Tags

Construye2025 participa en actividades del MOP para impulsar la sustentabilidad en el sector construcción en contexto de cambio climático

Fecha: 04/12/2024

Con la participación de Alejandra Tapia, el programa se hizo presente en actividades relacionadas con el Ministerio de Obras Públicas: en el Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, y en el encuentro de diálogo titulado “Sustentabilidad y Cambio Climático”, en el contexto de la conmemoración de los 150 años de la Dirección de Arquitectura. 

En un esfuerzo por posicionarse como referente en sustentabilidad aeroportuaria, la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (DAP MOP) lidera un innovador estudio que busca sentar las bases para la versión específica CES Aeropuertos que aborde una infraestructura sostenible y la inclusión de la economía circular. Este proyecto es desarrollado en conjunto con diversas entidades públicas, privadas y académicas, marcando un hito en el desarrollo sustentable del país.

Durante el segundo Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, expertos y representantes de distintas instituciones evaluaron avances y compartieron perspectivas sobre cómo integrar prácticas sostenibles en el diseño, construcción y operación de los aeropuertos en Chile, entre ellas estuvo Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.

“Estamos muy contentos de haber realizado este segundo comité consultivo con una amplia participación y muchas consultas. Este estudio aborda distintas visiones, no solo de la Dirección de Aeropuertos, sino también de otras áreas del MOP y del sector privado. Es un paso clave hacia la certificación sostenible que esperamos concretar el próximo año”, destacó Martita Molina, inspectora fiscal del Estudio de la Dirección de la DAP MOP.

El proyecto no solo busca implementar medidas de eficiencia energética, economía circular e infraestructura verde, sino también establecer una certificación que posicione a Chile como líder en prácticas sustentables a nivel regional. Según Margarita Cordaro, vicepresidenta de CES y representante del MOP, “generar una certificación aeroportuaria representa un avance increíble para Chile. Este trabajo, que reúne tecnología y la colaboración de especialistas, academia e instituciones públicas y privadas, marca un punto de partida en una especialidad maravillosa. Aunque aún queda camino por recorrer, lo logrado hasta ahora es una contribución significativa al desarrollo sustentable”.

Por su parte, el sector privado también ha jugado un rol crucial en este proceso. John Rathkamp, gerente de Sustentabilidad de Nuevo Pudahuel S.A., destacó los esfuerzos realizados para reducir el impacto ambiental de las operaciones aeroportuarias: “Estamos comprometidos con avanzar en la sustentabilidad del aeropuerto, no sólo entregando infraestructura de calidad, sino también reduciendo el impacto ambiental. Medidas como eficiencia energética, uso de energía verde certificada y puentes de embarque sustentables son parte de este esfuerzo por un futuro más sostenible”.

La importancia de este trabajo radica en su capacidad para incorporar innovaciones claves en el diseño y la operación de aeropuertos, como explicó Evelyn Reid, jefa de Edificación y Planes Maestros de la Dirección de Aeropuertos. “Este estudio nos permite integrar temas actuales de sustentabilidad como huella de carbono, net zero e infraestructura verde y azul. Estamos explorando nuevas soluciones que nos ayudarán a mejorar nuestros diseños y medir los avances en sostenibilidad, algo fundamental para el desarrollo de mejores proyectos aeroportuarios”, afirmó.

Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, participó de esta instancia y comentó que “para el programa es muy importante la certificación CES Aeropuertos, y la inclusión de la economía circular en las certificaciones. Hay muchas oportunidades en la inclusión de materiales con atributos sustentables, como lo son los áridos reciclados y artificiales”.

De esta manera, el estudio continúa avanzando y se espera que en el próximo comité consultivo se consoliden más detalles sobre esta herramienta de certificación, que podría posicionar a Chile como líder en infraestructura sostenible en la región.

Diálogo sobre políticas públicas “Sustentabilidad y Cambio Climático”

Asimismo, Tapia participó en uno de los dos paneles de expertos para llevar a cabo el segundo diálogo titulado “Sustentabilidad y Cambio Climático”, en el contexto de la conmemoración de los 150 años de la Dirección de Arquitectura. En la oportunidad, se respondieron a las preguntas sobre cómo inciden las políticas sobre el cambio climático y la sustentabilidad en la edificación pública y cuáles son las nuevas estrategias y tecnologías de la construcción que se presentan para que la sociedad pueda adaptarse al cambio climático.

Al respecto, la directora nacional de Arquitectura, Loreto Wahr, destacó la importancia de generar estos espacios de conversación, a pocos meses de celebrar los 150 años de la Dirección de Arquitectura que se cumplen el próximo 25 de enero de 2025. “Es sumamente importante considerar el ciclo completo de los proyectos, desde la planificación, el diseño y la construcción, estableciendo buenas conversaciones con un trabajo integrado para, posteriormente, innovar en la construcción”, aseguró Whar, recalcando la importancia de incorporar a la mujer y la perspectiva de género en la industria, además del uso de tecnologías avanzadas.

