Por Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable CES
Luego de la alegría por la recientemente actualización del artículo 4.1.10 de la Reglamentación Térmica de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), es necesario dimensionar los puntos que requerirán ajustes a los requerimientos de CES.
Evidentemente que el foco principal de la actualización es viviendas, pero también se incorporan requisitos para edificios de uso Educación, Salud y Hoteles. Muchos de los proyectos en los que ya se ha convertido en un estándar incorporar CES, como Jardines Infantiles, Escuelas, Colegios, Liceos y Edificios Educación Superior en el caso de uso educación, y Centros médicos, CESFAM, Hospitales y Clínicas, para uso salud.
Dentro de los puntos que será necesario profundizar el análisis, en atención a posibles modificaciones que necesiten los requerimientos CES, se encuentran:
En general, hay una correlación bastante buena entre las zonas térmicas y climáticas, con excepción de algunas zonas pobladas, relevantes pero puntuales, como por ejemplo La Serena- Coquimbo. Será necesario evaluar los ajustes que requiere CES para abordar adecuadamente estas diferencias.
Respecto al segundo punto, envolvente térmica, la actualización de la versión CES Edificios de Uso público v1.1 incluyó, entre varios aspectos, un ajuste en los estándares mínimos para el caso de referencia. Debido a que nuestra actualización se produjo hace casi dos años, sin tener completamente a la vista los nuevos requisitos del 4.1.10 de la OGUC, los requerimientos asociados de la v1.1 se encuentran en el mismo orden de magnitud, pero en algunas zonas presentan leves diferencias.
Un ejemplo es lo que se muestra en la siguiente tabla, que para el caso de muros presenta algunas diferencias en todas las zonas climáticas (respecto de las térmicas de la OGUC):
En el último punto, infiltración de aire, el esquema de certificación CES ha abordado hasta el momento el tema como requerimiento voluntario, con el ensayo de infiltración de aire (blower door test). Con la actualización del 4.1.10 de la OGUC el escenario cambia, ya que se vuelve una exigencia reglamentaria realizar la prueba y, por lo tanto, debería pasar a ser un requerimiento obligatorio en CES, dejando espacio para el requerimiento voluntario cumplimientos por sobre el mínimo.
Todos estos temas los comenzaremos a revisar en un Comité Técnico especifico al que pronto convocaremos, pero siempre es una buena noticia tener que ajustar los requerimientos voluntarios porque los mínimos reglamentarios avanzan, es el espíritu de la certificaciones y su relación con los reglamentos.
Tanto CES como CVS incluyen dentro de sus metodologías exigencias relacionadas con la gestión de residuos de la construcción y demolición. Conoce cuáles son.
Sin duda, tras el lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035 impulsada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, Corfo y Construye2025, y de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025, con la facilitación y coordinación de la CDT, se ha configurado un escenario diferente que ha permeado a las certificaciones locales, tanto de edificios como de viviendas.
Por ejemplo, a partir del lanzamiento de una actualización de su metodología, realizado en enero de este 2023, Certificación Edificio Sustentable (CES) habla de una evolución con respecto a la versión anterior, en la que los requerimientos se encontraban divididos en dos categorías ARQ.Residuos y CONST.Residuos, ambas relacionadas solo con el manejo de residuos, tanto en el diseño como en la construcción y operación del edificio.
En tanto, la versión 1.1 de CES une los requerimientos anteriores en una nueva categoría llamada ARQ. & CONST. Materiales y Residuos, contiene tres variables:
“Así, los proyectos tienen ahora la posibilidad de postular al requerimiento relacionado a la especificación de materiales con Declaración Ambiental de Productos (DAP) a través de dos opciones: la primera es entregando la información de materiales o productos para la construcción permanentemente instalados o declarando información de al menos un 20% del presupuesto total de materiales de la obra”, comenta Hernán Madrid, jefe de CES.
La Declaración Ambiental tipo III, Declaración Ambiental de Producto o DAP, proporciona datos ambientales cuantificados, utilizando parámetros predeterminados, basada en el análisis de ciclo de vida según la norma internacional ISO14025. En ese sentido, “para CES es muy relevante promover el uso de materiales que identifiquen y cuantifiquen su impacto ambiental, preparándonos y en miras a una futura versión 2.0 de CES, donde las DAP serán necesarias para la medición de huella de carbono en el ciclo completo de la edificación”, asegura.
