Con la participación de organizaciones clave, empresas y mujeres líderes del sector, Construye2025 dio inicio al primer taller colaborativo para visibilizar, mapear y articular iniciativas que promuevan la participación femenina en el rubro.
El viernes 26 de septiembre se desarrolló el Taller 1 del Comité Gestor Capital Humano – Integración Laboral de la Mujer, instancia organizada por Construye2025 con el objetivo de avanzar en la incorporación efectiva de mujeres en el sector de la construcción, en línea con los desafíos de productividad, sostenibilidad y equidad de género.
Alejandra Lutfy, presidenta de la Corporación Mujeres en Construcción (MUCC), fue la encargada de presentar las principales conclusiones del Primer Estudio Nacional sobre Mujeres en la Construcción en Chile, liderado por Carla Rojas Neculhual, coordinadora de Inclusión y Género del Observatorio de Gestión de Personas del Departamento de Administración FEN UChile, desarrollado en colaboración con MUCC, el que revela una preocupante realidad: la construcción continúa siendo una de las industrias más excluyentes para las mujeres en el país.
“Estamos realizando acciones en conjunto con más organizaciones del sector construcción, específicamente de mujeres del sector construcción, con empresas privadas también para planificar acciones en conjunto, a raíz de este estudio. Por ello, están todas invitadas a participar y a unirse a estas instancias que son muy enriquecedoras”, precisó la presidenta de MUCC.
Para Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, existen grandes desafíos: “somos un sector que tiene baja productividad, estamos necesitando muchos talentos, ¿no es cierto? Para poder lograr crear una alta productividad y una sostenibilidad del sector, hay muchos desafíos y hoy se dio un ambiente colaborativo donde estamos convencidas de avanzar a contribuir a un sector más productivo y sustentable”.
“En esta primera sesión, gracias al estudio Mujeres en la Construcción junto a la Universidad de Chile, hemos conocido cifras realmente duras que nos interpelan directamente y nos impulsan a ser parte activa en la articulación de entidades que promuevan la integración de la mujer en la construcción”, afirmó Manuel Álvarez, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025.
De esta manera, con este taller se busca comprender por qué la industria no resulta atractiva para las y los futuros profesionales, y, al mismo tiempo, identificar iniciativas que, aunque avanzaban en la misma dirección, no interactuaban entre sí. “En nuestro rol articulador desde Construye2025, hemos logrado reunir a más de 12 instituciones para generar un espacio de diálogo, compartir experiencias y abrir la posibilidad de trabajar de manera conjunta, convirtiendo esfuerzos individuales en un trabajo colectivo. Por esta razón, ya hemos definido la continuidad de este comité a través de futuras sesiones, en las que poco a poco avanzaremos hacia el cambio profundo que tanto anhelamos para el sector”, precisó el profesional.
Temas clave
La jornada tuvo como foco el mapeo de iniciativas, logros y barreras existentes, así como la identificación de acciones que ya están en marcha y que requieren articulación, fortalecimiento y visibilización.
Entre los principales temas abordados destacaron:
Además, se relevó el impacto positivo de organizaciones que ya cuentan con mujeres en cargos de alta dirección, la importancia del trabajo colaborativo público-privado, y el desafío de mejorar la comunicación para que las oportunidades efectivamente lleguen a quienes las necesitan.
Marcia Salas, subgerente de vinculación gremial de la OTIC de la Cámara Chilena de la Construcción, participa del comité gestor de Capital Humano de Construye2025 desde el año pasado. En esta ocasión, comentó que “estoy encantada de que ahora hayamos podido desarrollar estos talleres que van en línea con la incorporación de más mujeres al sector. ¿Cómo logramos subsanar las barreras que hoy día tenemos? ¿Cómo logramos visibilizar las buenas prácticas que ya existen y cómo logramos desarrollar un concepto que a mí me encanta, que se llama capital social, que está basado en la colaboración de múltiples actores. Así es que felices aquí en Construye2025 de Corfo y por el gremio de la construcción”.
También participó María Carolina García, del programa Maestras en Obra. A su juicio, “es súper importante conversar estos temas y sobre todo conocernos las distintas iniciativas que existen, porque claramente para la incorporación de la mujer al mundo de la construcción, se avanza en bloque, no se avanza de a uno”.
Andrea Vargas, fundadora de Ella en Obra, consideró que esta instancia fue “bastante interesante ver que hay una una estrategia real y una actividad que no la vemos mucho, llevamos varios años con harta conversación, harto café, pero no es muy común que se visibilice este mapa de incorporación de mujeres en la construcción”.
Precisamente, la jornada concluyó con el compromiso de continuar con una segunda sesión que permitirá priorizar metas y delinear hitos que guíen la acción conjunta. La creación de un mapa colaborativo de iniciativas será uno de los productos finales de este trabajo. “La construcción necesita más mujeres, no solo por justicia social, sino porque es clave para su transformación”, fue una de las frases que marcó el encuentro.
