Plantean mejorar las relaciones en el proceso de edificación y estandarizar la relación con los contratos, para lograr la industrialización.
Plantean mejorar las relaciones en el proceso de edificación y estandarizar la relación con los contratos, para lograr la industrialización.
Por Diario Financiero
Mejorar la productividad en la industria de la construcción y transformarla en un referente internacional fue el objetivo con que hace casi un año se lanzó el programa Construye 2025, iniciativa bajo el alero de Transforma de Corfo y que involucra a actores públicos, privados y la academia para hallar las mejores soluciones para el sector.
A un año de su lanzamiento y la Hoja de Ruta, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, comenta que ya hay avances en algunas materias. Una de ellas es con el sector privado en la estandarización de procesos constructivos, en pos de la industrialización.
Todo esto, dice, con miras a aumentar en 20% las edificaciones sustentables, disminuir en 30% las emisiones de CO2 a 2030 y la implementación del Plan BIM (Building Information Modelling), que propone una metodología y tecnología de gestión del diseño, construcción y operación. Sistema con el cual se puede reducir costos de construcción en 20%, liberando recursos para construir más infraestructura pública, como lo ha demostrado la experiencia del gobierno británico.
Para llegar a esos niveles, afirma, es necesario estandarizar procesos. En esa materia hay un ítem que está generando resultados. Se trata del Comité de Marcos Contractuales, que busca adaptar la realidad chilena a la tecnología, a través de la mejora en las relaciones con los contratos.
Juan Pablo Halpern, director de este comité, explica que trabajan en un manual con glosario de términos y conceptos que utiliza la industria; y en un set de modelos contractuales modernos, que permita hacer la inversión en proyectos a nivel nacional, de manera más productiva, a entregarse en 2018 y 2019, respectivamente.
‘Más que contratos, hablamos de relaciones. Queremos que sean colaborativos, para conversar en el momento de la planificación, generar una relación distinta y adaptarse a una nueva realidad de tecnologías, para avanzar en productividad’, comenta Halpern.