La economía circular aplicada al ámbito de los áridos permite la disminución de residuos y el impacto ambiental, mientras que la investigación científica ayuda a mejorar la calidad de los áridos reciclados, gracias a la interacción con cultivos bacterianos.
La Universidad de La Frontera, la Pontificia Universidad Católica de Chile, Construye2025 y la empresa Río Claro organizaron el webinar Avances y Tecnologías para el Procesamiento y Uso de Áridos Reciclados, con el objetivo de difundir el trabajo que están realizando tanto la academia como la industria, para avanzar hacia una economía circular, que reduzca el impacto ambiental y los desechos producidos por el sector de la construcción.
La primera exposición estuvo a cargo de la doctora Viviana Letelier, profesora asociada de la Universidad de La Frontera, quien presentó el desarrollo de un nuevo árido reciclado, en el marco del proyecto Fondef, adjudicado junto a un equipo de profesionales.
El proyecto constó de dos etapas: “la primera enfocada principalmente en el uso en el hormigón de áridos reciclados con distintas técnicas para ofrecer alternativas de mejoramiento de áridos reciclados y su utilización nuevos hormigones; y la segunda asociada principalmente a la utilización de áridos reciclados como base y subbase de carreteras”, detalló la profesional.
Posteriormente tomó la palabra Carla Salinas, asesora de proyectos de Río Claro, quien se refirió a la Planta de Valorización de Áridos. Ubicada en Til Til, esta planta cuenta con alrededor de siete hectáreas, divididas en dos patios: el patio sur almacena el reciclaje de chatarra y el patio norte da lugar a la planta de reciclaje. “Por ahora, valorizamos dos tipos de residuos, estos son todo lo que es hormigón endurecido para generar un árido reciclado y todo lo que es escorias negras o escorias de la siderúrgica para generar áridos artificiales”, detalló.
La planta de valorización tiene la capacidad para generar 4.500 toneladas de escorias negras mensuales en árido artificial y 7.000 toneladas de hormigón endurecido para producir árido reciclado. “Todo lo que entra en los patios de acopio es lo que se genera como eco-áridos, acá no se produce un residuo durante la operación”, destacó. Para lograrlo, Río Claro diagnostica primero la calidad de los residuos, para luego transportarlos a la planta. “Nosotros siempre estamos actualizando y estudiando lo que está pasando con las normativas, también nos guiamos mucho por esta norma técnica que es la gestión de residuos en obras”, concluyó.
Luego vino el turno de Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, con el tema “Avances y Normativa en Áridos Reciclados”. La arquitecta advirtió los peligros de mantener una economía lineal y extractivista, por lo que la legislación también se ha hecho cargo del tema. “Tenemos un proyecto de ley en desarrollo, que regula esta extracción de áridos, pero también hacemos un llamado a quienes consumen los áridos naturales de procedencia ilegal, ¿por qué necesitar el garrote para llegar a estos límites, por qué no ser un poco más voluntariosos y realizar buenas prácticas dentro de nuestras instituciones para llevar la trazabilidad de los áridos”, cuestionó.
Por su parte, Wendy Franco, académica del Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, presentó el tema “Utilización de Bacterias para el Mejoramiento de Áridos Reciclados”.
Franco explicó que la interacción de los áridos con ciertos microorganismos da lugar a un proceso biológico en que “algunas bacterias son capaces de formar compuestos minerales y, en el caso del proyecto, compuestos carbonatados de calcio. Estos microorganismos pueden ser añadidos de forma intencional al ambiente donde se vaya a realizar la mineralización o también algunos están presentes de forma natural”, indicó.
Cuando los áridos interactúan con los cultivos bacterianos, estos se van uniendo, adentrándose por los intersticios que tienen los áridos. “Lo que va a pasar es que por el metabolismo de estas bacterias van a empezar a producir carbonato de calcio, y estos carbonatos se van a depositar sobre las bacterias, pero también sobre la superficie de los áridos reciclados, esto hace que el proceso de mineralización permite que los áridos se vayan uniendo entre sí, se van aglutinando”, detalló.
La moderación del webinar estuvo a cargo de Valeria Moraga, encargada de comunicaciones del Centro de Innovación del Hormigón UC.
El webinar completo está disponible en el canal de YouTube de Construye2025.
Webinar Avances y tecnologías para el procesamiento y uso de áridos reciclados , realizado el 25 de abril de 2024
Carla Salinas, asesora de proyectos de Río Claro
En 2023, se utilizaron por primera vez en Chile áridos reciclados como base de carretera, en un tramo de prueba de la Ruta de la Fruta, usando 100% de árido reciclado, proveniente de la demolición de postes de alumbrado público.
