Desde 2013, el Ministerio del Medio Ambiente lidera este programa que ayuda a empresas y entidades públicas a medir, reportar y gestionar sus emisiones de gases de efecto invernadero, impulsando una cultura de sostenibilidad y eficiencia en Chile.
El Programa HuellaChile nació en 2013, impulsado por el Ministerio del Medio Ambiente, con el propósito de “apoyar la mitigación del cambio climático y avanzar hacia la carbono neutralidad al 2050, en concordancia con la Ley Marco de Cambio Climático y los compromisos internacionales asumidos por el país”, explica Arturo Espinosa Cáceres, coordinador del programa.
Su objetivo central es claro: impulsar, especialmente al sector privado junto con organizaciones públicas, a calcular, reportar y gestionar voluntariamente sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a través de una plataforma nacional gratuita, digital y alineada con estándares internacionales. De esa manera, esta herramienta facilita la medición de huellas de carbono a nivel organizacional, de eventos y comunas, promoviendo transparencia y mejora continua.
HuellaChile no solo entrega una certificación reconocida, sino que también “brinda apoyo técnico y fomenta la comunicación clara de los resultados hacia las partes interesadas”, contribuyendo, además, a otras políticas climáticas como los incentivos a energías renovables y la economía circular, como relata Espinosa.
Por qué medir
Respecto a la principal motivación de las empresas, Espinosa señala que “miden su huella de carbono para reducir su impacto ambiental y responder a la creciente demanda de mercados y consumidores que valoran la sostenibilidad”. Contar con la certificación HuellaChile “les permite comunicar sus avances de manera transparente y confiable, fortaleciendo su imagen y diferenciación en el mercado”, explica el profesional, además de abrirles oportunidades en licitaciones y contratos.
Por otra parte, la acción climática está cobrando cada vez más relevancia en procesos licitatorios y contratos, por lo que medir y gestionar las emisiones es clave para acceder a nuevas oportunidades de negocio. En este proceso, el Programa HuellaChile brinda apoyo técnico, capacitación y asesoría personalizada, especialmente para pequeñas y medianas empresas que desean sumarse a esta iniciativa.
En definitiva, “medir la huella de carbono es una estrategia fundamental para que las organizaciones innoven, mejoren su eficiencia y se posicionen favorablemente ante clientes y socios comprometidos con el cuidado ambiental”, ratifica Espinosa.
Diferencias en sectores productivos
Entre 2022 y 2024, los sectores más avanzados en la medición han sido la industria manufacturera (23,37% de los reconocimientos) y transporte y almacenamiento (13,26%). En el caso de la manufactura, “su avance responde a presiones regulatorias y de mercado, además de su integración en cadenas globales que exigen estándares de sostenibilidad”, comenta el coordinador. En tanto, para el transporte, la medición ha sido clave para optimizar operaciones y reducir costos ligados al uso de combustibles fósiles.
De acuerdo con Arturo Espinosa, si bien estos avances son relevantes, es clave que otros sectores con alta intensidad de emisiones, como la construcción, la minería o la agroindustria, se sumen a esta iniciativa. “Ampliar la participación permitirá una gestión más integral de las emisiones a nivel nacional”, cree.
Desafíos de la construcción
Actualmente, el sector construcción muestra un avance incipiente. “Entre 2022 y 2024, ha representado solo el 3,15% del total de las empresas que reportan su huella de carbono”, comenta Espinosa. Dada la alta intensidad de emisiones del rubro, fortalecer su participación es fundamental. Para ello, el trabajo colaborativo entre instituciones públicas y privadas es clave, así como iniciativas recientes como la guía del Ministerio de Obras Públicas para medir huella de carbono en infraestructura y edificación pública, y herramientas desarrolladas por HuellaChile para productos de construcción.
Las barreras principales radican en “la limitada capacidad técnica de muchas organizaciones”, según explica el profesional, pero se vislumbran oportunidades importantes. Mecanismos como la Certificación de Edificio Sustentable (CES) y las herramientas técnicas en desarrollo están “creando condiciones favorables para avanzar en la materia, pese a los desafíos técnicos aún presentes”, a su juicio.
Con estos esfuerzos, HuellaChile se consolida como un caso de éxito en la gestión climática del país, facilitando la transición hacia una economía baja en carbono y promoviendo una cultura empresarial más sustentable y competitiva.