En detalle, la variable 9.Gestión de Residuos en Operación contempla un requisito voluntario que debe ser considerado desde etapas tempranas del proyecto, donde el diseño del edificio considere espacio suficiente que permita el almacenamiento de residuos reciclables por separado y una acumulación de determinados días. Además, se debe considerar accesos que faciliten el depósito y el retiro adecuado, junto con presentar un plan que posibilite en un futuro a la administración del edificio poner en marcha el reciclaje de residuos en operación.
La variable 10.Gestión de Residuos en la construcción presenta dos requerimientos obligatorios: el 10R1 y 10 R2 y a diferencia de la versión anterior (v1), donde se solo se solicitaba demostrar con reportes mensuales de obra el cumplimiento del artículo 5.8.3 de la OGUC, la que incluye básicamente medidas con el objetivo de mitigar el impacto de las emisiones de polvo y material, la v1.1 de CES Edificios de Uso Público suma, además, la obligatoriedad de incorporar un plan de gestión de residuos durante la construcción, basado en la NCh3562 y la cuantificación de residuos de construcción incluyendo demolición y excavaciones.
Y de forma voluntaria, los proyectos pueden postular al requerimiento Gestión de Residuos: Separación, Control y Reciclaje, donde si bien se debe cumplir con un porcentaje mínimo de reciclaje de residuos para obtener puntaje, existe la posibilidad de visibilizar, tanto en los reportes finales que entrega el sistema de certificación como en el sitio web, independiente del resultado obtenido, el porcentaje de reciclaje final logrado.
Según Madrid, la modificación y ampliación del alcance de los requerimientos responden a dos motivos principales. “El requerimiento asociado a las DAP de materiales es una modificación en línea con promover de mejor manera y más amplia su uso en los proyectos de construcción, los requerimientos anteriores (energía y agua incorporada) no tuvieron el efecto esperado cuando se creó la certificación CES. Por otra parte, el requerimiento gestión de residuos durante la construcción corresponde a una respuesta a la evolución de la gestión de residuos en los últimos años, con la incorporación del plan de gestión de residuos en obra, y a la necesidad de levantar un indicador de generación de residuos para Chile”, analiza el profesional.
Las viviendas
Por su parte, Allan Ubilla, coordinador de Proyectos de CTEC, comenta que la Certificación Vivienda Sustentable (CVS) tiene los siguientes requerimientos de la Categoría 4 “Materiales y Residuos” que podrían relacionarse de alguna forma con la economía circular:
4.1.1.a. Declaración ambiental de productos de construcción.
4.1.2.a. Maderas con certificación de gestión sustentable.
4.1.3.a. Materiales nacionales o regionales.
4.1.4.a. Materiales con contenido reciclado.
4.1.6.a. Materiales de rápida renovación.
4.2.1.a. Optimización de materiales desde el diseño.
4.3.1.a. Infraestructura para gestión de residuos domiciliarios.
4.4.1.a. Gestión y monitoreo de residuos de construcción y demolición.
Como explica, “estos requerimientos se incorporaron desde el inicio de la CVS (lanzada en 2020) y se incluyeron porque eran parte de los Estándares de Construcción Sustentable para Viviendas, que es la base técnica de la CVS”.
Estos “evalúan, de alguna forma, la gestión del proceso de fabricación de materiales, del proceso de los residuos tanto domiciliarios como RCD y la incorporación de criterios del ciclo de vida de los materiales”, explica Ubilla.
Algunos de estos requerimientos son obligatorios, como 4.3.1.a. Infraestructura para gestión de residuos domiciliarios y 4.4.1.a. Gestión y monitoreo de residuos de construcción y demolición, “por lo que todos los proyectos certificados bajo el sistema CVS cumplen con estos 2 requerimientos”, dice el profesional del CTEC. En tanto, “del resto de requerimientos voluntarios, los más perseguidos son 4.1.3.a. Materiales nacionales o regionales, 4.1.4.a. Materiales con contenido reciclado y 4.1.6.a. Materiales de rápida renovación”, dice.
Y agrega: “En algún momento, en el Minvu se pensó replantear esta Categoría 4 de “Materiales y Residuos” hacia un enfoque más integral de la economía circular, pero actualmente no conozco la posición del Minvu al respecto”, precisa.
Gracias a una medición que realizan desde 2018 la Dirección de Arquitectura del MOP y CES, se ha logrado establecer el ahorro en gasto de energía, así como la mitigación de CO2 que aportan al país los edificios certificados.
La Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, a través de Certificación Edificio Sustentable, ha logrado ahorrar 10.568 tCO2eq/año, desde 2018 a la fecha, sobre un universo medido de 38 proyectos. Lo anterior equivale al ahorro en gasto de energía de más de 20.000 viviendas en un año.
Esto ha hecho posible la mitigación de 10.568 tCO2eq/año, lo que en términos prácticos, equivale a carbono secuestrado de más de 5.000 hectáreas de bosque, según comenta Hernán Madrid, jefe de CES.
Este trabajo de medición incluye a todos los proyectos certificados y precertificados mandatados por la DA-MOP, y se hace a través de un levantamiento de los indicadores del sistema de certificación, incluyendo características como la demanda y consumo de energía. “Tenemos la información de reducción de consumo de energía en kWh/m2 al año comparada con la referencial. También el equivalente a nivel de emisiones y la mitigación en términos de porcentaje”, explica Madrid.
De esta manera, para la emisión de bonos verdes, se utilizan estos datos sobre los edificios ya certificados y, por lo tanto, en funcionamiento, por lo que “están mitigando, sumándose así las reducciones de CO2 equivalentes al año”, comenta el ingeniero.
Por ejemplo, la Reposición Instituto de Rehabilitación, Teletón Coquimbo, tiene una reducción de 65 toneladas de carbono equivalente al año. Si bien los proyectos precertificados se cuantifican también, no se consideran para el indicador de reducción de emisión, “pero sí hay una cuantificación del estimado para conocer cuántas toneladas va a mitigar cuando efectivamente se construya”, dice Madrid.
En total, los edificios certificados que han logrado ahorrar los 27.759.422 Kwh/año son los siguientes:
PROYECTO |
ESTADO CES |
||||
AHORRO TOTAL ENERGÍA kWh/m2 año |
MITIGACIÓN tCO2eq/año |
MITIGACIÓN % |
|||
Reposición Instituto de Rehabilitación, Teletón Coquimbo |
Certificado |
16 |
65 |
68% |
|
Ampliación Escuela Formacion de Carabineros Grupo Ovalle |
Certificado |
68 |
138 |
78% |
|
Liceo Alberto Gallardo Lorca Punitaqui |
Certificado |
36 |
84 |
40% |
|
Reposición Escuela Collín Alto, Vilcún |
Certificado |
28 |
11 |
32% |
|
Construcción Fiscalía Local de Pucón |
Certificado |
226 |
24 |
54% |
|
Reposición Dirección Regional del IND Región del Maule |
Certificado |
29 |
13 |
73% |
|
Reposición con Relocalización 2° Comisaría de Coronel, 2° Llamado |
Certificado |
34 |
26 |
56% |
|
Reposición 5° Comisaría de Quirihue |
Certificado |
48 |
60 |
93% |
|
Reposición Tenencia de Carabineros Pinto Ñuble |
Certificado |
41 |
15 |
89% |
|
CONSTRUCCIÓN HOSPITAL BI PROVINCIAL QUILLOTA PETORCA |
Certificado |
77 |
2.894 |
41% |
|
NORMALIZACIÓN HOSPITAL PROVINCIAL DE CURICÓ |
Certificado |
55 |
2.728 |
33% |
|
CONSTRUCCIÓN HOSPITAL, ALTO HOSPICIO |
Certificado |
219 |
3.988 |
38% |
Fuente: CES
En la oportunidad, se destacaron las alianzas público-privadas que han permitido avanzar en mecanismos de fiscalización y certificación para gestionar diseño, construcción y operación de edificios con características sustentables.
Una productiva reunión de trabajo sostuvieron en Punta Arenas la Seremi del Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Magallanes, Dahián Oyarzún, el director regional de la DA-MOP, Jorge Cortés, junto a representantes de los ministerios de Energía y Desarrollo Social, el jefe Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid y la arquitecta jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección Nacional de Arquitectura del MOP y vicepresidenta de CES, Margarita Cordaro.
En el encuentro, los especialistas conversaron sobre la sustentabilidad en la edificación pública, relevando las alianzas público-privadas que han permitido avanzar en mecanismos de fiscalización y certificación para gestionar diseño, construcción y operación de edificios con características sustentables.
Luego de visitar dos edificios públicos -que cuentan con certificación CES-ejecutados por la Dirección Regional de Arquitectura del MOP, las autoridades constataron los avances de la construcción del gimnasio “18 de Septiembre”, que actualmente cuenta con precertificación y está trabajando para certificarse. “Gestionado por la DA Regional, el proyecto integral corresponde a licitación mediante el sistema de Pago contra Recepción (PCR), el edificio se encuentra en etapa de construcción”, explica Margarita Cordaro.