Durante diciembre de 2023, se produjo un gran hito en el proyecto Ruta de la Fruta, ejecutado por Sacyr, consistente en un tramo de prueba de colocación de capa de base granular con 100% de árido reciclado, proveniente de la demolición de postes de alumbrado público.
Este desafío implicó el desarrollo de tecnologías a nivel de prototipo que permitan caracterizar los áridos reciclados de hormigón para su reutilización en reemplazo de áridos naturales.
Como señalan en Sacyr, estos áridos reciclados tienen la capacidad de absorber dióxido de carbono (CO2), mejorando su microestructura, lo que podría ayudar a sustituir altos porcentajes de áridos naturales no renovables, que implican un gran consumo de recursos naturales.
Sacyr fue la entidad a cargo de la caracterización de las materias primas y residuos de hormigón, y de la evaluación experimental en terreno del desempeño mecánico de estos áridos como material de base o sub base granular, junto a la empresa Río Claro a cargo de la producción de los áridos reciclados. A su vez, estos materiales fueron validados por las entidades pertinentes, vale decir el Laboratorio Nacional de Vialidad y la Universidad de la Frontera, institución a cargo del proyecto.
Este hito correspondió a una de las actividades comprometidas en el proyecto FONDEF “Desarrollo de un nuevo árido reciclado de hormigón de mejor calidad en base a tratamientos de absorción de CO2”, a cargo de la Universidad de La Frontera y la Pontificia Universidad Católica, donde se articuló la colaboración entre el sector académico, la industria y el sector público.
La Universidad de La Frontera tiene una experiencia de 12 años analizando áridos reciclados, por lo que, sin duda, “sabemos identificar claramente cuál es un buen material y cómo utilizarlo correctamente. Por lo que sentimos que este hito es un gran aporte que estamos haciendo como universidad, que nos permite promover la circularidad en el ámbito de la construcción”, precisa la Dra. Viviana Letelier, académica e investigadora de la UFRO.
La académica destaca que en este proyecto debían cumplir con especificaciones técnicas, prácticamente como si estuvieran utilizando un árido natural: “ese fue uno de los grandes desafíos, lograr una banda granulométrica de áridos reciclados, que cumpliera con las especificaciones técnicas del manual de carreteras, además de cumplir de cumplir con las otras propiedades requeridas para bases de carreteras. Ha sido clave dentro de este proceso el poder trabajar con áridos reciclados no contaminados, donde fue un aporte el conocer el origen del hormigón desde donde provenían”, y por tanto, su trazabilidad.
Por su parte, Víctor Armijos, gerente de Innovación de Sacyr, cree que ésta es una gran oportunidad de colaboración y de validación de este material como base granular, “ya que nos permite adquirir nuevos subconocimientos, probar nuevas tecnologías, mejorar nuestros procesos constructivos que hoy quieren aportar al cambio climático y a la huella de carbono”.
Consciente de la importancia de este hito está Bárbara Cornejo, jefa de Medioambiente de ENEL, “porque le da valor a un residuo, que podrían ser los postes que se retiran de las vías producto de choques, por ejemplo, y que ahora están teniendo una segunda vida, siendo utilizado nuevamente en un material completamente distinto, para otro fin”.
Desde el ámbito público, Víctor Reyes, jefe del Manual de Carreteras de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas, ve este paso de manera muy positiva, dado que “hace ya un par de años en la Dirección de Vialidad estamos enfrascados en incentivar el desarrollo de infraestructura vial sostenible, adaptarnos y mitigar los efectos del cambio climático, entonces queremos también aportar desde la normativa, que es el Manual de Carreteras”.
Como explica Viviana Letelier, ésta es la primera vez que se utilizan áridos reciclados como base de carretera y la primera vez de lo que probablemente sea el futuro: “poder utilizar y revalorizar algo que antes se iba a botadero y que ahora puede ser efectivamente usado como un reemplazo de árido natural y que cumple su misma función en perfectas condiciones”.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, valora tremendamente esta iniciativa, “esta alianza virtuosa entre la academia, las empresas y el sector público, para impulsar soluciones sostenibles como son los áridos reciclados es una iniciativa que aportará mucho a la circularidad del sector construcción, felicitamos a la UFRO, a Sacyr, a ENEL, y al MOP y esperamos que cada día haya más obras con este tipo de soluciones”.
