de la construcción utiliza un 40% de los recursos naturales, consume el 40% de la energía y emite el 40% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) en su ciclo completo, al tiempo que genera sobre el 30% de los residuos sólidos -en Chile esta cifra llega a 35%-, siendo esto último el principal problema ambiental generado por el sector.
Para enfrentar este problema, el programa Construye2025 -impulsado por Corfo- elaboró una Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción, junto a los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, la que fue lanzada en agosto tras dos intensos años de trabajo y la participación de distintos actores del mundo público, privado y la academia.
Conversamos con Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, sobre el propósito de esta iniciativa, la experiencia de coordinar a tantos actores, los avances logrados hasta la fecha y cuál será su aporte en la ansiada economía circular que busca la industria.
El trabajo colaborativo es muy importante y, sin duda, la inteligencia colectiva, donde muchos piensan para identificar los problemas y buscar soluciones, permite trabajar desde distintos puntos de vista y disciplinas, y esto, genera una mayor riqueza en las soluciones, sinergias y compromisos para la implementación de iniciativas.
Los principales aprendizajes se relacionan con los esfuerzos para tomar compromisos concretos, escuchar y visibilizar al otro, reconocer su experiencia e integrar las distintas acciones. Si bien siempre existió un alto compromiso de parte de todos los participantes, el adquirir compromisos institucionales fue uno de los objetivos más difíciles de lograr, así como el posicionamiento de la temática con las autoridades y otras divisiones dentro de los ministerios. Esto, debido a que estamos acostumbrados a trabajar en silos, compartimentos independientes, y desconocemos o no nos interesamos por lo que están haciendo otros.
Las principales brechas en gestión de residuos se deben a un cambio cultural en la forma de pensar y hacer las cosas. Esto involucra a toda la cadena, desde el marco regulatorio y fomento hasta las competencias profesionales y técnicas para la reducción de extracción de recursos, despilfarro, y la gestión de los residuos en obra.
En un taller de co-creación de soluciones en la Asociación de Oficinas de Arquitectos, un importante arquitecto dijo “generalmente diseñamos y construimos hasta la línea de edificación y no pensamos qué pasará con lo que se desecha desde la obra”. Esto refleja claramente, que no estamos acostumbrados a visibilizar cómo nuestro quehacer impacta a otros y al medioambiente. En cuanto al cierre de brechas relacionadas al marco regulatorio, actualmente, se está trabajando en un reglamento para el manejo sanitario de los residuos de la construcción y demolición, el que define aspectos básicos para su plan de gestión, desde su generación hasta los requisitos para instalaciones de valorización y disposición final. Este reglamento ha sido liderado por el Ministerio de Salud quien ha trabajado en una mesa pública con los ministerios de Medio Ambiente, Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Subdere y Construye2025.
Se definieron cinco ejes estratégicos que impulsan la economía circular en construcción: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; ecosistemas y cadenas de valor sustentables y circulares; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular; y la remediación ambiental para los impactos resultantes de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los residuos de construcción y demolición (RCD). En cuanto a las metas, éstas se plantean al 2025 y 2035, algunas de las destacadas son:
EJE 1 – META 2035: El ordenamiento y la planificación del territorio consideran el crecimiento de la edificación e infraestructura y los impactos que genera su construcción, estableciendo instrumentos que fomentan la economía circular y uso eficiente de los recursos en las actividades productivas que se llevan a cabo en la región.
EJE 2 – META 2035: El 50% de la edificación e infraestructura pública nueva de Chile cuenta con criterios y atributos circulares, acreditados a través de certificaciones.
EJE 3 – META 2035: A nivel nacional, el 40% de la oferta de materiales, productos, piezas y componentes para la construcción cuenta con atributos circulares.
EJE 4 – META 2035: El país cuenta con plataformas de trazabilidad de materiales y residuos para la economía circular del sector construcción.
EJE 5 – META 2035: El país cuenta con programas a nivel regional para la remediación, restauración y mitigación de los riesgos generados por la extracción ilegal de áridos y disposición inadecuada de RCD.
El actual modelo económico no resiste más, no solo desde el punto de vista de la disponibilidad de recursos, sino que también desde el bienestar del ser humano y la equidad social. No es posible que el modelo económico beneficie solo a unos pocos, no solo económicamente, sino que también en desmedro de la calidad de vida de otros, a partir del deterioro del medio ambiente y la inequidad que conlleva todo esto en el ámbito territorial. A raíz de esto, surge la necesidad de desacoplar el crecimiento económico mediante una economía baja en carbono y eficiente en el uso de recursos, mejorando el bienestar del ser humano y la equidad social, y al mismo tiempo reducir el impacto planetario de sus actividades.
Es perentorio avanzar hacia un modelo de economía circular, considerando los desafíos globales vinculados a la disponibilidad de materias primas, agua y energía, movilizar a las empresas hacia un cambio de paradigma, en el que la economía circular y la innovación son una clara oportunidad de creación de valor para adaptarse a los nuevos contextos y exigencias de comunidades más conscientes de su entorno.
En la hoja de ruta, en el eje 3 se plantea una serie de acciones conducentes a habilitar el capital humano, por ejemplo, fomentar la economía circular en la formación profesional, técnica y oficios de la cadena de valor, y ecosistema, y la difusión de buenas prácticas. La formación de capital humano puede desempeñar un papel fundamental, al preparar a los futuros profesionales para un nuevo paradigma económico, especialmente para crear la base de competencias que impulsen la innovación circular.
La economía circular es un modelo económico que plantea nuevos modelos de negocio a partir de tres principios (Fundación Ellen McArthur 2015), que en síntesis corresponden a preservar y mejorar el capital natural, es decir reducir la extracción de materiales vírgenes; optimizar el rendimiento de los productos, dándole la mayor duración y usos posibles; y diseñar las externalidades negativas de manera de reducirlas, como el cambio climático y efectos dañinos para la salud de las personas.
Bajo este nuevo paradigma, existen muchas posibilidades de innovación para emprendedores y startups, desafíos para formular nuevos modelos de negocios que consideren estos principios, así como la creación de plataformas, tecnologías y la transformación digital para el desarrollo de la economía circular.
Sin duda, mi anhelo es un sector de la construcción más sustentable y circular, pero esto no pasa solo por las edificaciones e infraestructura, tiene que ver con una cultura que considera que mi comportamiento y entender que el cómo hago las cosas también impacta en los demás.
Ser responsables de los impactos de nuestras actividades y empatizar, es parte del comienzo. Espero que en 10 años más se haya repensado el diseño y construcción de nuestros edificios e infraestructura, de tal manera de haber reducido la extracción de recursos, que su duración y utilidad sea el mayor tiempo posible, alargando la vida de materiales y haciendo recircular los recursos.
Fuente: Masisa LAB
Con sensibilización, organización y revalorización, no sólo se redujeron los residuos de la construcción en 30%, sino que también lograron valorizar al menos el 15% de ellos.
Hace un año, comenzó a gestarse el proyecto “Construye Sustentable” de EBCO, que está cambiando la cultura y la forma en que se gestionan los residuos. La primera etapa, explicó Patricio Bravo, coordinador de Gestión en la Gerencia de Obras de la constructora, fue sensibilizar. “Generamos la instancia para reunirnos con los gerentes de obras y poder explicarles lo que estaba pasando en el mundo en cuanto a los impactos medio ambiente”, recordó.
Según el ingeniero especializado en gestión Lean, la industria de la construcción abarca un gran trozo de la torta nacional de generación de residuos: 34%. Con esa dura realidad al frente, el equipo a cargo del proyecto cotejó las obras de EBCO y revisó 87 obras terminadas, para calcular el índice de generación de escombros por metro cuadrado, que resultó ser 0,26%.
Además, se calcularon los volúmenes de hormigón: “nos dimos cuenta que por cada dos edificios, generábamos el equivalente a un edificio en volumen escombros, es decir, 0,5 metros cúbicos por metro cúbico de hormigón”, detalló Patricio Bravo, que lideró el desafío de bajar esa cifra.
Por ello, lo primero que hicimos fue comprar carritos y, así, entre dos personas podían llevar 500 kilos sin mucho esfuerzo. Luego, armamos un equipo multidisciplinario, en el que participaban el área de obras, la de prevención, la de asuntos corporativos y el área de capacitación”, comentó el coordinador de Gestión en la Gerencia de Obras de EBCO.
La meta era alcanzar 150 obras y llegar a 0,18 metros cúbicos de escombros por metro cuadrado. “Según nuestros estudios estábamos en 0,26. También queríamos darle un espacio a la valorización de al menos un 15%. Sin embargo, había un objetivo más grande: ayudar a que esto permee a toda la industria”, sostuvo Bravo.
Control de materiales
El camino implicaba mejorar la gestión de bodega, lo que no solo disminuía la generación de desechos, sino que, además, facilitaba el ahorro de cerca de 100 millones de pesos. “Nos propusimos hacer un buen control de los materiales y comprar lo estrictamente necesario; hicimos un instructivo con todos los pasos del proyecto, enfocados en el reciclaje; y enseñamos cómo armar los puntos limpios”, afirmó el especialista en Lean.
Durante las capacitaciones se definieron roles que conversaran con los distintos perfiles y, además, se confeccionó un listado de recicladores en el que se detallaban sus características. “A veces hay obras en las que sobran materiales y se dejan en otras donde hay espacio, pero cuando éste tiene que desocuparse, muchas veces terminan desechándose”, aseguró Patricio Bravo. Para evitar este desperdicio de recursos, en EBCO armaron una plataforma que publica los materiales que están disponibles, informa el estado en que se encuentran y conecta la oferta con la demanda, entre las 150 obras de la empresa.
En este aspecto, Fernanda Aguilera, encargada de Control de Gestión de Ebco, hizo hincapié en el ahorro que representa el solo hecho de hacer un control de los materiales. “Hay un personaje que debe llevar el material al recinto donde se va a utilizar y después volver a bajarlo, eso tiene un costo asociado. Nos ahorraríamos un 30% más si pudiéramos hacer una gestión de bodega, es decir, si saliera realmente el material que se va a utilizar en la obra”, señala.
Ahora, pese a la complicación que podrían enfrentar las empresas debido a la gran cantidad de materiales en la bodega, finalmente los ahorros son muy altos y, “efectivamente, podríamos generar menos escombros, porque el material que está dando vueltas generalmente se destruye”, dice la ingeniera en Construcción Civil.
Pero este no es el fin de la historia, el equipo de gestión reconoce que hay camino por recorrer, por lo que continuará sensibilizando a los colaboradores, reforzando la entrega de información y capacitándolos, así como disminuyendo aún más la generación de residuos y desechos.
Cuatro especialistas estudiaron el manejo de los residuos de construcción y demolición e hicieron propuestas orientadas a la construcción sustentable, en línea con los desafíos actuales.
Para elevar los estándares ambientales y favorecer una construcción centrada en el medio ambiente, cuatro investigadores se unieron para trabajar en el capítulo IX del Concurso de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica “Políticas municipales estandarizadas para el manejo sustentable de residuos de construcción y demolición”.
Felipe Ossio y Juan Molina de la Escuela de Construcción Civil; Homero Larraín de la Escuela de Ingeniería y Cristián Schmidt de la Escuela de Arquitectura fueron los responsables de abordar la problemática de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), desde un enfoque interdisciplinario, considerando sus impactos ambientales, sociales y económicos.
“Nos dimos cuenta que la alta generación de RCD y su inadecuada disposición final es un problema multifactorial, que involucra a todos los actores en el ciclo de vida del proyecto y al cuadro normativo, regulatorio y legal respectivo. Sin embargo, este último se encuentra atomizado y fragmentado, lo que puede apreciarse en la cantidad de instrumentos asociados a diferentes actores”, explica Felipe Ossio.
De hecho, para el caso específico de los RCD existen más de 20 tipos de normativas dependientes de diferentes organismos públicos. Según el estudio, lo anterior dificultaría su conocimiento y aplicación, dejando al Estado una capacidad limitada de fiscalización en materias sanitarias y ambientales, algo que agudiza el problema. En efecto, el 60% de las empresas constructoras en Chile declara no conocer leyes, reglamentos, normativas ni manuales sobre gestión de residuos.
El equipo interdisciplinario de la UC se propuso contribuir proponiendo una política pública que lleve a las municipalidades a ser un agente de cambio y aportar al cumplimiento reglamentario ante las instituciones de nivel regional y nacional. Al mismo tiempo, su trabajo apuntó a elevar los estándares ambientales y permitir así una construcción centrada en el medio ambiente que responda a los desafíos que hoy exige la humanidad.
Disparidad normativa
El estudio reveló que los municipios en Chile presentan un dispar nivel de exigencias en materia de gestión de RCD, desde la nula consideración hasta una serie de normativas no necesariamente bien enfocadas. “Pero, principalmente, pudimos identificar comunas generadoras y receptoras de RCD. Las primeras se caracterizan por generar una alta proporción de los residuos a nivel de su región y no poseen sitios de disposición legal de residuos. Por su parte, las receptoras no producen una gran proporción de RCD a nivel regional y, en general, son comunas que poseen sitios de disposición final legal en su jurisdicción y/o deben hacer frente a sitios de disposición ilegal como micro basurales o vertederos ilegales”, detalla Ossio.
Luego de que el estudio reconociera dos tipos de comunas: generadoras y receptoras de RCD, los investigadores establecieron recomendaciones de acción que, si bien son vinculadas a un tipo de comuna, no son excluyentes para las otras. Asimismo, hicieron sugerencias generales que toda comuna, independiente de si es generadora o receptora de RCD, debería adoptar. “Estas 15 propuestas tienen por objetivo avanzar en la minimización de la generación de RCD y la disminución de sus impactos socioambientales, basados en los principios de la justicia ambiental (Hervé, 2010) y siguiendo la jerarquía de manejo de los residuos”, acota el profesor de la Escuela de Construcción Civil de la UC.
De este modo, las propuestas para las comunas generadoras se asociarán a los primeros eslabones de esta jerarquía, es decir, se centrarán en reducir la generación de RCD en origen y fomentar la valorización de los RCD mediante su reutilización, recuperación o aprovechamiento para otras aplicaciones. Mientras que las propuestas asociadas a las comunas receptoras buscarán asegurar el correcto destino de los residuos no valorizados que son llevados a un botadero.