Con toda la envolvente terminada, el proyecto que presenta del orden de 75% de avance, albergará una cancha, graderías y espacios laterales para actividades de entrenamiento y apoyo al deporte. “Este es el segundo edificio con certificación que materializa la constructora Bravo Izquierdo. Al enfrentarse a este edificio, y como parte del aprendizaje del proceso anterior, pusieron énfasis en la documentación oportuna de los materiales y/o partidas relevantes para la certificación, de modo de contar de manera fluida con toda la información de seguimiento del proceso constructivo y no requerir ensayos adicionales. Se esfuerzan para tener toda la información disponible de manera clara para la entidad evaluadora, esto por supuesto requiere de un orden y gestión de información avanzado, lo que realizan con un sistema computacional específico que implementaron. De acuerdo a lo que nos comentaron, al comienzo representa un esfuerzo adicional pero con el paso del tiempo esta metodología de trabajo se integra al proceso normal y permite el acceso a información fácilmente”, comenta el jefe de CES, Hernán Madrid.
En opinión del ingeniero, el equipo de la Dirección de Arquitectura de Magallanes y los profesionales de la seremi de Obras Públicas han logrado conformar un equipo bien afiatado, y muestran experiencia trabajando en certificación CES. “Sus preguntas tuvieron que ver más bien con los procesos y la coincidencia o no de sus hitos y plazos propios de los contratos, así como detalles específicos de algunos requerimientos. Pero el macro de lo que involucra CES ya lo tienen plenamente incorporado en sus actividades”, detalla.
La sustentabilidad, que parte con la exigencia de la incorporación de estándares por la Dirección de Arquitectura del MOP en las licitaciones de diseño y obra, son medidos, evaluados y certificados por el sistema CES. “Su evaluación en terreno, nos permitió desarrollar un trabajo colaborativo, siendo notables los aportes que realizan los usuarios, su compromiso técnico y operacional y, en este caso, la gran participación de los profesionales de la Dirección de Arquitectura y de la empresa contratista”, señala Margarita Cordaro.
En tanto, Hernán Madrid, destaca que las visitas a regiones han permitido constatar el conocimiento cada vez más detallado respecto a los atributos que son relevantes para CES. “Nos alegra enormemente que la certificación haya ido permeando en los mandantes y las constructoras. Eso es súper positivo. La Dirección de Arquitectura del MOP, en términos de proceso, trabaja de maenra similar a una inmobiliaria, ya que recibe la solicitud, la desarrolla, la ejecuta y entrega al mandante, por lo tanto la operación no depende de ellos. Sin embargo, transmiten la conveniencia de que el edificio cuente, posteriormente, con el sello CES Operación para que se mantenga el nivel de sustentabilidad que se certificó”, acota.
En este contexto, el diálogo con representantes de los ministerios de Energía y de Desarrollo Social se generaron espacios para que los presupuestos asociados a operación de edificios, con énfasis en todo lo relacionado con el consumo de energía y agua, puedan ser orientados considerando el sello plus operación de CES.
Fuente: CES
El edificio ahorra un promedio de un 36% de energía anual en todos los usos del edificio: sistema de calefacción, refrigeración, ventilación, motores, iluminación artificial, equipamiento interior, entre otros.
Con la presencia de autoridades de la zona, el nuevo Hospital Biprovincial Quillota Petorca fue certificado como el primer Hospital sustentable en Chile por parte del CES, sistema de certificación desarrollado en Chile, que busca mejorar la calidad de vida de quienes habitan edificios de uso público, tanto de financiamiento público como privado.
En un sencillo acto, se desplegó una placa que acredita la categoría de sustentable, luego las autoridades asistentes hicieron un recorrido por las dependencias del Hospital, para conocer las distintas características que lo convierten en un recinto de esta índole.
El edificio ahorra un 36% de energía anual respecto de uno similar, con un estándar de consumo anual de energía en todos los usos del edificio: sistema de calefacción, refrigeración, ventilación, motores, iluminación artificial, equipamiento interior, entre otros.
