La Taxonomía de Actividades Económicas Medioambientalmente Sostenibles de Chile (T-MAS) fue lanzada por el Ministerio de Hacienda como una herramienta clave para alinear inversiones con los compromisos climáticos del país. El sector construcción fue protagonista en su desarrollo, con la participación de Paola Valencia, arquitecta y jefa de Acción Climática y Economía Circular de EBP Chile.
El Ministerio de Hacienda presentó recientemente la primera versión de la Taxonomía de Actividades Económicas Medioambientalmente Sostenibles de Chile (T-MAS), un hito que marca un paso decisivo en el diseño de herramientas que promuevan la inversión alineada con los objetivos climáticos y ambientales del país.
La T-MAS establece criterios técnicos y científicos para clasificar actividades económicas como ambientalmente sostenibles. Esta herramienta permitirá identificar aquellas inversiones que contribuyen a la mitigación del cambio climático, adaptación, uso sostenible del agua y recursos, economía circular, prevención de la contaminación y protección de la biodiversidad.
El sector construcción fue parte integral del desarrollo de esta clasificación, gracias a una articulación multisectorial que convocó a expertos y actores clave. Paola Valencia, arquitecta y jefa del área de Acción Climática y Economía Circular de EBP Chile, participó como Chairperson del sector construcción e inmobiliarias. Una de las principales tareas fue definir, en base a evidencia técnica y experiencia nacional e internacional, qué acciones dentro del sector construcción realmente aportan a la mitigación del cambio climático, y bajo qué condiciones pueden considerarse sostenibles. En esta entrevista, nos cuenta más detalles de su participación.
¿Cómo fue su experiencia liderando el componente técnico del sector construcción en el desarrollo de la T-MAS?
Fue una experiencia muy desafiante, por varias razones. En primer lugar, era un tema nuevo en el país, no había experiencia y tuvimos que estudiar qué eran las taxonomías y cómo se habían conformado en diferentes países del mundo. En segundo lugar, tuvimos que alinear cada una de las experiencias, cruzarlas con la realidad nacional e identificar qué tipo de actividades y criterios podrían ser más adecuados para el Chile de hoy. Y, en tercer lugar, uno de los desafíos más importantes fue conciliar las visiones y necesidades de cada uno de los actores que participaron en cada una de las etapas de socialización del proceso y tratar de llegar a un producto que lograra un consenso sectorial.
¿Qué aspectos destacaría del proceso colaborativo en la construcción de esta taxonomía?
En primer lugar, destacar la gobernanza del sistema de taxonomía, dado que en la estructura está el Nivel Directivo y luego hay un Nivel Coordinador, que cumplió un rol fundamental de guiar a los ocho equipos de Chairpersons, coordinarlos y llevar a cabo diferentes etapas de procesos participativos. En segundo lugar, fue muy valioso que existiera también un Grupo Revisor, compuesto por una variedad relevante de representantes del sector, quienes tuvieron la oportunidad de revisar cada una de las entregas, entregar sus aportes y realizar talleres de discusión en cada etapa.
Beneficios y avances para la industria
De acuerdo con Paola Valencia, los beneficios de T-MAS implican entregar al sistema financiero una referencia de estándares mínimos a considerar, tanto para Contribución Sustancial como para No Hacer Daño Significativo, lo que permite tener un criterio mínimo común.
“También al impulsar la incorporación de estos criterios a otros sectores que no los tenían previamente, se espera movilizar con mayor fuerza y forma transversal varios mercados hacia modelos sostenibles y por consecuencia podría acelerar estos temas en el sector construcción”, precisa.
¿Qué oportunidades se abren para el rubro en términos de financiamiento e inversión sostenible con esta herramienta?
Esperamos que se abran nuevos productos financieros verdes, en especial focalizados a los desarrolladores y constructoras, creo que este tipo de mercado objetivo es el que realmente puede generar los cambios que necesitamos en la industria. Además, me parece que es muy positivo que los incentivos estén focalizados a premiar buenas prácticas ambientales y sociales y no sólo a generar dinamismo en el mercado.