Alejandra Tapia remarcó el valor de estos 150 años de experiencia que tiene la Dirección y aspectos claves en la gestión como “la responsabilidad en el diseño de los proyectos y los impactos que estos pueden causar, tanto ambientales como sociales.”

Algo en lo que también coincide el jefe de la División de Infraestructura Sustentable (DIS) de la Dirección General de Obras Públicas, Daniel Bifani, es en que “la planificación es crucial por la importancia estratégica de las obras que se planifican de facto en el territorio, lo que requiere una estrecha colaboración con organismos regionales y el sector académico”. Todo esto, bajo el alero de los cuatro pilares de la Política de Sostenibilidad MOP, que incluyen lo ambiental, lo económico-financiero, lo social y lo institucional. 

Desde su área, Rodolfo Jiménez, decano de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido de la Universidad de Santiago de Chile, señaló que el mayor desafío que están enfrentando es algo que ya están abordando, y tiene que ver con la formación. “Nuestro enfoque principal es la educación de profesionales. Desde los primeros años, tratamos todos los temas relacionados con la sustentabilidad con nuestros estudiantes. Ahora, creemos que es posible establecer una sinergia mucho mayor con las instituciones públicas, a través de metodologías como el aprendizaje y servicio, lo que permitiría la realización de convenios de colaboración”, agregó.

Andrés Venegas, gerente de Proyecto en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), expresó que es fundamental que la arquitectura se transforme en un sistema eficiente, que minimice el uso de energía y recursos, y que tenga una incidencia positiva a largo plazo en el entorno. Agregando que “el desafío ahora es implementar estas iniciativas, compartirlas transversalmente en la sociedad y educar a las personas para poder construir una nueva sociedad que proteja el planeta y permita nuestra subsistencia como especie.”

En ese sentido, el jefe de la Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid, consideró que esta fue una oportunidad de “poner en valor el trabajo de política pública que ha hecho la Dirección de Arquitectura con CES, que ha dado muestras de ser una política pública consistente en el tiempo, que empezaron a trabajar hace más de 10 años y que empezaron ellos a apoyar fuertemente incorporando proyectos a certificación”, con lo cual se refuerza la importancia de la planificación como un instrumento clave en esta materia.

El primer panel fue moderado por la arquitecta Margarita Cordaro, funcionaria de la Sección de Sustentabilidad y Normas de la Dirección de Arquitectura, y contó con la participación de Macarena Ortiz Arrieta, secretaria ejecutiva de la Construcción Sustentable DITEC del MINVU; Orietta Valdés, de la División de Evaluación Social de Inversiones del Ministerio de Desarrollo Social y Familia; Alexandre Carbonnel Torralbo, académico de la USACH, Daniel Bifani y Hernán Madrid. Mientras que el segundo panel fue moderado por la arquitecta Paulina Ortiz, jefa (s) de la Unidad de Proyectos de la Dirección de Arquitectura, y contó con la participación de David Cabieles, del Departamento de Edificación y Ciudad del Ministerio de Energía; Evelyn Medel, jefa del Departamento de Sostenibilidad y Cambio Climático de la DGOP; Daniela Vásquez, gerenta del Programa Tecnológico de Construye Zero del Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción; Andrés Venegas, Alejandra Tapia y Rodolfo Jiménez.

El Consejo Estratégico de la Construcción celebra su encuentro número 50 y resalta la importancia de las certificaciones

Fecha: 29/10/2024

En la actividad realizada en Espacio AOA, Marcos Brito, Alejandra Tapia y Carlos Cayo, integrantes del equipo de Construye2025, dieron a conocer algunos de los principales avances y actividades realizados en los últimos meses. Asimismo, los representantes de las principales certificaciones en Chile analizaron el ecosistema de la construcción sostenible en Chile.

Las certificaciones disponibles en Chile fueron el tema principal de la sesión número 50 del Consejo Estratégico de la Construcción, realizado en el Espacio AOA de la Asociación de Oficinas de Arquitectos. En la ocasión, la presidenta de Construye2025, Carolina Garafulich, dio la bienvenida a Ximena Ruz Espejo, quien se sumó al Consejo en calidad de representante de Sustentabilidad; y a Carlos Cayo Rojas, quien se hizo cargo de la línea de Innovación y Desarrollo Tecnológico del programa.

Asimismo, Garafulich presentó el tema principal en tabla sosteniendo que “las certificaciones son un buen mecanismo para instalar, ordenar y guiar a las distintas organizaciones. Todas estas cosas que se dicen que hay que hacer se puede hacer de manera fácil, estandarizada, y ahí las certificaciones toman un rol fundamental”.

Posteriormente, Marcos Brito, Alejandra Tapia y Carlos Cayo comentaron algunas de las actividades y noticias relacionadas con el área de la construcción, entre las que destacan el lanzamiento de la Hoja de Ruta BIM, con una selección de propuestas de las mesas de trabajo realizadas entre la industria y la academia, y el cierre del primer Acuerdo de Producción Limpia del sector construcción, efectuado en Valparaíso.

