Por Carlos López R., gerente general CDT.
Los últimos años han sido especialmente desafiantes en nuestra sociedad. Al terminar 2022, el mundo comenzó un proceso de recuperación tras la pandemia y un entorno complejo.
En este contexto, nuestro sector no ha estado ajeno a múltiples cambios que nos desafían. En particular, sabemos que en materia de productividad no tenemos buenas noticias. Diversos estudios e indicadores nos reafirman que el sector no ha crecido en esta materia y que, si nos comparamos con otros países, lamentablemente tenemos mucho que mejorar.
De forma similar, sabemos que el impacto medioambiental de nuestras obras es relevante y que, cada día más, las empresas se ven en la necesidad de ejercer diversas acciones para reducir dicho impacto y ser mucho más sostenibles.
Estos temas, de los que hoy se está haciendo cargo la Cámara Chilena de la Construcción, motivaron a revisar el rol de la CDT, con el objetivo de avanzar de forma contundente en proyectos e iniciativas que aporten a la industria de manera concreta.
Sin duda, estamos orgullosos de los más de 30 años en los que hemos sido un actor relevante para el sector. Desde una mirada técnica, hemos prestado soporte en diversos ámbitos alcanzando un importante reconocimiento como referente en materias de transferencia tecnológica para enfrentar los diversos desafíos sectoriales.
Es por ello que, luego de un profundo trabajo de análisis y reflexión estratégica, optamos por focalizar nuestra acción redefiniendo un nuevo propósito: “ser el motor de desarrollo y articulador de la productividad y la sostenibilidad ambiental de la Industria a través de la Cámara Chilena de la Construcción”.
Esta transformación estratégica, fue acompañada de un profundo proceso de adaptación que nos permitió concentrarnos en nuestros focos de trabajo fundamentales y adecuar nuestras acciones de forma clara en torno al propósito. Lo anterior, se acompañó de una revisión y adecuación de la estructura organizacional, el gobierno corporativo y los procesos internos, de modo de ser más eficientes en nuestro actuar.
De este modo, es que hemos impulsado iniciativas concretas en materias de productividad y sostenibilidad ambiental, transformándolos en nuestros principales ejes estratégicos. A ellos, sumamos acciones vinculadas al desarrollo técnico, capital humano y la gestión de contenidos. Estas últimas buscan brindar soporte a ambos ejes centrales y colaborar con el desarrollo de nuestro propósito.
Para responder a todos estos desafíos, junto con nuestro nuevo propósito, desarrollamos un proceso de redefinición de marca, en la que participaron diversos actores de nuestra industria, con talleres de co-creación realizados en Santiago y regiones.
Así, a partir de esta redefinición, creemos que la colaboración y vinculación es el medio para ser más sostenibles, innovadores y productivos. Es por ello que queremos mirar siempre adelante para difundir nuevas formas de construir y generar las transformaciones que impacten y eleven los estándares de nuestra industria.
Queremos ser articuladores de los distintos actores de la construcción, generando una red virtuosa que propicia resultados óptimos y eficientes, con un sello de cercanía que contextualice las necesidades en terreno y permita concretar avances de nuestro sector.
En suma, este último tiempo fue un periodo de transformación para la CDT. Hoy evolucionamos. Con este propósito y una nueva imagen, avanzamos como motor de la productividad y la sostenibilidad ambiental de la industria y, junto a todos los actores, queremos continuar articulando este camino que busca afianzar a nuestro sector, lo que es fundamental para el desarrollo de nuestro país. Queremos articular el futuro, transformando colaborativamente el presente de la construcción.