Y es que, según la investigación, las municipalidades son actores clave dentro de la cadena de instituciones encargadas, tanto en la definición de reglas para la adecuada disposición de RCD como en la supervisión de su cumplimiento en el territorio comunal.
El estudio puede ser descargado desde AQUÍ.
Fotografía gentileza Plataforma Industria Circular + Viconsa.
Hoy en día a nivel mundial, existe la tecnología para reciclar los escombros inertes para su conversión en áridos reciclados que, de acuerdo a sus características y composición, pueden utilizarse en diversas aplicaciones.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, conversó con Revista Negocio&Construcción sobre la necesidad de que el sector avance en la gestión de residuos de la construcción y demolición (RCD).
Puedes leer la entrevista completa AQUÍ.
Para incentivar la sustentabilidad del sector construcción y su desempeño ambiental, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), anunció que este año se actualizará el “Plan Nacional de Construcción Sustentable (PNCS), incorporando la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) con el propósito de establecer metas a corto y mediano plazo que tiendan a la neutralidad del sector.
La iniciativa fue presentada al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad el 19 de diciembre del año pasado, y por una votación unánime de los ministros que lo componen (Agricultura, Hacienda, Salud, Economía, Fomento y Turismo, Energía, Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo, Transportes y Telecomunicaciones, y Minería), se decidió someter a EAE al primer Plan Nacional. El trámite que resta es que el Presidente de la República apruebe la solicitud del CMS y dé el vamos a ésta iniciativa este 2020.
Respecto de ésta iniciativa Paola Valencia, Secretaria Ejecutiva de la “Mesa Interministerial de Construcción Sustentable”, responsable de llevar a cabo la actualización del “Plan Nacional de Construcción Sustentable”, señaló que “se hace necesario contar con información, mecanismos e indicadores que ayuden a establecer políticas públicas en el corto, mediano y largo plazo en materia de edificación e infraestructura, para disminuir la huella de carbono y los impactos del sector sobre el medio ambiente”.
Agregó que “la actualización del Plan con EAE, permitirá evaluar las mejores alternativas para la toma de decisiones, a través de un proceso que esperamos sea participativo y representativo a nivel nacional”.
Uno de los temas ambientales que al Ministerio del Medio Ambiente (MMA) le interesa y que este Plan considerará en su elaboración y evaluación ambiental, son los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) que, por su volumen y disposición, generalmente inadecuada, dan origen a una serie de vertederos ilegales, basurales y microbasurales que provocan serios daños ambientales, riesgos de incendios, y grandes gastos para el país.
Según fuentes del MMA, en Chile los RCD corresponden a una de las mayores fracciones de residuos generados y se estima que al 2050, el volumen anual superará los 10 millones de toneladas, solo por concepto de ejecución de nuevas edificaciones, sin considerar los residuos de infraestructura, desastres naturales y demoliciones.
Hacia una gestión sustentable de los Residuos de Construcción y Demolición.
Una gestión integral de estos residuos, que incluya la prevención de la generación de residuos, la manipulación correcta de los que son peligrosos, la valorización de aquellos que sí lo permiten, y una adecuada disposición final de los que no, podría generar importantes beneficios para la sustentabilidad territorial y la calidad de vida de las personas.
Actualmente el país no cuenta con la infraestructura necesaria para la valorización y disposición de estos residuos, ni con la capacidad instalada para fiscalizar esta materia, a lo que se suma la escasa información disponible sobre su generación y destino debido a que los generadores, en su mayoría, no reportan en el Sistema Nacional de Declaración de Residuos (SINADER).
En este marco, un equipo interministerial (compuesto por el MMA, MINVU, MOP, CORFO, y “Construye 2025”), se encuentran elaborando la “Hoja de ruta para los RCD” en economía circular, que espera ser lanzada en julio de este año y que servirá de insumo para el proceso de actualización de la PNCS. Esta entregará lineamientos estratégicos para incorporar la sustentabilidad y la economía circular en el sector construcción”, indicó Guillermo González, jefe de la Oficina de Implementación Legislativa y Economía Circular del MMA.
Agregó que “como Ministerio estamos trabajando además de la Hoja de Ruta Nacional para la Economía Circular, en la actualización del marco regulatorio actual, y en el mejoramiento del SINADER, para generar los cambios que se requieren”.
Respecto a la actualización PNCS, valoró la iniciativa y dijo que “esperamos que constituya una herramienta potente para impulsar la economía circular en la gestión ambiental del sector construcción y en el territorio, para transitar a una industria baja en residuos, eficiente en el uso de materiales y responsable con el medio ambiente”.
Para Rubén González, encargado de RCD en la Oficina de Economía Circular, “el rol de la EAE en la implementación de economía circular es crucial, además de aportar a la construcción de la política pública en la materia, podría facilitar la incorporación de este tema, en los Instrumentos de planificación y ordenamiento territorial, permitiendo, por ejemplo, a través de la discusión, la definición de criterios y directrices para la instalación de sitios de valorización y disposición final para los RCD en el territorio. Aspecto que hemos destacado en la hoja de ruta RCD y que sin duda será parte del Plan Nacional de Construcción Sustentable”, concluyó.
Fuente: MMA
Fue una de las conclusiones arrojadas por estudio presentado por académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Cada año en la Región Metropolitana se podrían construir dos y medio edificios Costanera Center, a partir de los residuos que deja el sector. Ese fue uno de los datos entregados en el lanzamiento del estudio “Políticas municipales estandarizadas para el manejo sustentable de residuos de construcción y demolición”, en el contexto del Seminario Residuos de la Construcción y Demolición: propuesta para un manejo sustentable a nivel municipal, organizado por el Centro de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Durante un año, un equipo de docentes de dicha casa de estudios investigó sobre los residuos de la construcción y demolición, con el fin de crear propuestas concretas para un manejo sustentable a nivel municipal, que, conforme al marco normativo reglamentario y legal vigente, permita avanzar en materia de sustentabilidad
Dentro de los resultados que arrojó este trabajo realizado con más de 240 municipalidades, destaca que casi el 50% de ellas no tiene ningún instrumento asociado a residuos de ningún tipo, “los que tienen lo hacen a través de ordenanzas que es más fácil de gestionar”, indicó Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción Civil de la PUC.
Asimismo, el 44% de las municipalidades encuestadas señaló que no tienen un departamento encargado de la gestión de RCD, mientras que el 22% lo gestiona el departamento de obra municipal, el 19% aseo y ornato y 6% medio ambiente.
“Los RCD son un problema a nivel mundial, la industria de la construcción es la industria que más genera residuos; solo en Europa entre el 24% y 35% de los residuos que se generan son de este sector, lo que tiene una serie de implicancias, porque genera un gran impacto económico, social y ambiental”, explicó.
A ello se suma una gran falta de productividad, cuyo costo no está considerado actualmente, a juicio de Ossio. En Chile, el sector genera más RCD que en países desarrollados. “Por ejemplo, Gran Bretaña y Reino Unido, por cada metro cuadrado construido, generan alrededor de 0,14 metros cúbicos de residuos; por ese mismo m2 construido, en Chile llegamos a 0,26 metros cúbicos de residuos”, comentó Ossio.
Problemáticas de los RCD
Construye2025 está desarrollando una Hoja de Ruta RCD, en cuyo contexto se realizó un árbol de problemas que identificó más de 190 causas de los residuos, como el incumplimiento de leyes, regulación, normas; escasa valorización de RCD; escasa prevención en la generación de RCD; falla de mercado y fallo pasivo del Estado.
Para Ossio, la solución la explica el autor Domingo Acosta, y “puede pasar por cuatro grandes ítems. En primer lugar, necesitamos mejores diseños, que consideren desde el primer minuto los residuos y cómo evitarlos, también es necesario que nuestros procesos constructivos mejoren, y ser capaces de optimizar y mejorar en obra cómo disminuir los RCD. En este punto, la academia tiene un rol en el sentido que necesitamos más información, cuantificar los RCD, ideas innovadoras para valorizarlos y, finalmente, los municipios tienen que hacerse cargo de la legislación específica e instrumentación de programas de información y educación ambiental de lo que pasa en sus territorios o fuera de ellos”.
Propuestas de políticas públicas
Frente a los resultados recopilados, el equipo decidió trabajar en tres propuestas diferentes, una para todo tipo de municipio, otra para comunas generadoras, y una última para comunas receptoras.
En las propuestas mínimas para todo tipo de municipio destacan tener un fondo regional de gestión de RCD, que los municipios cuenten con un departamento responsable de RCD, tener presentes a los RCD en los permisos de edificación y recepción municipal, vigilar la aplicación de la normativa municipal para RCD y la gestión de residuos en obras del municipio.
A su vez, las propuestas para comunas generadoras corresponden a tener un programa de información y educación ambiental; favorecer la segregación en origen de residuos valorizables; contar con un programa de recicladores base; implementar puntos limpios bidireccionales y un centro de transferencias.
Para finalizar, las propuestas para comunas receptoras están orientadas a la fiscalización de transporte ilegal de residuos; establecimiento de canales de denuncia comunitaria; fomentar el desarrollo de competencias al interior del municipio; controlar y fiscalizar sitios de disposición legal; creación de un plan de recuperación de sitios afectados.
Además de Felipe Ossio y Juan Molina, académicos de la Escuela de Construcción Civil UC, en el estudio también participaron Cristián Schmitt, de la Facultad de Arquitectura UC; y Homero Larraín, de la Facultad de Ingeniería UC.
Representantes de distintas áreas de la cartera analizaron los pasos para avanzar en el impulso de la economía circular.
Con el objetivo de avanzar y asumir compromisos de mediano y largo plazo, se llevó a cabo el 8 de enero la primera reunión de la Mesa de Economía Circular del Ministerio de Obras Públicas, en la que se definieron las principales líneas de acción de la cartera en temas de economía circular y gestión de residuos de la construcción y demolición (RCD).
En esta mesa liderada por Evelyn Galdames, jefa de la Unidad de Gestión Ambiental de la Secretaría Ejecutiva de Medio Ambiente y Territorio (Semat) del MOP, los representantes de las distintas divisiones del ministerio analizaron las metas concretas que esperan alcanzar para 2020.
“Desde hace varios años que en la Semat tenemos identificada la necesidad de avanzar en temas de residuos y crear un plan de gestión. Hoy está en nuestras manos el poder hacer cambios, y entregar las herramientas necesarias para hacerlos, por eso es importante el trabajo que tenemos por delante como Mesa de Economía Circular, y ponernos metas concretas que podamos cumplir a corto y mediano plazo”, explicó Evelyn Galdames, jefa Unidad de Gestión Ambiental de la Semat.
Por lo pronto, los asistentes se comprometieron a trabajar en el levantamiento legal y administrativo necesario para incluir el cumplimiento de la norma NCh3562 en las bases de licitaciones públicas. De la misma forma, presentarán los avances del plan de gestión de residuos en obra del MOP.
Los asistentes a esta primera reunión fueron:
Iniciativa, que buscar introducir y dirigir a las empresas del sector Construcción hacia el nuevo paradigma de “Economía Circular”, concluyó su ejecución 2019 dando cuenta de su impacto en la industria.
El pasado 18 de diciembre se realizó el cierre 2019 del Programa CONSentido, iniciativa promovida por los programas sociales de la Cámara Chilena de la Construcción, CChC y que fue impulsada y ejecutada por la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT.
En la ocasión, cerca de 50 invitados se congregaron en la terraza de Espacio CDT, en el piso 22 del Edificio Corporativo de la CChC, para conocer de mano de sus ejecutores, los resultados obtenidos durante este año de aplicación. Así, Paola Yáñez, Jefe de Proyectos de la CDT, presentó los principales resultados de este programa, entre los que destacaron los más de 3 mil beneficiados en diversos ámbitos de acción. De este modo, la profesional subrayó la realización de talleres prácticos con trabajadores y profesionales en materias de gestión de residuos y economía circular. En total, fueron 50 obras que recibieron talleres de sensibilización (visibilización de residuos), de definición de roles y de identificación, separación y acopio.
Junto a lo anterior, se sumó la realización de un seminario internacional de gestión de residuos, con experiencias nacionales e internacionales que permitieron abordar los desafíos que estas temáticas presentan a la industria.
“El programa nació como respuestas a brechas que se identificaron en un diagnóstico preliminar y, si bien había  mucho por qué trabajar el 2019, priorizamos mejorar las respuestas que se puedan dar a la problemática pensando en que hoy la urgencia está en gestionar los residuos de la construcción. Esto, sin dejar de lado que el Programa CONSentido, busca dar los primeros pasos para encaminar al sector en lo que es la Economía Circular. En ese contexto, en 2019, abordamos distintos ámbitos de trabajo: participamos de mesas público-privadas, durante todo el año, velando por cómo estos nuevos lineamientos pueden apoyar al sector; realizamos ediciones técnicas, que tratan de darle una bajada práctica estos temas; impulsamos una misión tecnológica, con la idea de poder ir a ver qué se está haciendo afuera, para ver qué se puede aplicar acá y también tuvimos un año para implementar un proyecto en obra, con el foco de que las empresas constructoras, comenzaran a hacer una separación de residuos y comenzar a mover el sistema de valorización de los mismos. Nuestra meta era llegar a mil beneficiarios y llegamos a cerca de 3 mil. Hemos sido el puntapié inicial para muchas obras que hoy ya tienen instalados puntos de separación de residuos y han comenzado a valorizarlos”, comentó Paola Yáñez.
mucho por qué trabajar el 2019, priorizamos mejorar las respuestas que se puedan dar a la problemática pensando en que hoy la urgencia está en gestionar los residuos de la construcción. Esto, sin dejar de lado que el Programa CONSentido, busca dar los primeros pasos para encaminar al sector en lo que es la Economía Circular. En ese contexto, en 2019, abordamos distintos ámbitos de trabajo: participamos de mesas público-privadas, durante todo el año, velando por cómo estos nuevos lineamientos pueden apoyar al sector; realizamos ediciones técnicas, que tratan de darle una bajada práctica estos temas; impulsamos una misión tecnológica, con la idea de poder ir a ver qué se está haciendo afuera, para ver qué se puede aplicar acá y también tuvimos un año para implementar un proyecto en obra, con el foco de que las empresas constructoras, comenzaran a hacer una separación de residuos y comenzar a mover el sistema de valorización de los mismos. Nuestra meta era llegar a mil beneficiarios y llegamos a cerca de 3 mil. Hemos sido el puntapié inicial para muchas obras que hoy ya tienen instalados puntos de separación de residuos y han comenzado a valorizarlos”, comentó Paola Yáñez.