Las exposiciones posteriores estuvieron a cargo de María Fernanda Aguirre, directora ejecutiva de Chile Green Building Council (GBC); Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable (CES), del Instituto de la Construcción; y Sergio Díaz, subgerente de Sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

La primera en exponer fue María Fernanda Aguirre, quien explicó que el GBC se encarga de promover y difundir distintos sistemas de certificación, tanto nacionales como internacionales, para potenciar el uso eficiente de recursos y mejorar la calidad de vida de los usuarios de las obras. Fernanda detalló que, en Chile, el mercado de los sistemas de certificación y calificación es grande en comparación con otros países de la región, y destacó la existencia de herramientas nacionales como CES. “Nosotros, como Chile GBC, promovemos también herramientas internacionales”, tales como LEED, WELL, Passivhaus, entre otras.

Entre las principales novedades, Aguirre anunció que “Chile es el canal oficial de difusión para el sistema de certificación Envision, que es un sistema para infraestructura no habitable, como puentes, centrales de generación, tratamiento de agua, etcétera”. Además, invitó a conocer otros sistemas, como Zero Waste, que definió como “un muy buen sistema de certificación que gestiona circularidad en el ciclo de vida completo de las instalaciones”. 

Luego tomó la palabra Hernán Madrid, jefe de la certificación CES, que se aplica para edificios de uso público, es decir, no para viviendas. “Tenemos dos versiones funcionando, la versión de edificios de uso público, que ya está en su segunda versión; y tenemos una específica para hospitales”, detalló, agregando que esta certificación aborda temas de calidad, uso eficiente de energía, de agua, gestión de residuos, operación del edificio e innovación, y que evalúa en escala de 0 a 100, con 30 puntos mínimos para certificar.

Además, Madrid destacó que lo importante de la certificación de CES es que fue diseñada para “reflejar las condiciones climáticas y geográficas de nuestro país. El sistema está calibrado para nuestras condiciones específicas”. En este sentido, explicó que este año se estrenó “una versión específica para resiliencia, llamada CES+Resiliencia”.

A la fecha, existen 528 proyectos en etapa de certificación, 126 edificios ya certificados y 311 proyectos precertificados, agregó, precisando que las regiones que lideran las certificaciones están en la zona centro y sur del país.

Finalmente, Sergio Díaz, subgerente de Sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), entregó detalles de la certificación PRO, que reconoce a las empresas que cumplen estándares de calidad y prácticas sostenibles. Relató que esta iniciativa nació como respuesta a un proceso de transformación de la Cámara, cuya misión se enfoca en mejorar la calidad de vida de las personas, siempre mediante el desarrollo sostenible.

El Sello PRO “nos permite llevar todas las buenas prácticas, la formación, las herramientas, los espacios de vinculación y reconocimiento a las empresas de manera tal que puedan ir incorporando todo eso en su forma de hacer un negocio”, detalló, y añadió que éste busca asegurar un estándar mínimo de prácticas en la organización.

Este sello funciona a través de un programa de acompañamiento a las empresas, para que vayan integrando todos los estándares requeridos con la ayuda de un equipo de asesores, en un trabajo que se extiende, generalmente, alrededor de diez meses. El programa es para todo tipo de empresa, desde constructoras e inmobiliarias hasta proveedoras. Sergio indica que, desde 2020 a la fecha, cerca de 236 empresas han pasado por el programa, más de 150 tienen el estándar, abarcando más de 1.400 obras.

 

Cómo las certificaciones nacionales se hacen cargo de la economía circular

Fecha: 27/09/2023

Tanto CES como CVS incluyen dentro de sus metodologías exigencias relacionadas con la gestión de residuos de la construcción y demolición. Conoce cuáles son.

Sin duda, tras el lanzamiento de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular 2035 impulsada por los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente y Obras Públicas, Corfo y Construye2025, y de la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, liderada por la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y Construye2025, con la facilitación y coordinación de la CDT, se ha configurado un escenario diferente que ha permeado a las certificaciones locales, tanto de edificios como de viviendas.

Por ejemplo, a partir del lanzamiento de una actualización de su metodología, realizado en enero de este 2023, Certificación Edificio Sustentable (CES) habla de una evolución con respecto a la versión anterior, en la que los requerimientos se encontraban divididos en dos categorías ARQ.Residuos y CONST.Residuos, ambas relacionadas solo con el manejo de residuos, tanto en el diseño como en la construcción y operación del edificio.

En tanto, la versión 1.1 de CES une los requerimientos anteriores en una nueva categoría llamada ARQ. & CONST. Materiales y Residuos, contiene tres variables: 

  • Declaración Ambiental de Productos, 
  • Residuos en Operación y 
  • Gestión de Residuos en la Construcción.