¿Cómo se alinea la T-MAS con los esfuerzos del sector por avanzar hacia una construcción más sustentable?
Algunos actores del sector construcción vienen trabajando e impulsando este tema hace muchos años, pero con bajo nivel de avance, en comparación al esfuerzo realizado. En este sentido pienso que, dado que es una iniciativa de política internacional y de Estado, cumple un rol fundamental en presionar en general al sistema en promover industrias sustentables, por lo que se espera que este impulso permita acelerar el avance en estos temas en la cadena de valor del sector y de forma nacional.
¿Qué desafíos enfrentaron al definir los Criterios Técnicos de Selección (CTS) para el sector?
El sector construcción cuenta con varios sistemas de certificación que están operando en Chile desde hace muchos años. El mayor desafío fue la alineación de los estándares que estos sistemas solicitan. Otro desafío fue incorporar criterios que pudieran ser factibles de cumplir en todas las regiones de Chile, dado que hay requerimientos, en particular de residuos que no es factible de solicitar a nivel nacional.
¿Qué recomendaciones haría para que empresas constructoras, especialmente PYMEs, puedan comenzar a alinearse con la T-MAS?
En primer lugar, que revisen los CTS establecidos para el sector, que estudien los productos financieros que están disponibles para ellas y que alinean sus prácticas a los criterios definidos en la Taxonomía, dado que este es un movimiento que está comenzando y que es probable que crezcan las oportunidades en este contexto.
¿Cómo visualiza la evolución de esta herramienta en el tiempo y su integración en la regulación o prácticas del mercado?
Esperamos que en una próxima versión se puedan incorporar CTS con enfoque de Contribución Sustancial (CS) para los 6 objetivos medioambientales. Por otra parte, que las instituciones financieras incorporen estos criterios en sus instrumentos de evaluación, sobre todo los de CS. Finalmente, que las empresas revisen y alineen sus prácticas a los criterios definidos en la taxonomía y, de esta manera, se generen los cambios que necesitamos para tener industrias que generen menos impacto y que aportemos a la carbono neutralidad que el país ha comprometido al 2050 .
Desde su perspectiva y como parte del ecosistema de Construye2025, ¿cómo complementa la T-MAS las iniciativas actuales del programa?
La primera versión de la T-MAS sólo aborda los CTS de NHDS para Objetivo de Transición hacia una Economía Circular, que es el objetivo que aborda la Industrialización y Economía Circular, temas que ha impulsado el programa Construye2025. Esperamos que para una próxima versión de la T-MAS se incorporen en los CTS de CS del Objetivo de Transición hacia una Economía Circular, que desarrollamos y que complementan en forma más contundente estos temas.
La T-MAS está disponible públicamente y será actualizada periódicamente, integrando nuevos sectores y mejorando sus criterios a medida que evoluciona la ciencia y la tecnología. Su implementación también se vinculará con otros instrumentos como bonos verdes y estrategias de financiamiento sostenible, fortaleciendo la transparencia y confianza en el sistema financiero nacional.
Representantes clave del sector público, privado, academia y sociedad civil participaron en un taller para fortalecer la colaboración y garantizar el éxito del modelo territorial de economía circular en la construcción.
En el contexto del proyecto “Red de Economía Circular de la Construcción”, se llevó a cabo un exitoso primer taller para la presentación del mapa de actores y aliados, con el objetivo central de avanzar en la conformación de la gobernanza territorial. Esta iniciativa es un paso clave para impulsar la transición hacia una economía circular en el sector de la construcción, promoviendo la valorización de residuos y la creación de sinergias productivas en la Región Metropolitana.