Misión Tecnológica
En septiembre, en el marco del programa CONSentido, se realizó una misión tecnológica a España con el objetivo de descubrir y rescatar buenas prácticas en esta materia. José Pedro Campos, Director Ejecutivo de Instituto de la Construcción, junto con Alejandra Tapia, Coordinadora Técnica de Construye 2025, dieron cuenta de la experiencia de la Misión y del aprendizaje obtenido en cada una de las actividades en España.
 “Fue una muy buena experiencia, yo felicito a la CDT y al programa CONSentido, fue una misión muy completa, desde el punto de vista de tener entrevistas con la academia, con las asociaciones, con la industria, con los ayuntamientos, con las empresas de reciclaje y participar, finalmente, de un congreso internacional que nos permitió a los participantes mirar lo que se está haciendo en Europa, en Latinoamérica y en Chile. De modo que fue una misión muy interesante y muy completa”, comentó José Pedro Campos.
“Fue una muy buena experiencia, yo felicito a la CDT y al programa CONSentido, fue una misión muy completa, desde el punto de vista de tener entrevistas con la academia, con las asociaciones, con la industria, con los ayuntamientos, con las empresas de reciclaje y participar, finalmente, de un congreso internacional que nos permitió a los participantes mirar lo que se está haciendo en Europa, en Latinoamérica y en Chile. De modo que fue una misión muy interesante y muy completa”, comentó José Pedro Campos.
Desafíos
La gestión de residuos en obra y el caminar hacia una Economía Circular en el sector ha dejado una serie de desafíos para la industria. En esta materia, Andrés Mondaca, reciclador de base que ha sido parte de las actividades de CONSentido, indicó que con este programa “se ha generado una pequeña conciencia de los que es el reciclado. Están dejando el espacio adecuado para ir separando el cartón, el plástico, los metales, las botellas, etc. Y eso de a poco se ha ido generando y eso es bueno, positivo. Espero que con el tiempo, se haga más habitual y la obra cuando comience la obra tenga los espacios listos para acopiar los materiales y así poder trabajar de forma más agilizada”.
Por su parte, para Paola Yáñez el principal desafío está en “no perder el impulso y tratar de sumar a más actores a este cambio y a esta optimización de los procesos. Hay que mover el mercado de valorización de residuos y es una tarea pendiente. Hasta la fecha no se ha vinculado con estos actores que son claves para incorporar lo que hoy hemos definido como residuos, dentro de un sistema a que vuelvan a tener la vida de un material o como nueva materia prima”.
El programa
Programa CONSentido tiene como principal objetivo el articular un grupo de colaboración dispuesto a generar información, estandarizar procedimientos, capacitar e innovar, con el compromiso de aportar al sector y contribuir a la Hoja de Ruta de Economía Circular a nivel País.
Desde ahí, su compromiso es dar bajada de los temas estratégicos, al día de las empresas de construcción y proveedores de materiales, brindando conocimientos, instalando capacidades y herramientas aplicables. De este modo, busca cerrar círculos entre eslabones de la cadena, inicialmente, proyectistas, proveedores de materiales, y empresas constructoras, con el fin de avanzar en soluciones concretas enfocadas a la economía circular.
Fuente: CDT
José Pedro Campos tuvo la oportunidad de participar en reuniones, visitas en terreno y un seminario sobre residuos de la construcción.
Con el objetivo de sostener reuniones con profesionales españoles sobre temas relacionados con el Código Modelo Sísmico para América Latina y El Caribe (CMS AL&EC) y participar en la Misión Tecnológica organizada por el Centro de Desarrollo Tecnológico (CDT) en materias sobre economía circular y la gestión de residuos, es que José Pedro Campos viajó al país europeo durante la última semana de octubre.
En una primera instancia, el director ejecutivo del Instituto de la Construcción se reunió con Amadeo Benavent y José María Goicolea, presidentes del subcomité nacional del Eurocódigo 8 y del comité nacional CTN140 (versión española del Eurocódigo 8) respectivamente. El encuentro se realizó en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, y durante la conversación, Campos les pudo contar sobre el desarrollo y trabajo detrás del CMS AL&EC.
De acuerdo con José Pedro Campos, ambos profesionales se mostraron muy interesados en el trabajo que se ha venido desarrollando en la región y posteriormente han compartido valiosa información relacionada tanto con normativa europea como latinoamericana. Cabe destacar la importancia de este encuentro, pues según comenta, el Eurocódigo 8 es una referencia para el Código Modelo Sísmico.
También se conversó la posibilidad de realizar un convenio de colaboración entre la Comisión Permanente y la UNE – Asociación Española de Normalización, y que José María Goicolea asista a la 5° Jornada de Trabajo de la Comisión Permanente que se realizará en Colombia en abril del año 2020.
El director ejecutivo del IC definió esta instancia como muy provechosa pues pudo conocer cómo operan los Eurocódigos y la forma en que trabaja la comisión española que debe acoger al primero, además de la labor sus comités, entre otros, y al mismo tiempo dar a conocer en mayor profundidad el trabajo que se viene realizando desde el año 2017 en la región en relación al CSM AL&EC.
Sobre economía circular y gestión de residuos
Durante la segunda parte de su estadía en España, José Pedro Campos fue parte de la misión tecnológica que realizó la CDT, que tenía como foco la economía circular y gestión de residuos de la construcción.
Es así como, en el primer día de actividades, los participantes sostuvieron reuniones con la Asociación Española de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición, en el Torroja, para luego juntarse con representantes de la Asociación Española de Demolición, Descontaminación, Corte y Perforación, para terminar el día con una visita en terreno a una planta de prefabricados (fachadas, y tabiquería externa).
Al día siguiente, realizaron un viaje al ayuntamiento de Majadas, donde tuvieron la oportunidad de visitar una de las más modernas plantas de reciclaje y posteriormente, durante la tarde, sostuvieron una reunión en el ayuntamiento en la cual pudieron comprender cuál es el modelo con el que Europa y España manejan la gestión de residuos de la construcción y demolición.
Finalmente, durante el 30 y 31 de octubre, la misión fue parte del Congreso Internacional de Reciclaje y Residuos de Construcción y Demolición, donde se expusieron, mayoritariamente, experiencias europeas y otras latinoamericanas desde México, Colombia y Chile. Según comenta José Pedro Campos, esta actividad les permitió tener una visión bastante interesante respecto de la situación nacional en relación a este tema.
En el mundo el 30% de los residuos son de la construcción y en Chile la cifra se eleva al 40%, mientras que en Europa la legislación obliga a que el 70% de estos residuos sean tratados en plantas autorizadas y que el 20% de los materiales para obra nueva provengan del reciclaje de residuos. Esta realidad que contrasta con la nuestra, donde la única obligación es que estos se trasladen a un vertedero autorizado.
Fuente: Instituto de la Construcción
En actividades desarrolladas con ambas carteras se destacó la importancia de generar iniciativas públicas para la gestión sustentable de los residuos de la construcción para una economía circular, y de impulsar una normativa.
Como parte de las actividades contempladas después del cierre de la consulta Pública de la Hoja de Ruta “Gestión Sustentable de los recursos y residuos de la construcción y demolición (RCD) para una Economía Circular en Construcción”, los ministerios de Vivienda y Urbanismo y Medio Ambiente realizaron mesas de trabajo con el apoyo de Construye2025.
“A partir de las brechas identificadas, nos planteamos la necesidad de hacer una Hoja de Ruta con la misión de ser un país que gestiona en forma eficiente los recursos, involucrando el ciclo de vida de los proyectos, tanto de edificación como de infraestructura, impactando positivamente en los aspectos social, ambiental y económico”, explicó Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Asimismo, destacó la importancia del trabajo colaborativo que se está realizando para asumir los desafíos que hoy existen frente a la sustentabilidad y la economía circular, sobre todo porque “es necesario avanzar no solo desde el punto de vista ambiental, sino también en las oportunidades de una mayor eficiencia en el uso de los recursos, nuevos empleos y mejoras en la competitividad de las empresas, impactando positivamente en los ámbitos ambiental, social y económico”.
Paola Valencia, encargada de Construcción Sustentable de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu, explicó a los asistentes al Taller Hoja de Ruta RCD y Economía Circular, la importancia de estas instancias: “los RCD no existen jurídicamente, no existe la cadena de valor del marco regulatorio de su disposición. Para poder hacer una gestión sustentable de residuos de construcción, necesitamos armar un marco normativo, por eso es importante esta mesa”.
En ese sentido, las principales conclusiones de dicho taller apuntan a levantar la relevancia de la regulación de los residuos de la construcción y demolición y que exista un sistema para declarar los RCD y resolver el marco regulatorio para poder disponer en instalaciones autorizadas los residuos, así como habilitar y fomentar su valorización.
La visión desde el MMA
En taller llevado a cabo en el Ministerio de Medio Ambiente, las principales declaraciones apuntaron a revisar el marco regulatorio.
También se destacó la importancia del desarrollo e implementación de instrumentos de prevención de RCD y de la definición de estándares de calidad para prevenir su generación y para gestionarlos, en caso de la reutilización.
“El trabajo que estamos haciendo como oficina está bastante alineado a los temas conversados, porque uno de los tres objetivos que tenemos es generar un esquema regulatorio para los desechos orgánicos, de la construcción e industriales, por eso es importante poder generar estas instancias de conversación”, señaló Guillermo González, jefe de la Economía Circular del MMA.
En ese sentido, Rubén González, encargado de RCD de la Oficina de Economía Circular, invitó a los asistentes a hacerle seguimiento a estas temáticas: “tenemos que continuar trabajando juntos para abrir posibilidades a aquellos temas que son de su interés y que comulgan con lo que podamos hacer por la Estrategia de Residuos de Construcción y Demolición, por ejemplo, temas de la ley REP y cómo fomentar el uso de materiales reciclados en la construcción y reciclar sus residuos. Entablar conversaciones que abran posibilidades y compartamos intereses mutuos”.
Los asistentes de ambos talleres destacaron la importancia de seguir trabajando en los temas de sostenibilidad y economía circular desde sus propias experiencias, agradecieron este tipo de instancias a los organizadores.
Joaquín Cuevas de la constructora Viconsa se encuentra en España estudiando e investigando cómo desde Europa han dado solución a la problemática de los RCD, para adaptar en Chile las buenas prácticas europeas.
Buscar nuevas soluciones y aplicar un modelo de economía circular es clave para avanzar hacia el objetivo de ser un país con una industria de la construcción sustentable, que gestiona sus residuos. Lograr esto implica un cambio cultural dentro de las organizaciones y ya existen casos de éxito, como el de la constructora Viconsa, que ha capacitado a sus trabajadores para encaminarlos hacia una gestión sustentable de residuos.
 En la actualidad, Joaquín Cuevas, jefe del Departamento de Manejo de Residuos y Medio Ambiente de Viconsa, se encuentra en España realizando una misión tecnológica extendida. “Junto a dos instituciones claves como el Instituto Eduardo Torroja y la Asociación de RCD española, estoy elaborando un diagnóstico de la situación española y europea en torno a los RCD, para posteriormente llegar a unas conclusiones que permitan generar una propuesta de modelo de negocio, para poder instalar la primera planta de RCD en Chile, con miras a que este modelo pueda ser replicado en todo el país a través de las municipalidades, dando así paso al desarrollo de un nuevo mercado o industria, la cual existe en Europa hace más de 30 años”, explica Cuevas.
En la actualidad, Joaquín Cuevas, jefe del Departamento de Manejo de Residuos y Medio Ambiente de Viconsa, se encuentra en España realizando una misión tecnológica extendida. “Junto a dos instituciones claves como el Instituto Eduardo Torroja y la Asociación de RCD española, estoy elaborando un diagnóstico de la situación española y europea en torno a los RCD, para posteriormente llegar a unas conclusiones que permitan generar una propuesta de modelo de negocio, para poder instalar la primera planta de RCD en Chile, con miras a que este modelo pueda ser replicado en todo el país a través de las municipalidades, dando así paso al desarrollo de un nuevo mercado o industria, la cual existe en Europa hace más de 30 años”, explica Cuevas.
Estos estudios fueron posible gracias a que Construye2025 patrocinó la postulación de Cuevas. “Desde que comenzamos como empresa a preocuparnos por nuestros residuos, la colaboración con el Construye2025 ha sido clave para el desarrollo de todo lo que estamos haciendo y creemos que nosotros para ellos también. Hemos trabajado en una colaboración mutua con un solo interés en común, el cual es dar solución a la problemática de los RCD. Y cuando hablo de colaboración mutua no es solo 1 a 1, sino que esta involucra una serie de otras empresas e instituciones que estamos en constante colaboración y en contacto para llevar a delante casi por amor al arte lo que creemos es lo correcto hacer, para mejorar la sustentabilidad del sector”, comenta el profesional.
En ese sentido, a su juicio, la labor del programa estratégico de Corfo ha sido clave, debido a su institucionalidad y “hasta que no exista en el país otra institución que se preocupe y empuje al sistema para que cambie en este aspecto el Construye2025 es el gran punto de encuentro para estos temas”.
Soluciones sustentables
Según cálculos propios de la constructora, en los últimos tres años de operación, por cada 3,85 m2 de losa construida, generan un promedio de 1 m3 de residuos, lo que se refleja en más de 20.000 m3 de residuos: desde sobras de hormigón, madera, plásticos, fierro y cartón, hasta cerámicos, lana mineral, residuos tóxicos, pintura y neumáticos, entre otros.
Frente a este escenario, Cuevas asegura que hay que avanzar y encontrar soluciones, mirando cómo lo están haciendo afuera: “como empresa constructora, creemos que la situación en Chile con respecto a los RCD que generamos es insostenible, por lo tanto abordamos este problema desde la responsabilidad de proponer soluciones efectivas y trascendentales en el corto plazo y es por esto que no hay tiempo que perder. Para lograr este desafío, hay que salir a observar cómo solucionan la problemática en otros países, desde el punto de vista legislativo, económico y social”.