“Así, los proyectos tienen ahora la posibilidad de postular al requerimiento relacionado a la especificación de materiales con Declaración Ambiental de Productos (DAP) a través de dos opciones: la primera es entregando la información de materiales o productos para la construcción permanentemente instalados o declarando información de al menos un 20% del presupuesto total de materiales de la obra”, comenta Hernán Madrid, jefe de CES.

La Declaración Ambiental tipo III, Declaración Ambiental de Producto o DAP, proporciona datos ambientales cuantificados, utilizando parámetros predeterminados, basada en el análisis de ciclo de vida según la norma internacional ISO14025. En ese sentido, “para CES es muy relevante promover el uso de materiales que identifiquen y cuantifiquen su impacto ambiental, preparándonos y en miras a una futura versión 2.0 de CES, donde las DAP serán necesarias para la medición de huella de carbono en el ciclo completo de la edificación”, asegura.

En detalle, la variable 9.Gestión de Residuos en Operación contempla un requisito voluntario que debe ser considerado desde etapas tempranas del proyecto, donde el diseño del edificio considere espacio suficiente que permita el almacenamiento de residuos reciclables por separado y una acumulación de determinados días. Además, se debe considerar accesos que faciliten el depósito y el retiro adecuado, junto con presentar un plan que posibilite en un futuro a la administración del edificio poner en marcha el reciclaje de residuos en operación.

La variable 10.Gestión de Residuos en la construcción presenta dos requerimientos obligatorios: el 10R1 y 10 R2 y a diferencia de la versión anterior (v1), donde se solo se solicitaba demostrar con reportes mensuales de obra el cumplimiento del artículo 5.8.3 de la OGUC, la que incluye básicamente medidas con el objetivo de mitigar el impacto de las emisiones de polvo y material, la v1.1 de CES Edificios de Uso Público suma, además, la obligatoriedad de incorporar un plan de gestión de residuos durante la construcción, basado en la NCh3562 y la cuantificación de residuos de construcción incluyendo demolición y excavaciones.

Y de forma voluntaria, los proyectos pueden postular al requerimiento Gestión de Residuos: Separación, Control y Reciclaje, donde si bien se debe cumplir con un porcentaje mínimo de reciclaje de residuos para obtener puntaje, existe la posibilidad de visibilizar, tanto en los reportes finales que entrega el sistema de certificación como en el sitio web, independiente del resultado obtenido, el porcentaje de reciclaje final logrado.

Según Madrid, la modificación y ampliación del alcance de los requerimientos responden a dos motivos principales. “El requerimiento asociado a las DAP de materiales es una modificación en línea con promover de mejor manera y más amplia su uso en los proyectos de construcción, los requerimientos anteriores (energía y agua incorporada) no tuvieron el efecto esperado cuando se creó la certificación CES. Por otra parte, el requerimiento gestión de residuos durante la construcción corresponde a una respuesta a la evolución de la gestión de residuos en los últimos años, con la incorporación del plan de gestión de residuos en obra, y a la necesidad de levantar un indicador de generación de residuos para Chile”, analiza el profesional.

Las viviendas

Por su parte, Allan Ubilla, coordinador de Proyectos de CTEC, comenta que la Certificación Vivienda Sustentable (CVS) tiene los siguientes requerimientos de la Categoría 4 “Materiales y Residuos” que podrían relacionarse de alguna forma con la economía circular:

4.1.1.a. Declaración ambiental de productos de construcción.

4.1.2.a. Maderas con certificación de gestión sustentable.

4.1.3.a. Materiales nacionales o regionales.

4.1.4.a. Materiales con contenido reciclado.

4.1.6.a. Materiales de rápida renovación.

4.2.1.a. Optimización de materiales desde el diseño.

4.3.1.a. Infraestructura para gestión de residuos domiciliarios.

4.4.1.a. Gestión y monitoreo de residuos de construcción y demolición.

Como explica, “estos requerimientos se incorporaron desde el inicio de la CVS (lanzada en 2020) y se incluyeron porque eran parte de los Estándares de Construcción Sustentable para Viviendas, que es la base técnica de la CVS”.

Estos “evalúan, de alguna forma, la gestión del proceso de fabricación de materiales, del proceso de los residuos tanto domiciliarios como RCD y la incorporación de criterios del ciclo de vida de los materiales”, explica Ubilla.

Algunos de estos requerimientos son obligatorios, como 4.3.1.a. Infraestructura para gestión de residuos domiciliarios y 4.4.1.a. Gestión y monitoreo de residuos de construcción y demolición, “por lo que todos los proyectos certificados bajo el sistema CVS cumplen con estos 2 requerimientos”, dice el profesional del CTEC. En tanto, “del resto de requerimientos voluntarios, los más perseguidos son 4.1.3.a. Materiales nacionales o regionales, 4.1.4.a. Materiales con contenido reciclado y 4.1.6.a. Materiales de rápida renovación”, dice.

Y agrega: “En algún momento, en el Minvu se pensó replantear esta Categoría 4 de “Materiales y Residuos” hacia un enfoque más integral de la economía circular, pero actualmente no conozco la posición del Minvu al respecto”, precisa.

