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De la digitalización a la inteligencia artificial: la evolución de Melón hacia una industria más productiva y sostenible

Fecha: 31/07/2025

A tres años de sus primeros avances en digitalización, la compañía cementera sigue liderando la innovación y transformación digital en la construcción, impulsando mejoras en productividad, sostenibilidad y experiencia del cliente.

En 2022, Empresas Melón sorprendía a la industria de la construcción con su enfoque pionero en digitalización y transformación de procesos. Su sistema Optimix, que optimiza los despachos de hormigón, y el sensor Infomix, diseñado para estimar en línea la resistencia del hormigón, fueron hitos que demostraron que la tecnología podría revolucionar el negocio del cemento.

“Todo lo que podamos hacer para que los procesos sean más eficientes para nuestros clientes es importante. Para eso desarrollamos un ecosistema de aplicaciones, todas funcionando en sincronía para garantizar procesos seguros y eficientes”, explicaba en esa época Pablo Covacevich, subgerente digital de Melón.

Información publicada en 2022.

Hoy, a tres años de esa entrevista, la compañía ha profundizado su camino digital. Covacevich, ahora Subgerente de Innovación y Transformación Digital, recuerda el punto de partida: “Teníamos muchos procesos dependientes de etapas manuales o papeles. No había registro de datos, por lo que la toma de decisiones era lenta, no teníamos registro o trazabilidad para un análisis inmediato, y menos para un análisis futuro. La información y procesos dependían de las personas, lo que generaba un riesgo en la continuidad de las operaciones”.

La digitalización permitió automatizar procesos y dar un salto en eficiencia: “Hoy podemos medir. Los procesos ahora se pueden automatizar, ya que se han digitalizado las etapas manuales. Hemos podido armar sistemas que optimizan y predicen comportamiento, todo a partir de los datos ingresados/utilizados en los procesos”, comenta.

Así por ejemplo, “podemos optimizar el despacho equilibrando los costos (datos) con el servicio (puntualidad), predecir resistencia y automatizar las dosis de los productos, porque digitalizamos la información de todo el proceso. Sensorizamos nuestros camiones y desarrollamos una app que permite firma digital y evaluación del servicio en cada despacho. Cuando los datos son suficientes y oportunos, puedes hacer desarrollos increíbles que aporten a la toma de decisiones, calidad y experiencia digital”, señala el ejecutivo.

Este cambio también transformó la cultura organizacional, dado que a juicio de Covacevich, “hoy somos más ágiles en la producción, detectando alertas y exigiendo eficiencia en toda la compañía. Culturalmente se digitaliza la empresa: la norma es que las decisiones se tomen en base a datos”.

La incorporación de tecnologías avanzadas ha sido clave. “Para alguien que no tiene nada, la digitalización básica ya es un salto enorme. Pero la IA y el Machine Learning son impresionantes en la cantidad y rapidez con que procesan datos, permitiendo BI y procesos prescriptivos (autónomos)”, explica el profesional.

En sostenibilidad, los avances son notables, puesto que “con procesos digitalizados dejamos de imprimir miles de papeles, firmamos digitalmente y reducimos el uso de sellos físicos. Con Machine Learning diseñamos productos con menor huella de carbono y mejoramos la eficiencia en los despachos, reduciendo el consumo de combustibles”, cuenta.

Estos beneficios han trascendido el proyecto inicial, ya que todo deriva en “una cultura digital, es decir, si producción tiene un proceso digital, RRHH exige tener un proceso de igual calidad, y así para facturación y otros, culturalmente se digitaliza la compañía, donde la norma es que las decisiones se tomen en base a datos”, precisa.

De cara al futuro, Covacevich reconoce que “la vanguardia la tiene Melón, pero los desafíos de la industria son enormes. Productividad y sostenibilidad son los tópicos más importantes, pero el camino para lograrlo está en la innovación y digitalización”.

Para inspirar a otras empresas, recomienda: “Es importantísimo fijarse un objetivo, definir hitos, diseñar un roadmap, involucrar a la alta dirección y entender el valor para el cliente. Partir digitalizando papeles y automatizando procesos, y ese hito preparará para analytics, predicción, machine learning, IA”.

Finalmente, destaca el rol de Construye2025 en esta transformación: “Estos programas lideran la frontera tecnológica, desafiando y motivando el desarrollo en las empresas. Nos permiten explorar nuevas tecnologías, desarrollar prototipos y estar a la vanguardia de la industria, relacionándonos con otras compañías que también innovan”.