Por otra parte, el sector avanza en nuevas normativas para establecer estándares y generar confianza en el uso de áridos reciclados. Actualmente, se encuentran en desarrollo las normas técnicas prNCh3849 Áridos – Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no peligrosos – Clasificación, ensayos y requisitos de caracterización y directrices para la trazabilidad. Y la norma prNCh3848 Pavimentos – Áridos reciclados en base a residuos de construcción y demolición (RCD) inertes no 8 peligrosos – Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y sub bases de pavimentos (ver nota).
Se trata de Río Claro, la cual se dedica al reciclaje industrial.
Durante más de dos años, la empresa de reciclaje industrial Río Claro, investigó cómo aprovechar los residuos de acero del proceso de fundición de la chatarra. Su objetivo era darle una segunda vida a este residuo y mejorar su gestión para disminuir lo que se envía a relleno sanitario.
Luego de estudio, ensayo y error, la empresa logró desarrollar el árido artificial, una materia prima del hormigón tradicional única en Chile y que logró ganar la categoría Innovación de los Premios Cero Basura de Ecológica.
El campeonato organizado por Ecológica, compañía líder a nivel nacional en gestión de residuos industriales, vivió en enero de este año su cuarta versión: “Cuando la innovación se pone al servicio de la gestión de residuos se obtienen buenos resultados, y el árido artificial de Río Claro es una muestra de ello”, sostuvo Marcel Deprez, gerente general de Ecológica.
“Con este nuevo producto que se obtiene a partir de la escoria se ha evitado la extracción de más de 3.500 toneladas de grava y arena y podría llegar a dejar de enviar a rellenos sanitarios unas 55 mil toneladas anuales de escoria, a la que se le da un nuevo uso en el ámbito de la construcción”, agregó Deprez.
Hoy en día, las empresas siderúrgicas tienen acopiada cerca de 800.000 toneladas de escorias de acero, cifra que se incrementa mensualmente al generar aproximadamente 6.000 toneladas adicionales por su proceso productivo, solo en la región Metropolitana. Este material se puede transformar en árido artificial, reemplazando en hasta un 60% la mezcla tradicional en el hormigón por este nuevo producto.
Finalmente, Carla Salinas, asesora de proyectos de Río Claro, explicó que la extracción de cualquier recurso natural conlleva a un “dolor de cabeza” en todas las aristas. “En cambio, si valorizo un residuo, le doy una oportunidad y estudio sus atributos y sus características, lo puedo aplicar en distintos campos, como el caso de la escoria de acero, que es muy versátil”, añadió.
Fuente: Emol.com
Expositora: Carla Salinas, asesora de proyectos de Río Claro Ltda.
Congreso Construyendo Chile
31 de agosto de 2022
Para incentivar el uso eficiente de los recursos en la industria, el programa organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados”. Allí se expusieron los trabajos de investigación del uso de áridos reciclados desde la UFRO, y los centros de valorización de RCD pioneros en Chile, Río Claro y Revaloriza, en el contexto de los avances del sector en economía circular.
Junto al Instituto del Cemento y el Hormigón (ICH), y las empresas Río Claro y Revaloriza, Construye2025 organizó las “Jornadas de fomento al uso de áridos reciclados. Uso eficiente de los recursos de la construcción”. La coordinadora de Sustentabilidad del programa, Alejandra Tapia, abrió el encuentro online con los avances de la implementación de la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035”, elaborada por el Comité Consultivo Público, integrado por representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Medio Ambiente, Corfo y Construye2025.
En su exposición, la arquitecta comentó que varios países están incorporando criterios de economía circular en las licitaciones públicas, existiendo un tremendo desafío en el trabajo colaborativo con el sector público. “Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo podemos avanzar y acelerar esta transformación en la que la colaboración y la integración de alianzas, tanto en el sector público como en el privado y la academia, son primordiales”, comentó Alejandra Tapia.
Efectivamente, el trabajo colaborativo dio como fruto el primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) en la Región de Valparaíso, liderado por la Cámara Chilena de la Construcción, donde se están generando grandes avances en torno a la economía circular. En este contexto, la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 presentó casos del sector público en la materia y las posibilidades que existen desde el Estado de hacer un uso más eficiente de los recursos, a través de un proyecto de innovación que hizo la Dirección de Vialidad del MOP en la región de Valparaíso, el cual consideró el reciclaje de residuos de pavimentos asfálticos antiguos. “Esto tiene un enorme impacto económico, que representa ahorro para el Estado y también beneficia a las comunidades”, precisó.