Huella de carbono en la edificación y el vínculo con las certificaciones

Fecha: 06/06/2022

Por Paola Valencia, gerenta de Sostenibilidad de E3

Como ya es ampliamente conocido, según el último reporte de Global Alliance for Building and Construction, el sector vinculado a edificación es responsable del 38% de las emisiones globales de GEI, donde un cuarto de éstas corresponde a las emisiones generadas en los procesos de producción de materiales, transporte y construcción. Por lo tanto, hoy en día se sabe que tres cuartos de las emisiones del sector corresponden a carbono operacional y un cuarto a carbono incorporado. 

Sin embargo, ya hace muchos años que sabemos que el sector construcción es responsable de éste y otros impactos ambientales y ha sido uno de los sectores más lentos en incorporar cambios de buenas prácticas no sólo medioambientales, sino también de innovación, tecnológicas y sociales. Y ¿por qué ocurre esto? Bueno, por algo muy simple, porque al menos en Chile este sector compite sólo por costos directos y no considera los costos indirectos. Esto quiere decir que no paga impuestos por los diferentes impactos que genera. Un ejemplo muy claro de esto es que es más barato botar basura que valorizarla. Esto es grave, porque esos impactos ambientales los terminamos pagando todos, dado que el estado invierte un porcentaje no menor del presupuesto nacional en mitigación de daños ambientales, tales como planes de descontaminación, subsidios a familias de zonas saturadas, reforestación, gastos en salud por consecuencia de la contaminación y tantos otros.

Un gran desafío que tenemos en el sector construcción es lograr que nuestros procesos sean ambiental y socialmente responsables y para lograr esto, una de las herramientas más potentes son las certificaciones medioambientales, pero cuando promovemos estos sistemas, lo primero que encontramos por parte de la industria es la respuesta “es más caro”.

Por ello, es muy relevante avanzar a nivel nacional en levantar datos sobre los impactos ambientales vinculados a los procesos productivos y reflejar esto en los costos de producción, tomando para esto uno de los principios de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, que señala que “El que contamina paga”. En este contexto, todos los procesos productivos deberían pagar impuestos ambientales de acuerdo con su nivel de impacto y, bajo este concepto, claramente un proyecto certificado con estándares de sustentabilidad tendería a ser más económico que uno no certificado.

Las certificaciones medioambientales de edificios también tienen un rol fundamental en la generación de datos e información ambiental sobre los procesos de producción, construcción y operación de los edificios e infraestructura. Es así como hace más de 20 años que se han implementado certificaciones medioambientales en el mundo, que buscan cambiarle la cara a la industria hacia una más responsable y verde. En ese sentido, se destaca a Chile como uno de los países que no sólo ha implementado sistemas internacionales, sino también desarrollado e implementado sistemas nacionales que ayudan a movilizar al sector a incorporar prácticas de menor impacto ambiental.

Es por esto que vale la pena destacar cómo están abordando la reducción de emisiones de GEI los sistemas de certificación medioambiental que están operando en Chile y que son las certificaciones internacionales LEED y EDGE, y las certificaciones nacionales CVS y CES. En ese sentido, se destaca que todos los sistemas tienen un enfoque de ciclo de vida para abordar la promoción de reducción de energía y por ende de emisiones de GEI, aunque claramente algunos la abordan con mayor profundidad que otros. Los temas en los que coinciden la mayoría de estas certificaciones son premiando el uso de materiales y productos que documenten la energía incorporada en sus procesos, medidas de eficiencia energética en el diseño del edificio, en los equipos de iluminación, climatización, agua caliente sanitaria y la incorporación de energías renovables.

Y al igual que las certificaciones anteriores la Certificación Edificio Sustentable se destaca por promover la eficiencia energética con enfoque de ciclo de vida, ya que premia a los proyectos que documenten la energía incorporada en los materiales, medidas de eficiencia energética en el diseño arquitectónico, en diseño de iluminación, en sistemas de climatización y de agua caliente sanitaria y a los que incorporen energías renovables.

 

Fuente: CES

Primer Diagnóstico de Desarrollo Sostenible para el Sector Construcción: brechas, oportunidades y aportes del sector construcción en el marco de salud, circularidad y cambio climático

Fecha: 14/12/2021

Por María Fernanda Aguirre, directora ejecutiva de Chile Green Building Council.

De acuerdo con el World Green Building Council, los edificios consumen el 36% de la energía producida y son responsables del 39% de las emisiones globales de carbono, por lo que el mayor desafío para nuestro sector será resolver cómo mitigar y adaptarnos a los inevitables efectos del cambio climático mientras generamos valor social a través de la resiliencia.