Estrategias de ahorro energético:
El Hospital considera las siguientes estrategias para el ahorro energético: activas entre ellas: equipos de alta eficiencia en tecnología led que permiten un ahorro significativo de electricidad y alto estándar de iluminación; central térmica para climatización y calentamiento de agua con equipos de alta eficiencia, tales como intercambiadores de calor y calderas eléctricas; colectores solares para calentamiento de agua, iluminación exterior alimentadas mediante placas solares. Y estrategias pasivas que consideran: envolvente térmica de alta eficiencia, cristales de control solar, cubiertas verdes y placas quiebra- sol.
Factores y características que fueron resaltados por el Subsecretario de Redes Asistenciales Fernando Araos Dattoli quien comentó que “este es sin duda un gran hito para nuestra red asistencial, y es un ejemplo de cómo tenemos que empezar a mirar nuestras construcciones a futuro, ya que además de construir con infraestructura moderna y con buena tecnología, puede ser de manera sustentable, con respeto y cuidado del Medioambiente, tema que hoy es urgente y también fundamental para nosotros como Gobierno”.
Al respecto, Haroldo Faúndez Romero, Director (S) SSVQ, señaló: “Es un hito para nosotros, ya que es súper importante que este Hospital sea el primero en el país en ser certificado como autosustentable. La idea de esto es que el impacto que tengan en el medio ambiente sea minimizado, racionalizado, que ese es el objetivo y también con ahorro de energía sin generar mayores externalidades. Pero esto también tiene una mirada al interior, en beneficio de nuestros usuarios, ya que este edificio autosustentable, sin duda, genera un valor a la atención que le presentamos a nuestros usuarios, y también a nuestros funcionarios, pues el trabajar, desempeñarse, en este tipo de infraestructura genera un adecuado clima y mejor servicio”
Paola Molina O’Ryan, presidenta del Directorio de CES destaca: “ Este edificio fue trabajado desde la certificación y logró un nivel de destacado, esto requiere mucho esfuerzo por parte del diseño para poder lograr estos estándares y lo que esperamos desde la certificación, es que este sea el primer Hospital que se certifique dentro de muchos más que vengan, para que puedan aportar a la sociedad, en lugares que van a brindar una mejor calidad de vida y que a la vez, van a permitir que estas instalaciones ocupen menos recursos de los que se ocupan normalmente y que eso pueda ser redestinado en mejorar la infraestructura en otras partes del país y por último, también con la responsabilidad que esto requiere en estos tiempos en temas medioambientales, porque vamos a cuidar un bajo consumo de energía, vamos a generar pocas emisiones, vamos a lograr poco consumo de agua y vamos a generar pocos residuos”.
Finalmente, Omar Ogalde Bahamondes, Director (S) Hospital Biprovincial Quillota Petorca señaló: “Es un honor ser el primer Hospital en Chile en tener esta certificación. Esta certificación es una metodología de trabajo de ser mucho más eficientes con las energías renovables y eso requiere tener mayor empatía respecto a nuestro medio ambiente. Nos involucra, en nuestro quehacer diario, tener la conciencia y la perspectiva de cuidar nuestro medio ambiente”.
A la fecha, más de 400 edificios de todo Chile están trabajando con CES, impulsado por los Ministerios de Obras Públicas, de Vivienda y Urbanismo y de Energía, la Cámara Chilena de la Construcción y el Colegio de Arquitectos y el Instituto de la Construcción. Los beneficios de certificarse son, entre otros: edificios y ambientes construidos más sustentables, mejorar la calidad ambiental para los usuarios y la reducción de gastos, reducción de consumo de recursos naturales no renovables: energía, agua, materiales.
Fuente: CES
Los edificios que albergan a los CECREA de Castro y Valdivia, la Universidad de Los Lagos en Chiloé y la Comunidad Terapéutica de Puerto Montt, lograron altos estándares de eficiencia.
Las cifras no mienten. Comparativamente, los edificios que visitó el jefe de Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid, este verano, consumen muchísima menos energía que los datos de consumo de energía promedio a nivel nacional que dispone el Ministerio de Energía, considerando su tipo de uso. Esto, pese a estar ubicados en zonas del sur de Chile, donde las características climáticas hacen que la calefacción suela ser más requerida durante el año.
Con un consumo de 31 kwh/m2. año (kiloWatt hora por metro cuadrado al año) y una ocupación cercana al 50% por las dificultades de la pandemia durante el último año, el edificio de la Universidad de Los Lagos en Chiloé es uno de los proyectos más destacados a nivel de consumo de energía del sistema de certificación CES. Más aún, si se toma como referencia el consumo promedio de un recinto educacional que, en 2018, alcanzó aproximadamente 90 kwh/m2. año.