Además, la especialista en sustentabilidad mostró el caso del Aeródromo de Tobalaba, que disminuye en 70% la cantidad de áridos vírgenes, lo que se tradujo también en la reducción de transporte. “Hay ahorros en plazos y en costos, por tanto, hay experiencias positivas. Por eso, recalco la importancia de trabajar en conjunto para avanzar y acelerar esta transformación, donde dos empresas han hecho un tremendo esfuerzo, no sólo desde el punto de vista de la inversión económica, sino que también -con todas las trabas que ha significado no contar con un marco regulatorio claro– han logrado generar dos centros de reciclaje: Revaloriza y Río Claro”, explicó. “Como Construye2025, valoramos el esfuerzo de desarrollar empresas que tengan impactos positivos en el medio ambiente”, agregó.
Un hito en la normativa
Desde la academia, la directora del Departamento de Ingeniería de Obras Civiles de la Universidad de La Frontera (UFRO), Dra. Viviana Letelier, compartió su experiencia en la utilización de áridos reciclados y la valorización de residuos de la construcción. Desde el punto de vista técnico explicó “los áridos reciclados provienen de la trituración de un hormigón endurecido, por tanto la calidad de los áridos dependerá mucho de las propiedades originales del hormigón”, señaló la académica.
Prácticamente el 75% de los residuos de la construcción son de hormigón. La cifra lleva asociado un gran potencial para la economía circular que requiere de la actualización de las normativas chilenas, para poder incorporar las tecnologías que permiten darle una nueva vida a estos materiales.
“He participado representando a la academia en la mesa técnica de la norma NCh163 ‘Áridos para morteros y hormigones-Requisitos´, que se encuentra actualmente en revisión de todas las observaciones que llegaron de una consulta pública”, contó Viviana Letelier.
Los avances en reciclaje
Según la investigadora de la Universidad de La Frontera, dentro de los próximos meses, ya debería estar permitido, por primera vez, en la normativa, la utilización de áridos reciclados de hormigón y el uso de áridos artificiales como reemplazo de áridos naturales, lo cual constituye un hito histórico.
A continuación, Carla Salinas, asesora de proyectos de Río Claro, explicó cómo se construyó la planta de áridos reciclados en Tiltil, que tiene las capacidades para reciclar hormigón y otros tipos de residuos como la valorización de escorias negras.
“El primer producto que desarrollamos fue un fertilizante de silicato de calcio que permite la corrección de suelos ácidos”, detalló. Además, la profesional mostró un filtro para remediación de sedimentos impactados por la acuicultura. Actualmente, la planta de Río Claro tiene una capacidad mensual para procesar 4 mil toneladas de áridos artificiales, y 7 mil toneladas de áridos reciclados del hormigón.
Finalmente, Nassim Esus, director de Revaloriza, contó su experiencia en reciclaje de residuos de la construcción y demolición y mostró a los asistentes cómo funciona su planta de valorización de residuos, ubicada en la Región de Valparaíso. “Revaloriza es el primer centro de tratamiento de valorización de residuos de la construcción de Latinoamérica. Cinco empresas del rubro de la construcción comenzaron a investigar, en 2008, cómo gestionar nuestros residuos, porque nos dimos cuenta de que los residuos que estábamos generando eran bastante nefastos para el medio ambiente”, afirmó. Revaloriza, cuenta con maquinaria que incluye tecnología para mitigar el polvo y de alto desempeño, capaz de procesar 80 toneladas por hora.
En cuanto a las características técnicas de los áridos reciclados, los primeros ensayos arrojaron un CBR de 84%, considerando que en pavimentos se pide un CBR de 80%. “Lo único que le pedimos a las autoridades es que nos permitan existir y la manera de hacerlo es generar las normativas para que las empresas puedan revalorizar sus materiales”, concluyó el ejecutivo.
Las jornadas concluyeron con una visita realizada a ambas plantas, en la que participaron representantes de los ministerios de Vivienda y Urbanismo y Obras Públicas junto a representantes de municipalidades.
El trabajo conjunto de dos empresas ha hecho posible que los residuos inertes de demolición se valoricen en Tiltil, donde se procesan para dar origen a áridos reciclados.
Un total de 12 mil toneladas de áridos artificiales y reciclados al mes pueden procesarse mensualmente en la planta que Río Claro administra en Rungue, Tiltil. De ese volumen, al menos siete mil toneladas son de áridos reciclados. Una de las empresas que ha confiado en el servicio es Flesan, donde -producto de las demoliciones de infraestructura que realizan- tenían mucho hormigón disponible para valorizar.
“Generamos demasiados residuos de construcción y demolición. En el proceso, hemos visto un aumento en el valor de las disposiciones finales, el transporte y otras variables. Así es que buscamos alternativas y nos encontramos con Río Claro, donde trabajan de manera correcta en cuanto a normativa y tienen lo que estamos buscando, que es darle un sentido al residuo de demolición”, explica María Eugenia Ubilla, gerenta de Medio Ambiente de Flesan.