En respuesta a estos desafíos, y tras varios años de trabajo junto a aliados globales, en septiembre del 2020, el WorldGBC lanzó oficialmente su estrategia “Sustainable Buildings for Everyone, Everywhere” que proporciona los lineamientos con los cuales los más de 70 GBCs o Consejos de Construcción Sostenible alrededor del mundo, estamos trabajando con el objetivo de acelerar la transformación de la industria de la construcción a una que se base en 3 pilares principales como son: acción climática, salud y bienestar, recursos y circularidad y levantando los desafíos y oportunidades de nuestro sector en relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. 

En octubre del 2020, Chile Green Building Council inició los HUBS de trabajo con socios de la corporación pertenecientes a distintos rubros de la cadena de valor del sector, con el objetivo de levantar información específica de la construcción en nuestro país e identificar brechas y aportes de los distintos actores. 

Este trabajo colaborativo y de investigación, se consolidó en el “Primer Diagnóstico Sectorial de Desarrollo Sostenible para Chile”, un trabajo pionero en nuestro país y Latinoamérica que fue lanzado el 28 de octubre de este año durante el International Summit en el marco de la Chile Green Building Week 2021. 

Si bien reportar en relación a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible es un tema cada vez más extendido entre empresas e instituciones de distintos rubros, sigue haciendo falta el articular estos avances con las distintas políticas públicas y escalarlo a una dimensión territorial, ya que las ciudades en un futuro no lejano, deberán albergar una población que para el 2050 se incrementará en 27%, lo que requerirá que el stock de inmuebles disponibles se duplique.

Por lo tanto, es mandatorio que tanto las nuevas edificaciones como las existentes, cuenten con atributos de sustentabilidad validados, siendo aquí donde sistemas de certificación como CES, cobran gran relevancia al momento de evaluar y calificar múltiples aspectos de desempeño de excelencia en lo ambiental y lo social, demostrando, además, que tener construcciones certificadas también proveen beneficios económicos importantes. 

Dentro de las conclusiones extraídas como parte del trabajo realizado para la elaboración del diagnóstico, se identificó la gran importancia de impulsar las certificaciones como herramientas movilizadoras del mercado ya que éstas, además, proporcionan datos que permite contar con información cuantitativa para robustecer metas y mejorar las políticas públicas. 

Adicionalmente, están fuertemente alineadas con indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible por lo que los datos que entregan facilitan tanto reconocer los avances como identificar las brechas y, de esta forma, hacer más eficientes las acciones de nuestro sector. 

Es fundamental avanzar en instrumentos que contribuyan a incrementar la masa crítica de inmuebles certificados de administración pública y privada y que las distintas herramientas como la Certificación Edificio Sustentable, se consideren como insumos importantes al momento de reportar en el marco de las metas de Naciones Unidas.

Fuente: CES

La evolución de la edificación certificada en Chile

Fecha: 29/07/2020

Menos consumo de energía, emisiones de CO2 y residuos. Estos son los objetivos clave de las certificaciones chilenas para la industria de la construcción. 

Durante el proceso colaborativo para la elaboración de la hoja de ruta del Construye2025, programa impulsado por Corfo, se propuso el logro de un market share de edificaciones nuevas sustentables del 20% para 2025. Con esa meta puesta enfrente, existe una serie de herramientas que están impulsando en cada eslabón de la industria, incorporando la sustentabilidad como factor adicional de competitividad. A nivel nacional, estas son: Certificación Edificio Sustentable (CES), Certificación Vivienda Sustentable (CVS) y Calificación Energética de Viviendas (CEV). También están presentes en Chile el sistema estadounidense LEED y el alemán PassivHaus.

De esta manera, Chile busca optimizar el valor de sus activos inmobiliarios, reducir los costos de operación y dar paso a edificaciones de mejor estándar, fortaleciendo la cadena de valor desde una perspectiva holística. El país va por buen camino: “En el caso de la Certificación Edificio Sustentable, lanzada el año 2014, hay a la fecha más de 330 edificios en proceso y más de 50 certificados. En Certificación de Vivienda Sustentable, lanzada en mayo del presente año tenemos 40 proyectos registrados y un proyecto precertificado”, comenta la secretaria ejecutiva de Construcción Sustentable de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Paola Valencia.

Sin embargo, la especialista reconoce que aún estamos alejados del cumplimiento del compromiso original de 20% de edificios sustentables, que fijó la hoja de ruta del programa “Productividad y Construcción Sustentable”. “Sabemos que el 6% de los edificios no residenciales cuenta con certificación CES, pero en vivienda sólo 20.000 tienen una óptima calificación energética hasta la fecha, lo que es menos del 1%”, señala.

  El sistema CES, que preside Ricardo Fernández y cuyo jefe es Hernán Madrid, gracias a un convenio entre los ministerios de Energía, Obras Públicas y el Instituto de la Construcción, ha podido actualizar el modelo técnico de la certificación, lo que ha llevado a potenciar ciertos materiales y productos, en línea con la economía circular. Ahora, la colaboración público-privada hará posible obtener una certificación específica para edificios existentes. “Hoy todos los edificios nuevos buscan cumplir con un determinado estándar, pero para los existentes se basará en demostrar mejoras”, explica el jefe de CES, Hernán Madrid. 