Igualmente, la Comunidad Terapéutica de Puerto Montt, que obtuvo el primer lugar en el Premio CES 2020, solo consumió 58 kwh/m2 en el último año. La cifra es significativamente más baja que el promedio de consumo nacional de los hospitales y oficinas, que alcanzan los 248 y 276 kwh/m2. año, respectivamente, que por sus condiciones de uso puede aproximarse a estas condiciones.
Por su parte, el edificio CECREA de Valdivia totalizó un consumo de 75 kw/h por metro cuadrado; mientras que el recinto que alberga al CECREA de Castro consumió 83 kw/h en el último año, considerando una ocupación cercana al 80% por las dificultades de la pandemia. Estos se comparan con el promedio de consumo de los edificios de oficinas (cercano en tipo de uso) que fue de 276 kw/h según los últimos registros del Ministerio de Energía (2018).
“Comparativamente, todos estos edificios consumen menos que el promedio nacional. Los CECREA, por ejemplo, gastan apenas un tercio del consumo promedio de energía, aún cuando están en la zona sur en que presenta condiciones climáticas más exigentes. En ellos destaca el uso de calefacción con sistemas de bombas de calor con dispositivos de recuperación de calor”, explica el jefe de CES, Hernán Madrid.
Igualmente, el funcionamiento eléctrico eficiente en términos de iluminación. Por ejemplo, la Comunidad Terapéutica de Puerto Montt cuenta con lucarnas en gran parte de su superficie, que ayudan a privilegiar la iluminación natural, contando además con circuitos de iluminación sectorizados para encender y apagar según la ocupación.
“Los edificios de la zona sur requieren un consumo de calefacción importante. Por eso, nos alegra enormemente constatar que la utilización de estrategias de arquitectura y diseño lograron reducir tanto el gasto energético”, señala Hernán Madrid.
Fuente: CES
Por Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable
La necesidad de disminuir el CO2 no es reciente, debido a los efectos de los sistemas de producción y los niveles de consumo de energía, llevamos años alertando a nivel mundial y en Chile para disminuir los consumos energéticos y las emisiones asociadas, más recientemente, avanzar hacia la carbono neutralidad y transformar nuestra economía de una lineal a una circular.
Desde la creación de CES, hemos tendido a la medición de los consumos energéticos de los edificios certificados, lo que nos lleva a representar casi un tercio del consumo total de energía, estimado un promedio nacional de 275 kWh/m2 año (edificios oficinas) por parte del Ministerio de Energía. Con los edificios certificados CES, presentamos cifras de entre 40 a 145 kWh/m2 año, lo que sin duda contribuye directamente a la disminución del CO2 en la atmósfera.
Esto se alinea con la meta de Chile de alcanzar la carbono neutralidad al año 2050, para cumplir con el Acuerdo de París. Desde el sector construcción son diversas las iniciativas que se han llevado a cabo, y entre ellas destacamos el trabajo colaborativo entre el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP, el Instituto de la Construcción y Certificación de Edificio Sustentable (CES), en los que hemos plantado las bases para que la carbono neutralidad tome más fuerza en el desarrollo de los proyectos inmobiliarios.
Con ello, estamos cubriendo uno de los cuatro ejes para la reducción de gases de efecto invernadero: y la reducción de emisiones en todos los procesos industriales y edificaciones. Los otros restantes corresponden a la diversificación de la matriz energética; el desarrollo de la electromovilidad y el hidrógeno verde.
Así podremos en un futuro cercano diseñar, desarrollar y ejecutar obras más competitivas, más eficientes, que minimicen su impacto y que incluso puedan tener un impacto positivo. Gracias a las políticas de Net Zero Energía y Net Zero Carbono impulsadas con fuerza desde el sector público esperamos contar con la información de carbono incorporado de todas las edificaciones nuevas y existentes al año 2025, en tanto que para 2030, esperamos que el 100% de los edificios logren reportar públicamente su huella de carbono operacional e incorporado, mediante un instrumento obligatorio. Esto forma parte de los lineamientos de la estrategia de huella de carbono del sector edificación que esperamos sea lanzada próximamente.
Estas metas han implicado años de trabajo y esfuerzo de profesionales con una gran colaboración del sector público, privado, academia y gremios que hemos podido aportar desde el Instituto de la Construcción y de CES
Por ello, en el Día Mundial por la Reducción de CO2, hacemos un llamado a seguir trabajando con fuerza y aumentando la velocidad de nuestras acciones, la urgencia está instalada, depende de nosotros estar a la altura con nuestra respuesta.