El trabajo que está realizando en España el profesional de Viconsa consiste en visitar plantas de reciclaje, conversar con asociaciones y centros tecnológicos, interiorizarse en las investigaciones, recabar en la historia, conectar con fabricantes de maquinarias y “una serie de otras interacciones con las personas que viven de este rubro, para poder adaptar de la mejor manera las buenas prácticas e ir un paso más adelante en la fundación de las bases de un modelo chileno para el reciclaje de los RCD que es imperativo poder comenzar”.
Como parte de su experiencia durante su estadía en Europa, lo que más le ha llamado la atención a Cuevas es que “existe un mercado, una industria o un sector, completamente volcado a esta actividad del reciclaje de los RCD. Un sector que está madurando y está lejos de tener todo resuelto y funcionar a la perfección, pero un sector al fin y al cabo que vive el día a día, obteniendo ganancias, creciendo y participando de un mercado activo de transacción de materias primas ‘verdes’”.
Para él, esto significa un impulso para el ánimo y la moral, “saber que sí se pueden obtener rentabilidades con el reciclaje, que sí se puede mejorar y sí es sostenible en el tiempo. Por lo que es solo cuestión de tiempo para que esto ocurra en Chile, ya que solo hay que saber cuáles son las teclas que se deben tocar para que en Chile comience a sonar la melodía de la sustentabilidad en la construcción”.
Además, señala que todo se puede adaptar en Chile, ya que “el concepto de la economía circular es el mismo en todas partes. Así como la naturaleza también lo es, y esta se va adaptando y variando sus formas de acuerdo al clima. Los proyectos e ideas en Chile, deben adaptarse a la legislación actual y esta, a su vez, debe cultivar, proteger e incentivar las nuevas ideas, que ya están en el país. Por lo que este es el gran desafío: lograr que nuestros políticos creen ese clima óptimo de desarrollo para las nuevas ideas y proyectos circulares”.
Premio Congreso Internacional RCD
 El Congreso Internacional de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición RCD, a través de su Comité Organizador, convocó a las empresas a presentar sus proyectos de gestión de residuos en obra, con el fin de promover la sana competencia y destacar las mejores iniciativas.
El Congreso Internacional de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición RCD, a través de su Comité Organizador, convocó a las empresas a presentar sus proyectos de gestión de residuos en obra, con el fin de promover la sana competencia y destacar las mejores iniciativas.
El caso presentado por Viconsa obtuvo el tercer lugar. “Nuestra empresa obtuvo la mención bronce, postulando el proyecto que realizamos en Gómez Carreño, Pacific Blue, con el programa OBRA LIMPIA, donde básicamente se demostró que la gestión de los residuos produjo un ahorro significativo para la obra, utilizando una metodología desarrollada por la obra, con estadísticas, gráficos y mediciones que fueron presentadas en un informe”, explica.
También postularon proyectos de toda España y países latinoamericanos como Colombia, México, Brasil, entre otros.
Próximos desafíos
A juicio de Cuevas, el desafío para implementar lo aprendido pasa por crear un mercado para las materias primas recicladas, un mercado, educado e informado, consciente de que la colaboración entre empresas, instituciones y universidades es fundamental a la hora de desarrollar una actividad que trae enormes beneficios medioambientales, económicos y sociales. Por lo tanto, “creo que aquí debiéramos enfocar nuestros esfuerzos, ayudar al desarrollo de nuevos negocios, para construir una industria colaborativa en beneficio de todos, con una sana competencia y buenas intenciones, sin dejar de ganar dinero”, opina.
Además, cuenta que al ver obras en España se dió cuenta de que, en ciertos aspectos, Viconsa va por el camino correcto: “estamos haciendo mejor las cosas y con un poco más de disciplina, rigurosidad y educación, podemos lograr resultados realmente buenos”.
En ese sentido, Cuevas declara estar “convencido que el desarrollo de esta actividad, se debe fundar sobre un modelo de negocio ejemplar, que propicie la sana competencia, la colaboración y la sostenibilidad de una industria que está al debe en los temas sociales y medio ambientales”.
Con el apoyo de Construye2025, el MOP realizó un taller de Economía Circular, con el fin de priorizar lineamientos y acciones para implementar la Hoja de Ruta RCD y anunció la formación de una mesa de trabajo para abordar la temática.
El Ministerio de Obras Públicas anunció oficialmente que la cartera conformará una Mesa de Economía Circular, con la que esperan seguir avanzando en los lineamientos del MOP en esta materia.
El anuncio fue realizado por Mauricio Lavín, secretario ejecutivo de Medio Ambiente y Territorio del MOP (Semat), en el contexto de un taller realizado en conjunto con Construye2025, programa impulsado por Corfo, en el que se identificaron cuáles eran los lineamientos del MOP en economía circular y en gestión de residuos de construcción y demolición (RCD). De hecho, Lavín especificó que bajo el foco de la Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los recursos y residuos, RCD, para una Economía Circular en Construcción, “hoy queremos realizar una priorización de los lineamientos y empezar a trabajar en los temas que queremos desarrollar el 2020 y a mediano plazo. La invitación es a que podamos construir entre todos esta agenda”.
 Por lo pronto, la cartera ya presenta algunos proyectos de economía circular que muestran un positivo impacto en su implementación, como los tres casos de éxito mostrados por Walter Kaempfe Rossi, jefe del Departamento de Proyectos de la División de Infraestructura Aeroportuaria de la Dirección de Aeropuertos, relacionados con la reutilización de pavimentos: dos de Iquique y uno de Arica.
Por lo pronto, la cartera ya presenta algunos proyectos de economía circular que muestran un positivo impacto en su implementación, como los tres casos de éxito mostrados por Walter Kaempfe Rossi, jefe del Departamento de Proyectos de la División de Infraestructura Aeroportuaria de la Dirección de Aeropuertos, relacionados con la reutilización de pavimentos: dos de Iquique y uno de Arica.
Kaempfe explicó que en ambas localidades se obtuvieron resultados sobre los esperados y se redujeron los tiempos y costos. Con esa experiencia, para el 2020 tienen el proyecto de aplicación de base reciclada a gran escala en el aeródromo Tobalaba, donde se evitará que el 85% de los residuos se vayan a un vertedero.
Asimismo, Mireya Parrini del Departamento Regional de Conservación y Administración Directa de la Dirección de Vialidad de la Región de Valparaíso, presentó el proyecto “Innovación de Gestión de Desechos Viales”, en el cual se utilizaron materiales en desuso para mejorar la conectividad de las personas, mejorando su calidad de vida, reduciendo tiempos de viaje de los habitantes y disminuyendo los accidentes de los caminos que fueron mejorados gracias a este proyecto.
“La Dirección de Vialidad, con su programa de caminos básicos, tiene como tarea dar conectividad y entregar  soluciones con bajo presupuesto, por eso se nos ocurrió reutilizar los materiales que iban quedando en los recintos de vialidad y creamos soluciones de contención y ensanchamiento de calzada. Con eso, además de impactar positivamente en la sociedad, mejoramos la imagen de la gestión pública y dignificamos la labor del trabajador de vialidad local”, explicó Parrini.
soluciones con bajo presupuesto, por eso se nos ocurrió reutilizar los materiales que iban quedando en los recintos de vialidad y creamos soluciones de contención y ensanchamiento de calzada. Con eso, además de impactar positivamente en la sociedad, mejoramos la imagen de la gestión pública y dignificamos la labor del trabajador de vialidad local”, explicó Parrini.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, explicó a los asistentes la importancia del trabajo colaborativo que se está realizando para asumir los desafíos que hoy existen frente a la sustentabilidad y la economía circular, sobre todo porque “es necesario avanzar no solo desde el punto de vista ambiental, sino también en las oportunidades de una mayor eficiencia en el uso de los recursos, nuevos empleos y mejoras en la competitividad de las empresas, impactando positivamente en los ámbitos ambiental, social y económico”.
Además, manifestó que “esperamos poder lanzar la hoja de ruta el primer semestre del 2020 y alcanzar acuerdos con los distintos actores para su implementación”. Para ello, “es muy importante esta instancia con MOP, porque es lo que necesitamos, poder hacernos cargo de implementar las soluciones a los problemas planteados. Por tanto la formación de esta mesa de Economía Circular,es un hito para la implementación de la Hoja de Ruta RCD”, añadió.
Taller de priorización
Las principales conclusiones del “Taller de priorización de líneas de trabajo MOP y los desafíos al 2020” hablan del uso eficiente de los recursos, reducir el uso de áridos naturales y el control sobre su extracción, reutilizar materiales en desuso, incorporar el reciclaje en pavimentos y ser responsables de los desechos que producen desde la cartera. También se mencionó la importancia de trabajar en la descentralización e incluir a las regiones dentro de los procesos consultivos, para que manejen la misma información.
Todos los asistentes coincidieron en la importancia de la buena comunicación transversal a los diferentes departamentos, para que sea de fácil acceso y articulación. Y, por último, que las autoridades estén involucradas en los temas de economía circular y gestión de los RCDs para estar alineados en las iniciativas y avanzar en conjunto como ministerio.
Al finalizar, Mauricio Lavín señaló que “con la conformación de esta mesa de trabajo, seguiremos trabajando en los lineamientos del MOP en esta materia”, y en enero 2020 se realizará la primera reunión, utilizando los resultados sistematizados y analizados de este taller y con la idea de incluir a regiones, para promover sus iniciativas.
La Mesa de Economía Circular del MOP estará estará compuesta por los siguientes integrantes:
Dirección de Aeropuerto: Carolina Ortega.
Dirección de Arquitectura: Oriana Solís.
Dirección General de Concesiones: Andrés Vergara.
Dirección de Obras Hidráulicas: Juan Reveco.
Dirección de Obras Portuarias: Cristian Contzen.
Dirección de Vialidad: Daniela Latrach.
Dirección de Obras Públicas: Evelyn Galdames.
Con los nuevos desafíos país, vinculados a un desarrollo más sustentable y equitativo, se propiciará que el sector de la construcción pase de un sistema de producción lineal a un modelo de economía circular, tanto en diseño, edificación de infraestructura, donde se integre la gestión sustentable de los residuos durante el proceso de construcción.
El Seremi del Medio Ambiente de la Región del Maule, Pablo Sepúlveda junto a su par de Vivienda y Urbanismo, Gonzalo Montero, encabezaron la jornada regional de “Construcción Sustentable”, evento en el que se trató en profundidad la temática de Gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCD).
En el taller participaron representantes del sector público, privado y municipal, con el fin de dialogar sobre la problemática de residuos de construcción sus causas y efectos, ya que la alta generación de RCD, -en su mayoría-, son dispuestos en áreas no adecuadas, ni autorizadas, provocando impactos ambientales, sociales y económicos importantes, como la formación de vertederos ilegales, dañando ciudades, ecosistemas naturales, paisajes, patrimonio, salud y la calidad de vida de las habitantes de la región del Maule.
Los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), provienen principalmente del desarrollo de proyectos nuevos, de la rehabilitación, reparación y reacondicionamiento de obras existentes; y de los procesos de preparación de terrenos y de la demolición de obras. Muchos de los RCD, pueden ser manejados correctamente y recuperados. Lo que brinda una oportunidad de negocio para aprovechar estos recursos, fomentar una economía circular y reducir el impacto ambiental provocado por estos residuos.
En la ocasión el representante del Ministerio del Medio Ambiente, señaló ante los presentes que “la construcción de ciudades más sustentables, eficientes, equitativas y más justas es una temática relevante para nuestro gobierno y para toda la sociedad, por lo tanto esta jornada de construcción sustentable nos tiene que permitir enfocar nuestros esfuerzos por desarrollar una estrategia hacia el futuro con equidad social, que englobe a la sociedad civil, las empresas privadas y el gobierno”, indicó Pablo Sepúlveda.
En tanto, el Seremi de Vivienda y Urbanismo, Gonzalo Montero, enfatizó que “debemos generar cambios, desde el mundo privado y también como funcionarios públicos por el cuidado del medio ambiente y tenemos que conversar sobre la construcción sustentable y el manejo de los residuos, sumar tecnologías y cumplir con los estándares”, expresó la autoridad regional.
En la jornada se resaltó la necesidad de promover una normativa sobre disposición de residuos que fomente el uso de materiales y residuos posibles de reutilizar; para generar que la industria sea más productiva, aumente en un 20% las edificaciones sustentables y disminuya en un 30% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) al 2030 ocasionadas por la industria a la construcción.
En este sentido, se trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.
Para finalizar, en la instancia se invitó a participar en el proceso de consulta pública de la “Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los recursos y residuos, RCD, para una Economía Circular en Construcción”, el que estará abierto hasta el 21 de noviembre de 2019, y donde los interesados podrán entregar su opinión y/o sugerencias en el siguiente link: http://construye2025.cl/rcd/hoja-de-ruta/
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente
Por Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad Construye2025
Actualmente, se encuentra en consulta pública abierta a la ciudadanía la Hoja de Ruta RCD (Residuos de la Construcción y Demolición), después de un año y medio de trabajo y un proceso participativo en el que interactuaron más de 280 personas, llevado a cabo en cuatro ciudades con distintos contextos geográficos. La Hoja de Ruta RCD, para una Economía Circular en Construcción se desarrolló tras el esfuerzo y la motivación de representantes del sector público que, en conjunto con la academia y el sector privado, soñaron con “un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, impactando positivamente en los ámbitos social, ambiental y económico”.
La construcción de una hoja de ruta para la gestión sustentable de los recursos y residuos (RCD) surge de la necesidad de abordar desde el Estado la reducción de extracción de materias primas y generación de residuos de la construcción y demolición (RCD), a partir del uso eficiente de los recursos, y el manejo jerarquizado y ambientalmente racional de los residuos, fomentando la economía circular y la disminución de emisiones del sector construcción.
