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Mover las fronteras del rubro de la construcción

Fecha: 24/10/2019

Francisca Cruz, presidenta del Consejo de Construcción Industrializada (CCI).

El Consejo de Construcción Industrializada (CCI) nace el año 2017 al alero del programa Construye2025 impulsado por Corfo. Hoy somos más de 70 empresas que tenemos como propósito movilizar nuestro rubro hacia la Industrialización. Creemos firmemente que no basta con el esfuerzo individual de las empresas, en esto debemos trabajar juntos, colaborativamente desde etapa temprana de proyecto, donde se integren distintas especialidades, considerando las etapas de: fabricación, ensamblaje, coordinación con las otras especialidades y la cadena de transporte y montaje en su totalidad.

La experiencia internacional muestra que hay un gran impulso a la adopción de industrialización en países donde hay un grupo activo de empresas constructoras, proveedores, empresas subcontratistas, arquitectos, calculistas, gremios, la academia, los Ministerios que tengamos como propósito promover el avance de la industrialización en la construcción, eso es el CCI.

La productividad en la industria de la construcción en Chile está estancada hace más de 20 años. Ahí está nuestro desafío, ahí está el foco del CCI.

Dado el contexto actual en que cada vez es más escasa la mano de obra calificada, al mismo tiempo que es más relevante tener certeza en los plazos de término de los proyectos, sumado a que se demanda estándares más altos de calidad; se hace imperioso que como industria seamos capaces de dar un salto en materia de productividad y para eso creemos firmemente que la industrialización de la construcción es clave para ese objetivo. Así la Industrialización es más que una tendencia es una necesidad.

A través de ésta se logra estandarizar procesos, aplicar modelos de producción seriada, y trasladar la mayor cantidad de partidas desde una obra a una fábricas, donde el ambiente es más controlado, por lo que es menos variable. Con esto último se logra levantar datos, generar patrones de comportamiento y dar predictibilidad y de esta manera, tomar decisiones oportunamente. Cada vez es más relevante el uso de la información y serán las empresas que puedan generarla y usarla, los protagonistas del mañana.

Hoy en Chile se han desarrollado ya diversos casos de éxito de obras de edificación con componentes -o en su totalidad- industrializadas, con resultados sobresalientes en cuanto a la reducción de horas hombre, menor tiempo de construcción y menores costos directos de fabricación de obra gruesa. Muchas de las instituciones ligadas a estos proyectos forman ya parte del Consejo de Construcción Industrializada.

Casos en Chile de industrialización muestran que, por ejemplo, en edificación en altura incorporando ciertas tecnologías y prefabricación lograron mejoras en:

  • 30% de ahorro generación de escombros.
  • 29 % de ahorro en costos de reparación de obra gruesa.
  • Aumento de hasta 41% en la velocidad promedio de obra gruesa.
  • 23% de ahorro en costos de entrega, aseo y acarreo.
  • Así como una reducción de un 26% a un 6% de observaciones en recintos prefabricados v/s haberlos ejecutado en forma tradicional in situ.

Para que esto funcione, es clave vincular la cadena de valor completa de diseño, planificación, prefabricación y montaje desde la etapa temprana de los proyectos, de tal forma que se capturen todos los beneficios de la industrialización y ésta sea posible. Para ello es crucial contar con la experiencia y coordinación de: proveedores, subcontratos, constructoras, inmobiliarias y proyectistas, etc., desde la concepción de los proyectos.

Todo ajuste en etapa de diseño puede tener un altísimo impacto en el desarrollo del proyecto y su potencial optimización en etapa de ejecución, sin embargo son decisiones cuyo costo es despreciable en etapa de diseño, lo cual en etapa de ejecución obviamente no es así.

En Chile ya hay empresas que han incorporado la industrialización y la automatización a sus procesos para dar soluciones integrales a sus clientes desde etapa diseño, generando mejoras en la productividad, calidad, mejor control de los costos y planificación.

La industria puede dar un golpe de timón, “no esperemos resultados distintos en productividad, si seguimos haciendo más de lo mismo”. Esta en nuestras manos lograrlo y mover las fronteras del rubro de la construcción.