Con esta evolución, Melón confirma su liderazgo en innovación y digitalización, consolidando un modelo de gestión basado en datos, inteligencia artificial y sostenibilidad, que marca el futuro de la construcción.

HuellaChile: impulsando la carbono neutralidad desde las organizaciones

Fecha: 30/07/2025

Desde 2013, el Ministerio del Medio Ambiente lidera este programa que ayuda a empresas y entidades públicas a medir, reportar y gestionar sus emisiones de gases de efecto invernadero, impulsando una cultura de sostenibilidad y eficiencia en Chile.

El Programa HuellaChile nació en 2013, impulsado por el Ministerio del Medio Ambiente, con el propósito de “apoyar la mitigación del cambio climático y avanzar hacia la carbono neutralidad al 2050, en concordancia con la Ley Marco de Cambio Climático y los compromisos internacionales asumidos por el país”, explica Arturo Espinosa Cáceres, coordinador del programa.

Su objetivo central es claro: impulsar, especialmente al sector privado junto con organizaciones públicas, a calcular, reportar y gestionar voluntariamente sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a través de una plataforma nacional gratuita, digital y alineada con estándares internacionales. De esa manera, esta herramienta facilita la medición de huellas de carbono a nivel organizacional, de eventos y comunas, promoviendo transparencia y mejora continua.

HuellaChile no solo entrega una certificación reconocida, sino que también “brinda apoyo técnico y fomenta la comunicación clara de los resultados hacia las partes interesadas”, contribuyendo, además, a otras políticas climáticas como los incentivos a energías renovables y la economía circular, como relata Espinosa.

Por qué medir

Respecto a la principal motivación de las empresas, Espinosa señala que “miden su huella de carbono para reducir su impacto ambiental y responder a la creciente demanda de mercados y consumidores que valoran la sostenibilidad”. Contar con la certificación HuellaChile “les permite comunicar sus avances de manera transparente y confiable, fortaleciendo su imagen y diferenciación en el mercado”, explica el profesional, además de abrirles oportunidades en licitaciones y contratos.

Por otra parte, la acción climática está cobrando cada vez más relevancia en procesos licitatorios y contratos, por lo que medir y gestionar las emisiones es clave para acceder a nuevas oportunidades de negocio. En este proceso, el Programa HuellaChile brinda apoyo técnico, capacitación y asesoría personalizada, especialmente para pequeñas y medianas empresas que desean sumarse a esta iniciativa.

En definitiva, “medir la huella de carbono es una estrategia fundamental para que las organizaciones innoven, mejoren su eficiencia y se posicionen favorablemente ante clientes y socios comprometidos con el cuidado ambiental”, ratifica Espinosa.

Diferencias en sectores productivos

Entre 2022 y 2024, los sectores más avanzados en la medición han sido la industria manufacturera (23,37% de los reconocimientos) y transporte y almacenamiento (13,26%). En el caso de la manufactura, “su avance responde a presiones regulatorias y de mercado, además de su integración en cadenas globales que exigen estándares de sostenibilidad”, comenta el coordinador. En tanto, para el transporte, la medición ha sido clave para optimizar operaciones y reducir costos ligados al uso de combustibles fósiles.

De acuerdo con Arturo Espinosa, si bien estos avances son relevantes, es clave que otros sectores con alta intensidad de emisiones, como la construcción, la minería o la agroindustria, se sumen a esta iniciativa. “Ampliar la participación permitirá una gestión más integral de las emisiones a nivel nacional”, cree.

Desafíos de la construcción

Actualmente, el sector construcción muestra un avance incipiente. “Entre 2022 y 2024, ha representado solo el 3,15% del total de las empresas que reportan su huella de carbono”, comenta Espinosa. Dada la alta intensidad de emisiones del rubro, fortalecer su participación es fundamental. Para ello, el trabajo colaborativo entre instituciones públicas y privadas es clave, así como iniciativas recientes como la guía del Ministerio de Obras Públicas para medir huella de carbono en infraestructura y edificación pública, y herramientas desarrolladas por HuellaChile para productos de construcción.

Las barreras principales radican en “la limitada capacidad técnica de muchas organizaciones”, según explica el profesional, pero se vislumbran oportunidades importantes. Mecanismos como la Certificación de Edificio Sustentable (CES) y las herramientas técnicas en desarrollo están “creando condiciones favorables para avanzar en la materia, pese a los desafíos técnicos aún presentes”, a su juicio.

Con estos esfuerzos, HuellaChile se consolida como un caso de éxito en la gestión climática del país, facilitando la transición hacia una economía baja en carbono y promoviendo una cultura empresarial más sustentable y competitiva.