“Al 2023 se proyecta que la generación de RCD alcanzará a más de 7 millones de metros cúbicos, correspondiente al volumen de 15,5 estadios nacionales”
En Chile, los RCD representan cerca del 34% de los residuos sólidos (Conama 2010). Al año 2023, se proyecta que su generación alcanzará las 7.455.602 de toneladas anuales, solo considerando vivienda (Minvu 2019), lo que equivale a más de 7 millones de metros cúbicos, correspondiente a un volumen de 15,5 estadios nacionales. Este volumen no considera los RCD generados por la construcción de edificios públicos, infraestructura, demoliciones, ni tampoco los escombros originados tras desastres naturales. Esta situación es crítica considerando que actualmente nueve regiones de Chile no cuentan con lugares autorizados de disposición final para residuos sólidos asimilables (Minvu 2019), por tanto, no hay cobertura nacional para su adecuada disposición, tampoco inversiones proyectadas de resolver el problema ni una institucionalidad a cargo a nivel nacional para la gestión de los RCD.
La principal problemática es que los residuos de la construcción y demolición (RCD), históricamente, se insertan en un proceso de producción lineal. Su generación, gestión e inadecuada disposición, son un gasto y pérdida de recursos, tanto para el sector público como para el privado y, además, ha tenido impactos negativos en la salud de las personas, el espacio urbano y natural, deteriorando tanto el entorno social como el ambiental.
El sector de la construcción en Chile tiene una participación por sobre el 7,1% del Producto Interno Bruto (PIB) y una participación del 8,5% de los empleos a nivel nacional (CChC, 2017) con 30 mil empresas relacionadas, en las que trabajan más de 700 mil personas. De ellas, un 98% corresponde a pymes, que crean el 81% de los puestos de trabajo en el sector y aportan el 34% de la facturación (Construye2025, 2015). Esta contribución económica se basa en una economía lineal, en la que se extrae, fabrica y construye, luego se desecha y demuele. Según un informe del Panel Internacional de Recursos (IRP 2016), auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA), el incremento del consumo sumado al crecimiento de la clase media, ha triplicado la cantidad de materias primas extraídas de la Tierra en las últimas cuatro décadas.
“La principal problemática es que los residuos de la construcción y demolición (RCD), históricamente, se insertan en un proceso de producción lineal. Su generación, gestión e inadecuada disposición, son un gasto y pérdida de recursos”
Pero el problema también tiene una fuerte componente social: las comunas donde se genera la mayor cantidad de residuos no tienen sistemas de control -permisos de edificación y recepción final- para la trazabilidad de los residuos, como la legislación europea (Real Decreto 108/2011), al igual que muchos propietarios y ejecutores de las obras no consideran los impactos que causa la construcción y demolición asociadas a sus proyectos ni dónde se dispondrán sus residuos. Esta situación hace evidente la inequidad a nivel territorial, los residuos, RCD, van a parar muchas veces a espacios públicos y riberas de ríos de otras comunas y la municipalidad receptora -generalmente las más vulnerables- se tiene que hacer cargo. Un ejemplo es Puente Alto, que gasta 2,5 veces en limpiar los escombros por sobre la inversión que realiza anualmente en áreas verdes. Además, cuenta con solo 1,5 m2 de áreas verdes por habitante, siendo que la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 9 m2 de áreas verdes por habitante.
Si bien las demandas sociales que han surgido en estos últimos días en el país han visibilizado la inequidad desde el punto de vista económico y social, la invitación es a reflexionar sobre la oportunidad que se abre para repensar y actuar de manera “responsable y sustentable” sobre el uso eficiente de los recursos, y entender que la equidad debe ser social, económica y también ambiental.
La economía circular podría contribuir al crecimiento sustentable, así lo declaran estudios internacionales que han demostrado que es posible aumentar la productividad de los recursos en un 3% anual, incrementar los empleos hasta en un 3%, reducir las emisiones de carbono hasta en un 70% y aumentar el PIB hasta 7% (Ellen MacArthur Foundation 2015), considerando a la construcción como uno de los sectores que tendría un impacto positivo en implementar acciones.
Fuente: Reporte Sostenible
Se estima que hoy, el 35% de todos los desechos sólidos del país provienen del sector. Ya que su adecuada disposición es un problema creciente, distintas iniciativas surgidas en el sector público y también en las mismas empresas, buscan generar soluciones.
En el último año la actividad de la construcción aumentó en un 2.6% en Chile, según datos de Cámara Chilena de la Construcción (CChC). A esto se suman las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas donde la superficie total autorizada para edificación alcanzó 1.713.000 m2, aumentando 29,1% en 2018.
Este sector productivo ha demostrado en el tiempo ir en alza, lo que permite dinamizar la economía. No obstante, crea un problema ambiental también creciente: la generación de residuos y su disposición final.
De hecho, el 35% de los residuos sólidos proviene de la construcción y la demolición y, según el Minvu, se proyecta que a 2025 estos alcancen los 7,4 millones de toneladas al año, suficiente para llenar más de 15 veces el Estadio Nacional.
“Actualmente los Residuos de la Construcción y Demolición, llamados RCD son un gran problema en el mundo, y en Chile generamos mucho más. Por ejemplo, en un país desarrollado la construcción de un edificio habitacional genera 0,14 metros cúbicos (m3) de residuos por cada metro cuadrado (1m2) construido. En cambio, en nuestro país, para ese mismo edificio generamos 0,26 m3 por m2, casi el doble”, explica Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
A opinión de este experto, “somos muy ineficientes en esta materia, lo que tiene impactos ambientales, sociales y económicos”, afirma.
Entre ellos, dice, los residuos del sector de la construcción afectan la flora y fauna del lugar donde se depositan, alteran los drenajes naturales, generan contaminación del suelo y de las aguas, tanto superficiales como subterráneas. Además, se contamina el aire por su disposición y transporte.
“Somos muy ineficientes en esta materia, lo que tiene impactos ambientales, sociales y económicos”.
“A esto se suma que hay comunas que no tienen sitios de disposición final legales o ilegales, que afectan la calidad de vida de las personas. Recuperar esos sectores es inviable, por lo que tiene una afectación social muy importante”, sostiene.
Hacia una solución
Un ejemplo es la comuna de Puente Alto, que gasta 2,5 veces de la inversión que realiza en áreas verdes, en limpiar los escombros que dejan los depositarios finales de este tipo de desechos. Esta inversión es significativa, ya que esta comuna del sur de Santiago cuenta sólo con 1,5 m2 de áreas verdes por habitantes, en contraste con la recomendación de 9 m2 de áreas verdes por habitantes, que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para enfrentar este problema, el programa “Construye2025”, impulsado por Corfo, elaboró una Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los Recursos y Residuos de la Construcción y Demolición, que se lleva a cabo en conjunto con los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas.
La iniciativa busca generar una industria más productiva disminuyendo en un 20% los costos de producción; aumentar en un 20% las edificaciones sustentables y disminuir en un 30% las emisiones de CO2 al 2030.
“La economía lineal se basa en extraer, fabricar y construir, luego se desechar y demoler. Sin embargo, los nuevos desafíos globales vinculados a la disponibilidad de materias primas, agua y energía, movilizan a las empresas hacia un cambio de paradigma, en el que la economía circular es una clara oportunidad de creación de valor”, explica Alejandra Tapia, coordinadora técnica del Programa “Construye2025”.
Corfo elaboró una Hoja de Ruta para la Gestión Sustentable de los Recursos y Residuos de la Construcción y Demolición para aumentar en un 20% las edificaciones sustentables.
El objetivo es lograr “un país que gestiona sus recursos en forma eficiente”, por lo cual trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.
Para el académico de la UC, Felipe Ossio, el enfoque debería comenzar con “la prevención de su generación”. Y agrega: “si se generan, hay que minimizarlos o reutilizarlos y luego recién después de eso viene el reciclaje. Finalmente, se puede dar la valorización energética y eliminación final. Las obras de construcción en Chile en general no reciclan, lo que haces es segregar para que otras industrias reciclen”.
Algunas iniciativas
Para hacer frente a este problema hay varias empresas que ya están mejorando sus prácticas hacia otras más sustentables. Es el caso de Recylink (www.recylink.com), una plataforma que permite reciclar y gestionar los residuos de la construcción y edificación de forma responsable, disminuyendo su impacto ambiental y contando con la trazabilidad de esa reducción.
 TRABAJADOR DE RECYLINK SEPARA LOS DISTINTOS RESIDUOS GENERADOS POR EL RUBRO.
TRABAJADOR DE RECYLINK SEPARA LOS DISTINTOS RESIDUOS GENERADOS POR EL RUBRO.
FOTO: RECYLINK.
La empresa fue creada por Nicolás Behar y Rodrigo Galleguillos y es ganadora de los Premios Latinoamérica Verde.
Funciona con tres aspectos generales: primero como un marketplace tanto de transportistas y sus camiones, como de plantas de disposiciones finales de residuos, donde los usuarios pueden elegir los lugares de disposición final y con quien transportarlos. Segundo, es una herramienta de comunicación y coordinación con empresas de transporte para solicitar recolecciones de residuos on-demand. Y tercero, es una herramienta de trazabilidad que gestiona la información de las operaciones realizadas, junto a los documentos asociados que acreditan que la gestión fue realizara correctamente.
Uno de los casos más emblemáticos es el de la constructora Viconsa que dio origen al programa Obra Limpia. “Comenzamos a hacernos cargo de tres residuos fundamentales: el fierro, la madera y el cartón. Se tomó la decisión que todas nuestras obras en la Región de Valparaíso tuvieran puntos limpios y hacemos charlas todos los lunes con el equipo de trabajo”, cuenta el jefe de Departamento de Manejo de Residuos y Medio Ambiente de Viconsa, Joaquín Cuevas.
Así, el ejecutivo explica que, para hacer más eficiente este proceso, se comenzaron a generar estadísticas, medir los costos asociados para demostrar que no son residuos y que pueden servir para otros procesos productivos.
“Por ejemplo –dice- con la madera se hacen ladrillos que sirven como combustible. El cartón se lo entregamos a un reciclador base y lo lleva a un gestor autorizado. La cerámica la regalamos a fundaciones que hacen mosaicos, etc. La clave es separarlo en obra para disponerlo de una buena manera. Es importante que el mercado nos ayude a recibir estos residuos”, sostiene.
Estas medidas han traído beneficios económicos, sociales y ambientales para su empresa. Actualmente trabajan en un proyecto piloto en España, donde ya hace 30 años hay plantas que reciclan estos residuos de construcción y demolición, convirtiéndolos en nuevas materias primas para las obras. El objetivo es probar la tecnología y luego instalarla en Chile.
“Con la madera se hacen ladrillos para combustible, el cartón se lo entregamos a un reciclador, la cerámica la regalamos a fundaciones que hacen mosaicos, etc. La clave es separarlo en obra”.
Otro caso es el de la empresa constructora Axis S.A. que decidió levantar un proyecto para solucionar el problema de los residuos que generan. “Hicimos Innovación Abierta por el cual invitamos a otros actores de la comunidad para participar en buscar soluciones: entidades públicas, municipalidades, universidades, constructoras y empresas donde desarrollamos talleres para encontrar soluciones nuevas. Algunas partiendo de cero, como procesar el poliestireno y transformarlo en pintura, el aprovechamiento de residuos de hormigón para producir otros elementos prefabricados, la reutilización y el reciclaje”, afirma su gerente general, Enrique Loeser.
En la empresa ya están aplicando las 3R (reducir, reutilizar y reciclar) y trabajando hacia una economía circular.
“Para la disposición de los residuos estamos usando contenedores especiales separados por materialidad en las obras para posteriormente asignarles distintos destinos. Los beneficios son múltiples, partiendo por comprar sólo la cantidad necesaria de materiales, lo que también ayuda a disminuir costos”, explica Loeser.
Fuente: La Tercera
Incluir el cumplimiento de la norma recientemente oficializada NCh3562, promoverá la gestión de residuos de la construcción, disminuyendo el impacto medioambiental de la construcción del proyecto habitacional Juan Pablo II.
Concientizar sobre la responsabilidad de hacerse cargo de los residuos que se generan en la construcción y demolición de proyectos inmobiliarios, fue uno de los motivos por lo que el equipo de la Municipalidad de Lo Barnechea decidió incluir el cumplimiento de la norma NCh3562:2019 Gestión de residuos – Residuos de construcción y demolición (RCD) – Clasificación y directrices para el plan de gestión, en el proyecto habitacional de radicación del último campamento de la comuna.
La importancia de incluir el cumplimiento de esta nueva norma radica en que “ordena e impulsa adecuadas formas de manejo de los residuos de la construcción, estableciendo los mecanismos y metodologías para la gestión, control y trazabilidad de los residuos”, enfatiza Felipe Guevara, alcalde de la comuna.
En ese sentido, “esperamos lograr un menor impacto ambiental en el sector de la obra y claro que somos conscientes de que la implementación de estos nuevos procesos toma un tiempo. Hemos avanzado mucho en conseguir ser una comuna que recicla en todo su territorio, incluso en montaña, y seguimos avanzando y aplicando nuevas tecnologías, hacia allá apuntamos a largo plazo, que vele por aumentar la productividad, la eficiencia de los recursos y que sea socialmente responsable”, explica el edil de Lo Barnechea.
Con esta iniciativa y otras prácticas ambientales, el municipio promueve el bienestar de la comunidad y vela también por las generaciones futuras. Con medidas como esta, generarán incentivos que apunten a la eficiencia en el uso de los recursos y en los procesos constructivos, disminuyendo la contaminación y promoviendo una economía circular dentro de la comuna. Así lo explicó Guevara: “queremos impulsar un cambio de paradigma, lograr ver los residuos como un producto, como materiales que se pueden reutilizar. Es una nueva mirada que hay que comenzar a trabajar, hoy en día existe la tecnología, hay que aprovecharla con el fin de apuntar hacia el logro de un desarrollo sostenible”.
Y es que actualmente, hay importantes brechas en Chile con respecto a la gestión de recursos y residuos. En 9 regiones del país no existen vertederos autorizados para disponer los RCD, y la extracción de áridos será cada vez más restringida. “Los efectos de la economía lineal obligan a repensar no sólo cómo se diseña y construye la edificación e infraestructura pública, sino que también las políticas, reglamentos, normativas y otras iniciativas impulsadas por el Estado”, explica Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
Gracias al trabajo colaborativo entre el programa Construye2025, impulsado por Corfo, y el equipo de sostenibilidad de la municipalidad, la comuna es una de las primeras en aplicar el cumplimiento de la norma NCh3562 en sus licitaciones y pretende, en un tiempo más, establecer un sello para destacar a las empresas que se sumen a estas buenas prácticas, creando incentivos dirigidos a los proyectos inmobiliarios de la comuna, lo que sería un gran avance y ejemplo a replicar por otros municipios.
