La creación de esta entidad por parte del Ministerio del Trabajo y la Cámara Chilena de la Construcción puede ser la solución al estancado aumento de la productividad en la industria.
Durante el Día del Maestro Obrero Constructor, celebrado el 19 de marzo, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) hicieron el anuncio sobre la creación del Consejo de Competencias Laborales (CCL). Y esta entidad podría generar cambios muy necesarios en el sector de la construcción en términos de capital humano, como ya ocurrió con el éxito conseguido en los sectores minería y mantenimiento 4.0.
En la industria de la construcción, ya hay un proceso en marcha que partió hace seis años, desde la creación del Organismo Sectorial de Competencias Laborales (OSCL). “Pero al contar con una entidad de este tipo se lograría instalar efectivamente el marco de cualificación que la industria de la construcción necesita para procurarse los trabajadores preparados y especializados que los tiempos y el desarrollo exigen”, señala Joaquín Díaz, coordinador de Formación de Construye2025.
Por su parte, Construye2025 ha sido parte de este proceso desde que comenzó el programa y en él se definió que para lograr el cierre de las brechas de capital humano resultaba imprescindible contar con un sistema que permitiera hacer gestión sobre el capital humano. “Es ahí donde el marco de cualificaciones y la certificación se presentaban como una alternativa mucho más eficiente que el sistema de capacitación tradicional. La instalación del marco de cualificación pasó, entonces, a ser uno de los objetivos del programa, pues haría posible instalar la agenda de productividad y sustentabilidad esenciales para Construye2025, con propuestas de industrialización, uso de tecnologías y otros, pero sobre un sistema operativo que las pueda contener”, precisa Díaz.
Es por eso que el programa ha participando activamente del OSCL y colaborando en las mesas técnicas para validación de perfiles para incluir al catálogo de ChileValora y también en la revisión de mapas de procesos. Además de contribuir con este levantamiento de mapas de procesos, pero relevando los sistemas que incorporan industrialización en los procesos, dando cuenta del trabajador que el sector requerirá después.
“Con esta preparación y un sistema listo para ser usado, es sensato confiar que con el CCL se logrará finalmente instalar en el sector el marco de cualificación, y que con esta herramienta de gestión para el capital humano, la construcción en Chile logrará nuevos estándares de productividad y pueda incorporar la última tecnología a sus procesos”, comenta.