CES reconocerá a los edificios con mayores puntajes dentro del sistema de certificación, en las categorías Edificio Certificado y Proyecto Precertificado. Además, distinguirá al Profesional Destacado del año.
El próximo jueves 9 de septiembre, a las 17:00 horas, se realizará la ceremonia de premiación de la tercera versión de los Premios CES, que buscan promover las mejores prácticas en sustentabilidad en la edificación y destacar los proyectos que han hecho un esfuerzo por certificarse, incorporando la herramienta nacional, así como difundir los resultados del comportamiento de los edificios.
“Estamos muy felices de la fuerza que ha ido tomando el Premio CES año a año, del incentivo que produce en arquitectos y equipos de proyectos, especialmente en las regiones del centro sur del país”, afirma el jefe de CES, Hernán Madrid.
Este reconocimiento destaca a aquellas obras que alcanzan los mayores puntajes en el proceso de certificación, permite conocer e interactuar con mandantes, asesores, consultores, arquitectos, constructores y especialistas que vivieron el proceso. Todos ellos manejan los costos reales de cada etapa del proyecto, la estimación de los beneficios y, además, pueden medir y verificar con los resultados obtenidos.
El año pasado, el primer lugar categoría “Certificado” se lo llevó el Centro Clínico y Comunitario UACh de Puerto Montt, que tuvo como arquitectos a M&H Arquitectos y Gabriel Muñoz Cifuentes y como asesor a Rodrigo Escobar. Este edificio fue mandatado por el Club Los Leones Puerto Montt Angelmó y la Universidad Austral de Chile y su unidad técnica fue la Dirección Regional de Arquitectura del MOP de Los Lagos. La entidad evaluadora fue 88 Ltda.
En tanto, el segundo lugar, en dicha categoría lo obtuvo la 3ª comisaría de Limache de MAO Arquitectos, con la asesoría de María Luisa del Campo, de Kipus. El tercer puesto, en la Región de La Araucanía, fue adjudicado al edificio de la Escuela Cantino, del arquitecto Jaime Gatica y asesorado también por Rodrigo Escobar.
En la categoría “Precertificado” los premios fueron, en primer lugar para la reposición del terminal de buses Hualpín de Teodoro Schmidt, Región de La Araucanía; en segundo lugar para el Cuartel Bricrim de la PDI de Huechuraba; y, en tercero, para la Piscina Temperada de Talca.
Los interesados pueden inscribirse aquí: https://forms.gle/A1hPL9NNZhWTgNpq7
Conformado en 2019 con el objetivo de definir metodologías para promover la gestión y disminución del CO2 en la industria, hoy ya cuenta con una hoja de ruta proyectada a tres años. ¿Lo más urgente? La implementación de una estrategia a largo plazo que permita combatir y tratar de forma eficiente este tipo de contaminación para lograr la neutralidad de carbono el año 2050.
El reto claramente no era menor: realizar un plan de trabajo a mediano plazo y formalizar una mesa técnica en el Instituto de la Construcción para definir una visión estratégica asociada al impacto de la huella de carbono al llevar a cabo una obra. De esta forma, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Instituto de Cemento y Hormigón de Chile (ICH) conformaron hace tres años una mesa público privada con el propósito de definir procedimientos que apuntan hacia esta meta.
Mediante la convocatoria a diez actores claves (ministerios de Medio Ambiente, Obras Públicas y de Energía, Instituto Chileno del Acero (ICHA), Madera21 de Corma, Compañía Industrial El Volcán, Asociación Gremial Chilena del Vidrio, Aluminio y Pvc (Achival), la Secretaría Ejecutiva de Construcción Sustentable (SECS) de la DITEC del Minvu y el mencionado ICH, se realizó una nivelación de conocimiento y alianzas por parte de todas las instituciones y se acordaron actividades, productos y técnicas de financiamiento.
El primer año fue dedicado principalmente a gestionar acuerdos y a la mencionada nivelación de información. Luego, se concertó formalizar una mesa técnica para definir una visión estratégica y un plan de trabajo a mediano plazo asociado a actividades, productos y estrategias de financiamiento.