“Como programa Construye2025, buscamos incentivar y entregar herramientas para lograr el objetivo que tenemos, de ser un país que gestiona sus recursos de forma eficiente, impactando positivamente a nivel económico, ambiental y social”, aclara Alejandra Tapia.
La norma NCh3562:2019 sobre la Gestión de residuos – Residuos de construcción y demolición (RCD) – Clasificación y directrices para el plan de gestión, se oficializó recientemente y fue promovida por la Subsecretaría de Construcción Sustentable del ministerio de Vivienda y Urbanismo, convirtiéndose en un protocolo de cómo hacer la gestión sustentable durante el proceso de construcción.
Se requiere que el Estado, a través de sus instituciones y en forma coordinada, tome las medidas y acciones necesarias para impulsar una economía circular en construcción.
Comprometidos con ser un país que gestiona sus recursos en forma eficiente y sustentable en el marco del ciclo de vida de los proyectos de edificación e infraestructura, el Comité Consultivo Público, mesa de trabajo conformada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, además de Corfo y Construye2025, y a cargo del desarrollo de la hoja de ruta “Gestión Sustentable de los recursos y residuos de construcción y demolición (RCD) para una Economía Circular en Construcción”, se reunió en un desayuno ampliado al que también fueron invitadas las carteras de Salud, Educación y Bienes Nacionales. En la ocasión, los asistentes validaron la importancia de trabajar en conjunto hacia una economía circular y coincidieron con los avances obtenidos a la fecha sobre el trabajo de elaboración de la hoja de ruta.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, explicó a los asistentes la importancia del trabajo colaborativo que se está realizando para asumir los desafíos que hoy existen frente a la sustentabilidad, la economía circular y la COP25, sobre todo porque “tenemos muchas oportunidades en la economía circular y es necesario avanzar no solo desde el punto de vista verde, sino también de las oportunidades de crecimiento económico, nuevos empleos y mejoras en la competitividad de las empresas”.
Para ello, es necesario aunar esfuerzos, a juicio de Tapia: “nos dimos cuenta que no podemos recorrer este camino solos, por eso es relevante que contemos con representantes de diferentes áreas del sector público y privado”.
En la oportunidad, se destacó, además, la necesidad e importancia que desde el ámbito público las distintas entidades tengan un rol en la gestión de los residuos de construcción y demolición a nivel nacional, ya que “no nos hemos hecho cargo y como país ya estamos maduros y preparados a nivel nacional e internacional para liderar esta conversación. Tenemos que aprovechar el impulso de la COP25 para dejar temas instalados de acá a noviembre y no perder esta gran oportunidad”, señaló Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu.
Navarrete también dio cuenta que los residuos y vertederos clandestinos son del área de la construcción, no domiciliarios, información obtenida a través de un estudio hecho por la cartera, por lo que existe una deuda importante de la cual “nos tenemos que hacer cargo”.
Para esto, anunció que están trabajando en mesas del Convenio Interministerial de Construcción Sustentable a nivel nacional, en la que se tratan estos temas. “Es necesario aunar, convocar y sacar una norma o ley de valorización de residuos; hemos hecho estudios, pero este no es un tema del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, es un tema país, todos tenemos que aportar y estas instancias son muy importantes”, explicó Navarrete.
Dar paso a la circularidad
Una opinión similar tiene Guillermo González, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente (MMA), para quien ve hoy en la economía circular una solución para los residuos.
En términos de cifras en Chile, a nivel domiciliario, el 80% de los residuos están yendo a un relleno sanitario, es decir, cumpliendo la ley, “pero queda un 20% por seguir avanzando”, sentenció González.
Y si bien el grueso del trabajo ya se hizo, es momento de avanzar más allá. “Y cuando uno piensa en avanzar más allá y se pone los ‘lentes de la economía circular’ nos damos cuenta que el 96% de los residuos domiciliarios en Chile está yendo a eliminación y desde ese punto de vista, cuando nos comparamos con los países OCDE estamos al final de la lista, peleando el último puesto con Turquía. Tenemos un desafío tremendo por delante y también una oportunidad enorme en términos de mejoras medioambientales, económico y social”, manifestó.
El Ministerio de Medio Ambiente, a través de su oficina de Economía Circular, está trabajando actualmente en una “Hoja de Ruta de Economía circular para Chile”, conformando un consejo público privado de alto nivel para desarrollarla de aquí al próximo año. Además, se está trabajando en la implementación de la Ley REP y en el desarrollo de una estrategia de residuos orgánicos y el próximo año desarrollarán una estrategia de residuos de construcción. “Es en este ámbito donde tenemos una deuda importante a nivel país, hay regiones que no cuentan con sitios de disposición para residuos de la construcción y tenemos que resolverlo, nos tenemos que hacer cargo”, enfatizó la autoridad del MMA.
“Estamos en el momento para cambiar la forma de mirar las cosas, somos de una generación que desde chicos estábamos preocupados de los residuos y hoy estamos en una posición de hacer cosas para influir y que cambie el sistema”, sostuvo Mariana Concha, directora de Obras Generales del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
A juicio de Concha, en la actualidad el MOP se ve enfrentado a una serie de problemas relacionados con los insumos y se habla poco del impacto que ha tenido el cambio climático en la disminución de las precipitaciones, el efecto en los caudales medios de los ríos y la producción de áridos, “que han disminuido de forma sostenida en los ríos; por una parte hay una sobre explotación y existe una disminución de corte”.
Esto “nos genera una serie de desafíos. Por un lado, la reutilización de material de construcción y una regulación del origen y la forma de gestionar los yacimientos de áridos. Nos falta ponernos los anteojos de la economía circular. Deberíamos seguir el ejemplo de Portugal que generan 0 residuos, todo lo reutilizan o transforman en energía”, expuso Concha.
En la cartera tienen identificada la necesidad de avanzar en temas de residuos y crear un plan de gestión desde 2016. “Sabemos que tenemos en nuestras manos el poder de hacer cambios. Mirar hacia afuera, cómo incorporan los reciclajes de áridos y hormigón a las mismas obras”, explicó Evelyn Galdames,de la secretaría de Medio Ambiente y Territorio, Semat del MOP.
Oportunidades económicas
Para María Victoria Paz, directora de Estrategia y Sustentabilidad de Corfo, la mejor forma de avanzar en este tema es a través del trabajo interministerial que se está realizando. “Desde Corfo estamos muy interesados e insertos en economía circular, principalmente porque creemos que la productividad y competitividad de nuestras empresas y de nuestros sectores es imposible de aumentar sin transformación digital y sin sustentabilidad, dentro de lo cual la economía circular es fundamental”, dijo.
Tan fundamental es para Corfo que Paz habla de oportunidades económicas perdidas si no se avanza en esa línea, ya que con economía circular se abren millones de oportunidades de negocios para emprendedores y empresas, permitiendo modelos de negocio que antes eran impensados. En ese sentido, “para facilitar el camino, necesitamos que la normativa lo acompañe y que haya una atracción desde la demanda y por eso fomentamos estas iniciativas, estamos felices de que se avance y se construya esta hoja de ruta es una puerta gigante de negocios y una posibilidad de mejorar la vida de millones de personas”, explicó la ejecutiva.
Sumar nuevos esfuerzos
En la jornada, se planteó una invitación a trabajar juntos a los asistentes de los ministerios de Salud, Educación y Bienes Nacionales, para sumarse a la labor que lleva a cabo el Comité Consultivo Público, con la necesidad de repensar no solo la forma en que se concibe, diseña y construye la edificación e infraestructura, sino también de revisar las regulaciones y normativas para que existan certezas y reglas claras que permitan el desarrollo de nuevos mercados y modelos de negocios, por ejemplo, la valorización de residuos para ser utilizados como materiales de construcción, como es el caso de los áridos reciclados.
“Se requiere que el Estado, a través de sus instituciones, en forma coordinada, tome las medidas y acciones necesarias para la materialización de la economía circular en construcción, con el fin de impulsar el crecimiento económico de nuestro país de forma sostenible, minimizando la extracción de recursos y emisiones, optimizando materiales y procesos, gestionando bajo los principios de la economía circular”, afirmó Alejandra Tapia.
Al finalizar el desayuno, se realizó una actividad en la cual los asistentes intercambiaron sus ideas sobre cómo avanzar en una estrategia de economía circular en construcción desde el rol de cada uno de las instituciones. Las principales conclusiones hablan de la necesidad de fomentar la economía circular en proyectos y obras de edificación e infraestructura pública y privada, partiendo por las compras públicas sustentables. También contar con un marco regulatorio que entregue nuevos estándares y reglas del juego claras, que permitan el desarrollo de productos y servicios circulares, eliminando barreras en la regulación y normativa, para habilitar el desarrollo de nuevos mercados y modelos de negocio. Y, por último, fortalecer a las institucionalidades para fomentar e implementar la economía circular en construcción de obras nuevas y reacondicionamiento.
Los asistentes fueron:
Seminario RCD
Las brechas que hoy existen en Chile respecto a cómo se gestionan los recursos y residuos son enormes. Los desafíos a nivel nacional que implica hacerse cargo de estas oportunidades serán presentados en el Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción”, en el que se realizará el lanzamiento de la consulta pública de la hoja de ruta “Gestión Sustentable de los recursos y residuos de la construcción y demolición (RCD) para una Economía Circular en Construcción”, liderada por el comité consultivo público conformado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
El Seminario se llevará a cabo el 1° de octubre de 2019 de 8:30 a 13:00 hrs., en el Centro Cultural Palacio La Moneda ubicado en piso inferior de la Plaza de la Ciudadanía. Esta actividad está dirigida a estudiantes, profesionales y empresarios del sector construcción, que deseen interiorizarse sobre el alcance de la economía circular en este sector y sus proyectos.
Los interesados pueden inscribirse en el link: https://forms.gle/vvgA1zo1U7NB5LA47
A través de un seminario organizado por Construye2025, Minvu, MMA, MOP y Corfo, que se hará el 1 de octubre en el Centro Cultural Palacio La Moneda.
Las brechas que hoy existen en Chile respecto a cómo se gestionan los recursos y residuos son enormes. En 9 regiones del país no existen vertederos autorizados para disponer los residuos de la construcción y demolición, y la extracción de áridos será cada vez más restringida. Los efectos de la economía lineal obligan a repensar no sólo cómo se diseña y construye la edificación e infraestructura pública, sino que también las políticas, reglamentos, normativas y otras iniciativas impulsadas por el Estado.
Hacerse cargo de estas oportunidades implica diversos desafíos a nivel nacional, los que serán presentados en el Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción”, en el que se realizará el lanzamiento de la consulta pública de la hoja de ruta “Gestión Sustentable de los recursos y residuos de la construcción y demolición (RCD) para una Economía Circular en Construcción”, liderada por el comité consultivo público conformado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
En esta ocasión y luego de más de un año de trabajo del comité consultivo, se lanzará el documento de hoja de ruta a una consulta pública. En el proceso de construcción han participado más de 500 profesionales y autoridades de todo Chile, en una actividad que tiene por objetivo dar a conocer las iniciativas y proyectos públicos y privados que fomenten la economía circular en construcción, así como los desafíos y oportunidades que hay en el poder de compra del Estado, en incentivos, y en la eliminación de barreras en la regulación y normativa actual, que impiden el desarrollo de nuevos mercados.
Actualmente, “los desafíos que se enfrentan a nivel nacional apuntan a eliminar barreras en la regulación y normativas que impidan el reciclaje de residuos y la producción de materias primas secundarias para productos de la construcción, generar herramientas que incluyan criterios de economía circular en la evaluación de inversión pública e implementar políticas públicas, iniciativas y acciones a través de las compras públicas y licitaciones de proyectos de infraestructura y edificación, que traccionen el desarrollo de la economía circular en construcción”, comenta Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, programa impulsado por Corfo.
Asimismo, “el seminario busca ser un punto de encuentro entre diversos actores del sector construcción, entidades públicas y académicas, tomadores de decisión y empresas vinculadas a la arquitectura, construcción, proveedores de productos y servicios, empresas de valorización y disposición, entre otros”, añade Alejandra Tapia.
El Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción” se realizará el 1° de octubre de 2019 de 8:30 a 13:00 hrs., en el Centro Cultural Palacio La Moneda ubicado en piso inferior de la Plaza de la Ciudadanía. Esta actividad está dirigida a estudiantes, profesionales y empresarios del sector construcción, que deseen interiorizarse sobre el alcance de la economía circular en este sector y sus proyectos.
Los interesados pueden inscribirse en el siguiente link: https://forms.gle/vvgA1zo1U7NB5LA47
Con la finalidad de capacitar a profesionales y técnicos de toda la Región Metropolitana, en especial a funcionarios de las 52 municipalidades que la conforman, se realizó, la Primera Jornada de Difusión de la Comisión Regional de Construcción Sustentable, correspondiente al 2019. La instancia reunió a más de un centenar de asistentes, todos ligados, directamente, con proyectos y políticas relacionadas con esta materia, y que buscan desarrollar y potenciar una construcción más consciente y responsable de sus recursos con el medioambiente.
En la jornada inicial, el Jefe Planes y Programas de la Seremi de Vivienda y Urbanismo de la Región Metropolitana, Mauricio Gallardo, señaló “que la iniciativa de construcción sustentable permite entregar ciertas líneas en la definición de un marco conceptual que regule y oriente las construcciones que estamos haciendo en la región. Son muchas las entidades y servicios que ya están tomando pasos definitivos y serios para trabajar de esta manera y creemos en la voluntad y capacidad de poder transferir, explicar y compartir aquellas experiencias en materia de sustentabilidad en beneficio del ecosistema”.