Andrea Sabaleta, subgerente de gestión de talento de Echeverría Izquierdo, se manifestó agradecida por la invitación, porque “creo que estos espacios en que nos convocan primero a levantar cuáles son las iniciativas que se están haciendo, los diferentes actores, tanto las empresas privadas como el sector más gremial, permiten visibilizar y poder sacar buenas prácticas, seguir creciendo en este impulso que todos tenemos de aumentar la cantidad de mujeres en el mundo de la construcción”.
Es necesario “darle mucho más espacio para que efectivamente su voz sea escuchada y sean un aporte, tanto en generar una mayor diversidad, mayores procesos de innovación y sostenibilidad en la empresa”, concluyó.
Diversos proyectos se han instalado con el objetivo de promover la participación laboral de las mujeres en la construcción. La academia, el sector privado y el público avanzan con distintas iniciativas.
Desde hace cuatro años, el sector viene desarrollando a paso firme la integración laboral de las mujeres en la construcción, tanto desde la academia, con “Mujeres en Construcción” (MUCC), como desde el sector público, con “Sello Mujer” del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y del ámbito privado con “Mujer en Obra” de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
En 2019 nace MUCC a manos de un grupo de constructoras civiles de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El escenario social y sanitario propició nuevas oportunidades de expansión para el grupo llegando a otras regiones, cruzando fronteras e integrando a otras carreras profesionales de la industria, con quienes comparten objetivos y el mismo énfasis de servicio a la comunidad.
Claudia Petit, presidenta y directora de MUCC, comparte: “Tenemos en nuestros pilares la preocupación por las mujeres profesionales del área y las no profesionales”. Es por ello que “apoyamos las iniciativas públicas y privadas en la capacitación de mujeres, participamos en el piloto Cimientos de Mujer y nuestra socia y directora subrogante, María Carolina García (Procapacitación), que tiene años de experiencia en su OTEC, participa activamente con nuestro respaldo en la capacitación de mujeres. Impartimos charlas en empresas privadas, mesas sociales, y en universidades; dando foco al aporte de la mujer en el área y la necesidad de aportar a la autonomía económica”, añade.
Respecto a las socias profesionales, impartieron ya un Diplomado de Dirección de Empresas de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile y lanzarán la segunda versión para permitir el avance de las mujeres en el segmento de alta dirección. “Tenemos convenios de descuentos con varias universidades para permitir avanzar en especialidad con valores preferentes a MUCC”, sostiene Petit.
A ello se suma la entrega de un Decálogo de buenas prácticas laborales, que permiten mejor clima laboral y desarrollo más equitativo, a libre disposición desde el sitio web de la agrupación.
“De varias empresas nos han contactado para bases de datos de profesionales mujeres. Preparamos a las socias de MUCC con talleres de escucha generativa, y diversas acciones para desarrollar liderazgo y buenas herramientas de trabajo en equipo”, agrega la presidenta.
En ese sentido, los resultados de MUCC están a la vista: han capacitado a 50 mujeres en piloto del Ministerio de Mujer y Equidad de Género y más de 130 mujeres con Procapacitación. Otras 16 personas cursaron el diplomado e hicieron visible el tema de género. En la industria se ha avanzado, en varias redes a la vez, el necesario avance en cierre de brechas, socializaron el decálogo en diversas instancias. Sus socias han avanzado en sus carreras y en puestos de mayor responsabilidad.

Sello Mujer Construcción
Por su lado, el Sello Mujer Construcción es una medida que nació en el marco de la Agenda de Inclusión del Minvu y su principal objetivo es disminuir la brecha de género en un rubro tradicionalmente masculino, potenciando la empleabilidad femenina y su autonomía económica, permitiendo de esta forma ampliar su acceso a oportunidades laborales de calidad, como las que entrega el sector de la construcción.
Junto a ello, este Sello busca impulsar e incentivar la contratación de proveedores inscritos en el Registro Nacional de Contratistas y/o en el Registro Nacional de Constructores de Vivienda Sociales, Modalidad Privada, que en las obras financiadas con recursos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, cuenten con un porcentaje de contratación femenina igual o superior al 15% del total de sus trabajadores. A mediados de julio del presente año, el Minvu reporta un total de 52 proveedores adheridos al Sello Mujer Construcción.
Ricardo Carvajal, jefe de la DITEC del Minvu, comenta que entre las principales dificultades con la que se encontraron en la implementación de este sello fue el cambio de paradigma que implica la incorporación de mujeres en construcción, rubro históricamente masculinizado. Por ello, “el Sello Mujer Construcción junto con incentivar a las empresas a seguir abriendo nuevas oportunidades laborales hacia las mujeres, también permite reconocer el valor y aporte que pueden realizar las trabajadoras en la industria de la construcción”, dice.
Como caso de éxito, Carvajal nombra a la Constructora Inmobiliaria e Inversiones Oval, entidad que colaboró para realizar el lanzamiento del Sello Mujer Construcción en sus dependencias y que se llevó a cabo en las obras del futuro condominio “Campo Lindo”, que beneficiará a 84 familias de Peñalolén. La Constructora Oval corresponde a la empresa número 30 a nivel nacional en contar con el Sello Mujer Construcción. La empresa, actualmente, posee 11 proyectos en ejecución, correspondientes a 2 mil 450 viviendas, en las cuales opera al menos un 15% de mano de obra femenina.