Certificación Vivienda Sustentable

La Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) es una herramienta pensada para mejorar la calidad de vida de las personas a través del cuidado del desempeño de los proyectos de vivienda a nivel nacional. Para ello, utiliza como base los Estándares de Construcción Sustentable para Viviendas, publicados en 2016 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Esta herramienta ayudará a definir los mínimos requerimientos para catalogar una vivienda como “sustentable” y, además, para poner en valor experiencias de edificación residencial que incorporen parámetros de eficiencia energética, hídrica, uso de materiales sustentables, gestión de residuos, medidas de mitigación de impacto ambiental, mejor calidad ambiental para las personas y medidas de respeto al entorno urbano y cultural, durante todo el ciclo de vida del proyecto, es decir, desde el diseño y construcción hasta la operación.

Calificación Energética de Viviendas

Entre las importantes herramientas orientadas a optimizar el consumo de energía, está la Calificación Energética de Viviendas (CEV), instrumento diseñado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en conjunto con el Ministerio de Energía, que inició sus funciones en 2012 para promover el atributo de eficiencia energética en las edificaciones de uso residencial. 

Desde este año, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo está trabajando en los documentos reglamentarios necesarios para la implementación de la obligatoriedad de la CEV (Reglamento de la CEV y Reglamento del Registro de Evaluadores Energéticos). Además, los equipos regionales del ministerio se concentran en fortalecer las capacidades instaladas y aumentar el número de evaluadores y fiscalizadores.

Recientemente, el Minvu abrió por segunda vez en 2020, la convocatoria para postular al llamado nacional de profesionales interesados en acreditarse como evaluadores energéticos de la CEV, el que estará abierto hasta el 28 de agosto.

Aportes para un estándar constructivo nacional más sustentable

Fecha: 05/05/2020

Por Erwin Navarrete Saldivia, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Minvu.

Las circunstancias actuales nos han puesto a prueba como sociedad. Estamos frente a una de las mayores crisis que hemos vivido mundialmente en la era de la globalización, lo que ha dejado de manifiesto las vulnerabilidades que tiene nuestro sistema de vida. 

Problemáticas globales como la migración a zonas urbanas y, por ende, la planificación de esas zonas, entre muchas otras, se han traducido en factores que han favorecido que el mundo se vea impactado hoy por una pandemia de estas características, por lo que vale preguntarse ¿cómo podemos aportar desde el sector construcción a mejorar las condiciones futuras de vida para que esto no se repita?

Como ministerio nos preocupa el impacto ambiental que tienen las edificaciones a lo largo de su ciclo de vida, ya que consumen grandes porcentajes de energía y agua, y generan altos índices de residuos y contaminación ambiental en las ciudades, entre otras externalidades negativas. 

En respuesta a lo anterior, hemos asumido en nuestro quehacer un compromiso fundamental con el medioambiente y la calidad de vida de los ciudadanos, por esta razón, hace más de una década hemos incorporado la sustentabilidad como una herramienta central para desarrollar nuestra labor, es así que hemos desarrollado políticas y programas que permitan incorporar estándares de sustentabilidad en la industria de la construcción, que han permitido mejorar la calidad constructiva, así como del ambiente interior de las viviendas, impulsando diversas acciones que buscan reducir el impacto de las edificaciones en el medioambiente y en la vida de las personas. 

Una de estas iniciativas es la Certificación Edificio Sustentable (CES), administrada por el Instituto de la Construcción (IC), que está enfocada en incentivar la construcción sustentable en edificios de uso público. La CES comparte una misma línea estratégica con la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) que lidera el Minvu, y que es parte de las iniciativas de la Estrategia Nacional de Construcción Sustentable para fomentar la incorporación de sustentabilidad en la edificación. 

Dado lo anterior, hemos propiciado generar sinergias entre las dos iniciativas, participando mutuamente, tanto en los comités directivos como en los técnicos de ambas certificaciones. Asimismo, hemos intencionado un trabajo conjunto para alinear otros aspectos en estas iniciativas, como la homologación de conceptos, con el fin de que compartan un lenguaje común y la misma lógica de trabajo, y con ello facilitar la masificación en el uso de ambos instrumentos en el mercado. 

Todos estos esfuerzos apuntan a un objetivo común, que es optimizar las condiciones de vida de las familias chilenas, teniendo directo impacto en la salud de las personas a través de estrategias que privilegien metodologías de trabajo, diseños, materialidades y comportamientos de uso de viviendas, espacios comunes y medio urbano.

Fuente: Certificación Edificio Sustentable

¿Cómo se evalúa la eficiencia energética y el comportamiento ambiental de los edificios?

Fecha: 29/04/2020

En Chile, las herramientas CES, CVS y CEV hoy promueven la optimización energética. Como complemento, se tramita en el Senado una Ley de Eficiencia Energética que buscará disminuir aún más el consumo. 

La edificación de tipo comercial, pública y residencial es responsable del 21% del consumo de energía en Chile, según la Ruta Energética 2018-2022 del Ministerio de Energía. Pero hay herramientas disponibles en Chile que trabajan para disminuir dicho porcentaje. Se trata de las certificaciones Edificio Sustentable (CES), Vivienda Sustentable (CVS) y la Calificación Energética de Viviendas (CEV), sumadas a la Ley de Eficiencia Energética -que se encuentra en tercer trámite en el Senado.

Estas se agrupan de acuerdo a sus características en calificaciones y certificaciones. Además, se dividen por los usos o destinos de la edificación a los que se aplican.

Por una parte, las calificaciones abordan únicamente las variables de demanda y consumo de energía, y pueden entregar un indicador de emisiones de CO2eq durante la operación, basado en el consumo de energía. Asimismo, sus metodologías para la estimación de consumos de energía tienen una aproximación más simplificada, principalmente producto de la masividad de su aplicación. 

Actualmente, “tenemos disponible en el país la Calificación Energética de Viviendas (CEV) desde el año 2012, y producto de la Ley de Eficiencia Energética se creará en los próximos años una calificación para edificios de uso público, comerciales y oficinas”, comenta Hernán Madrid, jefe de CES.

Por otra parte, las certificaciones abordan una mayor cantidad de variables en su evaluación, incluyendo demanda y consumo energía, pero extendiéndose a calidad del ambiente interior, eficiencia en el uso de agua, materiales y residuos, entre otras. “Las metodologías de análisis suelen ser más complejas e incluyen una evaluación de tercera parte. Actualmente, tenemos disponibles la Certificación Edificio Sustentable (CES) para edificios de uso público, comerciales y oficinas desde 2014, y desde este 2020 la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), que se aplica a viviendas y a la que se integra la CEV en sus variables de energía”, sintetiza el profesional.

Y la nueva Ley de Eficiencia Energética, incluso, traerá aparejado el desarrollo de la definición y certificación “Net Zero Energy” en Chile, para edificaciones de uso público y residencial. Además, el programa “Gestiona Energía” fortalecerá las capacidades técnicas de los gestores energéticos de los servicios públicos y ampliará la cantidad y tipo de edificios monitoreados, incorporando medición inteligente. 

Calificación Energética de Viviendas

Entre las  importantes herramientas orientadas a optimizar el consumo de energía, está la Calificación Energética de Viviendas (CEV), instrumento diseñado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en conjunto con el Ministerio de Energía, que inició sus funciones en 2012 para promover el atributo de eficiencia energética en las edificaciones de uso residencial. 

Desde este año, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo está trabajando en los documentos reglamentarios necesarios para la implementación de la obligatoriedad de la CEV (Reglamento de la CEV y Reglamento del Registro de Evaluadores Energéticos). Además, los equipos regionales del ministerio se concentran en fortalecer las capacidades instaladas y aumentar el número de evaluadores y fiscalizadores.

Una vez aprobada la Ley de Eficiencia Energética, los proyectos nuevos de viviendas, edificios de uso público, edificios comerciales y edificios de oficinas deberán contar con una calificación energética para obtener la recepción final o definitiva por parte de la Dirección de Obras Municipales respectiva. La obligación de precalificación y calificación energética respecto de viviendas, regirá transcurridos 24 meses desde la publicación de la norma. 

Certificación Edificio Sustentable

Asimismo, un sistema de certificación voluntario evalúa las edificaciones de uso público en Chile, tanto nuevas como existentes, considerando una serie de parámetros que incentivan el diseño y la construcción sustentable. La Certificación Edificio Sustentable -desarrollada por el Instituto de la Construcción con el apoyo de 13 instituciones públicas y privadas-  busca que el mercado valore mucho más este tipo de construcciones.

“Las variables se agrupan en líneas de acción como calidad de ambiente interior (confort térmico, acústico, calidad del aire e iluminación), energía (demanda, consumo y energía incorporada), agua (demanda, consumo y energía incorporada), residuos y gestión”, explica Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable.

Certificación Vivienda Sustentable

La Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) es una herramienta pensada para mejorar la calidad de vida a las personas a través del cuidado del desempeño de los proyectos de vivienda a nivel nacional. Para ello, utiliza como base los Estándares de Construcción Sustentable para Viviendas, publicados en 2016 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. 

Esta herramienta ayudará a definir los mínimos requerimientos para catalogar una vivienda como “sustentable” y, además, para poner en valor experiencias de edificación residencial que incorporen parámetros de eficiencia energética, hídrica, uso de materiales sustentables, gestión de residuos, medidas de mitigación de impacto ambiental, mejor calidad ambiental para las personas y medidas de respeto al entorno urbano y cultural, durante todo el ciclo de vida del proyecto, es decir, desde el diseño y construcción, hasta la operación.

 

Fuente: Certificación Edificio Sustentable