El taller, realizado en la CDT, con la participación activa de representantes del sector público, privado, academia y sociedad civil, permitió identificar y priorizar actores estratégicos para una gobernanza efectiva. El equipo técnico trabajó en la categorización de cerca de 500 actores relevantes, seleccionando a los 40 más influyentes. Así, los participantes trabajaron sobre esta base para formar parte de una red colaborativa orientada al desarrollo sostenible.
“Es muy importante la participación de todos los actores de la cadena de valor y ecosistemas relacionados a la economía circular, más allá de la cadena de valor de la construcción, es clave incluir a actores relacionados a las finanzas sostenibles, la innovación, I+D, emprendedores y startup, entre otros”, agrega la coordinadora de sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia.
Resultados del taller
Entre los logros destacados de la jornada, se identificaron nuevos aliados estratégicos, incluyendo gremios, consultoras y asociaciones internacionales. Además, se discutió la importancia de incorporar representantes del sector financiero y fortalecer la participación de actores clave en la toma de decisiones.
El taller marcó el inicio de un plan de acción dinámico que incluirá la organización de nuevos encuentros y la implementación de proyectos piloto para validar el modelo territorial en la Región Metropolitana. En los próximos dos meses, se trabajará en robustecer el mapa de actores para conformar la gobernanza territorial y aliados estratégicos, luego se diseñará un modelo de gobernanza que permita la participación activa e inclusiva de sus actores, actividades que son parte del primer componente Modelo de Gobernanza Territorial.
En esta ocasión, participaron Hernán Madrid, de CES; María Fernanda Aguirre, de Chile GBC; Sergio Díaz, de la Cámara Chilena de la Construcción; Paola Molina, del Instituto de la Construcción; Guillermo Silva de Achival; Solange Fuentes, de Banco Itaú; Benjamín Ramírez, de Greenrec Lepanto; Maria Renee Oliva de CIPYCS; Paola Valencia y Matías Dueñas de EBP Chile; Danae Haase de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Karla Llanos del área de Residuos de la Municipalidad de Independencia; Natalia Reyes de CTEC. La facilitación estuvo a cargo de Antonio Iturra de Ematris; Francisca Díaz, María José Cobo y Salomé Muñoz, de la CDT.
En tanto, del equipo técnico estuvieron presentes: Sergio Diaz (CChC), Alejandra Tapia (Construye2025), Edelmira Dote (Corfo), Katherine Martínez (CDT), Carolina Manríquez (Gobierno de Santiago), Sergio Díaz (CChC) y Bárbara Silva (CDT), coordinadora del proyecto.
El proyecto, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y liderado por instituciones como Corfo, Construye2025, el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago y la Cámara Chilena de la Construcción, reafirma su compromiso de transformar la industria de la construcción hacia un modelo circular y sostenible.
Cinco componentes
El proyecto “Red de Economía Circular de la Construcción” se articula en torno a cinco pilares fundamentales:
La iniciativa integrada por actores del sector público, privado y la academia, busca establecer lineamientos estratégicos y operativos para el desarrollo del proyecto «Red de flujos y encadenamiento productivo en construcción para una Araucanía sostenible».
Con el objetivo de alinear los intereses regionales y robustecer la colaboración con los agentes locales, promoviendo prácticas sostenibles en el sector de la construcción, como la gestión eficiente de los residuos generados por esta Industria, el Gobierno Regional y Corfo lanzaron a través de la conformación de la mesa de gobernanza, el proyecto «Red de flujos y encadenamiento productivo en construcción para una Araucanía sostenible».
Esta alianza entre el Gobierno Regional y Corfo, que cuenta además con el apoyo del Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción -CTEC y EBP Chile, busca fomentar la Economía Circular del sector construcción en la región, a través de las alianzas público, privado y academia, creando esta plataforma web con información georreferenciada sobre centros de distribución de materiales, obras de construcción relevantes, transportistas de materiales y residuos, gestores de residuos y centros de disposición final en toda la región.