La acogida del sector privado ha sido positiva, a juicio de Carvajal, aunque paulatina en el tiempo, en el sentido que las empresas se han ido acogiendo gradualmente al Sello Mujer Construcción en la medida que esta iniciativa se ha ido difundiendo.
“Esperamos que el sector vivienda pueda contar con una mayor cantidad de empresas privadas que se adhieran al Sello Mujer Construcción y contribuyan a fomentar la equidad de género en el rubro de la construcción”, manifiesta el jefe de la DITEC.

La mirada de la CChC
Por su parte, la CChC cuenta con la Comisión Mujeres y la iniciativa “Mujer en Obra”. “La Comisión de Mujeres es el resultado de un largo camino emprendido por socias y socios del gremio que vieron la oportunidad de abrir un espacio de participación de las mujeres, en igualdad de condiciones que los hombres, no solo en el ámbito del trabajo en obras, también en la labor gremial y en la alta dirección”, cuenta su presidenta Paulina Temer.
Esta reflexión profunda sobre la participación de las mujeres, se ha mantenido en los últimos años con una serie de iniciativas que se orientan a pavimentar el camino para que las mujeres se sumen a la actividad. Tal es el caso de “Mujer en Obra”, en que se detectó un enorme interés de muchas mujeres de sumarse a las obras de la construcción.
“Principalmente, se trata de mujeres jefas de hogar, que conocen el mundo de la construcción desde tareas de servicios como aseo, y que vieron en este sector la oportunidad de crecer en un oficio, mejorar sus ingresos y elevar su autoestima como trabajadora”, señala.
En el caso de Mujer en Obra, se ha promovido unir fuerzas con el sector público y la sociedad civil, visibilizando y mejorando las capacitaciones de mujeres. El trabajo desde la CChC se orienta a la capacitación en regiones y en diversos oficios, entregando las herramientas necesarias a aquellas mujeres que quieran trabajar en la construcción y atendiendo la demanda del sector.
“Para que esta labor sea eficiente, se ha trabajado junto a las cámaras regionales en desarrollar un catastro que identifique las necesidades de las obras, logrando así diseñar planes de capacitación que se ajusten a esa carencia”, señala Felipe Andrade, líder del eje Mujer en Obra.
Y los resultados son positivos, con acciones en todo el país que así lo demuestran. Asimismo, el Minvu creó el “Sello Mujer Construye” que reconoce a empresas que han avanzado en la contratación de mujeres. Y desde hace tres años la CChC entrega el “Premio Mujer Construye” que reconoce a mujeres y empresas que inspiran a avanzar en este cambio cultural.
En tanto, Claudia Martínez, líder del eje “Mujer en Obra”, comparte que para la CChC fue relevante promover iniciativas para la integración laboral de la mujer en el sector, puesto que era “una necesidad, porque las mujeres que se integran a la actividad aportan con nuevos conocimientos y hábitos que enriquecen al sector. Y a la vez, un mandato, porque convivimos, hombres y mujeres en una sociedad que propende a dar las mismas oportunidades, derechos y deberes sin distinción de género”, afirma.
Martínez asegura que poco a poco se han debilitado antiguas costumbres, como la del trato diferenciado, la falta de equipamiento al interior de las obras, o incluso, la manera en que muchas familias impiden que las mujeres entren al mundo de la construcción catalogándolo de “trabajo para hombres”.

Sustentabilidad y equidad de género
Un sector económico es sustentable, en la medida que garantiza su funcionamiento en el largo plazo, tomando en cuenta las externalidades, sobre todo las negativas. “La incorporación de mujeres en la construcción logra sumar un perfil de trabajadora altamente valorado por la industria, que podrá sumarse, por ejemplo, al diseño industrializado de construcciones”, considera Claudia Martínez. Por ello, “retener esos talentos y capacitarlos para los nuevos modelos que se aplican en la construcción es una tarea para hombres y mujeres que debemos propender a desarrollar un modelo de trabajo sostenible en el tiempo”, sostiene.
Para Ricardo Carvajal, al ser la equidad de género parte de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), “uno de los principales focos, relacionados al desarrollo sostenible, es la superación de las inequidades de género presente en la sociedad”. En este contexto, “el Sello Mujer Construcción, es una medida concreta que se enmarca dentro de una política pública del Ministerio de Vivienda que busca incentivar la incorporación de mujeres en el área de la construcción para contribuir a disminuir brechas de género y favorecer la equidad en la provisión de oportunidades de empleo para las mujeres trabajadoras y jefas de hogar”, confirma.
Por su parte, Claudia Petit comenta que dentro de la sustentabilidad, la equidad de género es parte activa, “por ello en la CEPAL nos invitaron a ser parte del proyecto NET Zero. Dentro de los ODS la equidad de género es el número 5, e indirectamente capacitar a mujeres está interrelacionado con otros ODS. Tenemos excelentes referentes mujeres dedicadas a la sustentabilidad, y vemos como un necesario compromiso para los liderazgos del futuro los compromisos sociales y ambientales de los profesionales”.