Así, al tomar una losa de hormigón armado, en Río Claro extraen el fierro que conforma la estructura, para su reutilización; mientras que el resto del material inerte -una vez limpio- va a la chancadora. “Comenzamos con una muestra pequeña de 20 toneladas y Río Claro se encargó de caracterizar las obras, para evaluar las partidas que podían reciclarse. Ojalá ese sea el camino para una mayor cantidad de residuos de demolición y construcción”, dice la ejecutiva.
Según Carla Salinas, asesora de Proyectos de Río Claro, el proceso implica un tratamiento previo en las zonas de acopio de los residuos y del hormigón endurecido, para luego pasar a planta con el material. “No demora más de un día generar 600 toneladas de árido de distinta granulometría, de acuerdo a la norma NCh163. “Nuestra planta funciona de acuerdo a todos los estándares de seguridad y también alineada con lo que exige la Seremi de Salud”, explica.
Desde 2016, Río Claro ha estado trabajando con escoria negra para hacer un árido artificial y hoy, gracias a un proyecto aprobado por la Seremi de Salud, la empresa puede generar más de siete mil toneladas por mes de árido reciclado de hormigón endurecido o bien, árido producto del procesamiento de escorias.
La labor realizada en la planta de Rungue en Tiltil le cayó como anillo al dedo a Flesan, pues luego de una demolición se genera mucha pérdida de material. “La gente piensa que yo recibo una casa y la demuelo inmediatamente. Pero hay todo un proceso de desmantelamiento: quincallería, baños, pisos, ventanas. Todo tiene una segunda vida; y, luego, nos abocamos a los temas reciclables: madera, fierro, plástico, obviamente, por cada tipo de obra. Siempre ha sido un dolor el escombro”, comenta María Eugenia Ubilla.
Futuro sostenible
Según la gerente de Medio Ambiente de Flesan, la economía circular llegó para quedarse. Pero no se trata solo de tomar el escombro de demolición y utilizarlo en un camino o hacer material para sub bases. “Tengo que asegurarme de que el residuo no venga contaminado, tomar una responsabilidad en base a los residuos si los quiero convertir en un material. Eso ya la gente lo sabe, se rompió la barrera del conocimiento y ahora estamos en una etapa mucho más importante. Ahora, tenemos que evidenciarlo, para que la gente quiera participar y unirse”, señala.
En este contexto, la especialista espera que la gestión de los residuos de construcción y demolición se potencie. “Que se entienda el concepto de residuos de construcción y demolición y, en base a eso, que la ignorancia no sea un arma de doble filo, sino sea que sea algo que le permita a los demás buscar alternativas que nos lleven hacia la protección del medio ambiente porque claramente los recursos naturales no son infinitos y eso lo sabemos desde hace muchos años”, concluye María Eugenia Ubilla.
El programa estratégico impulsado por Corfo coordinó una mesa de trabajo a la que llegaron representantes del Ministerio de Medio Ambiente, centros tecnológicos y empresas que trabajan por la correcta gestión de estos desechos.
Una decena de entidades relacionadas con los Residuos del a Construcción y Demolición (RCD), se reunieron la tarde del jueves en las oficinas de Construye 2025. La razón para ello es que el programa impulsado por Corfo está colaborando en un estudio sobre los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), encargado por el Ministerio del Medio Ambiente y que está siendo ejecutado por la consultora Gescam.
El estudio ya está en su segunda etapa y, entre otras cosas, busca desarrollar un reglamento específico para los RCD, así como hoy los hay para residuos domiciliarios (RSD), aguas servidas (lodos) y establecimientos de salud (REAS).
Esto luego de las primeras brechas que se encontró en el estudio Escenarios y políticas públicas para los RCD, fue el hecho de que no hay una definición legal de qué engloban este tipo de desechos.
A la mesa de trabajo convocada por Construye2025 llegaron especialistas en el tema de empresas y entidades como Flesan, Río Claro, Fundación Basura, Recylink, Axisdc, Aza, Disal, Idiem, Viconsa, Echevería Izquierdo, Resiter, CDT, CTeC y UC para informarse de los hallazgos que Gescam hizo al revisar los casos de países como Francia, España y República Checa, además de dar a conocer sus experiencias en la industria.
Ejemplos citados fueron la enorme valorización que pueden conseguir materiales nobles, o incluso elementos como refrigerantes, en demoliciones o el ahorro millonario que puede implicar en transportes el buen trabajo a la hora de reutilizar materiales.