La Comisión Regional está conformada por las Seremis de Salud, Obras Públicas, Energía, Medio Ambiente, Desarrollo Social y Familia, SERVIU y CORFO, y liderada por la SEREMI de Vivienda y Urbanismo. La idea es que esta alianza estratégica genere propuestas que se traduzcan en beneficios económicos, ambientales y sociales como, por ejemplo, favorecer el ahorro de las familias en gastos de energía eléctrica, la disminución del volumen de agua utilizada, reducción de las emisiones de carbono, tanto en la construcción como en la operación diaria dentro de los hogares; además el tema del reciclaje y manejo de residuos.
Este tipo de alianza pretende integrar la sustentabilidad dentro de la planificación, el diseño, la construcción y la operatividad de las edificaciones e infraestructuras, que integren aspectos sustentables desde sus orígenes.
El Encargado de Equipo de Gestión Intersectorial de la Seremi de Vivienda y Urbanismo, Boris Aránguiz, tuvo la misión de realizar una introducción técnica a la Jornada y al trabajo desarrollado por la Comisión, señalando que “nace el año 2018 y el objetivo de esta Comisión es sentar las bases para implementar un desarrollo sustentable, desde el área de la construcción, por lo que debemos abordar las brechas regionales en esta materia, para lo cual generamos una hoja de Ruta Regional, con visión al año 2050, de acuerdo a las metas comprometidas por nuestro país. Debemos, señalar que a nivel ministerial se viene trabajando desde el año 2012, cuando se crea la Secretaria Ejecutiva de Construcción Sustentable”.
“Hemos seguido avanzando en temas de viviendas sustentables, es así que se ha desarrollado un proyecto Piloto que reúne estas características -Mejoramiento Integral Condominio Vivienda Social El Bosque I, en Huechuraba- con este proyecto se responde al desafío de mejorar la calidad de vida de los residentes de los condominios sociales existentes incorporando: capacitación de energía solar, mejora en la calidad de aire intradomiciliario (creación de logias) y reutilización de aguas grises, entre otros”, explica Aránguiz.
El profesional resaltó que es necesario continuar impulsando el trabajo intersectorial, en especial, tanto en temas de eficiencia energética, tratamiento de residuos de construcción e impacto ambiental de las obras.
Las demás presentaciones estuvieron a cargo de profesionales de diferentes áreas, que entregaron un análisis global de sus avances respecto a sustentabilidad; La Secretaría Regional Ministerial del Medio Ambiente, Manuel Passalacqua, quien presentó el Plan de Descontaminación Atmosférica para la Región Metropolitana ; Rodrigo Narváez, de la Ditec – MINVU para el caso de la Certificación de Vivienda Sustentable; Alejandra Tapia de Construye2025 en relación con la Gestión Sustentable de los Residuos para una Economía Circular en Construcción; Alexis Vásquez, de la Universidad de Chile con el Plan Infraestructura Verde Santiago; en el área de la Salud, Paola Cruz analizó la forma correcta del tratamiento de Aguas Grises y Alejandra Hernández se refirió a la Gestión de Puntos Limpios.
 Hoy el 87% de la población de nuestro país vive en ciudades; el año 2030, según Construye2025, el país tendrá 3 millones más de habitantes, presentándose aproximadamente 1 millón más de nuevos hogares a nivel nacional. El crecimiento de las ciudades impacta a la extracción masiva de recursos naturales no renovables, por tanto, la construcción es el mayor consumidor mundial de materias primas utilizando 3 millones de toneladas al año y el 50 por ciento de la producción de acero, generando entre el 25 al 40 ciento de las emisiones de carbono del mundo y genera el 35 por ciento de los residuos sólidos.
Hoy el 87% de la población de nuestro país vive en ciudades; el año 2030, según Construye2025, el país tendrá 3 millones más de habitantes, presentándose aproximadamente 1 millón más de nuevos hogares a nivel nacional. El crecimiento de las ciudades impacta a la extracción masiva de recursos naturales no renovables, por tanto, la construcción es el mayor consumidor mundial de materias primas utilizando 3 millones de toneladas al año y el 50 por ciento de la producción de acero, generando entre el 25 al 40 ciento de las emisiones de carbono del mundo y genera el 35 por ciento de los residuos sólidos.
“Por cada metro cuadro construido, se producen aproximadamente 0,30 metros cúbicos de residuos en la etapa de construcción, excluyendo la excavación. En Chile hemos construido un promedio de 10 millones m2 al año en los últimos 26 años, que equivalen a 1,5 cerros Santa Lucía, y por lo cual nos tenemos que hacer cargo de estos residuos de manera responsable, para no seguir contaminando nuestro medio ambiente”, enfatiza Alejandra Tapia Coordinadora de Sustentabilidad de Construye 2025, programa impulsado por CORFO.
“Existe mucha sinergia desde el punto de vista medio ambiental, energético y de construcción, con lo que podemos deducir que nosotros trabajamos siempre con el objetivo final, de lograr la sustentabilidad más allá de estrategias aisladas, hoy entre todos, podemos llegar a tener resultados más importantes y con una hoja ruta clara para seguir trabajando mancomunadamente entre los organismos que componen la Comisión y así seguir avanzando”, afirmó Rodrigo Narváez, profesional de la Ditec – MINVU.
“Las exposiciones me parecieron muy interesantes y felicito a la Seremi por esta iniciativa, han sido muy acertadas para lo que, a nosotros en el municipio, queremos implementar; me sirve la información de la certificación de la construcción de edificios y viviendas, todas las normas que regulan el impacto de la construcción y cómo nos hacemos cargo de los residuos de las obras” comentó Esteban Muñoz, profesional encargado Medio Ambiental de la Municipalidad de San Miguel.
“Las presentaciones han sido bastante ilustrativas, faltaría saber cómo se puede implementar la sustentabilidad desde el momento de controlar e implementar estos procesos. Para nosotros lo que es manejo de escombros, nos complica un poco más. Debemos profundizar más en este tema, siendo que Alhué es una comuna rural y que cuenta con demasiadas zonas que están propensas a convertirse en vertederos ilegales de residuos de autoconstrucciones; además, debemos fomentar a postulaciones de fondos de proyectos que tengan evaluaciones de sustentabilidad, siendo que estamos trabajando para tener un sello de sustentabilidad en nuestra comuna, con desarrollo de procesos de reciclajes”, afirmó Agueda Quezada de la Jara de la Secplac de Municipalidad de Alhué.
Al concluir la jornada de la Comisión Regional de Construcción Sustentable, se sorteó entre todos los presentes, 8 kit de manuales de Construcción Sustentables, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, para aportar a mejorar la calidad de vida de las familias de nuestra región, y además a generar una conciencia amplia para optimizar la forma como debemos relacionarnos y aportar en remediar la calidad del aire, tratamientos de desechos de la construcción y demolición, energías renovables, reutilización del recursos hídricos, entre otros, por un mundo más limpio y mejor.
Dentro del Plan de Trabajo de la Comisión Regional, para el mes de octubre está programado un conversatorio denominado “Desarrollo y aplicación de Criterios Regionales en Construcción Sustentable”. Además, en noviembre, se llevará a cabo una Jornada Nacional de Construcción Sustentable, junto con la elaboración del Informe Final de las gestiones, actividades y conclusiones de la Comisión Regional, que guiarán las acciones para el 2020.
Fuente: Ministerio de Vivienda y Urbanismo
A través de un seminario organizado por Construye2025, Minvu, MMA, MOP y Corfo, que se hará el 1 de octubre en el Centro Cultural Palacio La Moneda.
Las brechas que hoy existen en Chile respecto a cómo se gestionan los recursos y residuos son enormes. En 9 regiones del país no existen vertederos autorizados para disponer los residuos de la construcción y demolición, y la extracción de áridos será cada vez más restringida. Los efectos de la economía lineal obligan a repensar no sólo cómo se diseña y construye la edificación e infraestructura pública, sino que también las políticas, reglamentos, normativas y otras iniciativas impulsadas por el Estado.
Hacerse cargo de estas oportunidades implica diversos desafíos a nivel nacional, los que serán presentados en el Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción”, en el que se realizará el lanzamiento de la consulta pública de la hoja de ruta “Gestión Sustentable de los recursos y residuos de la construcción y demolición (RCD) para una Economía Circular en Construcción”, liderada por el comité consultivo público conformado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
En esta ocasión y luego de más de un año de trabajo del comité consultivo, se lanzará el documento de hoja de ruta a una consulta pública. En el proceso de construcción han participado más de 500 profesionales y autoridades de todo Chile, en una actividad que tiene por objetivo dar a conocer las iniciativas y proyectos públicos y privados que fomenten la economía circular en construcción, así como los desafíos y oportunidades que hay en el poder de compra del Estado, en incentivos, y en la eliminación de barreras en la regulación y normativa actual, que impiden el desarrollo de nuevos mercados.
Actualmente, “los desafíos que se enfrentan a nivel nacional apuntan a eliminar barreras en la regulación y normativas que impidan el reciclaje de residuos y la producción de materias primas secundarias para productos de la construcción, generar herramientas que incluyan criterios de economía circular en la evaluación de inversión pública e implementar políticas públicas, iniciativas y acciones a través de las compras públicas y licitaciones de proyectos de infraestructura y edificación, que traccionen el desarrollo de la economía circular en construcción”, comenta Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, programa impulsado por Corfo.
Asimismo, “el seminario busca ser un punto de encuentro entre diversos actores del sector construcción, entidades públicas y académicas, tomadores de decisión y empresas vinculadas a la arquitectura, construcción, proveedores de productos y servicios, empresas de valorización y disposición, entre otros”, añade Alejandra Tapia.
El Seminario “Políticas e iniciativas públicas para impulsar una Economía Circular en Construcción” se realizará el 1° de octubre de 2019 de 8:30 a 13:00 hrs., en el Centro Cultural Palacio La Moneda ubicado en piso inferior de la Plaza de la Ciudadanía. Esta actividad está dirigida a estudiantes, profesionales y empresarios del sector construcción, que deseen interiorizarse sobre el alcance de la economía circular en este sector y sus proyectos.
Los interesados pueden inscribirse en el siguiente link: https://forms.gle/vvgA1zo1U7NB5LA47
La Corporación de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción, en el marco del Programa CONSentido | Economía Circular en Construcción, le invita a participar de la Misión Tecnológica: Valorización Residuos de la Construcción, Economía Circular; que se realizará en Madrid, España, del 26 de octubre al 02 de noviembre de 2019
El objetivo es desarrollar una misión institucional de alto nivel, que permita conocer proyectos emblemáticos y establecer vínculos con instituciones y centros tecnológicos de España, que sean líderes en innovación, productividad y sustentabilidad en el sector construcción. La misión incluye visita al Congreso Internacional de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición (RCD).
En los siguientes links podrá ver la agenda y descargar la ficha de inscripción
Más información: consentido@cdt.cl – Teléfono: +562 27187500
Avenida Apoquindo Nº 6750 – Piso 21 – Las Condes – www.cdt.cl
Yves Besançon Prats, arquitecto, Past President de Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) y miembro del Consejo Directivo de Construye2025.
Chile recibirá a más de 25.000 personas con motivo de la COP25, Conferencia de las Partes de la ONU, lo que nos lleva a pensar cuál será el aporte del sector construcción en la Conferencia. En efecto, según los indicadores actuales, nuestro sector es una de las actividades económicas que más contamina y, por lo tanto, aporta al factor medioambiental una gran carga de CO2, contribuyendo al cambio climático que vivimos en estos últimos años. Si queremos revertir o al menos detener este negativo aporte de nuestro rubro, tenemos que actuar ahora que ya es tarde.
La participación de todos los actores, partiendo por la enseñanza en las aulas de los colegios, siguiendo por las materias impartidas en nuestras universidades y luego por la actividad privada y las instituciones del Estado, deben asociarse coherentemente en una meta común a mediano plazo para realizar acciones coordinadas en tal sentido. Lo anterior debe formar parte de una transformación cultural para que exista un pronto cambio de mentalidad, partiendo por los más jóvenes.
En la enseñanza básica y secundaria debiera ser una tarea fundamental en el currículum escolar mostrar a los alumnos las simples acciones que pueden hacerse para generar conciencia respecto al comportamiento humano frente a este desafío urgente.
Luego, en las carreras universitarias, reformar o incluir en las mallas curriculares las materias importantes que influirán desde las etapas de diseño y construcción en los proyectos de obras públicas y privadas.
Por supuesto, también los profesionales como arquitectos, ingenieros y constructores tenemos que estar alertas a estos problemas y formarnos continuamente para ser herramientas útiles para un mejor medio ambiente y calidad de vida en nuestras ciudades y barrios.
Para ello hay que necesariamente comenzar desde la etapa del diseño en un trabajo en equipos interdisciplinarios y colaborativos para lograr proyectos sustentables, tanto en el periodo de construcción de los mismos como en su operación posterior, comprometiendo protocolos con los futuros usuarios. Los proyectos, por lo tanto, tendrán que estudiarse acuciosamente, incluyendo los aspectos que puedan ayudar a tener la menor cantidad de residuos durante la construcción, para lo cual los tiempos de estudio y el trabajo comprometido deberán ser razonablemente considerados en los plazos de proyecto y no ser tan acotados como lo son hoy.
El cumplimiento de los Acuerdos de París por parte de nuestro país en materias de cambio climático enmarcan las estrategias que debemos llevar adelante, tanto en la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) como en el programa Construye2025 de Corfo, los que son un imperativo para todo nuestro rubro. Entre otros, el buen manejo de residuos es un factor cada vez más relevante en lograr una construcción circular: esto es un manejo que permita mirar los residuos no como basuras, sino que manejados de manera adecuada, sean considerados como un factor económicamente favorable y no un riesgo de mayores costos para la construcción.
El manejo sustentable de los residuos de la construcción y demolición (RCD), mediante un foco claro y gestionado desde la mirada de economía circular, nos ayudará a comprender que la construcción circular se enmarca en el programa diseñado por Construye2025 de Corfo desde una mirada país, fomentando la creación de una política de Estado en ese sentido.
Eso es lo que debemos mostrar en COP25, un país en el fin del mundo, con la gran variedad de sus climas, geografías, emergencias y la diversidad de su gente, en el que estamos abiertos a ser protagonistas y líderes en América para crear conciencia, que si no cuidamos nosotros nuestro único planeta, no lo hará nadie por nosotros y serán las generaciones futuras las que nos enrrostrarán nuestras omisiones en materias de sustentabilidad y respeto por el medio ambiente.