Esta información estará cruzada con mapas de riesgo climático, con el objetivo de levantar líneas base y potenciales oportunidades de negocio con enfoque de simbiosis industrial y adaptación al cambio climático, lo que permitirá generar un diagnóstico territorial sobre los flujos de materiales y residuos, indicadores de impacto ambiental y propuestas de encadenamiento productivo para el sector de la construcción.
Sobre esta iniciativa levantada por el Gobierno Regional y Corfo, el gobernador Luciano Rivas dijo que, “a través de este trabajo público privado estamos promoviendo prácticas sostenibles en un ámbito que es muy importante como es la construcción, lo que nos permitirá a futuro desarrollar planes de gobierno, políticas públicas, inversiones, programas, entre otros, para así generar nuevas iniciativas que nos permitan mayores y mejores encadenamientos productivos para el sector de la construcción, y es en ese sentido que el trabajo con Corfo, CTEC y EBP Chile resulta fundamental, para por ejemplo, abordar la problemática que es el déficit habitacional en la región”.
Eduardo Figueroa, director de Corfo Araucanía señaló en el encuentro, “queremos generar un trabajo conjunto con todas las instituciones y cumplir con los objetivos dispuestos para este bien público, ya que desde Corfo Araucanía hemos comenzado a desarrollar una iniciativa emblemática cuyo desafío, desde la Mesa de Coordinación para el Sector, es proponer el desarrollo de diversas acciones orientadas a impulsar un trabajo conjunto, entre el sector público, privado y academia, para generar instancias de desarrollo de proyectos, capacitación y buenas prácticas».
La directora ejecutiva de CTEC Carolina Briones, institución que lidera el proyecto, señala que ve un tremendo potencial en la Región de La Araucanía para que ésta se transforme en un polo de innovación, que pueda transferir a Latam todo el trabajo que se está desarrollando en esta materia en la región. “En la Araucanía hay muchas iniciativas, empresas con alto potencial y conocimiento por parte de las universidades. A través de ese conocimiento se debe repensar un nuevo paradigma para el sector construcción que sea más sostenible. Desde CTEC vemos en este proyecto una punta de lanza de un sinfín de iniciativas de la región para Chile. Agradecemos la participación de todos los integrantes de esta mesa, creemos que esta visión coordinada y colaborativa nos permitirá llevar adelante este proyecto de forma exitosa”.
Cabe destacar que, según el Barómetro de la Construcción Araucanía (CChC, 2018), el sector de la construcción se posiciona como el segundo más relevante en la economía regional, impulsando una importante cantidad de empleo. Esto último se intensificará con los nuevos planes de infraestructura, en línea con la estrategia de desarrollo regional, así como con la edificación de viviendas para abordar el déficit habitacional. Sin embargo, es crucial reconocer que este sector también conlleva un significativo impacto ambiental, especialmente en relación con la generación de Residuos de Construcción y Demolición (RCD), la mayoría de los cuales consisten en materiales inertes con un alto potencial de reutilización.
Las políticas Net Zero Energía y Net Zero Carbono fueron abordadas en el webinar “Nuevos enfoques de sustentabilidad en construcción en el contexto internacional.
Chile busca alcanzar la carbono neutralidad al año 2050. El objetivo no es menor y, por ello, se han definido 55 metas de avance para el año 2030. Estas buscan encaminar al sector construcción hacia una industria más eficaz en el uso eficiente de la energía y con un mayor control de las emisiones de gases de efecto invernadero en el contexto de cambio climático y en la proyección de crecimiento en el área inmobiliaria.
Al comenzar el webinar “Nuevos enfoques de sustentabilidad en construcción en el contexto internacional”, Katherine Martínez, subgerente de Desarrollo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), recordó estas metas nacionales.
Asimismo, en el encuentro quedaron reflejados los frutos del trabajo colaborativo entre el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP, el Instituto de la Construcción y Certificación de Edificio Sustentable (CES), en los que se han planteado las bases para el trabajo específico dentro de los próximos años.