De esta forma fue como en el Instituto de la Construcción, a mediados de 2019, se consolida el Comité de Huella de Carbono del Sector Construcción como una de las iniciativas del programa de trabajo derivado del convenio entre el mismo Instituto y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (en el cual también participó el jefe de Certificación de Edificio Sustentable (CES)). Paola Valencia, secretaria ejecutiva de Construcción Sustentable del Minvu, es quien preside esta comisión, la cual invita a expertos que representan a instituciones del sector público y privado y que están interesados en la gestión responsable de las emisiones de CO2 en la construcción. La vicepresidencia del Comité la ocupa en la actualidad Chile Green Building Council.
Para ponerse en marcha, una de las prioridades era marcar directrices de trabajo. Al respecto, se definieron tres puntos clave: el levantamiento de base de datos de huella de carbono para el ciclo completo de la edificación, una metodología de monitoreo, reporte y verificación de la misma y un plan de cálculo para estimar impactos ambientales desde la etapa de diseño de la obra.
Mediante este procedimiento se cubren objetivos primordiales como, por ejemplo, tener una línea base de la realidad nacional para establecer distintos niveles de avance a través de datos validados que aseguren confianza, trazabilidad e interoperabilidad.
Estrategia nacional
Para poner en acción una ruta de trabajo, se requiere previamente de una estrategia que defina los pasos a seguir para ir logrando los macros y micro objetivos de cada ítem. En este lineamiento, se estableció un método a nivel nacional que apunta a la consecución de metas responsables e indicadoras de seguimiento para fomentar que el sector de la construcción gestione de forma sustentable sus recursos y gestione, a su vez, la huella de carbono a lo largo de todo el ciclo de vida (incluyendo tanto el carbono incorporado como el operacional).
Teniendo esto como base para lanzar directrices, se definió trabajar en tres niveles: sectorial, de edificación y de productos. En el primer punto se abarcan todos los antecedentes que sean de utilidad para actores como el gobierno y la academia, considerando los requerimientos de diferentes ministerios y la identificación de la calidad de información necesaria para satisfacerlos. Para comprender mejor, se puede ejemplificar concretamente mediante el Ministerio del Medio Ambiente, el cual necesita información sobre el consumo de energía en la construcción para la elaboración del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero.
El tópico orientado a la edificación, en tanto, comprende la información que sea de utilidad a los entes relacionados al acto mismo de planificar, diseñar, construir, operar y ocupar inmuebles. Éste posee requerimientos asociados al alcance de certificaciones y esquemas para demostrar la sustentabilidad de las obras.
En cuanto al apartado referido a los productos, la dirección va hacia el ecodiseño. Sobre todo teniendo en cuenta que la huella de carbono de los materiales, equipos y sistemas utilizados afecta directamente el carbono incorporado (suma del impacto de todas las emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas a un material durante su ciclo de vida), por lo que resulta un desafío sumamente necesario.
Logros del Comité
Es cierto que es temprano como para poder visibilizar una permeabilidad de la industria a partir de las acciones que se han llevado a cabo (pues sólo se lleva un año y medio de funcionamiento). Sin embargo, los logros obtenidos a la fecha corresponden a etapas prematuras relevantes en el camino a poner en marcha una estrategia nacional. Como muestra, hasta el momento se han definido los lineamientos principales de una hoja de ruta y desarrollado un completo estudio de análisis del estado del arte en huella de carbono a nivel nacional e internacional para los tres niveles señalados anteriormente (titulado “Estado del arte nacional e internacional de alternativas metodológicas para levantamiento de datos, monitoreo, reporte, verificación y calculadoras de Huella de Carbono”).
Como segunda etapa de este mismo trabajo, se definió el objetivo general, los objetivos específicos, el alcance y el trazado de los próximos tres años para este Comité. Entre ellos, por supuesto, aparece como primera necesidad el desarrollo e implementación de un método a largo plazo para la gestión de la huella de carbono del sector.
Destaca, también, la puesta a disposición de documentos correspondientes al proyecto, como el “Manual para la Implementación de Declaraciones Ambientales de Productos de Construcción”, el “Resumen para Tomadores de Decisiones” y la “Hoja de Ruta Comité Huella de Carbono Sector Construcción”.
En base a estos productos, en la actualidad se desarrolla una consultoría para elaborar la primera versión de la estrategia, la cual esperan esté lista para finales de 2021. Ésta, incluso, será sometida a consulta para ajustar su contenido durante el segundo semestre del presente año. De hecho, las instituciones que participan (provenientes de los sectores público, privado y de la academia), han demostrado su preocupación y su real compromiso para lograr la neutralidad del carbono en 2050, disponiendo de profesionales expertos que asisten bimensualmente a sesiones de trabajo para definir ese camino.
Fuente: Madera21