En taller organizado por Construye2025 y AOA, se reunieron alrededor de 30 profesionales para analizar estrategias para el diseño circular en la construcción.
Comprometidos con buscar nuevas estrategias y soluciones para aumentar la productividad y sustentabilidad del sector de la construcción, la Asociación de Oficinas de Arquitectura (AOA), en conjunto con Construye2025, programa impulsado por Corfo, en el marco de la Estrategia Sustentable RCD realizaron el taller denominado “Estrategias para un Diseño Circular en Construcción”.
En esta instancia participaron los principales actores de la cadena de valor de la construcción: arquitectos, ingenieros, constructoras, proveedores de materiales y representantes de la academia, quienes trabajaron de forma integrada y colaborativa en ideas para incorporar el diseño circular al sector.
De esta manera y con el apoyo de Fundación Basura e Innovación Urbana Sustentable (IUS), todos los participantes pudieron aportar desde su área de expertise sobre cómo trabajar para ser un sector más sostenible, generando menos residuos y gestionando los que inevitablemente genera una obra. Alejandra Tapia, coordinadora técnica de Construye2025, comentó que “necesitamos identificar iniciativas para la prevención de los residuos a partir de la etapa de diseño y así ser más eficientes con nuestros recursos, mejorar la productividad de los proyectos y avanzar hacia una economía circular”.

Sobre el mismo tema, Renato D’Alençon, jefe de Programa en Arquitectura Sustentable y Energía, MASE de la Pontificia Universidad Católica de Chile, especificó que “debemos considerar el ciclo completo de vida de una obra, no sólo hasta la entrega, ya que muchas veces se generan residuos en las mantenciones y remodelaciones”.
Yves Besançon, Past President de la AOA, destacó la necesidad de crear conciencia y dar a conocer los beneficios que implica prevenir y reducir los residuos.
Por su parte, Carlos Bascou, presidente del Consejo de Productividad, Innovación, y Construcción Sustentable de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), declaró que “como resultado esperado claramente necesitamos bajar la cantidad de residuos y generar una transformación cultural en la industria, que permita incorporar en el ADN de los profesionales y de todos los que integran la cadena de valor un mejor manejo de residuos, reciclaje y construcción sustentable”.
 En cuanto a las opiniones de los participantes sobre en qué ámbitos de la etapa de diseño faltan soluciones prácticas que permitan prevenir y reducir los residuos a partir de la etapa del diseño, más de un 33% coincidió en que faltan soluciones en el ámbito de las metodologías de trabajo integrado entre distintas disciplinas y cerca de un 16% sobre la necesidad de materiales de construcción más sustentables. También se destacó la importancia de la formación académica y el marco regulatorio de la construcción.
En cuanto a las opiniones de los participantes sobre en qué ámbitos de la etapa de diseño faltan soluciones prácticas que permitan prevenir y reducir los residuos a partir de la etapa del diseño, más de un 33% coincidió en que faltan soluciones en el ámbito de las metodologías de trabajo integrado entre distintas disciplinas y cerca de un 16% sobre la necesidad de materiales de construcción más sustentables. También se destacó la importancia de la formación académica y el marco regulatorio de la construcción.
La importancia de la capacitación a la hora de gestionar los residuos y ser más productivos, fue uno de los puntos en los que hubo más acuerdo. De hecho, el Premio Nacional de Arquitectura 2004 y Medalla AOA a la Trayectoria Arquitectónica, Luis Izquierdo, explicó que “mejorar los oficios y la productividad es fundamental para avanzar hacia un sector más sustentable, ya que la calidad de la mano de obra ha tendido a disminuir”.
Definición de brechas
En cerca de cuatro horas de duración, los participantes identificaron las siguientes brechas:
Como conclusión de la actividad, se reconoció la necesidad de trabajar de manera colaborativa entre todos los actores del sector, y que existe una intención de mejorar y avanzar hacia un país más sustentable y productivo en la construcción. Además, se destacó la importancia de realizar un cambio de cultura e integrar la economía circular a la cadena de valor.
Por último, los asistentes valoraron este tipo de actividades multidisciplinarias, donde se puede evaluar y trabajar en conjunto para una solución que traerá beneficios a todos los involucrados.
Los temas e iniciativas levantados durante la jornada de trabajo serán sistematizados en un documento que permitirá definir líneas de trabajo entre actores de los sectores público, privado y academia.
Los participantes a este taller fueron:
En la ocasión se presentó la hoja de ruta del gobierno para enfrentar los nuevos desafíos en temas ambientales que tiene el sector construcción en Chile.
La Asociación de Empresas y Profesionales para el Medio Ambiente (AEPA), organizó el Workshop “Oportunidad de una Economía Circular y Sustentable”, en el que expuso Alejandra Tapia, coordinadora técnica de Construye2025, programa impulsado por Corfo.
Esta fue una instancia de diálogo e intercambio de conocimientos y experiencias del mundo privado y además se presentó la hoja de ruta del Gobierno para enfrentar los nuevos desafíos en temas ambientales que enfrenta el país, preparándose para los próximos eventos FIMAS 2019 y COP25, así poder lograr reunir a todos los actores público/privado, generar una sinergia y un cambio de paradigmas en temas ambientales.
En la ocasión, los expositores coincidieron en la necesidad de ver los residuos como un recurso que permite generar nuevos negocios y emprendimientos.
Los temas y expositores fueron:
La actividad contó con el patrocinio de Eurochile, Construye2025, Corfo, ProChile y el Ministerio de Energía.
La Asociación de Empresas y Profesionales para el Medio Ambiente (AEPA), organizó el Workshop “Oportunidad de una Economía Circular y Sustentable”, el próximo 2 de julio, donde busca generar una instancia de diálogo e intercambio de conocimientos y experiencias del mundo privado.
Además de presentar la hoja de ruta del Gobierno para enfrentar los nuevos desafíos en temas ambientales que tenemos como país, preparándonos para los próximos eventos FIMAS 2019 y COP25, así poder lograr reunir a todos los actores público/privado, generar una sinergia y un cambio de paradigmas en temas ambientales.
Temas y Expositores
Fecha y hora del evento:
Patrocinan: Eurochile, Construye2025, Corfo, ProChile, Ministerio de Energía.
Actividad gratuita previa inscripción en el siguiente link
Para mayor información comunicaciones@aepa.cl
Productividad, sustentabilidad, competitividad,, innovación y tecnología son los temas que siguen siendo prioritarios para el programa, a lo que se suma considerar una actualización de la hoja de ruta y la estrategia del programa.
Cinco ejes principales tiene el trabajo de Construye2025 para este año: fortalecer el capital humano, mejorar la productividad y la sustentabilidad, fortalecer el desarrollo de innovación, tecnología e investigación, y reformular la hoja de ruta. El gerente del programa, Marcos Brito, analiza estos puntos y habla de lo que viene durante los próximos 10 meses.
Desafío 1: Productividad
Lograr mejoras en la productividad del sector por medio de fortalecer la formación del capital humano, mejorar los marcos contractuales, hacer más eficiente el uso de los recursos y disponibilizar tecnologías de información para el diseño y tramitación de obras.
“Estas son las temáticas tal vez más críticas que se están abordando hoy en el sector construcción, por cuanto necesitamos torcer la curva de productividad, que está estancada desde hace más de 20 años y, en este sentido, la brecha número uno sigue siendo las deficiencias de capital humano. Pero también tenemos que actuar sobre aspectos contractuales y las maneras en que se relacionan las partes de la construcción y ver cómo incentivamos o propiciamos la transformación digital. Ese es el concepto que está detrás de incorporar tecnologías de información en los procesos constructivos. También debemos disponibilizar tecnologías, metodologías y sistemas para hacer más eficientes las obras de construcción y el uso eficiente de los recursos.
En lo que se refiere a la tramitación de obras, hablamos puntualmente del DOM en Línea, proyecto que está instalado hoy en el Minvu y nosotros como programa participamos en la mesa directiva”.
Desafío 2: Sustentabilidad y economía circular
Los residuos de la construcción se insertan en un proceso de producción lineal. Su generación, gestión e inadecuada disposición, son un gasto y pérdida de recursos, tanto para el sector público como para el privado. En este sentido, los principales desafíos que presenta el sector son aquellos que se relacionan con la baja productividad y los impactos ambientales de construcción.
En cuanto al sector privado, el desafío es fortalecer la cadena de valor para el desarrollo de la economía circular en construcción. Hay evidencias concretas de ahorros en el presupuesto de la obra, en la seguridad para los trabajadores y en reducir los impactos ambientales en el entorno.
Desde el sector público, se está desarrollando una hoja de ruta de los residuos de la construcción y demolición (RCD), iniciativa multisectorial que busca fomentar y promover la gestión sustentable de los RCD, bajo el foco de Economía Circular. Para ello se ha formado un comité consultivo público, integrado por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y el Construye2025 (ver www.construye2025.cl/rcd).
Desafío 3: Industrialización
Mejoras en competitividad, por medio de fomentar la construcción industrializada, incluyendo sistemas prefabricados lineales, panelizados o modulares, así como el desarrollo de capital humano especializado, son objetivos del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), impulsado por Construye2025, con la participación de actores públicos y privados.
Por parte de la construcción industrializada, “estamos preparando casos de éxito para difundir, para mostrar que en Chile se están haciendo cosas muy interesantes y competitivas a nivel regional. Y que, por lo mismo, deberían tener mucha más vitrina, para hacer crecer su mercado. Vale decir, que más constructoras contraten a estas empresas que hacen soluciones prefabricadas o industrializadas y también pensar que puedan vender en otros países”, comenta Brito.
Por otra parte, el Consejo de Construcción Industrializada, que ya tiene más de 50 instituciones miembro, está pronto a constituirse como una corporación independiente, para así contar con su propia personalidad jurídica, autonomía operacional y, de esta forma, hacer frente a los desafíos que la construcción industrializada requiere sortear para promover este tipo de soluciones y mejorar la productividad de la edificación en Chile.
Desafío 4: Innovación y tecnología
Fortalecer el desarrollo de innovación, tecnología e investigación para el sector, por medio del apoyo e involucramiento de los centros tecnológicos y de extensionismo en operación.
“Los centros tecnológicos deben ser el principal instrumento habilitador o plataforma habilitadora para que se desarrollen tecnología y se genere investigación y sistemas innovadores para la construcción. No queremos que sigan prestando desde la academia los servicios que ya han desarrollado anteriormente, se busca una adicionalidad de servicios, producto de la sinergia entre quienes componen estos centros”, especifica.
De esta manera, “queremos que estos centros sean realmente un punto de inflexión en cuanto al desarrollo, tecnología, prototipaje e investigación. Asimismo los centros de extensionismo, por lo menos los dos que están trabajando en construcción, han tenido buenos resultados, como por ejemplo en la zona sur, en el que ya han desarrollado herramientas para la gestión de las empresas. También están haciendo cursos de BIM para pymes y acercando sistemas más avanzados de gestión a estas empresas de menor tamaño”, añade.
Desafío 5: Revisión estrategia
Reformular la hoja de ruta y desarrollar una estrategia para la segunda etapa de implementación de Construye2025, con actividades, actores, plazos y metas específicas, junto con la instalación del programa en el sector, para su continuidad en el largo plazo.
“Con esto no nos referimos a hacer el mismo trabajo que realizamos hace tres años, de construir una hoja de ruta, sino que tener una visión crítica de la actual y qué cosas son las que realmente tienen valor para llevar adelante desde este programa y cuáles deben hacerse desde otras instituciones”, reflexiona el profesional.
En ese sentido, “debemos plantearnos un plan de acción para estos tres años que nos permita todavía darle más valor a este programa, mantenerlo vigente y, sobre todo, seguir levantando apoyo desde el sector privado, porque todavía nos hace falta complementar un apoyo concreto del sector privado al programa, para que pueda lograr los objetivos que se plantea”, sostiene Marcos Brito.
El programa impulsado por Corfo dio a conocer esta nueva plataforma online que busca entregar mayor información sobre la gestión sustentable de los residuos de la construcción y demolición en el marco de una economía circular.
En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos. En Chile, la falta de información sobre la generación de residuos de la construcción y demolición (RCD) es una de las tantas brechas, así como el fortalecimiento de la cadena de valor de la economía circular en construcción. Y esto es algo que busca subsanar el sitio dedicado a RCD que Construye2025 acaba de estrenar.
La coordinadora técnica de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, explica que el sitio web tiene como fin “acercar a la industria esta estrategia multisectorial que busca promover la gestión de RCD bajo el foco de la economía circular”. Por lo tanto, agrega la arquitecta, “su objetivo es poner a disposición un espacio para tomar conciencia de la problemática de los RCD, y las consecuencias de una economía lineal basada en la extracción de recursos, uso y posterior eliminación, la cual muchas veces es inadecuada”.
De esta manera, los usuarios podrán encontrar información interesante y útil a través de casos, entrevistas y buenas prácticas sobre cómo gestionar correctamente estos residuos. Además, el sitio constituye una plataforma para conocer el desarrollo de una hoja de ruta para la Gestión Sustentable RCD como parte del acercamiento a una economía circular. Esta iniciativa es liderada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Obras Públicas, Corfo y Construye2025.
En http://construye2025.cl/rcd/ se darán a conocer casos de constructoras que han obtenido importantes beneficios en productividad y sustentabilidad en su gestión, entrevistas, información sobre investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) que se está realizando en Chile en base al reciclaje de materiales y fabricación de nuevos productos, e iniciativas públicas que tienen relación con la economía circular. La plataforma web también contendrá información de mercado sobre empresas dedicadas a esto, información sobre el marco regulatorio chileno para su gestión y presentaciones de expertos que han participado en seminarios de la temática.
La economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Si bien se propone un cambio de paradigma, “estamos abordando la gestión de los RCD como una oportunidad para desarrollar una economía circular, más sustentable, donde no existen residuos, todo se aprovecha para nuevos productos y ciclos”, sostiene Tapia.
Sumado al trabajo de la gestión de los RCD y economía circular, las otras grandes áreas de Construye2025 están dedicadas a la construcción industrializada y la certificación del capital humano de la industria de la construcción local.