Echeverría Izquierdo: empresa constructora pionera en medir la huella de carbono en Chile

Fecha: 27/09/2023

La compañía que por más de 40 años ha sido líder de la industria en innovación en el país, con presencia en Argentina, Bolivia y Perú y que cotiza en la Bolsa, ha sido pionera en el sector construcción al medir sus emisiones con el objetivo de reducirlas gradualmente.

Desde sus inicios, Echeverría Izquierdo ha estado comprometida con la sostenibilidad, pues la empresa cree que el desarrollo económico debe coexistir en armonía con el desarrollo social y medioambiental. Por ello, hace años ha venido trabajando en temáticas como las prácticas empresariales responsables, la integridad corporativa, la preocupación por las personas, el respecto por el medio ambiente y las comunidades, el relacionamiento con los clientes y la cadena de valor, entre otros aspectos.

Están conscientes de los impactos que genera la industria de la construcción en el medioambiente y una vez creada la Gerencia de Sostenibilidad en el 2022, una de las primeras acciones que decidieron llevar a cabo fue la medición de la huella de carbono de la compañía. Dicha medición sería el primer paso para establecer metas, monitorear el progreso de la organización en el desempeño medioambiental y desarrollar una estrategia de cambio climático.

“Como Grupo, y en relación al pilar medioambiental, hemos definido la reducción de la huella de carbono como uno de nuestros objetivos principales”, señala Carolina Reyes, gerente de Sostenibilidad de Echeverría Izquierdo.

Y es que esta medición tiene varios beneficios para una organización: es un requisito para ratings ASG, tales como los cuestionarios del Dow Jones Sustainability Index y CDP, y para referencias de divulgación, tales como GRI, SASB y TCFD. En Chile, permite la participación en el programa Huella Chile para medir el inventario nacional de carbono en el país; y proporciona evidencia fundamental para el desarrollo de una estrategia de cambio climático, según explica la ejecutiva.

La huella de CO2 mide las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de una organización durante un período de tiempo establecido (normalmente un año calendario). Para su gestión adecuada, las emisiones se agrupan de acuerdo con el tipo de actividad con la que están asociadas y el nivel de control que tiene una compañía para gestionarlas tales como: Alcance 1, emisiones directas; Alcance 2, emisiones indirectas por consumo de energía adquirida y Alcance 3, otras emisiones indirectas.

La gerente de Sostenibilidad de EI comenta que en 2020 hicieron un primer levantamiento de información de consumos de combustible, electricidad y gestión de residuos de las unidades de negocio del grupo. Con ese primer ejercicio, pudieron ver las dificultades que un acto así constituye, pero también las oportunidades que presenta. “En 2021 nos pusimos de lleno a trabajar en lo que sería el proceso de medición de huella de carbono y realizamos el ejercicio para dos años consecutivos -2020 y 2021- en los alcances 1, 2 y 3 para todas las unidades de negocios del grupo, es decir a nivel de compañía”, asevera.

Principales resultados

Como señala Reyes, desde el punto de vista del proceso, el resultado fue exitoso. “Se cumplieron los objetivos que nos propusimos en relación a la cobertura; la medición de la huella en los tres alcances; y la participación y colaboración de los profesionales de las distintas unidades de negocio”.

Desde el punto de vista del resultado, la huella de carbono se comportó de manera similar a la de otras empresas de la industria a nivel internacional, siendo el Alcance 3 el más elevado. Ello, dado principalmente por la categoría 1 de consumo de materiales. Mientras que el Alcance 2 fue menor en relación al 1, por el consumo de combustible utilizado en las maquinarias.

“Para esta primera medición no teníamos un parámetro de comparación con empresas de similares características a nivel nacional por lo que hicimos un benchmark con empresas líderes en rankings de ESG a nivel mundial, que nos sirvieron como referencia para efectos de definir las categorías a medir”, especifica la profesional.

Y agrega que “el 2020 fue un año bien particular, porque fue el período de pandemia donde tuvimos un peak de proyectos en ejecución y aquellos de gran magnitud mantuvieron su continuidad operacional.Luego, el 2021 también fue especial porque fue un intervalo de transición entre la pandemia y la reactivación. Ese año el resultado obtenido fue prácticamente la mitad del año anterior. Es decir, se redujo la huella de carbono en casi un 50%. Nuevamente, observamos que el Alcance 3 fue el que nos dio mayor cantidad de emisiones y este alcance está incidido por bienes comprados, es decir mayoritariamente por materiales de construcción, tales como fierro y hormigón. Esta baja en las emisiones estuvo dada por el número de proyectos y las etapas de las obras en ejecución, lo que muestra que la variabilidad de los resultados depende del estatus de proyectos y consumo de materiales, analiza Reyes.

