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“LA EFICIENCIA ENERGÉTICA SURGE COMO UNA SOLUCIÓN INELUDIBLE”

Fecha: 06/09/2017

Introducción de Marcos Brito, Gerente de Construye 2025,  a informe INAPI 2017

A nivel nacional el sector de la construcción es el sexto en importancia en aporte al producto interno bruto, con un 7,8% del PIB y 8,4% del empleo, al 2015. Entre 2003 y 2010, la actividad de la construcción fue responsable del 55% de la inversión total del país. Así, al año 2012 el tamaño del mercado total de la construcción, incluyendo tanto infraestructura como edificación, fue de aproximadamente US$ 29.900 millones de inversión anual, de los cuales un 35%, correspondieron a edificación residencial y no residencial.
Por otra parte, el proceso constructivo junto con la operación de nuestras edificaciones, dan cuenta de 26% del consumo energético total del país y generan en torno a 33% de las emisiones de GEI, según señala la Hoja de Ruta del Programa Estratégico Nacional CONSTRUYE2025, impulsado por CORFO – Transforma.

Estas cifras nos ponen frente a un gran desafío: reducir el consumo energético de nuestras edificaciones sin sacrificar el confort, sino que más bien incluso mejorándolo. La eficiencia energética surge como una solución ineludible y esta conlleva un recambio tecnológico para poder lograr esta visión, tal como la plantea el Programa. Por una parte, requerimos edificaciones más eficientes en su operación, que requieran menos energía para iluminar sus espacios interiores y asimismo para lograr el confort térmico durante todo el año. Por otra parte, hoy podemos incluso pensar que las edificaciones sean generadores de energía, bajo el concepto de generación distribuida.

En cuanto a nueva tecnología para la eficiencia energética, se destacan aquellas soluciones que permiten evitar la transferencia térmica entre el inmueble y su entorno, donde se hace clave el rol de nuevas soluciones y materiales para la aislación térmica de muros, lozas y techos, así como ventanas con doble vidriado hermético, sellos para infiltraciones, además de sistemas activos para la renovación de aire e intercambio de calor, y sistemas de control automatizado o controlable a distancia. En todos estos se manifiesta el desafío de lograr soluciones a nivel nacional, que den cuenta de nuestra propia realidad climática, recursos y costumbres.

En el tema de generación distribuida, hay dos leyes en vigencia que promueven su implementación, que son la Ley 20.365, que plantea un ahorro tributario para aquellas constructoras que invierten en energía solar térmica para la vivienda; y la Ley 20.357, que permite que los inmuebles inyecten energía eléctrica a la red generada con fuentes renovables, como la solar fotovoltaica, disminuyendo así su cuenta eléctrica.

Hoy contamos con distintos estándares y certificaciones para edificaciones de mayor eficiencia operacional, que se basan en la performance del inmueble y dan garantía de sus prestaciones energéticas. Las hojas de ruta de Energía y CONSTRUYE2025 con las que hoy cuenta el país, plantean mejoras en la eficiencia energética de este sector, con un fuerte impacto en cómo contribuye éste al consumo nacional de fuentes secundarias de energía, lo que pudiese reducir en torno a 30% las emisiones contaminantes de la Construcción durante la próxima década.

Revisa aquí el informe de INAPI completo: