Por Joaquín Díaz, coordinador Formación Construye2025
La digitalización ha traído tecnologías de comunicación y datos que permiten que varias personas trabajen en un mismo proyecto de forma simultánea y remota, propiciando un “virtual” encuentro entre personas para colaborar en todo momento.
El impacto de todo esto en las diferentes industrias ha sido considerado como parte de la cuarta revolución industrial, o Industria 4.0, porque día a día siguen apareciendo nuevas soluciones y aplicaciones prácticas de basadas en tecnología digital, que ofrecen nuevas formas de trabajar.
En este escenario, la palabra clave es “colaboración” y el primer ahorro es en tiempo.
Pero todos estos avances no generan valor si no hay personas preparadas para usarlos. La pregunta no es si las tecnologías llegarán ni cuándo lo harán. La pregunta es si cuando lo hagan, contaremos con la capacidad para usarlas. Y todo indica que ya están llegando.
Un primer desafío es entonces contar con un capital humano que pueda usar estos avances. Para esto hay que identificar de qué forma cambiarán los procesos, cuál será el nuevo rol de los trabajadores y qué competencias necesitarán para estos desafíos. Y comenzar a preparar gente en los oficios del futuro, para que cuando el futuro llegue, no tengamos que llevar a cabo las tareas con trabajadores del pasado.
Pero ello no basta: esta era seguirá trayendo cambios y no se trata de aprender a hacer las cosas de una forma distinta, sino que de estar dispuestos y preparados para aprender nuevas formas de hacerlas. No es aprender “un nuevo oficio” (que eventualmente podría quedar obsoleto también), sino aprender a “aprender oficios”.
En Chile, ya existe un instrumento que puede comenzar hoy a apoyar la adopción de los oficios del futuro. Se trata del Marco de Cualificación, una herramienta que tiene como objetivo desarrollar, organizar y reconocer las habilidades y actitudes de los trabajadores chilenos, visibilizando lo que falta por aprender y cuándo se logra dominar un oficio.
Asimismo permite a los trabajadores visibilizar sus posibles trayectorias laborales futuras y rutas de aprendizaje asociadas a ellas, para que se puedan mover dentro de un sector productivo o cambiarse hacia otro rubro. El empleador podrá estar seguro de que el trabajador que contrata sabe hacer su labor.
Diseñado para ser usado tanto por las empresas como por los trabajadores, el Marco de Cualificación es una herramienta construida de forma colaborativa y apoyada en la digitalización, que permitirá al sector construcción responder a estos desafíos.
Mediante esta herramienta podremos ordenar un sistema, que de mejores garantías a trabajadores y empleadores, y ayude a mejorar en términos de productividad el sector. El Marco de Cualificación ofrece un sistema que permite estructurar los oficios del presente, para así poder instalar los oficios del futuro en la construcción.
Fuente: Mundo en Línea