“Hay avances para que la carbono neutralidad tome más fuerza en el desarrollo de todo proyecto inmobiliario”, dijo Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, respondiendo a uno de los cuatro ejes que la reducción de gases de efecto invernadero a través de la diversificación de la matriz energética; el desarrollo de la electromovilidad; el hidrógeno verde y la reducción de emisiones en todos los procesos industriales y edificaciones. “Vemos con muy buenos ojos lo que están realizando las diferentes organizaciones, para poder ampliar y mejorar los modelos técnicos de certificación de edificaciones sustentables, que permitan medir la huella de carbono”, señaló.
Por su parte, Margarita Cordaro, jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, valoró el convenio que tiene con el Ministerio de Energía y el Instituto de la Construcción, el cual representa una trayectoria enorme. “Recientemente estuvimos presentes en la COP26 con la formulación temprana de sustentabilidad. Nuestro aporte va enfocado hacia la parte operativa, en la que se miden, se evalúan y certifican las obras. En este contexto, el convenio nos permite medir para llegar a una Net Zero Energía y Net Zero Carbono”, dijo.
Para Paola Molina, presidenta del Comité Directivo de CES, un acuerdo tripartito es una gran oportunidad para diseñar, desarrollar y ejecutar obras más competitivas, más eficientes, que minimicen su impacto en el ecosistema. “Pudimos constatar en la COP26, que el sector construcción es una de las áreas donde podemos generar más pronto acciones para poder mitigar y adaptarnos al cambio climático”, afirmó en este aspecto. De ahí que el uso de instrumentos como las certificaciones sea vital para mejorar los estándares y medir el avance de la construcción sustentable en Chile.
Temas abordados
Para desarrollar el camino hacia la Net Zero Energía y Net Zero Carbono, en el marco del convenio de colaboración, se desarrolló un estudio de modo de poder definir para Chile los alcances de ambos conceptos. El estudio fue ejecutado por EBP Chile y el Centro Tecnológico para la Construcción CTeC.
“El objetivo general del estudio es definir aspectos técnicos que nos permitan desarrollar la definición Net Zero Energía para Chile e integrarse a la certificación CES”, comentó Natalia Reyes, investigadora del CTeC. Según la especialista, a nivel internacional, existe una política pública fuerte junto a una estrategia comunicacional efectiva, donde, “incluso muchos ministerios han cambiado sus nombres, como el Ministerio de la Transición Ecológica en España, por ejemplo, posicionando el cambio a nivel comunicacional”.
Un referente destacado por Monserrat Bobadilla de la agencia EBP, es Suiza donde las certificaciones ya han sido adaptadas a marcos regulatorios. Allí, hay demandas máximas de 35 kW/h/m2 año, suplir el consumo energético con autoproducción y con un 0% de matriz energética fósil, recalcó la investigadora, argumentando que “es más fácil adaptarse con este instrumento, ya que otros buscan reducir en porcentajes”.
Asimismo, Bobadilla comentó el caso español, donde valoró aspectos como: las instalaciones térmicas de la edificación; las condiciones para la iluminación limitando la potencia máxima y un sistema de control y regulación; además de contribución mínima de energía renovable; agua caliente sanitaria; envolventes; entre otros.
Los instrumentos que ayudarán a validar la Net Zero Energía como Net Zero Carbono permitirán generar los nuevos lineamientos para el desarrollo de futuras certificaciones CES, según el jefe de CES, Hernán Madrid, quien adelantó las ventajas de la nueva plataforma, además de las consideraciones en la versión 1.1.
Finalmente, Bárbara Rodríguez, profesional de la Unidad de Infraestructura, Edificación y Ciudades del Ministerio de Energía, aseguró que “al 2025 debemos contar con la información de carbono incorporado de todas las edificaciones nuevas y existentes, un gran trabajo en las metodologías, gobernanza, levantamiento y disponibilidad de datos. En 2030 esperamos que el 100% de los edificios reporten públicamente su huella de carbono operacional e incorporado, a través de un instrumento obligatorio”.
Fuente: CES