La profesional añade que en el 2022 reafirmaron los resultados obtenidos en 2021 y con esto ya existe una tendencia respecto a cómo se comporta la compañía en relación a las emisiones. Para efectos de tomar decisiones, consideran, es necesario tener un par de mediciones -o más-, para entender y reaccionar, dado que la huella de carbono se ve muy impactada respecto a la cantidad de proyectos existentes: si aumentan los proyectos/contratos, mayor es la huella y viceversa. Es por eso que hoy, en forma primaria, se están definiendo las medidas de intensidad para plantear metas de reducción en relación a ellas, sin descartar a futuro las metas de reducción de emisiones absolutas.

Comunicación en todos los niveles

En este contexto, el Grupo EI decidió generar alianzas con proveedores estratégicos, “que sabemos están trabajando en reducir su huella de carbono. En relación al fierro, con empresas que utilizan chatarra; y en relación al hormigón, con empresas que nos han informado están reemplazando algunos componentes para que su producto final genere menos emisiones”, cuenta la ejecutiva.  “Estamos trabajando con Revaloriza en dos de nuestras unidades de negocios, siendo una iniciativa clara y concreta de revalorización”, puntualiza.

Asimismo, han definido iniciativas como planes de formación anual y campañas comunicacionales para transmitir este conocimiento a toda la organización, de modo que sea comprendida por todos los trabajadores y también todos puedan adherirse a ella. “El concepto de sostenibilidad es reciente, hoy está de moda, pero necesitamos estar todas y todos alineados y hablar en el mismo lenguaje y para eso es necesario tener planes de formación a todo nivel”, sostiene Reyes.

De este modo, en una fase inicial han tenido reuniones ampliadas por plataformas digitales y webinars para difusión del proceso de medición. Posteriormente, una vez realizado el ejercicio, han difundido los resultados con un gran interés y buena recepción de las y los colaboradores.

La primera mejora que realizó EI fue la creación de un sitio de ecoeficiencia operacional en el que cada unidad de negocio puede reportar mensualmente sus consumos, a nivel de obras y en forma centralizada, facilitando la recopilación de información y su confiabilidad para la medición anual.

Junto con ello, se creó el “Comité de Huella”, una comisión de medio ambiente en la cual participan los principales líderes medioambientales de las unidades de negocio. Se reúnen de forma trimestral y revisan temas de relevancia y, en particular, respecto a la medición de la huella de carbono. Esta instancia ha permitido aunar criterios y definir objetivos.

Otra mejora importante ha sido el desarrollo de la base de datos por parte de la Gerencia de Abastecimiento, la que permite año a año tener datos precisos, específicos y concretos.

Algunas empresas del rubro ya se han mostrado interesadas en medir su huella de carbono y se han acercado a Echeverría Izquierdo para despejar dudas. “Para dar cumplimiento al Plan Nacional de Descarbonización al 2050 todas deberán hacerlo, tenemos metas parciales al 2030 y 2040 que de no comenzar a trabajar hoy, no será posible alcanzarlas. Por esa razón, hoy no solo es necesario, sino urgente hacerlo”, afirma la gerente.

Pero reconoce que en la industria de la construcción no es un tema tan candente, aunque el cliente minero ha avanzado respecto a la medición y hoy ha llegado a ser una solicitud de algunos mandantes: “Si bien no es una exigencia, es un plus”, dice.

Finalmente, la gerente de Sostenibilidad recomienda a las empresas “perder el miedo a la medición, el proceso puede ser incremental, se puede comenzar con una parte de la operación, una obra por ejemplo y luego ampliar la cobertura, lo importante es partir”, concluye la ejecutiva.

 

 

¿Qué tan industrializada está tu empresa? Primer estudio de indicadores en tierra derecha

Fecha: 28/04/2021

Las empresas chilenas podrán medir el grado de industrialización con que trabajan, analizando costos y variables medioambientales y sociales para tomar mejores decisiones.

Con la finalidad de medir el grado de industrialización en la construcción, Construye2025, programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, encomendó en 2020 a la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), un estudio para levantar indicadores clave de los proyectos que se desarrollan en Chile. Hoy en etapa de calibración, dicho trabajo será una herramienta para determinar qué tan industrializada está una empresa o sus proveedores.

Según el presidente del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), Sebastián Fourcade, a lo largo del camino, fue posible establecer que una obra o un producto contiene muchas variables, por lo que el índice tenía que integrarlas. “Esta matriz nos entrega un coeficiente y una consultoría externa nos permitió ver cómo se aplicaba la fórmula en cada proyecto. Ahora, queda aterrizar esa calibración”, explica.

El índice se descompuso en las siguientes grandes variables: Costos, que es el indicador sobre el cual hay más información, porque incluye productividad y mano de obra, por ejemplo; otro más relacionado con el Medioambiente y, un tercero vinculado al tema Social. “Creemos que tener las variables en la mesa va a motivar a las empresas a medirse”, afirma Sebastián Fourcade.

Por qué medir

De esta manera, tal como sucede en Singapur, país donde cuentan con los edificios industrializados más altos del mundo, los planes reguladores podrían permitir, eventualmente, construir solo a las constructoras con una mayor calificación, al menos en ciertas zonas. “Eso puede suceder a medida que este índice se internalice. Por ahora, es importante que la mayoría de las empresas se auto midan, para saber dónde mejorar”, añade el presidente del CCI.

Asimismo, la subgerente de Gestión de Proyectos de la CDT, Carolina Tapia, cree que el estudio de indicadores de industrialización permitirá sentar una base para comparar proyectos con distinto grado de implementación de soluciones modulares o industrializadas. “En la medida que se pueda probar este indicador en la mayor cantidad de obras, se podrá ir calibrando para entregar un resultado que permita tomar decisiones como, por ejemplo, determinar cuánto incidirá en mis resultados, el hecho de industrializar mi proyecto”, argumentó.

En Construye2025, se espera que este índice sea de motivación para las empresas que valoren la nueva forma de construir y busquen mejorar sus procesos. En este sentido, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, señala que “contar con una metodología de medición estándar, que permita comparar resultados de obras, de una misma empresa o bien contra promedios del sector entre distintas empresas, permitirá mejorar la competitividad del sector. Lo cierto es que podremos saber qué sistemas constructivos, qué aspectos de coordinación temprana y qué beneficios se puede obtener al industrializar partidas o proyectos completos de edificación. Con esto, buscamos evidenciar los beneficios de la industrialización y facilitar una herramienta que pueda ser utilizada para todo tipo de obras, privadas y públicas”. Así, una vez consolidado será posible desarrollar nuevas herramientas y manuales para que los constructores y personas que hacen productos para la industria puedan mejorar su productividad y la sustentabilidad de sus obras.

El camino para medir los beneficios de la industrialización

Fecha: 17/02/2021

El secreto para posicionar la nueva forma de construir estaría en los datos, ya que éstos facilitarían el camino a la generación de un grupo de indicadores de calidad.

Construye2025, programa estratégico de Corfo, preocupado de visibilizar las ventajas de industrializar, encomendó a la CDT una consultoría que apoyará el desarrollo de un set de indicadores. “La recolección de un índice implica tener datos de obras terminadas y datos tanto de costos como de dotaciones, de improductividades, errores de calidad, también tener datos de gestión de residuos. Lamentablemente, por la forma en que trabajamos las constructoras tenemos todo disperso. Entonces, es un esfuerzo gigante recopilar esa data”, explicó la subgerente de Gestión de Proyectos de la CDT, Carolina Tapia.

Según la ejecutiva, se ha avanzado muy rápido en la etapa de fabricación y construcción del índice y aunque no ha sido fácil, hay interés de las empresas por participar. “A nosotros nos serviría mucho que las constructoras que participaron del estudio y llenaron los formularios que requirió la matriz, nos podrían fácilmente reasignar estos datos y nosotros mezclarlos para transformar el indicador. Lamentablemente, como la entrega de datos de obras de las constructoras para el indicador o para el estudio de productividad se hizo bajo acuerdos de confidencialidad, no podemos como CCI acceder a los datos”, precisó.

Para el CCI, contar con el acceso a la información significaría ganar tiempo, por lo que se hizo una solicitud a la Cámara Chilena de la Construcción, para acceder a la data innominada. Pero, más allá de eso, Carolina Tapia explicó que es igualmente útil que constructoras y proveedoras del CCI que tienen proyectos con algún grado de industrialización faciliten el acceso a los datos.

“Estaríamos súper agradecidos si quienes han llenado fichas de datos para otros estudios nos las reasignan bajo confidencialidad, firmamos todos los acuerdos que se necesiten para usarlos para balancear el indicador. Estamos en la etapa de que el indicador está creado y nos falta balancearlo para poder emitir y cerrar la asesoría, porque esta asesoría ha tenido una duración de 75 días que se está terminando”, comentó la subgerente de Gestión de Proyectos de la CDT.

Fuente: CCI